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Año X X — N ú m . 2 1 . . M A D R I D , 15 N o v i e m b r e 1 9 2 3 , F u n d a d a an 1 9 0 3 .

LA CONSTRUCCIÓN MOQERNfl
• Revista quincenal ilustrada de Arquitectura, inoenierta e Higiene urtiana •

I
CÓMO SE ACABAN LAS GRANDES OBRAS

LA PELÍCULA DEL "CINE"


Mucha es la satisfacción del técnico al construir edidcins como los cmes — que
tanto atraen al piiblico, que tanto los jalea la Prensa—, y en los que si i prejuicios, con
entera libertad y asentimiento de las Empresas, el proyecto se desarrolla con indepen-
dencia, y hasta los colores y las formas más atrevidas pueden ejecutarse sin trabas ni pre
siones.
Mas, [Cuántos sinsabores acarrean...!
El público que ríe a Charlot y Max Línder y que corea los fox^ \\o tiene la menor
idea de lo que esconde la pantalla, ni de cuánto se ha padecido hasta que llegue el mo-
mento d-i verle satislecho...
Las Empresas, atentas a los cientos de pesetas que no inp;resan por cada día de
retraso en la terminación de las obras, no dejan vivir a nadie: ni al arquitecto, ni al con-
tratista, ni a los maestros, ni al encargado, ni a los obreros. Siendo el arquitecto, gene-
rü] mente, el pagano de todas las remoras.
Como el cine se ba de inaugurar en fecha próxima—y la más adecuada es la del
comienzo del Otoño—, cuando, como en el caso del Monumental, se anuncia el estreno
para octubre, no hay que decir que el veraneo del arquitecto queda aplazado para mejor
ocasión, con gran disgusto de la familia, que esperaba solazarse eu las playas, o tiene que
optar por el veraneo en la Sierra, cerca de la capital, para atender como mejor se pueda a
las obligaciones.
De la Sierra desciende el arquitecto casi a diai'io, yendo y viniendo a la corte, como
el ganado trashumante,
ovejas <i6[ monte al llano,
y caliras del ilano al moDto...

que dijo el poeta cordobés.


Una semana—la única que durante los diez y seis meses que duró la obra nos per-
mitimos descansar, no viniendo a Madrid—ñié verdaderamente notable.
¡Qué caras las que hallamos...! ¡Kosotros teníamos la culpa de todo...! iAquello no
caminaba, y en una semana se había perdido un mes..,!
Los maestros, astutos, se escudaban en que les faltaban instrucciones, detalles, acua-
relas. ..
[Aquello no era vivir! ¡Momentos hubo en que nos hubiésemos liado a mamporros
324 LA CONSTRUCCIÓN MODERNA

con todos...! iDía por día, con pesadez abrumadora, caían sobre nosotros las mismas
quejas.
Una mañana de tantas caminábamos abstraídos liacia la obra, cuando nos llamó la
atención nn gran cartel que anunciaba la inauguración del Monumental para una fecha
cercana.
—¿Era posible? ¿Quién había mandado pegar aquellos carteles?...
Un pánico tremendo se apoderó de nosotros, y no quisimos dar cródito a lo que
veían nuestros ojos. Sin duda habíamos leído mal... El anuncio sería de alguna otra
obra..,
En días de D. Carlos Sagarra habíamos inaugurado, sin concluir, algunas obras, tales
como el Real Cinema; pero, ¿cómo—decíamos—se iba a abrir este edificio, en el que aíin
faltaba trabajo para tres mesesV
Llegamos a la obra. El movimiento que observamos era inusitado. El hormigueo de
los operarios, llevando toda clase de artefactos de un lado a otro; las vncss, los tropezones
que se daban en su celeridad, todo era sorprendente. Los maestros, que por la mañana
temprano salieron de sus casas para otras ocapaciones, fueron apresados por los afi-ches de
la calle y por los sueltos de los periódicos. Allí estaban formando un grupo. Sns caras, so-
carronas de ordinario, se habían trocado en otras de estupor. Todos estaban allí- Kunca
habíamos podido reunir a tantos.
—¡Esto no puede ser!—decían.
—¡Mire que la pintura no se seca en una hora...!
—Sin que el albañil no termine, ¿cómo voy a pintar?—preguntaba Amador.
—¡Pues hay que acabar todo on cuarenta y ocho horas, o dar la sensación de que
está terminado! ¡Sea como sea, y sin replicar, que cada uno me diga lo que no puede
hacer, para que yo encuentre otros maestros...! ¡Conque a trabajar, que el tiempo urge,..!
En otro grnpo, unas personas accionaban nerviosas; eran el presidente del Consejo,
don iiicardo Urgoiti; el Sr. Eguren; Heredia, el secretario, que había abandonado sus
quehaceres: Armenta, el gerente; el ingeniero electricista... Alguno se n.trevía a decirles
que la decisión dictatorial tomada sin consultar a nadie, era prematura...
Pero [así se había dispneslo, y así había que hacer!
—Desengáñense ustedes—decía don Iiicardo—, esta es la única manera de acabar! En
dos días, antes o después de los albañiles, acabarán de pintar la sala; subirán el gran farol,
que nos trae locos desde hace una semana; solarán el vestíbulo; colocarán las butacas; se
concluirá todo...! ¡No faltaba más...!
Las obras—y este es un consejo leal del técnico—no se acaban cuando quiere el
arquitecto, ni cuando quieren los maestros, ni los obreros. Se acaban cuando quieren
los dueños; cuando, cansados de aguardar y de escuchar promesas, se trasladan a la obra
y empiezan a vivir en ellas. Los familiares y los obreros son elementos antagónicos,
irreconciliables, y, en la pugna, quedan vencedores los que son dueños, y la casa ter-
minada.
Aún quedan por colO;;ar cientos de butacas, y Armenta dirige bélica arenga a los aco-
modadores, mientras el jefe del personal ensaya a. éste en el conocimiento de imaginarias
filas de asientos. La orquesta, guiada por Escobar, prueba las condiciones acústicas del
local. Los obreros, escuchando, permanecen con las herramientas en alto, como el vizcaíno
y Don Quijote, en la novela inmortal... Alguien les dirige una advertencia, y reanudan
sus faenas, golpeando con furia.
hosjaz-band, con sus chirridos de cacerolas, bocinas de mito y artefactos extraños,
son música deliciosa al lado de este concertante ensordecedor... ¡Qué concierto infernal!
LA CONSTRUCCIÓN MODERNA 325

Fachada principal del Monumental.


326 LA CONSTRUCCIÓN MODERNA

¡Tablones que caen; martillazos de los entariniLLdoi'es sobre el ^raa parclie de la aula; voces
de Enando; ayes y maldiciones de un contuso...!
Aparece un miembro de la Junta de Espectáculos, que hace ver la absoluta impo-
sitñlidad de que aquello esté listo pitL'a el día déla inangaraciilii anunciado en los car--
teles.
—lEsté usted tranquilo; le aseguro que esto se acaba!—le contestan.
Cambiamos impresiones; discutimos un bnen rato, hasta que un ejército de cin
cuenta barrenderas nos obliga a levantar la sesión, envolviéndonos en un simoum de pol-
vo y yeso.
Paitan la autorización de apertura, la acometida de la luz, butacas, barandillas, las
puertas de la calle, los herrajes, parte de la pintura, cristales, todo. Y cinco taquilleros,
con el personal de oñcinas, extraen de unos grandes cestos, ty.cos y más tacos de localida-
des, que la Casa de los herederos de Regino Velasco va vomitando.
Alguien íla la noticia de que ya se están formando colas, serpenteando por la plaza de
Antón Martín, y recordamos que aún están sin ter minar las taquillas...
El pi'iblico madrileño tiene un instinto singulai' para formar cidas. En las panade-
rías, en los estancos, en las liquidaciones, en las fuentes, en los tranvías, en todas
partes.
No me explico cómo a estas altaras no se ha arrancado algún sainetero con un coro
que entonara:
La cola tíd en Eapaña
un s¡nibu)o nacional.,.

O algo parecido. Lascólas son las organizaciones, dentro de nuestra idiosincrasia, más
correctas y castizas. Para llegar a cualquier puesto, bien espemndo que Ins antecesores
satisfagan sus deseos, o se cansen o se mueran, ha de sumarse uno a un rabo terminal, si
quiere llegar a la meta.
Hay momentos en que nos imaginamos que el cine es una barraca de feria que, como
por encanto, levanta sus muros de tela y construye sus graderías.
Al final, tanto avanzan los trabajos, que diríaso de los obreros que son tramoyistas
de teatro, que con grandes telas arman en un dos por tres un lujoso salón...
¡Ya llegó el día de la inaugnraciónl ¡Y aún faltan ninclias cosas que hacer...! Allí
están Muñoz, Garriga, Vinardell, Lapuente, Amador, Barcala, Jaime Riiiz, Valcárcel,
l'lata, Guinea, Nicoli, S. López y Miquel, que harán esfnerzos sobrehumanos.
Donde falta el solado, se cubre de cemento continuo o con unas alfombras; van
llegando las butacas; en vez de una barandilla de hierrn, el carpintero, en una hora, con
cuatro palos hace una artística de madera; los electricistas se vuelven locos, empalmando
provisionalmente los hilos de una enmarañada madeja... |Y cuando más falta nos hace la
luz, se queda ia sala o oscuras y los operarios laboran a tientas.,,I ¡Es que el operador está
probando el objetivo y enfocando la imagen!
Uuiz, el tapicero, sustituye con sedalina plisada los cristales que no están coloca-
dos.. .! lY poco elegantes que quedaban los huecos, ya terminados en apariencia...!
La víspera habíamos celebrado una conferencia con Adolfo, el encargado de Maume-
jean; faltaban en las puertas principales las vidrieras de los tres medios puntos, que no
podían estar listas ni en quince días.
— iCómo quince días! ¡Mañana tienen que estar terminadas! iPero entendámonos: no
las deñnitivas, sino unas provisionales, hechas con modelos y fragmentos que tengan en
el taller! ¡Allí tienen ustedes unas vidrieras que representan cabiiUos, cabezas que irían
LA CONSTRUCCIÓN MODERNA 327

EiiibüCEUlurLi.—Düinascus du la Curia Rodríguez Heriufliios.—Tapicero, Sr. Riiiz. ,


328 LA CONSTRUCCIÓN MODERNA

muy bien...! ¡Con tales motivos y unos cristales pnestos


con arte, se lian de aderezar esas vidrieras, que no van a
tener más de quince días de existencia...!
—¡Bueno; ya veremos! ¡Se hará lo que se pueda!—con-
testó Adolfo con la frase famosa de Lagartijo—. [Con to-
dos los liombres del taller, a quienes pondremos ahora con
manos a la obra, veremos...!
Minutos después suena el teléfono; es Adolfo el que
llama.
—¿Qué ocurre? ¿Cómo va eso?
—lYa está marchando; pero no tenemos tres caballos,
como usted pensaba; sólo tenemos uno. ¿Qué pongo en los
demás huecos?
—]Lo que usted quiera, aunque sea una burra...! ]Lo
que tengan más a mano.. 1 [La cosa es acabar, pero en
poco tiempo!
Faltan dos horas para que se abran las puertas. Los
muros del vestíbulo comienzan a ser cubiertos de pintura.
Van llegando las vidrieras. La fachada, cubierta con el
andamio, que permanece aún colgado, está cuajada de
pintores.
La plaza de Antón Martín, llena de público. Corre la
voz de que se ha suspendido la inauguración. Sa está
viendo la acera siti terminar y la fachada a medio pintiir.
Llegan los andamistas. Suenan las tres de la tarle.
—-¿Cuánto tiempo hace falta para descolgar el anda-
mio de la fachada?
—¡De ocho a diez horas!
•—¡Bastan tres horas; son ustedes seis obreros hábiles.
Si lo desmontan en hora y media, habrá una buena gra-
tificación. ¡Arriba, al andamio!
A los de la brocha se les ha dicho que pinten de abajo
arriba; no de arriba a abajo, como se acostumbra.
Aquí todo lo hacemos al revés.
Gomo gimnastas, trepan los andamistas, y en el acto
empiezan a bajar tablones, palos y lías.
Los pintores, que ven que ya están descolgando cerca
de ellos, dan a la brocha con celeridad pasmosa.
El público, ese público mirón, contempla con asombro
el ajetreo.
La fachada se muestra limpia. Los primeros especta-
dores entran en el cine, saltando sobre el montón de
maderos.
Las muías de los volquetes llevan con demasiada len-
titud los maderos; no se las puede sacar de su paso... ¡Era
lo único que nos faltaba! ¡No hemos cumplido la pro-
mesa! Nuestra palabra queda empeñadal
Aquellos_maderos, de cuatro y seis metros, hay que
Fachada de la calle de! León.
LA CONSTRUCCIÓN MODERNA 329

meterlos en algúa lado; pero ea seguida. ¿Díínde? Dentro del edificio es imposible. Recor-
damos que allí misrao^ eti la plaza, tiay un solar magnífico. Tres duros abren la puerta del
solar, y en él se guardan Ins armatostes, la valla, todo lo que estorbaba.
Sudorosos pintores y andamistas, dicen que en la vida lian trabajado con tanta celeri-
dad y más a gusto.
Desde la puerta se oye el preludio de la orquesta. El público se lanaa en tropel. Los
chiquillos, vociferando, invaden todas las dependencias y trepan más que suben, por esca-
leras y anfiteatros; abren puertas, se asoman a todas partes. No saben dónde meterse. Nos
hacen el efecto de dos mil gatos extraños a la casa que buscan sus guaridas...
RendidO; deshecho, como si hubiese dirigido una nueva Torre de Babel, me retiro a
casa. Por el camino voy pensando que todo ha dado la sensación de estar concluido, aun-
que todavía hay trabajo para dos meses.
¿Todo? No; falta el paso subterráneo del Metro, Hasta allí no han llegado nuestras

Antepecho del anfiteatro segundo.

Euerzds. ¡DiOá s,ibe cnanto tardará en abrirse, estando listo desde muchos días antes! El
expediente se pasea de Fomento al Ayantamiento y del Ayuntamiento a Fomento. De día
en día va creciendo de volumen, con todos los informes habidos y por haber, de técnicos,
letrados^ comisiones, juntas, negociados y reglamentos. Se han aplicado infinidad de leyes;
ya no se sabe qné artícnlos aplicar. Es un casj insólito. Si legislador no ha legislado sobre
estos pasos, y esta primera obra ha de pagar los vidrios rotos de las que vengan detríls.

Al día signiente, me contaron que la autorización gubernatiA'-a para la apertura del


Monumental la dieron, por premura, por telélono.
Pero, como en los sainetes, no podía faltar el consabido papel cómico, que estuvo a
cargo de un celoso guardia urbano, que se oponía a que se inaugurase el gigantesco salón
por falta del permiso municipal...
La ola del público, arrollando a guardias, porteros y empleados, invadiendo tumul-
tuosamente el ediñcio, puso el epílogo a tanta traba...
330 LA CQNSTRUCCiÓN MODERNA

II
LA INTUICIÓN DE SAGARRA

¿AUN MAS "CINES" EN MADRID?


