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FUNDAMENTOS

DEL TRABAJO
SOCIAL

JASMINE CARREÑO ARANCIBIA


INTRODUCCION

La intervención social es un concepto fundamental en el trabajo de los profesionales que


buscan mejorar la calidad de vida de las personas y comunidades más vulnerables

El texto de Saavedra, J. 2015, titulado "Intervención Social", se centra en el análisis de la


intervención social como una herramienta para abordar problemáticas sociales y promover
el cambio en la sociedad. El autor destaca la importancia de comprender la intervención
social como un proceso complejo que implica la participación activa de diferentes actores
sociales, como profesionales, organizaciones y comunidades. Se resalta la necesidad de
adoptar un enfoque multidimensional en la intervención social, considerando aspectos
como la justicia social, la equidad y la promoción de los derechos humanos.

Haciendo hincapié en la importancia de la reflexión crítica y la evaluación constante en la


intervención social, con el fin de mejorar las prácticas y garantizar resultados efectivos

Por cuanto desde la mirada del texto “Intervención Social”, se presentará un análisis, para
una realidad social que afecta hoy en día “la violencia de género”.

Según Saavedra (2015), la intervención social implica una acción planificada y sistemática
que busca transformar la realidad social a través del fortalecimiento de las capacidades
individuales y colectivas.
La violencia de género es un problema grave que afecta a muchas personas en todo el
mundo. Se refiere a cualquier acto de violencia o abuso que se dirige específicamente hacia
una persona debido a su género. Esta forma de violencia puede manifestarse de diferentes
maneras, como el abuso físico, emocional, sexual o económico.

Es importante destacar que la violencia de género no se limita únicamente a las mujeres,


aunque son las principales víctimas. Los hombres también pueden ser víctimas de violencia
de género, aunque en menor medida. Además, la violencia de género puede afectar a
personas de cualquier edad, raza, religión o estatus socioeconómico.

La violencia de género tiene graves consecuencias para las víctimas, tanto a nivel físico
como psicológico. Puede causar lesiones graves, trauma emocional, depresión, ansiedad
y en algunos casos, incluso la muerte. Además, la violencia de género también tiene un
impacto negativo en la sociedad en su conjunto, ya que perpetúa la desigualdad de género
y socava los derechos humanos.

Es fundamental abordar la violencia de género de manera integral, a través de la educación,


la concienciación y la implementación de leyes y políticas que protejan a las víctimas y
sancionen a los agresores. También es importante fomentar la igualdad de género y
promover relaciones saludables y respetuosas entre hombres y mujeres.

En mi opinión, un ejemplo concreto de la necesidad de intervención social es el problema


de la violencia de Genero. En muchos países, incluido el mío, este tipo de violencia sigue
siendo un grave problema que afecta a miles de mujeres. Desde una perspectiva
individualista, se podría argumentar que las víctimas deben buscar ayuda por su cuenta y
tomar medidas para protegerse. Sin embargo, esta perspectiva no tiene en cuenta las
complejas dinámicas familiares y sociales que contribuyen a la violencia.

La pregunta planteada es muy interesante, ya que nos lleva a reflexionar sobre el concepto
de intervención social y su importancia en la realidad social. Según Saavedra (2015), donde
existen cuatro argumentos que nos permiten entender mejor este concepto: la intervención
como acción transformadora, como práctica profesional, como proceso de cambio y como
respuesta a necesidades sociales.
Desde la perspectiva de la intervención social, es importante entender que la violencia de
género no es un problema individual, sino una cuestión estructural que afecta a toda la
sociedad. Por lo tanto, las intervenciones deben ser integrales y abordar no solo los
síntomas del problema, sino también sus causas subyacentes.

