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│ ❝愛は何ですか ❞

╰──╮⸙; 28.10.21.❞

│ 𝓑𝓮𝓷𝓷𝓮𝓽.

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Sabía que había que su primer paso lo había dado con el pie izquierdo, seguro también fue
dado a luz de lado, del lado izquierdo, pero nada de eso lograría desanimarlo, después de todo
aunque no lograba conseguir lo mismo que el resto, apreciaba lo que tenía, tanto en lo
material como con las personas.

Aquel día había iniciado como cualquiera, despertar temprano, comer algo e ir a alguna
exploración, aún manteniendo la esperanza de encontrar un cofre con buenos artículos, o al
menos unos normales, pero que hubiera algo, aunque sea. Todo estuvo extrañamente
tranquilo, ocupó una ruta que no solía tomar y bueno, como siempre, aparecieron algunos
seres elementales. Hasta ese punto estaba bien, más o menos, la cosa fue que cada vez se
encontraba con más y más de ellos, cada vez son niveles más fuertes y en grupos, cosa que lo
hacía difícil de tratar.

Todo eso lo habría manejado, más o menos, si no fuera porque en cierto momento sintió la
presencia de no uno, ni dos, sino de muchísimos fatui. ¿Por qué había tantos reunidos? Como
sea, ya no tenía la energía como para combatirlos y aunque sabía que derrotaría al menos, ¿La
mitad? La otra mitad... No quería ni pensar en lo que podría suceder.

En silencio, se mantuvo quieto en un intento de ocultar su presencia, no es como si lo hiciera


continuamente, así que esperaba que no lo notaran, fue en ese momento que escuchó sus
planes, atacar a Monstadt y Liyue, no podía esperar ahí pero de nada serviría si sale de su
escondite en ese momento sólo para ser atrapado. En cierto momento, gracias a cierta
inexplicable fortuna, al parecer hubo un desacuerdo entre ellos, la oportunidad perfecta para
tomar impulso y correr lo más rápido que pudo.
Corrió sin mirar atrás, sin detenerse pese a que sus pulmones ardían o las caídas que tenía a
cada momento, sus rodillas estaban rojas por todos los raspones que le había ocasionado
aquella maratón. Fue en medio de la carrera que cayó una vez más, pero esta vez estaba a los
pies de Razor, un albino que conocía perfectamente el bosque.

—¡Ra-Razor! Es terrible. —Empieza a tratar de explicar, mientras se pone de pie y sacude su


ropa. —Estamos a punto de ser atacados por los fatui, ¡Y son muchos! —Levantó ambos
brazos, en un intento de tratar de darle a entender lo peligroso que era dejarlos.

—¡Tenemos que hacer algo, Raz-

Fue hasta ese momento que sus pulmones no pudieron más y empezó a toser repetidamente,
el aire no dejaba de salir por su boca debido a esos espasmos. Casi un minuto después, y con la
garganta más liberada explicó todo nuevamente, más tranquilo pero con la misma urgencia
que se merecía aquello.

—¿Viste a alguien que pueda ir conmigo? No, no hay tiempo para buscar a alguien más... Tú,
¡Tú! Razor, tenemos que ir a detenerlos, por favor. —Suplicó, olvidando por completo que
primero, debía curar sus heridas.

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