COSMOVISIÓN

La filosofía de la naturaleza es una disciplina filosófica que investiga y reflexiona sobre el origen y
composición de la materia, el cambio y movimiento de la misma y las leyes que la rigen. Comienza en el siglo
VI a.C. con los filósofos presocráticos que buscaron una explicación racional, y no mítica, sobre el universo.
En la actualidad se diferencia entre cosmología física, astronomía y astrología. La cosmología
investiga el origen y la evolución del universo con las herramientas que le proporciona la física,las matemáticas
y la tecnología. La astronomía es la ciencia que estudia los objetos del espacio exterior a la tierra. La
astrología es una pseudociencia que afirma, sin demostrar, la influencia de los astros en la personalidad de
cada ser humano en función del día de su nacimiento (carta astral) y la posición de la tierra en las distintas
constelaciones estelares. La astrobiología es una ciencia interdisciplinar muy reciente que estudia el origen, la
evolución y distribución de la vida en el universo.
El término cosmología fue utilizado por primera vez en 1731 por Cristian Wolff en su obra “Cosmología
generalis”. Esta palabra deriva del griego κόσμος, que significa universo ordenado, y de λογια, estudio o
ciencia. Desde el neolítico y en las primeras civilizaciones, la observación del cielo, el movimiento de la luna,
del sol, los planetas, los eclipses han sido tema de estudio, ya sea por interés práctico ( para las tareas de la
agricultura) o para elaborar explicaciones sobre el origen y estructura del universo en forma de cosmovisiones.
Una cosmovisión es una interpretación o visión del universo. Cada pueblo y cada cultura ha elaborado
su propia concepción de la realidad, al principio con mitos y posteriormente utilizando explicaciones racionales.
Así que una cosmovisión es un sistema de creencias y concepciones que influyen en la manera de percibir la
realidad. Estas primeras cosmovisiones intentaron imaginar el origen del universo y su relación con el ser
humano para satisfacer esa necesidad de trascendencia o de respuestas sobre nuestra existencia y el sentido
de nuestra vida. En un principio las cosmología era, pues, cosmogonía.

En toda cosmovisión se parte de la convicción de que el universo es una realidad estructurada,

ordenada cuyos cambios son producidos por leyes naturales. El ser humano está dotado de capacidades
intelectuales para conocerlo y predecir movimientos de los objetos celestes. Es este el sentido originario de la
palabra cosmos ( κόσμος): orden, armonía, estructura, belleza. En la actualidad también utilizamos en el
mismo sentido la palabra cosmética. Al cosmos se opone el caos ( Χάος): lo caótico es lo impredecible, lo
desordenado lo confuso. La idea de que el universo está ordenado y podemos conocerlo es una idea genial y
poderosa porque apuesta por la posibilidad de responder a las preguntas sobre nuestro lugar en el universo.

Hay que empezar diferenciando entre una cosmovisión mítica y una cosmovisión científica, pues
aunque ambas proporcionan una explicación “coherente y racional” , una lo hace de forma metafórica y
utilizando la imaginación, otra lo hace aporta razones y evidencias objetivas.

Cosmovisiones míticas y cosmovisiones científicas

Una cosmovisión mítica es una representación de la realidad con las siguientes características:

1. Es un relato de carácter fantástico que explica la creación del universo y el origen de todos los
elementos que la componen.

2. Como cualquier mito hace referencia a un tiempo remoto en el que el actual universo se constituyó y
atribuye a seres sobrenaturales las causas de todos los fenómenos naturales y astronómicos,

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3. Es compartida por toda la comunidad de una cultura determinada y considera válida esta explicación
porque es transmitida por tradición de generación en generación.
4. Satisface la necesidad humana de dar significado y trascendencia a la vida individual o colectivo de una
cultura determinada. Hay tantas cosmovisiones como pueblos han existido en la la Tierra.
Una cosmovisión científica es una explicación racional y objetiva, sustentada en la
observación y experimentación y las evidencias, que siempre son sometidas a crítica y revisión. En general los
rasgos que diferencian a una cosmovisión científica de una mítica se definen de la siguiente manera:

1. Las ideas que constituyen un cosmovisión científica se caracterizan por estar interconectadas, es
decir, dependen unas de otras formando un sistema.

2. Estas ideas no son aleatorias, ni están tomadas al azar, sino que se caracterizan por sustentarse en
argumentos sólidos -la observación, la experimentación, el razonamiento…- y por la aplicación de un
método considerado científico.

3. Aunque es cierto que en ocasiones hay ideas que se aceptan como verdaderas sin haber sido
experimentadas o comprobadas, porque sobre ellas se sustentan otras creencias que se consideran
verdaderas y que son fundamentales para mantener la consistencia de todo el sistema o cosmovisión.
Así, la verdad de algunas ideas depende de que otras sean también ciertas.

4. Para que un conjunto de ideas así descrito pueda ser definido como cosmovisión debe existir cierto
consenso general, es decir, tiene que ser compartido por gran parte de la sociedad. Una época
determinada puede experimentar un cambio radical en la forma de entender el mundo: es lo que se
conoce como revolución científica

Las tres cosmovisiones científicas más importantes se orden cronológicamente:

● La cosmovisión antigua, vigente desde la antigua Grecia (S. IV a. C.) hasta la primera mitad del siglo
XVI.
● La cosmovisión moderna, forjada a partir de las ideas nacidas de la revolución científica, y
desarrollada entre los siglos XVI y XIX.
● La cosmovisión contemporánea, cuyas ideas principales surgen a principios del siglo XX y continúan
desarrollándose.