HABLA, OÍMOS

Rev. William Soto Santiago

07 de Noviembre de 1976
Puerto Rico
 HABLA, OÍMOS

Rev. William Soto Santiago ,

07 de Noviembre de 1976
Puerto Rico

...Oremos al Señor:
Padre, he aquí ante Tu presencia estamos, Te damos
gracias por Tus bendiciones ¡oh, Dios! Y te rogamos nos hables
Tu Palabra en esta mañana. Déjanos oír Tu Voz en esta mañana
y edifícanos a todos, ¡oh, Dios eterno! Te lo ruego en el Nombre
del Hijo de David, William Marrion Branham, Rey de reyes y
Señor de señores. Amén, amén.
Para la enseñanza de esta mañana vamos a tomar de la
Palabra de Dios, del verso15, lo que Dios le dice a Moisés [Éxodo
14:15]. “Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí?
Di a los hijos de Israel que marchen.”
Dí, habla. Di a los hijos de Israel que marchen.
En esta mañana, como hemos visto en estos días, Dios ha
estado moviéndose de una forma maravillosa; hemos visto que Dios
hacía algún tiempo atrás, el año pasado para el mes de junio, nos
había hablado acerca del mensaje titulado: “La Señal de
Bienvenida,” lo cual era la Estatua de la Libertad, la señal de
bienvenida en lo literal, para los americanos que venían de la
segunda guerra mundial, y regresaban a su patria. Y la señal de
bienvenida en medio del pueblo de Dios, para los escogidos de Dios,
¿es qué? Sabemos que es la señal del Hijo del Hombre levantada, la
manifestación del Hijo del Hombre en este tiempo final, la Venida
del Hijo del Hombre en Elías; eso lo vimos el año pasado en el mes
de junio, y en el mes de julio de este año, vimos lo de “La Campana
de la Libertad.” En aquel tiempo no lo habíamos visto, y ahora en
este tiempo, pues lo hemos visto porque Dios nos lo mostró, y por
eso fue que no había sido predicado en aquel tiempo.
O sea, que la otra parte de ese mensaje estaba un año más
adelante; la otra parte de ese mensaje estaba un año más adelante
cuando apareciera la otra parte, cuando apareciera la otra parte que
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representaba o que representa lo que es realmente esos tipos y
figuras de la nación americana.
Y fíjese, cuando apareció esa parte, esa segunda parte: “La
Campana de la Libertad,” pues aparece el sentido o el significado
de esa Campana de la Libertad, aparece en el tiempo donde nosotros
estamos predicando sobre Moisés y Elías, donde nosotros estamos
predicando sobre la Venida del Reino con Elías primero y con
Moisés después.
Así que, tenía que ser en ese tiempo cuando estuviéramos
tratando sobre el tema de la segunda parte de la Segunda Venida del
Señor, que es Moisés, y entonces fue que apareció esa parte de “La
Campana de la Libertad.”
Ahora, no hemos predicado todavía entonces tampoco sobre
la bandera de la nación americana, bueno ya ha empezado a venir
algunas cositas, no vamos a predicar en esta mañana, vamos a
dejarlo pendiente: en alguna ocasión predicaremos sobre la bandera
cuando el Señor nos de lo que falta. Quién sabe si ya para esta
semana para Sábana Seca esté listo, si está listo, no se sabe si en
algunos de los mensajes, de lo que se hable entre eso por algunos
minutitos, algunos quince o treinta minutos, toque sobre eso y se
siga adelante. Así que, veremos a ver que nos tiene el Señor para los
cultos en Sábana Seca en esta semana.
Así que, estamos a la expectativa de parte del Señor,
sabiendo que Él está obrando en medio de Sus escogidos.
Ahora, en esta mañana nuestro tema será: “HABLA.”
Y lo vemos ahí que en la Palabra, que hay ocasiones para
oír, pero hay ocasiones para hablar; y en esta mañana nuestro tema
está basado en la hora en que vivimos, y en la necesidad de parte de
Dios, y en la orden de parte de Dios con relación a lo que nosotros
tenemos que oír.
Ahora, vea usted que si estamos en el tiempo de oír la
Palabra de Dios, ¿también estamos en el tiempo de qué? De la
Palabra de Dios ser hablada.
Por lo tanto, entonces encontramos, que Dios le dijo a
Moisés: “¿Por qué clamas a Mí? Dí, habla a los hijos de Israel. Dí
a los hijos de Israel que marchen, y tú extiende tu mano, tu vara,
HABLA, OÍMOS 49
Bueno, si tantas cosas maravillosas están prometidas para
nosotros, entonces usted de seguro dice, lo mismo que Dios dice:
“Habla.” Así dice Dios en Su Palabra: “Habla.” Y así todo el pueblo
también dice: “Habla.” Entonces hay que hablar, ¿qué hay que
hablar? El mensaje del Evangelio del Reino, el mensaje de la tercera
dispensación, el mensaje de la Edad de la Piedra Angular.
El mensaje que tiene que ser hablado, y eso es lo que ha
estado siendo oído, y eso es lo que ha estado sucediendo, se ha
estado hablando, ¿cuándo se terminará de hablar lo último? Yo no
se, pero yo se una cosa, que se ha comenzado a hablar desde lo
primero y no saben por donde vamos, si vamos por la mitad o si ya
vamos casi terminando de hablar lo que hay que hablar, pero eso es
lo que ha estado sucediendo, se ha estado hablando, y se ha estado
escuchando lo que se ha estado hablando, lo han estado escuchando
los que tienen oídos para escuchar, para oír.
“Bienaventurados vuestros ojos porque ven y vuestros oídos
porque oyen, las cosas que están siendo habladas, y que están siendo
dichas, porque muchos del pasado desearon oír lo que está siendo
hablado, y ver lo que está siendo hecho y ni lo vieron, ni lo oyeron
ecepto algunos a través de visiones, o sueños.
Dios nos bendiga y Dios nos guarde en este tiempo y en esta
tarde.
“HABLA, OÍMOS.”
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Dios dijo: “Habla.” Alguien estará hablando ahí, cuando suba ahí
arriba usted verá quien será el que estará hablando ahí, pero lo que
estará hablando será la Palabra para la Edad de la Piedra Angular,
para la tercera dispensación.
Bueno, Dios nos bendiga en este día, no sabía que íbamos a
tomar un poquito de tiempo, yo pensaba que íbamos a acabar
rapidito, pero este es un tema de Adopción sabe, este es un tema de
la Edad de Adopción, por lo tanto siendo un tema de esa clase,
entonces usted tiene que ver algo muy importante las vestiduras son
cambiadas en la Edad de Adopción, las vestiduras de la Palabra son
cambiadas y entonces son puestas las vestiduras correspondientes
para poder ser hablado y Dios respaldar lo que es hablado, el
mensaje correspondiente para la tercera dispensación.
Entonces, vamos a dejarlo quietecito, podemos ver las
vestiduras del mensaje del Evangelio del Reino, podemos ver todas
esas cosas y al ver eso entonces, eso nos habla de algo que nosotros
ya hemos oído, y todos estamos siendo vestidos con las vestiduras
del Evangelio del Reino. Un cambio de vestiduras, del Evangelio de
la segunda dispensación, cambiadas las vestiduras al Evangelio de
la tercera dispensación, el Evangelio del Reino.
Por eso, esta Edad de la Piedra Angular está vestida con las
vestiduras de Adopción. Ahora, seguimos esperando que siga el
proceso de parte de Dios, y las demás cosas que falten por ser
hechas, que sean hechas también.
Y algún día también vamos a ser vestidos con una nueva
vestiduras que es un cuerpo nuevo, un cuerpo glorificado, que será
nuestro nuevo vestido, nuestro nuevo traje el cual tendremos puesto,
porque usted no es ese velo de carne, usted no es ese traje, usted no
es esa vestidura que usted tiene de carne, usted está vestido de carne,
pero usted no es esa vestidura, usted está dentro de esa vestidura,
pero un día esa vestidura le va a ser cambiada, y eso es arriba en la
Edad de Adopción, en la Edad de la Piedra Angular.
Para eso Dios nos ha subido ahí, y los que están ahí arriba
son los que van a ser transformados, a los que le van a ser cambiadas
las vestiduras que ellos tienen, de una vestidura terrenal a una
vestidura celestial.
HABLA, OÍMOS 5
extiende tu vara y divide el mar, divídela tú. Y dile a los hijos de
Israel que marchen hacia adelante.”
Fíjese, ¿qué es esto? Esto es nada menos que el ministerio
de parte de Dios operando a través de carne humana. Porque Dios
cuando llamó a Moisés allá, encontramos que el llamado que Dios
le hizo a Moisés... Fíjese Moisés sabía que él era el libertador, él
sabía eso a causa de que su mamá fue la que lo crió allá en Egipto,
aunque Egipto no sabía que Moisés era un hebreo; Egipto tampoco
sabía que aquella era la mamá de Moisés.
Ellos creían que le habían puesto una hebrea, le habían
puesto una criada hebrea a ese muchachito, a ese niño, y todos
creían que ese era el hijo de allá de Egipto, ellos creían que era un
hijo de la casa de faraón. O sea, ellos creían que era hijo de la
hermana de faraón, ellos creían que era de allá. ¿Ellos creían que era
qué? Ellos creían que era un gentil, ellos creían que era un gentil,
nadie sabía nada con relación a eso, sino la mamá de Moisés, su
papá, pues parece que no se cuenta mucho acerca del papá de
Moisés, no se sabe si murió antes de que Moisés estuviera grande.
Pero su mamá fue quién en realidad le crió allá en la casa de Egipto,
en la casa de faraón, y la mamá de Moisés le enseñaba la Palabra.
¿Ve?
Y la mamá de Moisés conforme a lo que ella sabía de la
Palabra, y conforme a las promesas que Dios le había dado al pueblo
de Israel. Ella le enseñó que él era el libertador que Dios había
prometido para libertar a Israel.
Quizás ella había pensado que si Dios lo metió a la casa de
faraón, pues la manera quizás de Dios libertar a Israel, ¿sería cómo?
Levantando a Moisés como faraón, como el próximo faraón, y
serían... automáticamente quedaban libres.
Quizás la mamá de Moisés, de seguro ella no tenía la
revelación completa, ella sabía que ese hijo era el libertador, pero
cómo Dios iba a llevar a cabo la liberación, eso era lo que no había
sido dado a conocer a nadie todavía. ¿Ve? Pero ellos sabían cual era
la promesa de la liberación del pueblo de Israel, porque esa fue la
promesa que Dios le dio a Abraham diciéndole: “Tu simiente será
cautiva, y serán esclavos allá en cautiverio en Egipto, pero eso será
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por cuatrocientos años, y después de los cuatrocientos años yo
regresaré, yo volveré y los libertaré con mano poderosa.” [Génesis
15:13]. Esa era la promesa de parte de Dios.
Por lo tanto, Dios es el único libertador, y Dios habría de
libertar al pueblo de Israel, lo habría de libertar del yugo egipcio.
Entonces encontramos, que... vea para Dios llevar a cabo algunos de
Sus atributos, Él es Salvador, Él es Sanador, Él es Libertador, Él es
Rey, Él es todas estas cosas. Pero Él para manifestar unos de esos
atributos, o algunos de esos atributos, Él necesita tomar carne
humana, para a través de carne humana Él manifestar esos atributos.
Vea usted que para Él manifestar el atributo de Salvador y
Sanador, ¿qué Él hizo? Él tomó carne humana y llevó a cabo el plan
de la redención. Y entonces aquel que estaba allí parado, Jesús de
Nazaret, ¿era quién? Era el Redentor, era el Salvador, era el
Sanador.
Entonces vemos que en la Cruz del Calvario, allí nos
redimió; pero sin carne humana no podía Él siendo Redentor, Él no
podía manifestarse como Redentor; porque sin derramamiento de
sangre no hay remisión. Por lo tanto para que hubiera
derramamiento de sangre, pues necesitaba carne, porque la carne es
que está la sangre.
Ahora, vea usted que para Él manifestar lo que Él es, Él
necesita siempre carne humana para Él manifestarlo, y así cumplir
toda promesa que él haya dado a Su pueblo. Él prometió a Abraham
que Su simiente sería cautiva, Él lo dijo y se cumplió; pero también
prometió que al finalizar el cautiverio Dios habría de libertarlos con
mano fuerte, con mano poderosa.
Y entonces, cuando llegó el tiempo, cuando llegó ese tiempo
encontramos que Dios descendió allá en el Monte de Sinaí, Él
descendió allá y dijo... Y le apareció en una luz a Moisés, le
apareció en luz, en forma de luz en una zarza ardiendo, en un árbol
en la cima de la montaña, y le habló a Moisés y le dijo: “Yo he oído
el clamor de mi pueblo y recuerdo la promesa de sus padres, o a sus
padres Abraham, Isaac y Jacob y Yo he venido.” [Éxodo 3: 9-15].
Ve usted que Dios cumple Su promesa cuando llega el tiempo de Su
cumplimiento.
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Dios, y que no es agradable a Dios.
Y entonces ustedes pueden evitar caer en las manos del
enemigo, ustedes pueden evitar pecar delante de Dios; si ustedes
creen con todo su corazón la Palabra de Dios, ustedes entonces no
harán contrario a la Palabra de Dios para esta hora, no harán
contrario al mensaje de Dios para esta hora sino que ustedes harán
conforme al plan de Dios para todos nosotros, y entonces estaremos
agradando a Dios en todo, cualquier cosa contraria al plan de Dios,
pues no es de Dios.
Por lo tanto, oímos la Palabra de Dios y no escucharemos lo
que no sea la Palabra de Dios, así que tenemos que tener siempre en
cuenta estas cosas, porque es la única manera en que podemos
vencer, y es tomando lo que Dios ha dado para este tiempo, porque
escrito está para este tiempo, y todo lo que está escrito para este
tiempo Dios lo vivifica.