¿Aún más cines? Esta es la exclamación de asombro que corre de boca en boca cada
vez que se bace pública en Madrid la construcción de un nuevo salóa destinado a esta es-
pecialidad de espectáculos.
—¡Aún hacen falta algunos más!—dicen los conocedores del negocio.
¿Se equivocan?
Antes de argumentar en pro o en contra, insertaremos una pequeña estadística, que
ya es del dominio público:
Hace veinte afins que en el mundo sólo había. óOO aparatos de proyección y 200 cines
abiertos al público. Hoy podemos afirmar que existen cerca de ¡SETENTA MIL!, cifra que
tiende a aumentar en más de un 10 por íoo anual, según deducciones hechas reciente-
mente.
Figura en primer lugar ia siempre joven América, que dispone de 30.000 cines, dis-
tribuidos de la siguiente manera: Estados Unidos, 10.000; Canadá, 1.700; 3.000, Méjico y
Cuba; América Central, 600; Brasil, 2.500; Argentina, 2.500; Chile, 1.500, y otras repú-
blicas sudamericanas, 2.100.
Sigue Europa, con 25.000; luego Asia, con 9.000; después Aírica, con 4.000, y, pop
último, Oceanía, con 2.000.
Los 25.000 cines europeos, divídense como signe:
Francia, 4.000; Inglaterra, 6.000; Alemania, 5 000; Escandinuvia, l.OOO, Holanda y Bél-
gica, 1.500; Balkanes, 1.000; Austria, 800; Cliecoeslovaquia, 500; Hungría, 600; 2.600, Ita-
lia; Suiza, 600; España, l.BOO, y Portugal, 200.
En Asia, el Japón tiene 2.500 cines; China, 500, y los 6.000 restantes están distribui-
dos por las colonias i'rancesas e inglesas.
Como se desprende de estos números, nuestro país tiene aún que andar mucho para
colocarse a la altura de las naciones adelantadas en cinematografía.
Y por lo que respecta a Madrid, sin salir fuera de España, si se la compara con Bar-
celona, no hacen falta números. Porque el contraste es de por sí elocuente.
El malogrado Sagarra, fundador de la Empresa que lleva su nombre, decía: «Aunque
a los escépticos parecía y seguirá pareciendo una exageración—cuando se estaba levantan-
do el Real Cinema—, en Madrid faltan veinte cinematógrafos...»
Sagarra, cuya memoria cada dfa está más viva en los que tuvimos el honor y la dicha
de tratarle, era hombre de gran intuición; falleció a los treinta y seis años, cuando más
frutos podía dar su temperamento yanqui, unido a un privilegiado talento. Y este Ixombre,
que de simple operador llegó rapidísimamente a ser la primera iigura de la cinematografía
española, iiacía aquellas afirmaciones delante de los incrédulos que sarcásticamente le
escuchaban, teniendo la evidencia de que el Keal Cinema sería un negocio ruinoso.
Fué una profecía a largo plazo; pero hay que reconocer que el tiempo le va dando la
razón.
LA CONSTRUCCIÓN MODERNA 331

Desde entonces, varias construcciones exóticas imprimen a Madrid un flamante as-


pecto de modernidad,
No liace mucho oímos contar dos verídicas historietas, que vamos a transcribir:
Una, la primera, nos la contó Francisco Verdugo, el director de Nuevo Mundo.
Hablando de líarcelona, y hemos de citar la'opinión de unos catalanes, que no ha mu-
cho visitaban Madrid en compañía de aquel querido amigo, para ellos nada había en
la corte digno de parangonar con lo de la capital del Principado.

Vista de la sala desde el anfiteatro primero.

El paseo de la Castellana era más angosto que las Ramblas; el líanco de España no
merecía la pena, ni la monumentalldad del Palacio Postal era merecedora de encomio...
Así iban menospreciando todo lo que hallaban al paso, hasta que se metieron en el
Real Cinema, donde dieron fin a sus comentarios.
Viendo que callaban, les preguntó el amigo Verdugo:
—Y esto, ¿qué tal?
—¡Esto, la verdat, no tenemos ni an Barselone!...—, que ya es para dicho por aqué-
llos, tan fervorosos amantes de todo lo suyo.
En un balneario, en cierta ocasión reciente—testificamos coa nombres—, D. Ricardo
Urgoiti discutía con unos americanos sobre nuestros cines y los de allende el Atlántico.

#
^9 LA CONSTRUCCIÓN MODERNA

Don Ricardo, como jefe de una de las Empresas más importantes de cines, no podía
tolerar las frases despectivas que los americanos vertían, y hubo de pedir por telégrafo al
gran fotógrafo Liado, que remitiese con toda urgencia nna colección completa de vistas
del líeal Cinema,
No hay para qué decir que la llegada de las fotos puso término a la distensión, llevan-
do al convencimiento de los recalcitrantes de qae aquí no estábamos tan retrasados como
ellos se imaginaban.
* * *

Contando anécdotas nos hemos olvidado de argumentar sobre los cines que aún están
por construirse en Madrid.
Madrid, a veces, suele oponerse por temperamento a las innovaciones; pero, una vez
que se da cuenta del adelanto, de la comodidad, de la utilidad de lo nuevo, suele aceptar-
lo con verdadera complacencia. Recuerdo que todos decían que el Metro no tendría acep-
tación; que el pueblo no se acostumbraría a la celeridad que hace falta para montar y des-
cender en el tren subterráneo; que daría lugar a mil accidentes e incidentes desagrada-
bles, etc, etc. Y justo es hacer constar, en honor del pueblo madrileño, que desde el pri-
mer día utilizó aquel medio de locomoción sin el menor asombro, como la cosa más natu-
ral del mundo.
Madrid tiene, pues, un apetente temperamento de novedades, por más que algunos
sigan llamándole rutinario y atrasado. Nadie, ni un ciego, puede negar el afán con que se
lanza sobre todo lo moderno.
El quietismo, el atraso en que ha estado sumido largas etapas, ha ido conteniendo los
anhelos y ansias de mejora, hasta que, desbordados, irrumpiendo frenéticamente los di-
ques, asimila lo que parecía—por no carecer de precedentes locales—que se oponía a su
idiosincrasia.
En otro aspecto, son de ayer los augurios pesimistas de nuestros mejores financieros,
que preveían fracasos ruidosos en empresas de origen exótico. Y la misma afirmación
puede hacerse de no pocos técnicos. ^
Al cine le ha pasado lo mismo; con diatribas y chistes, a los que somos tan dados los
de la nación, que tuvo a Marcial, a Quevedo, a Alcázar y ul maestro Cavia, se aseveraba
que, como una placa sensible, no era capaz de mantenerse a la luz, y que vivía oculto ig-
nominiosamente, cubriendo con sus tinieblas inconfesables apetitos...
Edificios levantados pensando en que con público dominguero se sostendrían, se líer
nan hasta los topes en días laborables. " •*
Pequeños y grandes, y hasta venerables ancianos, franquean sus puertas, con gran
asombro de los adversarios.
Si el andar con el tiempo les cuesta trabajo, ¿cómo desprecian espectáculos añejos por
lo que no es de su tiempo?
Muchas veces nos hemos hecho esta pregunta sin encontrar la respuesta satisfactoria.
Los centauros que galopaban en la pantalla, con la celeridad del rayo, las escenas de ter-
nura en habitantes de lejanas latitudes; los autos y trenes, alcanzados en rauda marcha;
los intrépidos aviadores saltando, en pleno vuelo de un avión, animaban los apergamina-
dos rostros, en los que se reiiejaban sus estrenieoimientos, centelleando sus ojillos en la
oscuridad.
Los deseos juveniles insatisfechos; las correrías por imaginarios países les saciaban,
les hacían sentirse mozos; a la manera de esas figuras vigorosas de los anuncios de los
cinturones eléctricos, que arrojan chispas de vitalidad...
LA CONSTRUCCIÓN MODERNA 333

Hay, pues—íácil es la comprobación—, una afición desmedida al cine, al que no se va


ya de uvas a peras, como en los primeros días, y para celebrar algún festejo familiar. Cons-
tituye hoy una necesidad; es algo así como un hábito inseparable de la vida moderna.
Antes eran pocos los habituales del arte mudo; hoy van siendo más cada día, y como
los espectáculos de esta naturaleza son baratos—¡he ahí el secreto!—, hasta las clases mo-
destas concurren con asiduidad, y son sensibles al menor cambio de films.

* H: *

Con ser muchos, muchísimos, los partidarios de este nuevo arte, están en proporción
reducida con respecto al censo local. Pero está probado que, cuantos más edificios se le-
vantan—sobre todo si, como los de la Empresa Sagarra, tienen facilidades, rápido acceso,
comodidades, excelente orquesta, buenas películas, inteligente dirección y baratura—,
fomentan más y más la afición.
Entre nosotros, el cine está en mantillas, en sus balbuceos, como dijo el notable pe-
riodista Domínguez Rodiño.
¡Cuánto tenemos que andar hasta que, como en Norteamérica, tengamos abiertos los
cines, en sesión continua, desde las diez de la mañana, para que, en el momento más pro-
picio, cuando nos sobran unos minutos o cuando queremos borrar nuestras preocupacio-
n3S con el sello, calmante inst'intáneo, de una ciuta interesante!...
Lo que empezó por ser un espectáculo de barraca, a perra cliicala entrada, ¡qué insos-
pechado desarrollo va teniendo!
Monumental Cinema, que diariamente atrae a 8,000 espectadores, y que a las dos ho-
ras de abrir las taquillas cuelga el cartelillo de ¡No hay billetes!, también iba a ser otro
estrepitoso fracaso en el concepto de quienes se tienen por entendidos en esta clase de ne-
gocios, y que añadían que nunca podría amortizar los gastos de la construcción, teniendo
que ser clausurado o dedicado a otras actividades...
¡Lástima que no pueda verlo su creador el buen Sagarra! ¡Cuánto daríamos porque lo
admirase los que nos honramos trabajando bajo sus órdenes!...
334 LA CONSTRUCCIÓN MODERNA

III

CARACTERÍSTICAS DEL CINE


Hay tema para ini libro; pera nos concretaremos a reseñar las circunstancias que
deben tenerse en cuenta al proyectar esta clase de salones.
En las páginas de esta Kevista (15-3-1919) publicamos un extracto, que ampliamos
ahora,
Ante todo, el técnico debe conocer lo legislado sobre esta materia, y en España, el
reglamento de espectáculos. (Real orden de 19 de octubre de 1913.)
I'Jm-plazamiento.—Deberá elegirse sitios estratégicos, rodeados de grandes núcleos de
población, vías populosas...
Las plazas son. los mejores. Téngase en cuenta que las colas para sacar las localida-
des y los vehículos que aguardan la terminación del espectáculo, necesitan mucho espa-
cio libre.
Las callejuelas, aunque sean céntricas—ya las proscribe el reglamento de espectácu-
los—, no son prácticas ni favorecen a los cines.
Los solares estarán en sitios de fácil acceso, próximos a rápidos medios de loco-
moción.
Se cree que la proximidad de otrDS salones es un. obstáculo; cuando, por lo general, es
lo contrario casi siempre; atraen al público entre unos y otros.
No se olvide que, si hay competencia, vencerá el mayor y mejor dispuesto.
Solar.—Por lo general, el arquitecto no interviene en su adquisición. El encargo suele
dársele más tarde, y ha de tomarlo como sea y por bueno. Aunque sea el más irregular y
extraño, él tendrá que componérselas para sacar nn edificio correcto y regular.
El Monumental está en solar irregular, de veintidós lados, nada menos; y hasta donde
es posible, dentro de este dédalo, se ha levantado el edificio armónico.
¡Por si los veintidós lados fuesen pocos, aun teníamos que respetar servidumbres de
vistas y dejar patios a algunas casas vecinas!...
l?jn los rincones se dispusieron los patios, escaleras y cabina.
Podría haber sido la sala completamente simétrica y regular, desperdiciando mucho
terreno; mas, siendo tan gt-ande el solar, no era preciso llegar a tales derroches y mante-
ner con exageración la simetría) por no apreciarse bien de cada estremo las irregularida-
des de los otros.
En el papel no es feliz—por esa razón—la forma de la sala. Mas, dentro de ella, es
otra cosa.
La l'orma del solar y sus accesos obligan también a disponer en formas particularísi-
mas el escenario y la cabina de la proyección.
Lo peor que hará el técnico es qnerer resolver los problemas con espíritu preconce-
bido, y empeñándose en meter en el solar un tipo de ediñcio que exista en otro lado.
Cada cine—lo mismo diríamos de todos los edificios—tendrá una característica espe-
cial, que surgirá de la disposición en planta.
La costumbre es que el ingreso principal esté frente a frente de la pantalla. En el Real
LA CONSTRUCCIÓN MODERNA 335

Cinema nos vimos obligados, no por un capricho, a disponer lo contrario, coa los accesos
a los lados de la pantalla.
Y ¡no filé chica la sorpresa aí^radable del público, cuando se vio sorprendido al entrar
de cara a los espectadores!
Esta forma inadvertida^ con el tiempo se hace vulgar. Mas [cuánto no la criticaron los
que la examinaban con lupaí...
La forma ideal no es la rectangular perfecta, como creen muchos, sino la trapezoidal,
con el lado menor por la parte del escenario. Y la sala, ensanchando hacia la fachada.