Desde la perspectiva de la intervención como acción transformadora, podemos ver cómo


se han logrado cambios significativos en las políticas públicas y en las actitudes sociales
hacia este problema. Se han creado leyes específicas para proteger a las mujeres víctimas
de violencia, se han puesto en marcha campañas de sensibilización y educación para
prevenir la violencia machista, y se ha trabajado con los agresores para tratar de cambiar
sus comportamientos violentos. Por otro lado, desde la perspectiva de la intervención como
práctica profesional, podemos ver cómo se han desarrollado nuevas herramientas y
técnicas para abordar este problema. Los profesionales que trabajan en este ámbito utilizan
diferentes estrategias para atender a las víctimas y ofrecerles apoyo emocional y
psicológico, así como para trabajar con los agresores y ayudarles a modificar su conducta.

Un ejemplo de intervención social efectiva en el ámbito de la violencia de género es el


trabajo realizado por organizaciones como Amnistía Internacional o ONU Mujeres. Estas
organizaciones han desarrollado programas para sensibilizar a la sociedad sobre el
problema y para proporcionar apoyo a las víctimas. También han trabajado con gobiernos
y comunidades locales para desarrollar políticas y leyes que protejan a las mujeres contra
la violencia de género. podemos analizar la violencia de género desde una perspectiva
feminista. El feminismo sostiene que la violencia de género es una consecuencia directa
del patriarcado y la desigualdad de género en nuestra sociedad. Por lo tanto, las soluciones
deben centrarse en desmantelar estas estructuras opresivas.

Un ejemplo de intervención feminista en el ámbito de la violencia de género es el trabajo


realizado por grupos como Ni Una Menos o FEMEN. Estos grupos han llevado a cabo
manifestaciones y protestas para llamar la atención sobre el problema y exigir cambios
sociales significativos. También han trabajado para empoderar a las mujeres mediante la
educación y la formación en liderazgo.
En definitiva, el ejemplo de la violencia de género nos muestra claramente la importancia
de la intervención social como proceso de cambio y como respuesta a necesidades
sociales. Gracias a la intervención de profesionales y a la implicación de toda la sociedad,
se ha logrado avanzar en la lucha contra este grave problema y se ha conseguido mejorar
las condiciones de vida de muchas mujeres que sufren violencia en sus relaciones. Por
tanto, considero que es fundamental seguir trabajando en esta línea para seguir avanzando
hacia una sociedad más justa e igualitaria.

Desde una perspectiva más amplia, la intervención social puede abordar este problema
desde varias dimensiones. En primer lugar, se pueden implementar programas educativos
para prevenir la violencia intrafamiliar y promover relaciones saludables entre los miembros
de la familia. En segundo lugar, se pueden establecer servicios especializados para atender
a las víctimas y brindarles apoyo emocional y legal. Finalmente, se pueden desarrollar
políticas públicas que aborden las causas estructurales de la violencia, como la desigualdad
económica o el acceso limitado a servicios básicos .

En resumen, la violencia de género es un problema serio que afecta a personas de todos


los géneros y tiene graves consecuencias para las víctimas y la sociedad en su conjunto.
Es necesario tomar medidas para prevenir y combatir esta forma de violencia, promoviendo
la igualdad de género y protegiendo los derechos de todas las personas.
Conclusión

El texto de Saavedra ofrece una visión amplia y reflexiva sobre el concepto de intervención
social, destacando su importancia, su enfoque multidimensional, la participación activa de
los sujetos y la necesidad de una reflexión crítica. el concepto de intervención social es
crucial para abordar los problemas sociales más urgentes y complejos. A través del análisis
crítico de situaciones como la violencia de género, podemos comprender mejor cómo las
diferentes perspectivas influyen en nuestra comprensión de los problemas y las soluciones
posibles. Es importante recordar que la intervención social debe ser una acción colaborativa
y participativa que involucre a todas las partes interesadas en la búsqueda de soluciones
sostenibles y efectivas.

En conclusión, la violencia de género es un problema complejo que requiere soluciones


integrales y estructurales. Tanto desde la perspectiva de la intervención social como desde
una perspectiva feminista, podemos encontrar soluciones efectivas para erradicar este
problema y crear una sociedad más justa e igualitaria para todas las personas.

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