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Segunda nueva época N° 29, Enero-Diciembre, 2019 ISSN: 0252-8479 • Doi: 10.15359/ra.1-29.16
Resumen
En las últimas tres décadas, agrupaciones cristianas han logrado proyectarse e ins-
talarse de manera paulatina en las estructuras políticas de varios países de Améri-
ca Latina, logrando ocupar diversas instancias gubernamentales para así impulsar
sus propias agendas. Ante dicho fenómeno, resulta importante abordar de manera
crítica e investigativa el discurso teológico que impulsan muchas de estos grupos
y partidos políticos, el cual se conoce como la Teología de la prosperidad. En el
presente artículo se realiza un sondeo histórico para rastrear lo que son sus orígenes
ideológicos, los cuales tienen como una de sus principales fuentes el movimiento
filosófico y espiritual del Nuevo pensamiento, surgido a mediados del siglo XIX en
los Estados Unidos. De esta forma, se abre un cuestionamiento sobre si la Teología
de la prosperidad es realmente una teología, al discutir y contrastar sus principales
consignas desde una perspectiva histórica, teológica y crítica.
269
Marco Antonio Quesada Chaves
Abstract
In the last three decades, Christian groupings have managed to project and
install themselves gradually in the political structures of several Latin Amer-
ican countries, managing to occupy diverse governmental instances in order
to promote their own agendas. Given this phenomenon, it is important to
critically and investigatively address the theological discourse that many of
these congregations and political parties promote, which is known as the
Prosperity Gospel. In the present article, a historical survey is carried out
to trace what its ideological origins are, one of its main sources being the
philosophical and spiritual movement of the New Thought, which emerged
in the mid-nineteenth century in the United States. In this way, a question
arises about whether the Prosperity Gospel is really theology, by discussing
and contrasting its main slogans from a theological and critical perspective.
T
latinoamericano hablará de ellas por separado, con respe-
razar el camino por el que va evo- to a sus particularidades, y sin etiquetarlas
lucionando la situación social, reli- a todas bajo el nombre de “evangélicas”;
giosa y sobre todo política en Amé- una recomendación que de hecho sugieren
rica Latina, no puede ignorar los atajos por algunos como Moreno y Moreno (2017).
los cuales diversas congregaciones protes-
tantes se han incorporado a dicho panora- En el actual panorama político latinoa-
ma. Se trata sobre todo de iglesias evangéli- mericano, sí es importante notar que la
cas, pentecostales y neo-pentecostales. Por teología desarrollada en algunas iglesias
lo general, tiende a incluirse en la etiqueta evangélicas, pentecostales y sobre todo
de “evangélicos” a estas dos últimas agru- neo-pentecostales, es la que, por lo gene-
paciones, y otras como metodistas y pres- ral, está en la base de varios partidos polí-
biterianos, pero ello no es del todo preciso. ticos cristianos, los cuales han ganado una
importante presencia en la esfera electo-
Dicha generalización terminológica pue- ral, sobre todo en países como Guatemala,
de dar lugar a muchos malentendidos, ya Costa Rica, Colombia y últimamente, Bra-
que existen diferencias históricas, polí- sil. Se trata de la Teología de la prosperi-
ticas y teológicas entre ellas que no pue- dad, que presenta como fundamentos de la
den pasarse por alto para comprender el vida espiritual a: la riqueza, la prosperidad
material, financiera, la salud física así Lo anterior se vio reforzado por una ma-
como el estatus social. Esto sin embargo, siva actividad evangelizadora realizada
no es una realidad nueva ni medianamen- por las mismas iglesias, cuya actividad de
te sorpresiva, sino que es resultado de una proyectarse en lo social y cultural se dio
serie de procesos históricos, sociales y re- sobre todo en el ámbito educativo (Barre-
ligiosos que vienen gestándose desde el ra, 2006). Ello logró suplir una demanda
siglo antepasado. de sentido religioso entre algunos estra-
tos poblacionales, lo que allanó el terreno
Anglicanos, presbiterianos, metodistas y para que surgieran y se expandieran otras
otros fueron de los primeros grupos pro- iglesias como las pentecostales.
