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VERSIÓN PÚBLICA DE LA SENTENCIA 238/2019

JUZGADO PRIMERO DE LO MERCANTIL DEL PODER


JUDICIAL DEL ESTADO DE DURANGO.

Área que clasifica Juzgado

Páginas,1,2,4,6,8,9,10,14,15,
19,27,28,29,31,por tratarse de
Información confidencial contenida en: personales, (nombres, apellidos,
Los cuales pueden identificar o
identificable a una persona.

No está sujeto a temporalidad


Periodo de clasificación
tratarse de datos personales.

Artículo 102 fracción III, Artículo


112 de la Ley de Transparen
Fundamento Legal:
Acceso a la Información del Esta
Durango.

Sesión Especial del Comité de


Transparencia para la aprobación de
Abril 2020
Versiones Públicas de las Obligaciones de
Transparencia.

Presidente del Comité de Transparencia del


Lic. Adán Cuitláhuac Martínez Salas
EN LA CIUDAD DE DURANGO, DGO., A LOS TREINTA Y UN DIAS DEL
MES DE ENERO DEL DOS MIL VEINTE. - -- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

V I S T O S, para dictar sentencia definitiva, los autos del expediente número


238/2019, relativo al Juicio Oral Mercantil, promovido ante este Juzgado, por
********** contra la **********, por conducto de quien legalmente lo represente,
por la devolución de la cantidad de $125,979.00 (CIENTO VEINTICINCO MIL
NOVECIENTOS SETENTA Y NUEVE PESOS 00/100M.N.), el pago de
intereses generados y los que se sigan generando a razón del 6% mensual, por todo
el tiempo que fue sustraído de la cuenta de la actora la cantidad reclamada; el pago
de daños y perjuicios, gastos y costas judiciales; y,

R E S U L T A N D O:

ÚNICO.- Por escrito presentado el veintisiete de febrero del dos mil


diecinueve, compareció ante este juzgado **********, a demandar en la Vía Oral
Mercantil a la institución de crédito **********, por conducto de quien legalmente
lo represente, por las siguientes prestaciones:

A).- Por la devolución de la cantidad de $125,979.00 (CIENTO


VEINTICINCO MIL NOVECIENTOS SETENTA Y NUEVE PESOS
00/100M.N.).

B.)- El pago de intereses generados y los que se sigan generando a


razón del 6% mensual, por todo el tiempo que fue sustraído de la
cuenta de la actora la cantidad reclamada;

C).- El pago de daños y perjuicios, y

D).- El gastos y costas judiciales.


Por auto del primero de marzo del año dos mil diecinueve, se dio entrada a
la demanda en la vía y forma propuesta; ordenándose emplazar a la institución de
crédito **********, por conducto de quien legalmente la representara; por escrito
del veintiséis de marzo del dos mil diecinueve, compareció el C. **********, en su
carácter de apoderado legal de la institución de crédito demandada, a dar
contestación a la demanda en los términos expuestos, por lo que, con fecha cinco de
abril del dos mil diecinueve, se ordenó dar vista a la parte actora para que dentro del
término de tres días manifestara lo que a sus derechos conviniera respecto de las
excepciones opuestas; evacuada la vista, y continuando el juicio por su trámite legal,
y por así ameritarlo este juzgado que conoce tanto de juicios tradicionales como de
juicios orales, el quince del mes de agosto del año dos mil diecinueve, se celebró la
audiencia preliminar, en la que se calificó la legalidad de las pruebas ofrecidas por
las partes; el siete de noviembre del dos mil diecinueve, se celebró la audiencia de
juicio, se concedió la palabra a los justiciables por una sola vez, para que alegaran a
su derecho; hecho lo cual, se dio por visto el asunto, y a efecto de dictar una
sentencia apegada a derecho y dado su complejidad y atendiendo también a la
agenda de la sala de oralidad y la del juzgado, se difirió su resolución para las doce
horas de este día, en la que se procede a dictar sentencia en los siguientes términos:

C O N S I D E R A N D O:

PRIMERO.- Este Juzgado Primero de lo Mercantil del Primer Distrito


Judicial con residencia en esta ciudad de Durango, Durango; resulta constitucional y
legalmente competente para conocer y dirimir el presente Juicio Oral Mercantil, ello
en aplicación de leyes federales (Código de Comercio y Código Civil Federal), en el
ejercicio de la jurisdicción concurrente a que se refiere el artículo 104 fracción II, de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; por razón de materia,
cuantía y territorio, de conformidad con los ordinales 1, 2, 1104, fracción II, del
Código de Comercio; 1, fracción V; 51 y Octavo Transitorio de la Ley Orgánica del
Poder Judicial del Estado de Durango, que determina la División y Competencia
Territorial de los Juzgados Mercantiles en nuestra entidad federativa; lo anterior, en
virtud de la relación contractual celebrada entre la parte actora y la institución de
crédito demandada, en esta Ciudad de Durango, sitio geográfico donde por razón
de  territorio ejerce jurisdicción este juzgado.

SEGUNDO.- Respecto a la Vía Oral Mercantil ejercida, el artículo 1390 Bis


del Código de Comercio de la materia, prevé, en lo que importa, que todas las
contiendas cuya suerte principal sea inferior a la que establece el artículo 1339 del
citado Código para que un juicio sea apelable, sin que se tomen en cuenta intereses y
demás accesorios reclamados a la fecha de interposición de la demanda, se
tramitaran en la Vía Oral Mercantil; tomando en consideración que la acción
deducida se basa en la devolución de la cantidad de $125,979.00 (CIENTO
VEINTICINCO MIL NOVECIENTOS SETENTA Y NUEVE PESOS
00/100M.N.)., que es inferior a la contemplada en el citado numeral, deberá
declararse en el sentido de que resulta legalmente procedente la Vía Oral Mercantil
intentada

TERCERO.- En virtud, que la legitimación de las partes constituye un


presupuesto procesal que puede y debe estudiarse de oficio en cualquier etapa del
juicio, para que pueda dictarse sentencia a favor de la parte actora debe existir
legitimación activa en la causa, es decir, para la procedencia de la acción es
necesario que la actora legalmente le corresponda el derecho de su acción, de
manera, que la legitimación activa ad causam atañe al fondo de la cuestión litigiosa
y a la titularidad del derecho controvertido, para que previo a acreditar, que
efectivamente existe una relación procesal activa como pasiva de quienes
intervienen en juicio, para que el juzgador, esté en aptitud de analizar la legitimación
al momento de pronunciar sentencia definitiva; por su parte la legitimación en el
proceso consiste en el reconocimiento de la accionante que ha reunido los
presupuestos legales exigidos para actuar válidamente en el mismo, esto es, que
tiene capacidad procesal para actuar; de tal forma, que **********, demanda a la
institución de crédito demandada **********, la devolución de la cantidad de
$125,979.00 (CIENTO VEINTICINCO MIL NOVECIENTOS SETENTA Y
NUEVE PESOS 00/100M.N.), por el desconocimiento de las siguientes compras
realizadas, y lo cuales nunca efectuó.

