Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Marco Teoricooo
Marco Teoricooo
Carlos Rodríguez
Colaborador de tutributo.com
domingo, 15 de mayo de 2011
Como una prestación coactiva, generalmente pecuniaria, que un ente público tiene
el derecho de exigir a las personas llamadas por la ley a satisfacerla, cuando
realicen presupuestos reveladores de capacidad económica para contribuir para el
sostenimiento del gasto público. (p. 190)
Edgar José Moya Millán (2003) indica que el impuesto es “como las
prestaciones en dinero o en especies, exigidas por el Estado en virtud de su poder
de imperio, a quienes se hallen en las situaciones consideradas por la ley como
hecho imponible.” (p.191)
Mientras que la definición del Impuesto al Valor Agregado la establece Dino
Jarach (1993) de la siguiente manera:
Por otra parte, para las características del Impuesto al Valor Agregado, Alfredo
Serrano Mancilla (2003), establece lo siguiente: “Es un impuesto multifásico sobre
las ventas de carácter no acumulativo, y recae sobre el consumo de bienes y
servicios”.
Dino Jarach (1982) establece que el tributo es :
Una prestación pecuniaria, objeto de una relación cuya fuente es la ley, entre dos
sujetos: de un lado el que tiene el derecho a exigir la prestación, el acreedor del
tributo, es decir el Estado o la otra entidad pública que efectivamente, por virtud de
una ley positiva, posee ese derecho, y del otro lado el deudor, o los deudores,
quienes están obligados a cumplir la prestación pecuniaria. (p.12)
McConnell y Brue (2000) definen el valor agregado como “Valor del producto
que vende una empresa menos el valor de los productos (materias primas) que ésta
compra y utiliza para producirlo.” (p.34)
Para Héctor Villegas (1990) el hecho imponible es:
Elevar los ingresos en forma tal que cause el menor daño posible a la economía.
Esto significa diseñar un sistema tributario que preserve los incentivos individuales
para la actividad productiva-incentivos para el empresariado. (p.1)
Sistema Tributario, se encuentra establecido por Héctor Villegas (1992), quien
define lo siguiente “El sistema tributario está constituido por el conjunto de
tributos vigentes en un país en determinada época.” (p. 513).
En cuanto a las teorías de impuestos, Edgar José Moya Millán (2003) define lo
siguiente:
1.-Teoría del Precio de Cambio: Algunos autores consideran que el impuesto no
es más que una compensación que satisfacen los contribuyentes por los servicios
que les presta el Estado.
2.-Teoría de la Prima del Seguro: El impuesto es entonces una prima de seguro
pagada por aquellos que poseen bienes, para asegurarlos contra todo riesgo que
perturbe la posesión o goce de tales bienes.
3.-Teoría de la Distribución de la Carga Pública: Algunos teóricos pensaban que
la obligación impositiva era consecuencia de solidaridad social. Esta solidaridad es
la de todos los miembros de la comunidad, que tienen el deber de sostenerla. (p.
205).
Héctor Villegas (1990) define la presión tributaria como “la relación existente
entre la exacción fiscal soportada por una persona física, un grupo de personas o
una colectividad territorial, y la renta de que dispone esa persona, grupo o
colectividad.” (p.526)
La Teoría de Arthur Laffer, la describen McConnell y Brue (2000), como
“Unas bajas tasas de impuesto son compatibles con un recaudo tributario
constante, e incluso más alto. De modo que el recorte de impuestos no ocasiona
necesariamente déficit presupuestario”. (p. 350)
Alice Mora (2003) establece que la política fiscal se entiende como:
En cuanto a la Teoría del Método Material, Pelayo García Sierra (2004), define
lo siguiente: “Dará lugar, cuando se hipostasen, a categorías materiales ( tales,
respectivamente, como << humano >>, << mamíferos. >>”
(www.filosofia.org/filomat/df162htm )
Robert Pindycy y Daniel Rubinfeld (2000) establecen que modelo es aquel que
“Obliga al individuo a pensar con claridad y explicar todas las interrelaciones
importantes implicadas en un problema.” (p.xxi).
Para Damodar Gujarati (2003), el modelo matemático es “Expresar la teoría de
una forma matemática (ecuaciones) sin preocuparse por la capacidad de medición
o verificación empírica de la teoría.” (p.2).
El modelo estadístico, según Damodar Gujarati (2003) es aquel “Que se
relaciona principalmente con la recolección, procesamiento y presentación de las
cifras en forma de gráficos, tablas.” (ibidem).
Según Samuelson y Nordhaus (1999) pobreza se define como “ el nivel mínimo
de vida adecuado.” (p.735)
La propiedad privada, según McConnell y Brue (2000) es “derecho de las
personas privadas y de las empresas a obtener, poseer, controlar, emplear,
disponer y dar en herencia tierra, capital y otras propiedades.” (p. G-27)
Samuelson y Nordhaus (1999) indican que el consumo es “gasto total realizado
por los individuos o por el país en bienes de consumo en un período determinado.”
(p.721)
Utilidad es, para Charles T. Horngren (1983), “El exceso de los ingresos sobre
los gastos.” (p,641)
Para McConnell y Brue (2000) el precio es “Suma de dinero necesaria para
comprar un bien, servicio o recurso específico.” (G-25)
El costo ventas lo define Charles T. Horngren (1983) como “Costo de la
mercancía que es adquirida y vuelta a vender.” (p.632)
Samuelson y Nordhaus (1999) definen la tasa de inflación como “el aumento
anual porcentual del nivel general de precios.” (p.730)
Para Antonio Frances (1991) la inflación es “el aumento generalizado y
sostenido de los precios en una economía.” (p.240)
McConnell y Brue (2000) indican que el desempleo es “Falla para usar todos
los recursos económicos disponibles para producir bienes y servicios; falla de la
economía para emplear plenamente su fuerza laboral.” (p.G-9)
En el mundo de los impuestos existen dos términos que son utilizados por
los contribuyentes y las entidades administradoras de impuestos para
describir la decisión del los contribuyentes de no pagar impuestos.
La elusión de impuestos hace referencia a las conductas del contribuyente
que busca evitar el pago de impuestos utilizando para ello maniobras o
estrategias permitidas por la misma ley o por los vacíos de esta. La elusión
no es estrictamente ilegal puesto que no se está violando ninguna ley, sino
que se está aprovechando mediante una interpretación en ocasiones
amañada o caprichosa, situación que es permita por una ley ambigua o con
vacíos.
La evasión, en cambio, hace referencia a las maniobras utilizadas por los
contribuyentes para evitar el pago de impuestos violando para ello la ley. En
la evasión tributaria simple y llanamente no se cumple con la ley, lo cual
indudablemente es ilegal.