Plantas bíijfi y del íiiifiteatro da *E1 Cisne-^

De este tipo es El Cisne, teatrocinema, que construfmos en la plaza de Ohamborí, de


esta corte.
JCl aforo y la sivperfí,cie.—¿May naa relación entre el número de espectadores que
alberga un cine y el solar sobre el que se ha ediñcado? ilndiscutiblemente!
La relación depende de la forma del solar y del destino especial que se dé a ciertas
dependencias, y, sobre todo, de la habilidad del que proyecta.
Para hacer un cálculo rápido, coa bastante aproximación, insertaremos algunos datos
del aforo de obras que liemos ejecutado. (El Titán es proyecto.)
356 LA CONSTRUCCIÓN MODERNA

Superíicie del Número Superficie


solar de espectadores por espectador

908 m~ 2.000 0,45 a'¿


Rl Claae 81)0 » 2.000 0,^t3 ft
2.480 » fi.3l0 0,47 »
K407 » 4.000 0,35 »

De las tres primeras cifras, se desprende que cada espectador necesita de 0,43 a 0,47
metros cuadrados del solar, teniendo el edificio: planta baja de butacas, un anfiteatro que
avance y dos o tres pisos de palcos.
Cuando el ediñcio es mayor—el Titán, por ejemplo—se requiere más amplitud de la
normal en pasos, escaleru^s y salones, hasta llegar a 0,47 m^.
La cifra última del Monumental no ha de parangonarse con las anteriores; pues este
edificio es otro caso, con dos grandes anfiteatros.
Cuando el ediñcio es de mucho lujo, con grandes comodidades, se puede llegar al me-
dio metro, y aun más.
Hasta existe una relación entre el coste total y el número de espectadores, que no la
insertamos por no extendernos demasiado.
Máximo a-proDechamieriio.—La primera preocupación que ha de tener el arquitecto
es—cuEindo interroga en el papel al perímetro del solar—la máxima utilizoción de la
superñcie.
Este es un principio fundamental de toda explotación industrial.
Si no mete el mayor número de localidades posible, no habrá negocio, vSi el empresa-
rio no gana, es debido a la disposición desdichada que se ha dado al local. Y el arquitecto,
con las miradas escrutadoras del público y de Ins inteligentes, se deslionrará más que
adquirará nuevos clientes.
Decir máximo aprovechamiento no es recomendar el hacinamiento de localidades, ni
mucho menos; ni visión imperfecta, ni pasillos angostos, ni escaleras en abanjco, en las
que ruede el público, ni salones mezquinos.
Si carece el edificio de comodidades, si el público no se halla satisfecho dentro de él,
como considerando que, por el precio de la localidad, es dueño del mismo, el negocio no
podrá ser productivo.
En salones amplios, la mayoría de los espectadores se regocija, por contraste con las
casas mezquinas que ocupan.
Bien ordenados, de distribución clara y aspecto regio, el público se va acostumbrando
a los grandes locales, y cada vez pide más lujo y más facilidades y comodidades.
—Por media peseta—nos decía uno—se siente potentado cualquiera en el cine y
durante tres horas...

Tjas antiguas disposiciones de teatros son inaplicables hoy. Desperdician demasiado


el solar.
Véanse las plantas tipos de los teatros del siglo pasado. En ellas la sala es una parte
insignificante del solar; un décimo, un dozavo o menos de la superñcie total asignada al
arquitecto para la edificación del teatro.
Por el contrario, la sala del cine abarca todo o casi todo el terreno. De algunos se
diría que no son más que proyecto de un salón, con exiguas dependencias accesorias.
LA CONSTRUCCIÓN MODERNA 337

Entre nosotros van siendo corrientes las disposiciones extranjeras de avanzar los an
fiteatros sobre la sala, para que el aforo sea mayor.
Con esa disposición desaparece la continuidad en los antepechos de todos los pisos, y
los pisos exbremos quedan cortados.
Tipos intermedios, de transición entre el teatro del siglo pasado y los nuevos edificios,
en Madrid, son los teatros Odeón y Reina Victoria.
Siendo profundos los anfiteatros que avanzan sobre las butacas, debajo de ellos caben

Vista de la sala desde el escenario.

—sin perturbar la parte utilizable para espectáculo—grandes salones y bares. Estas de-
pendencias, con sus techos inclinados, a manera de grandes guardillones, son otra de la
característica de los cines modernos.
Fácil es, ocupando grandes porciones de solar, proyectar monumentales salones;
pero entristece encontrarse en algunos ediflcios con espacios muertos, que malbaratan el
conjunto.
Otra característica es la de llevar los retretes y urinarios de la planta baja al
sótano.
338 LA!,CONSTRUCCIÓN MODERNA

Subir y bajar unos escalores no es muy molesto. Y, aunque lo Euese, hay que impo-
ner ese síicriflcio al público: para aprovechar la planta de butacas, para disponer con más
amplitud los servicios de aseo, y, más que todo, para acabar con la pestilencia que en los
teatros viejos es compañera inseparable de las regiones más nobles del edificio.
Como edificio mal distribuido, con solar desperdiciado, y en el que se hubiese metido
a gusto medio millar más de espectadores, citaremos—¿por qué no mencionar los malos
ejemplos, ante los que se puede instruir tanto o más que con los buenos?—el teatro Reina
Victoria, de Madrid.
Le sobran salones y departamentos, que para nada sirven, cerca de la fachada. Palta,
en cambio, local en la sala, en Ins anfiteatros—mezquinos y tortuosos—, en el escenario y
eu los cuartos de artistas.
Hay que tener todo el arte y la habilidad del Sr. Cadenas y sus compañeros para re-
presentar en un escenario, que tiene unos cinco metros de fondo, vistosas revistas que
dan la impresiíín de grandes locales...
Las escaleras, en vea de llevarlas hacia la fachada, están donde más disturban a la
sala, y los lados del anfiteatro principal—desde los que no se veía el escenario—se han
utilizado para guardar trastos y para el billetaje,..
Cuando veo edificios de esta especie, se me representan las malas modistas a las que
se entrega una pieza de tela abundante o precisa, y que, después de cortar y recortarla a
diestro y siniestro, sacan un vestido corto; pero dejando por el suelo grandes retales que
no tienen aplicación posible...
Hueco de la ó'ñía.—Proscrita la forma de herradura del teatro de los siglos xvil al XIX
para la planta de butacas, la del hueco de la sala ha de ser semejante a la ya descrípta.
Los costados, o palcos convergentes, hacia el escenario; el antepecho del anfiteatro
en línea curva muy abierta, y si es circular, su centro habrá de estar en el escenario.
Se aconseja que los rayos visuales de Ins espectadores extremos no formen con la
traza horizontal de la pantalla ángulos mayores de 40°. Precepto que no puede ser absolu-
to, pues siempre hay algunas localidades desde las que se observa la escena con mayor
oblicuidad.
Ca&ins.—En un cine bien organizado, donde se proyecten las cintas sin interrupción,
ha de haber dos aparatos.
Una cabina cómoda debe tener de dimensiones 3,60 metros de frente y unos tres de
fondo, y no ha de carecer de ventilación adecuada—natural o artificial, pero intensa—,
pues la temperatura dentro de ella suele ser elevada mientras Xunciona.
Contigua, o debajo de ella, habrá un W.-C, y, a poder ser, una pequeña habitación
de descanso.
Los aparatos de proyección son aproximadamente de 1,35 metros de largo, por 0,70
de ancho.
La cabina se suele colocar en el fondo del anfiteatro último o de la planta de butacas,
lista última—como en el Real Cinema—es la mejor disposición; pues el eje del cono lumi-
noso, siendo hurizontal, corta normalmente a la pantalla.
Asila cabina está más próxima al escenario, gana en fijeza la imagen y se econo-
miza fluido.
En un cine normal de 2.000 espectadores, la proyección requiere 50 amperios y 70 en
un cine doble. El tamaño de la proyección varía con el de la sala.
En el Monumental la cabina está a un lado, para aprovechar un rincón de la sala y
acortar el cono luminoso; estando la pantalla algo inclinada, respecto del eje de la sala,
buscando la normalidad de la imagen.
LA CONSTRUCCIÓN MODERNA 339

Esté donde esté instalada la cabina, debe estudiarse cuidadosamente su emplazamien-


to, «pues no se ha de hacer una sala cualquiera, donde algunos días antes de la inaugura-
ción se busque el lugar adecuado para el operador».
Como curiosidades citaremos que E. Vergnes, arquitecto especialista del Sindicato
francés de Directores de cines, se inclina—dada la pesadez de la atmósfera de las salas, y
buscando la economía de fluido—, por que se proyecte la imagen desde detrás de la panta-
lla, siendo ésta transparente.
Cuando se construían los primeros cines alemanes, Mansfeld registró la patente

Vista panorámica del piso de butacas.—Constructor de éstas, D. Francisco Garríga.

dedos salas normales entre sí. Desde una de ellas se veía la pantalla, y a la otra lle-
gaba la imagen por un espejo que formaba 45** con la imagen primera, en lienzo trans-
parente, disposición curiosa hoy inaplicable.
Orquesta.—No requiriendo foso el pequeño escenario de los cines, la orquesta se
acomoda debajo del tablado, sobre un piso de madera que está sobre un hueco—caja de
resonancia.
El ángulo superior contiguo al muro del fondo ha de redondearse con tabla elevada
a cerchas, de modo que reíleje las ondas sonoras.
En ciertos momentos del espectáculo el director de orquesta, desde su sitial, ha
340 LA CONSTRUCCIÓN MODERNA

de atisbar la proyección, para lo que se han de abrir uno o más boquetes en el suelo
de escenario.
El 'pyohlema visual.—Es el primordial en un cine.
Al proyectar, al tantear las plantas, inmediatamente se ha de trazar un esquema de
la sección longitudinal, dibujando el cono luminoso y las visuales de los espectadores de
las últimas filas de la sala y anfiteatros.
Estas visuales extremas forman, por decirlo asi, la envolvente de la construcción, pues
determinan los salientes, altura y demás circunstancias; délos anfiteatros sobre todo
Es evidente que si algún elemento constructivo corta las grandes visuales, la visión
de los espectadores será imperfecta.
El trazado de la curva óptica que dan los libros no es aplicable a los grandes edificios:
s¡ se adaptasen sus reglas, las pendientes de la sala y de los anfiteatros serían, por lo
exageradas, incómodas y hasta peligrosas.
Obsérvase en la mayoría de los teatros, que un espectador no ve pnr encima de la
cabeza del espectador que se halla delante en la fila inmediata, como sostienen los tra-
tadistas.
La pendiente de una sala es adecuada cuando los espectadores, moviendo un poco la
cabeza buscan un hueco entre los espectadores anteriores y ven las candilejas o el extremo
inferior de la pantalla por encima de la cabeza del espectador que está situado dos filas
más delante que él.
Como dato práctico, para casos normales, diremos que el piso de butacas debe empe-
zar siendo horizontal—la teoría obligaría a que este trozo fuese en pendiente hacia el esce-
nario—, para terminar ascendiendo paulatinamente, en un seis o seis y medio por luO de
inclinación.
Hemos visto salas hechas con los libros en la mano, con un 12 por 100 de pendiente,
donde era peligrosísimo caminar, sobre todo a tientas.
Tales salas están pidiendo peldaños en los pasillos.
Kespecto a su aspecto diremos que debe ser atrayente, y que el estile, dada la nove-
dad del espectáculo, sin tradición alguna, debe ser también moderno.
Aquí concluímos de hablar de estos temas novísimos, en general, aunque se podría
decir, disponiendo de mayor espacio, muchísimo más.

Sección de la orquesta
LA CONSTRUCCIÓN MODERNA 341

IV

EL EDIFICIO
¡Que se va a caer...!—Antes de inaugurarse el Real Cinema, y ahora, al abrirse el
Monumental, soto vece se susurraba que la Junta de Espectáculos no toleraría la apertura.
Y que, si acaso, el hundimiento sería inmediato al ocupar el público las galerías altas...
¡Puerilidades que, traídas a eolación ahora, hacen reír!
Pero, hay que recordarlas, y ponerse en el caso del que proyecta, construye, padece y
tiene que hacer frente a la ignorancia y a la maledicencia.
Ignorancia, por lo que imponen los grandes vanos, las columnas cenceñas y los atre-
vidas voladizos, construidos con un material como el hormigón armado, que, aún—es triste
decirlo—suscita recelos, y no cuenta con el beneplácito de algunos profesionales y clientes.
¡Había Escuela especial—no la nuestra—donde se tenía descontada la catástrofe...!
¡Más vituperable es la maledicencia, compañera de los envidiosos, de los que temen
la competencia!
El de enfrente, en .sendos reclamos en letras de molde, llegó a decir que, el que esti-
mase en algo su seguridad personal, se abstuviese de concurrir al Monumental.
Sé de algunas familias que, hasta pasado el primer mes de la inauguración, no se
atrevieron^—¡por si acaso!—a franquear las puertas del Real Cinema.
Estos temores, que amigos cariñosos hacen llegar al autor, UD día y otro también,
van minando su confianKa y seguridad. Llega un momento en que uno mismo empieza a
dudar, y se pregunta: —¿Sí estarán en lo cierto?
Paseando por la obra, con las manos en los bolsillos y la mirada escrutadora, se dice:
—¿Quién me dice a mí que, dentro de aquella columna tan sana, o esotra viga, no hay
algún fallo que hiende su seguridad? ¿No habrá bajo los cimientos algunas minas an-
tiguas...?
¡No falta quien propone que el día de la inauguración, por lo que pueda tronar, no
se permita entrar al público de golpe, sino con cuentagotas, cerrando el grifo en momento
oportuno, mientras el técnico, ojo avizor, esté debajo atisbando las muecas y crngidos de
la osamenta...!
Amedrentan los pisos altos, uno con 1.200, y el otro, el de encima, con 1.000 espec-
tadores, nados a la fuerza de débiles soportes (l).
¡Hasta la Superioridad, en un informe lleno de peros y regaños—¡hay ahora tanto
pánica a las responsabilidades!—, a los que se agarraría más tarde con unos: —¡Ya lo decía
yo ..! ¡Ya lo veíamos venir...! ¡Estos atrevimientos no debían consentirse...!
Por primera vez, se manda:
«Que la Empresa, al comenzar la pro3'"ección, anuncie en la pantalla que, si por motivo
de cualquier alarma, el público tuviese que abandonar el local, lo haga con calma...Í
«Todo hace indicar la importancia que se reconoce a esta planta principal, en lo que
afecta al número de espectadores...»
Machaconamente continúa:

(i) Aunque eatán de acuerdo con el Zafra.


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LA CONSTRUCCIÓN MODERNA 343

«Que se coloquen indicadores y dependientes en cada una de las salidas, así como
anuncios visibles, recomendando al público la mayor calma en las salidas, por motivo de
cualqnier alarma..-»
¡Bien claro se lee entre líneas cuando dice, entre otras cosas, de los anfiteatros:
«Cuidando singularmente que sea reducido el número de espectadores.»
En Barcelona hubo empresario que, para inl'undir tranquilidad al público, engordó
con recios i'ustes de escayola las columnas que sostenían el anñteatro... Las columnas eran
metálicas.
¡Nosotros casi estuvimos dispuestos a hacer lo mismo...!
El público, bonachón y candido, entrando tumultuosamente en los anfiteatros, apelo-
tonándose en los puntos débiles, no inmutaba al edificio.
Durante varios días se proyectaron en la pantalla fotografías que Liado había tomado
al hacer las pruebas de resistencia. Y con aplauso cerrado—qne nos compensó de las amar-
guras—mostró ante el atrevimiento su complacencia y la satisfacción de encontrarse en
sitio seguro y cómodo.
Visto el buen éxito, los alarmistas frescamente cambiaron de disco, y ahora entonan
el: -¡No liabía motivo alguno para inquietarse..,1»

Estructura del edificio.—Exceden de lo normal las dimensiones y luces de este cine,


por lo que su constrncción presentó no pocas dificultades.
A la actividad de D. Francisco Muñoz, excelente constructor, se debe, en primer lugar,
el haber solventado éstas, llevando la obra con inusitada rapidez y buen orden (1).
Toda la osatura del edificio, los entramados horizontales, inclinados y verticales,
construyó la Sociedad de Cementos Portland de Sestao, de la que forman parte los nota-
bles ingenieros Sres. Cadet, Gorduvós y Gallego.
La estructura del cemento armado, que llama la atención, es de lo más atrevida.
Las pruebas de resistencia—verdaderamente brutales algunas de ellas—, con sobre-
cargas de 450 y 500 kilos por metro cuadrado, duraron veinticinco días; consistieron en
cargar con 2.500 sacos de 60 kilos cada uno, las regiones más importantes del edificio. Las
flechas no llegaron a un tercio ni a un cuarto de los coeficientes admisibles (2).
Para que la cubierta fuese ligera y se ejecatase con rapidez, se proyectó construirla
de hierro. Los grandes cuchillos descansan sobre cuatro apoyos, dos a cada lado de la sala.
Pocas cubiertas habrá tan difíciles como ésta, por la irregularidad del solar. Hay
cuchillo de 27'00 de luz y punto de apoyo con una reacción de 35.000 kilos, donde cargan
dos armaduras.
La S. A. Torras, herrería y construcciones, cuyo delegado es el Sr. Serra, ha sido la
consiructora de la parte metálica de la cubierta (3).

