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2. Gelfand. Miura. Resortes. Cantidades conservadas.

1. El problema de dispersión inversa. Gelfand.


Recordemos el proceso que se sigue en inverse scattering para resolver la ec. KdV.

u(x,0) u(x,t)

Teoría de dispersión Teoría de dispersión


directa inversa

S(0) S(t)

Usando KdV

Descripción esquemática del método IST

En este proceso se utiliza que el potencial 𝑢(𝑥, 𝑡) [el cual que entra en la ecuación de
Schrödinger] satisface la ec. KdV para lograr obtener 𝑆(𝑡) a partir de 𝑆(0). En los cursos de
mecánica cuántica de la licenciatura quizás lleguen a ver cómo se resuelve el problema de
dispersión directa, i.e., cómo se obtienen los datos de dispersión [𝑆(0)] a partir de la forma
del potencial en el tiempo 𝑡 = 0 [𝑢(𝑥, 0)]. Lo que usualmente no vemos en licenciatura es
cómo se resuelve el problema de dispersión inversa, i.e., cómo se obtiene el potencial 𝑢(𝑥, 𝑡)
a partir de los datos de dispersión 𝑆(𝑡). Este problema (la dispersión inversa) es mucho más
difícil, y fue resulto por Israel Moiseyevich GELFAND, Boris LEVITAN y Vladimir
MARCHENKO entre 1951 y 1955, en los 2 trabajos siguientes:
I.M. Gelfand and B.M. Levitan:
On the determination of a differential equation from its spectral function.
Izv. Akad. Nauk. SSSR 15 (1951) 253.
Amer. Math. Soc. Transl. 1 (1956) 253.
V.A. Marchenko:
The construction of the potential energy from the phases of the scattered waves.
Dokl. Akad. Nauk. SSSR 104 (1955) 695.
Math. Rev. 17 (1956) 740.
En estos trabajos demuestran que si conocemos los datos de dispersión al tiempo t:

𝑆(𝑡) = {𝐸 (𝑡), 𝑐 (𝑡), 𝑎(𝑘, 𝑡), 𝑏(𝑘, 𝑡)}


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entonces podemos calcular el potencial 𝑢(𝑥, 𝑡) [i.e., la solución de la ec. KdV] mediante la
ecuación:
𝑑𝐾(𝑥, 𝑥; 𝑡)
𝑢(𝑥, 𝑡) = −2
𝑑𝑥

donde la función 𝐾(𝑥, 𝑦, 𝑡) es la solución de la ecuación de Gelfand-Levitan-Marchenko:

𝐾(𝑥, 𝑦, 𝑡) + 𝐵(𝑥 + 𝑦, 𝑡) + 𝐾(𝑥, 𝑧, 𝑡)𝐵(𝑦 + 𝑧, 𝑡)𝑑𝑧 = 0

donde 𝐵(𝜉, 𝑡) es la función definida así:

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𝐵(𝜉 , 𝑡) = 𝑏(𝑘, 𝑡) exp(𝑖𝑘𝜉) 𝑑𝑘 + 𝑐 (𝑡)exp −𝐸 𝜉
2𝜋