Se puede considerar elusión de impuestos, por ejemplo cuando un
comerciante para no pasar el régimen común, divide su negocio en dos
partes, de modo que una pare está a nombre de él y otra parte a nombre de
su esposa u otra familiar. En este caso se pretende evitar ser responsable
del régimen común, pero se hace mediante formas completamente legales,
de suerte que si la Dian investiga, no encontrará nada ilegal, solo la
intención de no cobrar y pagar el Iva, lo cual aunque pueda ser socialmente
reprochable, no es ilegal y en consecuencia, tampoco es sancionable.
Es evasión en cambio, cuando el mismo comerciante decide no facturar sus
ventas para no sobrepasar los topes para pertenecer el régimen
simplificado, o si pertenece al régimen común, para no facturar el Iva.
Nótese que en los dos casos, la intención final es no facturar el Iva, evadir el
pago del Iva, pero en el primer ejemplo se hace mediante mecanismos
legales y por consiguiente no son sancionables, mientras que en el segundo
ejemplo, se está violando abiertamente la ley [la obligación de facturar], lo
cual se llama evasión.
La ley colombiana ofrece muchas posibilidades para “hacerle el quite” al
pago de impuestos de manera legal, y hacerlo se conoce como elusión
tributaria [para saber cómo hacerlo puede contactarnos en privado J]. Pero
cuando la ley no ofrece la posibilidad de disminuir o evitar el pago de un
impuesto y este no se paga, estamos frente a una evasión tributaria.
Existe una tercera figura llamada planeación tributaria. La planeación
tributaria hace referencia al planeamiento que hace el contribuyente para
aprovechar los beneficios tributarios expresamente contemplados en la ley.
No se trata de buscarle la caída y los huecos a la ley, sino de aprovechar
los beneficios que ésta ha contemplado. Un ejemplo puede ser invertir en
los sectores económicos en donde las rentas son exentas. Invertir en
activos fijos productivos, etc. En este caso no ha nada ilegal ni se hace
nada con la mala intención.
Podríamos decir por ejemplo, que la elusión de impuestos no es ilegal, pero
moral y éticamente no es correcta [eso dice el ministro de hacienda y el
director de la Dian]; la planeación tributaria en cambio, es legal, ética y
moral, debido a que no existe malicia ni “mala intención”, pues se ajusta a la
ley en todos los casos. En cuanto a la evasión, no es necesario repetir que
es abiertamente ilegal.
https://www.gerencie.com/elucion-y-evasion-tributaria.html
EVASION TRIBUTARIA
Concepto de evasión: La evasión es la omisión parcial o total del impuesto de forma voluntaria o
involuntaria y trae como consecuencia una disminución ilegítima de los ingresos tributarios, el
otorgamiento indebido de exenciones y un perjuicio a la Administración Tributarias sustraerse del pago
de un tributo que legalmente se adeuda. Toda acción u omisión dolosa, violadora de las disposiciones
tributarias, destinadas a reducir total o parcialmente la carga tributaria en provecho propio o de terceros.
Concepto de elusión: Acción que permite reducir la base imponible mediante operaciones que no se
encuentran expresamente prohibidas por disposiciones legales o administrativas. Medio que utiliza el
deudor tributario para reducir la carga tributaria, sin transgredir la ley ni desnaturalizarla.
1.- Realizar relevamientos, consultas, entrevistas y toda otra gestión que resulte de utilidad para el
acabado conocimiento de los modos de operación y las prácticas de elusión y evasión de las actividades
del sector a su cargo.
2.- Obtener la información necesaria para la clasificación de los contribuyentes por segmentos de
importancia y de grado de cumplimiento con relación al conjunto de cada actividad.
3.- Realizar las inspecciones aplicando los prototipos, técnicas y estándares de producción desarrollados
para la actividad en cuestión.
Lo que nos incentivo a realizar este trabajo es este tema muy atrapante y sobretodo muy actual ya que en
los diarios y medios de televisión se esta hablando mucho sobre el tema. Este trabajo tiene por finalidad
realizar un enfoque sobre las causas que dan origen a la evasión fiscal y las herramientas para
combatirla, fundamentalmente por el efecto nocivo que produce este fenómeno sobre los recursos
tributario - fuente genuina de ingresos del Estado-, necesarios para el desarrollo de sus funciones
básicas.
Establecer responsabilidades compartidas entre los asesores de quien elude y evade, llámense contadores,
abogados, licenciados en administración, especialistas en tributación, etc.
Según lo que leímos e investigamos los argumentos que tratan de explicar la acción de evasión pueden
ser:
a) La evasión es una repuesta económica por eso la conducta de los contribuyentes: ellos buscan
incrementar sus riquezas
b) La evasión es más bien un problema de elusión puesto que los contribuyentes usan los resquicios de la
ley evitando la comisión flagrante de delitos
c) La evasión fiscal solo es una consecuencia y no el motivo fundamental.
CAUSAS DE LA EVASION
Uno de los aspectos más destacados que deben ser tenidos en cuenta cuando se diseña un sistema de
control tributario orientado a disminuir los índices ce evasión y/o elusión tributaria es conocer cual es el
origen de ese comportamiento por parte de los sujetos pasivos de las obligaciones fiscales. En ese
sentido, y en particular, en países donde existen altas tasas de evasión motivadas por un comportamiento
generalizado en tal aspecto, el conocimiento de las causas de este fenómeno, tan común principalmente
en países subdesarrollados Y en vías de desarrollo, permiten programar estrategias y desarrollar acciones
tendientes a atacar tales enunciados, muchos de los cuales tienen un fuerte Ingrediente social, más que
estrictamente económico.
Parece interesante describir sintéticamente algunas de las causas que más frecuentemente influyen en el
incumplimiento de las obligaciones tributarias, según la opinión de Alba Lucía Orozco de Tirana.
Falta de conciencia tributaria: está fuertemente influenciado por el carácter de cada pueblo y
relacionado con el grado de insatisfacción de los ciudadanos. En este sentido, existe un rechazo
generalizado hacia quienes no cumplen cabalmente con sus deberes impositivos; mientras tanto en otros
escenarios opuestos, al ciudadano incumplidor se lo considera como un referente a ser imitado por el
resto de esa comunidad.
- Bajo nivel de educación de la población: normalmente es nula la educación al niño sobre la necesidad
que tienen los Estados en obtener recursos genuinos, indispensables para brindar servicios elementales a
la comunidad (salud, educación, seguridad, etc.). Los medios masivos De comunicación son un elemento
esencial, que utilizados eficientemente pueden llevar mensajes a la población en general que permitan
transmitir esos valores sociales a la comunidad.
- Desconocimiento del destino útil del dinero originado en impuestos: esto se relaciona por un lado
con la falta de difusión que el Estado hace sobre la utilización de los fondos públicos en inversiones que
representen en beneficios concretos para la propia población contribuyente. Además, por otro lado, en la
falta de confianza en el destino dado por el Estado a ese dinero, principalmente relacionado con su mala
o ineficiente administración.
