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La comunicación asertiva como base de la pedagogía

y la pedagogía como fundamento de la comunicación social


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Assertive communication as the basis of pedagogy
and pedagogy as the foundation of social communication
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Autor: Claudia Lorena Ardila Cedeño


Asesor: Heiller Abadía
Universidad Católica de Pereira

SÍNTESIS

Análisis de los contenidos sobre comunicación asertiva y pedagogía de los programas de pre grado
de educación y comunicación social de las universidades de la ciudad de Pereira que lleva a
establecer su importancia en la formación de profesionales en ambas ramas, a través de una
metodología con enfoque cualitativo que incluyó la caracterización de los contenidos, el contraste
de la información caracterizada y la percepción de estudiantes y profesionales de las áreas objeto
de estudio a través del desarrollo de entrevistas con preguntas abiertas y grupos focales,
permitiendo evidenciar la necesidad de incluir bases de pedagogía en la formación de los
comunicadores sociales y fundamentos de comunicación asertiva en los docentes, educadores y
pedagogos.

DESCRIPTORES: Educación, Comunicación Social, Currículo, Pedagogía, Asertividad,


Comunicación Verbal, Comunicación no verbal.

ABSTRACT

Analysis of the contents on assertive communication and pedagogy of the undergraduate programs
of education and social communication of the universities of the city of Pereira that leads to
establishing its importance in the training of professionals in both branches, through a methodology
with a focus qualitative that included the characterization of the contents, the contrast of the
characterized information and the perception of students and professionals of the areas under study
through the development of interviews with open questions and focus groups, allowing evidence
of the need to include pedagogy bases in the formation of social communicators and the
foundations of assertive communication in teachers, educators and pedagogues.

DESCRIPTORS: Education, Social Communication, Curriculum, Pedagogy, Assertiveness,


Verbal Communication, Non-verbal Communication.

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Muchos escritores mundialmente reconocidos, filósofos, pensadores, científicos, psicólogos,
pedagogos y comunicadores han planteado la inquebrantable relación entre la comunicación y la
educación como un reto pedagógico y como una necesidad práctica.

Desde Jerome Brunner que en su libro La Educación, Puerta de la Cultura manifestó que “el
conocer y el comunicar son altamente interdependientes en su naturaleza, de hecho virtualmente
inseparables” (1997, p.27), son muchos los autores que han decidido asignarle una preponderante
importancia al acto de saber comunicar ideas y conceptos con un efecto educativo.

Sin embargo, ha sido la comunicación como una práctica innata, como el hecho de hablar y
escuchar que aprendimos desde niños, pero también como una teoría abstracta, con conceptos
epistemológicos, la realidad planteada por las últimas investigaciones. No es la comunicación
asertiva como neurociencia que debe ser estudiada o como técnica que debe ser aprendida y
aplicada en la educación lo que ha captado la atención de los investigadores y escritores, tampoco
la pedagogía como aspecto central de la comunicación en las aulas.

Autores como Habermas han servido de base teórica para analizar la importancia de la
comunicación en el rol de los educadores, particularmente desde el estudio del habla.

Para el filósofo alemán, hay cuatro supuestos del lenguaje que deben ser considerados como
universales ‘mandatos’ a la hora de comunicarse, estos son la inteligibilidad, la verdad, la rectitud
y la veracidad (comunicación personal, 1965). El primero de ellos, entendido como la necesidad
de que lo que se dice sea fácil de entender por parte del receptor, el segundo como una condición,
el tercero como una manera ética de usar las palabras y el cuarto como un sinónimo de creer en lo
que se está diciendo. Esos supuestos han sido base en la educación y en la comunicación educativa
(Habermas, 1976).

Otros autores como Jesús Martín Barbero, han abordado la relación de la comunicación y la
educación desde una perspectiva mediática. En su escrito: Retos Culturales de la Comunicación a
la Educación, el autor se preguntó:

¿Qué tiene que cambiar en el sistema educativo colombiano para que éste pueda hacerse
cargo de lo que el país está viviendo y sufriendo, produciendo y creando, para que la escuela
posibilite a niños y jóvenes comprender a su país y los ayude a cambiarlo? Frente a quienes
ven en los medios de comunicación y las tecnologías de la información una de las causas
del desastre moral y cultural, o por el contrario, una panacea, de solución mágica a los
problemas de la educación en Colombia, lo que se plantea es cómo transformar el modelo
educativo para que éste pueda interactuar con el país. (Barbero, 2000).

Y la asertividad en la comunicación ha sido otro abordaje, que aunque no ha estado directamente


relacionado con la educación como sistema, si ha sido estrechamente ligado a la educación como
concepto de aprendizaje de normas socialmente aceptadas.

Para Lange y Jakubowski (1976) el comportamiento asertivo significa ser capaz de conducirse de
forma que uno exprese sentimientos, ideas, emociones, apetitos etc. de forma apropiada a la
situación, y la comunicación asertiva se convierte entonces en un conjunto de técnicas que permiten
un relacionamiento empático entre dos o más personas.
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Ahora bien, esa importancia de la comunicación, la educación y su relación, sobre teorizada, sobre
expuesta y diversamente analizada, no ha pasado al plano de la realidad en las instituciones
educativas de Colombia y escasamente está en los sistemas educativos de América Latina.

Muestra de ello es el resultado expuesto por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la


calidad de la educación de la UNESCO, que en su Tercer Estudio Regional Comparativo y
Explicativo 2013 indicó,

“El TERCE evidencia que, si bien el puntaje promedio regional de logros de aprendizaje
mejoró en todos los grados y áreas evaluados, la mayoría de los estudiantes sigue
concentrándose en los niveles más bajos de desempeño (I y II) y son pocos los que se ubican
en el nivel superior (IV). Esto indica el desafío al que se enfrentan los países de la región:
lograr en los estudiantes aprendizajes que les permitan un mejor dominio de los
conocimientos y el desarrollo de habilidades avanzadas en matemática, lenguaje y ciencias
naturales”.

