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w w w. pe r i ó d i c o d e l i b ro s .

o r g

Lecturas
c r í t i c a
CRÍTICAS
s

Julio Ramón Ribeyro


La tentación del fracaso
Reseñas sobre
libros de
Annie Ernaux
Roger Ycaza
Octavio Paz
Periódico de crítica de libros. ISSN: 2011-6128. Bogotá, Colombia, abril de 2023. No. 17. PVP: $15.000

Jerónimo Pizarro
Camila Sosa Villada
Juan Fernando Merino
Margarita García Robayo
Andrés Pachón
G.K. Chesterton
y Tomás de Aquino
Rainer María Rilke
Nueva traducción de sus
Cartas a un joven poeta

Frida Kahlo
il caos dentro
7 9
2 011612 815034

No. 17
Sumario #17
w w w. p e r i ó d i c o d e l i b r o s . o r g
3
Primera persona

Lecturas
Margarita García Robayo

María Teresa Santolamazza A.

c r í t i c a s 5 Santo Tomás de Aquino


G.K. Chesterton
Por Amador Ovalle

7 Alias
Andrés Pachón
Por Jaime Andrés Rivera

8
Las malas
Camila Sosa Villada

Por Estefanía Valderrama Sánchez

9 El acontecimiento
Annie Ernaux
Por Johan Pedraza Vargas

10
Cartas a Tomás Segovia
Director-editor Octavio Paz
Por Jesús Rodríguez
Carlos Andrés Almeyda Gómez
director@periodicodelibros.org
Subdirector
12
Hijos del trueno
Duván Carvajal Restrepo Juan Fernando Merino
Gerente María Teresa Santolamazza A.
Amador Ovalle
Comite editorial
Ivonnet Tapia Gómez, Cristian Soler, 13
Diez canciones infinitas
Hollman Lozano García Roger Ycaza
Por Jefferson Echeverría
Ilustración de carátula:
Janeth Rubio
Director de arte 14
La tentación del fracaso
Julio Ramón Ribeyro
Antonio Arévalo Por Jair Villano
Periódico de libros Lecturas Críticas
ISSN 2011-6128
www.periodicodelibros.org 16
Alias Pessoa
No. 17. Jerónimo Pizarro
Por Carlos Andrés Almeyda Gómez
Bogotá, Colombia - abril de 2023
PVP: $15.000
Criterios editoriales y de selección competen exclusivamente 18
Cartas a un joven poeta
a PdL. Colaboración solicitada. Los juicios que se emiten en Rainer María Rilke
la presente edición son responsabilidad exclusiva de
sus autores y no comprometen la opinión de
Periódico de Libros Lecturas Críticas.
Todos los derechos reservados.
19
Frida Kahlo
Diseño: dirección única, (571) 319 232 72 07 Por Antonio Arévalo
LITERATURA EN LA DIÁSPORA
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Recuerdos
desempolvados
María Teresa Santolamazza A.

P
rimera persona, publicado
en el 2018 por Margari-
ta García Robayo, es una
selección de pasajes narrados en
una variada gama de géneros:
diario, cuentos, relatos o ensa-
yos pertenecientes a diferentes
épocas de su vida, no siempre
redactados en el instante en que
sucedieron. Escrito de forma
descarnada, sin una secuencia
cronológica; relatado en prime-
ra persona de manera mordaz,
cáustica, con tanta potencia que
invita a conectarnos con una au- Primera persona
tobiografía o con una voz narra- Margarita García Robayo
tiva de estilo autobiográfico. Editorial Tránsito
España, 2020
Aunque la escritora utiliza un
220 páginas
yo que nos musita al oído, hay
que tener en cuenta que, me- do, con el tedio: “Eran jornadas
diada por los años, la historia propicias para el pensamiento
se construye con la fuerza de los
ocioso y cíclico” […] Después
recuerdos sin la nitidez del mo-
vino el hastío, semana tras se-
mento, venciendo las trampas de
mana: otra vez el mar (p. 8). Ese
la memoria, dándole espacio a la
ficción; cabe entonces la pregun- mar como metáfora de ir y vol-
ta de si la primera persona que ver, símbolo de temporalidad,
Margarita García Robayo.
narra es quien vivió la historia conecta también con la trashu-
o quien guía el recuerdo hasta literaria para devenir en un dis- se sirve de la memoria para “dis- mancia (manía de la escritora)
el pasado y construye su propia curso desde las entrañas de una parar recuerdos anudados” (p. como lo expresa en “Mudanzas”:
vivencia la cual, muchas veces, mujer que no cuenta las historias 15): “Además de todo lo que ya
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ya hace parte de la memoria co- de modo incauto. García Robayo sabía sobre el mar, volví a expe- Me obsesionan las mudanzas
lectiva. Algunos lectores pueden llama a las cosas por su nombre, rimentar su potencia evocadora” porque me obsesiona el drama
sin eufemismos. Su escritura per- (p. 15), entrando en el campo de que las acompaña. Me mudé
asimilar los textos con la autofic-
turba, interpela al lector, y deja las reminiscencias para iniciar mucho, casi siempre en circuns-
ción por lo que hay que diferen-
expuestos sus sentimientos. tancias dramáticas. Por ejemplo:
ciar este término -tan utilizado la narración. ¿Vuelven luego las
de chica, desde la primera hasta
en la actualidad- del vocablo au- Desde las primeras páginas olas desafiando?, ¿hasta cuán-
la última vez que me mudé con
tobiografía, en una discusión en despunta el estilo fragmentario. do?, ¿hasta dónde? Pareciera
mis padres, nos fuimos a casas
donde para ser prácticos, queda- Historias diversas con personajes que siempre hay otro momento,
peores; las mudanzas atestigua-
rá en manos del lector dilucidar (ciudades, personas, situaciones) otro mar, pero invariablemente
ban el declive económico de
si lo allí descrito es real, ficticio o diferentes. El mar, protagonista la misma “divagación incondu-
mi familia y nadie las llevaba
una hibridación. del primer texto, surge amal- cente” (p. 14) que la lleva hasta bien. Cuando crecí y empecé
En el libro hay una apuesta gamando los relatos, sin fechas aquel lugar del que ella misma a mudarme sola el drama per-
que posiciona a las mujeres por que los hilvanen en el transcu- dice: “Pensé que sería el punto sistió, pero en otro sentido: me
su papel frente a los problemas rrir del tiempo. Las olas golpean de no retorno” (p.15). mudaba a casas que, en general,
sociales, sin embargo, privilegia la orilla y retroceden, desandan, El mar se asocia con lo re- venían con un hombre adosado
el tono confesional, abandonan- como lo hace la vida a través de currente, con lo predecible, con y con él una empleada, y con él
do el campo de la composición las remembranzas. La escritora la monotonía de un mismo rui- una mascota, o dos (p. 118-9).

3
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No solo las mudanzas físicas liza un discurso narrativo que


la perturban, en alguna oportu- se convierte en el entramado
nidad, mientras adelantaba un de aquello sobre lo que quiere
curso preparto, escuchó como: llamar la atención. Con un tin-
“Cuando una tiene un hijo na- te de ironía muestra no solo el
turalmente se desplaza para darle miedo a la maternidad, sino la
lugar a él” (p. 91), cambiando no dificultad de serlo y cómo el he-
solo de parajes geográficos sino cho de asumirlo no es garantía
de sitios imaginarios para que un de felicidad. Expone la proble-
nuevo afecto se adueñe de los es- mática de lactar y trabajar, no
pacios propios. solo desde su experiencia sino
Su negativa al empadrona- haciendo uso de una polifonía
miento en un lugar común, la que aporta diversidad de visio-
incomodidad de asentarse en una nes como prueba del control y
misma localidad, su molestia por del peso que este rol ejerce sobre
la asignación de límites y su im- el cuerpo de las mujeres:
posibilidad de reconocerse como Hay otra chica con el torso
parte de algún sitio atraviesan la desnudo, muy flaquita y pequeña.
obra. Su vida -en muchas ocasio- Tiene tetas planas, pálidas; pezones
enormes, rojos y agrietados […]
nes- está como ese mar que tanto
Sentado sobre su falda, tipo cowboy,
la cuestiona: sin un papel asigna- mirándola a ella, hay un niño que
do, en medio de fronteras que no ya va a la escuela. Llora. No come
se cierran. hace unas seis horas. Quiere chupar
sus pezones heridos, pero a ella la es-
Me he pasado la vida tratando tán curando porque sangra. -Y si le
de asignarle al mar algún rol das una mamadera? – pegunto. […]
fundante en mi constante ir y -Querida -dice-, la mamadera es el
volver. […] En mi caso, el mar enemigo (p. 92-3).
es el territorio que me empuja
Para cerrar, Primera per-
a preguntarme por el sentido
de las cosas. ¿Qué cosas? To- sona es un libro que propone
das. Cuánta necedad, como si Ilustración de Janeth Rubio. interrogantes en lugar de ofre-
la geografía fuera algo más que cer respuestas, donde nada se
una marca imaginaria en la tie- dice como una certeza. Una
rra, una línea que se cierra y nos Su negativa al empadronamiento colección de recuerdos desem-
contiene bajo la premisa falsa de
pertenecer. […] La proximidad
en un lugar común, la incomodidad polvados sobre enamorarse, el
hastío, la pérdida de la razón,
del mar es garantía de márgenes de asentarse en una misma localidad, el extrañamiento, la educación,
inconclusos, abiertos frente a la
inmensidad, y de elementos ex- su molestia por la asignación la construcción de uno mismo.
Narrado sin tenerle miedo a la
pectantes ante un horizonte lle-
no de promesas (p. 18).
de límites y su imposibilidad añoranza y a la incomodidad,
de reconocerse como parte de algún dejando expuestas las heridas,
lo cual supone un riesgo para
La trashumancia se presenta
también cuando hay exclusión
sitio atraviesan la obra. la intimidad de la autora. Una
de ciertos círculos: familia, co- invitación a hablar con mayor
legio, residencias, parejas. Se En “Amar al padre” deja pruebas configurar el relato, sin tener en honestidad, a destruir los tabús.
evidencia no solo en lo que com- del estrecho lazo que la une a su cuenta la mirada del otro. Se des- Un texto que cuestiona sobre
pete al cuerpo, la exclusión se progenitor: poja de la preocupación de si la todo aquello que, aunque se
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desplaza de un texto a otro. Su van a leer o no - como ha dicho conoce y se sabe posible, nadie
Me hice una pequeña genio ante en algunas entrevistas la escrito- quiere oír. Un libro no solo para
identidad se muda, en muchas
sus ojos, una lectora voraz solo ra- para tener la libertad de ex- mujeres, un viaje a la intimidad
ocasiones, cuando las huellas de de sus libros, me hice una niña
lo que se ha sido son borradas de presar tanto el gran amor por su femenina en el que cualquier
vieja para estar más cerca de él.
la tierra para sumergirse en una padre como la competencia que lector puede encontrar lo que
Los demás no me importaban:
renovación constante: “Quizá mi mamá, mis hermanos, la mu- había en la relación con su ma- siente una mujer al enfrentarse a
sea eso: que cualquier trazo en chacha del servicio, el perro, las dre: “Ahí en la fantasía del olor múltiples situaciones; en el que
la tierra se borra cuando toca el paredes, las calles del barrio, el de mi papá en su boca -o sea mi se describen temáticas latentes,
agua” (p.18), como borraron las colegio, los carros de la ciudad, olor y el de todos mis hermanos actuales, necesarias de eviden-
olas los nombres de varios de los el horizonte después del mar, las y el de ella misma después de ciar en beneficio de una discu-
protagonistas en algunos de los murallas y el cielo. Todo era un haberse llenado tantas veces de sión pública.
decorado necesario para que él y él-, debió empezar oficialmente
fragmentos, a los que en el mejor
yo, y nuestro secreto expresado nuestra competencia (p. 23).
de los casos solo les dejó una ini- María Teresa Santolamazza A.
en guiños matutinos nos mantu-
cial como identificación. viéramos a salvo (p. 24). En “Leche”, desde su pro- Ingeniera química con Maestría
La familia está presente en pio rol como madre, a través de en literatura de la Universidad
varios apartes de la obra, aflora La voz narrativa es utilizada una argumentación en la que Javeriana. Bloguera en https://
desde dos orillas: hija y madre. con destreza y honestidad para aparentemente no juzga, des- fragment-os.com/

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LOS DE CULTO

El libreto político
de América Latina
Amador Ovalle

E
n un mundo a punto de de Enrique Krauze, que está ambicioso, que ha sido descrita
ser devorado por la tec- inspirado en el convencimiento como una «proeza arquitectóni-
nología y la inteligencia de que Santo Tomás escribió el ca» (Krauze, 2018, pág. 33). En
artificial, la hagiografía no pa- libreto de la historia política de por ello que la biografía escrita
rece un tema arrollador. Hace América Latina. El historiador por Chesterton cobra impor-
mucho que la humanidad dejó mexicano se había topado, a su tancia como antesala. Su genio y
interesarse por la vida de los vez, con este concepto en El es- su profundo conocimiento de la
santos. La atención del planeta pejo de Próspero (1982), una obra obra del santo, le permiten una
está en otra parte, incluso la de gran capacidad sintética. Y es
del académico estadounidense
los ratones de biblioteca. Por consciente de ello: «Esta biogra-
Richard M. Morse (1922-2001).
otro lado, el santoral es perci- fía es, por demás, solo un esbo-
Leer a Santo Tomás, sin em- zo» afirmó. Dejaría a las futuras
bido, desde una mirada distan- bargo, no es tarea fácil. No solo generaciones el estudio minucio-
te, como una sucesión de seres
por el inexpugnable lenguaje cle- so de esta oceánica obra.
similares, que han destacado Santo Tomás de Aquino
rical medieval, sino por lo exten- Se trata de una biografía in-
por cultivar la virtud y la consa- G.K. Chesterton
so de su trabajo. Su obra abarca telectual y poco convencional.
gración a su deidad. Entre tan- Ediciones Rialp
cuarenta tratados. «Escribió libros Chesterton se la dictó a su se-
tos gigantes de las ciencias, las
como para hundir un barco o cretaria de memoria, sin con- Madrid, 2016.
armas y las artes, los santos no
llenar una biblioteca» subrayó su sultar ningún libro. Y lo prime- 272 páginas
parecen grandes competidores.
biógrafo. Summa teológica, su obra ro que llama la atención es la
No obstante, el caso de Tomás
cumbre, es un compendio tan nacionalidad del autor. No es
de Aquino es excepcional, por
lo que merece la pena conocer- común que un inglés se ocu-
lo. En América Latina, además, pe de un santo católico. Como
tenemos una razón extra para se sabe, Inglaterra y el mundo
leerlo: es el autor del libreto po- protestante se construyeron en
lítico de este continente. Al me- contra de Roma y de su iglesia.
nos esa es la consideración de El asunto no deja de ser una pa-
algunos de nuestros pensadores. radoja, pero para el «príncipe de
las paradojas», solo es una raya
En una entrevista que el pe-
más para su piel de tigre. Y la
#17 periódicodelibros LECTURAS CRÍTICAS

riodista chileno Sergio Marras le única explicación no es su ca-


hizo a Carlos Fuentes en 1991, tolicismo, sino, principalmente,
inquiere por las diferencias su lucidez y la comprensión de
entre los Estados Unidos y la lo humano. Chesterton pudo
América española. “Tengo que intuir la grandeza de santo To-
hablar de Santo Tomás de Aqui- más. Antes de iniciar la titánica
no —respondió Fuentes—, que tarea de escribir su biografía, lo
es el profesor de política de los dibujó con un par de pinceladas
latinoamericanos. Desde Méxi- en un artículo de periódico:
co hasta Argentina, todo lo que
sabemos de política nos lo ense- Para entender su importancia,
ñó Santo Tomás por tres siglos” hay que compararlo con los dos
(América Latina, marca registra- o tres credos cósmicos alternati-
vos: él es todo el intelecto cristia-
da: conversaciones, 1992, pág.
no hablando con el paganismo o
40). La misma idea la encon- el pesimismo. Discute, a través
tramos, unos años después, en de los siglos, con Platón o con
El pueblo soy yo (2018), un libro Buda, y él gana. Su mente era

5
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tan amplia, y de un equilibrio en la sólida doctrina y discipli- minó la aparente contradicción Pero no se trata de una lucha de
tan hermoso, que para sugerirla na católica, desgastada por más entre Ciencia y Religión. Para titanes, sino la pelea de un ma-
habría que hablar de un millón de mil años de rutina, y era ne- santo Tomás, basado en el aris- tón con un intelectual:
de cosas (1932). cesario mostrar la fe bajo una totelismo, el estudio del hecho
nueva luz y tratarla desde otro más humilde conduce a la ver- Comparar en sentido filosófi-
Tomás de Aquino fue un dad más alta, lo cual significa- co a estas dos figuras que tan-
ángulo» (2019, p. 105). El dios
religioso, teólogo y filósofo del ba, en términos prácticos, que to abultan en la historia sería,
siglo XIII, nacido en Lacio, de san Agustín, filósofo cristia-
no antecesor de Santo Tomás, los descubrimientos científicos por supuesto, ocioso y hasta
cerca de la ciudad de Aquino, harían cambiar la interpretación injusto. En un gran mapa
en el seno de una familia noble. era demasiado platónico, un es-
de las Escrituras. “No cabe ser como la mente de Aquino, la
Estudió artes liberales en la píritu purificador, poco creador
más ecuánime: si hubiera de- mente de Lutero sería casi in-
Universidad de Nápoles y, pese de mundos y de hombres. pendido de él y de los hombres visible (2019, p. 221).
a la oposición familiar —que Lo que hace Tomás de Aqui- como él, jamás habría querella
esperaba que escalara en la je- no es poner los pies del catoli- alguna entre ciencia y la reli- La otra singularidad de Aqui-
rarquía católica—, se unió a los cismo en la tierra. Darle mundo gión” ha dicho Chesterton. no es su actualidad. El último
dominicos, una orden capítulo se llama Rena-
de frailes mendicantes, cer del tomismo, en el que
que llevaban una vida Chesterton se impone
austera y se dedicaban la tarea de cambiar la
a la actividad intelec- marea. Es decir, tratar
tual. Esta decisión no de hacer entrar a los
es sorprendente si te- agustinianos del norte
nemos en cuenta que en razón.
el mayor interés de To- Tomás es un per-
más, tal vez el único, sonaje del siglo XIII,
era el estudio. En su pero que tiene una ac-
tiempo, eso significa- tualidad innegable, de
ba teología y filosofía. manera particular en
Se entregó, en cuerpo América Latina. Nues-
y alma, al estudio de tras universidades es-
todo lo escrito en su tán en mora de abrir
tiempo. Por esta vía, se cátedras de su legado:
convirtió en el filósofo «Pero lo que sabemos
más importante en la —o podríamos saber,
historia del catolicis- o en su día podríamos
mo. Fue canonizado tener la suerte de des-
en 1323, casi cincuen- cubrir— acerca de su
ta años después de su obra probablemente lle-
muerte. G.K. Chesterton.
nará todavía más bibliotecas en
En sus inicios, la iglesia ca- mundano y rescatar al cuerpo La historia humana es de el futuro de las que ha llenado
tólica era platónica, supersticio- humano, imperfecto tal como avances y retrocesos. El gran en el pasado» (2019, p. 35).
sa y astrológica, lo cual implica- lo es. Saca a esta religión de la adelanto conceptual aportado
ba creer que las estrellas y los abstracción y le da carne: “lo por Tomás de Aquino fue malo- Bibliografía
planetas eran seres personales contrario de la abstracción es la grado, un siglo después, por Mar-
que gobiernan nuestras vidas, encarnación” afirma Chester- tín Lutero. La reforma protestan- Chesterton, G. K. (27 de Febre-
así como creer en inmortali- ton. Para lograr estos objetivos, te iniciada por este monje, que ro de 1932). Santo Tomás de
dad del alma. El pensamiento tiene que resucitar a Aristóteles continúa reinando en el mundo Aquino. The Spectator.
platónico, por su parte, entien- Chesterton, G. K. (2019). San-
#17 periódicodelibros LECTURAS CRÍTICAS

y luego bautizarlo cristiano. Para anglosajón, fue un retroceso: re-


de al ser humano como una algunos, el gran mérito de Aqui- gresó al cristianismo al ya supera- to Tomás de Aquino (Tercera
dicotomía, con un lado subli- eBook Kindle ed.). Madrid:
no fue haber logrado la conver- do agustinismo. Lutero clamaba
me y sagrado, el alma, y otro Ediciones Rialp.
gencia del catolicismo y el esco- por la destrucción de todas las
mundano, del que casi hay que
lasticismo. Aristóteles tomaba filosofías, lo cual puede explicar Krauze, E. (2018). El pueblo soy
avergonzarse, el cuerpo. El ca-
las cosas tal como las encontra- muchas cosas del mundo actual. yo. Bogotá: Debate.
tolicismo se había convertido,
gracias al platonismo, en dia- ba, de donde aprendió Aquino Marras, S. (1992). América
a aceptar las cosas de Dios tal Sentía un peculiar horror y abo- Latina, marca registrada:
gramas y meras abstracciones. rrecimiento hacia las grandes
Se podría decir que en estos como las había creado. Tomás conversaciones (Kindle ed.).
filosofías griegas y hacia la es-
primeros tiempos, el cristianis- humaniza al cristianismo. Y no Santiago de Chile: Ornito-
colástica fundada sobre aquellas
mo era anti-corpóreo. Por estas solo se hace amigo de la ciencia, rrinco.
filosofías. […] Tenía una sola
razones, allá por el siglo XIII, sino que él mismo vive su vida teoría, que era la destrucción de
cuando entra en escena nuestro con la humildad del hombre de todas las teorías» (2019, p. 223).
héroe, la iglesia católica tenía ciencia. Muchos de los princi- Amador Ovalle. Autor del li-
varios siglos de desgaste y su ra- pios que postuló, eran escudos Se dice que el monje alemán bro Latinofobia. Médico y escri-
ting estaba cayendo en picada: protectores de la ciencia, de la quemó en público la Suma Teo- tor nacido en San Diego, Cesar,
«la gente iba perdiendo agarre persecución oscurantista. Eli- lógica y las obras de Aquino. Colombia.

6
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RECUPERADOS

Un suplantador
con sello colombiano
Jaime Andrés Rivera

El autor narra el increíble periplo

E
n tiempos de pandemia camioneta, una van Mercedes
valoramos y extrañamos
de Juan Carlos Guzmán Betancur, Benz blanca con marcas de una
las pequeñas rutinas dia- un joven que en 1993 saltó a la fama compañía de mantenimiento de
líneas telefónicas, o algo así. Era
rias que hacen nuestra vida lleva-
dera. Los ritualitos, en palabras
por viajar como polizón en un vuelo similar a las que usan los servi-
de la cantante colombiana Marta comercial de Bogotá a Miami. cios de mensajería, sin ventanas
en la parte posterior.
Gómez. Uno de los ritualitos que
más disfruto consiste en revisitar El autor ya había publicado
libros de hace algunos años, que testimonio de Guzmán Betancur de mi bermuda. Luego cerré la en 2011 un libro alrededor de
van quedando sepultados con el en su misma voz, y lo contrasta caja de seguridad. Recuerdo que Guzmán Betancur, El suplanta-
aluvión de novedades que llegan con la versión de muchas de las le puse por clave cuatro ceros. Es dor. La historia real del estafador
en época de Feria. personas que se cruzaron en su algo que tengo por costumbre colombiano más buscado en el
De esta manera, me encontré hacer. Después salí de la suite
camino, creando así una serie mundo (en su introducción, el
y fui hasta mi habitación, en el
con un libro publicado en 2014 de juego de espejos donde no propio Pachón escribiría: “una
mismo edificio pero en la parte
por Grijalbo y que merece tener se sabe quién dice la verdad. De que le corresponde al Mandalay historia real de una vida de men-
mejor suerte. Me refiero a la cró- esta forma, y con un narrador Bay. Nadie siquiera llegó a sospe- tiras”). A raíz de este libro, su
nica de largo aliento Alias. La his- poco confiable la mayor parte char del robo, o al menos eso creí protagonista decidió entrevistar-
toria del estafador colombiano más del tiempo, nos enteramos de en ese momento. se con Pachón para contarle su
buscado en el mundo, contada por las andanzas de este personaje versión, por supuesto, con todas
él mismo, escrita por el periodista picaresco a través de diversos países Esta historia, que tiene ecos las licencias que un mitómano
Andrés Pachón (Cali, 1977). El (Colombia, Estados Unidos, de la increíble vida del estafador irredimido puede permitirse.
autor narra el increíble periplo, España, Brasil, Reino Unido, estadounidense Frank Abagnale Es de anotar que, después de
basado en hechos reales, de Juan Jr., como reza pomposamente en la publicación de Alias, se rodó un
Francia, Irlanda, entre otros) y de
Carlos Guzmán Betancur, un jo- algunas notas de prensa, conver- capítulo de la serie “Imposters”
todas los organismos de seguridad
ven que en 1993 saltó a la fama sa todo el tiempo con su prota- del canal Discovery Investigation
estatales que participaron en su
por viajar como polizón en un gonista de carne y hueso: dedicado en parte a Guzmán. En
búsqueda: el Departamento de
vuelo comercial de Bogotá a Mia- 2023, el medio de comunicación
Policía de Las Vegas, Scotland De algún modo que no logro
mi, y que con el tiempo se con- virtual Relatto publicó por capítu-
Yard o el Garda Sióchána, por entender, Scotland Yard había
vertiría en un ladrón de hoteles los semanales el libro, cual si fue-
ejemplo. En palabras de Guzmán: comenzado a seguirme. No sé
#17 periódicodelibros LECTURAS CRÍTICAS

prestigiosos alrededor del mundo, cómo sería el asunto, pero lo se una novela decimonónica por
suplantando identidades y vivien- Aún así tomé el dinero y las alha- cierto es que los tipos estaban entregas. Y es que la historia de
do como un dandy en los inicios jas y me las metí en los bolsillos acechándome. Andaban en una Guzmán Betancur se puede equi-
del siglo XXI. parar a la de Edmundo Dantés de
Con el paso de las páginas, nos El Conde de Montecristo o a la de
convencemos de que Guzmán Madame Bovary.
Betancur es realmente un perso- Este relato de engaños, robos
naje literario digno de un relato. millonarios, policías persiguien-
Representa la llamada “malicia do al ladrón por todo el mundo,
indígena” en todo su esplendor: desamores, extravagancias, drama
astuto pero encantador, sutil pero y comedia merece una lectura. La
arriesgado. El estafador viaja alre- realidad, en este caso, supera la
dedor del mundo, dejando tras de Alias ficción literaria.
sí una estela de robos y suplanta- Andrés Pachón
ciones por donde quiera que vaya. Grijalbo
El mayor acierto de Andrés Bogotá, 2013. Jaime Andrés Rivera. Abogado,
Pachón consiste en presentar el 472 págs. gestor cultural y escritor.

7
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LITERATURAS

Las malas: entre la transformación,


la crudeza y el realismo mágico
Estefanía Valderrama Sánchez

Desde allí es donde Camila como una chica y las diferentes la sociedad contemporánea. En
Sosa Villada nos presenta su libro maromas creativas para lucir este contexto se mueven las his-
Las Malas. Algunos lo han visto como una, su incursión en los torias de los personajes.
como una novela autobiográfica, boliches y su llegada a la pros- A esto hay que añadirle la
siendo vendida de esta manera titución dada por las circuns- marginalidad, el alcoholismo,
más por una movida editorial que tancias socioeconómicas en las el consumo de drogas y el sida,
por petición de la misma autora. cuales debía ganar dinero para al que Camila le llama el bicho,
Agregado a esto, aparecen algu- sostener sus estudios universita- que trastoca sus realidades y las
nos tintes fantásticos, encontran- rios y sobrevivir. Por esta razón, precariza; mezclada con peque-
do la dulzura de “El Brillo de los es que varios lectores sostienen ños visos de luz y alegría de sus
Ojos”, “María La Muda” —que que puede llegar a ser autobio- romances, roles dentro de sus
posteriormente se transforma en gráfica. De esta manera, llega al nuevas familias, formadas por
un ave—, y “Tía Encarna”, ma- Parque Sarmiento siendo acogi- ellas mismas, huyendo del recha-
Las Malas triarca de la comunidad en una da por una comunidad de pros- zo de las biológicas, y pequeñas
Camila Sosa Villada Córdoba (Argentina) de finales titutas transgénero, y de ellas se victorias de su proceso de trans-
Editorial Tusquets de los noventa y principios del desprenden diversas historias de formación, como lo muestran en
Argentina, 2019 siglo xxi. éxitos, pero sobre todo de derro- la cena de navidad, cuando una
224 págs. Camila se para como pro- tas en un vecindario sumamente de las chicas muestra con orgullo
tagonista para escribir su his- agresivo, prejuicioso, hipócrita los resultados de una cirugía de

L
os círculos literarios que toria, narrando por momentos y violento, cuyos hombres las reasignación de sexo.
conozco son espacios la dura situación de pobreza en buscan para alimentar sus más Sin filtro, sin asco, sin eufe-
donde habitan escritores la que habita con sus padres, el carnales y sucias perversiones en mismos para minimizar el im-
bohemios, barbados, con som- terror que le daba la violenta y el abrigo de la oscuridad; y a la pacto, Camila narra las duras
breros de ala ancha, olientes a machista figura de autoridad de vez las señalan con el dedo ad- realidades de sus compañeras.
alcohol barato y poseedores de su papá, su autodescubrimiento judicándoles todos los males de Algunas, son sometidas a bruta-
un ego gigante. Allí cimentaron les ataques de las que unas salen
un Olimpio ficticio, alejado de vivas, aunque muy malheridas, y
lo mundano y lo cotidiano, en otras son tiradas sin vida a la zan-
donde truequean favores y cum- ja. No es una sorpresa mencionar
plidos para salir a la luz. que muchas de estas dolorosas
#17 periódicodelibros LECTURAS CRÍTICAS

Lejos de allí, habitan las voces experiencias son provocadas por


Trans, que son muy poco cono- clientes que se niegan a pagarles
cidas en el medio, no porque no porque son “travestis”, hombres
existan, sino porque histórica- borrachos, e incluso la policía, un
mente han sido violentadas, y ex- claro enemigo de las chicas en la
cluidas de los grandes ambientes historia y en la vida real. El te-
artísticos. A través de sus letras mor a la muerte más degradante
muestran una realidad descono- por culpa del sida también es la
cida, que la mayoría considera constante. Las efímeras y jóvenes
tabú; moviéndose entre la crude- almas que quedaban tendidas en
za de la sociedad, su proceso de camas de hospicios bajo la mira-
transformación de lo que espe- da inquisidora de los demás es un
ran que sean a lo que en realidad escenario terrorífico e indeseable
quieren ser y un sinfín de anécdo- entre el grupo.
tas e historias dramáticas que les Y esto es lo que hace a Las
permean y cimientan su carácter Malas única en el género. No es
reacio y a la vez tierno. Camila Sosa Villada. la absurda novedad con la que

8
IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII

intentan venderla en un mar de


voces ocultas fuera de los círcu-
Y esto es lo que hace a Las Malas do, sino porque a pesar de mi
orientación sexual, he sido pri-
los literarios que les han cerrado única en el género. No es la absurda vilegiada en no experimentar los
las puertas una y otra vez, sino la
contundencia en cada una de sus
novedad con la que intentan escenarios de discriminación y
rechazo a las que son subyugadas
frases para contarnos que las mu- venderla en un mar de voces ocultas los personajes constantemente.
jeres Trans existen, que han sido fuera de los círculos literarios, Este llamado al orden es la excu-
históricamente excluidas y que, a sa perfecta para voltear a mirar a
pesar de la discriminación, sus pa- sino la contundencia para contarnos la comunidad Trans y darles el
labras y su ser siguen resistiendo. que las mujeres Trans existen. lugar que se merecen en la socie-
Eso hace la experiencia de su dad: en dignidad y respeto por la
lectura bastante enriquecedora diferencia, despegándonos de los
y reveladora, ya que en el medio crédito sin mención o reconoci- tras ellas siguen sumidas en la cánones amargos de la sociedad
algunos autores y autoras cisgéne- miento alguno. En este sentido, la vulnerabilidad y la oscuridad. colombiana conservadora y li-
ro, escriben o roban sus historias digna rabia Trans es una respues- Siendo así, para mí, como bres para crear sin prejuicios.
juzgándolas y fetichizándolas en ta, precisamente a estas violencias mujer cisgénero blanca, fue bas-
cada párrafo que redactan, por sistemáticas, simbólicas y directas tante difícil escribir esta reseña, Estefanía Valderrama Sánchez.
supuesto, desde una posición de a las que son sometidas, las cua- rescatando las virtudes de un Docente de Ciencias Sociales,
privilegio absoluta, desconocien- les aprovechamos para enarbolar relato tan poderoso. No porque Artista Formadora del programa
do sus realidades y llevándose el grandes premios y glorias mien- fuera complejo en su conteni- Crea de Idartes.

Annie Ernaux,
el poder de lo conciso
Johan Pedraza Vargas

S
i bien la reciente premio El acontecimiento amor, la eyaculación. Debido a
Nobel de Literatura 2022 Annie Ernaux esa escena, olvidada durante me-
Annie Ernaux (Lillebonne, Editorial Tusquets ses, me encontraba ahora ahí. El
Francia, 1940) no tiene una pro- Colección Andanzas abrazo y los movimientos de los
sa contestataria, ni beligerante, sí España, 2022 cuerpos desnudos me parecían
estamos ante una escritora, y una 128 págs. una danza mortal.
novela, que trasgreden, denun-
cian y ponen de presente verda- Para emprender una lucha
des que la sociedad en general, contra un sistema machista en el
ha preferido acallar. Un embara- que toda tentativa de interrup-
zo inesperado, un aborto ilegal, ción del embarazo era penalizada
la soledad como derrotero, y sus y castigada severamente. Se ve
consecuentes luchas, son algunos obligada entonces a buscar la ayu-
#17 periódicodelibros LECTURAS CRÍTICAS

de los temas de una novela fuer- gusto. (…) si no cuento esta cubrió que estaba embarazada. Lo da de algunos médicos que, tras
te y dura, que, aunque sucinta experiencia hasta el final, con- único que tenía claro, era que no conocer el motivo de su consul-
y compacta, pareciera incluir al tribuiré a oscurecer la realidad quería tenerlo. Descubrió tam- ta, le dan la espalada y le cierran
mundo. Ese es precisamente el de las mujeres y me pondré del bién que estaba completamen- la puerta. Es entonces que en el
lado de la dominación masculi- camino se encuentra con otra
principio rector de su novela El te sola y que no contaba con el
na del mundo.
acontecimiento. Narrar la inte- apoyo de nadie, incluso de quien mujer que ya había pasado por lo
rrupción de su embarazo, el con- Hay allí precisamente dos re- había sido su pareja, que se con- mismo, y que sólo por eso, le da
siguiente dolor físico, la pérdida, latos: En uno la capacidad de la virtió, dada la coyuntura, en una una dirección en donde puedan
la zozobra, y pasarlo todo por el autora para contar el paso a paso sombra informe, que resignificó ayudarla, además de prestarle el
cedazo de la literatura, para hacer de uno de los momentos más de paso la idea de amor que pu- dinero que necesitaba:
de esto una confesión desgarrado- dolorosos de su vida; y el otro diera tener, relacionándola direc-
ra, hacen de esta novela un texto, tamente con la muerte. El tiempo dejó de ser una in-
en el que se endilga la responsa-
por demás, valiente. sensible sucesión de días, (…)
bilidad de ser un duro ejemplo para convertirse en algo infor-
Me venía una y otra vez a la ca-
Es posible que un relato como
para sus congéneres. beza la misma escena borrosa de me que avanzaba en mi interior
este provoque irritación o repul- Era 1963, en medio de sus es- aquel sábado y de aquel domin- y que había que destruir a cual-
sión, o que sea tachado de mal tudios de Filología en Ruán, des- go de julio: los movimientos del quier precio.

9
IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII

Como si se tratara de un óptima para detener su embarazo;


acuerdo implícito con sus lec- y segundo, por el abandono de
tores y lectoras, Annie Ernaux todas las redes posibles de apoyo.
exhibe un lenguaje sintético y
puntual, más por un asunto de Son las mismas palabras que he
vuelto a encontrar después en
claridad y de coherencia, que por
los relatos de mujeres que abor-
la tan nombrada economía del
taron clandestinamente, como si
lenguaje. Construye una novela en eso momentos sólo pudieran
contundente y fuerte que aborda, pronunciarse palabras relaciona-
de forma franca, varios aspectos das con lo ineludible, y sólo a
del mundo, a través de sí misma, veces, con la compasión.
y que solamente reconocemos
una vez los descubrimos en la Estamos entonces ante lo sin-
novela: el machismo, la valentía, tético como una forma de descri-
el abandono y las variadas vio- bir varios mundos. Ante la más
lencias que se efectúan, todavía, reciente nobel de literatura para
contra las mujeres: verla de forma nítida, página tras
página, en este relato intimista en
Llevo años dándole vueltas a primera persona, en donde tam-
ese acontecimiento de mi vida. bién puede ser cualquier otra de
Annie Ernaux.
Cuando leo en una novela el rela- sus lectoras, para referirse a su
to de un aborto, me embarga una propio mundo devastado, y ser
problemas puntuales de género, Claro, es una experiencia ocurri-
emoción sin imágenes ni pensa-
sino que título tras título parecie- da de forma innegable, por la au- recorrido en silencio, compar-
mientos, como si las palabras se
ra construir toda una mirada crí- tora. Sin embargo, en este caso se tiendo sus dudas y temores, que
transformaran instantáneamente
en una sensación violenta. tica sobre la delicada situación en convierte en muestra de una pri- pueden ser los de cualquiera.
la que se dan muchas situaciones mera violencia ejercida sobre su
Ernaux es una escritora emi- de riesgo. El aborto, en este caso, cuerpo, como ejemplo de la situa- Johan Pedraza Vargas. Poeta y
nentemente feminista que no no se cuenta sólo desde lo espe- ción general de muchas mujeres, novelista. Su más reciente poema-
solamente en esta novela aborda luznante y agresivo que implica. al no poder encontrar una forma rio: Guía para el regreso (2023).

Cartas de Paz
Jesús Rodríguez

Cartas a Tomás Segovia


(1957-1985) fue un poeta mexicano nacido vacilante, desnutrida, cuyo siglo puesto que nuestros gobernan-
Octavio Paz en España, perteneciente a la de oro tuvo lugar hace demasia- tes y generales prefieren mostrar
generación de Nepantla, una ca- dos siglos. Lamenta el desánimo las nalgas?.
Fondo de Cultura Económica
México, 2008. mada de autores cultivada en el y la pasividad de América Latina,
así como la ausencia de un cen- El papel de redentor lo va a
200 págs. aroma del exilio y la herencia es-
tro de literatura hispánica, que desempeñar en diversos frentes,
pañola. Educado en la UNAM,
aglutine escritores y editores. pero el principal, desde luego,
mantuvo, por años, una amistad
es el de escritor genial. Eso no
#17 periódicodelibros LECTURAS CRÍTICAS

intelectual y política con Paz. Madrid ha vuelto a ser un villo-


rrio, Barcelona es catalana, Bue- lo dice en las cartas, se intuye.
Colaboró con la revista Plural,
nos Aires peca de cosmopolita y Pese a su causa —la literatura en
pero se alejó por razones ideoló-
la Ciudad de México se le antoja letras españolas—, no oculta la
gicas. Segovia estaba echado un influencia gala y surrealista. “En
poco más la izquierda. demasiado nacionalista. Del res-
to, nada que escoger. «Las otras suma, sí, lo confieso, soy afrance-
La publicación de las cartas sado” le revela a Segovia. En sus
capitales no cuentan», afirma en
de Paz es un homenaje a la amis- visitas a París, quedó encantado
una de las cartas. No sorprende,
tad, valor supremo, pero tam- con André Breton y no puede,
pues, que se vea en la obligación
bién tiene el propósito de per- ni quiere, escapar de su poderosa
de ejercer la redención. Se sien-
mitirles a los lectores asomarse a fuerza de gravedad. “…me afec-
te llamado a otorgar un poco de
las vicisitudes y preocupaciones

S
dignidad al mundo hispanoame- tó profundamente y cambió mi
e trata de un libro episto- cotidianas del Nobel. Su preocu- manera de ver lo que llaman es-
lar póstumo, que vio la luz ricano. Es un deber:
pación central es, como no podía critura poética”. Paz se matricula
gracias a la dedicación per- ser de otro modo, la literatura de en el surrealismo, aunque trata
Querido Tomás: ¿no crees que
sonal de Marie José Paz, viuda y la lengua española. Es una causa de matizarlo: “en sentido estricto
todos nosotros, hablo de los que
depositaria del legado del Nobel. compartida por muchos y la ra- piensan y escriben en español, no soy uno de ellos pero no me
El destinatario, Tomás Segovia, zón es evidente: es una literatura tenemos un deber: dar la cara, siento ajeno a ellos —ni creo que

10
IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII

ellos se sientan del todo ajenos alejarse de los falsos nacionalis- implora a Segovia, entonces di- Él me llamó ‘el Mesías Tropical’.
a mí” […]“No renegaré nunca mos lingüísticos y de cualquier rector de la Revista Mexicana de Y ahora está muy enojado
de un movimiento que se pro- otra naturaleza, para asumir una Literatura (RLM), que publi- porque su revista, pues, estaba
puso instalar de nuevo la poesía actitud crítica. que algo de esos muchachos. A subsidiada por el gobierno, se
compraban como ocho mil re-
en la vida y animar la vida con Y enfrenta, como todo mor- cambio, le propone ayudar a la
vistas, que se llama la revista Le-
la poesía”. Sin embargo, se pue- tal, las afugias económicas. En revista, que pasaba por un mal tras Libres, cada mes, más otras
den rastrear, entre líneas, otras el mundo hispano, las revistas momento. Le plantea la posibi- cosas, se les compraban libros,
influencias. La más notoria es la literarias no son autosustenta- lidad de escribirle a la Secretaría servicios de todo tipo, una em-
de Rubén Darío. Su referencia es bles, deben ser sufragadas por de Relaciones Exteriores, para presa editorial muy exitosa (Re-
fugaz, pero se puede percibir su mecenas o por el estado. Sin que compren ejemplares para dacción El Universal, 2020).
poder y preeminencia. Lo que embargo, Octavio ya es una es- las embajadas: no es un acto
siente frente al Océano Indico, lo trella del firmamento, hace años impecable. No obstante, Paz lo La pureza literaria termina,
compara con lo que sintió Darío se consagró con la publicación expresa de manera natural y tie- finalmente, contaminada de po-
frente al Mediterráneo. Cuando del Laberinto de la soledad, por ne la certeza de que al director le lítica. De política turbia. En sus
le envía dinero no solicitado a su lo que no es un menesteroso parecerá igual de normal. Pero es últimas misivas, Paz aborda la
amigo en apuros, le pide que no cualquiera, sino un «limosnero consciente del pecado, porque lo salida de Segovia de Plural. To-
se ofenda, aunque sabe que, en con garrote». Pero limosnero justifica: “Hay el antecedente de más lo acusa de hacerle el juego
efecto, es una humillación, por lo al fin y al cabo. Y debe pasar el que ya la secretaría ayudaba a la al gobierno y de colaboracionis-
que recurre al dios de los poetas sombrero por los oscuros recin- RLM, en época en que la dirigía ta con el PRI. Es una acusación
latinoamericanos: “recuerda que tos del PRI y al PRI le gusta ha- Carlos Fuentes” (p. 22). exagerada. “Paz había entendi-
Rubén Darío le prestó dinero va- cerle favores a los intelectuales. do que su dependencia personal
El detalle puede cobrar im-
rias veces a Antonio machado”. de la filantropía oficial había
Además de dinero, en esos portancia si se tiene en cuenta el
La siguiente tarea que afron- inhibido su capacidad crítica”
sótanos también solicita otros panorama actual. Enrique Krau-
ta es más humilde, la de pre- (Krauze, 2011, p. 241). Desde
favores. Algunos en el límite de ze, su discípulo más destacado,
lector o, como se le llama ahora, la izquierda, dedicó su vida a
la ética. La carta fechada el 14 ha sido acusado de algo similar.
lector beta de su amigo Tomás, causas nobles: la literatura escri-
de diciembre de 1960 contiene Hace poco, el propio presidente
en la que hace malabares lingüís- ta en lengua española y el desa-
un dato sorpresivo. Intercede de la república, Andrés Manuel
ticos para entregar una opinión rrollo de América Latina. Pero
por unos poetas «solitarios e López Obrador, verdugo del
ecuánime. También la de agente fue mal comprendido por la iz-
intrépidos» de Argentina, en- PRI, mencionó el asunto en una
literario, la ardua tarea de con- quierda mexicana y, en general,
tre ellos Alejandra Pizarnik. Le de sus «mañaneras»:
vencer al empresario-editor de por la latinoamericana. Tuvo la
que malgaste su dinero en una formación y la inteligencia su-
persona que insiste en ser es-
La pureza literaria termina ficiente para rechazar las revo-
critor: “me da mucha pena que contaminada de política. luciones radicales y optar por
las reformas. El PRI se había
los editores hayan rechazado tus
libros —le consuela—. Le escri-
De política turbia. En sus últimas perpetuado en el poder gracias
biré a Barral o las hermanas de misivas, Paz aborda la salida de a los logros de una revolución
liberal, pero su derrocamiento
Camilo José Cela, que acaban de
fundar ediciones Alfaguara”.
Segovia de Plural. Tomás lo acusa no implicaba la destrucción de

El subsiguiente frente es fun- de hacerle el juego al gobierno y de sus logros.


La última carta para Segovia
dar una revista. A través de las colaboracionista con el PRI. fue en 1985, procedente de un
misivas, va dorando la idea. Lo
sabio de más de setenta años,
primero es no repetir los errores
que se encontraba más allá del
de las otras revistas literarias del
bien y del mal.
continente (Revista de Occidente,
Sur, Cruz y Raya, Periódico de
libros, etc.), cuyo propósito cen- Bibliografía
#17 periódicodelibros LECTURAS CRÍTICAS

tral era poner al día a la gente


con Heidegger, Breton, Joyce o Paz, O. (2008). Cartas a Tomás
Malraux. En Plural, la revista Segovia. México D.F.: Fondo
que está por nacer, se dará prio- de Cultura Económica.
ridad a examinar la realidad his- Redacción El Universal. (11 de
panoamericana, sin contaminar- Septiembre de 2020). “No
se de política. Tarea que suena a me iré nunca”, responde En-
misión imposible. “Revista de li- rique Krauze a Taibo II. El
teratura ante todo y sobre todo”. Universal.
Una revista abierta a todo, Krauze, E. (2011). Redentores.
pero con filtros: no se acepta- Bogotá: Debate.
rán eclécticos, gobiernistas ni
opositores empedernidos. Una
revista generosa, pero al mismo
tiempo, rigurosa. Un paradójico Jesús Rodríguez Filólogo mexi-
rigor generoso. También se dife- cano. Periodista, editor y correc-
renciaría de sus predecesoras, en Tomás Segovia. tor académico.

11
IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
CUENTO

Una reescritura de Nueva York


desde la voz de quienes la habitan
María Teresa Santolamazza A.

Merino muestra su habilidad para metrópoli. Verbigracia, “Fermín”


quien habitaba mundos separa-
retratar situaciones emocionalmente dos: un vivo a duras penas y un
complejas en medio del diario vivir; muerto andante, recuperado de
la basura (p. 124) o “Victoria”,
expone el comportamiento humano donde al narrador después de
sin que llegue a convertirse perder a su mujer en un acciden-
te trágico: “le quedaron tantas
en conflicto psicológico. preguntas sin respuesta, noches
insomnes y quien sabe cuántos
más años” sin ella (p. 127).
convierta en un lamento; no son o “Sabas”. En otras ocasiones En “El vecino de mis vecinos”
los protagonistas quienes se que- se cruza el lector con la historia se descubren algunos elementos
Hijos del trueno
jan, es el lector quien supone que de un periodista que debe to- del Bartleby de Melville, en este
Juan Fernando Merino
gimen, les toma cariño o siente mar decisiones cruciales basado caso el protagonista ha sido des-
Seix Barral
un poco de lástima por algunos. en la consulta a varias adivinas pedido de su trabajo y se dedica a
Colombia, 2022
El entorno es parte esencial de su (“Duelo de videntes”); emer- documentar en una máquina de
144 págs.
vida misma; allí enfrentan la ad- ge también un hombre que no escribir antigua, la vida de sus ve-
versidad, se sobreponen a ella. A se reconoce en los trazos de su cinos observándolos pasar a través

L
a competida, azarosa y la gran mayoría los une el deseo retrato (“Reflejos”) y hay otros de la mirilla de la puerta.
multicultural Nueva York, de seguir en la lucha. (“Sin noticias de Jaime”) que El mismo autor de Los mares
se convierte en protago- Merino muestra su habilidad entran y salen de la historia sin de la luna (2020), construye en
nista de Hijos del trueno (2022), para retratar situaciones emocio- producir más ruido que aquel este libro diálogos amenos, pre-
compendio de catorce relatos de nalmente complejas en medio del que les tiene permitido su crea- cisos, sin presunción, sin acento
Juan Fernando Merino. Allí, en diario vivir; expone el comporta- dor para que el lector no se dis- predominante; las historias son
medio de escenarios y a través de miento humano sin que llegue a traiga. Personajes terrenales de aireadas, no hay drama que atra-
referencias muy lejanas a la Co- convertirse en conflicto psicoló- quienes no se hacen descripcio- viese toda la historia.
lombia natal del escritor, brotan gico, construye perfiles inspirados nes extensas, pero que de forma El inmigrante está presente,
historias de la realidad diaria, las no solo en personas conocidas eficaz nos colocan en la disyun- habita en su entorno, se desem-
cuales se pasean por una ciudad sino en algunas que hubiera podi- tiva de cómo interpretarlos. peña en él, tiene incluso posibi-
#17 periódicodelibros LECTURAS CRÍTICAS

que se convirtió en el lugar de su do conocer. Se percibe en el nove- No hay forma de agrupar los lidades en medio de sus afugias
residencia por 11 años. lista, como se ha dicho de Carver, cuentos más allá de unirlos por para pensar en tomarse unas
Merino hace una literatura a una empatía hacia sus personajes, la realidad que manifiestan, no vacaciones (“De retorno a Pag-
partir de sus vivencias, no una li- en este caso se encuentra también hay fórmulas ni estereotipos, son gank”), es así como, a pesar de
teratura de turismo sino de viajes, un tono nostálgico en la narra- relatos que se mecen en distin- estar mediados por el infortu-
destreza que le da la experiencia ción, lo cual podría venir de aque- tos escenarios, pudiendo haber nio, un grupo que se ha consti-
de haber residido en muchas par- llo que el autor menciona en una sido desarrollados en cualquier tuido como un parche de pobres
tes del mundo. Vive los escena- de sus entrevistas: Hijos del trueno parte de la urbe. Algunos son callejeros abraza la idea “de pasar
rios, habita una ciudad de la que “es un intento por acercarse y re- amorosos, como el del desva- las vacaciones anuales de la Aso-
tiene más conocimiento, incluso, cuperar algo de la ciudad que ya río de la mujer enamorada del ciación de Pordioseros en la Isla
que muchos de sus locales; con- no habita”. músico, quien ha perdido todo de los Gobernadores” (p. 86);
vive con sus personajes quienes, La diversidad de esa capital especialmente la cordura (“Mi una vez finalizada dicha activi-
lejos de ser excéntricos, son en su hace que haya pluralidad en los canción”); los hay con un ritmo dad la historia da un giro pre-
mayoría personas desamparadas, protagonistas, quienes recubier- acelerado como “Paren las rota- sentándonos a una mujer, com-
que arrastran el peso de sus triste- tos de sensibilidad parecen ser tivas”; otros son realistas, miste- pletamente externa a la historia,
zas llevando consigo sus carencias un alter ego del escritor, como riosos, intimistas, desgarradores, que habita sola en un edificio
y dificultades, sin que su voz se en “El vecino de mis vecinos”, con la crudeza del devenir de la modesto en una calle paralela

12
IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
INFANTIL Y JUVENIL

a la del Subway (p. 94), como un giro inesperado, dejándole pecial el primer y último cuento do en el parque: “A veces parece
una de las pocas personas que opciones al lector para que sea el que se constituyen en episodios que la hubiera escrito un na-
lamentará la ausencia de uno de mismo quien cierre el relato. vinculados, con lo cual se logra rrador omnisciente, otras no, o
los participantes del grupo. Entretejer la invención con que el lector tenga la sensación que los capítulos hubiesen sido
Merino explora la soledad, la el conocimiento es una habili- de que todos los cuentos están escritos por distintos autores…
pérdida, los abismos a los que se dad que está presente en Hijos contenidas en un área circular, No sé, tiene vaivenes bruscos,
va descendiendo paulatinamen- del trueno, haciendo que el lec- cerrada, diciente. cambios de tono, de dirección
te, pero a pesar de las situaciones tor se debata entre la narración A manera de epílogo, en- narrativa, pistas clave que no se
particulares los protagonistas se y la conjetura por la fuerza de la cuentro en este libro una gran vuelven a nombrar, desaparecen
burlan, son irónicos, se exponen mirada de un escritor que cono- coincidencia con lo que el ami- personajes, aparecen otros de
de manera agradable y sorpren- ce los recovecos de la ciudad de go de “Sabas” expone en el últi- repente…” (p. 134). No po-
den hasta que, llegado el mo- la que escribe. Son historias que mo relato, al referirse a la novela dría ser diferente un libro sobre
mento final, las narraciones dan se trenzan entre sí, de manera es- por capítulos que va encontran- Nueva York.

Un sueño ilustrado

Jefferson Echeverría

la palabra como en la imagen. los árboles. Su guitarra es la pro- de encender el rostro de todos
En ella se ven los sueños de otras longación de las ramas que des- nosotros. El poeta le ha hecho
almas que, a su vez, reflejan los tilan la blanca inmortalidad en un regalo para que su sonrisa se
nuestros en medio de cánticos una tarde apacible. multiplique en cálidas sinfonías
que se extienden por el infinito En el sueño de Clara siempre hasta el cielo.
y de paso nos conducen hacia la estarán vigentes todos los ani- Cada vez que encontremos
inmortalidad. males del mundo, sin excepción a un viajero por el mundo, la
En esta obra conoceremos el de especie, tamaño ni color. Su memoria nos traerá el recuerdo
conjuro de Jacinta, quien, tras pasión por ellos se condensa en del gran Elías. El recorrer por
un letargo, parece que ha descu- un viaje imaginario donde siem- distintos lugares y conocer a va-
bierto la manera sublime de alzar pre se convertirán en la eterna rias personas lo han convertido
el vuelo a los confines del cielo compañía a lo largo de un cami- en el ser más noble e intrépido.
gracias al juego. Sus rizos nun- no impregnado de libertad. Sus Su inmortalidad se encuentra en
Diez canciones infinitas ca han estado tan relucientes en amigos la siguen a todas partes, todo viaje emprendido, por eso
Roger Ycaza aquel viaje por el universo. siempre ostentando sus varios no es raro vislumbrar en cada
Panamericana Editorial colores, pero irradiando la mis-
En Ciro encontraremos el rincón del mundo una señal de
Bogotá, 2023 ma alegría.
secreto poético de detener el su grandeza como una muestra
41 págs.
tiempo que fluye entre serenatas El día que Amelia deje de reír, de inspiración para aquellos que
afinadas con la complicidad del la chispa del mundo se apagará tienen el anhelo de convertirse

S
i estamos dispuestos a re- sol y su voz conmovedora capaz para siempre. Por eso extiende su en viajeros profesionales.
de entonar alegres melodías que legado en palabras que se trans-
#17 periódicodelibros LECTURAS CRÍTICAS

conocernos en el otro me- Al contemplar las estrellas di-


diante la poesía enmarcada despiertan la dicha sombría de forman en historias y son capaces visaremos un imaginario del sue-
en un sueño ilustrado, la creativa ño de Felicia. Su mirada inquie-
obra de Roger Ycaza, ilustrador, ta, que no deja de buscar secretos
diseñador y músico ecuatoriano, en la constelación, prontamente
llamada Diez canciones infinitas, se torna en una realidad inespe-
nos revela un decálogo mágico rada gracias a la astucia del poeta
sobre esa identidad. Su compo- que decide hacer de la tierra el
sición, si bien parece breve, nun- principio de un gran ascenso.
ca pasa desapercibida en cuanto El sueño de Flavio está en-
a profundidad y a una prosa marcado en una inmensa galería.
exquisita que se complementa Su pincel puede plasmar en co-
muy bien con ilustraciones fas- lores y en lienzos todas las pro-
cinantes. Las diez voces que in- mesas del arte. En su camino se
tegran esta obra poética son la mezclan los tonos de un mundo
confirmación de los anhelos que enriquecido por su creatividad y
pueden ser traducidos tanto en trazado por el infinito.

13
IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
DIARIOS

El poeta acaba de crear un luminosos. El estrépito de sus en sus pulmones y la experiencia es un espejo vivo sobre cómo
ferrocarril donde los sueños de melodías asciende hasta el cielo y que esconde su frondosa barba de podemos ayudar a construir los
Marta atraviesan increíbles mun- pronuncia los versos que el poeta nieve, se concentra la leyenda an- sueños de los otros, de la misma
dos. En medio del viaje, su son- guarda debajo de su almohada. Su dante de su figura que trasciende manera que los otros muchas ve-
risa es la muestra de gratitud más vestido azul es la constelación que por el mundo. En cada paso que ces suelen impulsarnos para que
sincera, pues deja en cada reco- se une con el río y forma el espec- plasma su huella hay un brillo nuestros anhelos logren su es-
rrido un eterno legado contagia- táculo más bello en una imagen. único que eternamente inunda plendor formado por el vuelo de
do de anhelos permanentes. La plenitud que inspira el ros- los caminos de esperanza. la imaginación.
En la voz de Úrsula está la tro de Aureliano es la definición Con una edición de lujo a
fórmula precisa para ahuyentar perfecta de sabiduría; de su cami- cargo de Panamericana Editorial, Jefferson Echeverría. Docente
las nubes que estremecen los días nar lento pero decidido, del vigor el valor que transmite esta obra de Español y Literatura.