Baja percepción de riesgo por parte de los administrados: si aquellos contribuyentes que no cumplen
en tiempo y forma con sus deberes impositivos sienten que la Administración no pueden ser controlados
eficazmente, provoca de inmediato una sensación de impunidad, que es determinante en su actitud
evasora. Caso contrario, si el Fisco demuestra en los hechos una alta capacidad de detectar esos
incumplimientos incidirá favorablemente en un cambio de conducta hacia el buen comportamiento
tributario.
- Lentitud en el accionar por parte del Fisco: al igual que en el ítem anterior, la falta de inmediatez en
la detección de incumplimientos y la lentitud en la ejecución de acciones operativas concretas también
desalientan al correcto comportamiento voluntario espontáneo de los administrados, con la pérdida de
percepción del riesgo que esto implica.
- Falta de equidad en el sistema tributario: si las estructuras tributarias provocan que contribuyentes
de similares ingresos tributen sumas distintas o empresas con niveles altos de ingresos contribuyan
montos menores que pequeños comerciantes, profesionales o asalariados, no cabe duda que esto
desalentará y desmoralizará a quienes cumplan adecuadamente con sus deberes tributarios, erosionando
la conciencia fiscal de la comunidad en su conjunto.
La agresividad fiscal
La intemperante agresión contra quienes se resisten a pagar impuestos o logran reducir la carga tributaria
aprovechando las propias normas legales, se apoya en la denominada ley penal tributaria 23.771 dictada
en 1990 por iniciativa del todopoderoso Domingo Cavallo, luego reemplazada por la ley 24.769
sancionada en 1997 con apoyo de Roque Fernández, ambos sedicentes liberales.
Es increíble, pero los doctrinarios garantistas que justifican al fugitivo que huye de la justicia cuando se
lo acusa indebidamente, no dudan en condenarlo cuando lo que profuga es su patrimonio, mediante la
evasión impositiva, como si ambas acciones —fuga y evasión— no fueran una misma e idéntica actitud
en defensa de la soberanía individual frente al Estado.
Marco Tulio Cicerón, el gran legislador romano que sospechaba de la justicia administrada según el
capricho y el poder de jueces venales, había establecido ya en el año 50 a. J.C. las bases de la máxima
garantía individual: “habeas corpus et habeas res familiaris” (derecho a tener el cuerpo y el patrimonio
para no verse obligado a comparecer mediante arrestos o detenciones arbitrarias).
Pero esta noble tradición romana, ratificada luego por las instituciones anglosajonas de 1679, está siendo
bulnerada de manera subrepticia en materia fiscal.
Según Federico Casal, especialista en derecho fiscal, dos recientes sentencias relacionadas con la ley
penal tributaria han introducido una agresividad fiscal fuera de toda medida.
Nuestra tecnica de recoleccion de datos fue principalmente buscando en diarios y revistas ya que el tema
elegido es muy actual y polemico, despues de recolectar recortes y articulos pasamos a buscar en libros
de finanzas y tributario como mencionamos en la biografia, luego recurrimos a internet para ver si lo que
encontramos en los libros era mas o menos actual y compararlos, al tener mas o menos un borrador del
trabajo lo que hicimos fue consultar con el Contador Publico Indurain Leandro de la ciudad de Saenz
Peña para que nos guie y nos explique algunos temas que no nos quedaron muy claro despues de la
investigacion, al terminar la entrevista y la acesoracion del Contador Indurain pasamos el trabajo en
limpio y lo verificamos. Y es asi como fue la investigacion grupal y como quedo nuestro resultado. Para
nuestra opinion este trabajo nos resulto muy grato porque es un tema super interesante para todos, y fue
muy divertido y entretenido realizarlo.
En la actualidad
El Gobierno argentino anunció ayer una ofensiva en toda regla contra la evasión de tributos, una
enfermedad crónica del país suramericano culpable del gran desequilibrio de sus cuentas fiscales.
El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, acompañado del ministro de Economía, Roberto Lavagna, dio a
conocer ayer un plan estructural para combatir la evasión y dijo que ese delito se considerará 'asociación
ilícita', una figura delictiva que recibe duros castigos penales.
Fernández dijo que el presidente Néstor Kirchner enviará al Congreso diversos proyectos de ley para que
la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) controle las cotizaciones patronales a la
Seguridad Social, los impuestos de Aduanas y el conjunto de la recaudación tributaria.
'La evasión es un problema central' de la economía, consideró por su parte el ministro Lavagna, quien
afirmó que las medidas anunciadas apuntarán a 'cerrar distintos canales' que sirvan para evitar el
incumplimiento tributario. Entre ellos, destacó 'la constitución de sociedades que se crean para evasión,
la emisión de facturas falsas, la falta de límites en la actual normativa cuando se trata de crear crédito
fiscal, el aumento del hábito de no emitir comprobantes y cierta ambigüedad que facilita la elusión' de
impuestos.
De todas maneras, el Gobierno ha descartado, por el momento, proceder a una reforma tributaria.
'Creemos que hay que dar una batalla muy fuerte contra la evasión, y sólo esa batalla va a ser la que haga
posible que en el futuro se haga una reforma tributaria de fondo', explicó Lavagna.
Para el titular de la AFIP, Alberto Abad, se trata de 'la primera vez que se presenta un programa íntegro
que apunta a tener una estrategia pública sobre el aspecto fiscal'. En este sentido, señaló que 'una de las
características de este programa contra la evasión es que es integral'. La sociedad espera ahora los
resultados de esta importante iniciativa.
RIO DE JANEIRO — El ex goleador brasileño Romario de Souza Faría, campeón del mundo con
Brasil en 1994, fue condenado por evasión de impuestos a la renta y castigado con dos años y
medio de servicios públicos a la sociedad, informó este jueves la justicia.
Según la secretaría de prensa del Tribunal Regional Federal de la 2ª Región (en Rio de Janeiro),
Romario fue condenado por un juez de ejecución penal por declaración irregular de ingresos y
tendrá además que pagar una multa de 815 salarios mínimos, o sea unos 391.000 reales (cerca de
221.000 dólares al cambio).
La condena en segunda instancia se refiere a declaraciones fiscales incorrectas de 1996 por los
salarios, premios y extras percibidos en la época que jugaba en el popular Flamengo de Rio. De
todas formas, el 'Baixinho' podrá apelar esta decisión judicial.
En la primera resolución Romario, de 43 años, fue condenado a tres años y medio de prisión y
multa superior al millón de reales.
Subrayó que ha detectado que el 21 por ciento de las operaciones "se registran a precios inferiores a los
estipulados en los valores de referencia" que marca el Fisco.
Los ambientes computarizados han adquirido y adquieren cada día una mayor importancia dentro del
marco de las transacciones económicas que se realizan a diario, a nivel nacional o internacional.