Entonces tomamos lo que está escrito para este tiempo, y lo
que venga contrario a eso lo echamos a un lado, y seguimos todos
los buenos ejemplos, los malos ejemplos no los podemos seguir.
Por lo tanto, entonces usted y yo tenemos que seguir la
Palabra, y ser imitadores de aquellos que vencieron en los tiempos
pasados, porque se mantuvieron en la Palabra, no vaya usted a
imitar a los que fallaron y se salieron de la Palabra, porque usted
puede ver los resultados, las consecuencias que les vinieron a ellos.
Así que, si a ellos le vinieron esas consecuencias, si usted se
sale de la Palabra les vendrán las mismas consecuencias. Por tanto
nos quedamos con la Palabra, con la Palabra que es hablada. Por
tanto, habla el Señor, es nuestra petición. Habla oh Señor, en esta
Edad de la Piedra Angular. Habla oh Señor en esta tercera
dispensación, habla oh Dios de la manera que Tú has prometido
hablar que nosotros escucharemos, que nosotros haremos conforme
a lo que Tú nos hables en este tiempo.
“HABLA,” ese es el tema.
Sencillo, pero recuerde que es un tema principalmente para
la Edad de la Piedra Angular, que es la Edad de Adopción, y
cualquier persona que desee oír a Dios, suba a la Edad de la Piedra
Angular, porque ahí hay una comisión que fue dada por Dios, y
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tiene Vida eterna.
Entiende esa Palabra y la recibe, el que dice: “Bueno yo no
tengo que hacer tal cosa, yo no tengo que hacer tal cosa, yo hago lo
que me da la gana.” Seguro que puede hacer lo que le da la gana,
porque tiene libre albedrío, y eso muestra también la clase de
espíritu que está adentro de usted.
Por lo tanto nosotros deseamos hacer siempre conforme a la
voluntad de Dios, haciendo conforme a la voluntad de Dios, lo
tenemos a Él agradado con nosotros, no queremos agradar a
hombres, queremos agradar a Dios; porque Él es nuestro Padre
celestial.
Cuando ustedes hacen las cosas que le son predicadas, que
Dios nos da por Su Palabra, ustedes no están haciendo las cosas que
yo les digo, ustedes están haciendo las cosas que Dios nos ha dicho,
y yo lo que he hecho es hablar y decirle a ustedes las cosas que Dios
dice, y todos juntos hacer las cosas que Dios dice que debemos de
hacer.
“HABLA,” es el tema de esta mañana.
Y un tema como ese tiene que tener un subtema, y ese
subtema ¿es cuál? Ese subtema es el que nos toca a nosotros: Oigo
Señor, oír es la parte que nos corresponde, a eso hemos sido
comisionados a oír, para poner por obra lo que oímos de parte de
Dios, y la respuesta a un tema como este en esta mañana debe ser:
Oigo, ¿qué más hay para oír? Al nosotros decir: ¿qué más hay para
oír? ¿Sabe lo que estamos diciendo? ¿Qué más hay para oír?
“Habla, así le decían allá a Moisés, no hable Dios, habla tú a
nosotros, que Dios te hable a ti, y tú nos habla a nosotros.”
Eso fue lo que el pueblo le dijo a Moisés. Moisés: Habla,
habla lo que Dios tenga para nosotros, habla, nosotros oímos. Y eso
es lo correspondiente para este tiempo, hablar para oír y poner en
práctica, poner por obra todas las cosas que tenemos que poner por
obra.
Así que, cuando yo hablo estas cosas, no las hablo, porque
tengo coraje con algunos de ustedes, yo las hablo porque Dios me las
da para hablarlas, y hablándolas es como único ustedes pueden
oírlas, y al hablarlas entonces, ustedes saben que es agradable a
HABLA, OÍMOS 7
Ahora, vea usted que antes de llegar el tiempo de Dios
cumplir lo que Él ha prometido, Él no lo puede cumplir. No importa
quien se levante para tratar de que Dios cumpla lo que Él prometió,
no puede Dios cumplir lo que Él prometió.
Ahora, entienda bien que cuando Dios promete algo Él tiene
la forma en que Él ha de cumplir lo que Él prometió, y eso Él lo
tiene desde antes de la fundación del mundo ya determinado, y tiene
también todas las formas y lugar, (tiene lugar), lugar y personas o
persona a través de la cual Él cumplirá lo que Él ha prometido.
Por lo tanto, Dios lo escoge todo, nosotros no somos los que
escogemos las cosas que Dios va a cumplir, y como Dios las tiene
que hacer; eso no es selección nuestra, sino que es la selección de
Dios.
Por lo tanto, no es como pasa en la política, la gente tiene el
derecho, acá en lo natural, en la política de las naciones, tienen el
derecho de escoger quienes han de ser sus gobernadores, quienes han
de ser sus representantes, quienes han de ser sus alcaldes, quienes
han de ser las personas que le han de guiar en el asunto económico,
y en el asunto político.
Por lo tanto, entonces encontramos, que fíjese: así son las
cosas de los gobiernos acá humanos, digo en los sitios donde hay
democracia o un poco de democracia. En otros países no es así, en
los países comunistas no es de esa manera.
Entonces encontramos que en cuanto al Reino de Dios,
nosotros nunca nos ha sido dado el derecho de escoger a quienes
queremos que Dios use como profetas o como ministros en Su obra,
sino que Él es el que los escoge desde antes de la fundación del
mundo, y lo que Dios escoge es lo mejor para nosotros; porque
cuando Dios escoge una persona para un ministerio, Él lo equipa
con lo que esa persona necesita para poder desempeñar bien ese
ministerio. Si fuera escogido por la iglesia, entonces la iglesia
tendría que equiparlo para que pudiera servirle a la Iglesia. ¿Ve
usted?
Por eso es que las iglesias, las denominaciones, ellos escogen
sus ministros, por eso los tienen ellos que preparar lo tienen que
equipar, y los tienen que mandar a los seminarios para que le puedan
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servir a ella, a la iglesia, conforme a como ella quiere que se le sirva.
Pero cuando es Dios el que escoge Sus ministros para el tiempo en
que vivimos, Dios los equipa y los envía con lo que se necesita para
esa hora; los envía equipados con la Palabra de ese tiempo, no con
la Palabra de un tiempo pasado, sino con la Palabra de ese tiempo,
y entonces Dios les dice: “Y ahora, habla la Palabra.” Entonces Dios
respalda eso que es hablado, y Dios lleva a cabo la obra que tiene
que llevar en ese tiempo.
Encontramos a San Pablo en la primera edad, luego
encontramos a los demás mensajeros en las diferentes edades: Ireneo,
Martín, Colombo, Lutero, Wesley, y así por el estilo; encontramos
las diferentes edades, y los diferentes mensajes, y los diferentes
mensajeros, uno en cada edad con el mensaje de la Palabra de Dios
para esa edad, y Dios respaldando ese mensaje para esa edad, y Dios
haciendo aquello que Él prometió que habría de hacer en esa edad.
Por lo tanto, Dios no hace nada fuera del tiempo y de la edad
en que se está viviendo de acuerdo a Su plan. Por eso encontramos
que en las edades pasadas Dios no pudo traer la Palabra en Su
plenitud, ¿por qué? Porque no era el tiempo, el tiempo era en la
Edad de la Palabra; porque la Edad de la Palabra, es la edad donde
la Palabra está en su plenitud. Y entonces encontramos había que
esperar a ese tiempo.
Por lo tanto, encontramos que todos los mensajeros de las
edades pasadas, todos ellos tenían la Palabra, pero lo que tenían era
una porción de la Palabra, si hubieran tenido la plenitud de la
Palabra, ellos entonces hubieran producido un cuerpo de creyentes
perfectos, ellos hubieran producido un cuerpo de creyentes que no
tenía que ver muerte, sino que habrían de ser transformados sin ver
muerte. ¿Por qué? Porque ellos hubieran tenido lo que es perfecto
que es la Palabra, y con lo que es perfecto aplicado, predicado,
hablado, y cuando es recibido por alguien, lo que recibe es lo que es
perfecto, y eso que es perfecto lo perfecciona a Él.
Entonces, al perfeccionarlo hubieran llegado a la estatura de
un hombre perfecto, y hubieran sido transformados y trasladados sin
ver muerte. Pero ese tiempo no le tocó a ellos, nos ha tocado a
nosotros.
HABLA, OÍMOS 45
“Maquillándose sus uñas (ve lo que le estaba diciendo)
cuatro a un lado y cinco en la otra, (ese es un termino parece de
allá, un término kentuckiano) mostrándose su pelo para abajo,
dejando su cara... su boca abierta enfrente y cosas como esas,
unos de estos muchachos bonitos. Usted solo recuerde:
afeminado, algo anda mal con esa ave, mejor es que usted se
cuide de él.”
Ahora vea usted donde están, esas modas, esos recortes, esos
peinados hacia abajo, hacia la cara, todas esas cosas que hoy en día
han salido y todos esos Los Beattles, y todo eso del tiempo moderno
que ha sido propagado a través de películas, a través de televisión y
a través de todo eso, mire de donde sale, y mire donde el cuarto Elías
coloca a una persona que se deja arrastrar, y se deja engañar por esas
cosas del mundo.
La vida del individuo refleja la dimensión de la cual está
siendo inspirado, si usted está siendo inspirado de la sexta
dimensión, esa es la dimensión de la Palabra, usted hará conforme
a la Palabra, y usted es estimulado, y usted es inspirado y guiado a
hacer conforme ¿a qué? A la Palabra, que cuado hago así y muestro
la Biblia, y muestro todos estos panfletos, es que todo es la Palabra.
La Palabra que fue hablada y está escrita, más la Palabra
que falte de ser hablada y sea escrita. Creo que entendieron ¿verdad?
Sino da tiempo a escribirla, pero por lo menos ser hablada.
Bueno, todas estas cosas, y de todas estas cosas que usted ve
que la Palabra de Dios condena, usted tiene que cuidarse, porque si
Dios las condena es porque no son de Dios, sino que son de la quinta
dimensión, son inspiración del diablo, ni usted y yo queremos vernos
haciendo las cosas que son de la quinta dimensión, no queremos
estar metidos en obras de la quinta dimensión, queremos estar
viviendo de acuerdo a la Palabra de Dios.
Ahora, vean ustedes que la Palabra de Dios viene y nos
habla desde todos los ángulos, vemos que la Palabra de Dios nos
enseña todas las cosas que Dios desea que nosotros sepamos, y la
comisión de nosotros es: Oír la Palabra, y hay una comisión también
y es la de hablar la Palabra, por lo tanto alguien tiene que hablarla,
para que otros tengan que oírla, y el que oye la Palabra es el que
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la voluntad de Dios, y nos dice lo que no está de acuerdo a la
voluntad de Dios, y cuando usted ve a través de la Palabra que algo
no está de acuerdo a la voluntad de Dios, y usted lo ve que está en
usted, usted se da cuenta enseguida y dice: “Esto sí que yo no lo voy
a permitir, porque esto no es de Dios, esto no lo permitiré yo en mi
vida, y esto hay que pararlo. Por poco me engaña en este lado el
diablo, pero esto lo voy a arreglar yo. Y perdóname oh Dios por
haberme descuidado en esto, quiero tener esto arregladito.”
Les iba a leer aquí, la página 20 dice, párrafo 90 del mensaje
titulado: “La Simiente de la Serpiente.” Así que, ahí vamos a ver
algunas cositas, dice:
“Este hombre, cuando él fue creado, Dios separó su
espíritu y Él sacó de su costado un pedazo del hombre, y de él
hizo una mujer. Entonces, Él tomó el espíritu femenino, delicado
del hombre.”
Tomó al espíritu femenino del hombre, el espíritu femenino,
la parte delicada del espíritu. Por eso fíjese: usted puede ver que un
hombre o una mujer, un hombre puede tener cuerpo de hombre, pero
en su espíritu ser, tener espíritu de mujer, ser un cuerpo de hombre,
pero delicado que usted dice: “Bueno, es un hombre, con la
delicadeza de una mujer.”
Y también puede ver mujeres, un cuerpo de mujer con las
rudezas de un hombre, ¿son qué? Una perversión, son personas que
están pervertidas en su espíritu y esa perversión, entonces lo que está
por dentro, tiene que manifestarse por fuera y entonces comienzan
a actuar de acuerdo a lo que hay por dentro; porque lo de adentro se
expresa a través de la parte visible, a través del cuerpo humano, o
sea, la forma de vida del hombre expresa la clase de espíritu que
tiene por dentro. Vamos a seguir aquí, dice:
“Él tomó el espíritu delicado, femenino del hombre he hizo
una mujer de ello. Y Él hizo al hombre masculino, fornido, cuando
usted ve un hombre pequeño, usted sabe maquillándose, o como
usted lo llame, maquillándose sus uñas.”
Maquillándose sus uñas se llaman manicura o algo así.
Bueno, eso esta... hay salones de belleza y barbería, y sitios así para
esas cosas, dice:
HABLA, OÍMOS 9
Ahora, ¿qué necesitamos nosotros para ser transformados y
trasladados de esta dimensión a la dimensión de Dios, y entonces
estar allá y dejar esta? Lo que necesitamos es la Palabra, para esta
Edad de la Palabra; lo que necesitamos es oír la Palabra, de esta
Edad de la Palabra, y esa Palabra de esta Edad de la Palabra, es una
Palabra perfecta, porque estamos en una Edad perfecta, y estamos
en una Edad que es la Edad de la plenitud de Cristo, es la Edad de
la plenitud de la Palabra. Por lo tanto, lo que necesitamos es oír la
Palabra plena, la plenitud de la Palabra, la plenitud de la revelación,
y si necesitamos oírla, entonces Dios tiene que decir a alguien:
“Habla.”
