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Preguntas abiertas PyA.

Exponer las constantes perceptuales para la percepción del objeto.

Denominamos constante perceptual a la capacidad perceptiva de mantener la identidad del objeto pese
a las diferentes formas en que se nos presenta. Estas son: dimensión, posición, orientación y forma.

La constante perceptual para la dimensión del objeto implica que se percibe éste como constante en
sus dimensiones. El tamaño se percibe constante en función de la distancia del objeto y de su tamaño
retinal, así como por la inserción del objeto en su gradiente físico (lugar que ocupa el objeto en la
escena física). Percibimos la constancia de tamaño gracias a un indicador de la distancia y un
conocimiento de la misma. Por tanto, la distancia y las referencias espaciales son necesarias para
percibir constante el objeto a pesar de las variaciones en sus dimensiones.

En cuanto a la posición, el sistema visual posee mecanismos de neutralización y mantenimiento de la


posición perceptual (relativa y egocéntrica) de los objetos a pesar de los múltiples movimientos. El
sistema visual realiza un cálculo para lograr la constancia perceptual (existe un patrón coordinado) a
partir del movimiento del ojo, del desplazamiento retinal del objeto, y de la posición del objeto
(mantenida o desplazada). Además, para controlar la posición tengo que conocer mi movimiento. En
definitiva, la percepción subjetiva de la posición de los objetos en el mundo es constante y la imagen
de conjunto tiene estabilidad. Para explicar la neutralización de los distintos movimientos llevada a
cabo por el sistema visual se han propuesto dos teorías: la teoría aferente y la teoría de la copia
eferente.

Somos capaces de mantener el concepto de objeto a pesar de que haya cambios en la orientación
porque tendemos a percibir en un mapa de orientación basado en un eje horizontal y otro vertical. Para
reconocer un objeto, lo llevamos a la colocación vertical – horizontal y, por eso, cuanto más rotado
está, más se tarda en reconocer. Cuando movemos nuestro cuerpo, se producen consistentes
variaciones en la imagen retinal, pero la orientación perceptiva de los objetos no varía y se mantiene
constante. También en esta ocasión se distinguen dos teorías: la teoría propioceptiva o de la
información no visual y la teoría de la información visual.

La constancia perceptiva de la forma se produce cuando percibimos un objeto desde diferentes


escorzos o bien cuando percibimos la misma forma de diferentes objetos (equivalencia de forma). El
mantenimiento de la percepción de la forma es algo subjetivo e influyen procesos de naturaleza
cognitiva superior, y procesos perceptivos que dependen en gran parte de la estructura del mismo
objeto y sus simetrías internas. La forma, por tanto, es difícil de definir en objetos complejos y es
susceptible de ser afectada por un conjunto grande de variables. Para poder afirmar constancia de
forma hay que comprobar los cambios en al menos 4 variables o propiedades invariantes:

- Posición: traslaciones.
- Orientación: rotaciones.
- Tamaño: dilataciones.
- Sentido: reflexiones.

El sistema visual distingue entre propiedades variantes e invariantes y computa que dos objetos tienen
la misma forma cuando tienen las mismas invariantes (en cualquier transformación de semejanza).
Exponer las teorías principales de la percepción del color.

3 son las principales teorías del color: tricromática, procesos oponentes y enfoque actual.

La Teoría tricromática fue propuesta por Young y revisada por Helmholtz, y sostiene que la
percepción del color es el resultado de la acción conjunta de 3 mecanismos receptores con
diferentes sensibilidades espectrales. Fue propuesta antes de que se conocieran los 3 tipos de
conos y a partir de observaciones en psicofísica como que cualquier color podría conseguirse
con la mezcla de tres colores primarios. La idea central de la teoría es que el patrón de respuesta
combinada de los 3 tipos de conos es la base para la percepción del color (porque entre los 3
recogen todo el rango de longitud de onda). Como ya hemos dicho, hay 3 tipos de conos
(CML): de onda corta, media y larga, cada uno de ellos sensible a su longitud de onda
correspondiente.