(1) El Sr, Muñoz, persona de graa pi-esligio en Zaragoza, eo pocotiünipo so ha aereiliLado on la corte.
Butre oLras obras (ÍQ categoría, ha construido eo Madrid la Fábrica de Litiuloum, y en brcvo comenzará la
cdiflcaclón de un teatro.
(2) La caaa OetnBntos Portland, de Sestao. es una de las man ¡nitiguas de Espaüa, dedicada a au espe-
cialidad.
Establecida en Bilbao (Alameda de Urc[uljo, 1), tiene por gerente a D. José Cadet.
Ha conaLruido, entre innuiiierablea obras, varios teatros; de ellos, en Madrid, el Odeón y el Alcázar.
(3) lÍQtre cines y teatros, la Casa Torras cuenta en su haber con unos veinte; entre ellos el Eeal
Cinema, Cine Ideal, Cinema Goya e Ideal Rosales, j ' está terminando en la calle de Dlef^o dü teón, un salón
de la Film Española para impresión de peliculas.—Oficinas; Glorieta de Atocha, 8, Madrid.
344 LA CONSTRUCCIÓN MODERNA

Antes de ahora, en toda la estructura metálica dd Real Cinema, hemos tenido oca-
sión de apreciar la valía del ingeniero D. Celso Máximo, especializado en estas clases
de obras.
La carpintería de taller, anfiteatros y las 3.600 butacas de haya, han salido del taller
del maestro D. Francisco Garriga, de gran práctica en la construcción de teatros y cines.

Construcción de la armadura de cemento armado por la Casa Sestao.

Antes de venir a Madrid a establecerse, en Barcelona se distinguió en la edificación del


Palacio de la Música catalana (l).

(1) El Sr. Garriga ha intervenido en Madrid en [a coaatrucción del SalÓQ Doró, reforraaa del Príncipe
Allonso y del Infinta laabol. Loa talleres de carpintería, montados con todoa los adelantos, en la calle de
Fray Luis de León, 8, Madrid. Su especialidad es ta construcción de muebles, distinguiéndose en los ame-
ricaüos, para Bancos y ofleinas. Recientemente se le ha adjudicado la carpintería del Palacio del Círculo de
Bellas Artes, de la calle de Alcalá.
LA CONSTRUCCIÓN MODERNA 345

La belleza del cemento annado.—Excepción hecha del vestíbulo principal, no se ha


empleado eii todo el edificio un .solo kilo de escayola
No hay un capitel, cornisa, ménsula, florón ni entablamiento, que son elementos extra-
ños a las modernas estructuras, y que,
por lo tantt, no tienen en ellas ade-
cuado empleo.
Fácil nos hubiese sido, dando gas-
to al lápiz, con el Raguenet a otras
láminas, haber recargado el interior
de toda suerte á&postiche d'Art...
La mejor manera de rendir home-
naje a las firmas de los grandes ar-
quitectos que fueron, es precisamente
respetarles, no traerlos a colación a
destiempo.
Si buscásemos el aplauso de cierto
público, y no el racionalismo estético
j la propia rigurosa satisfacción, ¿nos
hubiésemos aventurado a exentar aque-
llas grandes superñcies de aditamentos?
¿Es lógico que las viguerías de Pruebas de resistencia en los anfiteatros.
hierro y cemento armado se escondan
detrás de techos planos, y que de éstos se cuelguen magníficas vigas y artesonados de
yeso?
Si la misma estructura nos trae vigas, justo es que la respetemos.
La viguería de cemento tiene una fisonomía propia, muy moderna, que, por su sepa-
ración y gran altura, no se parece a
los entramados horizontales de madera
ui hierro.
Es, además, más rápido y econó-
mico prescindir de la manida decora-
ción de staf. De haber optado por las
escocias y corridos, no estaría dando
dinero el edificio, y la Empresa la pri-
mera que hubiese renegado del arqui-
tecto,
¿Que son irregulares y, al parecer,
extrañas algunas soluciones?
Mejor que mejor. Ellas serán la
gracia, lo insospechado, lo picante de
la estructura. El cemento armado tiene
una belleza suya, belleza científica que
Construcción de la estructura de cemento
por la Casa Sestao. hay que respetar, y no negarla, aun-
que a muchos les parezca horripilante.
Recuerdo que, siendo estudiante, se celebró en Madrid un Congreso internacional de
arquitectos—creo que en 1903—, y que un profesor detractaba el cemento armado, porque,
según él, no podía tener belleza...
¿Qué habrá en la Naturaleza-y en lo creado por el hombre, que no tenga su belleza?
346 LA CONSTRUCCIÓN MODERNA

isEstas construcciones—decía—constan de dos elementos: hierro y iiormigón. Y, una


de dos: o tienen la forma y belleza del uno o del otro. En el primer caso parecerá una estruc-
tura metálica, y si tiene las formas del hormigón, que tiene todas las que el capricho quiera
darle, no tiene ninguna.»
¡Desquiciado razonamiento)
El cemento armado se compondrá
de hierro y conglomerado de cemento;
pero adheridos tan reciamente, con tan
penetrante introducción, que el cuerpo
inerte de hormigón, animado por el
alma metálica, se couA'ierte en ser vi-
vo, animoso y firme. Como en las com-
binaciones químicas, el resultado es
un nuevo cuerpo integralj distinto de
sus componentes.
Policromía. —Habiendo proscrito
la decoración de abultados, dicho se
está que no hemos contado con más
recursos que los de la policromía.
Como vulgarmente se dice, la co-
Pruebas de resistencia en las escaleras. locación de pinturas, vidrieras, tapi-
cería, azulejos, cobres y bronces, ha
sido a todo meter, llegando a la máxima potencialidad.
No obstante ser tan socorrido el color, muchos profesionales son tan pusilánimes, que
emplean los grises, cremas, blancos, dorados y pátinas tostadas, siendo insensibles a las
grandes armonías luminarias. (Cuando
los gustos de la época en tocados feme-
niles, papeles pintados^ carteles, ilus-
traciones, tapicería y cerámica, son vi-
vaces armonías.)
Al construir el Real Cinema hici-
mos un ensayo de color, que ahora nos
parece tímido y apocado.
Aun para hacer aquello tuvimos
que luchar con el apocamiento y temor
del que mandaba, y, sobre todo—[ésta
sí que es enemiga de lo nuevo!—, con
la hostilidad de los que trabajaban
bajo nuestras órdenes,
Era la primera obra importante, y
¿quiénseoponíaalos mejores maestros?
Entonces, cuanto mayor brillantez
en pinturas y estucos se exigía, me
argüían que, al envejecer y trepar ad- Pruebas de resistencia en los anfiteatros.
quirirían más potencia de color.
—¡Yo no me atrevo a poner esos tonos tan subidos, porque temo que hagan mal,'y
que el día de mañana se escandalicen y se rían, preguntando qulón ha hecho tales mama-
rrachadas!—me decía un maestro.
LA CONSTRUCCIÓN MODERNA 347

En el Monumental, para el interior y fachadas, he tenido a los maestros pintores


Amador Serrano, padre e hijo, con los que he llegado hasta la brillantez y atrevimientos
de color (i).
Dentro, cada dependencia es de un color distinto. Kl vestíbulo principal y bar son en
azules y violetas, y el del León, con su escalera verde. La sala es dorada, entreverada con
rojos, violetas, verdes y azules. Bay cajas de escalera, verdes y amarillas; peldaños con la
tabica verde y de reflejos metálicos; barandillas blancas, oscuras y doradas; pasamanos de
escaleras, antepechos y divisiones de palcos, de color intenso. Y así lo demás.
El espectador, pasando de una sala a otra, al cambiar de ambiente lumínico y tempe-
ratura escenográfica, va recibiendo en la retina una serle de percusiones (ópticas que lesio-
nan su sensibilidad.
El púbUco, en otras épocas con percepción tan flna, ha perdido la noción del color, y
para llamarle la atención hay que salirle al paso, golpeando su sensibilidad artística con
estridencias coloreadas, único medio de que se detenga y alce la cabeza, abriendo los ojos
para mirar.
Por tener cada dependencia un color distinto, los efectos escenográñcos y contrastes
son grandes al mirar en el fondo de un salón coloraciones contrapuestas de las dependen-
cias contiguas.
Para evitar la monotonía de los grandes lienzos uniformes se han prodigado los desva
necidos y gradaciones de tintas. El techo de la sala ea de un ocre tostado, que va aumen-
tando de potencia, hasta terminar en el piso de butacas con un rojo veneciano.
Los techos están pintados con capas cortadas. Los únicos motivos decorativos de valor
están en cinco antepechos del anfiteatro segundo y encima de la embocadura. Esta orna-
mentación es sumamente esquemáüca, plana, simplicista.
Coloración racial—Esta pintura, de tendencias modernas, y que se debe mucho a las
corrientes de la ópocaj ¿es tan exótica como parece a primera vista?
En todas las regiones españolas el arte popular es esencialmente polícromo. Se encuen-
tran pintarrajeados con colores potentes vestidos, telas, construcciones, huecos, techos y
muros, aperos de labranza, carretas, arreos y tantas otras cosas.
En el arte del vulgo hay tendencias dignas de ser amadas y estudiadas.
Mejor que ir a buscar formas y colores del porvenir en elementos muertos de otras
¿pocas que llegaron al límite de evoluciónj y de las que nada se puede extraer, como no
sea el pastiche y las reproducciones de yeso, es acercarse con devoción a los temas racia-
les generados por el paisaje, la luz y estirpes locales.
Guando pergeñábamos las acuarelas de los interiores, muchas de las soluciones popu-
lares acudían a la memoria, y sentíamos deseo y estimación de hacerlas proseguir y evolu-
cionar, dentro, claro está, de las aspiraciones modernas.
Véase por dónde la policromía de este Oine no es tan forastera ni tan desvergonzada
como algunos piensan, sino que comprende una aspiración lionesta y liasta patriótica.
Ilwminación.—He aquí otro factor, el que más ayuda a la policromía.
Todas las pruebas y notas de color se han hecho siempre para verlas con luz artificial.
Pintar una sala de espectáculos con luz natural, sin tener en cuenta la iluminación
eléctrica, es exponerse al fracaso.
(1) La especialidad do Amador Serrano constUuj'e la pintura decorativa en todos los estilos y las
imitacioiiüs de mármoles, bronces y madera'R. Su hijo es dlaülpulo de D. Francisco Alcántara, en la Escuela
de Cerámica. Ubraa importantes de pintura que ha líjücutado úl tí mam ente: Banco Central y Banco de Bilbao,
Fábrica i^loralía, Papelera Española, Casay del marqués de Aldama.—O.lclaaa y tallepoa. Cardenal Claneros
64, Madrid.
348 LA CONSTRUCCIÓN MODERNA

La instalación de la Uiz, de la mayor consideración en edificios del tamafio de éste,


tenía que ser encomendada a una casa de probada garantía artística, y en esta ocasión
corrió a cargo de 3a renombrada R. Eguren, de Bilbao.
En lugar del tubo Bergman, se lia empleado el de gas, y se ha adoptado todo género
de precauciones para evitar accidentes y pérdidas de fluido.
Casi todos los aparatos son de luz indirecta y de reflexión en los techos.
Ya hemos dicho que la pintura lia de colaborar con la luz artificial, y en este ediñeio,
donde un aparato refleja su luz, se aclara la tonalidad del techo para que, aparentemente,
la iluminación sea más intensa.
La pintara ayuda a la luz, y la luz pinta a la misma policromía de la sala, ayudándose
una y otra, complementándose.
En los aparatos altos de la sala se
han dispuesto radiadores hondos que
vierten haces potentes de luz.
Las lámparas son marca T/'Mn,
fabricadas por la casa ya dicha de
R. Eguren, ingeniero.
Las mismas desigualdades del re-
parto de los aparatos de valores diver-
sos, matízalas coloraciones uniformes,
Y icuántas sorpresas y proyecciones
extrañas no dan la viguería y rincones
del cemento armado! (1).
Vidrieras.—La casa )iíaumejeán
Hermanos, suficientemente conocida de
técnicos y público, ha construido los
descumonales faroles que penden del
techo de la sala. La brillantez de la.
vidriería de estos aparatos enriquece
aún más la policromía de la sala.
Aún no están terminadas las ins-
talaciones de luz de estos grandes fa-
nales, por lo que todavía no lacen en
Farolas construidas por Maumejeán Hermanos. ¿oda SU intensidad. Cuando estén con-
cluidos, el techo, que lleva tonalidad lisa—salvo las grandes circunferencias claras^, se
pintarrajeará con la irradiación de colores de las cubiertas de dichos faroles.
Las dos fachadas irán ornadas por vidrieras de gusto moderno—las de los huecos de en-
trada ya están colocadas—, por la misma casa Maumejeán.
Sin repetir los mismos tipos en cada cine que construímos, contando con la valiosa
cooperación de D. Enrique Maumejeán y los artistas de su casa^ tendemos a colocar vidrie-
ras de distintas fisonomías.

