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UNIVERSIDAD NACIONAL “SAN LUIS GONZAGA”

FACULTAD: CIENCIA DE LA EDUCACIÓN Y HUMANIDADES

ESCUELA: HISTORIA Y GEOGRAFÍA

TÍTULO DE LA MONOGRAFIA:
LA NUEVA ORDEN MUNDIAL Y LA GEOPOLITICA
AUTOR:
Medina Quincho, Luis ángel
Ica-Perú
2023
Dedicatoria: A: Nuestros compañeros de
aula de Historia y Geografía
CONCLUSIÓN

El perfil del tutor es de suma importancia y trascendencia en el desarrollo de los estudiantes.


Su papel va más allá de ser un simple orientador, ya que cumple múltiples funciones clave
que contribuyen al éxito del trabajo de los estudiantes.

El tutor brinda guía y asesoramiento durante todo el proceso de investigación y redacción,


ayudando al estudiante a definir el tema, establecer objetivos claros y estructurar el contenido
de manera efectiva. Además, su experiencia y conocimiento en el área específica de estudio
son fundamentales para proporcionar información actualizada y sugerir fuentes adicionales de
investigación.

Otra función esencial del tutor es corregir y ofrecer retroalimentación constructiva sobre el
trabajo del estudiante. Identificar errores gramaticales, mejorar la redacción y ofrecer
sugerencias para mejorar la calidad del contenido son aspectos cruciales que el tutor
desempeña. También actúa como motivador y brinda apoyo emocional, animando al
estudiante a superar obstáculos y mantenerse enfocado en el logro de los objetivos
establecidos.
EL NUEVO ORDEN MUNDIAL Y
LA GEOPOLITICA
La expresión nuevo orden mundial se ha usado en geopolítica e historia reciente para
referirse a un supuesto nuevo período histórico, caracterizado por cambios dramáticos en
las ideologías políticas y en el equilibrio de poderes a nivel global. En el ámbito popular, el
término se utiliza como parte de diversas teorías de conspiración, así como en relatos
apocalípticos relacionados con las escrituras bíblicas.

El primer uso de esta expresión aparece en el documento de los Catorce Puntos del
Presidente Woodrow Wilson haciendo un llamado después de la Primera Guerra Mundial
para la creación de la Sociedad de las Naciones, antecesora de las Naciones Unidas. La
frase fue usada con cierta reserva al final de la Segunda Guerra Mundial cuando se
describían los planes para la creación de las Naciones Unidas y los Acuerdos de Bretton
Woods debido a la asociación negativa resultante del fracaso de la Liga de Naciones.

El uso más amplio y reciente de esta expresión se origina sobre todo con el final de la
Guerra Fría. Los presidentes Mijaíl Gorbachov y George H. W. Bush usaron el término para
tratar de definir la naturaleza de la posguerra y el espíritu de cooperación que se buscaba
materializar entre las grandes potencias.

En una referencia a las hostilidades en Irak y Kuwait, la revista Time del 28 de enero de
1991 mencionaba: «Mientras caían las bombas y se disparaban los misiles, las esperanzas
de un nuevo orden mundial cedieron lugar al desorden común». Además, se añadió que
«Nadie debe forjarse ilusiones pensando que el nuevo orden mundial, del que tanto alarde
se hace, se ha establecido o está cerca.

La teoría de conspiración del llamado Nuevo Orden Mundial afirma la existencia de un plan
diseñado con el fin de instaurar un gobierno único —burocrático y controlado por sectores
elitistas y plutocráticos— a nivel mundial.

Las referencias a un “nuevo orden mundial” son muy antiguas. Para abordar el tema es
importante resaltar que este concepto es usado en geopolítica, historia y relaciones
internacionales desde hace mucho tiempo.

Algunos autores indican que el término se mencionó por primera vez en los “Catorce
Puntos” del presidente estadounidense Woodrow Wilson (1918). Documento mediante el
cual se establecieron principios para alcanzar la paz después de la Primera Guerra Mundial.

Henry Kissinger, por su parte, señala en su libro Orden mundial, que el concepto viene de
muchos años más atrás. El académico destaca que lo que pasa por orden, en nuestro
tiempo, en realidad fue ideado en Europa Occidental hace más de cuatro siglos, cuando se
estableció la llamada Paz de Westfalia.