La teoría permite predecir mezclas de color gracias a la distinta activación de los conos. Para
explicar las diferencias de brillo, se acude al nivel de actividad de los conos. Respecto a la
saturación, esta discriminaría al mezclar aditivamente el color con blanco.

La teoría de los procesos oponentes fue propuesta por Hering y afirma que la percepción del
color resulta de la activación de tres mecanismos de carácter opuesto (+/-) que constituyen un
continuo (cada uno de ellos): blanco – negro, rojo – verde, amarillo – azul. Estos tres
mecanismos de carácter oponente se activan en función de las longitudes de onda presente en el
estimulo. Hering consideraba que matiz, saturación y brillo eran categorías insuficientes para
describir la experiencia del color asociadas a las superficies del entorno. En el caso de las
superficies se puede hablar de oposición blanco – negro (claridad). Las otras dos oposiciones
están relacionadas con aspectos cromáticos de la percepción visual.

Esta teoría apoya la incompatibilidad fenoménica de los efectos opuestos (no es posible
percibirlos simultáneamente) y se propone para explicar los postefectos. La teoría también
explica las mezclas de colores oponentes.

La explicación o postura actual, propuesta por Hurvich y Jameson, es una teoría integrada de la
percepción del color que considera que las dos teorías anteriores son correctas y que se refieren
a momentos diferentes en el procesamiento visual, lo cual justificaría que ninguna pudiera
explicar lo de la otra. Así, el sistema tricromático de los conos es complementado por ambos,
centro – periferia, tanto en la retina como en las vías visuales. Además, en la segunda capa de la
retina se produce la convergencia angular de varios fotorreceptores que van a una sola célula. El
resultado es un sistema específico que detecta desequilibrio energético.
Filtros atencionales.

Hay varios modelos teóricos en el estudio de la atención. Los modelos de filtro.

Los modelos de filtro de atención selectiva sostienen que la información exterior se procesa sin
límites hasta que llega a una estructura central en el sistema cognitivo con capacidad limitada.
Por tanto, la atención funciona como un filtro que no permite la entrada excesiva de
información.

Modelo de Broadbent (1958) o teoría del filtro temprano postula que habría 2 sistemas y un
filtro:

El sistema perceptual “S”, con las siguientes características:

- Capacidad ilimitada: registra toda la información sensorial que le llega a los sentidos.
- Naturaleza precategorial: extrae las características físicas del estímulo.
- Procesamiento en paralelo: analiza toda la información que le llega al mismo tiempo.
- Mantiene la información tan solo unos milisegundos.

El filtro:

- Protege la capacidad limitada del canal de procesamiento.


- Selecciona la información en base a las características físicas y no semánticas de la
información sensorial. Dicha selección no es arbitraria, sino que se hace en base a las
características de los ítems (intensidad, novedad, etc) y del estado motivacional del
organismo.

El sistema perceptual “P”, con las siguientes características:

- Capacidad limitada: tan solo analiza la información que pasa por el filtro.
- Naturaleza categorial: analiza la información en base a su significado.
- Procesamiento secuencial: analiza la información de en unidad en unidad.
- Mantiene la información varios segundos.

En la teoría de filtro de Broadbent hay un filtro que actúa tras (o sobre) el análisis de las
características físicas de los estímulos. El estímulo seleccionado es el único que recibe un
análisis semántico o categorial.

El modelo de filtro o teoría del filtro atenuado propuesto por Treisman (1960) postula un
modelo con las mismas estructuras que el modelo de Broadbent, pero el filtro es como una criba
o un colador, y los mensajes no atendidos llegan de forma atenuada (no tiene un funcionamiento
“todo o nada”). Por tanto, la preselección no siempre se produce con anterioridad al
procesamiento semántico de la información. El filtro en este modelo atenúa aquellos inputs que
son irrelevantes para la tarea que se está realizando.

Modelo de Deutsch y Deutsch (1963) o teoría del filtro tardío, postula que se lleva a cabo un
procesamiento semántico de la información en MLP pero, en la MLP también se encuentra el
procesador central de capacidad limitada con un filtro que selecciona la información más
importante y la transmite a la memoria activa (MCP).
TDS.