1^1) La Instalación de luz en 63t6 cf'ne es máa corapllca'3a que la do un teatro grande. Loa hilos son
vulcanizados, y el cuadro, con una proluslóo de hlloá, cortacircuitos e Interruptores, consta de dos paneles
de mármol, do 2,20 por 0,80 por 0,003, con 60 interruptores.
No S6 ha reparado en gastos, hasta conseguir una instalación perfecta. La repetida casa bilbaína ha su-
ministrado conductores para las instalaciones eléctricas del Kursal de San Sebastián, y do los Bancos de
Bilbao, UrquijQ y Vizcaya, de Madrid, así como también para otras obras de categoría. Domicilio social:
Bilbao: calle de Afíuirre, y sucursal en Madrid, representante, D. Rafael Jublodo, Reina, 5 y 7.
LA CONSTRUCCIÓN MODERNA M9

Tajn-cería.~Ea.y damascos, tisús y cretonas que, vistos en los muestrarios, tienen


magnífico aspecto y coloraciones brillantes. Sabido es que los tonos aislados no tienen en
sí ningún valor; las coloraciones absolutas no existen. Todas son función, y se tiñen por
las tonalidades vecinas.
Es conocido el principio de que «todo color se baña por el complementario de su
vecino».
Encontrar telas de adecuada coloración, y, sobre todo, en la cantidad que necesita el
MonuQiental, no es empresa fácil, si no se acude a una casa de categoría. Los damascos de
la embocadura y cortinajes de palcos y puertas de entrada los ha suministrado la casa
Kodriguez Hermanos (1).
De la confección se ha encardado el tapicero D. Eduardo Ruiz (2).
Vivacidad arquitectónica.—h-A.'s dos fachadas se han pintado al silicato, con ocre do-
rado. Quizá en la actualidad resulte muy subido el color; pero no se. ha querido rebajar
el tono con blanco, para no castigarlo. Dentro de poco tiempo, cuando los elementos—sol,
agua, polvo—lo rebajen y patinen, adquirirá la entonación justa, la deseada.
La solana del piso principal es azul cobalto. Esta galería, abierta, cuando se asome a
ella el público, animará la fachada y la Plaza de Antón Martín, y será una nota típica del
barrio.
La arquitectura, de suyo deaiasiado austera, adquirirá su vivacidad y su alborozo
cuando albergue al público.
Al proyectar un ediñcio de este género, se ha de tener muy en cuenta que los espec-
tadores son el primordial ornamento y gala arquitectónicos, y la habilidad ha de consistir
en disponer las masas abirragadas y sus términos de modo que hagan más grandioso y
locuaz el ediñcio.
No hay friso comparable a. la marcha rítmica de las nmcheduiobres.
Las escaleras abiertas, las circulaciones afluentes, la multitud que hormiguea en los
pisos, necesitan escenarios con fondo y IUÍJ adecuados, y al mismo tiempo, espacios, obser-
vatorios estratégicos, para contemplar el panorama.
Pavimentos y revestimientos.—Han suministrado azulejos, baldosas y rodapiés, las
casas siguientes: de Madrid, casa González y Hermano; Luis Vínardell y liutsems y Com-
pañía (3). También en palcos, pasillos y escaleras se ha colocado mosaico NoUa, de Valencia,
de tonos enteros.
Las escaleras son de baldosa mja en la huella, guardavivos y azulejo en la tabica. Las
columnas de las dos fachadas son de mosaico enjuego de damas, de cerámica verde y negra.
Las pilastras de la solana, con paramentos en redientes, dan, según de donde se las mire,

(I) La Ciisa Rodríguea Hermanos, Carrera de San Jerónimo, 34, ea un eetabloclmlonto acreditadísimo y
muy eonociíJo. líntrü loa nuraerusos trabajos que ha ejecutado, cltareraoa: en Madrid, teatroa Odeón, Reina
Victoria, Rey Alíonao, Real Ciüeina, Príncipe Alíonao; on Iluelva un teatro, y otroa varioa. Poaeegran sur-
tido en dibujos tnoderuos, en cantldaJea auficlentea para atender a loa pedidos, por importantea que aean.
(2) Eduardo Uuiz, oatabJeeldo en la callo de Sagaata, 5, os el tapicero de la Empresa Sagarra, Ha con-
feccionado la tapicería del ííeal Cinema, Príncipe Alíonao y otraa salaa de eapectáculos.
(3) La caaa González y Hermano, Gran Vía, 14, está también establecida en Sevilla, Tetuán, 25; en
líuelva, Málaga y Córdoba. Hu especialidad aon los herrajes, azulejos, cerámica artíatica y aparatos de
saneamiento.
La fábrica do D. Luia Vínardell, Alcalá, 12, de modaícoa hidráulicos, ha sumlniatrado loa pavimen-
toa del vestíbulo principal, bar, salones de descanao y solana; imitación de los mosaicos romanea.
Butsoma y Compañía, Moreno Nieto, 1, flllal de la de Barcelona, ae dedica a la fabricación de piedra
a]-tlftclHl eu toilus sus apUcaclouea, tuberías do üeraonto y bsiMosas de lodus líljisen.
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Repujado del Bar. (Dibujo de Juan José.)


LA CONSTRUCCIÓN MODERNA 351

distintas sensaciones. F^as escaleras, columnas y pilastras, las lia construido el maestro
José Antonio Valcárcel (l).
Precauciones contra incendios.—ha~pñmeTa. y la más importante es la de haber
adoptado la estructura de cemento armado. . . ; ^
El techo dtí la sala es un tablero de ladrillo hueco.
La cabina es de cemento armado, con puerta'de hierro, y los aparatos Power de pro-

Bar del piso principal, a carD;o de los Sres. Echezortu y Anguiano

yeccióu están dispuestos de modo que sofoquen instantáneamente la inf-lamación de


películas.
Como forzosamente tiene que haber elementos combustibles—carpintería, butacas,
telones y tapicería—, se ha dispuesto una red general de agua, con 14 bocas de incendio,
alimentadas por tres tomas de 40 por 6 milímetros.
Las bocas, distribuidas estratégicamente por todo el edificio, tienen el mismo paso de
rosca que el mangaje del Cuerpo de I^omberos municipal.
Esta itistalacií^n ha corrido a cargo del maestro tontanero D. ['•'raucisco González (2).

(i) La oapecíallilad dfl este solador jirtlatlco son loa müaatcoa romanoá y veneoianos. Últimamente ha
ejecutado trabajos en ol MetropoütatiOj Gran Vía, aocledadea de reoreo y portadas de tiendas, Tione la
expOalclÓQ en Lope ele Vega, 40, y log tallerea y almacén en Méndoa Alvaro, 1?, Madrid,
(2) También ha Instalado tos retretoa, urinarios, iuvaboi, bajadas de la cubierta, servicios de agua y
desagües de los bares. Trabajos últiinauíente ejecutados; Ei liar Regio y reparación del edificio de la Unión
y el FéQis Español. Taller, Avemaria, núm. 1, Madrid.
352 LA CONSTRUCCIÓN MODERNA

En las terrazas se han dispuesto seis bocas de incendios, con las que cómodamente
maniobrarían los bomberos atacando el fuego del edificio y hasta el de las casas vecinas,
contra el que es necesario precaverse, para que nb cause perjuicio a la explotación.
El jefe de Bomberos, D, José Monasterio, ha dispuesto que se realicen en esas terra-
zas unas maniobras, para que el personal a sus órdenes esté aleccionado-en la^defensa de
barrio tan populoso.
Bares.—Uay dos grandes mostradores de mármoles extranjeros, brechas y onís.

JVAN
Repujado del bar. (Dibujo de Juan José.)

El del vestíbulo de Atocha tiene 15 metros de frente, y está montado a todo lujo con
todos adelantos.
En el sótano se encuentran la bodega, despensa y almacén, unidos con el bar con un
montacargas.
La marmolerfa de los mostradores y vestíbulo son de primera calidad, y han corrido
a cargo de D. Faustino Nicoli (l),
Los repujados en cobre: unos motivos en el frente del bar del vestíbulo; la marque-
sina, composición central de ciervos y la fuente, más otros ornatos, han sido laborados
(1) Este taUor, lundado por D. Pedro Nicoli en 1835, ea de sobra conocido. Con D. Faustino Nicoli
colabora au hijo D. Podro, prestigioso escultor. Trabajos llevados a cabo por este taller últimamente, son
varios en la Casa lieal, en loa palacios de Linares, Núñez y Alba; Archivo de Alcalá, San Francisco el
Grande, varios panteones y otras obras de mérito. Despacho: Alcal;i.2B, y taDeres en Fuenterrabia, 4,
Madrid.
LA CONSTRUCCIÓN MODERNA 353

cnn arte exquisito por el reputado artífice Juan José García (Eguilaz, 11), quien ha reali-
zado un trabajo digno de su gran fama.
Condiciones acúsiicas.—Son excelentes, como las del Real Cinema, y lo decimos sin
inmodestia^ después de haber oído el primer concierto de la Sinfónic'i j las alabanzas^de
su director, el maestro Arbós, y ntros músicos.

Barandilla de la escalera del vestíbulo. {Maestro cerrajero, Santiago López.)—Pasamanos


y guardavivos de Jaime Ruiz.
Añadiremos que no ha sido para nosotros el resultado una sorpresa. Tuvimos en
cuenta las leyes fundamentales de la acústica: los materiales empleados en la construc-
ción y la disposición general coadyuvan a la sonoridad.
Las condiciones visuales y acústicas se hermanan en las salas de espectáculo. Siendo
el complemento del arte mudo la buena música» nos han preocupado, tanto como la visión,
las asonancias.
Agradecimiento.—Hemos de mostrar nuestra gratitud a cuantos desde el contratista
354 LA CONSTRUCCIÓN MODERNA

Sr. Muñoz, el encarg-ndo Miguel y el último obrero, han tomado parte en estos trabajos
premiosos.
Después de haber citado a los maestros, sería injusto no mencionar a dos profesio-
nales: en primer lugar a D. José González Edo, uno de los jóvenes arquitectos más capa-
citados, que nos prestó valiosa ayuda en momentos en que estábamos agobiados de
trabajo.
D. Gregorio Lapuente, aparejador que honra a la profesión, es el segundo.
Otros trabajos.—No queremos terminar—ya va siendo demasiado largo este aná-
lisis—sia mencionar otros aspectos de la construcción.

Vista de la sala desde el patio de butacas.

La calefacción, y sobre todo la aireación de la sala, han sido una de las mayores
inquietudes.
El 18 por la mañana, el día del primer concierto, estaban en la sala 4.300 personas.
Y en total, en las cuatro sesiones, desñlaron por la sala 16,000 personas. Estas cil'ras
son por sí solas elocuentes, y dan idea del cuidado que requería el estudio de la reno-
vación del aire.
Las instalaciones de calél'acción y ventilación son del ingeniero Jacobo Schneider
(Alfonso XII, 56).
Sin disturbar el interior de la sala con grandes conductos, se ha dispuesto todo sobre
el Lecho de la sala. Desde allí, los aspiradores acoplados a sus motores, extraerán el aire
viciado, y, cambiando la dirección del movimiento, los mismos inyectan aire puro.
13e Jaime Kuiz (Arenal, 22) son los pasamanos y guardavivos de metal fundido de
las escaleras del vestíbulo, así como también los cierres de las taquillas y otros trabajos.
LA CONSTRUCCIÓN MODERNA 35í

De Terány Aguilar (Ronda de Atocha, 22), e] importante taller incendiado el mes


pasado, y que muy pronto renacerá de sus cenizas, son los aparatos de la sala.
Los de iluminación indirecta son nuevos modelos construidos expresamente para el
Monumental.
De la casa Bach (Alcalá, 30) son los grandes faroles de bronce que rematan la fachada,

yelrótulodela mismadeMarcelino Errazti(Carranza,8).


El cerrajero Santiago López (Alonso Cano, 38),
que cuenta con amplios locales y maquinaria mo-
derna, ha construido los balcones, barandillas, rejas
í i =
"rvS. y antepechos.
.*?^H-o-í.
Antonio Barcala (San Cosme, 20) ha hecho los
^
1 entarimados, pasamanos y rodapiés.
Franzi Hermanos (Alcántara, 17), los mármoles
de los urinarios y fachada. Francisco Torras (Torrijos, 74) ha construido las armaduras
metálicas de los grandes faroles de la casa, y ha dirigido su montaje. Sólo de cable, los
33 faroles de la sala llevan u» kilómetro.
Se han empleado los cementos Híspanla, Cangrejo, Hércules (en el cemento armado)
y Fénix de Zaragoza, y ladrillos de la Cerámica de Viilaverde.
El edificio tiene dos acometidas á las alcantarillas, cuya ejecución se encomendó al
maestro pocero Feliciano del Sur, Ilustración, 8.
La cubierta corrió a cargo de los hermanos Antonio y Julio Gutiérrez, plaza de Cham-
berí, 3, especialistas en esta clase de trabajos.
TEODORO DE ANASAGASTI.
arquitecto.
Dibujos de Juan Josó.—Fotografías de Liado.
S'^G LA CONSTRUCCIÓN MODERNA

LA CRÍTICA Y EL ^'MONUMENTAL.,
Prensa, técnicos, artistas y público lian dedicado los mayores elogios al nuevo cine,
A continuación i asertamos, entre tantas opiniones, los juicios de tres autorizados
escritores:
La obra de arte de Anasagasti
El cinematógrafo se proyecta en cualquier sitio, sobre cualquier sábana extendida y
tendida sobre la más alta cuerda.
Una de las cosas que hacen que el cinematógrafo sea un arte teatral con caluroso
emboque, con magnífiea intimidad, es el que le fabriquen un teatro para su telón y lo
adornen con grandeza, en que la frialdad de las cintas se matice y se recaliente.
El gran arquitecto Anasagasti acaba de dar ese cobijo de arte al cinematógrafo, y,
fuera de los reclamos, necesitaba ana exaltación su modernísimo.acto de gran artista, su
mágica rotundidad.
El nuevo cinema que Anasagasti ha creado ha dado un fondo colorista, dramático y
grandioso al cinematógrafo, encontrando la arquitectura novelesca, honda y entusiasta con
que necesita adornarse la sábana tendida iluminada p)r la novilunar lúa voltaica.
RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA.

Anasagasti, constructfpr

Hace unos noches asistimos a la inauguración del Monumental Cinema por los ínti-
mos. Es un ediñclo en que pueden colocarse 4.000 espectadores, pero sin ocupar sitio,
o sea dejando en todas direcciones espacias inmensos, en ios que se dilata la vista como
por un paisaje. Es de cemento armado. Soportes rectos, desprovistos de ornamentación,
que aguantan los pisos con antepechos Usos. El juego de líneas y planos, de soportes de
ámbitos en huida hasta los fondos remotos del gallinero, se desarrolla amplio y magníñco,
sin otros recursos que los simplemente arquitectónicos. Magníñca prueba de arquitecto.
Sólo alguna insinuación decorativa en determinados puntos de los antepechos. Sobriedad,
austeridad; pero todo henchido de un género de alegría que resulta del perfecto equilibrio
y de la sensación de seguridad, no obstante las apariencias frágiles.
Una estruendosa fantasía japonesa, como lucernario central pendiente del techo,
inunda aquellos ámbitos, austeramente armónicos, de luz y de fugaces insinuaciones deco-
rativas, que descienden sobre el público como si fueran bandadas de pajarillos de colores.
FRANCISCO ALCÁNTARA.

