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ALUMNA: SOFIA DE LA CRUZ LUNA

DOCENTE: LIC. MARICRUZ DE LA FUENTE


GONGORA

ESCUELA: UNIVERSIDAD POPULAR AUTONOMA


DE VERACRUZ

LICENCIATURA: PSICOPEDAGOGIA

CUATRIMESTRE: CUARTO

MATERIA: FILOSOFIA DE LA EDUCACION

FECHA DE ENTREGA: 30 DE SEPTIEMBRE 2023

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CONTENIDO

1.2 CAMPO CRITICO......................................


1.4 FILOSOFIA Y

1.3 EL DEBATE EDUCACION....................................................

EPISTEMOLOGICO E

INCIDENCIA EN LA

PEDAGOGIA....................................................

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1.2 CAMPO CRITICO

La reflexión sobre la filosofía de la educación es una actividad que está por realizarse a
cabalidad. Pensar o reflexionar la cuestión educativa en nuestro entorno se ha constituido
en un auténtico reto, no sólo teórico, sino fundamentalmente, político.

La filosofía de la educación vista de esta forma, nos permitiría establecer, no sólo un


compromiso teórico, sino también un compromiso concreto, real para así poder visualizar
un camino, donde los distintos actores y niveles educativos vean reflejadas sus
aspiraciones, necesidades, intereses, deseos y prácticas.

Parte de su quehacer es también el repensar y retomar la discusión sobre la relación que


guarda el problema educativo y el uso del poder. La educación contemporánea ha sido la
respuesta demagógica de la práctica política de diferentes signos. Se ha hecho demagogia
de la educación desde la derecha, la izquierda o el centro ideológico

Desde hace algún tiempo hablar o reflexionar sobre la filosofía, la educación; y para el
caso concreto, sobre la filosofía de la educación ha sido, sino frecuente, al menos más
audible. Esto no quiere decir o significar simplicidad o menosprecio. Más bien, lo que se
quiere afirmar es que, en la medida en que se profundiza sobre el punto, cada vez parece
más un diálogo de sordos.

El campo mismo de tratamiento en un sentido muy concreto cada vez está más expuesto
por las condiciones bajo las cuales se desarrolla la labor educativa, y que son cada vez más
complejas y precarias. No es una exageración lo que se comenta. Simplemente vean en qué
condiciones tiene que trabajar la gente que se dedica a la docencia. Esto es, pensar o
reflexionar la cuestión educativa en nuestro entorno se ha constituido en un auténtico reto,
no sólo teórico, sino fundamentalmente, político. Porque la discusión en términos concretos
está referida en esos niveles. No hay que darle más vueltas, ¿ni hacer que como qué?
¿hacemos ciencias? ¿por qué inicio con esta consideración? Por una razón muy sencilla, y
ésta es, porque parece algo realmente paradójico, pero mientras más se habla y se

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reflexiona sobre filosofía y educación, va siendo más compleja y entreverada su
comprensión.

Con esto no se pretende extremar los términos de la discusión, pero muchos de sus
referentes van caminando en esa dirección, ésta es, la de hacer más compleja su captación.
En consonancia con lo planteado hay que decir que, la reflexión sobre la filosofía de la
educación en sentido estricto, al menos para nuestro medio y nuestro contexto, es una
actividad que está por realizarse a cabalidad, reitero a cabalidad. Con esta afirmación, lo
que se desea precisar es que no es algo de todos los días, como para sostener que es un
quehacer cotidiano, común, ejercitado de manera sistemática, el considerarla una actividad
realmente significativa o como se dice actualmente: de alto impacto.

Aunque debiera ser un campo de trabajo y de reflexión permanente para todos aquellos que
estamos inmersos en la labor educativa, ya sea como docentes o como administradores. ¿en
definitiva lo que se está afirmando es que este quehacer no debe ser visto o contemplado
como algo exclusivo de? ¿expertos? Esto está en íntima relación con los referentes que
despierta el hablar de la filosofía, porque mucha gente al escuchar esa palabra, toma
distancia y posición.

El referir o evocar a la filosofía genera múltiples reacciones entre otras: admiración,


escepticismo, incomprensión, duda o franco rechazo, ¿al ser vista como un quehacer
eminentemente especulativo, inasible, etéreo, para? ¿iniciados?, etc., etc. Entre otras tantas
razones, y siendo honestos, esta actividad ha sido considerada para pocos, como una cuasi-
secta con derecho de admisión y permanencia.

1.3 EL DEBATE EPISTEMOLOGICO E INCIDENCIA EN LA


PEDAGOGIA

El debate epistemológico tiene una importante incidencia en la pedagogía porque se ocupa


del estudio del conocimiento y de cómo este conocimiento se adquiere, justifica y valida.
En la pedagogía, el debate epistemológico cuestiona las bases y fundamentos en los que se
apoya la enseñanza y el aprendizaje, y cómo se construye y se transmite el conocimiento.

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Este en la pedagogía no solo se centra en la teoría del conocimiento, sino también en la
utilización de diferentes métodos y enfoques educativos. Por ejemplo, el debate
epistemológico puede cuestionar qué tipos de conocimiento son considerados válidos en el
ámbito educativo, si se debe priorizar el conocimiento objetivo o el subjetivo, o si se debe
dar más importancia al conocimiento teórico o al conocimiento práctico.

Además, también puede influir en cómo se diseña y se organiza el currículo, ya que se


cuestiona cuál es el conocimiento relevante y cómo debe ser estructurado y presentado a los
estudiantes.