Ribeyro: tenerse a sí mismo


como interlocutor
Jair Villano

sus limitaciones. No fue un ser Fráncfort, Madrid, Lima; a lo amigos, de los libros que lee, de
satisfecho consigo mismo. largo de esos 28 años —el diario los cuentos que va escribiendo, de
comienza en 1950 y termina en sus constantes dolores estomaca-
No concibo mi vida más que les, de su mirada sombría.
1978—, el lector podrá encontrar
como un encadenamiento de
muertes sucesivas. Arrastro tras
el registro de muchísimas cosas:
Miro el sol, las alegres parejas, los
de mí los cadáveres de todas mis desde los apuntes del novel escri-
pájaros que anidan en árboles y
ilusiones, de todas mis vocaciones tor hasta la pluma que conoce su grietas y me digo: ‘Algo tiene que
perdidas. Un abogado inconclu- oficio; desde el enamorado juve- resultar de tanta adversidad’. Y en
so, un profesor sin cátedra, un nil hasta el adulto casado; desde verdad espero, porque sólo tocan-
periodista mudo, un bohemio la admiración a ciertas obras hasta do el fondo del dolor de uno pue-
mediocre, un impresor oscuro y, la sospechas por ciertas vedettes. de darse impulso para salir a flote.
casi, un escritor fracasado. Noche
de gran pesimismo. “Escribir es inventar un autor No se puede escribir como se
La tentación del fracaso a la medida de nuestro gusto”. Y quiere, pero sí elegir sobre lo que
Diario personal Es un diario angustiante. Pero Ribeyro siempre habla de su incli- se quiere escribir. El prisma mo-
(1950-1978) también es mucho más. Todo de- nación por el retrato marginal, de híno y huidizo que acompañan a
Julio Ramón Ribeyro pende de cómo se quiera leer o sus cigarrillos mentolados, de su los personajes de Ribeyro son la
Seix Barral mirar o escuchar, porque a lo largo timidez, de su languidez, de sus sombra de su autor: “(…) lo que
España, 2019 de esas 670 páginas, que reúnen caminatas, de sus libaciones con a mí me fascina es la otra cara de
680 págs. viajes a París, Berlín, Hamburgo, colegas, de sus encuentros con la medalla: lo que he dejado de
I
hacer, lo que salió mal, lo que no

E
#17 periódicodelibros LECTURAS CRÍTICAS

l diario de Julio Ramón tuvo eco, lo que fracasó. Todas


Ribeyro es tristeza, sole- las realizaciones citadas tienen su
dad, pesimismo, encie- lado lúgubre”.
rro. Una vida rodeada de humo.
Hay que saber entenderlo: no
Es, sí: La tentación del fracaso. es el masoquismo que algún mo-
Como al dolor, a esa condición ralista podría murmurar. Es una
hay que amarla. Vivir a sabien- manera de situarse en el mundo,
das de la muerte es en sí mismo una estética de la existencia; es
un vencimiento. Toda existen- la lluvia que arruina el paisaje,
cia está atravesada por fallas, el ruido que todos conocen y la
por utopías, por entelequias; mayoría busca silenciar. Esas de-
por deseos ahogados en su re- presiones de Ribeyro, a las que
flejo, por azares ininteligibles, él nunca llama así, son su luz en
por obras que no se podrán es- la oscuridad y su oscuridad en la
cribir. Julio Ramón Ribeyro luz, son su manera de dialogar
lo sabía de sobra. Le pesaba su con el mundo, son la búsqueda
consciencia. Lo damnificaban Julio Ramón Ribeyro. de la trascendencia en el decir.

14
IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII

“La crisis de ayer fue demasiado poráneo. Julio Ramón Ribeyro, lo que se produce y circula y nos De más en más se va volviendo mi
intensa para durar”. acaso sin saberlo, lo fue: penetra y es social y privado y pú- diario, en especial el de este año,
blico y ‘real’”. en el cuaderno de las lamentacio-
De esas observaciones, surgió
Pertenece verdaderamente a su nes. Testimonio de la sequedad
un libro que el gran público y la La propuesta de Josefina no de la obra. En vano he tratado
tiempo, es verdaderamente con-
crítica no ha sabido valorar: Pro- temporáneo aquel que no coin-
Ludmer, en este sentido, se hace en estos últimos días de escribir
sas apátridas. cide perfectamente con él ni se interesante, puesto que merced algunos cuentos para arrancarle a
adecúa a sus pretensiones y es a ella es posible interactuar con 1978, in extremis, algún fruto.
Se trata, en primer término, de por ello, en este sentido, inac- una contextura literaria que no
textos que no han encontrado si- tual; pero, justamente por esta ha merecido mucha atención ¿No está sesgada la intimidad
tio entre mis libros ya publicados razón, a través de este desvío y en las letras latinoamericanas. del autor a sabiendas de esto?
y que erraban entre mis papeles, este anacronismo, él es capaz, Cuando Ribeyro escribió el en- ¿Acaso no conocemos lo que el
sin destino ni función precisos. más que el resto, de percibir y sayo estaba situado en una épo- diarista considera sobre algo y no
En segundo término, se trata de aferrar su tiempo.
textos que no se ajustan cabalmen- ca en la que en Francia se pre- lo que es ese algo? ¿Qué es ese algo
te a ningún género, pues no son miaban diarios y en pleno auge antes y después de ser contagiado
Y Prosas apátridas, como sus del Boom, donde la “Novela” por la mirada del autor? ¿Qué eli-
poemas en prosa, ni páginas de un
libros de relatos, no correspondía -exótica, tropical, épica- se lle- ge el diarista registrar y qué no?
diario íntimo, ni apuntes destina-
dos a un posterior desarrollo. con las exigencias ni las expectati- vaba toda la atención. ¿Qué privilegia y qué omite? ¿No
vas del mercado, ni de los agentes, es el diario del escritor un mate-
En estos tiempos, donde las
Carecen de las coordenadas ni de los jurados de los premios. rial con fronteras mínimas entre
formas parecen estar suficiente-
que lo ubican en un género lite- Ribeyro reflejaba lo gris de mente manidas y experimenta- la realidad y, si no la ficción, sí la
rario. Y eso no es cualquier cosa, la oscuridad, no la luz. Y por eso das, este género es material de subjetividad? ¿No es la subjetivi-
como Apollinaire y sus caligra- sus libros carecen de ubicación algunos interrogantes con los dad un puente hacia la ficción?
mas, como Nicanor y sus Arte- temporal. Quiero decir, se pue- cuales se podría promover una
factos verbales, Ribeyro moldea den leer y releer. Y no habrá des- Lo que me aterroriza es que mi
discusión cada vez más necesaria.
una nueva forma. Un libro que conexión con lo dicho, ni con diario, si alguna vez se llega a
A mí me asaltan algunas pre- publicar (incluyendo en él las
se puede leer por el comienzo o sus desdichados. guntas: ¿en el diario de un escri- Prosas apátridas en el momento
por el final, que se puede abrir en 2 tor la verdad o la mentira es algo en que fueron escritas, si es po-
cualquier ubicación, que se puede importante? sible fecharlas), pueda conver-
Hay un gesto del estudio literario
saborear en cualquier lugar, que tirse en un libro «formativo», en
académico que permite conversar No estamos hablando de un
aúna varias estructuras: aforismos, el sentido en que se encuentre
con un libro como el del perua- individuo que escribe para sí:
relatos, fragmentos, comentarios. en él algo de ejemplar o reco-
no: “Las literaturas posautóno- con la certeza de que jamás será mendable, cuando se trata por
61 Esas mañanas nulas, cancela- mas del presente saldrían de ‘la leído; sino de alguien que calcu- lo general de una serie de frag-
das, en las que escucho música literatura’, atravesarían la frontera la la publicación de sus memo- mentos «informativos», que no
sin oírla, fumo sin sentir el sabor y entrarían en un medio [en una rias, puesto que su ambición es pretenden sino dar cuenta es-
del tabaco, miro por la ventana materia] real-virtual, sin afueras, la misma de toda pluma: la de porádicamente de mi vida ac-
sin ver nada, pierdo en realidad la imaginación pública: en todo atrapar lectores. tiva o reflexiva. Yo temería que
todo contacto con la realidad sin alguien se parezca a mí, pues no
que por eso acceda a un mayor tengo nada que enseñar, salvo
contacto conmigo mismo, esas por oposición o negación. Yo
mañanas, ni en el mundo ni en Publicamos un fragmento de la conferencia soy literalmente un «hombre sin
mi conciencia, floto en una espe- cualidades». En mi vida todo es
cie de tierra de nadie, un limbo
dada por Jair Villano alrededor del diario resta o división, no hay el me-
donde están ausentes las cosas La tentación del fracaso de Julio Ramón nor signo positivo.
y las ideas de las cosas y no me Ribeyro, a propósito de la publicación del
dejan otro legado, esas mañanas, Son interrogantes con los cua-
que una duración sin contenido.
libro de ensayos Un ejercicio del fracaso, que les se podría discutir (...)
será presentado en el marco de la FilBo 2023.
En un ensayo corto -Cuentos
Bibliografía
#17 periódicodelibros LECTURAS CRÍTICAS

y ensayos (Pontificia Universi-


dad Católica del Perú)- el autor Agamben Giorgio, ¿Qué es lo
de “Las botellas y los hombres” contemporáneo? En línea.
acusaba la ausencia del diario
en la tradición de literatura la- Nancy, Jean Luc. 58 indicios
tinoamericana: “el diario íntimo sobre el cuerpo/ Extensión
tolera todos los tonos y todos los del alma, Ediciones La cebra,
estilos”. Tal vez hablaba en causa Buenos Aires, 2007.
propia, pero permanece un vacío Ribeyro, Julio Ramón. Prosas
en torno a un formato donde las apátridas, Editorial Milla Ba-
fronteras entre lo real y lo ima- tres, Barcelona, 1975.
Un ejercicio del fracaso
ginario, lo fáctico y lo creativo, Ribeyro, Julio Ramón. La tenta-
(ensayos)
los hechos y las interpretaciones ción del fracaso, Seix Barral,
Jair Villano
están amalgamadas. Barcelona, 2003.
Cali, 2023
Pienso en Giorgio Agamben 150 págs.
y su definición de lo contem- Jair Villano. Escritor y comenta-
rista de libros.

15
IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
POESÍA

“Fragmentos, fragmentos,
fragmentos”
Carlos Andrés Almeyda Gómez

ya Pizarro incluyó hace algunos gente”, al decir del italiano An- múltiple como la de un poeta
años su traducción del Libro del tonio Tabucchi, el salir de su hecho de fragmentos, como frag-
Desasosiego junto a un par de an- encierro de años, guardados en mentos son los que constituyen
tologías de la obra de los poetas un archivo inventariado “pero en suma una obra como la de
nodriza de Pessoa. nunca ordenado, suponiendo Soares en su Libro del desasosiego.
Este libro en particular, que esto fuera posible”. Por ello, no cabe aquí una lógica
Alias Pessoa, se suma a la bi- Se trata de “fragmentos, frag- totalizadora cuando el conjunto
bliografía crítica sobre el poeta mentos, fragmentos”, al decir del de la obra pessoana reviste tal
“desconocido de sí mismo” —al propio Pessoa. Ahora su editor y multiplicidad que Pizarro no
decir de Octavio Paz—, como responsable de semejante tarea, duda en acudir a la imagen del
un ensayo alrededor del llama- se pregunta en Alias Pessoa por “espejo mágico” (“Otra vez te
do boom de los estudios pessoa- la imagen, presencia e incluso vuelvo a ver / Pero, ay, ¡a mí no
nos “que comenzó a forjarse en existencia de Pessoa, toda vez me vuelvo a ver! Se partió el es-
Alias Pessoa 2006 y del cual es responsable que hay bastante metafísica ron- pejo mágico en el que me volvía
Jerónimo Pizarro una nueva generación de inves- dando por ahí. “La cuestión, por a ver idéntico”.), algo similar a lo
Pre-textos tigadores del mundo entero” (p. lo demás, no es nueva y podría que en su poema “Apontamento”
Colección Textos y Pretextos 14), como da fe Jerónimo Piza- reformularse de un modo más Pessoa sentenciara desde la frag-
España, 2013 rro, de entrada a este volumen abstracto y abarcador: ¿existe el mentación como algo irrepara-
320 páginas que sirve de introducción nece- autor?” (p. 19). ble o irreversible: “A minha alma
saria a la empresa que le ha sido En un primer momento, Pi- partiu-se como um vaso vazio. /
Caiu pela escada excessivamente

N
confiada, la de organizar y re- zarro asume las responsabilidades
unca como ahora, se ha cuperar la obra aún sin publicar que le corresponden como editor abaixo. /Caiu das mãos da cria-
abierto tanto la posibili- del poeta lusitano y sus poetas al revisar el grado de compleji- da descuidada. / Caiu, fez-se em
dad de acceder a la obra cardinales, ello sin contar otros dad que asiste una tarea como la mais pedaços do que havia loiça
rescatada del portugués Fernando 106 poetas que esperaban hace de recuperar, clasificar, ordenar, no vaso”. Sumado a ello, el rom-
Pessoa (1886-1935) que habitara unos años en ese “baúl lleno de traducir y compilar una obra tan pecabezas que esta reconstruc-
fuera de la galaxia principal de he- ción supone cuando la propia
terónimos suyos (Álvaro de Cam- idea de su autor y su escritura
pos, Alberto Caeiro y Ricardo se presenta en sus mil caras, un
Reis) para permitirnos reconocer prisma tan complejo como los
su vastísima producción narrativa fantasmas que la cruzan desde
#17 periódicodelibros LECTURAS CRÍTICAS

y poética, acompañada de estu- una pesquisa entre arqueológica


dios críticos y biografías, caso del y taumatúrgica. Tras esto, y a la
monumental Pessoa. A biography pregunta por el autor, su obra y
de Richard Zenith o el trabajo su existencia, concluye Pizarro:
que el colombiano Jerónimo Pi- “Pessoa desestabilizó, avant la
zarro ha venido liderando en su lettre, la famosa triada que Fou-
papel de ‘cuidador de rebaños’, cault criticó: el autor, el libro, la
todo como parte de colecciones obra” (p. 27).
que en Colombia han sido publi- Alias Pessoa reúne algunas
cadas desde el juicioso oficio de la anotaciones y revisiones al pro-
colección Lusitanía de la editorial ceso de rescate del espólio (los
Contraluz, así como desde algu- bienes y la herencia de ese “dra-
nos títulos de Taller de edición ma en gente” de más de cien
Rocca, enfocados sobre todo en figurantes) pessoano. No obs-
la publicación de literatura por- tante, la resistencia presente a
tuguesa contemporánea. En el la hora de algunos académicos
Fondo de Cultura Económica Fernando Pessoa. y críticos sobre la relevancia o

16
IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII

no de traer de nuevo a la vida


la obra recuperada de su autor,
Casi todas las ediciones de textos de Alias Pessoa no solo resulta una
guia para editores pensada a partir
incluyendo estos también su Fernando Pessoa reúnen materiales de una obra tan compleja como
obra escrita en inglés y francés.
En este sentido, recuerda Piza-
dispersos (…). Cada editor debe, pues, la del portugués y su galaxia de
heterónimos y obra sin publicar o
rro lo ocurrido en 1966 tras la definir un área de interés, y después de catalogar. Jerónimo Pizarro hace
publicación de la prosa de Pes- familiarizarse con cierto núcleo textual, bien en ir hilvanando el proceso
soa por parte de Ática, seguido del que hace parte a la vez que si-
de las palabras de Georg Rudolf siguiendo la catalogación, recorrer la gue escribiendo su extenso ensayo
Lind: “Es previsible que la exhu- totalidad del espólio pessoano. sobre la vida y obra de Fernando
mación sistemática de los baú- Pessoa. En este procesos, incluso,
les cuente, de antemano, con se sigue alimentando el mito de
cierta incomprensión por parte Es decir, establecer un texto Campos al que su ortónimo lla- una obra cuyo autor permanece
de aquellos que no reconocen cuidadoso donde sean cotejados maba el “más pessoanamente pes- velado tras una bio-bibliografía
la necesidad de estas ediciones todos los archivos relacionados soano en mí”— se propuso una que parece seguirse escribiendo y
interminables”. En este grupo con este, entre manuscritos, me- datación crítica, “lo más precisa multiplicándose rizomáticamen-
de escépticos, según afirma Je- canografiados e impresos; revi- posible, de todos los fragmentos te, así los flujos y reflujos que cita
rónimo Pizarro, se encontrarían sión de anotaciones, textos abre- de la obra, para situar la escritura Pizarro al entrar en un fragmento
desde João Gaspar Simões —el viados, notas, fechas, etc. Más en el tiempo y comprender mejor del Livro, el de “remolinos, remo-
biógrafo, autor de Vida y obra de adelante, la reedición del Livro su transformación” (p. 188). linos, en la futilidad fluida de la
Fernando Pessoa— hasta nuestro estará motivada por la necesidad vida”. Aquí, como en tantos otros
querido Nuno Judice. A las cla- Tras poner en relieve lo que momentos, emerge el Pessoa plu-
“de excluir un alto número de
ras habría, según dicha lógica, Jorge de Sena dice alrededor del ral como el universo, cuando el
fragmentos que no debieron ha-
un Pessoa esencial junto a otro Livro, por cuanto en esta obra en propio autor elabora unas “No-
ber entrado nunca en la obra, la
más o menos apócrifo. Sobre es- particular puede verse claramen- erratas” que no llega a incluir en
cual, desde 1982, año de la pri-
tos espólios, Pizarro añade: te la transformación de Pessoa en el manucrito, cuando acota:
mera edición, ha circulado con
dos momentos claves dados entre
textos destinados a otros proyec-
Casi todas las ediciones de tex- los periodos 1913 y 1929-1932, Al escribir esta última frase, que
tos diferentes...”, versiones que
tos de Fernando Pessoa reúnen Pizarro presta especial atención dice para mí exactamente lo que
luego, aun a pesar de los trechos
materiales dispersos (…). Cada al quizá mayor atributo del Libro define, pensé que sería útil po-
añadidos o suprimidos, sumarían
editor debe, pues, definir un área del desasosiego: ner al final de mi libro (...) unas
de interés, y después de fami- 481 fragmentos que componen No-erratas y decir: la frase ‘a este
liarizarse con cierto núcleo tex- este libro en su primera parte. La incierto movimientos’ (...) con
El Livro representa y atestigua
tual, siguiendo la catalogación, segunda edición del Livro, agrega dos fases muy diferentes de la las voces adjetivas en singular y
recorrer la totalidad del espólio más adelante Pizarro, producción literaria de Fernan- el sustantivo en plural (p. 195).
pessoano tratando de garantizar do Pessoa: una, de mediados de
que ningún escrito esté siendo (...) marcó el inicio de una ten- la década de 1910, que se puede La maratónica labor de reunir
desatendido (p. 126). dencia inflacionaria. La inclusión asociar al primer modernismo y organizar —el tema de la tra-
de textos que se podían incertar portugués y a los últimos pa- ducción ocupa también parte de
A la revisión general del baúl solo conjeturalmente se disparó sajes imaginarios de un esteti- su revisión— una obra tan vario-
pessoano, este Alias Pessoa suma y el libro se volvió un baúl donde cismo literario de origen deca-
se depositaban de forma gradual pinta y llena de borrones, tacha-
como tema transversal la necesi- dente; y otra, de finales de 1920 duras y fantasmas, es de alguna
nuevos papeles (p. 186).
dad de entender lo que significa y principios de 1930, que se manera puesta sobre la mesa de
el “editar, reeditar, sobreeditar y puede relacionar con el segundo
Como motivo final para jus- disección para su escrutinio desde
deseditar”, como reza el título de modernismo portugués y con la
tificar una reedición del libro de fuera, esto en el reconocimiento
uno de sus capítulos principales. prosa posterior al poema ‘Taba-
Bernardo Soares —muy cercano caria’ (1928), la más espléndida
del “universo Pessoa” como un
Propone aquí Pizarro un recorri- vastísimo archivo “felizmente de-
a Pessoa como aquel Álvaro de de Pessoa (p. 188).
do por la edición como escuela, clarado bien de interés nacional y
esto al trazar una matriz bastante tesoro nacional”. También feliz-
#17 periódicodelibros LECTURAS CRÍTICAS

sucinta y teniendo como guía el mente, Alias Pessoa no se apresura


material inédito —y desde lue- en conclusiones —creo que deja
go póstumo— de Pessoa. De allí incluso muchas preguntas a pro-
que luego aborde el tema del Li- pósito— y resuelve poner al lec-
bro del desasosiego para plantear tor frente al intríngulis del texto
algunas preguntas alrededor del rescatado, aquí un par de escritos
por qué es necesaria una reedi- de Pessoa adquiridos por el Mi-
ción de esta obra a partir de los nisterio de Cultura de Portugal a
errores o correcciones hechas a finales de 2008. Se trata de “Pa-
las distintas ediciones del libro: seaban un día juntos un cristiano
“¿Qué justificó una nueva edi- y un católico” y “La pescadera y
ción del Livro do desassossego?”: la lógica”, esto para mostrar de lo
que está hecho el oficio de editor.
En primer lugar, como ya se in-
dicó, la necesidad de revisar las
transcripciones de todos los tex- Carlos Andrés Almeyda Gómez.
tos que habían sido publicados Docente, escritor y editor. Direc-
como pertenecientes al Livro. Aleister Crowley y Fernando Pessoa. tor de PdL.

17
IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII

rainer maría rilke ´

Presentamos un breve fragmento de Cartas a un joven poeta


publicado en esta nueva traducción de Laura Reinthaler
para Los Impresentables ediciones

Carta de Rainer Maria Rilke ría con un fuerte y sencillo “tengo que”,
a Franz Xaver Kappus entonces construya su vida según tal ne-
cesidad; su vida debe llegar a ser, hasta en
Wiener Neustadt, las horas más insignificantes y nimias, un
finales de otoño de 1902 símbolo y prueba de esta urgencia. En-
París, 17 de febrero de 1903 tonces acérquese a la naturaleza, inten-
te decir, como un hombre primigenio,
(...) Usted pregunta si sus versos son qué es lo que ve y vivencia, lo que ama
buenos. Me pregunta y les ha pregunta- y pierde. No escriba poemas de amor,
do a otros antes. Usted los envía a revis- evite aquellas formas que son demasia-
tas, los compara con otros poemas y se do habituales y comunes: estas son las
intranquiliza cuando ciertas redacciones más difíciles, pues se requiere una fuerza
rechazan sus intentos. Ahora –ya que us- Cartas a un joven poeta grande y madura para aportar algo pro-
ted me autorizó aconsejarlo– le pido ter- Rainer María Rilke pio donde ya existe un legado abundante
minar con todo ello. Usted está mirando Los Impresentables ediciones y en parte brillante. Salvaguárdese de los
hacia afuera y eso es lo que menos debe Bogotá, 2022 motivos comunes recurriendo a aquellos
hacer en este momento. Nadie lo puede 186 págs. que le ofrece su vida diaria: retrate sus
aconsejar ni ayudar, nadie. Solo hay una tristezas y deseos, sus pensamientos pa-
manera: vuelva a sí mismo, explore los sajeros y su fe en algún tipo de belleza.
motivos que lo llevan a escribir; evalúe Retrate todo con humilde, íntima y ca-
si estos extienden sus raíces en el lugar llada sinceridad. Haga uso de las cosas
más profundo de su corazón, confiésese que tiene a su alrededor para expresarse:
si usted moriría si le llegaran a prohibir las imágenes de sus sueños y los objetos
que escriba. Pero, sobre todo: pregúntese de sus recuerdos. Si su cotidianidad se le
a usted mismo en la hora más silenciosa muestra pobre, no se queje; quéjese de
de su noche: ¿tengo que escribir? Escu- usted, dígase a usted mismo que no es
driñe en usted buscando una respuesta suficiente poeta para evocar sus riquezas,
profunda. Y si esta fuera de aprobación, pues para el creador no existe pobreza,
si usted puede encarar esta pregunta se- lugar común o indiferente (...).
#17 periódicodelibros LECTURAS CRÍTICAS

RAINER MARIA RILKE (Praga, 1875-Suiza, 1926). Poeta. LAURA REINTHALER (Bogotá, Colombia, 1989). Escritora
Sus primeros libros publicados fueron Vida y canciones (1894), y traductora del alemán al español. Realizó estudios en Filosofía
Historias del buen Dios (1900), El libro de las imágenes (1902) y Filología Alemana en la Universidad Nacional de Colombia
y Libro de horas (1905). En 1902 conoció al escultor Auguste y la Maestría en Ética y Filosofía de la Universidad de Viena.
Rodin y fue su asistente de 1905 a 1906. Los poemas de este Sus poemas y cuentos han sido publicados en las antologías Este
período aparecieron en Nuevos poemas (2 volúmenes, 1907- verde país. Antología de cuentos colombianos del Ministerio de
1908). Posteriormente escribió La vida de Maria (1913), Elegías Cultura y Diez mujeres poetas cantan a la tierra de la Universidad
de Duino (1923) y Sonetos a Orfeo (1923). Su obra en prosa más Agraria, y en varias revistas colombianas de literatura como Ga-
importante fue Los cuadernos de Malte Laurids Brigge (1910). via y La periferia literaria. Está radicada en Austria donde realiza
proyectos de traducción.

18
IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
ÚLTIMA

Frida Kahlo, il caos dentro


Antonio Arévalo

F
rida Kahlo no fue una pin- Fragmento de la curaduría para Kahlo padeció la vulnerabi-
tora populista, aunque en la exposición Il caos dentro, basada en la lidad de la vida, primero con la
gran parte de su obra abun- poliomielitis que sufrió a los seis
dan elementos de la cultura po-
cultura popular mexicana, realizada desde años, y posteriormente con el ac-
pular. Empleó exvotos, retablos, 2020 en Milán, Roma, Trieste, Napoli y que cidente del tranvía que le destro-
cerámicas, artesanías, juguetes, zó la pelvis, por lo que sintió la
máscaras, imágenes religiosas, bo-
ahora se anuncia en otras ciudades italianas. mortalidad y fragilidad humanas,
degones, animales, aves y plantas, temas que algunas veces trató de
junto a referencias escritas como utilizó las referencias de estas can- del famoso corrido. Los músicos manera directa, en cuadros como
una costumbre colonial utilizada ciones en algunos de sus cuadros. del regimiento lo interpretan y se “Pensando en la muerte”, “El
en pinturas de la época y otras El título de uno de ellos, “Árbol convierte desde entonces en una Suicidio de Dorothy Hale”, o “El
manifestaciones entre corridos de la esperanza, mantente firme”, de las canciones insignes de Mé- difuntito Dimas”.
y calaveras, integrados a su obra está basado en la letra de una can- xico. Frida Kahlo tituló “La Ade-
Kahlo emplea en su obra la
con un toque muy personal. ción popular, “La Adelita”. Esta lita, Pancho Villa y Frida”, uno de
iconografía cristiana, incluyendo
canción llegó a México en el siglo sus primeros cuadros. En este se la
La revolución mexicana inició sus representaciones de pasión,
XVIII. Quirino Mendoza y Cor- ve en el centro, mientras al fondo
en 1910, a manera de levanta- dolor y muerte. Su madre fue una
tés la registraron como propia en aparece un tren colmado de revo-
miento popular contra el gobierno mujer profundamente religiosa,
1918, aunque ya se conocía con lucionarios junto a un retrato de
de Porfirio Díaz. El país se encon- católica practicante, por lo que
anterioridad. Como tantos otros Pancho Villa. Kahlo conoció de cerca el mundo
traba en una pobreza generalizada
corridos, este nace de un hecho “El venadito”, por ejemplo, ritual del catolicismo, y todas sus
mientras la élite de terratenientes
real que deriva en un canto con fue uno de los corridos favoritos representaciones de santos, márti-
acaparaba el bienestar. Fue un le-
connotaciones míticas, es la histo- de Kahlo. Sse lo cantaba a Diego res y cristos crucificados. Ejemplo
vantamiento de origen campesino
ria de una de las heroínas de la re- Rivera, en referencia a sus cons- de esto lo vemos en los exvotos o
en busca de una vida mejor. A par-
volución: Adela Velarde Pérez, na- tantes infidelidades. Existe una retablos pintados en lata a peque-
tir de esta fue posible que el país se
cida en Ciudad Juárez, enfermera relación de esta canción con el ña escala, muestras de agradeci-
reconociera en sus propios valores,
en el pelotón de la Division del cuadro “El venadito herido” en el miento —por milagros o ayudas
en sus diferentes etnias y culturas,
Norte. Según la historia, en 1914 que la pintora se representa como recibidas— ofrecidas por los fie-
y esto fue aprovechado por los ar-
atendió al sargento Antonio del un venado herido por nueve fle- les y dejadas en las iglesias. Kahlo
tistas e intelectuales para afirmar la
Río Armenta, quien poco antes de chas, ella también utilizó versos, utilizó elementos de los exvotos
identidad del país. El rescate de las
morir alcanzó a cantarle. Además, al estilo de los corridos, para de- en varias de sus pinturas, caso de
tradiciones autóctonas fue uno de
le dijo que en su mochila le dejaba dicar el cuadro a quienes serían “Hospital Henry Ford”, “Mi naci-
los logros que dejó la revolución,
un regalo, que resultó ser la letra sus dueños. miento”, “Autorretrato con retra-
por lo que hacia 1920 el gobierno
se propuso reivindicar la cultura to del Doctor Farill”; este último
mexicana, en compañía de algu- un exvoto que adquirió para re-
nos artistas. No solo Frida Kahlo presentar su terrible accidente de
era sensible a esta reivindicación juventud. La influencia de la reli-
nacional, aunque en ella fuera más gión, puede verse también a través
#17 periódicodelibros LECTURAS CRÍTICAS

visible dada la forma en la que de sus autorretratos, colmados de


adoptó la cultura popular en su elementos propios a la iconografía
obra —y también en su vida—, cristiana: espinas, flechas, corazo-
podríamos decir que cuando se nes que sangran. Aparece Frida
piensa en México, necesariamente con una actitud de aceptación del
se piensa en Frida Kahlo. dolor y el sufrimiento, propio de
los primeros cristianos. Por ejem-
Los corridos de la revolución
plo, en el cuadro “Autorretrato
reivindicaron el papel de las mu-
con collar de espinas”, en “Auto-
jeres en la revolución, es así que
rretrato con collar de espinas y co-
canciones como “Adelita”, “La
librí”, así como en el cuadro “Las
valentina”, “Las soldaderas”, ha-
dos Fridas” (...).
blaban de los logros militares,
amores y anhelos de estas muje-
res. El corrido de la revolución Antonio Arévalo. Escritor y fotó-
hablaba de las batallas, del paisaje grafo colombiano residenciado en
mexicano, de las armas y hasta de Barcelona, España. Curador de la
exposición Il caos dentro.
los caballos de los militares. Kahlo

19
w w w. p e r i ó d i c o d e l i b r o s . c o m

Lecturas c r í t i c a s
Umberto
CRÍTICAS
Eco
Periódico cuatrimestral de crítica de libros, crónica, arte y literatura. ISSN: 2011-6128. Bogotá, Colombia, abril de 2016. No. 16. PVP: $10.000

de cara a su época

#Filbo2016
Hola Holanda:
Poemas de
Cees Nooteboom
Homenaje a
Johan Cruyff
Reseñas sobre
libros de
William Ospina,
Laura Restrepo,
Óscar Collazos
Rodrigo Fresán
Alfonso Carvajal
Romulo Bustos,
un poema
Tolstoy en Idartes
Una disertación
sobre toros
no apta para
animalistas
7 9
2 011612 815034
w w w. p e r i ó d i c o d e l i b r o s . c o m
Sumario #16
Lecturas c r í t i c a s
3 Umberto Eco
Luis Rogelio Hernández

Director
Duvan Carvajal Restrepo
5 Ivan el imbécil
direccion@periodicodelibros.com Leon Tolstoy
Jefe de redacción Por Gianni Lara

Ivonnet Tapia Gómez


Editor
Carlos Andrés Almeyda Gómez
Gerente 7 El país de la canela
William Ospina
Amador Ovalle Por Misael Barinas
Periódico de libros Lecturas Críticas
ISSN 2011-6128
www.periodicodelibros.com
No. 16. 11 De los toros....
Por Joimer Robayo
Bogotá, Colombia - abril de 2016
PVP: $10.000
Criterios editoriales y de selección competen
14
De Holanda
exclusivamente a PdL y al Instituto de Investigaciones Fútbol y más
Surrealistas de Bogotá. Colaboración solicitada. Por Lenin Auris
Los juicios que se emiten en la presente edición
son responsabilidad exclusiva de sus autores y no
comprometen la opinión de
Periódico de Libros Lecturas Críticas. 16
Nooteboom
Todos los derechos reservados. Poemas
Diseño: dirección única, (571) 4643523

www.periodicodelibros.com
17 La isla de la pasión
Carátula Laura Restrepo
Carlos Mario Gallego “Mico” Por Lilit Lobos
Homenaje a “Umberto Eco”

19 Tierra quemada
Óscar Collazos
Por Angélica Hoyos Guzmán

22 Rodrigo Fresán
Por Andrés Gómez
Periódico de Libros Lecturas Críticas agradece las contribuciones en sus
páginas. Las ilustraciones son intervención nuestras, menos las que
siguen: Mico hace la ilustración de carátula, al igual que la ilustra-
ción de la página cinco; La Casa de Poesía Silva cede gentilmente dos
poemas del libro de Cees Nooteboom que acaba de publicar conjun- 23 Poema de Rómulo Bustos
tamente con la Universidad de Los Andes. El maestro Elkin Obregón Ruega por nosotros, Alfonso Carvajal
ha querido cedernos la imagen de su Quijote en la página seis. Las
fotos de autores son de propiedad de los editores y revistas y se repro-
ducen con fines solamente divulgativos. Volvimos al PdL de siempre.
EL NOMBRE DE LA ROSA
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Umberto Eco,
de cara a su época
Luis Rogelio Hernández

E ruditos intelectuales de
gran impacto en la so-
ciedad de su época hay
pocos. Umberto Eco es uno de
ellos, en el marco de Italia solo
comparable al superado idealista
Benedetto Croce y al aun no su-
perado Antonio Gramsci. Resu-
mir su obra en un breve ensayo
es tarea similar a la de un pianis-
ta frente a las partituras de una
sinfonía, que solo puede tocar
un acorde aquí y otro allá. Este
artículo solo pretende tocar esos
acordes con un solo instrumen-
to, el de mi modesta selección.
Para no perdernos en una
producción tan amplia como la
de Eco, es conveniente dividirla
en tres grandes vertientes: 1. La
ficción 2. Las obras didácticas y
3. los ensayos sobre semiótica y
crítica de arte. Decir “semiótica”
abarca el hilo conductor de toda
su obra porque entendemos por
tal el estudio interdisciplinario
de la producción e interpreta-
ción de signos. Abarca por lo
tanto desde los signos lingüísti-
cos (la semiología), hasta los sig- Novelas clave de Sir Arthur Conan Doyle Jacques Annaud, interpretada
nos de los medios de comunica- Destacamos en su obra nove- es precisamente “El sabueso de por Sean Connery. Su segunda
ción, el arte, las costumbres y los lística la primera y más conocida: los Baskerville”). Se trata de una novela: “El péndulo de Foucault
signos cotidianos. Las tres ver- “El nombre de la rosa” (1980). En novela que combina dos géneros (1988) se ocupa de la masone-
#16 periódicodelibros LECTURAS CRÍTICAS

tientes sugeridas tienen muchos esta primera novela, (pero ya de que más adelante se harán muy ría así como “El cementerio de
vasos comunicantes, pues en la madurez si recordamos que ha- populares: la novela histórica so- Praga” (2010) se ocupa del sio-
obra de ficción él mismo detecta bía nacido el 5 de enero de 1932 bre sociedades y códigos secretos nismo. Entre las dos, hay otros
“metáforas filosóficas” y también en Alessandria, Piamonte italia- y la intriga negra de crímenes en títulos menos afortunados como
“ejemplos históricos” de corrien- no), rinde homenaje a Borges serie. Es una novela difícil de leer “Baudolino”, “La isla del día de
tes de pensamiento y de interpre- en el personaje del bibliotecario en su totalidad porque incluye antes” y “La misteriosa llama de
tación de códigos secretos. ciego Jorge de Burgos. Y clara- fragmentos extensos en latín y la reina Loana”.
Si tuviera que escoger un mente hace una parodia de Sher- referencias de historia medieval Pero es en su última novela:
ejemplo único de cada grupo lock Holmes y Watson en los dos que la mayoría de sus lectores se “Número cero” donde ofrece una
para recomendar a los lectores, personajes centrales: el narrador saltan. Como él mismo reconoce lección magistral sobre el perio-
en la Ficción mi preferencia es Adson (Watson) y el persona- en alguno de sus ensayos, el cine dismo. Contrastando con sus
“Hora cero”; en la obra didáctica: je central, el que investiga los es un gran divulgador de novelas novelas anteriores, Eco se vuel-
“Decir casi lo mismo” y en la obra crímenes cometidos en un mo- y en efecto, su primera novela es ve claro y derrocha el humor e
de semiótica aplicada su “Histo- nasterio, William de Baskerville en parte la más conocida gracias ironía ya presentes en toda su
ria de la belleza”. (recordemos que una de las obras a la excelente versión de Jean obra. Es una novela fácil de leer;

3
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ya no hay fragmentos en latín ni de arte feo los cuadros del dolor


disertaciones sobre historia an- de la enfermedad de Frida Kahlo
tigua, ni misterios de sociedades y para ilustrar el capítulo “Lo feo
secretas pendientes de revelar. El moderno” nos muestra una gorda
personaje central de esta novela de Botero. Habría sido justo in-
ya no es un exótico intelectual, cluir del mismo escultor un ejem-
sino un hombre común, del Mi- plo de belleza como su “Leda y
lán de 1998, a quien se le encar- el cisne”. En textos muy bien es-
ga participar en la redacción de critos Eco en estos dos libros de-
un periódico llamado “Domani” muestra que las ideas acerca de la
(mañana) porque no ofrecerá las belleza cambian con la historia y
noticias de la tarde sino las del día las culturas.
siguiente, inferidas de las de hoy. El tema de la estética surge ya
Pretende por lo tanto tener más como una de sus preocupaciones
lectores porque no repite lo que es centrales en su tesis de grado en
noticia vieja al día siguiente sino Turin, que paradójicamente ver-
lo que se deriva de lo ocurrido sa sobre la estética en Tomás de
el día anterior. A lo largo de sus Aquino, quien no solo no escri-
páginas pondrá de presente la no- bió sobre estética sino que a juz-
ción que ya el gran sociólogo ar- gar por las anécdotas acerca de su
gentino Eliseo Verón (en: “Cons- vida, carecía de gusto estético.
truir el acontecimiento”, 1995)
había demostrado: los periódicos Pero de esa tesis nace por for-
son los verdaderos creadores de la tuna el gusto de Eco por la his-
noticia. Un acontecimiento banal toria medieval, las sociedades y
Umberto Eco. sectas secretas y la crítica de las
puede ser convertido por los pe-
riodistas en tema muy relevante, religiones.
así como el acontecimiento tras-
El tema de la estética surge ya como Por su formación académica
cendental pero “políticamente una de sus preocupaciones centrales Eco era filósofo, de la Universi-
incorrecto” puede ser ocultado dad de Turin, pero ante todo es
llevándolo a la página interior
en su tesis de grado en Turin, que un erudito multidisciplinario,
menos leída. La manipulación paradójicamente versa sobre la estética doctor honoris causa de más de
30 universidades del mundo,
de las noticias, para el caso de la
T.V., ya había sido descrita en un
en Tomás de Aquino, quien no solo no merecedor del Premio Nobel que
ensayo incluido en “La estrategia escribió sobre estética sino que a juzgar le quedó pendiente como a tan-
tos otros grandes escritores. Sus
de la ilusión” (1996). El ensayo a
que me refiero se titula “El televi-
por las anécdotas acerca de su vida, obras son lectura obligada para
dente”. Eco en su novela y en el carecía de gusto estético. sociólogos de la cultura, lingüis-
ensayo citado desenmascara tam- tas, comunicadores, traductores e
bién la práctica de un periodismo el título lo que es en realidad tra- te su pensamiento agnóstico con historiadores.
deshonesto que ejerce el chantaje ducir y analiza ejemplos valiosos el de un representante oficial de Para citar su propia frase, es-
a cambio de publicar o no ciertas de los problemas que enfrenta el la iglesia: Carlo María Martini. crita cuando tal vez ya sabía que
noticias o comentarlas en forma traductor. Naturalmente, en este Pero particularmente son de mi estaba pronto a morir, en “Nú-
favorable o no. grupo de sus obras cabe el texto preferencia, dos estudios maravi- mero cero”: “El miedo a morir
clásico de Semiótica que re-escri- llosos, ilustrados con centenares infunde aliento a los recuerdos”
Obra didáctica de imágenes, sobre la historia de
bió también en inglés (Tratado (pag. 22 Edición Lumen, Ran-
Las obras que llamo “Di- de semiótica general, 1972). la estética: “Historia de la belleza” dom House, Colombia, 2015).
dácticas” son los excelentes tex- (2002) e “Historia de la fealdad”
Crítica, Ensayos y otros La muerte de un personaje tan
tos escritos en un lenguaje muy (2007) que demuestran cómo la influyente en la cultura contem-
comprensible, por oposición a escritos estética abarca la aparente contra- poránea, acaecida el 19 de febrero
#16 periódicodelibros LECTURAS CRÍTICAS

sus obras de ficción. Son textos El tercer grupo de obras in- dicción entre la creación de belle- de 2016, en realidad alienta todo
que se escriben como material de cluye numerosísimos ensayos za, asociada a lo erótico, lo tierno, orden y magnitud de recuerdos.
enseñanza para todas las univer- que aplican los principios de la lo sublime y la fealdad, asociada Recuerdos que son como el Eco
sidades, pero específicamente en semiótica, por ejemplo, al análi- al horror, al dolor y lo ridículo. de lecturas que dejaron una hue-
su Universidad de Bolonia donde sis de los medios de comunica- Notamos lo aparente de la contra- lla en nuestra generación.
fue el primer profesor de semió- ción en Apocalípticos e integrados dicción al recordar que un mismo
tica. Desde su pequeño manual: (1964) donde confronta las ideas artista, como Goya, pudo con Luis Rogelio Hernández Mon-
“Cómo se escribe una tesis” que no de Marcuse con las de McLuhan, igual maestría pintar la belleza de tenegro. Nació en Bogotá y se
es un tratado de metodología de o profundiza en los límites de la una maja y el horror de un mons- educó en México (UNAM) y en In-
la investigación en ciencias so- interpretación” (1990) o hace gala truo devorando a sus hijos. Más glaterra (Univ. of London, Univ. of
ciales, sino una presentación de de humor filosófico en “Kant y aún, a veces un mismo cuadro Southampton). Combina las “dos
ideas útiles para el trabajo inte- culturas” siendo Master en Cien-
el ornitorrinco” (1997). Incluyo contiene belleza y fealdad como
lectual, hasta el maravilloso texto cias en Bioquímica y Magister en
en esta categoría ensayos polémi- en Bruegel o en Remedios Varo. Educación. Es autor de 8 libros y
sobre la traducción: “Decir casi lo cos como “En qué creen los que no Estos ejemplos son míos; Eco en actualmente se dedica a la traduc-
mismo” que define muy bien con creen”, que enfrenta exitosamen- realidad incluye como ejemplos ción científica y literaria.

4
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LIBRO AL VIENTO

No hay peor pecado sino


la estupidez
Gianni Lara Cruz
Iván el imbécil
Leon Tolstoy
Libro al viento
Bogotá, 2005

“Resulta evidente la escasez de escuchó al nuevo voivoda. Dio queda en el campo manteniendo des con una raíz, crear ejércitos
esos potenciales revoluciona- órdenes para que construyeran a sus padres y a su hermana cie- a partir de bultos de paja y hacer
rios, de gente capaz de articular fábricas, de las que iban a salir ga con su trabajo. El diablo (que oro frotando hojas no dejó de
el deseo de cambiar su situación centenares de fusiles y cañones. podría ser el mismo capitalismo) hacer lo que hacía siempre y por
individual como parte del pro- Una vez que todo estuvo dis- envía a tres de sus diablillos a tal razón sigue siendo imbécil.
yecto de cambiar el orden de la puesto, se fue a guerrear contra enemistar a los hermanos. A los
sociedad.” Favorece a sus hermanos
el zar vecino”. dos que se han ido los diablillos con oro y soldados, pero estos
Zigmunt Bauman Ahí vamos. Lo peor del asun- los convencen, al uno de entablar son engañados por el ansia del
to es que hoy es mi primera clase una guerra y al otro de comerciar poder y usan lo que les da Iván
en el enfoque de didáctica: me hasta quedarse con todo el nego-

L
para incrementar su ambición
eemos Iván el imbécil dijeron que el maestro tiene el cio en el reino. los dos fracasan al
afectando a su gente, frente a lo
de Leon Tolstoy, son las espíritu, que lo contagia a uno ser engañados por los diablillos y
cual Iván no volverá a ayudarlos.
5:30, el cuento es acorde con el ánimo de enseñar. Que es vuelven a donde Iván, quien los
El Diablo mayor, al enterarse del
a nuestros intereses, pero segu- como la esencia misma de la li- recibe y sigue siendo considera-
fracaso de los diablillos decide
ramente como en otros días, no teratura transformándose en pe- do como imbécil por no dejar
venir a hacer él mismo la tarea y
me podré volar, incluso me de- dagogía. Ya vamos más cerca del de hacer lo que hace: vivir del
logra perder a los hermanos en la
moraré más tiempo hasta que lo final. Seis de la tarde. Iván tiene trabajo con la tierra. Iván va a ir
codicia hasta que terminan mi-
termine ¿Pero cómo parar? Es tres hermanos. Sus dos herma- capturando a cada uno de los pe-
queños diablos sin querer y ellos serablemente. Diez para las seis.
uno de los libros del paquete de nos hombres piden la herencia,
le van a conceder deseos. Aun Iván se casa con la princesa que
“Libro al viento” de la alcaldía. uno se va detrás de la guerra y el
cuando podía curar enfermeda- ha caído enferma y es curada gra-
Hay muchos ejemplares y le pue- otro detrás del comercio. Iván se
cias a la firme voluntad de Iván
do prestar a cada uno, así ellos
para salvarla, eso lo hace dueño
van llevando la lectura. Pero yo
voy leyendo. Están en círculo, de un reino, pero él, en lugar de
un círculo cerrado, yo voy ca- sentarse en un trono a esperar
minando alrededor de ellos y les que le sirvan sigue labrando la
voy leyendo. A veces paro y les tierra como todos, viviendo en
pregunto por el tema o por pa- el mismo lugar y hasta su prince-
labras desconocidas. de seguro sa asume el papel de campesina.
voy a llegar tarde de nuevo y me Iván es nombrado zar, pero no
tocará buscar el salón. “Lo más deja de hacer lo que hace. Todos
importante es que dispongas de en su reino siembran y cosechan,
la comida se da en abundancia y
#16 periódicodelibros LECTURAS CRÍTICAS

un gran número de soldados; de


otro modo habrá en el reino de- hay para compartir porque todo
masiada gente ociosa e inútil. Es es para todos. El diablo, decide
preciso reclutar, sin distinción, a entonces hacerle la guerra directa
todos los hombres jóvenes; y en- a Iván. Convence a un rey vecino
tonces tendrás un ejército cinco de atacarlo. El reino del imbécil
veces más numeroso. Después trata tan fraternamente a los in-
necesitamos nuevos modelos de vasores que estos terminan deser-
fusiles y cañones. Inventaré fusi- tando. Luego intenta contratar a
les que arrojen cien proyectiles a los habitantes del reino de Iván
la vez como una lluvia de guisan- para esclavizarlos en un trabajo,
tes. Y te haré cañones que escu- pero es inútil porque a nadie le
pan fuego a distancias enormes. interesa el dinero, todos tienen
los hombres, los caballos, las ca- lo que necesitan y las monedas
sas... todo arderá. El zar Simón de oro las usan para jugar.

5
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Quisiera salir ya, pero cómo diez minutos y puedo venirme a


terminar aquí, estamos en el des- mi ritmo. Así que tomaré la bici.
enlace que es lo mejor. Les leo Pero aún no he terminado. los
este cuento a mis estudiantes zares eternos de planes colosales
porque me gusta la manera en se acababan, era el fin de una
que Tolstoy en un cuento casi época sólida en Rusia. Desde
de hadas logra hablar de lo que Iván el grande, pasando por Iván
en realidad es la crisis de la hu- el terrible, Pedro el otro grande
manidad y precisamente habla que enterró a más de veinticinco
de eso de lo que hoy en día son mil seres humanos en la cons-
esas instituciones estructuras que trucción de San Petesburgo, su
se diluyen. Entonces ¿Qué hace caprichito, la ciudad de los hue-
el Diablo? pues como último sos. Catalina la astuta, la avispa-
recurso el diablo va a decir que da, y Pablo, Alejandro, Nicolás y
lo importante es trabajar con la Miguel, con distintos números y
cabeza. Que quienes trabajan adornos ya no podían convencer
con la cabeza obtienen mejores por la fuerza. El gran imperio
resultados que los que trabajan Ruso se había construido sobre
con sus manos la tierra. la sangre de su gente que era
Tolstoy produjo una obra de explotada miserablemente para
noventa volúmenes. Muchos de cumplir las absurdas órdenes de
ellos deben ser desconocidos, los zares enviados por la divini-
Seis y quince. Dicen que además dad para gobernar.
el hombre fomentó la revolución Se fue al piso entonces, y es
rusa, lo cierto es que terminó lo que quiero que piensen. Cua-
como ermitaño. Después de los trocientos cincuenta años. Esta
catorce hijos que le dio su joven gente, nuestra gente y su cultura
mujer, una vida modesta y mu- llevan poco más de quinientos.
cha literatura decide diluirse. Desde que llegaron los bárbaros
Siendo un noble, un privilegia- (porque ¿cómo se puede consi-
do, decide ser humano, despo- derar la inteligencia de alguien
jarse de las provisiones del siste- que cree que el mundo ha sido
ma y alejarse, ante la inescrutable Homenaje a El Quijote en sus 400 años, Elkin Obregón. creado en siete días?) a conde-
verdad que le dio su época. narnos a su sórdido pensamiento
Por lo general los chicos ha- que es degollar el pensamiento
cen preguntas sobre el signifi- ajeno, acabar con los no elegidos,
cado de las palabras, sobre la los elegidos son los que me obe-
relación de las cosas y uno que decen y construirán catedrales,
otro dato histórico. Yo paro y monumentos, castillos, fortale-
les doy paso: la lectura es como zas, coliseos, partenones y pirá-
una cadena, cada oración es un y cruzo diagonalmente la pla- los perseguidos, los miserables mides, para que la gente no pue-
eslabón, si los eslabones no están za central de Chapinero bajo la de siempre. Una virgen especial, da vivir su vida y viva la de los
completos la cadena no existe, sombra de la iglesia gótica de como la del Carmen, la de Fáti- demás, para los reyes y los zares,
hay que ir cerrándolos y para ello Lourdes, mientras pienso en el ma, del agarradero, de Guada- para los que viven en palacios,
se debe entender el texto, por montón de gente que tuvo que lupe, de Luján, de Copacabana, para el imperio. El imperio del
eso no importa parar. Pero no ponerse a construir cada uno de del Carmen de Maipú, de Chi- que somos parte es la evolución
han preguntado, se han dejado los detalles que la componen y la quinquirá, de los Ángeles, de la de los imperios, pero así como se
convencer por el ritmo del libro. gente que está tirada a sus puer- Caridad del Cobre, del Quinche, acabó en Rusia, por la experien-
Uno que otro estará pensando en tas pidiendo limosna. de la Paz, del Rosario, de Suyapa, cia del dolor en la piel, que hizo
cuestionar la bondad divina que
#16 periódicodelibros LECTURAS CRÍTICAS

la salida, en quienes los esperan Tanto ajetreo para demostrar de "El Viejo", de Caacupé, de
afuera, pero quizás el silencio la Evangelización, de la Divina favorecía a los mismos de siem-
la existencia del dios católico.
general lo ha llevado a volcar su Providencia, de las Mercedes, de pre, así se está acabando aquí.
Toda una catedral llena de re-
atención sobre el final del relato. covecos para recordar una apa- los Treinta y tres, de Coromoto, Les faltan las razones, se les
Pienso en mi recorrido. Si me rición en Francia, una estatua es de la Franqueira, de la Rogativa, acaban los motivos, a pesar de
voy en Transmilenio el alimenta- la reliquia de toda la iglesia, que de las Lágrimas, de las Nieves, de que aún haya gente que les cree,
dor me puede retrasar. Además incluso fue coronada en 1988, los Desamparados, de los Do- gente que cree en dos bandos y
la venida, con sus esperas. Pero como si estuviera viva, como lores-Murcia, de los Dolores de no en la diferencia natural de
si me voy en bici salgo de una. todos los zares que gobernaron Hellín, del Pilar, del Rosario de cada uno, somos iguales porque
Tomo las Américas hasta que se Rusia durante más de cuatro Hellín, de la Arrixaca, de la Mer- pensamos diferente, a imagen y
funde con la treinta y cuatro, siglos con el favor de dios o de ced, de la Peña, del Azahar, de semejanza de la vida, que es dis-
después la veintiuno hacia el su madre, la misma que benefi- Beniajan, de Rosell, María Auxi- tinta como cada planta, como
norte que ahora es bajada, de- cia a los que están en el poder, liadora, la Santa, Madre de Dios. cada piedra, como cada pedazo
recho, derechito, hasta llegar a como el procurador y sus secua- Llegaré tarde de nuevo, pero de tierra y de agua que no es la
la sesenta y tres, después subo ces y oculta su rostro de otros, en bicicleta la diferencia es de misma pero es igual. La naturale-

6
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za va despejando esas ataduras ar-


tificiales, esos yugos que nos ata-
ron para esclavizarnos, esa cueva
y sus cadenas. Es imposible vivir
como ellos quieren, si es que pre-
tendemos vivir. Entonces vuelve
a preguntarnos Paul Valéry: “¿la
mente humana puede dominar
lo que la mente humana ha crea-
do?” y la vida nos sorprende con
su respuesta. El deseo por apren-
der del ser humano ha derretido
la solidez en avanzado estado de
desintegración, como decía Bau-
man, el interés por buscar nue-
vos sólidos que pudieran durar se
ha perdido. La comunicación ha
fomentado nuestra desconfianza
sobre esas instituciones que han
determinado nuestra vida. Ahora
no tenemos un mundo prede-
cible y controlable. Lo que im-
porta es el flujo del tiempo y no
el espacio que se pueda ocupar,
vamos a prisa, como el cuento
de Octavio paz: “Tengo prisa por
Poema de Julio Daniel Chaparro. Intervenciones poéticas en Chapinero, Bogotá,.
estar. Corro tras de mi tras de mí,
tras de mi sitio, tras de mi hue-
co ¿Quién me ha reservado ese
tituciones se caen de su peso. los uno se fija bien, nos han hecho en el reino de los imbéciles- deci-
sitio? ¿Cómo se llama mi fatali-
otros patriarcas son criminales o la vuelta, nosotros también nos de convocar a toda la población
dad? ¿Quién es y qué es lo que
narcotraficantes que han acallado la hacemos. Todos esos modelos a ir a escuchar sus lecciones so-
me mueve y qué es lo que aguar-
la dignidad con dinero y violen- han sido construidos desde dis- bre cómo trabajar con la cabeza
da mi advenimiento para cum-
cia. cursos. Discursos sobre lo que en el faro. Durante tres días da
plirse y para cumplirme? No,
Por eso es que me he de- debe ser y lo que no. Pero y si confusas fórmulas sobre cómo
sé. Tengo prisa. Aunque no me
dicado a leerles, a hablarles, a uno no llega a la talla ¿si uno no se puede vivir de los demás, sin
mueva de mi silla, ni me levante
contarles historias, no como una alcanza la nota? antes la nota era trabajar de la tierra. La gente va
de la cama. Aunque dé vueltas
acumulación de conocimientos, un indicativo. Pero hoy ya no y lo escucha, pero como son tan
y vueltas en mi jaula. Clavado
como una manera de llegar a la nos importa. Estamos fijos en un imbéciles, se aburren. Se aburren
por un hombre, un gesto, un tic,
vida, de ser feliz con la literatura aparato comercial. La nota como todo el tiempo, tienen cosas que
me muevo y remuevo. Esta casa,
que otros hicieron para que pu- comercio llega a ser tan ineficaz hacer en su casa, entonces se van
estos amigos, estos países, estas
diéramos ver otras cosas, para que que igual, no aporta nada a nues- y lo dejan solo. Nadie ha pensa-
manos, esta boca, estas letras que
no nos quedemos inermes frente tro conocimiento, solamente al do en llevarle algo de comer al
forman esta imagen que se ha
a la voluntad de las viejas insti- diploma, al título. pobre diablo. Agobiado por la
desprendido sin previo aviso de
tuciones. Para que imaginen una Tolstoy derrumba las institu- debilidad y la incomprensión da
no sé dónde y me ha dado en el
sociedad distinta, nuevas formas ciones de su época. Esas institu- un traspié desde lo alto del faro y
pecho, no son mi sitio. Ni esto ni
de vivir en este caos emancipador, ciones frías, pierden su vigencia. rueda a prisa golpeando su cabe-
aquello es mi sitio”.
de restablecer el equilibrio entre Es tan complejo el asunto de la za contra las escaleras. Iván, que
Llevo media hora, las distan- ha venido a buscarlo para traerle
política y poder, porque ahora humanidad que ya no cabe en la
cias se acortan después de que se comida, intuye finalmente que el
la política es local y el poder es legalidad, en la absurda solidez
sale de Techotiba, o lo que lla-
#16 periódicodelibros LECTURAS CRÍTICAS

global y todos estamos expuestos de las constituciones que burlan trabajo con la cabeza es más do-
man ciudad Kennedy (pero Ken- loroso y menos productivo que
a las mareas de la modernidad todos los encargados de hacerlas
nedy ha muerto) ¿Qué nos de- el que realizan los imbéciles con
líquida. Como si muchos tsuna- valer. Por eso lo más coherente
para el futuro? pienso mientras las manos sobre la tierra. Enton-
mis nos alcanzaran, uno detrás de resulta ser la vuelta a la casa y a
pedaleo, rápido para alcanzar a ces el diablo, el diablo adolorido
otro, encima de otro, abrazado la tierra. "Mi esclavo ordena que
llegar a clase, aunque sé que voy y acongojado, el diablo que pue-
por otro, tsunami, tras tsunami. dejes de ser gavilla, y que cada
tarde. Antes uno le podía decir a de ser el mismo capitalismo, abre
Por ello la educación se va con- una de tus espigas se transforme
un pelado, vea estudie que va a un hoyo en la tierra y se va.
virtiendo en un proceso líquido en soldado."
llegar lejos ¡qué va! si ni siquiera
constante, una educación rápida, Siete de la noche, me demoro
hay trabajo y ellos lo saben al ver
sensible que va construyendo mé- un poco más en llegar. Pero voy a
a tanto profesional de taxista, y
todos de aprendizaje en la misma prisa como el diablo del cuento, Gianni Lara Cruz. Maestro de
también saben que los padres de
vivencia del ser. que cansado de mendigar comi- lenguaje y literatura del INEM y
la patria son corruptos, cínicos y
miserables. Entonces si el estudio Durante siglos hemos vivido da, pues nadie se la cambia por la ASAB, comunicador popular en
es eso, qué sentido tiene. Las ins- en la condena de modelos, y si dinero, -el dinero no vale nada la Agencia Techotiba.

