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del contenido y conclusiones aquí vertidas.


ÍNDICE

Contenido: Página:

Introducción……………………………………………………………………………………..1

Capítulo I …………………………………………………………………………………...…...3

Antecedentes históricos acerca de las relaciones desiguales de poder entre


hombres y
mujeres…………………………………………………………………………… .3

1.1 Evolución Histórica…………………………………………………………………………..4


1.2 Matriarcado……….……………………………………………………………………........6
1.3 Patriarcado …………………………………………………………………………………..7
1.4 Edad antigua .……………………………………………………………….……...............9
1.5 Época Feudal ………………………………..………………………….……….…………11
1.6 Edad Media …………………………….…………….…………………….……………....12
1.7 Época Moderna ……………………….……………….………………….………..……...14
1.8 Época contemporánea ……………………………….………………...……….………...16

Capítulo II ………………………………………………………………..………………….…20

Género y violencia contra la mujer…………………………………..……………………20


2.1 Conceptos …………………………………………………………………………….........21
2.2 Violencia Contra la Mujer………………………..………………..………..…………......22
2.3 Antecedentes Históricos…….……………………………………..…….………………..24
2.4 Clasificación de los distintos tipos o modalidades en que puede darse la violencia
contra la mujer……………………………………………………………………………...25
2.5 Definiciones de los distintos tipos de violencia contra la mujer……….….…………..28

2.6 Derechos fundamentales de las mujeres…………………………………....................29

2.7 Formas de vulneraciones de los derechos humanos de las mujeres .....................29


2.8 Etapas o fases del círculo de la violencia ………………………………………………31
2.9 Antecedentes históricos……………………..………………………………..…………...32
2.10 Problemática en la actualidad………………………………………….…….……….35
2.11 Definiciones relevantes ……………………………..…………………….................36
2.12 Causas que originan la violencia contra las mujeres ……………………………...37
2.13 Formas efectivas de prevención ………………………………………..……………39
2.14 Fomentar la cultura de denuncia ……………………………………..………..........42
2.15 Instituciones, entes u organizaciones que protegen a las mujeres.………………43
2.16 Situación actual en Guatemala ………………………………………………………45

Capítulo III……………………………………………………………………………………...46

Normativa nacional que protege a las mujeres…………………………………………46


3.1 Antecedentes …………………………..………………..…………………………………46
3.2 Finalidad………………………………………………………..……………….................50
3.3 Aplicación actual……………………….…………………………………………………..51

Capítulo IV……………………………………………………………………………………...60

Tipos delictivos que sancionan la violencia contra la mujer ………………………...60

4.1 Definiciones legales …………..…………….……………………………………………..60


4.2 Delito de femicidio …………..…………………….……………………………...............60
4.3 Violencia contra la mujer (tipo básico) …………………………………………………..61
4.4 Sus manifestaciones: violencia física, violencia psicológica, violencia sexual,
violencia
económica…………………………………………………………………………………..63
4.5 Similitudes y diferencias con otros tipos delictivos que protegen a las
mujeres…………………………………………...…………………………………………65
4.6 Bienes jurídicos tutelados ……………………………………….………………………..67

Capítulo V………………………………………………………………………………………72
Relaciones desiguales de poder entre hombres y mujeres y su tratamiento
jurídico en la normativa nacional e internacional aplicable en Guatemala
………………..….72
5.1 Definición legal……………………………………………………………………….……..72
5.2 Necesidad de su acreditación y argumentación en cada caso concreto………...
…….73
5.3 Prueba idónea, pertinente y
suficiente…………………………………………………...74
5.4 Peritaje cultural y de género ……………………………………………………………...74
5.5 El principio de legalidad y su necesidad de acreditación para su posible
valoración………........................................................................................................77
5.6 Necesidad de su acreditación como garantía procesal….……………………...........78

Capítulo VI…………………………………………………………………………………...…81
Presentación, discusión y análisis de resultados………………………………………81
6.1 Conclusiones…………..……………………………………………………………………86
6.2 Recomendaciones …………………………………………………………………………88
6.3 Referencias……………………………………………….…………………..…………….89
6.4 Anexos …………………………………...………………..………………………………. 93
RESUMEN.

A lo largo de la historia de la humanidad se ha marcado una discriminación y creencia


errónea de superioridad del hombre sobre la mujer, tanto por cultura como por religión
la mujer ha sido separada de la vida social en diversas épocas y regiones del mundo
creyendo machistamente en una inferioridad de género, ante esta situación se ha
generado una lucha constante con la tendencia a la reivindicación de la mujer en todos
los aspectos de su vida como ser humano, por medio de órganos internacionales como
nacionales se han credo normas de carácter nacional como internacional con la
finalidad de crear en la sociedad una cultura de respeto a la mujer y sus derechos,
dentro de las normas reguladoras de este aspecto se han creado normas de carácter
penal como la Ley de Femicidio y Otras Formas de Violencia Contra la Mujer que
penaliza ciertas acciones discriminativas basada en una relación de condiciones
desiguales de poder, norma que contiene una definición muy escueta de este aspecto
generando una aplicabilidad de la ley penal injusta al no determinarse cuál es la acción,
o condición social en específico que se considere como una relación desigual de poder,
de lo anterior surge la necesidad de establecer claramente en la ley especial como una
garantía del proceso basada en un principio de legalidad de la acción determinado
claramente la condición de vida, la acción o acciones que se deben cometer para
considerarse como una condición desigual de poder que se debe de sancionar.
INTRODUCCIÓN.

La tipificación del delito de violencia contra la mujer en sus diferentes manifestaciones,


física, psicológica, sexual y económica, es una respuesta es la expresión de la política
criminal del Estado de Guatemala, a ese fenómeno histórico y cultural de violación de
los derechos humanos de las mujeres por parte de su compañero de vida, el hombre.
Tenemos claro que la violencia contra la mujer es un fenómeno cultural, que a estas
alturas de la civilización humana, con el fortalecimiento de la filosofía de los derechos
humanos, no se puede permitir, es necesario combatirlo y contrarrestarlo, hacia esta
tarea se ha enfocado la comunidad internacional, y el estado guatemalteco como
miembro de la misma, ha realizado acciones legislativas, administrativas y jurídicas. Es
decir se combate un fenómeno cultural que es el delito, con otro fenómeno cultural que
es el derecho penal. El poder punitivo del Estado, el Iuis puniendi se dirige a proteger
el bien jurídico denominado por la normativa internacional como el derecho de las
mujeres a vivir una vida libre de violencia de género.

Lo discutible en este caso es la legitimidad de la actuación del Estado de Guatemala,


cuando basa la misma en la existencia de una presunción que consiste en dar por
sentado, que toda mujer, en todos los casos se encuentra en una situación desigual de
poder frente al hombre. No sería más justo acaso, que esta situación de desventaja de
la mujer frente al hombre, como génesis del delito de violencia contra la mujer, se
investigara, se discutiera, se acreditara y se argumentara en cada caso concreto, o al
menos acepte prueba en contrario.

Es cierto a estas alturas de la civilización humana es un imperativo proteger a todas las


personas, pero especialmente a aquellas que se encuentran en una situación
vulnerabilidad, y que son tan valiosas para el desarrollo y progreso de la humanidad,
las mujeres. Pero para que la actuación del Estado utilizando el derecho penal sea
legitima es absolutamente necesario que impere el respeto de todas las garantías
constitucionales y procesales de sus súbditos, de lo contrario también se está

1
generando otra forma de discriminación, más dañina, que atenta contra todos los logros
de la sociedad organizada y del ser humano en particular, que es la jurídica.

Dar respuesta a esta problemática es el objetivo de este trabajo de tesis. Es necesario


hacerlo desde una perspectiva amplia, holística, madura, técnica y científica, que
aporte y consolide la humanización del derecho penal.

Se pretende llevar el principio de igualdad jurídica a un plano real, aceptando un trato


desigual a los desiguales, que generan las acciones positivas, pero rechazando
imposiciones basadas sobre situaciones ficticias, supuesta de antemano, que
contraríen la realidad sociocultural y jurídica del hombre y la mujer.

La virtud del derecho, es su utilización racional y proporcional, alejados de toda


desigualdad.

2
CAPÍTULO I

Antecedentes históricos acerca de las relaciones desiguales de poder entre


hombres y mujeres.

Relaciones de poder: Son las manifestaciones de control o dominio que conducen a la


sumisión de la mujer y a discriminarla. Se fundamenta en la discriminación histórica
hacia las mujeres que han permitido su subordinación y opresión de parte de los
hombres; la Real Academia Española reconoce dos significados del concepto
“Discriminar” así en su significado neutral hace referencia a separar, distinguir o
diferenciar una cosa de otra y, en un sentido negativo, consiste en dar trato de
inferioridad a una persona o colectividad por motivos racionales, de género, religiosos,
etcétera.1

Es necesario partir de la historia de la humanidad, por lo que es importante reseñar


históricamente el papel jugado por la mujer y su evolución histórica para saber cuál ha
sido el problema sociocultural y jurídico que en su condición de mujer ha enfrentado en
los diferentes ámbitos como la familia, el hogar, la sociedad y en el Derecho.
Diversos textos señalan que en la historia antigua la mujer nunca igualó al hombre en
su condición. El hombre primitivo, por ser superior a la mujer en fuerza física, ejerció
predominio sobre ella; si la fuerza física de la mujer le hubiera permitido vencer al
dominador, no hubiera soportado su situación de inferioridad. En aquel tiempo, en la
lucha por la existencia, el hombre tuvo que exponerse a los peligros de la caza y a la
agresión constante entre los grupos humanos, por lo que no es extraño que la mujer
tuviera que estar relegada a procrear y servir al hombre. Por eso se ha dicho de la
mujer “que colocada en el mayor grado de abyección y embrutecimiento, es el peor
tratado de los animales domésticos”2; y que “es el primer ser humano víctima de las
servidumbres” que “ha sido esclava aun antes de que hubiera esclavos” 3 . Esta
situación de la mujer puede observarse todavía, sobre todo en ciertos lugares de
1
Real Academia Española, Diccionario de la Lengua Española, tomo I a-g, edición 21, Espasa, Calpe, Madrid 1992.
2
Francisco SEIX, Enciclopedia jurídica Española, Tomo XXIII, España, Editorial Barcelona, pág.1910.
3
Fernando Augusto Bebel. “La Mujer en el pasado, en el Presente y en el Fututo”. 13ª. Edición, Editorial Américana S. A. México, D.
F. 1939 Pág. 24

3
Oceanía, África y América, en donde los hombres viven en estado semisalvaje y la
mujer es maltratada y sometida a trabajos duros. Es decir, que basta que permanezca
en un lugar donde no haya llegado la civilización, para que se vea que no ha habido
cambio para ella.

1.1 Evolución Histórica.


A lo largo de la evolución humana, se identifica que la violencia contra las mujeres se
ejerce como una conducta normalizada y generalizada dentro del sistema patriarcal, en
donde la ideología androcéntrica ha posicionado como el centro de la humanidad al
“hombre”, como parámetro del ser humano. Según esta sociedad patriarcal, la
concepción masculina es lo más cercano a la imagen perfecta de logros, posiciones y
posibilidades de desarrollo, en donde no se visibiliza a las mujeres. En este marco de
referencia, las expresiones de violencia contra las mujeres son innumerables, unas
visibles y otras muy sutiles dentro del contexto de los roles y la distribución social del
trabajo, en el que a las mujeres se les ha ubicado en actividades de reproducción,
protección, cuidados, servicio y sumisión. La violencia contra las mujeres es reconocida
por las organizaciones de mujeres y feministas como un problema social, de seguridad
ciudadana, de salud, que viola los derechos humanos de las mujeres, esto a pesar de
los avances realizados en cuanto a la visualización y denuncia del problema por parte
de las organizaciones de mujeres y feministas, quienes han luchado desde hace más
de dos décadas para posicionar a la mujer en la agenda pública. “Este tipo de violencia
sigue causando más muertes y daños en las mujeres de 15 a 44 años que la malaria, el
sida o la guerra.”4.
Desde la época de nuestros antepasados, ya existían abusos contra la mujer, en la
época de los mayas, la conquista y el marcado patriarcado que regía en las regiones
era inminente.

A la llegada de los españoles, la situación para la mujer, no cambió, seguía la sumisión,


llegando hasta el punto que la mujer maya, pasara por constantes violaciones
arbitrarias de parte de los invasores, de estas violaciones cometidas por los españoles

4
Grupo Guatemalteco de Mujeres, Informe de Monitoreo de la Aplicación de la Ley Femicidio y otras Formas de Violencia Contra la
Mujer, decreto 22-2008, Guatemala, Mayo 2010, Pag. 24.

4
da origen a una nueva raza, la mestiza, conocida también como ladina, los hijos
provenientes de esta mezcla no eran reconocidos por sus padres españoles y menos
aún las madres, no eran reconocidas como esposas por lo que sus descendientes
enfrentaron serios problemas de identidad y pertenencia, pues no tenían cabida en
ningún grupo ni en el maya ni en el español.

Otra época importante para marcar la violencia en contra de la mujer fue la del conflicto
armado interno que se dio en nuestro país durante el periodo comprendido entre los
años 60 al 96, el que se agudizó en los años 1980-1996. Periodo en el cual la situación
de violencia en contra de la mujer fue brutal e inhumano, caracterizado por
desapariciones forzadas, todo tipo de violencia física, sexual y psicológica usados por
el ejército y sus grupos represores en contra de indígenas rurales y campesinos pobres,
obreros y estudiantes ensañándose con las mujeres como una forma de infundir miedo
o de torturas para obtener información.

Se trata de una realidad notoria para todos, pero no aceptada por otros, quienes de
alguna manera justifican este actuar inhumano por razones ideológicas en defensa de
sus intereses espurios de clase.

En la actualidad, de igual manera que en nuestro pasado, la mujer sigue siendo víctima
frecuente de violencia, ocasionada en su mayoría por el sexo opuesto o bien por el
crimen organizado y sistemas de justicia mediocres; infinidad de personas, han tratado
de innovar leyes, realizar publicidades, propagandas con el fin de concientizar a la
población para contrarrestar este fenómeno cultural y luchar para disminuir e erradicar
la violencia pero hasta las mismas promotoras, han sido víctimas de violencia, mediante
amenazas contra ellas y contra sus familiares, en casos extremos hasta han sufrido
secuestros, esto sucede con el fin, de intimidar a la mujer y así mismo evitar, que siga
luchando por los derechos de las mujeres, lo importante de este tipo de intimidaciones,
que realizan estos malhechores, es que lo único que refleja es miedo, porque su vida y
su agrupación se vea afectada por la influencia femenina que cada día se va marcando
más dentro de la sociedad.5

5
Scribid, Escuela de Trabajo Social USAC Guatemala, Femicidio y Feminicidio, Guatemala,
ttps://es.scribd.com/doc/253466603/Femicidio, 29 de mayo de 2016.

5
Históricamente en la sociedad humana ha ocurrido que las mujeres y los hombres no
han tenido el mismo rango o parecida importancia. En todas estas organizaciones
sociales primitivas como lo son el matriarcado, el patriarcado, la edad antigua, edad
media, edad contemporánea y época moderna cada una de ellas con interesantes y
diferentes modalidades, por lo que es importante hacer referencia a las mismas.

1.2 Matriarcado
La palabra matriarcado (del latín māter, «madre» y del griego archein, «gobernar»
refiere a un tipo de sociedad en la cual las mujeres, especialmente las madres tienen un
rol central de liderazgo político, autoridad moral, control de la propiedad y de la custodia
de sus hijos.

Confundida a veces con los términos ginarquía, ginocracia, ginecocracia, o sociedad


ginocéntrica67.

No se tiene evidencia de sociedades en las que existiendo una distribución desigual del
poder entre hombres y mujeres, las mujeres tuvieran preeminencia sobre los varones;
las sociedades realmente existentes donde las mujeres tienen un lugar distinto al
patriarcal son llamadas matrilineales, matrilocales o matrifocales.

La existencia del matriarcado ha sido mencionada por los teóricos del evolucionismo del
siglo XIX; aunque existe un número importante de
sociedades matrilineales documentadas, no siempre se utiliza correctamente el término
"matriarcado". Muchos autores usan erróneamente el término "matriarcado" para
referirse a sociedades matrilineales o matrilocales8, como dice Marvin Harris y Young
(1979) ponen ejemplos de sociedades no patriarcales en la Tierra del Fuego y en las
selvas tropicales del noroeste amazónico y el centro de Brasil. Sin embargo, en modo
alguno se ha encontrado ejemplos claros de sociedades en las que exista o haya

6
Iler Cynthia, Viviendo en el Regazo de la Diosa, El movimiento de la espiritualidad feminista en América, Editorial CC, Boston,
Massachusetts, 1995 págs. 161-162 y 184.
7
Goettner-Abendroth, El camino hacia una sociedad igualitaria, Matriarquías pasadas, presentes y futuras, Primer Congreso
Mundial sobre Estudios Matriarcales, Alemania 2003 / Segundo Congreso Mundial sobre Estudios Matriarcales, 2005
8
Harris Marvin, Caníbales y reyes: los orígenes de las culturas, Barcelona, España, Editorial Argos 1978, Pág 283.

6
existido un matriarcado, es decir un estado de dominación femenina, la contraparte del
patriarcado9.

En algunas de estas sociedades existen mitos que afirman un pasado matriarcal y que
posteriormente las mujeres perdieron el poder y fueron los hombres quienes
comenzaron su reinado e impusieron su autoridad, formando las sociedades
patriarcales. Un mito clásico en este sentido sería el que recogió Gusinde, entre
los selknam de la isla Grande de Tierra del Fuego, y los yaganes del archipiélago al sur
de ésta. Dichos grupos tienen mitos similares (hain y kina) que hablan de un pasado
mítico en el que mandaban las mujeres, que engañaban arteramente a los hombres
haciéndoles creer que ciertos seres sobrenaturales avalaban aquel orden social. Cierto
día, los hombres descubrieron el engaño y mataron a todas las mujeres adultas,
volteando el sistema en su propio beneficio y fundando una sociedad dominada por los
hombres, con los mismos rituales (hain, entre los selknam) ahora legitimando la
dominación masculina y haciendo creer a las mujeres y niños que los participantes en
aquel ritual (hombres disfrazados) eran seres sobrenaturales. Se trata de un clásico
mito y rito de inversión de roles que trata de legitimar el orden social de dominación
masculina.

No obstante, como dice Harris, el hecho de que hasta la actualidad todas las
sociedades humanas en el pasado conocido hayan sido sexistas no es razón para
adjudicar tal hecho a la naturaleza humana, o para pensar que necesariamente así
serán las sociedades futuras.10

1.3 Patriarcado

El Diccionario de la Real Academia Española define el término patriarcado como


"organización social primitiva en que la autoridad es ejercida por un varón jefe de cada
familia, extendiéndose este poder a los parientes aun lejanos de un mismo linaje" y el
término patriarcalismo como "tendencia a la autoridad patriarcal (ejercida
autoritariamente con apariencia paternalista)"11. En otros idiomas, como el inglés, el
9
Harris, Olivia, y Kate Young: Antropología y feminismo. Biblioteca Anagrama de Antropología, Barcelona, España: Editorial
Anagrama 1979, pág. 13.
10
Harris, Marvin Op.cit., pág. 82.
11
Real Academia Española, Diccionario de la Lengua Española, Online, edición 23, Editorial Espasa, Madrid 2014,
http://dle.rae.es/?id=SB5KObD, 14 de julio de 2016.

7
término patriarcado no se limita a las organizaciones sociales primitivas para referirlo a
todas las organizaciones sociales en las que exista un desequilibrio de poder entre
varones y mujeres, en favor de los primeros.

En los estudios feministas y varios estudios sociológicos, históricos, políticos y


psicológicos, el término patriarcado es utilizado para describir una situación de
distribución desigual del poder entre hombres y mujeres en la cual los varones tienen
preeminencia en uno o varios aspectos, tales como la prohibición del derecho al
sufragio, la regulación de los delitos contra la libertad sexual, la violencia de género, los
regímenes de custodia legal de los hijos, la doble moral según el género, el sexismo en
el lenguaje, mecanismos de invisibilidad, la determinación de las líneas de
descendencia (filiación exclusivamente por descendencia patrilineal y portación del
apellido paterno), los derechos de primogenitura, la autonomía personal en las
relaciones sociales, la participación en el espacio público, político o religioso o la
atribución de estatus a las distintas ocupaciones de hombres y mujeres determinadas
por la división sexual del trabajo.

Fueron patriarcas los jefes de las primeras familias hebreas. Luego pasó a ser el
nombre de una jerarquía eclesiástica de la iglesia cristiana primitiva. Varias iglesias
cristianas modernas siguen usando la palabra patriarcado para designar un grupo de
diócesis.

En la antropología de la organización social se suelen considerar tres criterios: Filiación


relacionada con la descendencia, la autoridad y el patrón de residencia posnupcial. La
filiación unilineal puede ser patrilineal o matrilineal, la autoridad puede ser patriarcal o
matriarcal y la residencia postmarital puede ser patrilocal o matrilocal. Estos conceptos
teóricamente pueden combinarse de diversas manera (por ejemplo una sociedad puede
ser matrilineal y al mismo tiempo patrilocal, etc). Sin embargo, en la práctica la
documentación existente sobre sociedades humanas muestran que algunas

8
combinaciones son mucho menos frecuentes que otras, en concreto no se conoce
ningún ejemplo documentado de un genuino matriarcado.12

1.4 Edad antigua

Esta edad se caracteriza por el papel desempeñado por el hombre en esa época, un ser
tan dominante en todos los sentidos. En ese tiempo, el mundo judío era demasiado
machista comparado con el mundo greco-romano, la situación de la mujer en esta
época es muy precaria ya que no tenía participación política, y se ocupaba solamente
de las tareas hogareñas. Cansadas de esta situación, deciden tomar cartas sobre el
asunto, en la Asamblea de la Mujer, toman el poder e instauran una especie de
comunismo. En el Dialogo “Lisís” También llamado de la amistad, escrito por el filósofo
griego Platón las mujeres les obligan a buscar la paz mediante una “protesta sexual”.
El adulterio se castigaba rígidamente, tanto a hombres como mujeres; la violación y la
seducción eran, también, penadas. Un dato curioso era que los hombres estaban
obligados a mantener relaciones con su mujer, al menos, tres veces al mes, ya que se
decía que eso “aliviaba tensiones”. Podemos mencionar también que la prostitución se
inició en esta ciudad, Atenas, sin embargo, las prostitutas no eran esclavas, y en
algunos casos, como las hetairas, eran intelectuales y poseían talento artístico. Quienes
eran especialmente protegidas eran las viudas y las ancianas. Como vemos, la
situación de la mujer no era la mejor, pero cabe destacar que estaban protegidos por la
ley y, además, gracias a la dote, podían tener seguridad económica toda su vida.
Aunque aislados, podemos vislumbrar ciertos casos de independencia de la mujer,
como el caso de Hipareta, mujer de Alcibiades, quién dejó su casa para obtener el
divorcio. Otro ejemplo es Aspasia, amante de Pericles, quien le aconsejaba en temas
políticos y fue visitada por Sócrates y sus discípulos para escucharla. En Esparta, el
régimen impuesto por Licurgo era rígido y poco democrático, con rasgos del
comunismo; no obstante, la vida de la mujer era mejor que en Atenas, ya que, aunque
sólo se encargaba de tener hijos, se cuidaba de su salud más que en otros estados. Las
mujeres eran bien alimentadas y cuidadas, al igual que los hombres. Los cuidados de la

12
George Peter Murdock, Atlas Etnográfico, Universidad de Pittsburg Press, Estados Unidos de Norteamérica 1967, pág. 52.

