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La economía española experimentó una mejora en el siglo XVIII, con un aumento de la agricultura, la ganadería y la industria debido a un crecimiento demográfico. La industria textil y de bienes de lujo creció, especialmente en Cataluña gracias a fábricas de algodón. El comercio interior y exterior también aumentó, particularmente el comercio con América que se liberalizó en 1778, beneficiando regiones como Cataluña que vivió un fuerte proceso de industrialización impulsado por el crecimiento
La economía española experimentó una mejora en el siglo XVIII, con un aumento de la agricultura, la ganadería y la industria debido a un crecimiento demográfico. La industria textil y de bienes de lujo creció, especialmente en Cataluña gracias a fábricas de algodón. El comercio interior y exterior también aumentó, particularmente el comercio con América que se liberalizó en 1778, beneficiando regiones como Cataluña que vivió un fuerte proceso de industrialización impulsado por el crecimiento
La economía española experimentó una mejora en el siglo XVIII, con un aumento de la agricultura, la ganadería y la industria debido a un crecimiento demográfico. La industria textil y de bienes de lujo creció, especialmente en Cataluña gracias a fábricas de algodón. El comercio interior y exterior también aumentó, particularmente el comercio con América que se liberalizó en 1778, beneficiando regiones como Cataluña que vivió un fuerte proceso de industrialización impulsado por el crecimiento
3 LA ESPAÑA DEL SIGLO XVIII: EXPANSIÓN Y TRANSFORMACIONES
ECONÓMICAS: AGRICULTURA, INDUSTRIA Y COMERCIO CON AMÉRICA. CAUSAS DEL DESPEGUE ECONÓMICO DE CATALUÑA.
La situación económica de España en este siglo experimentó una mejora en
general, tanto en agricultura, ganadería y pesca, como en industria y comercio. El siglo XVIII en España fue un siglo de recuperación demográfica, lo que dio lugar a un auge en la agricultura, que a pesar de su escaso desarrollo técnico y baja productividad por unidad de superficie, aumentó la producción global, en especial en la primera mitad del siglo. Se pusieron nuevas tierras en cultivo a través de la deforestación, desecación de humedales y la construcción de obras hidráulicas y acequias, así como mediante la repoblación de las zonas más despobladas de Sierra Morena y el valle medio del Guadalquivir con inmigrantes centroeuropeos. Por su parte, la ganadería vivió una etapa relativamente próspera, tanto en la trashumancia como en la ganadería estante. El aumento de la demografía y los recursos alimenticios posibilitó también una mayor demanda de bienes manufacturados, especialmente en la segunda mitad de siglo. La industria artesanal fue la que caracterizó al sector durante todo el siglo aunque hay que mencionar el ambicioso plan industrial de Carlos III, en el que destacaron las industrias textiles, de bienes de lujo y de consumo, favoreciendo la creación de manufacturas con capital privado con incentivos y apoyo del Estado, modelo que fue especialmente exitoso en las fábricas de algodón de Cataluña. En cuanto al comercio, el aumento de población, la agricultura y la industria, junto a una buena coyuntura económica internacional, provocaron un incremento considerable de los intercambios, tanto en el ámbito interior como exterior. Se mejoró la red de comunicaciones para favorecer la producción y las transacciones y en el caso del comercio americano se experimentaron cambios significativos, siendo los más importantes, el traslado del monopolio americano de Sevilla a Cádiz en 1717 y el decreto de libre comercio de 1778, por el que se concedió la libertad de tráfico a trece puertos españoles y a 22 puertos americanos, lo que dio lugar a un notorio incremento del tráfico con América en los últimos años del siglo, de lo que se beneficiaron especialmente algunas regiones peninsulares, especialmente Cataluña. Cataluña vivió un proceso de industrialización más potente e influyente que cualquier otra región española. Las causas del despegue se encuentran en un crecimiento demográfico importante, un aumento considerable de la producción agrícola y una reactivación comercial, especialmente gracias al comercio con América, abierto a partir de 1778. Esto es especialmente significativo en la industria algodonera y textil que, al principio, se benefició de la política proteccionista de Felipe V, que vino a reforzar la acción de la iniciativa privada y más tarde, de la apertura del puerto de Barcelona al comercio americano.
4.3. La España Del Siglo XVIII. Expansión y Transformaciones Económicas Agricultura, Industria y Comercio Con América. Causas Del Despegue Económico Con Quimica