7
IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
UNA VACA SAGRADA

Todo presente es
el desenlace de
millones de historias
Misael Barinas

M uchas veces nos he-


mos preguntado por
el valor histórico de
una obra literaria, sin embargo,
esta pregunta tradicionalmente
se plantea desde un horizonte
que divide en diferentes cate-
gorías a los discursos que hay
en la sociedad, en este sentido,
cuando se afirma que una novela
puede tener cierto valor histórico
se hace desde el pensamiento de
que la historia es una cosa y la
literatura es otra, en apariencia
son algo diferente pero si juzga-
El país de la canela
mos la novela desde el análisis de
William Ospina
la hermenéutica de Gadamer no- Random House Mondadori
taremos que las diferencias entre Bogotá, 2011
los discursos son más de forma 320 págs.
que de fondo.
El término hermenéutica se
remite al dios griego Hermes, William Ospina. Foto: Random House.
quien era el mensajero de los
dioses del olimpo, es decir que la
Cuando hacemos un análisis nuestras inclinaciones, inclusive La conquista de América el proble-
hermenéutica es el arte o técnica
de cómo nacen todas nuestras nuestros errores de compresión. ma del otro nos lleva a reflexionar
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de interpretar un mensaje. Ga-


maneras de expresión no queda La historia suscita un problema a sobre las características del hom-
damer da un carácter universal
más que remitirnos al espíritu lo sumo complicado, y es que se bre que se pueden rastrear en
a la hermenéutica al momento
humano, que se hace latente en asume su relato como algo natu- los hechos, de este modo, hace
de considerar que todo debe ser
la cultura, en este sentido nota- ral, como si fuese algo que con- referencia al descubrimiento de
objeto de análisis hermenéuti-
mos que tanto la historia como duce a la verdad de lo sucedido, América para dar cuenta de la
co, cuando decimos que todo
la literatura y los demás discursos cuando en realidad la historia no inclusión de diferentes indivi-
es objeto de interpretación, nos
tienen algo en común, y es que está construida a partir de inter- duos en la historia. En este senti-
referimos al hombre y toda su
son el reflejo del hombre, el re- pretaciones; un reflejo de esto es do, se puede revisar el enunciado
tradición que deben ser inter-
sultado de su poder de crear, en la mala compresión de se tiene de “Descubrimiento de América” el
pretarnos en su carácter históri-
otras palabras el texto a interpre- la época de la colonia en Améri- cual no es universal, cuando en
co, en este sentido la literatura, la
tar. ca. Tzvetan Todorov es un autor la historia aparece un enuncia-
religión la historia y todo lo que
La historia, por ejemplo, que nos muestra varios errores en do como “El descubrimiento de
nace de nuestro lenguaje debe ser
al ser el resultado de la activi- nuestra compresión, a propósito América” de manera implícita
decodificado y comprendido en
dad del hombre, hace evidente de la época colonial, en su libro se toma un punto de vista exter-
cierta medida.

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no a América, de modo que este En el momento que William


juicio es europeo y desconoce la Ospina encarna personajes para
realidad de dicho proceso, pues contar una novela nos alejamos
no hubo un descubrimiento, de del problema de que tiene la
hecho Europa no se intereso por historia. Al asumir este texto fic-
conocer al continente con el que ción no nos vemos abocados a
se topo Cristóbal Colon. un proceso particular de una ci-
Es así como se nota la dificul- vilización, pues se dejan atrás las
tad de la historia que no es sin- estructuras que forjan la historia y
cera debido a su naturaleza for- solamente nos referirnos al mun-
jadora de hitos, en este sentido do de los personajes, los cuales, si
la Europa que buscaba un interés están definidos por su ser históri-
particular incorporo a su discur- co, en otras palabras definidos por
so la historia de América y lo que sus costumbres.
hizo no fue sólo desconocer a No está de más, aclarar que
América sino que distorsiono la la voz del narrador en El país de
historia de América. la canela tiene un carácter neu-
Por otro lado tenemos que tro, no está a favor del indígena
hablar de Hayden White, un ni del español pues no se tiene la
autor que aborda la dificultad presión de la historia, aquí lo que
de contar la historia, el cual, en importa es la narración.
su análisis pudo notar que la Haciendo uso de la novela his-
historia asume la forma literaria tórica, Ospina nos trasporta a un
para ser contada. White indica mundo, que está mucho más allá
que se presentan cinco niveles del relato que algunas vez creímos
de conceptualización de la obra
La sátira es lo opuesto por historia, si bien, no es un re-
histórica a saber: la crónica, a la redención pues está atravesada lato formalmente histórico, si nos
relato-cuento, modo de tramar,
modo de argumentación y modo
por el desgarramiento del hombre permite ver en el pasado al mun-
do de los hombres, plagado de las
de implicación ideológica. Estos prisionero que se dirige a la muerte vista proyecciones de su ser histórico
niveles de conceptualización no como un enemigo irreconciliable. que les brindaba la capacidad de
sólo permiten una selección y interpretar su mundo.
ordenación del registro histórico A través del relato, Ospina
para contar un proceso de mane- aborda de manera neutral la co-
ra discernible; también, pueden lonia; mostrando así, un error de
condicionar el relato, en este or- comunicación entre dos civiliza-
den de ideas, la crónica puede ciones, que dio paso a la ausencia
volverse mucho más que un sim- comedia mantiene la esperan- Gadamer nos hace tomar con- de significado.
ple relato descriptivo de algo que za del triunfo aunque sea pro- ciencia en cuanto a la pretensión El mestizaje, se aborda como
sucedió. visional, también toma la idea de la verdad, ya que nos recuer- la unión en varios trayectos de
Este orden narrativo que de cambio o transformación. da que es imposible acceder a un sentido, de este modo en medio
permite hacer legible la revisión La tragedia por su parte toma tipo de conocimiento de tal esti- de la pluralidad de los discursos
de la historia tiene tres caracte- las ocasiones festivas sólo como lo, pero si nos da una herramien- Ospina nos muestra un perso-
rísticas: Explicación por trama, ocasiones ilusorias que reflejan ta para develar el sentido que se naje como Cristóbal de Aguilar
Explicación por argumentación intimaciones de estados de divi- esconde en nuestra tradición, de el cual muestra confusión más
formal y explicación por impli- sión entre hombres terribles, en manera que la hermenéutica al que certeza, en cuanto, a la ima-
cación ideológica. En cuanto a los cuales, hay una incitación al ser aplicada a nuestra tradición gen propia, mediante la cual, se
los modos de tramar hay cuatro agón que sólo permite llegar a la nos permite acceder al conoci- identifica respecto al mundo y
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formas: romance, tragedia, co- resignación. Todas estas formas miento de una forma más autén- a sí mismo este personaje crece
media y la sátira. Por medio de narrativas se pueden mezclar ex- tica. como un español en América, ra-
la trama cualquiera que sea su cepto el romance y la sátira La hermenéutica que propone zón por la cual, se ve enfrentado
forma se hace posible la épica. En este orden de ideas, tra- Gadamer busca poner en pausa a sentidos encontrados “Aquel
En el romance, toma un drama mar la historia haciendo uso de al sujeto que interpreta, ya que día no sólo descubrí que éramos
de autoidentificación que le da estos medios, es el quehacer del todo el peso de su ser histórico poderosos y audaces, descubrí
a un personaje con forma de hé- historiador que busca alcanzar no debe permear el objeto a in- que éramos crueles” (Ospina,
roe que estriba su esencia en la una estructura narrativa. terpretar, al contrario debe dejar 2012 p 18). Es así como el relato
liberación de una comunidad. Ahora bien, una vez nos he- que el texto bien sea un cuadro, nos lleva a un mundo de perso-
La sátira es lo opuesto a la mos detenido por un momento una novela en fin, sea el que le en- najes impredecibles, si bien, la
redención pues está atravesada a ver todas las dificultades la- tregue al sujeto su significado, es desde la socio critica se descifra
por el desgarramiento del hom- tentes en nuestros discursos co- aquí donde entra en juego la obra la relación del discurso y el in-
bre prisionero que se dirige a la bra importancia la necesidad de de William Ospina El país de la dividuo, en este caso no puede
muerte vista como un enemigo una buena interpretación en un canela pues será nuestro objeto de descifrar la lógica del sujeto, de
irreconciliable. En tanto que la mundo polifónico. interpretación. modo tal, que se puede observar

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en la obra de Ospina personajes obra de Ospina no puede con- lenguaje del otro en el sentido fantasmagórica en la atmosfera
impredecibles. cebir una idea unificadora sobre que el español vio en el indio de lo desconocido. Lo nuevo
En El País de la canela, pode- el carácter ético de sus acciones, una comunicación totalmente increpado por un pasado, que
mos seguir vestigios, de una pro- de este modo, la idea del reco- desconocida: en las circunstancias descritas
puesta que busca humanizar los nocimiento reciproco no es po- en El país de la canela sólo po-
“Estos indios vivían concentra-
acontecimientos de carácter his- sible de parte de los españoles. dían llevar al seguimiento obs-
dos en la abundancia de sus ár-
tórico, como ya hemos dicho, Por otro lado, la compren- boles y de sus animales, como si tinado de lo no real asimismo,
se refleja el peso del pasado que sión del mundo; con todas las les llenara el tiempo la relación esta ideología del pasado crea
impedía al colono comprender dificultades que esto conlleva, con savias y sales” (Ospina, una idea de marginalidad de la
la realidad del mundo al que muestra la determinación en el 2012, p, 181). historia presente en un sujeto
llagaba sujeto en su ser histórico, es así, que no pudo llegar por un lado
como en la rebelión de Pizarro En un momento la narración a su ideal de ser y por el otro al
“...solo cuando se convierte en se puede apreciar, como los in- de Ospina, se ubica en el mes- acto de comprender, lo cual no
relato el mundo al fin parece dividuos no cambiaron su for- tizaje a través de una concien- impidió que ese mundo lleno de
comprensible. Mientras lo va- cia de sí que explora el terreno preguntas e incertidumbre, fue-
ma de establecer el orden social,
mos viendo, los hechos son tan de la automarginación, de este se forzado a encajar en el habito
agobiantes y múltiples que no
si tenemos en cuenta, que los
colonos estaban muy lejos de la modo, el sujeto se envuelve en del español:
les encontramos pies ni cabeza”
mano de la justicia de su Rey, una realidad mediante la cual se
(Ospina, 2012, p, 101). “...todo presente es el desenlace
una revuelta no sería una mala busca la plena identificación, de
manera que se configura el des- de millones de historias y es el
Aquí podemos evidenciar la idea, o por lo menos la desobe- comienzo también de millares”
incapacidad de adaptación ante diencia; sin embargo, ninguna tierro de la historia o de la civi-
(Ospina, 2012, p, 339).
un mundo virgen, no porque rebelión llega a ninguna parte, lización.
fuera en sí virgen, sino porque es más, el que la intentara era Ospina refleja un mundo Ya analizada la obra de Ospi-
no era escenario hasta ese mo- tenido por loco, y se le acusa- en donde el hombre actúa con na notamos que su valor no ra-
mento de la civilización euro- ba de pretenderse Rey; en este una fe ciega en las tradiciones dica en la pretensión de definir
pea-española. sentido podemos ver como el e ideologías que estriban en su un relato como cierto, sino que
A partir de su llegada los pensamiento del español jamás pasado, la cual, le proporciona va más allá, pues al entender a
españoles a América, Ospina dejo de habitar los valores de su una sordera ante la voz omni- sus personajes podemos llegar
muestra en ellos unas acciones cultura. También, se muestra la presente de una nueva tierra, a ese punto de compresión del
que buscan la consolidación de no posibilidad de entender el constituyendo así una figura cual habla Gadamer, aquí no
un sujeto con una clara ideolo- importa la verdad, lo que im-
gía; sin embargo, este sujeto se porta es acceder a una realidad
ve avocado a una nueva realidad que entiendo, y me involucra,
que no resulto ser lo que traía pues, al momento de ser testigo
en mente el español “...bus- de la carga existencial de cada
cando esas riquezas fantásticas personaje puedo tomar concien-
todos terminamos convertidos cia de lo similares que estos son
en pobres fantasmas (Ospina, conmigo, esa es la verdad a la
2012, p, 49); en este sentido se que se accede cuando dejamos
define el carácter trágico de los que los relatos hablen a nuestro
personajes, pues buscaban lo oído, en El país de la canela sien-
que nunca encontrarían, ya que, do novela, una obra de ficción
el origen de sus certezas toma la y no de historia, permite apre-
forma de una ilusión. En este ciar de una mejor manera y más
orden de ideas tenemos una no constructiva las huellas del co-
comprensión, la cual, no es im- lonialismo en América, ya que,
pedimento para que el sujeto suscita una realidad que la his-
actué conforme a su visión del toria dejo en el olvido; el hom-
mundo, esta ausencia de signi- bre. El artista tiene un acceso
mayor que el del historiador al
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ficado llega incluso a cuestio-


nar el conocimiento del colono espíritu de una época, pues no
en tanto a su sociedad, pues, si
“Estos indios vivían concentrados en importa que se nos cuente un
por un lado no comprendía el la abundancia de sus árboles y de sus relato de un suceso real, impor-
nuevo mundo, por el otro, no ta poner en escena una historia
tenía una imagen clara de su
animales, como si les llenara el tiempo que aunque ficticia es capaz cap-
ideología europea, en términos la relación con savias y sales”. tar el espíritu humano.
de Habermas, el personaje de la
obra de Ospina carece de auto-
compresión hermenéutica, la Misael Barinas Espinel. Profe-
cual, implica la voluntad en la sional en Filosofía y Humanida-
des, Poeta, autor del Libro Hechos
orientación del sujeto, una vez
y Palabras. Licenciado en Filosofía
este se entiende y comprende de y Humanidades de la Universidad
dónde viene su comportamien- de La Salle.
to; no obstante, el sujeto en la

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PARTIENDO LA PANA

La corrida de toros como metáfora


estructurante del orden social
Joimer Edgar Robayo Rodríguez

La narrativa social inscrita en tiempo histórico determinado, con el fin de obtener mayores ré- te no solo en el público asistente,
la corrida de toros pero que como escenario de re- ditos, lo que en el fondo hemos como expresión manifiesta; lo está
presentación de lo social, implica podido ver como una práctica de de manera más marcada en todo
carácter más religioso, ligada al

L
una síntesis que aparece como fi- el entramado de reglas que rigen
a corrida de toros es como pensamiento mítico del hombre esta práctica social desde antes de
nalización de un ciclo temporal y
en la mayoría de las con- de sociedades preliterarias, que realizarse, en la selección de los
a su vez como el inicio de otro pe-
figuraciones sociales, un hacía sacrificios a sus dioses, a la animales y de los ejecutores, del
riodo social- temporal que tiene
acto o una serie de acciones so- manera de intercambio, con el mantenimiento de las tradiciones
que ver con las demás actividades
ciales que se pueden entender objetivo de recibir como retorno a través del vestuario, del desfile
de la vida cotidiana de las perso-
más precisamente en el contexto la prosperidad de sus cosechas y la que recuerda una parte del origen
nas en escenarios como el trabajo
en que se presentan, pero que de- cría sana de sus animales. cortesano de la fiesta y de la in-
o la escolaridad. Así mismo resul-
vienen de largas tradiciones que Estos homenajes o sacrificio clusión de elementos oriundos de
ta interesante por qué la corrida
no es posible analizar solamente posteriormente se encaminaron, tradiciones campesinas como los
de toros tiene lugar en periodos
con elementos socioculturales o bajo los preceptos del cristianis- picadores que se relaciona con la
de fiesta, celebración, fertilidad,
códigos modernos. La práctica de mo conforme a la figura de la corrida de los toros por parte de
abundancia e involucra la elec-
la corrida de toros encierra, como ofrenda en especie o dinerario a los señores feudales del siglo XVI,
ción de un sujeto de sacrificio, un
en su recinto, gran parte de la his- dios y de esta misma forma, la participación de la muchedumbre
ser vivo como parte importante
toria primero emocional y luego corrida de toros ha simbolizado como en el caso de la suerte de las
de su ejecución. Es posible decir
emocional-racional de algunos un ofrecimiento de la abundancia banderillas y finalmente la muleta
que se sacrifica parte de lo que se
grupos humanos occidentales y para que prospere la actividad de y la muerte del toro enmarca el
ha logrado, cosechado o criado,
occidentalizados, relacionados sus practicantes y por ello se llega dominio pleno del hombre sobre
ahorrado, como ofrenda para que
estos últimos más concretamen- al derroche de dinero, tiempo y la naturaleza en el ideario propio
haya más de esta abundancia en
te con lo que se denominó his- energías corporales para estar pre- de la modernidad descrito por
el periodo que sigue. Socialmen-
panoamérica. Esta característica sentes en esta actividad. En esta Francis Bacon.
te se entiende como invertir una
central implica obedecer a un or- narrativa, la sociedad está presen-
parte de las ganancias generadas En este texto social se ha con-
den espacio-temporal, entendien-
densado gran parte de los mo-
do que en las sociedades ibéricas
mentos clave que permitieron la
se presentaron diferencias de dis-
conformación de un ideario del
tinta índole que fueron forman-
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hombre de la Península Ibérica y


do los complejos gramaticales
luego se desplazó por las colonias
referidos al orden de presentación
a medida que también otras for-
de este ritual taurino; es decir,
mas simbólicas fueron cobrando
al tiempo social, no al absoluto-
asiento y se instalaron de mane-
ideal de ejecución práctica de es-
ra oficial; entonces, la corrida de
tos actos simbólicos, en los que
toros se convirtió en escenario
como dice Norbert Elías, encon-
por antonomasia de la exhibición
tramos hombres reales, realizando
de lo social en sus cercanías, dis-
actos reales, con consecuencias
tanciamientos y en su paridad y
igualmente identificables.
profundas desigualdades. Lo que
La acción simbólica implicada permite este pegamento social
en la corrida de toros hace refe- se recrea en la corrida de toros
rencia a la búsqueda de aspectos a través de la muchedumbre, en
que generaron identidad en un ¿Quién sino Picasso? René Girard se denomina la mí-

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mesis, el contagio; esta “copia” encontraban oportunidades de XVIII, cuando la fiesta que era to en la construcción de nuevas
del comportamiento de los otros figuración social en los encierros netamente pública se transformó plazas, las cuales se destacaron
es una de las claves para entender taurinos ya que los asistentes se en un encierro privado, adminis- en muchos casos por su adorno
algunas acciones humanas que se seleccionaban especialmente por trado de manera mixta entre las y gran estructura arquitectónica,
institucionalizan y se mantienen los costos que cada vez fueron municipalidades, alcaldías y por como por la inversión que tem-
en el tiempo; lo social surge en más honerosos y solo pudieron empresarios particulares, convir- porada tras temporada se hacía
este contexto como la expresión ser pagados por familias pudien- tiéndolo en un espectáculo de para poner en juego un espectá-
y el contenido de estas constan- tes y personas de altos ingresos masas, ubicado en una fracción culo que llevara a los aficionados
tes imitaciones, por lo tanto es un o capital económico acumulado. de élite pudiente y adinerada, en masa. Igualmente la obliga-
texto que se le presenta al sujeto Es clara la vinculación de perso- con escasa presencia de fracciones toria “alternativa” que tuvieron
en su aprendizaje vital y bajo tales nas adineradas a las corridas de medias de clase y prácticamente que tomar los toreros, les obligó
códigos le es posible también co- toros; esta práctica se ha realizado ninguna participación de las cla- a buscar su colocación en cuadri-
municarse con sus cercanos. entre élites económicas y empre- ses pobres. llas, con apoderados de prestigio
La presencia de la mímesis, sarios taurinos, lo cual ha sido la económico que promovieran sus
La corrida de toros se convir-
para el caso de la corrida de toros, constante desde finales del siglo nombres y pudieran ser incluidos
tió en una empresa pujante tan-
implica que las relaciones sociales en la programación o “carteles” de
se generan por necesidad y com- las corridas en las mejores tempo-
portan dependencia constante, e corrida de toros radas de Europa o América. Este
igualmente que se juzga social- escenario social fue también un
rafael alberti
mente de “correcto” cuando al- lugar privilegiado para las élites
guien realiza actos acordes con el De sombra, sol y muerte, volandera políticas, desde las antiguas mo-
canon social establecido. Así, fue- grana zumbando, el ruedo gira herido narquías, que se presentaban en
por un clarín de sangre azul torera. las plazas públicas con todo su
ra de este círculo social hispano-
americano, estas acciones puedan Abanicos de aplausos, en bandadas, cortejo disponible y aun en el
ser concebidas de manera nega- descienden, giradores, del tendido, periodo de dominio Borbón en
tiva, pero dentro del mismo re- la ronda a coronar de los espadas. España con la prohibición de uno
sultan plenamente válidos, como de sus monarcas, el registro de las
Se hace añicos el aire, y violento,
formas de conocer. El aprendizaje un mar por media luna gris mandado corridas de toros muestra que no
social allí inscrito es depositario prende fuego a un farol que apaga el viento. hubo interrupción de esta prácti-
de estas continuidades, en las que ca. Con posterioridad, la plaza de
¡Buen caballito de los toros, vuela, toros en su temporada de corridas
las formas instituidas de tales cos- sin más jinete de oro y plata, al prado
tumbres se denominan claramen- de tu gloria de azúcar y canela! contó siempre, por ejemplo en
te “tradiciones”, las cuales cons- el periodo neogranadino, con la
tituyen un aprendizaje de larga Cinco picas al monte, y cinco olas presencia asidua de funcionarios
sus lomos empinados convirtiendo reales o representantes de la bu-
duración en las comunidades hu- en verbena de sangre y banderolas.
manas y se reflejan en referentes rocracia local, que buscaban unir
clave como el uso común o culto Carrusel de claveles y mantillas sus intereses y alianzas con fines
de la lengua, el vestuario, el com- de luna macarena y sol, bebiendo, electorales o de ascenso en cargos
de naranja y limón, las banderillas. estatales.
portamiento espontáneo y la con-
tención, la formación del gusto y Blonda negra, partida por dos bandas, La representación de las cla-
el aplazamiento de las necesidades de amor injerto en oro la cintura, ses más populares en las corridas,
primarias en contextos sociales. presidenta del cielo y las barandas, cuando se conformó plenamente
La corrida de toros se constitu- rosa en el palco de la muerte aún viva, el toreo de a pie, tiene que ver jus-
yó en un escenario social muy libre y por fuera sanguinaria y dura, tamente con estos hombres que
elaborado, en el que la práctica pero de corza el corazón, cautiva. eran inicialmente ayudantes de
de las “buenas maneras”, a la vez los caballeros y quienes primero
que incluyó costumbres de hom-
Brindis, cristiana mora, a ti, volando,
cuervo mudo y sin ojos, la montera mataron toros como un encargo
bres campesinos; estaba también del áureo espada que en el sol lidiando de los toreadores del siglo XVII.
ligada, en su conformación a la El torero de a pie provino tradi-
exhibición de abundancia, pros- y en la sombra, vendido, de puntillas, cionalmente de familias muy hu-
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peridad y riqueza, propias de la


da su junco a la media luna fiera, mildes y de profesiones manuales;
y a la muerte su gracia, de rodillas.
sociedad cortesana centroeuropea entonces, acceder al mundo elitis-
de los siglos XVI al XVIII, antes Veloz, rayo de plata en campo de oro ta de las corridas de toros como
de este periodo las corridas eran nacido de la arena y suspendido, torero, significaba un triunfo, un
festejos espontáneos en pueblos y
por un estambre, de la gloria, al toro, ascenso social que ya en el siglo
plazas públicas. mar sangriento de picas coronado, XIX era comprendido como un
La narrativa social de prestigio en Dolorosa grana convertido, oficio muy deseado por jóvenes
que se ha manifestado en las co-
centrar el ruedo manda, traspasado. que quisieron entrar a las maes-
rridas de toros, tiene que ver con Feria de cascabel y percalina, tranzas como alumnos aplicados
el contacto social dentro de un muerta la media luna gladiadora, y en el deseo de hacer carrera y
círculo particular, “selecto”, que de limón y naranja, remolina fortuna como toreros consagrados
a partir del siglo XVIII, estuvo a su oficio. En la plaza de toros
de la muerte, girando, y los toreros, también se ha generado un inter-
conformado por las figuras repre- bajo una alegoría voladora
sentativas de la sociedad, quienes de palmas, abanicos y sombreros. juego o confrontación del poder;

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¿quien tiene el dominio de tal o seguridad de la razón y luego de


cual escenario de acción frente a este acto de embriaguez emocio-
los toreros, empresarios, la fiesta nal, puedan ser nuevamente “hu-
misma?, entonces, se trata de las manos civilizados”, la muerte del
luchas que se gestaban en la coti- toro, la “suerte suprema” es nece-
dianidad económica y política, las saria para devolver la “conscien-
cuales también han estado presen- cia” a quienes han logrado entrar
tes en el encuentro de la corrida en este trance emotivo-colectivo;
de toros; entonces, acompañando de lo contrario, la violencia se
el combate entre el hombre y el propagaría desde allí al infinito.
toro se daban otras gestas entre El combate con animales es
élites políticas y económicas por el puesto aquí como una práctica
poder local o nacional, compues- que el hombre moderno en mu-
tas por intrigas, arreglo de alianzas chos casos rechaza y hasta evita ha-
militares y demás. blar de ella, pero que en la historia
La corrida de toros fue confi- humana va emergiendo en algu-
gurando su propio escenario de nas comunidades, especialmente
representación colectiva, separán- cuando existe un relacionamiento
dose del templo cristiano, con el emotivo con otros seres humanos
que compartió la plaza pública en torno a una actividad grupal.
de los siglos XVI y XVII; poste- Esta práctica socializada ya se
riormente la construcción de es- había presentado desde la anti-
cenarios a la medida, con tempo- güedad en muchas regiones del
radas organizadas para no entrar mundo, por ejemplo en Grecia y
en choque con la asistencia de la “Suertes de una función de toros”, grabado de 1795. Roma, en África y Asia, lo que en
feligresía y una organización que algunos casos se sigue practicando
pasó del negocio cada vez más lu- y representa igualmente la puesta
crativo a la noción de empresa re- en escena de la violencia a través
conocida, registrada, con emplea- de un tercero, para no ejercer vio-
dos de siento, contratos para los lencia directa; es entonces un des-
toreros por las temporadas, marcó más, ya que sus cambios se dieron y una ampliación del sentido de plazamiento de este sentido de la
una nueva época y en los siglos en aspectos como el reglamento, las palabras, su explicación por lo violencia hacia los animales para
XIX y XX ha obtenido las mayo- disposiciones de empresa, dere- tanto tiene que ver con una teoría aparecer distante, como seres hu-
res ganancias económicas como chos económicos comprometi- de la sustitución. manos civilizados, respecto de es-
espectáculo de masas, e igual- dos y otros; pero lo que subyace Este primer nivel de sustitu- tas manifestaciones de violencia.
mente como escenario mediático. a estos aspectos aparentes, repre- ción se sucede al interior de la La relación de la corrida de toros
La corrida de toros se consolidó senta la mayor motivación de su corrida de toros como metáfora, con estas expresiones de violencia
como una práctica instituida por análisis histórico social y se trata en la relación entre lo semejante, es posible ubicarla, en un primer
las sociedades de influencia hispa- de confrontar la corrida de toros condición básica de la construc- momento, como manifestación
noamericana y se transformó de en su narrativa de dominación ción metafórica e igualmente esta de una práctica social y rituali-
un festejo, una práctica caballe- de la cultura sobre la naturaleza, metáfora implica movimiento y zada, en la que hay un orden, un
resca, en “La acción con arreglo a del hombre sobre lo animal y de en su sentido de la forma com- canon, pues no se trata de una
fines” definida por Max Weber y lo sagrado sobre lo profano. La porta un “ver cómo”, mientras si violencia desmedida de un “todos
a sus ejecutores; de caballeros en hipótesis que se puede formular nos atenemos al enunciado me- contra todos”, sino de una con-
búsqueda de reconocimientos y acerca de estos desplazamientos, tafórico, encontramos una forma dición de un “todos contra uno”,
prestigio por su valor y entrega, se propone aquí como una me- de describir la realidad, es decir que en este caso es el toro, es un
situando al actor de la corrida en táfora por sustitución, en la que un sentido hermenéutico a través fin colectivo.
el plano de un potencial produc- la narrativa de la corrida de toros de la sustitución. En el encuen- La escogencia del toro como
tor de riqueza, tal como en la vieja ha tenido lugar e importancia no tro de oposiciones binarias que víctima de sacrificio, tiene que
frase de Benjamín Franklin, “De
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precisamente porque tal práctica ocurre en la corrida de toros, hay ver, en este punto, no con un re-
los hombres se hace dinero”; por socializada sea lo que fija y garan- suspensión en el tiempo social, ya chazo o agresión al toro y como
lo tanto el hombre ejecutor de tiza institucionalidad, sino por- que el tiempo como imagen del consecuencia de ello se elige ma-
las corridas pasó de ser un actor que la narrativa más abarcante, la acontecimiento, del control del tarlo; muy al contrario, el toro es
central del festejo a una especie de que comporta el orden social, ha hombre sobre el mundo, se dilu- admirado por su fuerza física, su
profesional, con pago y posterior- involucrado también a la corrida ye y se deja devolver a lo remoto capacidad reproductiva, al punto
mente con contratos por tempo- de toros, a sus ejecutores y sus del ser humano, a sus pasiones de ser considerado un ser mítico,
radas. practicantes. Esta traslación del más escondidas, que tienen que adorado por su belleza y muy vin-
Desde una perspectiva social, significado ocurre porque el con- ver también con lo canibalístico, culado al carácter sexual humano,
las corridas de toros han conser- tenido de la narrativa, cuando se con el involucramiento emocio- a la pulsión erótica. Por lo tanto
vado, hasta los inicios del siglo presenta de una manera diferente, nal a la masa, en la búsqueda de la diferencia aquí radica en cultos
XXI, sus características como pero vinculado a un código com- las seguridades más primarias de a animales en los que se sacrifican
un producto cultural altamente partido inicial, es metaforizado; supervivencia; pero el mismo de- estos o no se sacrifican y lo que
elaborado, que en un momento la metáfora, como tal, está rela- sarrollo de la corrida hace que los marca esta elección en la corrida
histórico no evolucionó muchos cionada con un desplazamiento asistentes se puedan devolver a la de toros es el carácter dramático

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LAS CATORCE

que adquiere este encuentro so- también verdaderos, auténticos


cial; es decir, su alta emotividad El contagio emocional que conduce y por lo tanto encarnan altos
colectiva y la necesidad de expre- ideales de la humanidad, lo que
sión social puesta inicialmente a poner actores sociales y animales se constata en las expresiones de
en el conglomerado, luego en un en una situación dramática, deriva los taurinos al decir que el toro es
conjunto de actores y finalmente “noble”, “se humilla”, “ha hecho
en dos combatientes, de los cuales
de antiguas prácticas de sacrificio una verdadera faena”, “ha dado
uno es el ejecutor de lo que “desea en rituales arcaicos, en los que se lucimiento”. En este caso el toro
el colectivo”, pero ambos repre- es sacrificado y antes de ello se
sentan las posiciones sociales del
ofrendaba una víctima animal, ejerce un proceso de alistamien-
dominante y el dominado, pre- lo cual sustituía el elemento to, de lucimiento de lo humano,
sentes en la sociedad. para dominar la “bestia” y pos-
sacrificado, como en el caso de la teriormente como acto final se
El contagio emocional que
conduce a poner actores sociales y cosecha o la necesidad de apaciguar le mata; entre tanto, se presenta
animales en una situación dramá- la ira de los dioses sobre una un desarrollo estructurado como
un libreto teatral, en el que una
tica, deriva de antiguas prácticas
de sacrificio en rituales arcaicos, catástrofe natural de las partes siempre tendrá
en los que se ofrendaba una víc- y esta víctima también era devorada que hacer su papel, tal cual se
ha prescrito en el canon, la otra
tima animal, lo cual sustituía el
elemento sacrificado, como en el en la parte final del ritual. actuación será inesperada y de
caso de la cosecha o la necesidad lo que se trata es de llevar a este
de apaciguar la ira de los dioses otro agente activo a que siga la
sobre una catástrofe natural y esta rima, fluya dentro del texto de la
víctima también era devorada en corrida y permita una actuación
la parte final del ritual. Las emo- sencia de imágenes de la Virgen La relación entre lo divino y final dramática, acompañada por
ciones se canalizan por la vía de María, escapularios, medallas que la elección de la víctima de sa- el coro de espectadores que rati-
lo sagrado, es decir de un orden llevan los toreros e invocaciones a crificio está inmersa en la adora- fican el buen o mal desempeño.
que es superior a los hombres, través de oraciones previas y du- ción a la naturaleza y la elección
lo cual es patente aun en el siglo rante el festejo, dirigidas al dios de un ser noble, verdadero, que
XXI, pues la fiesta brava tiene judeocristiano católico, tanto en se asemeja a las víctimas de los Joimer Robayo. Psicólogo Magís-
una relación siempre presente de la preparación como en la ejecu- relatos bíblicos como en el caso ter en Sociología. Doctorando en
los símbolos; es el caso de la pre- ción de la faena. de Isaac; estos son considerados Sociología y Antropología.

Más de catorce ilusiones


Lenin Auris

U n día de 1947, en la Ho-


landa de posguerra, nace
el trote que suda prosa,
los pies que conducen poesía, las
Las pelotas se enamoran de El
Flaco con su primer toque, aman-
tes satisfechas de noventa minu-
tos. Debut y gol a los 17 años,
#16 periódicodelibros LECTURAS CRÍTICAS

jugadas que humillan a artistas el único tanto del equipo durante


visuales. Aunque su fútbol no es ese partido.
arte oficial es una creación para- Pocos imaginaron que este
lela, una construcción de talento frágil futbolista comandaría el
innato y persistencia en jugar con equipo renovador del deporte rey
balón y sin él. Su belleza destru- y su influencia ineludible. Viaja
ye y respeta a los héroes del pa- para alegrar las masas. No impor-
sado. Su elegancia modifica los tan los colores de Holanda, Ajax,
manuales del charm futbolístico. Barcelona, Levante, Los Ángeles,
Su efectividad hace olvidar la ca- Washington ni Feyernoord. Allí
miseta enemiga. No pagaban por interesa el ballet, la velocidad y
verlo sino por tratar de entender el gol sobre el verde. Los aficio-
y disfrutar la novedad. Improvisa- nados sonríen porque pueden
ciones en un mundo con pánico seguir situando al fútbol como
al fracaso. placebo frente a la vida cotidiana.

14
IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII

Comienza el juego: técnica, tácti- Uruguay, dos a cero contra Brasil


ca, pases, magia y placer. Un gol, y goleada a Argentina. Holan-
dos goles, tres goles, cero goles, da llega a la final con Alemania,
un gol en contra, nadie se preo- empieza el partido con cambio de
cupa, el nuevo estilo y el Holandés ritmo e ingreso al área de Cruyff
Volador permanecen en el campo. y penal, gol.
Pitazo final, alegría, pena o espe- Müller, el bombardero ale-
ranza para el próximo partido. mán, destruye la copa para la
El estadio vacío, la fiesta termi- Naranja Mecánica. Pasan cuatro
nó, comentarios eternos camino a años y otra oportunidad en Sur-
casa. Cuando Johan duerme si- américa, la dictadura y la FIFA
gue jugando en los la organiza. Luego, un secuestro
en casa. La familia del astro y en
Argentina desapariciones y muer-
tes le alejan de la revancha. ¿Irá al
mundial? No. La historia ya está
escrita, el legado es firme.

sueños de los hinchas y éstos se


lo agradecen. Triunfos holande-
ses, supremacía en las copas y es
elegido mejor jugador europeo. Rinus, Johan y el equipo ho-
Interés madrileño y catalán, de- landés cambiaron el mundo fut-
cide por la azulgrana sin dudarlo bolístico para siempre, todos son
y amenaza con largar el deporte obreros sin negar sus fortalezas y
si su deseo no es complacido. El debilidades, una manera de inte-
éxito y los fracasos no debilitan riorizar el fútbol para divertirse
su tenacidad para perseverar en con sensatez y sistematizar ese
lo que crea. Llama Jordi a su hijo juego de niños. Cruyff proclama
en un mundo holandés sin Jordis el disfrute del balón, la respon-
y con reticencia a inscribirlo con sabilidad social dentro y fuera
ese nombre, para no ceder en sus del campo, el amor por el juego
decisiones frente al esférico. Nun- ofensivo. Antes de despedirse de
ca se somete a los caprichos de las canchas hace una pared du-
los patrones de sus clubes, juega rante un penal y es gol, reafirma
donde quiere y se va cuando le da el fútbol como forma de vida.
la gana. Como técnico saca de sus cenizas
Representante de la Naranja al equipo catalán. Sofoca un mo-
Mecánica, socio de Rinus Mi- tín. Sienta las bases de los grandes
chels, el fundador del ·Fútbol equipos del Barcelona de los últi-
Total”, jugar al balón sin él y mos 20 años. Implanta su juego
ganarlo. Amalgama de talento y ofensivo y escribe su “filosofía”.
destrucción. Presionar y presio- No nos importa que fuera el
nar, los once defienden, los once único en negarse a utilizar la mar-
atacan. Y un catorce virtuoso para ca auspiciadora de su selección.
que la máquina sea imprevisible El tiempo pasa y las imágenes im-
#16 periódicodelibros LECTURAS CRÍTICAS

para no olvidar la libertad en el prescindibles perduran. Se libera


juego ni la burla al rival y para del jugador, del técnico, del fút-
recordar que este deporte profe- bol. Llega Johan Cruyff solo, son-
sional es solo placer infantil. Fút- ríe y se va. No lo alcanzaremos,
bol dominado por el dinero, con pero jamás sus ilusiones dejarán
jugadores estresados, con miedo a de ofrecer lo que significa ese nú-
meter la pata y fascinados por el mero catorce.
entorno y no por el juego, Johan
nos brinda minutos de esperan-
za, con desplazamiento hábil y Lenin Auris. Artista plástico pe-
ruano.Estudió la Maestría en Es-
seguro. Tres veces Balón de Oro
crituras creativas de la Universidad
le dan valor oficial. No obstante, Nacional de Colombia. Su novela
el pueblo lo corona cada tarde, Autorretrete fue publicada en
incluso en los malos días. Es el 2012. Es técnico de fútbol y tiene
mejor jugador del 74, despidió a un poco de arbitro en la sangre.

15
IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
POESÍA CASA SILVA

cees nooteboom
ha visto en la calle a la mujer y “sin”, se dijo en voz baja. “Sin,
se ha ido con ella. Escalones, una sin”, y al hacerlo dibujaba el gran
casa humillada. La Mujer es joven, ala de las montañas que lo rodea-
el desierto es su origen. Los dos ban. ¿Sabría alguien algún día lo
son extraños en la ciudad, lo que que se escondía en ellas? La huella
los une es el exilio, la exclusión. El del ciervo, la tela de araña, la mú-
deseo es solo el pretexto. Lo de- sica del tejer, la tensa cuerda que
más sigue allí, un rumor entre dos canta cada vez más alto al morir la
seres. Ella se arrodilla en la cama víctima, el lento envolver de alas
de forma que él no puede verle la transparentes, como si las venda-
cara, y extiende el brazo hacia la ran para que sanasen. La muerte
apertura violácea en la que él ha de como tierna envoltura, la corna-
desaparecer. Apenas hablan, y no menta al pie del árbol, el rocío en
en sus propias lenguas. Mujer sur- la tela que aprisiona un esquele-
gida de un paisaje de arena, que to. No más mugidos de celo, no
sabe contener la sed, conviertes al más mordiscos de la comadreja,
extranjero en perro o en muerto, no más presas. El cadáver vacia-
guardas para ti tu rostro y estás do, privado de su vuelo, los plu-
ciega al suyo. De todas las formas majes descoloridos abandonados
del amor, aquel entre desconoci- en la hierba, desterrados del alto
dos es el más enigmático y el más frío donde uno vivió brevemente,
conveniente. Se restituyen mutua- donde muere largamente.
mente a la ciudad en la que han de
desaparecer.
#16 periódicodelibros LECTURAS CRÍTICAS

Trad.
Fernando García de La Banda

Poemas del libro Autorretrato de otro, publicado en esta


#Filbo2016 por la Casa de Poesía Silva.

Cees Nooteboom (La Haya, 1933). Escritor y traductor de poesía española, catalana, francesa, alemana y de teatro
americano; autor de novelas, poesía, ensayos y libros de viaje. Su obra ha sido traducida a más de veinte idiomas. Ha
obtenido, entre otros reconocimientos, el Premio Europeo Aristeon de Literatura (1993) por La historia siguiente, el
Premio Bordewijk (1981), el Premio Pegasus de Literatura (1982), la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de
Madrid (2003), el Premio Europeo de Poesía (2008), el Premio de Literatura Neerlandesa (2009) y el mayor premio
que se concede en la literatura de viajes, el Premio Chatwin (2010). Caballero de la Legión de Honor (Francia) y
Doctor Honoris Causa por la Freie Universität de Berlín. Vive entre Holanda, España y Alemania.

16
IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
FEMINA SUITE

Señor,
haz que no goce
Lilit Lobos

Asistía a los cursos de prepara- “Sus oficios eran múltiples e


ción matrimonial, para apren- indispensables. Sin ellas los
der que a la hora del encuen- soldados se hubieran muerto
tro marital, debía cerrar los de hambre, de mugre, de so-
ojos y rogar: «Señor, haz que ledad. Siempre alborotando,
no goce». siempre gritando, cargaban
en las cabezas la ánforas de
agua, las maletas y los tasajos

S
La isla de la pasión de carne.”
Laura Restrepo
Y me recuerdan, a Gertrudis
Editorial Alfaguara
iempre es un cliché ha- de Como agua para chocolate, a
blar de pasión, aún más Bogotá, 2005 las skjaldmös de la literatura nór-
en las novelas escritas por 358 págs. dica y la Rosario de Jorge Franco,
mujeres, o eso pensaría un lector las mujeres siempre hemos hecho
poco recorrido en este tipo de es- parte de la guerra, y no siempre
critura. No es del todo su culpa, como víctimas indefensas.
las mujeres no son promociona- Su estadía en la isla les qui-
das de la misma manera que los mentos, testimonios, persona- taría su rango de soldaderas, pero
escritores hombres. La última vez jes, personas vivas y muertas las convertiría en otro tipo de
que constaté esta afirmación fue que aparecen en este relato mujeres, tal vez más dueñas de
hace una semana: en una librería son reales. los detalles meno- sí mismas, ya no como acompa-
famosa de la ciudad de Bogotá res también lo son, a veces.” ñantes en la guerra de los hom-
conté los libros expuestos, por lón perdido en medio del mar y bres, sino como combatientes de
cada veinte autores, uno era mu- Es así como nos sumerge en para colmo, estalla una guerra ci- su propia batalla contra la isla,
jer. un limbo entre la realidad y lo vil que los deja aislados del resto apasionadas por su propia sobre-
La pasión que habita esta no- ficcional, habiendo usado como del mundo. vivencia y la de sus hijos.
vela es multiforme, dista mucho base el uso de entrevistas a los Con la familia Arnaud y los Los personajes son todos
de la típica novela romántica. descendientes de los protago- soldados, viajan también las sol- abrazados por la pasión de la isla,
Laura Restrepo, escritora colom- nistas, complementando con la daderas: una que quizás ya tenían dentro,
biana, es ante todo una novelista investigación de bibliografía his- pero es allí donde se intensifica,
e investigadora de campo. Como tórica, le adiciona su estilo na- “Eran las perras de la guerra. donde cobra la real dimensión de
suele ser su estilo, elabora novelas rrativo para constituir una trama Mitad heroínas y mitad putas, su naturaleza. La isla les abraza
#16 periódicodelibros LECTURAS CRÍTICAS

que emergen de esa zona entre lo que puede ser disfrutada desde marchaban detrás de la tropa de distintas maneras, en el matri-
real y lo imaginado, una simbio- diferentes enfoques. siguiendo a sus juanes. Ellos a monio Arnaud se manifiesta en
sis que no permite delimitar el La novela se contextualiza en caballo, ellas a pie.” las discusiones conyugales:
final de la una y el comienzo de México al inicio del siglo veinte,
la otra. La realidad retratada con la historia de amor entre Arnaud Las eternas acompañantes de “Así quedaba roto el equi-
la belleza de su narrativa, invita y Alicia, es la excusa, pero va mu- soldados, participan de la gue- librio perfecto anterior a la
a sumergirnos en hechos históri- cho más allá. El recién nombra- rra más allá de la condición de discusión, hecho pedazos y
cos, políticos y sociales desde la do gobernador Arnaud sale en mujeres víctimas en la que suele regado por el piso su amor
comodidad de lo que considera- compañía de su esposa y once retratárseles siempre. eterno, destruidas sus vidas
mos ficción, le concebimos como soldados, a ejercer su cargo en la Me detengo un poco para y llevadas por la desventura.
parte de la fantasía, a pesar de su Isla de Clipperton. Lo que en un enfatizar en ellas como elemento Alicia corría a su dormitorio
advertencia al inicio del libro: comienzo fue un golpe de suer- principal y de interés en la obra, a ahogarse en llanto y Ra-
te para esta familia, se trastoca un reconocimiento a esas mujeres món se encerraba en su ofi-
“Los hechos históricos, luga- cuando al llegar a la isla se dan que fueron imprescindibles en el cina. Cuando se cansaban de
res, nombres, fechas, docu- cuenta que no es más que un ato- contexto de la guerra mexicana: rumiar el despecho y de azo-

17
IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII

Laura Restrepo.

tarse con los celos, cuando el Las mujeres son el elemento de La isla misma está consumida
odio bajaba como la espuma por la pasión del mar, rodeándo-
de una leche hervida que se principal interés en la obra, mujeres la, tocándola a penas en sus bor-
retira del fuego, buscaban al- que fueron imprescindibles en el des exteriores, hasta llegar a des-
guna disculpa de encontrarse quiciarse en forma de huracán,
de nuevo” (101). contexto de la guerra mexicana que destrozándola para penetrarla,

Abraza con igual arremetida a


me recuerdan a la Gertrudis de Como para metérsela dentro de sí mis-
mo, llevándose por delante los
los hombres, como a Ramón, en agua para chocolate, a las skjaldmös humanos que la habitan. Arro-
quien se manifiesta de forma pa- de la literatura nórdica y la Rosario jémonos pues a las hojas de esta
triótica, le arrebata de tal manera novela, tal vez a nosotros también
que enceguece su juicio ante el de Jorge Franco, las mujeres que son nos arrebate con la pasión mecida
abandono por parte de su patria. parte de la guerra, y no siempre como entre sus arenas y el mar.
A Fernando Magallanes, quien
fue el primero en nombrarla así víctimas indefensas.
“por los muchos sufrimientos Lilit Lobos. Escritora y gestora
social, colaboradora del periódico
y enfermedades que padeció su
Tinta Tres de Medellín. Hace parte
tripulación cuando le pasó cer- del equipo de comunicaciones de La
ca” (281) incluso fortifica la vi- legión del afecto. Puede leérsele en
llanía de Victorino Álvarez, la su blog La Madriguera [http://lilit-
personificación del mal humano lobos.blogspot.com.co/].
#16 periódicodelibros LECTURAS CRÍTICAS

en la isla.

El Centro de Estudios Nueva Gaceta es una fundación cuyo objeto principal


es realizar y difundir investigaciones sobre asuntos económicos, políticos,
sociales y culturales que atañen al desarrollo nacional y al desarrollo
económico, científico y cultural de Colombia.
www.nuevagaceta.co
Sede administrativa Nueva Gaceta: Calle 37 No. 28A-08.
Bogotá, Colombia.
(57-1) 2818458 / 2818397 (57) 3208270588.
nuevagacetanet@gmail.com

18
IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
EL QUE SE FUE

Sentir el tiempo
Angélica Hoyos Guzmán

Tierra quemada

E
l síntoma de la época en Óscar Collazos
Colombia, la pulsión del Random House Mondadori
momento, la estructura Bogotá, 2014
del sentimiento diría Williams1, 225 págs.
se teje de los discursos y los re-
ferentes socioculturales y de las
producciones literarias, pero transformaciones que sufren las entrañables, Arcesio y Dolores. El
sobre todo del entramado de tres a lo largo de un recorrido que primero un hombre lisiado, quien
afectos que circulan en nuestros al parecer pueden ser tres meses, perdió sus piernas en un campo
tiempos. Esta, la última novela vamos conociendo a los otros de minas quiebrapatas, la segunda
de Óscar Collazos, es una obra personajes. Principalmente al na- su mujer, una anciana ciega, pero
rrador de esta historia, cuyo papel que con la memoria va ubicando
que merece ser leída en clave de
hay que resaltar, pues a través de los lugares y con esto a los cami-
las emociones, no sólo por el
breves incursiones de la primera nantes en ellos. Tres personajes
triste infortunio de ser la últi-
persona, se rompe la estructura defectuosos, marginales, junto
ma novela publicada por su au-
de la tercera, con la que comienza con otros que van llegando, to-
tor antes de morir, sino porque
la novela, y se arma una estrategia dos con anormalidades, se cuidan
con la construcción narrativa En este sentido, Tierra Que-
de verosimilitud donde se nos su- entre ellos, se preocupan por el
que nos propone, la sensoriali- mada, va de la sobrevivencia al
giere que la historia ha sido con- bienestar, se ayudan, se familiari-
dad que emerge en las palabras, exterminio, a lo que desde Walter
tada después de la sobrevivencia zan, se solidarizan. La memoria es
el autor, literalmente, nos hace Benjamin podríamos identificar
de Martín Alonso, un periodista un recurrente en la definición de
sentir el tiempo. Pero no cual- como “estado de excepción per-
que cae por error en la caravana estos dos personajes, por ejemplo
quier tiempo, sino aquel donde manente”3, la condición de las
de desplazados. sobre dolores nos dice el narrador
la esperanza es el fin de la guerra, violencias en Colombia ha deter-
que siempre habla de sus historias
donde la violencia marca, y otro minado una forma de conviven- El ritmo de la novela es un
de juventud:
nuevo acecho vuelve a dejar su cia con los períodos de violencia, cansancio constante, permanen-
huella sin que el anterior se haya incluso habla Daniel Pécaut4 de temente te desplazas con la cara- “Había huido despavorida de
superado. En los intermedios, una banalización de ésta a causa vana en los nueve capítulos que aquel infierno de despilfarro y
entre un acto violento a otro, de que en los últimos tiempos, la conforman, en los primeros venganzas sangrientas, dejando
surgen los afectos, la vida. se hace la guerra sin ideales, y sin cinco los personajes caminan a la detrás de ella las huellas de algún
aparentes implicaciones políticas. intemperie, luego hacia el capítu- amor pasajero y olvidado. No lo
En pleno segundo decenio
Así lo vemos en la conformación lo seis los trescientos caminantes, hacía para producirle celos. Lo
del siglo XXI en Colombia, esta hacía para que la memoria no
novela, propone la síntesis del del éxodo, los personajes se van según nos dice uno de los perso-
najes que son sus cálculos, suben extraviara los sucesos de su vida y
problema de la violencia, de la encontrando en la caravana, cada
él conociera el pasado de la mu-
sucesión cíclica de la guerra en el uno con su huida de la violencia, a once camiones que los trans-
jer que vivía a su lado. (…)Arce-
cada uno dejando sus muertos, portan para llevarlos a una mina
#16 periódicodelibros LECTURAS CRÍTICAS

país, pero también de la memo- sio se había resignado a soportar


ria y los afectos que devienen de cuenta su historia de pérdidas. abandonada donde se desencade- esos recuerdos, incluso aquellos
ella y conforman el recuerdo. de De este modo, tres frágiles na una masacre nefasta de la que que ella confundía como si fue-
este modo la novela no sólo refle- mujeres, Elena, Elvira y Julieta, alcanzan a huir Elena y Julieta, ran episodios vividos por ambos
ja una melancolía como algunos la hija de Elena, una bebita de y por supuesto el narrador. Pero en épocas en las aún no se cono-
un año, se hacen parte de una volvamos a los personajes. Elvira cían.” (Collazos, 191-192)
estudiosos argumentan sobre la
narrativa de finales del siglo XX comunidad que poco a poco su- muere también, muere con ella la
bipolaridad, es decir el simbolis- Emerge entre los personajes
y comienzos del XXI en Colom- pera el cautiverio móvil y que de-
mo de estar enfermo en una gue- una especie de concordia, según
bia2, sino que se encuentran en termina sus propios mecanismos
rra, estar al margen también, una lo define Spinoza, que
ella distintos tipos de afección, de comunicación y de defensa.
Se desdibuja la condición de sus adolescente marcada por la locu-
de emociones de los personajes “tiene que ver con la justicia, la
subjetividades, pasan de ser, ma- ra, pero también por la inocencia,
que afectan también al lector, y equidad y la honestidad. Pues los
dre, hija, prima a ser refugiadas, por la orfandad.
de disoluciones temporales que a hombres, aparte de la injusticia
través de la memoria ficcionan la confundiéndose con prisioneras Elvira entabla un gran lazo y la iniquidad, también soportan
supervivencia ante los traumas. de la caravana. Y en medio de las afectivo con otros dos personajes mal lo que se tiene por deshon-

19
IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII

Óscar Collazos. Foto: El Espectador.

roso, o que alguien rechace lo


que es costumbre establecida en En pleno segundo decenio del siglo sobre ese personaje que es la tie-
rra, los muchos significados que
el Estado.”5 XXI en Colombia, esta novela, propone adquiere en todo el recorrido que
Este lazo de unión entre ellos la síntesis del problema de la violencia, hacemos con los personajes. Que
como dijimos, están desde el co-
subvierte el orden impuesto por
otros, quienes al principio son
de la sucesión cíclica de la guerra en mienzo cansados, marcados, en
los que controlan el grupo, La el país, pero también de la memoria trauma, en estado anómalo, fuera
de todo bienestar y que constan-
Empresa )una alegoría que linda y los afectos que devienen de ella y temente están buscando salidas a
entre las fuerzas militares estatales
y paramilitares). Estos militares conforman el recuerdo. su precariedad. La tierra enton-
ces, los paisajes, de lo corroído, de
atacan a los insurgentes, preten-
tes dirigen la caravana, la lucha teatreros que se hacen pasar por la ruina, incluso en los momentos
den salvar a los civiles, llevar a
de poderes entre ellos, crea una viejos, por harapientos sucios para donde son paisajes frutales fron-
los caminantes a un lugar que ni
rivalidad, se muestran las jerar- que no los molesten los soldados, dosos, la sospecha de que sean
ellos mismos saben, pero tienen
quías de poder, y también se de- van disfrazados cantando poemas campos envenenados por insur-
órdenes y las siguen, caminan
debajo de helicópteros que cons- rrumban. La barbarie acecha el de Lorca, como lo dice el mismo gentes deja por fuera cualquier
tantemente les abastecen de lo es- camino y los caminantes son tra- narrador en una nota al pie. Solo sosiego o posibilidad de nutrirse
tricto y necesario. Esa concordia tados como animales, la pérdida la mujer sobrevive y se hace cargo de la tierra, tan siquiera de apre-
#16 periódicodelibros LECTURAS CRÍTICAS

los alcanza, hacia el final cuando de derechos, las condiciones del de Cesario el hijo de otra indíge- ciar la belleza. Por el contrario,
caminantes y soldados, a pesar de exterminio, la vita nuda de la que na que muere, los lazos familiares los caminantes poco a poco van
que en la historia han cometido habla Agamben6, es la condición se recrean a pesar de la biología, notando como se les saca de la se-
todo tipo de vejaciones contra los permanente de los caminantes, terminan unos siendo familia de rranía, se les impide el acceso a la
caminantes a lo largo del tiempo y es lo que iguala tanto a civiles otros que han perdido su familia, ciudad, y se les lleva a la aridez de
del camino, se han hecho odiar, y como a uniformados, es la que los cada cual pierde a alguien y los las minas a cielo abierto, las que
el odio es lo que ha mantenido el lleva a un final donde desde arri- sobrevivientes no sólo sobrevi- ejercen contaminación sobre los
sentido de la vida de quienes no ba los helicópteros tiran a matar, ven por la casualidad sino por esa lugares.
se conforman, como Elena, quien a no dejar huella de la memoria, concordia que mantiene encendi-
“No se explica aún por qué esta-
todo quería menos reflejarse en a acabar con toda vida, con todo do el ánimo, el sentimiento aquí
ban atravesando este pueblo para
el espejo de los indiferentes, o los testimonio, a la desaparición co- es la vitalidad frente al camino
seguir la ruta hacia el norte si
sonámbulos, como ella misma los lectiva en el ejercicio de la tana- corroído e infame que han tenido podían haber tomado el atajo de
llama. topolítica. que experimentar los personajes. una vieja carretera que él recorda-
Todo es causa de sospecha Otros personajes simbólicos Ahora bien, dediquemos una ba y a la que desembocarían una
para los militares, tres comandan- hay que destacar, los artistas, los parte de esta breve reseña a hablar vez hubieran atravesado aquel en-