Es, en efecto, una forma difícil de calcular 𝑢(𝑥, 𝑡), pero esta fue la primera vez en la historia
de las matemáticas que el problema de condiciones iniciales para una ecuación diferencial
parcial no lineal podía ser resuelto. Así pues, el hallazgo de este procedimiento (inverse
scattering) constituyó un parteaguas en la historia de las matemáticas.
La ecuación de Gelfand-Levitan-Marchenko mostrada arriba será, muy probablemente, el
único contacto que tendremos en la licenciatura con Gelfand. Conviene, pues, aprovechar
este momento para conocer algo de este gran matemático ruso.
Para nosotros, físicos, la mayor parte de los hallazgos de Gelfand nos serán incomprensibles,
pero hay algo importante que podemos aprender de él.
Gelfand (1913-2009) dirigió durante 46 años (1943-1989) un seminario semanal en la
Universidad Estatal de Moscú. Este seminario se volvió extraordinariamente famoso, y es
importante para nosotros conocer algo de este seminario.
La mejor descripción que yo conozco de lo que fué ese seminario se encuentra en el libro
“Amor y Matemáticas”, de Edward Frenkel. En el capítulo 6 de ese libro hay 10 páginas que
vale la pena leer. Esas 10 páginas están en el archivo “Amor-Matem” que se encuentra en la
carpeta “Material adicional” que encontrarán en el blog:
solitonesopticos.blogspot.com
Encontrarán esta carpeta después de la “Bibliografía básica (textos)”.
Es importante comprender el esfuerzo que significó para Gelfand organizar este seminario
semana tras semana … ¡durante 46 años!. Y es importante tratar de comprender por qué
trabajó para mantener este seminario.
Es claro que la organización de este seminario no era para provecho propio.
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Gelfand tenía sobrada capacidad para publicar sus propios artículos, y no necesitaba la ayuda
de los conferencistas que presentaban trabajos en su seminario.
El objetivo de Gelfand era ofrecerle a toda la comunidad matemática en su entorno una fuente
continua de ideas interesantes, nuevas, presentadas por matemáticos talentosos. Ofrecer un
espacio para que todos los asistentes pudieran conocerse, platicar, intercambiar ideas, iniciar
nuevos trabajos …
Y Gelfand buscó, semana tras semana, durante 46 años, conferencistas que presentaran cosas
interesantes, motivadoras y útiles para los asistentes al seminario.
Fué un esfuerzo extraordinariamente generoso … y de una constancia sorprendente.
Quiso ayudar a TODOS los matemáticos en su entorno … No sólo a sus amigos y conocidos,
Es, creo, un ejemplo importante que debemos recordar.
Así que, si algún día llegan a ser muy buenos en algún tema, compartan lo que hayan llegado
a comprender. Sean generosos como Gelfand …
Para quienes quieran saber un poco más sobre Gelfand y su seminario, en la misma carpeta
“Material adicional” encontrarán otro archivo titulado “Gelfand-Seminar”.

2. La transformación de Miura
Una vez conociendo la ecuación de Gelfand-Levitan-Marchenko tenemos ya una idea
bastante clara de cómo se obtiene la solución de la ec. KdV siguiendo el proceso descrito en
la figura que se mostró arriba.
Lo que no se entiende es cómo se les ocurrió este proceso a Gardner, Greene, Kruskal y
Miura.
¿Cómo imaginar que para resolver la ec. KdV teníamos que ver a la solución 𝑢(𝑥, 𝑡) de KdV
como el potencial de una ecuación de Schrödinger?
Es una idea extrañísima.
No se ve NINGUNA relación entre la ec. KdV y la ec. de Schrödinger.
Y además el potencial que aparece en la ec. de Schrödinger depende sólo de t, mientras que
la solución 𝑢(𝑥, 𝑡) de la ec. KdV es una función de x y t.
¿Cómo se les ocurrió esta extrañísima idea?
La idea nació de un descubrimiento de Robert Miura, que aunque interesante, no parecía
demasiado importante.
Miura descubrió que si tomamos la ec. KdV:

𝑢 − 6𝑢𝑢 + 𝑢 =0 (KdV)

y hacemos el cambio de variables:


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𝑢 =𝑣 +𝑣 (TM)
obtenemos la nueva ecuación:
𝑣 − 6𝑣 𝑣 + 𝑣 =0 (mKdV)

