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Las iglesias evangélicas en El Salvador*

La perspectiva de la sociologia del conoci- resitúe en una consideración compleja del mismo.
miento y de la religión Por su misma vocación, la ciencia sociológica, sin
El sensacionalismo, el partidismo pol(tico y, o embargo, recela del relativismo. La autocompren-
religioso y la pobrei.a del análisis aquejan a la sión que las iglesias evangélicas tienen de sí
mayoría de los estudios sobre el significativo mismas es muy diferente de la visión que de ellas
avance de las sectas o, mejor, de las iglesias evan- tienen el científico poco empático con el fenó-
gélicas en América Latina. Los dos sesgos ideoló- meno religioso o la Iglesia católica, como ya he-
gicos principales que subyacen a estos estudios mos dicho. El interés emancipatorio o práctico del
son la defensividad católica y el marxismo reduc- conocimiento -conocemos para promover una
cionista. La primera observa a las iglesias evangé- sociedad cada vez más humana- vuelve plausi-
licas con aprehensión e incluso con mal disimu- ble, sin embargo, la adopción de una perspectiva
lada irritación, a veces disfrazada de estudiada in- estructural-global, que implica una valoración de
diferencia, como si se tratase de invasoras ilegí- la actuación de las iglesias con criterios básicos de
timas o intrusas en un monopolio largamente dis- humanidad: derecho a la vida, a una subsistencia
frutado y ya desde hace décadas definitivamente digna, a disfrutar de libertades varias que se juz-
perdido. El segundo infravalora, con escaso res- gan fundamentales dentro del patrimonio ilustrado
peto a la realidad, el sentido y los valores religio- común a las sociedades occidentales. Para Fierro,
sos y morales que goi.an de relativa autonomía, e la religión no se agota en su dimensión ideológica.
incluso, en algunas ocasiones, contradicen los in- También funciona, en determinadas circunstan-
tereses económicos o, al menos, actúan con inde- cias, con una "simbología práxica", es decir, de
pendencia de los mismos, cuando no los promue- ninguna manera como reflejo distorsionado de las
ven en un sentido reformista que contradice los relaciones de producción dominantes, sino, al con-
dogmas revolucionarios utópicos. trario, como conjunto de creencias y prácticas que
persiguen reformas más o menos profundas de las
La perspectiva aquí adoptada es la crítica, ins- estructuras socioeconómicas y políticas considera-
pirada en Mannheim, Habermas y en Alfredo Fie- das injustas.
rro. Por un lado, es difícil rechazar el postulado de
que todo conocimiento está contextualii.ado, que La hipótesis, que el trabajo desarrollado en El
obedece a unas determinadas condiciones de pro- Salvador por un equipo dirigido por el autor du-
ducción y, por tanto, pide un tratamiento que lo rante más de dos anos, ha visto confirmarse ha

• Publicado en Misiones Exlranjeras, Madrid, 121 (enero-febrero 1991) con el título "Génesis y desarrollo de )as
sectas".

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sido: mientras que la dimensión politica induda- tólica y las iglesias evangélicas -detectada a
ble de las iglesias evangélicas (que incluye una través de entrevistas semiestructuradasa líderes y
faceta de polltica económica) cumple funciones a simples miembros de ambas iglesias y de la
fuertemente deshumanizadoras o alienantes, para- prensa nacional y de diversas publicaciones con-
dójicamente la acción de las mismas iglesias de- fesionales- permite calibrar el peso respectivo,
sarrolla funciones inequívocamente humanizado- tanto de las tesis weberiana y marxista como de
ras, en otros aspectos de la existencia más ligados las hipótesis endógena y exógena, vinculadas con
a la vida familiar y cotidiana. aquéllas.
En otras palabras, nuestros datos no permiten
Las razones del avance evangélico
interpretaciones unilaterales o reduccionistas del
fenómeno religioso de amplio alcance que cons- ¿Por qué y cómo se ha venido produciendo en
tituye el florecimiento de las iglesias evangélicas las últimas décadas una protestantización acelera-
en América Latina y, más precisamente, en El da de las poblaciones católicas en el continente la-
Salvador. Su actuación remeda, en cierto modo, el tinoamericano?