testantes que se instalaron en la región
a través de la llegada de diplomáticos y El pentecostalismo; fenómeno religioso
comerciantes europeos. Su identidad y complejo y abordado desde varias disci-
creencias, más toleradas que aceptadas plinas como la psicología, la sociología
en una región abrumadoramente católica o la antropología (Mansilla, 2009), sigue
como lo era América Latina en aquel mo- constituyendo un desafío por su diversi-
mento, estuvo también protegida por los dad. En general, estas iglesias se carac-
tratados comerciales que los nacientes paí- terizan por una teología que enfatiza la
ses concretaron con el Imperio británico y importancia del bautismo en nombre del
otras naciones europeas (Lynch, 2012). Espíritu Santo, como tercera persona de la
Trinidad, que adquiere un peso determi-
No obstante, si bien la instalación del nante en la vida espiritual. Esto ha dado
protestantismo en sus diversas variantes lugar a una forma de culto muy carismá-
estuvo precedida por la llegada de inmi- tico, cargado de intensidad emocional,
grantes europeos, su avance y difusión en manifestaciones extáticas y de curaciones
las sociedades latinoamericanas también físicas (Garrard-Burnett, 2011). Por otra
se vio favorecido por las transformaciones parte, en su eclesiología no existen me-
y conflictos sociopolíticos acaecidos entre diaciones, es decir; entre el sujeto y Dios
los siglos XIX y XX. Schäfer (2009) ex- no existen instituciones o ritos que influ-
plica por ejemplo cómo a los pocos años yan en la relación. Su acceso a lo sagrado,
de independizadas algunas naciones, nu- afirma Mansilla (2009), es directo, lo que
merosas iglesias aprovecharon la ruptura provee de una experiencia religiosa fuerte-
entre una clase colonial dominante, ligada mente subjetiva.
principalmente a la Iglesia católica, y una
naciente clase social conformada por co- El rol del pentecostalismo sería funda-
merciantes liberales, entre quienes el pro- mental en la historia religiosa latinoameri-
testantismo llegó a ser muy aceptado, por cana, pues hacia finales del siglo XIX y la
la afinidad entre los valores liberales y la primera parte del XX, aparece en la escena
teología luterana de la justificación por la social, afincándose de manera progresiva
fe, aceptada y predicada por la mayoría de entre los estratos más desfavorecidos y de-
estas iglesias. pauperados. Schäfer (2009) lo sintetiza de
la siguiente manera:
Son los períodos con cambios sociales desarrollo de organizaciones sólidas, que
drásticos en los que el pentecostalismo van desde pequeñas iglesias, hasta las muy
más crece: comienza con la industriali- conocidas “mega-iglesias”.
zación de los años 40 en las ciudades y
las minas del sur y con la mecanización Empero, tanto unas como otras iglesias
de la agricultura durante los años 50 de distinta orientación debieron su exito-
en Centroamérica y sigue con las gue-
sa presencia entre diversos sectores de las
rras centroamericanas así como con los
cambios sociales en relación a la neoli- sociedades latinoamericanas sobre todo
beralización de las economías y socie- a una combinación de las circunstancias
dades en los años 90. (p. 48) históricas y sociopolíticas, pero también a
una ingente actividad proselitista. En ge-
En este breve sondeo, una corriente deve- neral, se logró suplir la necesidad de una
nida del pentecostalismo empieza a cobrar experiencia religiosa más personal, libre
importancia a inicios de los años 60 del del tener que afiliarse a instituciones y
siglo pasado, sobre todo en los Estados tradiciones, como es propio en el mundo
Unidos; se trata del neo-pentecostalismo, contemporáneo.
término más empleado por quienes se de-
dican al estudio de lo religioso que por Cabe comprender que, dadas las difíciles
quienes integran dichas iglesias. Como circunstancias vividas en muchos países
una variante relativamente identificable durante la segunda mitad del siglo XX, la
del pentecostalismo, las iglesias neo-pen- adversidad sufrida por muchas personas
tecostales se caracterizan también por un llevó a una pérdida del sentido de la vida,
énfasis en lo carismático, en el que sus ante la tragedia y los males devenidos por
pastores son ungidos por el Espíritu San- problemáticas como la pobreza, la desin-
to, y por una cualidad muy peculiar: un tegración familiar, el desempleo, los con-
énfasis en que las bendiciones de Dios se flictos armados que azotaron sobre todo a
alcanzan por donaciones monetarias así Centroamérica durante la segunda mitad
como por una fe basada en el pensamiento de siglo, así como por las dictaduras mi-
positivo. La prosperidad financiera, mate- litares que se instauraron en varios países
rial, y el bienestar físico, serían entonces de Suramérica durante el mismo período.
la manifestación de tales bendiciones.