Esta ecuación resultó ser interesante, ya que posteriormente se mostró que también es una
ecuación totalmente integrable, es decir, también puede resolverse mediante una
modificación del método de inverse scattering usado para resolver KdV.
De esta forma, Miura mostró que la transformación (TM) es una transformación interesante,
ya que permite transformar la ec. KdV en otra ecuación integrable: la nueva ec. (TM). Como
esta ecuación es parecida a KdV, se le llamó en inglés modified KdV equation, y se usan las
siglas “mKdV” para referirnos a ella. Y la transformación (TM) fue bautizada como
“transformación de Miura”.
Hasta aquí esto parece ser un resultado un tanto fortuito, y de un interés bastante reducido.
Pero entonces entró la brillantez de Miura. Miura notó que si tenemos una solución 𝑣(𝑥, 𝑡)
de la ec. mKdV es trivial obtener una solución 𝑢(𝑥, 𝑡) de la ec. KdV: simplemente
sustituímos 𝑣(𝑥, 𝑡) en (TM) ¡y voilá!, tenemos una solución 𝑢(𝑥, 𝑡) de KdV.
Pero entonces Miura se preguntó: ¿y si lo que tenemos es lo contrario?
Si tenemos es una solución 𝑢(𝑥, 𝑡) de KdV:
¿también es fácil obtener una solución 𝑣(𝑥, 𝑡) de cmKdV?
Y ahora la respuesta es NO: no es tan fácil obtener 𝑣(𝑥, 𝑡).
Para obtener 𝑣(𝑥, 𝑡) a partir de 𝑢(𝑥, 𝑡) necesitamos resolver la ec. (TM), que es ahora una
ecuación diferencial no lineal para 𝑣(𝑥, 𝑡). Como en (TM) sólo entra una derivada con
respecto a x, podemos pensar en esta ecuación como una ecuación diferencial ORDINARIA
para v, y pensar a t (para efectos de la resolución de esta ecuación) como un simple parámetro
constante que entra en la ecuación.
Por lo tanto, hay un gran contraste:
• para pasar de v a u mediante (TM) simplemente hay que evaluar 𝑣 + 𝑣
• para pasar de u a v mediante (TM) ¡hay que resolver una ec. dif. ordinaria no lineal!
Una vez habiendo encontrado este contraste, Miura se enfocó en resolver la ec. (TM)
[considerando a 𝑣(𝑥, 𝑡) como la incógnita]. Y esto no era difícil.
Si llevaron un buen curso de ecuaciones diferenciales, reconocerán que (TM) es un caso
especial de la ecuación de Riccati:

𝑣 + 𝑄(𝑥)𝑣 + 𝑅(𝑥)𝑣 = 𝑃(𝑥) (R)

la cual es de las poquísimas ecuaciones diferenciales no lineales que se ven en la carrera, y


esta ecuación se estudia por una simple razón: es bien conocido que es posible linearizar (R)
mediante el cambio de variables:

𝑣= (cv)
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Convenzámonos de ello. De (cv) se sigue que:

Rx  x  xx  x2 Rx  x 1  xx 1  x2
vx       
R2  R 2 R2  R  R 2

Por lo tanto (R) se transforma en:


Rx  x 1  xx 1  x2 Q  x 1  x2
     P
R2  R  R 2 R  R 2
El tercero y el quinto término se cancelan, y si después multiplicamos por Rψ, obtenemos
una ecuación lineal en ψ:
 Rx 
 xx   Q   x  PR (EL)
 R 
Ahora bien, en (TM) tenemos Q = 0, R = 1 y P = u, de manera que en el caso de la
transformación de Miura (TM), la ecuación lineal (EL) toma la forma:

𝜓 − 𝑢𝜓 = 0 (S1)

y seguramente Miura reconoció inmediatamente que esta ecuación es un caso especial la


ecuación:
𝜓 − (𝐸 − 𝑢)𝜓 = 0 (S2)

¡la ecuación de Schrödinger independiente del tiempo!