9
casa eran llevados a cabo por las esclavas, mientras que las mujeres se destacaban
por dedicarse al deporte, la música y la familia, ya que, en ninguna otra ciudad las
mujeres podían participar en competiciones deportivas ni hacer ejercicio físico.

La situación de la mujer mejoró considerablemente durante el periodo helenístico, ya


que las dinastías macedonias dieron lugar a una larga serie de reinas y mujeres que
influyeron en la política de su tiempo. Como ejemplos de estas mujeres, puede tomarse
Olimpia, la madre de Alejandro Magno y obviamente, Cleopatra, quien fue reina de
Egipto y protagonista de la política romana durante muchos años... Las niñas no
recibían la misma educación que los niños y tampoco acudían a la escuela superior.
Sólo gracias a preceptores particulares podían llegar a alcanzar altos grados de cultura.
A diferencia de otras mujeres de la antigüedad, poseían un cierto grado de libertad y un
gran respeto dentro de su familia. Las mujeres romanas tenían una intensa vida social
propia: iban de compras, participaban en banquetes, trabajaban, incluso, en oficios no
femeninos y acompañaban a sus maridos a actos oficiales o espectáculos. Un
verdadero ejemplo sobresaliente de la mujer romana es Cornelia, del siglo II a. C. Esta
permaneció fiel a su marido Tiberio Sempronio Graco y se preocupó de la educación de
sus hijos, por lo que tuvo una influencia decisiva en la política romana. Recibía hombres
cultivados en sus tertulias culturales, sus cartas fueron publicadas y, en su honor, se
erigió un busto en Roma. Durante esta época hubo mujeres que lucharon por participar
en la historia al igual que los hombres. Mujeres como Hipatía, que vivió en Alejandría en
el siglo IV a. C, era hija de un matemático y astrónomo que trabajaba en una biblioteca
de Alejandría, Egipto, donde los monarcas helenísticos reunieron una inmensa cantidad
de libros de obras filosóficas, científicas, etc. Hipatía aprendió todo lo que su padre le
enseñó e incluso, lo superó, principalmente en astronomía y matemática. Hacía
reuniones en su casa con aquellos interesados en ciencia, filosofía y otras disciplinas.
Sus inventos (un aparato destilador de agua y un hidrómetro para medir la densidad de
los líquidos) no fueron comprendidos por los fanáticos religiosos que, debido al auge del
cristianismo en Alejandría, así como tampoco su sabiduría y tolerancia. Hipatía fue
asesinada y sus obras fueron destruidas. La principal razón: no era creyente.

10
En esta época, llama mucho la atención el rol que presenta la mujer en los evangelios,
personas tan conocidas como La Virgen María, quien fue elegida por el Señor para dar
a luz a Cristo. El evangelio protesta el origen materno del hombre negado por el libro de
Génesis para el mismísimo Cristo. Al comienzo del principio del Antiguo Testamento es
un argumento a favor de la absoluta supremacía del hombre sobre la mujer, mientras
que al comienzo del Nuevo Testamento es una justificación aún más devocional y
radical a favor del rol de la mujer. La mujer que da a luz en su seno a Cristo y a la que
el Espíritu Santo cubrirá con su cálido aliento divino en Pentecostés, junto a los Doce
Apóstoles.

1.5 Época Feudal


Durante el feudalismo la función específica de las mujeres era casarse y tener hijos, con
el objeto de asegurar la permanencia del linaje. Los matrimonios en ésta época eran
concertados por los padres de los novios desde muy temprana edad. Las mujeres que
permanecían solteras fueron obligadas a ingresar a los monasterios. Dentro de las
funciones que tenían las mujeres en el hogar, podemos recalcar como las principales:
dirigir las labores de los sirvientes, educar a los hijos más pequeños, bordar y tejer.
Ahora bien, inclusive en la realeza, las mujeres casadas (a quienes se conocía como
mujeres nobles), rara vez salían del castillo, estaban sometidas completamente al
marido, el cual representaba una figura impositiva que no podían desobedecer.

Sencillamente el papel de la mujer en la Edad Media era el ser madre, ama de casa y
su opinión no era tenida en cuenta por nadie Las mujeres solo hacían tareas dedicadas
a higiene, alimentación y salud, cuidaban enfermos, cocinaban, lavaban ropa, etc., por
supuesto estamos hablando de la gente que producía, pues las mujeres de la corte y la
nobleza no hacían nada. La mujer estaba relegada a la servidumbre y la procreación.

Su valor era tan exiguo, que como referencia, encontramos "el derecho de pernada"
cualquier persona que quisiera casarse debía pedir permiso al señor feudal para
contraer matrimonio. En América Latina la expresión "derecho de pernada" se refirió
sobre todo en a diversas prácticas históricas de abuso y servidumbre sexual, ejercidas

11
por una autoridad (hacendado, administrador de hacienda, sacerdote, jefe político o
empleador) en contra de mujeres en condición de dependencia u obediencia (indígenas,
campesinas, trabajadoras, inquilinas y otras).

1.6 Edad Media


La mujer en el periodo medieval mayoritariamente era campesina y trabajaba en el
campo. Su papel económico era muy importante: realizaban las tareas agrícolas como
los hombres y tenían que trabajar para mantenerse ellas y a sus hijos. A la mujer le
correspondían las labores del hogar, el cuidado de los hijos, de los enfermos, la
asistencia a los partos.
Protagonizaban las labores agrícolas de siembra y recolección, el cuidado de los
rebaños, y todo ello con salarios muy inferiores a los de los hombres. Las mujeres
jóvenes podían encontrar trabajo como criadas y sirvientas de damas nobles por un
mísero salario o, como ocurría la mayoría de las veces, a cambio de la comida y el
alojamiento, lo que para los agobiados hogares campesinos que tenían que mantener
muchas bocas era una liberación. Entre las sirvientas existía una gran diversificación de
labores: las que atendían personalmente a los señores, las encargadas de la cocina y
las que trabajaban en los talleres. Algunas podían aprender un oficio en los talleres de
hilado y tejido de las haciendas y castillos. De todas formas la importancia de las
mujeres campesinas, junto con la de sus maridos, era fundamental para el
mantenimiento de la economía agrícola.

La boda la pactan los padres de la muchacha, que fijan la dote y reciben una cantidad
estipulada por parte del novio en concepto de la “compra” del poder paterno. Si no se
casa con la novia pactada, se paga una multa estratosférica a la familia afectada. Si se
finge un secuestro, la muchacha pasa a ser oficialmente adúltera.

El aumento demográfico en la Baja Edad Media propició la aparición de núcleos


urbanos en torno a lugares fortificados. En estos núcleos creció una nueva clase social,
la de los burgueses, que basaba su economía en el comercio y la industria. Hombres y
mujeres acudían a las ciudades, donde se realizaba un trabajo especializado y donde

12
era cada vez más necesaria la mano de obra barata. La proliferación de numerosos
oficios dio entrada a las mujeres en el mundo laboral, pero siempre en precario, pues el
trabajo estaba controlado por los hombres y el salario de las mujeres se mantenía en
inferioridad con respecto al de los hombres. Aunque las mujeres trabajaban en casi
todos los gremios, era en la industria textil y elaboración de vestidos donde lo hacían
mayoritariamente. También copaban los trabajos relacionados con la alimentación,
como la elaboración del pan o la cerveza. Asimismo dirigían pequeños negocios y
tiendas de comestibles vendiendo frutas, pescados, carnes.

Si bien la mujer se encontraba en una situación jurídica muy adversa, ya que estaba
subordinada al hombre, su papel, en este tiempo, es más activo que en periodos
posteriores. De hecho, en algunos países la mujer podía tener tierras, contratar
trabajadores, demandar y ser demandada, hacer testamento y le correspondía otra
tarea de gran responsabilidad: la representación del marido ausente. Los conventos
cumplieron una función de gran utilidad durante la edad media ya que eran refugio de
las hijas que no contraían matrimonio, único camino para otras de acceder a la cultura y
solución para las mujeres que no encontraban salida a una mala situación económica.

A pesar de todo, la discriminación femenina era notoria: se les fueron cerrando las
puertas de acceso a los gremios y sólo en el caso de ser viudas de un maestro o tener
un hijo mayor que se hiciera cargo del negocio se les permitía continuar con él. A finales
del siglo XV y dada la creciente crisis económica, las mujeres fueron expulsadas de los
gremios y se hizo todo lo posible para impedir que siguieran trabajando.13

1.7 Época Moderna

Uno de los aspectos de suma importancia y antecedente en los logros de la lucha que a
lo largo de la historia se ha dado por alcanzar la vigencia y efectividad de los Derechos
Humanos es la revolución francesa y con ella la declaración de los derechos del hombre
y del ciudadano (en francés: Déclaration des droits de l'homme et du citoyen), aprobada

13
Blogspot, González Fonseca, La mujer a través de la historia, 19 de abril de 2011, México,
http://jesusgonzalezfonseca.blogspot.com/2011/04/la-mujer-traves-de-la-historia.html, 17 de julio de 2016.

13
por la Asamblea Nacional Constituyente francesa el 26 de agosto de 1789, es uno de
los documentos fundamentales de la Revolución francesa(1789-1799) en cuanto a
definir los derechos personales y los de la comunidad, además de los universales.
Influenciada por la doctrina de los derechos naturales, los derechos del Hombre se
entienden como universales.

Aun cuando establece los derechos fundamentales de los ciudadanos franceses y de


todos los hombres sin excepción, no se refiere a la condición de las mujeres o la
esclavitud, aunque esta última seria abolida por la Convención Nacional el 4 de febrero
de 1794. Sin embargo es considerado un documento precursor de los derechos
humanos a nivel nacional e internacional. No fue hasta que Olympe de Gouges,
en 1791, proclamó la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana que las
mujeres entraron en la historia de los derechos humanos.

La Declaración fue el prefacio a la Constitución de 1791. La


primera traducción americana completa de sus 17 artículos al español es obra
de Antonio Nariño, publicada en Bogotá en 1793.

Una segunda versión ampliada, conocida como Declaración de los Derechos del
Hombre de 1793 fue aprobada posteriormente e incorporada a la Constitución francesa
de 1793, ambas de muy breve aplicación. Seguida de la Declaración de los Derechos y
Deberes del Hombre y del Ciudadano de 1795 en la Constitución de 1795 que
establece el Directorio.

En el derecho constitucional francés, la Declaración de 1789 es parte de la Constitución


francesa de 1946, que agrega los derechos sociales en su preámbulo, y de
la Constitución francesa de 1958 que conserva el preámbulo de la Constitución de
1946.

La Edad Moderna supone un periodo de profundas transformaciones que van a


constituir las bases del mundo contemporáneo: el descubrimiento de América, con el
encuentro de diferentes culturas, el aumento del poder del estado, la pérdida de poder
de la Iglesia y la aparición de nuevos valores basados en el hombre, el humanismo y en
la ciencia experimental, fueron cambios que afectaron, negativamente, la vida de las
mujeres. El Renacimiento supuso un “renacer” pero sólo para los varones, que ven

14
mejoradas en esa época sus posibilidades educativas y laborales. Para las mujeres fue
todo lo contrario: no pudieron acceder a la educación humanista y los nuevos estados,
centralistas y uniformadores, dictaron leyes que restringieron aún más sus
posibilidades.

También la fundación de las universidades se estudia siempre como un factor positivo


de desarrollo pero nunca se ha tenido en cuenta su repercusión negativa que en esa
época tuvo para las mujeres. La universidad excluyó a las mujeres y el saber pasó a ser
patrimonio del varón. La burguesía ciudadana terminó apartando a las mujeres de la
herencia, que pasó a transmitirse únicamente por vía masculina y primogénita.
Asimismo se excluyó a las mujeres de las profesiones que venían realizando y se las
recluyó cada vez más al ámbito familiar.

En el mundo rural la mano de obra en el campo seguía basada en el trabajo de las


mujeres las labores agrícolas y las manufacturas caseras. A partir de los siglos XVII y
XVIII se ampliaron los trabajos de encajes y bordados, industria que quedó en manos
femeninas por la posibilidad de realizarlas en el hogar. Las condiciones de vida de las
mujeres campesinas no variaron desde la Edad Media: todo el peso del trabajo en la
casa recaía sobre ellas desde la mañana hasta la noche y debían participar, además,
en las tareas agrícolas y trabajar como temporeras en épocas de vendimia, aunque su
salario era siempre inferior al del hombre. Los métodos anticonceptivos apenas se
usaban y las mujeres tenían un hijo cada dos años, aunque la mortandad infantil era
muy alta. Por ejemplo en París, un tercio de los niños de la época eran abandonados al
nacer.

Las mujeres participaban en escaso número en la actividad productiva de las ciudades


y las que trabajaban, en su mayoría, lo hacían como sirvientas. Con frecuencia eran
objeto de explotación económica y sexual por parte de sus patronos.

En 1792 Mary Wollstonecraft escribió la obra Vindicación de los derechos de la mujer.


En ella se hacía una defensa de los derechos de las mujeres contra su anulación social

15
y jurídica. Esta obra es tenida como el comienzo del movimiento feminista
contemporáneo, pues en ella se defiende el derecho al trabajo igualitario, a la
educación de las mujeres y a su participación en la vida pública.14

1.8 Época contemporánea


Durante el siglo XIX, la mujer siguió ocupando un rol social de segunda fila, y persistió
su papel como moneda de cambio, por vía de matrimonio, entre diversos patrimonios
familiares vinculados a los grandes capitales. A finales del siglo XIX, surgió un intenso
movimiento social a favor de las mujeres, que encontró su bandera en la conquista del
derecho a voto. Este movimiento fue el de las sufragistas, y empezaron a conquistar
varios éxitos a partir de 1902, fecha en la que se admitió el derecho a voto femenino en
Nueva Zelanda, y luego en otras naciones de la Tierra. Sin embargo, habría que
esperar hasta la Primera Guerra Mundial para que el movimiento de emancipación
femenina cobrara fuerza verdadera.
El feminismo es el movimiento que las mujeres realizaron a lo largo de la historia para
poder alcanzar la igualdad política, social y económica de los hombres. Sus principales
derechos de igualdad son el control de la propiedad privada, la igualdad de
oportunidades en la educación y en el trabajo, el derecho al sufragio o voto libre y la
libertad sexual. A pesar de que gran parte de las mujeres del mundo han conseguido
esto, todavía no se ha logrado la total igualdad con los hombres en los ámbitos político,
económico y social. Los primeros movimientos feministas se dieron a finales del siglo
XVIII y principios del XIX, luego de la Ilustración (época que pugnaba por la igualdad
política) y la Revolución Industrial (que propició grandes cambios políticos y sociales).
En Francia, por ejemplo, las mujeres republicanas luchaban para que la igualdad,
libertad y fraternidad se aplicasen por igual en hombres y mujeres. Olimpia de Gougues,
seudónimo con el que escribía Marie Gouze, escritora y filosofa francesa, llevó a cabo
el primer acto feminista al escribir la “Declaración de los Derechos de la Mujer y de la
Ciudadana” (en contrapartida a la “Declaración de los derechos del hombre y del
ciudadano”) es una obra revolucionaria y pionera del feminismo. Aunque la aprobación
del código Napoleónico restringía en Europa cualquier posibilidad reivindicativa en este

14
Loc. Cit.

16
sentido, ya que estaba basado en la legislación romana. En Gran Bretaña, la obra
“Vindicación de los derechos de la mujer” de Mary Wollstonecraft reivindicaba el acceso
de la mujer a una educación semejante a la de los hombres para desarrollar su propia
independencia económica accediendo a actividades remuneradas y la clave para
recuperar la subordinación femenina. La Segunda Guerra Mundial significó un gran
cambio en la situación laboral de la mujer, ya que, pasó de hacerse cargo de las labores
de su hogar para contribuir en el sostenimiento de la sociedad durante la guerra,
mientras los hombres luchaban. De este modo, la mujer se convirtió en un elemento
productivo, el cual nunca antes había sido tenido en cuenta. Luego de la finalización de
la guerra, la mujer no regresó a sus actividades domésticas, sino que siguió trabajando
porque, al incorporarse definitivamente al mundo laboral, llevaba a su casa un sueldo
extra. Esta inesperada inserción femenina favoreció al desarrollo de los países
industrializados y benefició la apertura de algunas carreras las que las mujeres no
podían acceder por su “papel secundario”. Con el fin de la discriminación en la
educación, la mujer podía aspirar a trabajos mejores pagos. Antes de la inclusión
femenina al mundo laboral, la mujer sólo estaba dotada para la maternidad, la lactancia
y tareas similares.
Esta situación duraría hasta que se firman acuerdos y leyes, y se promuevan acciones
que favorezcan la situación de la mujer. Un importante ejemplo se dio en Roma, con un
tratado llamado “igual salario a igual trabajo” (1951), el cual no dio buenos resultados,
por lo que en los sesenta se instauró el principio de “salario igual a trabajos de valor
comparable”. Otro ejemplo es España, que prohíbe la discriminación en el ámbito
laboral, entre otras cosas, por razón de sexo, con el “principio general de la no
discriminación”. El aspecto negativo de esta nueva etapa en la vida de la mujer produjo
que su evolución en el mundo laboral se viera interrumpida por los deberes familiares
que debía realizar y su desigual reparto entre sexos, obligándola a detener su actividad
con mayor frecuencia; éstas antes se habían visto interrumpidas por el nacimiento y
cuidado de los hijos, y, en la actualidad, se agrega el cuidado de los ancianos debido al
envejecimiento de la población. Hasta 1960, la mayoría de las obreras eran solteras y
jóvenes.

17
El número de mujeres trabajadoras aumentaba hasta la edad de 20 años, mientras que,
descendía más tarde por la enseñanza, que provocaría un aumento de trabajadoras de
entre 34 y 35 años. Esto provocó una aproximación de las tasas de actividad entre
mujeres y hombres jóvenes, debido al aumento de mujeres trabajadoras entre 24 y 25
años. Las consecuencias de este cambio son gracias a que, luego de la Segunda
Guerra Mundial, la mortalidad infantil descendió y que el cuidado de los niños mientras
las mujeres trabajaban, corrían a cargo de las instituciones públicas y otros entes. La
situación de las mujeres campesinas era muy diferente al ambiente de la mujer de
ciudad. Las primeras eran abandonadas a su suerte de religión cultural, aisladas y
sometidas a una fuerte presión social que dificultaba su libertad. Estas mujeres
debieron, también, tolerar las transformaciones de la producción agrícola y fueron
obligadas a emigrar a zonas industriales, donde se sentían inseguras y sufrían graves
problemas de adaptación. Estas mujeres eran sumamente marginadas por estar
supeditadas a las tradiciones patriarcales y por habitar las zonas más abandonadas, por
lo que sufría la explotación de las sociedades industriales. A esto se le sumaba la falta
de escuelas y hospitales, lo que resaltaba el bajo nivel de vida que estas mujeres
sufrían. Dentro de la industria, la participación de la mujer se ha destacado en la
industria textil, alimentación, etc.; también en electricidad y electrónica, pero siempre
realizando trabajos manuales, no mecanizados.
Con el desarrollo de la tecnología, la mujer pudo realizar trabajos técnicos con un grado
superior; sin embargo, hubo un gran número de mujeres subordinadas a otros cargos
más altos ocupados por hombres. Por lo tanto, la discriminación salarial en las fábricas
en las que coexisten mujeres y hombres, se vio realmente acentuada, principalmente,
por las barreras puestas a su promoción, el método de evaluación de empleo, las
interrupciones que sufre en el trabajo (el embarazo, por ejemplo), el alejamiento de las
mujeres del horario nocturno y la falta de acumulación de horas extras que suponen un
aumento en el salario. Cuando hablamos de los sectores ocupados por la mujer,
debemos mencionar el aumento de mujeres dedicadas a los servicios; pero, también,
cabe señalar que, en esa época, hubo un descenso notable de las mujeres que
trabajaban en el campo y un descenso algo más leve, con respecto a las mujeres
trabajadoras en la industria. Conviene señalar que el cambio en la situación laboral de

18
la mujer no se hubiera producido si, luego de la Segunda Guerra Mundial, también se
hubiese producido la gran expansión del sector terciario, el cual fue el gran impulsor del
empleo femenino.
La mayoría de las mujeres ocupadas en este sector tenían estudios primarios; esto fue
aumentando con estudios medios y, algunas veces, con estudios universitarios. Como
consecuencia, se produjo un levísimo aumento de mujeres en categorías socio-
económicas que no tenían en el pasado. Dentro de las mujeres que ostentan niveles
educativos elevados, se destacan cargos en educación, investigación, cultural y
sanidad. La diversificación del trabajo de la mujer se dio gracias a ciertos factores,
principalmente, la distribución de asalariadas en los distintos sectores y la adquisición
de una mayor cantidad de trabajos cualificados. En la industria, se destacan las que se
dedican a la industria de cuero, calzado y confección; textil y alimentación, bebida y
tabaco, ya que significaron un notable porcentaje de las activas de este sector. Las
cinco ramas que se destacan en él -que representan más del 80% de la industria- son:
comercio, restaurantes y hostería, educación, sanidad y servicios personales y
domésticos.
Las empleadas de este sector se agrupan en personal no cualificado y los puestos que,
generalmente, ocupan son de dependientes y puestos administrativos. Un aspecto
positivo que cabe resaltar es que, la mejora en educación y el interés de las
trabajadoras para adquirir más conocimiento sobre sus carreras, hicieron que las
mujeres adquieran mayores puestos de responsabilidad, remuneración y consideración
social. En la actualidad, las mujeres dedicadas al sector terciario, son cualificadas, por
lo que su remuneración es mayor. Todos estos cambios, tanto demográficos,
económicos, familiares, sociales, ideológicos y educativos, no persiguen otro fin que el
conseguir una sociedad igualitaria en la que no haya ningún tipo de preferencias ni
desigualdades sin tener en cuenta el sexo de las personas y sí sus cualidades.15

15
Loc. Cit.

19
CAPÍTULO II
GÉNERO Y VIOLENCIA CONTRA LA MUJER.

La Organización Mundial de la Salud define la violencia como “el uso intencional de la


fuerza física o el poder contra uno mismo, hacia otra persona, grupos o comunidades y
que tiene como consecuencia probables lesiones físicas, daños psicológicos,
alteraciones del desarrollo, abandono e incluso muerte” incluye la intencionalidad de
producir daño en la comisión de estos actos, la violencia de género fue definida en 1993
por las Naciones Unidad, en la Declaración sobre la Eliminación de violencia contra la
mujer como: “Todo acto o violencia basado en la pertenencia al sexo femenino, que
tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico
para la mujer, así como las amenazas de tales casos la coacción y la privacidad
arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como la privada”.