Entonces, si puede haber o podemos oír la Voz de Dios
hablada, entonces Dios es que con mano poderosa efectúa o lleva a
cabo el plan que Él tiene predestinado para nosotros.
Entonces, fíjese que a Moisés Dios le dijo en aquel tiempo:
“¿Por qué clamas a Mí? ¿Por qué clamas a Mí? Habla.” Esa fue la
orden de parte de Dios: “Habla y extiende tu vara, y abre tu mismo
el mar, y dile al pueblo de Israel que marche por el mar en seco.”
¿Ve usted?
Entonces, vea la hora en que se estaba viviendo allá, y vea
la hora de este tiempo, ¿por que no está prometido qué? Nos está
prometido en la Venida del Reino, nos está prometido primero el
Señor viniendo. Fíjese la Venida del Señor, la Segunda Venida del
Señor tiene dos partes muy importante, tiene dos partes muy
importantes y es la misma Venida del Señor.
Por eso el hermano Branham decía, que nadie sabía cuando
la Venida del Señor ¿sería qué? Completada. Hablaba de la Venida
del Señor como allí presente, y después hablaba de la Venida del
Señor en el futuro, y decía: “Nadie sabe cuando la Venida del Señor
¿será qué? Completada.” ¿Por qué completada? Porque ya en Elías
tenía una parte.
Estando Elías allí presente, pues estaba la Venida del Señor
allí presente en Elías, la primer parte; y la segunda parte, pues nadie
sabía cuando ocurriría; porque la segunda parte es como es la primer
parte. Si la primer parte era Elías, pues la segunda parte sería en
Moisés, porque así es que apareció la Venida del Reino allá en el
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Monte de la Transfiguración.
En el Monte de la transfiguración ¿apareció allí qué?
Apareció el orden de la Segunda Venida del Señor, y cuando
apareció allí el orden de la Segunda Venida del Señor, encontramos
que allí ¿estaban quiénes? Allí estaban Elías y Moisés. Esto aquí
está, esto no es cosa que nosotros queramos pensar que... o queramos
imaginándolas; porque las imaginaciones Dios nunca las respalda,
y las imaginaciones solamente ¿llevan a las personas a qué? A la
confusión, llevan a las personas a la ignorancia, lleva a las personas
a la locura; locura espiritual es más triste que locura literal.
Ahora, recuerde que Laodicea por estar con tantas
imaginaciones, imaginándose que la Palabra de Dios quiere decir tal
cosa y tal cosa, ¿cómo Dios dice que está? Está pobre, ciega,
miserable y desnuda, y no lo saben. ¿Y eso es qué? Loca,
espiritualmente loca, y no sabe que está loca; y está desnuda, no esta
cubierta con la vestidura de la Palabra, con el traje de novia no está
cubierta, por lo tanto, está desnuda. Así que, está loca y no lo sabe.
Nosotros no queremos nunca conjeturar, nosotros no
queremos poner nuestra propia opinión, nosotros tampoco queremos
imaginarnos las cosas, sino que nosotros queremos vivir la realidad
para esta hora; nosotros queremos estar viviendo la realidad del día
presente. La realidad del día presente, es la realidad de la Venida del
Señor, la Segunda Venida del Señor, es la realidad de la Venida del
Reino.
Por lo tanto en la página 59 [“Las Edades”], ahí
encontramos entonces donde nos habla de la realidad de la Segunda
Venida del Señor en Su Reino, ahí entonces vemos en realidad como
será la realidad de la Segunda Venida del Señor; para que nadie
tenga que estarse imaginando que el Señor vendrá en tal o cual
forma, aquí nos dice como ha de venir el Señor en Su Reino en el
tiempo final. Dice: “...hay algunos de los que están aquí, que no
gustaran la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre
viniendo en su reino.”
Ahora, entienda usted, ¿cuál es el Reino de Dios? El Reino
de Dios encontramos que es Su Iglesia. Entonces porque ella es la
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todas esas cosas que fueron traídas a través de ellos.
Ahora, vean usted que también esos: Los Beattles, esa clase
de recorte, también era que ellos usaban, y todo eso a seguido
moviéndose y moviéndose, y el diablo lo ha ido tratando de
perfeccionar, perfeccionar para él, delante de Dios desperfeccionarlo
cada día más, pervertir la cosa cada día más, hasta que lo ha
popularizado tanto que ahora, pues actualmente hay diferentes
modas de peinado, de tal manera que usted encuentra un espíritu, el
mismo espíritu que estaba en aquellos de aquel tiempo moviéndose
y tomando posesión de la cosa completa, y las gentes entrando a ese
ambiente.
Fíjese: en el tiempo allá de Los Beattles, o en mucho tiempo
atrás, cualquier hombre que se diera un recorte y un peinado de esos
peinados modernos que se dan hoy en día, que se dejan el pelo por
acá largo y usted sabe como se peinan y todo eso; en un tiempo
atrás, diez o veinte años atrás ver un hombre así, ya la cosa pues...
las gentes decían: “Bueno, ahí hay algo mal, algo anda mal con
Fulano de tal; los cables como que se le están cambiando,” (eran
unos de los términos que se usaban en aquel tiempo).
Así que tiene un *boin ya, y usted sabe que en aquellos
tiempos cualquier persona pues que se viera de esa manera, pues ya
usted sabe que eso estaba fuera de lugar, ¿por qué? Porque todavía
el enemigo, la quinta dimensión no había tomado por completo a el
mundo en ese aspecto, y veían cualquier hombre con sus uñas
pintadas transparentes...
Pero hoy en día, hoy en día los artistas hacen todo eso, y
muchas gentes del mundo ya se ha dejado llevar por la corriente, y
hasta también ellos lo hacen, y todas esas cosas se van viendo de tal
manera que usted se da cuenta que es la quinta dimensión que se a
estado haciendo carne, la quinta dimensión a estado moviéndose
sobre la Tierra, y se ha estado apoderando de toda la situación.
Y la quinta dimensión también tratará de tomar a los hijos
de Dios si no se cuidan; por eso es que, tenemos que examinarlo
todo y retener lo bueno nada más, por eso tenemos que examinarlo
todo a la luz ¿de qué? De la Palabra de Dios, que es la que nos dice
lo que es bueno y lo que es malo, nos dice lo que está de acuerdo a
42 Rev. William Soto Santiago
no se corten el pelo, porque Dios le ha dado el cabello a ellas, y el
cabello es el velo que Dios le ha dado a ellas.
Pero también habla, habla de los hombres, y habla con
relación al cabello de los hombres, y yo les voy a leer por aquí, no
les voy a leer mucho, pero le voy a leer también lo que dice para los
hombres; porque algunas veces las hermanas piensan, y algunas
hasta dicen: “Bueno es que todo es para las hermanas, que si no se
corten el cabello, que si no usen ropa corta, que si no usen
pantalones.” Bueno también para los hombres dice: que use
pantalones pero que no los use cortos, y también, pero que los use
largos, pero de hombre.
También vamos a ver lo que dice del cabello de los hombres,
así que en la Palabra de Dios no se queda nadie fuera, habla para
todos los hijos de Dios; es más aún habla para los hijos de diablo,
pero ya usted sabe como habla para ellos, déjeme ver si puedo
conseguir esto rapidito, usted sabe que en este siglo veinte, el diablo
ha tirado a través de muchos instrumentos, diferentes modas para
mujeres, y diferentes modas para hombres, diferentes modas de
ropas, diferentes modas también de peinados para el cabello para
mujeres, y aún para hombres.
Y ahora lo que el diablo tiró para las mujeres que se llamaba
un *boin, sabe ese recorte que hacían algunos quince o veinte años
que cuando las mujeres se iban a recortar el pelo cortitito decían que
se iban a dar un *boin.
Bueno pues ahora, eso mismo el diablo lo a pasado para que
también los hombres lo usen, y si usted lleva esos recortes modernos
que últimamente el diablo ha ido sacando, los vino sacando a través
de esto de Los Beattles y de también de Beattles estos músicos que
salieron con esa música infernal, ¿sabe lo que dice el hermano
Branham de ellos? “Que ellos salieron del infierno.”
Bueno, ya ustedes saben de dónde son, salieron en este
tiempo para pervertir, y para traer una enseñanza falsa, para buscar
seguidores que siguieran esa enseñanza falsa, después de Elvis
Presley, por ahí salieron ellos, y siguió la cosa degradándose,
bajando y bajando, hasta llegar por completo a la quinta dimensión,
hasta meter a la gente, a la humanidad a la quinta dimensión con
HABLA, OÍMOS 11
Palabra, que ella es el Reino de Dios, ¿y encontramos que el Trono
de ese Reino es qué? La parte de arriba.
Encontramos que el Trono entonces es en la parte de arriba,
la Edad de la Piedra Angular, ¿adónde ha de venir el Señor en Su
Segunda Venida? ¿Adónde ha de venir el Hijo del Hombre? Él
vendrá en Su Reino, Él no va a venir para el reino político
comunista, o el reino político de las demás naciones; Él no ha de
venir para ningún reino político, sino que Él ha de venir a Su Reino
que es Su Iglesia verdadera, la cual comenzó allá en las edades
pasadas.
Pero recuerde que cuando Él viene a Su Reino, ¿adónde Él
viene? Él viene al Trono, porque ese es el lugar de Él. Él viene sobre
la cima del monte.
Ahora, encontramos entonces que Él tiene que venir a Su
Reino, y Él viene a la parte de arriba del Reino, y ahí en la parte de
arriba del Reino es que es establecido el Trono de Él, ahí es
establecida la Silla de Él, ahí Él se sienta para gobernar, para reinar,
y con barra de hierro Él gobierna, Él reina; y entonces vemos que
cuando eso se cumple, vemos la presencia del Señor manifiesta,
¿cómo? A través de carne humana.
Vamos a ver como Él va a aparecer, fíjese: cuando Él vino
la Primera Vez, ¿vino cómo? A través de carne humana, Él vino a
través de carne humana, entonces vemos que le rechazaron, los
judíos le rechazaron, y entonces pasó a los gentiles y nosotros los
gentiles le recibimos.
Ahora, vamos a ver como Él ha de venir en Su Segunda
Venida; y vea que cuando Él vino en la Primera los judíos le
rechazaron, y los gentiles después le recibieron, y el Evangelio
pasó a los gentiles.
Vea que entonces, que así como pasó con los judíos
que le rechazaron cuando vino la primera vez, así pasará con
los gentiles como nación, con los gentiles pasará así, y los
gentiles le han de rechazar cuando Él venga por Segunda Vez;
porque cuando Él venga por Segunda Vez, ¿Él vendrá cómo? Él
vendrá a través de carne humana, o en carne humana. Cuando Él
vino allá, ¿Él era qué? Él era Jesús de Nazaret.
12 Rev. William Soto Santiago
Ahora, vamos a ver cuando Él venga acá como se llamará
acá, allá se llamó Jesús. ¿Ve? Ahora, dice:
“Y los tres apóstoles vieron eso: el orden de Su Segunda
Venida.”
Fíjese: el orden de Su Segunda Venida, ellos lo vieron allá,
o sea, que ellos allá vieron de antemano como el Señor habría de
venir acá en el fin de los tiempos. ¿Cómo Él habría de venir adónde?
A Su Reino, ¿y monte representa siempre qué? Reino.
Entonces el Reino de Dios está representado en un monte;
encontramos que por esa causa el Señor tuvo que subir a un monte
alto a la parte de arriba del monte, para allí, Él en tipos y figuras, en
visión, ¿Él dejarle ver a Sus tres discípulos qué? Dejarle ver allí en
visión, la Segunda Venida del Señor, dejarle ver allí en visión como
Él habría de venir en el fin de los tiempos, como Él habría de venir
a Su Reino.
Ahora, recuerde que el monte allí, el Monte de los Olivos,
¿allí representa qué? El Monte de Sión. Eentonces nosotros estamos
tipificados por árboles también; así que, un monte de árboles, y esos
árboles somos nosotros.
Entonces, usted encontrará que la parte de arriba, cuando
terminaron de subir, ¿y usted verá qué? El Señor a través de las
edades subiendo, subiendo, subiendo, va subiendo, ¿hasta que se
llega adónde? A la parte de arriba del Monte de Sión, que es la
Iglesia del Señor, y allá la parte de arriba, ¿entonces es que aparece
qué? Que aparece allí el Señor con Moisés y Elías, uno a cada lado,
ese es el orden de la Segunda Venida del Señor.
El Señor no aparecería con Moisés y Elías en ninguna de las
edades de la Iglesia. O sea, que Moisés y Elías con el Señor no
aparecerían en ninguna de las edades de la Iglesia, sino arriba, en la
parte de arriba, al terminar las edades de la Iglesia.
Ahora, fíjese bien, el Señor en las edades de la Iglesia, estaba
con Pablo, estaba con Ireneo, con Martín, con Colombo, con Lutero,
con Wesley, así por el estilo, pero no estaba en las edades de la
Iglesia, no estaba con Moisés y Elías, hasta llegar a lo último;
cuando se llega a lo último, ¿entonces es que aparece qué? Elías y
Moisés, y el Señor con Elías y Moisés. O sea, que la edad más cerca
HABLA, OÍMOS 41
Y cuando las glándulas masculinas y femeninas se juntan
que sea donde sea, usted potencialmente ha cometido adulterio.
Y usted no debe dejar que un muchacho la bese, hasta que el velo
sea levantado de su rostro, y usted sea su esposa. ¡No haga eso!
Es cometiendo adulterio, es mezclando las glándulas masculinas
y femeninas.”