Y aquí es donde apareció la idea central rarísima de inverse scattering:

PENSAR A LA SOLUCIÓN DE KdV,


𝒖(𝒙, 𝒕)
COMO POTENCIAL DE UNA ECUACIÓN DE SCHRÖDINGER

El resto del trabajo ya no fue tan misterioso: había que investigar qué se podría obtener de
una ecuación de Schrödinger cuyo potencial dependiera de 2 variables, y ese potencial 𝑢(𝑥, 𝑡)
satisfaciera la ecuación KdV.
Y la investigación la dirigieron en una dirección normal en mecánica cuántica: fijarse en el
espectro de energía (cuando E<0), y en las eigenfunciones (cuando E>0). Es decir: fijarse en
los datos de dispersión. Y como la “novedad” ahora era que el potencial no sólo dependía de
x, sino también de “otra” variable (la t), era normal preguntarse cómo dependerían los datos
de dispersión de esa “otra” variable. Y aquí es donde Gardner, Greene. Kruskal y Miura
descubrieron que si tomaban en cuenta que 𝑢(𝑥, 𝑡) era solución de KdV, podían determinar
la dependencia temporal de los datos de dispersión. Es decir, podían pasar de la esquina
inferior izquierda del diagrama que describe inverse scattering, a la esquina inferior derecha.
Y de esa esquina ya sólo faltaba un paso para pasar a la esquina superior derecha [la
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determinación de la solución 𝑢(𝑥, 𝑡) de KdV]: resolver el problema de dispersión inversa.


¡Pero ese problema lo habían resuelto Gelfand, Levitan y Marchenko 10 años atrás!
¡Así que ya tenían la solución 𝑢(𝑥, 𝑡) de la ec. KdV para una condición inicial 𝑢(𝑥, 0)!
La ciencia de los solitones acababa de nacer en ese momento …

Vemos, pues, que fue la transformación de Miura, y la idea de Miura de ver su transformación
“al revés” [obtener 𝑣(𝑥, 𝑡) a partir de 𝑢(𝑥, 𝑡)], lo que condujo al descubrimiento del método
de inverse scattering.

3. Obtención de KdV mediante los resortes de FPU


No hay una deducción sencilla de la ec. KdV.
Esto nos lo confirma Lamb:
G.L. Lamb:
ELEMENTS OF SOLITON THEORY
(Serie: "Pure & Applied Mathematics", de Wiley, 1980)
quien en la pag. 13 dice:
"Unfortunately, all examples of nonlinear dispersive waves entail somewhat tedious perturbation calculations
before the equation of interest, such as the KdV equation, is finally obtained."
A continuación veremos la deducción más sencilla posible de la ec. KdV, que es la forma en que Zabusky y
Kruskal llegaron a esta ecuación.

La idea de Zabusky y Kruskal


Como dijimos en el capítulo anterior, Norman Zabusky y Martin Kruskal tomaron el
problema de Fermi, Pasta y Ulam (FPU), que es un problema discreto (un número discreto
de masas), y decidieron transformarlo en un problema continuo.
Es importante aprender el procedimiento seguido por Zabusky y Kruskal porque la misma
idea puede usarse para transformar cualquier otro problema discreto en un problema
continuo.
Para entender la idea de Zabusky y Kruskal comencemos por fijarnos en cuál es la fuerza que
siente una de las masas que están unidas por los resortes no lineales considerados por FPU.
Suponiendo que los resortes ejercen una fuerza de magnitud:

F  kL  kL  kL1  L 
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al ser comprimidos o estirados una distancia L, se llega a que la fuerza sobre la i-ésima masa
está dada por [Bullough y Caudrey p. 4]:

 
my i,tt  k  y i 1  y i  1    yi 1  y i   k  y i  yi 1  1    yi  yi 1 
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 k  y i 1  2 y i  y i 1   k y i 1  2 y i y i 1  2 y i y i 1  y i 1
2 2
 (1)

donde yi es el desplazamiento de la i-ésima masa de su posición de equilibrio.