De este modo se entiende por violencia de género, a la violencia específica contra las
mujeres utilizada como instrumento para mantener la discriminación, la desigualdad y
las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres. Comprende la violencia
física, psicológica y sexual ejercida por el compañero, marido, novio o ex pareja que
ocurre en la vida pública o privada.

La representación mental que se suele tener sobre el concepto de violencia de género


casi siempre se corresponde con una violencia física de gran intensidad, que tiene

20
graves efectos para la salud, o que puede incluso producir la muerte. Como por ejemplo
golpes que causan traumatismos que necesitan asistencia médica o incluso ingreso
hospitalario. Sin embargo la violencia que sufren la mayoría de las mujeres, no es solo
física, sino también psicológica. Frecuentemente, la violencia física no empieza a ser
utilizada hasta muy avanzada la relación.16

2.1 Conceptos

a) Violencia: El diccionario de la Real Academia Española define violencia como:


acción y efecto de violentar o violentarse, y violentar significa: aplicar medios violentos a
cosas o personas para vencer su resistencia. La Convención Interamericana para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer “Convención de Belén do
Pará” expresa que violencia es cualquier acción o conducta, basada en su género, que
cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el
ámbito público como en el privado.17

b) Violencia contra las mujeres indígenas en Guatemala Violencia de género:


Según la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, violencia de
género es “… todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que
tenga o pueda tener como resultado un daño, sufrimiento físico, sexual o psicológico
para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción a la privación
arbitraria de la libertad, tanto si se produce en la vida pública o privada.”18

c) Violencia intrafamiliar: La Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia


Intrafamiliar, Decreto 97-96 del Congreso de la República de Guatemala, define la
violencia intrafamiliar como “… una violación a los derechos humanos, que debe
entenderse como cualquier acción u omisión que de manera directa o indirecta causare
16
Noelia García Méndez, Monografía sobre violencia de género, Junio de 2012, Estados Unidos de Norteamérica, Casa Salud
Valdecilla, Trabajo de fin de grado en Enfermería.
17
Convención Interamericana para Prevenir Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer “Convención de Belén do Pará”,
artículo 1.
18
COPREDEH/FONAPAZ, Instrumentos de Derechos Humanos de Protección a la Mujer, “Declaración sobre la Eliminación de la
Violencia contra la Mujer”, artículo 1, Pág. 86

21
daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico o patrimonial, tanto en el ámbito público
como en el privado, a una persona integrante del grupo familiar, por parte de parientes
o convivientes, cónyuge o ex cónyuge o con quien se haya procreado hijos o hijas.”19

d) Discriminación contra la mujer: En la Convención sobre la Eliminación de todas


las Formas de Discriminación contra la Mujer, artículo 1, se establece que
“Discriminación contra la mujer denotará toda distinción, exclusión o restricción basada
en el sexo que tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular el reconocimiento,
goce o ejercicio por la mujer, independientemente de su estado civil, sobre la base de la
igualdad del hombre y de la mujer, de los derechos humanos y la libertades
fundamentales en las esferas políticas, económicas, social, cultural y civil o en cualquier
otra esfera”20

e) Patriarcado y machismo: El patriarcado es un orden social genérico de poder


basado en un modo de dominación cuyo paradigma es el hombre. Este orden asegura
la supremacía de los hombres y de lo masculino sobre la inferioridad de las mujeres y
de lo femenino. Es asimismo un orden de dominio de unos hombres sobre otros y de
enajenación entre las mujeres.21

f) Violencia contra las mujeres indígenas en Guatemala: El machismo, es un


fenómeno dinámico, de raíces profundas y de naturaleza socio histórica de corte
patriarcal, basado en la creencia de que por razones biológicas, la mujer es inferior al
hombre. Se expresa de forma compleja, con la intención de mantener relaciones
asimétricas y dominantes de manera socializada.22

2.2 Violencia Contra la Mujer.


Las Naciones Unidas definen la violencia contra las mujeres como “todo acto de
violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como
19
COPREDEH/FONAPAZ, Instrumentos de Derechos Humanos de Protección a la Mujer, “Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar
la Violencia Intrafamiliar Decreto 97-96”, artículo 1, Pág. 95.
20
Ibídem, Pág. 62.
21
Lagarde, Marcela. “Género y Feminismo, Desarrollo Humano y Democracia, Madrid España, Ediciones Horas y Horas, 1997, Pág.
52.
22
Ibídem, Pág. 113

22
resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las
amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se
producen en la vida pública como en la vida privada.”23

La definición de violencia contra la mujer, según la Ley contra el Femicidio y otras


formas de Violencia contra la Mujer, artículo 3, inciso j), es: “Toda acción u omisión
basada en la pertenencia al sexo femenino que tenga como resultado el daño inmediato
o ulterior, sufrimiento físico, sexual, económico o psicológico para la mujer, así como las
amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se
produce en el ámbito público como en el ámbito privado”. De acuerdo con la
Convención de Belém do Pará, la violencia contra las mujeres es “cualquier acción o
conducta basada en su género que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual,
psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado”. Según lo
establece está Convención (Belém do Pará), se entenderá también por violencia contra
la mujer: los malos tratos, el abuso sexual de las niñas, la violencia relacionada con la
dote, la violación por el cónyuge o conviviente, la mutilación genital femenina, y otras
prácticas tradicionales nocivas para la mujer, los actos de violencia perpetrados por
otros miembros de la familia y la violencia relacionada con la explotación.

A lo largo de la evolución humana, se identifica que la violencia contra las mujeres se


ejerce como una conducta normalizada y generalizada dentro del sistema patriarcal, en
donde la ideología androcéntrica ha posicionado como el centro de la humanidad al
“hombre”, como parámetro del ser humano. Según esta sociedad patriarcal, la
concepción masculina es lo más cercano a la imagen perfecta de logros, posiciones y
posibilidades de desarrollo, en donde no se visibiliza a las mujeres. En este marco de
referencia, las expresiones de violencia contra las mujeres son innumerables, unas
visibles y otras muy sutiles dentro del contexto de los roles y la distribución social del
trabajo, en el que a las mujeres se les ha ubicado en actividades de reproducción,
protección, cuidados, servicio y sumisión. La violencia contra las mujeres es reconocida
por las organizaciones de mujeres y feministas como un problema social, de seguridad

23
Resolución de la Asamblea General Resolución 48/104 Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, 1993.

23
ciudadana, de salud, que viola los derechos humanos de las mujeres, esto a pesar de
los avances realizados en cuanto al visibilizar y denuncia del problema por parte de las
organizaciones de mujeres y feministas, quienes han luchado desde hace más de dos
décadas para posicionarla en la agenda pública. “Este tipo de violencia sigue causando
más muertes y daños en las mujeres de 15 a 44 años que la malaria, el Sida o la
guerra.” Ana Carcedo y Monserat Sagot (2001) Activistas y teóricas feministas. La
Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, afirma que la violencia
contra las mujeres trasciende todos los sectores de la sociedad independientemente de
su clase, raza, o grupo étnico, nivel de ingresos, cultura, nivel educativo, edad, o
religión y afecta negativamente sus propias bases. La eliminación de la violencia contra
la mujer es condición indispensable para su desarrollo individual y social y su plena e
igualitaria participación en todas las esferas de la vida.24

2.3 Antecedentes Históricos.


Para explicar el origen de la Ideología de Género es necesario remontarse al principio
de la humanidad, a la época de las cavernas. En un inicio, los trabajos desempeñados
por el hombre y la mujer se complementaban para asegurar la supervivencia. El
hombre, por su fuerza, se dedicaba a la caza y a la pesca, mientras la mujer se
encargaba de tareas que requerían menos esfuerzo físico, como la recolección de
frutos.

Con el nacimiento del patriarcado, el hombre asumió el papel de defensor de la


comunidad, arriesgando su vida por ella. Empieza a desarrollarse un modelo de
subordinación de la mujer al hombre, que culminó en el pensamiento greco-romano y
en la cultura hebrea. Aristóteles considera a la mujer como un hombre defectuoso y la
tradición hebrea ve en ella la causa del pecado, pues Eva fue quien no consiguió resistir
la tentación e indujo al pecado a Adán.
El pensamiento cristiano introdujo un giro en la concepción de la mujer. Proclama la
igualdad de hombres y mujeres ante los ojos de Dios y establece la indisolubilidad del
matrimonio, que dignifica a la mujer y la protege del repudio.

24
Monitoreo de la Ley Contra el Femicidio y Otras Formas de Violencia Contra la Mujer, GGM Grupo Guatemalteco de Mujeres,
Guatemala, Mayo de 2010, Pág. 24.

24
El cristianismo se extendió por el mundo y tuvo su auge en la Edad Media. Durante el
Medioevo, las familias trabajaban en la misma profesión y no existía una diferencia
marcada entre labores masculinas y femeninas.

El problema comenzó con la Ilustración y el Renacimiento, cuando se intentó retomar la


cultura greco-romana, las antiguas ideas de Aristóteles y el Derecho Romano, que
favorecían la discriminación a la mujer. Se adoptó la distinción entre el ámbito público y
el privado, relegando la mujer a este último. Se empezó a negar la educación femenina
y se impidió a la mujer participar en actividades políticas.

En respuesta a esta desvalorización de la mujer, los primeros movimientos feministas


del siglo XX lucharon por conseguir la educación, el voto y el trabajo de la mujer,
pretendiendo su autonomía respecto del varón. Unos años más tarde, surgió una
segunda ola de feminismo, esta vez radical. El feminismo radical sostiene que si la
mujer no ha alcanzado la igualdad con el hombre es por causa de su feminidad, por lo
que se empeña en negarla y en adquirir características y vicios varoniles (como la
promiscuidad)25. En 1949, la novelista y filósofa francesa Simone de Beauvoir
escribió El segundo sexo, una de las obras feministas más relevantes. En este ensayo,
declara que el sexo femenino es solamente un producto socio-cultural y que la mujer
debe reconquistar su identidad desde sus propios criterios. El pensamiento de Beauvoir
podría resumirse en una de sus frases célebres: “No se nace mujer, se llega a serlo”. El
feminismo radical se asentó primero en Estados Unidos y más tarde en Europa. Se
mezcló con algunas ideas del comunismo y del marxismo, por ejemplo, con la lucha de
clases, que el feminismo radical interpreta como la lucha entre los sexos.26

La ideología de género toma sus principios fundamentales de este feminismo, pues


parte de la concepción del hombre como una construcción social y cultural, negando la
base biológica como constitutiva de la cultura y disociando lo corpóreo y lo espiritual en
el hombre.27
25
María Lacalle Noriega y Patricia Martínez Peroni, La ideología de género: Reflexiones críticas, Madrid, Editorial Ciudadela, 2009,
pág. 317.
26
Arbués Elena y Naval Concepción, ¿Ciudadanos de manual?”, artículo publicado en Nuestro Tiempo en marzo de 2008, Jorge
Scala, Sekotia, Madrid, 2010.
27
Loc. Cit.

25
2.4 Clasificación de los distintos tipos o modalidades en que puede darse la
violencia contra la mujer.
Las diferentes manifestaciones de Violencia Contra las Mujeres están contenidas en el
Artículo 3 de la Ley Contra el Femicidio y otras Formas de Violencia Contra la Mujer.

a) Violencia económica: Acciones u omisiones que repercuten en el uso, goce,


disponibilidad o accesibilidad de una mujer a los bienes materiales que le pertenecen
por derecho, por vínculo matrimonial o unión de hecho, por capacidad o por herencia;
causándole deterioro, daño, transformación, sustracción, destrucción, retención o
perdida de objetos o bienes materiales propios o del grupo familiar, así como la
retención de instrumentos de trabajo, documentos personales, bienes, valores,
derechos o recursos económicos.
Esta situación se da porque como producto de la visión machista imperante en la
sociedad guatemalteca, el varón pasa a administrar los bines de la esposa, de la
conviviente de las hijas dilapidando fortunas e el goce o disfrute de los bienes a que la
mujer tiene derecho.28

b) Violencia física: acciones de agresión en las que se utiliza la fuerza física


corporal directa o por medio de cualquier objeto, arma o sustancia con la que se cause
daño, sufrimiento físico, lesiones o enfermedad a una mujer.
Este es el tipo de violencia más común y más fácil de identificar y acreditar porque es
un delito de simple actividad, es suficiente que el sujeto activo realice esta actividad
para que el delito se consume.29

c) Violencia psicológica o emocional: Acciones que pueden producir daño o


sufrimiento psicológico o emocional a una mujer, a sus hijas o a sus hijos, así como las
acciones, amenazas o violencia contra las hijas, los hijos u otros familiares hasta el
cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad de la víctima, en ambos casos
con el objeto de intimidarla, menoscabar su autoestima o controlarla, la que sometida a

28
Ley Contra el Femicidio y Otras Formas de Violencia Contra la Mujer y Agresión Sexual, Guatemala, Decreto 22-2008, Art 3 literal
k, pág. 6.
29
Loc. Cit. Literal l.

26
ese clima emocional, puede sufrir un progresivo debilitamiento psicológico con cuadros
depresivos.
En la práctica este es el tipo de violencia contra la mujer más difícil de investigar y
acreditar en juicio porque en derecho penal, por imperativo del principio de legalidad
material ya referido, el artículo 3 literal m) de la Ley contra el Femicidio y otras Formas
de Violencia contra la mujer (ley aplicable en este caso) establece que constituyen
Violencia psicológica o emocional, “las acciones que puedan producir daño o
sufrimiento psicológico o emocional a una mujer, a sus hijas y a sus hijos así como las
amenazas”.
Como primer supuesto jurídico de hecho describe las acciones o actos del sujeto activo,
pero inmediatamente agrega un segundo elemento, consistente en el objetivo
perseguido por la acción: “Con el objeto de intimidarla, menoscabar su autoestima o
controlarla” (a la mujer); dicha norma contiene además un tercer elemento: el resultado
de la acción, es decir claramente se ve que es un delito de resultado y no de simple
actividad porque la norma agrega: “ … la que sometida a ese clima emocional, pueda
sufrir un progresivo debilitamiento psicológico con cuadros depresivos”.
Como claramente resalta la norma objeto de análisis, además de las acciones o actos
realizados por el sujeto activo, dichas acciones tienen que tener un objetivo o finalidad
queridos y buscados por el agresor, y finalmente un resultado materializado en la
victima que sea consecuencia directa de los actos del activo. Estos elementos objetivos
y subjetivos de la modalidad de violencia psicológica, para poderse acreditar en la
sentencia tienen que constar claramente en la acusación fiscal y/o en el auto de
apertura a juicio, en el debate producir prueba pertinente, idónea y suficiente para
acreditar tales hechos, y argumentarse debidamente probatoria, fáctica y
jurídicamente.30

d) Violencia sexual: Acciones de violencia física o psicológica cuya finalidad es


vulnerar la libertad e indemnidad sexual de la mujer, incluyendo la humillación sexual, la
prostitución forzada y la denegación del derecho a hacer uso de métodos de
planificación familiar, tanto naturales como artificiales, o adoptar medidas de protección

30
Loc. Cit. Literal m.

27
contra enfermedades de transmisión sexual. 25 d) Femicidio (Literal e): Define que es la
muerte violenta de una mujer, ocasionada en el contexto de las relaciones desiguales
de poder entre hombres y mujeres, en ejercicio del poder de género en contra de las
mujeres.31

e) Misoginia: odio, desprecio a las mujeres o subestimación por el solo hecho de


serlo, nace de una fobia al sexo opuesto que genera un deseo de causar daño en
cualquier gravedad.32

2.5 Definiciones de los distintos tipos de violencia contra la mujer.


En su mayoría los actos de violencia se manifiestan de diferentes maneras, entre las
cuales se citan algunas:

a) Violencia doméstica: La violencia psicológica y física con el cónyuge, el maltrato


infantil y el abuso de los niños.

b) Violencia cotidiana: Es la que se sufre diariamente y se caracteriza básicamente


por el no respeto de las reglas, no respeto de una fila, maltrato en el transporte público,
la larga espera para ser atendido en los hospitales, cuando se muestra indiferencia al
sufrimiento humano, los problemas de seguridad ciudadana y accidentes.

c) Violencia política. Es aquella que surge de los grupos organizados ya sea que
estén en el poder o no. El estilo tradicional del ejercicio político, la indiferencia del
ciudadano común ante los acontecimientos del país, la no participación en las
decisiones, así como la existencia de las llamadas coimas como: manejo de algunas
instituciones y las prácticas de nepotismo institucional, violencia producida por la
respuesta de los grupos alzados en armas por desacuerdos ideológicos.

d) Violencia socio-económica. Que es reflejada en situaciones de pobreza y


marginalidad de grandes grupos de la población: desempleo, subempleo, informalidad;
31
Loc. Cit. Literal n.
32
Ibid pág. 7, literil f.

28
todo esto básicamente reflejado en la falta o desigualdad de oportunidad de acceso a la
educación y la salud.

e) Violencia cultural. La existencia de una Guatemala profunda (comunidades


nativas y campesinas), son distorsiones de los valores de identidad nacional y facilitan
estilos de vida poco saludables.

f) Violencia delincuencial. Robo, estafa, narcotráfico, es decir, conductas que


asumen medios ilegítimos para alcanzar bienes materiales. Toda forma de conducta
individual u organizada que rompe las reglas sociales establecidas para vivir en grupo
no ayuda a resolver los problemas.33

2.6 Derechos fundamentales de las mujeres.


Desde el punto de vista normativo la Ley Contra el Femicidio y otras formas de violencia
contra la mujer, establece los siguientes derechos fundamentales:
Artículo 13 de la Ley Contra el Femicidio y otras Formas de Violencia Contra la Mujer.
Derechos de la víctima. Es obligación del Estado garantizar a la mujer que resulte
víctima de cualquier forma de violencia, los siguientes derechos:
a) Acceso a la información.
b) Asistencia integral.
Los y las funcionarias que sin causas justificadas nieguen o retarden la entrega de
información o la asistencia integral en perjuicio del proceso o de la víctima, se harán
acreedores a medidas y sanciones laborales y administrativas, sin perjuicio de
responsabilidades civiles o penales según el caso.

Pero el derecho fundamental de las mujeres como todo ser humano, es el derecho a la
vida, al goce delas distintas libertades pero sobre todo y en forma especial los tratados
internacionales signados y ratificados por el estado guatemalteco establecen que las
mujeres tienen derecho a llevar una vida libre de violencia de género, como un derecho
humano fundamental
33
Oficina del Alto Comisionado Para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Violencia Contra las Mujeres Indígenas en
Guatemala, Proyecto Promoción y Protección de los Derechos de los Pueblos Indígenas en México y Guatemala 2007-2013. Pág. 7.

29
2.7 Formas de vulneraciones de los derechos humanos de las mujeres.
La situación de violencia que viven las mujeres Guatemaltecas es considerada como
estado natural de este género puesto que son excluidas, rechazadas, aisladas en pro
del aumento de cultura del poder del sexo masculino.

Se puede verificar como la población indígena sufre uno de los flagelos imperantes en
la sociedad, el analfabetismo indígenas y lo más preocupante es que existen áreas de
mayoría indígena donde el analfabetismo alcanza cifras alarmantes.

En relación a la situación de la niña guatemalteca también es precaria, toda vez que las
oportunidades de educación son muy escasas, además el nivel de deserción escolar
alcanza hasta un 81% en el área rural y al 51% en la urbana. La mano de obra
femenina no siempre es reconocida, las labores domésticas como en la gran mayoría
del mundo recaen en la mujer sin que sean reconocidas como trabajo remunerado. En
cuanto a la propiedad el 27% de los títulos de propiedad de la tierra pertenecen a
mujeres, aun cuando la tierra es la principal fuente de subsistencia de la familia
campesina e indígena, y siendo principalmente ella la que la trabaja para dar sustento
a sus menores hijos.

La Comisión Beijín señala que Guatemala no ha cumplido con los compromisos


adquiridos al realizar el seguimiento y evaluación a la Plataforma de Acción Mundial
sobre la Mujer; de acuerdo al informe de 2010 a 2014 se han creado nueve juzgados
con competencia en delitos de Femicidio; sin embargo, solo siete están activos y
únicamente en dos de ellos se atiende en el idioma materno de las víctimas; además
indica que uno de cada trece casos ingresados logra una condena, en los juzgados
ordinarios hay una sentencia por cada 51 casos y en los especializados se da el mismo
resultado por cada tres casos.

“El Procurador de los Derechos Humanos realizó un estudio con resultados


sorprendentes ya que se reconoce la promulgación de herramientas jurídicas para la

30
garantía de derechos de las mujeres, sin embargo, la falta de fortalecimiento y
presupuesto hace inútiles estos instrumentos”, explicó Hilda Morales, subprocuradora
de los Derechos Humanos, desde mi punto de vista puedo afirmar que “Más vale la
protección material de los derechos que la promulgación formal de garantías.”34

2.8 Etapas o fases del círculo de la violencia.


El análisis de las relaciones de agresión sufridas por las mujeres por parte de sus
parejas, fueron conceptualizadas en el ciclo de violencia, se fundamenta en estudios
realizados por Leonore Walker, quien se basó en la historia de vida miles de mujeres
que acompañó en la recuperación de las agresiones vividas. Ello demostró que los
hechos no provienen de agresiones casuales entre iguales, sino de ataques
sistemáticos de quienes ejercen poder. Esta teoría define el ciclo de la violencia contra
las mujeres e identifica tres fases separadas por períodos cortos o largos que pueden
durar horas, días meses o años.

a) Fase I: Acumulación de tensión: Esta fase caracteriza por incidentes menores de


agresión, casi siempre verbales en las que el agresor manifiesta su indiferencia con
silencios prolongados. Munchas mujeres buscan estrategias para evitar la segunda
fase. Por ejemplo, son condescendientes con los deseos y justifican la actitud de los
agresores. Otras veces prefieren que llegue el momento agudo y enfrentar los golpes
que seguir viviendo con esta tensión y desgaste emocional.

b) Fase II: Incidente agudo de violencia:


Se caracteriza por actos de agresión física, emocional, sexual, económica y verbal que
pueden durar horas o días. Es la fase más brutal y puede tener graves consecuencia.
Las agresiones van desde tirones de pelo, pellizcos, bofetadas, patadas, violaciones
continuas, hasta golpes contundentes que pueden provocar la muerte. En esta fase
algunas mujeres buscan ayuda y logran salir momentáneamente de la situación de
violencia que enfrentan.

34
Ana Beatriz Mendizábal Prem y Mercedes Asturias de Castañeda, Políticas públicas sobre mujeres y equidad de género en
Guatemala, 1985-2009, pag 38.

31
Fase III: Tregua amorosa o fase de arrepentimiento: Este periodo se caracteriza por
una aparente calma y el agresor se muestra arrepentido. Sabe que se excedió y será
abandonado. Trata de mostrar cariño halagando a la mujer con regalos, promete que no
volverá a suceder, pero al mismo tiempo la culpa de haber causado la agresión. Como
consecuencia, ella le resta importancia al incidente e introyecta 35 la culpa luego, inicia
nuevamente la Fase I para repetir el círculo vicioso”. 36

2.9 Antecedentes históricos


La acepción de discriminación, aparece por primera vez en el convenio 111 relativo a la
discriminación en materia de Empleo y Ocupación donde se definió como: “cualquier
distinción, exclusión o preferencia basada por motivos de raza, color, sexo, religión,
opinión política, ascendencia nacional u origen social que tenga como efecto anular o
alterar la igualdad de oportunidades o trato (en empleo u ocupación). 37 De lo anterior
expuesto, si bien, su contexto hace referencia a materia laboral, la profundidad de lo
que define como discriminación se aplica universalmente.