símil bíblico del trigo y la cizafta, por cuanto a la
Ante todo, conviene recordar que la evangeli-
tesis weberiana de los efectos racionalidadores de
zación por parte de la Iglesia católica fue ambi-
lo "irracional" (los valores y la motivación reli-
ciosa por su amplitud, pero insuficiente por la
giosa, capaces de organizar y favorecer la integra-
enorme extensión del territorio, el corto número
ción de la identidad individual y grupal y de
de los misioneros y, sobre todo, por la integración
promover el desarrollo económico) se yuxtapone
subordinada de la Iglesia en la corona, como se-
la tesis, también weberiana y marxista (aunque
ftaló Iván Vallier. La influencia católica fue sobre
con muy distinto énfasis), del condicionamiento
todo por difusión sociocultural nacional o regional
económico de las orientaciones religiosas, según
a partir de unas élites religiosas, caracterizadas
el cual, las relaciones de producción explotatorias
por el mismo autor como "políticas", que inter-
son las responsables de las orientaciones religiosas
cambiaban apoyos y demandas a nivel local con
conformistas y pasivizantes de las vícúmas a las
las autoridades coloniales, frecuentemente sin to-
que explotan.
mar para nada en cuenta las necesidades y aspi-
La hipótesis exógena se inscribe de forma raciones de la población autóctona. Vallier creyó
aproximada en esta segunda línea de sabor predo- ver a partir de los ai'los veinte, y seftaladarnente a
minantemente marxista: la cultura de las iglesias la hora del concilio Vaticano 11,en los sesenta, el
evangélicas sería la avanzadilla de la dominación relevo de aquellas élites político-religiosas tradi-
imperialista o neocolonial norteamericana confi- cionales por una "Iglesia nueva", en la cual el rol
gurada como objeto de exportación a un país de religioso especializado del seglar sería fundamen-
economía capitalista en estado incipiente de desa- tal para la aparición de nuevos tipos de influencia
rrollo. La misma cultura, en versión orientada al religiosa en la sociedad, a través de distintas for-
consumo interno, también florecería en el vecino mas de interdependencia estructural (universida-
país del norte (a pesar de los escándalos econó- des católicas, conferencia episcopal latinoamerica-
micos y sexuales de algunos teleevangelistas) por na, democracia cristiana, etc.). Desgraciadamente,
su funcionalidad dentro de la sociedad capitalista Vallier concedió a la democracia cristiana un cré-
avanzada. dito que la historia posterior se ha encargado de
La hipótesis endógena, al contrario, respon- reducir muy por debajo de la influencia de las
dería mejor a la tesis weberiana al enfatizar la vir- élites militares y económicas, ligadas o represen-
tualidad de este tipo de religiosidad en varias esfe- tadas por la oligarquía remozada, raras veces sus-
ras de actividad, especialmente en la individual y tituida por una burguesía nacional desarrollista.
familiar. Pues bien, los factores que, según Vallier, pro-
La confrontación dialéctica entre la Iglesia ca- piciaron la aparición de la "Iglesia nueva" fueron

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el comunismo y el cristianismo pentecostal, que ellos pertenecía a congregaciones pentecostales.
desde los aflos veinte supusieron una competencia Otras iglesias evangélicas de fuerte implantación
de creciente importancia para la Iglesia católica en en el país son la Misión Centroamericana (cuya
su esfuerzo por atraerse la lealtad de las masas. En llegada se remonta a 1896), las iglesias bautistas,
1906, en una reunión celebracia en Panamá, las que cubren un amplio espectro de orientaciones
principales iglesias y y sociedades misioneras nor- doctrinales y los adventistas. Las iglesias protes-
teamericanas decidieron repartirse las distintas zo- tantes "históricas" o "litúrgicas" -luteranos y
nas del istmo centroamericano como áreas de pe- episcopalianos- sólo tienen una presencia muy
netración de sus respectivas denominaciones. reducida en El Salvador.