Modifican la forma de procesamiento y obtención de información. Esto se debe a que la generación de la
información por este medio, es más confiable (en la medida que no existan desvíos provocados) y mucho
más rápida y precisa.
Esta carrera tecnológica ha hecho que no sólo se creen especializaciones universitarias, sino que también
los profesionales en Ciencias Económicas, entre otros, tanto del ámbito privado como del sector público,
deban introducirse en el marco de la computación.
Las administraciones tributarias no son ajenas a este desarrollo y deben adaptarse a los tiempos actuales
de la era informática, acentuando la preparación de inspectores especializados, no obstante el alto costo
que ello supone, los cuales deberán integrar -como se señalara- los equipos multidisciplinarios de
fiscalización.
Como bien menciona Silvani la tecnología induce la sustitución del papel como soporte de datos
tributarios. Las administraciones deberán estar organizadas para manejar datos y no papeles, y se
suplantará por soportes magnéticos tales como cintas, disquetes, o una línea telefónica.
Si bien es cierto que las verificadoras fiscales basan sus tareas en la revisión de documentación generada
por sistemas, comúnmente denominado soporte físico, consideramos que se debería hacer una serie de
controles a los ordenadores ya que son fuente de manejo impositivo y contable.
El punto en cuestión es cómo evitar la desaparición de estos archivos y cómo se define el concepto de
"delito informático", en nuestro caso el impositivo.
En los Estados Unidos, para categorizar este tipo de delitos, se usan expresiones como "computer abuse"
y "computer crime", digamos en forma genérica que es la realización de un acto ilegal con ayuda del
computador. Este acto ilegal puede tener distintos matices, desde robos, ocultamientos o bien evasión,
que es el punto que nos interesa.
Las técnicas utilizadas para evadir impuestos son muchas. Tomando al ordenador podemos mencionar
entre otras:
a) Adulteración de la información de entrada: desde el inicio se cargan datos correctos que son ter-
giversados por los ordenadores.
b) Utilización de una puerta trasera o denominada trampa. Puede ser que exista una instrucción
especial que se active ante determinadas circunstancias que hagan ejecutar determinados pasos de
programa. Estas puertas se activan en forma automática o bien a requerimiento del usuario.
c) La técnica del redondeo: se basa en trabajar con centavos que ante miles de operaciones genera
cifras significativas.
d) La técnica de la llave maestra: todos los sistemas pueden funcionar a la perfección, cada sector o
empleado puede tener su clave de acceso, pero siempre existe una clave maestra, que permite ingresar a
cualquier sector de la contabilidad y modificar y/o borrar datos sin dejar huella.
e) El virus detonante: mucho se ha hablado de virus en las computadoras, pero en algunos casos existen
virus inertes, listos para borrar o inutilizar memorias y archivos ante una instrucción determinada.
Habiendo transcurrido la mitad del plazo para alcanzar los objetivos del milenio, Naciones Unidas
anuncia que es improbable que consigamos reducir la pobreza a la mitad en 2015. Entre los motivos para
el previsible fracaso figura la falta de financiación, ya que sólo 5 países dedican el 0.7% del PIB a este
proyecto.
Según los cálculos de la ONU, una inversión anual de 195.000 millones de dólares sería suficiente para
reducir a la mitad la pobreza del mundo en 2015. Esta cantidad tan sólo representa el 0,54% del PIB de
los países donantes, y resulta ridícula (el 16%) si la comparamos con el presupuesto militar anual (1,2
billones de dólares al año en 2007. Por cierto, un 33% mayor que durante la guerra fría).
CONCLUSION
Consideramos que tanto la evasión como la elusión son prácticas condenables desde cualquier punto de
vista, que no deberían alentarse ni mucho menos realizarse porque conspiran contra la equidad, la
estabilidad normativa tributaria y la recaudación del Estado.
Concluimos que la hipótesis se verifica que no existe un sistema tributario lo suficientemente eficiente.
El contribuyente tiene la percepción de que evadir no es tan grave , en la sociedad se habla de pagar
menos impuestos como algo habitual, sin tomar conciencia de las graves consecuencias que esto tiene.
Por ejemplo uno de los principales objetivos de los tributos es equipar la distribución del ingreso,
resultado que no se logra por la elevada evasión, se enriquecen unos pocos y se empobrece la gran
mayoría de la población.
Creemos que con una adecuada aplicación de las soluciones planteadas en la hipótesis se podría reducir
en gran medida la evasión tributaria y esto redundar en beneficios de toda la comunidad.
BIOGRAFIA
1- Villegas, Héctor B. y otros: "La evasión fiscal en la Argentina" - DF - T. XXIII, citado por Diez,
Humberto.
2.- Diez, Humberto y Coto, Alberto P.: "Propuestas técnicas para enfrentar la evasión", año 2000,
Doctrina Tributaria Nº 249.
3- Sitios de Internet
4- Diarios y revistas
3 Noviembre, 2014
1987
Compartir
Twitter
I.- Conceptos de elusión y evasión
Para la Real Academia Española, uno de los significados del término eludir significa
“evitar con astucia una dificultad o una obligación”[1]; por otro lado, respecto del
término evadir, no encontramos definición que termine por deslindarse del
concepto primero, entendiendo la evasión como “eludir con arte o astucia una
dificultad prevista”[2]. Como de manera acertada lo señala Carlos Palao[3], la
elusión -entendida a través del lenguaje común- no sería algo distinto que el acto
por el cual se escapa o evita la configuración de un hecho. Por otro lado, la
posición del Dr. Bravo Cucci[4] está en entender la elusión tributaria como el
conjunto de aquellos procedimientos por los cuales el contribuyente logra alcanzar
ahorros anómalos, ahorros patológicos, con respecto a sus obligaciones tributarias.
Ahora bien, para efectos de entender los conceptos de elusión y evasión sin
mayores reparos, una correcta interpretación de los mismos nos es entregada por
Claudia Viale[5], quien señala la evasión como un incumplimiento de la obligación
tributaria, correspondiendo a un actuar doloso de parte del contribuyente;
evidentemente, violentando la norma. Por otro lado, la elusión consistirá en el
empleo de ardides dentro del marco de la ley tributaria; de esta manera, lograr
una reducción de la base gravable usando mecanismos permitidos por el marco
legal actual.
Ahora bien, quienes defienden ésta operación también suelen referir que el
sistema que grava las ganancias corporativas encuentra fallas y desatenciones en
su regulación; las mismas que terminan por afectar sobremanera la rentabilidad
de todo tipo de negocio cuyas utilidades resulten gravables. En ese sentido, han
llegado incluso a proponer se dejen de gravar las utilidades. Argumento que nos
parece tan absurdo cómo inconsistente.
