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Un patrullaje espeluznante

Como todo los días Juan y Pedro cumplían con su recorrido ellos eran policías y nunca había pasado
nada extraño ya que casi siempre cubrían la misma ruta.
Cierta noche salieron y avanzaron con normalidad, la noche se sentía pesada y algo extraño parecía que
iba a suceder, mas sin embargo, no hicieron caso a sus presentimientos y continuaron con su labor. Ya
casi a las 3 de la mañana mientras avanzaban por un
sector un poco retirado, oscuro, sin casas ni nadie cerca
pudieron divisar a los lejos un bulto que por la luz del
vehículo no se podía ver bien.
Al acercarse se dieron cuenta que era una hermosa mujer
que estaba sola esperando encontrar a alguien que la
llevara a cierto pueblo, los policías en su afán de ayudar
le dijeron que la llevarían hasta donde ellos iban y que
quedaría un poco más cerca y estaría incluso más segura,
la mujer acepto y se subió a la parte de atrás del
patrullero, continuaron su camino y todo transcurría con
normalidad, esa noche el trayecto parecía que se hacia
mas largo y por ello trataron de establecer conversación
con la mujer pero ella solo prefirió no hablar por lo que
pensaron que de pronto estaba cansada.
Al estar casi cerca de llegar le dijeron a la mujer y esta
solamente movió su cabeza, cuando llegaron a su destino los policías se bajaron a estirar las piernas
mientras esperaban que la mujer saliera del carro, al ver que tardaba mucho uno de ellos abri ó la puerta y
se encontró que no había nadie, ante su asombro le pregunto a su compañero si la mujer había salido por
su lado a lo que ya un poco nervioso respondió que no, al sentir que algo malo y extraño había pasado se
sintieron mal, empezaron a sudar, el cuerpo les temblaba e
incluso uno llego a convulsionar, el otro gritaba desesperado
sin saber qué mismo había pasado pedía ayuda, las personas del
lugar al oír los gritos empezaron a salir y al ellos contar lo que
les había pasado todos estaban incrédulos y llegaron a pensar
que estaban tomados, pero de pronto una anciana apareció y
murmuro “Es la muerta de la carretera”, revisen el asiento y
encontraran una flor negra, se dice que esta mujer esperaba que
alguien la llevara a su casa pero sorpresivamente apareció
muerta y desde allí se le aparece a conductores que transitan
muy tarde por el lugar y les pide detener la marca y que al
llegar a su destino solo encuentran la flor negra en el asiento,
todo el mundo quedo asustado ya que la anciana había dicho
que sino entregaban la flor hasta las 12 de la noche en el mismo
lugar morirán.
Los policías no sabían que hacer y solamente fueron a la iglesia
a pedir ayuda al Padre y este les recomendó que cuando vayan a entregar la flor a las 12 en punto tendrían
que rezar fuertemente y regar agua bendita mientras van dejando la flor en el piso, con mucho miedo
llegaron al lugar y apenas tocaron las 12 los 2 policías empezaron a rezar fuertemente regando de a poco

Zuriel Zambrano Ríos


el agua mientras el otro asentaba la flor, mientras tanto a los lejos se escuchaba una especie de llanto que
se alejaba de a poco.
Se dice que desde ese día aquella mujer no volvió a aparecer más y que por fin su alma ya pudo
descansar en paz.

Zuriel Zambrano Ríos

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