Las iglesias pentecostales, como se ha
Por esta última característica, en Améri- mencionado, lograron insertarse entre sec-
ca Latina, su presencia social se ha dado, tores depauperados, donde las precarias
sobre todo, entre las clases medias y al- condiciones socioeconómicas se vieron
tas que van ascendiendo, pues respondían apaciguadas al ser acogidas por muchas
a las demandas de sentido de un sector personas en iglesias que predicaban una
social conformado por profesionales de visión apocalíptica del mundo, basada en
unas sociedades que, durante la mayor la doctrina de la guerra espiritual. Esta
parte del siglo, se estuvieron industriali- concibe el mundo y la vida de cada perso-
zando. El poder adquisitivo que estas con- na como el escenario de un enfrentamiento
gregaciones llegaron a poseer permitió el entre Dios y Satanás. Destaca también en
esta visión la teología del “rapto”, donde seculares, y el reino de los cielos a través
se interpretan las difíciles circunstancias de la gracia. Pero es el movimiento neo-
históricas, sociales y políticas como indi- pentecostal -cuya base social tenía un
cadores de un inminente fin de los tiempos. fuerte poder adquisitivo- el que empieza
Al darse la segunda venida de Jesucristo, a insertarse en las estructuras políticas,
quienes murieron en santidad resucitarán, involucrándose luego otras agrupaciones
mientras que los vivos serán arrebatados como los evangélicos.
hasta los Cielos. Todo esto en el nivel psi-
cosocial permitió una recuperación de la De esta manera, llegan a formar parte de una
dignidad personal ante la adversidad, así globalización religiosa que ha alcanzado
como una fuerte integración grupal. proporciones importantes en países como
Brasil, donde son algunas iglesias evangé-
El neo-pentecostalismo por su parte, llegó licas, pentecostales y neo-pentecostales las
a desarrollar una importante presencia en que tienen una presencia más activa en la
países como Guatemala, ya que logró una política, lo que quedó demostrado con la
amplia aceptación entre los sectores más elección del actual gobierno brasileño.
acaudalados y poderosos (Schäfer, 2009).
Pero no fue sino hasta la década de los En la presente exposición histórica y teoló-
ochenta cuando se puede apreciar tanto gica, cabe tener presente que el crecimiento
un crecimiento acelerado de estas iglesias, de las iglesias neo-pentecostales en Amé-
como una importante presencia política, rica Latina está ligada al auge de dichas
cuyas bases sociales se estuvieron conso- congregaciones en los Estados Unidos; un
lidando durante las décadas anteriores. fenómeno que posterior a la mitad del siglo
pasado se ha vinculado con el surgimiento
Para Córdova (2014), es a partir de los 80, del neoliberalismo y su implementación en
donde junto a la caída de varias dictaduras varios países de Occidente durante este pe-
militares en la región y la consolidación ríodo histórico. Fenómenos como los “tele-
de los partidos políticos como mediadores evangelistas” en Estados Unidos durante la
entre el Estado y la sociedad, que distintas década de los años 80 hasta la actualidad,
iglesias protestantes empiezan a proyectar- no hizo sino consolidar la presencia del
se en política, a través de varias organiza- neo-pentecostalismo en América Latina
ciones y partidos por medio de los cuales, como una corriente cristiana que legitimara
poder canalizar su agenda ideológica. las ideas neoliberales y los principales va-
lores del capitalismo.