Es una realidad en la que los docentes no logran mantener o muchas veces ni siquiera atrapar la
atención de los estudiantes, lo cual es una necesidad apremiante según lo plantea el Informe de
Resultados TERCE: factores asociados, donde se indica que “el clima positivo de aula se encuentra
asociado con la capacidad del docente para generar acuerdos y rutinas de interacción entre los
estudiantes que promuevan la autorregulación, la atención y el respeto mutuo” (UNESCO
Office Santiago and Regional Bureau for Education in Latin America and the Caribbean,
Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación, p.91).

Otros antecedentes evidencian que la educación no puede estar ajena a la realidad cultural
cambiante de Colombia que está profundamente permeada por los medios masivos y digitales que
han llegado con la globalización.

Y entonces llega el planteamiento al respecto de que la innovación en la educación no es


únicamente exponer temas nuevos, hacerlo de manera didáctica o utilizar herramientas
tecnológicas. Esta investigación demuestra que la innovación docente está más adentro, en las
habilidades de comunicación de los profesores, pedagogos o no, así como lo expuso Freire al
indicar que “la praxis es reflexión y acción sobre la realidad, sobre las estructuras que deben
transformarse” (1987) y el hecho de aprender a usar la práctica como herramienta educativa,
significa incluir emociones, historias y lugares qué recordar, porque de lo contrario, las clases para
los estudiantes se convierten en espacios de los que quieren salir lo más rápido posible.

El investigador Albert Mehrabian – ingeniero – profesor de psicología – creador de la Escala de


Tendencia de Búsqueda de Excitación resumió en porcentajes claros el impacto de un mensaje: 7%
es verbal, 38% vocal (tono, matices y otras características) y un 55% señales y gestos (1980. P.
43). Como puede concluirse en el texto, un mensaje realmente impacta más por la manera cómo se
entrega que por el contenido mismo.

Y bajo esa lupa, los pedagogos y docentes necesitan aprender a comunicarse para lograr conectar
a los estudiantes a un proceso constructivista, que garantice una mirada de la sociedad con
posibilidades de ser transformada desde las aulas de clase y fuera de ellas.

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Jesús Martín Barbero llevó esta discusión al campo de las nuevas tecnologías cuando expuso en su
obra Heredando el Futuro. Pensar la educación desde la comunicación, que:

Una educación que ve en los medios sus peores enemigos acaba siendo su más perversa
aliada: por más escandaloso que suene, lo cierto es que nada empuja más a los adolecentes
a dejarse absorber por los medios que la abismal distancia entre la actividad, diversidad,
curiosidad, actualidad, apertura de fronteras que dinamizan hoy el mundo de la
comunicación, y la pasividad, uniformidad, redundancia, anacronía, provincianismo que
lastran desde dentro el modelo y el proceso escolar. (Barbero, 1996).

Y allí está conectada la segunda línea de esta investigación, en la co relación entre la emancipación
que ha sido atribuida a la educación y la emancipación que ahora también está en manos de los
comunicadores a través de cualquiera de los canales que hoy existen.

Como lo planteó recientemente Oscar Gómez Rincón (2018) que en su proyecto de maestría “El
Youtuber Como Influenciador Social, Desde La Perspectiva De La Comunicación Educativa”
concluyó en la importancia de comunicadores formados para educar.

Esta investigación brinda un acercamiento a los autores que recientemente y a lo largo de la historia,
han visto también la necesidad de la pedagogía en las aulas de clase de los comunicadores, porque
todos los medios masivos de comunicación, no solo los tradicionales, se han convertido en
plataformas de transformación y educación.

Los medios masivos de comunicación amenazan con sustituir a la escuela en tareas estratégicas
como la formación de valores y el desarrollo de competencias (Gómez, 2018), es la realidad
cultural que interviene en el proceso educativo de la actualidad y que ha sido estudiada
profundamente por autores contemporáneos.

El lugar de la cultura en la sociedad cambia cuando la mediación tecnológica de la


comunicación deja de ser meramente instrumental para espesarse, densificarse y convertirse
en estructural. Pues la tecnología remite hoy no a la novedad de unos aparatos sino a nuevos
modos de percepción y de lenguaje, a nuevas sensibilidades y escrituras. (Barbero, 2002)

Kaplún mismo invitó a una emancipación desde la comunicación, empoderando el ejercicio de la


misma a través de los medios de comunicación populares como lo concluyó Ángel Barbas Coslado.

“De esta manera, si afirmamos con Kaplún (1998) que a cada tipo de educación
corresponde una determinada concepción y práctica de la comunicación, debemos concluir
que a cada tipo de comunicación corresponderá, no sólo una determinada concepción y
práctica de la educación, sino también una determinada concepción de la sociedad” (2012).

Lo que plantea entonces la necesidad de que los sujetos activos en la labor de comunicar a través
de los medios masivos, tengan consciencia de su rol educador, pedagógico y emancipador de la
sociedad porque, lo que hoy hacen quienes lideran y acaparan esos medios masivos, es entregar a
la audiencia pensamientos elaborados y no permitir que los destinatarios elaboren uno propio, lo
que es claramente un detonante de la necesidad de una labor pedagógica que no aprenden hoy los
comunicadores.
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¿Cuántos periodistas van más allá de la noticia y entienden su rol transformador de la sociedad?

La respuesta en pocas palabras la dio Gabriel García Márquez en el diario El País: “Para ser
periodista hace falta una base cultural importante, mucha práctica, y también mucha ética. Hay
tantos malos periodistas que cuando no tienen noticias se las inventan” (1994).

Ahora, ¿Cuántos docentes dejan huella positiva en sus estudiantes?

Dijo el doctor Carlos Calvo Muñoz, educador e investigador chileno, durante su participación en
el documental La Educación Prohibida que,

“Es que la manera en que usted introduce (la clase), no motiva a nadie, y el estudiante cree
que lo único que tiene que hacer es repetir y repetir y repetir hasta que se le meta en la
cabeza… cuando yo repito algo que me dicen que tengo que repetir, simplemente me
convierto en un repetidor…comprenda o no comprenda, no interesa, porque lo que importa
es que yo lo diga de la misma manera que ya está dicho” (1992).

No recordar memorables maestros, por un lado, y las críticas de la sociedad al ‘mar de


conocimientos con un centímetro de profundidad’ que son los periodistas, por el otro, son
problemas de humanidad que fundamentan esta investigación, en la actualidad como nunca y en
Colombia particularmente, ante la creciente inconformidad ciudadana con los medios masivos de
comunicación, con el uso de las redes sociales y con el sistema educativo mismo.