En definitiva, son diversas las preguntas que surgen cuando nos encontramos ante
el panorama descrito, sobre las mismas nos comprometemos a investigar y
profundizar en respuestas ulteriores: ¿Hasta cuándo las sociedades mercantiles no
tendrán mayor impedimento para generar una “inversión corporativa”? ¿Tendrían
las normas societarias además que reconocer algunos otros supuestos o requisitos
de hecho para permitir dichas operaciones? ¿Realmente las utilidades están siendo
gravadas de manera excesiva? ¿Habría que reformar el régimen que grava las
ganancias corporativas? ¿Qué sucedería de concebirse ésta situación en una
realidad como la nuestra? ¿La norma antielusiva peruana -Norma XVI- plantea
este supuesto? ¿Cómo abordar el tema de la manera más idónea para el sistema
tributario y los contribuyentes?
[4] Bravo Cucci, Jorge. Algunos comentarios con relación a la norma XVI del Título
Preliminar del Código Tributario. En Revista del Instituto Peruano de Derecho
Tributario. 2013. Pág. 74.
[6] Irwin Friend and Frank Husic. “The Review of Economics and Statistics. Vol. 55,
No. 1, pp. 122-127. Traducido por el autor.
[8] Ibídem
[9] Ibídem
[11] El principio de capacidad contributiva, según definición del Dr. Novoa, alude a
la “potencialidad capacidad de contribuir a los gastos públicos que poseen los
individuos sometidos al poder tributario del Estado”. Novoa Herrera, Gerardo. “El
principio de capacidad contributiva”. En http://blog.pucp.edu.pe/ item/24823/el-
principio-de-la-capacidad-contributiva, de la Asociación Civil “Derecho y Sociedad”.
[12] El principio de seguridad jurídica, según definición del Dr. Hernández, alude a
“la seguridad que surge del conocimiento de las obligaciones que impone la
legislación vigente”. En estos términos, entendemos a la seguridad jurídica como
la aplicación de la ley vigente en el tiempo para un determinado hecho. Hernández
Berenguel, Luis Antonio. “La irretroactividad de las leyes y la seguridad
jurídica”. En “Ponencia Individual”, Instituto Peruano de Derecho Tributario
http://ius360.com/articulos-de-estudiantes/sobre-la-elusion-y-evasion-fiscal-el-concepto-de-
inversion-corporativa/
Visto:34360 veces
1.Introducción.-
El Estado haciendo uso de su poder de imperium, y más concretamente de su poder tributario, tiene
la facultad de detraer parte de la riqueza de los individuos de la colectividad para proveerse de los
recursos necesarios para solventar el financiamiento de los gastos públicos.
Antiguamente este poder del Estado era irrestricto, y en muchos casos arbitrario, y este absolutismo
del poder tributario fue la causa principal de muchos conflictos sociales, sobre todo en la Edad
Media.
“Antiguamente el ejercicio del poder tributario era omnímodo. El Estado imponía los tributos de
modo irrestricto y violento; sin garantías específicas para los contribuyentes.”
Esto dio lugar a que surgieran mecanismos que frenaran estos ilimitados atributos, apareciendo así,
por ejemplo, la Carta Magna en el Reino Unido, como una manera de establecer contrapesos a este
ilimitado poder del Estado.
Vemos así que los principios tributarios surgen como una necesidad de poner coto a la arbitrariedad
de que hacía gala el Estado al momento de ejercer su potestad tributaria. Y entre los diversos
limitantes al poder de imposición del Estado encontramos en el Principio de la Capacidad
Contributiva a uno de los más importantes, ya que podemos afirmar, a la larga, que permite
distinguir cuando un impuesto es justo o cuando no lo es.
2. Concepto.-
De allí que podamos afirmar que la capacidad contributiva es la potencialidad de contribuir a los
gastos públicos que poseen los individuos sometidos al poder tributario del Estado. Este concepto
está íntimamente ligado al concepto de sacrificio y a la posibilidad de que un ciudadano renuncie a
un goce directo y soporte tal renuncia; en otras palabras, constituye la medida con que él puede
contribuir a los gastos públicos.
Se advierte así que la capacidad contributiva es la aptitud económica personal para soportar las
cargas públicas en mayor o menor grado. Se deben tener en cuenta, pues, las condiciones
particulares de cada uno de los individuos. Lo que se busca con este principio es que los ciudadanos
de un Estado contribuyan a su sostenimiento en la cantidad más aproximadamente posible a la
proporción de sus respectivas capacidades; es decir, en proporción a los ingresos y rentas de que
respectivamente disfrutan. Como dice el tributarista Raúl Barrios Orbegoso:
“Capacidad contributiva es la capacidad económica de poder contribuir a los gastos públicos, que
originan los servicios generales proporcionados por el Estado y que benefician a la colectividad.”
A su vez, Andrade Perilla citando a Moschetti afirma:
“Definimos la capacidad contributiva como la parte del potencial económico del contribuyente que
por ser superior al mínimo exento, es susceptible de soportar cargas impositivas de acuerdo con el
sistema tributario.”
Este concepto de la Capacidad Contributiva tiene en Adam Smith a uno de sus más remotos
antecedentes, ya que éste en su libro “La Riqueza de las Naciones” escrito en 1917, señala como
primerísima regla tributaria la de Capacidad o Justicia, estableciendo que los súbditos de un Estado
deben contribuir a su sostenimiento según sus respectivas capacidades.
“En efecto, tratándose evidentemente de juicios subjetivos, que en última instancia buscan
determinar una tributación justa y puesto que la justicia tributaria es parte esencial del Derecho
Homónimo la determinación de la capacidad contributiva debe estar regida por principios jurídicos.”
Y es el legislador quien debe atribuir al sujeto particular esta potencialidad de contribuir a los
gastos públicos, tomando en cuenta la riqueza en posesión de una persona o un movimiento, y
atribuyéndolo a ésta la magnitud de la capacidad contributiva y graduar así la obligación tributaria.
La aptitud económica, pues, reposa en el patrimonio o riqueza propia del contribuyente.
Dino Jarach afirma que el concepto de capacidad contributiva es un concepto a priori para el
Derecho, lo que hace que se dude de la posibilidad de introducir en la dogmática jurídica, un
concepto apriorístico. Y es que es problema de la política financiera, (en base a sus presupuestos
teóricos) elaborar el concepto de capacidad contributiva, con lo cual el legislador contaría con los
elementos necesarios para discernir cuáles situaciones de hecho deben ser elegidos como síntoma
de capacidad contributiva.
Podemos concluir, que aún siendo un concepto tan complejo, que involucra tanto a la Ciencia de las
Finanzas como al Derecho Tributario en particular, hay una relativa coincidencia en la doctrina en
sostener que, básicamente, se puede entender a la capacidad contributiva como la aptitud
económica de los miembros de la comunidad para contribuir a la cobertura de los gastos públicos.