La estética del "cine^


Ciertamente que este nuevo edificio no recuerda una catedral gótica, ni un palacio
del Quatrocento, ni una casona nobiliaria de la Castilla del siglo xvi. Ni siquiera hace
pensar en los fastuosos teatros a la moda francesa de principios del xix. Ciertamente que
se le halla una vaga hermandad estructural con un garaje o an hangar, puesto que e\
automóvil y el aeroplano han nacido en la misma época que el cinematógrafo.
LA CONSTRUCCIÓN MODERNA 3^7

No menos indudable que al espíritu clásico y al amante de los estilos pretéritos duele
un poco y aturde más esta fuerza sin gracia y este desdén por las normas de adopción
transmitida.
Se piensa que puedp consentirse la simulación de materiales-el hierro, la piedra, el
mármol—con la fácil diversidad que otorgan las modernas conquistas industriales, y de
este modo un Banco, un Odeón, un cuartel, un hospital, ana casa de recreo o un Ministe-
rio, conserven en sus líneas reminiscencias de otras formas, como sus actividades interio-

res, las ocupaciones o los ocios humanos que habrán de


contener prolongan y continúan las de otros tiempos.
Pero el cinematógrafo, no. Carece de antepasados.
J*^FITEi*.TRO 1^
Porque la linterna mágica, el diorama, no podían te-
ner la pretensión de exigir un local exclusivo, propio y
peculiar.
Y no se alegue la razón de utilizarse teatros de di-
ferente empleo habit.ual, colocando un telón blanco en
la embocadura del escenario. No. El cinematógrafo necesita un local para la muchedumbre
que lo apetece. Muchedumbre heteróclita, simple, caída en un doble barbarismo de in-
educación o de civilización excesiva. Muchedumbres así colman también los estadios y los
cosos, pero tenían ya lo que pudiéramos llamar su alcurniaje arquitectónico. Muchedum-
bres que no van en el mismo ímpetu o igual sed sentimental a los espectáculos que pre-
cisan cierta sensibilidad y cierto cultivo del pensamiento.
En el cinematógrafo, todo está hecho a grandes síntesis: los temas, las pasiones, los
episodios, los lugares. Acaso llegará un día en que nada importarán los nombres y demar-
358 LA CONSTRUCCIÓN MODERNA

cación geográfica al espectador puro del cine, al que no le interesa sino la conmocLóti
repentina. Serán los personajes: El, Ella, el Otro, la Otra, el Viejo, el Niño. Serán los sitios:
el mar, la montaña, el valle, la taberna, el palacio. Serán los asuntos: el odio, el amor, el
patriotismo, la lujuria, elíanatismo, la guerra.
Y así, a grandes planos, a espacios de infinito y con una sobriedad elocuente, donde la
mirada repose sin que nada la distraiga de lo que ella q-uiere ver, habría de ser construido
el local donde se exhiben las grandes síntesis espectaculares.
Dentro del c¿?ie sólo importa la obscuridad y el respirar como respiran las muche-

pumbres compactas, numerosas y descuidadas de su


higiene a quienes aludo antes en los regocijos públicíts.
El verdadero cine nada tiene que ver con las salas
y las películas para los goticismos y tontiloquismos de
la burguesía sobredorada y de oralina. El verdadero
cine es esencialmente popular, conquista y feudo del
pueblo. Si las multitudes de la nueva Rusia, en vez de
llevar sus blusas y sus arreos de trabajo y de guerra
civil a la Gran Opera, las llevasen a un enorme cine ar-
quitectónicamente coetáneo de ellas, nada desentonaría entre los espectadores y la sala.
Teodoro de Anasagasti ha comprendido bien esto. Construye en el siglo xs sin cultera-
nismo enfadoso ni invoiucraciones pedantes. Si el día de mañana construye un Banco—los
Bancos ostentosos de ahora, como productos de los capitales improvisados y de las repenti-
nas depreciaciones de las unidades monetarias—, seguramente no empleará este simpUcis-
mo, este mastodóntico futurismo, abigarrado y sereno a la vez, de sus cinematógrafos
LA CONSTRUCCIÓN MODERNA 359

Ni los mismos materiales. El cemento es el símbolo del siglo gris, donde fatalmente
habrán de fundirse todos los coloras y las cosas emblematiaadas con ellos. Pero ese respeto
a la estractura eminentemente estática del cemento no le hará falta tenerlo a los mármoles
y los bronces de las plutocracias improvisadas, ni a las escayolas y las calaminas de las
aristocracias en decadencia.
Josii FRANCJÍÍS.

NOTAS
La Empresa Sagarra (S. A.).—Es la Sociedad española más importante de cinemato-
grafía.
Fundada en 19L8 por D. Garlos Viñas Sagarra y I). Ricardo Urgoiti, con un capital
inicial de 600.000 pesetas, qne más tarde fné ampliado a seis millones y que se piensa
incrementar aún.
Ei Consejo de Administración está fornado por D. Ricardo Urgoiti, presidente; don
Juan Manuel Urquijo, D. Juan Eguren, D. Enrique ííeredia, secreLario, y D. Antonio
Armenta, gerente.
En la actualidad es la Sociedad dueña del líeal Cinema y Monumental Cinema, y
explota, además, ei i'ríncipe Alfonso y el España.
La capacidad de estos salones, por día, es de 20.000 espectadores, y por año concurren
a los mismos carea de cinco millones de personas.
Por impuesto al listado, Municipio y demás abona al año 'JOO.OOO pesetas-
Por último, el número de empleados es de 250.

Film Española.—Es el título de la importante Sociedad fundada para confeccionar y


editar películas nacionales.
• El alma de la misma es D. Juan Manuel Urquijo.
Recientemente ha estrenado, con el mayor ésito, en los cines de la Empresa Sagarra
—el mayor éxito de la temporada—, la película titulada Rosario la Cortijera, filniada
felizmente.
El asunto se desenvuelve en el cortijo y dehesa de doña Carmen de Federico; son
pintorescos e interesantes los pasos de las cofradías de Semana Santa en Sevilla, improvi-
sados de la misma realidad.
£¡n breve se darán a conocer Si jííoíjre t^a/¿)¿/.e?í.a, con escenas castizas madrileñas, y
Curro Vargas, que se ha compuesto en Granada.

Aparatos Power.—Es el aparato ideal, el más perfeccionado para proyecciones cinema-


tográficas.
La nitidez y fijeza de sus imágenes no se consiguen con ningún otro.
Son los que emplean los mejores cinemat(5grafos mundiales.
La última creación es el aparato de arco con espejos sobre los carbones, que intensifi •
can la proyección, reduciendo el consumo del fluido en una mitad.
360 LA CONSTRUCCIÓN MODERNA

La representación de los aparatos Power tiene la señora viada de V. Sagarra, calle


de los Caño'í, 3, Madrid.
Nuevos cinematógrafos en Madrid. — En la actualidad se están consirayendo los
siguientes:
Uno, en el barrio de Salamanca, pnr el arquitecto D. Eduardo Sánchez de Eznarriaga,
siendo el contratista D. Roberto Aleu Torres, y estando encargados del cemento armado
Gamboa y Domingo, ingenieros.
El de Pardillas lo dirige D. Luis Ferrero, juntamente con unas casas. La parte metá-
lica está encomendada a la casa Efedro Lucas. Se inaugurará el año próximo.
Está muy adelantado el que se construye en la calle del Marqués de Urquijo, obra del
arquitecto D. Pablo Aranda.
El Cisne, teatro-cinema que se edifica en la plaza de Chamberí, ya se está cubriendo.
Su propietario es D. Luis Rubio Amoedo; el arquitecto, D. Teodoro de Auasagasti; la
estructura, de hormigón armado, corre a cargo de la Sociedad anónima Valentín Vallhon-
rat, y D. Luis Garrido es el contratista general de la obra.
En proyecto hay, que sepamos:
Uno, en la calle de Fuencarral, en los pares, cerca de la Glorieta de Bilbao.
El de la Florida, en la calle del mismo nombre.
Otro, popular, en el barrio de Salamanca.
Otro más, en un solar próximo a la Escuela de Guerra, adquirido recientemente.
Y, por último, dos grandes que tiene en estudio el Sr. Anasagasti; uno de ellos, algo
insólito, de G.OOO espectadores, que será teatro, cine, sala de conciertos, circo, restaurant
y salón de baile.
Gabriel Asins.—Este taller se fundó en 1S67 por D- Bernardo Asins, que fué condeco-
rado por el mérito de sus'trabajos con las cruces de Garlos III e Isabel la Católica.
El taller cuenta con todos los adelantos modernos y se dedica a toda clase de trabajos
en hierro, cerrajería artística y persianas metálicas con perfiles nacionales y franceses.
El mes pasado se le encomendó la dirección artística del mismo al arquitecto y cate-
drático D. Teodoro de Anasagasti.
Exporta a provincias, y los tiab^ijos más importantes de Madrid los ha ejecutado la
casa Asins. Entre otros encargos, en la actuahdad, después de haber terminado la fachada
del Banco de Bilbao y las puertas y rejas del Círculo de la Unión Mercantil, son la verja
de la Almudena y una puerta monumental del Palacio de Justicia.
LA CONSTRUCCIÓN MODERNA 361

CRÓNICA E INFORMñCION
H l g i e n i z a c i ó n d e v i v i e n d a s e n Ma - Hace una síntesis histórica de la forma y des-
drid.—A propuestEi del asesor técnico tíe la Comi- arrollo de la antigua Monarquía pirenaica durante
sión inspectora del Ayuntamiento de esiu corte ia cual vivieron aragoneses y navarros unidos
(ingeniero Sr. Gallego), el alcalde ha publicado el cerca de tres siglos, para e.^plicar la razón de las
áiguiente decreto, de cuyo cumplimiento exacto grandes analogías que ee observan en la arquitec-
depende la higienizacíón de gran numero de vi- tura románica de ambas regiones.
viendas: Indica cuál fué el origen de esta arquitectura,
«A fin de reducir en lo posible el número de po- según las opiniones más autorizadas, y después
zos negros, que tantos peligros suponen para (a de describir los grandes perfeccionamientos que
salud pública, y en cumplimiento de lo que pre- experimentó merced al genio de loa monjes cluni-
ceptúa el art. 4.^ de U Real orden de Gobernación censes, entra de lleno en el tema objeto de la con-
del 9 de agosto último (Gaceta del !tí), referente ferencia, diciendo que todos los monumentos del
a la higienización de viviendas, S. E . 6e ha servi- Alto Aragón y de Navarra pueden clasificarse en
do disponer lo siguientes dos grupos: los que pertenecen a la escuela «ro-
1.° Se concede un plazo de tres meses, dentro mánicalatina», que no presentan ingerencias del
del cual lodos los propietarios de fincas utilizadas elemento oriental, y los «rcmánicobizantinosD,
para viviendas que radiquen en el término muni- que ofrecen la cúpula sobre base cuadrada como
cipal, y por cuya inmediación puse un colector o característica de su estructura.
ramal público del nuevo alcantarillado, acometan Dice también que en Nav;trra hay otro tipo de
al mismo, en las condiciones y formas reglamen- iglesias románicas de planta poligonal que perte-
tarias. necieron a los Templarios, y son la de Eunate,
2.° Debiendo considerarse como de carácter muy conocida, y la casi ignorada de Torres del
urgente las obras necesarias para efectuar esta Río, de gran interés arqueológico esta última, por
acometida, así como las de sustitución de los re- estar cubierta de una cúpula hispanomahometana,
tretes antiguos, por los inodoros, las licencias para constituida por robustos nervios de piedra, que
efectuarlas se tramitarán con la mayor rapi'lez, dejan por su cruzamiento un ojo o hueco central.
debiendo presentarse al director del servicio de 'Describe luego el Monasterio de Leire, y refirién-
Fontanería y Alcantarillas, que deberá resolverlas dose a la iglesia, hace su historia, comenzando
en el plazo máximo de tres días, marcando el por la cripta, conatrucción románica del siglo xi,
tiempo que considere suficiente para su ejecución. en la que se aprovecharon capiteles de época an-
3.° A fin de producir las menores perturbacio- terior.
nes posibles a los vecinos que ocupen las habita- Estudia después la cabecera de la iglesia alta,
ciones que han de ser objeto de mejora higiénica también del siglo xi, con estructura propia de la
de lama trascendencia, el director de Fontanería escuela francesa del Poitu, y, finalmente, la por-
precisará el orden en que los aludidos trabajos han tada principal, exornada con gran profusión de
de realizarse, y en los casos en que sea impres- follajes, cenefas, grecas y estatuas.
cindible el momentáneo desalojamiento de las vi- Analiza lo que el eminente arqueólogo francés
viendas, ordenará se haga ósíe escalonadamente y Bertaux ha dicho acerca de esta puerta, que la
por el tiempo estrictamente indispensable, dando considera como perteneciente a la escuela tolosana,
cuenta al teniente de alcalde del distrito, para que, y termina la descripción de este famoso Monasterio
si es necesario, facilite el excelentísimo Ayunta- navarro, que fué favorecido por todos los Monar-
miento vivienda provisional a los inquilinos de cas, especialmente por Sancho el Mayor, proyec-
condición humilde. tando una vista de coniunto para dar idea do lo
4." En ningún caso servirán de pretexto las bravio del terreno en que se halla emplazado.
obras de saneamiento mencionadas, para la ejfscu- Habla seguidamente de San Juan de la Peña,
ción de ninguna otra, y menos para la elevación cuna de la reconquista pirenaica, como lo fué Co-
de los alquileres, fuera de loa límites que toleren vadonga de la Cantábrica, y después de hacer su
las disposiciones vigentes.» historia, menciona la iglesia baja, de eslito mozá-
rabe; la iglesia superior románica, con ábsides
C o n f e r e n c i a . — Monasterios e iglesias de semicirculares practicados en la misma roca, y,
los Templarios. — Ante una selecta concurrencia finalmente, describe el claustro y el panteón ro-
dio el dia 29 del pasudo mes en la Residencia de mánico de los ricos homes de Aragón, auxiliándo-
Estudiantes una interesante conferencia sobre loa se de proyeccionas que ilustran las explicaciones
Monasterios e iglesias privadas de los Templarios del conferenciante.
el ingeniero D. Serapio Huici. Como tipos de las iglesias «románicobizantinas»
El coaferenciante trató del arte románico en el presenta la del castillo de Loarre, en Aragón, y la
Pirineo occidental, que comprende las regiones de Nirache, en Navarra. De una y otra, proyec-
altaa do Aragón y Navarra. tando en la pantalla los cortes longitudinales, es-
362 LA CONSTRUCCIÓN MODERNA