1.- Compra en Liverpool Durango por la cantidad de $29,999.00


(VEINTINUEVE MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y NUEVE PESOS 00/100 M.N.).

2.- Compra en Suburbia Durango, por la cantidad de $10,000.00 (DIEZ MIL


PESOS 00/10 M.N.)

3.- Compra en Suburbia Durango, por la cantidad de $10,000.00 (DIEZ MIL


PESOS 00/10 M.N.)

4.- Compra en Super Center Felipe Pescador, por la cantidad de $17,980.00


(DIECISIETE MIL NOVECIENTOS OCHENTA PESOS S 00/10 M.N.)

5.- Compra en Super Center Felipe Pescador, por la cantidad de $15,000.00


(QUINCE MIL PESOS 00/10 M.N.).

6.- Compra en WAL MART FCO. VILLA, por la cantidad de $20,000.00 (VEINTE
mil pesos 00/10 m.n.)

7.- Compra en SAMS DURANGO, por la cantidad de $20,999.00 (VEINTE MIL


NOVECIENTO NOVENTA Y NUEVE 00/10 M.N.)

8.- Traspaso a una cuenta de tercero por la cantidad de $8,000.00 (OCHO MIL
PESOS 00/10 M.N.)

Compras y traspaso que desconoce haber realizado la parte actora.

CUARTO.- Es importante mencionar, que el presente fallo se dicta con


irrestricto respeto a los Derechos Humanos, considerando ante todo, que las partes
que intervienen en este procedimiento son iguales ante la ley; por lo cual, se les
otorga el mismo trato, sin ningún tipo de discriminación; derechos fundamentales
reconocidos no solo por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y
la Constitución Política del Estado Libre y Soberano del Estado de Durango, sino
también por la Convención Americana sobre Derechos Humanos “PACTO DE
SAN JOSÉ” del que nuestro país es integrante.

QUINTO.- Que de acuerdo con lo establecido en el artículo 1194 del Código


de Comercio: "El que afirma está obligado a probar. En consecuencia el actor
debe probar su acción y el reo sus excepciones".

SEXTO.- Ahora bien, la parte actora en lo que interesa, refiere, que con
fecha ocho de diciembre del año dos mil quince, apertura una cuenta con número
**********, ligada a la tarjeta de débito No. **********, otorgándole el número
de cliente **********.

Que el día veintidós de junio del año dos mil dieciocho, se encontraba en la
sucursal de la institución de crédito demandada ubicada en 20 de Noviembre hizo
uso de los cajeros automáticos, y que cuando realizo sus operaciones se percató de
que el cajero que recién utilice se encontraba parpadeando, por lo que un sujeto del
sexo masculino se acercó y me dijo que solo presionara cancelar, lo cual hice y se
retiró supuestamente con su tarjeta.

Posteriormente el mismo día a las diez de la noche, comenzaron a llegar a mi


teléfono celular notificaciones acerca de ocho compras realizadas en diversos
establecimientos comerciales. cargos que nunca efectuó y que como a esa hora
ninguna sucursal se encontraba abierta, decidió ir al día siguiente, pero que a la una
de la mañana, le llegó una notificación de que se había realizado un traspaso a una
cuenta de un tercero por la cantidad de ocho mil pesos.

Que posteriormente el veintitrés de junio acudió a la sucursal de la hoy


demandada para aclarar su situación pero que no le dieron respuesta favorable
alguna,
En atención a lo anterior acudió a la Comisión Nacional para la Protección y
Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), a interponer su
reclamación, abriendo el expediente número 2018/100/12867 señalándose fecha
para la conciliación, y en la que, la institución demandada presentó un informe en
que había dictaminado improcedente su reclamó, toda vez, que las operaciones
objetadas habían sido autorizadas por el NIP.; adjuntando como comprobantes, los
vouchers relativos a las compras por las cantidades reclamadas, y que si bien,
presumen ser documentos pagares, carecen de su firma, lo cual considera un
elemento de los mismos, como lo establece el artículo 170 de la Ley General de
Títulos Y operaciones de Crédito; concluyendo, que viendo la postura de la
institución de crédito demandada, decidió solicitar el dictamen respectivo, lo cual
emitió la (CONDUSEF), el veintiocho de septiembre del dos mil dieciocho, en la
que dictaminó declarar procedente su reclamación. La parte actora hace la aclaración
que la demandada le devolvió la cantidad de $20,999.00 (VEINTE MIL
NOVECIENTOS NOVENTA Y NUEVE PESOS 00/100 M.N.), que es la compra
que se realizó en Sam´s Durango, y que eso evidencia las irregularidades que
existieron en los movimientos que describe.

Para sustentar su acción, se le admitieron y se desahogaron las


siguientes pruebas: la confesional a cargo de la Institución de Crédito demandada
**********, por conducto de quien legalmente la represente y con facultades para
absolver posiciones; Las documentales consistentes en el original de LA
RECLAMACIÓN interpuesta ante la CONDUSEF, de fecha 29 de junio del 2018
que obra copia simple en autos a foja 15; el acuerdo original DE LA
AUDIENCIA de conciliación celebrada ante CONDUSEF de fecha 28 de agosto
del 2018 de la cual obra copia simple agregada a los autos de la foja 17 a la 20; el
informe original emitido por la ********** de fecha 28 de agosto del 2018; el
dictamen emitido por CONDUSEF, de fecha 28 de agosto del 2018; - La
Instrumental de Actuaciones consistente en todo lo actuado y la Presusncional en
su doble aspecto legal y humana en cuanto le favorecieran

SÉPTIMO.- Al contestar la demanda la institución de crédito demandada


**********, por conducto de su Apoderado Legal, **********, en lo que interesa,
negó terminantemente que el accionante no haya realizado los movimientos que
reclama, pues no acredita, que además existe una contradicción en su prestaciones
toda vez que la cantidad que reclama no coincide con las cantidades de las compras
o cargos que describe en su es rito y más aún cuando manifiesta que la demandada le
devolvió la cantidad de veinte mil novecientos noventa y nueve pesos que es la
compra que se realizó en Sam´s Durango. Y que la devolución no es porque se
refleje la irregularidad, sino que en el momento de la reclamación ante el banco no
se contaba con el voucher que acreditaba tal compra, se declaró procedente realizar
la devolución de esa compra y por las exigencias que se realizaron ante condusef,
que no existe duda de que la demandante realizó las compras en los negocios
filiados, porque en las terminales de los negocios se reconoció y/o leyó el microchip
de la tarjeta de débito ********** de la accionante aún bajo su custodia, así
mismo se digitó el numero correcto de identificación personal o NiP, de la
cuentahabiente actora aún más porque cuando se realizaron los cargos no existía
reporte de robo o extravío de la detallada tarjeta de crédito, que el reporte que
realizó la actora de su tarjeta fue el día veintitrés de junio del dos mil dieciocho a las
veinticuatro horas con siete minutos; oponiendo como excepciones de su parte, la
falta de acción y derecho en la parte actora; la improcedencia de las prestaciones
reclamadas por la actora; la improcedencia de los intereses reclamados y la negación
de la demanda.