La discriminación, existe tanto en el ámbito privado como en el público. El Ámbito


privado; comprende las relaciones interpersonales domésticas, familiares o de
confianza dentro de las cuales se comete el hecho de violencia contra la mujer, cuando
el agresor es el cónyuge, ex cónyuge, conviviente o ex conviviente, con quien haya la
víctima procreado o no, o cuando el agresor fuere el novio o ex novio, o pariente de la
víctima. También se incluirán en este ámbito las relaciones entre el cónyuge, ex
cónyuge, conviviente o ex conviviente, novio o ex novio de una mujer con las hijas de
ésta y; el Ámbito público: comprende las relaciones interpersonales que tienen lugar en
la comunidad y que incluyen el ámbito social, laboral, educativo, religioso o cualquier
otro tipo de relación que no esté comprendido en el ámbito privado.

35
Introyectar: proceso psicológico por el que se hacen propios (se apropia de) rasgos, conductas u otros fragmentos del mundo
que nos rodea, especialmente de la personalidad de otros sujetos.
36
Protocolo de Atención a Víctimas/sobrevivientes de Violencia Sexual. Guatemala 13 de Noviembre 2009. Pag. 10. 1ra. Edición,
Impresos MR.
37
Organización Internacional del Trabajo, Convenio 111 relativo a materia de Empleo y Ocupación 1958, Art. 1.

32
Históricamente, a partir del sedentarismo, la agricultura, ganadería, y los cambios
tecnológicos e institucionales, se reforzó el vínculo consanguíneo (la familia). La
propiedad comunal continuó siendo importante en el medio rural, pero la propiedad
privada demandó unos mecanismos de gestión y transmisión. Por otro lado, la actividad
agrícola requería abundante mano de obra, y los asentamientos padecían una elevada
mortalidad. En esta transición, se acentuó la faceta reproductiva de la mujer e irrumpió
la figura del pater familias como cabeza de familia. Seguidamente; costumbres y
normas sociales se convirtieron en leyes, y la desigualdad de género se formalizó. La
Ley Sálica, por ejemplo, no permitía que las mujeres heredaran tierra sálica o poder
político. La subordinación legal de la mujer era cada vez más apreciable. 38 Aun así, la
transmisión patrimonial entre familia e hija, normalmente inter vivos mediante una dote
matrimonial, fue un hecho notable en ciertas sociedades.

Seguidamente, la demanda agrícola masculinizó el campo. El arado y los animales de


carga y tiro demandaban una gran exigencia física. Además, con la propiedad privada
vino la esclavitud, y eventualmente el trabajo asalariado y jornal. La mujer siguió
participando en las tareas del campo, sobre todo en época de cosecha, pero la
evidencia histórica sugiere que su esfera de responsabilidad fue paulatinamente
confinada al ámbito doméstico, principalmente en Eurasia y norte de África. En China, el
‘Hombres Labran, Mujeres Tejen’ ilustraba este cambio. En esta línea, Boserup (1970)
apuntó que allí donde se usaba el arado las mujeres participaban menos en las tareas
agrícolas. Alesina, Giuliano y Nunn (2013) han evaluado el impacto de este sistema
agrario tanto en la actual participación económica y política de la mujer como en valores
y creencias sobre género. Sus resultados revelan una significativa correlación.
Descendientes de sociedades preindustriales donde prevalecía el sistema agrario
masculino exhiben hoy, controlando por otros factores, unos valores de género menos
igualitarios.

Ahora bien, la divergencia cultural no sucedió solamente entre grandes masas


continentales. Hajnal (1965) describe, las mujeres se casaban relativamente tarde y el
celibato ocurría con cierta frecuencia. Esta European Marriage Pattern contrastaba con
38
Diez Minguela Alfonso, Desigualdad de Género ¿Por qué importa? 7 de enero de 2015 Establecimiento Tipográfico de A. Vicente
de Madrid. http://politikon.es/2015/01/07/desigualdad-de-genero-por-que-importa-la-historia/ 5 de enero de 2017.

33
la idea de una esposa adolescente y un matrimonio universal, que aún hoy es relevante
en bastantes países. De algún modo, la mujer esperaba hasta un promedio de veinte
años, más de una década desde la pubertad, para contraer matrimonio. Todavía no
existe un consenso sobre las causas, pero se ha debatido ampliamente en diversas
disciplinas. Según Malthus, era un freno preventivo para regular el crecimiento de la
población. De Moor y van Zanden (2010), en cambio, han planteado si pudo ser
consecuencia de las transformaciones socioeconómicas acontecidas tras la Peste
Negra (1346-53). En esta línea, se especula si esta pauta podría reflejar un leve
empoderamiento de la mujer.

En los siglos XVII y XVIII, la expansión urbana y comercial abrió nuevas oportunidades
de empleo. Un buen número de mujeres, normalmente jóvenes y solteras, entraron a
trabajar en el servicio doméstico de las familias pudientes. La creciente demanda de
bienes de consumo estimuló algunos oficios, como el hilado de fibras que se realizaba
domésticamente. Asimismo, las mujeres participaban en las tareas del campo, sobre
todo si la explotación era familiar. Sin embargo, la subordinación legal persistía y, el
poder político, las profesiones liberales, el arte y la ciencia, eran cosas de hombres. En
definitiva, la mujer era una pieza integral de la familia en las facetas reproductiva y
productiva, pero dentro del ámbito doméstico. En este contexto, y en época de
revoluciones, aparecieron algunas denuncias públicas. En Francia, Olympe de Gouges
redactó una Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana, mientras en Gran
Bretaña, Mary Wollstonecraft publicaba una Vindicación de los Derechos de la Mujer en
1792. Posiblemente, no lograron el efecto deseado, pero sentaron las bases para lo que
vendría unos años más tarde.

En Gran Bretaña, tanto la mecanización como los cercamientos de tierras comunales y


terrenos baldíos, provocaron una profunda transformación socioeconómica. Las
explotaciones familiares fueron sustituidas por grandes fincas y el trabajo doméstico por
la fábrica. La protesta social se extendió, siendo las mujeres y niños uno de los
principales focos de la regulación laboral. En 1842, el parlamento británico prohibió que
mujeres y niños menores de 10 años trabajaran en minas bajo tierra, y unos pocos años
después estableció que mujeres y jóvenes adultos (13-18 años) trabajarían en las

34
fábricas exclusivamente de mañana a tarde (6-7 am – 6-7 pm). Con todo, la igualdad de
género no parecía estar en la agenda política. Es más, durante la primera mitad del XIX
parece que la dependencia económica de las mujeres se incrementó (Pinchbeck, 1930).
En este contexto, surgieron varios movimientos sociales de carácter feminista.
Igualmente, diversas voces se alzaron para protestar contra la desigualdad de género.
Por ejemplo, John Stuart Mill publicó El Sometimiento de la Mujer en 1869, una
denuncia pública de la subordinación de la mujer que tuvo un gran impacto.39

En la actualidad, luego de una lucha social con la iniciativa y el apoyo de la comunidad


internacional se ha logrado cerrar la brecha entre los derechos y oportunidades que
poseen tanto hombres como mujeres. Partiendo desde el principio de igualdad el cual
contempla que en igualdad de condiciones el trato debe de ser el mismo, sin embargo,
cuando no existe un balance equitativo resulta necesario practicar un trato acorde a la
necesidad de cada una de las partes.

2.10 Problemática en la actualidad


Las Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como "todo acto de violencia
de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o
psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la
privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la
privada".

Las estimaciones más precisas de la prevalencia de la violencia de pareja y la violencia


sexual en entornos sin conflictos son las proporcionadas por encuestas poblacionales
basadas en el testimonio de las víctimas. En el primer Estudio multipaís de la OMS
sobre salud de la mujer y la violencia doméstica, realizado en 2005 en 10 países, en su
mayoría de renta media y baja, se observó que en las mujeres de 15 a 49 años entre el
15% de ellas en el Japón y el 71% en Etiopía referían haber sufrido a lo largo de su vida
violencia física o sexual perpetrada por su pareja entre un 0,3% y un 11,5% referían
haber sufrido violencia sexual perpetrada por alguien que no era su pareja después de
cumplidos 15 años; la primera experiencia sexual había sido forzada en muchos casos

39
Op, Cit. Díez Minguela Alfonso.

35
(17% de las mujeres en la Tanzania rural, 24% en el Perú rural y 30% en zonas rurales
de Bangladesh indicaron que su primera experiencia sexual había sido forzada).

En un análisis reciente hecho por la OMS, la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de


Londres y el Consejo de Investigaciones Médicas, basado en los datos de más de 80
países, el 35% de las mujeres han sufrido violencia física o sexual por parte de su
pareja o violencia sexual por terceros. La mayor parte de esta violencia corresponde a
la ejercida por la pareja. A nivel mundial, cerca de un tercio (30%) de las mujeres que
han tenido una relación de pareja han sufrido violencia física y/o sexual por parte de su
pareja. En algunas regiones la cifra es mucho mayor. Un 38% de los asesinatos de
mujeres que se producen en el mundo son cometidos por su pareja.

La violencia de pareja y la violencia sexual son perpetradas en su mayoría por hombres


contra mujeres y niñas. El abuso sexual infantil afecta a niños y niñas. En los estudios
internacionales realizados, aproximadamente el 20% de las mujeres y el 5%-10% de los
hombres refieren haber sido víctimas de violencia sexual en la infancia. La violencia
entre los jóvenes, que incluye también la violencia de pareja, es otro gran problema.

2.11 Definiciones relevantes


Definiciones de suma importancia relacionadas con el presente tema, enfocada a
determinar el significado de conceptos de suma importancia en la violencia en contra de
la mujer en todas sus manifestaciones, dentro de los cuales se pueden destacar:
a) Violencia de Género.
“Está directamente vinculada a la desigual distribución del poder y a las relaciones
asimétricas que se establecen entre varones y mujeres en nuestra sociedad, que
perpetúan la desvalorización de lo femenino y su subordinación a lo masculino. Lo que
diferencia a este tipo de violencia de otras formas de agresión y coerción es que el
factor de riesgo o de vulnerabilidad es el solo hecho de ser mujer”40.
b) Clases de Violencia de Genero.

40
Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Nieves Rico, Mujer y Desarrollo, Violencia de Género: Un Problema de
Derechos Humanos, Julio1996, https://www.cepal.org/es/publicaciones/5855-violencia-genero-un-problema-derechos-humanos, 7
de enero año 2017.

36
“Física. Esta es la forma más evidente de violencia. La que se emplea contra el cuerpo
de la mujer produciendo dolor, daño o riesgo de producirlo y cualquier otra forma de
maltrato agresión que afecte su integridad física.

Psicológica. Es una forma de abuso que no utiliza la violencia física, pero produce
cicatrices muy dolorosas. Causa daño emocional, disminución de la autoestima y
perjudica el pleno desarrollo personal. Por ejemplo, cuando una persona descalifica,
desvaloriza o humilla a una mujer, en la intimidad o frente a otras personas. Incluye
también la culpabilización, vigilancia constante, limitación del derecho de circulación o
cualquier otro medio que cause perjuicio a su salud psicológica.

Sexual. Cualquier acción que implique la vulneración en todas sus formas, con o sin
acceso genital, del derecho de la mujer de decidir voluntariamente acerca de su vida
sexual o reproductiva a través de amenazas, coerción, uso de la fuerza o intimidación,
incluyendo la violación dentro del matrimonio o de otras relaciones vinculares o de
parentesco, exista o no convivencia, así como la prostitución forzada, explotación,
esclavitud, acoso, abuso sexual y trata de mujeres.

Económica y patrimonial. Se produce cuando a la mujer se le niega el dinero


necesario para satisfacer las necesidades básicas de supervivencia de la familia,
especialmente de los hijos, o bien cuando una persona presiona a la mujer para que le
entregue su dinero, bajo amenaza de daño físico o emocional.

Simbólica. La que a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o


signos transmita y reproduzca dominación, desigualdad y discriminación en las
relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad”41.

c) Violencia de Genero en la Mujer.


Las Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como: “todo acto de violencia
de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o
psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la

41
AVON Fundación para la mujer, Martín Rodríguez, Tipos de violencia de género, Argentina, 2015, https://www.fundacion
avon.org.ar/tipos-de-violencia-domestica/, 12 de enero 2017.

37
privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la
privada”42.
2.12 Causas que originan la violencia contra las mujeres.
Como ya se ha indicado anteriormente a lo largo de la historia de la humanidad se ha
hecho presente la violencia y discriminación contra la mujer, por diversas razones y
casusas que se analizaran a continuación.
2.12.1 Machismo, cultura patriarcal y violencia: Se ha identificado que el machismo,
el racismo y la cultura patriarcal como bases sobre las que se configuró el Estado de
Guatemala, son factores determinantes de la violencia contra las mujeres indígenas. De
acuerdo con la cultura patriarcal, enraizada en la sociedad guatemalteca desde la
colonización, las mujeres son vistas como seres inferiores y la atención o actuación
institucional hacia ellas se brinda en segundo orden, debido a que el hombre es quien
decide.

Las mujeres participantes en el estudio hacen referencia a que los jueces son hombres
y son quienes toman las decisiones sobre las problemáticas de las mujeres indígenas,
lo que contribuye a la incomprensión de derechos específicos de las mujeres. La
impunidad en que quedan las violaciones a los derechos humanos delas mujeres
propicia también condiciones de vulnerabilidad en las mujeres indígenas, provocando el
riesgo de una cultura del silencio ante la imposibilidad de encontrar respuestas a la
problemática que enfrentan. Además, esta indiferencia conlleva el riesgo de que los
comportamientos sean repetidos por las sucesivas generaciones.

El fenómeno de la violencia se encuentra extendido actualmente en muchas


comunidades indígenas en las que existe mayor valoración del hombre expresada en
términos cualitativos y de ejercicio de derechos. Por lo tanto, los hombres tienen
mayores privilegios que las mujeres indígenas, que son retroalimentados por prácticas
sociales y culturales, inclusive las ejercidas y promovidas por las mismas mujeres.

42
Organización Mundial de la salud, Violencia contra la Mujer, 29 de noviembre de 2017
http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs239/es/, 15 de diciembre de 2017.

38
2.12.2 Racismo y violencia: El prejuicio racial y la discriminación van de la mano. El
primero se refiere a las opiniones o las actitudes mantenidas por los miembros de un
grupo respecto a otro, implica sostener puntos de vista preconcebidos sobre los
individuos de un grupo, basado con frecuencia en habladurías más que sobre pruebas
directas, perspectivas que son reacias al cambio incluso frente a nuevas
informaciones.43

La Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de


Discriminación Racial (Art. 1) expresa que: discriminación racial denotará toda
distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en motivos de raza, color, linaje u
origen nacional o étnico que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el
reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos
y libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural o en
cualquier otra esfera de la vida política.

2.13 Formas efectivas de prevención

2.13.1 Ratificar los tratados internacionales y regionales: cuyo fin se dirija a la


protección de los derechos de las mujeres y de las niñas, y garantizar que las leyes y
los servicios nacionales observen las normas internacionales en materia de derechos
humanos.

2.13.2 Adoptar y cumplir las leyes: para poner fin a la impunidad, juzgar a los
culpables de violencia contra las mujeres y las niñas, y otorgar reparaciones y
soluciones a las mujeres por las violaciones de que fueron víctimas.

2.13.3 Crear planes nacionales y locales de acción: para poner fin a la violencia
contra las mujeres y las niñas en todos los países, que logren reunir al gobierno, a las
organizaciones de mujeres y a otras organizaciones de la sociedad civil, a los medios

43
Giddens, Anthony. “Sociología”, Madrid, España, Alianza Editorial. Año 2000, Pág. 281.

39
de comunicación y al sector privado en un frente coordinado y colectivo que luche
contra dichas violaciones de los derechos humanos.

2.13.4 Hacer que la justicia sea accesible para las mujeres y las niñas:
brindándoles servicios jurídicos y especializados gratuitos, y aumentando la cantidad de
mujeres en los cuerpos de policía y en los principales servicios, así como realizar
campañas de educación, masiva en relación a los derechos de las mujeres y crear una
cultura de no tolerancia a la violencia contra la mujer en todas sus manifestaciones.

2.13.5 Poner fin a la impunidad frente a la violencia sexual en los conflictos:


juzgando a los culpables en contextos de conflicto y de post conflicto y respetando el
derecho de las supervivientes a los programas globales de reparaciones que no creen
estigmatización y que tengan un impacto de transformación sobre la vida de las mujeres
y de las niñas para que alcancen a comprender, entender y hacer suyos los derechos
que garantizan y protegen la integridad física y psicológica de la mujer.

2.13.6 Garantizar el acceso universal a los servicios esenciales: siendo, como


mínimo, las necesidades urgentes e inmediatas de las mujeres y de las niñas atendidas
mediante líneas de emergencia gratuitas que trabajen las 24 horas, contando con
intervenciones rápidas para su seguridad y protección, con viviendas y refugios seguros
para ellas y sus hijos, con un seguimiento y apoyo psicosocial, con cuidados post
violación, y con una ayuda jurídica gratuita para que comprendan sus derechos y
opciones.

2.13.7 Brindar formación a aquéllos que trabajan en los servicios esenciales:


especialmente la policía, los abogados y los jueces, los trabajadores sociales y el
personal de salud, de modo que se garantice el cumplimiento de normas y protocolos
de calidad. Los servicios tienen que ser confidenciales, sensibles y adecuados a las
mujeres supervivientes o victimas de violencia en cualquiera de sus manifestaciones.

40
2.13.8 Otorgar recursos públicos adecuados: para ejecutar las leyes y políticas
existentes, reconociendo el costo y las consecuencias devastadoras de la violencia
contra las mujeres, no sólo por las vidas que han sido directamente afectadas, sino para
la sociedad y la economía en general, así como en relación a los presupuestos
públicos.

2.13.9 Recopilar, analizar y difundir la información nacional: en materia de la


prevalencia, las causas y las consecuencias de la violencia contra las mujeres y las
niñas, de los perfiles de las supervivientes y de los culpables, y de los progresos y
carencias en la implementación de las políticas, los planes y las leyes nacionales.

2.13.10 Invertir en la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las


mujeres: para enfrentar las causas de base de la violencia contra las mujeres y las
niñas. Las áreas estratégicas son la educación secundaria de las niñas, el hacer
avanzar la salud y los derechos reproductivos de las mujeres, el atender las relaciones
internas de la violencia con el VIH y el SIDA, y el aumentar la participación y el
liderazgo político y económico de las mujeres. La igualdad entre los géneros y la
erradicación de la violencia contra las mujeres deben situarse firmemente en el centro
del logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

2.13.11 Mejorar la autonomía económica de las mujeres: garantizando los derechos


de las mujeres a poseer tierras y propiedades, a la herencia, a una paga igual por un
trabajo igual, y a un empleo seguro y decente. Las oportunidades económicas y
laborales desiguales en detrimento de las mujeres son un factor primordial que perpetúa
su permanencia en situaciones de violencia, explotación y abuso.

2.13.12 Aumentar la conciencia pública y la movilización social: para poner fin a la


violencia contra las mujeres y las niñas, y para permitir a las mujeres y a las niñas que
son víctimas de violencia romper el silencio y buscar justicia y apoyo. Esto basado en
una cultura de educación y apoyo de la sociedad, principalmente enfocado a buscar el
conocimiento de la mujer de los derechos que le asisten y protegen así como del

41
conocimiento de los tipos penales que castigan las conductas enfocadas a ejercer
violencia contra la mujer.

2.13.13 Involucrar a los medios de comunicación de masas: en la creación de una


opinión pública y en poner en tela de juicio las normas de género perjudiciales que
perpetúan la violencia contra las mujeres y las niñas, para crear una efectiva cultura de
protección a la mujer en condiciones de igualdad de género.

2.13.14 Trabajar para y con los jóvenes en tanto que defensores del cambio: para
poner fin a la violencia contra las mujeres y garantizar que el sistema educativo
empodere a las niñas y a los niños de modo de transformar y establecer relaciones de
género basadas en la armonía, el respeto mutuo y la no violencia, considerando que la
igualdad de género y la discusión de la existencia de machismo o de leyes
sobreprotectoras de la mujer, solo surge si hay conflicto en la pareja, por lo tanto en una
relación de armonía, comprensión, tolerancia y amor no existirían tales controversias.

2.13.15 Motivar a los hombres y a los niños: de todas las edades y de todos los
estratos sociales para que se manifiesten en contra de la violencia contra las mujeres y
las niñas, de modo que alienten la igualdad y la solidaridad entre los géneros, tomando
en cuenta que la educación es hereditaria de alguna manera y el niño ve un ejemplo en
el padre y si le fomenta una cultura de violencia, muy probablemente si no se educa a
tiempo la replicara en un futuro con su pareja.

2.13.16 Realizar una donación al Fondo Fiduciario de la ONU para poner fin a la
violencia contra las mujeres: que es el único fondo de subsidios en el mundo
dedicado exclusivamente a canalizar las experiencias y el apoyo financiero a los
esfuerzos nacionales, locales y comunitarios de erradicación de la violencia contra las
mujeres.

2.14 Fomentar la cultura de denuncia.

42
Para analizar el significado del término denuncia, se hace necesario establecer su
origen etimológico, y este lo encontramos en el latín. Está conformado por tres partes
latinas claramente diferenciadas que lo atestiguan: el prefijo de-, “privación”; el verbo
nunciare, que es sinónimo de “hacer saber”; y el sufijo –ia, que equivale a “cualidad”;
Cultura es el conjunto de conocimientos, ideas, tradiciones y costumbres que
caracterizan a un pueblo, a una clase social o a una época.

De lo anterior expuesto se puede deducir que cultura de denuncia es la acción y efecto


de denunciar (avisar, noticiar, declarar la irregularidad o ilegalidad de algo, delatar),
englobando la intención clara de realizar el acto, sin temor, y un mecanismo de defensa
de un derecho violentado. Que es aceptado y respaldado por la sociedad.

Ahora bien, en referencia a delitos en contra de la mujer, y que ellas deben denunciar.
El primer factor necesario para que se concrete la acción de denuncia es conocer la ley
(que protege los aspectos inalienables a su persona principalmente en las relaciones
desiguales de poder); abarcando completamente el primer punto en relación de
prioridad el segundo factor necesario es que existan entidades y organizaciones a las
cuales puedan avocarse para denunciar, si bien en cierto ya existen algunas como la
Policía Nacional Civil, la Defensoría de la Mujer Indígena,

El Ministerio Público y Juzgados y Tribunales preestablecidos específicamente para


conocer esta problemática. Colisiona con la inefectividad de las investigaciones y
acusaciones, la dependencia económica que afrontan la mayoría de mujeres para cubrir
las necesidades básicas de su hogar y el temor infundado por una cultura guatemalteca
machista. El tercer factor fundamental es el respaldo de la sociedad, la necesidad de
una sociedad unida, con un ideal más equitativo (no igualitario, porque la igualdad
significa: lo mismo para todos mentiras que la equidad comprende dar a todos lo
necesario para que sus oportunidades sean iguales) cuyo objetivo sea eliminar las
asimetrías existentes no solo entre clases sociales sino también entre hombres y
mujeres.