tudia sus bóvedas en detalle, rozonaiido au es- guiadora de la Contribución sobre utilidades de la
tructura. riqueza mobiliaria, texto refundido de 22 de sep-
Para terminar la conferencia, ya que la falta tiembre de 1Ü22, que loa contribuyentes del epí-
material de tiempo le iraijíde hablar de Huesca y grafe fíi, del número 2.°, de la tarifa primera
Jaca, Estella y Sangüesa, hace un resumen de la deben llevar libros registros que permitim conocer
historia de los Templarios, con el fin de justiflcar a la Administración con toda exactitud el importe
la disposición de las pequeñas iglesias, como la de de sus ingresos profesionales, y publicados en la
Bunato y Torres, donde celebraban sas ceremo- Gaceta de Madrid los modelos correspondientes,
nias privadas. Se detiene en la descripción de la Su Majestad el Rey (q. D. g.), se ha servido
bóveda de la de Torrea, diciendo que se halla ins- disponer lo siguiente:
pirada en l a q u e cubre la del jji/ií'ra/^ de la mez-
quita de Córdoba, del siglo x, mostrando intere- ].° A partir del 1 del corriente raes, se decla-
santes fotografías que aclaran sus explicaciones. ra obligatorio para los abogados, médicos, ingenie-
ros, arquitectos, agentes de Cambio y Bolsa y co-
rredores oficiales de comercio, comprendidos en el
R e v i s i ó n d e l a l e y d e C a s a s b a r a t a s , — epígrafe EJ, del número 2° de la tarifa primera
Por el Instituto de íi'jt'ormas sociales se está lle- del art. 4.° de la ley reguladora de la Contribución
vando a cabo la información a que se refiere la sobre las utilidades de la riqueza mobiliaria, el uso
Real orden de la Presidencia que a continuación de los libros registros a que se refiere el a n . 20 de
copiamos: (1) dicho texto, y con las formalidades determinadas
«Con objeto de estudiar y [proponer soluciones para cada profesión en los modelos establecidos por
armónicas al difícil problema de la crisis de la Reales órdenes de este Mmisterio de fechas 2:i de
construcción, se celebró en esta corte, del 28 de julio, l í y 31 de agosto, 7 de septiembre y 26 de
mayo al 4 de junio úkiüiQs, la conferencia nacio- octubre próximo pasado, y publicadas en la Gaceta
nal de la edificación, organizada por el Ministerio de Madrid de los días ;-íl de julio, 19 de agosto,
de Trabajo, a cuyas deliberaciones fué sometido 2 y 15 de septiembre y 28 de octubre.
un amplísimo cuestionario. Pública y unánime-
raenlc se ha reconocido el acierto de d'icha confe- En dichos libros se harán constar por los con-
reneiíi, en la que estuvieron representadas crecido tribuyentes inierosados ios ingresos que cada dia
número de importantes entidades, y las conclusio- perciban o hayan percibido por el ejercicio de su
nes propuestas a loa diversos temas son en estos profesión, cuidando de que figuren todos los deta-
momentos objeto de preferente estudio por parte lles requeridos por el modelo respectivo, y siendo
del Dii'eciorio militar. de alta conveniencia, para la mayor faciliaad y
exactitud en las liquidaciones correspondientes,
Entre dichas conclusiones está incluida el soli- consignar las operaciones retiliziidus desde el co-
citar del Poder ejecutivo que, en el plazo más bre- mienzo del actual ejercicio económico.
ve posible, convoque a una información a las en- Los notarios que no ejerzan otra profesión que
tidades adheridas a dicha conferencia, y a aque- la propia de au notaría, están exceptuados de lle-
llas otras que, sin estarlo, tengan aprobados sus var libros registros de ingresos, por estar especial-
reglaratmtos de Casas baratas, a fin do practicar mente regulada su forma de tributación en virtud
una detenida y completa revisión de la ley y regla- del párrafo segundo del citado art. 20 y Real orden
mento vigentes, de 7 de noviembre de PJ22.
Y no habiéndose efectuado aún esa convocato- Aquellos que, además de su profesión notarial,
ria, y esümando el Directorio convione al interés se dediquen a alguna otra de las comprendidas en
nacional que la aludida información ae realice sin el referido epígrafe E) de la tarifa primera, están
pérdida de tiempo, ya que la crisis de la construc- obligados a llevar los libros registros que corres-
ción y de la vivienda subsiste sin aminorarse. pondan a las otras profesiones que ejerzan.
Su Majestad el Rey (q. D. g.)ha tenido a bien dis-
poner que por V. I. se den las oportunas órrienes para 2.° Dentro del mes actual, los contribuyenteH
organizar la citada información, a la que podrin de referencia deberán presentar sus libros encua-
acudir cuantas entidades o pürticulares estén inte- dernados y foliados, en la Administración de Con-
resados en que la vigente ley de Casas baratas tribuciones de la provincia de su residencia, para
adquiera mayor eficacia; debiendo presidir dicha su legalización en forma reglamentaria; y
Asamblea el excelentísimo señor presidente del :-!." La falta de presentación a diligenciar en
Instituto de Reformas Sociales y desarrollar ésta el término señalado en el número anterior de loa
su labor en los diaa hábiles comprendidos entre libros registros, así como el incumplimiento de la
el 8 y el 1& del próximo mes de noviembre, o obligación de llevar en ellos la cuenta y raz'^in de
sus ingresos profesionales, serán cori'egidas con
El i m p u e s t o d e U t i l i d a d e s . — P o r el Minis- las multas señaladas por la ley, sin perjuicio, en.su
terio de Hacienda se ha dictado la siguiente Real caso, del derecho de la Administración a liquidar
orden: y cobrar el tributo tomando como basa los datos
cdlmo. Sr,: Dispuesto por el art. 20 de la ley re- que pueda obtener por otros medios.
De Real orden lo digo a V . I. para su conoci-
(1) La publicación de dicha Real orden se debe a mieilo y demás efectos. Dios guarde a V. J. mu-
Sotclativas •"tal ingeniero Sr, Gallego, boiióvolaiuento chos años. Madrid, C de noviembre de 1923.—lili
ai::jgiila por el |.irosiíii}iitn «Jel Dli'ui^toi'io. jefo encargado del despacho, Illana.ú
LA CONSTRUCCIÓN MODERNA 363

L a c o l e g i a c i ó n o b l i g a t o r i a . — L a Direc cia que en una casa de la barriada de Cuatro Ca-


ción general de bellas Artes ha enviado a la So- minos—que no concretamos por razones fáciles de
ciedad Central de Arquiíecios, como respuesta a comprender^se está efectuando una reforma para
]aa peticiones forrauladüs sobre la colegiación obli- elevar un piso, y que las medianerías sólo tienen
gatoria, la siguiente Real orden: medio pie de espesor, lo que puede provocar de-
ciE! jete encargado del despacho me dice con rrumbanaientos como los ocurridos recientemenle
esta fecha lo que sigue: en otras fincas.
limo. SJ',: Víalo el expediente incoado por la Bl hecho de recoger la denuncia probará a
Comisión del VI Congreso Nacional de Arquilectoá, nuestros comunicantes que queremos advertir del
solicitando su colegiación forzosa y el reconoci- peligro a las autoridades, y que nos sumamos a la
miento del Sindicato oficial, con todos los derechos protesta que formulan contra ios abusos que se
y prerrogülivas de las entidades a quienes tal ca- vienen cometiendo en la edificación.
rácter se reconoce, como son, entro otras, la repre- Ahora bien; loa obrert-a no pueden ignorar que
sentación do loa colegiados ante los Tribunales no son siempre arquitectos los que dirigen esas re-
para el cobro de honorarios, imposición de coirec- formas do poco coste, porque hiiy otros facultati-
ciones disciplinarias, amonestaciones, mullas y vos de menor categoría que pueden hacerlo, auto-
suspensiones en el ejercicio del cargo, intervención rizados por las disposiciones vigentes, como no de-
de los trabajos profesionales con un sello especial, ben ignorar que no pocas de esas lamentables de-
etcétera, etc.; ficíencius de la construcción se deben al poco es-
Resultando que la Presidencia del Consejo de crúpulo de algunos contratistas, que abusan de la
Minis;.ros, a quien tal solicitud fué dirigida, la re- confianza del facultativo encargado de vigilar los
mitió a este Ministerio para su trámite y resolu- trabíijos.
ción, por considerarlo competente, do conformidad Por lo que a los arquitectos atañe, sabemos que
con los artículos .55, 56 y óH de la ley de Instruc- ya que en 1918 aprobaron en una Junta general ce-
ción públicii; lebrada por la Sociedad Central del gremio una ra-
Resultando que solicitado informe de la Escue- zonada ponencia, de la que se dio traslado a la Pe-
la Superior de Arquitectura de esta corte, dicho deración local de los obreros de la edificación, en
Centro lo emitió haciendo varias atinadas observa- la que para garantía do la vida de los trabajado-
ciones, en virtud de las cuales habría que modifl- ros, se fijaban severas sanciones contra los respon-
ear o aclarar los estatutos presentados; sables de los hundimientos por ineptitud o incum-
Considerrndo que los arquitectos han constituido plimiento de sus deberes.
Asociaciones profesionales que, como todas las de Ahora, con motivo de los derrumbamientos ha-
su clase, gozan ya de personalidad civil, con lodoa bidos, la Directiva de la Central se ha puesto al
los derechos y otdigaciones de las personas j u r í - habla con la Gasa del Pueblo para que los obreros
dicas; coadyuven con BUS denuncias a evitar esos acci-
Considerando que ai la colegiación voluntaria dentes y dar cumplimiento a las sanciones acor-
es el reconocimiento de los derechos de la persona- dadas, porque por el propio prestigio de la clase,
lidaií, ht forzosa hmilala faciiUad individual, espe- os dicha Sociedad la más interesada en que esos
cialmpnte cuando se reflere a profesiones liberales casos no se repitan.
que, como la de arquit'.^cto, si bien son de un orden Sin embargo, creemos sinceramente que olio
social, no afectan en el fondo a fines del Estado, no se logrará en tanto no se conceda la colegia-
característica del primirdial fundamento para reco- ción obligatoria, tan reiteradamente solicitada por
nocer su condición do ofieialídad, esa Corporación, porque mientras no estén todos
Su Majestad el Roy (q. D. g ), en cumplimien- ios arquitectos asociados, será imposible imponer
to de lo dispuesto en (^1 lí.eal decreio fecha 4 del ciertas sanciones, indispensables para que lodos
corriente, en el que se dispono que sólo puede ejeizín la profesión con la rectitud debida.M
concederse el título de Corporaciones oficialías en
virtud de una ley, ha tenido a bien desestimar la R e s c i s i ó n d e o b r a s . — P o r Real orden de
instancia d« referencia, Gobernación, fecha 17 del corriente, se ha dis-
Lo que traslado a V. S. para su ci^iiocimiento y puesto que por el teniente coronel de Ingenieros
demaa efectos. Dios guarde a V. S. muciios añ';s.— E>. Eduardo Gallego y el arquitecto D. Ricardo
Madrid, Ifj de octubre de li)2,'i.ii .Macarrón Tirado, .se efectúe el justiprecio y ava-
No obstante, la Central de Arquitectos no desis- lúo de las obras que el arquitecto D. Ricardo Gar-
te de su empeño y procuraní hallar ocasión favora- cía Gueretu haya realizado hasta el día de la meti-
ble en que lograr aspiración tan legítima, cionada fectia en las distintas dependencias del
citado departamonlo ministeiial. (Dirtcciones ge-
Los hundimientos en las obras en cons- nerales de Sanidad y Atlministiación local.)
t r u c c i ó n . — E l Jmparcial del día lU ha puidica-
do el siguiente suelto, que gustosos reproducimos, Viviendas obreras en Pasajes de San
porque relleja la razón que asiste a los iirquítectos P e d r o { G u i p ú z c o a ) . —La Sociedad anónima
vA solicitar reiteradamente la colegiación obliga- •tMuelles y almücenes para vapores de pesca», ha
toria. construido en el puerto de Pasajes valiosas obras
Dice así: para el desarrollo de su industria, contándose en-
«Recibimos una carta on la que se nos denun- tre ellas una pescadería modelo cnn toda clase de
364 LA CONSTRUCCIÓN MODERNA
utensilios para la manipulación del pescado; una agentes depositarios para dichos productos. Sólo ae
fábrica de hielo que produce 35 toneladas diarias tomarán en cuenta ofertas de Armas, teniendo or-
y una superficie de 240 x 27 ^= 648 m- de mue- ganización y capacidad de venta. No se hacen con-
lle, de hormi.c^ón armado, al que atracan loa vapo- slguaciones. Contestaciones con todos detalles, pre-
res propiedad de la Empresa^ y doce vagontia frigo-
riflcoB para el transporte de pescado. ferentemente en Inglés, a Mr. J. D., Boíte Póstale 7^7,
Araberos (Bélgica).
Para alojamiento de las familias de pescadores
de la mencionada Sociedad, ha construido el socio
D. Francisco Andonaaegui un edifleio de cuatro
plantas, en las que están distribuidas 92 vivien- V i g u e t a s de hormigón armado
das; pero habiendo llegado a noticia de la Dirección Se aplican ventajosameníe para suelos, cielos
general de Sanidad que dichos alejamientos no rasos, cargaderos, dinteles, etc., etc.
reunían las condiciones mínimas higiénicas que Precio en almacén, 3,50 pesetas metro lineal.
preceptúa la Real orden de Gobernación fecha 12 Se fabrican para luces comprendidas entre 0,50
de agosto último (Qacefaáel día IG), ha ordenado
al gobernador civil de la provincia prohiba la ha- y 5,00 metros y cargas corrientes.
Dirigirse a D.Tomás Fiat, Corredera Baja, 1,
bitación de dichas viviendas, mientras !a escalera Madrid.
de éstas no se comunique directamente con el ex-
terior y se suprima una de las piezas de cada una
de las viviendas, que sólo reciben segundas luces, O b r a s d e v e n t a e n la « C a s a Editorial Bai-
tirando los tabiques que los separan de las piezas lly-Bailiiépe.—Núñez de Balboa, 21.—Apartado
inmediatas exteriores, 56, Madrid.
Pesetas.
S u b a s t a s . — O b r a s de construcción de un di-
que de abrigo en el puerto de Torrevie/a, jyro- P. GASCUE.—Tablas taquiraótrieas, sexage-
vincia de Alicante. — Presupuesto de contrata simales y centesimales,.. 2
6.774.133,67 pesetas. Depósito provisional, 135.484 SoiiOA Y CASTRO.—Manual del Constructor,
pesetas. Plazo de ejecución ocho años. y Formulario, dos tomos 30
Admisión de pliegos, hasta las trece del día 12 MAURICIO LECOMTE-DENIS.—Utilización de
de diciembre próximo. Celebración de la subasta, saltos de agua 4
dia 17 de dicho mes a las docCj ea la Dirección BELLUZZO.—Turbinas hidráulicas y bombas
general de Obras públicas. (Gaceta de Madrid de centrífugas 13
i5 de Noviembre de 1923,) LUIS GAIÍCÍA BARZANALLANA.—Tratado de
carreteras y ferrocarriles 17,50
PARDINI.—La calefacción y ventilación en
la Economía doméstica y en la Industria. 12,05
OFERTAS Y DEMANDAS T . DE ALBEUTI.—Trazado de curvas sobre
el terreno 10
iQteresante.—Importante fábrica americana de ÍDEM.—Manual de asientos y conservacio-
fieltro para tejados, fieltro asEallo, colores contra el nes de vías férreas 7,50
herrumbre, capas plAsilcas, etc. Desea nombrar para CARLOS LOEHLE.—Cálculo de hormigón ar-
todo o parte de iíspaña, distributores exclusivos y mado 15