Esto representa algo inusitado, ya que se-
gún Barrera (2006), la mayoría de iglesias A través del desarrollo tecnológico de los
protestantes en América Latina nunca se medios de comunicación masiva, se abrie-
interesaron por incursionar activamente ron las puertas para que varios pastores
en la política, al seguir, muchas de ellas, la difundieran sus prédicas en el nivel interna-
doctrina luterana de los dos reinos (Man- cional, al amasar importantes fortunas por
silla, 2009), en la que Dios gobernaría medio de las ofrendas y donaciones que los
el reino terrenal a través de los poderes fieles daban, a la espera de una retribución
que Moreno y Moreno (2017) consideran mismo tiempo la mercancía que intro-
que es una correlación teleológica entre lo duce en el mercado y de la que asume
religioso y lo político, y vale agregar, lo la promoción y la difusión, los valores
económico-financiero. sobre los que reposa el buen funciona-
miento del mercado, su aceptación y
La estructura de las congregaciones mu- la de sus reglas como espacio legítimo
de organización de la vida colectiva. Se
chas veces emula un modelo empresarial,
presenta por lo tanto como siendo ade-
acuerpado por una industria literaria de más un actor religioso y económico, un
autoayuda con un fuerte mercadeo (mar- actor ideológico, lo cual lo constituye de
keting), que les permite identificar y suplir facto potencialmente en actor político.
las principales necesidades psicológicas, (García-Ruiz y Michel, 2014, pp. 54-55)
emocionales y espirituales en los indivi-
duos. El estilo de sus cultos y celebracio- Es en esta dinámica donde entra la Teo-
nes es, por lo general, uno que incorpora logía de la prosperidad; pues es el corpus
elementos estéticos del espectáculo, lo que ideológico -más que teológico- que fun-
fomenta una experiencia religiosa alta- damenta, legitima y da sentido a esta for-
mente estimulante, centrada en lo emo- ma de asumir la fe y la identidad cristiana
cional, y no tanto en lo contemplativo o en las sociedades de consumo, identidad
en el recogimiento interior. Aunado a esto, que es también política. También cono-
abundan reportes de manifestaciones ca- cida como Evangelio de la prosperidad
rismáticas como el hablar en lenguas, o o Prosperity Gospel, las iglesias que
bien las curaciones milagrosas. adoptan esta ideología no desarrollan sus
actividades en un ámbito meramente re-
Acá se trata no tanto de entrar a debatir ligioso y personal, sino que se extienden
sobre la veracidad o no de tales fenómenos también a lo económico, y se proyectan
extraordinarios, o de su dimensión teoló- hacia lo político, sin que ello implique un
gica, sino resaltar que el trasfondo en el contrasentido moral o teológico. Por su-
que ocurren es uno donde lo religioso se puesto, evitan incorporar en su discurso
convierte en un bien mercantil. El tipo de una crítica muy marcada hacia el sistema
experiencia que se fomenta es algo que se socioeconómico imperante, pues ello im-
ofrece como un producto, el cual se pro- plicaría caer en un contrasentido.
mociona por medio de un amplio abani-
co de ofertas espirituales, de autoayuda y De esta forma, y para propósitos de definir
demás, que permitan darle un sentido a la los conceptos, vale afirmar que el de “Teo-
vida actual. Las iglesias entonces adoptan logía de la prosperidad” comporta una
la lógica imperante en las sociedades de serie de problemáticas en cuanto al signi-
mercado, la del consumo: ficado del término, pues dicha teología es
fundamentalmente un discurso ideológico,
En esta lógica, el actor religioso es si- que interpreta el Evangelio en función de
multáneamente un actor económico, los valores capitalistas de la prosperidad
formado y sometido a las reglas de la financiera, el individualismo, el bienestar
economía mundializada. Difunde al
físico y el consumo de bienes materiales.