Para acreditar sus excepciones la parte demandada ofreció como


pruebas de su intención: la confesional a cargo de la parte actora **********;
las documentales consistentes en: copia certificada notarialmente de los
Instrumentos números 120,768 así como la solicitud de entrada y tramite dela
inscripción 2017 y el ingreso de la escritura a la dirección del registro público de la
propiedad y del comercio del distrito federal, Instrumento que contiene la
designación de funcionarios autorizados por la institución actora para que
conjuntamente o separadamente expidan certificación de documento y con las
facultades a que se refiere el artículo cien de la Ley de Instituciones de crédito,
obrando copia en los presentes autos de la foja 78 a la 90; copia certificada del
Contrato de productos y servicios múltiples, así como el contrato de servicios
digitales, banca electrónica y anexos de datos generales de fecha 8 de diciembre del
2015 , que obra de foja 103 a 140 de autos; copias certificadas de los vauchers y
pagares así como sus respectivos logs que se encuentran descritos en los incisos de
la a) a la i) y localizables de las fojas 141 a la 161; copias certificadas de los tres
estados de cuenta a nombre de la actora estos comprendidos a partir del 1 de mayo
del 2018 al 31 de julio del 2018, que obran de las fojas 162 a la 172;.- la copia
fotostáticas de la captura de pantalla del computador central de la demandada en
el cual se informa que la tarjeta de débito de la actora fue bloqueada con fecha 23
de junio del 2018 localizable a foja 173; fotocopia certificada de las tiras auditoras
que produjo el computador central de ********** que justifican el pago a cuenta
de tercero que se realizó mediante la practicaja por la cantidad de $8,000.00 y se
encuentra de la foja 174 a la 178; las documentales exhibidas por la parte actora a
excepción del DICTAMEN rendido por la CONDUSE; la Presuncional en su doble
Aspecto Legal y Humana en cuanto le favorezca.

OCTAVO.- Para este juzgador no existe duda alguna, sobre la relación


contractual celebrada por la parte actora y la institución de crédito demandada, por
haberlo reconocido ambas partes, en su escrito de demanda, contestación y desahogo
de la prueba confesional a cargo de su contraparte; asimismo, no existe controversia,
los movimientos por las cantidades que reclama, pues no obstante de que la parte
demandada manifiesta que existe una contradicción en cuanto a las
prestaciones que reclama, es menester decir que también la parte demandada en
su escrito presentado en alcance a su contestación ofreció como prueba de su parte
todos y cada uno de los documentos que exhibió la parte demandada a excepción del
dictamen, ofrecido por la actora, pues bien de tales documentos a foja 15 de autos
se observa que la parte demandada exhibió la reclamación que hiciera ante
CONDUSEF donde se describen los siguientes cargo
1.- Traspaso a una cuenta de tercero por la cantidad de $8,000.00 (OCHO MIL
PESOS 00/10 M.N.)

2.-Compra en Liverpool Durango por la cantidad de $29,999.00 (veintinueve mil


novecientos noventa y nueve pesos 00/100 m.n.).

3.- Compra en Suburbia Durango, por la cantidad de $10,000.00 (diez mil pesos
00/10 m.n.)

4.- Compra en Suburbia Durango, por la cantidad de $10,000.00 (diez mil pesos
00/10 m.n.)

5.- Compra en Super Center Felipe Pescador, por la cantidad de $17,980.00


(diecisiete mil novecientos ochenta pesos s 00/10 m.n.)

6.- Compra en Super Center Felipe Pescador, por la cantidad de $15,000.00 (quince
mil pesos 00/10 m.n.).

7.- Compra en Super Center Felipe Pescador, por la cantidad de $15,000.00 (quince
mil pesos 00/10 m.n.).

8.- Compra en wal MART FCO. VILLA, por la cantidad de $20,000.00 (VEINTE mil
pesos 00/10 m.n.)

Compras y traspaso que desconoce haber realizado la parte actora, y que


sumadas dan la cantidad reclamada en este juicio. y donde por supuesto no se
encuentra ni reclama la de Sam´s, por lo cual no hay controversia al respecto, ya que
la parte demandad admitió las documental en cuestión; y por lo tanto e igualmente,
no existe discusión, la reclamación presentada por la parte actora ante la Comisión
Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros
(CONDUSEF), cuyas copias fueron exhibidas por la parte actora, con lo que se
prueba, que la parte demandada declinó someterse al arbitraje propuesto, y que por
lo tanto, se dejaron a salvo los derechos de las partes para que los hicieran valer ante
los tribunales competentes; de igual forma se encuentra probado, que el veintiocho
de septiembre del dos mil dieciocho, la Licenciada Elizabeth Gómez Espinosa,
Directora de Dictaminación de la (CONDUSEF), emitió acuerdo de trámite que
contiene el dictamen de Valoración Técnica Jurídica, en el que se determinó, que en
el expediente número 2018/100/12867, se desprenden elementos para suponer la
procedencia de lo reclamado, toda vez, que la obligación contractual incumplida
deriva del contrato suscrito por las partes, por virtud del cual, se expidió el plástico
en el que se realizaron las operaciones cuestionadas, existiendo los cargos a la
cuenta del usuario que no reconoce y que la institución financiera pretende sustentar
con los documentación que no acredita que las operaciones se hubieren realizado
con la debida autorización de cargo de su cliente; por lo que, sólo queda determinar,
si la parte actora efectivamente realizó o no tales operaciones.

Al respecto, el artículo 68 de la Ley de Protección y Defensa de los Usuarios


Financieros, en su fracción VII dispone que la Comisión Nacional entregará al
reclamante copia certificada del dictamen técnico, a efecto de que lo hagan valer
ante los tribunales competentes, quienes deberán tomarlo en cuenta en el
procedimiento respectivo.

