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¿Hay un proceso de descristianización en el país?

Informe sociográfico
sobre la religión en Venezuela

A
Jesús María Aguirre, s.j.*
demás de lo anotado en el sumario de
este trabajo, la tesis de la secularización
de las sociedades modernas2 –cuestio-
nada por el llamado peyorativamente
retorno de los brujos3 o más reciente-
mente revancha de los dioses4 – ha ido
desplazándose hacia terrenos más polí-
ticos, como el de la segunda seculari-
zación, con la desinstitucionalización y
el declive de la influencia del catolicis-
mo y la caída de la credibilidad de la
Iglesia católica en los actuales procesos
de cambio.
Aunque en este segundo milenio des-
tacan mayormente las interpretaciones
postmodernas sobre la pérdida de vi-
gencia de los grandes metarrelatos reli-
giosos y políticos5, en el país regurgita-
mos consignas del pasado como las del
Prensa de la Diócesis de San Cristóbal Ché Guevara incitando a los cristianos
a “optar definitivamente por la revolu-
ción y, muy especialmente en nuestro
Desde comienzos del nuevo milenio se han continente, donde es tan importante la
fe cristiana en la masa popular”.6
escuchado voces de expertos y augures sobre En este revival ideológico inesperado,
tras la caída del muro de Berlín, algunos
el proceso de descristianización del continente líderes de la izquierda, entre los que so-
bresalen un Fidel Castro refaccionado y
latinoamericano, el declive del catolicismo Hugo Chávez, se han convertido en los
adalides del manejo de los símbolos cris-
frente a otras corrientes cristianas o nuevos tianos y, en general, sagrados, para arras-
trar las mayorías populares en función de
movimientos religiosos y el descenso de la legitimar sus proyectos políticos en con-
flicto abierto con las autoridades religiosas.
religiosidad entre los venezolanos1. Este De ahí, pues, que no podamos tras-
ladar mecánicamente las tesis secularis-
resumen especial forma parte del próximo libro tas del mundo europeo y anglosajón a
América Latina, caracterizada por su di-
del Centro Gumilla que será publicado, como versidad cultural y sus asimetrías tem-
porales, y necesitemos una observación
Tema de Formación Sociopolítica # 51, con el mejor situada y próxima, no solamente
para comprender los cambios socioreli-
título Radiografía religiosa de Venezuela. giosos, sino los reacomodos de los dis-
dossier

