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SIMA
DEL
DIABLO
ÍNDICE
Por la noche Carlos va a dar una vuelta por el paseo de las Canteras, en donde
se encuentra su hotel, y se sienta en la arena para contemplar el mar. Carlos
siente una respiración en la nuca que lo deja helado. Cuando se da la vuelta
descubre horrorizado que detrás de él había un gran perro negro. En cuestión
de minutos aparece ante ellos Yraya, la dueña del perro, y se disculpa con
Carlos, por el comportamiento de Bardi, su perro. Juntos pasean y hablan
durante un rato. Pero ven algo ante ellos que los asusta, ven una sombra que
también los observa y Bardi permanece en alerta, pasado un rato la sombra se
va y llega el momento de despedirse, así que, Carlos vuelve a su hotel.
Al día siguiente Yraya y Bardi se ofrecen para enseñar a Carlos la isla. Carlos
le cuenta a Yraya su afición por descifrar enigmas y ésta le da un papel con un
enigma que hizo su abuelo y le pide que lo descifre. Luego le llevan a casa de
la abuela de la niña. Allí Carlos conoce a Teresa, la abuela, y esta le dice a
Yraya que Liam no dejaba de llamar y que le dijo que no volviese a llamar. La
niña le dijo a su abuela que iba a enseñarle a Carlos algunos sitios de la isla y
su abuela le dijo que tuviesen cuidado.
Esa noche, Carlos descifró el enigma que le había dado Yraya. Al día siguiente
fueron a la casa de la niña, en Santa Brígida, y esta le enseñó una fotografía
donde salía su abuelo y Liam. Luego fueron a dar una vuelta, pero esta vez sin
Bardi.
Esa noche Carlos no pudo dormir y al día siguiente Yraya lo llamó y le dijo que
había estado vigilando la casa del vecino y vio a Cervero, el perro, llegar con el
hocico lleno de sangre y ponerse el collar él solo. Yraya le dijo que fuese con
ella a hablar con el vecino y luego a ver a Liam a Puerto Mogán. Este aceptó.
Carlos fue a casa de Yraya y esta le contó que había encontrado un mapa en el
que su abuelo había puesto algunas anotaciones y lo más extraño es que
coincidían con los lugares en donde habían habido asesinatos. Luego fueron a
casa de Rafael Montesinos a hablar con él. Este les contó que su perro había
sido adiestrado para matar a cualquier intruso, pero se veía que hasta él tenía
miedo del perro. Carlos le pidió la dirección y el número del adiestrador y el
dueño le dijo que él lo había contratado por internet y le dio lo que le pedía.
Cuando llegaron fueron a casa de Liam. Yraya le contó a este todo lo que
habían descubierto. Carlos e Yraya le pidieron el libro que le había regalado el
abuelo de la niña, pero este se negó, les dijo que nadie podía traducir el libro y
los echó de su casa, pues tenía que ir a navegar.
Carlos e Yraya se dirigieron hacia la parte de la playa donde este había visto a
Cervero. Allí vieron un pozo taponado y un obrero les dijo que lo habían
taponado muchas veces pero siempre volvía a abrirse. Yraya le preguntó si
había más pozos y éste le dijo que seguramente había varios que conectaban
con algún sitio de la isla. Yraya le dijo a Carlos que seguramente en esas
cuevas subterráneas estarían los perros escondidos y que irían a navegar, así
que, se escondieron en el barco de Liam para descubrir a donde se dirigía
cuando salía con su barco. Cuando llegaron salieron de su escondite, estaban
en una isla. Cuando Liam se iba a ir los descubrió corriendo hacia el barco para
volver a esconderse. Liam les contó su secreto. Cuando él era joven salió a
navegar y llegó hasta aquella isla. Allí conoció a una muchacha. Este le dijo
que volvería otro día. Pero cuando intentó volver no encontraba la isla. Hasta
que un día cansado de buscar se dejó llevar por la corriente y llegó hasta allí
pero la muchacha había desaparecido.
Liam los acompañó hasta la parada de la guagua. Cuando Carlos llagó al hotel
Yraya lo llamó y le dijo que le habían robado el diario y los papeles de su
abuelo y a Liam el libro codificado. Al día siguiente Carlos estaba esperando a
Yraya en la parada de la guagua para ir al barranco donde habían encontrado
el cuerpo de su abuelo. Pero la niña nunca llegó. Carlos volvió al hotel y llamó
a la niña por teléfono pero no contestaba, así que, llamó a la casa de esta y le
dijo a su madre que Yraya no estaba con él. La madre de la niña le dijo que iba
a llamar a la abuela y a los amigos de Yraya para preguntarles si la habían
visto. Carlos fue a buscar a David a la comisaría para que le ayudase a buscar
a su amiga. Pero en la comisaría le dijeron que David no trabajaba allí. Carlos
volvió al hotel y se lo contó a su padre. Este le dijo que David también era
adiestrador de perros.