En teoría, orden mundial es “el estado en el que se refrenan la violencia y la crisis


económica. Son procesos de negociación y de disuasión, de equilibrio de fuerzas y de
manejo de los vínculos económicos que generen orden y estabilidad.” (Hoffmann S., 1978).

Vale resaltar que lo establecido en los Tratados de la Paz de Westfalia y en los “Catorce
Puntos de Wilson” sentó las bases para el orden mundial liberal en el que aún vivimos. El
respeto por la soberanía territorial, la no injerencia en asuntos internos. La
autodeterminación de los pueblos, el libre comercio, entre otros señalamientos, fueron
establecidos en dichos acuerdos.

El orden mundial refiere a un estado ideal que nunca será perfecto. Sin embargo, este curso
puede cambiar si “un fuerte quiere dominar”.

Por más de cuatro décadas el mundo vivió bajo un modelo liberal que trajo cierta
estabilidad, pero la reciente invasión de Ucrania por Rusia ha desencadenado una serie de
eventos que están generando cambios en el orden internacional.

Larry Fink, presidente de la mayor gestora de fondos de inversión del mundo, afirma que la
ofensiva rusa “ya alteró totalmente el orden mundial que regía desde fines de la Guerra
Fría”.

Rusia es el tercer mayor productor de petróleo del mundo. El veto a sus importaciones ha
producido escasez de los suministros, por lo que el alza de precios a nivel mundial ha sido
inminente. Por su lado, Ucrania es uno de los mayores productores y exportadores de
cereales. Rusia ejecutó un bloqueo naval en el Mar Negro, rompiendo así la cadena de
suministro de cereales. Las operaciones de las empresas multinacionales, que son el centro
de la globalización económica, están siendo gravemente afectadas. Nos acercamos a una
mayor crisis alimentaria y energética a nivel global.

En el plano jurídico, la invasión rusa ha transgredido todos los tratados internacionales


relacionados con el uso de la fuerza contra la integridad territorial y la independencia de un
estado. Además, se han cometido abusos graves y sistemáticos que vulneran los derechos
humanos. Esta agresión va en contra de todo lo jurídicamente constituido en el derecho
internacional.

Muchos analistas afirman que el régimen autoritario ruso intenta imponer una nueva era en
las relaciones internacionales a fin de desplazar el orden establecido por occidente hace
muchos años.

Robert W. Cox señala que “los órdenes mundiales son estructuras históricas sucesivas en
las que interactúan el atributo material de poder, las ideologías y las instituciones”. En este
sentido, ningún orden puede ser permanente, ya que se depende de las posiciones
ideológicas y del uso de poder de los gobernantes de turno.
Los conflictos siempre existirán. Henry Kissinger mencionó que nunca ha existido un orden
mundial verdaderamente global. El contexto cultural, político y social de cada nación, da su
propia perspectiva del mundo.

Al margen de cualquier postura, la historia nos muestra que solo después de sufrir las
terribles consecuencias de las guerras, las naciones buscaron acuerdos y bases de
concertación para el establecimiento de un orden que garantizara paz y seguridad global. Al
parecer es un ciclo repetitivo, sobre el que vale la pena reflexionar.

EL BRICS

La sigla BRICS se refiere a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, todos ellos consideradas
economías emergentes, con un gran potencial, que pueden llegar a estar entre las
economías dominantes a mediados de siglo.

Son además países que se caracterizan por estar entre los más grandes, con Rusia a la
cabeza, y más poblados del planeta. Todos ellos son ricos en recursos naturales y su
producto interior bruto (PIB) ha crecido mucho en los últimos años

Respecto a su creación como grupo, aunque existieron reuniones previas, fue en 2008
cuando Brasil, Rusia, India y China comenzaron a desarrollar enfoques comunes sobre
economía internacional. En 2010 se incorporó Sudáfrica y los BRIC pasaron a ser los
BRICS.

Posiblemente en los próximos años veremos como este grupo alcanza en importancia al
G8, aunque si comparamos la renta per cápita de estos países con la de los países del G8,
podemos ver que existe aún una notable diferencia en el nivel de vida de sus habitantes.