Las Asambleas de Dios de El Salvador cifran El período de mayor crecimiento de las igle-
su origen remoto en la predicación del bautismo sias evangélicas en el país es, sin embargo, la úl-
del Espíribl Santo y de la sanidad divina en tima década, significativamente el período de la
Springs (Missouri), en 1906, así como en la ex- guerra civil aún en curso. Según un estudio rea-
periencia pentecostal del ministro de color W. J. lizado por la Confraternidad Evangélica Salva-
Seymour, en Los Angeles, durante el mismo ano y dorena, la tasa de crecimiento anual medio de la
en el avivamiento (revial) consiguiente a que dio población evangélica, entre 1978 y 1982, fue del
lugar durante tres anos. Uno de los hombres reli- 22.04 por ciento. Según dicho estudio, para 1987.
giosos de esta corriente pentecostal, que sintió una los protestantes constituían el 22.6 por ciento de la
llamada para ejercer su ministerio en América La- población salvadorena. En cambio, según otro
tina fue el canadiense Federico Ernesto Mebius, estudio del Instituto de la Opinión Pública de la
quien llegó a El Salvador en 1906 y predicó en Universidad Centroamericana José Simeón Canas
Ciudad Delgado, Monserrat y Las Lomas de San (IUOOP), el porcentaje, para esa misma fecha era
Marcelino (cantón de Coatepeque, Santa Ana), el 16.4 por ciento, pudiendo atribuirse la dife-
donde estableció la primera iglesia pentecostal, rencia a la inclusión, en el primer estudio, de fa-
dando así origen a un movimiento evangélico que miliares y simpatizantes no bautizados.
hoy ocupa, por su importancia numérica y orga-
nizativa, el primer puesto dentro del amplio espec- La dimensión humanizadora de las iglesias
tro evangélico salvadoreno. evangélicas
El verdadero organizador de las Asambleas de La importancia de la variable religiosa en las
Dios en el país, sin embargo, fue el salvadoreno formas de vida del pueblo salvadoreno pone de
Francisco Ramfrez Arbizú, amigo de Mebius, relieve las insuficiencias del tratamiento de esta
quien pidió ser incorporado a dicha iglesia y fue variable por la teoría crítica de Habermas, escasa-
ordenado en Estados Unidos, en 1927. La primera mente aplicable a las sociedades donde la moder-
familia misionera norteamericana, los Williams, nidad no está plenamente establecida. Tanto los
llegaron a El Salvador en 1929. El pastor Wi- aspectos de humanización progresiva como los
lliams permaneció aquí como superintendente o deshumanizadores tienen, por lo general, impor-
principal responsable durante veintidós anos, su- tantes connotaciones religiosas en el área centro-
cediéndole en el cargo el citado Francisco R. Ar- americana. Así, por ejemplo, el arzobispado cató-
bizú. La revista Luz y vida, portavoz de las Asam- lico de San Salvador viene fungiendo desde hace
bleas de Dios, resume así la obra de los misio- una década como la principal agencia de servicios
neros norteamericanos en el país: "el aporte de los sociales para las mayorías marginadas del país,
misioneros para el desarrollo y consolidación de incluyendo un gran número de desplazados por las
la Iglesia en el país fue grande. Ellos vinieron a convulsiones del conflicto civil. Son muchos los
ser orientadores, consejeros ... y padres. Todos son organismos internacionales y gubernamentales de
de grata recordación entre los obreros nacionales". varios países que han canalizado sus ayudas a tra-
En 1978, los protestantes eran el 7 por ciento vés de los órganos de asistencia y servicio social
de la población salvadorena. El 68 por ciento de de la institución católica.

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La tarea de las iglesias evangélicas en este res: ante todo, la igualdad básica entre los pastores
campo también ha sido y continúa siendo muy y los fieles, cimentada en la doctrina del sacer-
importante. Ellas han recibido ayudas de organis- docio general; en segundo lugar, la elección de-
mos gubernamentales y privados y, sobre todo, de mocrática de los pastores en algunas de estas igle-
iglesias y asociaciones religiosas fundamentalistas sias, como las bautistas; en tercer lugar, la combi-
norteamericanas, lo cual demuestra su buen hacer nación de autoritarismo con formas de democracia
en el campo asistencial y humanitario. Aunque los restringida y de promoción gradual a las más altas
primeros destinatarios de la ayuda sean sus pro- responsabilidades de la Iglesia, que aparece en el
pios fieles, no todas las iglesias evangélicas se sir- régimen de gobierno de las Asambleas de Dios.
ven de ella para el proselitismo, pero hay algunas Para Lalive D'Epinay, el verdadero modelo del
de notable implantación que incluso lo tienen a ministro pentecostal es el patrón de la hacienda
gala. De especial importancia es la labor educati- tradicional. La diferencia, sin embargo, estriba en
va, de signo militante confesional, que realizan los el muy diverso grado de oportunidades de pro-
colegios primarios, secundarios y vocacionales o moción de ambas instituciones.
