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PLATICA PARA PAPAS Y PADRINOS DE

LOS NIÑOS DE LA PRIMERA EUCARISTÍA


LOS SACRAMENTOS: Signo sensible de la gracia instituido por Jesucristo y confiados a la
iglesia para obtener la salvación.
Son un signo visible del Dios invisible, es decir Jesús, antes de irse de este mundo quiso
dejarnos algunos medios que nos ayudaran a salvarnos. Estos medios se llaman los
SACRAMENTOS.

Existen 7 sacramentos: Bautismo, Confirmación Penitencia, Comunión, Unción de los


enfermos, Orden sacerdotal y Matrimonio.

Y los sacramentos de iniciación cristiana son tres: Bautizo, Confirmación y Eucaristía.


Cuando nacen reciben el BAUTISMO, pero son tan pequeños que realmente no entiendes lo
que está pasando. Con La EUCARISTÍA existe una común-unión entre la persona y Dios. Y
Con el sacramento de la CONFIRMACIÓN, la persona acepta voluntariamente la fe de cristo.

EUCARÍSTIA
“El cuerpo y la sangre de Cristo para obtener la salvación”
Que se hace presente en la Hostia y el vino consagrado y que es tomado como alimento de
vida eterna, permitiéndonos entrar en comunión.
• La Eucaristía no es algo sagrado o bendito, es Jesús mismo, que nos dice: Yo soy el
pan de vida, el que viene a Mí ya no tendrá hambre; el que cree en Mí, jamás tendrá sed
(Jn 6, 35). El que come mi carne y bebe mi sangre está en Mí y yo en él… El que me come,
vivirá por Mí… El que me come, vivirá para siempre (Jn 6, 53-59).

• La Eucaristía es denominada, tanto por La Sagrada Escritura como por la Tradición


de la Iglesia, con diversos nombres, que reflejan los múltiples aspectos de este
sacramento y expresan su inconmensurable riqueza, pero ninguno agota su sentido.

A) unos nombres recuerdan el origen del rito:


• Fracción del Pan,
• Eucaristía
• Memorial de la pasión, muerte y resurrección del Señor,
• Cena del Señor
B) otros subrayan el carácter sacrificial de la Eucaristía:
• Santo Sacrificio,
• Santo Sacrificio de la Misa,
• Sacramento del Altar, Hostia
C) otros intentan expresar la realidad de la presencia de Cristo bajo las especies
consagradas:
• Sacramento del Cuerpo y de la Sangre de Cristo,
• Pan del Cielo (cfr. Jn 6,32-35; Jn 6,51-58)
• Santísimo Sacramento (porque contiene al Santo de los Santos, la misma santidad de
Dios encarnado)

D) otros hacen referencia a los efectos causados por la Eucaristía en cada fiel y en toda
la Iglesia:
• Pan de Vida,
• Pan de los hijos,
• Cáliz de salvación,
• Viático (para que no desfallezcamos en el camino a Casa),
• Comunión. Este último nombre indica que mediante la Eucaristía nos unimos a Cristo
(comunión personal con Jesucristo) y a todos los miembros de su Cuerpo Místico
(comunión eclesial, en Jesucristo);

E) otros designan toda la celebración eucarística con el término que indica, en el rito
latino, la despedida de los fieles después de la comunión:
• Misa,
• Santa Misa;

*Jesucristo instituyó este sacramento en la Última Cena.


Los tres evangelios sinópticos: (cfr. Mt 26,17-30; Mc 14,12-26; Lc 22,7-20) y San Pablo
(cfr. 1 Co 11,23-26) nos han transmitido el relato de la institución.

He aquí la síntesis de la narración que ofrece el Catecismo de la Iglesia Católica: Llegó


el día de los Ázimos, en el que se había de inmolar el cordero de Pascua; (Jesús) envió
a Pedro y a Juan, diciendo: “Id y preparadnos la Pascua para que la comamos”...
fueron... y prepararon la Pascua. Llegada la hora, se puso a la mesa con los Apóstoles;
y les dijo: “Con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer;
porque os digo que ya no la comeré más hasta que halle su cumplimiento en el Reino
de Dios”... Y tomó pan, dio gracias, lo partió y se lo dio diciendo: “Esto es mi Cuerpo
que va a ser entregado por vosotros. Haced esto en recuerdo mío [en conmemoración
mía; como memorial mío]”. De igual modo, después de cenar, el cáliz, diciendo: “Este
cáliz es la Nueva Alianza en mi Sangre, que va a ser derramada por vosotros”»

• Jesús celebró pues la Última Cena en el contexto de la Pascua judía, pero la Cena del
Señor posee una novedad absoluta: en el centro no se encuentra el cordero de la
Antigua Pascua, sino Cristo mismo, su Cuerpo entregado (ofrecido en sacrificio al
Padre, en favor de los hombres)… y su Sangre derramada por muchos para remisión
de los pecados