Entre sus países miembros, China es el que tiene más población y mayor PIB de todos
ellos. El segundo país por producto interior bruto es India y a la cola se encuentra Sudáfrica.

En cuanto al PIB Per cápita, que como ya hemos visto es útil para comparar el nivel de vida
de sus habitantes, China, se encuentra en segundo puesto, precedida por Rusia que, con
14.846 €, lidera el ranking. En último lugar se encuentra India, cuyos habitantes tienen un
nivel de vida 6 veces menor que los de Rusia.

Como era de esperar, China también destaca por su deuda de 13.065.012 y es Sudáfrica el
que, como también era de esperar, tiene menos deuda.

En la siguiente tabla aparecen sus miembros y sus principales variables económicas.


Clicando sobre cada uno de ellos puede acceder a mucha más información de cada uno de
los países.
En algún punto de 2021, los países emergentes que forman el grupo de los BRICS -Brasil,
Rusia, India, China y Sudáfrica- dejaron de ser un bloque aspiracional y pasaron a
convertirse en un bloque geopolítico de pleno derecho en la comunidad internacional.

Fue ese año cuando sorprendieron con su progreso económico y el PIB de los BRICS
superó al de sus homólogos del G7 en términos de paridad de poder adquisitivo como
porcentaje del PIB mundial.

El G7 está formado por Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia y
Japón. Es una organización que incluye a las siete economías "avanzadas" más grandes
del mundo, las que dominan el comercio mundial y el sistema financiero internacional.

Y es que, pese a que los BRICS incluyen a grandes potencias mundiales, como China y
Rusia, y países de gran peso en sus continentes, como Sudáfrica y Brasil, sus miembros se
quejan de que las naciones occidentales controlan organismos importantes como el Fondo
Monetario Internacional y el Banco Mundial, que prestan dinero a los países.

De ahí que no solo hayan pedido una "mayor voz y representación" para las economías
emergentes, sino que a partir del 1 de enero de 2024 van a ampliar el número de naciones
que componen el grupo.

LA GEOPOLITICA

La geopolítica es un método de estudio de la política exterior para entender,


explicar y predecir el comportamiento político internacional a través de
variables geográficas.
La geopolítica es el estudio de los efectos de la geografía humana y la
geografía física sobre la política y las relaciones internacionales. La geopolítica
es un método de estudio de la política exterior para entender, explicar y
predecir el comportamiento político internacional a través de variables
geográficas.
La geopolítica estudia cómo un Estado u otra entidad política dispone del
espacio. Surgió como disciplina entre los años setenta y ochenta y se ha
especializado con la evolución de las relaciones internacionales
Su principal objetivo es el de orientar el conocimiento integral de un país, a la
vez que guiar la situación política, tanto a nivel nacional como internacional.
Además, trata de crear conciencia nacional histórica, buscando predecir las
situaciones futuras que pudieran afectar al país.
A su vez, la geopolítica se alterna con la historia a la hora de tratar de entender
cómo hemos llegado hasta aquí, así como para analizar el porqué de
determinados sucesos históricos.

La geopolítica es el estudio de los efectos de la geografía humana y la


geografía física sobre la política y las relaciones internacionales. La geopolítica
es un método de estudio de la política exterior para entender, explicar y
predecir el comportamiento político internacional a través de variables
geográficas.
La geopolítica nace y se desarrolla entre 1870 y 1945, en la era de mayor
rivalidad entre imperios europeos, dos guerras mundiales, la alteración de las
fronteras y del mapa político, grandes desarrollos tecnológicos y una
transformación en las relaciones de poder (Ó Tuathail, 1998b). El presente
trabajo pretende analizar cómo fue organizado el espacio global en la primera
mitad del siglo XX por los autores "clásicos", todos ellos provenientes de las
principales potencias. Desde la óptica de la geopolítica crítica, se argumenta
que en la primera mitad del siglo XX tanto Europa como Estados Unidos
establecieron un discurso dominante a través de "modelos geopolíticos" para
organizar el espacio siguiendo sus propios intereses e identidades nacionales.

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