profesionales de la red establecida por el pastor
Aunque en las esferas mencionadas, las igle-
Juan Bueno, líder de las Asambleas de Dios, rela-
sias evangélicas realicen funciones humaniza-
cionado con el evangelista Jimmy Swaggart.
doras, éstas se caracterizan mucho más como un
En el contexto de crisis orgánica del país, con proyecto de restauración social que como una
amplios fenómenos de desarraigo psicológico in- avanzadilla del proceso de modernización. Este
dividual, residencial, de .desorganización de la vi- sólo es patente en aquellas escasas iglesias que,
da familiar y comunitaria, de hambre o desnulri- como las bautistas, exhiben un alto grado de de-
ción, de peligro de muerte, de persecución, etc., mocratización interna. La reintegración individual
propios de toda guerra civil, la función humani- y comunitaria tiene lugar dentro de los parámetros
zadora de las iglesias evangélicas se ejerce, ante de la sociedad tradicional y sólo en algunos lí-
todo, en la integración o reintegración de la iden- deres aparecen, aunque faltas de coherencia y jus-
tidad individual, familiar y comunitaria de sus fie- tificación racional, expresiones que apuntan tími-
les. Como verdadero "refugio de las masas" (La- damente en el sentido de la ética protestante, mo-
live D'Epinay), estas iglesias, con sus métodos tor, en la teoría weberiana del proceso de racio-
personalizados de evangelización, su énfasis en la nalización, rasgo constitutivo de la modernidad.
participación plena en la comunidad de fe y el ca- Estamos pensando en algunos de los líderes de la
rácter emocional y entusiástico de su culto, su- Universidad Evangélica y de la asociación interde-
peran en capacidad de reintegración individual, fa- nominacional "Fraternidad de Hombres de Nego-
miliar y comunitaria a la Iglesia católica, con su cios Cristianos del Evangelio Completo", de claro
estilo formal, más intelectual que emocional, rela- tinte pentecostal, en la cual se integran católicos y
tivamente frío y burocrático. También en la Igle- protestantes de muy distintas iglesias.
sia católica de El Salvador, aunque existan nu-
merosas excepciones, el distanciamiento entre el La dimensión deshumanizadora de las iglesias
clero, que monopoliza la producción de los bienes evangélicas
simbólicos, y el pueblo es proverbial y tiene el Si el sentido de la estructura social y de las
efecto de desanimar la plena participación de los posibilidades de la acción humana colectiva para
fieles en la comunidad religiosa y cúltica.
incidirsignificativamente en dicha estructura -en
Una de las bases sustentadoras de esta dimen- vez de ser mero sujeto pasivo de sus constriccio-
sión humanizadora es el carácter extremadamente nes- constituye uno de los rasgos de la moderni-
sencillo y firme de las creencias evangélicas, mu- dad y de la herencia ilustrada, la mayoría de las
cho menos elaboradas y dotadas de matices que iglesias evangélicas que operan en El Salvador
las del catolicismo. En la mayor participación en (agrupadas a nivel continental en CONELA) des-
la comunidad religiosa cabe distinguir tres facto- plieguen una variedad de estrategias evangelísti-

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cas, sustentadas en interpreta-
ciones sui generisde la tradición
cristiana, que las oponen fron-
talmente a muchos de los valores
humanizadores más obvios de
esa modernidad y, en concreto,
al compromiso cívico y socio-
político en todas sus formas.
Es cierto que, dentro de estas
iglesias existen minorías, las
cuales han comenzado a percibir
la inadaptación de esa postura y,
en algunas ocasiones, encuentran
puntos de referencia modemi-
zantes dentro del propio campo
evangélico, en la agrupación de
iglesias latinoamericanas CLAI,
que apenas cuenta, sin embargo,
con miembros entre las denomi-
naciones evangélicas de El Sal-
vador. Una situación diametral-
mente opuesta a la de El Salva-
dor, Guatemala y Honduras es la
de Nicaragua, donde las iglesias
evangélicas agrupadas en la
CLAI son las más numerosas e
importantes y minoría las que se
alinean dentro de CONELA.