Un estudio realizado por el Programa de Alianza para la Reconciliación (PAR), que recoge la
percepción de confianza de los colombianos en distintos sectores de la sociedad, desde empresarios
hasta gobiernos locales e instituciones del Estado Colombiano en el 2019 reveló que sólo el 17,7%
de los colombianos confían en los medios de comunicación, es decir, el 82,3% de los nacionales
desconfía de esos medios (Niño, comunicación personal, 2020) que son los llamados a cumplir un
rol de construcción y transformación de la sociedad, por lo que es fundamental evaluar qué es lo
que nos ha faltado enseñarles a aquellos que saldrán a liderar esos medios de comunicación, y que
está muy ligado a la falta de una consciencia pedagógica en los estudiantes de comunicación social
y periodismo.

Por otro lado, hay informes locales como la encuesta de calidad de vida de Pereira Cómo Vamos
que en el 2019 reveló que la tasa de calidad en la educación para el 2018 se situó en un 65,9 por
ciento en la ciudad, cuando tres años atrás, esa misma calidad superó el 71 por ciento. Esto es una
base para que se haga necesario analizar la influencia en la formación y práctica docente de la falta
de contenidos sobre comunicación verbal y no verbal asertivas como un medio para ser más
efectivos con los mensajes, enseñanzas y aprendizajes.

El artículo denominado El Proceso de Comunicación en la Enseñanza escrito para la International


Journal of Developmental and Educational Psychology, por los autores José A. del Barrio, Ana
Castro, Alba Ibáñez y Alfonso Borragán, concluye que

“la comunicación es uno de los elementos más importantes para asegurar el éxito del
proceso enseñanza – aprendizaje, por lo que se debe tener en cuenta el correcto
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funcionamiento de los múltiples factores que lo determinan, como la voz, el estilo personal,
el lenguaje verbal y no verbal, la capacidad de escucha, la motivación... La comunicación
eficaz es un arte, con el que no se nace, sino que se aprende, se mejora, por lo que requiere
de un proceso de formación” (vol. 2, núm. 1, 2009).

Así que, al darle una mirada al panorama de currículos de pre grados relacionados con licenciaturas,
pedagogías, educación y comunicación social y periodismo de la región, quedó ratificada la
necesidad de evaluar los fundamentos que de una y otra área se están entregando para hacer
transversal la responsabilidad de la transformación de personas que ocupan roles hechos para
transformar la sociedad.

Ese es el aporte que a la pedagogía y el desarrollo humano da este proyecto, entendiendo estas
áreas del conocimiento como las responsables de estudiar a fondo las realidades sociales y la forma
cómo reflexionamos sobre ellas.

La pedagogía entendida como la transmisión de una verdad que tiene por función dotar a un sujeto
cualquiera de actitudes, de capacidades, de saberes que no poseía y que debería poseer al final de
la relación pedagógica (Foucault, 1994), requiere de aportes que puedan llevar a mejorar esos
procesos de enseñanza y aprendizaje que involucra el sistema educativo, por lo que la demostración
de la necesidad de los fundamentos teóricos en comunicación verbal y no verbal asertivas, se
convierte en un aporte imprescindible.

El desarrollo humano por su parte, entendido como aquel que sitúa a las personas en el centro del
desarrollo (PNUD), requiere así de aportes desde las aulas y los medios para que esas personas
tengan más oportunidades y potencialidades.

Y es que cada vez más se escucha decir en las calles, se lee pelear en las redes sociales y se ve
informar en los canales de televisión sobre el detrimento de la sociedad, que le da prioridad a lo
comercial sobre lo ambiental, que le da prevalencia a lo trivial sobre lo fundamental.

Jesús Martín Barbero dijo en su escrito La Educación en el Ecosistema Comunicativo que

“Cuando hoy los intelectuales se quejan de la pasividad de la gente, y de que la televisión


es el agente principal de la pasividad, habría que preguntarse: ¿y qué hay de la enorme
pasividad de la que vive la escuela al limitarse a reproducir modelos de conocimiento y al
exigir de los alumnos su reproducción impidiendo la innovación y la crítica que son la clave
de la formación de ciudadanos?” (1999).

Eso hace que sea conveniente volver la mirada a las aulas donde se forman los formadores y donde
se forman los informadores, para evaluar en qué está fallando el sistema que es el llamado a tomar
las riendas de la transformación.

Esto además le asigna una verdadera relevancia social a esta investigación porque busca ‘abrir los
ojos’ de los comités curriculares frente a la necesidad de evaluar qué se incluye en las carreras que
están llamados a influir directamente en las personas que se encargarán de darle una evolución a la
sociedad. A los docentes que salen a las aulas a hacer su mejor esfuerzo posible, pero que no

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necesariamente han conocido de fondo, no han entendido porque no han aprendido, la importancia
de aprender a comunicar sus ideas.

“Estamos tratando de pensar una escuela que interactúe con su sociedad; estamos tratando
de impedir que, entre la cultura de los maestros, desde la que hablan y piensan los maestros,
no se abra una brecha cada día mayor en relación a la sensibilidad y la cultura desde la que
escuchan, piensan y sueñan sus alumnos”, (Barbero. 1999)

Pero también se benefician de este análisis los comunicadores, que desde los medios o desde las
organizaciones, llegan a esos lugares sin interiorizar la necesidad de darle una mirada pedagógica
y pragmática a los contenidos que elaboran y que pueden generar tendencias, influir pensamientos
y posturas, así como definir acciones.

Y es que lo resumió Dieuzeide (1984) cuando apuntó “¿Será capaz la educación de preparar a los
ciudadanos en el dominio de la comunicación al mismo tiempo que les ayuda a preservar su
personalidad propia y sus capacidades creadoras?”.

Es allí cuando viene otra importante justificación para este proyecto, en el hecho de que pretende
abrir la discusión alrededor de las incidencias de la falta de un manejo adecuado, técnico y no
innato de la comunicación, en el declive de la educación, y al mismo tiempo las incidencias de la
falta de la mayor responsabilidad social que da la mirada pedagógica, en el declive de los medios
de comunicación como herramienta de formación.

Por tanto, son dos las categorías teóricas que representan la columna vertebral de esta investigación.