positivos de legitimación de las institu-


Imágenes y representaciones ciones religiosas y políticas.
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Queda como un reto Aun así, a pesar de este resurgimien- Así, pues, en un sentido más restrin-
para los analistas to del debate sobre el papel de la reli- gido, al hablar de religión nos referire-
de los fenómenos gión y de la Iglesia católica, adolecemos mos a un sistema de representaciones
socio-religiosos de estudios y datos sobre los cambios que postula la idea de Dios o de dioses
la investigación de los sobrevenidos en este nuevo milenio y para dar un sentido último a la existen-
procesos genéticos, los giros insospechados de esta última cia humana.
los diferentes grados y década en nuestro país. En el lenguaje ordinario y de sentido
niveles de laicización El propósito de este informe es ofre- común la religión se usa, a menudo, co-
y la evolución de las cer una radiografía religiosa de Vene- mo sinónimo de religión organizada u
representaciones zuela, en el marco del continente lati- organización religiosa (no órdenes o
en el marco de los noamericano, a partir de los datos pri- congregaciones religiosas), es decir, or-
estados-nación. marios7 y secundarios de los que dispo- ganizaciones o instituciones que respal-
nemos actualmente. dan el ejercicio de ciertas modalidades
simbólicas y rituales, frecuentemente ba-
jo la forma de entidades legalizadas.
Para comenzar Para evitar la confusión utilizaremos
En esta primera parte consideraremos la distinción entre religión y religiosidad,
primordialmente los aspectos cuantitati- para referirnos en el primer caso a su
vos referidos a la demografía religiosa y carácter social, y en el segundo para in-
a las creencias fundamentales, así como dicar su carácter individualizado.
también a la credibilidad de la Iglesia ca- Dada la inasibilidad de la dimensión
tólica. Dejamos para otra fase el análisis mistérica y su irreductibilidad, los aná-
de las representaciones socioreligiosas de lisis se realizan sobre las manifestaciones
los grupos populares a partir de los re- simbólicas y las prácticas. A menudo
sultados obtenidos en grupos focales8. estos sistemas de símbolos se expresan
Para no perdernos en la selva de de- a través de las creencias compartidas y
finiciones e hipótesis sobre la religión y su transformación en dogmas obedece
sus cambios en la sociedad actual ade- a la necesidad de los aparatos institucio-
lantamos algunas precisiones concep- nales de formular “expresiones autore-
tuales que nos ayuden a situarnos en un ferenciales de la organización para re-
mapa altamente complejo y difuso. Si la gular la pertenencia” (Luhmann 1977).11
geografía socio-lingüística y cultural la- Somos conscientes, como acotaba Luh-
tinoamericana es compleja, la socioreli- mann en un epígrafe al escribir su tra-
giosa no lo es menos, debido a los sin- tado sobre religión y sociedad en me-
cretismos atávicos y además al auge de moria de su esposa que para ella “la
los nuevos movimientos. religión significaba más de cuanto pue-
En este acercamiento más bien antro- da decir la teoría”12.
pológico y social al fenómeno religioso Desde el punto de vista de la sociolo-
utilizamos la definición de C. Geertz9: gía funcionalista la religión cumple di-
versas y variables funciones de integra-
La religión es un sistema de símbolos ción e interpretación, contribuyendo a
que obra para establecer vigorosos, pe- satisfacer determinadas necesidades so-
netrantes y duraderos estados anímicos ciales. A su vez el enfoque de la sociolo-
y motivaciones en los hombres, formu- gía crítica destaca su potencial carácter
lando concepciones de un orden gene- de protesta y contestación ante una so-
ral de existencia y revistiendo estas con- ciedad que rechaza (Desroche 1972) 13.
cepciones con una aureola de efectivi- Entre los estudiosos de la seculariza-
dad tal que los estados anímicos y mo- ción hay quienes consideran dicho pro-
tivaciones parezcan de un realismo úni- ceso como positivo, diferenciándolo del
co (Geertz, 89). secularismo. La secularización consti-
tuiría un proceso eminentemente cultu-
Si bien a este enfoque interpretativo ral de una progresiva y relativa pérdida
Paul Ricoeur10 le ha criticado su relati- de influencia social de lo religioso (De
vismo y la carencia de una dimensión Roux 2004: 61) 14.
crítica universal, es el más consensuado En cambio el concepto de secularismo,
para analizar metódicamente las media- que suele asociarse al laicismo, traduciría
ciones culturales o simbólicas por las una estrategia, puesta en práctica desde
que el ser humano se relaciona con Dios ambientes de poder o de influencia social
o los dioses y trasciende las fronteras de para erosionar la presencia de organiza-
la realidad humana. ciones o ideas religiosas. En este marco
la laicización es un “proceso conflictivo
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El propósito de este preeminentemente institucional que opo- nificación del cristianismo en un mundo
informe es ofrecer una ne el poder político al poder religioso y globalizado (ver cuadro 1).
radiografía religiosa busca una disminución del poder tem- Siguiendo al demógrafo Franz Damen
de Venezuela, en el poral y de la influencia social de éste” en su estudio sobre el Panorama de las
marco del continente (ibidem). Cabe decir que esta dinámica religiones en el mundo y en América
latinoamericano, a partir ha sido sumamente diferenciada en los Latina entresacamos los datos más sig-
de los datos primarios países europeos y latinoamericanos. nificativos (ver cuadro 2):
y secundarios de los Últimamente, la perspectiva dinámica • Hay que destacar que la gran mayoría
que disponemos de Gauchet pretende superar la tradicio- (88,7%) se confiesa religiosa y que el
actualmente. nal dicotomía secularización/deseculari- crecimiento más fuerte lo ha experi-
zación haciendo ver que si bien la reli- mentado el islam. El cristianismo re-
gión ya cumplió, al menos en las socie- presenta una tercera parte.
dades occidentales, democráticas, la fun- • Ha habido una masiva conversión de
ción de asumir las estructuras primeras miembros de religiones étnicas e in-
a través de las cuales advino lo social, dígenas a las religiones más univer-
no es posible una salida completa de la sales, cristianismo e islam.
religión por su carácter trascendente. • La explosión de la no creencia (ag-
Da por sentado que la laicización asi- nósticos y ateos) se sitúa especialmen-
miló los esquemas básicos de la religión te en los regímenes comunistas y los
en forma secular, gracias sobre todo al países más secularizados de Europa
cristianismo, y redujo así su función so- y América del Norte.
cial, pero sigue manteniendo un subs- • Debido a la globalización y migración
trato irreductible que sigue actuando en planetaria se está dando una mayor
tres campos: el de la estructuración de diversidad dentro y fuera de las mis-
nuestras formas de pensar, el de la cons- mas corrientes religiosas.
trucción del imaginario simbólico, y el A pesar de la baja considerable de la
de la necesaria comprensión y asunción población en el crecimiento demográfico
de sí mismo (Gauchet 2005). (37,5%), comparando los promedios de
Queda como un reto para los analistas la década 2000/2010 con los del periodo
de los fenómenos socio-religiosos la in- 1910/2010, el cristianismo ha mantenido
vestigación de los procesos genéticos, los un ritmo de crecimiento biológico com-
diferentes grados y niveles de laicización pensado, en parte, por la disminución
y la evolución de las representaciones en de las religiones indígenas que del 5,1%
el marco de los estados-nación15. en 1910 descendieron al 0,6 % en 2010.
La increencia en forma de agnosticis-
mo y ateísmo, tras un alto crecimiento
Cambios socio-religiosos en el siglo pasado, ha tenido un retro-
En primer lugar, vamos a tratar de ceso relativo y, en cambio, las llamadas
construir un mapa demográfico sobre la nuevas religiones (Fe Baha´i, New
pertenencia religiosa de los latinoameri- Age…) y las indígenas, –éstas anterior-
canos, para pasar luego al de Venezuela. mente en descenso–, han tenido un sur-
Como primera aproximación veamos gimiento significativo, lo que pone en
la demografía religiosa mundial y la sig- cuestión la tesis radical de la seculari-

Cuadro 1. Demografía de las religiones en el mundo 1910-201016


(en millones) 1910 2010 * **
Población mundial 1.759 (100%) 6.096 (100%) 1,38 1,21
Cristianos 612 (34,8%) 2.292 (33,2%) 1,33 1,21
Musulmanes 220 (12,6%) 1.549 (22,4%) 1,97 1,82
Hindúes 223 (12,7%) 948 (13,7%) 1,46 1,46
Agnósticos 3,36 (0,2%) 639 (9,3%) 5,39 -0.36
Budistas 138 (7,8%) 468 (6,8%) 1,23 1,25
Religión popular china 392 (22,3%) 458 (5,6%) 0,16 0,85
Religiones indígenas 135 (7,7%) 261 (3,8%) 0,66 1,21
Ateos 0,24 (0,0) 138 (2,0%) 6,55 -0,09
Nuevas religiones 6,86 (0,4%) 64,4 (0,9%) 2,26 0,46
Judíos 13,1 (0,7%) 14,6 (0,2%) 0,10 0,61
Espiritistas 0,32 (0,0) 13,9 (0,2%) 3,84 1,15
Nota: las dos últimas columnas muestran el crecimiento promedio anual sobre el último siglo (*1910-2010) y sobre la última década
(**2000-2010).