Ello no implica que el dictamen determine, de antemano, el sentido


condenatorio de la sentencia, pues al ser una mera opinión técnica calificada no
obliga al juez, quien puede atenderlo o no según los argumentos y pruebas que
ofrezcan las partes, de ahí que si bien tiene el carácter de prueba preconstituida, está
sujeta a las reglas de valoración que le son propios y que por ello puede ser
contradicha, como así lo determinó la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, en la ejecutoria que dio lugar a la tesis 2a./J. 146/2012 (10a.),
publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época,
Libro XIV, Noviembre de 2012, Tomo 2, Página: 1050, bajo el rubro y contenido:

“COMISIÓN NACIONAL PARA LA PROTECCIÓN Y DEFENSA DE LOS


USUARIOS DE SERVICIOS FINANCIEROS. EL ACUERDO QUE DECLARA
IMPROCEDENTE LA EMISIÓN DEL DICTAMEN TÉCNICO A QUE SE
REFIEREN LOS ARTÍCULOS 68, FRACCIÓN VII, 68 BIS Y 68 BIS 1 DE LA
LEY QUE RIGE A DICHO ORGANISMO, NO ES IMPUGNABLE A TRAVÉS
DEL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO.- Los artículos citados establecen que
la Comisión Nacional podrá emitir un dictamen técnico -en los casos en que
resulte procedente- cuando, agotada la conciliación, las partes no se sometan al
arbitraje. Ahora bien, dicho dictamen no forma parte del procedimiento de
conciliación, pues la facultad de emitirlo surge ante la falta de acuerdo
conciliatorio, además, porque de las aludidas disposiciones legales se advierte que
aquél es sólo una opinión técnico-jurídica desprovista de los atributos que definen
al acto de autoridad, pues a través de ésta la Comisión no desarrolla tareas
propias del Estado frente a los gobernados que afecten derechos e impongan
obligaciones, esto es, se trata de una prueba preconstituida que puede aportarse a
juicio, quedando sujeta a las reglas propias de la valoración de pruebas y que no
determina por sí sola la procedencia de lo reclamado; de ahí que el acuerdo que
declara improcedente su emisión no es impugnable a través del juicio de amparo
indirecto.”

Ahora bien, es oportuno mencionar, que la parte actora niega rotundamente


haber realizado las operaciones cuestionadas; de manera que, al constituir un hecho
negativo, por disposición del artículo 1195 del Código de Comercio, no existe carga
probatoria para la parte que la hace valer; es así, pues al haberlos negado o
desconocido, la carga probatoria le corresponde a la institución de crédito
demandada **********, para acreditar, que efectivamente el accionante las
practicó, utilizando su tarjeta de débito, en las terminales de tales negocios, con su
número de identificación personal y firma electrónica, pues tanto el NIP electrónico
de la tarjeta y la digitación respectiva de su número de identificación personal lo
reconoció el computador central de su representada. Es aplicable al respecto la tesis
aislada que este tribunal hace suya, número XV.5º.7 C (9ª), página 1612, Décima
Época, Tribunales Colegiados de Circuito, Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Libro I, Octubre de 2011, Tomo 3 Materia Civil, registro 160943, cuyo
contenido y rubro, es el siguiente:

“CARGA DE LA PRUEBA EN LOS JUICIOS MERCANTILES


DERIVADOS DE LAS RELACIONES ENTRE LOS BANCOS Y SUS
CLIENTES. CORRESPONDE A LAS INSTITUCIONES BANCARIAS
DEMOSTRAR LA LEGALIDAD DE LAS DISPOSICIONES
REFLEJADAS EN LOS ESTADOS DE CUENTA DEL USUARIO,
SIEMPRE QUE ÉSTE LAS NIEGUE. De conformidad con los
artículos 1194 y 1195 del Código de Comercio, la carga de la prueba
en los juicios mercantiles derivados de las relaciones que surgen entre
los bancos y sus clientes recae en la institución prestadora del
servicio, siempre que el usuario niegue haber efectuado o autorizado
las disposiciones que aparecen reflejadas en los estados de cuenta
que recibe, pues corresponde al banco demostrar la legalidad de los
retiros que afirma existieron y que su cliente niega, al ubicarse en una
situación ventajosa frente al usuario que es la parte débil de la
contratación, generando que recaiga en las instituciones bancarias la
demostración de los hechos controvertidos, toda vez que tienen mayor
facilidad para aportar los medios de convicción que justifiquen su
actuación, como son, los comprobantes que muestran la forma y los
términos en que se efectuaron los retiros. Lo que no sucede con el
usuario del servicio, quien encuentra serias limitaciones para justificar
que no llevó a cabo los retiros objeto de la controversia o que estos
últimos fueron realizados sin su consentimiento.”

QUINTO TRIBUNAL COLEGIADO DEL DÉCIMO QUINTO CIRCUITO.

Amparo directo 237/2011. Sergio Zamudio González. 11 de agosto de


2011. Unanimidad de votos. Ponente: José Francisco Pérez Mier,
secretario de tribunal autorizado por el Pleno del Consejo de la
Judicatura Federal para desempeñar las funciones de Magistrado.
Secretario: Jesús Alcántar Canett.

NOVENO.- Del estudio y análisis de las pruebas ofrecidas por la parte


demandada, consistentes en la confesional a cargo de la parte actora **********,
copias certificadas de los vauchers y pagares así como sus respectivos logs que se
encuentran descritos en los incisos de la a) a la i) y localizables de las fojas 141 a la
161; copias certificadas de los tres estados de cuenta a nombre de la actora estos
comprendidos a partir del 1 de mayo del 2018 al 31 de julio del 2018, que obran de
las fojas 162 a la 172;.- la copia fotostáticas de la captura de pantalla del
computador central de la demandada en el cual se informa que la tarjeta de débito
de la actora fue bloqueada con fecha 23 de junio del 2018 localizable a foja 173;
fotocopia certificada de las tiras auditoras que produjo el computador central de
********** que justifican el pago a cuenta de tercero que se realizó mediante la
practicaja por la cantidad de $8,000.00 y se encuentra de la foja 174 a la
178;documentos presentadas por el apoderado del **********, con fundamento
en el artículo 100 de la Ley de Instituciones de Crédito; así como la presuncional en
su doble aspecto legal y humano; las que resultan insuficientes a juicio de este
órgano jurisdiccional, para acreditar las excepciones opuestas. En efecto, con
relación a la confesional a cargo de la accionante, al contestar el interrogatorio que
en forma oral se le preguntó, y que previamente se calificó de legal, si bien es cierto,
afirmó, todas y cada una de las posiciones, a excepción de la veintiocho donde
manifestó que no era cierto que con vista en los vouchers o pagares que aporto la
demandada a los autos se encuentran autorizados mediante firma electrónica, no
menos cierto lo es, que en ninguna de las posiciones, el accionante reconoce que
él haya realizados las operaciones cuestionadas; de ahí, que a juicio de este
órgano jurisdiccional no abone a los intereses de la parte demandada; con relación a
las documentales ofrecidas por la demandada y descritas anteriormente, poco
favorece a sus intereses, pues fue objetado en cuanto a su contenido y alcance
probatorio, por la parte actora, en su escrito del doce de abril del dos mil diecinueve,
porque según dice, no constituyen prueba plena, ya que no fue él quien las autorizó,
y que en tales documentos no se señala con precisión en qué consisten las
operaciones que se registran en las mismas.