La primera, la comunicación asertiva, un concepto relativamente nuevo, del que empezaron a


hablar autores como Albert Mehrabian y William Moulton, evidenciando conocimientos de
psicología que resultaban aplicables a la asertividad en la comunicación.

La asertividad entendida como la habilidad y competencia comunicativa que nos permite resolver
situaciones y conflictos de manera adecuada, expresar emociones, pensamientos y sentimientos sin
pasar por encima del otro y que nos pone en una actitud de escucha para ser escuchado (Gutiérrez,
2017). Y la comunicación como la define la Real Academia de la Lengua española, como la acción
y efecto de comunicarse, como el trato o correspondencia entre dos o más personas (RAE).

Pero en esta investigación hablamos de una comunicación que ya no se trata principal y únicamente
de una narración, pues en concepto de Sandra Massoni, investigadora argentina experta en estudios
comunicacionales desde los nuevos paradigmas, “el cuento que se está contando es cada vez menos
importante. Entran a tener importancia otros registros de la comunicación. No hay una
comunicación sin corporalidad, no hay una comunicación que no tenga una emoción que está
motorizando esa acción” (conversatorio OEI).

Entonces hablamos de una comunicación de conocimientos, pero mediados por los sentimientos y
emociones para que se garantice su aprendizaje.

“Las personas que tienen una gran conciencia del significado comunicativo de las acciones
no solo pueden asegurar la comunicación precisa de sus propios sentimientos, también
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pueden ser más exitosos en sus relaciones íntimas, en sus esfuerzos artísticos como la
actuación o en trabajos que envuelvan la persuasión, el liderazgo, y la organización de
otros” (Mehrabian, 1971, P.3)

Ahora bien, no basta con técnicas y ética, es necesario en este proceso investigativo el pensamiento
crítico que a lo largo de décadas y a lo ancho de naciones, impulsó el filósofo y pedagogo brasileño
Paulo Freire. Ese pensamiento que debe aportar a la emancipación y que debe conseguir la
transformación de personas desde la pedagogía, la segunda categoría teórica de esta investigación.

Para llegar a que la pedagogía crítica realmente despierte conciencias como un mecanismo de
acción social, es necesario saber llevar nuestro mensaje. De lo contrario se convertirá en no más
que un acto individual de crítica sin impacto, partiendo de la inquebrantable relación “hombre-
realidad, hombre mundo” (Freire, 1976. P. 10)

La obra de Freire es un fundamento teórico de esta investigación desde la perspectiva de la teoría


dialógica, de la importancia de propiciar el diálogo, no obligarlo, pero además desde la importancia
de saber dirigir el mismo al propósito enriquecedor y emancipador de la educación.

“Freire habla de una educación “bancaria” o “domesticadora” (la metáfora es


suficientemente explícita), que reproduce, mantiene y propicia el modo de producción
capitalista (Freire, 2002), educación ésta en la cual cada alumno es un depósito pasivo de
un conocimiento prefabricado y entregado por sujetos que a su vez han sido entrenados de
la misma manera y desconocen el verdadero origen de tal conocimiento, pues sólo lo han
aprendido de segunda mano, por lo que sería imposible una verdadera creación de
conocimiento, así como la liberación del sujeto de las ataduras de su condición socio-
política” (Velasco y Alonso de González, 2008, P.5).

Y es que ya ha sido estudiado y teorizado el tema desde el campo de la Psicología Educativa que
evalúa la manera de aprender de los estudiantes, su relación con las instituciones educativas y su
acción frente a esos modelos que derivan en procesos de cambio en sociedad, por tanto, “la
educación es, en esencia un proceso de comunicación, por cuanto los participantes en el acto
educativo intercambian significados a través de procesos de conversación, la cual puede ser oral,
escrita, o a través de la imagen, la actuación u otras formas que los humanos descubran y utilicen
para hacerse entender de otros humanos, (Rodríguez, P.131) .

Jerome Bruner, líder de las teorías del aprendizaje, se convierte en otro fundamento teórico de esta
investigación, por haber demostrado que se puede comprender, predecir y controlar el
comportamiento humano, elaborando estrategias de aprendizaje.

Y pareciera una contradicción, fundamentar esta investigación en teorías liberadoras pero al mismo
tiempo en teorías conductistas, pero es necesario en la medida en que lo que se pretende es un
equilibrio en la balanza que tiene por un lado la necesidad de transformación y por otro la necesidad
de aplicar técnicas que lleven al cerebro de nuestros estudiantes a querer esa transformación, y
liderarla.

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Lo explica claramente Mario Kaplún con sus aportes sobre comunicación transformadora que se
equipara con la educación transformadora, aquella en la que se origina un diálogo y no hay sujetos
pasivos dentro del proceso comunicacional.

Por tanto, la inmersión al planteamiento de que “En la medida en que sigamos asumiendo el clásico
papel de emisores, de poseedores de la verdad que dictamos esa verdad a los que «no saben», en la
medida en que sigamos depositando informaciones e ideas ya «digeridas» en la mente de nuestros
destinatarios, por liberadores y progresistas que sean los contenidos de nuestros mensajes,
continuaremos siendo tributarios de una comunicación autoritaria, vertical, unidireccional”
(Kaplún, 1998, P. 27), es una catapulta al otro lado del fenómeno abordable, el de la importancia
de contenidos pedagógicos en la formación de los comunicadores.

¿Y cómo logramos acercarnos al fenómeno? A través de la caracterización de las temáticas afines


a la comunicación verbal asertiva y comunicación no verbal asertiva en los currículos de los
programas de licenciatura, educación y pedagogía de las universidades de Pereira. Así mismo con
la caracterización de las temáticas afines a pedagogía en los currículos de los programas de
Comunicación Social, Periodismo y afines de las universidades de Pereira.

Conocimos y analizamos las percepciones de los estudiantes de los programas de licenciatura,


educación y pedagogía sobre la importancia de la interrelación de estas dos áreas del desarrollo
humano y de los periodistas y pedagogos en este mismo sentido.

La metodología para llegar a cumplir estos objetivos fue de enfoque cualitativo, tomando como
base a Roberto Hernández - Sampieri, quien entrega fundamentos sobre lo cualitativo que se
conduce básicamente en ambientes naturales y allí los significados se extraen de los datos,
mediante un proceso inductivo, recurrente y que analiza múltiples realidades subjetivas (2014).