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Aunque el crecimiento zación. Cuba y Uruguay serían los países sa por estados-nación, pueden distin-
demográfico de los con mayor presencia de ateos y agnós- guirse tres grupos:
miembros cristianos es ticos y a su vez Brasil y Haití se carac- a. Un primer grupo en el que son más
estable, si comparamos terizarían por formas particulares en as- altas las adhesiones a comunidades
estos datos con la censo como el espiritismo en el primero evangélicas (Brasil, Guatemala, Chile,
población mundial, que y el vudú en el segundo. Honduras, El Salvador, Panamá, Costa
en el 2025 alcanzará los Otras religiones, que no alcanzan 1% Rica, República Dominicana, Bolivia).
8.011.051.000 de la población (judaísmo, budismo, hin- b. Un segundo grupo con una presencia
solamente por la duismo), tuvieron una pequeña expan- dominante de católicos, pero en fase
progresión demográfica sión derivada por fenómenos particulares de pluralización creciente (México,
de los países asiáticos como las emigraciones de la población Nicaragua, Ecuador, Perú, Argentina,
y africanos, podemos oriental del medio oriente (libaneses, si- Venezuela, Colombia, Paraguay).
hablar de una pérdida rios, palestinos), el holocausto judío, y c. El tercer grupo reúne a los países con
relativa del ciertas modas globalizadoras (hare-kri- menor adhesión al catolicismo, donde
posicionamiento del hsnas, yoga, budismo…) (ver cuadro 3). es más visible el fenómeno de la in-
cristianismo Reconociendo la posición dominante creencia (Cuba, Uruguay).
del catolicismo, que ha contado además Con una mirada al futuro, los estudios
con la revitalización carismática católica, prospectivos realizados por la Interna-
su posición relativa es menor, sobre to- tional Bulletin of Missionary Research
do por el auge de pentecostales, evan- para el año 2025 arrojan los siguientes
gélicos e iglesias independientes. resultados para el hemisferio americano
Ateniéndonos a los análisis de Parker (ver cuadro 4).
(2005) 17, quien estudia la expansión de Aunque el crecimiento demográfico
las denominaciones cristianas que com- de los miembros cristianos es estable, si
piten con el catolicismo y la seculariza- comparamos estos datos con la pobla-
ción derivada del pluralismo religioso, ción mundial, que en el 2025 alcanzará
si diferenciamos la composición religio- los 8.011.051.000 solamente por la pro-

Cuadro 2. Demografía de las religiones en América Latina (1910-2010)


(en millones) 1910 2010 * **
Población de América Latina 78,2 (100%) 593 (100%) 2,05 1,28
Cristianos 74 (95,2%) 549 (92,5%) 2,02 1,27
Agnósticos 0,446 (0,6%) 17,1 (2,9%) 3,72 1,38
Espiritistas 0,3 1 (0,4%) 13,6 (2,3%) 3,85 1,19
Religiones indígenas 2,72 (3,5%) 3,7 (0,6%) 0,31 1,12
Ateos 0,012 (0%) 2,9 (0,5%) 5,6 1,43
Musulmanes 0,067 (12,6%) 1,86 (22,4%) 3,37 1,19
Nuevas religiones 0,005 (0,0%) 1,83 (0,3%) 6,08 2,26
Nota: Las dos últimas columnas muestran el crecimiento promedio anual sobre el último siglo (*1910-2010) y sobre la última década
(**2000-2010).

Cuadro 3. Demografía del cristianismo en América Latina (1910-2010)


(en millones) 1910 2010 * **
Población de América Latina 78,2 593,69 2,05 1,28
Cristianos 74,4 549 2,02 1,27
Católicos 70,6 478 1,93 0,78
Protestantes 1,09 57,1 4,04 2,52
Anglicanos 0,8 0,89 0,11 0,50
Iglesias independientes 0,034 41,08 7,37 1,76
Ortodoxos 0,008 1,06 4,99 2,38
Cristianos marginales 0,004 0,011 8,13 2,66
Nota: Las dos últimas columnas muestran el crecimiento promedio anual sobre el último siglo (*1910-2010) y sobre la última década
(**2000-2010).
En la fila “Cristianos” se suman las diversas denominaciones cristianas.

Cuadro 4. Prospectiva de la membrecía cristiana por regiones en América


Hemisferio Americano Mediados del 2010 2025
Latinoamérica (3 regiones) 543.150.000 621.819.000
Norteamérica 226.885.000 245.245.000
Fuente: http://worldchristians.files.wordpress.com/2011/02/ibmr20101.pdf

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Demografía de las religiones
en Venezuela (1960-2010)
Según el Censo del año 2011, publi-
cado el 23-02-2012, la población vene-
zolana alcanza los 27.150.095 habitantes.
(Hay que tener en cuenta, sin embargo,
que algunos de los estudios que men-
cionaremos trabajaron sobre proyeccio-
nes del Censo anterior).
En Venezuela el registro de las reli-
giones, tradicionalmente ha estado ads-
crito a la Dirección de Cultos del Minis-
terio de Justicia18.
En 1989 aparecían registradas mil 393
organizaciones religiosas repartidas en
todo el territorio nacional; a ellas se su-
maban unas 3 mil 350 peticiones que
estaban en espera. Ante la proliferación
de nuevos movimientos religiosos, lega-
lizados o ilegales, y la expansión de
Internet, podemos suponer que ha ha-
bido un incremento, a pesar de la ex-
pulsión de las Nuevas Tribus o el retiro
Prensa de la Diócesis de San Cristóbal de los mormones.
Desde la colonización española la
La expansión misional gresión demográfica de los países asiá- población llegó a ser mayoritariamente
de los pentecostales/ ticos y africanos, podemos hablar de católica y este predominio se ha man-
evangélicos en los una pérdida relativa del posicionamien- tenido a lo largo de los dos siglos de
sectores populares y en to del cristianismo (crecimiento de vida republicana, aunque las variedades
las zonas rurales, a 1,35% anual), concentrado principal- sincréticas han coexistido con la religión
partir de los años 60, mente en América, frente a las otras oficial19. Además hay que destacar la
explica en gran parte la denominaciones más expansivas como expansión protestante, sobre todo du-
menor presencia el islam (crecimiento de 1,82% anual) y rante el siglo XX.20
católica en la clase las religiones hindúes (crecimiento de Dejando de lado ahora toda la evo-
marginal, por debajo de 1,40% anual). lución religiosa21 y los continuados con-
la media nacional del A su vez el incremento de los cristia- flictos entre los gobiernos republicanos
82,5 para el año 1994. nos latinoamericanos (crecimiento del y la Iglesia católica desde el inicio de la
1,27%) en el conjunto del espacio ame- emancipación y situándonos en el siglo
ricano, se impondrá en todo el conti- XX 22, a partir del Concilio Vaticano II,
nente en desmedro de las iglesias na- podemos verificar que ha habido un
cionales del Norteamérica (crecimiento cierto declive del catolicismo en relación
del 0,77% anual), ubicadas principal- con otras religiones, pero no podemos
mente en los Estados Unidos. aún hablar de un acelerado proceso de
Si bien estas proyecciones dependen secularización, aunque sí de laicización
de otras variables imponderables como respecto a las instituciones eclesiásticas.
las emigraciones, la agresividad misio- Un estudio realizado por Conciencia
nera o catástrofes (guerras, hambrunas, 21 (1991) sobre la religiosidad del vene-
cambios climáticos), es plausible que las zolano y replicado, en parte, en 1994
tendencias no varíen significativamente arrojaba las siguientes autodefiniciones
en la próxima década. religiosas23 (ver cuadro 5).
Los resultados más sobresalientes, se-
gún explica el estudio, son el descenso