20
IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII

redo de calles”(…) Había querido minos, como nos quedó solo el


inventar sus recuerdos. Esos pue- hollín sobre los cuerpos. Sentir
blos se parecían mucho. Ocurría también que el otro es una vida
a veces: uno creía haber estado en de esas que valen menos, como
el lugar que jamás había visitado.
la de uno mismo. la condición
Esos pueblos acaban pareciéndo-
se.” (Collazos, 49)
igualitaria de la precariedad,
como dice la misma Buttler.
Es necesario entonces aludir La novela nos muestra pre-
a lo que Deleuze llama mapas cisamente, que la memoria en
de intensidad afectiva7, que es en Colombia, se hace, mientras
parte lo que expone Dolores, en se sigue en medio de la guerra,
medio de su ceguera no puede ver porque no ha quedado un tiem-
el camino pero lo reconoce por po para la reparación, a pesar de
un olor, por un sonido, como los los pactos o momentos de paz,
niños, el mapa se ha trazado por- Ana Ochoa11 habla por ejemplo
que conoce como la palma de la del momento de La Constitu-
mano la zona. El narrador memo- ción del 91 como un momen-
riza el mapa, por concejo de Ar- to de Paz y de las relaciones de
cesio, para que no lo descubran, la cultura con la paz en medio
esta memoria sirve para que noso- de la guerra. Antes también,
tros nos ubiquemos, tanto la me- la constitución del Frente Na-
moria afectiva como la racional cional, auguró otro momento
que ejerce el personaje de Martín de paz, el resultado ha sido en
Alonso, pero es una memoria, un cambio una guerra infinita que
mapa que también nos interpela, es criticada no solo por los es-
cada paraje que se describe, pode- tudiosos sino desde la novela de
Poema de Mario Rivero. Intervenciones poéticas en Chapinero, Bogotá,. Collazos, cuando el narrador
mos ver referencias y alusiones a
la geografía colombiana, incluso nos cuenta:
en el recuerdo de las masacres que
se recuerdan en la novela, algunas
La tierra quemada se vuelve aquella “Hacía ya algunos años que los
ya han marcado la historia. sobre la que luego se siembra, es decir, insurgentes no tenían el propó-
sito de ganar la guerra sino de
La tierra quemada se vuel- sobre la que se recuerda, la tierra probarse que eran capaces de
ve aquella sobre la que luego se prolongarla al infinito mostrán-
siembra, es decir, sobre la que se quemada es el hollín que el viento dose fuertes, dando a entender
recuerda, la tierra quemada es el deja sobre los cadáveres después del que sus bajas eran de inmediato
suplidas por nuevos combatien-
hollín que el viento deja sobre los
cadáveres después del exterminio, exterminio, es también el viento que tes. Desconfiaban por instinto
de quienes les habían ofrecido
es también el viento que deja el deja el progreso en el campo, donde la entrega de las armas.” (Colla-
progreso en el campo, donde la
guerra se repite ciclo a ciclo, y es la guerra se repite ciclo a ciclo, y es zos, 174)
también el capital que se batalla, también el capital que se batalla. El narrador prometió a los
pues lo económico, las minas, caminantes que si salían de allí
las plantaciones, está a la par de
tendría que escribir una crónica
la precariedad de los caminantes, lo que Martín Alonso, personaje hasta ahora no conocemos pero sobre una caravana de extermi-
estas vidas que parecieran valer de la novela, reconoce como la que sí pretenden algunos que
nio, pero para ello necesitaba
menos, por estar por fuera del arqueología de la miseria. Dice definen el posconflicto desde ese
también Nelly Richard9, so- también escribir una historia
acceso a la civilidad, con la impo- punto de vista, como el fin de-
bre los procesos de transición a de amor, profunda, sin ser ja-
sibilidad de ir a la ciudad, son vi- finitivo de la guerra. Hablo del
la democracia en Chile, que es más la historia de dos personas
das con memorias, que resisten a otro sentido del posconflicto, el
que se tocaron los cuerpos, sino
#16 periódicodelibros LECTURAS CRÍTICAS

olvidar los sucesos y se reinventan necesaria la memoria frente al del proceso continuado de cam-
el tiempo, y la manera de medir- olvido impuesto. Pensando en más bien de dos personas que se
bio no sólo de la terminación de
lo, con el único fin de mantenerse los tiempos de la guerra, en esa apoyaron emocionalmente para
la guerra sino de la restitución
vivos. necesidad recurrente de contar el sobrevivir, esta sensación de que
de lo simbólico10, de los duelos
tiempo que llevamos caminando personales necesarios, como el alguien cuenta el testimonio, de
Judith Buttler8 habla sobre la
en ella los colombianos se hace de Elena, cuando han asesinado narrar la crónica con un tiempo
necesidad de hacer un duelo co-
necesario hacernos esta pregunta a su prima Elvira, pasado el trau- abrupto, nos hace también sen-
lectivo, y la melancolía que aca-
¿Cómo sobrevivimos al tiempo? ma llora por un momento, Mar- tir que con el peso de los pasos
rrea la no superación del trauma
y la respuesta nos la da precisa- tin Alonso le dice a los demás de los caminantes, con su trans-
desde el sicoanálisis, ella habla de
mente Tierra Quemada, con lo que la dejen llorar. Es necesario formación, en las guerras de Co-
la intersubjetividad del dolor, es
que hemos expuesto hasta aquí, llorar, es necesario contar los lombia, nos hemos envejecido y
precisamente este lazo del trau-
ma que une a estas personas más sobrevivimos sintiendo. días, es necesario sentir que otro ya hemos olvidado contar los
allá de sus propias necesidades y No hablamos aquí del sentir tiempo epifánico fue mejor y días para poder darle fin, pues
dolores individuales y lo que en eufórico y sosegado de la risa y que algo quebró el paraíso, con- en este cansancio: “Llevamos el
últimas, les permite sobrevivir, en la prolongación de una paz que tar cómo lo perdimos en los ca- tiempo que sentimos encima”

21
IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
apague y vámonos

Referencias
La parte inventada de
Williams, R. (1980). Marxismo
Rodrigo Fresán
1

y literatura, Península, Barcelo-


na.
2
Jaramillo, A. (2007). Nación y
melancolía. Literaturas de la vio-
lencia en Colombia, 1995-2005.
ARBOR Ciencia, Pensamiento
y Cultura CLXXXIII 724 mar-
zo-abril (2007) 319-330 ISSN:
Andrés Gómez Morales
0210-1963

H
3
Benjamin, Walter. Tesis sobre
la historia y otros fragmentos. ay un antes y un des- cluida por la ficción. Su novela En su más reciente novela La
México: Editorial Ítaca, 2008 pués de Borges, un Esperanto (1995), por ejemplo, parte inventada (2014), Fresán
(1939-1940) momento que fijó la plantea un modo de escritura devela las costuras de sus novelas,
4
Pécaut, Daniel. «Reflexiones forma de la eternidad en donde que elude el modelo histórico, los procedimientos creativos que
sobre la violencia en Colom- la literatura se piensa a sí mis- preocupándose más del tema del envuelven su prosa, recordándo-
bia.» En Violencia, guerra y paz ma para convertir la realidad en aislamiento del individuo, de la le al lector la incertidumbre del
una mirada desde las Ciencias parodia o en paradoja de algo imposibilidad de relacionarse escritor frente al acto creativo, el
Humanas., de Darío Henao inasible. La escritura aquí se in- con su entorno. sentido de la escritura desde el
Restrepo, Victor Mario Estrada venta más allá de las categorías registro autobiográfico:
Fresán evoca en Esperanto
y Ángelo Papagini. Cali: Uni-
de la ficción y la no-ficción. Hay la atmósfera de introspección
versidad del Valle, 2001. “La obra es memoria y la me-
un después de Borges que retor- y alienación propia de la nove-
5
Spinoza, B. Ética demostrada se- moria no puede sino ser aquello
na a su influjo y quiere escapar la del siglo XX, la que ilustra la
gún el orden geométrico. Madrid: que los religiosos llaman alma.
Editora Nacional-Ediciones de sus artificios. Allí se ubican reacción contra las presiones de Pero es algo que no asciende a
Orbis, 1980. una generación de escritores que la sociedad burguesa, la figura los cielos sino que se pudre en la
6
Agamben, Giorgio. Estado de después de Cortázar aspiran al victoriana de la familia con su tierra; aunque puede regrabarse
exepción. Homo sacer II,I. Bue- realismo para darle un lugar a las autoridad sexual y económica. sobre las memorias de los que
nos Aires: Adriana Hidalgo voces que le dan el color local a Incluso, se intenta plasmar el vendrán. En un orden ideal de
Editora, 2005. las ciudades a partir del registro optimismo contemporáneo por las cosas, en un mundo tanto
7
Deleuze, Gilles, y Claire Par- de la actualidad. la iconografía del producto de mejor que el nuestro, todos de-
net. Diálogos. París: Pre-textos, Pliglia escribe Respiración masas, la ingenuidad, el gozo berían estar obligados a escribir
1977 un diario o una memoir o una
artificial; Fogwill, Vivir afuera, libre de culpa de todas las posi-
8
Butler, J. (2010). Marcos de autobiografía o, al menos, un
como si se tratara de un contra- bilidades de la mente. Con este
guerra. Las vidas lloradas. Edi- journal de impresiones sueltas.
punto donde Buenos Aires es fin ha optado por un tipo de na- Así, en ese mundo tanto mejor
torial Paidós Mexicana S.A.
una ciudad que no se parece al rrativa relativamente urbana que y en ese orden ideal, todos no
9
Richard, N. «Políticas de la me-
“tamaño de la esperanza” ni al incorpora en su discurso las poé- solo sabríamos escribir. Además,
moria y técnicas de olvido.» En
Cultura, política y modernidad., “idioma de los argentinos” de ticas del rock, la lógica de mer- seríamos buenos escritores lúci-
de Luz Gabriela Arango, Ga- Borges. El texto literario juega cado como parte constitutiva de dos ante nuestra propia historia
briel Restrepo y Jaime Eduardo aquí con determinadas la producción cultural. y —revisándola día a día, pasan-
Jaramillo. Bogotá: Universidad tendencias artísticas do en limpio lo bueno y
Nacional de Colombia, Fa- poco transitadas del lo malo— aprenderíamos
cultad de Ciencias Humanas, a cómo mejorarla y corre-
campo cultural, en un
1998. girla antes de llegar al final,
esfuerzo de no reciclar antes de que sea demasia-
11
Cárdenas, Rivera Miguel. La el canon estético ni re- do tarde. Seríamos mejores
construcción del posconflicto en escribir su sintaxis. personas y por lo tanto
Colombia, enfoques desde la plu-
Los planteamientos mejores personajes”.
ralidad. Bogotá: Fondo Edito-
de Pigglia o Fogwill
rial CEREC, 2003.
#16 periódicodelibros LECTURAS CRÍTICAS

desembocan en un tipo El registro autobio-


12
Ochoa Gautier, Ana Maria. gráfico se va escribiendo
de escritura que aspi-
«Sobre el estado de excepción
ra a dar cuenta de una en la voz de un narrador
como cotidianidad: cultura y
posible estética de la omnisciente que recoge
violencia en Colombia.» En La
cultura en la crisis latinoameri- vida cotidiana. Puede diversos personajes don-
canas de A. Grimson, 17-42. notarse este procedi- de Fresán se confunde
Buenos Aires: Clacso, 2004 miento en Rodrigo Fre- con El Niño, El Escritor,
sán, en sus narraciones El Chico y la Chica que
que parecen ser lo que se tratan de inscribir en
vendrá en la literatura, una trama que es difusa
Angélica Hoyos Guzmán. Doc- condensando las cla- y discontinua como la
toranda en Literatura Latinoame- ves de una estética en vida misma. Hay una
ricana de la Facultad de Letras de un lenguaje donde la resistencia a meter la
la Universidad Andina Simón Bo- memoria histórica pa- historia en una caja para
lívar, Quito-Ecuador. rece ilusoriamente ex- darle un cuerpo al texto

22 Rodrigo Fresán.
IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII

que permita parodiar el tiempo intento sumergirme en esas dinámico de puntos de vista y se entronizan en una fotografía
y las tendencias de la literatura: grandes trilogías o cuartetos o de personajes sino que salta de de Gerald y Sara Murphy, per-
quintetos o sextetos o septetos lo ensayístico a lo narrativo sos- sonajes reales que inspiraron al
“Lo del irrealismo lógico pro- decimonónicos, lo que yo hago escritor Scott Fitzgerald para
teniendo un estilo que puede
pio como contracara del realis- es socavar ese falso realismo —
denominarse fresaniano. Puede escribir Tender is the night. Es
mo mágico de los demás: “Si el como el de esos cuadros cuyo
único objetivo es, en vano, ser darle voz aKurt Vonnegut como difícil desengancharse de este
irrealismo mágico es realismo
lo más parecido que se puede de a Aldox Huxley y luego lograr libro que va saltando por cada
con detalles irreales, entonces el
una fotografía—leyendo los vo- una identidad entre el perso- una de las obsesiones de Fresán,
irrealismo lógico es su gemelo
opuesto: irrealidad con deta- lúmenes fuera de orden. Así, pa- naje de Penelope con la Emile la ciencia ficción, Kubrick y
lles realistas…Aunque ¿habrá radójicamente, se muestran mu- Bronte de Cumbres borrascosas Pink Floyd, logrando que el lec-
algo más irreal que el llamado cho más verdaderos: como si en y yuxtaponer el libro con la can- tor se transite con la visión de
realismo? Estos cuentos y esas la vida uno conociese a alguien ción de Kate Bush Wuthering mundo de un escritor del siglo
novelas con tempo dramático a los cuarenta años y recién lue- Heights. XXI cuya misión es dibujar en
y un orden con acontecimien- go, con confianza nos contase la más de 500 páginas el lugar de
infancia; o que tiempo después La parte inventada de la his-
tos perfectamente calculados y donde surgen los libros.
administrados. Como Madame de la muerte de alguien nos cru- toria que se hace vida es mejor
Bovary. O el orden prolijo y el zásemos, como por casualidad, que la parte real, pero no pue-
tempo preciso de casi todas las con su primer amor. Así encan- de subsistir sin la tensión que Andrés Gómez. Bogotá, 1974.
novelas policiales. Pero la reali- tado de conocerte y encantado confunde lo leído con lo vivi- Estudió filosofía y literatura. Ma-
dad no es así. La realidad es in- de reconocerte”.” do, la trama enreda anécdotas gister en Escritura Creativa de la
disciplinada e imprevisible. La que parecen cuentos y ficciones Universidad Nacional de Colom-
realidad real es auténticamente El narrador difuso y fantas- que permiten que Fresán dibuje bia. Escribe desde las bibliotecas
irreal… De hecho cada vez que mal permite no solo el cambio una infancia donde sus padres públicas de Bogotá.

Ruega por nosotros dejan de estar revestidas por las es una relación tormentosa que
Alfonso Carvajal adecuaciones sociológicas y pasan dirige a los hombres con toda su
Ediciones B a ser un poco ácidas, reflejadas de carga existencial plagada de con-
200 páginas una manera cruda que procede tradicciones a vivir el no destino.
Bogotá, 2015 del hecho de contar la realidad La polifonía del relato permi-
sin escrúpulos. te acercarnos de una manera más

S
e trata de una novela que re- En este relato controversial natural a los personajes principa-
curre a una historia real para el autor logra sumergirse en un les que nos muestran esta histo-
permitirse narrar la vida de mundo que está supremamen- ria, de este modo, encontramos
seres enfrentados a la caída y a su te oculto, debido al estupor que el pasado que se hace latente en
propia naturaleza humana. Pode- puede generar dentro de su con- el tiempo presente de la historia,
mos ver cómo los ideales de una texto social, en este mundo. Es- el pasado de cierta manera llega
sociedad impiden la cercanía en- condido bajo llave se pone en es- a ser parte de un presente sórdi-
tre dos sacerdotesque se buscan, cena el amor entre dos hombres; do, en donde las acciones de los
al mismo tiempo, se nos aterriza sin embargo, esta relación genera individuos conforman el con-
sobre las relaciones humanas, que más incertidumbre que certeza, cepto trágico del absurdo.

Rómulo Bustos Aguirre


SER Y NO SER

Puedes tener dos valvas

Eso no te hace necesariamente un molusco


si las mantienes bien abiertas
#16 periódicodelibros LECTURAS CRÍTICAS

Nada hace mejor al alma


que estar oreada
que el afuera esté adentro
Así toda la extensión del ser será afuera,
espacio puro del adentro

Desde luego con un ojo bien despierto en cada valva Rómulo Bustos nació en Santa Catalina de Alejandría, pequeña po-
Tampoco se puede andar por ahí con blación del Caribe Colombiano, en 1954. Realizó Estudios de Dere-
las vísceras al aire cho y Ciencias Políticas en la Universidad de Cartagena y Literatura
Hispanoamericana en el Instituto Caro y Cuervo. Se ha desempeñado
Siendo, después de todo como Profesor de Literatura en la Facultad de Ciencias Humanas de
quiéraslo o no, un indefenso molusco
la Universidad de Cartagena.

23
P E R I ÓD I C O D E L I B R O S

Lecturas C r í t i c a s

El rey y el pueblo: La historia política hoy.


Cesar Miguel Rondón: El libro de la salsa.
Germán Espinosa, Antonio Samudio, Héctor Abad Faciolince,
Jorge Franco Ramos, Raúl Gómez Jattin,
Pemán-R, Luis Fayad, Carlos Arturo Truque, Ciro Guerra.
Año 2 - Número 2 - Abril - Junio de 2005 - ISSN: 1657-0650 - Periódico trimestral de distribución gratuita
Director: Carlos Andrés Almeyda Gómez Darío Ortiz Robledo (Ibague, Colombia, 1968). Uno de los
artistas contemporaneos más destacados a nivel internacional.
Editor: Juan Carlos Gonzalez Franco Autodidacta, expuso desde la edad de quince años su pintura
Coordinadores: ha sido expuesta en paises como Italia, japón, Estados Unidos,
Ciencias políticas: Hollman Lozano García
Francia, Austria, Suiza y México. Su obra se encuentra en im-
Antropología: Ariel José James
Poesía: Juan Manuel Roca portantes colecciones públicas y privadas como el Museo de
Literatura colombiana: Sebastián Pineda Arte Latinoamericano de Los Angeles, el Latinoamericano de
Literatura extranjera: Sophia Vazquez Ramón Miami, el Civico de Abano Terme de padova, Italia, el Museo
Artes plasticas y fotografía: Juan Carlos Gonzalez Franco de Antioquia y el Museo de arte contemporaneo de Bogotá.
Diseño y diagramación: Héctor Suárez Castro Las obras publicadas en esta edición fueron autorizadas
Preprensa: Petroleum Digital Ltda.. gentilmente por su autor. Rendimos además un homenaje a la
memoria de Darío Ortiz Vidales -padre del artista y artista
Periódico de libros. Lecturas Críticas tambien-, destacado jurista, historiador, periodista y político.
Para efectos de recibo editorial, favor enviar un correo a cualquiera
Autor de numerosas obras y entrañable amigo de esta casa.
de las siguientes direcciones electrónicas:
Lecturas_criticas@yahoo.it - artfranco8@yahoo.com
correo del lector: C O N T E N I D O
lectoresycriterios@hotmail.com
Distribución:
Corporación cultural revista Artificios LIT. COLOMBIANA 3 Angosta
Carrera 35 A No. 59-54 Telefax(571) 221 9264. Bogotá, Col. Héctor Abad Faciolince
ISSN: 1657 –0650
Tarifa postal reducida No. 1172 Vence Dic. De 2005 6 Paraíso Travel
Participan en esta edición:
Jorge Franco Ramos
Franco Galería-editora, Grupo Santillana de publicaciones,
Cámara colombiana del libro, Ediciones B, Random House Mondadori,
Emisora HJCK, Emisora HJUD, Planeta colombiana editorial, 8 Perfiles de mi generación.
Editorial Norma, Banco de la Republica -Biblioteca Luis Angel Arango, Homenaje a Germán Espinosa
Corferias, Instituto de cultura Brasil-Colombia, Escuela de cine Black-María,
Editorial El Malpensante, Corporación Revista Número. 8 Rubén Dario
y la sacerdotiza de Amón
Periódico trimestral de distribución gratuita
No. 2 Abril-Junio de 2005 Germán Espinosa
Criterios editoriales y de selección competen exclusivamente al periódico.
Colaboración solicitada. Los juicios emitidos en la presente edición son 9 Vivan Los compañeros
responsabilidad de sus autores y no comprometen la opinión Carlos Arturo Truque
de Lecturas Críticas.
10 Testamento de un hombre
de negocios
Luis Fayad

MÚSICA 12 EL libro de la salsa


César Miguel Rondón

CINE 13 La sombra del caminante


Ciro Guerra

PINTURA 14 Libraco Porno


Antonio Samudio

POLÍTICA 15 La historia política hoy


Editor: César Augusto Ayala
Certificación y avaluo CRÓNICA 18 Cuatro maestros
de Obras de Arte Ricardo Sánchez.

Departamento de Restauración POESÍA 20 Antología poética


Raúl Gómez Jattin
Departamento de curaduría
Departamento de Artes Gráficas CRÍTICA EN-CUBIERTA 21 Noam Chomsky, Celedonio
- Diseño y Diagramación Orjuela, Eckhardt Van den Hoogen,
- Preprensa William Ospina, Javier Rocha,
- Impresión Monica Triana, Mineko Iwasaki,
Guillermo Cabrera Infante,
Carrera 35A No. 59 - 54 Edward Said, Palabra de América.
Teléfono: (571) 221 9264
Celular: 310 765 4225 Nuestra cáratula .
artfranco8@yahoo.com Darío Ortiz Robledo
Rony Desempleado. Oleo/Lienzo 110X90 Cm. 2002

2 Abril - Junio 2005. No. 2 Lecturas Críticas


L i t e r a t u r a c o l o m b i a n a

¿Mapa o calco?
Por Rodrigo Pérez Gil

libro por la mitad y se lo acercó a la


Angosta cara. Él, “harto de lirismo y de
Héctor Abad Faciolince literatura, quería leer algo sin
Planeta- Seix Barral huellas de ficción, sin
Bogotá, 2003, 374 páginas. amaneramientos ni adornos, y
por eso había agarrado el libro,

M ás allá de su leve comien en un arranque de curiosidad, en


zo, esta novela evoca a un el mismo momento en que salía
vendedor de pararrayos, el que de la librería sin despedirse de
anuncia las tormentas, cargado nadie” (pág. 13). Escrito en el es-
con los fierros que exhibe con tilo “llano y exhaustivo de los
ostentación, el augur no viene profesores”, el libro que toma
detrás de las tempestades sino Jacobo de su librería La Cuña,
que las tempestades vienen de- es un “breve tratado sobre la
trás de él, o así lo quiere hacer geografía de Angosta, escrito
creer entrando al pueblo donde por un oscuro académico ale-
lo esperan los chicos y grandes mán” (pág. 12). En la cubierta
ansiosos de aventuras, resuelto a del libro aparece una acuarela del
trazar mapas de tormentas y Salto del Tequendama y el títu-
huracanes, corriendo delante de lo; en la carátula de la novela de
ellos y llevando en los puños sus Abad, una reproducción de un
bastones de hierro. grabado del Salto, a partir de
boceto de Humboldt, y el mis-
Ocurre que el escritor de ve- mo título Angosta. Jacobo lee,
ras, el poeta, es una especie de detiene su lectura un momento,
chivo expiatorio, a la vez un rayo se levanta y mira por la ventana:
y un pararrayos, una esponja ab- “Está lloviendo afuera, como en
sorbente de los males y desgra- el libro” (pág. 15). Leyendo el
cias de la época, abraza aquello tratado se siente “ausente de este
que abrasa a la desgracia, que la mundo”, pues, “aunque habla
seca, de cierta manera, con su es- de su ciudad, no es en este mo-
critura singular y a través de la mento su ciudad, sino otra cosa
herida que se extiende como una Con ese rostro. Mixta / papel. 70 x 50 cm. 2003 más manejable, unas palabras
grieta en su cuerpo, transmuta la que intentan representarla” (pág.
desgracia y hace valer, mediante 15). La novela, larga, y el trata-
con rabia por un ambiente rico tante ansioso de crack con na-
su expresión, una posición de do, breve, se hacen valer, la una
que lo intimida. En el otro polo, vaja en la mano,/ una mendiga
deseo y una afirmación de vida, por el otro, éste dentro de aque-
en Tierra Caliente, come con su de llagas supurantes,/ niños que
aún tartamudeante, aún lla, la novela es una efectuación
invitada Candela: “Había en ella combaten en las mil guerras de
trastabillante. del tratado, el mapa desplegado
algo más que a él le repugnaba ahora,/ leprosos, viejos aban-
Jacobo Lince, en la novela de [...]: la manera de hablar. Usaba, donados [...]” (pág. 221), poe- que resulta ser a su vez una co-
Abad, oscila entre dos polos, el por ejemplo casi siempre el ver- ma del que va a hacer eco el jo- pia, una representación, un re-
polo de su cuenta en divisas, que bo colocar, como si algún tabú se ven Andrés Zuleta en la cima del flejo del mundo, el libro como
supera el límite para ser socio del hubiera impuesto contra el ver- Salto, “Hay un muerto flotando imagen del mundo, clisé. Es ver-
club Paradiso, un millón de dóla- bo poner [...] También usaba la en este río [...]” (pág. 309), pre- dad que Angosta se quiere hacer
res: “Podría vivir en Tierra Fría, palabra diferente, nunca distinto” via su caída fatal. valer también como un reloj que
si quisiera”, y el polo de Tierra (pág. 152). Más adelante, lo van se adelanta, la nueva Jerusalém de
Caliente, del Sur y del Tercer a dejar en cueros en esta misma Angosta va configurando su los portadores del signo distintivo
Mundo, y he aquí que ambos Tierra Caliente, a él, tan distin- mapa a partir del “breve trata- que se nos augura en el neo-Es-
afectos jalan de él, presa de un guido, Jacobo, “los ojos cazado- do de geografía” que el perso- tado-ecuménico-militaro-indus-
miedo apenas temperado por el res, verdes, felinos, sobre la piel naje Jacobo Lince agarra -como trial, sólo que aquello que la no-
sexo, miedo abierto en Tierra muy oscura, quemada por el sol si algún tabú se hubiera impues- vela proyecta, la proliferación de
Caliente, o moderado en Tierra (o por un ancestro africano, vaya to contra el verbo coger- en su los Check Points, los muros visi-
Fría, donde es el profe de inglés uno a saber)” (pág. 55), corrien- librería La Cuña, y alrededor del bles en la ciudad, en el país y en
de la dama hija del don: “Nice do desnudo por el sektor C con yo que ostenta en su retrato de el mundo, resulta ser una repro-
to meet you, I’m Jacob. What is un aviso del Fin del Mundo como media página, dado por el au- ducción calcada de lo ya dema-
your name?, dijo Jacobo con una hoja de parra: “Entre el clochard tor en nota al pie luego de la siado visible. Ha caído el muro
voz que le temblaba” (pág. 168), y el teporocho,/ el joven asal- primera frase del libro: Abrió el de Berlín y se han levantado

Abril - Junio 2005. No. 2 Lecturas Críticas 3


L i t e r a t u r a c o l o m b i a n a
otros, con vallas sofisticadas y a deres bien identificados nativos de ser exterminio de bienes y de 237) que no les permitía desha-
través de las porterías, los guar- de la propia ciudad: por un lado, seres, es una empresa de cerse de las sobras de la noche a
dias, las colas en la embajada pi- algunos de los grupos terroris- desrealización: destruye lo real y la mañana. Si a ustedes les pre-
diendo visa y las colas en las ter- tas más feroces y despiadados lo reorganiza para engañar. Así ocupa la miseria, le dice Jacobo
minales del aeropuerto de los de la tierra; guerrilleros que la copia, el reflejo de la herida, a su interlocutor, abran las puer-
países del Norte, y he aquí que polpotianos sin hígados[...] Y resulta ser tan irrisoria como las tas, que aquí con lo que a uste-
los personajes de Angosta bus- por el otro lado los grupos alia- llagas que ostentan los indigentes des les sobra podrían vivir mi-
can una entrada, más bien que dos del establecimiento, igual- en Tier ra Templada: “llagas llones de segundones (de Tierra
una salida, en esta vieja ciudad mente crueles” (pág. 309). He purulentas, pedazos desmem- Templada) y de tercerones (de
siempre sitiada, pues en el ori- aquí, pues, el diagnóstico del tra- brados del cuerpo, bolsas con Tierra Caliente). “Era triste e in-
gen de la ciudad hay una máqui- tado de geografía y de la nove- drenaje de heces o de sangre” útil, seguir discutiendo, se con-
na de guerra y no un simple lu- la, contenido en esta idea cara a (pág. 28), siendo entonces este fiesa Jacobo. Si se negaba la
gar de comercio o de encuen- los medios, clisé, presunto diag- mundo de la representación en igualdad de las personas, enton-
tro, o la lengua que nos es co- nóstico que es ya un síntoma de la novela el mismo mundo del ces se volvía a un período
mún, como se dice en el tratado la guerra real, presente y pasada espectáculo, el montaje del ho- premoderno de la concepción
de geografía y como cree An- en este territorio, cuyos agentes rror cotidiano de las noticias de del ser humano, y lo único que
drés Zuleta. Sobreabunda el cli- actuales, nativos de la propia ciudad, medio día en la tele, las sobras podía esperarse eran guerras y
sé en Angosta: no es el espíritu ni son apenas el primer plano que del banquete de los ricos con las violencia, opresión y furor: pre-
es el deseo el que sopla donde- oculta y no deja ver a las verda- que, según Andrés, se podrían cisamente lo que desde hace
quiera en esta novela y en su per- deras potencias diabólicas, alimentar muchos: “Y el atenta- años venía sucediendo” (pág.
sonaje Jacobo (pág. 11), sino las foráneas y nativas, que se bene- do contra la libertad no es sola- 245). Esta idea trasnochada acer-
ganas. Clisé es el interrogatorio fician de la guerra, incluídas las mente que no te dejen salir [...] ca de la igualdad de las perso-
en el Check Point a la entrada del guerrillas, los principales medios sino que no te dejen entrar, como nas: Está prohibido a ricos y pobres
joven poeta Andrés a Tierra Fría de información -aún cierta lite- hacen los potentes de hoy [...] vivir bajo los puentes, como la de la
(pág. 20), y las reuniones de los ratura cortesana e inofensiva- y herméticamente encerrados en paz -A los mejores defensores de la
Siete Sabios, los Verdugos de la ciu- el establecimiento. Vaya usted a sus castillos y fortalezas, donde paz se les da de comer el cordero que
dad, y las conversaciones inter- Bolivia, a Ecuador, a El Salva- gozan, con todo el egoísmo de bala-, ideas éstas sobre las que
minables, tanto como “el inter- dor o a Honduras, y aprecie las que son capaces, de sus enormes se acumulan montañas de cadá-
medio jocoso”, el exhaustivo miserias de esta misma guerra - riquezas, sabiendo que a muchos veres, hacen parte del mundo
cotilleo en la librería de viejos de o de esta misma política que, nos bastarían las sobras del ban- trucado y falseado, precisamen-
Jacobo... para estos países colonizados, es quete para ser más felices” (pág. te merced a la guerra, y envuel-
En el tratado de geografía, leemos la continuación de la guerra por 191), ideas estas ventiladas tam- ve las mentes de estos persona-
con Camila: “Mientras la reali- otros medios- sin guerrillas. Uno bién por Jacobo en una discu- jes aspirados por la altura en un
dad siga siendo esa lacra, esta huele la sangre seca en los códi- sión con el marido de su ex-es- arribismo irrefrenable, que
terrible herida histórica [se refiere gos. En efecto, la guerra, antes posa, este egoísmo de los dones (pág. Jacobo pretende conjurar jun-
en particular a la partición de la tándose con Candela, a quien en-
ciudad en tres sektores, de modo cuentra en Tierra Caliente, y con
que el sektor de Tierra Fría sea quien se liga, igual que con An-
como un club exclusivo para los drés de Tierra Templada, dán-
ricos], lo constructivo [y que, doles dinero de entrada, crean-
dice el tratado, hacen los poetas y do una falsa conexión con ellos
pensadores más dignos de Angosta] no y con los sektores que éstos re-
es inventar una fábula rosa ni presentan, a falta de flujos vita-
hacer un falso encomio del te- les, dinámicos, persisten el dine-
rruño, sino seguir reflejando la he- ro y el yo de Jacobo, a través de
rida” (pág. 308, la cursiva es mía). los cuales se engendran falsas
La herida no supura por la ca- relaciones, como puede apre-
rencia de salidas de vida para los ciarse por el destino fatal de An-
desposeídos de la tierra, sino por drés, propiciado a su vez por
la ausencia de entradas, en la Jacobo, que lo conecta con
cuenta bancaria, y de puertas a Camila, la moza del celoso Se-
través de las cuales entrar a ñor de las Apuestas, y como se
Paradiso (el sektor de Tierra aprecia en el carácter de la rela-
Fría), y la herida consiste tam- ción final de Jacobo con Can-
bién en la carnicería cotidiana dela, el acuerdo donde él es el
operada en la villa que es protector, el beneficiario, a falta
Medellín, o en el país que es Co- de un genuino afecto comparti-
lombia, “y lo más serio: esta car- do, “No me vas a echar culpas,
nicería [precisa el autor del tra- abuelo, le dice Candela, si te dejo
tado] no la comete un enemigo tirado y más solo que un perro”
externo ni se puede culpar de ella (pág. 365).
a un antagonista extranjero o a El expediente usado por Abad
un enemigo étnico o religioso, en su novela, el tratado de geo-
sino que es perpetrada por po- Una figura muy femenina. Carboncillo y pastel / Papel. 50 x 70 cm. 2000. grafía Angosta, escrito por un os-

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curo académico alemán, crea de Jacobo, herido, por el mismo
entrada un distanciamiento pro- Andrés que llegaba justo enton-
picio al desenfado, al tono de ces al Hotel la Comedia que am-
bonhomía que quisiera hacer va- bos comparten, el rico Jacobo
ler el autor en el arranque de la y el pobre Andrés. La amenaza
novela. Sin embargo, la hermo- que le deja el Señor de las
sa descripción de Colombia que Apuestas: Si vuelve a salir con
comenzamos a leer con Jacobo Camila, aunque sea para tomarse un
en el tratado, ya termina mal: tinto, va a conocer la base del Salto,
“Este territorio, desde hace un esta amenaza la transfiere
par de siglos, es conocido con Jacobo al joven Andrés al jun-
el nombre que, si la historia del tarlo con Camila, pues al mero
mundo no fuera una cadena de Salto llegan los sicarios del ru-
absurdas casualidades, debiera fián la noche del trabajo de cam-
llevar toda América: Colombia” po de Andrés, rufián que había
(pág. 12). Lección de historia pa- sido advertido por la misma
tria: Cristóforo Colombo, tam- Camila, el ángel de la muerte,
bién llamado Colón, es un hé- de su paradero esta noche, pi-
roe y hasta una especie de santo, llada con Andrés, el ángel caí-
El bueno y el malo. Oleo / tela. 50 x 60 cm. 1998
este mismo Colón embaucador do, que deja un último poema
y precursor del secuestro en Co- tan irrisorio como su destino:
lombia: Si se acaba el oro, cambia- el atracadorcito de ruana en Tie- gosta comparte el mismo pro- “Hay un muerto flotando en
remos esclavos por oro, escribe en rra Caliente que obliga a Jacobo ceso regresivo y el mismo des- este río/ y hay otro muerto más
carta a sus Altezas, que se a vestirlo con sus propias ro- tino fatal del joven y sentimen- flotando aquí/ Esta es la hora
embolsilló los diez mil maravedís pas de riquito, incluso Candela, tal poeta Andrés Zuleta, quien, en que los grandes símbolos/
prometidos por la Corona a salvo el personaje Dan del Ho- buscando una entrada, es decir, huyen despavoridos: mira el
quien primero viese Tierra, y que tel la Comedia, el matemaniático, una salida a su aspiración arri- agua/ Hay otro muerto más
sin duda correspondían al mari- que desprecia a los arribistas y bista que lo lleva a Tierra Fría, flotando aquí/ Alguien corre
nero Rodrigo de Triana, el cual parece moverse, igual que la encontró la Boca del Infierno gritando un nombre en llamas
abjuró del cristianismo y se hizo novela, según la lógica del chis- en la base del Salto, el “botade- [...]” (pág. 309). Mientras tanto,
mahometano por el desacato te que cuenta a Jacobo: el ma- ro de muertos”, adonde es con- Jacobo sostiene el contacto con
del cristiano. En la página si- temático es como el borracho ducido desde Tierra Fría vía la su cuenta en divisas en el Ban-
guiente del tratado, leemos el que pierde por la noche sus lla- Fundación H, promotora de los co, cuenta que consulta en su
juicio y la condena de Angosta: ves en la calle y las busca sólo “derechos humanos”, entidad computador al principio de la
Salvo el clima, que es perfecto, todo en en el círculo de luz que hace la que le da empleo a Andrés y le novela (pág.17), justo luego de
Angosta está mal. Podría ser el pa- lámpara, siendo que, más bien, encomienda un informe sobre leer en el tratado de geografía
raíso, pero se ha convertido en un in- el matemático es como un cie- la acción perpetrada por fuerzas la descripción de la base del
fierno (pág. 14), cantinela que go que busca a un gato negro oscuras que medran en Angosta Salto, antiguo destino de suici-
vuelve una y otra vez a lo largo en un cuarto oscuro donde no y tiran sus víctimas Salto abajo, das, y adonde, según piensa, él
de la novela, como las fases en hay ningún gato, y si se sale con este destino sellado aquí no no iría, pues, en este caso, “Me
el delirio ciclotímico del manía- la suya, Eureka, da a luz, pinta exactamente por cuestiones pegaría un tiro. O, mejor que
co depresivo, mal propiamente al gato negro, o al menos la son- políticas, sino por haber sido eso, me haría pegar un tiro, que
platónico de ascensos y caídas, risa sin gato de Alicia en el país Andrés mal acompañado a este aquí es mucho más fácil y más
Tierra Fría, Paradiso o sektor F, y de las maravillas. trabajo de campo, incauto como barato. Pondría un aviso en el
Tierra Caliente, o sektor C, en la Uno como lector hace un ex- es, necesitando un fotógrafo y periódico: ‘Busco un sicario que
base del Salto, Boca del infierno, perimento con Angosta, y ya que habiendo seguido el consejo de me quiera matar. Honrosa (o
estribillo que vuelve también al ésta apela a una representación Jacobo, el cual, rascándose la jugosa, o al menos decorosa)
final cuando, en la huída, del horror y el espectáculo en cabeza, le sugirió que su amiga recompensa’ ”(pág.17). Justo en
sobrevolando en el avión, rum- un Teatro de la Comedia, la Camila podía servirle para tal este punto, presa del ojo del
bo a la Patagonia, los estragos novela nos sumerge en las aguas efecto, esta Camila moza del Se- huracán del miedo, Jacobo
dejados abajo, Jacobo toma el cenagosas de una regresión de- ñor de las Apuestas, cuyo poder “siente la apremiante necesidad
tratado, “Abrió una página al recho al hueco negro, en lugar ya había sufrido Jacobo en car- de confirmar algo”, el monto
azar [...] reconoció una frase que de pintar el grito, lo cual nos per- ne propia luego de su salida con de su cuenta en divisas, la he-
ya había leído, meses atrás [...] mitiría afrontar las fuerzas invi- Camila a tomar ron con coca- rencia que le dejó su madre Rosa
Salvo el clima, que es perfecto, sibles, las potencias invisibles cola y bailar boleros en el sitio la difunta al morir, cuenta que
todo en Angosta está mal. Po- que hacen gritar, siendo que los Lengua de Trapo -este nombre, vuelve a consultar al final, tam-
dría ser el paraíso, pero se ha poderes visibles, que son las ¿es por la intemperancia del bién presa de la tristeza y del
convertido en un infierno” (pág. guerrillas y el establecimiento, personaje, o por la incontinen- miedo, cuenta intacta, y por la
372). Dead End: Callejón sin Sa- tanto como los mayores me- cia del autor?: ¡374 páginas en cual le reza “una oración de
lida. Los personajes principales dios de información, ocupan- Biblioteca Breve de Seix Barral!-, agradecimiento a su madre [...]
de esta novela, más bien que do el primer plano, demasiado encuentro al que iba a seguir la que en últimas le había conce-
buscar una salida, buscan todos visibles, nos desvían y despo- golpiza ordenada por el rufián dido quizá el mayor de los fa-
ellos una entrada: Jacobo, pen- jan de nuestras fuerzas, deján- Señor de las Apuestas, habien- vores: no lo había vuelto rico,
diente de su cuenta en divisas, donos exhaustos. Así pues, An- do sido recogido de la calle, sino algo mucho más importan-

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te: lo había hecho libre, sin atar-


lo a una fortuna y sin dejarlo De Rosario Tijeras a Paraíso Travel
amarrado a la pobreza” (pág.
363). Jacobo, quien tampoco bus- Por Johann Rodríguez-Bravo
caba una salida sino la libertad con
una entrada, pareciera encontrarla
en el exilio, “en un país que no pi-
diera visa todavía”, en Argentina, Jorge Franco –queriéndolo o atención por asumir una actitud
y allí decide irse luego de que las Paraíso Travel no– inventó un personaje que aventurera frente a la vida. A mí,
fuerzas oscuras incendian su librería Jorge Franco Ramos con los años se convertirá en su como lector, me gusta el truco
como en los tiempos de Farenheit Seix Barral sombra, una mujer que es dos de poner en labios de un “per-
451, cincuenta años después, Bogotá, 2002 veces hombre, una invención fe- dedor” la historia de una derro-
“pero sólo con Virginia [Cande- 175 páginas menina de Medellín: Rosario Ti- ta y una resurrección, el típico
la], no sin ella [...] se sentía más jeras. Por bien servido debe dar- fenómeno Clark Ken. De todas
monógamo y fiel que nunca en su se el autor porque hace muy formas hay que decir que si en
vida; quería que Candela lo acom- poco se me hizo ver a Rosario la primera novela le sirvió, en la
pañara esta vez y siempre, con
todo su deseo y con todas sus
S i Jorge Franco hubiera recor
dado ese bello texto de Au-
gusto Monterroso en el que un
entrando a un cine y sé de al-
guien que incluso se acostó con
segunda se le cayó. En Paraíso
Travel, en las primeras páginas,
fuerzas. Había perdido la librería ella en un motelucho de Envi- el narrador se vuelve insoporta-
zorro se abstiene de seguir pu-
y la seguridad; quería algo firme.” gado. Es por esto que me atre- ble. El amor, en sus labios, se
blicando tras el éxito de su úni-
Sentía que “había llegado el mo- vo a dar un comienzo tan deso- hace el más empalagoso de los
co libro, de seguro no hubiera
mento de envejecer en paz, amar lador para hablar de su último sentimientos y eso en la vida es
publicado Paraíso Travel. “Lo
la rutina y despertarse sin sed y sin libro, pues de Rosario ya se ha normal y hasta deseable, pero en
que quieren es que escriba un li-
ansias mirando siempre el mis- dado mucha lata y es casi la literatura no, pues con ello se
bro malo” – dice el Zorro.
mo rostro y las mismas ojeras a Perogrullo decir que es lo me- corre el riesgo de volver soso
su lado. Pensó en declarar todo Desde la literatura hay dos for-
esto que se le ocurría (estaba dé- mas mediante las cuales un escri-
bil, sin duda, por dentro y por tor puede ganar espacio en la
fuera), pero cuando Virginia lle- memoria colectiva de un pueblo:
gó, al fin, por la noche [...]” (pág. una es redactando frases memo-
364). ¿Libre? rables, comienzos impolutos o
El clisé -recuerdos que carecen de sentencias exquisitas; y la otra,
raíz emocional o intuitiva, y que a inventando un personaje que lo
la postre lo obligan a uno a no supere. Ejemplos de lo prime-
ver nada nuevo- es el enemigo ro abundan: quien no recuerda
mortal del artista auténtico y de la aforismos como «hay más en la
imaginación viviente. Se quiere, tal tierra y en el cielo, Horacio, de
vez sí, una representación, pero lo que sueña tu filosofía» u ora-
más fiel a la vida, esto es, explorar ciones de la talla de «de cuyo
y conocer el lado oculto de la luna, nombre no quiero acodarme»;
conocer la manzana por todos los estas frases, con vida propia, han
lados y no sólo por su frente. El salido de casa para aventurase en
ojo sólo ve frentes, y la mente, en el mundo por su cuenta, casi
general, se conforma con frentes, como un hijo que se va. Asimis-
pero la imaginación necesita el al- mo, muchos autores han creado
rededor, proyecta una curva ha- personajes tan vívidos que la
cia el otro lado, hacia el atrás de la gente cree reconocerlos al cru-
apariencia presentada, así como el zar una calle o haberlos visto en
instinto necesita el interior de las una fiesta. Sherlock Holmes, por
ejemplo, es más famoso que jor que se ha inventado última- un relato que había comenzado
cosas. Nos parece que Angosta está
Arthur Conan Doyle, su autor; mente. En Paraíso Travel, Franco bien. Rosario peca de lo mismo,
plagada de clisés y es quizá por-
Efraín y María más conocidos inventa una buena historia, al pero la vida turbulenta de la pro-
que no hemos salido de la tenaza
que Isaacs, Drácula más po- menos divertida. Es, incluso, tagonista es la virtud literaria que
del miedo, a sabiendas de que si
pular que Bram Stoker y el mejor que Rosario Tijeras, más lla- rescata del abismo una historia
no emigramos del norte (en un
Chapulín más recordado que mativa como elaboración narra- que a veces tambalea en las re-
devenir-menor que es como so-
Roberto Gómez Bolaños. Nin- tiva de un argumento, aunque flexiones del narrador, un ser
ñar en sentido contrario, no aspi-
guna de estas dos alternativas de menos como producto estético. proscrito del amor. No me ima-
rando subir sino dejándonos ir
posteridad es menos importan- En Rosario, el autor inventa una gino cómo habría sido de mala
hacia abajo como a nuestro pe-
te que la otra, ambas compren- fórmula que luego repite des- la novela si Rosario hubiera sido
sar), jamás sabremos cómo es el
den el verdadero éxito de una mejorada en el otro libro: un hombre. Es inevitable hablar de
sur.
obra literaria, intervenir en la personaje –masculino– que se las dos novelas de Jorge Fran-
Rodrigo Pérez Gil es escritor y co- cotidianidad con el mismo rit- describe a sí mismo como fra- co; Rosario con su gran éxito edi-
mentarista de libros. Autor de la nove- mo del viento que aún siendo casado, anda a la zaga de un per- torial se ha convertido en para-
la Redada. invisible es implacable. sonaje –femenino– que llama la digma de la literatura contem-

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poránea en Colombia y Améri- mejor; cosa distinta habría sido lidad exagerada y misteriosa. El
ca Latina, tanto así que críticos si los libros se hubiesen publica- libro la rescata al final, pero la
tan prestigiosos como Gregory do en el orden contrario, pues hunde y eso es lo bueno. Franco
Rabbasa la catalogan de ser la de esa manera los argumentos sabe hacer una jugarreta que de
verdadera ruptura con el realis- de este ensayo deberían ser para otra manera hubiera sido imper-
mo mágico del “boom”, el saludar el progreso. No quiero donable; algo así como el gol
mejor libro de la generación que se entiendan mis palabras que mete el equipo a último mi-
McOndo a la que pertenece el como una diatriba en contra de nuto y empata el partido.
chileno Alberto Fuguet (Tinta la obra del escritor antioqueño, Marlon Cruz, el narrador, en una
Roja), el argentino Rodrigo de hecho me gusta lo que escri- panorámica, podría parecer un
Fresán (Mantra), el mexicano be, aunque en su columna de personaje de Cortazar que salta
Jorge Volpi (El Fin de la Locura) Soho a veces cometa algunos de Colombia a Estados Unidos
y los colombianos Santiago disparates. Mi tarea es contar lo y viceversa, así como los perso-
Gamboa (Los Impostores) y Mario que encontré en mi lectura. najes del escritor argentino que
Mendoza (Satanás) entre otros. La historia de Paraíso Travel es van y vienen de París a Buenos
Por otra parte, Paraíso Travel es mejor que la de Rosario Tijeras Aires. Y aunque toca en la me-
el primer intento desde su obra eso ya lo dije; juzgue el lector. moria del lector esos pasajes ate-
maestra, es por eso que vale la Dos personajes deciden dejar rradores del libro El Hueco de
comparación. García Márquez, Medellín y viajar a Nueva York Germán Castro Caycedo, su fic-
en muchas entrevistas, cuenta por el hueco. En la primera no- ción no se compara con la cru-
sobre las noches de insomnio che, en la Gran Manzana, uno deza de las crónicas del perio-
pensando en cómo cambiar su de los personajes sale a fumar dista colombiano. En Paraíso
estilo para no repetir el tono de después de una discusión con el Travel las palabras del narrador
Cien años de soledad; tras algunos otro y es sorprendido por un humanizan el relato, le dan iden-
ensayos – dice el escritor – policeman al botar la colilla del tidad, no dejan a la deriva la cru-
deza de las crónicas y la tragedia
de los latinoamericanos que ven-
den su vida en sus países para
buscar algo en el país de Micky
Mouse y el Soldado Ryan.
En lo personal, no me gustan las
obras que pretenden dejar una
moraleja. Sé que no es el objeto
del libro de Franco hablar de los
indocumentados en Estados
Unidos, la tragedia del corazón
se superpone a la tragedia de la
realidad; no obstante, hilando
delgadito, uno podría pensar lo
contrario. El título es una clave:
Paraíso (algo mejor, el más allá,
la tierra prometida) y Travel
(viaje). No creo que ese fondo
de la vida de los ilegales sea de
mucho valor en la novela; en al-
gunos pasajes coadyuvan para in-
El ocaso del Cartucho (Detalle). Oleo/tabla. 90x120 cm. 2002 tensificar el dolor de Marlon,
pero no son muy relevantes. Me
quedo con la historia de la trai-
pudo dar con el estilo preciso cigarrillo al suelo; entonces se ción, el desamor, el engaño, la
para escribir El Otoño del Patriar- echa a correr por las calles hasta locura cegatona del olvido que
ca que, aunque al principio de- perderse para siempre en las fau- hay en la novela y eso bien pue-
cepcionó a más de un seguidor, ces de la ciudad. La historia se de pasar en Nueva York, en
con el tiempo se ha convertido entreteje en las palabras del na- Miami o en Popayán.
en una de sus obras más estu- rrador mientras cuenta cómo
Pero quién soy yo para darle tres
diadas y esto demuestra, una vez hace para buscar a su novia que
más, el magistral dominio del se quedó esperándolo en el cuar-
estrellas a un libro. A Franco Autores
también deberían filmarle esta
oficio que tiene el Nobel. to. Esta novia es Reina, una mu-
novela, podría mejorar en la de peso para
Jorge Franco repitió las triqui- jer con dos ojos diferentes, una
ñuelas literarias y ese es su peca- metáfora para describir su dua-
adaptación. un proyecto
lidad de mujer-macho, casi, pero
do. La novela no se defiende sola
no tanto, como Rosario Tijeras Johann Rodríguez-Bravo es
plural
al ser revisada con quietud, so-
bre todo porque ya se tiene el que es mitad beso y mitad bala. reseñista de libros de la Revista Nú-
patrón de comparación y este es Su pasado es brumoso, su vita- mero, cuentista y ensayista.

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L i t e r a t u r a c o l o m b i a n a

Perfiles de mi generación
Por Óscar Collazos

T iene algo de antiguo pero, en


verdad, es un cartacachaco,
un cartagenero de buen hablar y
jores relatos breves de nuestra na-
rrativa. Y en sus ensayos, Espino-
sa regresa adonde siempre ha es-
lefueran retirados, Germán sería
una nave a la deriva.
No hay otro escritor colombia-
de Indias, Roberto frecuenta los
patios traseros de su memoria de
barrio, Manga y Lo Amador, es-
mejor escribir. Algún día le dije tado: a un academicismo sin Aca- no que, como él, haya tenido los cenarios de sus relatos juveniles.
que había nacido “viejo.” La ver- demia, a un lugar en el que la per- ojos abiertos y deslumbrados en Como muchos escritores que
dad es que quise decirle que, des- fección lingüística se convierte en el siglo XVIII del Caribe colom- decidieron vivir de lo que escri-
de que tengo memoria de su per- clase de retórica y estilo-como biano, de la Cartagena donde se ben, Espinosa lleva la vida digna
fil, lo vi acompañado por gran- decían los antiguos. Si la Acade- resiste a vivir, acaso porque si vol- de un hombre sin dinero ni po-
des figuras de la pintura y las ar- mia Colombiana de la Lengua viera a vivir en la ciudad donde sesiones. El único lujo que se per-
tes, mucho mayores que él. Era quisiera tener otro miembro ilus- nació, se vería envuelto en las me- mite es la infaltable botella de
el único muchacho que frecuen- tre, Germán ocuparía con méri- diocridades cotidianas de una so- whisky, además de la exigencia de
taba el Café Automático como tos un sillón vacío. ciedad que se sigue pareciendo a ser invitado a todas partes y even-
si fuera contemporáneo de León Correcto en la amistad, suscepti- los poemas de Luis Carlos López. to con su esposa Josefina. Se per-
de Greiff, Arturo Camacho ble en la crítica, menos irascible a Las grandes novelas de Espino- mite otro lujo: ir contra la corrien-
Ramírez y Marco Ospina. medida que los años le han dado sa son contrabando de lujo del te de las modas, pareciendo a ve-
Ningún escritor de mi generación reposo y fama, Espinosa no se siglo XVIII en las aduanas frági- ces un poeta modernista o
habla un castellano tan castizo ni separa de los dos bastones que lo les del XX y XXI. simbolista, un cartagenero de an-
escribe con una corrección clásica guían por la vida: el verdadero, de tes, cuando Eduardo Lemaitre,
Sólo otro cartagenero, menor que
que, sin embargo, le ha permitido fina madera pulida, y Josefina, es- Tito de Zubiría, Ibarra Merlano,
él-Roberto Burgos Cantor- ex-
crear dos de las novelas mayores posa y madre de sus hijos. No se Donaldo Bossa y Roberto
hibe esa clase de corrección que
Burgos Ojeda impusieron un es-
de la literatura colombiana: La te- separa tampoco del whisky-su oscila entre la prudencia y una es-
tilo de cultura y de vida.
jedora de coronas y Los cortejos del dia- ruina-, ni siquiera cuando en la merada educación. Pero, a dife-
blo. En Noticias de un convento frente mesa le sirven un buen vino. Si el rencia de Germán, que parece Oscar Collazos es escritor y profesor
al mar se encuentra uno de los me- bastón, Josefina y el whisky haber frecuentado los Archivos universitario.