Es importante señalar, que aun cuando se le otorgara valor a estas


documentales, lo cierto es que no vinculan de manera directa a la accionante en
cuanto que realizó los movimientos y transacciones cuestionados, puesto que, de
la pantalla del sistema central del banco, si bien es verdad, muestra los detalles
de las operaciones controvertidas, referente a la cuenta número de cliente del
actor y donde se desprenden los movimientos objetados, a distintas horas;
también lo es, que dichos documentos por sí mismos no la vinculan con la
utilización de su tarjeta de débito en los cajeros automáticos, y sí ésta se
relaciona o corresponde a la clave, contraseña o firma electrónica aludida por la
institución de crédito demandada de la parte actora o que haya sido el actor quien
realizó las operaciones, pues la sola existencia de dichos movimientos bancarios
no conduce a la consecuencia necesaria de determinar que fue precisamente el
accionante o un tercero facultado por el.-

Además los documentos en estudio no satisfacen los extremos de los


numerales 308, 316 y 316 bis 15, de las Disposiciones de Carácter General
aplicables a las Instituciones de Crédito, emitidas por la Comisión Nacional
Bancaria y de Valores, ya que de ellos no se advierte que se haya identificado al
usuario utilizando un factor de autenticación como sería a través de clave de
acceso de la accionante, o que la institución solidaria a la usuaria la confirmación
de las operaciones controvertidas, previo a que se ejecutara; ni se advierte que se
haya identificado el acceso al medio electrónico y las operaciones o servicios
realizados por la usuario, ni los datos de identificación del dispositivo de acceso
utilizado por el cuentahabiente para realizar la operación impugnada. Por lo que
resultan insuficientes para acreditar que los cargos y/o pagos efectuados
controvertidos, así como la trasferencia se hayan realizado con su tarjeta de
débito y con la clave confidencial o NIP, de manera electrónica por la presencia
del medio de acceso automatizado y el uso de la clave respectiva, del accionante,
y, menos aún, que haya realizado las disposiciones o hubiera proporcionado sus
claves confidenciales u otorgado su consentimiento para que se efectuara.

Es importante señalar, que aun cuando se le otorgara valor a estas


documentales, lo cierto es, que no vinculan de manera directa al accionante en
cuanto que realizó los cargos controvertidos, puesto que, de los mismos se observa,
el número de tarjetabiente, cantidad, operación, referencia, autorización, fecha y
hora, así como la firma en cada uno de ellos, pues los mismos por sí mismos no lo
vinculan con la utilización de la clave confidencial o NIP, o firma electrónica;

Además los documentos en estudio no satisfacen los extremos de los


numerales 308, 316 y 316 bis 15, de las Disposiciones de Carácter General
aplicables a las Instituciones de Crédito, emitidas por la Comisión Nacional
Bancaria y de Valores, ya que de ellos no se advierte que se haya identificado al
usuario utilizando un factor de autenticación como sería a través de clave de acceso
del accionante, o que la institución haya confirmado las operaciones controvertida,
previo a que se ejecutara; ni se advierte que se haya identificado el acceso al medio
electrónico y las operaciones o servicios realizados por el usuario, ni los datos de
identificación del dispositivo de acceso utilizado por el tarjetabiente para realizar las
operaciones impugnadas.
En cuanto a la presuncional en su doble aspecto legal y humana y la instrumental de
actuaciones ofrecida por la institución de crédito demandada, se valoran en los
términos de lo dispuesto en los artículos 1294 y 1305 del Código de Comercio, pero
tampoco se advierte algún medio de prueba que beneficie a la parte demandada,
puesto que no exhibió medio de prueba idóneo para demostrar sus afirmaciones, por
el contrario, se cuenta con la presunción generada a favor del accionante para
demostrar que las operaciones fueron realizadas o autorizadas por el accionante,
mediante su tarjeta de débito y su número de identificación personal (NIP).
En el presente caso, los vouchers electrónicos, la copia fotostáticas de la
captura de pantalla del computador central de la demandada en el cual se informa
que la tarjeta de débito de la actora fue bloqueada con fecha 23 de junio del;
fotocopia certificada de las tiras auditoras que produjo el computador central de
********** que justifican el pago a cuenta de tercero que se realizó mediante la
practicaja, fueron presentados por la Institución bancaria como aquellos documentos
autorizados a través de medios electrónicos, mediante el número de identificación
personal (NIP) del tarjetahabiente, que comprueban la autorización de la operación
en la que fue presentada la tarjeta, en este caso de débito, no de crédito, es decir,
como comprobante de operación, empero, como se dijo, al generar solamente un
valor indiciario, no es suficiente para demostrar que la operación fue autorizada con
dicho factor de autenticación, como tampoco, que ésta fue autorizada en una
terminal punto de venta mediante la autenticación del microcircuito integrado
(CHIP) de la tarjeta.
Así, al haberse objetado por la actora las documentales ya que no reconoció su
contenido, por no haber sido autorizadas, afirmando, que estas no constituyen
prueba plena, pues él no facilitó su autorización; Es aplicable por analogía la tesis
jurisprudencial PC.IX.C.A. J/3 C (10a.), sustentada por el Pleno Especializado en
Materias Civil y Administrativa del Noveno Circuito, publicada en la Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, Libro 30, Mayo de 2016,
Tomo III, Página: 2399, bajo el rubro y contenido:

“TARJETAS DE DÉBITO. CORRESPONDE A LA INSTITUCIÓN DE CRÉDITO


LA CARGA DE LA PRUEBA CUANDO EL TARJETAHABIENTE DEMANDE LA
CANCELACIÓN DE LOS CARGOS EFECTUADOS POR DISPOSICIONES EN
EFECTIVO EN CAJEROS AUTOMÁTICOS.- Las actividades mercantiles
realizadas con base en el uso de tarjetas como instrumento bancario son complejas;
en torno a las de crédito y su utilización, de conformidad con las Reglas a las que
habrán de sujetarse las Instituciones de Banca Múltiple, y las Sociedades
Financieras de Objeto Limitado en la Emisión y Operación de las Tarjetas de
Crédito, emitidas por el Banco de México, la institución crediticia emisora sólo
podrá cargar a la cuenta del titular el importe de los pagos de bienes, servicios,
impuestos y demás conceptos que realice por cuenta del tarjetahabiente, así como
las disposiciones de efectivo, cuando éste haya suscrito pagarés u otros documentos
aceptados por la emisora y que se hayan entregado al establecimiento respectivo o
los haya autorizado; lo anterior, debido al principio de seguridad que deben
observar dichas instituciones de crédito en beneficio de sus clientes. En atención a
esta postura, las instituciones bancarias emisoras de las tarjetas de crédito tienen
la obligación legal de resguardar en sus archivos, los vouchers o pagarés que firma
el tarjetahabiente en el momento de las operaciones de compra de bienes y
servicios, debido a lo cual, cuando existe reclamo de éste sobre lo incorrecto de
haber cargado a su cuenta el importe de cargos por pagos de bienes, servicios,
impuestos y demás conceptos que supuestamente no realizó, la carga de la prueba
corresponde a la institución financiera, por ser ésta quien afirma que fue el
tarjetahabiente quien de manera directa o con su autorización, se realizaron
aquellos consumos utilizando los medios electrónicos correspondientes. Posición
jurídica la anterior que, tratándose de tarjetas de débito, también debe aplicarse
cuando el tarjetahabiente niega haber efectuado los pagos y disposiciones que
originaron los cargos cuya cancelación demanda, porque al igual que las tarjetas
de crédito, se trata de un medio de disposición de efectivo, así como de pago de
bienes y servicios adquiridos por el cuentahabiente, por lo que en ese entendido, la
institución bancaria también tiene la obligación de brindarle medidas de seguridad
a efecto de poder cargar a la cuenta los montos de disposición por la utilización de
la tarjeta por aquellos conceptos, que al igual que las tarjetas de crédito, puede ser
a través de la emisión de vouchers con los cuales se documentan las transacciones
formuladas por el usuario, o por medio de la disposición directa en cajeros
automáticos autorizados por las instituciones de crédito; en ese contexto, es dable
concluir que, por lo que respecta a las disposiciones en efectivo en cajeros
automáticos, la carga de la prueba corresponde a la institución bancaria, de
conformidad con los artículos 1194, 1195 y 1196 del Código de Comercio, por ser
la que afirma, de manera que si el accionante niega haber realizado el retiro en el
cajero automático, entonces, es a la demandada a quien, en principio, corresponde
justificar la disposición que afirma realizó el demandante, en primer lugar, porque
el que afirma está obligado a probar; en segundo término, porque son las
instituciones bancarias las que tienen la facilidad para preconstituir y aportar
medios probatorios, ya que son los administradores de los cajeros automáticos,
responsables de su manejo, y de la implementación de las medidas necesarias para
acreditar la disposición por el usuario autorizado; y en tercer orden, porque la
Institución financiera como proveedora de un servicio, es la obligada a garantizar
la seguridad en todas las operaciones efectuadas con motivo de los contratos
celebrados con los clientes, aunado a que por encontrarse en una situación
ventajosa ante éstos, cuenta con la información y las aptitudes para aportar los
elementos de prueba para dirimir las controversias que se llegaren a suscitar.

DÉCIMO.- No pasa desapercibido para esta autoridad, que el accionante en


su escrito de demanda, precisamente, en el hecho segundo, haya manifestado, que
el día veintidós de junio del año dos mil dieciocho, se encontraba en la sucursal de
la institución de crédito demandada ubicada en 20 de Noviembre hizo uso de los
cajeros automáticos, y que cuando realizo sus operaciones se percató de que el
cajero que recién utilice se encontraba parpadeando, por lo que un sujeto del sexo
masculino se acercó y me dijo que solo presionara cancelar, lo cual hice y se retiró
supuestamente con su tarjeta.
Posteriormente el mismo día a las diez de la noche, comenzaron a llegar a mi
teléfono celular notificaciones acerca de ocho compras realizadas en diversos
establecimientos
En efecto, el accionante en su demanda narraa los hechos que acontecieron el
día en que se efectuaron las operaciones cuestionadas, generando una presunción en
favor de la Institución Bancaria demandada; empero, no demuestra que esa persona
se haya enterado de su NIP, lo cual pone de manifiesto, que sólo es una conjetura del
propio Tarjetahabiente, que no constituye una manifestación por la que deba tenerse
por cierta, pues como se dijo, esa narración de hechos, solamente genera un indicio
en favor de la Institución Bancaria, pero no un valor probatorio pleno, por lo que era
necesario que la parte demandada demostrara con la prueba idónea que las
operaciones fueron autorizadas empleando ese factor de autenticación, de ahí que,
sólo se tenga como un indicio, que no fue robustecido con otros medios de prueba.

Entonces, debe considerarse que la tarjeta de débito se rige por un contrato de


depósito bancario de dinero a la vista, el que el tarjetahabiente deposita una cantidad
de dinero en una cuenta que le proporciona la institución bancaria, de la cual la
primera puede hacer uso a través de una tarjeta de débito, sin exceder de los límites
del depósito o depósitos recibidos, lo cual puede conllevar la expedición de un
voucher que, salvo el supuesto de la categoría 1 de autenticación, debe contar con
su firma u otro medio de identificación.
Los artículos 10, 77, 96 y 100 del La Ley de Instituciones de Crédito
disponen, en lo que interesa:

"Artículo 10. Las solicitudes de autorización para organizarse y operar como


institución de banca múltiple deberán acompañarse de lo siguiente:".

"IV. Plan general de funcionamiento de la sociedad que comprenda por lo


menos:
"a) Las operaciones a realizar de conformidad con el artículo 46 de esta ley;

"b) Las medidas de seguridad para preservar la integridad de la


información;

"g) Las bases relativas a su organización, administración y control interno;"

Artículo 77. Las instituciones de crédito prestarán los servicios previstos en


el artículo 46 de esta ley, de conformidad con las disposiciones legales y
administrativas aplicables, y con apego a las sanas prácticas que propicien
la seguridad de esas operaciones y procuren la adecuada atención a los
usuarios de tales servicios."

Artículo 96. Las instituciones de crédito deberán establecer medidas básicas


de seguridad que incluyan la instalación y funcionamiento de los
dispositivos, mecanismos y equipo indispensable, con objeto de contar con la
debida protección en las oficinas bancarias para el público, factores y
dependientes que las ocupen, así como del patrimonio de la institución.
Cuando las instituciones contraten a las personas referidas en el artículo 46
Bis 1 de esta ley, con el objeto de que éstas reciban recursos de sus clientes,
en efectivo o cheque, adicionalmente deberán asegurarse que los
establecimientos que al efecto utilicen dichas personas para llevar a cabo
tales operaciones en representación de las propias instituciones, cuenten con
las medidas básicas de seguridad que se establezcan conforme a lo señalado
en el presente artículo.