Cuadro 5. Autodefiniciones religiosas 1991/1994


Denominaciones Año 1991 Año 1994 Variación
Católicos 86% 82% - 4%
Creyentes 8% 12% + 4%
Ninguna creencia 6% 5% - 1%
No sabe/no contesta 0% 1% + 1%
Fuente: ZAPATA, Roberto (1996): Valores del venezolano. Caracas: Ediciones Conciencia 21.

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Desde la colonización Cuadro 6. Variaciones en el porcentaje de católicos entre 1991 y 1994 por regiones
española la población Católicos (1991) Católicos (1994)
llegó a ser Variación
mayoritariamente Total (%) 86 82 -4
católica y este Capital 89 83 -6
predominio se ha Central 85 77 -8
mantenido a lo largo de Llanos 80 80 0
los dos siglos de vida Centro-Occidental 86 83 -3
republicana, aunque las Zulia 79 85 +6
variedades sincréticas Andes 95 94 -1
han coexistido con la Oriente 79 77 -2
religión oficial. Fuente: ZAPATA, Roberto (1996): Valores del venezolano. Caracas: Ediciones Conciencia 21.

Cuadro 7. Autoidentificación religiosa según clase social 1994


Católicos Otra religión Creyente sin más Indiferente
Marginal 73 13 9 6
Popular baja 78 7 7 6
Popular media 86 5 5 4
Media 85 3 6 5
Alta 84 10 6 1
Fuente: ZAPATA, Roberto (1996): Valores del venezolano. Caracas: Ediciones Conciencia 21.
Nota: entre los denominados católicos se suman practicantes y no practicantes.

en la membrecía católica, explicable por Cuadro 8. Autodefinición en materia religiosa