43
2.15 Instituciones, entes u organizaciones que protegen a las mujeres.
Los principales medios de protección instaurados y ratificados por Guatemala en
defensa de los derechos humanos de las mujeres como mecanismos institucionales de
promoción y protección son:

a) La Defensoría de la Mujer Indígena: Se crea mediante Acuerdo Gubernativo No.


525-99 de julio 19 de 1999, adscrita a la Comisión Presidencial Coordinadora de la
Política del Ejecutivo en materia de Derechos Humanos –COPREDEH–; con capacidad
de gestión administrativa, técnica y financiera, con el fin de atender las particulares
situaciones de vulnerabilidad, indefensión y discriminación de la mujer indígena, para lo
cual deberá promover las acciones de la defensa y pleno ejercicio de sus derechos.
Esta defensoría tiene su origen en el Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los
Pueblos Indígenas, el Gobierno de la República, asumió el compromiso de crear una
Defensoría de la Mujer Indígena, en la que deben participar representantes de las
mujeres, y que esta Defensoría deberá incluir entre otros servicios el de Asesoría
Jurídica y Servicio Social.

Secretaría Presidencial de la Mujer: (SEPREM), creada según acuerdo gubernativo


2000-2000, cuya misión es promover con la participación de las instituciones del
Estado, organizaciones y agrupaciones de mujeres de la sociedad civil, el desarrollo
integral de las mujeres, impulsando políticas públicas y el cumplimiento de los
preceptos constitucionales, leyes ordinarias, acuerdos de paz y compromisos adquiridos
por el gobierno en convenios y convenciones internacionales relativo a las mujeres.

Coordinadora Nacional para la Prevención de la Violencia Intrafamiliar:


(CONAPREVI). Se instauro por decreto gubernativo No.831-2000, constituye una
instancia coordinadora, asesora e impulsora de políticas relativas a reducir la violencia
Intrafamiliar y la violencia contra la mujer, teniendo en su mandato lo preceptuado por la
CEDAW.

44
La Oficina Nacional de la Mujer: -ONAM- se ha logrado mantener como uno de los
escasos mecanismos dentro del Estado, pese a las limitaciones institucionales
relacionados a programas de avance de las mujeres y equidad de género.
Cabe resaltar que el Estado de Guatemala ha implementado instrumentos de protección
como medidas afirmativas para el desarrollo integral de las mismas, no obstante se
hace necesario crear una cultura desde el hogar, la cual debe tener como eje central la
enseñanza y practica de los principios y valores de dignificación entre sus integrantes y
en especial en pro de la defensa de la mujer, ya que es en este escenario en el que se
originan las relaciones de convivencia social de los seres humanos.

2.16 Situación actual en Guatemala


Actualmente Guatemala, como otros países de la región ha sido severamente marcada
como países con altos índices de criminalidad, delitos comunes que atentan contra la
vida, dentro de estos delitos se puede destacar los altos índices de femicidios que se
cometen día con día y que la preocupación de los mismos ha trascendido a esferas
internacionales siendo el caso que se han creado órganos especializados para dar
protección y efectiva justicia a la mujer, esto ha quedado plasmado en diversos tratados
internacionales en materia de derechos humanos que se enfocan en proteger
directamente a la mujer. Ante esta situación se han creado órganos jurisdiccionales
especializados como juzgados de primera instancia penal, que conocen delitos única y
exclusivamente de femicidio y otras formas de violencia contra la mujer, con la misma
finalidad se han creado tribunales de sentencia penal especializados en juzgar delitos
de femicidio y otras formas de violencia contra la mujer, es importante resaltar que a su
vez existen fiscalías que investigan exclusivamente los delitos que se comenten en
contra de la mujer, fiscalías especializadas y proporcionar un servicio adecuado e
íntegro a mujeres que son víctimas de delitos contemplados en la ley de femicidio y
otras formas de violencia contra la mujer.
Por lo tanto actualmente el Estado de Guatemala por medio de los órganos de justicias
y de los sectores que intervienen en la aplicación de la ley penal ha enfocado sus
esfuerzos en alcanzar una aplicación de la sanción penal a los hombres que de una u
otra forma ejercen acciones de violencia de genero que están tipificadas en la ley penal.

45
CAPÍTULO III
NORMATIVA NACIONAL QUE PROTEGE A LAS MUJERES

3.1 Antecedentes
Un Marco Legal es el marco normativo que sustenta legalmente los avances en materia
de derechos humanos de las mujeres que ha logrado consolidarse en Guatemala como
consecuencia de las luchas de las organizaciones de mujeres, feministas y
organizaciones de derechos humanos.
La Constitución Política de la República de Guatemala, establece en el artículo 46, la
preeminencia del derecho internacional en materia de derechos humanos sobre el
derecho interno, lo cual se reafirma en la Ley de Amparo, Exhibición Personal y
Constitucionalidad, artículo 3 y en la ley del Organismo Judicial, artículo 9. Sin embargo,
existe una sentencia la Corte de Constitucionalidad que al respecto señala: “El hecho
de que la Constitución haya establecido esa supremacía sobre el derecho interno debe
entenderse como su reconocimiento a la evolución que en materia de derechos
humanos se ha dado y tiene que ir dando, pero su jerarquización es la de ingresar al
ordenamiento jurídico con carácter de norma constitucional que concuerde con su
conjunto, pero nunca con potestad reformadora y menos derogatoria de sus preceptos
por la eventualidad de entrar en contradicción con normas de la propia Constitución” El
artículo 46 jerarquiza los derechos humanos con rango superior a la legislación
ordinaria o derivada, pero no puede reconocérsele ninguna superioridad sobre la
Constitución, lo cual está contenido en la Gaceta No. 18 Expediente No. 280-90 pág. 99

46
Sentencia 19-10-90. Con base a la jurisprudencia asentada por la Corte de
Constitucionalidad, que tiene la facultad de interpretación de la norma constitucional, se
sienta el criterio sobre el rango que tienen los convenios internacionales en materia de
derechos humanos, tal es el caso de la Convención Belem do Pará.
La cual, a la luz de la jurisprudencia asentada por la Corte de Constitucionalidad, a
pesar de tener rango de ley constitucional, debe ser desarrollada a través de leyes
internas, para el reconocimiento y aplicación de los derechos humanos de las mujeres
que resguarda. Lo cierto es que actualmente se están construyendo criterios
interpretativos por la propia Corte de constitucionalidad, que incluso se llega a afirmar
que una norma ordinaria que proteja de menor manera un derecho tiene preferencia
incluso sobre una norma constitucional, porque el criterio que se aplica es el de mejor
protección de un derecho, aunque naturalmente esta norma ordinaria no debe de
contradecir a la Constitución, sino que debe de proteger de mejor manera un derecho
constitucionalmente declarado pero que la norma ordinaria mejora su protección.
Utilizando este criterio una norma convencional de origen internacional que proteja de
mejor forma que la Constitución Política de la Republica un derecho declarado y
garantizado por esta, tendrá preferencia sobre la norma constitucional.

A nivel internacional, la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de


Discriminación contra la Mujer por siglas en inglés CEDAW, y la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, más
conocida como Belém.

3.1.1 La Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra


la Mujer. CEDAW (1981) Ratificada por Estado Guatemalteco mediante Decreto Ley 49-
82, establece que “La Declaración Universal de Derechos Humanos que reafirma el
principio de la no discriminación y proclama que todos los seres humanos nacen libres e
iguales en dignidad y derechos y que toda persona puede invocar todos los derechos y
libertades proclamadas en esa declaración, sin distinción alguna y por ende, sin
distinción de sexo” (REDNOVI.1999:7). 14 En el Artículo 1 establece: A los efectos de la
presente Convención, la expresión “discriminación contra la mujer” denotará toda

47
distinción, exclusión o restricción basada en el sexo que tenga por objeto o por
resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer,
independientemente de su estado civil, sobre la base de la igualdad del hombre y la
mujer, de los derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas política,
económica, social, cultural y civil o en cualquier otra esfera. Los 30 artículos que
conforman dicha Convención definen mecanismo orientados a la eliminación de todas
las formas de discriminación contra la mujer. En su artículo 2 establece que: “los
Estados parte condenan la discriminación contra la mujer en todas sus formas,
convienen en seguir por todos los medios apropiados y sin dilaciones una política
encaminada a eliminar la discriminación contra la mujer”.44

3.1.2 Protocolo Facultativo de la CEDAW (1999) Debido a que en la Convención de la


CEDAW no se incluyeron aspectos sustantivos importantes para la debida aplicación de
la misma, el movimiento internacional de feministas y 15 mujeres impulsaron la
elaboración de un Protocolo Facultativo para propiciar la implementación de este
instrumento. El Protocolo, crea el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra
la Mujer. Guatemala ratificó el Protocolo Facultativo el 30 de abril del 2002 publicado en
el Diario de Centro América el 17 de Septiembre del mismo año. Establece que los
Estados parte deberán enviar informes al Comité de la CEDAW, con el fin de examinar
los progresos realizados en la aplicación de la presente Convención y el progreso
realizado en este sentido, cada cuatro años o cuando el Comité lo solicite. El Estado de
Guatemala envía sus respectivos informes de los cuales ha recibido las
recomendaciones y observaciones que está obligado a cumplir. Además, existe la
posibilidad de elaborar informes alternativos por parte de las organizaciones de mujeres
do Pará por el lugar en que fue suscrita, han posibilitado la armonización del marco
legal nacional para la defensa de los derechos humanos de las mujeres.

3.1.3 Recomendación General 19, Adoptada por el Comité de la CEDAW (1994) En las
observaciones generales, se incluye lo siguiente: “6. El artículo 1 de la Convención

44
Asamblea General de las Naciones Unidas, Convención Internacional Para Eliminar Todas las Formas de Discriminación Contra
la Mujer, 3 de septiembre de 1981.

48
define la discriminación contra la mujer. Esa definición incluye la violencia basada en el
sexo, es decir, la violencia dirigida contra la mujer porque es mujer o que la afecta en
forma desproporcionada. Incluye actos que infligen daños o sufrimientos de índole
física, mental o sexual, amenazas de cometer esos actos, coacción y otras formas de
privación de la libertad. La violencia contra la mujer puede contravenir disposiciones de
la Convención, sin tener en cuenta si hablan expresamente de violencia” “La violencia
contra la mujer, que menoscaba o anula el goce de sus derechos humanos y sus
libertades fundamentales en virtud del derecho internacional o de los diversos
convenios de derechos humanos, constituye discriminación, como la define el artículo 1
de la Convención. Esos derechos y libertades comprenden: a) El derecho a la vida b) El
derecho a no ser sometido a torturas o tratos o penas crueles inhumanos o
degradantes. c) El derecho a protección en condiciones de igualdad con arreglo a
normas humanitarias en tiempo de conflicto armado internacional o interno. d) El
derecho a la libertad y a la seguridad personales e) El derecho a igualdad ante la ley f)
El derecho a igualdad en familia g) El derecho al más alto nivel posible de salud física y
mental h) El derecho a condiciones de empleo justas y favorables”.

3.1.4 Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (1993). Esta


Declaración de la Asamblea General de Naciones Unidas celebrada en diciembre de
1993, señala que la violencia contra las mujeres no sólo constituye una violación a los
derechos humanos, sino que además es una manifestación de las relaciones de poder
históricamente desiguales entre las mujeres y hombres. Define la violencia contra las
mujeres como: “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que
tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico
para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación
arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”.
Además, en su Artículo 4 establece que: “los Estados Parte deben condenar la violencia
contra la mujer y no invocar ninguna costumbre, tradición o consideración religiosa para
eludir su obligación de procurar eliminarla.
Los Estados deben aplicar por todos los medios apropiados y sin demora una política
encaminada a eliminar la violencia contra la mujer”. Con este fin, (entre otros) deberán:

49
- “Establecer, en la legislación nacional, sanciones penales, civiles, laborales y
administrativas, para castigar y reparar los agravios infligidos a las mujeres que sean
objeto de violencia; debe darse a éstas acceso a los mecanismos de la justicia y, con
arreglo a lo dispuesto en la legislación nacional, a un resarcimiento justo y eficaz por el
daño que hayan padecido; los Estados deben además informar a las mujeres de sus
derechos a pedir reparación por medio de esos mecanismos”; - “Considerar la
posibilidad de elaborar planes de acción nacionales para promover la protección de la
mujer contra toda forma de violencia o incluir disposiciones con ese fin en los planes
existentes, teniendo en cuenta, según proceda, la cooperación que puedan
proporcionar las organizaciones no gubernamentales, especialmente las que se ocupan
de la cuestión de la violencia contra la mujer”; - “Elaborar, con carácter general,
enfoques de tipo preventivo y todas las medidas de índole 16 jurídica, política,
administrativa y cultural que puedan fomentar la protección de la mujer contra toda
forma de violencia, y evitar eficazmente la reincidencia en la victimización de la mujer
como consecuencia de leyes, prácticas de aplicación de la ley y otras intervenciones
que no tengan en cuenta la discriminación contra la mujer”; -
“Consignar en los presupuestos del Estado los recursos adecuados para sus
actividades relacionadas con la eliminación de la violencia contra la mujer”; - “Promover
la investigación, recoger datos y compilar estadísticas, especialmente en lo
concerniente a la violencia en el hogar, relacionadas con la frecuencia de las distintas
formas de violencia contra la mujer, y fomentar las investigaciones sobre las causas, la
naturaleza, la gravedad y las consecuencias de esta violencia, así como sobre la
eficacia de las medidas aplicadas para impedirla y reparar sus efectos; se deberán
publicar esas estadísticas, así como las conclusiones de las investigaciones”.

3.2 Finalidad
Tal y como se ha analizado anteriormente las diversas normas de carácter nacional
como internacional que buscan la protección a la mujer y que sancionan la violencia de
género en sus diversas manifestaciones han surgido como consecuencia de la violencia
que se ha ejercido sobre la mujer por parte del hombre a lo largo de la historia desde
las primeras agrupaciones de seres humanos y que actualmente todavía se hace

50
presente en algunas culturas que aún conservan en su creencia que la mujer debe de
ser sumisa ante el hombre y ante esas creencias han ejercido violencia sobre la mujer,
en el mismo orden de ideas existen culturas que sus sistema normativo apegado a
principios de derechos humanos han reconocido la igualdad de género, pero que los
altos índices de criminalidad en contra de la mujer han conllevado a la necesidad de
crear normas y órganos de justicia especiales que brinden una especial protección a la
mujer ante la violencia de género, por lo tanto al ser un mal social que afecta al Estado
la finalidad de las diversas normas de carácter nacional e internacional de dar
protección especial a la mujer contra la violencia de género en todas sus
manifestaciones es erradicar este mal social y crear una cultura de igualdad y respeto a
la mujer.

3.3 Aplicación actual


3.3.1 Ámbito Internacional:
3.1.1.1 Declaración y Programa de Acción de Viena (1993). En 1993 se realizó en Viena
la Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos, en la cual los Estados Parte
reafirmaron los principios generales de la Declaración de los Derechos Humanos,
adoptaron la Declaración y el Programa de Acción de Viena y reconocieron con firmeza
que la violencia contra las mujeres y las niñas constituye una severa violación a los
derechos humanos, en el ámbito público y privado. Asimismo, declaran que los
derechos de las mujeres son derechos humanos. Un aspecto relevante de la Comisión
de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, es que en 1994 nombró a la Doctora
Radhika Coomaraswamy como la Primera Relatora Especial sobre la Violencia contra la
Mujer, sus Causas y Consecuencias, con un mandato que le permite recibir denuncias e
iniciar investigaciones sobre violencia contra las mujeres en todos los países miembros
de Naciones Unidas, como la realizada al Estado de Guatemala en 2004 a solicitud de
CONAPREVI, su Informe de Misión a Guatemala está dirigido al Estado, Cooperación,
medios de comunicación, organizaciones de mujeres, y en especial al Sistema de
Naciones Unidas.

51
3.1.1.2 Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
contra la Mujer (Belém do Pará) (1994). Esta Convención, llamada también Belem do
Pará, fue impulsada por la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) de la
Organización de Estados Americanos (OEA) en junio de 1994. El Estado Guatemalteco
la ratificó y la aprobó por medio del Decreto 69-94, el cual entró en vigencia en enero de
1995. Creada específicamente para prevenir, sancionar, atender y erradicar la violencia
contra las mujeres.
En la misma, se define la violencia contra la mujer como “cualquier acción o conducta,
basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico
a la mujer tanto en el ámbito público como en el privado” (artículo 1); asimismo,
reconoce que la 17 violencia también puede ser “perpetrada o tolerada por el Estado o
sus agentes, donde quiera que ocurra” (Artículo 2, inciso c). Obliga a todos los Estados
Parte que la hayan ratificado a adoptar políticas orientadas a: Abstenerse de cualquier
acción o práctica de violencia contra la mujer (…); a) Actuar con la debida diligencia
para prevenir, investigar y sancionar la violencia contra la mujer; b) Incluir en su
legislación interna normas penales, civiles y administrativas, así como otras que sean
necesarias para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer (…); c)
Adoptar medidas jurídicas para conminar al agresor a abstenerse de hostigar, intimidar,
amenazar, dañar o poner en peligro la vida de la mujer de cualquier forma (…); d)
Tomar todas las medidas apropiadas (…) para modificar o abolir leyes y reglamentos
vigentes o para modificar prácticas jurídicas o consuetudinarias que respalden la
persistencia o la tolerancia de la violencia contra la mujer; e) Establecer procedimientos
legales justos e eficaces para la mujer víctima de violencia (…) ; f) Establecer los
mecanismos judiciales y administrativos necesarios para asegurar que la mujer objeto
de violencia tenga acceso efectivo a resarcimiento, y g) Adoptar las disposiciones
legislativas o de otra índole que sean necesarias para hacer efectiva esta Convención
(Artículo 7). El Artículo 12 otorga a cualquier persona, grupo de personas u ONG el
derecho de presentar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
peticiones que contengan denuncias o quejas de violación del Artículo 7 de la
Convención por un Estado Parte. La Convención también exige que los estados
signatarios adopten “progresivamente medidas específicas”, incluido programas para

52
fomentar el conocimiento y la observancia del derecho de la mujer a una vida libre de
violencia, modificar los patrones socioculturales de conducta, fomentar la educación y
capacitación del personal en la administración de justicia (incluida la policía), suministrar
servicios especializados a la mujer objeto de violencia, entre otros programas (Artículo
8).

3.1.1.3 Programa de Acción Regional para las Mujeres de América Latina y el Caribe
(1994). Aprobada durante la Conferencia Preparatoria de la Conferencia Mundial de la
Mujer, celebrada en Mar de Plata Argentina en septiembre 1994, en su área V
Derechos Humanos, Paz y Violencia, fija 3 objetivos: 1) Consolidar el pleno respeto de
los derechos humanos de las mujeres en la región, en un marco que otorgue prioridad a
la eliminación de la violencia y de la discriminación en virtud del sexo. 2) promover
acciones que vuelvan visible todos los tipos y formas de violencia contra las mujeres y
que conduzcan a su eliminación. 3) sensibilizar a los medios de comunicación sobre el
impacto de la difusión de la cultura de la violencia con el objeto de erradicar la imagen
de las mujeres que en ellas se presenta la cual es producto de la discriminación.
(REDNOVI.1999:7).

3.1.1.4 Declaración y Plataforma de Acción de la Conferencia Mundial de la Mujer de


Beijing (1995). En 1995 se llevó a cabo la IV Conferencia Internacional sobre la Mujer
en Beijing. La Declaración emanada de dicha Conferencia se orienta al logro de la
igualdad entre hombres y mujeres y a la protección de los derechos de éstas últimas,
constituyéndose en una orientación para los gobiernos, aunque su concreción depende
en importante medida de la voluntad política. Específicamente sobre la violencia contra
las mujeres, la plataforma señala que este fenómeno se deriva de pautas culturales en
particular de tradiciones y costumbres dañinas para las mujeres; de esfuerzos
inadecuados de parte de las autoridades para prevenirla y hacer cumplir o fomentar la
legislación al respecto, de la ausencia de educación sobre las causas y consecuencias,
del uso negativo de la imagen de la mujer en los medios de comunicación, entre otros
factores. Plantea la necesidad de implementar medidas para prevenir y erradicar la
violencia contra las mujeres, estudiar las causas y consecuencias, así como las

53
medidas de prevención, eliminar la trata de mujeres y prestar asistencia a las víctimas
derivadas de la prostitución y la trata de mujeres.

3.1.2 Ámbito Nacional


3.1.2.1 Constitución Política de la República (1985). La misma determina principios y
derechos fundamentales para los habitantes de la república. El Artículo 2 habla sobre
los Deberes del Estado y menciona: “Es deber del Estado garantizarle a los habitantes
de la República la vida, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integral de la
persona”. Artículo 3, Derecho a la Vida. “El Estado garantiza y protege la vida humana
desde su concepción, así como la integridad y la seguridad de la persona. Artículo 4.
Libertad e Igualdad. En Guatemala todos los seres humanos son libres e iguales en
dignidad y derechos. El hombre y la mujer cualquiera que sea su estado civil, tiene
iguales oportunidades y responsabilidades. Ninguna persona puede ser sometida a
servidumbre ni a otra condición que menoscabe su dignidad”. Artículo 46.
“Preeminencia del Derecho Internacional. Se establece el principio general que en
materia de derechos humanos, los tratados y convenciones aceptados y ratificados por
Guatemala, tienen preeminencia sobre el derecho interno.

3.1.2.2 Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad (1986) Decreto 1-


86. Artículo 3. “Supremacía de la Constitución. La Constitución prevalece sobre
cualquier ley o tratado. No obstante, en materia de derechos humanos los tratados y
convenciones aceptados y ratificados por Guatemala prevalecen sobre el derecho
interno”. 19 1.2.2.3 Ley del Organismo Judicial (1989) Decreto 2-89. Artículo 9.
“Supremacía de la Constitución y Jerarquía Normativa. Los Tribunales observarán
siempre el principio de jerarquía normativa y de supremacía de la Constitución Política
de la República, sobre cualquier ley o tratado, salvo los tratados o convenciones sobre
derechos humanos, que prevalecen sobre el derecho interno. Las leyes o tratados
prevalecen sobre los Reglamentos, carecen de validez las disposiciones que
contradigan una norma de jerarquía superior”. Salvo el criterio interpretativo actual de la
mejor forma de proteger un derecho al que ya se ha hecho.

