En multitud de ocasiones, los ciudadanos nos hemos encontrado ante situaciones jurídicas

que, sin ser claramente conflictivas, han necesitado de una autoridad que decida cómo
actuar o que resuelva el problema. Ese papel hasta ahora estaba atribuido a los jueces y a
los tribunales civiles. Pues bien, a esa actividad de salvaguarda y tutela que realizaban los
jueces sin que existiera verdadera controversia entre las partes se le denomina jurisdicción
voluntaria, y es la que fue regulada de forma novedosa en la Ley 15/2015, de 2 de julio,
pasando a ser desempeñada por otros funcionarios, como los notarios.
ANALICE EL ARTICULO 7 DEL DECRETO LEGISLATIVO N.° 1049
Los concursos que se realicen de forma abierta, van a participar todos aquellas personas
interesadas empero cuenten o cumplan con los requisitos que establece el art.10 del mismo
cuerpo de leyes, en ese sentido no cualquier persona que estime conveniente ni que solo
tenga aspiración hacer notario podrá hacerlo, por lo que no solo basta eso, sino contar
específicamente con los requisitos que la ley otorga, consecuentemente una persona que
incumpla algunos de estos requisitos no es apto para tan solo postular.
Para ser notario hay que tener una conducta intachable, ser una persona idónea, no ser
culpado por un delito doloso, haber ejercido la carrera por un plazo no menor de 5 años,
ser abogado debidamente colegiado y titulado, asimismo también recalcar que postulan en
cantidad de personas para solo una plaza, y es por ello que no muchos abogados dejan de
ser perseverante para ello, empero me parece adecuado los requisitos que pone la ley, y
que puede cumplir un abogado en ejercicio de la profesión si actúa de forma correcta.

¿QUE ÉS Y QUE CONTIENE UNA ESCRITURA PÚBLICA?

Las escrituras públicas como todo documento matriz incorporado al protocolo
notarial, autorizado por el notario, que contiene uno o más actos jurídicos. La
escritura pública tiene la particularidad de ser un instrumento notarial que
contiene la fe pública notarial de diversos actos y hechos, así encontramos
entre otros los siguientes:
1.-La fe del notario de la capacidad, libertad y conocimiento con que se obligan
los otorgantes.
2.-La fe de conocer a los otorgantes intervinientes o de haberlos identificados.
3.- La fe de haberse leído el instrumento, por el notario o los otorgantes a su
elección.
4.-La Fé de entrega de bienes que se estipulan en el acto jurídico.