La intensa emocionalidad del
culto pentecoslal actúa como
uno de los mecanismos de ais-
lamiento del contexto social que
caracteriza a las capillas o tem-
plos, convirtiéndolos en verda-
deros cenáculos ("Aposento alto" es el nombre economía de mercado y en los medios de comuni-
bien significativo de una de las iglesias fundamen- cación social.
lalistas del país y, al mismo tiempo, una referen- Esta ausencia de la vida pública y la preten-
cia frecuente entre las iglesias pentecoslales a la dida neutralidad política no pueden sino ser cons-
sede el primer pentecostés) o islotes de resistencia cientemente asumidas por parte de los líderes de
pasiva al cambio social característico de las so- las iglesias. De ahí que, cuando eligen ignorar los
ciedades modernas. Dicho aislamiento emocional crímenes cometidos o dejados impunes por los po-
y organizativo de la sociedad global actúa asimis- deres públicos o sus aliados en las personas de la
mo como estructura de plausibilidad que atenúa la oposición legal o en los miembros de la sociedad
inevitable disonancia cognoscitiva de los miem- civil, su silencio e inhibición resulten escandalo-
bros que desarrollan sus roles laborales en un sos para la sensibilidad moral del ciudadano ci-
ambiente más o menos moderno y, en todo caso, vilizado y sus confesiones de neutralidad y distan-
expuestos al embate de la modernidad, en una te espiritualismo apenas logran disfrazar una mala

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conciencia ¿Como, si no, puede explicarse la vilegiadas y la prensa nacional, que representa sus
omisión de cualquier referencia a la masacre de la intereses, han mostrado de forma creciente hacia
UCA, en la revista de la Universidad Evangélica las iglesias evangélicas a las cuales oponen aque-
en la que, sin embargo, abundan los artículos "es- llos sectores de la Iglesia católica salvadorena
piritualistas"? que como el arzobispado de San Salvador, les
merecen toda clase de reprobaciones y calumnias.
La justificación de tales posturas se busca en
un reduccionismo bíblico de signo individualista e Pero las iglesias evangélicas no son las únicas
incluso intimista, que excluye toda referencia a la que presentan esta dimensión deshumani7.adora.
justicia social y al esfuerzo colectivo por la paz. Un amplio sector de la Iglesia católica y, en ella,
las clases altas, en general (cuantitativamente alre-
No faltan las actividades de asistencia social
dedor del uno por ciento de la población), junto
en estas iglesias que, sin embargo, se desarrollan
con la mayoría del episcopado y los movimientos
en el espíritu tradicional. El modelo, más o menos
religiosos espiritualistas (principalmente, la llama-
inconscientemente adoptado, es el del patrón de la
da "renovación carismática") mantienen posturas
hacienda, que, en coherencia con el reduccionismo
semejante a las de las iglesias evangélicas. De ahí
bíblico apuntado, está muy alejado de la orienta-
la comprensión y simpatía que éstas demuestran
ción al desarrollo y a la formación de la comuni-
hacia aquellos sectores, favorecidas por la afini-
dad por considerar que lo social y lo político son
dad de sus formas de oración y expresión religi'l-
dimensiones inevitablemente corrompidas del
sa.
mundo, reino del maligno.
Las funciones latentes, que la orientación re- Las iglesias evangélicas, las sectas y las co-
ligiosa y social de estas iglesias posibilita, son munidades de base
aquellas que, aunque no pretendidas directamente Tanto las iglesias evangélicas como la Iglesia
por sus líderes, no por ello dejan de repercutir en católica, en sus distintas comunidades o congrega-
la vida de los miembros y de la misma organi- ciones locales, participan, al mismo tiempo, tanto
zación religiosa. Muchos de ellos las reconocen de la función y del carácter ideológico de la reli-
abiertamente: garantizan la supervivencia y la se- gión como de su condición práxica de signo libe-
guridad de sus fieles frente a la persecución y la rador. La teoría weberiana de la "afinidad electi-
represión de las fueu.as armadas y de seguridad. va", según la cual las ideas religiosas tienden a se-
La organi7.ación de una "peregrinación por la paz guir una línea de convergencia con los intereses,
y la libertad". patrocinada por el gobierno y que tanto religiosos como económicos, encuentra ple-
tuvo lugar el 20 de diciembre de 1989 en la Plaza na verificación en este paralelismo fácilmente dis-
Cívica del Centro de Gobierno, un intento de rele- cernible entre orientaciones religiosas diametral-
gitimación religiosa, al parecer ideado por el pre- mente opuestas que no reconocen barreras confe-
sidente, fue confiada a líderes evangélicos. Esto sionales. En efecto, la identificación de la corrien-
prueba de forma inequívoca la relación privile- te católica carismática es mucho más estrecha
giada de la mayoría de estas iglesias con unos po- -ignorando las diferencias doctrinales- con la
deres públicos que han merecido constantes cen- orientación espiritualista pentecostal que no con la
suras de los organismos internacionales por su religión de orientación liberadora de las comuni-
irrespeto de los derechos humanos e incluso la re- dades de base que, como aquélla, proclama su fi-
ducción de la ayuda militar noneamericana por la delidad a los principios básicos del catolicismo.