La incidencia del debate epistemológico en la pedagogía implica que los docentes deben
reflexionar sobre sus propias concepciones sobre el conocimiento y la forma en que lo
transmiten a sus estudiantes. También deben estar abiertos a diferentes perspectivas y
enfoques epistemológicos, ya que esto podría influir en su práctica educativa y en la forma
en que diseñan las actividades de enseñanza y aprendizaje.

Tiene una incidencia significativa en cómo se entiende, se transmite y se construye el


conocimiento en el ámbito educativo, lo que a su vez tiene un impacto en la forma en que
se enseña y se aprende.

1.4 FILOSOFIA Y EDUCACION

Filosofía es un conjunto de razonamientos lógicos y metódicos sobre conceptos abstractos


que tratan de explicar las causas y fines de la verdad, la realidad, las experiencias y nuestra
existencia.

Se denomina educación a la facilitación del aprendizaje o de la obtención


de conocimientos, habilidades, valores y hábitos en un grupo humano determinado, por
parte de otras personas más versadas en el asunto enseñado y empleando diversas técnicas
de la pedagogía: la narración, el debate, la memorización o la investigación.

La educación es un proceso complejo en la vida del ser humano, que ocurre


fundamentalmente en el seno de la familia y luego en las distintas etapas de la vida escolar

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o académica que el individuo transite (desde el kindergarten hasta la universidad).

El modelo educativo que plantea la Nueva Escuela Mexicana tiene como una de sus aliadas
más relevantes a la filosofía para comprender de manera más puntual algunos de sus
fundamentos y componentes. Es pertinente entonces que en los programas y estrategias
formativas para los docentes se incluyan temas que aborden la relación entre filosofía y
educación. La educación como un campo de conocimiento donde se problematiza la
producción, adquisición y transmisión de saberes y cultura requiere de la filosofía para
darle mayor sentido y significado en la formación integral del ser.

La filosofía, como un campo de saber reflexivo y crítico de la realidad posibilita que el


hombre configure su mundo con sentido y entre ello se encuentra la educación. Esta
relación entre filosofía y educación, donde se advierte la presencia de la filosofía en los
procesos educativos permite una vinculación reflexiva sobre el mundo y sus problemáticas
de manera simultánea.
La vinculación entre la filosofía y la educación favorece la estructuración de un marco de
referencia amplio que permite a las maestras y maestros un horizonte de comprensión más
claro sobre su tarea cotidiana en la relación pedagógica, en el sentido de su enseñanza, en la
formación de los sujetos, en la significatividad de su práctica, además de pensar e intervenir
sobre problemáticas concretas y fundamentar su toma de decisiones pedagógicas con
pertinencia.

En la historia del pensamiento educativo la filosofía ha estado presente a través de los


aportes de grandes filósofos y educadores. Desde la antigua Grecia con Platón y
Aristóteles, pasando Comenio, Pestalozzi, Rousseau, Herbart, Decroly, Montessori,
Spinoza, Gramsci, Dewey, Derrida, hasta nuestros días con Lipman, Moran, Freire y
muchos otros. Sus aportaciones han colocado en el ámbito de la reflexión profunda
categorías que son parte de la práctica educativa como “pensar”, “transmitir”, “principio”,
“educar”, “teoría”, “fundamento”, “verdad”, entre otras. La reflexión filosófica sobre ellas
posibilita una mirada distinta y comprensión de la práctica en situaciones concretas, además
de ser un ejercicio mental de discernimiento donde se ponen juego la validación de

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argumentos, posiciones, hipótesis y métodos que llevan al sujeto a comprender la
racionalidad que orienta su pensamiento y acción en determinado contexto sociocultural.

Morales Solano (2008) nos dice que en el credo pedagógico de Dewey encontramos tres
palabras claves para entender el papel de la filosofía en la educación, a saber: comprensión,
interpretación, significación. La comprensión nos remite a la reflexión, la interpretación a
la crítica y la significación al sentido. El filosofar es un ejercicio mental de reflexión sobre
realidades fácticas (cosas y acaecimientos) y realidades existenciales (personas y
acontecimientos), una de las cuales es justamente la educación, que trata de teorías y
métodos, por una parte, y de interrelaciones humanas, por otra. De dicho ejercicio mental
resultan filosofías de la educación, es decir, maneras plurales de concebir y realizar el acto
de educar. (Morales, 2008).

La filosofía nos llevará a caminos más firmes para comprender los fines de la educación y
el enfoque humanista que plantea la Nueva Escuela Mexicana al generar que los actores
educativos tomemos conciencia del sentido de la humanidad, de la comunidad y sociedad
en relación las tensiones existentes entre “dependencia y libertad, absolutismo y
relativismo, reduccionismo e integralidad” (Morales, 2008) que están presentes en la
narrativa pedagógica y educativa del modelo curricular en debate y análisis.

En síntesis, la filosofía constituye para la educación, un elemento que aporta sentido y


significatividad a la acción pedagógica de las maestras y maestros y al proceso formativo
de los alumnos. El cambio paradigmático de un modelo curricular a otro requiere de una
reflexión filosófica que nos ayude a comprender el sentido de los ejes articuladores que nos
proponen configurar un posicionamiento distinto en la relación con los otros, con el mundo
social y natural, y con nosotros mismos. Este proceso no es atributo ni marca exclusividad
con la cuestión metodológica-didáctica, sino que pertenece al campo de lo epistemológico y
teórico cercano a lo filosófico. Por esta razón, es que los espacios formativos que se
proponen a los docentes no deben limitarse a los consejos técnicos para la apropiación del
sentido y significado del nuevo plan de estudios, sino que deben explorar otros espacios y

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contenidos que aborden temas relacionados con lo epistemológico, teórico, axiológico, y
por supuesto, lo filosófico.

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