Bueno, la Voz de Dios nos dice: que no se haga eso, la voz
del diablo a través de canciones, a través de un sinnúmero de cosas
les dice que lo hagan, y usted haga, le recomiendo: lo que Dios dice
que haga, no haga contrario a la Voz de Dios. Si alguno a hecho
algo como eso, arrepiéntase para que la cosa quede arreglada delante
de Dios, y no lo vuelva hacer, si nunca lo ha hecho, déle gracias a
Dios y nunca deje que alguien lo haga con usted, o usted con
alguien.
Así que, nunca esté de acuerdo en una cosa como esa;
porque es contrario a la Palabra de Dios, todas estas cositas son
cosas sencillas que uno ve, que el mundo hace como si eso fuera
parte de la vida diaria de ellos, pero eso lo hacen ellos, porque ellos
son incrédulos y esos son frutos ¿de qué? De la incredulidad, son
frutos del pecado, porque el único pecado que hay, es la
incredulidad, y usted si hace esas cosas está teniendo un fruto ¿de
qué? De incrédulo.
También encontramos en... fíjese aún en las modas, en las
modas para los hombres y para las mujeres, para los hombres fíjese:
hay hasta esto del pantaloncitos cortos, y aún vienen hasta
pantalones tan ceñidos al cuerpo, que no son aptos para hombres.
Entonces, encontramos que el diablo les hace creer a muchos
que eso está bien, pero la Palabra de Dios dice que no, y la Palabra
de Dios ya usted sabe como califica todo eso, aunque para cualquier
persona no sea visto de esa manera, la Palabra de Dios califica eso
¿cómo qué? Como que cualquier persona que haga esas cosas tiene
un espíritu afeminado en él.
Al igual manera habla del pelo ¿quieren ustedes ver lo que
dice el cuarto Elías, lo que dice Dios por Su Palabra con relación al
cabello? Déjeme ver si lo veo, o sea, que Dios no habla solamente
para las hermanas, habla del recorte del pelo de las hermanas, que
40 Rev. William Soto Santiago
Dios vaya a caerle encima; porque el pecado lo que merita es juicio,
y para arrepentirse Dios le da el tiempo a la persona.
Ahora, vean ustedes, cuando las personas pecan
voluntariamente, es que desean hacerlo; hay personas que algunas
veces caen en algún error, sin querer caer en un error, eso es una
cosa muy diferente, que aún cometiendo algún error, ellos están
¿cómo? Arrepentidos de estar pasando por un momento así, y ellos
no encuentran ni fuerzas para resistir, y claman a Dios, que Dios lo
ayude y saben que están desagradando a Dios, y se arrepienten, están
arrepentidos de estar pasando por eso, y arreglan todito rapidito;
porque la Escritura dice: “Que no se ponga el sol.” [Efesios 4:26].
Pero el que lo hace por el gusto, por placer, porque quiere
hacerlo y hasta lo planifica y quiere pecar, entonces después tienen
problema, ¿sabe cuál es el problema después? Que no tiene
arrepentimiento, él no, no tiene arrepentimiento dentro de él, no
siente arrepentimiento por lo que ha hecho, es más continúa
haciéndolo, porque no tiene ningún remordimiento, ¿por qué?
Porque él cerró la puerta, porque él más bien acalló su conciencia,
y ya ni su conciencia le dice que lo está haciendo mal, lo encuentra
todo bien y buscará sus excusas por allá, y le echará la culpa a
cualquier otro de las cosas por las cuales estará pasando.
Pero delante de Dios, delante de Dios la cosa es diferente, la
cosa es pecado, la cosa es adulterio, es fruto ¿de qué? De pecado, es
fruto ¿de qué? Todo eso es fruto de la incredulidad, porque si
hubiera creído no se dedicaría a una vida de esa clase. Dice el cuarto
Elías, página11, párrafo55, del mensaje titulado: “Persona Rara.”
Dice:
“Fui a cierto lugar la otra noche para conseguir algo
para comer, y los pequeños niños y niñas allá arriba abrazándose
y besándose, como no se qué. Y sabe usted mi pequeña hermana,
que eso es potencialmente adulterio, cuando un hombre la besa,
él potencialmente está cometiendo adulterio como usted, usted
nunca debe dejar que él la bese hasta que estén casados; porque
las glándulas masculinas y femeninas están en los labios,
¿entiende?
HABLA, OÍMOS 13
a la aparición de Elías y Moisés, y la edad que puede ver la
aparición de Elías y Moisés, y la edad que puede ver, o sea, la edad
que está para ver eso, es la séptima edad; ahí al final de la séptima
edad, entonces manifiestamente, ¿es dado a conocer públicamente
qué? La Segunda Venida del Señor, con Elías y Moisés.
Ahora: “Y los tres apóstoles vieron eso: el orden de Su
Segunda Venida. Ellos lo vieron transfigurado allí en el monte
(transfigurado en el monte). Su vestido era resplandecientemente
blanco, y Su rostro brillaba como el sol en su cenit. Y cuando El
apareció, allí estaban Moisés y Elías.
Y cuando Él apareció (¿ve?), allí estaban Moisés y Elías
(cuando Él aparezca en Su Segunda Venida, ¿qué va a pasar? Allí
estará Moisés y Elías), uno a cada lado. Así es exactamente como
Él vendrá (así es como Él viene otra vez, ¿cómo? Con Moisés y
Elías uno a cada lado).
“...En verdad (¿pero cuál de ellos vendrá primero?), Elías
vendrá primero y convertirá los corazones de los hijos (Novia) a
la Doctrina Apostólica de la Palabra de los padres.”
Ahora, fíjese decía, acá arriba decía:
“Y cuando Él apareció allí estaban Moisés y Elías.”
Aparentemente, como que Moisés aparecería primero,
¿verdad? Pero cuando entonces... Podríamos hacer la pregunta:
“Bueno, ¿y quién aparece primero? ¿O aparecen los dos a la vez?”
Dice: “No, en verdad Elías vendrá primero.” ¿Ve?
¿Eso es lo que dice dónde? Eso es lo que dice allá en
Malaquías; en Malaquías era lo que estábamos hablando en estos
días, eso es lo mismo que dice, ¿y está hablando acerca de qué? Está
hablando acerca de la Segunda Venida del Señor. Malaquías,
capítulo 4 de lo que habla es de la Segunda Venida del Señor, ¿ve?
Entonces, ahí está el orden de la Segunda Venida del Señor, dice:
“Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol
de justicia.”
¿Eso es qué? La Venida del Señor, el Señor viniendo como
el Sol de Justicia. ¿Entonces viene como sol por qué? Porque es el
tiempo de la cosecha para madurar el trigo, no es el tiempo de la
luna, no es el tiempo de las edades de la Iglesia, sino que es el
14 Rev. William Soto Santiago
tiempo, ¿de qué? Del sol, es el tiempo final, es el tiempo de la Edad
de la Piedra Angular, y la Edad de la Piedra Angular, es la edad del
Sol de Justicia; porque es la edad que el sol alumbra el trigo y lo
madura; por eso es la edad más grande de todas, porque es la Edad
eterna.
“Y en sus alas traerá salud (salvación): y saldréis, y
saltaréis como becerros de la manada.” [Malaquías 4:2].
Ya ustedes vieron donde el hermano Branham dice: “Viene
con compañas de sanidad divina.” El Sol de Justicia, el Señor
viniendo en Su Segunda Venida, fíjese: viene con campañas de
sanidad divina, cuando aparece en Elías. ¿Ve usted? ¿Cómo
apareció en Elías? Con campañas de sanidad divina. ¿Ve que
sencillo? Y sigue diciendo:
“Y hollaréis á los malos, los cuales serán ceniza bajo las
plantas de vuestros pies, en el día que yo hago, ha dicho Jehová
de los ejércitos.
Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué
en Horeb ordenanzas y leyes para todo Israel.”
¿Ve? Ve que ahí aparece también Moisés primero, pero
fíjese: pero Moisés viene ¿para qué? Él viene para traer juicio, él
viene para hablar la Palabra, y viene para bendición de los
escogidos, pero para juicio del mundo, ¿ve usted de lo que está
hablando aquí? Dice, fíjese: habla de la Venida del Señor, la
Segunda Venida del Señor, y después dice:
“Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las
plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho
Jehová de los ejércitos.”
Por lo tanto, para cumplirse eso, para venir esa destrucción
completa que viene para la gran tribulación, ¿primero qué pasa?
Tiene que aparecer Moisés y hablar la Palabra de destrucción, y
entonces se cumple esa Palabra en la gran tribulación, destruyendo
todo lo que exista sobre la Tierra.
Así como... ¿Cuál fue el ministerio de Moisés allá? Por eso
es que tiene que venir ese doble ministerio, tiene que venir Elías y
Moisés conforme al capítulo 11 de Apocalipsis, ¿para qué? Para
traer juicio, maldición sobre todos los que rechazaron la Palabra de
HABLA, OÍMOS 39
canciones mundanas están diciendo, ¿y qué es lo que ha pasado?
Esas personas por estar escuchando ¿qué? Al diablo a través de esos
instrumentos, al escucharlos... pues la fe viene por el oír.
Entonces ¿qué es lo que hacen? Al oír esas cosas y recibirlas,
esa antipalabra se encarna en ellos y cuando vienen a ver están
haciendo exactamente como dicen esos boleros, esos rocanrolero,
como dicen esas músicas mundanas, y entonces ¿qué ha pasado? Y
algunos dicen: “Pero si yo no era así, yo no era de esa manera.” El
hermano Branham dice: “Déjeme ver lo que un hombre escucha, y
lo que él lee, déjeme ver que música él escucha, y qué revistas él lee,
y yo le voy a decir qué clase de espíritu hay dentro de esa persona.”
Así que, ¿qué clase de música usted oye? ¿Himnos? Hay un
buen espíritu ahí dentro. Boleros y rocanrolero y música mundana,
hay un espíritu del diablo ahí dentro. ¿Y qué es lo que sucederá? Los
frutos dirán lo que hay por dentro. Ahora recuerde que eso también,
esos son frutos, sus frutos dicen lo que usted tiene por dentro.
Por lo tanto, el libre albedrío que usted tiene, con el libre
albedrío usted puede aceptar o rechazar; aceptar lo bueno o
rechazarlo, o aceptar lo malo o rechazar lo malo, porque Dios le ha
dado libre albedrío, por eso es que el juicio de Dios será con usted
como individuo, usted no podrá decir fue por causa de fulano, usted
tenía libre albedrío, y usted tiene libre albedrío, usted tiene
capacidad para discernir entre el bien y el mal.
Por ejemplo, fíjese un hombre que adultera, pues él sabe que
la Palabra de Dios dice que no se puede adulterar: “No adulterarás.”
No importa como el diablo le pinte la cosa para hacer que usted lo
haga, usted todavía sabe que la Palabra dice: “No adulterarás.” Que
Dios dice que no haga eso, usted puede poner miles de excusas para
hacerlo, o después que lo haga, pero usted no tiene excusa, usted está
sin excusa delante de Dios.
También dice la Escritura a través del cuarto Elías que
cualquier hombre que besa una mujer, fuera del matrimonio adultera
con ella; eso es lo que el cuarto Elías nos dice. Usted puede decir lo
que quiera, pero delante de Dios es adulterio, lo mejor que puede
hacer cualquier persona que haya caído en algo así es arrepentirse,
pedir perdón a Dios y arreglar sus cosas, antes de que el juicio de
38 Rev. William Soto Santiago
está en contra de la Palabra, antidios, anticristo, todo lo que está en
contra de Cristo.
Y encontramos que todo lo que está en contra de Cristo, para
poderse manifestar, y para lograr que personas hagan las cosas en
contra de Cristo, esas cosas, esa antipalabra tiene que tomar
individuos, velarse en carne humana en ellos, y a través de ellos
entonces expresar esas cosas para que las gentes imiten esas cosas,
para que las gentes sigan esas cosas y hagan de esa manera, o sea, a
través de esos individuos donde se vela esa antipalabra, donde se
hace carne esa antipalabra, a través de esos individuos después viene
una enseñanza falsa, para que las gentes ignorantes le sigan.
Fíjese, encontramos la música mundana, fíjese, la música de
Dios es buena y es para servir a Dios, y para expresar nuestro sentir
con relación a Dios, para adorar a Dios con nuestros cánticos y para
decir las cosas del tiempo en que nosotros vivimos, para cantar las
glorias de Dios, del tiempo en que nosotros vivimos y recordar las
obras de Dios del pasado, y señalar las obras de Dios del futuro.
Ahora, encontramos que a través de los cánticos del mundo,
entonces el diablo inspira a esas personas que sacan esos cánticos
para expresar lo que el diablo quiere que sea expresado y sea
enseñado en esos días, y entonces las gentes ignorantes siguen la
corriente de la música mundana, siguen la corriente de los cánticos
mundanos, y cuando vienen a ver ¿qué están haciendo? Están
haciendo exactamente como esos cánticos, y esa música mundana
está enseñándole.
¿No es de esa manera acaso que las gentes se han
descarriado de tal manera que están actuando como locos? Y aún en
la música mundana, están aún enseñando la sexualidad, el
sexualismo. Y usted oye esa música mundana, y esa letra mundana
que habla de la vida íntima, de vida de adulterio, de vida de pecado,
hablan de besarse, hablan de un sinnúmero de cosas más que son
delante de Dios adulterio, que son delante de Dios desagradables,
que son delante de Dios frutos de pecado.
