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sus propios problemas y no se daba cuenta de que algunos de los hombres

presentes en el bar estaban planeando robarle su iPhone 6 nuevo.

De repente, un hombre con una capucha se acercó a ella y le arrebató su


teléfono mientras huía corriendo por la calle. La Yurleidis no perdió tiempo y
comenzó a perseguirlo, gritando y llamando a Al Kevin y Al Bayron por ayuda.

Los dos hombres llegaron corriendo y comenzaron a buscar al ladrón, pero él


había desaparecido sin dejar rastro. La Yurleidis estaba enojada y decidió que
haría lo que fuera para recuperar su teléfono.

Después de buscar en todas partes, finalmente encontraron al ladrón en una


casa abandonada en el barrio de Concord Malambo. La Yurleidis entró en la
casa, seguida de cerca por Al Kevin y Al Bayron. El ladrón estaba sentado en una
silla con su teléfono en la mano.

La Yurleidis se acercó a él y le dijo: "Devuélveme mi teléfono ahora mismo". El


ladrón la miró con una sonrisa malvada y respondió: "Lo siento, pero ya no es
tuyo. Lo he vendido a un comprador en el mercado negro".

La Yurleidis no podía creer lo que estaba escuchando. ¿Cómo podía haber


perdido su teléfono en menos de una semana? Estaba furiosa y decidió que
haría lo que fuera para recuperarlo.

Al Kevin y Al Bayron, que habían estado callados hasta ese momento,


decidieron intervenir. Al Kevin le dijo al ladrón: "Si no nos devuelves el teléfono,
te vamos a romper todos los huesos". Al Bayron añadió: "Y luego te vamos a
arrojar al río".

El ladrón, que no parecía intimidado por las amenazas de los hombres, se rió y
respondió: "No pueden hacer nada, soy un hombre muy poderoso en este
barrio".

La Yurleidis no podía creer lo que estaba escuchando. ¿Quién era ese hombre
para hablar así? Decidió tomar las cosas en sus propias manos y le arrebató el
teléfono de las manos. Al Kevin y Al Bayron la ayudaron a

La Yurleidis, Al Kevin, Al Bayron y Al Brayan decidieron continuar su viaje a


Malambo. Durante el camino, no podían evitar pensar en el robo y en el ladrón
que aún andaba suelto. La tensión se hizo evidente entre los cuatro,
especialmente cuando empezaron a discutir sobre quién debería haber tomado
mejores medidas de seguridad para proteger sus cosas.

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