Carlos esperó a que sus padres se fuesen y llamó a Liam, le dijo que él tenía
los papeles que había copiado del libro codificado y Liam le dijo que descifrase
los códigos, pues seguramente en el libro ponía donde tenían a Yraya y que al
día siguiente pasaría a buscarlo.
Al cabo de unas horas David volvió a llamar a Liam y le dijo que ya había
descifrado el libro y que ponía que estaría en la sima de Jinámar. Este le dijo
que seguramente tenían a Yraya para que les ayudase a abrir la puerta hacia el
mundo de los tibicenas y que eso sucedería a la hora del eclipse, o que, tal vez
a quien quería era a él para que le resolviese el enigma sobre cómo hacer el
ritual. Carlos le dijo que en lo que había descifrado ponía que si se hacía mal el
ritual los absorbería hacia el mundo de los tibicenas. Liam le dijo que en una
hora pasaría a buscarlo. Carlos fue a la casa de la abuela de Yraya y le pidió a
Bardi.
Yraya, Carlos y Liam salieron de allí preocupados por Bardi. Cuando llegaron
arriba, el perro no estaba. Pero se vieron rodeados por la manada de perros.
Los perros atacaron a Liam y éste intentó defenderse con un revólver.
Mientras, Cervero atacaba a Carlos e Yraya. Cuando este se disponía a atacar
a la niña apareció Bardi y empezaron a pelearse. Carlos golpeó el costado del
perro y Bardi aprovechó para clavarle los dientes en el cuello. Los animales
rodaban mientras se peleaban y estaban a punto de caerse por el pozo, pero
Carlos agarró rápidamente a Yraya y esta a su vez a Bardi. El cuerpo de
Cervero se precipitó por el pozo desapareciendo en lo más profundo.
Liam se levantó del suelo y fue a la camioneta con Bardi. Mientras, Yraya y
Carlos se preguntaban si Cervero estaría muerto. Pero eso no importaba, pues
estaban vivos. Así que Yraya se lo demostró a Carlos, besándole.
David:
Era gordo y su piel estaba apergaminada alrededor de la boca, de labios finos.
Su pelo escaso blanqueaba por algunas zonas, la mirada de sus ojos hundidos
era penetrante.
Yraya:
La chica tenía una figura esbelta y grácil, con una melena negra azabache
espesa y larga y una voz dulce. Vestía unos pantalones deshilachados y una
sencilla camiseta ceñida. Las piernas, largas y bien formadas, acababan en
unos pies embutidos en zapatillas deportivas de color oscuro.
Teresa:
Era encantadora y extremadamente culta. Sus facciones redondeadas y libres
de arrugas conservaban vestigios de una antigua belleza, y la simpatía de su
sonrisa contrastaba con la melancolía profunda de sus ojos oscuros. Llevaba el
pelo plateado recogido en dos grandes moños, uno a cada lado de la cabeza.
Rafael Montesinos:
Era un hombre pequeño, de movimientos apresurados y nerviosos. Su cuerpo
rechoncho iba enfundado en un holgado chándal de algodón color gris.
Aparentaba una edad de cincuenta y tantos, y llevaba su pelo canoso bien
estirado hacia delante para disimular una calva que ya dominaba gran parte de
su cráneo ahuevado.
Antonio:
Era de baja estatura y en sus ojos brillaba un destello de inteligencia y vitalidad
que rejuvenecía su rostro arrugado y curtido por el sol.
Liam:
Tenía apariencia de extranjero y era un personaje fornido cuya despeinada
melena rubia griseaba a la altura de las sienes.
Cervero:
Era un enorme rottweiler negro como el carbón. Poseía una actitud furtiva y
gesto amenazador. Caminaba rápido y en silencio.
Bardi:
Era un presa canario con una silueta maciza y una enorme cabeza. Tenía
algunas marcas en el hocico y en las orejas que parecían heridas recientes.
Tenía un aspecto imponente con un curioso pelaje atigrado que despedía
reflejos verdosos.