Y eso mismo que le es cantado, luego que lo oyen, después
comienzan a tararearlo, eso se hace carne dentro, y cuando vienen
a ver están haciendo exactamente como esa música, como esas
HABLA, OÍMOS 15
Dios, sobre todos los que rechazaron el Evangelio de la Gracia de las
edades de la Iglesia, la única escapatoria de salvación para el
mundo, la rechazaron, y entonces ahora, ¿después viene qué? Elías
y Moisés con el mensaje el mensaje del Reino, y entonces en Elías
y Moisés es que está la única oportunidad para salvación de
individuos, de individuos. Porque la salvación es individual, el
rechazar el mensaje de Elías y de Moisés es rechazar la vida,
rechazar la única oportunidad que le queda a cada ser humano en
esta Tierra, la única oportunidad que le queda. Porque ya no le
queda oportunidad de salvación a través del mensaje de las edades,
porque ya ese tiempo pasó. ¿Ve?
Encontramos que el hermano Branham, dice que Dios envió
su misericordia a través de un profeta allá en el tiempo de Noé. Él
envió Su misericordia en un profeta, ¿recibir el mensaje de Noé era
recibir qué? La misericordia de Dios, rechazarlo era recibir el juicio
de Dios. Vemos que los que recibieron el mensaje de Noé entraron
con él al arca, y no murieron con los demás, ¿ve? Recibieron
misericordia. Los que no recibieron el mensaje, fueron destruidos.
Y así también es en este tiempo final en el cual estamos,
cuando la Venida del Señor se cumple con Elías y Moisés, o en Elías
y Moisés, uno a cada lado, ¿entonces qué pasa? La única
misericordia que hay para salvación viene en Elías y Moisés. Recibir
el mensaje de Elías y de Moisés, es recibir misericordia; rechazarlo
es entonces menospreciar la misericordia y el amor divino, y
entonces la persona queda lista ¿para qué? Para el juicio de la gran
tribulación, donde serán destruidos.
Ahora, podemos entender y ver que la Segunda Venida del
Señor, viene con misericordia para los que van a recibir
misericordia, y con juicio para los que van a recibir juicio. Juicio
para el mundo, y misericordia para los hijos de Dios. ¿Ve usted?
Ahora, vea usted aquí aparentemente como que Moisés
vendría primero, pero dice: “He aquí, yo os envío al Elías el
profeta, antes que venga el día de Jehová grande y terrible.”
Pero, antes que venga Moisés con juicio, con destrucción,
hablando la Palabra de destrucción, hablando la Palabra para que
entonces después que la hable se cumpla y venga la tribulación,
16 Rev. William Soto Santiago
antes que venga eso: “Yo les envío a Elías.” Y Él entonces restaura
a la Novia, la restaura nuevamente a la Palabra, a la fe original, y
entonces los hijos de la Novia, nacen en el Edén de Dios, ¿y pueden
qué? Recibir la bendición que haya a través de Moisés cuando
aparezca, ¿y el mundo recibirá qué? La maldición, el juicio.
Porque vea usted que la Segunda Venida del Señor, ¿es para
destruir qué? El mundo. ¿Sabía usted eso? Viene con ira, con
destrucción para destruir a todos los moradores de la Tierra, a los
que menospreciaron la misericordia de Dios, a los que hicieron mofa
de la misericordia del Señor, a los que se burlaron; y entonces
cuando aparece la Palabra que vino en Elías, luego aparece en
Moisés, y aparece esa Palabra encarnándose en Moisés, y cuando
termina de encarnarse en Moisés, habrá también terminado de
encarnarse en cada uno de nosotros. Porque como les he dicho, a
medida que se va encarnado en Moisés, se tiene que ir encarnando
en cada uno de nosotros. ¿Ve?
Entonces, ¿cuánto tiempo le tome a usted encarnarse lo que
oye? Bueno, no sabemos eso es asunto entre usted y Dios, eso es un
asunto entre usted y Dios, y usted tiene que estar en contacto directo
con Dios, y estar en comunión directa con Dios, y no perder el
tiempo en esta hora en que estamos viviendo, porque es el tiempo
para la Palabra encarnarse en cada uno de nosotros. No pierda el
tiempo. Cuando venga, venga preparado siempre, preparado
espiritualmente para que cuando escuche, entienda, para que cuando
escuche Dios le permita ver esa Palabra.
De otra manera, entonces si no lo capta cuando es hablado,
tendrá que captarlo un poquito más adelante, ¿ve? Quizás lo que oye
en un día y no lo capta ese día, tendrá que captarlo en algún otro
mensaje, y después entiende aquello que había sido dicho; pero la
cosa es que sea el mismo día o al otro día, o en el otro culto, tendrá
que captarlo, tendrá para que se pueda encarnar, porque mientras no
lo capte, mientras no lo vea, no se puede encarnar.
Ahora, una cosa sí sabemos, es que aunque no entendamos
de momento, sabemos que es la Palabra y al saber que es la Palabra
y no rechazarla, en algún momento en nuestra vida se tiene que
encarnar, y eso será cuando lo entendamos, cuando lo veamos,
HABLA, OÍMOS 37
entrara en el Reino de mi Padre, sino el que hace la voluntad del que
me envió.” [San Mateo 7:21].
De Dios, del Padre, y hacer la voluntad del Padre ¿es qué?
Es creer y vivir, y seguir el mensaje, y el mensajero para el tiempo
en que las personas están viviendo, el que hace conforme a como
corresponde para esa edad y esa dispensación es el que entrará, el
que no hace así, no entrará, no estará adentro, aunque diga que está
y hace contrario a como Dios dice para ese tiempo, pues no está
haciendo la voluntad de Dios, entonces no está creyendo, porque si
creyera, haría conforme a como es dicho para ese tiempo.
Así que, tenemos que ver el tiempo en que vivimos y la cosas
que son dichas en el tiempo en que vivimos, para entonces saber si
estamos actuando correctamente, o sino, estamos actuando
correctamente; en todos los tiempos hay una forma correcta, y está
también la forma incorrecta. Fíjese en esta hora en que nosotros
vivimos, el mundo vive conforme a la voluntad ¿de quién? A la
voluntad de Satanás, el diablo y no saben que están viviendo
conforme a la voluntad del diablo, y cuando se les dice: “Ustedes
hacen las cosas conforme a la voluntad del diablo, y las cosas que
usted hacen son del diablo.” La gente se escandalizan y dicen: “Yo
no conozco ese individuo.”
Bueno, el que comete pecado, el que peca está haciendo las
obras del diablo, el que no hace conforme a la Palabra de Dios,
entonces hace contrario a la Palabra de Dios y entonces hace las
obras ¿de quién? Del diablo, por las obras, por la manera de creer y
de vivir se conoce a quién usted está sirviendo. Fíjese, hoy en día
encontramos que la humanidad está allá en su campo, en el campo
del diablo, por eso es que Dios nos manda a salir de ese campo y que
nos metamos al campo de Dios a la Palabra.
Entonces, a la gente están en le campo del diablo y no saben
que están en el campo del diablo, y ahí ellos hacen conforme a como,
como en lo educacional, como también en la forma de vida diaria
que viven ellos, y también conforme a las modas de ese tiempo en
que ellos viven.
Por eso usted encuentra que, fíjese en este tiempo, en este
tiempo encontramos que la antipalabra, antipalabra es todo lo que
36 Rev. William Soto Santiago
el mensaje, murió la edad, murió el mensajero y murieron las
personas de esa edad.
La edad murió, y su mensaje cuando se denominaron,
entonces entró la muerte espiritual. Ahora tenemos la Edad de la
Piedra Angular que no se denominará, que no será una
denominación, que no se podrá convertir en una denominación,
porque es una Edad en donde, esa Edad ha sido glorificada, porque
es la Edad de adopción, es la edad donde el mensaje que hay es un
mensaje eterno.
Entonces los de esa Edad tienen un mensaje eterno, los de
esa Edad son los únicos que tienen un mensaje que nunca podrá
denominarse, los de esa edad son los que tienen un mensaje que no
podrá serle añadido dogmas, credos y tradiciones, y cualquiera que
trate de añadirle o quitarle su nombre será quitado, será quitado del
Libro, será quitado de la Palabra, será quitado de ese lugar. Déjeme
ver si le puedo explicar un poquito.
Cualquier persona que en cualquier tiempo le quita la
Palabra de ese tiempo, entonces él es quitado de ser parte del
mensaje, y el mensajero de ese tiempo.
Encontramos que en este tiempo en que estamos viviendo,
es una sentencia de muerte para el que le quite o le añada, él será
quitado, su nombre será quitado del Libro de la Vida, él será quitado
de la Edad de la Piedra Angular, él será quitado del mensaje de la
Edad de la Piedra Angular, él será quitado de la Palabra para ese
tiempo en que se está viviendo, él será echado fuera.
Encontramos, que en cada tiempo cada vez que un sello se
abre, el nombre los escogidos de ese tiempo es llamado a través del
mensaje, del mensajero de ese tiempo, es llamado por la Palabra, y
esos escogidos son la Palabra.
Entonces usted puede ver lo que significan todas estas cosas
en este tiempo en que nosotros estamos viviendo; cualquier persona
que haga contrario a como corresponde para el tiempo, para la edad
y dispensación en que corresponde estar viviéndose.
Entonces estará haciendo no conforme a la voluntad de Dios,
y Dios dijo en Su Palabra: “No todo el que me dice Señor, Señor
HABLA, OÍMOS 17
entonces se encarna.
Así que, esto es un consuelo para todo hermano que de
momento escucha algo y no lo capta de momento, no lo entiende de
momento, no se preocupe, siga firme en la Palabra del Señor, orando
al Señor, y alguna cosa que usted oye y no entiende: “Señor, mira
eso que oí, tal cosa que oí, déjame ver, déjame entender eso de la
manera correcta Señor.” Y en cualquier momento en su vida usted
de momento va a recibir esa luz de arriba: “¡Ah, oh, esto es aquello
que yo no entendía, ahora lo entiendo!” Y cuando eso ocurre en
usted: “Ahora, lo entiendo.” ¡Oh! Usted siente como algo acá
dentro, ¿verdad? ¡Oh! ¿Eso es qué? Eso es que se está encarnando
ahí dentro, cuando usted lo capta y lo recibe allá dentro es que entró
eso ahí adentro y se hizo carne en usted, y cuando se hizo carne, por
supuesto, uno siente algo que pasa acá dentro, ¡oh! Pasa algo tan
grande que uno no lo puede explicar, lo que sí uno sabe es que es
algo como Dios le dijo a Juan, fíjese, Él le dijo: “Come el libro,
come ese rollo y va a ser dulce a tu boca, va a ser dulce,” y cuando
eso es captado: ¡Oh, que dulce los sentimos!
Por supuesto que después, después en el vientre es amargo,
después por causa de eso dulce que usted recibió, y se encarnó en
usted, en su corazón, luego lo siente amargo cuando le vienen las
pruebas, por causa de eso que usted cree; bueno esa es la parte
amarga, pero tiene la parte dulce también.
Así que, la cosa está bien balaceada. O sea, que entonces
usted tiene que sufrir por eso bueno que usted ha recibido, y eso que
usted sufre testifica que lo que usted recibió es real; porque si no
fuera real, y si usted realmente no lo hubiera recibido dentro, no lo
hubiera comido y se ha encarnado dentro de usted, ¿qué pasaría?
“Bueno, mejor es que es que yo deje esa cosa, mejor es que yo deje
eso porque voy a sufrir demasiado, ya tengo bastantes problemas; y
si ahora al creer esas cosas voy a tener que pasar amarguras tan
fuertes, mejor es que deje eso, porque si en eso, pues entonces no voy
a sentir tanta amargura en mi vientre, en mi vida, no voy a tener
tantas amarguras.”
Bueno, eso mostraría que usted no comió realmente, y se
encarnó realmente esa Palabra, ese rollo que es la Palabra, que fue
18 Rev. William Soto Santiago
lo que el Señor le dijo a Juan, ¿y qué pasa? Recuerde, ¿que Juan
representa a quién? Juan representa a la Novia; Juan comiendo ese
rollo, esa Palabra, ese librito abierto, escrito por dentro y por fuera
representa a los escogidos comiéndose esa Palabra: dulce como la
miel; pero después se siente amargo. ¿Ve? Las luchas, las pruebas,
los sufrimientos por causa de esa Palabra. Y eso que ya usted sabe
las demás amarguras y sufrimientos que nos vienen.
¿Usted oyó al hermano Candelario el miércoles? Todo eso
es la parte amarga, pero la cosa es que la parte dulce, pues ya le
hemos sentido y la hemos experimentado, dulce que la miel, más
dulce que la miel, ¿más dulce que la miel es qué? La Palabra del
Señor; pero causa, usted sabe, esas amarguras, pero eso no es nada,
no es nada comparado con lo que nos espera a nosotros, esta
persecución que viene, esta apretura que viene contra esos que han
comido esa Palabra, pues no es de comparar con las cosas gloriosas
que nos esperan allá.
Aquí, pues es un pueblo, este pueblo gentil, este mundo
gentil, este reino gentil nos aborrecerá, pero sabemos que tenemos
una ciudad, y sabemos que tenemos un pueblo, y sabemos que hay
gente al lado, allá de la cortina del tiempo que nos aman, que están
esperando que nosotros nos vayamos de aquí, y que están con sus
brazos extendidos esperando que nosotros salgamos de aquí.
Así que, fíjese, es como fue en el tiempo allá de Moisés, Dios
le dijo a Moisés: “He oído el clamor de mi pueblo, y he descendido
para libertarlo.” He oído el clamor y he descendido para libertarlo.
¿Y por qué? Porque había llegado el tiempo... [Corte de audio].
...De las setenta semanas, ¿qué le parece de esa fecha que da
ahí?
