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Rhodiola: qué es, para qué sirve y cuáles

son sus propiedades

Conocida como la raíz de oro, no tanto por su color como por su


valor, la rodiola (Rhodiola rosea) está considerada un prodigio
medicinal, que solo desde tiempo reciente ha empezado a recibir
merecida atención en Occidente.

Sus virtudes curativas eran bien conocidas desde la antigüedad


en Oriente y se sabe que los emperadores chinos promovían
largas expediciones a Siberia, de donde parece ser originaria,
para proveerse de esta planta.

Pueblos nativos de Siberia y Mongolia también la han venido


utilizando desde hace siglos para ganar resistencia física, así
como para superar situaciones adversas y de debilidad física y
mental.

En Rusia es posible encontrar bebidas energéticas a base de


rodiola y se sabe que los cosmonautas la usaban en el espacio.
No obstante, la rodiola no es una planta ajena a nuestra flora.
También crece en los Pirineos, en terrenos rocosos y márgenes
de torrenteras.

¿Qué es la rhodiola?

La rodiola (Sedum rosea o Rhodiola rosea) es una planta crasa,


con hojas puntiagudas de color verde azulado y flores
blanquecinas o amarillentas, con puntos rojos. Florece en
verano y tiene un aroma agradable, que evoca a las rosas.

Con fines medicinales se cosecha la raíz, al final del verano o ya


en otoño.

Prolifera en ambientes húmedos, de marcado carácter atlántico,


entre los 1.700 y casi 3.000 metros de altitud, sobre formaciones
rocosas y junto a riachuelos.

Con cierta grandilocuencia, se la ha llegado a bautizar como el


«ginseng nórdico», por sus virtudes tónicas y adaptógenas,
comparables a las de los distintos ginsengs.

Es ciertamente una planta común en los países escandinavos,


Escocia, Islandia y Rusia. Sin embargo, también crece en nuestro
país, en los Pirineos, aunque no hay tradición de recogerla y es,
de hecho, una planta escasa que es preciso respetar.

La que encontramos en los herbolarios procede de Rusia o


China. Se considera mejor la primera, unas dos veces más
potente, aunque también es más cara.

Propiedades medicinales de la rhodiola

La rodiola contiene polifenoles, rodiolosida y rosavina, y se le


atribuyen efectos adaptógenos, estimulantes y reparadores. Es
muy adecuada para ayudar al organismo a adaptarse a una
situación difícil, adversa o de cambio.

El paso del tiempo provoca un desgaste de las funciones vitales


del organismo, entre ellas, la capacidad de las células para
metabolizar la energía, que disminuye de manera ostensible.

La raíz de rhodiola se muestra como un apoyo natural para


aumentar la vitalidad física, combatir la fatiga, elevar la
capacidad de resistencia y mejorar la concentración.

Es aconsejable en situaciones de astenia, fatiga y debilidad.


Contiene diferentes principios activos como la rosavina,
salidrósidos (rodiolosida) y polifenoles, que le confieren
propiedades adaptógenas, antiestresantes, antidepresivas,
defatigantes, antioxidantes e inmunoestimulantes.

El trifosfato de adenosina (ATP) es un instrumento bioquímico


que junto con el fosfato de creatina (CP) constituyen las vías
para almacenar y utilizar la energía que el cuerpo demanda
durante el ejercicio físico más o menos intenso. El organismo
recibe energía a través de varios sistemas, por fosfatos o por
glucógenos.

La energía producida por el ATP sirve ante todo para los


primeros tres segundos de esfuerzo, luego disminuye. Para
recomponer los niveles perdidos de ATP, las células musculares
cuentan con la fosfocreatina.

Con la edad esta capacidad para generar niveles de creatina


decrece. Aquí es donde es efectiva la rodiola, pues al elevar los
niveles de ATP y creatina contrarresta en parte dicho proceso.
La rhodiola contra al estrés

La rodiola destaca también como una planta muy útil contra el


estrés excesivo o prolongado. Se ha demostrado que incide
sobre las glándulas suprarrenales y sobre el hipotálamo, que es
donde se desencadena la respuesta hormonal al estrés.

Cuando el sistema de reacción al estrés está sobreestimulado


de forma más o menos crónica, es fácil sentirse ansioso,
deprimido, irritado o incluso muy fatigado.

La raíz de rodiola también contribuye a reequilibrar la respuesta


del organismo frente al estrés, reduciendo los niveles de
ansiedad o nerviosismo, y refuerza la serenidad y la capacidad
para afrontar las situaciones difíciles, lo que aporta mayor
bienestar.

Los niveles altos de la hormona cortisol, provocados por un


estrés excesivo, se pueden traducir en episodios más o menos
persistentes de insomnio. La rodiola mejora la calidad del sueño
al presentar un efecto reductor sobre el cortisol.

Al disminuir la incidencia del estrés, la rodiola potencia la


respuesta inmunitaria del organismo y dificulta la acción de los
agentes infecciosos.

Su acción adaptógena se considera incluso superior a la del


eleuterococo y su efecto es más inmediato. Aunque no existe
una certificación científica que lo avale, los defensores de las
bondades de esta raíz ártica también incluyen entre sus virtudes
la capacidad de favorecer la respuesta sexual, aumentar la
libido, en especial sobre los varones, y de tener una incidencia
muy positiva en la actividad sexual. También es parte de la fama
de la planta.
¿Para qué se usa la rhodiola?

Aunque se destina principalmente a aliviar estados de fatiga,


debilidad y falta de motivación, la rhodiola tiene otros beneficios
para la salud:

Diferentes estudios clínicos de doble ciego han aportado


conclusiones positivas sobre el uso de esta planta para
favorecer la agudeza mental y la capacidad de
concentración.

Otros estudios realizados en Bélgica arrojaron resultados


positivos sobre su eficacia para aumentar la resistencia
física cuando se toma en dosis de 200 mg una hora antes de
iniciar el ejercicio físico. Supone, por tanto, un aliado de
primer orden para deportistas, en especial los de resistencia.

No menos importante es su capacidad para fortalecer la


respuesta inmunitaria, mermada muchas veces por el estrés,
que aumenta la vulnerabilidad a las infecciones y al ataque
de agentes tóxicos.

Además, se le atribuye, como ocurre con el ginseng, cierto


efecto estimulante de la libido, y se ha indicado para
mejorar la respuesta sexual masculina, pero sobre este
punto no existe evidencia científica.

Como antidepresivo suave, se indica sobre todo en mujeres


en la menopausia.

¿Cómo tomar la rodiola? Dosis y remedios


caseros

Podemos comprar la raíz de rhodiola a granel, troceada, para


decocción, o en cápsulas y comprimidos.
Las dosis genéricas recomendadas son de 170 a 185 mg diarios,
con los que se asegura una absorción de 4,5 mg de rodiolosida,
su componente terapéuticamente más activo. Antes de tomar
cualquier tipo de planta te recomendamos que consultes con un
especialista.

Infusión para lidiar con situaciones


estresantes

Esta tisana adaptógena combina la rodiola con plantas de efecto


estimulante que refuerzan su acción frente al estrés.

Cómo se prepara: Se mezcla rodiola con ajedrea, romero y


eleuterococo o ginseng siberiano. Basta una cucharada sopera
rasa de la mezcla por un cuarto de litro de agua. Se hierve
durante 3 minutos y se deja reposar otros 10. Se cuela y, si se
quiere endulzar, se le añade miel de romero, por ejemplo.

Asesora: J Mª Teixé, herborista de «El Manantial de Salud»

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