Los datos base para ese análisis, se encontraron evaluando la cantidad de seminarios, materias y
contenidos que sobre comunicación asertiva se entregan en los programas de pre grado afines a las
licenciaturas, pedagogía y educación. Así cómo los mismos ítems pero en las carreras de pre grado
relacionadas con la comunicación social de las universidades de Pereira.

Para esto se utilizaron matrices de caracterización de los contenidos, entendidas como una
herramienta descriptiva con fines de identificación de la información y sus diferentes componentes.

La interpretación cualitativa también se enfocó en estudiar los conocimientos sobre pedagogía y


comunicación asertiva, de estudiantes y egresados de los programas objeto de esta investigación y
las percepciones que ellos tienen de la importancia de la interrelación de estas dos áreas.

Los instrumentos utilizados con este fin fueron las entrevistas y grupos focales.

Con las primeras se tuvo un acercamiento particular a los profesionales del periodismo que lideran
medios de comunicación en la región, entrando en el detalle de su ejercicio y conociendo el uso
que le dan a teorías o prácticas pedagógicas mientras informan y actúan desde esos medios como
entes transformadores de sociedad. También se utilizó esta herramienta con algunos docentes para
conocer de primera mano sus sensaciones alrededor de la efectividad de su comunicación en las
clases. Para este caso hablamos de una muestra con participantes voluntarios.
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Aquí además acudimos a muestras de experto pues “estas muestras son frecuentes en estudios
cualitativos y exploratorios para generar hipótesis más precisas”, (Hernández-Sampieri, P.387).

A través de los grupos focales, se tuvo un acercamiento conjunto con estudiantes de las carreras de
comunicación y afines y de pedagogía y afines, para conocer sus opiniones y actitudes frente a los
temas relacionados en esta investigación, así como explorar y conseguir auto exposiciones de los
participantes.

Las muestras se tomaron con grupos específicos de estudiantes de los programas mencionados de
las universidades de la ciudad de Pereira, así como profesionales de estas ramas, particularmente
periodistas directores de medios de comunicación regionales y docentes de materias que incluyen
las temáticas abordadas en esta investigación, aprovechando las facilidades otorgadas por las
plataformas digitales como herramienta de reunión.

Fue fundamental saber, a través de entrevistas con preguntas abiertas, “que se fundamentan en una
guía general de contenido y el entrevistador posee toda la flexibilidad para manejarla” (Hernández-
Sampieri, P.403) qué tan buenos se sienten comunicando los docentes y estudiantes de carreras
relacionadas con educación. En qué sienten que fallan, qué tanta importancia le asignan a la
comunicación al momento de tener éxito o no en sus espacios académicos. Lo mismo con
estudiantes de comunicación y profesionales de la rama, para identificar si se sienten formadores,
educadores, si sienten que lo están haciendo bien o mal y qué tanta responsabilidad le asignan a su
poco conocimiento del mundo de la educación.

Es decir, no solamente se trató de comprobar la ausencia de contenidos, sino también de evaluar


los contextos, emociones y sensaciones de los estudiantes y profesionales de ambas ramas para al
final deducir la incidencia de los contenidos e inducir la necesidad de los mismos para el mejor
ejercicio profesional.

Resultados

Cumpliendo con dos de los principales objetivos de la investigación que fueron los de caracterizar
las temáticas afines a comunicación verbal asertiva y comunicación no verbal asertiva en los
currículos de los programas de licenciatura, educación y pedagogía de las universidades de Pereira,
así como caracterizar las temáticas afines a pedagogía en los currículos de los programas de
Comunicación Social, Periodismo y afines de las universidades de Pereira, tuvimos acceso a las
bases de datos de los planes de estudio de las universidades de la ciudad que involucran las
temáticas que son objeto del análisis.

Esa caracterización permitió entonces identificar que no son explícitos ni formales los contenidos
que, para el caso de los programas afines a la educación, pedagogía y licenciaturas, se entregan
sobre comunicación asertiva, como se observa en el gráfico número 1.

GRÁFICO 1 – CONTENIDOS PEDAGOGÍA, EDUCACIÓN Y AFINES

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CONTENIDO
UNIVERSIDAD CARRERA MATERIA O PUNTUAL SOBRE
SEMINARIO COMUNICACIÓN
ASERTIVA
Universidad Pre Grado Comunicación
Católica de Licenciatura En Oral y Escrita I Y II NO
Pereira Educación
Religiosa
Universidad Licenciatura En Habilidades NO
Tecnológica de Artes Visuales Comunicativas I
Pereira Color y Comunicación NO
Lenguaje Corporal y NO
Medios de comunicación
Licenciatura En Comunicación
Bilingüismo Con Oral y Escrita I Y II NO
Énfasis En Inglés
Comunicación NO
Intercultural
Licenciatura En N/A NO
Filosofía
Licenciatura En Habilidades
Música Comunicativas NO
Comunicación y lenguajes
Licenciatura En mediáticos NO
Comunicación e Pedagogía de la
Informática comunicación y la NO
Educativa información.
Procesos de Desarrollo de
Licenciatura En la Expresión Lúdica y NO
Educación Básica Artística
Primaria Competencias NO
Comunicativas y TIC I y II
Licenciatura En Lenguajes y comunicación
Etnoeducación NO
Licenciatura En Medios de comunicación
Literatura Y NO
Lengua Castellana
Licenciatura En Competencias
Pedagogía Infantil comunicativas I y II NO
Expresión lúdica y NO
corporal
Sociedad, Cultura y NO
Licenciatura En Comunicación
Tecnología Teorías de la NO
Comunicación y la
Información

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Fundación Licenciatura en N/A
Universitaria del Educación Infantil NO
Área Andina

Se evidencia entonces que, a pesar de involucrar conceptos de comunicación educativa en las


licenciaturas, no se alcanza a notar una profundización en el manejo de la comunicación como
forma de interacción, ni en la enseñanza y uso de herramientas como el cuerpo, el mensaje y la
misma voz para atrapar la atención de los interlocutores, que para el caso son los alumnos.