• El día de la primera comunión debe ser uno de los más importantes de la


vida para un niño católico.
• Ese día se recibe un abrazo personal de Jesús, presente en la Eucaristía, y
en ese abrazo de Jesús van incluidas inmensas bendiciones para el niño y
su familia.
• Por eso, hay que hacer especial hincapié en la pureza del alma y no darle
tanta importancia a la fiesta familiar, a las fotos, al vestido, a los padrinos…
• Es importante también que los padres y hermanos puedan ese día
acompañar al niño en su comunión.
• Y, sobre todo, es importante que el niño este bien preparado para entender
que no va a recibir un pan bendito sino al mismo Jesús en persona
LOS PADRINOS DE LA COMUNION

Hay un padrino si el que tiene su primer encuentro es hombre o una madrina si la que tiene
su primer encuentro es mujer. El padrino debe ser un católico que viva como tal y que ya
esté bautizado, confirmado y comulgue. El padrino debe hacer cuanto pueda para que su
ahijado lleve una vida católica plena.

Ordena la Santa Iglesia que todo niño que ya participe de la sagrada Eucaristía cuente con
la ayuda espiritual de un padrino o una madrina.

Para que una persona pueda desempeñar válidamente el oficio de padrino o madrina, es
decir, para que no sea nulo su padrinazgo, se requieren las siguientes condiciones:

1. SER CASADO POR A IGLESIA O SOLTERO(A): Deberá ser mayor de edad, tener los
sacramentos de Iniciación Cristiana Estar bautizado, confirmado y que comulgue.
2. De preferencia deberá ser un solo padrino (hombre o mujer, puedes elegir el de tu bautismo
si así lo deseas y si cumple con los requisitos antes mencionado)
3. Tener uso de razón y la intención de cumplir adecuadamente esta función.
3. No ser hereje (renegar de la fe) o estar excomulgado.
4. Profesar la religión católica, ser una persona de fe, que esté en comunión con Jesús
Eucaristía y trate de vivir una vida cristiana católica
4. No ser ni el padre ni la madre ni personas amancebadas, ni el cónyuge del catequizado
5. En el momento de la Comunión, acompañar al ahijado, tocando su hombro al simbolizando
su compromiso como padrino o madrina y comulgar junto con él.

La misión de los padrinos es cuidar de palabra y con el ejemplo el crecimiento en la Fe de su


ahijado. Por eso los padres deben elegir como compadres a personas intachables como
católicos: casados sacramentalmente, instruidos en Religión y de buenas costumbres.

Deben los padrinos comprender que al aceptar serlo, son ahora compadres es decir, padres
con los verdaderos padres del ahijado y que este se convierte para ellos en un como hijo en
la fe, con todo lo que esto comporta. Es un compromiso mucho muy serio del cual han de
dar cuenta a Dios como de sus propios hijos. Error tremendo es el aceptar compadrazgos a
la ligera y acumular ahijados a los cuales nunca podrán seguir de cerca en su camino hacia
Dios.
Seguro que tú, al igual que yo, estás bautizado y confirmado y por lo tanto tienes madrinas
o padrinos, y si has hecho bien tus tareas, alguien te ha escogido a ti para que lo seas de
alguien más.
Hay muchas y lindas razones por las que alguien escoge padrinos y madrinas, ya sean los
padres de un pequeño bebé que está por bautizarse o un catecúmeno adulto que lo elige
voluntariamente. Siempre es un regalo para quien es llamado a ese servicio de amor,
pero: ¿tenemos claro qué significa serlo?
Compadres es la forma en que nuestros padres llaman a los padrinos y cuando los eligen,
algunas veces queda la duda: ¿habrán escogido padrinos o compadres? Es que a veces la
afinidad, el cariño y el querer establecer lazos más permanentes con alguien, hace que los
padres «den a sus hijos» de ahijados a personas con las que tienen relaciones muy estrechas.
De hecho los padrinos se sienten honrados cuando se les pide que lo sean porque es una
muestra de afecto y confianza muy profunda. Pero a veces el rol de padrinos y madrinas está
un poco confundido y (tanto los ahijados como los padres) esperan algunas cosas que
realmente no son sus reales funciones y que poco tienen que ver con el llamado que han
recibido.
Seguro que muchas veces te ha tocado orientar a gente al respecto, sobre todo en la
catequesis o en los grupos en los que haces apostolado. Es por esto que queremos
darte algunas ideas de qué es lo que realmente debe hacer un padrino o madrina y de cuál
es su misión en la vida de ese recién bautizado o confirmado, para que comprendamos qué
características deben tener esas personas y cómo debe ser la relación con su ahijada o
ahijado.