Bueno, entonces sabemos que Dios tiene promesas para los
hijos de Abraham que están acá en este lado, tiene promesas
entonces como tuvo promesa para los hijos de Abraham por la carne,
tiene promesa para los hijos de Abraham, ¿por qué? Por Cristo. Y
nosotros somos los hijos de Abraham por la fe, los hijos de Abraham
por la carne, aquel pueblo de Israel que estaba en Egipto, Dios le
mandó a Moisés; los hijos de Abraham por la fe tienen promesas
también de que Dios se moverá y los libertará. Por lo tanto, entonces
HABLA, OÍMOS 35
Y ese grupo de esa edad, como grupo ¿están qué? Están en
una edad que es glorificada, por tal motivo entonces, así como el
cuerpo del Señor fue glorificado, el cuerpo literal, el cuerpo del
Señor que es la Iglesia del Señor, se encuentra en una Edad de
glorificación.
Por lo tanto estamos en un tiempo en que la Edad de la
Piedra Angular, es una edad glorificada, por esa causa, encontramos
¿qué fue lo que glorificó el cuerpo de Jesús, el que estaba en Jesús?
Ese lo glorificó, el que estaba en aquel cuerpo lo resucitó y lo
glorificó, y encontramos que el que glorifica la edad de la Piedra
Angular es el que está en la Edad de la Piedra Angular, en Su
Segunda Venida; porque Él viene glorificado y glorifica esta Edad
de la Piedra Angular.
Y entonces, todos los que están en esa Edad de la Piedra
Angular, que son los escogidos que suben ahí, están en una edad
glorificada, entonces sus cuerpos literales tendrán que ser
glorificados también. Entonces, vea usted como va por escala, por
etapa, primero Él glorifica la Edad, luego Él glorificará nuestros
cuerpos mortales, y luego, cuando ya eso haya acontecido, “Sorbida
es la muerte en victoria.”
Ahora, para la Edad de la Piedra Angular, la muerte
espiritual ha sido sorbida con victoria, la muerte espiritual. Así que
no puede el diablo enfermar esa Edad con dogmas, credos y
tradiciones, no puede el diablo enfermar esa Edad con
denominación, no puede se muerta esa Edad, esa Edad no morirá;
las otras edades murieron, primera, segunda, tercera, cuarta, quinta,
sexta y séptima edad murieron espiritualmente, por eso fue que vino
la primera edad, estuvo el grupo predestinado de ese tiempo con su
mensajero, trajeron el mensaje, vivieron el mensaje para ese tiempo,
murieron ellos y luego ¿qué sucedió? Los otros que vinieron después
hicieron una denominación y la edad murió.
Ahora, encontramos que murió la edad ¿murieron qué? Los
de esa edad, ve usted la revelación que hay ahí. Luego así en la
segunda pasó lo mismo, la tercera pasó lo mismo, cada una de ellas
le sucedió lo mismo al mensajero, a los escogidos de ese tiempo y a
la edad, y al mensaje también de esa edad le pasó lo mismo, murió
34 Rev. William Soto Santiago
y Egipto ¿representa qué? El mundo, pero para los hijos de Dios, a
los hijos de Dios no los tocó las plagas que Moisés hablaba.
Así que vemos, que ellos estaban en Gosén en otro sitio,
cerca pero lejos; nosotros no vamos a estar muy lejos, vamos a estar
cerquita pero bien lejos. Vamos a estar cerquita, porque vamos a
estar en la otra dimensión que está cerquita de aquí, pero vamos a
estar bien lejos de esta dimensión; pero recuerde que de allá se puede
mirar para acá, de acá para allá es que no se puede mirar, a menos
que no sea un profeta la persona. Así que va a ver una distancia
muy...[Corte en el audio].
...Por tal razón entonces, ¿quiénes serán los que serán
vituperados por Cristo, la Palabra para el tiempo en que vivimos?
Los que estén en el campo de Dios, el campo del cumplimiento de
la Palabra de Dios para el tiempo en que vivimos, los que estén en
la edad luterana, wesleyana o pentecostal, esos no están llevando
ningún vituperio, por causa que ya los que tenían que llevar el
vituperio en esas edades, ya lo llevaron en el tiempo en que tenían
que llevarlo.
Entonces, tenemos que estar conscientes de estás cosas en el
tiempo en que vivimos; porque el tema de esta mañana es:
“HABLA,” y la encomienda para todos nosotros es: Oír.
Por lo tanto si Dios habla, ¿quién no oye? Todos los hijos de
Dios escucharán la Voz de Dios en el tiempo en que nosotros
estamos viviendo; porque para nosotros es la promesa que ha sido
hecha de que Dios nos hablaría en este tiempo.
Aún una vez más, Dios nos hablaría y Dios nos está
hablando en este tiempo en la cima, en el tope del monte de Sión, y
el tope del Monte de Sión ya ustedes saben que es el tope de la
Iglesia verdadera del Señor, el tope del Monte de Sión es la Edad de
la Piedra Angular, y ahí es que Dios nos está hablando, y esa es la
Edad de Adopción. Siendo la Edad de Adopción, entonces ya ustedes
saben que lo que será hablado ahí, será un mensaje ¿qué? Un
mensaje de Adopción, un mensaje en una Edad de Adopción, un
mensaje, que es un mensaje adoptado para los hijos de Dios que
están en esa Edad de Adopción, y que ellos son adoptados hijos de
Dios.
HABLA, OÍMOS 19
Dios tiene que mandarnos a Elías y a Moisés. Y también con la
liberación de los hijos de Abraham por la fe, ¿también ahí entrarán
quiénes? Los ciento cuarenta y cuatro mil también, ¿qué tendrán
qué? Que tendrán la misma revelación, que recibirán la misma
revelación, que serán sellados en sus frentes por el Ángel del Señor,
por el Mensajero del Señor, porque Ángel es mensajero; serán
sellados en sus frentes por Moisés.
¿Y qué es sellados en sus frentes? Sellados en sus frentes es
una cosa sencilla. Mire usted lo que es la marca de la bestia, el sello
de la bestia, la marca de la bestia en la frente y en la mano, ¿es qué?
En la frente, tener la doctrina de la trinidad. ¿Tener esa doctrina y
creer esa doctrina es tener qué? Esa marca en su frente, porque es en
la frente, en la cabeza, en la mente ¿que ellos tienen qué? Ellos
tienen esa enseñanza, esa enseñanza falsa; y en la mano es hacer la
voluntad de la bestia.
Ahora, vea usted que el Ángel del Señor también ¿qué es lo
que hace? Él lo que hace es que sella a los escogidos en la frente,
¿con qué los sella? Con la revelación genuina de la Palabra, ¿ve?
Los sella con la Palabra. ¿Entonces ellos tienen qué? Las
revelaciones, ellos la tienen y como la tienen, ¿están sellados
entonces dónde? En la frente. ¿Ve usted?
Entonces, los ciento cuarenta y cuatro mil también serán
sellados en la frente. Usted sabe, ya nosotros no pensamos que eso
sea un sello literal que le van a poner, sino que es el sello de la
revelación que se le va a dar, la van a recibir, y cuando la reciban,
pues eso es estar sellados en la frente. ¿Y usted y yo? ¡Oh! Nosotros
como individuos, ¿también qué pasa? ¿Estamos siendo sellados
dónde? En la frente con la revelación de la Palabra de Dios.
Ahora, fíjese allá en el tiempo de la liberación del pueblo de
Dios, ¿Dios le envió qué? Un profeta, ¿porque Dios habría de
manifestarse cómo? Como Libertador: “He descendido para libertar
a Mi pueblo.”
Por lo tanto, para Él llevarlo a cabo tenía entonces que
conseguir una carne, un cuerpo humano, y entonces a través de ese
cuerpo humano Él, Dios, hacer todo lo que Él prometió; Moisés no
estaba haciendo nada, era Dios a través de Moisés; Moisés era un
20 Rev. William Soto Santiago
hombre como nosotros, era un ser humano como nosotros con sus
faltas, sus debilidades, pero el que estaba con él y en él, ese no era
un hombre, ese era Dios.
Por lo tanto, quien hacía las cosas era Dios a través de un
hombre. Siempre Dios obra a través de un hombre, cuando Dios
obra a través de un hombre, Dios le llama a ese hombre un profeta;
porque el único profeta que hay es Dios, y cuando se manifiesta a
través de un hombre, entonces el título de profeta es colocado a ese
hombre, así como cuando Dios se manifiesta como Libertador, el
título de Libertador es puesto a ese hombre, por eso Moisés fue el
Libertador de Israel, pero era que el título de Dios estaba en él.
Así también el Señor, aquel joven Jesús de Nazaret, como
Dios se manifestó en Él como Salvador, entonces el título de
Salvador estaba en Él, Él es el Salvador.
Ahora, fíjese: Moisés intelectualmente sabía que él era el
libertador, Moisés intelectualmente sabía el tiempo cuando llegó; y
con un conocimiento intelectual, sabiendo él quien era, y sabiendo
que había sido escogido para eso trató de libertar al pueblo de Israel
pero no pudo, en esa ocasión que mató un Egipcio por defender a un
hebreo, y luego cuando en la otra ocasión trató de separar a dos
hebreos que se estaban peleando el uno con el otro, (como algunas
veces tenemos nuestras peleitas), pero (usted sabe), nosotros tenemos
que arreglarlas.
Moisés estaba allí, y él quiso arreglar aquel problema y
entonces el otro le dijo: “Tú quieres matarme como mataste al
egipcio.” Mire como le estaba hablando a el libertador que Dios
tenía para libertarlo, y fíjese no pudieron reconocerlo y entonces la
noticia de que Moisés había matado a ese egipcio se corrió por todo
el reino, y entonces, fíjese todo lo que sucedió: Moisés salió huyendo
y después estuvo que estar por allá cuarenta años para regresar de
nuevo, para poder libertar al pueblo de Israel, porque el pueblo de
Israel no pudo reconocerle cuando lo tuvo en medio de ellos; Dios
tenía el libertador allí y ellos no lo supieron. ¿Ve usted? Así pasa
siempre.
Dios siempre cuando tiene algo para llevar a cabo, ¿dónde
lo tiene? En medio del pueblo; ahora, cuando el pueblo no lo
HABLA, OÍMOS 33
ocurrir. Dios le decía también lo que él tenía que hablar. Él sabía
entonces que era lo que él tenía que hablar, él sabía hacia adonde iba
y hacia donde llevaba el pueblo; por lo tanto vemos que la hablar la
Palabra, extendiendo la Vara.
Entonces fíjese: encontramos que Dios le decía: “Extiéndela
para tal lugar.” Siempre pues hay que saber eso, hay un orden
establecido en la Palabra de Dios.
Encontramos que ocurrían esos milagros, sabemos que esos
milagros primeramente acá en este tiempo en que estamos ocurren
en lo espiritual, y después se cumplen en lo literal en este mundo.
Esperamos que cuando se cumplan en lo literal plenamente no
estemos nosotros aquí en la tribulación, pero serán hablados primero
en lo espiritual.
Y entonces nos iremos de aquí, ¿no es eso lo que Moisés
hacía? Moisés venía, Dios le decía: “Dí tal cosa y... ve allá a Egipto
y dí tal cosa.” Entonces Moisés tomaba la Vara, la extendía hacia
cierto sitio y hablaba, y se iba, ya estaba hablado, ya las plagas
estaban habladas, ¿ve? Ya las plagas estaban ahí, pero en otro
mundo, en la Palabra, en una forma espiritual ya estaban ahí, y él se
iba y después que se había ido las gentes podían mirar: “Bueno, pero
dijo que vinieran plagas y no hay ni una por ahí.” Después que se
había ido, empezaban a ver las plagas cayendo. ¿Ve usted?
Así será también, primero en lo espiritual, fíjese: viene
muerte literal, pero primero entonces, tiene que ser hablada la
Palabra, y viene muerte espiritual, ¿qué le parece eso? Por lo tanto,
entonces la última plaga ¿fue qué? La muerte, la última plaga ¿será
qué? Muerte espiritual, y después saldremos de aquí; muerte
espiritual para salir espiritualmente, y entonces después vendrá
también la plaga de muerte, la plaga de muerte literal.
Y encontramos que después que ¿venga qué? La plaga de
muerte hablada, o sea, después que es hablada, porque después que
es hablada en lo espiritual, después se cumple en lo literal. Sabemos
que en la gran tribulación vienen todas las plagas, y la última plaga
¿qué es? Muerte literal y desaparecen toditos; pero ¿qué pasa? Ya
nosotros estaremos al otro lado hace tiempo, cuando eso se cumpla.
Por eso, sabemos que esas plagas son ¿para qué? Para Egipto
32 Rev. William Soto Santiago
ese otro a quien tiene que ser entregada es a Moisés, para con esa
vara libertar al pueblo de Dios. Y entonces Dios le dijo a Moisés:
“¿Por qué clamas? Habla y extiende la Vara, habla y extiende la
Vara.”
Por lo tanto, hablando y extendiendo la Vara es que Dios
hacía las cosas que hacía, es que Dios se movía a la escena y
entonces era Dios el que hacía los milagros, Dios era el que libertaba
a su pueblo. “Habla y extiende la Vara.” El hablar ¿qué va a hablar?
La Palabra y la Vara es la Palabra.
Por lo tanto: Habla y extiende esa Palabra, y entonces Dios
obrará, por eso el mensaje no es para ser escondido, es para ser
extendido, porque es la Vara, la Palabra, entonces al extenderse hace
las señales y los milagros, Dios a través ¿de qué? De esa Vara, de
ese mensaje, de esa Palabra.