El eterno retorno de Rubén Darío


Por Sebastián Pineda Buitrago

ro proyectil. La pólvora que con- contar la narración durante los contrarse agitado, excitado. Rubén
Germán Espinosa
tiene tal proyectil para causar una días que se hospedan en la quinta Darío y la sacerdotisa de Amón, ¡cui-
Rubén Darío
veraz explosión final es, pues, un de un aristócrata francés. Corren dado!, novela no apta para car-
y la sacerdotisa de Amón.
despliegue asombroso de cultu- los primeros años del siglo XX, díacos. El juego de invocación a
Editorial Norma,
ra: música, literatura, química, más o menos 1910, 1912, y la co- seres de ultratumba, la idea de la
Colección Literatura
geografía, historia, esoterismo, rriente del impresionismo está en reencarnación, la música de un
y muerte.
en encendida comunión con la pleno furor. Al cenar esa noche piano cercano, la belleza de una
Bogotá, 2003. 150 páginas.
trama y el desenlace. en casa del misterioso aristócra- poetisa francesa, un egiptólogo
Conocedor de las técnicas narra- ta, la música impresionista de italiano, la sublime poesía de

D os cosas me sorprendieron tivas para atrapar al lector a las Debussy ameniza la velada. Esen- Rubén Darío, a la postre se apo-
cuando releí Rubén Darío y primeras páginas, Germán Es- cias musicales, olores de un es- deran de la novela. Se invoca a
la sacerdotisa de Amón, lnovela del pinosa comienza su novela ex- tanque de nenúfares, perfumes de Víctor Hugo y de pronto surge
maestro Germán Espinosa: la primiendo, a través de un cuen- damiselas sensuales -al estilo de la espada de Alejandro Magno;
primera, que se trata de una tra- tagotas, en pequeñas dosis, esen- aquel otro impresionista, Marcel Debussy, afirman, es la reencar-
ma perfectamente policíaca, al cias de un perfume que se ex- Proust-, humedecen y vuelven na- nación de Chopin; el egiptólogo
mejor estilo de las novelas de pande por toda nuestra lectura. vegable la veloz lectura que nos italiano practica arcaicas costum-
Agatha Christie; la segunda, aca- La niebla, mezclada con el ro- procura esta novela policíaca. bres descritas por Heródoto; los
so un poco extraña, con respec- cío de la madrugada, se levanta Cuando la trama asoma, amena- versos del poema “La princesa
to al argumento. Pero, como ingrávida-mente del Canal de la zante, es cosa de agarrarse del Eulalia, ríe, ríe, ríe,” se repiten
novela policíaca que es, contar Mancha, sí, en el norte de Fran- asiento. La prosa de Germán como un eco secreto, como
el argumento significaría calum- cia, una mañana en que el poeta Espinosa adquiere inaudita agili- epitomes de la poetisa francesa.
nia, traición. En la trama policial Rubén Darío arriba en un tren dad, y al cabo de unos minutos, Y así, llena de matices, la novela
todo queda regido bajo un sis- desde París. Al sumo sacerdote sin darnos cuenta, nos encontra- va resolviendo sus acertijos, len-
tema autoritario: un blanco es- del Modernismo lo acompaña mos más allá de la mitad de la tamente.
pecífico al cual se dirige, lanza un imaginario escritor argentino, novela. Eso sí, inevitablemente, Al parecer, el viaje que Darío
en ristre, sin desviarse, un certe- a quien Espinosa encarga de nuestro pulso cardíaco ha de en- realiza por esos tiempos a la

8 Abril - Junio 2005. No. 2 Lecturas Críticas


L i t e r a t u r a c o l o m b i a n a

costa bretona en el Canal de la


Mancha, en efecto, figura en sus La metáfora como imagen
biografías. Sólo que sus biógra-
fos ignoran las razones qué mo- Por Luis Fayad
tivaron al inmenso poeta nica-
ragüense para asistir a la quinta
de un aristócrata francés dedi-
entre los otros. La representación que por esa propiedad y no por
cado, efectivamente, al estudio
Vivan los compañeros de una sociedad que cambia con su prosa poética es un poema.
de las ciencias ocultas. Germán
Universidad del Valle el crecimiento urbano: “sólo con- Hay un cuento para niños, La aven-
Espinosa aprovecha, de esta
Programa Editorial, servarían el viejo olor a maderas, tura de tío conejo, cuento y fábula
manera, semejante sombra para
Cali, 2004. 190 páginas. a todas las maderas de la Tierra, de ingenio sin moralejas. En El
poblarla con su luz, con su
pulidas y labradas, olor perdido misterio se representa un realismo
magnifica prosa. La novela, tam-
en la calle por el asfalto intruso y
bién, es un homenaje eufemístico
a Rubén Darío, al hombre que
cambió el ritmo de la poesía en
U n título que vuelve, que no
se deja olvidar, Vivan los
compañeros, de Carlos Arturo Tru-
la bencina”, una muestra de las
nuevas necesidades y aspiraciones,
entre hechos que todos creen
inexplicables, el misterio del men-
digo cojo que una mañana entra
la compra de un carro no mejo- al templo caminando sin muletas
lengua española, al hombre que que. El mundo de un escritor en
ra siempre el estado de una fa- y coloca a las plantas de la ima-
abrió a Hispanoamérica hacia la veinticinco cuentos, reunidos por
milia, y de unas palabras que na- gen de la Virgen el collar de es-
literatura universal. Homenaje primera vez en un solo volumen
cen de un ambiente nuevo: “era meraldas que había sido robado.
eufemístico, sí, porque se trata que divulga el Programa Edito-
como una cinta de película repe- También la Metafísica pasa por
de una novela; porque ya en su rial de la Universidad del Valle.
tida hasta el cansancio”. No es po- alguna de las etapas de los per-
ensayo El Modernismo: la apertura Los datos del autor que señala
sible hacer un resumen para defi- sonajes como un aspecto abstrac-
de Hispanoamérica a la universalidad, Fabio Martínez en su introduc-
nir el libro en una sola dirección, to que los hace crecer y en oca-
Germán Espinosa traza un ho- ción, en muchos momentos de
pero en todos los cuentos están siones los sobrepasa. El cuento
menaje más jalado, directo, al su vida, lo sitúan en su época,
muy presentes las relaciones entre La fuga interpreta ese paso que se
principal poeta del más impor- 1927, y en su lugar, Condoto,
los individuos tratadas con inten- da después de la física como la
tante movimiento literario del Chocó. Murió en Bogotá en
sidad, en situaciones y desenlaces llegada a otra realidad, la decisión
continente. Bienvenido, pues, 1970. Esas dos fechas abarcan un
diversos. Los finales son los que del que “se escapa en línea recta
Rubén Darío como personaje li- trabajo de diversas corrientes y
desea el lector o los que no espe- por los caminos de la locura”.
terario: y aún no terminamos de preocupaciones literarias que tras-
raba o los que tiene que aceptar.
zanjar nuestra deuda para con él. cienden el ámbito de la existen- La metáfora como imagen final
Alguno de los argumentos recuer-
cia del autor, de unas circunstan- da a Hawthorne en La letra escar- del cuento y a veces como con-
Por lo demás, siendo las
cias nada halagüeñas en su niñez, lata o a otros autores, mientras una clusión, “porque así era la gen-
reencarnaciones uno de los te-
como no pueden serlo las de parte carece de un desenlace clási- te”, también aparece enriquecida
mas de la novela, me pregunto por un lenguaje que viene de otros
muchos niños en el Chocó. Car- co porque la culminación se dio
que pensaría Rubén Darío si de aires. Las primeras imágenes sen-
los Arturo Truque no las olvida, en ese encuentro de los persona-
pronto resucitara y leyera una sitivas del autor, de tantos años
pero cuando aparecen están mo- jes, y después, sin agravar más el
historia, cuyo protagonista fue- atrás, le traen la palabra que le da
dificadas por una vocación artís- acontecimiento, otro día sigue. El
se él mismo. Quizá le agradaría. curso al relato con nuevos soni-
tica. Sus temas son los de la lite- final es todo el diálogo y lo que
Sobre todo si supiera que el au- dos y deja algo atrás: “regustando
ratura universal. En el primer sucede desde el principio, como
tor de La tejedora de coronas, del el ritmo picante desgranado por
cuento, Vivan los compañeros, situa- en la anécdota del empleado me-
El signo del pez, entre otras estu- los guasás, así, moviéndose en cír-
do en la época actual, un mori- dio que ya en las últimas líneas sale
pendas novelas, ha continuado culos, como sobre un tambor”.
bundo, afiliado a un grupo de re- de su casa huyendo de los repro-
sus principios: asimilación de te- “Tampoco resistía la sabrosura de
beldes armados que en un mo- ches de su esposa y va a buscar a
mas universales, preocupación coco fresco de la risa de Guiller-
mento de apuro temen “nunca los amigos para hablar de algo
por el estilo; una incorruptible mina”. “Con la oreja abierta al
más ver el cotidiano milagro de distinto a la falta de plata. En este
aristocracia mental, lejana de ritmo de los patacorés”.
la primera luz”, alcanza a verlo mundo diverso hay sitio para los
dogmatismos, de exotismos, de
antes de morir y a sentir la ilu- finales felices, hay, dentro de la Palabras sacadas de su medio, de
la chatura estética, de la mulatez
sión de un triunfo final. En el úl- violencia, una salida llena de fe, los libros, del análisis y del oído
intelectual que, tristemente, toda- para conciliar el lenguaje en el ras-
timo cuento, Longinos, que se re- más que de esperanza. En gene-
vía puebla nuestra literatura. ral sus finales, como pensaba treo y la sugerencia de la frase.
monta al día en que Jesús arras-
Creo encontrar sólo dos nove- Borges que debía ser, vienen de El cuento avanza con sus descrip-
tra la cruz en su calvario, se des-
listas hispanoamericanos que han la preparación de una expectati- ciones de tiempo, “las sirenas que
cribe el ansia de un hombre que
asimilado como ninguno los va o de un asombro y no son la decían adiós a la noche alocada
quiere ver de cerca al martiriza-
fundamentos del Modernismo: sorpresa de estilo barroco ni el de San Silvestre”, de ambiente y
do, aquel hombre del común es
Manuel Mujica Lainez y final imprevisto. de apariencias físicas, “el momen-
el personaje de la narración y no
Germán Espinosa to en que un gallo con su pico
el Mesías ni un rey sino el otro, el Las formas cambian para aco-
que da la visión de quien pocas modarse al tema, uno de los llegó a las crestas del alba”, “El
Sebastián Pineda Buitrago es estu- veces había aparecido en la lite- cuentos es un soliloquio, o, como cuchillo certero ascendía encendio
diante de literatura. Director de la red ratura. Hay cuentos que se iden- aparece en la nomenclatura de las por el sol”, con sus descripcio-
nacional de estudiantes de literatura y tifican en sus circunstancias exte- técnicas, un monólogo con soli- nes de tonos, “Desde allí volvió
colaborador permantente de varias re- riores y en sus tonos de narra- loquios. Otro es una breve narra- la frase, inquieta como maripo-
vistas alrededor del país. ción y crean un mundo propio ción, la reseña de una sensación sa”, “sintió sus pasos rotundos”,

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L i t e r a t u r a c o l o m b i a n a
y sus descripciones del pensa- pañar a su jefe a pasar la noche es aprender a leer, ya que el otro pañaba”. Míster Jim se quedaba
miento, “vivió un momento igual de Navidad en un prostíbulo, tampoco sabe. La situación de mirando al mar, recordando, has-
al presente, un momento de esos mientras en su casa lo esperan su nuevos anhelos pertenece a una ta cuando nada le quedaba en la
que hacen un futuro al revés; de mujer y sus hijos. Martín, el em- mentalidad que ha cambiado y memoria. Entonces se alejaba de
esos futuros que enlazan los tres pleado, pasa por momentos de que es aprovechada para hacer la orilla e iba a lugares de parran-
tiempos y los convierten en un hastío, estados de ánimo que no más variados los temas. En Pun- da, entre hombres y mujeres con
todo confuso”. A esa libertad tienen vínculos con el arrepenti- tales para mi casa, con el triunfante piel de color diferente al suyo y
para buscar sus voces y la forma miento ni con otros lugares co- movimiento feminista como sím- diferente a aquellos que él recor-
de su estilo, se agrega una liber- munes, ni con la indigencia sino bolo del mundo contemporáneo: daba allá lejos con nostalgia. Las
tad de conciencia. Las confesio- con la falta de afecto propio. O “Mis desventuras empezaron mujeres de este rincón en el que
nes que completan las caracterís- con la ausencia de un conocimien- después, mucho después de ha- se encontraba: “No le desperta-
ticas de los protagonistas sin tras- to de la buena calidad de vida, berse aprobado el voto femeni- ban el ansia que se le había dor-
cender a otros extremos. Como como en el cuento El collar, en el no. Para mí eso ha traído una mido pensando en la última tren-
el personaje que lee algunos que una anciana paupérrima cuel- transformación radical: mi mu- za rubia que tuvieron sus manos”.
versículos de la Biblia: “pero al ga en el cuello de la imagen de la jer ya no es mi mujer, es simple- Hasta que una noche, después de
hacerlo no tenía en la mente nada Virgen un largo collar de oro con mente la ciudadana que vive con- muchas, cuando una mujer del
religioso, sino el pensamiento de gruesas pepas, regalo suyo, y en- migo”. Más adelante el hombre lugar entró a su cuarto y se sentó
gozar un rato”. Y cuando excla- seguida cae al suelo. Ha muerto piensa: “Mi mujer, pues, va a ser a su lado, él vio lo que está des-
ma: “¡Si hasta cada vez que se de hambre, no por la pobreza representante a la Cámara. Yo, crito como su sonrisa blanda,
acordaba de Dios lo odiaba sin sino víctima de una tergiversación por carambola, candidato a di- pechos ariscos, la piel cobriza y
comprender”. Una libertad con- de sentimientos religiosos. Es uno funto”. Y para finalizar el cuen- brillante y la carne que vibraba
cedida por la falta de malicia que de los problemas humanos que to: “Mi ciudadana odia la mate- como los tambores, y de pronto
le da a la frase el tono de un rue- en el libro pasan por diversas fa- ras, pero yo las amo. Ella no sabe toda- vio: “cómo la trenza rubia iba
go y reseña un momento del per- ses. En El Pingüita se da el doble vía que fueron puntales para una casa cambiando de color, como si hu-
sonaje. Con una estructura senci- drama del niño huérfano de ma- que ya estaba en el suelo”. biera anochecido sobre ella”.
lla que recuerda los cuentos de dre, desconocedor de la identi- De cómo Jim empezó a olvidar es una Míster Jim se da cuenta del cam-
Juan Rulfo, Felisberto Hernández, dad de su padre y objeto de abu- bella prosa de cuarenta renglo- bio en su interior y con un tono
Horacio Quiroga, Juan Bosch, sos del jefe de la pandilla del ba- nes que recoge un instante, el des- que al lector le suena a melanco-
conseguida con un duro trabajo rrio. Pero con un humor sacado enlace, en la vida de Míster Jim, lía alegre, piensa: “Por fin, Jim,
y cuya complejidad no está en la de la gracia natural de los perso- de quien nadie supo de dónde ni ya has comenzado a olvidar”.
confusión, amplió los temas y las najes, el niño reconoce al padre cuándo vino: “ni en qué parte los
vías para interpretar viejos argu- en cada hombre que ve e idea horizontes le semicerraron los Luis Fayad es escritor y porfesor
mentos. En Martín encuentra dos venganzas contra el grandulón de ojos y le grabaron el gesto de universitarío. Premio Lenin de litera-
razones un empleado debe acom- la pandilla. Una de las venganzas ansiedad que siempre lo acom- tura.

La saga de Fayad
Por Pemán-R.

trabajo de escritor como una fun- Sus trabajos, se sabe, tienen la cosmovisión literaria de nuestra
Testamento de un ción estética y como un deber hondura de la verdad interior diversidad transformante, para-
Hombre de Negocios social que atiende explícitamente expuesta para el escrutinio del dójica y a veces cruel en sus cu-
Luis Fayad necesidades testimoniales de las entorno social sobre el cual se riosas modernidades.
Arango Editores propias percepciones en torno a desplaza. En este sentido, Fayad Hace un año, en el marco de la
vivencias estrechamente unidas es un escritor colombiano -bo- Feria Internacional del Libro de
280pág.
al entorno social al que se debe gotano- con claras misiones de Bogotá y luego de varios años,
Bogotá, 2005 el escritor y que desde las lejanías universalidad humana ante el tuvimos la oportunidad de con-
de su diáspora, procura recons- mundo y así lo han entendido versar con el novelista Luis Fayad,
truir todos los días. A excepción quienes asumen con seriedad el saber de sus quehaceres literarios
Para un escritor disciplinado y de los primeros trabajos publi- estudio de su obra en los varia- y periodísticos en Berlín y los pro-
exigente como Luis Fayad, los cados en Colombia, la vida edi- dos frentes del ejercicio crítico en yectos de los cuales se ocupa ac-
silencios literarios son presagio de torial de Fayad ha sido en Euro- Europa y Latinoamérica. tualmente. Vino a Colombia
nuevas y prometedoras sorpre- pa donde reside hace más de Por tales razones el anuncio, hace como invitado especial a la Feria
sas. Y ello es así por cuanto él, treinta años. Y a lo largo del tiem- un año de su nueva novela: «Tes- que el año pasado tuvo como
desde sus primeros libros (Los po ha ganado la audiencia in- tamento de un Hombre de Ne- emblema, el papel del escritor
Sonidos del Fuego,1968; Los Parien- ternacional para su obra que iden- gocios», abrió las expectativas colombiano en el exilio.
tes de Ester, 1978; Compañeros de tifica fuertes ligaduras raizales y imaginables para que esta novela Nuestra conversación entonces,
Viaje, 1991,para no recordar sino un alma observadora y crítica que fuese punto culminante en el pro- saltó por entre los años y las geo-
los más reconocidos por la críti- jamás depuso las realidades pro- ceso gestativo de una obra que a grafías para indagar sobre su
ca internacional), ha asumido su pias para la definición artística. manera de saga se integra a la mundo interior, su potencial

10 Abril - Junio 2005. No. 2 Lecturas Críticas


L i t e r a t u r a c o l o m b i a n a
creativo, su fidelidad estética y doce densos capítulos distribui- para adentrarse en el laberinto Lección de Vida, Las Cartas del Fu-
social en ese prolongado tránsito dos en 280 páginas correctamente ordinario de lo humano, sus ele- turo, El Regreso de los Ecos y Compa-
por el viejo continente. Apreciar impresas y limpiamente revisadas, mentos simples, los escenarios ñeros de Viaje).
por sus palabras el papel difusor con tapa semidura ilustrada con comunes bien reconocidos, las Y con la misma dimensión de
de la cultura latinoamericana en fotografía de Ramón Giovanni formas familiares, barriales, cul- Saga, coherente con su capacidad
esas latitudes y la recepción, allí, y diseño de Camilo Umaña cuya turales, los valores normales que de indagación, inagotable con sus
de nuestras convulsionadas ver- sobriedad es inequívoca alusión son verdaderos y verosímiles . obsesiones, Luis Fayad reencarna
dades políticas y sicológicas. al entorno familiar del asunto Desde los asuntos que ocupan la en «Testamento de un Hombre
Hubo oportunidad para conocer desde el cual se desata el tormen- vida y suerte de Gregorio Came- de negocios», ese universo pro-
sus opiniones en relación con la toso nudo de la narración. ro (Los Parientes de Ester), pasan- pio para insistir en el actor legíti-
nueva realidad del mundo, ins- do por las indagaciones acerca de mo de las mismas calles, en los
El ritual de los modelos críticos
crita en el apabullante proceso de las vivencias y dramas de un in- mismos entornos familiares con
y las manías catalogadoras dieron
la «globalización» que implica el migrante cirio-libanés o las de el los mismos valores, ahora hipo-
en ubicar hace tiempos a Fayad
peligroso hegemonismo político desplazado de la provincia nati- tecados por el entusiasmo que
como precursor de la novela ur-
ante el cual Latinoamérica ocupa va a la ciudad –Bogotá-, persis- aporta el narcotráfico, imbuido
bana; pero por encima de estas
un lugar nada envidiable. Se do- ten en la narrativa de Luis unos por la violencia de guerrillas y
consideraciones, él es dueño de
lió de la imagen de nuestro ele- mismos valores, una misma ciu- contraguerrillas, sumergido en la
unos valores muy particulares en
mento humano en el mundo, dad y sus escenarios clase-media; traición y el crimen. La novela
los que el ambiente intimista y
construida por distorsiones unas mismas costumbres y senti- hace parte del proceso dialéctico
natural, el mundo de lo cotidia-
mediáticas e intereses ajenos. Y es res morales de esos habitantes y , ético y cultural de la misma so-
no y los personajes de todos los
aquí donde radica la importancia protagonistas. Para toda su obra ciedad que lo ha ocupado como
días, prevalecen sobre otras mu-
del escritor para dar la batalla de persisten esos elementos comu- escritor; observa la subversión
chas circunstancias. Y contra lo
la identidad en este novedoso nes: el mismo edificio circunstan- cultural que la transforma, la sus-
que pudiera pensarse, su proce-
contexto universal, señalar las cri- cial, igual condición económica tituye, la complementa.
so gestativo no obedece a co-
sis de nuestros pueblos en este de sus gentes, las mismas carac- «Acaso sea la primera vez en la
rrientes literarias que hicieron o
nuevo orden que pretende divor- terísticas arquitectónicas del vie- que expresamente hago literatu-
hacen presencia temática o esti-
ciar cultura y estética de valores jo barrio, las mismas tradiciones ra crítica y de compromiso», nos
lística en la narrativa latinoameri-
tales como derechos humanos y y valores que hacen de la totali- había dicho Luis hace un año para
cana de los últimos treinta años.
sociales. Son meditaciones en fun- dad de su obra, una verdadera referirse a los señalamientos so-
Es un proceso natural, propio.
ción creadora. «Reflexiones des- saga, en el sentido natural de la ciales, económicos y políticos
Autónomo y singular a partir de
de allá -me dijo- para hacer lite- acepción y que es lo que desea- implícitos en el texto. Y hace poco
sentir lo cotidiano y cuya origi-
ratura aquí». mos resaltar en estos apuntes.(Una (U.N. Periódico XI-14-04) sos-
nalidad reside en la capacidad
Largas horas sobre asuntos diver- tuvo a sus entrevistadores que
sos para abordar el tema princi- «toda novela tiene ideología y el
pal: su nueva novela. Y Fayad nos no tenerla es tenerla», para signi-
adelantó algunas claves de su re- ficar que si bien el papel del es-
ciente creación que afirman el critor no es enseñársela al lector,
sustento coherente de su estilo li- los hechos mismos la sustentan y
terario, de sus funciones narrati- en el caso que trata Testamento de
vas pero también de su capaci- un hombre de negocios, dadas las rea-
dad innovadora en cuanto esta lidades, las fuentes sociales y po-
nueva novela asume una posición lítico-económicas que la susten-
crítica en relación con todo lo que tan, ello resulta evidente.
pasa en nuestra sociedad y sus Para este trabajo Luis Fayad ela-
causas insertas en procesos eco- bora una técnica literaria que de
nómicos y culturales: suyo indica el dominio lingüísti-
narcotráfico, la nueva violencia, co y la capacidad idiomática y es-
valores morales emergentes, tilística. Hay un narrador omnis-
pragmatismo, indolencia. Y en ciente -Jacinto- en cuyos diálogos
este sentido puede sostenerse que fluyen otros, otras referencias,
se trata de una percepción de otras narraciones que estructuran
cómo afecta la globalidad nues- la escritura, el hilo argumental, el
tras nuevas realidades. Y su visión, asunto. Y el método escogido
desde «allá», tiene el prodigio de permite penetrar con interés el
ser fiel a lo de «acá», sin despre- alma de sus protagonistas, la al-
ciar las minucias del drama hu- mendra social de unos seres rea-
mano de nuestra ciudad que él les que denuncian la crisis de una
tanto conoce en sus esencias so- sociedad que sin nombrarla, se
ciológicas. reconoce.
Testamento de un Hombre de Nego-
cios fue finalmente editada y pre-
sentada en Bogotá por Arango Pemán R. Es periodista cultural, poe-
Editores a finales del año pasa- ta, profesor de literatura.
do. La novela está constituida por La Fidanzata. Oleo / tela. 85 x 60 cm. 1999

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M ú s i c a

Échale salsita
Por Juan Manuel Roca

quien por bueno Chano Pozo ya había sido cele- ritmo antillano.
El libro de la salsa.
no lo estime”. brado por Dizzie Guillespie y en Son buenos y sin alardes los ar-
Crónica de la música
Pero habría que recordarles otra su nombre se abrió una década gumentos que presenta el autor
del Caribe Urbano
canción del mismo Piñeiro, rumbera sin precedentes en el venezolano, basados en hechos y
César Miguel Rondón.
“Échale salsita”, para no dejar nuevo templo de la música que en algunos supuestos que es lo
Ediciones B.
escorar el barco hacia el lado del llevaría el nombre gastronómico propio de las mitologías popula-
Bogotá, 2004. 436 páginas. purismo. de salsa. res.
Imaginen un lugar por el que pa- El hecho, por ejemplo, de que la
e sabe que toda cultura es un “En Catalina me encontré lo no
S cruce de caminos, un fecun-
do mestizaje. De eso da muy
pensado,
la voz de aquel que pregonaba
san Antonio Machín, ese gran
bolerista que aún en España don-
de murió se considera vivo
ductilidad del son cubano sea lo
que permite la alimentación con
otros sonidos, desde aires tan dis-
buena cuenta la música antillana, así: como el cadáver de “El Cid”, tintos como el pop o el boogaloo,
aquella que en lo que tiene que ver Échale salsita, Graciela “la bochinchera”, la aderezados con los sonidos pro-
con la más grande matriz musi- Échale salsita, échale salsita”. explosiva y graciosa hermana de venientes del jazz.
cal del Caribe, Cuba, sufrió el cer- Machito y, entre otras, una voz Así, un legendario sexteto, el de
cenamiento de su lado indígena, Todo esto se agolpa, y muchas pequeña pero más que armo- Joe Cuba (“Con la punta del pié”,
de sus areítos borrados de la his- cosas más, en este libro del niosa, una cadencia que influyó “Quítate de la vía Perico”)
toria por un largo genocidio. musicólogo, cronista e historia- en tantos otros cantantes, desde implementa el sonido del
Eso es algo que no ocurrió de dor de la salsa César Miguel Vitín Avilés y Felipe Pirela hasta vibráfono haciendo de su músi-
manera tan flagrante con la mú- Rondón. Jimmy Savater y Cheo Feliciano. ca un momento exquisito con una
sica popular colombiana, pues si El libro de la salsa es un volumen Lo anunciamos con una fanfa- nueva impronta. Como ocurrió
aguzamos bien el oído como esos que suena, que evoca, que se lee rria: el puetoriqueño renovador con la aparición en la escena de
vagabundos que lo ponen en la con ritmo y, en recuerdo de vie- del bolero, Tito Rodíguez. Ray Barreto, un raro especímen
carrilera del tren para saber si se jas emociones, con la percusión El mismo Tito hacia 1963, dato nacido en Nueva York pero “he-
acerca, podremos oír en las gai- de ese pequeño timbal que en para sabuesos de la salsa y de la cho músico en Alemania, mien-
tas indígenas, por citar un solo lenguaje corriente llamamos co- música colombiana, grabó la for- tras cumplía el servicio militar”.
ejemplo, en las cumbias y en el razón. midable cumbia de Wilson ¡Vaya! Ser militar y no perder el
porro, los acentos de la música Arranca esta suerte de crónica oído es una verdadera gracia, una
Choperena, “La pollera colorá”.
indígena en yunta con los ritmos musical en el año 50, en el prueba de fuego, habría que agre-
Algo que de no ser por Rondón
afros y españoles. Palladium, en una pista de baile gar. Barreto llega a la salsa desde
este reseñador no hubiera sos-
En el caso cubano y su adiós al para mil personas que no se lle- las cabeceras del jazz, como ocu-
pechado.
areíto, que según historiadores naba ni en una cuarta parte para rre con nuestro magistral Joe Ma-
Una virtud más de El libro de la
como Helio Orovio –a quien bailar, según recuerda Rondón, drid, de quien bastaría recordar
salsa: está escrito con mesura,
debemos un buen diccionario de ritmos como el foxtrot, el tan- sus arreglos para Mongo
espiga anécdotas en uno y otro
la música cubana- se acompaña- go y el “viejo swing”, es decir,
lado, pero no cae en el vicio del Santamaría y para Harlow. Para
ba de sonajas, maracas y fotutos, para una lánguida fiesta en un es-
dato y de lo meramente el primero la “Cumbiamba” y
no quedan huellas de esa prehis- pléndido palacio.
cronológico, como sucede con para el segundo su “Cumbia tí-
toria musical, pero sí resulta El administrador del Palladium
otros libros sobre el género. pica”. ¿No lo justificaba ya el he-
rastreable la presencia de los in- decidió entonces cambiar de
Más allá de los tópicos, de los cho de que un gran contrabajista
flujos africanos que desemboca- música y atraer a los latinos con
lugares comunes inevitables en del jazz y del be-bop, Charles
ron en el son, en el danzón y en la mayor entusiasmo. Se puso en
una historia musical, Rondón nos Mingus, hubiera fusionado una
salsa, una música que nació como contacto con Machito, el formi-
arrastra por barrios latinos, que música de alto rango estético, en
hija exiliada de Cuba y Puerto dable Machito (Frank Grillo) y
son iguales en su colorido, en su algo que llamó “Cumbia-jazz-
Rico, especialmente, en la ciudad sus afrocubanos y con Mario
amargura, en esa pobreza que fusion”?
de Nueva York. Bauzá, que fue, de nuevo cito a
desaparece cuando se inicia el En cualquier capítulo que se abra
Todavía hay quienes no se aco- Rondón, quien bautizó el nuevo
baile, en cualquier país donde la de El libro de la salsa, en esta se-
modan al término salsa. Los lugar con el nombre de una
salsa se manifieste. Da lo mis- gunda edición corregida y aumen-
puristas que se oponen a ese so- composición del grande del tam-
mo que sean barrios enclavados tada e irrigada de una buena ico-
nido mixto que por momentos bor, Chano Pozo, quien sería
se volvió un formato comercial, en Nueva York o en el Caribe. nografía, hay algo de interés para
pocos años después asesinado en
evocan a Ignacio Piñeiro y su Fueron los barrios los que, al uní- el enamorado de una música que
Harlem en 1948.
“Suavecito” de 1930, en el que el sono con las disqueras que olfa- ya vivió sus mejores momentos.
El nombre del sitio y de la can-
habanero cantaba así: ción escogidos fue “Blen-blen- tearon el gran filón de una mú- Sí, una música que ya tuvo su es-
blen”, una guaracha que antece- sica que desembocó en el boom plendor y que solo ocasionalmen-
“El son es lo más sublime dió a su popular “Manteca”, ese de la salsa, le dieron a esos rit- te se vigoriza. Unos ritmos a los
para el alma divertir. ritmo que tanto entusiasmara a mos su pasaporte internacional, que ayudó de manera evidente el
Se debiera de morir Charlie Parker. algo así como el esperanto del cine, con películas que exaltaron

12 Abril - Junio 2005. No. 2 Lecturas Críticas


C i n e
el boom de los setentas. Como todos en la diáspora ante la
ocurrió con “Nuestra cosa lati-
na”, el filme de León Gast, que
malformación musical propues-
ta por nuestras disqueras.
La Fábula de la sombra
hizo que a distancia, en los cines Acá figura, entre los grandes, Edy Por Augusto Bernal Jiménez
de barrio, la gente de las ciuda- Martínez, el pianista pastuso que
des vocingleras y musicales del ha tocado con otros de los gran-
continente no lograra acomodar- des de la salsa y a quien debe mu- tos de sí mismos, serenos, resigna-
se en las butacas: los movían de cho de su vigor la orquesta de Ray La sombra del caminante dos y sujetos a “un estado de las
ellas las imágenes y el sonido de Barreto. Ciro Guerra cosas” que les permite sobrevivir
una pléyade de músicos convo- También figuran Héctor dentro de una opción neorrea-lista
Bogotá, 2005
cados por “las estrellas de Martignon y Jairo Varela, el fun- como la del blanco y negro, “por-
Fania”. dador de Niche que ahora resulta El mundo es la totalidad de los que con el blanco y negro te acercas
Esto ocurrió cuando estaba en grabando una lamentable canción hechos, no de las cosas mas a la fotografía y al documental
la cima el fenómeno de la salsa. que pide la reelección de un sor- Wittgenstein histórico”*.
Es una grata historia. Desde do, no sólo a la música (admira a Mañe (Cesar Badillo), recrea su car-
Juanes), sino a los que opinan de ga de resignación en su incapacidad
H
Benny Moré, el lajero sin igual ay algo, particular y
que grabó discos con Dámaso modo diferente a su lesa majes- física, en su caudal de memoria , en
confabulador cuando inicia
Pérez Prado, “un chaparrito con tad (es sintomática su laberintitis). su caracterización de desemplea-
La Sombra del Caminante de Ciro
cara de foca” a quien debemos Se trata de una historia a muchas do, desplazado y marginado por la
Guerra. Su capacidad por fabular
en conjunción con Cachao las voces, de un gran capítulo de la guerra. Su “antagónico”, el Silletero
la realidad, invade y comparte una
delicias del mambo, hasta creatividad musical del continente ( Ignacio Prieto), hombre anónimo,
serie de sentimientos y ambigüe-
Jonhnny Pacheco, es una grata publicada por primera vez hace “cargador de hombres” (apelativo
dades al tiempo que apreciamos una
historia. 25 años, donde el resabido estri- indirecto de la muerte), reduce su
ciudad que despierta al ritmo de la
billo de “quítate tu p’a ponerme vida al espacio que camina, a un en-
Desde Vicentico Valdés hasta el imaginación. Y cuando pregunta-
yo”, ya no resulta tan fácil de ex- torno de ser anónimo, a sus culpas
expresivo y trágico Héctor mos acerca de su facultad por fa-
presar, pues no son muchos ni , a sus muertos y a una bala “perdi-
Lavoe, pasando por un centenar bular, circunstancia aplicable tan solo
muy notables los posibles relevos. da” que lleva en la cabeza.
de compositores e intérpretes, a los poetas y a los llamados “crea-
No tanto porque todo tiempo dores de imaginaciones”, termino Bella y fabuladora analogía que
hay mucha tela por cortar. Mu-
pasado haya sido mejor, como mas utilizable a los autores cinema- parece esconder la película. Es una
cho ritmo por bailar y por can-
por el hecho de que lo que más se tográficos, continuamos intimidados sombra que camina junto a sus es-
tar.
difunde, el espantoso merengue, por su ritmo pausado. pectadores y a la que su director
La primera edición del libro de
el desastroso vallenato de hoy, la agrupa entorno a un sin numero de
César Miguel Rondón de 1979 ¿Dónde está lo intimidante de este
insabora bachata, la anquilosada registros documentales de ciudad
dejó abiertas las puertas, con al- film, que desde un comienzo pa-
nueva trova cubana, que ni es nue- que permiten que ellos subsistan.
gún entusiasmo, al resurgimien- rece no alejarse de un sentido cuasi
va ni es trova y lamentablemente Sin embargo acude a otro tipo de
to de la salsa, que no se ha dado documental y de registro directo?
es cubana, contribuyan a callar los fabuladores con diferente naturale-
sino a medias. En su propuesta estética por utili-
mejores momentos actuales de un za: la dueña del inquilinato (Ines Prie-
Ahora se agregan algunos nom- zar el blanco y el negro como na-
ritmo al que Chucho y Bebo to), soberbia, serena, digna, repre-
bres que ya eran un porvenir casi rración. Alternativa valida y atrevi-
Valdés, el renovado Irakere con sentando la modestia y la calidad
asegurado y algunos otros que da para una cinematografía que se
su “misa negra”, Cachao y otro actoral con un rol injusto con ella
aparecieron en la escena. Nos regodea por el color y el glamour
puñado de creadores, no dejan misma, al punto de convertirla en
detenemos otra vez en sus elo- como una vía Y sin embargo su
morir. complemento; su hermano, un sar-
gios a Joe Madrid, por una ten- realizador recurre a su memoria, e
Son los que siguen la estela lumi- gento retirado del servicio activo y
dencia a recordar lo bueno que incorpora lo sórdido e “insopor-
nosa del Benny, de Barroso, de del orden publico, por razones
olvidamos en Colombia. Y en table que puede resultar la ciudad”,
Chano Pozo, de Arsenio, de Bauzá, explicables, mas no “reales”. El con-
Justo Almario, el excelente flau- en medio de la imaginación de un
de Portillo, de Jorrín, de Barbarito, flicto es tan solo una fábula. Y la
tista costeño. Los dos músicos hombre que trae el paisaje de Rio
de Puntillita, de Pío Leyva, de policía, anónimo y necesario perso-
colombianos tocaron con de Oro, su ciudad natal, y lo en-
Arcaño, de Laserie, de Chocolate, naje cuyo rol es tan entendible
Mongo Santamaría la ya regis- frenta a ese “otro lugar”, justifica-
de Bola de Nieve, de Chapotín, como el grupo de pandilleros del
trada cumbia de Joe, acompa- do como ciudad para construir su
de Fajardo y de Embale y de las barrio. El equilibrio social perfecto
ñados de tambores llevados de propio imaginario. Así construye
grandes mujeres de la canción, entre libertad y orden o entre casti-
nuestro litoral, en una experien- una fábula de los destinos de dos
Omara, Isolina, Graciela, Celeste, go y beneficio. Su preocupación por
cia musical que Rondón califica hombres acompañados por una
Celia, María Teresa, tantas otras. el país está representa en el Silletero,
sola y entrañable sombra, adheri-
(entretanto la oigo en el viejo Coda: aquel que trajo de Río de Oro, lugar
dos a este país por siglos dentro
disco duro del recuerdo), de donde se crió, y que veía perma-
A Bartolomé Maximiliano Moré, de un conflicto interno, un conflic-
“alternativa distinta” frente al nente cuando cruzaba el río, cargan-
que se hizo el muerto hace 42 años, to armado, y un conflicto cotidia-
cerco comercial. Allí cantaba el do hombres. «..esa imagen no se me
dos meses y cinco días. no. Todos sin ninguna diferencia
virtuoso Justo Betancourt. ha borrado nunca y como siento
son conflictos. Guerra recrea y ubi-
Como esta reseña no es un dis- Juan Manuel Roca es escritor, poe- ca un pasado, su pasado -el de sus que tengo una gran preocupación
co de “larga duración” me bas- ta y periodista. Recientemente publicó personajes- dentro de un marco por lo que pasa en este país, la aso-
ta con señalar que este es un li- su primera novela Esa maldita cos- urbano tan obviocomo justificable, cie con una idea que me obsesiona,
bro que desborda alegría. Y que tumbre de morir, bajo el sello Al- en donde la ciudad se convierte en que es la redención» **
reconfortan las señales de bue- faguara testigo inobje-table de la memoria Esta búsqueda de la redención, se
nos músicos colombianos, casi de estos seres anónimos, proscri- asume como una expiación de cul-

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P l á s t i c a
pas de parte de sus protagonistas. coge lo mejor de sí mismo dentro 1990), himno kitsch a lo estrafalario esta responsabilidad generacional en-
El director la asume con una acti- de una tradición muy del genero - y grotesco, a la manera de una gran torno a un conflicto; aquella que al-
tud tan pasional como insegura. Sus algunos ejemplos: Pasado el Meridia- opera de la noche; Lluvia (Oscar gunos consideran una fabulación de
personajes por momentos no (José Maria Arzuaga, 1964) en la Pinilla, 1984), fresco documental del la realidad. Sin perder ese referente
deambulan, dudan, se ayudan, se uqe su protagonista, portero de una barrio de La Perseverancia, bajo un por real y lo obvio, como dicta su
acompañan, mantienen antes que agencia de publicidad, enfrenta la fondo de lluvia; y La gente de la Uni- compromiso de realizador indepen-
una culpa una necesidad intrínseca muerte de su madre y la tragedia de versal (Felipe Aljure, 1999), el gran diente, se asume y toma postura.
por sobrevivir. ¿Porqué? La reden- la ciudad dentro de un realismo casi “urbano” de fin de siglo-. La espe- Una consecuencia tan solo vista en
ción llevada al extremo sagrado del perfecto; El Cruce (José Maria ra de la moraleja a esa sombra que pocos realizadores dentro de un sen-
pecado pareciera no existir, por el Arzuaga, 1967), film inacabado y camina dentro del film de Guerra tir personal, logrando acercarse a esa
contrario pretende concebir esta re- censurado por la “moral urbana” y parece justificar la fábula de la his- sombra de nuestra propia historia
dención como una forma de exor- que recoge esos personajes olvida- toria nacional, hasta que se torna por nacional que al caminar muchos no
cismo urbano, donde el trabajo y el dos, referenciados en los testigos co- momentos indecisa y pausada, sa- ven, porque nunca serán caminan-
destino de uno y otro se convierten tidianos de un accidente de transito; crificando su carga realista dentro tes con memoria propia.
en solidaridad manifiesta. Protec- Pepos ( Jorge Aldana, 1985), reco- de una expiación de culpas que por Augusto Bernal Jimenez es profesor de
ción de los pandilleros del barrio; rrido obligado por los míticos ba- momentos parece dejar la conclu- cine y director de la escuela Black-María
compañía bajo un cambuche en el rios de la Perseverancia y La sión en manos de los espectadores.
monte, búsqueda de una planta, y *El ojo que piensa Nº 7. Revista virtual
Macarena, donde un par de Sus personajes se confiesan y la re-
de cine iberoamericano. Universidad de
compasión por un hombre que de- “pepos” reviven su propio juego, dención se consume. La sombra del Guadalajara. Entrevista con Ciro Gue-
sea leer. Mas allá de esta interpreta- con la sociedad que los marginó; La caminante, asume su propio riesgo. rra, por Orlando Mora. Marzo 2005.
ción el cine urbano de Guerra re- Mujer del Piso Alto ( Ricardo Coral , Muestra con su tono una parte de **Ibden.

Manual herético del amor


Por Juan Manuel Roca
Lawrence y su historia de una lady teatro en donde una mujer desnu- condidas muchas preguntas.
Libraco Porno con amante guardabosques, se mue- da se va poniendo poco a poco la Como ciertas madonas del arte
Antonio Samudio. ven en las fronteras del deseo y en ropa, en un anti-striptease, hasta que- clásico, de pronto se nos recuerda
Ediciones Arte Dos Gráfico. la exaltación del momento en el que dar completamente vestida. Un lu- la cercanía de Eros en los territo-
80 ejemplares numerados dos seres establecen como altar el gar así es donde se señala que la des- rios de la santidad, aunque nues-
Bogotá, 2004. cuerpo del otro. En el erotismo nudez es inocencia y que no hay nada tro San Antonio no sea patrono
como entrega el amante escribe más pornográfico que el ropaje. Se de las solteronas, ni un casamen-
sobre el cuerpo amado, esculpe, trata de una herejía, de una burla em- tero mayor.
No pudiendo suprimir el amor,
modela, graba o construye y logra prendida como una cruzada contra No está la estética de estos graba-
la Iglesia ha querido, por lo menos,
salir, por esa fisura creada en el tiem- la doble, y a veces triple, moral ca- dos cerca de ese cuadro en el que
desinfectarlo, y ha creado
po, del infierno colectivo. nonizada. He aquí entonces un ma- Courbet pintó un sexo femenino
el matrimonio.
El amor, la única religión cuyo dios nual herético del amor que ataca el de forma naturalista y detallada,
Charles Baudelaire es falible, según la expresión de falso pudor, cobijado bajo la mira- como el ícono de una nueva reli-
Borges, cuando nace el desamor da siempre burlesca de Antonio gión, un óleo al que le dio por tí-
A los viejos debates de Henry
Miller y Lawrence Durrell so-
bre las aproximaciones y distancias
conduce a un retorno a la indivi-
dualidad. Es el gusano enamorado
Samudio. Y en la compañía de una
buena muestra de versos de poetas
colombianos, amorosos unos, obs-
tulo El origen del mundo. Ni se en-
cuentra en las vecindades de esas
de una estrella, diría Edgar Morin. lánguidas muchachas de Balthus
entre la pornografía y la obscenidad, Pero mientras existe como fuerza cenos otros, eróticos o pasionales atravesadas por las saetas de una
se le han agregado muchos nuevos pasional hay una disolución mo- los más. mirada victimaria, esas Lolitas pin-
mamotretos. Y la cosa sigue más o mentánea del yo, un deseo de uni- A propósito de amores heréticos tadas que a veces parecen como
menos igual para los teóricos: lo dad que hace de uno el cielo del bien vale la pena recordar un epi- las del mismo Nabokov, corrup-
obsceno es lo directo, pornográfi- otro. Allí tiene su terreno fecundo el sodio narrado por Charles toras de mayores. Ni festeja tam-
co es lo sinuoso, lo que fetichiza. Ya arte que nace del anhelo de diluir al Baudelaire en Mi corazón al desnudo, poco del “amor loco” que vadea
Denis de Rougemont había dicho: autor en la apreciación del desco- en el que recuerda la doble moral tenues fronteras entre lo sagrado
“¿y qué podríamos temer del de- nocido. del burgués. Evoca el poeta una como fetiche y lo profano como
seo? Pierde su poder absoluto cuan- tarde en la que fue en compañía tal, entreverando la gula de Dios
Con los grabados que Antonio
do dejamos de divinizarlo”. de una joven puta al Louvre, y y la gula del cuerpo. Se trata más
Samudio realizó para el Libraco
Son tantos los rastreos que Porno, que es algo así como un momen- cómo la muchacha se ruborizaba bien de un divertimento, de una
emparentan erotismo y misticismo, to de juego en torno al erotismo, a al ver desnudos que calificaba de forma de restarle solemnidad a
que Casanova y sus Memorias, la obscenidad y a una suerte de ino- obscenos, haciendo toda suerte de Eros, a ese dios que nació del hue-
Apollinaire y sus Once mil vergas, el cente pornografía, nos sentimos mohines, muy a la manera de las vo primordial engendrado por la
rey Salomón cuyo Cantar de los can- más cerca de Pietro Aretino que de “putidoncellas” quevedianas. Es la Noche, y de hacerle guiños a
tares fue condenado por impuro en Gustavo Adolfo Bécquer, más cer- misma doble moral de un viejo Cupido, diosecito burlón que sabe
el Concilio de Constantinopla por ca de Catulo o de Marcial que de verdugo de París que rebanaba ca- muy bien, como lo sabía el poeta
Teodoro de Mopsuesta pues veía Eluard o de Neruda, más cerca del bezas a granel y no podía sopor- y grabador William Blake, que “la
en el poema del magnífico Rey “un burlesco Bocaccio que del tedioso tar que alguien cortara una rosa de desnudez de la mujer es obra de
canto erótico de bodas”, D.H. marqués de Sade. Imagínense un su jardín. En este libraquito hay es- Dios”.

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El rey y el pueblo
Por Rodrigo Pérez Gil

protagonistas del relato. Sin em- que instruirme, sin aumentar mi el profesor Medina; sin embar-
La Historia Política Hoy bargo, hay un claro contraste actividad o vivificarla inmedia- go, nos parece que Colmenares
Editor César Augusto Ayala entre estos dos libros: el de tamente”. Si tales estudios no apunta sobre todo a la idea, que
Universidad Nacional de Colombia, Phelan se puede leer en un solo producen de veras un movimien- vuelve a traer Diana Marcela
y largo aliento, mientras que el to, y se limitan a una reflexión, o a Rojas en su ponencia citada, acer-
Bogotá, 2004, 419 págs.
otro, el fárrago, la hojarasca de una comunicación, a una repetición ca de “la necesidad y la impor-
las ponencias (profesores de la o a un mero trabajo de archive- tancia de una relectura de la his-

N ombro esta reseña invir


tiendo el título del bien es-
crito y documentado libro de
U.Nal. Bog otá, UIS de
Santander, Univalle, CINEP/
Uniandes) hace penosa la lectu-
ro, ¿de qué nos sirven? El título
del texto que reseño evoca el del
libro editado originalmente en
toria política del país desde una
perspectiva internacional” (pág.
328-9), por cierto en mora. Nos
John Phelan, El Pueblo y el Rey. ra y mínimo el provecho. Se tra- 1978 por Mario Arrubla, quien parece valioso el objeto del en-
La revolución Comunera, que apa- ta de una diferencia de estilo y también lo introduce: Colombia sayo de Almario sobre los estu-
rece citado en un capítulo, o po- de objetos de elección, diferen- Hoy, Perspectivas hacia el siglo XXI, dios históricos de Cauca, Nariño,
nencia, de La historia política hoy cia de pasiones, aunque compar- reeditado con prólogo de Jor- Valle, su pretensión de avalar los
presentada al Seminario de his- ten importantes puntos de vista. ge Orlando Melo y con adicio- estudios regionales -dentro de
toria política (mayo 2002) en la Encontramos, de otra parte, im- nes en 1991, escrito a varias una historiografía generalmente
Universidad Nacional por portante la ponencia de Diana manos. Y es preciso volver Hoy centrada en una especie de anti-
Ingrid Johanna Bolívar acerca Marcela Rojas (IEPRI, U.Nal.) a las palabras del mismo Arrubla gua parroquia alrededor del Es-
de la “interacción histórica entre sobre la necesidad de releer la en su ensayo en este libro: “Sín- tado donde la lengua se estan-
política y cultura” (pág. 361). En historia política nacional desde tesis de Historia Política Con- ca-, el estudio de la configura-
la mayoría de las catorce ponen- la perspectiva de las relaciones temporánea” (1978): “el libre ción de los conflictos y las eco-
cias sobre este tema que apare- internacionales, y la de Oscar Al- juego de las ideas políticas tiene nomías de los medios, de las
cen en el libro, y en el mismo mario de la U. Nacional-sede- que presentar gravísimos regiones con sus etnias, hacien-
libro de Phelan, nos parece que Medellín, que recrea las pregun- interrogantes cuando se revele en do así bascular el centro grávi-
el rey encabeza la procesión, un tas de Germán Colmenares, so- gran medida inocuo frente a los do de la mayoría de los estudios
rey desnudo (Hans Christian bre el valor imprescindible de males de la existencia social”. In- de este talante, condenados a
Andersen: los sastres del rey le los estudios regionales y la his- siste al final en que las ideas, “in- repetir la historia de la Construc-
han hecho un intrincado y labo- toria de la constitución, frágil, de capaces de articularse con la rea- ción de la Muralla China (ver el
rioso vestido tejiendo hilos invi- las etnias, los negros en particu- lidad social tienen bloqueado el cuento de Kafka), es decir de la
sibles, y así desnudo lo porta os- lar, en Puerto Tejada, en Cauca, acceso a la seriedad”. No se tra- Soberanía, o del Estado-nación,
tentoso a los ojos del niño asom- en el Valle. Apreciamos también ta para nada del pesimismo del objeto de muchas ponencias en
brado que exclama), un rey des- la ponencia breve de Alberto para qué la poesía en tiempos de este libro: la de Ar mando
nudo va, pues, delante del pue- Bejarano, de la Universidad Na- vacas flacas, el nihilismo del para Martínez Garnica de la UIS de
blo y le da sombra, al pueblo cional, sobre un caso de prensa qué la historia política, o si está Santander, la de Fernán González
sujeto, no en el sentido de cons- de oposición en la pluma de muerta, no se trata de idealismo del CINEP, la de Ingrid Johanna
tituido, o por constituirse, sino Pedro Escudriñez, seudónimo tampoco, se trata de otra cosa. Bolívar, del CINEP/Uniandes,
en el sentido de anudado, inves- de columnista del periódico El Sin duda, de resistir. Los ojos del la de Fernando Estrada de la
tido, sojuzgado y borrado, des- Autonomista, y de El Debate, ha- espíritu son un animal que salta, UIS, la de José David Cortés
plazado, empero latente, virtual, cia 1896 y 1898, crítico feroz del y el duende trasiega los bordes de la Nacional sede Bogotá.
en el sentido de no-actual. La régimen impuesto por la Regene- del pozo donde mana la herida. Aún si cada una de éstas tiene su
primera parte, de tres, en este ración de Núñez y Caro, ¡Oh glo- Es superflua, y es vana, la pre- objeto específico, la última, por
interesante libro de Phelan (con ria inmarcesible! Si no fuera por gunta que se hace Oscar Alma- ejemplo, “Lecturas sobre la igle-
prefacio del propio autor escri- estas ponencias, a propósito del rio encabezando su documenta- sia católica como actor en la his-
to en Madison, Universidad de libro que reseño, vuelve por da y bien escrita ponencia, so- toria política colombiana”, el
Wisconsin en 1975, habiendo fuerza la cuestión de Nietzsche- bre el suroccidente de Colom- Real Tema de estos ensayos es
muerte de repente poco antes de Goethe en la Segunda Considera- bia: “Si la Historia Política ha la cuestión de la construcción del
ver editada su obra en 1978 por ción Intempestiva (1874), la cual muerto o está de vuelta es algo Estado-Nación, condensado en
la misma Universidad), está de- arranca el filósofo con la cita del que debemos discutir amplia- los procesos dados lugar, por
dicada a Carlos III, la interme- poeta , y que se aplica casi ente- mente [...]” (pág. 117). Teófilo ejemplo, entre la Iglesia y el Es-
dia al criollo del Socorro Juan ramente a este libro editado por Medina, en la primera ponencia tado, en el caso de esta última
Francisco Berbeo, jefe de la ex- la Universidad Nacional, con del libro acerca de la Historia ponencia del profesor Cortés, en
pedición comunera, y la última mínima instrucción y mucha eru- Comparada, cita a Colmenares la llamada Regeneración. Son en-
a Antonio Caballero y Góngora, dición, cuántas citas, y en cam- cuando se refiere al ensimismamien- sayos que recaen en un ensimis-
arzobispo-virrey de Nueva Gra- bio, estas mismas palabras no le to de casi todos los historiado- mamiento, lo cual nos hace pen-
nada, firmante, con los comu- cuadran al de Phelan. Dice res (pág. 17). Sin duda, en el sen- sar en la antigua prohibición co-
neros, y abjurante de las capitu- Goethe: “Por lo demás, yo de- tido de que hace falta la “Histo- lonial de impedir el acceso a es-
laciones de Zipaquirá. Son los testo todo lo que no hace más ria Comparada”, como relieva tas colonias ensimismadas de

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P o l í t i c a

cualquier extranjero, menos con fue un gran logro para casi to- en Nueva York, consiguió en la mesa, mientras que los fran-
la pretensión de trazar mapas. dos los sectores que componían tiquete de ida y vuelta, aunque ceses tienen la buena mesa, aun-
Con todas las citas de textos es- los concernidos por las reformas lo devolvieron ya muerto, inau- que este mismo francés decía que
critos por autores extranjeros, las económicas de Carlos III, los gurando, o casi, la aviación en si él no fuera francés, sería un
ideas que a través de casi todos viejos y nuevos monopolios, tie- 1928, el poeta, luego de traer, inglés, a lo que el inglés, obsti-
ellos traen el grueso de estas rras, tabaco, sal, y aguardiente, con su novela, un viento de afue- nado, insular, igual que Botero y
ponencias, en rigor, no vienen de aún bajando los precios, luego ra, murió ahí, donde estuvo a Gabo, dice: “Si yo no fuera un
afuera, no traen aire que respirar, de consolidar su monopolio, y menudo, en sitios de frontera, inglés, sería un inglés”. ¿Inco-
no son novedosas y no son per- de esta forma recaudar más y concernido por el asunto de los rruptibles hasta el sol crepuscu-
tinentes a la hora de hacer un mejor dinero en las arcas reales mapas, siendo funcionario del lar de hoy, en el ojo del huracán
diagnóstico de la problemática para las fracasadas guerras de Estado, y sobre todo cuando del corazón de las tinieblas?
colombiana, ventilan el mismo España, con Inglaterra, con creó su obra narrativa, la cual Tenemos de otra parte, sin em-
reducto en torno a las “debili- Francia, en las mismas colonias. vuelve a inventar una lengua den- bargo, acerca de este mito de la
dades de Estado”, salvo ciertas El profesor Medina, por su tro de otra lengua, un viento vivo violencia, que el mismo Daniel
luces ocasionales, los autores parte, en su ponencia sobre la y temible de afuera, esta vez del Pécaut, citado por Medina en su
norteamericanos, por ejemplo, Historia Comparada, declara corazón de la selva ecuatorial, ensayo, escribe, en Orden y violen-
sobre la delincuencia urbana que “en Colombia la construc- vortex, vértigo que atrae a cia: “La violencia es consustan-
(1930-50) que cita Adolfo León ción del mito nacional ha toma- Arturo Cova y los personajes de cial al ejercicio de una democra-
Atehortúa (Univalle), en su po- do una forma paradójica” (pág. esta obra, ahí donde pulula la cia, que lejos de referirse a la ho-
nencia La historia política a través 25). Cita a Norbert Elias (autor cruzada de tambochas, a la hora mogeneidad de los ciudadanos,
de sus actores, salvo ciertas apre- recurrente en estas ponencias), del lobo que es la hora más os- reposa en la preservación de sus
ciaciones de Daniel Pécaut. To- que se refiere a una utopía alimen- cura de la noche. Utopía, literal- diferencias “naturales” [...] y que,
davía seguimos siendo xenófobos, tada “por la imaginación colec- mente, del griego U-topos, quie-
en cuanto está prohibido a los tiva”, una “representación re decir, No-lugar, Nowhere,
extranjeros trazar mapas de la na- fantasiosa” de la sociedad. Es- En ninguna parte. Se refiere a
ción -fue el caso de Bolívar y de cribe Medina: “Yo diría que el algo que no tiene lugar, aunque
Sucre, venezolanos-, prohibido mito nacional colombiano se no sea imposible, algo que no
incluso a un nativo-extranjero- plasma en la utopía-pesadilla de es actual, Nowhere-Hoy, carece
en-su-propia-tierra, como, de la violencia, de su inevitabilidad de memoria y de presente. Pero,
cierta forma, fue el caso de J. E. y persistencia. En este orden de Nowhere también puede leerse
Rivera de Neiva (Huila), quien inquietudes Daniel Pécaut ano- Now-here, así que en Ninguna
logró, pese a la prohibición tó hace ya algunos años: ‘Fue parte es Ahora y aquí. La nove-
imperante hasta el sol de hoy, y a preciso que viniera finalmente la, esta fabulación o delirio del
costa de sí mismo (muere de 40 Gabriel García Márquez para poeta, es el reloj que se adelanta
años en Nueva York), pintar, ofrecer el gran mito de la histo- y es la pura latencia del clima na-
hacia 1924, en una obra intem- ria colombiana: el estallido del cional, el mapa genuino, nada de
pestiva, un mapa vivo y genui- espacio, la inmovilidad del tiem- mitos, es una utopía (Nowhere)
no del país. po, la condena a la repetición’. ahora y aquí (Now here). Pero
Ingrid Johanna Bolívar Con dureza la omnipresencia de ocurre que los árboles impiden
(CINEP/Uniandes), que cita a la violencia no sólo golpea la ver el bosque y no se ve sino el
Phelan en su ponencia La cotidianidad de todos, sino que polvero de la guerra, la violen-
interacción histórica entre política y cul- la pesadilla constituye la atmós- cia, en casi todos los estudiosos
tura, quiere dar un ejemplo, con fera ominosa de inteligibilidad de la historia en Colombia,
el tema de la revolución de los de nuestro pasado” (pág. 26). Ricaurte en san Mateo en áto-
comuneros, de una especie de ¿Mito-utopía-pesadilla, la violen- mos volando (invento de Bolí-
estrabismo común a muchos his- cia? Evocamos las primeras pa- var). Se pierde la trama sutil que
toriadores. ¿Incluso Indalécio labras de la novela de José arma día a día los hilos de la te-
Liévano Aguirre, con sus Conflic- Eustasio Rivera, siempre actual, laraña, el arte de la captura, ¿una
tos Sociales y Económicos de nuestra como acabada de salir del hor- utopía, una “representación
historia, al que cita Phelan, obje- no, de las puertas del Inferno: “An- fantasiosa” la violencia en Co-
tando su postura frente al fiasco, tes de apasionarme por mujer lombia? Gabo y Botero tienen
el fracaso de los comuneros? Se- alguna, jugué mi corazón al azar mucho en común, virtuosos y
gún Liévano, éste ocurrió sobre y me lo ganó la violencia”. Así perversos artistas, pintan la vio-
todo por la defección o traición que ésta, la utopía, el mito, la pe- lencia y de tal manera, que nos
de los patricios, del criollo sadilla de Norbert Elias y de dan -en el caso de Botero, junto
Berbeo y los demás de la Junta Medina, la violencia, también es con su colección de pinturas-, las
y los de Tunja, quienes temieron una novela, La Vorágine, y no su- buenas maneras de escribir, de
el empuje que tomó el movi- cede en los libros sino afuera en pintar, en lugar de darnos la bue-
miento en un momento dado. el mundo, en la vida corriente, na escritura y la buena pintura.
Phelan asegura que no hubo tal incluídas las fantasías y las fiebres Sucede, para mejor captar la di-
fiasco, y que el movimiento co- del genial Rivera, quien, con ella ferencia, como en el caso del
munero, de carácter más bien bajo el brazo, para promover su francés cuando dice que los in-
“tradicional” que revolucionario, traducción al inglés y una edición gleses tienen las buenas maneras
Seducción

16 Abril - Junio 2005. No. 2 Lecturas Críticas


P o l í t i c a

lejos de aspirar a institucionalizarsis de Giorgio Agamben acerca do al margen de los centros Nemocón, expropiadas por el
las relaciones de fuerza que irri- de la Soberanía y sobre la frac- chibchas, a distancia del impe- fisco real.
gan la sociedad, hace de ellas el tura de la tríada Estado-nación- rio inca, nómadas, salvajes y Que, con la cruda sentencia
resorte de su continuidad”. Nos territorio, en su obra Medios sin libertarios en mucha parte del te- aplicada a Galán, la Audiencia
parece que estos ensayos referi- fin. Notas sobre la política (1996). rritorio colombiano? El mismo hizo de él un mito, sostiene
dos, centrando sus análisis alre- Acerca de la soberanía del Esta- libro de Phelan narra los tumul- Phelan. Ingrid Johanna, por su
dedor del tema del Estado-Na- do: “el poder no tiene hoy otra tos provocados por los incas y parte, en su ponencia, asevera:
ción, igual que la mayoría de los forma de legitimación que la si- Túpac Amaru en Perú justo por “La política ni en ese entonces
estudios sobre la violencia, no tuación de peligro grave a la que apela este mismo tiempo, y trae la pro- ni ahora implica escoger entre lo
dan en el punto, cogen el rába- en todas partes de forma per- clama de éste, “Acta de la Inde- bueno y lo malo, sino entre lo
no por las hojas, ensimismados, manente y que al mismo tiempo pendencia de la corona españo- malo y lo menos malo”
no ven sino el polvero, confun- se esfuerza en producir secreta- la” (como diría Bolívar de la car- (pág.381). Qué esperanzas. Ha-
den el efecto con la causa, el sín- mente (¿cómo no pensar que un ta de Lope de Aguirre al rey, Pri- cia el final del libro, escribe
toma con la enfermedad, la parte sistema que que ya sólo puede mer acta), reproducida, con sus Phelan: “El movimiento de in-
y el todo. Hay en el aire de la funcionar sobre la base de una propias palabras, muy pronto dependencia fue esencialmente
guerra actual una trama situación tal no va a seguir tam- por los indios del Cocuy en el aristocrático e intelectual. No fue
molecular que no se deja captar, bién interesado en mantenerla a norte de Boyacá y por los indios el levantamiento de las masas la-
parece invisible igual que el traje cualquier precio?)”. Así también, de Silos en Santander, en mayo- boriosas y oprimidas”. Expresa
del Emperador, evasiva, imper- los refugiados y los desplazados junio de 1781 (Galán es cazado además: “Ni Carlos III ni sus
ceptible, pese al Ruido, es preci- revelan la crisis, la fractura del en septiembre) llevando leña al leales vasallos en la Nueva Gra-
so captar al rey desnudo. Y para Estado-Nación-Territorio: “En fuego de la sublevación comu- nada lograron sus utopías. Las
ello sirve traer a cuento los análi-la decadencia del Estado-nación nera. Los capitanes del Cocuy es- utopías tienen la costumbre de
y corrosión general de las cate- criben a los indios de Támara, esfumarse cuando nos acerca-
gorías jurídico-políticas tradicio- Ten y Manare en los llanos, lee- mos a ellas” (la negrilla es mía).
nales, el refugiado [el desplaza- mos en el libro de Phelan, “Les Leamos esta afirmación junto
do] es quizás la única figura participamos cómo hay corona- con las últimas palabras del libro:
pensable del pueblo en nuestro do Rey nuevo en las Indias, y se “Por mucho que los patriotas co-
tiempo y, al menos mientras no llama el poderoso don Josef lombianos deban respetar el re-
llegue a término el proceso de Francisco Tupa Amaro [...] Les cuerdo y las acciones de Juan
disolución del Estado-nación y participamos que se han levan- Francisco Berbeo y de José An-
de su soberanía, la única catego- tado muchos lugares: ciudad de tonio Galán, los comuneros, en
ría en la que hoy nos es dado Vélez, villa de San Gil, el Cocuy, última instancia, eran voceros de
entrever las formas y los límites Mogotes, Santa Rosa y otros”. un mundo que pronto habría de
de la comunidad política por Ingrid Bolívar cita a Phelan, esfumarse en el pasado. Fue Ca-
venir”, declara Agamben. cuando dice que con las capitu- ballero y Góngora quien, sin dar-
En el prefacio a su libro El laciones de Zipaquirá [repudia- se cuenta, abrió la puerta que
Pueblo y el Rey, John Phelan escri- das por las autoridades] casi daba la futuro”. Se refiere, parti-
be: “En la Nueva Granada de todo el mundo obtuvo un be- cularmente, a las acciones del vi-
1781 era impensable un mundo neficio, “ricos y pobres, patricios rrey tendientes a liberalizar la edu-
sin monarquía. Podría pensarse y plebeyos, blancos, indios y ne- cación e impulsar la producción
sí en una radical transferencia de gros libres. Sólo quedaron por de sus vasallos, sobre todo en el
poder de los españoles a los fuera los esclavos negros” (pág. Socorro y villas aledañas, San Gil
criollos, bajo el manto protec- 381). ¿En que clase está Galán, y demás, cuna de las sublevacio-
tor de la legitimidad monárqui- hijo de español pobre y de mes- nes. La propiedad del notable
ca. [...] Ni Carlos III [con sus tiza o mulata, ahorcado, dego- texto de Phelan, es que trae
reformas tributarias radicales] ni llado y descuartizado, esparcidos entreveradas y muy precisas, las
sus leales vasallos en La Nueva sus miembros, un brazo en pruebas que demuestran algo
Granada lograron sus utopías. Guaduas, cuna de Pola, ese más bien contrario a su tesis ma-
Las utopías tienen la costumbra “hombre de oscurísimo naci- nifiesta, como una especie de cu-
de esfumarse cuando nos acer- miento”-con sangre mulata, igual lebra que se muerde o se come
camos a ellas. [...] Sin repudiar que Bolívar-, en palabras del ar- por la cola, pues la escitura viva
jamás su lealtad a la corona, zobispo Caballero y Góngora, secreta.
Galán no tenía ninguna idea el Pacificador del momento? Con el libro editado por la U.N.,
consciente, ni siquiera en em- Hay que ver cuáles fueron las uno aprende algo, aún si termina
brión, sobre la conveniencia de “concesiones significativas”, lue- remal, con la ponencia de Fernan-
darle un nuevo orden a la socie- go de reestablecer el orden co- do Estrada de la UIS, acerca del
dad”. ¿Ni siquiera en embrión? lonial, ya repudiadas las capitu- provechoso expediente que pueden
¿Por obra de Cronos (Saturno) laciones de Zipaquirá, que hizo ser las metonimias y las metáfo-
devorando a su criatura, culebra el virrey a las comunidades. Hay ras para comprender la naturale-
que se come, o se muerde, por que ver qué pasó en verdad con za del conflicto político-social y
la cola? ¿Era impensable un los indios, con sus resguardos y ayudar a sus soluciones parciales.
mundo sin monarquías, en los sus pueblos “a son de campa- Uno cree en las metamorfosis, no
y sometimiento. Oleo /Tela. 165 x 130 Cm. 1999 mismos pueblos indios vivien- na”, ahora sin las salinas de en los mitos y en las metáforas.