54
3.1.2.3 Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Intrafamiliar (1996)
Aprobada mediante Decreto 97-96, esta ley regula la aplicación de medidas de
protección necesarias para garantizar la vida, integridad, seguridad y dignidad de las
víctimas de violencia intrafamiliar. Asimismo, tiene como objetivo brindar protección
especial a mujeres, niños, niñas, jóvenes, ancianos y ancianas y personas
discapacitadas. Tomando en consideración las situaciones específicas de cada caso.
Esta ley es la primera aprobada en Guatemala para proteger a las personas que sufren
violencia en sus hogares, no obstante no recoge el espíritu de la Convención Belém do
Pará que protege directamente a las mujeres de la violencia en su contra en todos los
ámbitos de ocurrencia, la cual sirvió de fuente formal para su creación. 3 Esta es una
ley neutral, que fue aprobada tanto para hombres como para mujeres, pese a
observarse en los datos estadísticos que la direccionalidad de la violencia en el ámbito
intrafamiliar es hacia las mujeres. Esta ley es un recurso legal que otorga medidas de
seguridad a las víctimas (sic) de violencia intrafamiliar y establece cuáles son las
instituciones responsables de recibir denuncias y de brindar capacitación a
operadoras/operadores de justicia sobre su aplicación. Solamente contiene medidas de
seguridad o protección, tales como el alejamiento del agresor pero no contiene tipos
delictivos y sanciones a los mismos, por esa razón no fue suficiente y se hizo necesario
la promulgación de la ley contra el Femicidio y otras formas de violencia contra la
mujer para proteger penalmente el bien jurídico reconocido por la normativa
internacional consistente en que la mujer como ser humano tiene el derecho
fundamental de llevar una vida libre de violencia de género.

3.1.2.4 Reglamento de la Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia


intrafamiliar (2000). El Organismo Ejecutivo emitió el Acuerdo Gubernativo 831-2000, el
Reglamento de la Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Intrafamiliar,
modificado por los Acuerdos 868- 2000, 417- 2003, 421-2003. El objeto del Reglamento
es desarrollar las disposiciones de la Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
Violencia Intrafamiliar, para asegurar la efectividad inmediata a través de las medidas
de seguridad que señala la Ley. Asimismo, crea la Coordinadora Nacional para la
Prevención de la Violencia Intrafamiliar y en contra de la Mujer (CONAPREVI), como

55
ente coordinador, asesor e impulsor de políticas públicas relativas a reducir la violencia
intrafamiliar y en contra de la mujer, teniendo su 3.- La neutralidad de la ley afecta
directamente a las mujeres, ya que invisibiliza la direccionalidad de la violencia en
contra de las mujeres en todos los ámbitos. 20 mandato en lo preceptuado por la
Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y 4 Erradicar la Violencia contra la
Mujer.

3.1.2.5 Ley de Dignificación y Promoción Integral de la Mujer (1999) Esta ley fue
aprobada en marzo de 1999 con el Decreto 7-99, sus objetivos son: - Promover el
desarrollo integral de la mujer y su participación en todos los niveles de vida económica,
política y social de Guatemala. Promover el desarrollo de los derechos fundamentales
en relación a la dignificación y promoción de las mujeres que se encuentran
establecidos en la Constitución Política de la República e instrumentos internacionales a
favor de la protección de las mujeres. A nivel Nacional esta es una Ley que reconoce
por primera vez la Violencia Contra las Mujeres, conceptuándola de la siguiente
manera: “Artículo 4 Violencia Contra la Mujer. Es violencia contra la mujer todo acto,
acción u omisión que por su condición de género, la lesione física, moral o
psicológicamente”.

3.1.2.6 Ley de Desarrollo Social (2001) Aprobada con el Decreto 42-2001, esta ley tiene
por objeto la creación de un marco jurídico que permita implementar los procedimientos
legales y de políticas públicas para llevar a cabo la promoción, planificación,
coordinación, ejecución, seguimiento y evaluación de las acciones gubernativas y del
Estado, encaminadas al desarrollo de la persona humana en los aspectos social,
familiar, humano y su entorno, con énfasis en los grupos de especial atención. En su
Artículo 16 numeral 2, se refiere específicamente a las mujeres así: “La Política de
Desarrollo Social y Población incluirá medidas y acciones destinadas a atender las
necesidades y demandas de las mujeres en todo su ciclo de vida, y para lograr su
desarrollo integral promoverá condiciones de equidad respecto al hombre, así como
para erradicar y sancionar todo tipo de violencia, abuso y discriminación individual y

56
colectiva contra las mujeres, observando los convenios y tratados internacionales
ratificados por Guatemala”.

3.1.2.7 Ley contra el Femicidio y otras formas de Violencia contra la Mujer (2008)
Aprobada mediante el Decreto 22-2008. Esta es una ley penal, especial, de acción
pública, en vigencia a partir del 15 de mayo del 2008, la cual establece como delitos el
femicidio, la violencia contra la mujer en sus manifestaciones física, psicológica, sexual
y económica. Establece una serie de conceptos específicos para entender y aplicar de
mejor manera la ley, conceptos como 4.- Este Reglamento se aprobó gracias al impulso
y negociación de más de 100 organizaciones de mujeres y feministas, con el liderazgo
de la Red de la No Violencia contra la Mujeres y en alianza política con la Coordinadora
25 de Noviembre, el Sector de Mujeres y el Foro Nacional de la Mujer (en su expresión
de sociedad civil), y otros movimientos sociales en apoyo a la aprobación de la Agenda
Mínima de las Mujeres, como: derechos humanos, indígenas, campesinos, niñez,
sindicalistas que se encontraban trabajando en alianza durante el proceso electoral de
1999, como Kuchuj Voz Ciudadana y la Coordinadora Sí Vamos por la Paz. 21 5
misoginia, relaciones desiguales de poder, ámbito público, ámbito privado.

La Ley contra el Femicidio, surge para dar respuesta a la grave problemática de


violencia y discriminación contra las mujeres, niñas y adolescentes que ha imperado en
el país, y que se ha agravado con la muerte violenta de miles de mujeres. La Ley tiene
7 capítulos en los cuales se regulan disposiciones de carácter general, definiciones
específicas, medidas de carácter preventivo, la tipificación de los delitos de Femicidio,
Violencia contra la Mujer y Violencia Económica, el resarcimiento o reparación, las
obligaciones del Estado y las disposiciones finales y transitorias. 1.3
Complementariedad de la Ley contra el Femicidio y la Ley para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia Intrafamiliar (Ley VIF) Ambas leyes tienen en común la tutela de
la vida, integridad, seguridad y dignidad de las mujeres. Ante los hechos de violencia en
contra de las mujeres cometidos en el ámbito intrafamiliar que constituyen delito, se
hace necesaria la aplicación de medidas de seguridad establecidas en el artículo 7 de la
Ley VIF, correspondiendo a la Ley contra el Femicidio, la tipificación y la sanción penal

57
de la violencia contra las mujeres y el femicidio. Las operadoras/operadores de justicia
así como las instancias receptoras de denuncia establecidas en la Ley VIF, tienen la
obligación y responsabilidad, ante el conocimiento de los hechos de violencia contra las
mujeres, de otorgar las medidas de seguridad que corresponden y certificar lo
conducente al ramo penal para su investigación.

No obstante, algunas receptoras de denuncia se abstienen de hacerlo, como lo revela


este caso: “Los casos que llegan son de tipo familiar, de parejas, hijos, la mayoría son
de violencia intrafamiliar, no llevamos casos penales en casos de agresiones físicas,
resuelven por medio de divorcios, juicios de alimentos, ejecutivos; hay estudiantes que
acompañan a sacar medidas de seguridad, cuando la señora ya tiene su medida de
seguridad, allí acaba el trabajo del estudiante” (Receptora de denuncia, encargada del
departamento de Trabajo Social, Bufete Popular). A pesar de la claridad de funciones
de ambas leyes, en la práctica las operadoras/operadores de justicia enfrentan
percepciones sociales, así como desconocimiento en la interpretación y aplicación de
las dos leyes.

Se evidencia que hay resistencia a la aplicación de la Ley contra el Femicidio y se


privilegia la aplicación de la Ley VIF, en detrimento de la seguridad, vida e integridad de
las mujeres que deciden romper el silencio y denunciar: “Hay que evaluar qué Ley
aplicar, porque la Ley contra el Femicidio es más drástica, mientras que la otra todavía
sirve para hacer una prevención, no se va a ocasionar más violencia mientras se puede
frenar con unas terapias que se les puedan dar. No hay que hacer más grande la
situación y crear más asperezas, hay que hacerle la salvedad a él, que si le hace algo
más a la señora, podría ser conducido”. (Receptora de denuncia, OAV, PNC). 5.- La
aprobación de la Ley contra el Femicidio es un logro colectivo, por un lado el apoyo
decidido de las diputadas y diputado de la Comisión de la Mujer, la voluntad política de
las diputadas y del pleno del Congreso, así como el importante aporte de los
mecanismos para el avance de las mujeres (DEMI, SEPREM, CONAPREVI), y por el
otro, el expertise de las organizaciones de mujeres y feministas que no cesan en su
lucha histórica por la causa de las mujeres y la defensa de sus derechos humanos.

58
Antes de la vigencia de la Ley, las operadoras/operadores de justicia se encontraban
ante la limitante de no poder sancionar la violencia contra las mujeres, ubicando
algunos casos como lesiones o como faltas; sin embargo, en esta clasificación se
invisibiliza el continuum de violencia contra las mujeres, así como la vulnerabilidad de
volver a ser agredidas, ya que los agresores usualmente conviven en la misma casa,
cuando la violencia ocurre en el ámbito privado. En los casos de violencia en el ámbito
público, se dejaba en la impunidad factores determinantes como el abuso de poder, la
confianza y respeto que se supone existe en espacios de relacionamiento social
incluyendo los ámbitos social, laboral, educativo, religioso o cualquier otro.

Por lo anterior, la Ley Contra el Femicidio resuelve el vacío en la penalización de estos


delitos en contra de las mujeres, que ocurren tanto en el ámbito público como en el
privado, gracias a la incidencia del movimiento de mujeres a nivel Nacional e
Internacional, y en cumplimiento de las Convenciones CEDAW y Belem Do Pará
ratificadas por el Estado de Guatemala. La Ley VIF establece que la denuncia de
violencia intrafamiliar puede ser presentada en forma verbal o escrita, sin necesidad de
auxilio profesional de abogado/a, pueden presentarla las mujeres no importando su
edad o cualquier persona cuando la víctima agraviada sufra de incapacidad física o
mental o se encuentre impedida para hacerlo por sí misma, cualquier miembro del
grupo familiar o cualquier testigo del hecho, miembros de servicios de salud o
educativos, médicos que por razones de ocupación tienen contacto con la persona
agraviada, las organizaciones no gubernamentales y las organizaciones sociales cuyo
objeto sea la protección de los derechos de las mujer, los menores y en general quien
atienda la problemática de violencia intrafamiliar. Esto debe ser aplicable ante los
hechos constitutivos de delitos en contra de las mujeres, sean en el ámbito público o en
el privado, iniciando de esta manera el proceso penal.

59
CAPÍTULO IV
TIPOS DELICTIVOS QUE SANCIONAN LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER.

4.1 Definiciones legales.

4.1.1 Derecho Penal“


El derecho penal es el conjunto de normas establecidas por el Estado que determinan
los delitos, las penas y las medidas de seguridad que han de aplicarse a quienes los
cometen”45

45
Caballas, Guillermo. Diccionario de derecho usual, pág. 320

60
4.1.2 Delito
“El delito es un acto típicamente antijurídico, imputable al culpable, sometido a veces a
condiciones objetivas de penalidad y que se haya conminado con una pena, o en
ciertos casos; con determinada medida de seguridad en reemplazo de ella”46.
4.1.3 Sujeto activo de delito
Es el que realiza la acción, el comportamiento descrito en la ley; es toda persona que
normativamente tiene la posibilidad de concretizar el contenido semántico de los
elementos que se incluyen en el particular tipo legal, por lo que solamente el ser
humano es sujeto activo de delito; en cuanto a las personas jurídicas.
4.1.4 Sujeto pasivo del delito.
Es el titular del interés jurídicamente protegido, atacado por el delito; lesionado o puesto
en peligro. El Estado y la sociedad son sujetos pasivos, cuando se atenta contra la
seguridad interna o externa del Estado; o de la seguridad colectiva.

4.2 Delito de femicidio


Artículo 6. Ley de Femicidio: Comete el delito de Femicidio quien, en el marco de las
relaciones desiguales de poder entre hombres y mujeres, diere muerte a una mujer, por
su condición de mujer, valiéndose de cualquiera de las siguientes circunstancias:
a. Haber pretendido infructuosamente establecer o restablecer una relación de pareja o
de intimidad con la víctima.

b. Mantener en la época en que se perpetre el hecho, o haber mantenido con la víctima


relaciones familiares, conyugales, de convivencia, de intimidad o noviazgo, amistad,
compañerismo o relación laboral. c. Como resultado de la reiterada manifestación de
violencia en contra de la víctima. d. Como resultado de ritos grupales usando o no
armas de cualquier tipo.

e. En menosprecio del cuerpo de la víctima para satisfacción de instintos sexuales, o


cometiendo actos de mutilación genital o cualquier otro tipo de mutilación.

f. Por misoginia.

46
Cuevas Pec Cid, Rafael. Introducción al estudio del derecho penal, pág. 106.

61
g. Cuando el hecho se cometa en presencia de las hijas o hijos de la víctima.

h. Concurriendo cualquiera de las circunstancias de calificación contempladas en el


artículo 132 del Código Penal.

La persona responsable de este delito será sancionada con pena de prisión de


veinticinco a cincuenta años, y no podrá concedérsele la reducción de la pena por
ningún motivo. Las personas procesadas por la comisión de este delito no podrán gozar
de ninguna medida sustitutiva.47

4.3 Violencia contra la mujer (tipo básico): Artículo 7. De la Ley de Femicidio.


Violencia contra la mujer. Comete el delito de violencia contra la mujer quien, en el
ámbito público o privado, ejerza violencia física, sexual o psicológica, valiéndose de las
siguientes circunstancias:

a. Haber pretendido, en forma reiterada o continua, infructuosamente, establecer o


restablecer una relación de pareja o de intimidad con la víctima.
b. Mantener en la época en que se perpetre el hecho, o haber mantenido con la víctima
relaciones familiares, conyugales, de convivencia, de intimidad o noviazgo, amistad,
compañerismo o relación laboral, educativa o religiosa.
c. Como resultado de ritos grupales usando o no armas de cualquier tipo.
d. En menosprecio del cuerpo de la víctima para satisfacción de instintos sexuales, o
cometiendo actos de mutilación genital.
e. Por misoginia.

La persona responsable del delito de violencia física o sexual contra la mujer será
sancionada con prisión de cinco a doce años, de acuerdo a la gravedad del delito, sin
perjuicio de que los hechos constituyan otros delitos estipulados en leyes ordinarias. La
persona responsable del delito de violencia psicológica contra la mujer será sancionada
con prisión de cinco a ocho años, de acuerdo a la gravedad del delito, sin perjuicio de
que los hechos constituyan otros delitos estipulados en leyes ordinarias.48

47
Congreso de la República de Guatemala, Ley Contra el Femicidio y Otras Formas de Violencia Contra la Mujer y Agresión Sexual,
Guatemala, Decreto 22-2008.
48
Loc. Cit.

62
De acuerdo con la Convención Belém do Pará, la violencia contra las mujeres es
“cualquier acción o conducta basada en su género que cause muerte, daño o
sufrimiento físico, sexual, psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el
privado”49. Según lo establece la Convención Belém do Pará, se entenderá también por
violencia contra la mujer: los malos tratos, el abuso sexual de las niñas, la violencia
relacionada con la dote, la violación por el cónyuge o conviviente, la mutilación genital
femenina, y otras prácticas tradicionales nocivas para la mujer, los actos de violencia
perpetrados por otros miembros de la familia y la violencia relacionada con la
explotación. La Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, afirma
que la violencia contra las mujeres trasciende todos los sectores de la sociedad
independientemente de su clase, raza, o grupo étnico, nivel de ingresos, cultura, nivel
educativo, edad, o religión y afecta negativamente sus propias bases. La eliminación de
la violencia contra la mujer es condición indispensable para su desarrollo individual y
social y su plena e igualitaria participación en todas las esferas de la vida.

4.4 Sus manifestaciones: violencia física, violencia psicológica, violencia sexual,


violencia económica.

Los cuatro tipos de violencia que existen son:


 Física
 Psicológica-Emocional
 Sexual
 Económica Patrimonial

Los ámbitos donde se presenta la violencia contra la mujer son:


 Pareja
 Familia
 Escolar-Educativo
 Laboral

49
convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer "CONVENCION DE BELEM DO
PARA" Washington 14 de agosto de 1995.

63
 Comunidad
 Institucional

Tipos de violencia y sus características

Física: Causa daño visible o no en la mujer, hace uso de la fuerza física, o de algún
objeto o arma.
Manifestaciones:
 Empujar o aventar.
 Escupir.
 Jalar el cabello, despeinar.
 Golpear con manos, codos o cabeza, abofetear.
 Patear.
 Lanzar objetos a la persona con el fin de herirla.
 Usar objetos o armas de fuego y punzo-cortantes para golpear o agredir.
 Tratar de ahorcar o asfixiar, etc.

Psicológica-Emocional: Daña la estabilidad psicológica o emocional de la mujer.


Manifestaciones:
 Amenazas verbales, insultos, ofensas, gestos, gritos, humillaciones, etc.
 Desprecio, indiferencia y falta de atención.
 Negligencia y/o abandono.
 Acoso y hostigamiento.
 Comparaciones destructivas y/o difamación.
 Rechazo, discriminación por género.
 Privación de la libertad o privacidad.
 Enojo por incumplimiento de tareas consideradas propias de la mujer, etc.

Sexual: Incluye los actos que se ejercen directamente sobre el cuerpo y la sexualidad
de la mujer.

64
Manifestaciones:

 Presión para tener relaciones sexuales no deseadas.


 No usar ni permitir el uso de preservativos aun cuando ella lo pida.
 Contagiarla con Infecciones de Transmisión Sexual (ITS).
 Obligarla a realizar o recibir tocamientos sexuales no deseados.
 Durante el acto sexual obligar a la mujer a prácticas no pedidas ni deseadas.
 Obligarla a prostituirse o a tener relaciones sexuales con otras personas.
 Violación sexual, etc.

Económica-Patrimonial: Acto que se ejerce contra el ingreso económico y/o


pertenencias de la víctima.
Manifestaciones:
 Amenazas verbales que atenten contra el bienestar económico de la familia.
 El hombre controla el dinero y toma las decisiones económicas.
 Obligar a la mujer a trabajar para aportar a la economía familiar.
 Privación o destrucción de los bienes personales y materiales pertenecientes a la
mujer.
 Negar el derecho de la mujer a trabajar para aportar a la economía familiar, etc.
 Que el hombre disponga de dinero o las pertenencias de la mujer sin su
consentimiento u obligándola.

4.5 Similitudes y diferencias con otros tipos delictivos que protegen a las
mujeres.

Dentro del ordenamiento jurídico penal vigente y de acorde al principio de integración


normativa desde mil novecientos setenta y tres el Código Penal decreto diecisiete
guion setenta y tres del Congreso de la Republica, ha regulado diversos tipos penales
que protegen al ser humano en general, basado en el principio establecido en el artículo
cuatro de la Constitución Política de la República de Guatemala se debería de proteger
al ser humano en independientemente de su género, pero actualmente por los elevados

65
índices de criminalidad en contra de mujeres se han creado leyes especiales e
instituciones que protegen y crean el acceso a la justicia, por lo tanto existen leyes que
regulan tipos penales similares o iguales como es el caso de los siguientes tipos
penales que contiene el código penal:
Articulo 123.- *Homicidio, Comete homicidio quien diere muerte a alguna persona. Al
homicida se le impondrá prisión de 15 a 40 años.

Articulo 132.- * Asesinato. Comete asesinato quien matare a una persona:


1) Con alevosía 2) Por precio, recompensa, promesa, ánimo de lucro 3) Por medio o en
ocasión de inundación, incendio, veneno, explosión, desmoronamiento, derrumbe de
edificio u otro artificio que pueda ocasionar gran estrago 4) Con premeditación conocida
5) Con ensañamiento 6) Con impulso de perversidad brutal 7) Para preparar, facilitar,
consumar y ocultar otro delito o para asegurar sus resultados o la inmunidad para sí o
para copartícipes o por no haber obtenido el resultado que se hubiere propuesto al
intentar el otro hecho punible 8) Con fines terroristas o en desarrollo de actividades
terroristas.
Al reo de asesinato se le impondrá prisión de 25 a 50 años, sin embargo se le aplicará
la pena de muerte en lugar del máximo de prisión, si por las circunstancias del hecho y
de la ocasión, la manera de realizarlo y los móviles determinantes, se revelare una
mayor particular peligrosidad del agente.
A quienes no se les aplique la pena de muerte por este delito, no podrá concedérsele
rebaja de pena por ninguna causa.

Artículo 141.- Agresión. Quien agrediere a otro, excepto en los casos de riña o pelea
entre los dos, ya embistiéndolo con armas o lanzándole cualquier objeto capaz de
causar lesión, será sancionado con multa de diez a doscientos quetzales. Si a
consecuencia del acontecimiento se causare lesión, sólo será sancionado por ésta.

Artículo 145.- Lesiones específicas. Quien, de propósito castrare o esterilizare, dejare


ciego o mutilare a otra persona, será sancionado con prisión de cinco a doce años.

66
Artículo 146.- Lesiones gravísimas. Quien causare a otro lesión gravísima, será
sancionado con prisión de tres a diez años. Es lesión gravísima la que produjere alguno
de los resultados siguientes:
1º. Enfermedad mental o corporal cierta o probablemente incurable;
2º. Inutilidad permanente para el trabajo;
3º. Pérdida de un miembro principal o de su uso de la palabra.
4º. Pérdida de un órgano o de un sentido.
5º. Incapacidad para engendrar o concebir.

Artículo 147.- Lesiones graves. Quien causare a otro lesión grave, será sancionado
con prisión de dos a ocho años Es lesión grave la que produjere alguno de los
resultados siguientes:
1º. Debilitación permanente de la función de un órgano, de un miembro principal o de un
sentido. 2º. Anormalidad permanente uso de la palabra. 3º. Incapacidad para el trabajo
por más de un mes. 4º. Deformación permanente del rostro.

Artículo 148.- Lesiones leves.


Quien causare a otro lesión leve, será sancionado con prisión de seis meses a tres
años. Es lesión leve la que produjere en el ofendido alguno de los siguientes resultados:
1º. Enfermedad o incapacidad para el trabajo por más de diez días, sin exceder de
treinta. 2º. Pérdida e inutilización de un miembro no principal. 3º. Cicatriz visible y
permanente en el rostro.
Al analizar los verbos rectores de los anteriores tipos penales es evidente la similitud
que existe con los tipos penales plasmados en la Ley contra el femicidio y otras formas
de violencia contra la mujer, pero que atendiendo al principio de especialidad su
aplicación excluye al Código Penal y cuando uno de los tipos penales que se
encuentran en el Código Penal, anteriormente descritos se comete en los ámbitos que
señala la Ley de femicidio y otras formas de violencia contra la mujer esta es aplicable

67
por el principio de especialidad y para materializar la visión actual del estado de dar
protección especial a la mujer en las relaciones desiguales de poder.

