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Stephen R. Covey
Para poder cambiar nosotros mismos primero tenemos que cambiar nuestras percepciones.
Al tener percepciones estas gobiernan nuestra forma de ver las cosas y comportamientos,
tenemos que analizar la forma en que vemos las cosas, así como las cosas que vemos, este análisis
dará forma a la interpretación
N la historia el éxito se encuentra en =la ética del carácter” y siendo superficial, es decir, basada
en la imagen, las técnicas y los arreglos transitorios de tipo social.
Depende de mi carácter que las personas crean en mi o me desconfíen pues me pueden percibir
como manipulador aun cuando aplico buenas técnicas de relaciones humanas.
Muchas personas con «grandeza» secundaria —es decir, con reconocimiento social de sus talentos
— carecen de «grandeza» primaria o de bondad en su carácter
las personas tienen fuerza de carácter pero les falta habilidad para la comunicación, y ello sin duda
afecta también la calidad de las relaciones
Todos tenemos muchos mapas en la cabeza, que pueden clasifi carse en dos categorías principales:
mapas del modo en que son las cosas, o realidades, y mapas del modo en que deberían ser, o
valores.
Estos supuestos dan origen a nuestras actitudes y a nuestra conducta. El modo en que vemos las
cosas es la fuente del modo en que pensamos y del modo en que actuamos.
Tanto la ética del carácter como la ética de la personalidad son ejemplos de paradigmas sociales
El poder de un cambio de paradigma
Quizá la conclusión más importante que puede obtenerse del experimento perceptivo pertenece
al área del cambio de paradigma, que podría denominarse experiencia «¡Eureka!»
Cambio de paradigma, es cuando el señor se sentía irritado por los niños que entraron al vagón y
al comentarle a su padre que tenía los ojos cerrados y contestando que su madre había muerto
hace una hora y sus hijos no sabían cómo reaccionar… cambio el paradigma que tenía el señor
irritado a un compadecimiento total…
Thoreau, «Mil cortes en las hojas del árbol del mal equivalen a uno solo en las raíces». Sólo
podemos lograr una mejora considerable en nuestras vidas cuando dejamos de cortar las hojas
de la actitud y la conducta y trabajamos sobre la raíz, sobre los paradigmas de los que fluyen la
actitud y la conducta.
VER Y SER.
Si bien los individuos pueden considerar sus propias vidas e interacciones como paradigmas o
mapas emergentes de sus experiencias y condicionamientos, esos mapas no son el territorio. Son
una «realidad subjetiva», sólo un intento de describir el territorio.
La «realidad objetiva», o el territorio en sí, está compuesto por principios -«faro» que gobiernan
el desarrollo y la felicidad humanos: leyes naturales entretejidas en la trama de todas la
sociedades civilizadas a lo largo de la historia
Entre otros ejemplos se cuentan la integridad y la honestidad. Éstas crean los cimientos de la
confianza, que es esencial para la cooperación y el desarrollo personal e interpersonal a largo
plazo.
La «realidad objetiva», o el territorio en sí, está compuesto por principios -«faro» que gobiernan el
desarrollo y la felicidad humanos: leyes naturales entretejidas en la trama de todas la sociedades
civilizadas a lo largo de la historia, y que incluyen las raíces de toda familia e institución que haya
perdurado y prosperado.
Por ejemplo, me estoy refiriendo al principio de la rectitud, a partir del cual se desarrolla todo
nuestro concepto de la equidad y la jus ticia Entre otros ejemplos se cuentan la integridad y la
honestidad Éstas crean los cimientos de la confianza, que es esencial para la cooperación y el
desarrollo personal e interpersonal a largo plazo.
Cuanto más estrechamente nuestros mapas o paradigmas concuerden con estos principios o
leyes naturales, más exactos y funcionales serán. Los mapas correctos influyen en gran medida
en nues tra efectividad personal e interpersonal, mucho más que cualquier cantidad de esfuerzo
consumido en cambiar nuestras actitudes y conductas.
Para relacionarnos efectivamente con un cónyuge, con nuestros hijos, amigos o compañeros de
trabajo, debemos aprender a escuchar. Y esto requiere fuerza emocional. El escuchar requiere
tener cualidades del carácter altamente desarrolladas tales como paciencia, estar abiertos y
desear comprender. Es mucho más fácil actuar desde un nivel emocional bajo y dar consejos de
alto nivel.
Somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito.
ARISTÓTELES
Básicamente, nuestro carácter está compuesto por nuestros hábi tos. «Siembra un pensamiento,
cosecha una acción; siembra una acción, cosecha un hábito. Siembra un hábito, cosecha un
carácter; siembra un carácter, cosecha un destino», dice el proverbio.
El conocimiento es el paradigma teórico, el qué hacer y el por qué, la capacidad es el cómo hacer.
Y el deseo es la motivación, el querer hacer. Para convertir algo en un hábito de nuestra vida,
necesitamos esos tres elementos.