La teoría de detección de señales es un método que permite medir la sensibilidad teniendo en


cuenta ciertos aspectos del observador como su sesgo de respuesta o el ruido sensorial. Además,
en tareas de atención sostenida, sirve para evaluar el decremento del rendimiento (vigilancia)
cuando hay que detectar cambios pequeños e infrecuentes. En estas tareas, las siguientes
características de los estímulos influyen en el rendimiento: modalidad sensorial, intensidad,
duración, ruido de fondo, complejidad, frecuencia, relación señal/ruido, tipo de tarea, cansancio
físico, nitidez de las señales, etc.

Parasuraman (1984) postuló la teoría del decremento del rendimiento por una reducción
progresiva de la capacidad de procesamiento. En esta teoría, se postula que sucede un cambio en
el criterio de respuesta (β) y una reducción en la sensibilidad (d’).

Por ejemplo, en el marco de análisis experimental, en la tarea de detección de señales (Tarea


TDS) se suele producir una variación en el criterio de respuesta (tendencia a ver la señal), así
como una variación de la sensibilidad (capacidad de discriminar señal – ruido). Además, hay una
influencia de factores ambientales y cognitivos.

Percepción de profundidad.

Somos capaces de percibir el objeto en tres dimensiones gracias a que vemos en función de otra
variable llamada profundidad (conseguida a través de la percepción en tres dimensiones).
Percibimos tridimensionalidad gracias a que la retina es una superficie bidimensional. La
percepción de profundidad se aprecia porque la percepción tridimensional permite ver las
distancias de los objetos que el sujeto percibe y las distancias entre los objetos.

La percepción de la profundidad depende de un conjunto de claves que la producen:

Claves oculomotoras: centradas en la posición o movimientos de los ojos. Hay dos fuentes de
información ocular sobre la profundidad:

- Acomodación (monocular): se trata de un ajuste de la curvatura del cristalino, para


conseguir una proyección nítida de la imagen.
- Convergencia (binocular): es el ajuste del ángulo entre los dos ojos en función de la
distancia del objeto al que se mira. Es decir, es el grado en que ambos se mueven hacia
dentro, uno hacia el otro, para enfocar conjuntamente un objeto.

Ambas son muy útiles para distancias muy cortas (± 40 cm). La convergencia es más eficaz que
la acomodación.

Claves visuales: se diferencian en monoculares y binoculares.

Monoculares.
Depende de la visión de un solo ojo. Son aquellas con las que podemos observar la escena con
un solo ojo y extraer la información sobre las relaciones espaciales (claves pictóricas). Las
claves monoculares de profundidad son:

- Tamaño relativo: los objetos más alejados tienen menor tamaño, es decir, estimulan una
menor área retiniana (pelotas de tenis).
- Tamaño familiar: utilizamos lo que sabemos de los objetos para saber a qué distancias
están y estimarla (montaña y personas)
- Superposición/Oclusión: si unos objetos ocultan a otros consideramos que están más
cerca (triángulo, círculo, cuadrado).
- Altura relativa: los objetos situados a más altura en el campo visual están más lejos
(jarrón).
- Iluminación y sombra: las sombras que producen los objetos nos informan sobre su
estructura en 3D (castillo).
- Claridad (perspectiva atmosférica): los objetos cercanos se perciben más claros y nítidos
que los lejanos (montañas y nieve).
- Perspectiva lineal: la proyección sobre una superficie plana produce efectos de
perspectiva (convergencia de paralelas) (vías del tren).
- Gradiente de textura: las características de la textura cambian con la distancia (arena de
playa o de desierto desde lejos se ve muy lisa, desde cerca con llanuras y granitos).

Binoculares.

La información depende de la visión en los dos ojos. Podemos observar la escena estática y
extraer la información sobre las relaciones espaciales a partir de la diferencia de estimulación
entre los dos ojos. Se trata del índice que sacamos de los ojos cuando veo algo fijo en la fóvea
(el objeto y el resto de las cosas).