Si te han pedido que tu seas madrina o padrino, te invitamos a que ofrezcas esa tremenda
misión al Señor, Él te dará lo necesario para acompañar a tu ahijado por el camino de la fe
que Él mismo nos ha invitado a recorrer.

Tu vida es tu curriculum
Como padrino has sido elegido por los padres (o al menos deberías serlo), más que por tu relación
con ellos, por tu vida, por como vives tu fe, por el testimonio de tu lucha sincera por vivir los
principios del Evangelio. Madrinas y padrinos son personas que por su testimonio de vida podrán
dar luces al recién bautizado de cómo hacer para vivir como un buen cristiano durante toda su vida.
¡Comienza a vivirlo!

Das el mejor regalo


No esperamos que nuestra madrina o padrino nos de un regalo especial para navidad o para
nuestro cumpleaños. Madrinas y padrinos el mejor regalo que puedes darle a tu ahijado es el regalo
de la fe. Acompáñalo de forma cercana y sincera para que la vida espiritual y la relación con Jesús
sean siempre parte fundamental de su vida como nuevo cristiano.
“Queridos, padres, padrinos y madrinas, si quieren que sus hijos sean verdaderos cristianos,
ayúdenles a crecer 'inmersos' en el Espíritu Santo, es decir, en el calor del amor de Dios, en la luz
de su Palabra. Por ello, no olviden invocar a menudo al Espíritu Santo, todos los días” (Papa
Francisco, 2015).

No eres un padre sustituto


A veces se piensa que cuando te piden ser madrina o padrino, lo que te están pidiendo es que en
caso de que los padres fallezcan tu te hagas cargo del pequeño. Uno no busca padrinos para tener
padres de repuesto; uno los busca para que acompañen a los padres y les animen, al igual como
lo hacen con el ahijado.
Se hacen familia espiritual y el amor y la fe los une, no una responsabilidad legal para con los niños
si es que quedan huérfanos. Obviamente el compromiso espiritual no quita que te preocupe s por
el bienestar físico y material de tu ahijado.

Compartes lo mejor que tienes


Una madrina o padrino comparte su fe por lo tanto ha de tenerla, alimentarla y hacerla crecer. Es
tu responsabilidad el estar preparado para responder a las dudas y para acompañar en los
momentos oscuros a tu ahijado, no solo con apoyo económico y con los bonitos regalos, sino con
la Palabra de Dios, con la esperanza cristiana y con mucho amor. A los padres de los niños y a los
padrinos, así como a los familiares, el Papa Francisco les pidió: “ayudar a estos niños a crecer bien
si se les da la Palabra de Dios, el Evangelio de Jesús”. Pero también, “hay que darlo con el
ejemplo”.

Permaneces cerca
Esa es tu misión, acompañar, estar cerca. Es recomendado buscar dentro de la familia, pues es
mucho más fácil asegurar un lazo firme con el ahijado. Entre los amigos también es buena idea,
pero la intención es que sea alguien cercano, que no vea a su ahijado únicamente para las fiestas,
sino que puedan compartir tiempo juntos, que conozca su proceso y su desarrollo como persona y
como cristiano. Es triste cuando uno le pregunta a alguien por sus padrinos de bautizo y ha dejado
de verlos hace años. Es tanto que el Código de Derecho Canónico, en el nro 874 aconseja que el
padrino de la confirmación sea el mismo que el del Bautismo. Así de cerca.

Practicas lo que predicas


Estando en la parroquia me ha tocado ver personas que llegan a pedir certificados de confirmación
para ser padrinos o madrinas de alguien. Gente que nunca ha sido vista en la parroquia y que
nadie conoce. No es que busquemos gente popular en los ambientes eclesiales, sino que
buscamos personas asiduas a celebrar su fe, comprometidas con ella y con la vida de la Iglesia,
de este modo podemos esperar que acompañe a su ahijado a misa, le explique los sacramentos y
que pongan en práctica aquello que los hace familia: la fe. Si se, está difícil esta parte, pero los
ideales debemos cuidarlos y luchar por alcanzarlos. Procura ser tu una madrina o un padrino así.

Estás dispuesto a asumir la responsabilidad de forma indefinida


El bautismo abre las puertas del cielo al bautizado, ya es parte de la Iglesia, es hijo de Dios y con
vocación de Vida Eterna. Quien acepta ser madrina o padrino lo hace de forma indefinida, como
una muestra de amor hacia su ahijado, pero también como un servicio a Dios, acompañando a este
nuevo cristiano en su desarrollo y madurez.
Quien acepta este reto y esta responsabilidad lo hace para siempre, pues la calidad de hijo de Dios
es eterna, por lo tanto tu tarea de amor, compañía, cuidado y orientación no termina cuando tu
ahijado se hace adulto, sino que continúa por toda la vida.

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