Es frecuente que se adopte una perspecti- discurso? Son preguntas cuyas respuestas
va triunfalista de la fe cristiana, centrada aún están en proceso de ser indagadas.
no tanto en la realidad sacrificial y reden- Por ende, rastrear los orígenes históricos e
tora de Cristo muerto y resucitado, sino ideológicos es buen punto para comenzar.
en el poder del individuo para inclinar la
balanza de la vida en favor de sus intere- Sus orígenes históricos: el movimiento
ses, a través del pensamiento positivo y las del Nuevo pensamiento
donaciones monetarias. En este sentido, es
también una perspectiva materialista, pues Los orígenes históricos de la Teología de
tanto la prosperidad económica como la la prosperidad se sitúan en Norteamérica
salud física se consideran reflejo de la rea- durante la segunda mitad del siglo XIX
lidad espiritual. Por este motivo, algunos e inicios del XX, siendo así que su gé-
como Piedra (2005) la consideran “una nesis es fruto de una serie de corrientes
interpretación de la fe cristiana que perci- de pensamiento que surgieron con mucha
be las situaciones humanas de enfermedad fuerza, al competir entre sí por la aten-
y pobreza material como resultado de una ción mediática del momento. Bowler
relación deficiente con Dios” (p. 3). (2018), en un notable estudio sobre los
orígenes de la Teología de la prosperidad
Si bien es una ideología que se ha de- en la sociedad estadounidense, conside-
sarrollado sobre todo en el neo-pente- ra que tres son sus principales fuentes: el
costalismo, cuya máximo símbolo es la pentecostalismo, el movimiento del Nue-
ostentosidad de sus “mega-iglesias”, la vo pensamiento o New Thought, y una
Teología de la prosperidad también ha ve- interpretación del Evangelio muy ligada
nido siendo adoptada por pequeñas igle- a los valores culturales norteamericanos
sias, algunas medianamente identificables del pragmatismo, el individualismo y la
como evangélicas y pentecostales. Se afir- movilidad social ascendente.
ma esto de manera tentativa, pues según
Bowler (2018), uno de los rasgos distin- Tanto la primera como la tercera fuente
tivos y más complicados de entender en son más conocidas hasta hoy en día para
estas iglesias y sus líderes, es su reticencia rastrear y entender lo que ofrece y ven-
a identificarse en alguna de las numerosas de la teología de la prosperidad, pero so-
corrientes protestantes de la actualidad, lo bre la segunda poco se ha investigado en
cual vuelve dificultoso el elaborar una ta- América Latina, en el sentido de conocer
xonomía precisa. cómo las ideas promovidas por el mo-
vimiento del Nuevo pensamiento en los
En dicho contexto, surgen entonces algu- Estados Unidos no solo han influido en
nas interrogantes, ¿cómo es que la teología las congregaciones pentecostales y neo-
de la prosperidad ha llegado a desarrollar pentecostales de esa nación, sino también
un discurso ideológico tan apelativo para en numerosas iglesias de la región latinoa-
millones de cristianos? ¿Cuáles son los mericana e incluso, en otras formas de re-
orígenes históricos e ideológicos de esta ligiosidad postmodernas como la llamada
forma de entender la fe cristiana, de este Nueva era.
El surgimiento del movimiento del Nuevo su potencial. Por tanto, la fe cristiana pasó
pensamiento se da a inicios-mediados del a ser interpretada según los cánones filo-
siglo XIX. La sociedad estadounidense sóficos de la modernidad, donde es el an-
posterior a la Guerra civil (1861-1865) era tropocentrismo, y no el teocentrismo, lo
un hervidero de movimientos espirituales, que prima.
ocultistas, filosóficos y demás que pobla-
ron el entorno social, en la que se conoce En este contexto surge el movimiento del
como la Era dorada. Fue una época en la Nuevo pensamiento, hacia la década de
que se promovían, sobre todo, ideas in- 1880, el cual tuvo en los trabajos de Phi-
dividualistas y pragmatistas centradas en neas Parkhurst Quimby (1802-1866) sus
el arte del perfeccionarse a sí mismo, vis- bases teóricas, las cuales parten del calvi-
lumbrándose, de esta forma, los primeros nismo (Haller, 2012). Quimby, un inven-
indicios de la literatura de autoayuda que tor y autodenominado sanador, fue quien
tan en boga está hoy en día. más desarrolló la idea del poder mental, la
cual se refiere sobre todo a la capacidad de
Este conglomerado de ideas, por supuesto, la mente para sanar el cuerpo, algo que de
influyó en muchos pensadores cristianos y hecho fue el mayor interés del movimien-
sus congregaciones. Surgieron así agrupa- to en sus inicios.