Para implementar lo señalado en el párrafo anterior, dichas instituciones


deberán contar con una unidad especializada.
"La Comisión Nacional Bancaria y de Valores podrá dictar, mediante reglas
de carácter general, los lineamientos a que se sujetarán las medidas básicas
de seguridad que deberán establecer las instituciones de crédito y los
prestadores de servicios o comisionistas que las instituciones contraten para
la recepción de recursos de sus clientes, en efectivo o cheque, en términos del
artículo 46 Bis 1 de esta ley, y vigilará que las instituciones cumplan con las
disposiciones aplicables en la materia.

"No se permitirá la contratación de personal al amparo del artículo 46 Bis 1


de esta ley, para realizar en el interior de las sucursales de atención al
público de las instituciones de crédito, cualquiera de las operaciones a que
se refiere el artículo 46 de este ordenamiento."

"Artículo 100. Las instituciones de crédito podrán microfilmar o grabar en


discos ópticos, o en cualquier otro medio que les autorice la Comisión
Nacional Bancaria y de Valores, todos aquellos libros, registros y
documentos en general, que obren en su poder, relacionados con los actos de
la propia institución, que mediante disposiciones de carácter general señale
la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, de acuerdo a las bases técnicas
que para la microfilmación o la grabación en discos ópticos, su manejo y
conservación establezca la misma.

Los negativos originales de cámara obtenidos por el sistema de


microfilmación y las imágenes grabadas por el sistema de discos ópticos o
cualquier otro medio autorizado por la Comisión Nacional Bancaria y de
Valores, a que se refiere el párrafo anterior, así como las impresiones
obtenidas de dichos sistemas o medios, debidamente certificadas por el
funcionario autorizado de la institución de crédito, tendrán en juicio el
mismo valor probatorio que los libros, registros y documentos microfilmados
o grabados en discos ópticos, o conservados a través de cualquier otro medio
autorizado.

Transcurrido el plazo en el que las instituciones de crédito se encuentran


obligadas a conservar la contabilidad, libros y demás documentos de
conformidad con el artículo 99 de esta ley y las disposiciones que haya
emitido la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, los registros que
figuren en la contabilidad de la institución harán fe, salvo prueba en
contrario, en los juicios respectivos para la fijación de los saldos resultantes
de las operaciones a que se refieren las fracciones I y II del artículo 46 de
esta ley."

De lo anterior se desprende que, entre los requisitos para operar como


institución de banca múltiple, se requiere que desde un inicio dicho ente refiera y
acredite cuáles son las medidas de seguridad que llevará a cabo para preservar la
integridad de la información, lo que implica, que el funcionamiento de una
institución de crédito, conlleva un deber de resguardar y salvaguardar, no sólo parte,
sino la integridad de la información con la que presta el servicio de banca múltiple.

Por otro lado, en la prestación de sus servicios los bancos deberán respetar las
sanas prácticas que conlleven dar seguridad de las operaciones que realizan y
deberán procurar una atención adecuada a sus usuarios, con lo cual se reitera su
obligación de contar con las medidas de seguridad adecuadas en relación con las
operaciones que realiza a través de los servicios que presta, incluidas las operaciones
en cajeros automáticos por la utilización de tarjetas de débito.

De igual modo, es deber de las instituciones de crédito establecer las medidas


básicas de seguridad, las cuales incluirán dispositivos, mecanismos y equipo de
protección de las oficinas, así como del patrimonio de la institución, dentro del cual
se encuentran precisamente los cajeros automáticos, por lo cual, éstos atendiendo a
diversas características, como es de conocimiento general, cuentan con dispositivos
de videograbación. Además, tratándose de la implementación de medidas de
seguridad, con base en la envergadura de las funciones que lleva a cabo y presta una
institución bancaria, se le impone contar con una unidad especializada de seguridad.

En cuanto a lo referente a la distribución de la carga de la prueba, debe


añadirse que el Tarjetahabiente no está en un mismo plano de igualdad frente a la
Institución bancaria, porque ésta cuenta con mejores medios para acreditar el uso de
los dispositivos electrónicos para establecer que las operaciones se hicieron con el
uso del plástico número ********** y su NIP, el cual por tratarse de un medio
electrónico se ingresan de manera inmediata en sus sistemas operativos, así como las
videograbaciones; y por ello no es suficiente que se presuma que la parte actora,
haya presentado la tarjeta de débito en la negociaciones, donde se efectuaron las
transacciones, cuyos cargos desconoce, para que se tenga por demostrado
plenamente que fue autorizado o realizado por él

Con relación, a la presuncional en su doble aspecto legal y humano, ofrecida


por la parte demandada, no se desprende indicio alguno que verifique en la especie,
los hechos que se pretendían demostrar con la misma.

Por todo lo anterior, la Institución de Crédito demandada **********


********** **********, no probó sus excepciones, ya que no demostró con
documentos idóneos que las transacciones que dieron lugar a los cargos reflejados
en la cuenta de la actora, fueron autorizados utilizando los dos factores de
autenticación, consistentes en la lectura de la tarjeta de débito y el ingreso del
número de identificación personal (NIP), por lo que, en consecuencia, se condena a
la parte demandada a devolución de la cantidad de $125,979.00 (CIENTO
VEINTICINCO MIL NOVECIENTOS SETENTA Y NUEVE PESOS
00/100M.N.), al amparo de la tarjeta de débito número ********** y su NIP; la
nulidad de los vouchers que amparan las cantidades de:

DÉCIMO PRIMERO.- En cuanto al pago de perjuicios que se han


producido desde el inicio del litigio hasta la culminación del mismo, resulta
improcedente, dado que la hace valer de manera genérica sin indicar las cantidades
liquidas en moneda nacional, y en ese contexto, para que proceda la condena a los
perjuicios, la parte actora está obligado a demostrar durante el procedimiento, en
primer lugar, el hecho en que descansa su pretensión, por ende, estos aspectos
relevantes no pueden determinarse en ejecución de sentencia. En efecto, el actor solo
se limita a reclamarlos de manera categórica, sin indicar claramente cuál es la
pérdida o menoscabo sufrido en el patrimonio del actor y cuál es la privación de la
ganancia lícita que debió haberse obtenido, además, de que no aportó prueba alguna
que resultaran aptas y suficientes para demostrar la existencia de los daños y
perjuicios que reclama, pues las simples manifestaciones que hace en su escrito de
demanda, no son justificativas de los daños y perjuicios de los que se duele el actor,
en esa tesitura, solo constituyen meras prestaciones hipotéticas pero no reales; en ese
tenor, es necesario probar la existencia de tal perjuicio en concreto.