Por lo tanto entonces, lo que necesitamos en esta hora no
son teólogos, no son gentes que lo sepan todo, sino más bien lo que
necesitamos en esta hora ¿es qué? Lo que necesitamos en esta hora
es, alguien que haya subido a la cima de la montaña, a la parte de
arriba, y haya visto a Dios, lo haya visto manifiesto ¿en qué? En un
árbol, en Elías, lo haya visto que es Dios, y haya recibido el Nombre
de Dios, ¿ve? ¿Por qué? Porque allí estaba el Nombre de Dios, y Él
fue el que le dio a conocer a Moisés el Nombre de Dios; y eso
sucedió todo arriba, y entonces de ahí él sale con el mensaje, con la
revelación completa que tiene que tener para la liberación del pueblo
de Dios en el tiempo en que estamos nosotros viviendo.
Entonces, nosotros tenemos que escuchar ¿qué? Escuchar la
Voz de Dios a través de carne humana, y al oírla entonces
recibiremos todas las bendiciones que están prometidas para
nosotros, y con la Vara en la mano, entonces puede hacer todas las
señales que tengan que ser hechas, con la Vara eran hechas las
señales. Él fíjese: Él extendía la Vara, y hablaba, dos cosas muy
importantes, no es hablar por hablar. Cualquier persona que se pare
y hable por hablar, sin tener la Vara, la Palabra, pues no ocurre
nada.
Por lo tanto, es hablar la Palabra de Dios con la Vara, con la
Palabra genuina, y entonces ocurre lo que Dios dice que tiene que
HABLA, OÍMOS 21
reconoce, entonces se lo lleva lejos, y después cuando el pueblo
comienza a clamar, a clamar por algo que Dios haya prometido,
entonces Dios se lo envía, y cuando se lo envía: “¡Oh, pero si es el
mismo que teníamos aquí en medio nuestro!” El mismo pero que no
lo había reconocido, y entonces...
Ahora, encontramos que Moisés tuvo que tener una
experiencia con Dios para que esa fe fuera vivificada, para que todo
eso que él sabía fuera vivificado, y entonces Dios poder respaldarlo,
¿ve usted que Dios no lo podía respaldar en aquella primera
ocasión? Porque él lo que tenía era un conocimiento intelectual del
mensaje, Dios no puede respaldar a ningún predicador con un
conocimiento intelectual del mensaje.
Ahora, fíjese lo que dice aquí en la página10, y
página11[“¿Por qué clamas?”], dice:
“Cuando esa luz brille del cielo y haya sonado la
Trompeta el Cuerpo de Cristo pronto será juntado y en un
momento será cambiado y llevado al cielo sí sucederá algo así y
nuestras escuelas de teología nunca podrán producir eso a pesar
de que intelectualmente están bien, pero usted tiene que encontrar
la luz, usted tiene que encontrar ese algo. Y aquí Moisés basado
en su gran llamamiento en la Palabra y fue grande, hasta que un
día encontró la luz y la mismísima Palabra le habló, entonces
tomó su unción.”
Vea usted cuando fue que tomó la unción para, ¿para qué?
Para libertar al pueblo de Israel, la unción entonces para ir allá con
la Palabra ¿cuándo la tomó? Dice:
“Hasta que un día encontró la luz y la mismísima Palabra
le habló, entonces tomó su unción, esa unción que él tenía, esa en
su interior, el intelecto que la cría, y la fe que estaba basada en
su creencia en Dios que le separó de su madre, ahora cuando él
choca con la presencia de esa luz, fue ungido.”
Vea usted, Moisés sabía primero que él era la persona y
todo eso, pero todavía no tenía la unción, él fue ungido cuando él
allá en la cima del monte se tropezó, chocó con esa luz que estaba
allí en la zarza ardiendo, cuando Dios le dijo, le habló y le dijo:
“Quítate los zapatos.” No el sombrero, no el sombrero, quítate los
22 Rev. William Soto Santiago
zapatos, la sandalias, (en aquel tiempo se usaban sandalias), quítate
las sandalias, porque el lugar que pisas santo es, se las quitó y
entonces Dios le habló.
Ahora vea usted, ahí hay una enseñanza muy grande: la cima
de la montaña, hay que traerlo acá a la cima de la montaña; porque
así como allá en la cima de la montaña, Dios apareció con Moisés,
acá también tiene que aparecer, ¿para llamarlo dónde? Acá en la
cima de la montaña, tiene que subirlo arriba para llamarlo, y
entonces hablarle y decirle: “Quítate los zapatos, porque el lugar que
pisas santo es, quítate los zapatos porque no estás pisando terreno de
las edades de la Iglesia, quítate los zapatos porque estás pisando un
lugar santo, la Edad de la Piedra Angular, estás pisando el lugar
donde está el Santo de los santos, estás pisando el lugar donde está
el Pilar de Fuego, estás pisando el lugar donde está la presencia de
Dios.
¿Quítate los zapatos de qué? ¿Qué zapatos tendría que
quitarse, cuando aparezca Moisés acá? Bueno, ¿sabe qué zapatos
son? Los zapatos que dice San Pablo que tenían puestos ahí en las
edades de la Iglesia. “Calzados vuestros píes con el apresto del
Evangelio...” [Efesios 6 :15]. El Evangelio de allá las edades, el
Evangelio de la segunda dispensación, y ahora Dios le dice: “Ahora,
quítate esos zapatos.” Porque con esos zapatos no puedes estar allá,
porque es otro tiempo.
Entonces, tiene que quitarse los zapatos del Evangelio de la
segunda dispensación para estar en la presencia de Dios, y entonces
Dios enviarlo con la Palabra correspondiente para ese tiempo, ¿y
libertar a quién? A todo el pueblo de Dios, en donde salen los
creyentes verdaderos, en donde también salen los otros que son del
grupo que ha de ser salvo, pero que no es para rapto, y es donde
salen también los ciento cuarenta y cuatro mil; porque en la salida
del pueblo de Israel de Egipto salieron judíos y salieron gentiles
también; y también acá tienen que salir gentiles y judíos. ¿Ve?
Por lo tanto, entonces, encontramos que la ocasión en que
Moisés fue ungido, recibió la unción; entonces él podía decir como
dijo el Señor: “Porque me ha ungido Jehová vuestro Dios. El
Espíritu del Señor es sobre mí.” Podía decir Moisés allá cuando bajó
HABLA, OÍMOS 31
es que Dios hace todo lo que Él ha de hacer.
Entonces, Dios le dice a Moisés allá: “Extiende (¿qué?) la
vara.” Por lo tanto la vara, la Palabra, ¿tiene que ser qué? Extendida
la Palabra, y entonces ocurren las cosas que tienen que ocurrir, se
abre el camino para el pueblo entrar, se abre el camino para el
pueblo pasar, y luego extiende la vara de nuevo, la Palabra y cae el
juicio sobre los enemigos; la misma Palabra la extiende para
bendición de unos y para juicios de otros.
Así que, vea usted lo que Moisés podía hacer con la vara, lo
cual representa ¿qué? Lo cual representa la Palabra. Ahora mire,
Dios le dijo:
– “¿Qué tienes en tu mano?”
– “Una vara”
– “Toma esa vara.”
Entonces, le dijo que tenía que hacer con esa vara, Dios puso
en la mano de Moisés ¿qué? Un instrumento sencillo, entonces le
dijo como usar esa vara, lo cual representa: la Palabra.
Ahora mire, Dios tiene que poner en las manos de Moisés,
(cuando él aparezca) Dios tiene que poner en su mano ¿qué? Una
vara ¿qué? La Palabra, para con la Palabra, cada vez que la
extienda, y la extiende ¿cómo? Al extiende al hablarla, de su boca
tiene que salir una vara, una espada aguda de dos filos, y con ella
hiere las naciones, hiere la gente, ¿ve? Es para bendición y para
juicio; para herir a unos y para libertar a otros.
Ahora vamos a ver si está prometido que ha alguien le va a
ser puesta esa vara en las manos, la tenía Elías, Elías la tenía,
recuerde, fíjese: Moisés era un pastor allá, estaba pastoreando ovejas
dice, página 479 dice:
“Ruego que me ayudes y me concedas ser sincero, honesto
y verdadero para que así pueda llevar el Mensaje hasta donde me
es ordenado llevarlo. Luego, cuando me llegue el tiempo de
descanso, cuando llegue allá al río y me lleguen las olas, oh Dios,
concede que pueda entregar esta Espada a otro que sea honrado
y que lleve la verdad.”
La espada, que es la Palabra y la Palabra ¿es qué? La Vara.
Por lo tanto esa Palabra, esa Vara tiene que ser entregada a otro y
30 Rev. William Soto Santiago
ser libertados los que están ahí, a los cuales nosotros amamos
muchísimo.
Entonces, tiene que romperse para ser libertados los que
tienen que salir de ahí. Bueno, él encontró su cuerpo muy pequeño,
quizás el cuerpo de Moisés, entonces al cumplirse acá, al cumplirse
allá el cuerpo del él, cuando libertó a la Novia; pero no era
solamente la Novia, son más, son los que están ahí metidos lo cual
se cumple ¿cuándo? Cuando aparezca Moisés se cumple, y entonces
por la Palabra hablada... porque el hermano Branham dice, que lo
que él hizo, fue hablar, dijo que la fuerza con ese cuerpo tan
pequeño no puede hacer nada.
Por lo tanto, habló y se rompieron las barras, hubo un rugir
y salieron libres los que estaban ahí dentro. Eso nos habla ¿de qué?
De la liberación del pueblo de Dios, el cual está prometido que será
libertado, ya nosotros estamos libertados, pero tienen que ser
libertados más que hay ahí metidos; las vírgenes fatuas tienen que
ser libertadas, ellas tienen que ser libertadas.
Por lo tanto si tienen que ser libertadas entonces ¿entonces
qué? Entonces tiene que oírse ¿qué? La Palabra de Dios. Y si tiene
que oírse la Palabra de Dios, entonces ¿qué pasa? Tiene que ser
hablada y si tiene que ser hablada, Dios tiene que decirle a alguien:
“¡No clames, habla!” ¿Qué va a hablar? Tiene que hablar lo que
corresponda a este tiempo para la liberación de los que tienen que
ser librados, ¿y qué es lo que tiene que ser hablado? El mensaje que
corresponde a esta tercera dispensación, tiene que ser hablada la
Palabra, y la vara tiene que ser extendida. “Habla al pueblo.” ¿Ve,
a quién le va a hablar? Al pueblo. “Habla al pueblo y extiende la
vara.”
Ahora, fíjese cuando extiende la vara ¿qué es la vara? Mire
a ver qué es la vara, vamos a ver qué es la vara, o qué representa la
vara, que tenía Moisés, dice: “ ...[corte de audio]... Dios sólo guía
por su Palabra, ese es su callado.” Eso era lo que Moisés tenía en su
mano, un callado. “Entonces, Moisés entendiendo el callado, la
vara.” ¿Qué es la vara acá? La Palabra, aquella vara representaba
la Palabra, por eso la extendía y por eso podía hacer las cosas que
hacía, porque aquella vara representaba la Palabra, y con la Palabra
HABLA, OÍMOS 23
de la montaña, ¿por qué? Porque él había sido ungido allá en la
cima de la montaña, entonces había sido ungido, y también había
conocido el Nombre de Dios, y lo llevaba para darlo a conocer allá
al pueblo de Israel.
Y también encontramos, fíjese: él vio la luz en una zarza, en
un árbol, y además de eso Dios le dijo:
– “¿Qué tienes en tu mano?”
– “Una vara”
– “Toma esa vara, tírala al piso.” La tiró, se volvió serpiente,
culebra, volvió otra vez a lo normal, entonces esa fue la vara que
Dios le dijo que iba a usar allá. Con una vara, con un canto [trozo]
de palo, Dios lo envió a allá a Egipto para libertar, ¿a quién? Al
pueblo de Dios, cuando se cumplió la promesa de liberación.
Ahora, vamos a ver entonces, fíjese, ¿Moisés vio qué?
Moisés vio el Pilar de Fuego, en una zarza; es como hoy en día
nosotros podemos mirar, ¿miramos y vemos el Pilar de Fuego sobre
qué? Sobre un árbol también, porque nosotros somos árboles; y
usted y yo lo podemos mirar, y lo podemos ver sobre un árbol
también.
Entonces, ve usted como hoy podemos ver la presencia de
Dios, como podemos ver el Pilar de Fuego; y entonces sabemos que
eso es arriba, en la Edad de la Piedra Angular, cuando se sube ahí,
entonces es que se puede ver todo eso, ¿se puede ver a Dios
manifiesto en dónde? En un árbol, en Elías, ¿no es uno de los olivos?
En ese árbol de olivo. ¿Ve? Moisés lo vio allá en un árbol también,
Entonces ahí fue que Moisés cuando lo vio y entró a esa luz, ¿ve?
Entró a esa luz, y oyó la Palabra hablándole, la Palabra le habló,
entonces ahí recibió la unción para pode ir y libertar al pueblo de
Dios.
Es lo mismo que le pasará a Moisés, es la misma cosa que le
pasará a Moisés, para recibir la unción que tiene que recibir para
poder entonces Dios libertar a Su pueblo de Egipto, que es el mundo,
y Egipto son las denominaciones; y Egipto también es este mundo
en lo literal.
Por lo tanto, entonces habrá liberación espiritual y liberación
literal, es una doble liberación, ¿por qué? Porque también es un
24 Rev. William Soto Santiago
doble ministerio. Entonces tiene que producir una doble liberación,
liberación espiritual, para el pueblo de Dios ser libertado, liberado
espiritualmente de las denominaciones, ser libertado de Laodicea, y
entonces quedar libre totalmente, ¿y también ser libertado en lo
literal cómo? Saliendo de este mundo, saliendo de esta dimensión y
pasando a la otra.