“Responde a un encomiable propósito de justicia tributaria a ser tenido en cuenta por el legislador,
según su libre apreciación pero que no puede ser erigido en condición de dogma jurídico.”
A pesar de la autoridad del jurista antes mencionado, no concordamos con su pensamiento y
sostenemos, por el contrario, que el principio de capacidad contributiva no puede ser visto como
una simple recomendación para el legislador sino que éste al elegir las situaciones de hecho que
serán consideradas como hechos imponibles que den nacimiento a las obligaciones tributarias,
deben elegir necesariamente a aquellas que manifiesten directa o indirectamente, índices de
capacidad contributiva en el sujeto pasivo de la relación jurídico tributaria.
El maestro Giannini afirma que el juicio sobre la idoneidad de un determinado hecho para que sirva
de índice de capacidad contributiva está reservado al legislador, y por lo tanto, aún cuando esa idea
sea colocada como base de un tributo, constituye un concepto parajurídico que interesa al
economista y no al jurista . No estamos de acuerdo con el autor italiano, puesto que, aunque este
concepto es básicamente económico, al incorporarse a la legislación positiva de los Estados,
adquiere su carácter jurídico y, por lo tanto, no puede ser ignorado al momento que éste elabora las
normas tributarias.
Tanto el maestro italiano Giannini como el jurista argentino Giullianni Fonrouge coinciden en
sostener que este es un concepto muy discutido, controvertido, confuso, y que no existe al respecto
un criterio objetivo siendo además “difícilmente determinable”
Como hemos dicho, esta posición ha sido cuestionada por igualmente renombrados autores, con
quienes coincidimos en afirmar que el principio de capacidad contributiva al estar consagrada, ya
sea explícita o implícitamente en las Cartas Políticas de los Estados, adquiere relevancia jurídica y
constituye el límite material en cuanto al contenido de la norma tributaria. No podemos negar el
carácter económico que envuelve a este principio, sin embargo, no por ello podemos sostener que
sea un concepto meta-jurídico.
Al haber sido “positivizado”, las leyes tributarias no pueden dejar de tomarlo en cuenta. Sainz de
Bujanda afirma al respecto que no es posible negar relevancia jurídica a la idea de capacidad
contributiva, como hacen, con notorio error, las tesis que proclaman la naturaleza sustancialmente
económica de este concepto.
La norma constitucional al consagrar el principio de la capacidad contributiva hace que este deje de
ser una idea de justicia que vive ajena al ordenamiento positivo, para convertirse en un principio
jurídico de imposición, positivizado, es más, constitucionalizado, y por lo tanto, el legislador no
puede elegir arbitrariamente los presupuestos de hecho que son la base para la imposición, sino
que se debe guiar por la capacidad contributiva. No es pues, un simple principio orientador, sino
una auténtica norma obligatoria que el legislador no puede dejar de tomar en cuenta.
Por ultimo, el profesor Julio Fernández Cartagena señala sobre este punto lo siguiente :
“Como adelantamos, consideramos como premisa del presente articulo que la capacidad
contributiva es un principio implícito en la Constitución peruana. Ello sobre la base de dos
consideraciones fundamentales: (i) la capacidad contributiva es un principio basado en la dignidad
del hombre y el Estado Democrático de Derecho, y como tal se integra a la Constitución, de
conformidad con lo dispuesto en el art. 3 de dicho cuerpo normativo; y, (ii) es el principio tributario
por antonomasia, base de la cual derivan los demás principios consagrados por nuestra
constitución.”
Nosotros coincidimos con los autores antes citados ya que no cabe duda que el principio de
capacidad contributiva esta implícito en la constitución política del país al recoger este los principios
de igualdad y no confiscatoriedad.
4. Características.-
Al analizar las características del principio de capacidad contributiva, lo que queremos desentrañar
es, valga la redundancia, lo que lo caracteriza y lo hacen ser uno de los principios más importantes
del derecho tributario. Aunque este principio goza de muchísimas características muy particulares,
podemos sostener que las más importantes y principales son, primero, el ser el límite material del
poder tributario y segundo, el ser la causa jurídica del impuesto.
4.1 Límite del Poder Tributario.- La constitución consagra principios tributarios que limitan el
ejercicio de este poder estatal, y entre ellos encontramos al de legalidad, igualdad, no
confiscatoriedad, y del principio de capacidad contributiva hemos sostenido que está implícitamente
consagrado en nuestra constitución y por ello es límite del poder tributario del Estado.
Así es, la principal característica del principio de capacidad contributiva es la de ser el límite
material del poder tributario. El poder tributario tiene dos grandes limitaciones. En primer lugar una
limitación formal por la cual solamente el órgano normativo pueda ser quien cree los tributos y que
conocemos como principio de legalidad. En segundo lugar, una limitación que podemos llamar de
fondo o material que restringe de manera inequívoca al poder del Estado de detraer parte de la
riqueza de los contribuyentes y que es el principio de la capacidad contributiva.
Es casi unánime la doctrina en considerar a la capacidad contributiva como límite al poder tributario
y es así que en esta línea encontramos a autores de la talla de Héctor Villegas, Pérez de Ayala, Sergio
de la Garza, Matías Cortés y otros.
Sin embargo, autores tan renombrados como Giullianni Fonrouge y Giannini le niegan esta
característica. Por ejemplo, el jurista argentino dice:
“Con el propósito, loable por cierto de evitar la discrecionalidad en el ejercicio del poder tributario,
una parte de la doctrina pretende condicionar su legitimidad a la existencia en el sujeto pasivo, de
idoneidad o capacidad económica. La racionalidad de la tributación dependerá, según aquélla, de la
capacidad contributiva de las personas…”.
Sostiene el citado autor que dicha interpretación introduciría un elemento extraño a la juricidad de
la tributación y, por lo demás, de difícil determinación. Según él, en el orden de los conceptos
jurídicos, el poder tributario no conoce otros limitantes que los inherentes a la soberanía o poder de
imposición del Estado.
Vemos que aún siendo la capacidad contributiva esencial para la configuración del ideal de justicia
dentro del Sistema Tributario, y por tanto, esencia y parte importante del derecho tributario, ha
suscitado dudas a tal punto que autores reconocidos del derecho tributario estiman que la idea de
capacidad contributiva no es idónea por su vaguedad e indeterminación, para constituirse en
precepto jurídico.
Así tenemos, que en Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, México, en América Latina, así como en
Inglaterra, España, Italia, Grecia, Portugal y los Países Bajos en Europa Occidental consagran en su
legislación positiva al principio de capacidad contributiva.
Así, el tributo debe estructurarse de forma tal que grave a cada uno según su capacidad
contributiva, lo cual significa, en otras palabras, que el hecho imponible que seleccione el legislador
debe tener idoneidad abstracta como índice o indicio de capacidad contributiva.
