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UNIVERSIDAD NACIONAL DE MAR DEL PLATA

FACULTAD DE PSICOLOGIA

ASIGNATURA: Psicología de los Grupos

PENSANDO EL PROCESO DE SUBJETIVACION


Subjetividades y su despliegue en el dispositivo grupal
Año 2007
Lic. Acuña Juana Mg. Pintos Susana

Plantear la noción de subjetividad convoca a seguir un camino que no es recto


ni rector, ya que abre el acceso a la multivalencia que tienen las palabras para
diferentes personas y a la pluralidad de perspectivas desde la que se la puede
abordar. Dada la complejidad y ambigüedad de la existencia humana estas
diferentes perspectivas están fundadas en la realidad misma del mundo social.

Distintas disciplinas y campos del conocimiento científico hacen su aporte para


permitirnos ingresar a la complejidad del tema. La Psicología Social, la
Sociología, la Filosofía, la Antropología, la Psicología, el Psicoanálisis abordan
la subjetividad desde perspectivas propias, sin llegar a considerar que unas
tratan de lo individual y otras de lo general.

Desde el Campo de lo Grupal intentar entender el despliegue de cada


subjetividad en los grupos remite al proceso de subjetivación. Se considera
como una condición de la subjetividad su construcción en el marco de
significados compartidos que reconocen una especificidad socio- histórica. Se
destaca el estudio de la subjetividad y la grupalidad emparentados íntimamente
con la comprensión del campo social.

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Pensar el proceso de subjetivación
La investigación acerca del proceso de subjetivación parte del interrogante
acerca de los sentidos, significaciones, valores éticos y morales que produce
determinada cultura, su forma de apropiación por los individuos y los efectos
que producen en sus prácticas sociales. F. Guattari escribía “La subjetividad
es modelada en el registro social”.

Es decir que no existe una subjetividad que pueda aislarse de la cultura y de la


vida social, ni una cultura que pueda aislarse de las subjetividades que la
sostienen y producen.

La noción de subjetividad es interpretada desde los aportes de Foucault (1966),


con su noción de modos de subjetivación; en el sentido de las
transformaciones que cada sociedad presenta en la construcción de sus
habitantes, en determinado momento histórico, a través de las instituciones y
dispositivos que instituye.
Trabajamos con una noción de subjetividad que articula lo psíquico y lo social,
lo subjetivo como un proceso abierto, inacabado; diremos producción de
subjetividad para enfatizar la potencialidad de transformación, de devenir,
fundamentalmente en las situaciones de encuentro con otros.

Producción de subjetividad Implica además, referirse al producto resultante de


los discursos y prácticas sociales. Discursos (no solo lo dicho, también lo no-
dicho) que se vehiculizan en ideas, ideales, propuestas identificatorias, que
modelan los modos de sentir, pensar, actuar y de vincularnos con los otros.
Discursos de un momento histórico – social, construidos colectivamente a partir
de creencias, juicios, prejuicios, significaciones sociales imaginarias que se
hacen efectivos por su repetición insistente en las prácticas sociales. Esta
producción incesante de mensajes, imágenes, haceres, va modelando la
subjetividad de una época.

Los cambios que se generan en lo socio-histórico producen transformaciones


en el modo de percibir y significar el mundo, en el modo de sentir, de
vincularnos. Los modos de subjetivación darán cuenta tanto de los efectos por

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ejemplo, de la lógica del mercado, la fluidez, fragmentación, individualismo
como de aquello que escapa a lo instituido. Resto-exceso, que en sí mismo no
tiene un destino prefijado, estará abierto al devenir subjetivo a lo que pueda
producirse como trabajo sobre sí mismo y/o con otros. “Ese resto, exceso que
resiste a los disciplinamientos puede pensárselo tanto en el plano socio-
histórico, colectivo o subjetivo, en las revueltas e insubordinaciones a ordenes
políticas y económicas, como en las resistencias o desobediencias,
transgresiones anónimas propias de quién resiste en sus síntomas, locuras,
delirios, sueños o enfrentamientos, más o menos silenciosos o anónimos por
sus autonomías y/o por sus afirmaciones de lo que le es propio” (Fernández,
2006)

Al referirnos al proceso de subjetivación, hay dos nociones claves a ser


consideradas: constitución del psiquismo y vínculo.

El psiquismo se construye a partir de procesos invariantes que trascienden las


particularidades de una época: pulsión, sexualidad, identificación van unidos a
la presencia de un otro que funda e inaugura el funcionamiento psíquico. Este
otro tiene una particularidad distintiva: es portador de una subjetividad de
época.

Desde el comienzo de la vida hay una exigencia de representación y ésta


tiene la exigencia de ser representación palabra, es decir instituyente de la
simbólica social. Hay una exigencia de transformación de las cantidades
eróticas y agresivas en cualidades de representación verbales para procurar la
satisfacción de la tensión de necesidad. Para que estos procesos se cumplan
es imprescindible un otro (vínculos, lazos libidinales) en un proceso que nunca
termina mientras haya vida. Las proporciones, las modalidades, las formas y
los montantes varían entre un sujeto y otro.

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El Inconsciente es producto de inscripciones deseantes y se funda en el
vínculo con el semejante. El psiquismo está siempre abierto a su historia, no
solo la del pasado también a la actual, ya que cada encuentro, produce
transformaciones y recomposiciones. La Subjetividad es siempre inacabada
abierta al efecto que lo social, los otros, los vínculos puedan producir.

Para poder entender la diferencia y articulación subjetividad - psiquismo,


podemos hacerlo mediante el proceso de identificación. Este proceso es
invariante como mecanismo psíquico, pero aquello que se ofrece como
contenido, valores, modos de ser varón, de ser mujer, de caracterizar lo
prohibido y lo permitido es producto, como decíamos, de un determinado
momento histórico.