MOVIMIENTO DEL PERSONAL TÉCNICO


ARQUITECTOS tos D. Ramón Peragalo y Rojas, de la Jefatura do
Santander al Negociado de Puertos, y de éste a
NOMBRAMIENTO „
aquélla, D. Leopoldo Soler Gali.
D. Ricardo Macarrón Tirado, arquitecto de las TRASLADOS
Direcciones generales de Sanidad y Adminiatra-
ción local. El Ingeniero jefe D. José Perales y Manín y lus
SUPERNUMERARIO
subalternos D. Diego Lanzas y D. Francisco Na-
varro, de la Jefatura de Jaén a las de Teruel, Hues-
Pasa a supernumerario el ingeniero geógrafo ca y Soria, respeclivamente; D, Enrique Esteve
D. Jerónimo Pedro Mathé. Chafer, de la de Alicante a la de Jaén; D. I^^ernan-
do Martínez Herrera, de la de Almería a la do
OBRAS PUBLICAS Jaén, y D. Pedro Fernández de Santaella, de la de
INGENIEROS Huelva a la de Jaén.
PERMUTAS REIKGRESa
Han sido trasladados, por permuta, los ingenie- Se le ha concedido al ingeniero primero D . Juan
ros jefes del Cuerpo de Caminos, Canales y Puer- Parías González.
LA CONSTRUCCIÓN MODERNA 365
NOMBRAMIENTO Diego Palomares y D. Alfredo Canales Pascual,
Ha sido nombrado ingeniero tercero D, José amortizándose siete plazas de segundos en virtud
Burguera y Dolz del Cnstellar. También lo han del Real decreto de 21 de enero de 1921.
sido en prácticas D. Luis Esparza y Pérez de Pe-
TRASLADO
tinto, D. Jesús Martin Buiírago, D. Pío Linares
Linarea Lamadrid y D. Antonio Panadero Coelio, Don Josó de Campos Guliérrez ha sido traslada-
do de la Jefatura de Jaén a la de Gerona.
AMORTIZACIONES
JUBILACIÓN
Se han amortizado: una plaza de primero, otra
de segundo y otra de tercero, producidas por pase Ha sido jubilado, por imposibilidad física, el ma-
a la situación de supernumerario de D. Juan Panes yor de tercera clase D. Vicente Nevot y Gil, que
González, D. JVIanuel María Airillaga y D. Tomás servia en la Jefatura de Valencia.
García Diego de la Huerga, y otra de ingeniero en APAREJADORES
prácticas por ingreso en la plan lilla de D. Josó Ben-
guera. DESTINO

AYUDANTES Don Manuel Sastrón y Díaz, al ministerio de


SUPERNUMERARIOS
Trabajo, Comercio e Industria,
Han sido declarados supernumerarios los prin" INGENIEROS MH^ITARES
cipalea D. Antonio de las Cuevas Vázquez, que es-
taba afecto a la Jefatura de Orense; D. Ciro Úcelay, FALLECIMIENTO
que estaba destinado en la División hidráulica del En Madrid, el 16 del corriente, el teniente coro-
Guadalquivir, y D, Luis Diaa de Losada, que ser- nel (retirado) D. Eusebio Jiménez Llueama.
vía en la Jefatura de Santa Cruz de Tenerife,
NOMBRAMIENTO
JUBILACIÓN
Ha sido jubilado el mayor de segunda clase don Don Carlos Mendizábal, delegado regio para la
J u a n J. ^ío^eno García, que prestaba sus servicios represión del contrabando y defraudación en el
en la segunda División de ferrocarriles, Sur de España.
Don Santiago >ior6ña, ingeniero de la Sociedad
ASCENSOS E INGRESOS de obras y construcciones (representación de El
Han ascendido; a mayores de segunda clase^ don Ferrol.)
Eustaquio E.Sebastián Martin, D. Vicente Candela VUELTA A ACTIVO
Alberea y D, Francisco Panadero y López-Guerre-
rrj; a ídem de tercera, IX Pedro María Fernández Se le concede al teniente coronel D. Pranclaco
Martinón y D. Agustín Serrato Alvarez; a principa- Delgado,
les, D, Manuel Lacarte Bercero y D. Enrique Cés- DESTINOS
pedes San Martin, e inííreaan como primeros don
Emilio Polo Gómez, D, Niceto García y Garcia, Comandantes: Don Joaquín Fiister, a) grupo ex-
I-X Hipólito Barbi;ro Gil y D. Adolfo Bujarrabal pedicionario del cuarto regimiento de Zapaiiores
Gómez, minadores; D. Anselmo Los Córtales, al si-xto re-
gimiento de Zapadores Minadores, y D. Domingo
REINGRI-SO Morlones, marqués de Oroquteta, a disponible en
Ha reingresado el ayudante principal D, Wen- la primera región.
ceslao Menóndez y Menéndez. Capitanes: Don Emilio Aguirre, al primer regi-
AMORTIZACIONES
miento de Zapadores Minadores (grupo expedicio-
nario); D. Manuel Miñambres, al ciiarl.n reglmien-
Se han amortizado; una plaza de mayor de se- lo de Zapadores Minadores (grupo expedicionario);
gunda clase, una de tercera, una de principal y D. Francisco Prast, al cuarto regimi.-mo de Zapa-
una en práciicas, producidas por pase a supernu- dores Minadores (grupo expedicionario); D. Rafael
merario de D. Juan Moreno García, D. Pascua! Ros, a la Comandancia exenta de Aeronáutica (ser-
M!»rtínez Suriano y D. Antonio de las Cuevas Váz- vicios de África); D, Luis Castroverde, a la Coman-
quez, y renuncia de D, Emilio Polo Gómez, en dancia de Gran Canaria; D. Rafael Rubio, al primer
cumplimiento del Real decreto de 1 de octubre regimiento de Ferrocarriles; D. Manuel Picazas,
último. al quinto regimiento de Zapadores Minadores; don
SOBRESTANTES José Sánchez Caballero, a la Comandancia de Ceu-
ta; D. Luis Hidalgo de Quintana, a la Comandan-
Se ha declarado supernumerario al segundo don cia de Melilla; D, Matías Marco, a la Comandancia
Guillermo Biedraa Ríos, que estaba afecto a la cuar- do Melilla; D. Miguel Luanco, al segundo regi-
ta División de ferrocarriles. miento de Ferrocarriles; D. Ricardo Salas, a dispo-
ASCENSOS nible en la primera región; D. Gonzalo Briones, a
disponible en la segunda; D. Miguel davala, a dis-
Han sido ascendidos; a mayores de segunda,
ponible en l i sexta; D. Luis Seco, a disponible en
D, Eduardo Iñigo Diego y D. Gustavo Capelía Bus-
la primera; D. Faustino Rivas, a disponible en la
tos; a Ídem de tercera, I). Juan Antonio González
primera; D. Félix Valenzuela, al segundo regi-
Arias y D. Gabriel Garcia Nieto; a primeroe, don
miento do EeiTocarriles; D. Félix Gómez Guilla-
Lorenzo Mateo y Más, D. Antonio Villaeana, don
366 LA CONSTRUCCIÓN MODERNA

món, a !a Comandancia de Ceuta; D. José María do 2G6,fi6 pesetas, el comimdanle D. Lorenzo Pe-
Lftviña, piloto mílicar do aeroplano, paaa a sitúa- drel, y se señala el sueldo mensual de 000 pese-
ción B. las al coronel en situación de reserva D. Josó
SUPERNUMERARIOS TafuT, ,;

Pasan a esta Hiluiieicin. sin sueldo, el coman- HAJA '


dante D. Antonio Moreno Zubia y el capitán don
José María Laviña. La causa vn el servicio activo, por sentencia fir-
IIE SERVA me, el comandante D. Emilio AiZuf^aray, y a soli-
citud propia, el capitán U, .José Juli¿.
Pasa a esta EÍtuación, con el liaber mensual

LA CONSTRUCCIÓN EN MADRID
Licencias concedidas por el '\yuntamien1o de esta corle para modilicar la propiedad urbana

NUEVAS CONSTRUCCIONES Ginsfíi, 6; plaza de Puf^ria Cerrada, 5; Jerónima


Fincas: Castelló, 84; General Pnrlu'r, :-}.'•>; Nica- Llórente, 10; López [ie Hoyos, 123; íiOpH do Veo;a,
sio Gaile^io, sin número; Andrés Meilado, 7; Mén- números 34 a 3H; Monttin, 2, 4 y 6; Tabernillas,
dez Alvaro, 12; GíMU^ral Porlior, 38; AUamirano, núm 23; A'.oclia, 33; Desengañd, 22 y 24; Ribera
núm. lü; Núñez de Balboa. 3; Don líamón do la de Curlidore?, 27; Mendizábal, fiti; Atocha, 27; 5an
Cruz, S9 y 44; Allaiíiiraiio, '61, Andrés Moliüdo, 4, Bernardo, 42; California, 22; Costanilla di' los Ca-
6, 8, 16 y 17; Claudio Coello. 73; Guzrtián el Bue- puchinos, 3; Imperial, íí y 11; travesía de la Para-
no, 17; Alberto Aiíuilera, 34; ptsseo de la Chopera, da, H; Aiocíiü. ijl; pasi'O de Recoletos, lü; Echega-
y Caaielló, 4S duplicado. ray, 27; L^gatntos, fi; Claudio Coello, sin núme-
ro; paseo did General MnrLinez Campos, 2; Maga-
Naves, cobertizos y pabellones: Quiñones, 10 llanes, H ; Ri'is Rosas, í); Fernández de la H"Z, 17;
y i2; San Isidro, i:-í; Alfonso XU, 30; Rei^ueros, 1; Fui.'ne;irral, 127; Don Ramón de la Cruz, 74; plaza
Carrera do San Jrtrúniruo, 'ñO; paseo de los Jesui- de Salamanca. 2; pasco de la Castellana, 2S; Man-
uis. 22; Mancho Dávilii, íi; paseo de Extremadura, zanares, 23; Principe de Vergara, í 3 ; Caridad, 12
núm. íM:; Ayllón y Dominijuev., 4; Concepción Ro- Guzmán el Bueno, 29; Claudio Coello. lí) y 21
drífíuez, sin nútüero; Francisco Puig, sin número; Ribera del Manzanares, (33; Cristóbal Bordiu, 5
Abel, 13; Orense, sin número; Francisco Navace- Vailehermoáo, i, y p;iseo del General Martínez
rrada, si[] númei'o; camino de Canillas, sin núme- Campos. 9.
ro; Josó Calvo, 2 y 4; Alcalá, 185; paseo de las
Delicias, 20; Ci^ne, 9; GHUIPO, 44; Cáceres, í) pro- lloparíiciün: Carranzü, sin número; Embajado-
visional, y curreteru de El Pardo, 15. ras, 8ó; Hermoailiü, 18; Prlnnipe de Vorgar;i, í),
con vueltn a .Jui'¡j;e J u a n ; Don Uam'Hi do la C"iiz,
OBRAS DE AMPLL\C10N, REFORMA núm, 13; Cnidad Real, sin númf^ro; Cardenal Cis-
y REPARACIÓN neroa, 55; ronda del Conde Duque, 11; Cbiudio
Ampliación: Paseo del General Martínez Cam- Coello, 50; Pinar, 10; Cardenal Cianeros, 55; Santa
pos, 15; Cristóbal B.irdlu, 9; Varfías, 3; García de Engracia, 59; gío'deta de Ruiz Jiménez, 1; Lucia-
Paredes, 44; S.iuta Casilda, H y 10; Andrés Mella- na 1; Goya, 17; ^[éndez Alvaro, 12; San Bernar-
do, 7; BreLén de [os Herreros, S; Gobernador, con do. IKí; Carranza, I I ; Santa Engiacia. 15; Veláz-
vuelta a la travesía del Fúcar; Bastero, 10; Saa quez, 03; Serrano, 18 y 55; Olivar, 4; Auiíustn Fi-
Isidro; i;-i; calle leira J, Colonia de San Antonio; gaeroa, 43; Mediodía Grande, 14; San Buenaven-
Juan de la Hoz, (i; Pedro R0,tíel, 5; Eugenio Sala- tura, (i y 8; Echegaray, 12; Santos, 4; Ardemans,
zar, 1; Tudola, I, y Eloy Gonzalo, 30. núm. 9; Tutor, 27; Bravo Murillo, 114; Granada, 5;
Reformas: Andrés Tamayo, 32; San Bernardo, Mesonero Romanos, 20; Mendizábal, 34; Don Pedro,
núm. 18; Alinansa, 2; Augusto Figueroa, 29; Ma;S;- núm, 4; travesía del Fúcar, tí; Santa Tei'esü, 14;
dalena, 1; Fuenearral, 46; Conde de Xiquena, 10; Marqués de Urquijo, 19; Paloma, Aniiol, 25; P e -
Cairelas, 4; plaza del An^el, 13 y 14; Mayor, 1; Al- ñón, 30 y 40; Mendizábal, 1; Marqués de Monaste-
caló., 10; Libertad, 39; Atocha, 3 1 ; Lealtad, 13; rio, 3; Oso, 10; Bolsa, 2; Carnero, ó, y Peñón, 11;
Teruel, 10; S:intibáííez, 1; plaza de los Carros, 2; Alonha, 33; Pacífico, 22 antiguo; Santa Isabel, 15;
Amparo, 53; Lavapiés, 43; San Dimas, 8; Núñez Dos Hermanas, 0; Imperial, 8; Espoz y Mina, ó;
de Arce. 13; Mesón de Paredes^ 15; Ventura Ro- Cadarsd. 9; Paloma, 15; Ferraz, 70; Don Pedro, 5;
dríguez, 3; Los Madrazo, 23; Malasaña, 37; Magda- Fray Ceferino González; paseo de la Castellana,
lena, 20 y 23; Tutor. 13; Puebla, 11; Marqués de núm. 20; Tarragona, 30; Claudio Coello, 3; Prin-
Cubas, 0; Tetuán, í); camino del Hipódromo, sin cipe de Vergara, 8; Puente del Berro, sin número;
número; Santa Bárbara; Mendizábal, 10; Almansa, Hermosilla, 103; Ayala, 40, y ronda del Conde
núm. 17; Felipe IV, 11; Mendizábal, 34; Nueva de Duque.

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