Yo puedo ser inefectivo en mis interacciones con mis compañeros de trabajo, con mi cónyuge o
mis hijos, porque constantemente les digo lo que pienso, pero nunca los escucho realmente. A
menos que encuentre los principios correctos de la interacción humana, tal vez ni siquiera sepa
que necesito escuchar.
EL CONTINUUM DE LA MADUREZ
Si soy intelectualmente interdependiente, comprendo que necesito mis propios pensamientos con
los mejores pensamientos de otras personas
Por ello los hábitos 1, 2 y 3 examinados en los capítulos siguientes tienen que ver con el
autodominio. Llevan a una persona de la dependencia a la independencia. Son las «victorias
privadas», la esencia del desarrollo del carácter.
LA EFECTIVIDAD DEFINIDA
Dependencia
1 Sea proactivo
3 Primero Lo primero
Independencia
4 Piense en ganar/ganar
6 Sinergice
Interdependencia.
7 Afile la Sierra
Si uno adopta un modelo de vida centrado en los huevos de oro y se olvida de la gallina, pronto se
encontrará sin los medios que producen los huevos. Por otra parte, si uno se limita a cuidar de la
gallina sin recoger los huevos de oro, pronto se encontrará sin dinero para alimentarse a sí mismo
o alimentar al ave.
Básicamente, hay tres tipos de bienes: los físicos, los económicos y los humanos. Considerémoslos
uno a uno.
CP ORGANIZACIONAL
El equilibrio P/CP resulta particularmente importante cuando se aplica a los bienes humanos de la
organización: clientes y empleados.
El principio CP dice que siempre hay que tratar a los empleados exactamente como queremos que
ellos traten a nuestros mejores clientes.
Para actuar sobre la CP hay que tratar a los empleados como voluntarios, tan voluntarios como los
clientes, porque eso es lo que son. Aportan voluntariamente sus mejores dotes: el corazón y la
mente
El equilibrio P/CP es la esencia misma de la efectividad. Esto es válido para todos los aspectos de la
vida. Podemos trabajar con él o contra él, pero ahí está. Es un faro. Es la definición y el paradigma
de la efectividad sobre los cuales se basan los siete hábitos expuestos en este libro.
El efecto neto de abrir «la puerta del cambio» a los primeros tres hábitos (los hábitos de la victoria
privada) aumenta considerablemente la autoconfianza
II VICTORIA PRIVADA
No conozco ningún hecho más alentador que la incuestionable capacidad del hombre para
dignificar su vida por medio del esfuerzo consciente.
EL ESPEJO SOCIAL
El determinismo genético
El determinismo psíquico
El determinismo ambiental
LA «PROACTIVIDAD» DEFINIDA
Si nuestra elección es ésa, nos volvemos reactivos. Las personas reactivas se ven a menudo
afectadas por su ambiente físico. Si el tiempo es bueno, se sienten bien. Si no lo es, afecta a sus
actitudes y su comportamiento. Las personas proactivas llevan consigo su propio clima El hecho de
que llueva o brille el sol no supone ninguna diferencia para ellas. Su fuerza impulsiva reside en los
valores, y si su valor es hacer un trabajo de buena calidad, no depende de que haga buen tiempo o
no
La capacidad para subordinar los impulsos a los valores es la esencia de la persona proactiva
También las personas proactivas se ven influidas por los estímulos externos, sean físicos, sociales o
psicológicos. Pero su respuesta a los estímulos, consciente o inconsciente, es una elección o
respuesta basada en valores.
Lo que nos hiere o daña no es lo que nos sucede, sino nuestra res puesta a lo que nos sucede.
Frankl es uno de los muchos que pudieron desarrollar su libertad personal en circunstancias
difíciles, para animar e inspirar a otros
TOMAR LA INICIATIVA
hacerse administrar tests de intereses y aptitudes, estudiar la industria, incluso los problemas
específicos que afrontan las organizaciones, y que después elaboren una exposición efectiva para
demostrar de qué modo sus capacidades pueden ayudar a resolver las dificultades de la
organización. Esto se llama «venta de la solución» y es un paradigma clave del éxito comercial.
pregunta proactiva de «¿Cuál es nuestra respuesta? ¿Qué vamos a hacer nosotros! ¿Cómo
podemos nosotros tomar la iniciativa en esta situación?»
ESCUCHANDO NUESTRO LENGUAJE
En la gran literatura de todas las sociedades progresistas, se habla de amar, del verbo. Las
personas reactivas hablan del sentimiento.
Las personas proactivas centran sus esfuerzos en el círculo de influencia. Se dedican a las cosas
con respecto a las cuales pueden hacer algo. Su energía es positiva: se amplía y aumenta, lo cual
conduce a la ampliación del círculo de influencia.
Por otra parte, las personas reactivas centran sus esfuerzos en el círculo de preocupación. Su foco
se sitúa en los defectos de otras personas, en los problemas del medio y en circunstancias sobre
las que no tienen ningún control
La energía positiva amplía el círculo de influencia