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│ ❝私を見て❞

╰──╮⸙; 22.01.24.❞

│ 𝓘𝔀𝓪𝓲𝔃𝓾𝓶𝓲 𝓗𝓪𝓳𝓲𝓶𝓮.

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En la efervescencia de su vida universitaria, Iwaizumi Hajime, se vio cautivado por los


encantos de una misteriosa joven durante su adolescencia. Su corazón, inesperadamente,
se vio atrapado en las redes del amor, dejando su alma en un estado de éxtasis perpetuo.
Ella, una joven de cabellos oscuros y ojos resplandecientes, poseía una sonrisa que
iluminaba hasta los rincones más oscuros de su ser. Iwaizumi, sin poder resistirse a su
magnetismo, se encontraba perdidamente enamorado de ella. Cada vez que sus miradas
se cruzaban, su corazón latía con una fuerza desbordante, y sus mejillas se teñían de un
rubor incontrolable.

En los primeros días, Iwaizumi se encontraba cautivado por la belleza y la gracia de esa
chica. Cada vez que la veía, su corazón latía con fuerza, como si quisiera escapar de su
pecho y volar hacia ella. Pero, temeroso de revelar sus sentimientos más profundos, se
contentaba con ser su amigo, estar a su lado y disfrutar de su compañía. Con el tiempo,
sin embargo, la amistad se convirtió en algo más. Iwaizumi comenzó a notar los
pequeños detalles, las sutilezas que revelaban la verdadera esencia de esa chica.
Descubrió su risa contagiosa, su pasión por la vida y su capacidad para iluminar incluso
los días más oscuros. Cada momento compartido se volvió precioso, y su deseo de estar
a su lado se hizo más fuerte.

Finalmente, llegó el día en que Iwaizumi decidió que no podía ocultar sus sentimientos
por más tiempo. Reunió todo su coraje y le confesó su amor, temblando de emoción y
anticipación. Sus palabras fluyeron como un río desbordante, llevando consigo todas las
esperanzas y sueños que había guardado en su corazón.

Así fue como inició una linda historia de amor, la cual perduró hasta la actualidad.
Sus buenos amigos, Matsukawa y Hanamaki, lo habían citado a un almuerzo en un
restaurante bastante popular. El ambiente estaba lleno de risas y conversaciones
animadas, pero faltaba la presencia de Oikawa, quien siempre solía ser el alma de la
fiesta.
Aquel dúo intercambiaron bromas y recordaron viejas anécdotas. Iwaizumi no podía
evitar sonreír al escuchar sus risas contagiosas, pero su mirada se desviaba
constantemente hacia la puerta, esperando ver a Oikawa entrar en cualquier momento.

_—¿Te cuento algo gracioso? —Empezó a hablar el más alto. —Siempre creí que te
casarías con Oikawa, siempre estuvo loco por ti._

Aquellas palabras lograron captar la atención del ojiesmeralda, girando abruptamente en


dirección a Matsukawa. Quiso opinar, pero, ¿Tan siquiera era eso cierto?, ¿Y si solo era
una broma más de sus amigos? Aunque si lo pensaba mejor, aquel castaño se
comportaba extraño muchas veces, como aquellas ocasiones en las que alejaba a
muchas chicas de él con la excusa que sus ojos sólo debían mirarlo a él y a nadie más.

_—¡Ah!, ¡Es cierto! —Exclamó el pelirosa. —Siempre con su “Iwa-chan, Iwa-chan”


pff. Nos sorprendió bastante cuando comenzaste a salir con aquella joven, incluso me
atrevería a decir que Oikawa sigue enamorado de ti, ¿No lo notas? —Inmediatamente,
tras decir aquello, estalló a carcajadas junto con el otro azabache.

Sea como sea, el tiempo pasaba y la impaciencia comenzaba a apoderarse de Iwaizumi.


Miraba su reloj una y otra vez, preguntándose qué podría estar retrasando a Oikawa. Tal
vez se había quedado atrapado en el tráfico o había perdido el autobús. Sea cual fuera la
razón, el azabache no podía evitar sentir una pequeña preocupación por su amigo.

El día de la despedida de soltero finalmente llegó. Iwaizumi se encontró con


Matsukawa, Hanamaki y Oikawa en un lugar secreto que habían preparado
especialmente para la ocasión. La emoción llenaba el aire mientras los cuatro amigos se
abrazaban, compartiendo risas y recuerdos de su amistad duradera.
Matsukawa, con su voz profunda y su mirada amable, le aseguró a Iwaizumi que esta
noche sería una celebración de su amistad y de los momentos compartidos. Hanamaki,
con su ingenio y sentido del humor, prometió hacer reír a Iwaizumi hasta que le dolieran
los músculos. Y Oikawa, con su sonrisa encantadora y su carisma innegable, le recordó
a Iwaizumi lo afortunado que era de tener amigos como ellos.

La noche comenzó con una cena en un restaurante elegante. Iwaizumi se sentía


abrumado por la atención y el cariño que recibía de sus amigos. Brindaron por su
felicidad y por los momentos que aún estaban por venir. Las risas llenaban la mesa
mientras compartían anécdotas y chistes, recordando los momentos más divertidos que
habían vivido juntos.

Después de la cena, el grupo se dirigió a un club nocturno, donde la música vibrante y


las luces brillantes creaban un ambiente de celebración. Iwaizumi se dejó llevar por el
ritmo de la música, bailando y riendo junto a sus amigos. Cada canción era una
oportunidad para crear nuevos recuerdos y fortalecer aún más los lazos que los unían.

La noche continuó con juegos y desafíos divertidos, organizados por Oikawa. Iwaizumi
se sumergió en la diversión, dejando de lado cualquier preocupación y disfrutando
plenamente del momento. Los desafíos eran una muestra de la confianza y el amor que
existía entre ellos, y cada victoria era celebrada con abrazos y risas contagiosas.

Al final de la noche, cuando el sol comenzaba a asomarse en el horizonte, los cuatro


amigos se encontraron sentados en un tranquilo café. Iwaizumi miró a Matsukawa,
Hanamaki y Oikawa, sintiendo una profunda gratitud por su amistad. Sabía que no
importaba lo que el futuro le deparara, siempre tendría a estos tres hombres a su lado.

Con un abrazo grupal, prometieron seguir apoyándose mutuamente en cada paso del
camino. Iwaizumi se sintió abrumado por el amor y la amistad que había experimentado
en esa noche especial. Sabía que, sin importar lo que el futuro le trajera, siempre tendría
a Matsukawa, Hanamaki y Oikawa como sus mejores amigos, dispuestos a celebrar sus
triunfos y consolarlo en los momentos difíciles.

La despedida de soltero había sido más que una simple celebración. Había sido un
recordatorio de la fuerza y la belleza de la amistad verdadera. Iwaizumi se sentía
afortunado de tener a Matsukawa, Hanamaki y Oikawa a su lado, y sabía que su boda
sería solo el comienzo de una nueva etapa en sus vidas juntos.

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