el desplazamiento a otros movimientos (GIS XXI, 2011)
confesionales y la baja dentro de los Materia religiosa Porcentaje
bautizados. Del 95% de los bautizados, Católico 71 %
solo 86% dijo pertenecer a la Iglesia. Evangélico, otros cristianos 17 %
La distribución por regiones arroja Agnóstico, indiferente 6%
también una diferencia significativa ex- Otra religión 2%
plicable por los desiguales procesos de Ateo 2%
evangelización, sobre todo del pasado Santero 1%
colonial y, últimamente, de la consoli- NS/NC 1%
dación de las estrategias pastorales de Judío 0%
las diócesis (ver cuadro 6). Nota: el grupo de evangélicos y protestantes se ha agrupado en la
Otro dato significativo tiene que ver con categoría “Evangélico y otros cristianos”.
las diferencias arrojadas por la pertenencia
según el estrato social (ver cuadro 7. En el La representación judía, que no alcan-
cuadro respetamos la categoría de clase za 1%, no aparece en la tabla debido a
social utilizada en la encuesta). su tamaño reducido (0,03%). Para el año
La expansión misional de los pente- 2009 se calculaban unos 18 mil residen-
costales/evangélicos en los sectores po- tes, en su mayor parte en Caracas. Pero
pulares y en las zonas rurales, a partir si en el siglo pasado hubo un aumento
de los años 60, explica en gran parte la debido a los flujos migratorios, sobre
menor presencia católica en la clase mar- todo del Medio Oriente y de Europa,
ginal, por debajo de la media nacional ocasionados por las guerras y el Holo-
del 82,5 para el año 1994. causto, actualmente en Venezuela, tras
En resumen, según el estudio, “es en los últimos cambios políticos y el clima
los hombres, en los jóvenes y de media- antisemita, se estima que ha habido un
na edad, y en los grandes núcleos urba- descenso hasta unos 9 mil 50025.
nos (Capital y región central) donde se Como hemos indicado anteriormente,
observa la mayor disminución” (Zapata estos datos corroboran que Venezuela
1996: 108). pertenece al segundo grupo de países
Los últimos datos suministrados por que están en fase de pluralización, tan-
la encuestadora GIS XXI para el año to por la expansión pentecostal-evangé-
2011 presentan el siguiente mapa24 : lica, los desplazamientos de unas deno-
En torno a la pregunta ¿podría decirme minaciones a otras, y las nuevas tenden-
cómo se define en materia religiosa: cató- cias que agrupan, el culto a María Lion-
lico, evangélico, protestante, judío, santero, za26, la santería, las agrupaciones indí-
seguidor de otra religión, agnóstico o ateo? genas y las nuevas religiones.27
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… la honestidad es El tema de las nuevas religiones, no compañía, el presidente del país, un
considerada como tanto derivado de la influencia de las vendedor, el pastor de una iglesia o un
absolutamente religiones orientales y de la cultura un- cronista de TV– los investigadores uti-
imprescindible para derground puesta de moda en los 60 del lizan los tres criterios de confianza, ca-
la generación de la siglo pasado, sino expandido últimamen- pacidad y dinamismo.
confianza, ya se trate te por la presencia de los medios de co- El primero está asociado a la hones-
de seguir a un dirigente municación e Internet (teleevangelismo, tidad e integridad; el segundo, a la efec-
político en la gestión ciberiglesias…) no ha sido aún suficien- tividad o productividad con competen-
e gobierno o a un guía temente analizado en Venezuela. cia; y el tercero, a la inspiración y alien-
espiritual en su Este desplazamiento de los bancos de to. Aquellos que tienen un alto nivel en
desempeño religioso. las iglesias a los sillones del hogar y de las tres áreas son considerados fuentes
servicios religiosos a la carta puede ser confiables de información, gestión y ani-
interpretado como un proceso de pri- mación, y por ello se les otorga credi-
vatización aún en pleno curso.28 bilidad.
Por encima de todas las cosas, los
ciudadanos quieren líderes e institucio-
Imagen y credibilidad de la Iglesia nes que sean creíbles. Buscamos tener
Un análisis de la credibilidad de la fe y confianza en ellos como personas
Iglesia católica en Venezuela presupone honestas y garantes legítimos que se
disponer de un mapa general no sola- ajustan a las reglas democráticamente
mente de la pertenencia de la población establecidas (o a sus normas legitima-
a las diversas religiones y creencias re- doras en el caso de la Iglesia); es decir,
ligiosas sino también del cuadro de re- creemos en aquellos que demuestran
presentaciones mediáticas, ya que son transparencia y equidad ante la ley, y
las variables principales que pueden in- confiamos en quienes son capaces de
cidir en las percepciones y en el grado resolver problemas y alientan la coope-
de favorabilidad o disfavorabilidad de ración de cara a un proyecto común.
los diversos sectores. Ahora bien, de los tres atributos men-
En este apartado solamente vamos a cionados la honestidad es considerada
referirnos a las percepciones sociales de como absolutamente imprescindible pa-
la Iglesia católica y sus jerarquías en ra la generación de la confianza, ya se
cuanto organización pública, en com- trate de seguir a un dirigente político
paración con otras instituciones que en la gestión de gobierno o a un guía
también compiten en la orientación de espiritual en su desempeño religioso.
los valores de la sociedad venezolana. Para que los ciudadanos otorguen con-
¿Qué factores condicionan la credibi- fianza se requiere saber si el líder es ho-
lidad de los ciudadanos en un gobierno, nesto, o sea, veraz y ético, o correlativa-
la de los clientes en una empresa o la mente si la institución es transparente y
de los fieles en una iglesia? ¿A qué líde- equitativa en sus reglas procedimentales.
res otorgamos nuestra confianza y por Analicemos, seguidamente, dichos atri-
qué? A menudo la diferenciación entre butos en las dos últimas décadas.
el nivel abstracto de las instituciones o
roles y de las personalidades que las
lideran no resulta fácil por los mecanis- La erosión de la credibilidad
mos de anclaje y objetivación de las re- institucional
presentaciones sociales, pues a través Sin duda hay una variación entre los
de la personificación se producen la datos recogidos hace veinte años y los
asociación emocional y la vinculación más recientes sobre la confiabilidad en
del icono de un individuo específico nuestras instituciones; comprobamos,
con una agenda o tema abstracto. por una parte, la estabilidad en el cré-
Las cualidades de ser honesto, inspi- dito otorgado a instituciones como la
rador y competente forman lo que los Iglesia y algunos organismos políticos
investigadores sociales mencionan como menores y, por otra parte, el desgaste
indicadores de la credibilidad funda- significativo de algunos órganos del Es-
mental de los líderes y gobernantes. Nu- tado (Tribunal Supremo de Justicia, Con-
merosos estudios realizados en diversos sejo Nacional Electoral, Fiscalía…); a
países y con poblaciones distintas con- pesar de haber variado de nombre, la
cuerdan en esta triple dimensión29. Al Fuerza Armada sigue fluctuando en sus
evaluar la confiabilidad de una fuente posiciones; los medios de comunicación
de información o de una cadena de mantienen unos niveles altos de credi-
mando –ya se trate del gerente de una bilidad aunque, por primera vez, son
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… aun manteniéndose afectados por el desgaste de la confron- junto con el declive de las instituciones
bastante sólida la tación, mientras los partidos políticos no garantes de la democracia (CNE, TSJ,
confianza en la Iglesia logran recuperarse del hundimiento his- Fiscalía, Contraloría…) son los datos más
católica, hay que tórico (ver cuadro 9). significativos del cambio operado.
reconocer un Estas percepciones, en conjunto, son
distanciamiento crítico Cuadro 9 congruentes con las de otras encuestas
de la población, y la Tendencias de los índices de confianza/credibilidad (Consultores XXI, Hinterlaces…) y tam-
aprobación actual no institucional (%) bién con los resultados del “Informe so-
puede ser interpretada Instituciones 1992 1996 1997 bre la Democracia” del PNUD, salvo en
como una habilitación Medios de comunicación 67 52 50 la valoración cambiante del peso de la
para un posible papel Iglesia 63 74 68 Iglesia como poder fáctico.
mediador de sus Militares 55 60 36 En este último informe del PNUD, tras
personeros, ya que se Fiscalía 44 - 11 entrevistar a 231 de los llamados líderes
