Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Los cristianos tenemos una tarea importante que debemos llevar a cabo.
Debemos ser testigo a los que nos rodean y mostrarles el amor de Dios. Jesús
dijo: vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se
puede esconder.
Nuestras acciones deberían servir para que la gente vea la relación que
tenemos con Jesús. No deberíamos encubrir nuestro amor a Dios como una
persona que oculta una luz debajo con cajón. Deberíamos mostrar nuestro amor
a Dios en todo lo que hacemos, y así los que nos rodean podrían ver nuestras
buenas obras y querrán alabar a Dios (Mateo 5:16)
La Biblia nos da una idea muy clara de las acciones que son un mal testimonio
acerca de Jesús y aquellas que nos permitirían ser la luz del mundo que Jesús
nos ordena ser. Colosenses 3:7-9 menciona varios ejemplos de
comportamiento que no harán brillar mucho nuestra luz para Jesús.
1
¿Qué acciones son mal testimonio para Dios? Enojo, ira, malicia, calumnia,
lenguaje obsceno, mentiras.
Las acciones que dan buen testimonio se pueden cumplir si dejamos que la paz
de Cristo gobierne nuestro corazón (Colosenses 3:15)
CLASE 2.
Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Juan
15:12-17.
Debemos caminar en el amor, porque cristo nos amó primero. Efesios 5:2
CLASE 3.
2
María escogió la parte buena que es la Palabra de Dios. Lucas 10:42.
Escoger la palabra de Dios, no se trata de escuchar ni de estudiarla, sino que
vivirla con nuestro testimonio en este mundo, demostrando que si
verdaderamente Cristo vive en nosotros.
B. La justicia.
Todo altives de ojos, y orgullo de corazón y pensamiento de impíos, son
pecado Proverbios 21:3-4
CONCLUCION.
Dios nos ha encomendado que seamos luz al mundo, actuar en el amor y un
acto de justicia y de servicio. La gente vera a Jesús en nosotros a través de
nuestras acciones de amor. No podemos hacer esto por nosotros mismos,
necesitamos la ayuda de Dios. Su ayuda comienza cuando recibimos a Jesús
como nuestro salvador personal. El perdona nuestros pecados y nos ayuda a
hacer lo que a Él le agrada.