4.6 Bienes jurídicos tutelados.


La finalidad del Derecho penal es la protección de bienes jurídicos. Todo acto o
conducta humana para ser tipificada como delito debe lesionar o poner en peligro
"bienes jurídicos", los que a su vez deben ser concretos. Los bienes jurídicos son
aquellos valores que la sociedad considera indispensables para la protección de la
persona y sus derechos, las instituciones y la organización del Estado mismo, para
preservar la paz, la seguridad y la armonía social.

Bienes jurídicos son aquéllas unidades funcionales valiosas para nuestra sociedad
regida constitucionalmente, y para la posición y libertad de los ciudadanos
individualmente considerados. Son valores declarados por la Constitución política de la
República, que el Derecho Penal tiene la misión de proteger (hace una valoración de
esos objetos de protección).

La Constitución consagra los principales derechos y garantías individuales: tales


como la vida, la libertad, la igualdad, la seguridad, la propiedad, que son
fundamentales para la unidad social, y sobre los cuales ésta basa su funcionamiento y
existencia. Para alcanzar tal finalidad, el Derecho Penal debe proteger esos bienes de
los ataques humanos, porque constituyen la base de la convivencia social pacifica,
segura y armónica.

La Constitución política de la República fija los límites al legislador acerca de los


comportamientos que tiene el deber de proteger penalmente mediante la amenaza de la
aplicación de una pena, a quien adapte su comportamiento a la conducta tipificada
como delito.

El Bien Jurídico protegido de cada delito entonces, es una concreta unidad funcional
porque es la "función" importante "para la vida social en el ámbito de la constitución lo

68
que se protege. Por ejemplo en los delitos contra la propiedad no se protege la "cosa
concreta" en su correspondiente estado, sino la función objetiva de la cosa en relación
con el propietario en la realidad social, o sea la función de la cosa en su
correspondencia jurídica con el propietario que le abre a éste la posibilidad de un
dominio sobre ella. Por ello el Bien Jurídico concreto debe protegerse como unidad
funcional social que es.

INEGI: “Los bienes jurídicos son intereses humanos que requieren protección y
constituyen un límite y una garantía dentro del derecho penal. El bien jurídico no es un
concepto puramente legal de protección de derechos subjetivos que crea el legislador y
lo plasma en la norma, sino un concepto material, un interés del individuo y de la
comunidad; es la protección del derecho lo que eleva este interés a la categoría de bien
jurídico”.

El concepto político criminal de bien jurídico; trata de distinguir el bien jurídico de los
valores morales, o sea trata de plasmar la diferencia entre Moral y Derecho, que si bien
a veces pueden coincidir en determinados aspectos, no deben ser confundidas en
ningún caso.

Integración del bien jurídico tutelado. Los bienes jurídicos se integran por intereses
o valores que pueden ser: individuales, sociales, del Estado y de personas morales.

Individuales: plasmados en los delitos contra la vida y la integridad de las personas,


delitos sexuales, privación ilegal de la libertad, derecho de la mujer a vivir una vida libre
de violencia de género; Sociales: Delitos contra la salud, la moral pública, en materia de
inhumaciones y exhumaciones, etc.
Contra los interés del Estado; La traición a la Patria, terrorismo, contra la seguridad
pública, etc.

Qué protegen los bienes jurídicos tutelados.

69
Como ya lo comentamos protegen los intereses o valores más altos de la sociedad, que
alcanzan el carácter de jurídicos cuando son reconocidos por el Estado al plasmarlos en
la ley.
Como ejemplo de estos valores supremos tenemos: la vida, la libertad, la familia, la
salud, la integridad física, el libre desarrollo de las personas, el patrimonio, la
honestidad, etc.

Los criterios de agrupación en los ordenamientos penales difieren, algunos comienzan


por los delitos que atentan contra las personas físicas, contra el Estado y contra
intereses de la sociedad, en base al sujeto activo o pasivo, en base a las conductas,
etc.

Los bienes jurídicos se describen en el Código Penal o leyes penales especiales,


mediante normas, en este caso jurídicas que se componen de los supuestos jurídicos
de hecho y la enunciación de las sanciones o penas a que se hacen acreedores los
sujetos activos si adaptan su conducta y la hipótesis jurídica descrita en la norma que
contiene el tipo penal.

El concepto de bien jurídico precisa el objeto de protección de la norma, y facilita la


identificación y comprensión del alcance del delito.

En el moderno Estado Democrático de Derecho, también se hace necesario considerar


en la descripción de los bienes jurídicos a los principios generales del Derecho como
son: la igualdad, la justicia y la equidad, así como, las aportaciones del contexto
internacional; respecto de la humanidad, la reinserción social, la proporcionalidad y el
medio ambiente.50

De acuerdo a las ideas y conceptos ya expuestos, el bien jurídico protegido en los


delitos d Femicidio y de Violencia contra la mujer, está concebido para proteger el
derecho que toda mujer tiene a vivir una vida libre de violencia de género y está
50
FIX-ZAMUDIO, Héctor, Metodología, docencia e investigación jurídicas, Ed. Porrúa, México, 1981, pag. 172.

70
declarado de manera general en la Constitución política de la República de Guatemala
los instrumentos internacionales relativas a esta materia Al respecto la Constitución en
sus artículos 2º, 3º y 4º establece que el Estado de Guatemala debe proteger a la
persona, y garantizar, entre otros valores, su integridad, libertad, seguridad e igualdad,
además en sus artículos: 44 y 46 dicha Constitución refuerza los derechos inherentes a
la persona humana y establece el principio de que en materia de derechos humanos,
los Tratados y Convenciones internacionales ratificados por el Estado de Guatemala
tienen preeminencia sobre el derecho interno, con lo que les da rango supra
constitucional al bloque de convencionalidad. Estas disposiciones dan plena entrada a
la Declaración Sobre la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer (Organización de las
Naciones Unidas 1993) que reconoce la urgente necesidad de una aplicación universal
a la mujer de los derechos y principios relativos a la igualdad, seguridad, libertad,
integridad y dignidad de todos los seres humanos, y afirma que la violencia contra la
mujer constituye una violación de los derechos humanos y las libertades
fundamentales.51 La Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la
Violencia Contra la mujer, Convención de Belem Do Pará (Organización de Estados
Americanos 1994) afirma que la violencia contra la mujer constituye una violación de
los derechos humanos y las libertades fundamentales y que es una ofensa a la dignidad
humana y una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre
mujeres y hombres.

Cada tipo o modalidad del delito de violencia contra la mujer protege un bien jurídico
determinado, el deleito de femicidio y la violencia física, esto es cegar la vida, causar
daño, sufrimiento físico o enfermedad a una mujer, protegen la vida y la integridad
personal de la mujer agraviada. La violencia psicológica, acciones que puedan causar
daño o sufrimiento psicológico o emocional a una mujer, a sus hijas e hijos protegen el
estado mental o emocional de una mujer a efecto de mantener su autoestima, voluntad
y una capacidad mental saludable. En la Violencia económica se protege el libre acceso
de la mujer al uso y disfrute de sus bienes económicos, se protegen también sus
materiales de trabajo y en la Violencia sexual se protege su libertad e indemnidad

51
Ibid, pag. 148.

71
sexual, su libertad a usar medios anticonceptivos, a planificar su familia a elegir cuando
y con quien sostener relaciones sexuales.

CAPÍTULO V
RELACIONES DESIGUALES DE PODER ENTRE HOMBRES Y MUJERES Y SU
TRATAMIENTO JURÍDICO EN LA NORMATIVA NACIONAL E INTERNACIONAL
APLICABLE EN GUATEMALA.

5.1 Definición legal


Las relaciones desiguales de poder, están definidas legalmente en el artículo 3 literal g)
de la Ley contra el Femicidio y otras formas de Violencia contra la Mujer, como las

72
manifestaciones de control o dominio que conducen a la sumisión de la mujer y a la
discriminación en su contra.

En el Derecho nacional de raigambre internacional, los legisladores consideran que en


el contexto socio cultural actual, la relación desigual de poder entre hombre y mujer
obedece a un patrón cultural que generacionalmente promueve y arraiga la existencia
de un trato discriminatorio y sumiso en perjuicio del género femenino. En tal sentido, la
Corte de Constitucionalidad en sentencia de fecha doce de enero de dos mil once,
emitida dentro del expediente 3,097- 2010 citó lo expresado por el Tribunal
Constitucional español en el fallo 59/2008 de fecha catorce de mayo de 2008 en el que
refirió: “No resulta reprochable el entendimiento legislativo referente a que una agresión
supone un daño mayor en la víctima cuando el agresor actúa conforme a una pauta
cultural.

En la realidad guatemalteca, el varón actúa de manera violenta en contra de la mujer,


especialmente por razones de género, aunado al patrón cultural existente
especialmente en el medio rural guatemalteco, en donde generalmente se toma y se
acepta como un privilegio la fortaleza física del hombre para hacerla prevalecer sobre la
mujer.”52 Un ejemplo a esta problemática seria: En atención a un orden natural y moral,
en la dependencia del hijo respecto a su madre debería imperar y en atención a la
misma, el hijo nunca debe de golpear a su madre, pero la realidad es otra, y son varios
los casos en los que los desnaturalizados hijos golpean a sus progenitoras, cuando
estás tratan de corregirlos, y es claro que quien en esa relación tiene el poder es la
madre pero aprovechando el predominio de su fuerza física, los hijos las golpean.

5.2 Necesidad de su acreditación y argumentación en cada caso concreto


Como se aprecia en el ejemplo anterior la existencia de las relaciones desiguales de
poder deben de acreditarse en cada caso concreto, no se puede partir del hecho de que
estén definidas en la ley tienen que tener existencia material, deben de acreditarse de
conformidad con las reglas del derecho probatorio, porque se trata de la existencia de

52
Corte de Constitucionalidad, Guatemala fecha doce de enero de dos mil once, expediente 3,097- 2010.

73
un hecho jurídico, el que no puede existir y darse por acreditado por mera descripción
de la ley, como cualquier norma jurídica su contenido es general y abstracto pero para
su aplicación debe de acreditarse su existencia en cada caso concreto que se juzga, su
existencia y detección como fenómeno cultural sirvió para justificar la necesidad de la
existencia de la ley, es una realidad existente en nuestra sociedad contra la que se
debe de luchar para erradicarla, pero al formar parte de un supuesto jurídico de hecho,
el mismo debe de acreditarse con prueba legal, pertinente, idónea y suficiente, de lo
contrario este hecho es inexistente procesal y probatoriamente y no puede utilizarse
para fundar una sentencia de condena, esto es violatorio del debido proceso legal y
justo propio de un Estado de Derecho.

No se debe olvidar que los jueces son los garantes de los derechos de las personas
contenidos en el bloque constitucional y el bloque de convencionalidad. Las
instituciones encargadas de la administración de justicia penal deben de articular
esfuerzos y coordinar acciones a efecto de logar un sistema de justicia equilibrado
entre la eficiencia, eficacia y garante, propio de una justicia penal en una República
respetuosa de un sistema democrático y de un proceso penal legal y justo. El
presupuesto necesario para poder acreditarse es que consten en la acusación fiscal o
el auto de apertura a juicio, de lo contrario no es un hecho acreditable por el principio de
congruencia procesal contenido en el artículo 388 del Código Procesal Penal, salvo
cuando favorezcan al acusado, que en este caso no podría ser, y si lo sería la
inexistencia de estas relaciones desiguales de poder.

5.3 Prueba idónea, pertinente y suficiente


En este caso la prueba idónea seria el peritaje cultural, que es la apropiada para
acreditar esta clase de hechos o fenómenos sociales, entre los que pueden estar
inmersa la pareja penal. Es pertinente que el peritaje se refiere de manera directa o
indirecta a tales extremos y es suficiente si el elemento probatorio aportado por la
prueba analizada individual mente o en su conjunto, son contundentes y alcanzan para
que el juzgador se forme la convicción de certeza positiva suficiente para determinar

74
que en el caso concreto que se juga existen las relaciones desiguales de poder entre el
agresor (varón) y su víctima (mujer).

Los órganos jurisdiccionales, para llevar a cabo su labor de impartir justicia deben
auxiliarse de diferentes profesionales para tomar decisiones justas y en el caso de los
delitos que se comenten en relaciones desiguales de poder es necesario tener acceso
al hogar de la víctima, conocer su idiosincrasia y su diario vivir, esta labor es realizada
por profesionales de trabajo social que tienen el conocimiento profesional para poder
evidenciar cual es la situación de convivencia de la pareja y si la misma vive en
condiciones desiguales de poder, como es muy común en el medio guatemalteco la
mujer ha estado en un nivel de dependencia económica del hombre, ante esta situación
quizás si podría existir una condición desigual de poder al haberse mentalizado la mujer
que depende del hombre para sobrevivir ella y sus menores hijos, cada uno de estos
aspectos entre otros son los que se deben tomar en cuenta para determinar si la
relación de pareja se está desarrollando en condiciones desiguales de poder.

5.4 Peritaje cultural y de género


El peritaje cultural (también llamado peritaje antropológico o prueba judicial
antropológica), provee datos importantes del contexto social en que se desenvuelve el
caso y aporta las pruebas sobre un hecho o conducta que proviene de parámetros
culturales distintos. Consiste en cuestionar desde otro marco cultural los hechos que se
juzgan. Constituye un mecanismo, que permite aportar los medios de prueba que la ley
contempla para acreditar que la diferencia cultural propició y condicionó una conducta
tipificada como delito en los códigos del sistema jurídico oficial pero que desde la
perspectiva cultural del individuo que ha cometido la falta no lo es un proceso judicial el
peritaje cultural no busca demostrar inocencia para que no se sancione, tampoco busca
probar involuntariedad frente a un hecho, y no consiste en equiparar el objeto de
sanción de un sistema con el de otro sistema. La función del peritaje cultural es analizar
los hechos dentro del marco cultural indígena y aportar los elementos de juicio para el
juzgador. Mediante el peritaje cultural, es posible aclarar los hechos, porque se
contextualizan dentro de la realidad cultural y social que los rodea. Se busca el origen y

75
la explicación dentro del contexto social y cultural mediante testimonio y la opinión de
personas conocedoras de las normas comunitarias, las costumbres y creencias.

En otras palabras, el peritaje cultural toma en cuenta la versión de las autoridades


tradicionales Un peritaje cultural requiere conocimientos especializados o profesionales
en la materia, por lo que para la realización de dichos peritajes, los antropólogos son los
peritos idóneos puesto que tienen el conocimiento científico y el manejo de técnicas y
metodología propias de la antropología y además conocen el entorno social y cultural
de hechos que suceden en comunidades indígenas. Un peritaje cultural es por lo tanto
toda aquella aplicación técnica o científica que lleve a esclarecer la petición de la
autoridad competente. Es un medio de prueba que brinda información al juzgador e
ilustra su criterio sobre el marco cultural en donde se dieron los hechos que juzga. El
juez toma en cuenta el peritaje y basado en la información que éste le provee saca sus
conclusiones al momento de resolver.

Pero es menester manifestar que el error de comprensión culturalmente condicionado


surge con la necesidad de institucionalizar la aplicación del peritaje cultural, en un país
pluricultural como Guatemala radica en que el sistema jurídico del Estado juzga a
personas que, por pertenecer a un grupo cultural diferente, no pueden comprender
ciertas normas, ni tampoco, el sentido moral o ético que las sustentan. Por ello, la
función más importante del peritaje cultural es evitar que se sancione la diversidad
cultural; que dentro del marco de los derechos humanos sea tenido en cuenta el
sistema jurídico de los pueblos indígenas, y que los jueces tomen en cuenta para la
resolución de los casos datos del contexto cultural que pueden ser cruciales para hacer
justicia. De acuerdo a la doctrina penal, la persona considerada culpable de un delito
debe tener la posibilidad efectiva de conocer la norma, y comprenderla y con ello
comprender la antijuridicidad de su conducta. Se entiende por comprensión el proceso
mental que se inicia con el conocimiento y finaliza con la internalización o introyección
de la norma; comprensión es, de esta manera, conocimiento e internalización.

76
También es de suma importancia resaltar lo que se conoce como conciencia disidente
(conciencia errada o autoría por conciencia) en la cual la dificultad para la comprensión
se debe a que el individuo siente su obrar como resultado de un patrón general de
valores distintos a los del derecho penal oficial.

Pero, si se acepta que el derecho penal pueda quedar en manos de la conciencia


individual, se corre el riesgo de que cualquier persona pueda alegar que actuó bajo un
error de comprensión porque sus valores son distintos a los del derecho penal oficial; de
ahí la importancia de puntualizar que la conciencia disidente se da cuando el sujeto
«experimenta como un deber de conciencia de cometer el injusto», es decir, que sus
valores le exigen no obedecer la norma penal.

No se puede comparar a quien experimenta esta exigencia de desobediencia con aquel


que asume normalmente los valores del derecho penal oficial. Zaffaroni señala que el
que actúa por conciencia disidente «realiza un esfuerzo mayor para evitarlo (la comisión
del injusto penal) que el correspondiente a quien comete el injusto sin experimentar esa
vivencia».

La consecuencia en este caso es la disminución de la culpabilidad. En ningún caso se


elimina la culpabilidad. Si la conciencia disidente sólo atenúa la culpabilidad, hay que
preguntarse si existe algún caso que excluya la culpabilidad. La respuesta es afirmativa
y en este caso se habla de una dificultad de comprensión tan grande que imposibilita la
comprensión: es el caso del error de comprensión culturalmente condicionado.

Otro tema de suma importancia y relación es el error de comprensión culturalmente


condicionado ya que si la conciencia disidente origina una dificultad en la comprensión
por la existencia de un patrón general de valores distintos a los del derecho penal
oficial, en el error de comprensión culturalmente condicionado la dificultad se debe a
que «el individuo se ha desarrollado en una cultura distinta y ha internalizado desde
niño las pautas de conducta de esa cultura.

77
Por esta razón no puede internalizar, no puede comprender la antijuridicidad de su
conducta aun cuando conozca la norma. En todo caso no le es exigible dicha
internalización.

El sistema de justicia no puede ni debe penar a una persona habitante con patrones
culturales distintos a los del derecho penal oficial. Así, la exigibilidad de comprensión no
puede ser idéntica para aquellos individuos que asumen los patrones y valores del
derecho penal oficial y los que se han desarrollado con patrones y valores culturales
distintos. En este caso la consecuencia es similar al error inevitable de prohibición que
elimina la culpabilidad53

5.5 El principio de legalidad y su necesidad de acreditación para su posible


valoración.
El principio de legalidad procesal y material contenido en el artículo 17 de la
Constitución Política de la República y el artículo 1 del Código Procesal Penal
establecen que los tipos penales deben de interpretarse y aplicarse de manera estricta
y taxativa, tal como se describen en la norma contenida en el artículo 3 literal g) de la
Ley contra el Femicidio y otras formas de Violencia contra la Mujer, tales relaciones
desiguales de poder, definidas legalmente, como las manifestaciones de control o
dominio que conducen a la sumisión de la mujer y a la discriminación en su contra,
deben de acreditarse para que puedan constituir parte del fundamento factico
presupuesto indispensable de una sentencia de condena, de lo contrario se trata de una
sentencia inconsistente, ilegal y mucha veces injusta, pues no se puede negar que
algunas supuesta victimas acuden al sistema de justicia penal en busca de una tutela
judicial que no implica justicia sino venganza, por un acto de infidelidad, que nada
tiene que ver con la comisión del tipo delictivo de violencia contra la mujer. Estos casos
son pocos, pero existen y la justicia penal tiene que estar en capacidad de identificarlos
y juzgarlos como verdaderamente son, si se cometió efectivamente un delito o se faltó
al deber personal de fidelidad que se tienen los cónyuges recíprocamente.

53
Guía de Peritajes Culturales, Instituto de la Defensa Pública Penal, Guatemala. Pág. 13 a la 15.

78
Ahora bien es necesario comprender cuál es la razón de ser del principio de legalidad y
su alcance jurídico, ya que el mismo está contenido en diversas normas de carácter
internacional y de carácter nacional con la finalidad de dar una protección a la persona
en la aplicación de la ley sujetándola a una aplicación reglada y de esta forma evitar el
abuso de poder o aplicación de la ley de forma arbitraria, en el caso especial del
principio de legalidad en el derecho penal es menester comprender que el mismo se
enfoca en dos sentidos la legalidad dela acción u omisión que este señalada como
delito o falta por una ley anterior a su perpetración y la legalidad de la pena al no
imponerse penas diferentes a la que ya tiene señalada el tipo penal.
Por lo tanto en los procesos penales que se llevan a cabo en los órganos
jurisdiccionales especializados en materia de femicidio y otras formas de violencia
contra la mujer este principio es de suma importancia toda vez que la acción u omisión
tipificada en la Ley de femicidio y otras formas de violencia contra la mujer deben de ser
debidamente acreditas con indicios convincentes en las primeras etapas del proceso
penal y pruebas certeras en el debate, toda vez que la protección femenino que brindan
los órganos jurisdiccionales en algún momento podría sobre pasar los principios de
legalidad y crear una aplicación de la justicia inadecuada.

5.6 Necesidad de su acreditación como garantía procesal

La Constitución Política de la República es la ley superior, la ley fundamental, es el


fundamento del ordenamiento jurídico de una nación. Es la Constitución la que permite
el nacimiento, desarrollo y aplicabilidad, del ordenamiento jurídico de cada ámbito del
derecho. La tutela de las potestades jurídicas del hombre, es posible solo por medio de
los preceptos constitucionales, que otorga a la persona una variedad de libertades y
derechos oponibles ante la autoridad estatal y respetable por ella. Sin embargo estos
preceptos constitucionales que declaran las garantías individuales de la persona, serán
ineficaces, si no existe un sistema jurídico eficaz para lograr por la vía coactiva su
observancia y garantizar la protección de la persona.

79
La Constitución ha incorporado al derecho penal, determinadas garantías de relevancia
constitucional, que determinan aspectos orgánicos de la jurisdiccional penal y del
proceso penal, siendo que el derecho penal es el instrumento jurídico por el cual el
Estado ejerce uno de los poderes fundamentales contra sus gobernados, “el poder
penal”. La ley suprema de la República contiene un catálogo de derechos
fundamentales de las personas; entre los que se encuentran las garantías procesales,
cuya función es asegurar una justicia expedita, humana, practicada en plazos
razonables, con jueces independientes e imparciales y con absoluto respeto de la
dignidad humana.

El poder penal ha sido limitado y controlado por la Constitución mediante las garantías y
derechos otorgados a la persona, en su calidad de gobernado, las cuales tienen un
carácter expansivo y polivalente, pues a una misma garantía se le puede encontrar en
una fase del proceso penal como en otra. Las garantías individuales de categoría
constitucional, así como las desarrolladas en la ley adjetiva penal, tienen como finalidad
especifica la de proteger jurisdiccionalmente los derechos fundamentales de la persona,
garantizando que el desarrollo del proceso penal, será conforme a los preceptos
constitucionales y legales que lo regulan, y que su inobservancia hará nulo lo actuado y
no podrá hacerse valer en su contra.