Si consideramos ahora que la separación entre las masas es pequeña con respecto a la longitud
de las ondas que se propagan por el sistema, podemos introducir una función continua yx,t 
tal que:

yi  y  x,t  , (1a)
1 2 1 1 4
y i 1  y  x  h,t   y  x,t   hy x  h y xx  h 3 y xxx  h y xxxx , (1b)
2 6 24
1 1 1 4
y i 1  y  x  h,t   y  x,t   hy x  h 2 y xx  h 3 y xxx  h y xxxx , (1c)
2 6 24
yi,tt  y tt . (1d)
Sustituyendo estas expresiones en la ec. (1) obtendremos una ecuación diferencial parcial
(EDP) para la variable continua y(x,t), en lugar de la ecuación (1), en la que aparecen
posiciones discretas (yi) y diferencias finitas (allí no hay derivadas). La EDP que
obtendríamos de esta manera es una ecuación larga y complicada, pero podemos llegar a una
ecuación más sencilla haciendo lo siguiente:
a) en el primer paréntesis que aparece en el miembro derecho de (1) usaremos las expresiones
(1b) y (1c) completas,
b) en el segundo paréntesis que aparece en el miembro derecho de (1) cortaremos las
expresiones para yi+1 y yi-1, y usaremos solamente los 3 primeros términos que aparecen
en las expresiones (1b) y (1c).
Haciendo esto se llega a la ecuación:
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my tt  kh 2 y xx  kh y xxxx  2k h 3 y x y xx (2)
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Quedará de tarea comprobar que efectivamente se llega a esta ecuación.

DETALLE DEL CÀLCULO:


Al sustituír la expresiones (1a)-(1d) en (1), usando sólo los 3 primeros términos de (1b) y (1c) en el
segundo paréntesis de (1), obtenemos:

 h2 h3 h4 h2 h3 h4 
mytt  k  y  hy x  yxx  yxxx  y4 x  2 y  y  hy x  yxx  y xxx  y4 x 
 2 6 24 2 6 24 
h4 2
 k  y  h y 
2 2
y xx  2h y y x  h 2 y y xx  h3 y x yxx
2
x
4
h4 2 
 y 2  h 2 yx2  yxx  2h y y x  h 2 y y xx  h3 yx yxx 
4 
8

  h2   h2 
 k  2  y 2  hy y x  y y xx   2  y 2  hy y x  y y xx  
  2   2 

Muchos de los términos de esta ecuación se cancelan, y obtenemos (2).

FIN DEL DETALLE.

Notemos ahora que la ecuación (2) es una ecuación de la forma [Gustafson p. 269]:

y tt  c 2 y xx   c 2 y x y xx   c 2 2 y xxxx (3)

2 2
donde c 2  kh 2 /m,   2 h y   h / 12 . Ver que esta es una ecuación de onda
modificada. La ecuación (3) toma una forma más sencilla si buscamos soluciones de la forma
[Ablowitz y Segur p. 4]:
yx,t   f  ,T  (4)

donde ξ  x  ct y T   c t /2 . Con este cambio de variables, y despreciando los términos


de orden 2 , la ecuación (3) se reduce a:

f ξT  f ξ f ξξ   2 f ξξξξ  0 (5)

El paso de (3) a (5) mediante (4) podría ser un problema de examen, o bien podría hacerse
en clase (no es muy largo).
Finalmente, si definimos u  fξ la ecuación (5) se convierte en la ecuación KdV:

uT  uu ξ   2 u ξξξ  0

y llamando nuevamente x y t a las variables independientes, la ecuación KdV adquiere su


forma usual:
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u t  uu x   u xxx  0 . (6)

Conviene observar que si tomamos distintos números de sumando en las expresiones (1b) y
(1c) podemos obtener otras EDPs, y todas estas EDPS son aproximaciones a la ecuación
discreta (1).
Conviene también insistir en que podemos aplicar este procedimiento a otras ecuaciones
discretas con diferencias finitas similares a la ec. (1), lo cual nos llevaría a otras EDPs.

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