Abril - Junio 2005. No. 2 Lecturas Críticas 17


C r ó n i c a

El Compañero de viaje y sus maestros


Por Ricardo Sánchez

testimonio en su acepción com- gruesas de la república y su pro- igual que periodista en Alerta el
Cuatro maestros binada, subjetiva y objetiva.Por ceso socio-político en que actua- órgano oficial de la ANAPO y
Pemán-R.. todas estas razones es que po- ron los Maestros a que se refie- en Mayorías el periódico del
Augusto Ibañez Editor demos hablar del libro de Pe- ren estas crónicas, un esbozo su- Frente de los Trabajadores que
216 páginas dro Manuel Rincón Cuatro Maes- gestivo y acertado. El autor de seguía las orientaciones de An-
Bogotá, 2005 tros como un libro de crónicas, este conjunto de Crónicas, Cua- tonio García. Colaboró en el su-
donde se da cuenta de las sem- tro Maestros Pedro Manuel Rin- plemento cultural de La Repúbli-

L a crónica literaria es un gé
nero mestizo que va del pe-
riodismo a la literatura, a la his-
blanzas personales e ideológicas
de cuatro protagonistas de pri-
mer orden del quehacer intelec-
cón estudió derecho en la Uni-
versidad Libre y ejerció desde
temprana juventud el liderato de
ca bajo la dirección de Darío
Samper, fue jefe de redacción de
la revista Consigna y fundador y
toria, la política, a la crítica so- tual y universitario de vanguar- la protesta universitaria y luego colaborador de otras publica-
cial y artística. No la define su dia ilustrada y moderna, además fue dirigente nacional de las ju- ciones. Participó de la forma-
brevedad, a la manera de las que de luchadores por la democra- ventudes anapistas hasta llegar al ción del movimiento Alianza
escribiera con aire de artista Luis cia real, el pluralismo ideológi- Congreso de la República en ca- Democrática M-19 y ha sido un
Tejada y que recogidas en libro, co y el por venir socialista: lidad de vocero de la oposición. verdadero inconforme y rebel-
decidió titularlo, precisamente Gerardo Molina, Antonio Como líder desarrolló labor de en la búsqueda de nuevas
Libro de Crónicas. Ni tampoco su García, Darío Samper y Luis empecinada de educación polí- fuerzas y esquemas políticos a fa-
copioso paginaje como la que Vidales. El libro tiene un preám- tica en barrios populares de Bo- vor de Colombia. Pedro Manuel
escribiera en varios tomos, con bulo donde se ubican las líneas gotá y otras ciudades del país, al Rincón es un verdadero conju-
incorregible vanidad y narcisis- rado por la amnistía a los pre-
mo, el memorialista Carlos sos y perseguidos políticos, por
Lleras Restrepo, con el título la paz digna, realista y posible.
Crónica de mi Propia Vida. No Un alentador de tertulias y un
obstante ambos libros son bohemio que encuentra en el
lmprescindibles para la historia oficio de escritor el tránsito de
del siglo XX colombiano. la prosa a la poesía. En todos
Lo que distingue a la crónica, in- estos rasgos de su personalidad,
dependiente de sus usos y con- además de fervoroso lector es-
tenidos es su carácter popular y tán las claves para entender la
que le permite la inmensa acep- madurez de esta cosecha de las
tación de los lectores, escapan- Crónicas sobre estos Maestros
do a los compartimentos estan- de la buena política, la que des-
cos de los géneros como clasifi- cansa en el doble movimiento de
cación acartonada de las acade- la utopía social y la dignidad
mias. Además es de naturaleza humana.
esencialmente libre y suele des- El libro recoge las vivencias del
doblarse en un mismo texto, autor en relación a estas carac-
accediendo a lo transversal y dis- terizadas personalidades de iz-
perso. Es ágil y asume el traje de quierda humanista quienes su-
la levedad en la acepción de Italo pieron vivir con dignidad y lu-
Calvino, como opuesto a lo pe- char con entusiasmo, arrojo y
sado, aplastante. Se trata de la valor civil permanente contra
gravedad sin peso que se cons- las violencias del régimen
tituye en virtud del oficio del oligárquico y proponer solucio-
escritor. nes concretas de reformas que
El primado de la crónica es la evitaran el vergonzoso someti-
levedad y el subjetivismo sobre miento de la nación a los dicta-
la manera de contar los episo- dos de la potencia imperial nor-
dios, los sucesos que merecen ser teamericana, al mismo tiempo
narrados por el autor. Y que que se alertaba sobre la preci-
siendo reales, se convierten en pitada caída de Colombia, en
verosímiles, escapando a las la crisis destructora y disolven-
comprobaciones fácticas y al es- te que vivimos en profundidad
tablecimiento de verdades. Es el Estudio de descendimiento. Mixta/ Papel. 70 x 50 cm. 2003 desde el 9 de abril de 1948, con

18 Abril - Junio 2005. No. 2 Lecturas Críticas


C r ó n i c a

breves momentos de renacer


democrático. Sin que nos haya
sido posible contrariar los sig-
nos negativos de criminalización
y barbarie sobre las mayorías
nacionales y la consolidación de
un aberrante sistema de privi-
legios, de atornillamiento del
gran Capital y sus propietarios,
en un contexto de maquillajes
republicanos y de democracia
de papel.
Molina, García, Samper y
Vidales fueron líderes morales y
políticos que oteaban el futuro
preñado de desgracias y clama-
ron sobre la importancia de la
unidad del pueblo, sus organi-
zaciones sociales, partidos y di-
rigentes para mantener viva la
presencia de las libertades y los
espacios de la democracia, la
demanda por los derechos so-
ciales y las reformas económi- El pintor y la modelo. Oleo/ Lienzo. 90 x 130 cm. 2003
cas al servicio de la nación y del
pueblo. Aunque con matices y
énfasis diferentes y a veces con- Luis Vidales comunista y poeta que le dan nuevos sentidos y va- brega, tras el benévolo empu-
tradictorios, pero que estaban en de vanguardia con renombre ju- loraciones a lo establecido so- jón dado por el escritor con la
venil cenital y perenne. Investi- bre estos personajes. Así de An- empuñadura de su acero. Sus pe-
la perspectiva emancipadora.
gador de la estética con el pris- tonio García, su jefe político e ríodos escritos imponían al ad-
No es mera casualidad que los
ma social y cultor de las estadís- ideólogo en la ANAPO socia- versario un pánico de ratas en
cuatro maestros fueran del esta-
ticas, temas sobre los cuales dejó lista, por boca del mentor de naufragio. Alguna vez le oí decir
do mayor de Jorge Eliécer
importantes libros. Piedra y Cielo Jorge Rojas y de sobre el particular a Antonio Ro-
Gaitán y su movimiento.
Son los viejos Maestros del es- Carlos Martín ensayista y poeta, cha, entonces rector del Colegio
Científicos sociales de primer critor Pedro Manuel Rincón sabemos que el tercer cuaderno Mayor del Rosario, con un «dul-
orden Antonio García y quien ha sacado del jardín de su del movimiento eran poemas de ce escepticismo de los viejos» de que
Gerardo Molina cuya labor memoria racional y sentimental, García, quien ya los había dado hablara Montaigne y que con
profesoral en las Universidades de sus papeles y escritos testimo- a conocer a tan calificados lec- frecuencia recordara Samper,
Nacional y Libre y en otros cen- niales sus impresiones y lecturas. tores, con el revés de nunca en- que éste - Darío -, era, después
tros populares-educativos dejó Para establecer un notable fres- tregarlos. De Luis Vidales reco- de Vargas Vila, el más incisivo
huella imborrable, constituyén- co literario e histórico de aveza- ge la traducción, de alta calidad, panfletista que ha tenido el pe-
dose en verdaderos clásicos del do Cronista, sobre estos perso- de La Balada de la Gorda Margot riodismo colombiano, (p. 131)
pensamiento colombiano y la- najes y su periplo vivido, el que de Francois Villón. De su esti-
De todos ellos logra retratos fie-
tinoamericano. Los libros de les correspondió ejercer al lado mado Maestro de juventud,
les en finas pinceladas, acompa-
García y Molina tienen el rigor de su testigo y actor, el autor de Darío Samper, el autor señala en
ñado de abundantes anécdotas
y la seriedad investigativa nece- este breviario lleno de ternura, este párrafo una característica de
degustadas en licor y vino como
sarias. reconocimiento, manejo de los su personalidad, que no contra-
en e! caso del poeta Luis Vidales.
temas y análisis de sus persona- dice pero si complementa la
Darío Samper fue catedrático de Al igual que síntesis de sus pen-
jes. El Molina, el García, el conocida de su afabilidad y ca-
reconocida prestancia y dedica- samientos y sus significados más
Samper, el Vidales aquí retrata- ballerosidad. En la mejor prosa
ción, que combinó la sapiencia valiosos. Es el rescate de su pro-
dos y la valoración del sentido modernista dice Rincón:
con la elegancia y la amenidad pio periplo como discípulo, con-
de sus obras son de propiedad Cuando Darío escribía para dar tertulio y camarada de lides in-
como valores pedagógicos
y creación de su autor. Son de una batalla, su mandoble asom- telectuales y políticas. Un autén-
insustituibles. Es de los cuatro el
Pedro Manuel Rincón y sin em-
más dedicado periodista políti- brosamente bruñido al calor del tico compañero de viaje.
bargo así eran en la vida, eso es
co, llegando a ser director de Jor- verbo ígneo, en el fogón del ad-
lo que significan, el sentido que
nada, el diario del movimiento jetivo incandescente, en la capa- Ricardo Sánchez es Profesor
les atribuye Pedro Manuel es el
gaitanista, además de parlamen- cidad de desnudar el alma del Asociado de la Universidad Nacio-
acertado.
tario y rector universitario. Y contrincante con una frase, daba nal de Colombia. Profesor Titular de
consumado poeta social y polí- Como verdadero cronista, en la golpes tales que su polemista, la Universidad Externado de Co-
tico que figura con derecho pro- mejor tradición Pedro Manuel luego de pender indefenso de la lombia yProfesor del Depto de Filo-
pio en los anales de la república no sólo cuenta, encuentra aspec- punta de su espada escrita, caía sofía del Derecho de la Universidad
de las letras. tos desconocidos u olvidados ruidosamente a un lado de la Libre.

Abril - Junio 2005. No. 2 Lecturas Críticas 19


P o e s í a

Jattin revisitado
Por Juan Carlos Gonzalez Franco

palmo y en cada extinción apare- y leía a Stefan Zweig algo de la miel de poeta que, tras cada nueva
Amanecer en el valle del cía un entrañable texto como epi- [estas novelas flagelación, iba siendo destrozado
Sinú, tafio de su propia existencia. Su sin clemencia por sus propios
sele adhirió como una máscara y una
Antología poética. poesía es teatralidad y exultante “cadaveres exquisitos”. La herida
s[eñal... (La imaginación: La loca
simbolismo, tragedía que puede infringida por esa poética sensual
Raúl Gómez Jattin. de la casa)
verse contenida en la noción grie- que, casi como una diosa blanca,
Selección y prólogo: Carlos Monsiváis. ga de un destino del que nunca se Encontramos en esta antología lo condujo de la locura a la
Colección Tierra firme puede huir, así como uno de sus una selección de poesía que sin desfiguración, hasta llegada esa
versos más conocidos, “la poesía duda recoge el espíri.tu de su muerte tan extraña.
Fondo de Cultura Económica, 2004
es la única compañera, acostum- autor, donde los Retratos, el
Bogotá, 209 páginas. brate a sus cuchillos que es la úni- Antes de devorarle su entraña pensativa
Amanecer en el Valle del Sinú, los
ca”. Más adelante, él mismo asu- Hijos del tiempo, el Esplendor de la Antes de ofenderlo de gesto y de palabra

El vehemente. Tempera/ Papel, 17 x 70 cm. 2003

Nos muestra este libro, antolo- me su destierro como un desig- mariposa y Del Amor, nos enseñan Antes de derribarlo
gía de la obra de Raúl Gómez nio de su musa inquietante, “tran- esa escalofriante integración en- Valorad al loco
Jattin, la visión sin prejuicios del quilos, que solo a mí suelo hacer tre el poeta y su vida. Acaso verle
escritor mexicano Carlos daño”. Lo afirma Monsiváis “A Su indiscutible propensión a la poesía
desde la optica de poeta maldito
Monsiváis sobre la obra de uno Gómez Jattin le importa, de local, aleje a muchos lectores de Su árbol que le crece por la boca
de los poetas más indescifrables modo casi literal, internarse en sus la realidad misma de un espiritu Con raíces enredadas en el cielo Él nos
de la literatura colombiana actual, textos, adoptar la identidad que que va más allá de la simple representa ante el mundo
precisamente por que la compi- estos le conceden.( ...) Jattin vive postura de “loco”, dado que en
lación no involucró esa idea que en su cuerpo como un condena- Con su sensibilidad dolorosa como un
esta revisión del Fondo de parto.
de Jattin se han formado sus lec- do, aquel cuerpo que se vive en la Cultura Economica, la tarea cen-
tores gracias a los avatares de su condenación y que prevalece a tra- tral tiene que ver con la Este poema, Me defiendo, puede
vida y de su muerte, aun en en- vés de la leve huida que implica el desmitificación de un autor con ser otra de sus lapidas, otro
tredicho. Monsiváis se introduce condenarse y la leve presunción de una “triste y asombrosa historia” cuchillo algunas veces surrealista
en la obra de Raúl, descubriendo la vida austera y, al mismo tiem- otras expresionista, con el cual las
sobredimensionada precisamente
una poesía que adopta la vida po, de la soledad”. palabras se vuelven ese fatidico
sobre la parte de su vida menos
como una cruzada hacia el en- Psiquiatra él y además escritor oraculo ante el que ni el propio
relevante a la hora de sacar
cuentro con sigo mismo, en un de temas folklóricos adivino ha de escapar, la suma de
conclusiones.
“canje de realidades” que mira todos los males y su pierrot más
ingenuo a toda prueba Monsivais no escatima, sin em-
con óptica descarnada aquellos patético e inclemente.
dos mundos que encierra la crea- padece raptos líricos que no sofrena. bargo, en darle prelación a los
ción poética Anteayer rasgos que hicieron de Jattin un Juan Carlos Gonzalez
Gómez Jattin admitió el éxtasis de un muchachote simpático y casi raro especimen dentro de la Franco es gestor cultural, curador
su desintegración, de su [inteligente mojigata literatura colombiana, de arte y pintor. Director de Franco
autodestrucción, vivió muriéndo- que tenía novias prosaicas y amores una suerte de “paria de sí mismo”, Galería-Editora y de la revista
se, se mató cada instante, cada [prohibidos si se me permite el termino, y un Artificios.

20 Abril - Junio 2005. No. 2 Lecturas Críticas


C r í t i c a e n - c u b i e r t a

Nuevas crónicas palestinas un libro digno de atención y la dejando el trasfondo mismo de puestas en escena sean viejas pe-
segunda, que tras su carácter de su historia en el papel de dato lículas y acetatos descuidados.
El fin del proceso de paz
texto no público, puedan los lec- accesorio a un libro de memo- Aunque un cuento nos lleve por
Nueva edición revisada y ampliada tores convertir en un fetiche algo rias. La tradición de las geishas el relato medido hasta caer en el
(1995-2002) que no pasa de lo meramente sobrevive aún en el Japón, con- dato y la charla de cafetín. Se lee
Mondadori, Arena abierta anecdótico. Con Alfonso Reyes centrada en su mayoría en un an- con cierto gusto, incluso la risa es
Trad de Francisco Ramos y Pedro Henríquez Ureña pasa tiguo distrito de Kyoto, capital una de sus cualidades, luego no
Barcelona 2002 algo extraño, los conocedores de del Japón hasta entrado el siglo sabemos si debe incluir una bi-
351 páginas su obra esperan ver explayados VI. Mineko Iwasaki sabe bien el bliografía o si debemos correr al
una infinidad de temas y encuen- tema que trata y lo hace lejos de cine para darle coherencia a lo que
Muchos de los artículos recogi- tran que la realidad es otra. ¿Que esa ingravidez que esperan algu- se nos dice como si supiéramos
dos en el presente libro, si no la más pueden hacer un par de nos lectores ante cuestiones como de ello. Su estilo es vertiginoso,
totalidad, hacen parte de las co- amigos intelectuales en sus cartas estas, el resto habrá que buscarlo otras osado y siempre queda la
lumnas de opinión que el escri- aparte de enunciar superficial- en otra parte. sensación de un aprendizaje in-
tor y crítico Edward Said con- mente algo que los dos conocen voluntario junto a una marea in-
de sobra? Para lectores novatos Piratas y emperadores terminable de personas descono-
signara en diferentes diarios alre-
el problema será el íntertexto, Noam Chomsky cidas. Del kinetoscopio vamos a
dedor de las vejaciones y proble-
mas que ha tenido que sobrelle- todo aquello que en la lectura nos Terrorismo internacional lo anecdótico y de ahí a cualquier
var el pueblo palestino en más de queda velado cuando dos desco- en el mundo de hoy parte. Bien sabrán sus lectores
cuarenta años de persecuciones y nocidos hablan sobre otra canti- Trad. Jordi Vidal saber de qué habla y si no que
conflicto territorial con Israel. dad considerable de desconoci- averigüen aunque ya no haya for-
Byblos
dos, mencionando apenas casual- ma de preguntarle directamente.
Said es un eminente académico Barcelona, 2004. 373 Pág.,
mente hechos que de seguro es-
que no deja ningún aspecto sin
tarán expuestos más detallada- Medio Siglo de plástica
revisar y sus artículos pueden dar Con Noam Chomsky ocurre algo
mente en las obras reunidas colombiana
luz sobre un problema que los parecido a lo que ocurre con la
(También del Fondo de Cultura
medios de comunicación han historia reciente del mundo. Siem- Fernando Botero, Luis Caballero,
Económica) de dos titanes del
manipulado para su provecho. pre se repite. Sus artículos no ca- Enrique Grau, Edgar Negret
mundo intelectual en nuestra
“La más formidable y temible recen de importancia por ello. Al David Manzur, Ana Mercedes
América. Queda, eso sí, una bi-
maquinaria de propaganda ha contrario, cada día cobran más Hoyos,Alejandro Obregón, Eduardo
bliografía impresionante y la tris-
logrado la monstruosa transfor- especial vigencia. En este libro, Ramírez Villamizar, Omar Rayo,
te sensación de no tener dos vi-
mación de un pueblo entero en Piratas y emperadores, el tema del Juan Antonio Roda, Armando
das para poder leerla toda.
poca cosa más que ‘militantes’ y poderío estadounidense sigue Villegas y Guillermo Wiedemann.
‘terroristas’”. Pasado ya un tiem- siendo el asunto principal y de él Curador de la exposición:
Vida de una Geisha
po de la muerte de Said y recru- resulta una muy interesante mo- Juan Ignacio Pujol.
decido el panorama sobre lo que Mineko Iwasaki
raleja: La opresión sigue siendo Edición de Art Editions
occidente tiene por “derecho” En colaboración con Rande Brown Bogotá, 2004. 104 págs.
la misma a través de la historia,
sobre oriente próximo, las críti- Byblos aunque los verdugos cambien de
cas de Said al proceso de paz – Trad: Maria Eugenia Ciocchini nombre y cada día la ley tenga El escritor William Ospina y el
apenas una mascarada sin mayor Barcelona 2004 nuevos pretextos para justificar crítico de arte Fausto Panesso ela-
trascendencia militar-, y sus ve- sus crímenes. boran en Medio Siglo de plástica
366 pág.
hementes acusaciones contra esa colombiana, un muy necesario ho-
suerte de “sionismo norteameri- La idea que occidente se ha he- Todo está hecho menaje a varios de los más im-
cano”, mantienen su estatus de cho de la cultura oriental trae a con espejos portantes maestros de la plástica
actualidad pese a los intentos por cuento un problema de apropia- Cuentos casi completos colombiana presentes en infinidad
liberar a Palestina de ese eterno ción demasiado complejo. Como de galerías y exposiciones alrede-
Guillermo Cabrera Infante
Deja vu en que se ha convertido occidentales hemos visto la cari- dor del mundo. El trabajo de
su pugna territorial. “Los resul- Alfaguara,.
catura de un mundo mitificado curaduría de Juan Ignacio Pujol
tados seguirán siendo los mis- por samuráis y prostitutas edu- Bogotá, 1999. 248 páginas. merece, a través de la excelente
mos: la catástrofe y el descrédito cadas en medio de extrañas salas Revisar los cuentos de Cabrera edición de un libro que no deja
para nosotros como árabes”. de papel y madera, ceremonias Infante trae a cuento uno de los fuera ningún dato ni especifica-
de té y una industria robótica cer- problemas más visibles del dis- ción de rigor, verse de manera
Correspondencia (1907-1914) cana a la ficción. La idea del mun- curso literario, aquel que hace del global dado que su selección obe-
Alfonso Reyes, do oriental ha estado condicio- ínter texto un problema a la hora dece a los iconos de una historia
Pedro Henríquez Ureña nada por el cine de Hollywood y de enfrentarse a un autor lleno de plástica que ha hecho de nuestro
una avalancha desproporcionada citas y de gustos musicales, lite- país un muy apropiado lugar
Biblioteca americana
de anime y comic hentai. Uno de rarios y cinematográficos que para desarrollar el oficio, adop-
Edición de José Luis Martínez los iconos de la cultura japonesa, contagian sus escritos hasta hacer- tando incluso, y para su prove-
México, 2004. el mundo de las geishas, es uno nos perder en su elocuencia y cho, artistas de otras nacionalida-
620 pág. de esos temas tabú que merecen emocionada perorata. Cabrera des que han visto en Colombia
ser especialmente revisados. Vida Infante sabe de cine –nos lo di- el lugar adecuado para desarro-
De una correspondencia pueden de una geisha es, no obstante, una cen sus libros Puro Humo y Cine o llar su obra, como es el caso del
decirse muchas cosas, primero suerte de diario que a título de sardinas-, es un escritor con un maestro Roda, recientemente
que un editor cree ver en ella un best-seller ofrece una visión muy sentido de la imagen bastante bien desaparecido. Esa plástica que ha
motivo suficiente para publicar apocada al escrutinio occidental, elaborado aunque a ratos sus tenido momentos enormes y que
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C r í t i c a e n - c u b i e r t a

hoy por hoy disfruta de un lugar Los veintisiete capitulos que com- América mestiza na pasa lo que con las vanguar-
ventajoso dentro de la cultura pic- ponen esta novela, tienen un aire dias de cualquier género que
William Ospina
tórica en el mundo, haciendo que de nostalgia que los hace pequeñas pretenda elevarse más allá de los
Aguilar sofismas temporales, lleva en sí
sea ésta una de nuestras historias fichas de una melodía incompleta:
particulares que más ameritan ser Celedonio recoge en ella, todas sus 230 páginas una suerte de alienación maléfica
compiladas y homenajeadas en utopias e impresiones sobre una Bogotá, 2005 que hace creer que esa literatu-
libros como este. ciudad plagada por el farrago de ra tan reciente es más antigua
las ausencias y por las quimeras que Las inquietudes intelectuales que que los bardos de la literatura
Árboles de viaje fueron detonantes de toda una ge- siempre han asediado a ospina universal. Muchos críticos y pe-
Mónica Triana neración perdida de la que él hace pueden clasificarse a partir de dos riodistas han tratado de nomi-
parte. La música, como bien lo rasgos muy caracteristicos en su nar generaciones que quizá solo
Editorial Domingo Atrasado
dice Blades, no es más que un pre- prosa. El primero de ellos su ta- lo sean por asuntos meramente
Bogotá 2004, 64 páginas. texto. Pretexto para adentrarse en cronológicos, autores que com-
lante oratorio que lo lleva a con-
una historia ajena, llena de imagenes jugar de manera risible toda suer- parten una edad similar y tal vez,
La revelación interior se da en polvorosas y gente latinoamerica- en algunos casos, inquietudes si-
te de iconos culturales, geográfi-
Árboles de viaje gracias al encuen- na corriendo hacía su destino in- milares dada su naturaleza de
cos, demográficos, históricos y
tro con la naturaleza. Su lenguaje eluctable o de danzones improvi- “jóvenes autores”. Hablar de
sociales con sus lecturas de cabe-
sencillo, directo y cargado de sados en medio de borracheras esa literatura llevó a muchos a
cera, esto es, Neruda. La segun-
contemplación, permite escribir abismales y bombillas tenues que clasificarles dentro de supues-
da, su necesidad de decirnos algo
una poesía sin anquilosamientos apenás descifran un cuerpo de que sobrepase el hecho meramen- tos “Post-boom”, extensiones
estilisticos ni arrebatos retoricos mujer en mitad de una saudades te académico, como queriendo mas post-modernas de el archí
innecesarios. Puede parecer osa- repleta de amigos y noches bajo el salvarnos de algo. «Nerudito» conocido “boom” y patadas de
do escribir desde una optica fe- estrago de las copas.. A medida que como lo llaman algunos de sus ahogado frente al “realismo
menina sin jugar al intimismo o a Orjuela propone una lectura del menos cercanos colegas y autor mágico”. Quizá sea algo irres-
la alocución emocional, sin em- desgarramiento y el recuerdo, la que se repite hasta el colmo, como ponsable decir que nuestra lite-
bargo, y dado que la poesía joven hermosa canción de Fiol se repite buen ejemplo de ese mal de los ratura occidental –de segunda
que se escribe hoy día en nuestro una y otra vez, con la patética me- intelectuales que les lleva a hablar mano-, que nuestra literatura de
país sigue sufriendo de los males lodía que jamás finaliza, esa melo- sin pausa y de todo cuanto se les vanguardias tecnológicas, cine e
de la soledad y el vacío en las gran- día que no está completa. ponga en frente y de quienes, Internet, son resultante de mu-
des urbes, una poética que se su-
como lo sentencia Auden, sólo chas necesarias transformacio-
merja en otras inquietudes debe El ABC de la música clasica son rescatables sus citas y no sus nes de esa retórica ampulosa de
tener un lugar privilegiado, más
Todo lo que hay que saber comentarios personales. A ospina vieja data, pero en realidad tal
aún si se escribe desde el misticis-
Eckhardt Van den Hoogen la suerte le ha dado renombre como lo confirma ese carácter
mo sin abusar de lo psicológico o
pero la literatura a veces se le es- de novela breve y su sincre-
de las imágenes oníricas que di- Taurus
conde. tismo temático e idiomático,
cho ejercicio requiere. 424 pág.
son sólo el fruto inevitable de
Bogota, 2005 Palabra de América una nueva literatura que asume
Circo por cárcel
Este libro merece una suerte que Varios autores sus roles urbanos y su afición a
Javier Rocha
otros del mismo tipo jamás lle- la crisis del hombre moderno
Editorial Domingo Atrasado Prologo de Guillermo
gan a tener. Merece, sobretodo, sabiéndose una ocurrente narra-
Cabrera Infante
Bogotá 2004, 80 páginas. ser guardado en un lugar accesi- tiva apta para el caos del que
Seix Barral abrevan a menudo dichos au-
ble, no por ser un ensayo de ri-
En los cuentos de Javier Rocha gor sobre el género sino por su 130 páginas. Barcelona 2004 tores. La hibridez y la belleza li-
confluyen imágenes y resonancias brevedad y por el práctico dic- teraria no riñen, y esto se sabe
de expresiones y formas de la cionario sobre los más destaca- A la fecha de esta nota, dos de por autores como Fresán,
sociedad moderna. Relatos que dos exponentes de la música los implicados en el libro rese- Bolaño, Iwasaki y no por otros
pretenden resaltar el enigma de clasica y contar además con un ñado han muerto, el primero, que en su lectura no aportan más
la existencia, con el reflejo de dis- muy util glosario de terminos Roberto Bolaño, quien murió que lugares comunes, como es el
tintas conciencias a través del sen- músicales. Acompaña el libro, una apenas unos meses después de caso de Mario Mendoza o Fran-
tir humano. En algunos de ellos selección músical con más de 22 haber participado en el encuen- co Ramos. Alguna vez, hablan-
es perceptible la tradición narra- registros sonoros que dan cuenta tro de escritores por el que se do con Edmundo Paz y Alber-
tiva de Poe, Bukowsky o Rubem del trabajo compilatorio al que compilaron las conferencias in- to Fuguet entendí algo que mu-
Fonseca. Circo por Cárcel es una se dio su autor. Faltarían algunas cluidas, el otro, Cabrera Infan- chos escritores niegan pero que
fusión entre vida y literatura, en la selecciones extras, como obras de te, fallecido a principios del pre- en sueños deslumbran con algo
que el autor pone al servicio de ésta Satie o algún capriccio de Paganini sente año y quien realizó su pró- de vergüenza egocéntrica, me
su quehacer cotidiano: la jurispru- y quizá extenderse más al hablar logo. La validez de Palabra de refiero a los grupos, las gene-
dencia. de músicos que la posteridad no América va más allá de aquel epí- raciones. Palabra de América es
cobijó de la misma forma que a teto de novedad, por lo que precisamente eso: memoria de
Dónde estará la melodía Beethoven o al enorme Bach, esta corta alusión quedaría fue- un grupo de “jóvenes”escritores
por ejemplo. Por lo demás, ese ra de lugar. Sin embargo su va- que no parecen tener mucho en
Celedonio Orjuela Duarte
epíteto de «todo lo que hay que lor amerita hablar de él aún a común, aparte de vivir en el
Biblioteca libanense de cultura saber» podría pasar por cierto pesar del mal que le acompaña. mismo planeta y tener de su par-
Bogotá 2005, 132 páginas pese a las falencias anotadas. Con la literatura latinoamerica- te algunos afectos editoriales.

22 Abril - Junio 2005. No. 2 Lecturas Críticas


Juan Carlos Gonzalez Franco
Director

OBRAS ORIGINALES Y CERTIFICADAS


CERTIFICACIÓN Y AVALÚO DE OBRAS DE ARTE
OBRA GRÁFICA LATINOAMERICANA

Audino Díaz (México)


Ángel Ramírez (Cuba)
José Omar Torres (Cuba)
Horacio Centonzio (Chile)
Nerio Quintero (Venezuela)
Pablo Borges (Cuba)
Enrique Millares-Tente (Cuba)
Eduardo Roca-Choco (Cuba)
Shalo Smith (Venezuela)
Roger Aguilar (Cuba)
Adolfo Díaz
Jairo Miranda
Jorge Duque
Duvan López
Hermes Pinto
Abiezer Agudelo
Luis Rincón Lersundy
Jaime Diaz
Ángel Bernal Esquivel
Cristina Melgarejo
Johnny Ochoa
Patricia Corzo
Enrique Calle - Kat
Hugo Díaz Gutiérrez

ARTE LATINOAMERICANO CONTEMPORÁNEO


Carrera 35 a No. 59 – 54 • Telefax (57-1) 221 9264 • artfranco8@ yahoo.com
Bogotá, D. C. Colombia - Suramérica

Abril - Junio 2005. No. 2 Lecturas Críticas 23


EL ARTE DE HACER LICOR
Goza la vida, vive la cultura, compartela con
aguardiente Llanero y Ron San Martín-Añejo.
Se disfrutan... como la vida.
El exceso de alcohol es perjudicial para la salud - Prohibida la venta a menores de edad

Autor: Patricia Corzo • Obra: La Madona • Técnica: Óleo sobre Lienzo


Lecturas
P E R I Ó D I C O D E L I B R O S

C R Í T I C A S

Boris Vian:
El odio a lo inútil

Reseñas sobre libros de:


Alejandro Arciniegas, Salman Rushdie, Iván Cepeda, Jorge Rojas, Maurice Maeterlinck
John Stuart Mill, Fernando Quiroz, George Jackson, William Ospina.

P V P $ 3 . 0 0 0 - Pe r i ó d i c o t r i m e s t r a l d e c r í t i c a b i b l i o g r á f i c a . No . 5 . B o g o t á 2 0 0 9 I S S N 2 0 1 1 - 6 1 2 8

Febrero - Abril de 2009. No. 5. 1


Lecturas C R Í T I C A S
C o n t e n i d o

Director: Carlos Andrés Almeyda Gómez


Subdirector: Celedonio Orjuela Duarte
Editor: Diana Marcela Arias Naranjo
Colaboradores:
Juan Manuel Roca, Sophia Vázquez Ramón
Luisa Fernanda Caicedo,, Omar Ortíz, Ramón Andrés,
Literaturas
Santiago Mutis, Carlos Aguasaco, Rodrigo Pérez Gil
Gabriel Arturo Castro, Nuno Júdice, Adriana Laganis Soledad Brother 3 Por Celedonio Orjuela
Alexander Prieto Osorno, Felipe Hoyos, Daniela Hernández,
Carlos Sánchez Lozano, Alfonso Carvajal, Robinson Marín V. El contador de historias 4 Por Jaime Londoño
Hollman Lozano, Jaime Londoño, Julio Mario Alvear Justos por pecadores 5 Por Julio Mario Alvear
Alberto Bejarano, Nelsón Romero, Carlos Flaminio Rivera,
ISSN 2011-6128
La encantadora de Florencia 6 Por Carlos Enrique Pachón
http://periodicolecturascriticas.blogspot.com La revancha de los siervos 7 Por Juan Manuel Roca
Periódico de libros Lecturas Críticas
Clásicos
Calle 75A No 23-22 Bogotá, Colombia.
Teléfono: 300 2890341 - 318 3372355 La inteligencia de las flores 8 Por Santiago Mutis Durán
No. 5. Febrero de 2009 - Abril de 2009
PVP: $3.000 Crónica
lecturas_criticas@yahoo.it - lecturascriticas@gmail.com
©2009 A las puertas de El Uberrimo 9 Por Robinson Marín V.
Impreso en Editorial Códice Ltda. Boris Vian
Criterios editoriales y de selección competen exclusivamente al periódico.
Colaboración solicitada. Los juicios emitidos en la presente edición Escupiré sobre vuestra tumba 11 Por Celedonio Orjuela
son responsabilidad de sus autores y no comprometen la opinión de
Perfíl 12 Por Sophia Vázquez Ramón
Lecturas Críticas.
Poesía

Las derrotas 14 Por Santiago Espinosa


Libros de la casa 15
Pensamiento colombiano (Tomo 2) Por Paul Von Leopold
Bolaño salvaje Por Alberto Bejarano
Música
Chopin 16 Por Diana Marcela Arias
Autonomía y gracia 16
La biblioteca de Mozart 17 Por Ramón Andrés
Ensayo
La Escuela de la noche 18 Por Gabriel Arturo Castro
Sobre la libertad 19 Por Omar Ortíz
En breve 20
A cada quien su animal de Antonio Cisneros; 49 habitaciones de Darío
Sánchez-Carballo; Primer viernes y otros cuentos de José Bercelio Forero;
Michel Foucault: Perspectivas contemporáneas alrededor de su obra, varios
autores; El sonido es vida de Daniel Baremboin; Gödel, Escher, Bach, un
eterno y gracil bucle de Douglas Hofstadter; Creería en ella si supiera bailar
de Carlos Alberto Celis Victoria.

Sobre la crítica 23

Nuestra Carátula: Boris Vian


Por Pascal Rabaté
Pascal Rabaté (Tours, Francia, 1961). Reconocido ilustrador. Esta
imagen fue tomada del libro Boris Vian en Bande Dessinée, donde 26
dibujantes recrean a su manera canciones del músico y escritor francés.

2 Febrero - Abril de 2009. No. 5.


Literaturas

En la piel de la cárcel
Por Celedonio Orjuela Duarte

1811; por George Boxley en Virgi-


Soledad Brother
nia, en 1815 o Denmark Vesey en
George Jackson Carolina del Sur en 1822, así como
Monte Avila Editores el motín en el barco español Amis-
Caracas, 1971 tad, en 1839, que llevó a un pro-
327 páginas nunciamiento de la Corte Suprema
de Estados Unidos que declaró
Apostillas a la libertad negra ilegal el transporte de amotinados
desde África, a través del Atlántico,
Toda emancipación del alma vie- para su venta como esclavos y que,
ne revestida de pequeñas victorias, por lo mismo, no eran legalmente
caso de las luchas de los negros en esclavos sino libres.
los Estados Unidos. Las primeras
potestades negras fueron motivadas Soledad Brother
por profundos sentimientos religio- La década de los 60 y 70 fueron una
sos, de allí que al negro se le cate- suerte de síntesis de lo que significó
quizara con tal insistencia como si el pensamiento en el siglo XX. En
precisamente careciera de alma. ese lapso de tiempo, se forjan otras
Soledad Brother de George Jack- miradas estéticas, políticas, eco-
son, es un epistolario escrito por un nómicas, filosóficas, sociológicas,
alma emancipada, tal como lo reve- libertarias, etc. que acompañaron
la Jean Genet en su prólogo: “Des- el malestar de un siglo que prueba
de Richard Wright hasta George nuevas formas bélicas. Después de
Jackson, los negros se han quitado la guerra fría, la sed expansionista
de encima todos los harapos bíbli- no se detuvo: mediante invasiones
cos y presbiterianos: sus voces son so pretexto de supuestas causas an-
más crudas, más negras, más acusa- titerroristas, se propician otras gue-
doras, más implacables, para evitar rras con líderes más insensibles que
toda referencia a los cínicos engaños el mismo Hitler.
de la institución religiosa”. El mundo contemporáneo siente
El trasegar de la emancipación ne- noviembre de 1831. En 1967 el A lo largo de la primera mitad del un remezón en todos los órdenes
gra en América puede ser rastreado escritor Wiliam Styron publicó una siglo XIX, creció el movimiento de la inteligencia humana, ocurren
desde la personalidad de Nat Turner novela sobre la revuelta, titulada Las Abolicionista en Estados Unidos y grandes fenómenos que sacuden el
(Jerusalén, Virginia 1800 - 1831), confesiones de Nat Turner que ob- entró en conflicto con el fuerte apo- orden establecido por zares, sulta-
conocido entre los suyos como tuvo el premio Pulitzer en 1968. yo al sistema esclavista por parte de nes y engreídos dictadores, se fra-
el profeta. El 4 de julio, día de la Como ocurre cuando hay levan- los habitantes blancos sureños que gua la Revolución Bolchevique de
independencia, organizó una rebe- tamientos espontáneos de incon- se beneficiaban ampliamente del 1917, la guerra civil española del
lión debido a una visión, acaso por formidad, de inmediato se hecha mismo. 36, el mayo del 68 francés, y otras
su profundo carácter religioso. Di- mano de la Constitución para per- Desde 1830, un movimiento re- fuerzas en el ascenso de masas que
cha iluminación le encomendaba la mear futuras insurgencias, caso de ligioso encabezado por William no fueron otra cosa que la acumula-
liberación de su pueblo. Turner em- la Carta Norteamericana. El primer Lloyd Garrison declaró que la ción del nuevo espíritu del hombre.
prendió su ‘cruzada’ con algunos de Código de Negros, documento que esclavitud era pecado y exigió a los Esa pertinaz rueda de la historia
sus hermanos, logró reunir a más de definía a esos hombres “como escla- amos que se arrepintieran e inicia- reciente, fue jalonada por pensado-
50 hombres, entre esclavos y negros vos de por vida” y les negaba toda ran un proceso emancipatorio. Este res como Darwin, Marx, Engels,
libres. Los rebeldes viajaron de casa posible instrucción, fue editado en movimiento fue muy controvertido Freud, Althusser, Sartre, Durruti.
en casa liberando esclavos y ma- Meryland, en 1664. Un siglo más y uno de los factores que originó la Soledad Brother, de George Jack-
tando a todos los hombres blancos tarde, Thomas Jefferson (1743- Guerra Civil. Aunque fueron pocos son, es el producto de ese remezón
que encontraban. Para no alertar a 1826) tercer presidente de los Es- los abolicionistas que, como John histórico. Nacido en un “ghetto” de
nadie de su presencia, utilizaban ar- tados Unidos, borroneó ese texto al Brown, defendieron el uso de la Chicago en 1941, donde pasó su
mas blancas, cuchillos y hachas en afirmar: “…Todos los hombres han fuerza armada para apoyar levanta- infancia y adolescencia. En 1960
lugar de armas de fuego. La rebe- sido creados iguales; su Creador les mientos de esclavos, se produjeron fue condenado, por complicidad
lión fue vencida en 48 horas, pero ha dotado de ciertos derechos ina- revueltas como la de Nueva York, de en el robo de 70 dólares en una ga-
Turner logró evitar ser capturado lienables y entre estos derechos están 1712; la Rebelión Stono en Caroli- solinera, a una pena de prisión de
durante meses. la vida y la libertad”. Esta retórica na del Sur, de 1739; una nueva in- mínimo un año y de un máximo
Thomas Ruffin Gray, su aboga- convenció a Quork Walker, quien surrección en Nueva York en 1741; de reclusión perpetua. Transcurrido
do de oficio, publicó un folleto reclamó judicialmente su libertad la encabezada por Gabriel Posser el primer año, el condenado debía
titulado “Las confesiones de Nat apoyándose en ello, aboliéndose así en Virginia en 1800; la dirigida por pedir anualmente su libertad a las
Turner”. Fue ahorcado el 11 de la esclavitud en Massachusetts. Charles Deslandes en Louisiana en autoridades penitenciarias, que se

Febrero - Abril de 2009. No. 5. 3


la denegaron sistemáticamente en Disimulaba ante las monjas y los cionaria negra. En tal sentido nace mientos desde siempre. Tú eres la
tanto que la concedieron, en 1963, curas; ayudé [Sic] misa solo para te- el partido de Las Panteras Negras. que siempre ha conducido las cosas.
al autor material del delito. El 13 de ner mejores oportunidades de robar Este epistolario es un río caudaloso Lo has convertido en un inútil.
enero de 1970, en el curso de una vino en el altar; canté en el coro por- en el que los personajes: se dan cita Ahora, también de Jon estás ha-
reyerta racial claramente provocada que me obligaron. Cuando íbamos para el crecimiento de una concien- ciendo un inútil. Eres una mujer,
por los guardianes y que tuvo lugar de visita a las iglesias católicas para cia que no da respiro a un Estado piensas como una mujer burguesa.
en el patio de la prisión de Soledad, blancos ricos, nos trataban muy que ha puesto todos los tentáculos Pero este es un mundo de hombres.
un vigilante desde una torre dispa- bien, alimentándonos, recompen- en el alma de los desposeídos para El mundo actual exige un pensa-
ró una ráfaga de ametralladora que sándonos con regalos. Aunque me que no puedan permear el estable- miento viril. Tu manera de ver el
dejó tres muertos y varios heridos. odiaba, el viejo Padre Brown nunca cimiento. Jackson, el protagonista mundo es necesariamente burgue-
Un guardián fue asesinado en una dejó de ponerme al frente cuando de este poema épico, lo va deve- sa y femenina. ¿Cómo podríamos,
de las galerías, sin pruebas, Jackson nos exhibía, y eso que yo era el más lando, desde el ejercicio del poder yo Robert, Jon, o cualquiera de los
fue acusado de su muerte. Geor- feo, flaco y ruin del grupo. y sus funciones en las cárceles de La hombres de nuestra clase, cumplir
ge Jackson fue muerto a tiros por Soledad y San Quintín y la creen-
Todo ese ambiente de tortura coti- con lo que debemos como hombres
los guardianes de la cárcel de San cia en líderes como Bunchy Carter,
diana de la prisión, debido al per- si pensamos como mujeres burguesas
Quintín, en el curso de un supues- black panther, asesinado en 1968;
manente asedio por parte de una o dejamos que nuestras mujeres bur-
to intento de fuga. Eldridge Cleaver, ministro de in-
guardia que somete con vejáme- guesas piensen por nosotros.
Soledad Brother está dividido en nes a los cautivos, no es otra cosa formación de las Panteras, a cargo
dos apartados: “Cartas recientes y de las relaciones internacionales, Jackson nunca mostró el más mí-
que “otro eslabón en la cadena de nimo asomo de debilidad en sus
una autobiografía” y “Cartas 1964- humillaciones”. La cárcel, lugar de debió dejar el país el mismo año en
1970”. Ya el género epistolar para que Robert Kennedy fue asesinado. creencias revolucionarias, no des-
estudio de Jackson, es un universo
el hombre del siglo XXI es una ex- Desde Corea del Norte anunció falleció porque justamente lo lleva-
de permanente aprendizaje; le pide
presión en desuso debido al Fax y la formación de una oficina inter- ron allí, al nervio más alterado del
a Robert (su padre) la maquina de
la Internet, pero los libros que aún nacional del partido. En Argelia, racismo norteamericano, la cárcel.
escribir, los rollos de cinta, libros y
encontramos hasta principios de los más libros. Horas y horas buscando después de meses de negociacio- O digámoslo con palabras de Jean
noventa, que emplean este vehículo el futuro del hombre, su premisa nes, consiguió el status de exiliados Genet, otro exconvicto:
literario, atrapa como una buena era: “captura el tiempo”. Y eso ha- políticos para los miembros de su El racismo está esparcido, difundi-
novela o un libro de poemas, por cía Jackson desde todas las formas partido que deberían abandonar el do a través de toda Norteamérica,
eso dice Jean Genet: del conocimiento, en los libros que país. Ha dicho: “No podemos, no repulsivo, clandestino, hipócrita
Muchos podrían sorprenderse al ad- Robert podía comprarle o median- queremos ser racistas negros. En y arrogante. Hay un lugar donde
vertir que la narrativa epistolar es, te cartas que escribía a editoriales los Estados Unidos, el enemigo de podríamos esperar que cesara, pero,
todavía, capaz de proporcionarnos solicitando ejemplares. Se detenía los negros no es el blanco. El ene- al contrario, es justamente en ese
una forma resueltamente moderna en el análisis del aspecto criminal y migo de los blancos no es el negro. lugar donde alcanza su más alto
de expresión; aun si sólo yuxtapone- comprendía el fracaso de la política El enemigo, para unos y otros, es el grado de crueldad, intensificándose
mos (una después de otra) cierto nú- carcelaria, sobre todo en la era de capitalismo”. Seguimos descubrien- a cada segundo, devorando cuerpos
mero de cartas de George Jackson, Reagan. George Jackson también se do la historia negra norteamericana
y almas; es en ese lugar donde el ra-
obtendremos un impactante poema sumergía en lecturas que deparaba desde las mazmorras y las luchas de
cismo se concentra: las prisiones de
de amor y de combate. la época: Marx, Lenin, Trotsky, En- liberación. En este verlo todo desde
los Estados Unidos, la prisión, La
gels y Mao. Conoció a guerrilleros la responsabilidad, Jackson no tiene
Estas primeras cartas revelan una Soledad, su corazón: las celdas de
negros: George “Big Jake”, Lewis reparos en decir a uno de sus per-
infancia rebelde, producto de la Soledad.
y James Carr., W. L. Nolen, Bill sonajes:
marginación a la que fuera someti-
do por cuenta de los blancos, des- Christmas, Torry Gibson y mu- Siento que me has fallado. Mamá
de la misma educación, impartida chos otros. La idea de Jackson era se que me has fallado. También se Celedonio Orjuela Duarte es
por clérigos en los que Jackson no transformar la mentalidad criminal que Robert nunca tuvo opiniones poeta, novelista y comentarista de
creía: negra en una mentalidad revolu- propias. Tú has dirigido sus pensa- libros.

La agenda del destino


Por Jaime Londoño
es un gran error. Estuvo bien lo tiempos narrativos y con el des- relato con una historia apta para
El contador de historias de la escritura automática, pero doblamiento de la fascinación y la palaciega Sherezada: siempre
Rabih Alamedine fueron mecanismos que pasaron del preciosismo, el escritor con- el Emir, las “exquisitas fuentes
Mondadori a ser fragmentos criticados por temporáneo queda mejor vestido burbujeantes” y el antagonista,
gran cantidad de autores. Lo que con los pasajes y las técnicas que su propio deseo que funciona
España, 2008
forzadamente puede funcionar invente en sus libros. como contradictor respecto de
660 páginas
para la poesía, es una palada de El códice de la novela está com- su vida rodeada de lujos y derro-
barro en el lente de la narrativa. prendido por varias historias que ches. Y, claro, como las narracio-
Que Rabih Alamedine, autor de Los grandes escritores nacen más se cruzan nutriendo a tres conti- nes se cruzan con otras, no podía
la novela El Hakawati (Título de los productos de la inventiva nuum principales, que se inician faltar el tema de Abraham, Agar
original de El contador de histo- que de los facilismos del azar. De con un llamado en el que el au- y Zara: Fátima es la esclava del
rias), piense que para narrar sólo otro lado, aunque puede ser váli- tor solicita al lector le permita ser emir quien le sugiere que en vez
se necesita poner palabra tras do tomar recursos de obras de la su dios dentro de la vida narra- de yacer con ella intenten a tra-
palabra, como lo afirma Javier literatura, en este caso de Las mil tiva. Al dejar de lado la invita- vés de la magia traer al mundo a
Marías en Corazón tan blanco y una noches, para jugar con los ción, Rabih Alamedine, abre el un hijo.

4 Febrero - Abril de 2009. No. 5.


En busca de ese destino empren- tamente plana a no ser por la pre- tra recluido el padre del joven mediocres de ahora se contem-
de el camino que la lleva hasta el sencia de un abuelo cuyos “ami- intérprete al que siempre lo van a pla el facilismo como vehículo
inframundo donde se hace aman- gos imaginarios demostraron ser visitar toda su parentela sin dejar de apoyo para atraer al público.
te de un yinni: Efreet – Yehanam más leales que los reales, aunque de lado las tensiones, las anécdo- No ocurre así con la memoria
quien tiene a su servicio siete de- solo fuera porque, a diferencia tas y las delicias culinarias con las del abuelo que merodea por los
monios: Adán, Ismael, Noé, Job, de estos últimos, existían”. El que se entretienen, como diría el parajes evocativos de los mundos
Elías, Ezra, Isaac y Jacob. Estos abuelo habla con su nieto sobre abuelo “la agenda del destino no interiores, sin llegar a repetir el
acompañan a Fátima a rescatar la música y sobre los contadores es siempre algo desnudo y diáfa- monólogo interior.
a su amado del palacio de cris- de historias: los Hakawati, perso- no”. En cuanto a los diálogos. Como
tal en el que un ser luminoso, el najes de gran respeto en los cafés La tercera historia es la memo- narrador seguiría las recomenda-
rey Kade, trata de ocultarlo. Du- en donde los cuentos invitan a ria del abuelo que se fragmenta ciones que Gilles Deleuze propo-
rante el viaje navegan en la con- desarrollar un altarab semejante en miles de recuerdos, lo que ne en Crítica y Clínica. En tér-
versación fragmentos bíblicos en a un grado especial de atención. permite que la narración se tor- minos generales afirma que no
donde se burlan de los pasajes y Esto produce en ne iridiscente en hay necesidad de especificar las
de los colores. La sensación que el niño el pro- caminos y bifur- actitudes que toman los persona-
deja la secuencia narrativa es que fundo deseo de caciones. En esta jes cuando responden, los inte-
la trama se desprende de alguno aprender a tañer trama el encade- rrogan o intervienen: en el frag-
de los velos que ha dejado Shere- el oud, un instru- nado permite que mento debe estar insinuada de
zada al lado de la cama para solaz mento parecido la novela pueda tal forma la mueca que al lector
del Emir. al laúd, pero en el sostenerse, es aquí no le quepa la menor duda sobre
La segunda historia ocurre en que no cabe otra donde ocurre el el estado de ánimo que ronda al
Beirut, Líbano, durante la guerra melodía que las verdadero fenó- personaje. Nombrar el gesto con
civil. En ella una familia acomo- que produce la meno narrativo una sola palabra es un facilismo.
dada desciende de un personaje, música árabe. novedoso que in- Dostoievski desarrolló muy bien
producto de la violación que co- El centro de re- vita a reflexionar este arte.
mete un evangelizador cristiano unión de esta fa- sobre los sistemas
en uno de los barrios de Beirut. milia es un cuar- literarios con-
La epopeya de esta familia co- to de hospital en temporáneos. En Jaime Londoño es profesor uni-
merciante de coches sería absolu- el que se encuen- muchas novelas versitario, editor, y poeta.

