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Primera Participación
El ruido laboral se define como el sonido o grupo de sonidos de gran intensidad que
puede ocasionar dolencias o interferencias en la comunicación y afecta nuestro entorno
de trabajo.
Segunda Participación
Tercera Participación
Para la medición del nivel de ruido o nivel de la presión sonora producida por
este se utilizan los sonómetros. Si es en un período de tiempo concreto se
emplean sonómetros integradores o dosímetros. En concreto, el sonómetro mide
el nivel de ruido que existe en un determinado lugar y en un momento dado. La
unidad con la que trabaja el sonómetro es el decibelio (dB).
Para cada casuística existe un límite aplicable, tanto para el horario diurno como
para el nocturno, que van desde 30 dB a los 40 dB. A partir de 55 dB el nivel de
ruido es considerable, superior a 75 dB, alto y la sensación es más molesta y, a
partir de 120 dB, el oído humano entra en el umbral de dolor y hay riesgo de
sordera.
Algunas de las principales medidas de control del ruido laboral son las
siguientes:
1. Combatir el riesgo desde el origen: como, por ejemplo, sustituir equipos más
ruidosos por otros que generan un nivel de ruido inferior o realizar el
mantenimiento periódico de los equipos
2. Colocar barreras que confinen el ruido y aumentar la distancia entre el trabajador
y la fuente: si fuese posible, se deben utilizar materiales que absorban el sonido
en las paredes, los suelos y los techos.
3. Utilización de protectores auditivos: en el caso de que no pueda reducirse el
nivel de ruido con las medidas técnicas y se superen los 80 dB en el puesto de
trabajo, hay que utilizar protectores auditivos (cascos, tapones).