También lo analizó, a través de las muestras de experto tomadas al docente y doctor en


Neurociencias, Diego Villada, confirmando que la comunicación para la educación está en un
segundo plano, “de hecho, estos asuntos en las facultades de educación los ubican en un segmento
que se ha llamado ‘la cachucha pedagógica’ y se lo han puesto es a las didácticas, ni siquiera a la
pedagogía” (entrevista 2021). Fue concluyente el experto en indicar que siendo tan importante
como lo es, “para la educación la comunicación es secundaria”.

Y fue crítico al respecto de la ausencia de contenidos sobre pedagogía en los programas de


comunicación, “las universidades sufren de algo que es por lo que se mueren: de parálisis
paradigmática. Cambian muy poco y muy lentamente. El efecto de las nuevas pedagogías se ve
más fácilmente en las escuelas y colegios que en las universidades” (Villada, 2021).

Y es que en el gráfico número 2, se puede notar que no tienen preponderancia los contenidos como
fundamento de la formación de los futuros líderes y miembros de los medios de comunicación,
para que haya un entendimiento verdadero de que la transformación de la sociedad sí está en manos
de los comunicadores responsables.

GRÁFICO 2 – CONTENIDOS COMUNCIACIÓN SOCIAL Y AFINES

MATERIA O CONTENIDO
UNIVERSIDAD CARRERA SEMINARIO PUNTUAL
SOBRE
PEDAGOGÍA
Universidad Católica de Pre Grado
Pereira Comunicación Social N/A NO

Comunicación
Fundación Universitaria del Audiovisual Y Digital N/A NO
Área Andina Mercadeo Y Publicidad Gestión del
Conocimiento NO

Según Villada, un análisis importante que puede hacerse a esta situación de los planes de estudio
sin fundamentos reales es que “el sistema productivo presiona al sistema educativo para que los
estudiantes y futuros profesionales ejerzan como lo necesita el medio productivo y a los medios
productivos no les preocupa ni les interesan los medios críticos” (2021).

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Las percepciones de los estudiantes

Un resultado fundamental del proceso, se encontró en el cruce de experiencias, realidades y


emociones de los jóvenes, pertenecientes a los pre grados de licenciaturas de las universidades,
quienes a través de grupos focales se permitieron reflexionar sobre la necesidad de tener una
formación constante y obligatoria, no electiva, de temáticas afines a la comunicación.

Una solicitud unánime que respaldó Villada “para que exista la pedagogía tiene que haber
comunicación, tiene que haber interacción, tiene que existir dialogicidad” (2021).

GRÁFICO 3 – PERCEPCIONES ESTUDIANTES DE PEDAGOGÍA Y AFINES SOBRE


LOS CONTENIDOS DE LOS CURRÍCULOS Y LA IMPORTANCIA DE LA
COMUNICACIÓN

TEMA PERCEPCIONES
Sobre su preparación No se sienten preparados porque les falta saber hablar con público
para dar clases y les falta la experiencia plena de dar clases en espacios reales y no
simulacros.
Saben planear y ejecutar una secuencia didáctica pero no se sienten
cómodos con su manejo del lenguaje.
La falta de prácticas limita el hecho de que la capacidad teórica
pueda ser útil en la enseñanza.
Sienten que les falta saber de comunicación verbal y no verbal
porque aunque hay una temática afín como electiva, no la acogen.
Otorgan una opción de aprender sobre herramientas de
comunicación, pero no lo exigen.
Sobre las herramientas Les hablan de temas teóricos y secuencias didácticas, pero no les
de comunicación permiten practicar en contextos reales, lo que representa una falta
entregadas en su carrera de herramientas.
Los estudiantes se reconocen muy tímidos, y expresan que inclusive
cerca de graduarse, tienen pena de exponer frente a sus compañeros
con los que estudiaron durante cinco años, a pesar de tener las bases
teóricas, no se sienten con herramientas prácticas.
Todos puntúan con 10 (en una escala de 1 a 10, siendo 1: no es
importante y 10: es muy importante) la importancia de que les
enseñen a transmitir asertivamente los mensajes, saber expresar las
ideas y hacerse entender. Traen a colación la experiencia educativa
de profesores que saben mucho pero no saben transmitir lo que
saben.
Sobre los maestros y su No es un común denominador. Son volátiles en sus capacidades de
ejemplo de buena expresión.
comunicación Algunos son buenos haciéndose entender a través de ejemplos.
La generalidad es que no usan bien su voz, no son buenos oradores
y aburren aunque saben mucho y tienen interés en enseñar.
Sobre las necesidades Que enseñen sobre comunicación. Así sea sólo para aprender a
apremiantes de su carrera exponer.

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Que haya más práctica de oratoria en escenarios reales.
En su comunicación no verbal se les notan gestos de inseguridad y
en su comunicación verbal lo ratifican cuando ponen en duda sus
capacidades a través de frases como: “se supone que nosotros
sabemos de…”
OBSERVACIONES Previamente al grupo focal, se les entregó una encuesta en la que se
DEL INVESTIGADOR buscaba aclarar sus conocimientos sobre conceptos básicos como la
comunicación, la comunicación asertiva, la comunicación verbal y
no verbal, entre otros, y sus respuestas fueron copiadas de google.
Es decir, no tenían conocimientos previos, pero se enteraron al
instante.
En contraste con las respuestas de las encuestas, durante la
conversación se les vio nerviosos, tímidos, algunos con uso
inadecuado del lenguaje verbal, uso exagerado de muletillas,
dificultades para hilar sus discursos e incluso para el manejo de la
plataforma digital.

Así que, partiendo de esas percepciones concluyentes sobre la importancia de la comunicación, del
aprendizaje de las técnicas para mejorar ese mensaje que enviamos a nuestros interlocutores, se
demuestra que este es un conocimiento fundamental en la vida de los docentes que pretenden llegar
a ser un eslabón necesario en la cadena de la transformación de la sociedad.

«Cuando hablamos (o escuchamos), nuestra atención se centra en las palabras más que en
el lenguaje corporal. Aunque nuestro juicio incluye ambas cosas. Una audiencia está
procesando simultáneamente el aspecto verbal y el no-verbal. Los movimientos del cuerpo
no son generalmente positivos o negativos en sí mismos, más bien, la situación y el mensaje
determinarán su evaluación» (Givens, 2000, citado por Preston, 2005).