Opus Dei o el velo totalitario


Por Julio Mario Alvear
premios que brindan las casas edi- cedida y por el tema que no deja Balaguer, falange católica que en
Justos por pecadores toriales. Se gira, por tanto, en torno de ser cautivante, aunque una vez el Código Da Vinci fue cataloga-
Fernando Quiroz a esa producción que llega al gran se aborda su lectura se va cayendo da como una secta asesina. El po-
Editorial Planeta supermercado (Mario Muchnik les en un desencanto en esa doble vía, der del Opus Dei puede analizarse
Bogotá, 2008 llamó hace poco en Bogotá ‘libró- es decir, el corpus del relato es en- desde su influjo en el Vaticano, su
222 páginas dromos’) con la impronta de mo- deble, casi un dictado del mundo representación en las élites políticas
nopolios como Planeta, Plaza & editorial mediático en el que parece y empresariales más retardatarias
Janes, Noguer, Alfaguara, etc. estar inmerso Quiroz y el tema tan que por demás se oponen al aborto,
En nuestro medio, casi todos estos transgresor sigue ileso para un lec- al uso de condones, al divorcio, la
textos, muchos de ellos dedicados tor medianamente avisado. investigación con células madre y
al mundo biografiado de la mafia La doctrina los derechos de los homosexuales.
criolla, conservan una prosodia pre- Digamos que estos ingredientes po-
Veámoslo más en detalle: una no- drían haber enriquecido más la his-
meditada, con un cultivo esmerado
de la frase redonda, aquello a lo que vela escrita en primera persona del toria al mostrarnos, en un lenguaje
el novelista Juan Marsé denunciaba singular, es decir, un tiempo verbal más literario y menos periodístico,
con la afortunada expresión “prosa ideal para la intención de la saga en esta secta fundada el 2 de octubre
de sonajero”. El escritor medita un la medida que recoge la confesión de 1928 por José María Escrivá Ba-
tema novedoso, una escritura livia- de un joven militante del Opus laguer, sacerdote español canoniza-
na en la que el lenguaje no sea un Dei. Aquí podríamos encontrar una do en 2002.
reto para el lector, agréguese a esto doble intención dado que quien Vicente, narrador y protagonis-
que sea un joven aplicado y que su cuenta la anécdota es un jovencito ta de la novela de Quiroz, esboza
universo novelado seduzca otros reclutado por la Congregación de aquel mundo hermético donde se
A menudo, cada que se encuentra lenguajes comunicativos, especial- Escrivá Balaguer y castrado de su practican los rituales enfermizos
una formula para aquella franja de mente el cine. Eso parece ocurrir libre albedrío, cenáculos frecuentes del Opus Dei. Son pinceladas en
lectores desprevenidos -visitantes con la novela Justos por pecadores en un Estado conservador como las que Quiroz no quiere arriesgarse
de aeropuerto o salas de espera-, de Fernando Quiroz, finalista del el nuestro o, si se quiere, en ciertas en un mundo mucho más comple-
aparece una serie de ‘novelas’ en Premio Iberoamericano de Narra- franjas urbanas que adolecen de esa jo como el que este tema propone.
las que se triangula el marketing: tiva Planeta-Casamérica 2008. En suerte de apartheid socio-cultural, Pretende más bien mantener un
editor, escritor, lector; en razón a principio, inquieta su lectura por en la medida que su regulación cierto equilibrio entre un personaje
la supremacía del mercado y los los pergaminos de que viene pre- no dista mucho de los métodos de medio bobo y el ambiente que lo

Febrero - Abril de 2009. No. 5. 5


Literaturas
envuelve, que no pasa de un pa- países que nos llevaban la delantera de la penitencia y la mortificación del cura Marcial Naciel, fundador
dre moderadamente pagano y una en esta cruzada urgente, que noso- corporal, según aquel dicho “en del Opus Dei en México. Luego de
mujer que lo inicia en las delicias tros no podíamos quedarnos atrás, y tanto avanzarás en cuanto te hagas décadas de prácticas pedofílicas, el
del sexo, para que no se pierda del nos recordó las palabras que alguien violencia a ti mismo”. Para some- actual Papa Benedicto XVI no tuvo
todo en la impotencia de la culpa le oyó decir a Escrivá de Balaguer ter al cuerpo practican fielmente la más remedio que obligarlo a retirar-
debido a las sobredosis de misas cuando visitó en Chile al dictador costumbre de llevar al menos dos se de su oficio sacerdotal, no fue so-
recibidas, en fin, un personaje más Augusto Pinochet: ‘Algunas veces horas cada día un cilicio de piernas metido a proceso canónico alguno,
bien esquemático, inmerso en un Dios permite matar gente por una (traje de tortura); además, una vez a y como sanción fue “condenado” a
mundo en el que se hubieran podi- causa justa’”. la semana, usarán unos látigos que llevar una vida privada de rezos y
do explotar más aristas que las aquí La flagelación se impacta contra los glúteos. A las penitencias.
planteadas. Personaje que seguirá mujeres, en esa suerte de misoginia Desde que Joseph Ratzinger presi-
Más adelante, la pregunta de ‘a
viviendo, un poco autista, en esta de sus directores, las ponen a dor- día la sagrada Congregación para
quién va dirigida la historia’, revela
Colombia que sigue sufriendo los mir en tablas y a realizar los trabajos la Doctrina de la Fe, nombre mo-
las carencias tanto discursivas como
mismos males: domésticos más denigrantes. derno de la Santa Inquisición, tenía
literarias de este libro a medio ca-
A manera de introducción, Navarro mino, el relato intimista que bos- La pedofilia conocimiento de las andanzas de
nos explicó que uno de los derroteros queja la historia apenas como una los curas pedófilos por el mundo y
…Yo estaba mudo, inmóvil, do-
que nuestro padre había señalado fachada: nada ocurre con ellos aparte de las
para el lustro que acababa de co- minado por el pánico, cuando sentí
Busqué el látigo, me encerré en el que el padre comenzaba a limpiarme, tímidas denuncias de algunos pe-
menzar era el de fortalecer la lucha baño, me desnudé y empecé a gol- riodistas o familiares o de las mis-
contra el comunismo, uno de los primero la camisa y luego el pantalón,
pearme la espalda. Era un azote de hasta que sus manos se detuvieron en mas víctimas.
mayores enemigos de la religión, de hilo de cáñamo que terminaba en Esta novela podría haber sido más
la verdad y de los hombres de bien. mi miembro, que andaba tan asustado
cinco nudos gruesos. Estaba reforza- como yo. Cambió de pañuelo y me frotó valerosa si no hubiera contagiado
Que, apoyado en su inteligencia do en las puntas con astillas de hue- de los intereses mediáticos de los
privilegiada, había establecido una con fuerza entre las piernas, de manera
so que herían la piel en cada golpe. repetida, mientras pronunciaba pala- emporios editoriales arriba señala-
serie de pasos que irían siendo re- dos, garantes del premio de conso-
(…) Los superiores promovían con bras incomprensibles. Cada vez se acer-
velados a su debido tiempo y que, lación que este libro lleva, quizá por
frecuencia inusitada el uso de las caba más, hasta que su cuerpo estuvo
por ahora, de manera inmediata, se agredir de manera precoz el gran
disciplinas –como las llamaba Escri- todo encima mío. Supuse que era mi
daría inicio a una serie de acciones
vá–, aduciendo que a nuestro padre castigo y no fui capaz de retirarlo ni de establecimiento que significa la
en varios frentes: Las universidades
le producía una alegría enorme que pedirle que se detuviera. Iglesia Católica y sus más siniestras
públicas, ciertos organismos del Esta-
castigáramos el cuerpo, “porque tu falanges.
do y una serie de empresas en la que La pedofilia ha sido un fenómeno
cuerpo es tu enemigo”. antiguo en la iglesia católica y es
algunos miembros destacados de la
organización ocupan cargos directi- Estas congregaciones masoquistas más frecuente en el ala conserva- Julio Mario Alvear es médico y
vos. Navarro nos explicó que había fortalecen la obediencia a través dora de la misma, como fue el caso comentarista bibliográfico.

Hacia un espejo oculto


Por Carlos Enrique Pachón

La encantadora de Florencia Aquel secreto por contar que con- día hacer tambalearse la propia
Salman Rushdie duce la lectura, hace que el lector dinastía”. En otro aparte, Akbar
Editorial Mondadori se involucre con mayor eficacia, el Grande, hombre lleno de in-
intentando anticiparse al relato, terrogantes acerca de la política,
Bogotá, 2009
tomando las pistas dejadas por las religiones, el tiempo, el arte,
200 páginas
el narrador y configurando su y el lenguaje, no sabe si debería
desenlace. Sin embargo, al anun- hablar desde el “yo” o desde el
Un viajero cruza buena parte ciar desde el inicio de la historia “nosotros”. No es un Empera-
del mundo para llegar a Sikri, la el quid de la narración, Rushdie dor de cera. Conforme a esto y
nueva capital del Indostán. Su propone, como de costumbre, cumpliendo una promesa, erige
cometido es revelar un secreto y otras estéticas propias de la nove- una casa de culto, de pensadores,
el destinatario no es otra persona la, recursos como el expuesto por donde se puede hablar y discutir
que el Emperador Abul-Fath Ja- Orhan Pamuk al hablar de Los sobre cualquier tema, incluido la
laluddin Muhammad, conocido versos satánicos: “…le encantan inexistencia de Dios y la aboli-
como Akbar el Grande. los juegos de palabras, las rimas ción de los reyes, ambas, sus ma-
La Encantadora de Florencia, Mundo aquellos universos posi- internas, las palabras inusuales y yores disertaciones.
novela del escritor británico Sal- bles: la Florencia de Lorenzo de las inventadas”. El secreto empieza a ser conta-
man Rushdie (1947- ) -quien Medici II y su semilla, hasta los Tras esta argucia del lenguaje, do y otros secretos no previstos
recientemente estuvo en Colom- territorios de Persia y del Impe- vista ya en sus novelas anteriores, le dan la cara al sol. En varios
bia invitado al Hay Festival de rio Otomano, perfilando guerre- el relato sigue su esclarecimiento, momentos, queda la sensación
Cartagena de Indias-, recorre en ros como es el caso de Tamerlán entre otras cosas porque “el re- de no saber quiénes son los per-
esta novela de talante histórico, y Gengis Kan, éste último ante- cién llegado de cabello amarillo sonajes del secreto y quiénes los
el mundo de la cartografía anti- pasado de primera línea del Em- tenía un secreto por contar, un de la narración, como cuando se
gua, nombrando desde el Nuevo perador Akbar el Grande. secreto tan asombroso que po- sueña que se está soñando, y se

6 Febrero - Abril de 2009. No. 5.


Literaturas
pierde la noción del relator. Esta

Escritura de la emancipación
aparente confusión, se soporta en
personajes ‘secundarios’ de carác-
ter sin embargo mágico, caso de
la reina Jodha, mujer inexistente
inventada por el Emperador para
disfrutar de las artes amatorias, Por Juan Manuel Roca
y también para tener un igual
con quien reflexionar y disentir
acerca de los grandes temas que Suecia hicieron una revuela inusual: entre todos los statare, el cuadro de
lo persiguen. Entre muchas rei- La revancha de los siervos aprendieron a leer y a escribir. costumbres involucrado más que a
nas de carne y hueso, prefiere a Varios autores No pocos entraron a las filas anar- una literatura pastoril a una visión
su etérea Jodha. Simón editor quistas, a un anarquismo severa- social: “Al siguiente verano estalló la
Otro personaje singular es Das- Bogotá, 2009 mente organizado, como recordan- huelga entre los jornaleros agrícolas.
hwanth, el pintor que se refugia 84 páginas do que la palabra anarquía no es Era como un nubarrón amenazan-
en una esquina de una pintura sinónimo de anomia. te en pleno furor de siega de heno
Moa Martinson lo hizo desde po- para el otoño”.
de su autoría, sólo para espiar a
siciones feministas. Convivió con A su lirismo preceden los usos des-
la mujer que ama.
Harry Martinson, el impaciente póticos de siervos y territorios, la
El viajero hace honor a su condi- poeta que ha sido el último sue- descripción de un mundo feudal y
ción de nómada portando varios co en obtener el Premio Nobel en tenebroso en que el terrateniente,
nombres, y también para encu- 1974. Se plegó a la lucha en favor el gran señor de fundos y animales,
brir su propio tesoro: su secreto. de los explotados. entre los que contaba a sus esclavos,
Su nombre es Niccolò Vespuc- Entrelazado a la introducción a Ivar gentes tratadas como de un menor
ci, primo de Americo Vespucci, Lo Johansson, hay un episodio lla- rango en la escala biológica. Quizá
aquel que descubrió América y mativo que tiene que ver con el des- fuera mejor el trato que recibían
no la confundió con otro territo- pertar de las conciencias populares las bestias que las personas. Contra
rio. Ha venido desde Florencia, cuando la justicia sueca dio marcha ese pasadizo del oscurantismo y de
ha hecho gala de su manejo de atrás a la pena de muerte para el la expoliación fue contra lo que se
las lenguas y de los cuentos, con- anarquista Antón Nilson. Hubo en levantaron de manera unánime los
dición que le ha abierto muchas el mundo entero repudio a esa sen- statare.
puertas, cerradas para todos, y tencia y entre los que protestaban Para la obra toda estos escritores,
que también le ha salvado la vida. estaba el poeta y cantor Joe Hill, siervos sin servidumbre, libertos
Ha logrado que el Emperador y Dentro de las luchas de un país de ese sueco que anclado en Estados sin libertad pero siempre en pie de
la corte lo escuchen; no ha sido campesinos, leñadores y siervos sin Unidos sería fusilado por sus ideas dignidad, valdría la pena prestar
fácil, ni lo será posteriormente. tierra, de hambruna e ignorancia, libertarias en Salt Lake City. una expresión de Harry Martinson,
El primer paso está dado, eso ha el papel cumplido por escrito- Jan Fridegärd, cito a Rojas, padeció de un ciclo de sus poemas inserto
generado un desencadenamiento res que de un craso analfabetismo lo que los terratenientes llamaban en su libro “Cigarra”, de 1953. Se
de hipótesis, dudas, querellas, fueron asaltando las páginas de los “la peligrosa y abominable enfer- trata, como en ese período poético
envidias. El visitante forja un libros, como lectores e intérpretes medad de la lectura”. Gracias a esa suyo, de una divisa que sin provenir
acercamiento vital con Akbar el de su colectividad, hay tres nom- peste, este hijo de peón se trocó en de un statare podría definirlos: son
Grande, el Emperador empieza bres que destaca este libro: Moa conciencia moral de su país. Bebió los suyos unos “ejercicios de defensa
a interrogarse sobre su linaje, su Martinson, Ivar Lo Johansson y Jan en Chéjov y en Gorki e hizo un civil”.
poder. A partir de lo escuchado Friedegärd. fresco de soldados y peones desde A manera de colofón quisiera re-
se ahondan más las diferencias En esas tres voces el autor instala sus experiencias de condotiero. producir este decálogo de entre casa
con sus detractores, principal- su catalejo para mirar un período He aquí una muestra de su prosa, que define una actitud muy sueca:
mente su hijo, el príncipe Salim, triste de la historia sueca. Traza sus de una escritura que atiende a algo “No creas que eres alguien. No creas
quien está llamado a asesinarlo y perfiles para introducirnos en una que es un común denominador que eres igual de bueno a los demás.
tomar su trono. El viajero, aho- literatura de un mundo No creas que eres más inte-
ra llamado Mogor dell´Amore agrario que podríamos lla- ligente que los demás. No
–enviado del amor–, les habla mar feudal. Se trata de los creas que sabes más que los
de un antepasado, a quien deben llamados “escritores stata- demás. No creas que eres
en parte el poder que detentan. re”, que dieron cuenta con más que los demás. No creas
Las mujeres de palacio saben de valor y hondo humanismo que eres apto para algo. No
la historia, han escondido un de la condición de siervos. te rías de nosotros. No creas
espejo sucio donde se refleja su Los escritores que dieron que los demás se preocupan
propia dinastía. cuenta de ese negro pasa- por ti. No creas que puedes
dizo de la historia sueca lu- enseñarle algo a los demás”.
Otra novela que detenta las ar- El libro es algo más que la
gucias narrativas de aquel Rus- charon para señalar que sin
libertades la idea de patria visión de “la cuna del frío y
hdie -”un indio traducido al el país de la gula”.
inglés”- y por las cuales su prosa no es más que una abstrac-
ción.
es una transformación constante,
De este país de feudata- Juan Manuel Roca es poe-
hecha de ismos y palpitantes me-
rios hambrientos hace 150 ta, y novelista. Premio José
tamorfosis.
años. Diseminados por el Lezama Lima, Premio del
mundo entero, desde Aus- Ministerio de Cultura de
Carlos Enrique Pachón es poeta, tralia hasta Brasil, algunos Colombia por su libro Las
novelista y editor de El Zahir. de los que se quedaron en hipotesis de Nadie.
Moa Martinson por Sussan Faugstadmo
Febrero - Abril de 2009. No. 5. 7
Literaturas

La curva descendente
Por Luisa Fernanda Caicedo

en una moda punk, esta breve his- apenas por un grito a voz en cuello mita fundarse como literatura. Es-
Fondoblanco toria no es más que otro espejo de que poco o nada deja tras su lectu- pacio y tiempo chocan para hacer
Alejandro Arciniegas Alzáte una cultura kamikaze tras la cual ra. Fondoblanco, obra ganadora de de este libro una historia asistida de
Icono editorial subyacen esas licencias del lengua- la primera convocatoria de Estímu- la demencia juvenil, donde, desde
Bogotá, 2008 je por las que cualquier cosa puede lo del Ministerio de Cultura a Edi- luego, hay leyes morales, naturales,
118 páginas estimarse como literatura, amén de toriales Independientes, no es otra hay el bien y el mal, el karma judeo
una sociedad taimada por un rencor cosa que el testimonio de un adicto cristiano de la caida en pecado. Fi-
profundo hacia su realidad, cercana mal hablado, psicótico, que narra nalmente, el sainete literario no es
de alguna forma a esa suerte de “era como personaje y autor, al tiempo otra cosa que un texto autobiográfi-
de la fe”, como lo dijera no tan re- que describe el mismo paisaje su- co por excelencia:
cientemente Doris Lessing en una burbano tantas veces visitado por El bazuco me lo encontré en la cues-
de sus conferencias, esto es, la pro- el lugar común. La vanidad recu- ta abajo de puras vainas. Yo era un
funda necesidad de allanar los terre- rrente de Chaz, personaje que no cocainómano de lo más redomado
nos de la existencia desde supuestos desestima para nada la oportunidad en esa época. Al pie de la universi-
evangelizadores, llámense religión, de disponer de la narración (desde dad había una señora que vendía
drogas, todo desde ese mundillo de una voraz primera persona hasta por gramos.
reincorporados a la sociedad que se llegados algunos cierres capitulares La crónica se queda corta y lo na-
vanaglorian entregando testimo- en los que la tercera persona redefi- rrativo no es sino un telegráma o
nios de vida en ese tan moderno ne o ‘sublima’ el discurso) describe un cuaderno de apuntes ebrios sin
flash back de los púlpitos de barrio, una muerte anunciada, “la huesa”, nada de sintaxis o sentido comun.
así como destilan ahora los consu- mientras hace participe al lector de El relato, puro ‘visaje’. Más adelan-
midores con algo de presupuesto la ebriedad nebulosa de las drogas y te son los asuntos del lenguaje, los
Nada más a tono con un texto juve- para publicarse sus propias memo- el pillaje. Por lo demás, la estructura usos y abusos, la jerga, la foma de
nil y atiborrado de estupefacientes rias de ultratumba. Aquí puede la de este libro se acerca -como otras lo social como deformación paula-
que el título de esta ‘novela’ de Ale- superchería verse reflejada desde ese novelas de su estirpe- a esa reciente tina de los valores y de la literatura,
jandro Arciniegas Álzate (1979), mito del antihéroe en cuanto caída modalidad de dudosa cinemato- maquillada grotescamente cual me-
bien sea por que el autor pretende y redención van de la mano como grafía, haciendo un uso grosero y retriz urbana:
fungir de adolescente (como si su- deliberado del guión y del diálogo
una historia que pretende, más que Ahora ha venido el man que trae la
friese de un síndrome de Peter pan teatral. La literatura ha mutado por
dejar como paradigma el curso de droga. Acude a mi llamada. Le he
a cuenta de quien sabe qué aluci- lo tanto en un fallido proceso in-
un relato que busca en principio dicho que evite por todos sus medios
nógeno) o por tener como bandera terdisciplinar, ya nada es lo que era
“apresurar la curva descendente que hundir el timbre o usar el teléfono;
aquella lacónica e inexacta gene- antes. Ante este hecho, Arciniegas
a todos nos espera”, fijar un discur- cuando se está amurado la escena
ración de autores que vieron en lo apunta desde la impunidad de un
so pedagógico de aquel que ha re- debe urdirse cuidadosa, como una
suburbano y la caída su estratagema texto adherido al relato en forma de
gresado de mil batallas homéricas. sucesión de caricias de esa amante
creativa. A simple vista, Fondoblan- comentarios a pie de página:
co recordaría un poco nombres Prisionero de sí mismo, como diría que adivina nuestros puntos favori-
Kafka, Arciniegas nada tiene que Utilizamos el registro cinematográ- tos y mortales.
como Chaparro Madiero, Andrés
envidiar a aquellos nuevos best- fico, porque es el que mejor conduce
Caicedo –a quien el libro alude Nada se entiende en este párrafo,
con frecuencia-, un poco a Medina sellers que tras sufrir los dolores de este nivel de la historia. Por que no
por lo demás abusivo en el uso de
Reyes, otro mal remedo del insig- la guerra en Colombia, publican estamos suscribiendo un guíon tra- términos foraneos como aquel lun-
ne Bukowski de La senda del per- sus memorias alimentando un ne- dicional; como se ve, en las apunta- fardo amurado. Como el libro de
dedor, así como a otros novísimos fasto mercado editorial hecho de ciones como “cámaras”, “encuadre”, Arciniegas, habría que esperar que
autores como es el caso de uno re- infamias y de marketing. Por otro “plano”, etc., que no se incluyen en el género no sufriera de los males
cientemente publicado por Arango lado, esta cultura del menor esfuer- los guiones, ya que estas convencio- patológicos de esa nueva genera-
editores, Caviativá, la historieta de zo, como protesta o salida práctica nes aparecen en history board repre- ción y por lo tanto no tocara, como
un adicto que vive una sexualidad ante los lineamientos del trabajo sentadas de otra forma. es el caso, fondo.
ambigua y se disfraza de tetra-pack literario ha dado pie a un mundo Más allá de lo subversivo como so-
en los supermercados para sobrevi- del fast-food, aquí vertiginoso, in- porte de este tipo de lecturas, no Luisa Fernanda Caicedo es Co-
vir. Inscribiéndose de alguna forma congruente, sin salidas y delineado hay en Fondoblanco algo que le per- municadora social y Periodista.

8 Febrero - Abril de 2009. No. 5.


Crónica

El síntoma del signo


Por Robinson Marín Valderrama

la sociedad colombiana a los sín- A partir de la descripción docu- asenso militar y simbólico del fenó-
A las puertas de El Ubérrimo tomas manifiestos, de una cruenta mentada del asenso del proyecto meno paramilitar. Especialmente si
Iván Cepeda y Jorge Rojas «pacificación política» ocurrida en político militar de las AUC, el texto se tiene en cuenta que no es una
Editorial Debate Colombia durante los últimos 25 expone patrones de acción política excepción en su entorno las relacio-
Bogotá, 2008 años. y social de los más significativos ac- nes con las redes sociales de dichas
155 páginas Dichos síntomas son planteados tores del sistema político cordobés estructuras.
a través de las 155 páginas y ocho frente a las AUC, y la forma en que Los investigadores Iván Cepeda
capítulos de A las puertas de El Ubé- su modelo de alianzas y cooptación –Presidente de la Asociación de
rrimo. Un relato documentado y sería replicado en todos los niveles Crímenes de Estado–y Jorge Ro-
académicamente soportado, del de la actividad púbica incluido y jas –expresidente de CODHES–
asenso de una elite social agraria, particularmente en el representati- describen las transformaciones
cuyo poder, ligado a la tierra y a vo a nivel nacional. culturales que sufre la comunidad
la expoliación extensiva de ella, ha En virtud de la magnitud del po- cordobesa y suministran elementos
soportado y promovido una estruc- der creciente, este empezará a ser indicativos, de los recursos narrati-
tura social exclusiva a partir del uso implantado también culturalmente vos desplegados por los actores del
selectivo y sistemático de la violen- al interior de la comunidad ima- sistema político –medios, actores
cia. Los hechos han ocurrido en el ginada nacional. Al interior de las políticos, líderes y militares– para
microcosmos del departamento de dinámicas sociales de formación de describir o justificar su relación con
Córdoba, en los valles de los ríos los estados existen tareas simbólicas el proyecto paramilitar. La exposi-
Sinú y San Jorge desde la década desarrolladas desde el espacio de lo ción en esencia sistemática de di-
del 80 del siglo XX y hasta la pri- narrativo con el propósito de dar chas evidencias, es la oferta del texto
mera del siglo XXI. Con un relato sentido a un pasado que proyecte un para su lector. Una crónica sencilla
L´’homme est un animal symbolique. en espiral que inicia con el momen- futuro común y permita así conso- pero suficiente de los hechos.
Formule qui ne vise pas seulement son to social de mayor esplendor de las lidar el diseño de una identidad na- El texto posee al menos dos niveles
Langage, mais toute sa culture : sites, AUC, el matrimonio de Salvatore cional1. Existe una influencia pro- de lectura: desde una dimensión
Institutions, rapports sociaux, costumes. Mancuso en 2005 en las afueras de funda de la estructura de la nación, técnica como documento mono-
Umberto Eco. Le signe Montería y a pocos kilómetros de en el orden del conocimiento, que gráfico descriptivo de las conductas
la hacienda presidencial de El Ubé- procura elaborar un orden aparen- desplegadas por los agentes de un
Antes del siglo XIX con sus nota- rrimo. El texto visibiliza los agentes sistema político con un conflicto
bles avances técnicos y científicos, temente natural en muchas de las
dinámicos del sistema político co- clasificaciones de la vida social. Este militarmente irresuelto en el tiem-
incluso en el campo de la medicina, lombiano. po. Desde una dimensión política,
la fiebre fue una enfermedad, no un orden implica una cierta disposi-
Por sistema entendemos un con- ción estética y ritual que asegura el como un documento necesario
síntoma. Ello no representa un in- para comprender la dinámica del
conveniente menor en la compren- junto de unidades y componentes de valoración de la vida social que
relacionados entre sí por sus carac- hace posible la existencia de una ló- sistema político colombiano y las
sión de un signo. Tomar por males- dimensiones de una contrarrevo-
tar específico lo que delata apenas terísticas o cualidades comunes. gica colectiva2. El estudio pone en
El patrón de interacción entre las contexto la razonabilidad de la sos- lución conservadora que ha tenido
padecimientos más profundos; una lugar a través de dos fenómenos
información final y no una inicial unidades constituye el hilo que los pecha pública sobre la ignorancia
une en una unidad sistémica. De tal de uno de los actores más relevantes evidentes en muchos aspectos de la
sobre aquello por conocer. vida colombiana: El asenso del pa-
manera que un sistema es un con- del sistema político colombiano, el
Y tal ausencia sistémica en la in- ramilitarismo como fenómeno más
junto de unidades ínter-actuantes. presidente Uribe Vélez, en torno al
terpretación del signo inscrito en allá de su dimensión militar, y del
el síntoma suele traer para el pa- Uribismo como fenómeno más allá
ciente, consecuencias indeseables. de lo político.
Un procedimiento clínico que no
toma en cuenta el significado de los 1APPADURAI, Arjun. Sovereignty
síntomas por lo que son sino por without territoriality: Notes for a post-
lo que deberían ser, resulta contra- national geography. EN The Geography
producente. Obviar el significado Of Identity. Patricia Yaeger ed. Ann
de un signo puede ser un acto libre Arbor: Chicago, University of Michi-
pero difícilmente sensato. El sufri- gan Press, 1996.
miento padecido por los millones 2 GUPTA, Akhil and FERGUSON,
de hombres y mujeres desplazados James. Beyond culture: Space, identity,
o sobrevivientes del conflicto inter- and the politics of difference. EN Cul-
no colombiano, la destrucción del tural Anthropology 7: 6­23. 1992.
tejido social al interior de las comu-
nidades o la ruptura irremediable Robinson Marín Valderrama es
de las redes sociales de los indivi- abogado especialista con estudios
duos, son costosas consecuencias de magister. Poeta, docente uni-
de la respuesta social equivocada de Marcos Coelho Benjamin. 3o. Salón de Humor de Piracicaba versitario y gestor cultural.

Febrero - Abril de 2009. No. 5. 9


Clásicos

Oficio de jardinero
Por Santiago Mutis Durán

podrían caber en la más ardiente gre que une a una familia... Todo lo a los huracanes, el cambio climático,
La Inteligencia de las flores imaginación, que componen este que le ocurra a la tierra les ocurrirá el calentamiento global. Leyendo el
Maurice Maeterlinck acorde de insondable armonía que a los hijos de la tierra. El hombre no extraordinario estudio de Maurice
Asociación Lengua Franca para nosotros suena con una sola tejió la trama de la vida; él es sólo Maeterlinck –bello, sabio e inocen-
Bogotá, 2007 voz : la vida. un hilo. Lo que hace con la trama te– comprendemos la dimensión
104 páginas se lo hace a sí mismo. de este desmesurado disparate, de
Todas las culturas “primitivas” ya lo
Pero nosotros los hombres, que sur- esta vanidad y prepotencia suicida
sabían, por eso saludaron la araña
gimos de todo esto, que nacimos de la ciencia, que pretende inclinar
o al viento como a un hermano o,
del limo, hemos logrado ignorarlo, la balanza de la existencia a favor de
mejor, como se saluda a un dios,
sobre todo los científicos, y sobre una economía que no nos favorece
a un dios real, nada humano, que
todo sus hijos más aprovechados, y que tampoco favorece a las mi-
gobierna con todas sus fuerzas para
los técnicos, que sostienen y empu- les de especies vegetales y animales
imponer su existencia, entre millo-
jan este desastre “natural” del pro- que hicieron el mundo que ahora
nes de otros dioses –la luz, la balle- reclaman para sí un puñado de
na, el agua, la orquidea, el aire, la greso que no es más que una trocha
de cemento estéril que comunica al magnates. Es un golpe de Estado a
serpiente, el fuego, la palma– que la Razón, a la imaginación, a la in-
se han levantado no como criaturas infierno con el paraíso.
teligencia, y una perversión del co-
solitarias, libres y autónomas –ese Aunque fuimos la última especie nocimiento, un descarrilamiento de
es un sueño nuestro–, sino como invitada a la Creación, ya hemos la cultura. Maeterlinck se hubiera
hermosas y terribles formas que no dado al traste con ella; no sólo la colgado de una viga si hubiese visto
pueden vivir unas sin otras. Si una hemos dado por terminada, sino semejante fracaso, o hubiera puesto
sola pieza viva de este rompecabe- que ahora pretendemos iniciar una su pequeño libro de La inteligencia
zas de siete dimensiones se altera nueva, otra, supuestamente bajo de las flores en las manos de todos
Las orquídeas, esa “llama que alumbra o desaparece, la realidad entera se nuestro control. ¡Y hay que ver y de cada uno de los habitantes
en la noche que separa los reinos. conmueve. cómo van las cosas! del arrogante occidente (made in
M. Maeterlinck Cuando los afiebrados cazadores de En esta nueva edad de la Creación, USA) para que comprendieran que
... Las constelaciones oro y los no menos afiebrados mag- llamada “reconfiguración de la so- las consecuencias de manipular un
vuelan por edntro de las flores. nates del progreso exterminaron las ciedad contemporánea”, la punta mundo cuya riqueza y complejidad
El cielo del abeto, tribus indígenas de norteamérica, de lanza más hiriente es la inven- desconocemos, o que fingimos ig-
Giovanni Quessep imponiendo un progreso que hoy ción de los transgénicos, la mani- norar para ocultar nuestra codicia,
ha puesto en riesgo la vida misma, pulación del ADN de plantas y ani- podría ser, además de una docta es-
Durante milenios se le achacó la medio mundo –y quien quiso ha- males, afectando ecosistemas y cul- tupidez, una hecatombe.
creación del universo a Dios, y de cerlo– se enteró de lo que pensaban turas –además, claro, de economías Maeterlinck no nos propone re-
este mundo también, por supuesto, esos “indios ignorantes” que los regionales y nacionales, a las que se gresar a la humildad del “salvaje”
que con sólo ver sus árboles –bas- Blancos encerraron en pobres reser- ajusta a una nueva dependencia–. panteísmo pielroja, quien fuera
taría un solitario Samán– muchos vaciones y alimentaron con carne El profesor Tomás León afirma que aniquilado por ignorante y por
aceptamos que se trata sin duda podrida. En la carta-testamento de “la liberación de plantas transgéni- habitar unas tierras codiciadas por
de un Prodigio, o de un milagro, si los pieles rojas dirigida al presidente cas constituye una ruptura cultural otros –lo cual, para mí, no estaría
siguiéramos creyendo que la Tierra de los Estados Unidos y publicada sin precedentes en la historia de la nada mal, pues recuperaríamos sus
es una turbulenta oración. Después en sus periódicos, el jefe Seatle decía : humanidad... Todo puede ser gené- viejos “conceptos sobre la necesidad
ticamente modificado”. El dios de de la convivencia sosegada y la op-
el joven Darwin, recorriendo los He visto miles de búfalos pudrién- la Creación ahora se esconde tras ción por el equilibrio”–, pero no,
mares y sus islas, con los ojos muy dose en las praderas muertos a tiros los laboratorios de biotecnología. Maeterlinck nos propone aguzar
abiertos, observó transformaciones por el Hombre Blanco desde un tren “La selección natural dejará defini- la razón, hacerla crecer y hacerla
en el mundo animal que le sugi- en marcha. Soy un salvaje y no en- tivamente la vía libre a la selección sentir, para poder volver a gozar el
rieron un secreto, que poco a poco tiendo cómo una máquina... puede artificial por ADN recombinante asombro que nos rodea y al que sin
fue cobrando las evidencias de una importar más que el búfalo, al que y el mismo concepto de especie se duda pertenecemos.
nueva revelación: el mundo se ha nosotros matamos sólo para sobre- evaporará en el aire”. Lo cual creo
ido haciendo a sí mismo; la Crea- vivir. ¿Qué será del hombre sin los que es no sólo irresponsable, mons- Ante el servilismo o el posible en-
ción continúa, como una especie animales? Si... fueran extermina- truoso, insensato, sino francamente vilecimiento de una parte poderosa
de rompecabezas vivo, impulsado dos, el hombre también moriría de aterrador. Vamos a sustituir la Na- del “saber”, he aprendido a respetar
por una indescifrable e indetenible una gran soledad espiritual; porque turaleza por un menú elaborado al sencillo jardinero, con su ética
voluntad de vida. Árboles y tigres, lo que suceda a los animales tam- por transnacionales. No sólo la humilde o salvaje, simple, y sin fór-
huracanes y colibris, calamares bién le sucederá al hombre. Todas Creación toda quedará en paten- mulas para triunfar sobre la natu-
gigantes y silenciosos baobabs... las cosas están conectadas... Si los tes ajenas expropiadas a la vida, raleza ni para conquistar el futuro:
siguen al pie de la letra una miste- hombres escupen en el suelo se escu- sino que la tecnología –quienes la apenas una forma honesta de con-
riosa partitura escrita por ellos mis- pen a sí mismos... la tierra no perte- financian– tomará en sus manos vivir y de conocer.
mos y para todos, de oscuro origen nece al hombre; el hombre pertenece las riendas y el destino del mundo,
y materializada en miles de millares a la tierra. Esto sabemos. Todas las que hasta hace poco era natural. Las Santiago Mutis Durán es poeta,
de formas, muchas más de las que cosas están conectadas, como la san- mismas manos que han despertado editor y crítico de arte.

10 Febrero - Abril de 2009. No. 5.


Boris Vian

Rapsodia en blanco y negro


Por Celedonio Orjuela Duarte

dejara la guerra, el aturdimiento lo nuevo estaba en la literatura, descubrimientos de los negros.


Escupiré sobre vuestra tumba del estallido de las bombas, la la pintura, pero especialmente -No creo que tengas razón. Todos
Boris Vian Norteamérica de un europeo en los ritmos negros: el blues, los grandes compositores son
Ed. Bruguera consiente de la aridez del viejo las Big band, el jazz, se oyen con blancos.
España, 1978 mundo. Importaba entonces frenesí, según lo testimonia Vian.
-Duke Ellington, por ejemplo.
130 páginas abrirse a lo nuevo a través del auge Sus personajes escuchan a Dina
de la literatura norteamericana, Shore (1917-1994), cantante de -No, Gershwin, Kern y todos
rápidamente traducida en Jazz y música popular, fraguada esos.
la Europa de Posguerra, por en los años 30. Otro inmenso -Todos Europeos emigrados
autores como Ernest Heminway, cronopio, Cab Calloway (1907- -le aseguré-. Son los peores
Faulkner, Melville, traducidos por 1994), músico de Scat –forma explotadores. No creo que en todo
escritores como Cesare Pavese, vertiginosa de cantar desde la Gershwin se pueda encontrar un
ante la profunda necesidad de onomatopeya en una sucesión solo pasaje original, que haya sido
sacar a Europa de la mudez silábica sin sentido– fue, junto a copiado, plagiado o reproducido.
insular en que la habían dejado su banda, uno de los interpretes de Te desafío a que encuentres
los conflictos bélicos. jazz afroamericano más populares uno solo en toda Rhapsody in
Lee, hombre negro con apariencia en los años 30 y 40. Su orquesta Blue…”
de blanco, escribe como un tenía músicos tan famosos como El curso marcado por la historia
prosista norteamericano. Todos el trompetista Dizzy Gillespie o es el sentimiento de venganza y
los trucos de los que se valió el saxofonista León “Chu” Berry xenofobia. El hermano menor
Vian para publicar esta novela, junto a William Christhoper es asesinado por la familia de su
inventando un editor, siendo él Handy (1873-1958), compositor novia blanca; su otro hermano
mismo su prologuista, y dando y músico de blues, conocido de piel oscura, que es perseguido
Lee Anderson -protagonista como “The father of the blues”.
vida de alguna forma al mismo precisamente por su raza, y Lee
de J’irai cracrer sur vos tombes, Vian critica ciertos músicos
novela pseudónima de Boris Vian Sullivan, no tenían otro fin Anderson, que en su apariencia
que trasladar la novela negra blancos que se valieron de ritmos
firmada por Vernon Sullivan- se de hombre blanco, considera que
norteamericana a la deprimida negros para su reconocimiento:
emplea en una próspera librería es la persona más idónea para
Europa de los cuarenta. Así, todas No lo creo. Todas las grandes vengar a su hermano.
en la ciudad de Buckton. Su
trabajo consiste en “poder las manifestaciones artísticas orquestas son de blancos
Libro del ingeniero, trompetista
dar una respuesta satisfactoria fueron verdaderas expresiones de -Claro, los blancos están en de Jazz, cantante, dramaturgo,
al desgraciado que se dejara una juventud ávida de novedad; mejor posición para explotar los miembro de la cofradía de
convencer por los reclamos al patafísicos –amigo de aquel
uso: la cubierta ilustrada, el monje surreal y perverso llamado
folleto y la foto del autor y una Alfred Jarry-, se convirtió en un
breve noticia biográfica”. Luego Boris Vian toca la trompeta
Best-seller, como no lo fue en
añade: su tiempo la obra narrativa que
Los libros son muy caros, y Por Juan Manuel Roca escribiera bajo su nombre real,
todos esos artificios tienen dado que la novela negra de
una finalidad muy concreta; Sullivan pudo ganar más adeptos
Si retira los labios de la trompeta, una densa niebla hace
demuestran, además, que la que los que póstumamente logró
gente no siente ningún interés que hombres y mujeres caminen a tientas, enceguecidos
tener el propio autor.
por comprar buena literatura; el y desnudos.
Novela escrita en primera persona,
libro que quieren leer es el que Cuando junta sus labios, la música se desliza por los te- rica en diálogos, contrario a lo
recomienda su club, el libro del
jados y recorre las garitas de la gendarmería y trepa por que ocurre con la novela de hoy
que se habla, y su contenido les
importa un bledo. la estatua de Balzac y sacude las cornisas y las gárgolas. en la que las historias se enfrascan
en prolongados monólogos que
Boris Vian (1920-1959) va Si retira los labios de la trompeta, regresa la niebla y los no conducen a ninguna parte, la
creando en Escupiré sobre vuestra habitantes deciden recorrerse por el tacto. novela de Sullivan-Vian hizo que
tumba, un ambiente juvenil (los
¡Atención! El señor Vian ha vuelto a levatar su trom- el texto mismo la hiciera posible
cafés alrededores de la ciudad,
peta. Se teme por los vetustos hoteles parisinos, por las para un guión teatral, así como
el campo cercano o algunos
otros espacios de la memoria fisuras que pudieran alterar las fases de la luna, el ritmo una película que escandalizó a la
tan parecidos al recuerdo, como “buena sociedad” francesa de los
natural de trenes y conserjes.
puede verse en la novela La cuarenta.
hierba roja), todo ello cargado Boris Vian nos deja la impresión
de un hermoso aunque a veces Para Pablo Montoya de que a pesar de su muerte
descarnado erotismo, como temprana, todos los géneros que
respuesta y fastidio de lo que emprendió le fueron posibles.

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Boris Vian

El odio a lo inútil
Por Sophia Vázquez Ramón

atisbos inverosímiles de humor o


La hierba roja
representación fuera del discur-
Boris Vian so, son el soporte de esa noción
Tusquets de tristeza sabida que recorre las
España, 2007 páginas del libro, a sabiendas
La espuma de los días que nada puede haber aquí sino
Boris Vian decepción y pérdida irreparable.
Editorial Bruguera Una novela-jazz cuya música de
España, 1978 Ellington discurre entre la ironía
253 páginas de los días que corren hasta des-
vanece, un espejo del blues negro
norteamericano también visto en
las obras de Sullivan, su contra-
L’Écume des jours parte asesina y realista.

“En realidad, sólo existen dos La maquina del tiempo


cosas importantes: el amor, en Boris Vian nació en Ville D’Avray,
todas sus formas, con mujeres suburbio de París, en 1920. Desde
hermosas, y la música de Nueva temprana edad comenzó a sufrir
Orleans o de Duke Ellington. problemas de salud: tuvo ataques
Todo lo demás debería desapa- de reumatismo cardíaco y luego
recer porque lo demás es feo.” fiebre tifoidea. A los 20 años se
Así declara, a modo de exordio, inaugura como interprete de jazz
un Boris Vian suspendido en la norteamericano en una pequeña
memoria de dos ciudades para orquesta conformada junto a sus
él desconocidas, Memphis y Da- hermanos. Ingeniero de profe-
venport, y desde las que ha escrito sión, Vian cultivó géneros como
La espuma de los días, un esplen- la novela, el cuento, crónicas y
dido paisaje de afectos, gastro- críticas de aspectos sociales, algu-
nomía y música en el que ya los nas piezas teatrales, óperas y toda
excesos simbólicos son materia y según la cual las autopistas su- Partre, entre otras cosas, igual de clase de composiciones de talan-
patafísica1, puesto que lo invero- frían una algo infantil transfor- ‘inflamable’ que aquel existencia- te a veces ateo y revolucionario,
símil, lo irreal o lo sobrenatural, mación sin que los coches expe- lista a quien de seguro refiere. La como aquel famoso Le deserteur,
campean en los mismos terrenos rimentaran los percances propios espuma de los días entró a con- canción que increpa al presiden-
de la ficción en que lo posible se que la gravedad y el sentido co- curso en su momento al celebre te al resistirse Vian a correr a la
puede o no dar de forma narra- mún demandaban. Primera no- premio de la Pléiade y su fracaso Guerra.
tiva y consecuente. Desde su tra- vela ‘autentica’ de Vian, según él editorial fue tal que Gallimard se
bajo como escritor, Vian tiene a mismo refiere, L’écume des jours abstuvo de publicarle en adelan-
bien desdoblarse como autor, de (1945-1947) trata la historia de te, sacándolo por el momento de
la mano de un escritor de novela un bailarín joven y rico, enfren- la escena literaria francesa.
negra –Vernon Sullivan– que le tado a un amor lastimosamente
da censura pero bastante permi- sesgado por la enfermedad. En- “Uno de esos raros libros de la
sividad editorial y literaria, junto tre tanto, el lenguaje hace que lo juventud de estos tiempos”, se-
a un ortónimo algo vanguardista sublime se esconda lúdicamente gún asegura Noël Arnaud en su
a quien la crítica no vio en sus tras el simbolismo que emana introducción a las obras com-
verdaderas dimensiones sino de de ese vademécum de extrañas pletas de Vian, La espuma de los
manera algo tardía; distintos el situaciones y platos servidos de días no fue en su momento un
uno del otro por una especie de la manera automática y poco libro que mereciera considera-
sobrefiguración de lo grotesco alimenticia que tendría una co- ción aparte de algo de atención
y la caricatura, Vian hizo en su cina surrealista. Se trata, de esta prestada por el clan de la patafí-
obra personal una apuesta un manera, de dos historias de amor sica que le secundaba en sus em-
tanto más psicológica en la medi- llevadas casi paralelamente: la presas ‘inútiles’. Novela de malos
da que se hizo del lenguaje para fatídica relación entre Colin y presagios, eleva el patetismo al
jugar a afincar mecánicas absur- Chloé –esta última estrechamen- nivel de las tragedias humanas:
das en las que el camino de su te emparentada con un tema de padecimiento, belleza resque-
postura patafísica hiciera posible jazz de Ellington– junto a la abu- brajada, crimen, suicidio, locura.
que empresas suyas como alguna rrida relación de Chick y Alise, Resuma por su mismo carácter,
que, siendo ingeniero, plasmara enmarcada por la manía litera- en contrastes y poesía, un juego
desde la ciencia de Alfred Jarry ria alrededor de un tal Jean-Sol verbal y simbólico tras el cual los

12 Febrero - Abril de 2009. No. 5.


Boris Vian
defensa ante los estropi- -Sólo animales –contestó Carla -Bueno -dijo el gato-, siendo así,
cios de una razón siempre -Es la razón por la que quise estoy dispuesto a hacerte ese favor,
convulsionante, aquí una hacer feliz al senador –explicó aunque no sé por qué digo «siendo
novela cercana a la ciencia Wolf-. Por el pájaro, el ratón y así» cuando no comprendo nada
ficción y a autores como el gato. en absoluto.
G. H. Wells que de segu- En otro sentido, la aparición de -Eres muy bueno -dijo el ratón.
ro le dieron la idea de la estos personajes que de alguna -Mete la cabeza en mi boca -dijo
enorme maquina que el manera permiten distintos nive- el gato- y espera.
ingeniero Wolf (El lobo) les en la lectura, definen algunos
inventa para poder re- -¿Habré de esperar mucho? -pre-
aspectos narrativos que crean guntó el ratón.
construir su vida desde la homogeneidad en tanto no du-
ausencia de memoria. La hierba roja, como adelanto
dan en tomar la palabra, cruzan de su Journal à rebrousse-poil,
La hierba roja es, en más de una novela a otra –el senador muestra a un Vian que dialoga
de un sentido, la novela Dupont de La hierba roja es, y expone parte de la confusión
autobiográfica por exce- por ejemplo, el perro Dupont y crisis existencial de una época,
lencia de Boros Vian. Su que aparece en La Espuma de como una suerte de terapia en la
protagonista, Leonard, los días– o sufren una suerte de que el psicoanálisis se presenta
mantiene a lo largo del metamorfosis en tanto le sirven como posibilidad de esa varie-
libro constantes conversa- a Vian para deformar o satirizar dad de metafísica patafísica por
ciones sobre educación, religión, algún rol o personaje humano, la cual el mismo sistema que
Cercano a la intelectualidad exis-
trabajo, sexo, muerte. Además aquí el papel de la mujer o al- mueve en él el palimpsesto y la
tencialista de entonces, como
revela un autor más psicoana- gunas convenciones sociales y intertextualidad, en esta novela
puede verse en ese personaje
lítico como el que puede verse éticas. Por lo demás, siempre esa y dada su inseguridad y su exal-
libresco llamado Partre o en el
en El Arranca-corazones, novela transformación antropológica des- tada humanidad confieren a la
pequeño padrinazgo de Sartre
posterior de carácter bastante cubre posibilidades infinitas en la narración el poder de salir de lo
al apoyar sus empresas fallidas,
ambivalente. Por allí, aparece medida que estos personajes son artificioso para convertirle en la
Vian logra también cercanía, en
un campo rojizo parecido a la morfológicamente más suscepti- más memorable de sus novelas.
el club Saint-Germain-des-Prés,
infancia y aparecen personajes bles de valor sígnico: En La hierba roja hay un recurso
con grandes músicos del Jazz
como Duke Ellington, Miles emblemáticos que, como La es- de la memoria que espera ser bo-
-En realidad -dijo el gato-, el rrado, eliminado, el acantilado y
Davis y Charlie Parker. De allí puma de los días, parecen querer
asunto no me interesa demasiado. la figura sublime de las monta-
que La espuma de los días sea, tomar elementos en apariencia
divergentes para subrayar el peso -Te equivocas -dijo el ratón-. To- ñas gobernadas por una infausta
de alguna forma, la comunión
surrealista de algo que parece davía soy joven y, hasta el último maquinaria de lobotomía. En
atropellada y surrealista de esos
ser parte de un sueño, como un momento, he estado bien alimen- ella Wolf espera huir, escapar
afectos musicales y el experimen-
to no solo afectivo-gastronómico juego mental en el que se busca tado. de sí mismo, romper con su es-
precisamente huir de toda idea -Pero yo también estoy bien ali- tado humano a través del metal
que pone en escena una suerte
del pasado en pos de un estado mentado -dijo el gato-, y no tengo siniestro de la maquina en la cual
de panoramas oníricos plagados
virgen y perfecto. Así como en el ningunas ganas de suicidarme; esa el recuerdo toma el peso de un
de sustancias inverosímiles y
curso de La espuma de los días, es la razón por la que todo esto me pesado agotamiento. Los colores
de una fuerza semiótica apenas
aparecen los diálogos entre per- parece anormal. del cielo y el mar se abren jun-
aplacada por la ambigüedad de
sonajes que también remitirían a to al azuloso artefacto, mientras
los diferentes niveles de la narra- -Es que tú no le has visto -dijo el
gustos de Vian por autores como la hierba roja en la que Wolf se
ción. Por allí, puede llegarse a la ratón.
Lewis Carroll y que de una u hecha para descansar lo da dilu-
quizá más ‘íntima’ obra novelís- -¿Qué hace? -preguntó el gato. yendo hasta disfrazarlo dentro
tica de Boris Vian, aquella que le otra forma guardan un secreto
-No tenía demasiadas ganas de sa- de su ‘suelo ensangrentado’, esa
sintetiza y que pone en entredi- mecanismo dialectico dentro del
berlo. Hacía calor y todos sus pelos búsqueda de ese Wolf-Vian que
cho la cuestión patafísica como corpus narrativo de Boris Vian.
estaban bien esponjosos. trata de volver a esas premisas de
una suerte de mecanismo de Como es el caso del papel de la
(…) Jarry, –“Sólo la letra es literatu-
animalidad y la inocencia dentro
ra”– para dar un sentido menos
del proceso catártico de Wolf en -Cuando ha pasado la hora -con-
llano a la más personal de sus
medio de sus conversaciones re- tinuó el ratón- vuelve a la orilla y
novelas, quizá la que lo despoja
trospectivas: mira la foto. de alguna forma de la chistera
-¿No come nunca? -preguntó el patafísica: “Va a ver usted cómo
-¿Quién es entonces merecedor de
gato. se desata una de las pasiones que
su afecto? –Preguntó Carla
-No -respondió el ratón-. Se está han dominado mi existencia: el
-Ya no lo sé –dijo Wolf-. Había odio a lo inútil”.
quedando muy débil y yo no pue-
un pájaro, en el rosal enredadera
do soportarlo. Un día cualquiera
de mi ventana, que me desper-
va a dar un traspié en esa plancha
taba todas las mañanas dando 1. La patafísica o ciencia de las so-
grande...
golpecitos en el cristal con el pico. luciones imaginarias –ciencia “del
Había un ratón gris que por las -¿Y a ti qué te importa? -preguntó más allá del más allá”– fue instituida
noches se paseaba a mi alrededor el gato-o ¿Qué pasa?, ¿es desgra- en 1898 por el poeta y dramaturgo
y se comía el azúcar que le deja- ciado? francés Alfred Jarry (1873-1907) en
ba en la mesita de noche. Había -No es desgraciado -dijo el ratón-, su libro Hechos y dichos del Doctor
una gata negra y blanca que no se sino que tiene una pena muy Faustroll, patafísico. Conocida como
separaba de mí y que iba a avisar grande. Y eso es lo que no puedo la ciencia de “lo particular”, dio pie
a mis padres si yo me subía a un soportar. Además, se va a caer al a la creación del Colegio de la pata-
árbol demasiado alto… agua, se asoma demasiado. física en 1948.