El jurista español Sainz de Bujanda acota al respecto que el principio de capacidad contributiva
actúa, sobre todo, dentro de la tributación como sistema, de tal suerte que la adecuación de los
hechos imponibles a la capacidad contributiva se produce, primordialmente, a través de la conexión
de unos hechos con otros y de la carga total que generan para los sujetos que lo realizan. El
fundamento por el cual el legislador toma un hecho de la vida como presupuesto de una obligación
tributaria es la existencia de una capacidad contributiva de la cual dicho hecho puede considerarse
como índice sintomático. La ciencia tributaria al elegir un hecho imponible trata de gravar en él un
objeto económico de imposición que se traduce directa o indirectamente en índice de capacidad
contributiva.
Podemos concluir que el principio de capacidad contributiva es pues, un límite esencial al poder
tributario del Estado primordialmente porque, al estar consagrado, sea explícita o implícitamente en
las constituciones de los Estados, éste sólo puede imponer tributos a sus súbditos en proporción a
sus riquezas, en otras palabras, gravar según la capacidad contributiva, lo cual significa que el
legislador tienen la tarea ineludible de decidir cuáles hechos reflejan dicha capacidad, es decir;
cómo, cuándo y en qué medida los contribuyentes presentan capacidad contributiva. Como bien
apunta el maestro argentino Villegas:
“La aptitud económica de cada uno para tributar no se puede medir materialmente ya que tiene
muchos inconvenientes. Para superarlos se pase de la base de considerar los acontecimientos o
situaciones fácticas generadoras de la obligación de tributar, … es decir, circunstancias fácticas que
habitual y razonablemente significan capacidad contributiva, y a estas circunstancias el legislador
trata de aprehender y convertir en hechos imponibles.”
Al haber sostenido que los principios tributarios son de obligatorio cumplimiento por parte del
legislador, todas las normas de rango inferior deberán respetar este principio.
Es por ello que si los principios constitucionales no fueran respetados por quienes tienen la
obligación de legislar en materia tributaria, entrarían a tallar los dos mecanismos que la propia
constitución establece para garantizar la vigencia de las normas constitucionales que son la no
aplicación de la norma inconstitucional y las acciones de inconstitucionalidad de las leyes, acción
popular y acción de amparo.
4.2 Causa del Impuesto.- Así como afirmamos que una de las más importantes características del
principio de capacidad contributiva es la de ser primerísimo limitante al poder tributario del Estado,
asimismo la capacidad contributiva es considerada por un gran sector de la doctrina como causa
jurídica del impuesto.
Así por ejemplo, Pérez de Ayala y Gonzáles opinan que la capacidad contributiva es “causa necesaria
e insoslayable para la existencia del tributo”.
Debemos recalcar la situación de que la simple creación de la norma tributaria no hace nacer a favor
del fisco un derecho de crédito. Será sólo con la verificación o realización del hecho imponible
previsto normativamente que surgirá la obligación por parte del sujeto pasivo de realizar el pago de
la deuda tributaria para satisfacer de ese modo el derecho que ha surgido a favor del fisco. Y estos
hechos imponibles o presupuestos de hecho tienen un contenido económico, es decir, significan un
índice de capacidad contributiva o de contribuir a los gastos públicos, y ésta se manifiesta
principalmente de tres formas: capacidad de adquirir riqueza (renta), posesión de la riqueza
(patrimonio) y consumo de riqueza (gasto).
“En la relación impositiva el criterio justificativo, la razón última por la cual la ley toma un hecho de
la vida como presupuesto de una obligación tributaria es la capacidad contributiva. Esta, en efecto,
es la única razón que explica la existencia como presupuestos de obligaciones tributarias de hechos
aparentemente diferentes, pero con la común naturaleza económica, es la única razón que explica la
graduación del impuesto según la magnitud económica del presupuesto de hecho, es el único
presupuesto que representa un puente entre la ley y el hecho imponible. Por esto nos parece que se
puede identificar el concepto de la capacidad contributiva con el de causa jurídica del impuesto.”
Concordamos plenamente con el profesor Jarach, ya que es el pensamiento que actualmente informa
a la moderna doctrina financiera. En un comienzo se consideró que la causa del tributo era las
ventajas generales y particulares que obtienen los individuos del Estado, ya que estos son el fin
práctico de la contribución y la razón por la cual el contribuyente vive en sociedad.
Este original planteamiento sobre el concepto de causa fue hecho por el profesor Grizzioti, el cual se
modificó por la intervención del doctor Dino Jarach, introduciéndose el concepto de capacidad
contributiva y la causa jurídica del impuesto quedó definida como la capacidad contributiva, en
cuanto síntoma de participación del contribuyente en las ventajas generales y particulares derivadas
de la actividad y de la existencia del Estado.
Se diferenciaba pues, una causa indirecta o mediata (las ventajas que el contribuyente goza de la
existencia y actividad del Estado), y la causa última o inmediata (la capacidad contributiva). El
insigne profesor argentino Manuel de Juano sostiene al hablar de la causa del impuesto:
“… pero ya podemos adelantar que es la capacidad contributiva donde debe verse la causa jurídica
del hecho imponible, y no en el goce que los individuos obtengan de los servicios públicos que
presta el Estado ni en la armonía o bienestar general de la colectividad, que sólo son la causa
mediata de la tributación en cuanto ésta allega al erario los medios para satisfacer los gastos
públicos que la actividad financiera del Estado originen.”
Tampoco podemos encontrar a la causa jurídica del tributo en la mera verificación del presupuesto
de hecho previsto por la ley, y decir así que se paga determinado tributo porque la ley así lo manda,
siendo esta atribución del Estado en base a su soberanía fiscal que lo faculta a procurarse de los
medios pecuniarios para satisfacer sus necesidades. Y es que, como apunta el profesor español
Tulio Rosembuj, para la configuración del tributo no basta la sola mención de la coacción.
“Todo cuanto el elemento de la coacción no esclarece, se aclara apenas se piensa que el tributo es
instrumento de la autoridad política para gravar manifestaciones de capacidad contributiva.”
Es por ello que debemos identificar el concepto de causa jurídica del tributo con el de capacidad
contributiva. El tributo no puede ser impuesto como una medida arbitraria, ni puede ser una
manifestación desordenada de la facultad de imperium del Estado ni de su potestad tributaria,
simplemente debemos encontrar una justificación superior, fundamentalmente ético-jurídica, esto
es la causa por la cual el Estado exige el pago de tributos, y ésta la encontramos en la capacidad
contributiva.
A su vez, el maestro Matías Cortéz Domínguez ha sostenido que lo que distingue al tributo de
cualquier otra institución jurídica es su fundamento jurídico: La Capacidad Contributiva.