Misma conclusión a la que llegaron los estudiantes de Comunicación social y afines cuando en
espacios de interacción propiciados virtualmente, recalcaron la importancia de ser mejor formados
en contenidos sobre pedagogía y tener la oportunidad de practicarla.

GRÁFICO 4 – PERCEPCIONES ESTUDIANTES DE COMUNICACIÓN Y AFINES


SOBRE LOS CONTENIDOS DE LOS CURRÍCULOS Y LA IMPORTANCIA DE LA
PEDAGOGÍA

TEMA PERCEPCIONES
Sobre los Explican que esto es relativo al docente y no depende del pensum o de la
contenidos planeación de las clases sino de la voluntad del maestro. Explican que la
explícitos en los gran mayoría de docentes no son específicos en este tema.
currículos que Entrelazan el rol transformador del comunicador con la necesidad de
evidencien el rol rigurosidad de la información y el contraste de fuentes, pues es lo que les
formador de los transmiten sus maestros.
periodistas Aseguran que tomar una actitud de periodista formador es una decisión
personal, no algo que enseñen en la universidad.

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Sobre la enseñanza No les enseñan. Hablan de que por la falta experiencia cuando son
que reciben para estudiantes, no están capacitados para enseñar.
ser formadores Se sienten con facultades para manejar medios, pero no para formar a
través de ellos. No lo consideran prudente.
Se ven como informadores, pero no dimensionan que esa información
puede llegar a formar ciudadanos.
Sobre su capacidad Aseguran que los periodistas tienen responsabilidad, pero en un contexto
de transformar la amplio, con un enfoque mediático, mientras que la educación es más
sociedad personal y es en las aulas donde se hace transformación.
Insisten en que es una permanente discusión dentro de las aulas el
verdadero rol del periodista, se preguntan si es para educar o para
informar y no tienen una respuesta definitiva para esto.
Indican que el periodismo tiene una vocación social, no educativa.
Sobre la Indican que justamente la falta de educación sólida genera la
importancia de desinformación.
saber de educación, Ligan los comportamientos ciudadanos a la forma como se educaron
pedagogía y desde niños y a la posterior decisión de consumo de medios, pero no
formación entrelazan ese consumo con una continuidad de la formación.
No reconocen al medio de comunicación como un probable único
formador (pues hay mucha gente que no accede al colegio) y por ende
no marcan la importancia de saber de esas temáticas.
Sobre para qué o a Indican que esto depende de la persona que dirige el medio.
quien sirven los Indican que hay ideologías políticas marcadas y para eso terminan
periodistas y sirviendo en Colombia.
medios de
comunicación
Previamente al grupo focal, se les entregó una encuesta en la que se
buscaba aclarar sus conocimientos sobre conceptos básicos como la
pedagogía, las diferencias entre pedagogía, formación y educación, el
propósito con el que nació la institución de la educación, entre otros, y
sus respuestas fueron copiadas de Google. Es decir, no tenían
conocimientos previos, pero se enteraron al instante.
Les han inculcado que son voceros del pueblo, pero se limitan a la
rigurosidad de la información. Asignan la vocería del pueblo al maestro.
OBSERVACION Siempre separan a los periodistas de su función formativa.
ES DEL Encuentro una contradicción porque se identifican como actores
INVESTIGADOR fundamentales para el desarrollo de una sociedad, pero no se creen
educadores o formadores de una sociedad – identifican la información
como una forma de pedagogía, pero no se reconocen como
transformadores.
Son enfáticos en que NO les entregan metodologías para la enseñanza,
es decir, no saben que sus comentarios, sus acciones, sus palabras,
sirven para formar.
No diferencian Educación, Pedagogía y formación y es permanente la
duda sobre su capacidad de formar.

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Reconocen que los medios enseñan y hay contradicción porque: si los
medios enseñan, ¿por qué no ven a los periodistas como formadores?

“Un comunicador social debe tener una formación profunda en ciencias sociales y ciencias
humanas” asestó Villada y con esto reforzó el clamor de los estudiantes de comunicación en el
desarrollo del presente análisis. Y es que “siempre que uno habla de pedagogía, lo vincula a la
educación, pero a la pedagogía no le interesa estar solo en la educación, sino en la sociedad, en los
medios productivos, donde está la gente. Deben formarse pedagogos para la industria, para la
empresa, para los medios, para la comunidad” (Villada 2021) y qué mejor que empezar entonces
por los futuros comunicadores.

Las percepciones de los profesionales

Yamit Palacio Villa es comunicador social y magister en estudios políticos, actualmente dirige el
espacio radial La Hora del Regreso de W Radio Colombia, un hombre prudente y siempre
consciente de lo que dice. Él, con su voz contundente y sus palabras precisas, se encontró en medio
de un pueblo de la costa colombiana con un maestro que le dio el mejor premio de periodismo que,
dice, ha recibido en su vida.

“El señor se me acercó mientras grababa una presentación en cámara y me dijo: yo tengo que
agradecerle porque, un especial que usted hizo sobre el río Magdalena, me sirvió para explicarles
a mis estudiantes algo que quería explicar hace rato y no había sabido cómo, sobre el
funcionamiento del río. Me dijo que grabó toda la serie de emisiones sobre el tema y le había
servido como contenido audiovisual con sus estudiantes. Para mi ese es el mejor premio que
alguien me puede dar. Porque fue un contenido que pensé para informar, pero alguien consideró
que estaba bien hecho y le sirvió para formar”, contó Palacio en entrevista para el desarrollo de
esta investigación.

Y reflexionó sobre “¿cuántos de los contenidos que hoy aparecen en medios, le permiten a un
profesor usarlos para sus clases?” (Palacio, 2021) con lo que sentenció la importancia de la
interrelación entre la comunicación y la pedagogía.

En el recorrido de entrevistas abiertas con los profesionales de la comunicación, el común


denominador fue la crítica al olvidado rol de educar.

Cuatro de cuatro directores de medios recuerdan que en la universidad les enseñaron que “los
medios son para informar, entretener y educar” y todos confiesan que se dedican a las dos primeras
funciones y no tienen reflexión o conciencia permanente de la tercera.