considera que la CSJ/Poder Judicial 18 49 6 de opinión y hacer encuestas a más de
jerarquía rompió el CTV/sindicatos 14 27 13 18 mil ciudadanos de a pie, en 18 países
equilibrio en su Gobierno 14 27 - de la región, una de las conclusiones del
posicionamiento político Parlamento 12 23 10 estudio ha sido colocar a los medios de
partidista. Partidos políticos 6 15 4 comunicación, junto a empresarios pri-
Fuente: Bisbal M. y Pasquale, N.(2004) Revista SIC, Nº 600, pp. vados, multilaterales como el FMI, sin-
455-460. dicatos e Iglesia, en la categoría de po-
deres fácticos.
Si comparamos los datos que nos ofre- Pero existe una percepción –en estos
ce el cuadro 9 con los suministrados por tiempos– de que la Iglesia y los sindica-
la empresa Datanálisis en abril de 2004, tos han venido perdiendo influencia en
aun sabiendo que los ítems y valores las últimas décadas; y en un sentido in-
numéricos no obedecen exactamente a verso los empresarios privados, el sector
los mismos –algunos han cambiado de financiero y los medios de comunica-
nombre y otros están más desagrega- ción, han pasado a copar espacios de
dos– podemos, sin embargo, comparar decisión y atribuciones en las determi-
el rango y la posición de las institucio- naciones que emanan de los poderes
nes principales (ver cuadro 10). tradicionales.
El caso venezolano, en la coyuntura
Cuadro 10 actual, reviste una aparente contradic-
Aprobación de los sectores institucionales ción, ya que en medio del descrédito
1 La Iglesia 73,2% general de las instituciones, la Iglesia
2 La banca 66,0% obtiene una aprobación relativa que la
3 Los comerciantes 65,1% coloca por encima de las demás instan-
4 Los industriales 63,8% cias, pero ello puede explicarse por dos
5 Los medios de comunicación 60,9% factores: el vacío generado por las otras
6 La sociedad civil organizada 54,9% instituciones, debido a su desgaste (go-
7 Los alcaldes 54,1% biernos y poderes públicos), fragmenta-
8 El gobernador de su estado 47,6% ción (partidos políticos y sindicatos) o
9 La Coordinadora Democrática 47,3% aun disolución, y, por otra parte, la ne-
10 La Fuerza Armada 44,0% cesidad de instancias integradoras del
11 El Consejo Nacional Electoral 43,9% conjunto de la población, altamente po-
12 El Tribunal Supremo de Justicia 42,9% larizada por minorías radicales y cons-
13 El presidente H. Chávez Frías 41,5% tantemente sometida a la confrontación.
14 Los demás partidos 39,2% Esto explicaría, en parte, la respuesta
15 El Gobierno y los ministros 38,5% masiva en las grandes concentraciones
16 Los sindicalistas 38,4% convocadas por la Iglesia en torno a los
17 La Asamblea Nacional 36,7% santuarios y festividades religiosas.
18 La Fiscalía General de la República 35,4% Sin embargo, el prestigio general de
19 La Contraloría General de la República 34,7% la Iglesia o el halo de todas estas mani-
20 Los círculos bolivarianos 33,6% festaciones no se transfiere automática-
Fuente: Encuesta Nacional Ómnibus de Datanálisis, abril 2004. mente a los personeros de la Iglesia. En
el estudio anteriormente mencionado de
Dejando ahora a un lado la dispersión GIS XXI (2011) en que la pregunta no
de los resultados entre grupos polariza- se refiere al conjunto institucional sino
dos, resalta la consistencia de los medios específicamente a dos cargos jerárquicos
de comunicación y la ganancia en la que son el del Papa, máxima autoridad
confianza de la Iglesia. Esta variación de la Iglesia católica, y el de los sacer-
218 SIC 745 / JUNIO 2012
El caso venezolano, en dotes católicos, que operan como me- más de las campañas sistemáticas de ca-
la coyuntura actual, diadores religiosos, ambos con inciden- rácter anticatólico, sobre todo en los me-
reviste una aparente cia política, se detecta esta diferencia. dios de comunicación oficiales o aliados.
contradicción, ya que en A la pregunta ¿podría decirme si cree Por tanto, aun manteniéndose bastan-
medio del descrédito en el Papa y en los sacerdotes?, las res- te sólida la confianza en la Iglesia cató-
general de las puestas son las siguientes: lica, hay que reconocer un distancia-
instituciones, la Iglesia miento crítico de la población, y la apro-
obtiene una aprobación Cuadro 11 bación actual no puede ser interpretada
relativa que la coloca Si cree en el Papa y los sacerdotes (GIS XXI, 2011) como una habilitación para un posible
por encima de las Creencia En el Papa En los sacerdotes papel mediador de sus personeros, ya
demás instancias… Sí cree 50, 9% 43,1% que se considera que la jerarquía rom-
No cree 47,1% 54,1% pió el equilibrio en su posicionamiento
NS/NC 2% 2% político partidista. Tal es, por ejemplo,
la opinión de Francisco Iturraspe, coor-
Considerando las variables de sexo, dinador de la Asociación de Abogados
edad y clase social, este mismo estudio Laboralistas, quien afirma, refiriéndose
arroja que hay una cierta paridad entre a un pasado cercano: “la radicalización
quienes no creen en los sacerdotes entre de instituciones históricamente media-
las mujeres (54%) y entre los varones doras –Iglesia o Ministerio de Trabajo–
(55%). La diferencia por clase social mar- causa desconfianza en las partes a la
ca una desconfianza mayor en los estra- hora de sentarse a negociar los conflic-
tos más bajos: E (57%), D (52%), C (53%) tos” (El Nacional 28-03-2004).
y menor en las clases altas A-B (51%).
Sin duda la distancia más significativa
tiene que ver con la edad. Entre las nue- La confianza institucional
vas generaciones de 18/29 años (57%) en los sectores populares
y 30/49 (55%) el cuestionamiento es más En septiembre de 2009 el Centro Gu-
destacado que entre las generaciones milla inició el proyecto de investigación
de 50 y más (48%). Esta diferencia de denominado Valoraciones de la demo-
diez puntos refuerza la hipótesis del pro- cracia. En ese oportunidad, como nos
ceso de distanciamiento institucional de explica Luis Salamanca, se trató de reali-
la juventud. zar un mapa ideológico del país, altamen-
Hay que advertir que a diferencia de te polarizado (SIC, Nº 738, sept.octubre
la Iglesia, considerada como ente bene- 2011). Posteriormente, en abril de 2011,
factor que se prodiga visiblemente en se realizó otro estudio sobre Valoraciones
numerosas asociaciones benéficas, cen- sociales de la democracia, focalizado en
tros parroquiales y educativos, así como los sectores populares C-, D, y E.
en personalidades emblemáticas, la fi- Se estudió el nivel de confianza en las
gura del Papa está sometida al escrutinio instituciones públicas y privadas, enten-
de sus encíclicas sociales y morales, ati- diendo por confianza institucional el gra-
nentes a juicios sobre sistemas econó- do en el cual los ciudadanos pueden
micos-políticos y orientaciones sobre fiarse de las instituciones, de quienes las
moral sexual. dirigen para servir a los ciudadanos ética
Otro tanto, la percepción sobre los y eficazmente. Se constató que, en gene-
sacerdotes depende en gran parte de ral, no es muy alto el nivel de confianza.
sus declaraciones en los medios, de sus Las cinco instituciones más confiables
discursos homiléticos en las misas y de para los sectores populares son: las uni-
las conductas observadas por los fieles versidades (24,7%), la Iglesia católica
y, en general, los ciudadanos. Los es- (23,4%), los estudiantes (23,7%) y los me-
cándalos sexuales de esta última déca- dios de comunicación privados (15,9%).
da, difundidos por los medios de comu- A su vez las cinco instituciones que
nicación30, y las disputas clericales sobre generan más desconfianza son: las po-
la política local, inciden en las posicio- licías (43,5%), la oposición (32,3%), los
nes críticas, adoptadas por los encues- consejos comunales (31%), la Presiden-
tados ante los dirigentes de la Iglesia cia de la República (23,2%) y la Mesa
(Esto ha sido verificado en otros estu- de la Unidad (30,8%).
dios cualitativos). La alta polarización política, cuando
A su vez el desgaste de credibilidad se cruzan las preferencias políticas, in-
en figuras específicas de la sociedad ve- cide notablemente en las percepciones
nezolana, tiene que ver principalmente diferenciadas sobre todo respecto a las
con la actual confrontación política, ade- instituciones confiables y en concreto a
JUNIO 2012 / SIC 745 219
Cabe hablar de una
profundización del
proceso de laicización
en los estratos
populares, debido
particularmente a las
confrontaciones entre el
Gobierno y la Iglesia
católica en los últimos
años. El choque de fe y
política más que el de fe
y ciencia está
generando la crisis en
las creencias de los
sectores populares