Entre los autores nacionales, el tributarista Luis Duran Rojo ha sostenido que de acuerdo a lo
establecido en reiteradas sentencias del Tribunal Constitucional, todo tributo que establezca el
legislador debe sustentarse en una manifestación de capacidad contributiva, lo que en buena cuenta
quiere es confirmar que la relación entre la capacidad económica y tributo constituye el marco que,
en términos generales, legitima la existencia del tributo, lo que en esa perspectiva significa ligar al
deber de contribuir al principio de capacidad contributiva, de modo que este se constituye base a
partir de la cual aquel se operativiza.
Todas estas disertaciones nos llevan a concluir que, además de ser un principio tributario de
máxima importancia, la capacidad contributiva es la causa misma de la existencia de un tributo. A
decir del ilustre tributarista argentino Manuel de Juano:
“La causa de la obligación tributaria, como enseñara Pugliese y con él la doctrina moderna financiera
es, a nuestro juicio, la capacidad contributiva, o sea la capacidad económica de quien posee bienes
o riqueza para el tributo, vale decir, la aptitud o potenciabilidad económica del individuo sometido a
la soberanía de un Estado para contribuir al pago de los gastos públicos.”
5. Conclusiones.-
• La capacidad contributiva es la potencialidad de contribuir a los gastos públicos que poseen los
individuos sometidos al poder tributario del Estado; es la aptitud económica de los miembros de la
comunidad para contribuir a la cobertura de los gastos públicos.
• La principal característica del principio de capacidad contributiva es la de ser el limite material del
poder tributario ya que hace que el tributo deba estructurarse de forma tal que grave a cada uno
según su capacidad.
• La capacidad contributiva es la causa jurídica del impuesto ya que este es ajeno a toda actividad
estatal especifica relativa al contribuyente y por ello se debe encontrar su justificación en la
potencialidad económica de las personas para contribuir al gasto publico, esto es, su capacidad
contributiva.
http://blog.pucp.edu.pe/blog/derysoc/2008/06/20/el-principio-de-la-capacidad-contributiva/
INICIO
ACERCA DE
1.- Introducción
Hay que tener presente que este concepto de Código Tributario involucra
necesariamente el ámbito de aplicación (contenido en la Norma II del Título
Preliminar del Código Tributario), cuando refiere que “Este Código rige las
relaciones jurídicas originadas por los tributos. (…)”
3.- Codificación
Como sabemos, en relación a los métodos de codificación son tres los más
conocidos:
La Codificación Limitada,
La Codificación Amplia, y,
La Codificación Total.
Ahora bien, cuando la Norma I del Título Preliminar del Código Tributario
señala que el Código establece los principios generales, instituciones,
procedimientos y normas del ordenamiento jurídico-tributario, está
definiendo cual es el tipo de codificación adoptada, esto es la “Codificación
Limitada”.
Nuestro Código a diferencia del artículo 1 del MCTAL y del artículo 1 del
Modelo de Código Tributario del CIAT 2 (CT-CIAT) diferencia entre el
“Contenido” (método de codificación adoptado) y el “Ámbito de Aplicación”
(sobre qué tipo de tributos se va aplicar), por ello en la Norma I se regula el
Contenido y en la Norma II el Ámbito de Aplicación.
Lo anotado hasta aquí nos lleva a recordar a Ferreiro Lapatza: «El objetivo
básico de la Codificación es la racionalización del Derecho en aras de la
seguridad jurídica, la claridad y la certeza» 6.
Este segundo código tuvo XVI Normas en el Título Preliminar, la Norma XVI
precisaba lo siguiente:
“El Congreso puede delegar en el Poder Ejecutivo la facultad de legislar en
materia tributaria, mediante Decretos Legislativos, por el término que
especifica la ley autoritativa”. Aquí debemos mencionar que los siguientes
Códigos Tributarios no tuvieron ninguna norma parecida a ésta, por el
contrario, es la Constitución quien lo regula, en la parte correspondiente a
la Potestad Tributaria.
En este orden de ideas, podemos diferenciar que cada uno de los libros del
Código Tributario, al regular ciertos temas, está regulando las denominadas
áreas del derecho tributario, tema del cual nos ocuparemos en los
siguientes párrafos.
Esto significa que, se justifica la existencia del área del Derecho Tributario,
debido a que la propia naturaleza de las relaciones entre los contribuyentes
y la Administración Tributaria, hace necesario que se regule la parte
procedimental entre estos operadores del derecho tributario.
_______
CITAS.-
1 HUAMANI CUEVA, Rosendo. “Comentarios al Código Tributario”, Gaceta
Jurídica, 2005, 4 Edición. p.17.
2 El Centro Interamericano de Administradores Tributarios (CIAT) propició
el desarrollo de un Modelo de Código Tributario, para lo cual se constituyó
un grupo de trabajo para la elaboración de un proyecto de Modelo de Código
Tributario, una vez elaborado el proyecto fue sometido a consideración de
reconocidos tributaristas de América Latina, cuya primera versión es de
abril de 1997.
3 GONZÁLEZ, Eusebio. “El principio de seguridad jurídica y la codificación
tributaria”, en el colectivo Principios Constitucionales
Tributarios (Universidad Autónoma Sinaloa, México, 1993), p. 35.
4 GONZÁLEZ. Ob. cit., pp. 42 y 43.
5 PAOLINELLI MONTI, Ítalo. “Aspectos generales de la codificación
tributaria”, en Cuadernos Tributarios Nos. 19 y 20, Revista Editada por la
Asociación Fiscal Internacional (IFA), Grupo Peruano, Lima, 1995, p. 189.
6 FERREIRO LAPATZA, José Juan. «Relación General. XX Jornadas ILADT
(Bahía). Tema II: La Codificación en América Latina. Análisis comparativo de
los modelos OEA/BID (1967) y CIAT (1997)», p. 7. En la página de la
Associaçáo Brasileira de Direito Financiero (www.abdf.com.br).
7 “Informe de la Comisión Revisora de Legislación Tributaria elevando al
Señor Presidente de la República el Código Tributario que ha elaborado,
para su promulgación” (Código aprobado por el D.S 263-H de 12.08.66, que
entró en vigencia el 17.10.1966), publicado en la Revista del Instituto
Peruano de Derecho Tributario, N° 21, IPDT, Lima, Diciembre de 1991, p. 17
http://blog.pucp.edu.pe/blog/carmenrobles/2008/01/08/contenido-del-codigo-tributario-
peruano-a-proposito-de-la-norma-i-del-titulo-preliminar/
Impuesto: Es el tributo cuyo pago no origina por parte del Estado una
contraprestación directa en favor del contribuyente. Tal es el caso del Impuesto a la
Renta.
Contribución: Es el tributo que tiene como hecho generador los beneficios derivados
de la realización de obras públicas o de actividades estatales, como lo es el caso de la
Contribución al SENCICO.
Tasa: Es el tributo que se paga como consecuencia de la prestación efectiva de un
servicio público, individualizado en el contribuyente, por parte del Estado. Por ejemplo
los derechos arancelarios de los Registros Públicos.