DÉCIMO SEGUNDO.- Con relación al pago de intereses legales vencidos y


que sigan venciendo hasta la total solución del presente juicio, se absuelve a la
parte demandada a su pago, pues de las pruebas aportadas por el enjuiciante, no
se acredita que derivado de la carga ilegal realizada, por la cantidad de
$125,979.00 (CIENTO VEINTICINCO MIL NOVECIENTOS SETENTA Y
NUEVE PESOS 00/100M.N.), del número de cuenta bancaria ********** ligada a
la tarjeta de débito, y tarjeta de débito ligada a la misma número **********. De la
parte actora, dado, que no son una consecuencia legal y necesaria del cargo cuyo
pago se declaró en este resolución.

DÉCIMO TERCERO.- No ha lugar realizar condena especial en gastos y


costas puesto que no se encuentra en ninguno de los supuestos previstos en el
artículo 1084 del Código de Comercio, aunado a que las partes no se condujeron
con temeridad o mala fe. Es aplicable al respecto la tesis 1ª. LXVI/2015 (10.), de
la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible en la Página
488, del Libro 47, Octubre de 2017, Tomo I, Décima Época, de la Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, Registro 2008488, cuyo contenido y rubro,
es el siguiente:

“COSTAS EN EL JUICIO EJECUTIVO MERCANTIL. EL ARTÍCULO 1084,


FRACCIÓN III, DEL CÓDIGO DE COMERCIO, QUE PREVÉ SU CONDENA,
NO ES APLICABLE A LOS JUICIOS ORDINARIOS (ABANDONO DE LA
JURISPRUDENCIA 1a./J. 7/2004). Esta Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, al resolver la contradicción de tesis 9/2013-PS, de la que
derivó la jurisprudencia 1a./J. 7/2004, de rubro: "COSTAS EN PRIMERA
INSTANCIA EN JUICIO ORDINARIO MERCANTIL. PARA SU CONDENA ES
IMPROCEDENTE LA APLICACIÓN SUPLETORIA DE LA LEGISLACIÓN
PROCESAL CIVIL LOCAL.", estimó que el artículo 1084 del Código de
Comercio, en su texto anterior a la reforma publicada en el Diario Oficial de la
Federación el 24 de mayo de 1996, resulta aplicable para todo tipo de juicios
mercantiles; de ahí que la hipótesis en que el actor en un juicio ordinario
mercantil obtuvo sentencia contraria a sus intereses y no se condujo con
temeridad o mala fe dentro de la secuela del proceso, se entiende
comprendida en la fracción III del numeral citado, la cual contempla la
procedencia de la condena en costas en primera instancia, por lo que, al estar
regulada en forma completa y detallada la hipótesis específica, resulta
improcedente la aplicación supletoria de la legislación procesal civil relativa que
previera la condena en costas en juicios civiles. Ahora bien, una nueva
reflexión sobre el tema, lleva a esta Primera Sala a apartarse del criterio
plasmado en la tesis citada, pues lo definitivo es que antes y después de la
reforma de 1996 la fracción III es idéntica y si bien es cierto que con motivo de
las reformas se introdujo la fracción V al artículo 1084, la cual prevé que
siempre será condenado en costas el que intente acciones o haga valer
cualquier tipo de defensas o excepciones improcedentes o interponga recursos
o incidentes de este tipo, a quien no solamente se le condenará respecto de
estas acciones, defensas, excepciones, recursos o incidentes improcedentes,
sino de las excepciones procesales que sean inoperantes, también lo es que
ello no permite generar una interpretación extensiva en la que se incluyan tanto
los juicios ordinarios, como los ejecutivos; lectura que es diferente al contenido
literal de la norma que ha interpretado este Alto Tribunal, en el sentido de que
la condena en costas prevista en el artículo 1084, fracción III, del Código de
Comercio, se encuentra dirigida exclusivamente a los juicios ejecutivos
mercantiles.

Por lo anteriormente expuesto y fundado, y con apoyo además en los artículos


1321, 1322, 1324, 1325, 1327, 1388, 1389, 1390 en relación con el 1390 Bis 38,
1390 bis 39; relativos y aplicables del Código de Comercio, se:
RESUELVE
 
PRIMERO.- Ha procedido la Vía Oral Mercantil,  intentada en el presente
juicio

SEGUNDO.- La parte actora **********, probó su acción y la parte


demandada ********** ********** **********, por conducto de su apoderado
legal, no demostró sus excepciones, en consecuencia: - - - - - - - - - -

TERCERO.- Se condena a la institución de crédito demandada **********


********** **********, a la devolución de la cantidad de $125,979.00 (CIENTO
VEINTICINCO MIL NOVECIENTOS SETENTA Y NUEVE PESOS
00/100M.N.), al amparo de la tarjeta de débito número ********** y su NIP; así
como a la nulidad de los vouchers y traspaso que menciona, que da como suma la
cantidad primeramente mencionada. - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
CUARTO.- Se absuelve a la Institución de Crédito demandada **********
********** **********, al pago de intereses legales, por las consideraciones
expuestas en esta resolución.

QUINTO.- Se absuelve a la institución de crédito demandada, al pago de


daños y perjuicios, por los argumentos y consideraciones expuestas en el
considerando de esta resolución. -

SEXTO.- No se hace especial condenación en costas.

SÉPTIMO.- De conformidad con lo dispuesto por el artículo 1390 Bis 39 del


Código de Comercio, queda a disposición de las partes copia de la sentencia
pronunciada, por escrito, para que estén en posibilidad de solicitar en un plazo
máximo de sesenta minutos la aclaración de la misma, en términos del último
párrafo del artículo 1390 bis. La notificación de esta sentencia se tiene por realizada
en la audiencia, conforme con los artículos 1390 bis 2, 1390 Bis 10, 1390 Bis 21,
1390 Bis 22, 1390 Bis 38, y 1390 Bis 39 del Código de Comercio.

OCTAVO.- NOTIFÍQUESE.- Así, definitivamente juzgando, lo resolvió y


firma la Licenciada Claudia Marisela Garrido García, Jueza Primero de lo
Mercantil, por ante la Licenciada Dora Luz Arámbula Escobar Secretario de
Acuerdos que autoriza y da fe. –Dos firmas ilegibles Conste Doy Fe- - - - - - - - - --
- -- - - - - - - - - - -
Exp. No. 238/2019

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