El Psicoanálisis trabaja los conceptos de Inconsciente y de lazo social.


Inconsciente que es siempre singular, representacional e histórico vivencial.
Lazo social que alude a modelos de relación con el otro siendo determinante y
determinado por la historia libidinal del sujeto, por sus deseos, y por
modelizaciones producidas por la cultura en las que está inserto.

En su tránsito por la vida cada sujeto va constituyendo variados grupos; en


cada uno de ellos, los vínculos van dando cuenta de su poder instituyente de
valores, modelos de sensibilidad y comportamientos y van a su vez siendo
productores de cierta subjetividad “... subjetividad, grupos, organizaciones
sociales son nociones separadas en el discurso que están entrelazadas en el
vivir: Ellas son tres niveles de análisis de la realidad sociopsicológica que a su
vez se entretejen con las estrategias de poder interviniendo en los modos
históricos de subjetivación. Así las organizaciones y los grupos que la
constituyen adquieren un valor fundamental en la constitución de cada
subjetividad y son disparadores de efectos sobre las subjetividades...”(Pintos,
2001).

Las instituciones, las organizaciones, los grupos y la subjetividad.


La Institución precede al individuo singular y lo introduce en el orden de la
subjetividad, o sea en el orden simbólico; es productora de subjetividad a

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través de la pertenencia. Pertenencia que construye al sujeto y lo afirma en la
red social. (Pintos, 2001).

“... El marco institucional, por sostener la definición de roles, rangos y tareas


específicas, asigna a cada cual un lugar que será investido según modalidades
singulares...” Kaës (1998).

El concepto de Contrato narcisista (Aulagnier, 1975), se nutre de las


propuestas de Freud acerca del narcisismo (1914) al expresar que “cada recién
llegado tiene que cargar el conjunto como portador de continuidad y
recíprocamente con esta condición el conjunto sostiene un lugar para el
elemento nuevo”. La institución es también”... el espacio introyectado de una
parte de la psique: es a la vez afuera y adentro en la doble condición psíquica
de lo incorporado y del depósito, es el trasfondo del proceso, pero no podría
ser indiferente al proceso mismo...” (Kaës, 1989).

Las instituciones y sus organizaciones administran la vida y la muerte. En el


trabajo diario en las organizaciones es posible vivenciar en el cuerpo propio o
en los de los otros una acción o serie de acciones institucionales. La acción
tiene lugar con y en cada cuerpo. (Pintos,2001).

Dice Fernández (1999): “...Doble dimensión del cuerpo como lugar de marca
social y como anhelo utópico de libertad...”
Al cumplir sus funciones la organización realiza funciones psíquicas múltiples
(Kaes, 1989). Asegura así las bases de la identificación del sujeto al conjunto
social, movilizando representaciones. La vida psíquica supone, entonces, la
organización. Freud lo precisa en Tótem y Tabú (1913) y en Psicología de las
masas y análisis del yo. (1921). Es así como el sujeto de la organización y la
organización tiene una doble función psíquica: de estructuración y de
receptáculo de lo indiferenciado.
Freud, Kaes, Aulagnier trabajan exhaustivamente la complejidad del tema de
la subjetividad pudiendo demostrar que es en las organizaciones, donde se
juega permanentemente la necesidad de pertenecer: “... El hombre civilizado
ha trocado una parte de felicidad posible, contra una parte de seguridad...” dice
Freud (1930). Este trueque es el que permite al sujeto pasar a la vida en común
y a organizarse en colectivos humanos con derechos propios. La inscripción del

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sujeto en un conjunto, lo hace parte de una cadena donde es a un tiempo el
eslabón, el servidor, el heredero y el beneficiario... (Freud, 1914). Recibe a
cambio de asegurar la continuidad de las generaciones y de la vida
institucional, el sostén que le da su pertenencia a los mismos. (Aulagnier,
1976). “...La institución moviliza funciones y procesos psíquicos en sus sujetos,
los canaliza, los domina y los domeña... Estas movilizaciones cumplen un
efecto organizador de la realidad psíquica de / en la institución...” (Kaës 1998).

Bibliografía
Aulagnier, P. (1976). La violencia de la interpretación. Buenos Aires. Amorrortu
Bleichmar,S (1999) Entre la producción de subjetividad y construcción del
psiquismo. Bs.As. Revista del Ateneo Psicoanalítico.
Fernández, A.M. (2006) Las lógicas colectivas en el campo de problemas de la
subjetividad. Revista de la Asociación Argentina de Psicología y
Psicoterapia de Grupo.T.XXIX. Nº 1-2006
Fernández, A. (1999) Instituciones estalladas. Buenos Aires. EUDEBA.
Freud, S. (1914). Introducción al narcisismo. Obras completas. Tomo I. Madrid.
Biblioteca Nueva.
Freud, S. (1914). Tótem y Tabú. Obras completas. Tomo II. Madrid. Biblioteca
Nueva.
Freud, S.(1921). Psicología de las masas y análisis del Yo. Tomo I. Madrid.
Biblioteca Nueva.
Freud, S. (1930) El malestar en la cultura. Obras completas. Tomo III Madrid.
Biblioteca Nueva.
Galende, E (1997).Un horizonte incierto. Buenos Aires. Paidos.
Kaës, R. (1998). Sufrimiento y psicopatología de los vínculos institucionales.
uenos Aires. .Paidos.
Kaës, R. (1989). La institución y las instituciones. Buenos Aires. Paidos.
Pintos S (2001) Cambios de liderazgo político y su incidencia en Personal
Jerárquico. Tesis Maestría en Psicología Social.

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