masacre de la UCA, imputada a elementos de la
Fuerza Armada, que hasta ahora han actuado con Aunque la literatura evangélica explica la dife-
impunidad. rencia entre las iglesias y las sectas tomando co-
mo criterio la adhesión, en las primeras, a sólo la
Otra función latente ha sido la legitimación Biblia como regla de fe mientras que, en las se-
religiosa del statu quo político y económico, tal gundas, a la Biblia se aftade algún ob'O tipo de
como lo prueba la simpatía con que las clases pri- creencia, es claro que, incluso desde un punto de

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vista especulativo, la distinción es harto imprecisa cristianismo orientada a la cercanía y al servicio a
por cuanto son múltiples las interpretaciones de los pobres, a los que consideran lugar privilegiado
que es susceptible la Biblia como la misma divi- de la presencia de Dios en el rnundo, optando por
sión de dichas iglesias patentiza. Ahora bien, des- compartir su existencia y sus luchas de liberación.
de una perspectiva sociológica, que no entrafla ¿Por qué sólo una minoría dentro de la Iglesia ca-
connotaciones peyorativas, sino que busca una tólica latinoamericana forma parte de estas comu-
progesiva adecuación conceptual, iniciada por nidades? ¿Por qué muchos católicos, generalmente
Weber y Troeltsch, las iglesias evangélicas poseen nominales, cuando se convierten a alguna de las
muchos de los rasgos característicos de las sectas, formas de religiosidad evangélica, eligen ese tipo
en particular el énfasis en la adhesión voluntaria y de "avance" religioso en vez de integrarse en las
adulta, el relativo aislamiento de la sociedad civil comunidades de base?
y el escaso compromiso en las tareas públi- De forma paralela a como hemos senalado
cas -<:onsecuencia de su dualismo premilenarista, entre las funciones latentes de las iglesias evangé-
el cual desanima las tareas de construcción de la licas de El Salvador la garantía de supervivencia y
ciudad terrena-, el relativo exclusivismo y la el trato privilegiado del cual son objeto por parte
falta de soluciones al problema de la socialización
del gobierno y de la Fuena Armada, también pue-
en la fe de la segunda generación. De hecho, estas
de constatarse que uno de los rasgos distintivos de
sectas (sociológicamente hablando) pasan con el las comunidades de base en América Latina y de
tiempo a adoptar rasgos del tipo "iglesia", dando
El Salvador, en concreto, durante la última déca-
así lugar a un nuevo tipo de organización, que da, ha sido la persecución. Aunque es bien cono-
Yinger denomina "secta establecida". El estudio cida la valoración positiva de la misma en el cris-
de esta evolución, en el caso de El Salvador, tianismo primitivo, los fieles católicos (general-
deberá esperar la llegada de esa segunda genera- mente sólo por adscripción familiar y ambiental)
ción. Las dimensiones exiguas del fenómeno
insatisfechos por el tipo de doctrina y de práctica
evangélico en el país antes del comienzo de la habitual de la iglesia de su afiliación nominal,
pasada década no hacían posible dicho análisis al
suelen elegir, en su mayoría, nuevas formas de
favorecer, más bien, su aislamiento y su corre- vida y de asociación religiosa que, en medio de la
lativa intensificación de los rasgos sociológicos
situación de tensión, penuria y peligro que vive el
sectarios.
país, les proporcionen consuelo psicológico y es-
Las comunidades de base, como organizacio- piritual al tiempo que asistencia material. Sólo una
nes religiosas, ofrecen un claro contraste con la minoría se inclina por aquel tipo de religiosidad
vocación originalmente separatista de las sectas liberadora cuya secuela inevitable es la persecu-
protestantes. Su actividad puede más bien con- ción y aun la muerte.
siderarse como las de las ecclesiolae in ecclesia
(Wach), ya que fomentan una forma de vivir el Juan Luis Recio

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