Sintetizando lo dicho, se puede conceptualizar que las garantías procesales,


constitucionales o adjetivas, son reglas o seguridades jurídicas originadas por la
necesidad histórico-social, de proteger a los gobernados y hacer respetar sus derechos
consagrados en la ley suprema, contra el ejercicio arbitrario del poder penal por parte
de la autoridad.

Para el profesor Barrientos Pellecer en la exposición de motivos del Código Procesal


Penal, las garantías procesales: ¨Son una serie de derechos y garantías que protegen a
la persona contra el ejercicio arbitrario del poder penal¨. Las garantías procesales;
según García Laguardia dice que: “Son medios técnicos jurídicos orientados a proteger
las disposiciones constitucionales cuando éstas son infringidas, reintegrando el orden
jurídico54” es así como los principios procesales que se encuentran resguardados en la
54
García Laguardia, Jorge Mario. La defensa de la constitución. Pág. 24

80
Constitución Política de la República de Guatemala y enunciados anteriormente se
encuentran en una escala de líneas directrices obligatorias para todos los jueces al
momento de aplicar la ley penal y protegidos adicionalmente por las garantías
contempladas en el Decreto 51-92 del Congreso de la República de Guatemala, Código
Procesal Penal, que velan por su cumplimiento en el proceso penal.

De los elementos expuestos se puede definir a las garantías procesales como las
seguridades jurídicas que rigen el desenvolvimiento del proceso penal, que tienen como
finalidad proteger a la persona contra el ejercicio arbitrario del poder penal. Estas
garantías guían y dirigen el desenvolvimiento del proceso penal, determinan el marco
político e ideológico en el cual se inserta el procedimiento penal guatemalteco. Para el
jurista guatemalteco, José Mynor Par Usen, establece que: “Su diferencia se puede
establecer por medio de la siguiente relación, con el derecho se tiene la facultad de
exigir la justicia, en virtud de un derecho establecido por la ley; con las garantías se
queda protegido en el sentido de que los derechos establecidos a favor de todo
ciudadano, se respetan dentro de toda relación jurídica procesal; y con los principios el
juez tiene pautas, líneas o directrices legalmente establecidas que se deben observar y
que orientan a las substanciación del proceso penal55”.

Por lo tanto al haber analizado la función de las garantías procesales es necesario


poder establecer si al existir una relación desigual de poder en un proceso penal ante
un órgano jurisdiccional de femicidio, esta relación desigual de poder tiene la función de
garantía procesal y si lo es a quien de las partes en el proceso le reviste de esa
garantía, la relación desigual de poder es un estado de la mujer ante el hombre que
puede surgir por diversas razones, pero que el mismo genera un ámbito propicio de
victimización, y que el órgano jurisdiccional debe de valorar para establecer la efectiva
tipificación del delito.

CAPÍTULO VI

PRESENTACIÓN, DISCUSIÓN Y ANÁLISIS DE RESULTADOS

55
Par Usen, José Mynor. El juicio oral en el proceso penal guatemalteco. Pág.78.

81
A continuación se presentan los resultados de los diversos criterios manifestados por
profesionales del derecho tales como: un abogado litigante, dos agentes fiscales del
Ministerio Publico de Quetzaltenango, dos profesionales de la psicología, una jueza del
tribunal de femicidio de Quetzaltenango, un abogado defensor del Instituto de la
Defensa Publica Penal, un juez de primera instancia penal de Quetzaltenango, un juez
vocal del tribunal de sentencia de femicidio de Quetzaltenango, un politólogo y un
historiador.

Con la información recopilada se estableció el criterio de cada uno de los profesionales


entrevistados en relación a la primera interrogante la cual consiste en: ¿Considera que
ha existido la desigualdad de poder entre hombres y mujeres en la sociedad de
Guatemala? dentro de la respuestas obtenidas por los diversos profesionales es de
resaltar que en su totalidad coinciden en que en Guatemala a lo largo de su historia ha
existido desigualdad entre hombres y mujeres por diversas razones dentro de las cuales
se pueden resaltar en las respuestas la cultura de machismo que ha imperado no solo
en Guatemala sino en la región por lo que se considera que es muy notable en la
sociedad y se percibe fácilmente por los diversos sectores en la sociedad la
desigualdad que existe entre hombres y mujeres, los diversos profesionales
entrevistados intervienen en distintos ámbitos de la vida social y jurídica del Estado y en
cada uno de estos ámbitos la percepción es la misma sin duda alguna en relación a la
existencia indiscutible de desigualdad entre hombres y mujeres.

En relación a la siguiente interrogante la cual consiste en establecer: ¿Qué son las


Relaciones Desiguales de poder entre Hombres y Mujeres? Dentro de lo obtenido en la
presente interrogante es menester indicar que no se da una respuesta concreta por
cada uno de los profesionales entrevistados, una respuesta fundamentada en ley o una
definición aceptada o invocada por más de un profesional, por lo que se considera que
no existe una determinación específica y legal de lo que son las relaciones desiguales
de poder, dentro de los ámbitos más señalados por los profesionales del derecho se
refieren a una superioridad del hombre sobre la mujer, por diversas razones como
culturales, políticas, de familia entre otras que han creado el ambiente propicio para que

82
el hombre sienta ser superior a la mujer, considerarse una jefe de familia o un ser
superior.

En relación a la tercera interrogante la cual consiste en que se determine: ¿Cómo cree


que se manifiestan las relaciones desiguales de poder, cuál es? En la presente
interrogante es menester indicar que en su mayoría los profesionales entrevistados
coinciden que la forma más notable es la económico toda vez que la mujer desde el
momento que pasa a formar parte de una familia vive dependiendo del apoyo
económico del esposo o padre, ya que la cultura guatemalteca en la mayoría de los
casos realiza las convivencias familiares sujetas a una cultura patriarcal en la que la
mujer depende del hombre, es en el mismo orden de ideas manifiestan que la
educación, el trabajo, las relaciones sociales han dado mayor influencia al hombre que
a la mujer siendo estas las formas en las que se manifiestan las relaciones desiguales
de poder a criterio de los profesionales. Ahora bien de lo anterior se pueda aportar
conforme a lo ya indicado anteriormente que no se podría generalizar en su totalidad
porque no en el %100 de familias el poderío económico está en el hombre y
actualmente existen familias que la madre es la profesional que aporta más al
sostenimiento del hogar y de igual forma es que mayor influencia social tiene por su
calidad profesional, en este mismo sentido no se puede generalizar una relación
desigual de poder tomando en cuenta que la misma depende de la cultura y de la región
a la cual pertenece la familia, tomando en cuenta que en Guatemala existen diversas
etnias conviviendo las cuales poseen formas de vidas peculiares que en ningún
momento se podrían generalizar y que por lo tanto en cada caso concreto se debería de
determinar si existe o no una relación desigual de poder de acorde a su idiosincrasia.

La cuarta interrogante se enfoca en determinar si el profesional entrevistado conoce el


¿conoce el concepto legal de relaciones desiguales de poder? En la cual se puede
evidenciar que un promedio del 50% de los entrevistados hacen referencia a
situaciones en las cuales se pude dar la relación desigual de poder, que básicamente
se enfoca en el ámbito de familia en donde se pueden dar relaciones de diferente índole
que se enfoquen en hacer de menos a la mujer, pero un 50% restante de los
entrevistados consideran que la definición de relaciones desiguales de poder esta la
que está de manifiesto en la Ley, haciendo referencia a la Ley de femicidio y otras
83
formas de violencia contra la mujer la cual establece como relaciones de poder:
Manifestaciones de control o dominio que conducen a la sumisión de la mujer y a la
discriminación en su contra, lo cual se considera que es muy ambiguo, escueto o que
permite diversas interpretaciones que dejan un espacio muy amplio para la aplicación
de la ley basándose en un principio de relaciones desiguales de poder, esto conlleva a
la necesidad que en un proceso penal en materia de femicidio o de violencia contra la
mujer en cualquiera de sus manifestaciones se deba acreditar la existencia de una
relación desigual de poder, lo cual tiene relación con la siguiente interrogante.

Continuando con el desarrollo de la presentación y discusión de resultado dentro de las


interrogantes dirigidas a los profesionales entrevistados se solicitó de los mismos que si
¿considera que es necesario acreditar las relaciones desiguales de poder en un caso
concreto de violencia contra la mujer, y como debe resolverse? En la presente
interrogante únicamente dos de los profesionales entrevistados consideraron que no es
necesario acreditar las relaciones desiguales de poder en un caso concreto de violencia
contra la mujer, y la totalidad restante considero que si es necesario para no permitir
una interpretación asilada y extensiva de la ley, en el mismo sentido manifestaron que
se debe analizar cada caso en concreto por que cada núcleo familiar de pareja pose
sus propias particularidades, con lo cual se ratifica lo que se ha estado manifestando a
lo largo de la presente investigación en relación a la acreditación de la relación desigual
de poder en el proceso penal.
Ahora bien siguiendo el mismo orden de ideas la siguiente interrogante consiste en
determinar si ¿Considera que es suficiente la disposición general y abstracta contenida
en la ley especial para que en toda relación jurídica penal entre hombres y mujeres
existan relaciones Desiguales de Poder? En esta interrogante es necesario resaltar que
del total de los profesionales entrevistados únicamente tres consideran que el concepto
establecido en la ley especial es suficiente para su aplicación, pero que se debe de
hacer una interpretación adecuada, ahora bien en el resto de los profesionales
entrevistados considero que no es suficiente que permite una interpretación extensiva y
exageradamente favorecedora de la mujer, por lo tanto es de suma importancia para los
efectos de la presente investigación resaltar que la mayoría de los profesionales

84
entrevistados consideran que el concepto establecido en la ley especial no es suficiente
y por lo tanto en un proceso penal una sentencia condenatoria bajo esa argumentación
del concepto legal de las relaciones desiguales de poder seria hasta cierto punto injusta
por lo ya manifestado.

La siguiente interrogante parte del punto de determinar la posibilidad y necesidad de la


reforma de la ley especial en el sentido que si se ¿Considera que es necesario reformar
la Ley Contra el Femicidio y otras formas de Violencia Contra la Mujer, para dejar claro
cómo debe resolverse en un delito de violencia contra la mujer la existencia de una
relación desigual de poder? En esta interrogante se determinó que únicamente tres de
los profesionales entrevistados consideraron que no es necesario reformar la ley en
mención debido a que la misma es suficiente y de interpretación exacta, pero en
relación al resto de los profesionales entrevistados consideran que urge una reforma a
la ley en mención debido a que la misma puede prestarse a diversas interpretaciones
extensivas y a su vez a una aplicación de una sentencia condenatoria bajo principios
injustos de aplicación.
Por lo tanto en este aspecto resalta la postura de la mayoría de los profesionales
entrevistados en relación a la necesidad que existe de reformar Ley Contra el Femicidio
y otras formas de Violencia Contra la Mujer en el aspecto de determinar claramente los
conceptos de la ley y tipificar bien las acciones y omisiones consideradas como delitos y
establecer claramente cada una de sus manifestaciones.

La siguiente y ultima interrogante este enfocada a determinar el criterio de cada uno de


los profesionales entrevistados si consideran que la ley actual que regula la definición
legal y los tipos penales que surgen de las relaciones desiguales de poder es suficiente
y eficaz al establecer si ¿creé que es suficiente interpretación y aplicación a la
normativa ya existente? En este sentido es de suma importancia resaltar que la
totalidad de los profesionales entrevistados consideran que no es suficiente lo regulado
por la ley actual y que si se persiste en la aplicación de dicha ley se debe llegar a
consensos entre las partes y a su vez socializar la misma, pero ante la realidad actual lo
que se necesita es reformar la ley actual para crear principios y tipos penales

85
adecuados para la aplicación justa de los tipos penales y determinar claramente cada
una de las definiciones que la ley contempla en especial la definiciones de relaciones
desiguales de poder para las mismas se puedan establecer claramente y al momento
de que sea base para dictar una sentencia condenatoria la misma sea apegada a
derecho y justa.

86
CONCLUSIONES

1. En Guatemala ha existido desigualdad entre hombres y mujeres por diversas razones


culturales como machismo, educación, religión, economía y política, este mal social ha
generado a nivel internacional la preocupación por diversas organizaciones
internacionales para crear normas de carácter internacional que protejan a la mujer y
sanciones la violencia de genero.

2. Las relaciones desiguales de poder entre el hombre y la mujer son diversas


manifestaciones de actitudes que pertenecen a cada caso en especial en la que
determinada pareja basada en un aspecto cultural, económico, profesional, físico o de
cualquier otra naturaleza el hombre somete a la mujer a una posición de inferioridad.

3. Las relaciones desiguales de poder se manifiestan en cada caso en concreto de


diferente manera ya que cada núcleo familiar o de otra índole como laboral o social
pertenecen a diferentes culturas e idiosincrasias que poseen sus propias
particularidades diferentes y que en cada una de ellas se manifiesta la relación desigual
de poder que no puede generalizarse de ninguna manera.

4. La ley especial que regula el concepto legal de relaciones desiguales de poder es la


Ley de Femicidio y otras formas de violencia contra la mujer, pero el mismo es ambiguo
y se pueden realizar diferentes interpretaciones que atentarían contra el principio de
legalidad como una garantía procesal.

5. Es necesario que en cada caso concreto se acredite fehacientemente las relaciones


desiguales de poder, para determinar si ese conflicto en particular tiene como base una
relación en la que se manifiesta de alguna manera la superioridad del hombre sobre la
mujer en cualquiera de sus manifestaciones.

87
6. La norma vigente actual no es suficiente para acreditar las relaciones desiguales de
poder entre hombre y mujer ya que la misma es muy ambigua y no proporciona el
instrumento legal para aplicar una sanción penal por la comisión de una manifestación
de violencia de género en cualquiera de sus manifestaciones bajo la argumentación de
la existencia de una relación desigual de poder.

7. Ante la ambigüedad y concepto legal escueto de lo que son las relaciones


desiguales de poder, es necesario reformar la Ley de Femicidio y Otras formas de
Violencia Contra la Mujer, en el sentido de determinar clara y ampliamente como se va
a garantizar en un proceso penal de que la agresión al bien jurídico tutelado surgió en
ese caso en concreto ante una relación desigual de poder entre el hombre y la mujer.

88
RECOMENDACIONES

1. Históricamente no solo en Guatemala sino en varias regiones del mundo se ha


manifestado por diversas razones como culturales, de educación, política, religión entre
otras las relaciones desiguales de poder, por lo cual se recomienda que debe de
tomarse en cuanto este aspecto que no solo ha afectado a Guatemala sino al resto del
mundo y como tal generar una política de igualdad entre hombres y mujeres si
enfocarse solamente en una visiona penalizadora de conflictos entre hombres y
mujeres.

2. En el caso especial de Guatemala debe de tomarse en cuanto cada una de las crisis
por las que la nación atraviesa como pobreza, analfabetismo, violencia común y
organizada y otras razones que afectan la convivencia pacífica e igualitaria en familia o
en relación de pareja de los guatemaltecos, por lo tanto es necesario concientizar,
educar y proveer de herramientas justas a los órganos de investigación para determinar
una relación desigual de poder en la que al hombre se le pueda culpar penalmente de la
acción realizada.

3. En el mismo orden de ideas tomando en cuenta cada uno de los aspectos antes
mencionados se debe establecer legalmente y bajo principios de justicia social que es
una relación desigual de poder, cuáles son sus elementos y como se puede imputar la
responsabilidad penal al sujeto activo de una relación desigual de poder bajo un
principio de legalidad para la aplicación de una sanción penal.

4. Es necesario que la determinación de relaciones desiguales de poder sean vistas no


solo como algo pasajero y que se aplique por costumbre o monotonía judicial, sino
como una garantía procesal relacionada con el principio de legalidad, por medio de
tipificar claramente la acción u omisión que se comete bajo una relación de desigualdad
de poder bien definida.

89
REFERENCIAS

a) Bibliográficas.

1. Amnistía Internacional, “La lucha de las mujeres por la seguridad y la


justicia: violencia familiar en México”, Editorial Amnistía Internacional,
2010.
2. Amnistía Internacional, “Vidas rotas: crímenes contra mujeres en
situaciones de conflicto”. EDITORIAL, 2004.
3. Asociación Mujeres de Guatemala. La violencia en contra de la mujer.
Guatemala: Ed. Praxis, centro de documentación PRONICE. 1994.
4. Buompadre, Jorge Eduardo, “Violencia de género, femicidio y derecho
penal, los nuevos delitos de género”, EDITORIAL Alveroni Ediciones,
2013.
5. Castillejo Manzanares, Raquel “Violencia de género y justicia”. Universidad
de Santiago de Compostela 2013.
6. Echebarria Miguel, Carmen, Larrañaga Sarriegui, Mercedes “La igualdad
entre mujeres y hombres: una asignatura pendiente” Red CIRIEC, 2006.
7. Escalante, Ana Cecilia, Gobernabilidad y convivencia democrática en
América Latina: el papel de las mujeres. FLACSO, 2010
8. García, María Nieves, “La igualdad de la mujer y la violencia de género en
la sociedad informada”. Dykinson, 2008.
9. Gil Ruiz, Juana María, “Los diferentes rostros de la violencia de género”
EDITORIAL Dykinson, 2008.
10. Izquierdo, María Jesús.” Los órdenes de la violencia: especie, sexo y
género” Icaria, Barcelona, 1998.
11. López Angulo, Laura Magda, Espinosa Brito, Alfredo, “Violencia hacia la
mujer por su pareja”. Intervenciones orientadas a su manejo integral -
Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos 2012.

90
12. Martínez Q., Lucía W.” La violencia de género en la relación de pareja:
¿una cuestión no perceptible en la vida cotidiana? Revista de Ciencias
Sociales. 9(2), 2003” Editorial Red Universidad del Zuli 2003.
13. Rodríguez García, María Jesús, “Género, políticas de igualdad y bienestar”
EDITORIAL Miño y Dávila, 2013.
14. Rueda Martín, María Ángeles, “La violencia sobre la mujer en su relación
de pareja con un hombre: análisis doctrinal y jurisprudencial”. Editorial
Reus, 2012.
15. Sagastume Gemmell, “Introducción a los Derechos Humanos”, Editorial
Universitaria Universidad de San Carlos, 2008.

b) Normativas.

1. Congreso de la República de Guatemala, Ley de Dignificación y


Promoción Integral de la Mujer, Dto. 7-99 Guatemala,
2. Constitución Política de la República de Guatemala. Asamblea Nacional
Constituyente.
3. Convención americana Sobre Derechos Humanos.
4. Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la
violencia contra le mujer (Belén Dopara Republica de Brasil).
5. Convención para la Eliminación de todas las formas de Violencia contra la
mujer.
6. Convención Sobre la Eliminación de todas las formas de discriminación
contra la mujer, Naciones Unidas 1979 y su protocolo.
7. Convención Sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación
contra la mujer.
8. Ley contra el Femicidio y Otras formas de violencia contra la mujer. Dto.
Número 22-2008.
9. Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer. Dto.
Número 97-96.

91
10. Protocolo de la ley contra el Femicidio y Otras Formas de Violencia Contra
la mujer.
11. Protocolo Facultativo de la Convención Sobre la Eliminación de todas las
Formas de Discriminación contra la mujer.

c) Electrónicas.

1. Asociación para el avance de las ciencias sociales en Guatemala.


2. Disponible en: http://avancso.codigosur.net/article/el-femicidio.
3. Blogspot, González Fonseca, La mujer a través de la historia, disponible
en: http://jesusgonzalezfonseca.blogspot.com/20 11/04/la-mujer-traves-de-
la-historia.html.
4. Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Nieves Rico, Mujer
y Desarrollo, disponible en: https://www.cepal.org/es/publica ciones/5855-
violencia-genero-un-problema-derechos-humanos.
5. Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, disponible en:
http://www.unicef.org/mexico/spanish/SOWC_04_SP.pdf .
6. Organización Mundial de la salud, Violencia contra la Mujer, disponible en:
http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs239/es/.
7. Real Academia Española, Diccionario de la Lengua Española, Online,
edición 23, Editorial Espasa, Madrid 2014, disponible en: http://dle.
rae.es/?id=SB5KObD.
8. Scribid, Escuela de Trabajo Social USAC Guatemala, Femicidio y
Feminicidio, disponible en: ttps://es.scribd.com/doc/253466603/ Femicidio.
9. Trabajo Social Difunde, Educación Popular. Disponible en: http://
www.tsdifunde.com/index.php/-investigaciones-mainmenu-39/22-eulogia-
mamani-huallpa.

d) Otras.

1. Méndez, Juan y Pacheco, Gilda. El desarrollo de proyectos en derechos


humanos con perspectivas de género. Ponencia.

92
2. OSSORIO, Manuel. Diccionario de ciencias políticas, jurídicas y sociales,
Buenos Aires, Argentina 2,007.
3. Sentencia C.J. 08002-2015-00324, de fecha 11 de noviembre del año
2,015, Totonicapán, Guatemala.
4. Sentencia C.J. 08002-2015-00395, de fecha 19 de febrero del año 2,015,
Totonicapán, Guatemala.
5. Sentencia Corte de Constitucionalidad, Guatemala fecha doce de enero de
dos mil once, expediente 3,097- 2010.

93
ANEXO I
Modelo de Entrevista.
1

Universidad Rafael Landívar Campus de Quetzaltenango

Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales

Tesis: “Necesidad de acreditar y argumentar las relaciones desiguales de


Poder entre hombre y mujer, en el delito de violencia contra la mujer de legislación
Guatemalteca.

Instrucciones: A continuación, se le formularan una serie de interrogantes, mismas


que se le solicita amablemente pueda responder. Sus respuestas serán de suma
importancia para el desarrollo de la tesis: “Necesidad de acreditar y argumentar las
relaciones desiguales de poder entre hombre y mujer, en el delito de violencia contra la
mujer en la legislación guatemalteca.” Y las mismas serán utilizadas de forma
confidencial y con fines académicos. Desde ya, se agradece su colaboración al
respecto.

1. Considera que ha existido la desigualdad de poder entre hombres y mujeres en


la sociedad de Guatemala.

2. ¿Qué son las Relaciones Desiguales de poder entre Hombres y Mujeres?

3. ¿Cómo creé que se manifiestan las Relaciones Desiguales de poder, cuál es?

4. ¿Conoce el concepto legal de Relaciones Desiguales de poder, cuál es?

94
5. ¿Considera que es necesario acreditar las Relaciones Desiguales de poder en
un Caso concreto de Violencia contra la Mujer, y como debe de resolverse?

6. ¿Considera que es suficiente la disposición general y abstracta contenida en la


ley especial para que en toda relación jurídica penal entre hombres y mujeres
existan relaciones Desiguales de Poder?

7. ¿Considera que es necesario reformar la Ley Contra el Femicidio y otras formas


de Violencia Contra la Mujer, para dejar claro cómo debe resolverse en un delito
de violencia contra la mujer la existencia de una relación desigual de poder?

8. ¿O creé que es suficiente interpretación y aplicación a la normativa ya existente?

95
ANEXO II
Gráficos que representan la situación actual en Guatemala en los últimos años de
violencia contra la mujer.
I.

II

96
97

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