Me gusta ir al mar, y ver como las olas golpean la orrila en
5: “Dios está en medio de ella; no será conmovida”…
rocas y piedras. Pero a veces sus olas son fuertes y el sonido
es asustador… Es como el sinido de las guerras y las crisis de
este mundo… asustan
ESTAD QUIETOS
SALMOS 46
https://www.youtube.com/c/ReflexionesParaHoyPrWillardCano
El Salmo 46 se llama "Salmo de Lutero" porque el reformador
cantó este salmo en tiempos de angustia y lo parafraseó en un
himno, "Castillo fuerte". El salmo es un himno que habla de la
seguridad que el pueblo de Dios puede disfrutar en el caos de
este mundo.
Se cree que el contexto histórico del salmo es la liberación
milagrosa de Jerusalén cuando la ciudad fue rodeada por
Senaquerib de Asiria (2 Rey 18: 13-19: 35; Is 36: 1-37: 36). En
esa ocasión, el pueblo de Judá experimentó la presencia de
Dios de una manera única, de ahí que el salmo celebrando
alabanzas a Él como Emmanuel, Dios con nosotros
Vers. 1: “Refugio”… Nuestra verdadera seguridad reside no
en las armas humanas, sino en el Dios todopoderoso. Todas las
otras promesas de seguridad ofrecen falsas esperanzas y son,
al final, inútiles.
Vers. 3: “aunque bramen y se agiten sus aguas, aunque
tiemblen los montes”…El temor de que los montes o las
ciudades caigan de repente al mar debido a una explosión
nuclear persigue a mucha gente en la actualidad. Pero el
salmista dice que incluso si el mundo se acabara, «¡no
temeremos!» Aun frente a una destrucción total, expresó una
gran confianza en la capacidad de Dios para salvarlo. Parece
imposible enfrentarse al fin del mundo sin temor, pero la Biblia
es clara: Dios es nuestro refugio aun frente a la destrucción
total. No es un simple refugio temporal, es nuestro refugio
eterno y pude fortalecernos en toda circunstancia.
Vers.
A Dios le gusta estar en medio de las cosas. En el principio, Su
árbol de la vida estaba en medio del Jardín de Edén. Apareció a
Moisés en medio del arbusto. Destruyó al faraón en medio del
mar. Su tabernáculo estaba en medio del campamento, y
caminaba en medio del campamento (Deut. 23:14). Dios les
hablaba de en medio del fuego en el Monte Sinaí. Puso a Israel
en medio de la tierra. Era el cuarto “hombre” en medio del horno
de fuego con Sadrac, Mesac y Abed-nego (Dan. 3:25). Dios
está en medio de dos o tres cuando se reúnen en su nombre
(Mat. 18:20). Jesús murió entre otros dos convictos. Luego de
su muerte, cuando los discípulos se habían encerrado por
temor, apareció en su medio (Juan 20:19). Juan lo vio de pie
entre los siete candelabros (Apoc. 1:13), y finalmente estará en
medio del trono de Dios (Apoc. 7:17).
Como repite el Salmo 46 en dos ocasiones: “¡El Señor de los
ejércitos está con nosotros!” Y como creyentes, podemos decir:
“Dios está conmigo. ¡No seré conmovido!” ¡Qué consuelo! Si
permitimos que eso penetre profundo en nuestro espíritu, el
temor tiene que huir.
Vers. 10: “Estad quietos, y sabed que yo soy Dios”… Este
no es un llamado a la adoración «silente». El versículo 10 es la
voz de Dios dirigiéndoles una advertencia a los pueblos que
desatan guerras. En otras palabras, «Cesen o desistan; soy yo,
Dios, quien seré exaltado en la victoria; ningún otro tiene
oportunidad alguna de vencer».
La guerra y la destrucción son inevitables, pero también lo es la
victoria final de Dios. En ese momento, todos permanecerán en
silencio ante el Dios Todopoderoso. Cuán oportuno es para
nosotros estar quietos honrando y reverenciando su poder y
majestad. Dedique cada día el tiempo necesario para
permanecer quieto y exaltar a Dios.
• En tiempos de persecución, catástrofes naturales, crisis
económicas, guerras, etc. Con este salmo, Dios consoló los
corazones de los fieles y consuela incluso hoy.
• Enfrentando situaciones angustiosas, enfrentando la muerte
de un ser querido, enfrentando el dolor de una tragedia o
aplastado por el sufrimiento de un accidente, las palabras del
Salmo aplicadas por el Espíritu Santo son capaces de hacer lo
que ningún tranquilizante químico hace.
• ¡El Dios que trabajó en el pasado es el mismo que trabaja en
el presente, tenemos colecciones de cosas buenas que nos
hizo, así que confiando en Él, podemos tener más y más
razones para alabarlo!

¡La presencia divina en nuestra vida hace toda la diferencia!

¡Confiemos en Él para alabarlo!

Fe y Valor
Pr. Willard Cano
Mayordomo de Dios