ciones como la Ciencia cristiana o Chris-
tian science, fundada por Mary Baker La corriente se remite a la influencia de fi-
Eddy (1821-1910), quienes interpretaban guras más lejanas como el teólogo luterano
la relación del ser humano con Dios des- Emanuel Swedenborg (1688-1772), y más
de el llamado “poder mental” (Bowler, contemporáneas de aquel momento como el
2018). Es decir, el vínculo con Dios no poeta Ralph Waldo Emerson (1803-1882).
estaría centrado en su voluntad ni en el Los escritos espirituales y metafísicos del
misterio de su trascendencia, sino en el ser primero, y la poesía trascendentalista del
humano, en su perfectibilidad, así como segundo inspirarían a Quimby y sus segui-
en su capacidad para influir en la realidad dores a construir una nueva visión del ser
espiritual a través de la oración, el pensa- humano. Así, para Bowler (2018), tres son
miento positivo y la imaginación. los pilares de este movimiento:
Por otra parte, para esta pensadora, como a) Una antropología ascendente. Se
para otros líderes cristianos de ese tiempo, trata de una unidad esencial entre
Dios y el ser humano, donde se ma-
el núcleo del mensaje de Jesucristo sería el
nifiesta un importante optimismo en
conocimiento, y la manera de crecer espi- torno a las capacidades de la persona.
ritualmente a través de la llamada ciencia La separación de lo divino, tan enfa-
mental del momento. Por ejemplo, cues- tizada en el pensamiento luterano,
tiones teológicas como la salvación no se es ahora considerada no como una
entendían como una realidad trascendente realidad imposible de superar por la
y redentora, como algo dado por Dios en corrupción de la naturaleza humana,
su misericordia y gratuidad, sino como un sino que la diferencia entre lo divino
medio para que la humanidad desarrollase y lo humano es solo de grado.
fuesen exportadas a América Latina. Las Podría considerarse que incorpora ele-
ideas subyacentes del Nuevo pensamiento, mentos de la doctrina hinduista y budista
que dieron forma a muchos de los plan- del Karma, y lo trasplantan al pensamiento
teamientos del discurso ideológico de la occidental-norteamericano.
prosperidad, mantuvieron su presencia.
Así, para Haller (2012), la influencia de
Actualmente, y según Haller (2012), el este movimiento sincrético de carácter
movimiento del Nuevo pensamiento se per- metafísico ha sido decisiva en la cultura
petúa a través de nuevas organizaciones e y la religiosidad estadounidense, al mol-
iglesias, las cuales ordenan ministros, quie- dear la mentalidad de un amplio sector de
nes a su vez buscan establecer sus propias la sociedad. Sus principales pensadores a
congregaciones y asociaciones. Una de las mediados del siglo XIX e inicios del XX,
más populares representantes contemporá- se vieron atraídos por las emergentes cien-
neas de las ideas de este movimiento es la cias médicas como la neurología, la nefro-
presentadora de televisión Oprah Winfrey, logía y por prácticas terapéuticas como el
quien aparte de ser conocida por su progra- hipnotismo, que elabora una mezcla entre
ma televisivo The Oprah Winfrey Show, es los conceptos de esas disciplinas y la fe
propietaria de un canal de radio, un club de cristiana, interpretada en clave individua-
libros y una revista, entre otros medios de lista y espiritualista. Dicho sincretismo ha
comunicación masiva. Para Haller (2012), ido evolucionando paulatinamente hasta la
figuras como Oprah han adquirido un al- actualidad, al incorporar elementos con-
cance mediático internacional, al promo- ceptuales de disciplinas científicas como
ver una religiosidad ecléctica que combina la física cuántica, y de religiones como
perspectivas idealistas y una versión “mís- el budismo, específicamente las escuelas
tica” del concepto del empoderarse a tra- Zen y tibetana.
vés del pensamiento.