Pero primero ocurre la espiritual, ¿verdad? La espiritual
primero ocurre y entonces nos rapta espiritualmente primero, nos
saca de la edad de Laodicea, y nos sube a la Edad de la Piedra
Angular, al Reino de Dios, y después en lo literal pasa lo mismo;
porque lo que pasa en lo espiritual después se materializa y entonces
después lo otro es más fácil. Porque ya en lo espiritual ha sido
hablada la Palabra, y entonces eso se materializa, y cumple también
en lo físico, en lo literal y nos iremos de aquí también como nos
fuimos de la edad de Laodicea, también nos iremos de este mundo
que está en la condición de Laodicea.
Este mundo está viviendo la edad de Laodicea, que es la
edad pobre, miserable y desnudos, y no lo saben, y están locos en lo
literal y en lo espiritual; eso es lo que dicen, eso es lo que dicen los
psiquiatras, que está humanidad está loca y no lo sabe, eso lo dicen
ellos mismos. La Biblia también lo dice.
Por lo tanto, entonces, Dios no quiere a Sus Hijos aquí
metidos, entonces lo saca de una edad que está loca, y los pone en
una edad buena, en la Edad de la Palabra, la Edad de la Piedra
Angular, y después entonces nos va a sacar de este mundo que está
loco, y nos llevará a la otra dimensión donde todos están bien. ¿Por
qué? Porque los únicos que están bien, que no están locos son los
escogidos del Señor, ¿por qué? Porque no están metidos en la edad
de Laodicea, salieron de ahí.
Ahora recuerde, que los locos son los que lo llaman locos a
los que no están locos; así que, siempre hay... (como dicen que la
mayoría), lo que diga la mayoría es lo que manda y como la
mayoría está loca, pues lo locos, los locos van a decir que los que
están locos son los escogidos, así ha sido siempre, ¿no es eso lo
mismo que pasaba en el tiempo de los apóstoles? ¿No es eso lo que
dice el apóstol San Pablo? “Conforme al camino que llaman herejía,
HABLA, OÍMOS 29
Entonces, fíjese, y allí estuvo parado:
“Y yo veía alguna luz parpadeando allí ( veía alguna luz
parpadeando allí, vamos a ver esa luz). Y yo miré hacia arriba, y
allí estaba el Señor Jesús parado, con una luz de arco iris a Su
alrededor.”
Alrededor, ¿ve usted? Así que esto está hablando de este
tiempo final, para libertar ¿a qué? A los que están más abajo. Porque
fíjese, estas gentes están en la edad de Laodicea, que es la edad
oscura, que es la edad donde están encarcelados ahí; porque ese es
el Edén de Satanás. Entonces, encontramos que el hermano Branham
dice: “Yo miré:” ¿Hacia dónde? “Y miré hacia arriba.” Si mira
hacia arriba ¿qué ve? La Edad de la Piedra Angular; y dice:
“Y miré hacia arriba, y allí estaba el Señor Jesús parado,
con una luz de arco iris a Su alrededor.”
Recuerde que la luz en forma de arco iris ¿es qué? Pacto,
¿dónde estaba? Allí parado, con una luz de arco iris a Su alrededor.
“Él estaba mirando directamente a mí y dijo: Liberta a esa
gente. Y se fue. Y yo pensé: Bueno, ¿cómo puedo libertarlos? Yo
no tengo suficiente fuerzas en mis brazos para romper esas
barras.
Así que dije: (no tenía fuerza así que no podía usar ¿qué?
No podía usar nada humano, sino que dije, habló)... Así que dije:
¡Casa del infierno, entrégalos en el Nombre de Jesucristo!
Y hubo una corriente y un estallido, y la roca rodando, y
barras cayendo, y gentes corriendo, y gritando: ¡Libertados!
Gritando lo más alto que su voz les permitía, y todos fueron
libertados.
Y entonces yo estaba gritando: Hermano Roy Borders,
¿dónde está usted.? ¿Dónde está usted.?¡Dios está libertando su
pueblo! ¿Dónde está usted.,Hermano Borders?”
Dios está libertando a su gente. Libertándolas ¿de dónde? De
la casa del infierno, la edad de Laodicea, que es una edad
denominacional, y al haberse denominado, pues ¿qué pasa? Es la
casa del infierno; entonces esa casa del infierno tiene que caer, esa
casa del infierno tiene que romperse sus puertas, sus barrotes, para
28 Rev. William Soto Santiago
o a la iglesia cristiana, ahorita hablaremos de eso), llamada
iglesia de la hermandad...”
Pertenece a la segunda dispensación, recuerden que mujeres
en la Palabra representa ¿qué? Iglesias. Así que sepa usted eso.
“Yo miré alrededor, y dije: Me gustaría poder ayudarla.
Y continué mirando alrededor, y yo mi pequeña migaja de cuerpo,
y aquellas grandes barras de hierro; y aquella pobre gente allí.
Y usted no podía llegar a ellas, aquellas barras de hierro estaban
colocadas muy cerca, muy cerca unas de otras. Y yo miraba, y
ellos estaban batiendo la cabeza como si estuvieran locos.
Y yo veía alguna luz parpadeando allí.”
Ahora, mire, vio unas luces; en el mensaje que usted recibió
el viernes allá en Sábana Seca, y los que lo hayan recibido hoy es el
mensaje titulado: “La revelación de los veinticuatro ancianos.”
(Revelación, capítulo 4).
Y el tema es: “Los veinticuatro ancianos.” Ahí nos habla
¿de qué? Ahí nos habla del arco iris de esas luces del arco iris esas
luces del arco iris, no vamos a leer, después usted lee cuando usted
encuentre esas luces del arco iris, y usted encuentre verá que esas
luces fueron reflejadas en las edades de la Iglesia, un arco en cada
edad, y un arco, el arco iris, ese arco es la media vuelta, la media
vuelta solamente dice el hermano Branham: “En las edades de la
Iglesia no se dijo ni la mitad.”
¿Por qué? Porque eso representa que el arco iris es medio
arco, o sea, que no le daba la vuelta a la Tierra, por lo tanto ni la
mitad se dijo ¿dónde? En las edades de la Iglesia, pero al final de las
edades de la Iglesia, él ve el arcos iris ¿cómo? Alrededor del Trono.
Así que, ahí entonces se dice ¿qué? Todo. Y entonces no ve
una parte del arco iris, lo ve completo el arco iris completo, con los
siete colores arriba, o sea, que en las edades era un color para cada
edad. Pero en la Edad de la Piedra Angular, que es el Trono ahí
estaba completo todo. Todos los colores, y no media vuelta, sino,
vuelta completa, mostrando que en la edad del Trono, en la Edad de
la Piedra Angular se revelaría todo, sería un mensaje completo, y
entonces ahí es donde ¿está qué? El pacto de Dios, porque arco iris
habla ¿de qué? De pacto.
HABLA, OÍMOS 25
que llaman locura, conforme a ese camino sigo al Dios de mis
padres.”[Hechos 24:14].
¿No es eso también lo que decía San Pablo, cuando decía
que a él lo llamaban loco y él decía: “Toleren un poco mi locura.”
[Segunda de Corintios 11:1].
Pero no es locura, locura de acá, es más bien la cordura de
Dios, entonces siempre a los que están bien con Dios y están en Su
Palabra, el mundo le llama loco, las religiones le llaman locos. ¿No
decían así lo mismo de Jesús de Nazaret? ¿No decían tú estás loco
y tienes demonio? Tú eres samaritano y tienes demonios. Decían que
era loco, ¿y quiénes eran los que realmente estaban locos? Los que
le estaban diciendo a Él que Él estaba loco.
Así que siempre, despreocúpese de eso, cuando alguien le
diga a usted que usted está loco, ¿eso es qué? Eso es que están
diciendo que usted no está como ellos, y como usted sabe que los
que están locos son ellos, el mundo Laodicea, las religiones, pues ya,
entonces usted sabe que es que están viendo que usted está bien, es
que están viendo que usted está bien; porque usted es diferente a
ellos, usted cree diferente, usted tiene las cosas de la Palabra de Dios
como son y entonces eso es lo que pasa.
Al Señor le dijeron que estaba loco y que tenía demonios, era
samaritano y tenía demonios; a San Pablo le dijeron que estaba loco
también, y él decía: “ Bueno, soporten un poco mi locura pero
escúchenme.” A los discípulos los persiguieron también, ¿por qué?
Porque decían que ellos estaban locos y entonces decían: “No llenen
más a Jerusalén con esa doctrina.” Entonces quienes parecían que
eran los que estaban bien, las religiones, eran las que estaban mal,
y los que aparentemente parecían que estaban locos, eran los que
estaban bien, ¿por qué? Porque dice la Palabra: “Porque el
Evangelio es locura a los que se pierden, pero potencia de Dios para
los que creemos.”
Ahora, si el Evangelio de la Gracia fue locura para los que
se perdían, pero potencia de Dios para los escogidos, el Evangelio
del Reino es la misma cosa, el Evangelio de la Edad de la Piedra
Angular, el Evangelio de la tercera dispensación, es locura para los
que se pierden, pero potencia de Dios para nosotros que creemos.
26 Rev. William Soto Santiago
Por lo tanto todo predicador de la Edad de la Piedra Angular,
será conceptuado por este mundo, como un loco. Moisés cuando
aparezca será conceptuado como un loco; Elías cuando vino, ¿qué
publicaron? Por allá por Alemania fue, dice el hermano Branham
que leyó un libro donde dice, (que un alemán escribió un libro) que
decía: “ De todos los locos el más loco es William Branham.”
Así que, no hay porqué preocuparse, porque mientras más
loco encuentren a uno, es que mejor uno está delante de Dios, ¿por
qué? Porque usted sabe que usted no está loco de la locura, esta que
es locura de posesión de espíritus malos, sino que la locura que usted
tiene, es la locura de Dios que es potencia de Dios para todos los que
creen.
Así que, lo loco de Dios es más sabio que los hombres, lo
loco de Dios es más sabio que toda la sabiduría que pueda haber
sobre la Tierra.
Así que, eso es la locura que ellos le llaman. Ahora
recuerden bien esto: Una persona que está fuera de sí, una persona
que está loca, es una persona que ¿está qué? Poseída por un espíritu,
lo que pasa es que, ellos están poseídos por un espíritu malo,
nosotros estamos poseídos por el Espíritu bueno, por el Espíritu de
Dios.
Entonces, lo que ellos están viendo es que estamos poseídos
por el Espíritu de Dios, ¿ve? Entonces están fuera de sí, ellos están
fuera de sí, están fuera de los sentidos humanos, no razonan, ¿por
qué? Porque el Espíritu de Dios no razona, entonces estamos siendo
guiados por el Espíritu Santo, por el Espíritu de Dios, y estamos
siendo poseídos por el Espíritu de Dios, y entonces lo que en lo
natural, lo que con nuestra mente podíamos pensar que es de cierta
manera, o hacerlo de cierta manera, ya no lo hacemos, ni lo
razonamos, sino que dejamos que la mente de Cristo se manifieste
y entonces lo recibimos conforme a la mente del Señor. ¿Ve usted?
Entonces, ya es la mente de Cristo, la mente del Señor
operando en todos nosotros, y eso es lo que ellos están viendo, y a
eso es a lo que ellos le llaman ¿qué? Locura, porque ellos están
viendo ¿qué? Que estamos siendo poseídos por el Espíritu de Dios,
pero nosotros miramos para allá y vemos la clase de espíritu que los
HABLA, OÍMOS 27
está poseyendo a ellos.
Ahora, fíjese, sabemos que no tenemos que preocuparnos,
sabemos que clase de Espíritu es el que está con nosotros ¿por qué?
Porque el Espíritu de Dios se sujeta a la Palabra Escrita, el espíritu
del mundo, le brinca por encima a la Palabra, y no se sujeta a la
Palabra. Por eso, sabemos qué clase de Espíritu es el que tenemos,
y el que estamos recibiendo, y el que nos está guiando a nosotros.
Por lo tanto sabemos la hora en que vivimos, sabemos el
tiempo en que estamos, y no hay problema para nosotros en esta
hora, aunque nos llamen locos, aunque nos llamen fanáticos, no hay
ningún problema, no se apure, que así como en lo espiritual, las
puertas y los barrotes de la casa del infierno son rotos para los
escogidos salir, para los hijos de Dios, el pueblo de Dios ser
libertado, también en lo literal serán rotas las puertas y los barrotes
de esta dimensión, y saldremos libres en la otra dimensión, ¿ve
usted? Pero primero esto ocurre en lo espiritual.
¿Cuántos estaban en Sábana Seca el viernes, para saber si
saben de lo que estoy hablando? Bueno, estamos hablando de lo que
Dios nos dice a través del hermano Branham, de que vendría un
tiempo de liberación para todo el pueblo de Dios, donde Dios estaría
libertando a Su pueblo.
Dice fíjese, una dama, una señora, le dice al hermano
Branham en un sueño que el hermano Branham tuvo dice:
“Y ella dijo (esta hermana dijo): Hermano Branham,
libértenos de esto. Dijo: Esta es una casa del infierno. Usted. ha
sido mal interpretado. Y dijo: Usted. también mal entendió a esta
gente. Ellos son gente buena pero...
Y yo miraba aquello como un gran sótano (ustedes saben
lo que es un sotano), con grandes paredes, debajo de una gran
cueva, y grandes barras de hierro de ocho a diez pulgadas de
grueso. Y gentes dementes, retorcían los brazos y las piernas,
batiendo la cabeza así. Y ella estaba gritando, diciendo: ¡Liberte
al pueblo, liberte al pueblo hermano Branham! Decía:
¡Ayúdenos, estamos en problemas! Ella misma, yo la conozco,
ella pertenece a los, creo a la iglesia de Cristo, o a la iglesia
cristiana (no pierdan eso, ¿a qué iglesia? A la iglesia de Cristo,