- Disparidad binocular: debido a la distancia entre nuestros ojos, la estimulación que llega
hasta la retina es ligeramente distinta ya que cada uno está viendo un escorzo y por ello
no están viendo lo mismo. Esta diferencia nos da mucha información acerca de las
relaciones espaciales. Cuando mayor es la distancia en profundidad entre dos objetos,
mayor es la disparidad binocular.
- La estereopsia es la percepción de profundidad proporcionada por la disparidad
binocular. Se produce cuando la disparidad crea la impresión de profundidad.
- Disparidad binocular y distancia: cuando los objetos están situados a la misma distancia
del observador no existe disparidad binocular. Puede ser que la imagen se proyecte en
puntos equivalentes de la retina de ambos ojos, es decir, cuando los objetos están
situados a la misma distancia del observador y no existe disparidad binocular se
denomina horóptero.

Para un punto de fijación dado, todos los puntos del campo visual que estimulan puntos
correspondientes en las ambas retinas forman el horóptero.

Puntos no correspondientes: en estos la estimulación de cada retina es diferente, así no podemos


fusionar ambas imágenes y verlo nítido. Esto nos indica que el objeto está por delante o por
detrás del punto de fijación. Son aquellos puntos no situados a distancias similares, en la misma
dirección, de los ejes verticales y horizontales de la retina.

Para los puntos no correspondientes, el tipo de disparidad informa de sí los objetos están lejos o
cerca del punto de fijación. El ángulo de disparidad indica la diferencia de las proyecciones en
cada ojo de un mismo punto exterior. Los puntos del horóptero tienen ángulo de disparidad
cero. Cuanto más lejos se encuentre un objeto del horóptero, mayor será el ángulo de
disparidad.

Disparidad cruzada: si el objeto está por delante o más cerca del punto de fijación. Aquellos
objetos se ven en el lado opuesto al que los miras (en un ojo el objeto se proyecta a la derecha
de la fóvea y en el otro a la izquierda) (con el ojo derecho se ve el objeto más a la izquierda que
con el ojo izquierdo).

Disparidad no cruzada: si el objeto está por detrás o más lejos del punto de fijación. Aquí los
objetos se ven en el mismo lado del ojo que los miras (con el ojo derecho se ve el objeto más a
la derecha que con el ojo izquierdo).

Además, tanto el horóptero como la disparidad binocular cambian cada vez que cambiamos el
punto de fijación. Eso quiere decir que cada vez que realizamos un movimiento ocular
extraemos información sobre las relaciones espaciales entre los objetos del ambiente.

Claves de movimiento.

Desplazamientos como mover la cabeza generan cambios en la estimulación visual que nos
informan sobre la profundidad.

- Paralaje del movimiento: movimiento óptico sin tener en cuenta el movimiento ocular.
Movimiento en retina teniendo en cuenta la fijación ocular.
- Acercamiento y eliminación: el desaparecer y aparecer de una textura nos da
información sobre la profundidad.

Las claves de profundidad ofrecen información redundante y trabajan en conjunto. Cuantas más
claves estén disponibles, mejor es nuestra percepción de la profundidad, y ninguna clave es
indispensable para la percepción de la profundidad. Además, muchas ilusiones resultan del uso
de claves de profundidad y sus combinaciones

Percepción de la tonalidad y la sonoridad.

La tonalidad, que es la ordenación de sonidos en una escala musical grave – agudo cuya
variable principal es la frecuencia temporal, y la sonoridad, que nos permite ordenar los sonidos
en una escala donde se situarían los estímulos más “fuertes” y los más “débiles” en extremos
diferentes, y relacionada con la intensidad, son procesos que conducen a realizar atribuciones a
estímulos físicos que impresionan a nuestro sistema auditivo (énfasis psicofísico). Para la
percepción de tonalidad, hay 2 teorías:
- Teoría del lugar: la tonalidad percibida depende del patrón de excitación de los distintos
subsistemas (codificación en distintos puntos de la membrana basilar y bandas críticas).
- Teorías temporales: la percepción de la tonalidad depende del patrón temporal de
respuesta producido por el subsistema de codificación pertinente (sincronización en
fase).

(Completar).

Examen Enero 2018:


Exponer la teoría tricromática del color y sus fenómenos asociados: sumas aditivas y
sustractivas de colores, árbol de Munsell, diagrama CIE de cromaticidad y sistema RGB.

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