Recapitulaciones críticas a partir de la
Autoras como Rhonda Byrne, con su fa- perspectiva de William James
mosa película El secreto, lanzada en el año
2006, y luego complementada por el libro Hacia inicios del siglo XX, cuando el mo-
denominado El poder, publicado en el vimiento del Nuevo pensamiento estaba en
año 2010, predican la llamada “Ley de la su apogeo, el filósofo y psicólogo estadou-
atracción”. Esta plantea que todo aquello nidense William James (1842-1910), en su
que ocurre en la vida de una persona tiene conocida obra Las variedades de la expe-
su causa en la atracción mental. Es decir, riencia religiosa, identifica al movimiento
lo que alguien piensa y mantiene en su como la “Religión de la mentalidad sana”
mente, eso es lo que atraerá a su vida. La (trad. en 1987, p. 77).
supuesta ley entonces, es presentada como
el mayor secreto del Universo, el cual es En la mencionada obra, si bien mostró in-
una especie de cuasi deidad que respon- terés por el movimiento, no se identificó
de a los deseos y pensamientos indivi- con él, sino que analizó de manera crítica
duales, sean estos positivos o negativos. varias ideas contenidas en los escritos de
sus promotores, y cómo estas, entre otras la tendencia al mal, conecta direc-
características, difieren abiertamente de tamente este punto con el tercero,
doctrinas cristianas fundamentales. Estas y es una de las principales lagunas
discrepancias serían las que se encuentran del Nuevo pensamiento. Los plan-
teamientos del pensador estadou-
en la base de lo que luego llegaría a ser la
nidense son importantes puesto
Teología de la prosperidad. Vale la pena que ya desde ese mismo momento
por ello, analizar brevemente tres de ellas: cuestionó cómo los seguidores del
movimiento presentaban sus ideas
a) Sobre la condición humana. Tal y bajo un ropaje cristiano, cuando en
como lo identifica Bowler (2018), realidad no tienen una fundamen-
James (trad. en 1987) también notó tación teológica en las principales
que en la antropología ascenden- verdades de fe del Cristianismo,
te del movimiento se hallaba un compartidas tanto por protestantes,
punto de desencuentro con la con- como por católicos, y ortodoxo-
cepción cristiana del ser humano. orientales. Se trataría más bien de
James (trad. en 1987) destacó esta un sincretismo de creencias reli-
contradicción en el discurso de los giosas cristianas y orientales, ideas
seguidores del Nuevo pensamiento, filosóficas y biomédicas en boga
citando fragmentos de obras cono- en aquel momento, y elucubracio-
cidas del momento: nes propias de los líderes de dicho
movimiento. En la antropología as-
Although the disciples of the
cendente de este movimiento, men-
mind-cure often use Christian
cionada anteriormente, James (trad.
terminology, one sees from such
en 1987) identifica elementos de la
quotations how widely their no-
“mística cristiana, de un idealismo
tion of the fall of man diverges
trascendental, de vedantismo, y de
from that of ordinary Christians.
la psicología moderna del ser subli-
Their notion of man´s higher
minal” (p. 97).
nature is hardly lees divergent,
b) Concepción de la fe. Para James
being decidedly pantheistic.
(trad. en 1987), seis son las fuentes
[Aunque los discípulos de la
principales de las ideas del movi-
cura de la mente a menudo
miento: La Biblia, el trascendenta-
usan terminología cristiana, se
lismo de Ralph Waldo Emerson, el
puede ver en tales citas cuán
idealismo de Berkeley, el espiritis-
ampliamente difiere su noción
mo, el evolucionismo optimista y
de la caída del hombre de la de
el hinduismo. Según Haller (2012),
aquellos cristianos comunes. Su
todas estas fuentes tienen la misma
noción de la naturaleza superior
idea en común: la de una creencia
del hombre es difícilmente di-
intuitiva en el poder salvador de las
vergente, siendo decididamente
actitudes mentales saludables. Esto
panteísta.] (pp. 96-97)
difiere notablemente de la concep-
ción bíblica y cristiana de la fe, en
La omisión de la teología del pe-
tanto se la entiende como la confian-
cado original, de la fragilidad de
za y entrega a la voluntad de Dios
la naturaleza humana así como de
a lo largo de la vida. En el Nuevo