LUGARES QUE MENCIONA LA NOVELA
Las Canteras.
Vegueta.
Museo canario.
El Parque Doramas.
Puerto Mogán.
Roque Nublo.
Auditorio Alfredo Kraus.
Sima:
Es una cavidad grande y profunda en la tierra.
Barranco:
Depresión profunda del terreno, especialmente si sus pendientes no están
cortadas a pico.
DESCRIPCIÓN DE LOS TIBICENAS
Los tibicenas surgían de las tinieblas sin que nadie supiese de dónde
procedían, ni tampoco el lugar al que regresaban. Su pelaje, tejido con las
fibras negras de la noche, los hacía invisibles en la oscuridad. Sólo el
resplandor de sus ojos de fuego traicionaba su presencia. O el brillo de sus
dientes, cuando esbozaban la sonrisa del diablo. Nadie sabía dónde se
ocultaban durante el día; quizá en barrancos sombríos, en cuevas olvidadas o
en la sima sin fondo. No podrás verlos porque no son más que una sombra
entre las sombras, pero sentirás un soplo helado en tu corazón y sabrás que
están ahí.
Eran demonios malignos en forma de perros oscuros, eran hijos del demonio
Guayota. Un día el demonio Guayota raptó al dios Magec, el sol y lo llevó
consigo al interior del volcán del Teide en Tenerife, y sumió al mundo en las
tinieblas hasta que Achaman (dios del cielo) lo rescató. Durante aquella larga
noche nacieron los tibicenas. A parecieron sin que ningún rastro los atrajese,
huyendo del dañino sol, hicieron de las cuevas y los fondos de los profundos
barrancos su hogar, escarbando en lo profundo de las montañas durante el día,
en su afán de huir de la luz. Los tibicenas merodean en la noche, sus aullidos
llenan el aire y en los barrancos aguarda el daño y la muerte, el fuego rojo de
sus ojos incendian lo oscuro. Descendían de las montañas para devorar el
ganado sagrada haciendo estragos entre la población. En ocasiones salían del
mar.
INFORMACIÓN SOBRE VALLENCOURT
Fue uno de los pocos que dedicaron su vida a desentrañar el enigma de los
perros. Fue uno de los motivos que le animaron a afincarse en las Islas
Canarias, pero no lo único, pues allí conoció a la que fue el amor de su vida,
una dama canaria que le ayudó en su trabajo y con quien vivió un apasionado
romance hasta el fin de sus días. Y después de tantos años consagrados al
estudio de los tibicenas, solo legó un libro en el que ponía todos los
descubrimientos que había hecho.
DESCRIPCIÓN DE LA ISLA DE SAN
BORONDÓN
La isla de San Borondón es una leyenda popular de las Islas Canarias sobre
una isla que aparece y desaparece desde hace varios siglos.
San Borondón mediría 480 km de largo (de norte a sur) y 155 km de ancho (de
este a oeste), formando hacia el medio una considerable degollada o
concavidad y elevándose por los lados en dos montañas muy eminentes.
INFORMACIÓN SOBRE LA SIMA DE
JINAMAR
La tradición popular de la isla de Gran Canaria afirma que lo que se tira por la
Sima de Jinámar sale por la Mar fea.
La Punta de la Mar fea es un corto tramo de cordón litoral del Sur de Las
Palmas de Gran Canaria “arrinconado” por la autopista, entre la Punta del Palo
y la playa de La Cunita. Se alza sobre un acantilado de unos 20 metros de
altura y cuenta con un mirador abandonado, bajo el que se ha formado un
llamativo hueco. Es un socavamiento de la base por el azotamiento de las olas.
Es consecuencia de un proceso erosivo, aunque la tradición popular incita a
pensar en la relación de la Mar fea con la Sima de Jinámar.
INFORMACIÓN SOBRE GUAYOTA
Guayota era el nombre que recibía una de las entidades mitológicas malignas
en las que creían los guanches, antiguos pobladores de Tenerife. Era el
demonio, aunque también se le asimila a los genios malignos aborígenes.
Guayota era el eterno adversario del celestial Achamán (dios supremo del
panteón guanche).
EPÍLOGO
Se asomó por la ventanilla para ver el archipiélago Canario y vio perplejo la Isla
de San Borondón. Lugar en el que había estado con Yraya y Liam y del cual
decían que no existía. Pero si no la buscabas acababas encontrándola.
Carlos se dijo para sí mismo que volvería e iría con Yraya a explorar aquella
isla.
VALORACIÓN PERSONAL