Prensa de la Diócesis de San Cristóbal

la Iglesia. El grado de confianza en la algo mayor que la del resto y contra lo


Iglesia es algo mayor entre las mujeres, que pudiera pensarse es mayor la par-
personas de mayor edad y estrato C-. La ticipación del bloque chavista que el de
desconfianza está más instalada entre la oposición.
los varones y el estrato E. Contrastando Aunque la distancia entre las creencias
las preferencias políticas en términos de y las prácticas es muy alta, particularmen-
bloques, en conjunto, hay más descon- te en el campo católico, pues apenas
fianza en el oficialismo que en la opo- 19,9% se autoconsidera como practican-
sición. te31, la gran diferencia entre la participa-
ción meramente cultual y la pertenencia
e intervención en los grupos apostólicos
La participación religiosa en los requiere estudios más pormenorizados
sectores populares sobre asociacionismo en las parroquias
Sobre la frecuencia de participación eclesiásticas, núcleos educativos de orien-
efectiva en diversas actividades e instan- tación religiosa y comunidades de base
cias asociativas sobre una escala de gra- en los barrios en la línea emprendida por
dación de cuatro puntos: mucha fre- el teólogo e investigador Pedro Trigo32.
cuencia, cierta frecuencia, pocas veces, Por fin, haría también falta ahondar
nunca, se constató que votar en las elec- hasta qué punto esa confianza deposi-
ciones del CNE es el acto en el que la tada en la Iglesia se refiere a la aproba-
población popular participa con mucha ción de la institución católica y de la
frecuencia (35,3%), seguido a bastante jerarquía o a una credibilidad difusa en
distancia por las asambleas de ciudada- el aura sagrada de quienes representan
nos (15,3%), la participación en reunio- más visiblemente el campo de la religio-
nes de padres y representantes (12,4%) sidad popular33, pues cada vez son más
y de iglesias o grupos religiosos (12,3%). abundantes las prácticas religiosas
Si bien ninguna de las participaciones desinstitucionalizadas o para-religiosas
secundarias sobrepasa 15%, obvia decir promovidas por instancias privadas (sec-
que hay una gran diferencia en el tipo tas, esoterismo, nueva era…) y por el
de frecuencia, ya que la primera activi- mismo Gobierno (espiritismo de signo
dad, la electoral, es esporádica, mientras bolivariano, santería, sincretismo afro-
que las otras suponen una mayor asidui- indígena…).
dad. (SIC, Nº 738, sept.oct. 2011). Una prueba de esa credibilidad difu-
Sobre la pregunta ¿con qué frecuencia sa la tenemos en las grandes manifesta-
ha participado o asistido usted a iglesias ciones religiosas, como la de la Divina
o grupos religiosos?, hallamos que las Pastora, que reúne cerca de unos tres
mujeres y personas de mayor edad son millones de fieles provenientes de dis-
más asiduas y, al contrario, los varones, tintos lugares del país y con creencias
sobre todo los jóvenes participan menos. un tanto heterogéneas desde las más
En cambio la asistencia del estrato E es ortodoxas hasta las más sincréticas y aun
220 SIC 745 / JUNIO 2012
Por fin, haría también mágicas (Tulio Hernández , “El país de Cabe hablar de una profundización
falta ahondar hasta qué la Pastora”, Domingo 22 de enero de del proceso de laicización en los estratos
punto esa confianza 2012, El Nacional). populares, debido particularmente a las
depositada en la Iglesia confrontaciones entre el Gobierno y la
se refiere a la Iglesia católica en los últimos años. El
aprobación de la La identificación religiosa de los choque de fe y política más que el de
institución católica y de sectores populares en la comunidad fe y ciencia está generando la crisis en
la jerarquía o a una Otro aspecto destacado del estudio las creencias de los sectores populares.
credibilidad difusa en el es el papel de los valores familiares y El largo conflicto entre Iglesia y Esta-
aura sagrada de quienes religiosos en la integración de las comu- do en esta década ha supuesto una po-
representan más nidades. En la jerarquización de valores, lémica pública con ataques permanentes
visiblemente el campo como hemos visto en las encuestas an- que han desgastado a ambas institucio-
de la religiosidad teriores, la primacía la tienen los valores nes en los sectores donde tienen más
popular… asociados a la familia. Ahora bien, con- influencia. Las descalificaciones sobre
siderando el papel que juegan en la in- las gestiones respectivas, el cuestiona-
tegración de la comunidad los resultados miento de los comportamientos de los
son los siguientes: actores y el reforzamiento de los gestos
agresivos ha revertido en un descrédito
Cuadro 12. Grado de identificación con su de las instituciones y en un escepticismo
comunidad en los valores familiares y religiosos sobre la autoridad moral de los dirigen-
Opiniones Valores familiares Valores religiosos tes. Digamos que se ha ido perdiendo
Mucho 25% 14,8% el aura sagrada que envuelve al Estado
Algo 21% 21% y a la Iglesia con desmedro para todo
Poco 39,7% 41,9% el conjunto social.
Nada 12,1% 19,4% En el proceso de desenganche insti-
No sabe 1,7% 2,2% tucional intervienen múltiples factores,
No responde 0,5% 0,7% entre los cuales cabe resaltar algunos
socioculturales, propios de la postmo-
Los valores familiares aparecen como dernidad (relativización de las creencias,
más aglutinantes que los religiosos, sea caída de los grandes relatos, nuevos es-
porque responden mayormente a exi- tilos de religiosidad individualista o a la
gencias primarias de la vida, sea porque carta, relegamiento del calendario reli-
cada vez es mayor la pluralidad religio- gioso…), a los que habría que añadir la
sa, particularmente en los barrios. Las disminución de la transmisión religiosa
diferencias por género, edad, estrato y en las familias con la laicización de las
bloque no son significativas. La deman- uniones matrimoniales, la reducción del
da de la población popular, expresada clero y de los religiosos católicos, la pér-
en grupos focales, para que la Iglesia dida relativa de influencia de la educa-
contribuya a la unión familiar debe ser ción católica en el conjunto social y, en
tenida en cuenta, tanto más cuanto que fin, la competencia de otros múltiples
la misma transmisión cristiana depende movimientos religiosos y sectas con más
en gran parte de la familia agresividad o con menores niveles de
exigencia y compromiso.
La política facciosa se ha convertido
Conclusiones en el factor principal de disolución de
La tesis de la secularización en Vene- la confianza de los sectores populares
zuela no parece tan plausible como la de en las instituciones y en la erosión de
la laicización, al menos en los términos las conductas éticas, por cuanto todos
radicales en los que se ha planteado en los valores tienden a reducirse a elemen-
otros países como los europeos. No se tos tácticos instrumentalizables en la
puede hablar de su aceleración general lucha por el poder.
y menos de su carácter unívoco en todos Habrá que profundizar en qué sentido
los estratos. La pertenencia religiosa en ha influido este proceso en la religiosidad
el campo católico, aunque a la baja, sigue popular durante la última década, pero
siendo significativamente la más alta. Por ello será objeto de otro estudio cualita-
otra parte, es creciente la pluralización tivo sobre las representaciones religiosas
dentro y fuera de los grupos religiosos de los sectores populares.
así como también hay signos de privati-
zación religiosa en la juventud, más ex- * Director del Centro Gumilla.
puesta a los medios y a Internet.