Sus frases fueron:

1. “El papel fundamental del comunicador es la educación y también cómo formar, cómo
educar, pero es tal vez la función que menos trabajamos los comunicadores”.
2. “La intención del periodista o del medio de comunicación de educar, está en un segundo
plano. El deber ser es informar y entretener. No es educar relevante”.

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3. “No podemos, hoy, sabiendo que no tenemos personas preparadas y conscientes de su rol,
poner en manos de los periodistas la formación de la sociedad”.
4. “Las dinámicas de los medios de comunicación son las de informar, entretener y mantener
sus audiencias, pero no hay tiempo para reflexionar”.

Y ante esta realidad surgieron entonces conclusiones sobre la importancia de interrelacionar a la


comunicación con la educación más activamente.

“Valdría la pena construir puentes entre las facultades de comunicación y educación para ver cómo
logramos entender mejor las necesidades de ambos mundos. Eso requiere un diálogo y
conversación, que no existe. Los académicos son muy severos con las críticas a los medios y los
periodistas y yo les pregunto: ¿y es que acaso los periodistas fueron paridos por la tierra? ¿Acaso
no pasaron por la universidad? ¿No les cabe responsabilidad sobre lo que formaron allí?” (Palacio,
2021).

Y el doctor en neurociencias, Diego Villada enlaza esa falta de acción social de los periodistas en
campo con la falta de contenidos en las universidades cuando explica que, “la crítica que tengo al
modelo educativo que tenemos en Colombia es que así le haya pasado el constructivismo, las
pedagogías críticas y activas, no cambió, sigue siendo igual. Este es un modelo esquizoide, porque
dice una cosa y hace otra muy distinta” (2021).

También así lo analizan los docentes cuando se habla de comunicación asertiva desde el punto de
vista de la pedagogía. “Todo pedagogo debe ser un comunicador asertivo. Todos deben tener la
capacidad de resistir, aguantar, protagonizar y equilibrar las fuerzas que se dan permanentemente
en la relación pedagógica. Debemos estar preparados para recibir lo que nos dicen y actuar en
consecuencia” (Villada, 2021).

Sin embargo, según el análisis del experto, “los docentes ponen un velo que se llama autoridad, e
incluso ponen una muralla de autoritarismo. Allí ya no hay comunicación”.

Es por ello que concluyen la relevancia de la interrelación de las dos ramas, a través de posiciones
como:

1. “Enseñamos cosas que hicieron otros, que pensaron otros y dijeron otros y nosotros como
docentes no hemos hecho nada, ahí empezamos a fallar, porque tenemos que conocernos
primero para poder enseñar. Ese es el primer acto de comunicación”.
2. “Todos los procesos formativos son un lenguaje de poder. La comunicación es la
herramienta de poder más grande del ser humano. Es gracias al lenguaje que nos
desarrollamos como especie. La pedagogía y el lenguaje están muy vinculados”.
3. “Los lineamientos curriculares de todas las áreas están desde 1991. Hay estándares,
indicadores de desempeño, derechos básicos de aprendizaje. Todas esas cosas están
escritas, pero no las hemos sabido aplicar, porque no está en nosotros, los individuos no
han hecho procesos de formación en esto. Aunque existan mil recetas, si no tenemos la
capacidad de entender qué hay detrás de la incapacidad de la comunicación, no podremos
mejorar”.
4. “Para ser buen docente es necesario ser buen comunicador. Ambas profesiones son una
fuente increíble de poder y aprendizaje y si las entendemos como la mejor forma de
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desarrollar nuestras capacidades es fundamental su co-existencia. Pero es necesario que
interrelacionarlo sea una decisión consciente y no impuesta”.

Gallardo y Gallego plantearon los dos fines básicos del lenguaje que son: el primero es ser un
medio de comunicación y el segundo es servir de instrumento cognitivo, teniendo estos dos una
relación estrecha con el pensamiento (1995),

Conclusiones

No cabe duda de la inseparable relación entre la comunicación y la pedagogía, y tras obtener los
resultados esperados en esta investigación, quedó ratificado que, aunque los profesionales y los
estudiantes ven esa estrecha relación, no necesariamente la practican y, de hecho, ven como ‘un
problema del otro’ la falta de aplicabilidad.

Por eso la conclusión más importante radica en que nos falta apropiarnos de la solución al problema
de una ciudadanía poco crítica y transformadora, cuando nos ponemos los zapatos de periodistas o
pedagogos, ambos agentes sociales llamados a la transformación.

La educación como sistema no ha cambiado, ha sido permeada vagamente por propuestas


pedagógicas alterativas a la instrucción con la que nació el sentido educativo en Colombia, pero el
modelo sigue siendo el mismo, como lo advierte el académico Diego Villada. Una reflexión con la
que concuerdo tajantemente luego de analizar que los cambios en las formas de comunicar de los
pedagogos o de formar de los comunicadores, dependen de las voluntades personales de los
profesionales y no de unas conciencias expandidas incentivadas por la institución académica.

La pedagogía como base de la comunicación y la comunicación como fundamento de la pedagogía


son, más allá de una interrelación, una necesidad para conseguir transformación verdadera de la
sociedad.

Así que la siguiente conclusión es la necesidad de hacer un análisis minucioso, desde los comités
curriculares, de los planes de estudio de las carreras afines a la comunicación y a la pedagogía.

Ambos campos son trasversales y requieren que sus contenidos sean explícitos y permanentes en
el proceso formativo. No se puede dejar al aprendizaje implícito algo tan relevante para el efectivo
ejercicio profesional de pedagogos y periodistas.

Tampoco se debe dejar en los anaqueles curriculares, en la figura de electiva, la comunicación para
un pedagogo y la pedagogía para un periodista.

Los programas académicos en las universidades de la región tienen alternativas importantes para
garantizar la formación pre gradual de los docentes y los periodistas, entregando herramientas para
el ejercicio de estas profesiones con un amplio sentido de la responsabilidad social, según los
evidencian los currículos, que tienen en su quehacer estas ramas de las ciencias sociales, sin
embargo si se evidencia la falta de una enseñanza contundente de la comunicación asertiva para el
caso de los docentes y de la pedagogía para el caso de los periodistas, lo que podría significar una
limitación al momento de hacer efectivas esas herramientas de responsabilidad social.

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Referencias
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