Febrero - Abril de 2009. No. 5. 13


Poesía

Maldición de marinero
Por Santiago Espinosa

Aquí el poeta canta y escenifica a dedores”, “exitosos”, “ganadores”, versos la sospecha de que lo que
Las derrotas
la vez. Se confiesa y luego finge, “arribistas”, “realistas”, y que en se muestra sólo es un indicio:
Alberto Rodríguez Tosca
borrándonos las fronteras entre Colombia o en Cuba ya han de- No quiero leer un libro más.
Ediciones Unión lo vivido y lo creado, lo leído y lo jado demasiada sangre, demasia- Tampoco un libro menos. Los
La Habana, 2008 sufrido. Quizás Rodríguez Tos- dos olvidos bajo las fosas. De ahí que he leído bastan. La mayoría
100 páginas ca sea ese “mentiroso que dice que este libro, memoria de unas de los libros son como la mayo-
la verdad” del que hablara Ma- derrotas personales, autobiográ- ría de los hombres: enseguida se
llarme, o el “fingidor” de Pessoa, ficas si se quiere, sea también un agotan. Se dejan encandilar por
mostrándonos al yo como una testimonio del siglo ido, de una las palabras y cuando no tienen
entidad roturada y diversa, y a la generación que “he visto izar las nada que decir, siguen diciendo.
vida en lo que la hace humana: la banderas y quemarlas después”; Si se me permite la expresión, las
ambivalencia, ese juego de con- donde, como también lo dice, palabras de estos poemas son las
trarios y de ambigüedades que “las mejores mentes de mi gene- violentas esquirlas de una explo-
es cada persona. Tiene razón el ración dilapidaron en un grito sión que se detonó en el pasado,
poeta Rafael Alcides en el prólo- todo el silencio que necesitaron llámese historia, derrotas o siglo
go que hace del libro, pues más después para salvar la patria de XX.
que un diario, que un enorme los padres”. Esquirlas que ahora nos encuen-
testamento del exilio, se trata de Poesía vertiginosa que muestra tran gracias a la publicación de
un “cataclismo humano”. el lenguaje en una plasticidad Ediciones Unión de Cuba, y de
Hay en estos poemas algo del rit- y en una abundancia que creo, la que ya se consiguen ejemplares
mo frenético de Lezama Lima, de francamente, no se veía en estas en las librerías bogotanas.
la claridad y la sencillez de Eliseo tierras desde la muerte de Héctor
Diego, atributos que supo traer- Rojas Herazo. ¿Retórica, excesos
Las Derrotas es, de comienzo a nos bajo el sombrero. Hay una verbales? De ninguna manera. Santiago Espinosa es poeta y co-
fin, un ajuste de cuentas con la Bogotá violenta, azarosa, que po- Como en Rojas, existe en estos mentarista de libros.
memoria, un esfuerzo del poeta cas veces se ha visto en los poe-
cubano Alberto Rodríguez Tos- mas, y que el poeta, quizá gracias
ca por entenderse en el mundo a su destierro, puede comprender
como el resultado no de los lo- como esa ciudad de huidas que
gros, sino de las pequeñas derro- también es. Nos dice en alguna
tas que lo precedieron. Derrotas parte “Sí, esta ciudad no es mía,
vividas y propinadas, derrotas
pero tampoco de quienes la here-
por lo hecho y hasta por lo no
daron. Es del alba, es del sueño,
hecho, pues pareciera que aquí,
es de la noche. Por eso hoy todos
como en la filosofía de Wittgens-
nos pusimos las galas de extran-
tein, las posibilidades irrealiza-
jero para salir a caminar”.
das, acaso imaginarias, acechan
Pero también hay el hallazgo de
tanto como las realizadas.
un tiempo dentro del tiempo,
Cada poema un día, el libro,
distinto al de los relojes del ban-
cuatro semanas. Cada poema un
quero y del publicista de espe-
tanteo del poeta en las regiones
ranzas. Rodríguez Tosca, como
del miedo y del dolor, una erran-
cia por los rostros, los puertos, los grandes maestros de la músi- Ingenierías Diplomados
las mujeres y los afanes, pero que ca, nos devuelve la duración de  Manejo de flotas
 Inyección Diesel
siempre -maldición del marine- la vida en su horror y en su belle-  Diseño de motos
ro- conducen de nuevo al espejo za. Nos recupera una visión del  Automotriz  Actualización electrónica
Sistemas de refrigeración
del poeta. Ya lo decía Joyce: “Si tiempo que en la complejidad de 

Judas sale esta noche sus pasos le su secuencia, entre los ires y veni-  Térmica 

Maquinaria agrícola
Seguridad industrial
llevarán hacia Judas. Cada vida res, los contrapuntos y los cortes,
rompe la idea de una historia li-
 Comercial En Humanidades
es muchos días, día tras día. Ca-
minamos a través de nosotros neal, de ese hacer fila, rasgo ca-  Diseño de talleres literarios
 Literatura escrita por mujeres
mismos, encontrando ladrones, racterístico de esta modernidad  Escrituras creativas
fantasmas, gigantes, ancianos, ramplona que borra los rostros
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encontrándonos a nosotros mis- oposición al tiempo de los victo-
mos.” riosos que hoy reinan: “empren-

14 Febrero - Abril de 2009. No. 5.


Libros de la casa

Bolaño Salvaje
Ed Candaya
Edmundo Paz Soldan (Editor)
Barcelona, 2008
502 páginas

Pensamiento colombiano Pensar es su carácter interdisci- Por Alberto Bejarano


(II Tomo) plinario que refleja las búsquedas
La creciente fama del escritor
Guillermo Hoyos, Carmen y obsesiones del Instituto desde
chileno Roberto Bolaño en el
Millán de Benavides, Santiago su fundación, hace ya 15 años.
mundo editorial norteamericano
Castro (eds.) Quiero destacar igualmente que
se ha construido sobre una cierta
Editorial Javeriana en el libro se incluye también
leyenda negra del autor, presen-
Bogotá, 2008 a extranjeros (Vinyes, Currie,
472 páginas Reichel-Domattof, Rother) que tado como un “poeta maldito”
han contribuido con el desarro- suramericano. Se venden miles
de libros de Bolaño en inglés y Quizá, si usted lo lee, le ocurra lo
Por Paul Von Leopold llo de la cultura en Colombia, mismo que a Alan Pauls:
en campos tan diversos, que van no sabemos (aún) muy bien cual
La colección del Instituto Pensar, es la recepción de su obra (en ¿Cuánto hacía que una novela
desde la economía hasta la críti-
“Pensamiento colombiano del si- especial de su novela 2666), ex- no reivindicaba para sí la fuer-
ca literaria. Sobresale también el
glo XX” es un esfuerzo académi- puesta al mercado como un pro- za de la voracidad, la energía
“rescate” de mujeres-pensadoras
co colectivo que merece ser des- ducto que puede decepcionar al bulímica, la capacidad imperial
como Débora Arango, Ma-
tacado, en especial por acercar a lector distraído. de ocupar, colonizar, anexárselo
ría Cano, Monserrat Ordóñez,
las nuevas generaciones, a perso- Creo que Bolaño se hubiera reí- todo?...Los detectives salvajes me
Nina de Friedemann y Soledad
najes y obras que han contribui- do al verse convertido ahora en inoculó su virus masivo y me
Acosta. Valdría la pena incluir
do con nuestra “colombianidad”. un “best-seller”, y no porque no convirtió.
en los próximos tomos a perso-
En este Segundo Tomo leemos le gustara que lo leyeran, sino No es este un estudio conven-
najes, en apariencia “menores”,
ensayos sobre profesores univer- porque se lee como un escritor cional (no se dedica al “elogio
hoy olvidados como Miguel For-
sitarios, escritores, filósofos, an- diferente a lo que él fue. Bolaño gratuito”) sobre un escritor. No
naguera, uno de los “sabios cata-
tropólogos, arquitectos, músicos, asumió una escritura en los már- tendría sentido hacer algo así
lanes” que no tuvo la fortuna de
artistas, y políticos. Los ensayos genes, por fuera de lo “política- con Bolaño. Es más bien un viaje
son escritos por probados cono- ser “inmortalizado” por García
Márquez (ver el caso de Vinyes). mente correcto”, incluyendo los por las pistas de hielo que hizo
cedores de los autores y los temas “ismos” de la literatura latinoa- suyas Bolaño, que transformó
tratados. El lector descubrirá en Un republicano, un pedagogo,
un explorador de las montañas mericana. Para situar adecuada- y nos legó como escritor de la
estos textos facetas no tan cono- mente a Bolaño y su obra, vale “multiplicidad” (en palabras de
cidas de autores como José Eus- colombianas, un “abrecartas”
que participó por ejemplo en la la pena leer este libro colectivo, Vila-Matas). Si usted ya ha leí-
tacio Rivera, Fernando González un valioso material de consulta y
Fundación del Gimnasio Mo- do a Bolaño, este libro le brin-
y Rafael Gutiérrez Girardot. de análisis crítico y en varios ca-
derno y la Carrera de Sociolo- dará nuevas formas de acceso a
El libro podría sintetizarse con sos, deconstructivo, de la obra de su escritura. Si no lo ha leído, y
gía de la Universidad Nacional.
las siguientes palabras de sus edi- Bolaño. empieza por el lucido documen-
Fue Miguel Fornaguera, además,
tores: “sabemos, aunque todavía tal de Erik Haasnoot (incluido
fundador de todo un semillero
tenemos nuestras limitaciones, en esta edición), donde se puede
de destacadas personas dedica-
que el “pensamiento” no sólo cir- conocer, por ejemplo, la biblio-
das a la cultura, -como su hija
cula en forma de libro o escrito, teca de Bolaño, lo más seguro es
María Fornaguera (escritora y
sino que la palabra, la imagen y que querrá leerlo. El libro cuenta
el sonido también transitan de la traductora) y su nieta Ana Roda,
actual Directora de la Biblioteca con magníficos textos de grandes
memoria viva a la memoria críti-
Nacional- y buena parte de sus escritores iberoamericanos, en
ca, como diría Jan Assman”. No
descendientes que se dedican a su mayoría amigos de Bolaño,
conocemos a Assman, pero sabe-
la pedagogía en diversas áreas y como Vila-Matas, Villoro, Fre-
mos de sobra que este comenta-
rio expresa un sentir auténtico. escenarios. Quizá un ensayo así sán y Pauls y estudios analíticos
Prueba de ello es el valiosísimo podría ser escrito por uno de sus sobre novelas de Bolaño como
programa de Javeriana Stereo, descendientes de tercera genera- “Estrella distante” y “El gaucho
“Música y literatura”, dirigido ción. Otros personajes a contem- insufrible”. La colección de Can-
por la Profesora Carmen Millán. plar son los “pioneros del cine en daya incluye otros títulos, en el
Una de las características más Colombia”, Los Acevedo y Los mismo formato, dedicados a Pi-
“endémicas” de la Colección de Di Domenico, por ejemplo. glia y Vila-Matas.

Febrero - Abril de 2009. No. 5. 15


Música

Más allá del enmascaramiento


Por Diana Marcela Arias Naranjo

sus viajes fuera de Varsovia y las critura musical se mantendrá cla-


Chopin mujeres que le rodearon. Ade- ra y su estilo literario será, en el
Bernanrd Gavoty más, para quienes motiva el acer- fondo, el del siglo XVIII. Duran-
Ediciones B camiento a este personaje desde te toda su vida dará un magnífico
Barcelona, 2006 su trabajo como compositor, se ejemplo de pasión dominada por
520 páginas encuentra hacia el final del libro el cuidado del estilo. Y en ello se
un análisis de cada una de las diferenciará de los otros román-
piezas que dieron un carácter tan ticos.
contundente a su estilo. Su pa- Pero así como fue motivo para Autonomía y gracia
dre, de origen francés, demostró otros autores de la época y poste- Ivan Nagel
un interés especial por la forma- riores, en su universo musical su Katz editores
ción del compositor de la misma gran afecto por compositores clá- Buenos Aires, 2006
forma que de la de sus tres her- sicos como Mozart y J.S Bach, a 214 páginas
manas. Sería entonces con Lu- quienes había interpretado desde
dwika, su hermana mayor, con edad temprana, habrán de mar-
quien este tendría mayor empa- car los escenarios de sus com- Un eterno diálogo mantenido
tía, ya que fue ella quien a los tres posiciones, siempre gobernados entre la palabra y la música y
años pone las manos de este mú- por un extraño halito de nostal- por el cual la ópera tuvo en su
sico sobre un teclado: un par de gia. Sin embargo, lo que menos momento una resposabilidad
años más tarde, este pequeño con quiere Gavoty en esta biografía crítica y política desde su cruce
actitudes de genio se aventura a es configurar a Chopin como un de caminos, llevan al investiga-
la interpretación de algunas pie- personaje de carácter débil. Den- dor Ivan Nagel (Budapest, 1931)
zas, razón por la cual ya en 1817 tro de su singular carácter, vale la a urgar en el corazón del géne-
La labor del crítico y músico el pequeño Chopin acomete sus pena visitar sus incesantes luchas ro a través de la figura redentora
francés Bernard Gavoty en esta primeras composiciones, carga- pérdidas en el amor, y su intensa e indemne de W. A Mozart, en
nueva biografía del compositor das de inocencia pero provistas relación con la escritora francesa tanto su pregunta por el sentido
polaco Fryderyk Chopin (1810 de aquel virtuosismo con el pia- George Sand, con quien, a juzgar de la gran ópera, le lleva a revisar
- 1849), no fue la de esa suerte no y el desarrollo de la técnica por sus particulares personalida- los presuntos estéticos y éticos
de enmascaramiento que bien que el joven músico demostraría des, sostuvo como bien se sabe de aquella humanidad que ya no
hubiese acabado con la posibili- luego tan abiertamente. una furtiva relación en la que se cree que “la autoridad del sobera-
dad de revisitar al músico desde Por lo demás, su producción, sirvieron de alimento mutuo en no emane de la voluntad divina”.
ámbitos no tan comunes como siempre vinculada a los proble- el pleno desarrollo del romanti- Ese ocaso de los idolos es aquí
los que otrora lo mediaban de mas técnicos que experimenta la cismo, uno a través de la literatu- explicado desde vertientes tanto
forma apenas circunstancial, su interpretación del piano, atañen ra y el otro a través de la música. sociales como culturales a través
propósito estuvo más bien cer- de igual forma a su concepción Rehuyendo a un tono intimista de las piezas operisticas de Mo-
cano a develar a un Chopin lle- de mundo y de patria, temas y apoyándose en las notas de los zart. Por lo demás, sus óperas se-
no de contrastes, observar a un fundamentales de sus Noctur- diarios de algunos personajes im- rias, bufas o el llamado Singspiel,
joven que desde temprana edad nos, Mazurcas y Polonesas. Su portantes en la vida de este com- permiten a Nagel preguntarse
adoleció de toda clase de males manera de interpretar y de com- positor, Gavoty consigue que por los rangos o posturas sociales
del ‘corazón’ y afecciones fisicas, poner siempre fue tomando un esta biografía tenga el encanto de un Mozart obligado de algu-
como bien queda cimentado en sentido más complejo por lo que de atraer tanto al lector ocasional na forma a tratar aquellos temas
una época de la que él fue más su estilo marcó profundamente con el mismo influjo que atrae al de la clemencia o la condición
que un blasón y una figura. a compositores de su época. Ro- lector conocedor del genio musi- político-social del subdito frente
Esta biografía se divide en dieci- mántico nato pero de cultura y cal de Chopin. a lo9s poderes que le rigen. Un
séis capítulos que visitan el arbol formación clásicas, en ninguna libro, como lo asegura Charles
familiar a partir de su experien- circunstancia se apartará de un Rosen, que ubica las óperas de
cia en familia, las influencias que sentido crítico escrupuloso. En Diana Marcela Arias es estudian- Mozart “dentro del pensamiento
permearon sus composiciones, los peores contratiempos, su es- te de Comunicación Social. moral y político de su tiempo”.

Héctor Suárez Castro - Carlos Andrés Almeyda 311 518 77 38 - 318 3372355 - 472 08 21
16 Febrero - Abril de 2009. No. 5.
Columnista invitado

Por Ramón Andrés

La biblioteca de Mozart
En una de las habitaciones de reunidos con el título de Idilios, ahora citados. Pero este «sentido de 1770 y que adquirió duran-
la vivienda vienesa que Mozart estaban también en los estantes. práctico» sólo le condujo a to- te su viaje a Italia de ese mismo
ocupó durante su último año de Los ejemplares eran los que el mar de Beaumerchais argumen- año. Junto a los escritos citados
vida, había una mesa, un sofá, propio poeta regaló a los Mozart tos para las óperas; de ahí surgió –el patrimonio de libros ascen-
seis sillas adamascadas y un es- a su paso por Zúrich en 1766. una de sus creaciones universa- día sólo a 23 florines- guardaba
critorio. También contenía un Sabemos que Gessner mantuvo les, Le nozze di Figaro. Por otra Las aventuras de Telémaco, del
pequeño armario para alber- relación con los poetas alemanes parte, la presencia de Molière moralista Fénelon, una novela
gar partituras, dos estanterías y más notables, aunque fue estre- en sus estanterías -regalo de su de gran éxito aunque mal vista
un fortepiano. Es posible que cha la establecida con Christoph futuro suegro Fridolin Weber en por considerarla satírica contra
en dicha estancia guardara sus Martin Wieland, trascendente 1777- es fortuito, aunque bien la corte. En medio de este pano-
libros. Pero cabe preguntarse para devenir literario alemán. De pudo servirle para alimentar su rama, es llamativo que Mozart,
en qué medida era aficionado Wieland había dos ejemplares en soberbia imaginación dramática. cuyo bagaje como lector era muy
a la lectura ¿Cuál fue, en ver- la exigua biblioteca mozartiana, No sabemos qué comedias con- inferior al de Bach y Beethoven,
dad, su relación con los libros? que a buen seguro pertenecieron tenía el libro de Molière, pero poseyera una obra tan relevan-
a Leopold. Cuando Mozart tocó es de notar que en tiempos de te como las Tristes de Ovidio
Leopold, padre del músico, se
en Mannheim en 1777 pudo Mozart corrían por Alemania en una versión latino-alemana.
jactaba de haberle ofrecido una
sólida educación, superior a la tratarlo personalmente, y aun- frecuentes adaptaciones de obras Sí resulta lógico que contara con
que pudieron recibir Haydn y que en una de las cartas se des- burlescas del escritor francés que numerosos libretos –entre ellos
Schubert. Esta orgullosa actitud prende cierta familiaridad con hacían las delicias del público. una edición veneciana de Metas-
tiene su justificación: el marcado su obra, no es prudente afirmar Que guardara en la biblioteca tasio-, poemarios –los Pequeños
cambio social de mediados del hasta qué punto la conoció y si un texto de Moses Mendelssohn poemas líricos de Christian Felix
XVIII estimó la figura del niño sólo fue a través de los comen- –abuelo de Félix Mendelssohn- Weisse, y la Pequeña biblioteca
como un valor de futuro, y pue- tarios de Leopold. Los títulos ha llevado a ciertos estudiosos infantil, edición de canciones
de decirse que Mozart fue uno en cuestión son los Papeles pós- a ponderar al Mozart lector. Se populares reunidas por Johann
de esos niños ideados para el tumos de Diógenes de Sinope trata del Fedón (1767), adap- Abraham Peter Schulz- y, caso
devenir. Leopold, receptivo a la (1770) y el aplaudido Oberón tación del libro platónico de nada curioso entonces, panfletos
Ilustración, se sintió progenitor en su impresión de 1781. Pese a ese mismo título, puesta al día contra el espíritu reaccionario,
y maestro a un mismo tiempo. la influencia que ejercía Wieland y en correspondencia con las uno de ellos contra la castración.
Los documentos y anécdotas sobre la ópera alemana, no pare- ideas del XVIII. El hecho de Su afinidad con la masonería ex-
nos muestran, sin embargo, a un ció impresionar a Mozart, quien que tomara una frase de sus pá- plica también la presencia, por el
Leopold disgustado ante la acti- en una carta lo tilda de soberbio ginas relativa a la muerte, a la carácter ocultista, de La metafí-
tud, digámoslo así, poco aplica- y afectado, hombre de feo ros- que trata de «amiga», y la refi- sica en relación con la alquimia,
da de Mozart, no muy aficiona- tro, «lleno de picaduras de vi- riera en la última carta dirigida en recopilación de Friedrich
do a la lectura. Una crónica de ruela», con voz infantil y mirada a Leopold en 1787, ha llevado Oetinger, del mismo modo que,
la poetisa Caroline Pichler, que impertinente... El que para mu- pensar en un interés del músico siendo como fue un obligado
conoció bien al compositor, re- chos fuera un alma excelsa, para por la filosofía, pero este episo- viajero, es normal el pequeño
fiere que éste carecía de una par- el músico resultó ser alguien «de dio debemos ceñirlo, una vez fondo de libros de viajes. Al lado
ticular sensibilidad intelectual, y estúpida condescendencia». más, a algo anecdótico. Leopold de este cuerpo libresco había al-
que su talante revelaba una for- compró esta obra bastantes años gunos volúmenes del historiador
Sentido de la lectura atrás, y no fue significativa en la Sonnenfels y un título en inglés
mación escasa. Cuenta Pichler
que un día, tras una improvi- Mozart no se detenía en contem- formación intelectual de Mo- de Hannah Moore, Percy. Un
sación al piano, el músico saltó placiones. Su sentido de la lectu- zart. La biblioteca inventaria- estudioso como Robbins Lan-
por encima de la mesa y empezó, ra era eminentemente práctico, da en 1961 por Otto Deutsch don (1990) se ha preguntado si
burlón, a maullar [sic]. ¡Cuánto laboral, por así decir. Al ente- sugiere, como se ha dicho, una la lectura de una novela escrita
exasperaba este comportamien- rarse de la muerte de Voltaire en marcada orientación paterna. por un amigo masón, titula-
to al estirado Leopold! ¿En 1778 espetó que «había estirado da Faustin, o el siglo filosófico
Las mil y una noches ilustrado, alimentó la «última
qué había quedado su legado? la pata como un perro», y cuan-
No es casual que al acercarnos do Leopold le recomendó visitar Sabemos que en 1800 el edi- fantasía» de Mozart respecto de
a los anaqueles de su estudio a Diderot y D´Alembert –cosa tor vienés Johann Anton André Salieri, pues el héroe de la na-
hallemos unos pocos libros –se que incumplió- no demostró compró a la ya viuda Constanze rración huye de Nápoles ante
desconoce la cifra-, que en su más interés que el lograr de éstos Mozart un importante grueso el temor de ser envenenado...
mayor parte eran herencia pa- ciertas credenciales. Y eso que de los manuscritos de su espo- También estaba en la biblioteca
terna, o bien obsequio de algún Mozart guardaba en la bibliote- so. Entre el raudal de legajos y del último domicilio de Mozart.
amigo, caso de las obras teatrales ca varias obras del controvertido carpetas que André ordenó se
de Johann Gottfried Dyk, en seis Beaumarchais –posiblemente El menciona una edición de Las Ramón Andrés es músico, colum-
volúmenes. Unos tomos de pro- barbero de Sevilla y Las bodas mil y una noches, que el maestro nista de diversos diarios europeos,
sa y poesía de Salomon Gessner, de Fígaro-, afín a las ideas de los leía en una impresión boloñesa escritor y poeta.
Ensayo

Entre la erudición y el artificio


Por Gabriel Arturo Castro

informaciones, en fin, el artifi- que prescinde de un yo univer- repetidor de otros, salvo sus ensa-
La escuela de la noche cio, el ingenio, lo fingido- tiene sal y lo limita al yo egocéntrico y yos titulados El sentido del libro y
William Ospina como horizonte la conclusión hedonista. Es un tipo de ensayo La escuela de la noche, donde des-
Editorial Norma, formal que caracteriza la “belleza que recrea un narcisismo, lleno pliega por fin un espíritu crítico,
Bogotá, 2008, clásica”. de entusiasmo por el estilo, la polémico, reflexivo, libre, muy
200 páginas Ya Montaigne había expresado lengua, el soliloquio y el autorre- singular, a través de la persuasión,
la necesidad imperiosa de ale- trato, y su correspondiente ética la sugestión y la confrontación.
jarse de la pedantería, actitud de alguien que pretende decir Los dos textos mencionados son
excluyente, grandilocuente y al- grandes cosas, trascendentales, punzantes, intensos, problemá-
tisonante, porque según Jaime pero repitiendo por extensión las ticos, plenos y vivaces, frutos de
Alberto Vélez: “La petulancia, palabras prestigiosas de otros con la lucidez, la fuerza creadora y
la ostentación, y en general todas el fin, a su vez, de ganar prestigio la decisión del riesgo, y no sólo
las formas conocidas de exhibi- o renombre, lugar donde las citas de una elocuencia consagrada o
cionismo intelectual son impro- acumuladas con abrumadora in- del hábito estilístico que confina
pias del ensayo”. sistencia son siempre expresiones al lenguaje a una cárcel de con-
de autoridad y no testimonios venciones. Porque en los demás
La escuela de la noche no escapa
humanos, las ideas por encima ensayos, muy bien escritos, ex-
al afán de la Ilustración, donde la
del hombre, aspiración ya ajena celsos, elocuentes, armoniosos,
lógica y la razón son imperantes,
al sentido original del ensayo. perspicaces, elegantes, los textos
y nociones como la experiencia,
A propósito de citas, para usar el no se liberan del autor para re-
el silencio y la alteridad se des-
procedimiento habitual de Os- velar significaciones no previstas
conocen, ya que por efectos de
pina, alguna vez Michael Ende por él.
la perfección buscada, el autor
llega a postular una superiori- escribió un texto que tituló Arti- ¿Acaso el ensayo no es también
El presente libro se enmarca dad del escritor sobre el acto ficios estilísticos. En él se lee: el arte de la palabra y de la per-
dentro de una inclinación de la comunicativo, quien preestable- suasión?, pero persuasión, que
Con algunos autores tengo siem- valiéndose de la lengua produce
literatura que pretende reempla- ce los significados y las interpre-
pre la impresión, inevitable, de creencia, sugestión y emoción.
zar elementos como la tensión, la taciones mediante su orden fijo
que, cuando escriben, estiran el Aquí el adorno y lo formal de-
pulsión y el drama por la exclu- e impositivo. El yo locutor está
dedo meñique y redondean los berían ayudar a esa fuerza del
siva erudición, esclavizando de por encima del yo receptor y el
labios. A mí la cosa me irrita. convencimiento, la seducción y
nuevo al arte a las ataduras del papel del lector se torna pasivo,
Cuando estoy leyendo y me in- la inspiración al lector, junto al
intelecto, a la estética tecnicista contemplativo, limitado al papel
vade la sensación de que el au- poder de la invención del autor,
clásica de origen renacentista, de admirador incondicional de
tor levanta las cejas y me mira función relegada por el poder
cuya dinámica se encauza hacia quien posee un afán de explayar
a través de sus líneas como si de la expresión de un repertorio
la nostalgia de la mitología gre- conocimientos, datos o dar en-
me preguntase: “¿Has notado tú canónico de argumentos y méto-
corromana, el rechazo por otras tender la aprehensión intelectual
también con qué rara exquisitez dos ya señalados.
expresiones que no sean los clási- de objetos, como si los géneros
he vuelto a expresarme?”, pierdo
cos, es decir, a lo no amoldado a literarios fueran únicamente un Pasión por otros escritores tiene
las ganas de seguir leyendo y cie-
la simetría, al orden, a la claridad- medio de divulgación de inquie- Ospina: Borges, Shakespeare,
rro el libro.
transparencia intelectual, teoréti- tudes intelectuales. El arte pasa Dante, Whitman. El mejor ho-
ca y especulativa de la represen- de ser expresión, ejercicio, huella Dicha pasión por la lengua y el menaje que le podría rendir a los
tación artística. Sus abanderados espiritual o afectiva, a convertir- estilo llevan al autor del libro en autores mencionados, sobre todo
son considerados por la crítica se en un elemental soporte de mención a minimizar el lenguaje a Borges, sería el diferenciarse y
conservadora y snob como gran- un discurso racional, positivista personal, ya que confiere el ma- emanciparse de ellos, de sus in-
des estilistas, “de exquisita y rara y enciclopédico. De esta mane- yor protagonismo en su escritura flujos tan férreos y soberanos y
expresión”, forjadores otra vez así darle a su obra particular una
del intelectualismo, el regreso al concreta realización histórica y
culto de la razón, la imitación, la Es un tipo de ensayo narcisista, lleno de estética.
inflexibilidad de las reglas, el de- Pero es tanto el fervor que se
coro y el deleite como elementos
entusiasmo por el soliloquio y el autorre-
acomoda, glosa, parafrasea, mi-
preponderantes de una antigua trato, que pretende decir grandes cosas tifica y se deja deslumbrar todo
estética. repitiendo las palabras de otros el tiempo sin rebelarse, interro-
La erudición malsana –la pedan- garse o postular una visión críti-
tería de conocimientos inusuales ca, elementos que sacrifica por el
pero superficiales e inútiles, da- ra el autor, inteligente y riguro- a la compilación o reunión de estilo: lo importante es escribir
tos inconexos, pura nemotecnia, so, de La escuela de la noche, fragmentos provenientes de otras bien, de manera encantadora, sin
destreza, artilugio, habilidad de le importa más dar a conocer el voces, las cuales ensombrecen la tensión, y allí Ospina triunfa sin
compilación, ejercicio termi- engranaje y el bagaje intelectual voz propia, sumado ello a su ten- transgredir, transformar, apartar-
nológico, sumatoria estéril de que detenta, la individualidad dencia a ser epigonal, seguidor y se, extrañarse, ni arrojar una luz

18 Febrero - Abril de 2009. No. 5.


Ensayo

acusadora desde su propio punto Ospina cae en lo que él mismo exitosos principios de publicidad ejemplo muy contrario a la labor
de vista, siempre oculto tras la censura en su libro: la tendencia comercial. El “verbalismo” de que rindieron otros intelectuales
lección enciclopédica, el límite a individualizar demasiado y di- William Ospina, el preciosismo muy fecundos en la literatura ar-
gramatical, el placer intelectual vinizar al autor. Tal fascinación y el manejo perfecto del idioma tística, el ensayo y la crítica como
de construir los mismos me- por la erudición y el andamiaje castellano o este modo de “retó- Germán Espinosa, Rafael Gutié-
canismos verbales que el autor verbal se pueden volver en con- rica” se ha agudizado en nuestro rrez Girardot, Pedro Gómez Val-
denuncia en Góngora, sus pala- tra, pues afecta la fuerza creado- medio y época. A propósito de derrama y R.H. Moreno Durán,
cios verbales, “una acumulación ra, la limita en contra de la diver- seguidores de tal propensión en entre otros.
razonada y clasificada de todas sidad o complejidad del mundo, Colombia, recordamos la escri-
las cosas, un catálogo y no una y a favor de un modo de escritu- tura de Philip Potdevin Segura Gabriel Arturo Castro es escritor
condensación de la sabiduría”. ra regida en su divulgación por y Winston Morales Chavarro, y comentarista bibliográfico.

¿Libertad o tiranía?
Por Omar Ortíz
del Estado por un partido único
Sobre la libertad promovido por Lenin para afian-
John Stuart Mill zar el poder de los soviets que
Alianza Editorial degeneró en la tragedia estalinis-
España, 1999. ta, es un buen ejemplo de ello;
162 páginas ya sea por pretender agrupar las
decisiones de los asociados bajo
El filósofo inglés John Stuart una fe religiosa que los libere de
Mill, publicó en 1859 un peque- sus responsabilidades de elección
ño libro que llamó Sobre la liber- pero que los someta a la más do-
tad. En él estableció los princi- lorosa animalización, o ya sea por
pios fundamentales de las tesis y la moderna manipulación de los
prácticas de la acción política ci- medios de comunicación que tra-
vilizada, con base en los derechos ta a los hombres como criaturas
del individuo frente al ejercicio irracionales que pueden ser ma-
del poder, promovido este por el nejados, engañados, por medio
Estado o por cualquier organi- de la publicidad, terminan todos
zación religiosa, gremial o parti- sica al que su padre consideraba hubiera disidentes, tendríamos por instaurar sociedades ajenas al
dista que busque sentar normas, no daba una visión distorsionada la obligación de inventarlos para pensamiento racional que niegan
imposiciones o creencias con el del mundo real. El experimento mantenernos en condiciones in- la verdadera naturaleza humana
fin de organizar socialmente las tuvo como consecuencia crear telectuales perfectas. Se cumplen que debe ser libre para escoger y
actividades humanas. una especie de monstruo que a entonces, ciento cincuenta años experimentar sobre sus fracasos y
Como es sabido, Mill fue hijo los doce años tenía la sapiencia de la publicación de dicho opús- sus logros. Es decir, que de lo que
del mejor discípulo de Bentham propia de un hombre mayor de culo, el cual está hoy más vigente trata el libro comentado, como
(James Mill) y como este, consi- cuarenta años excepcionalmente que nunca dada la gran cantidad lo manifiesta expresamente su
deraba al hombre como un ob- erudito. de teorías y actuaciones que pre- autor al inicio del mismo, no es
jeto natural que podía estudiarse Luego de una crisis existencial, gonando el advenimiento de un sobre la vieja discusión del libre
desde los ámbitos de la zoología, que lo llevó incluso a intentar futuro celestial, o un mejor estar albedrío, sino sobre los derechos
la botánica y la fisiología, y con poner fin a su vida, Mill, leyen- en el mundo cimentado en crite- del individuo frente al poder, y
do la poesía de Wordsworth, rios de igualdad y justicia social, de manera especial sobre el dere-
base a ellos formular los princi-
descubrió que era capaz de sen- o una mayor ganancia económica cho inalienable de todo hombre
pios de una nueva ciencia que
tir emociones y a partir de ahí para los agremiados permitiendo a elegir su forma de vida.
venciera la ignorancia humana y
educara bajo la luz de la raciona- empezó su restablecimiento y su la disolución del Estado, preten- Sería interesante que quienes se
lidad a la humanidad sin vicios distanciamiento de los principios den modificar, dirigir y someter dicen liberales repasaran o le-
ni miserias. Firmemente conven- promulgados por el utilitarismo la conducta de los individuos en yeran las páginas de este libro y
cido de estos principios educó a clásico. Se convirtió entonces, aras de una finalidad universal o adoptaran de nuevo como su-
su hijo aislado de los demás ni- en un defensor a ultranza de los que los mismos acepten, sin nin- yos los principios de libertad de
ños, de tal manera que el peque- derechos de los más desprotegi- gún reparo, una verdad colectiva conciencia, de expresión, de de-
ño John Stuart a los cinco años dos, como la mujer, los trabaja- y absoluta. terminación de sus propios fines
sabía griego, a los nueve, álgebra dores, los pueblos coloniales y Es bien sabido que de los inten- y de reunión o asociación que
y latín. De otra parte, le impidió en general de toda clase de he- tos de armonizar en una sola di- Mill considera inviolables, a no
el acceso a la religión, a la meta- rejes, apóstatas y blasfemos, ya rección los quereres y deseos de ser que nos abrume la peor de las
física y a la poesía, por conside- que creía firmemente en que el los hombres, ya sea por la ins- tiranías.
rar con su maestro Bentham que equilibrio social en un régimen tauración de un régimen político
estas disciplinas eran obras de la político sano, tiene su princi- de carácter partenalista que fácil-
idiotez y el error humano. Sólo pal fortaleza en el disenso, a tal mente degenera en una aberrante Omar Ortíz es poeta, director de
pudo entregarse al arte de la mú- punto que argumentó que si no dictadura, el caso de la dirección la revista literaria Luna Nueva.

Febrero - Abril de 2009. No. 5. 19


En Breve

do las posibilidades del discurso carece de una carga simbólica. cirnos el poeta, se está a prueba
A cada quien su animal poético”, afirma Julio Ortega en Es algo que creo ver como una de peligros.
Antonio Cisneros el prólogo a su Poesía reunida. constante de su poesía: la desmi- Quizá el peligro seamos noso-
La cabra edición-Conarte En todas esas áreas reales, hay tificación de temas y de heráldi- tros mismos, nuestros más se-
México, 2008 amplios dispositivos de la imagi- cas, la caída de muchos íconos, cretos y escondidos enemigos.
121 páginas nación y del lenguaje que se in- el desbande de espejismos en un Porque, además, muchos de los
teresan por los animales, por esos ámbito desacralizado y cotidiano. animales del bestiario de Cis-
seres que temiéndoles, amándo- Otra cosa son sus animales do- neros son lo que, en puridad,
los o amaestrándolos, resultan a mésticos pero además peligrosos, podrían ser llamados seres vi-
veces tan irreales como nosotros como la ballena. No es la suya la vientes y, por consiguiente y en
mismos. misma de blancura de nieve que el más elemental de los silogis-
Como pocos poetas latinoameri- persiguieron al mismo tiempo mos, seres murientes.
canos, talvez como Rubén Darío, Melville y el capitán Ahab, para Pero el poeta también sabe que
Jorge Luis Borges, Jorge Carre- arponearla. Es una ballena quizá “sobre cada muerto los anima-
más riesgosa, la que navega hu- les cantan”. Cantan, luego ha-
ra Andrade, José Juan Tablada,
yendo de nosotros pero alber- blan, como los paquidermos
Leopoldo Lugones, Francisco
gándonos en su vientre. de su poema “Denuncia de los
Madariaga, Cisneros pregunta
elefantes, demasiado bien con-
por esos desconocidos parientes, La ballena de Cisneros es su
siderados en los últimos tiem-
los animales. propia casa, su propia morada
pos”, donde nos cuenta que
De ese aspecto de la poesía de filosofal o su equipaje. Partien- “aprendieron inglés” gracias a
Antonio Cisneros, de su inmer- do de la idea de que Jonás “y los un noble británico que cayó en
sión en una zoología real y a la desalineados” viven en el interior la selva y que, con gran aplica-
(Fragmento) vez imaginada, trata A cada quien de un cetáceo, y que por tanto ción, se hizo a su vez alumno
La poesía de Antonio Cisneros su animal, antología de uno de deben pasar noches de hielo y aventajado en el aprendizaje
tiene muchas vertientes y canales los más notables poetas vivos del de penumbra, su huésped debe de la lengua de los simios. De
que se adentran en la historia de continente, un continente al que inventar un periscopio para avis- todo esto está siempre hecha la
Perú, tanto en el exilio como en sin duda le iba mejor cuando el tar otras ballenas, aquellas que poesía de Antonio Cisneros.
el inxilio del hombre americano, mundo era plano. Es una muestra los poetas escaldos llamaban en Es un poco como el ave negra
en su humor disolvente y perti- temática en la que ronronean sus su afán metafórico cerdos de los que se posa en cúpulas y an-
naz que pone un toque de luci- gatos sibilinos, ronda un puerco- oleajes. tenas del invierno moscovita.
dez a nuestra tragedia colectiva, espín en las colinas de Budapest El poeta se pregunta qué pasaría Sólo queda celebrar a los ani-
en la forma como adopta másca- y de la soledad, hay una suerte de si por descuido, en ese tráfico de males domésticos y a los ani-
ras y contra-máscaras, discursos naturaleza muerta con lenguados objetos y en la manipulación de males cimarrones del poeta pe-
y contra-discursos. y falsos pescadores dinamiteros ellos en el vientre de la ballena, ruano, ya que ninguno de ellos
Cisneros posee la salud del len- y un ave negra, un córvido sin llegara a arrancarle una costilla. Y debe estar dispuesto a celebrar
guaje y la salud del que duda. gracia, pone el contrapunto de concluye que el gran animal, vol- que cada día, y cada noche, les
“Como pocos, ha sabido abrir la su tizne en el blanco invierno de cando su ira dentro de sí, podría ampliemos y nos ampliemos
poesía a distintas áreas de la reali- Moscú. Su manera de hablar de matar a tan molesto inquilino. los territorios del desierto.
dad, pero lo ha hecho reafirman- los animales podría decirse que No por vivir en casa, parece de- Juan Manuel Roca

mio María Mercedes Carranza, entre el Eros y el Thanatos. Luego Siempre son, sin embargo, espa-
dádiva editorial destinada a no- de regresar de la oscuridad, como cios prestados, siempre se es un
veles autores colombianos de la refiere o sugiere, Sánchez-Carba- nowhere man en tanto siempre es
que, sin embargo, mucho puede llo aguarda ante aquellas puertas, cuestión de ‘mudanzas’:
dudarse en cuanto a su veredicto, “los amantes siempre estan de Lo extraño es cruzar la noche,
recoge las habitaciones del tedio, turno, dicen los que esperan”, encontrarse de pronto envuelto
del hielo, de la desesperanza, aca- cada tanto cae, como en Sisifo, en un espacio ajeno a nuestras
so de un descarnado y sarcastico desvirtuando el terreno ganado sabanas.
erotismo metafísico. pero sorteando la incomodidad Esto es, paredes de paso, habita-
Visitar estas habitaciones de paso, de saber todo fatalmente inútil. ciones presindibles y pieles que
ventanas indiscretas de la memo- Esas arquitecturas maltrechas,
ria, es casi como convertirse en sólo quedan en la memoria de las
imposibles, patafísicas, dejan que horas, vagones maltrechos que
un voyerista que va espiando, en cada tanto esa ‘noche boca arriba’,
un largo pasillo, el letargo pres- guardan cada uno el número de
cortazariana devele los pliegues una derrota. Por allí mismo, el
tado de un onanismo silencioso, de una hipocondria que a su vez
o acaso inmerso en la sordidez pasado como ejercicio de esa me-
49 habitaciones es ferrea materia de una realidad moria que convierte la existencia
nocturna de la enfermedad de los
Darío Sánchez-Carballo ‘padecida’. El ritual de la poesía en un padecimiento, revela un
días, ese “irse llenando las alas de
El Zahir editorial plomo hasta caer lentamente”, es aquí una confesión agónica, ayer en el jardín de las infancia
Bogotá, 2009 al decir de Dulce María Loynaz. escrita desde la respiración, que desmerecida, como ocurre en
72 páginas La luenga y tórrida clinica, los fluye sin acentos ni puntuación y Fernando Pessoa al revisitar la
espacios, la locura de esa puesta que convierte a cada quien en ese única habitación memorable,
Inicio de la prometedora colec- en escena que conviene en des- enfermero lacónico e indiferente desde el únigenito lugar en que
ción de poesía emprendida por El dibujar la rútina hasta darle el que visita su intimidad como nada transcurre de forma trágica.
Zahir Editorial, esta ópera prima aspecto más conveniente y real, quien revisa algo ajeno mientras Luego todo es pérdida irreparable,
del escritor bogotano Darío Sán- el de la sala de urgencias de la se le pide ayuda, en la vertiginosa cosa de transeuntes y puertas que
chez-Carballo, finalista del Pre- condición humana, suspendida subsistencia de un hospital. se cierran tras nosotros. L.C.

20 Febrero - Abril de 2009. No. 5.


En Breve
En algunos pasajes, el asunto entre la virilidad y la soledad:
Primer viernes y otros cuentos metaficcional deviene en con- “Quince días antes de su muerte
José Bercelio Forero Ángel versaciones con el día a día de comenzó a sentirse mal, Enton-
Biblioteca libanense de Cultura el realismo mágico nuestro de cers echó dentro de un maletín
Bogotá, 2008 todos los días. Por ello, entiende de lona algunas prendas de ves-
94 páginas el lector ese diálogo ininterrum- tir, aseguró la puerta de su alcoba
pido entre lo que se dice y lo que con llave, colocó sobre sus grue-
De lo local a lo universal, como yace allí, abajo, junto a los otros sas argollas un candado de hie-
bien se sabe del realismo má- que ‘remedan el paso del tiem- rro, y sin decirle nada a nadie se
gico, el autor de estos cuentos po’, visitantes “obstinados” que marchó para el hospital”
permanece entre el sosiego de enarbolan el dejo de la realidad, Finalmente, se sabe que estos
los dejos cercanos y el vasto es- nada más cercano a la ficción. cuentos no pueden más que
pacio referencial que advierte en Forero Ángel recurre a lo hu- abrirse a las intenciones secretas
su literatura un bien ponderado manamente permisible para ser, y eternas de la “única carne”, ese
recorrido por las letras ajenas al mundo de estos breves relatos no como conviene a la literatura, in- pecado original que cuece y ali-
corpus de lo oficial. Son literatu- otra cosa podría ser sino el refle- famemente universal. Thanatos, menta el discurso que al usurpar
ras que toman para bien las in- jo transatlántico de la tragedia de eros y todo lo demás. Así revela lo foráneo no otra cosa podría
fluencias y que se ennoblecen en todos. Así se ve tras textos como un novel autor dejado en las ma- sino alimentar la marginal condi-
los discursos que ellas plantean. “Salomé”, anuncio de un Wilde reas de lo foráneo pero cercado ción latinoamericana, la música,
De alguna forma se trata de es- bien desdibujado que se sostiene por la historia y siempre bien go- el acaso y el vacio, hombres del
critos narrativos de gran alcance, desde el corpus de lo “humano bernado por el documento fami- comun interpretando su papel,
ellos anuncian el guiño siempre siempre humano”, casa de los liar y la ficción, nada más acorde señores de un mundo de cosoto-
latente de la ficción literaria, al bullicios de los hombres más hu- a la líteratura, aquí los inquilina- sas dadivas como bien conviene a
decir de Dostoievsky, en tanto el manos de que se tenga noticia. tos, los viejos, el luengo espacio la literatura. L.C.

denominador o problemas que sor Elías Castro. Allí, reflexiona vuelve a preguntarse por su sentido.
Michel Foucault surcan, no es otro que la cons- sobre el control social ejercido El autor, Carlos Barragán, esta-
Perspectivas contemporáneas titución de la subjetividad. Ante sobre una masa poblacional que blece como punto de partida la
alrededor de su obra la ausencia de una sustancia on- padeció el rigor social ejercido aufklärung, acontecimiento que
Universidad Libre tológica del sujeto, queda la po- por el Estado. se enmarca con la respuesta a la
Varios autores sibilidad de su constitución, al pregunta ¿Qué es la ilustración?,
La historia de los sujetos se re-
224 páginas entrar en relación con la trilogía pregunta de la cual el mundo mo-
construye indagando por su es-
que Foucault ha acuñado como pacialidad. derno no ha podido desembara-
saber/poder/verdad. zarse.
El primer ensayo, lleva al lector
Foucault advierte cómo estos sa- a reflexionar acerca del cómo la El tercer ensayo, de José H. Pal-
beres sintetizan su expresión en obra de Foucault, ha potenciado ma, El cuidado de sí: entre el eli-
la idea de Ilustración, lo que nos los estudios de historia y geogra- tismo y la exclusión, trata sobre
induce a pensar que el mayor es- fía. En esta medida, Foucault el sentido de la ética, centrando
fuerzo que debemos hacer como ha logrado renovar y actualizar la discusión en el contexto grie-
sujetos autónomos es pensar por estos contenidos, lo que ha posi- go, frente a una nueva concep-
sí mismos. bilitado un nuevo acercamiento ción elitista que representa la
De manera metafórica, la utili- y apropiación de una temática modernidad en la construcción
zación de la caja de herramientas, poco usual dentro de las indaga- de un nuevo ethos. El cuidado
no es otro que el uso particular ciones filosóficas. Buena parte de de sí, designó durante mucho
dado al método de investigación las problemáticas foucaultianas, tiempo un conjunto de prácti-
que Foucault ha denominado ar- ameritan ser expuestas en térmi- cas, cuyo propósito estaba orien-
queológico, para dar cuenta de nos de espacialidad, del que no tado a establecer el gobierno de
Michel Foucault es uno de los sí mismo.
ciertas realidades, es decir, la for- están exentos escenarios de poder,
pensadores más vigentes en las
ma en que se han gestado ciertos reflejados en ámbitos educativos, Finalmente, “La constitución del
últimas décadas, y tal vez uno
discursos, que la mayoría de las fabriles, panópticos, museos y sujeto político”, texto de Heder-
de los más citados en el ámbito
veces han tenido la pretensión de bibliotecas, donde el poder sobre son Gualteros, hace una presen-
académico. Su pensamiento ha
ser verdaderos. Este mé- la vida y los espacios, regulan tación acerca de dicho sujeto en
permeado disciplinas como la
todo, permite rein- estas tensiones. un contexto contemporáneo, te-
filosofía, la geografía, la historia,
terpretar aquellos niendo como punto de referen-
la ética y la política. La propues- El segundo ensayo, de-
acontecimientos cia la pregunta acerca de cómo
ta contenida en Michel Foucault: nominado “El concepto
que generarían este se constituye no sólo en la
Perspectivas contemporáneas alre- de Aufklärung en el
rupturas y trans- historia, sino en los discursos y
dedor de su obra no pudo ser más último Foucault”,
formaciones prácticas sociales. Este ensayo se
generosa, en cuanto se propuso indaga por la idea
sociales en la circunscribe en lo que Foucault
señalar distintas miradas a su de ilustración, cen-
sociedad colom- denominara hermenéutica del
obra desde cuatro diferentes exá- trando estas inquie- sujeto, que converge en un pro-
biana, asunto del
menes críticos. que se ocupa en tudes en Kant, y lue- ceso de subjetivación ética, así el
En estos ensayos pueden adver- la primera go en Foucault, grueso de este libro de la Univer-
tirse posturas, así como ideas parte del quien, pa- sidad Libre, instrumento necesa-
concluyentes o encontradas. En libro, el sados dos rio para el desenvolvimiento éti-
términos generales, el común profe- siglos, co del hombre en la historia. L.C.

Febrero - Abril de 2009. No. 5. 21


En Breve
es vida busca de alguna forma que
El sonido es vida aquella presencia ‘cacofónica’ de Gödel, Escher, Bach,
Daniel Barenboim la música en todos los ámbitos de un eterno y gracil bucle
Editorial Norma la cotidianeidad, le convierta en Douglas Hofstadter
Bogotá. 2008 Tusquets
una asignatura y un elemento pri-
96 páginas Barcelona, 2000
mordial, acaso desarrollar esa “in-
801 páginas
teligencia del oido” y entender la
música como el centro y la causa
de todo, de sentido ambivalente, Gödel, Escher, Bach, un eterno y gra-
incluyente y responsable de mu- cil bucle, de Douglas Hofstadter,
chos de los cambios sociales nece- es un estudio de largo aliento de-
sarios en en siglo que corre, como dicado al estudio del teorema de
bien lo ha demostrado el com- la incompletitud de Kurt Gödel
positor, interprete y director Da- –en el que toda formulación axio-
niel Barenboim desde su labor al mática de teoría de los números
frente de orquestas que legitiman incluye proposiciones que, aún
versidad de Oregón), emprende
la condición humana a cuenta de siendo verdaderas, no pueden ser
demostradas-, junto a esa autorre- su camino a través de la figura de
romper con la diaspora y la gue-
ferencia sintáctica, segunda parte Kurt Gödel para referir la noción
rra, como fue el caso de aquella
de dicho teorema, en la cual las de autorreferencia, aplicada aquí
que junto al intelectual palestino
proposiciones matemáticas han a los múltiples niveles presentes
Edward Said, fundara en 1999, la
Orquesta del Diván de Oriente de referirse a sus propiedades for- en un sistema y sustentada desde
Más que tratarse de un libro para y Occidente, para músicos jóve- males, en la medida que han de la indagación en tanto este estu-
músicos, este volumen de ensayos nes de Israel y de distintos países decir de sí mismas que son inde- dio pretende establecer algunos
y artículos varios, entre entrevistas árabes. Barenboim, Judio nacido mostrables, sirve a este compendio isomorfismos existentes entre el
y discursos, consiste precisamen- en Buenos Aires, Argentina, en matemático-interdisciplinar para teorema de Gödel, los dibujos del
te en una suerte de conciliación 1942, adquirió hace ya tiempo estructurar una serie de hipótesis Maurits Cornelis Escher (1898
fenomenológica entre las palabras la nacionalidad palestina, la cual a través de los diversos lenguajes y – 1972) y la obra del músico Jo-
y el sonido y de la relación de esta comparte con su nacionalidad Is- canales autorreferenciales. Sin su- hann Sebastian Bach.
simbiosis con el equilibrio y la paz taelí mientras adelanta varias ini- mergirse en lo críptico y hacien- Este procedimiento establece me-
en la humanidad. La música, por ciativas para conseguir la paz en do uso de disimiles argumentos táforas y analogías, subrayando la
ser ambivalente, está “dentro y Medio Oriente. En 2002, y poco esbozados desde la literatura, la autorreferencia –“¿puede un siste-
fuera del mundo al mismo tiem- antes de la muerte de Said, fueron música o la pintura, Hofstadter ma comprenderse a sí mismo?”- y
po”, según declara Barenboim en merecedores del premio Principe (matemático de la Universidad la incompletitud, como posibili-
el preludio de su libro. El sonido de Asturias. L.C. de Stanford y Físico de la Uni- dades axiomáticas. L.C

primer logro de la novela, y en viola de Violeta Barreiro? ¿en ese en la ciudad de Neiva, digamos
Creería en ella si supiera bailar esencia el motor que le da vida, lo mismo orden qué ocurriría con el a finales de los 90. Sus personajes
Carlos Alberto Celis Victoria hacen sus protagonistas transfor- Padre Martínez si las confidencias acaban de llegar a la ciudad lue-
Edición de autor mados en una sola conciencia que de Donato no lo hicieran renun- go de realizar estudios en Europa.
Neiva 2006 actúa, se dobla y se desdobla en ciar a su misión sacerdotal? ¿en La coincidencia los ubica de nue-
200 páginas la armazón narrativa; culminando otro sentido qué sería de Salomé vo en otro ámbito urbano. Para
con la caída inevitable de Donato Niño, ese cruce de Circe y ángel, Salomé “Neiva era una colmena
Dugarte al infierno, maquinado que vino a perturbar con sus pó- que se movía de un lugar a otro,
como una trampa por Violeta cimas eróticas la vida de Donato? sin detenerse, sin mermarse”. Las
Barreiro, Salomé Niño, el Padre De esta forma, los personajes no calles, los parques conocidos, sus
Martínez y León Mario. andan vacantes en la novela, suel- centros comerciales, el río, son el
tos a la mera ficción cumpliendo escenario donde se mueven los
El límite de una novela con ca-
un papel funcional aislado, sino personajes, con espíritu cosmo-
rencias consiste en contar una
que el uno es la tensión del otro, polita. Cabe mencionar el mane-
historia sin narrarla. Cualquiera
en ósmosis orgánica, en juego de jo del tiempo en la novela, no el
está en capacidad de contar –de tiempo planteado como medida y
antítesis y síntesis, bien definidos
escribir y publicar- las novelas en su individualidad, con caracte- duración, sino como recurso na-
que se le antojen; pocos alcanzan res propios, pero con hilos sutiles rrativo; no es un tiempo exterior
la capacidad de narrarlas, es decir, que subyacen en su conjunto ar- a la manera de una sumatoria de
hacer de lo que cuentan, literatu- mónico para formar una red en eventos, sino encarnado en los
ra. Creería en ella si supiera bailar los laberintos de una sola concien- personajes mismos.
es, muy al contrario, una novela cia que actúa dentro de la obra. Si De otra parte, la novela establece
‘artística’, pues más allá del jue- para ellos el fracaso es la muralla relaciones con la historia, con el
go mental de sus personajes, los en sus vidas, les queda la sensua- pasado más remoto del hombre,
Creería en ella si supiera bailar, matices de su trasfondo resultan lidad como salvación. Definidos pero siempre desde el conflicto
libro de Carlos Alberto Celis Vic- del mayor interés literario. ¿Qué por una filosofía epicúrea, aun- del personaje central. Esta novela
toria, resulta un encuentro afor- sería, entonces, del destino de que bien apegados a la realidad, de Carlos Alberto Celis Victoria
tunado con el lector que se sabe Violeta Barreiro sin los poderes se echan a probar en el mundo los es el punto de partida de escritor
arrastrado no sólo por el flujo de la música?, ¿qué de Donato placeres y renuncian a la inmedia- que avizora encuentros afortuna-
de una narración afortunada, sin Dugarte con su sensibilidad en- tez, tras la conquista de la libertad dos en su viaje por la literatura.
somníferos, sino por la tensión y fermiza por los colores y los per- que les niega una cotidianidad
el contraste de sus personajes. El fumes si no se agregara a su vida la enfermiza. La novela transcurre Nelson Romero Guzmán
22 Febrero - Abril de 2009. No. 5.
Sobre la Crítica

“A l Coleccionista de Elo-
gios le molesta el silencio
de las calles. Las recorre incan-
aunque sean cosas viejas. Sin
embargo prefiere lo nuevo. “E l buen crítico no estorba,
sino ayuda, y su mis-
ión, entre otras cosas, es de ín-
la emoción suscitada en él por un
hecho de la naturaleza, de la hu-
manidad, de su vivencia person-
Espera nuevos giros, frases que
sablemente para obligarlas a elo- todavía no haya oído nunca, toda dole pedagógica, pues guía a los al, de su fantasía. El crítico parte,
giarle y le pone de mal humor su una lengua del elogio inventada demás lectores. creadoramente, de su impresión
resistencia. Para él los periódicos sólo para él. Los muertos, de vez El crítico es un lector, pero un de la obra literaria. Si todo lector
son demasiados cotidianos. Los en cuando, pueden ser también lector más alerta y más “total”, de refleja, como un espejo, la expe-
hombres, después de cogerlos, objeto de estas alabanzas; se sensibilidad más aguda: las cuali- riencia artística transmitida por
los vuelven a tirar juntamente granjea su bendición. dades de recepción del lector cor- el poema, el crítico, lector privi-
con su fotografía. ¿Tendría bas- riente están como extremadas y legiado, dotado no sólo de mayor
El Coleccionista de Elogios es- receptividad y de mayor sagaci-
tante con que cada día viniera exacerbadas en el lector especial
taría dispuesto a castigar con la dad literaria, sino también de la
algo nuevo sobre él en el perió- que es el crítico. Y éste, además,
pena de muerte toda difamación capacidad de comunicación, es
dico? ¡No! Sin duda necesita los tiene una íntima necesidad de
o, simplemente, toda crítica. No un espejo mucho más fiel y sen-
periódicos - los estuvo leyendo comunicación: debe participar a
es una persona inhumana, no sible, de más pronta respuesta.
hasta que se encontró allí...-, otros la impresión recibida. Rec-
lamenta la abolición de la pena Y, además, un espejo mucho
pero quiere mucho más. rea, en cierta forma, la obra del
capital; sólo en casos especiales, más amplio, mucho más capaz
Quiere arrinconar los sucesos del es decir, cuando se trata de él poeta; es una especie de creador.
mundo. Quiere que se ocupen de de reflejar en toda su compleji-
habría que volverla a instaurar. En el poeta, la creación tiene un
él, no de terremotos y guerras. dad la esencia de la obra. Si todo
carácter absoluto: él no juzga. El lector refleja la experiencia artís-
Encuentra totalmente absurdo El Coleccionista de elogios no
crítico sí juzga, pero en esta tarea tica transmitida por el poema, el
todo lo que la Luna ha dado que deja escapar ningún elogio; hasta
no se apoya fundamentalmente crítico, dotado no sólo de mayor
hacer a los hombres. Le tiene para lo que se ha dicho dos, tres
en bases científicas, sino en una receptividad y de mayor sagaci-
rabia a la Luna porque se habló y cuatro veces tiene sitio. Va en-
intuición personal iluminada por dad literaria, sino también de la
tanto de ella. gordando, engordando, pero le
la inteligencia. capacidad de comunicación, es
gusta. Encuentra siempre mu-
El Coleccionista de Elogios llena un espejo mucho más fiel y sen-
jeres que le amen por estar tan Si el poeta nos comunica una ex-
una casa con su nombre. Guarda sible, de más pronta respuesta.
gordo. Lamen sus elogios y es- periencia, una intuición intensa
el más pequeño trozo de papel en —y sólo las verdaderas obras
peran sacar algo de ello.
el que éste esté escrito y también
literarias son capaces de comu- Alatorre, Antonio. “La crítica
el más grande. Elias Canetti. La provincia del nicárnoslas—, el crítico nos co- literaria”. Revista Mexicana de
De vez en cuando se lee toda la hombre. Editorial Taurus, España, munica su experiencia del po- Literatura,vol. 1, 1955, núm. 2,
casa, una y otra vez lo mismo, 1982. 260 páginas ema. El creador original parte de pp. 156-163.

Cuando los pueblos, en algún pasaje de su historia no lograban entenderse tras la explosión de las lenguas de una abigarrada Babel,
surgió la llamada Lengua Franca (o lingua franca), un habla de emergencia que prescinde un tanto de su lengua materna, para
tender un puente lingüístico y poder entenderse. Tal mutuo acuerdo, como ocurrió con el griego y el latín, sirvió para convenios
recíprocos en política y en economía, fundamentalmente, pero también en otros ámbitos del entendimiento humano.
Es algo así como una suerte de mestizaje de las lenguas, una especie de poderosa bastardía idiomática. Hoy el idioma inglés es una
“lingua franca” que se ha convertido en lengua internacional, sobre todo en el terreno de los negocios.
Para Carlos Fuentes el castellano es la lengua franca de la indianidad americana.Así fue como, para bien y para mal, se entendieron
jesuitas y guaraníes.
Adoptamos esta expresión, Lengua Franca, para nuestro proyecto, en un sentido más lato y no pensando privativamente en esa
lengua que a partir del Renacimiento y en extensión hasta el siglo XIX fue utilizada por marineros que mezclaron en su marmita
fragmentos de lenguas como la italiana, la árabe y la griega, con procedencias tan diversas y atomizadas.
De nuevo, se trata de un cruce de caminos, de un mestizaje de voces.
En un sentido más claro creemos que el carácter multilingüe de las artes es Lengua Franca.
Que ellas se entrecruzan para fundar fecundos mestizajes. Nadie, a estas alturas, puede
crearle compartimentos estancos a las artes: la pintura se nutre del lenguaje de la poesía, la
poesía de la lengua pétrea de la arquitectura, esta última de la música, etcétera.
De otra parte, en algo no menos metafórico a pesar de su evidente expresión, hablar en una
Lengua Franca también significa, en nuestro caso, una franquicia para decir
o para divulgar lo que se oculta.
El carácter franco de esta Lengua Franca quiere ayudar a propiciar
reflexiones y debates en un país que necesita algo más que pensamientos
uniformes. No hablamos portuñol ni espanglés ni , pero ante el fracaso de una
lengua única como el esperanto, asumimos desde las artes y desde otras
formas de pensamiento insumiso una Lengua Franca.

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