JUNIO 2012 / SIC 745 221


Notas: 21 http://www.prolades.com/encyclopedia/countries/spanish/rel_ve-
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Ginebra: Droz. das proporcionalmente en 24 estados. Nivel de confianza: 95%.
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5 GAUCHET, Marcel (2005): El desencantamiento del mundo. Una http://www.gisxxi.org/wp-content/uploads/2011/11/Estructura-
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Trotta. (1998): “La religión en las autopistas de la información”. En: revista
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Península. Ed. Granica.
14 DE ROUX, Rodolfo (2004): “Las etapas de la laicización en Colom- 30 AGUIRRE, Jesús María (2010): “Buenas noticias, malas noticias”.
bia”. En: La modernidad religiosa. México: FCE. En: revista SIC, N° 725, pp. 229-232.
15 Hay que destacar el notable avance del grupo de Trabajo Religión 31 HOLLAND, Clifton L. (2010): “La religión en Venezuela”. En: Enci-
y Sociedad de Clacso, así como de la Comisión de Estudios de clopedia de Grupos Religiosos en las Américas y la Península Ibérica.
Historia de la Iglesia en América Latina (Cehila) que organizó, en Costa Rica: Prolades.
1999, el coloquio Europa-América Latina: la modernidad religiosa 32 TRIGO, Pedro (2004): La cultura del barrio. Caracas: Fundación
en perspectiva comparada. Centro Gumilla; CASTILLO, Ignacio (1981): “Nuestro catolicismo
16 Las fuentes de los datos estadísticos que utiliza Franz Damen popular”. En: revista SIC, N. 438, pp. 345-346.
provienen de: 33 http://ciscuve.org/2011/12/15-la-vision-del-otro-catolicismo-
a. BARRET, D.B.; KURIAN, G.T.; JOHNSON, T.M., (2003): World popular/
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Christianity: 1910-2010. Edinburgo: Edinburg University Press, 361 p.
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pdf (aquí pueden encontrarse las notas metodológicas para la
elaboración de los datos estadísticos).
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Pluralismo cultural y religioso creciente”. En: América Latina Hoy,
diciembre, año/vol. 41. Univesidad de Salamanca, pp. 35-56.
18 VALERO LÓPEZ, Alexis. Religión en la sociedad venezolana: http://
www.monografias.com/trabajos68/religion-sociedad-venezolana/
religion-sociedad-venezolana.shtml. Recuperado el 26 de marzo de
2012.
19 En paralelo con la religión oficial católica se desarrolló la religión
civil paralela con el culto a Bolívar, que ha sido promovido expre-
samente por el gobierno revolucionario de Chávez. Véase: PINO
ITURRIETA, Elías (2003): El divino Bolívar. Caracas: Ed. Alfadil.
20 AYERRA, Jacinto (1980): Los protestantes en Venezuela. Caracas:
Ediciones Trípode.

222 SIC 745 / JUNIO 2012

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