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Contenido:
• Organización y Prestaciones
• Competencias de las Administraciones Públicas en materia sanitaria.
• Plan Andaluz de Salud.
• Ley de Salud Pública de Andalucía
• Políticas de Protección y Promoción de la Salud
Estas y otras competencias que aparecen en el EE.AA. para Andalucía se desarrollan en la Ley
2/1998 de Salud de Andalucia:
Artículo 35.
La Administración de la Junta de Andalucía ejercerá las competencias que tiene atribuidas en
materia de sanidad interior, higiene y salud pública, asistencia y prestaciones sanitarias y
ordenación farmacéutica, de acuerdo con lo previsto en el Estatuto de Autonomía para
Andalucía.
Artículo 36.
La Consejería de Salud, en el marco de la acción política fijada por el Consejo de Gobierno,
ejercerá las funciones de ejecución de las directrices y los criterios generales de la política de
salud, planificación y asistencia sanitaria, asignación de recursos a los diferentes programas y
demarcaciones territoriales, alta dirección, inspección y evaluación de las actividades, centros y
servicios sanitarios y aquellas otras competencias que le estén atribuidas por la legislación
vigente.
Artículo 37.
La Consejería de Salud cooperará con los municipios prestándoles el apoyo técnico preciso
para el ejercicio de las competencias en materia de salud pública que esta ley les atribuye, y,
en su caso, podrá intervenir de forma subsidiaria, conforme a lo previsto en la normativa
vigente en materia de régimen local.
Artículo 38. 1. Son competencia exclusiva del Estado la sanidad exterior y las relaciones y
acuerdos sanitarios internacionales.
2. Son actividades de sanidad exterior todas aquellas que se realicen en materia de vigilancia
y control e los posibles riesgos para la salud derivados de la importación, exportación o tránsito
de mercancías y el tráfico internacional de viajeros.
3. El Ministerio de Sanidad y Consumo colaborará con otros Departamentos para facilitar el que
las actividades de inspección o control de sanidad exterior sean coordinadas con aquellas otras
que pudieran estar relacionadas, al objeto de simplificar y agilizar el tráfico, y siempre de
acuerdo con los convenios internacionales.
4. Las actividades y funciones de sanidad exterior se regularán por Real Decreto, a propuesta
de los departamentos competentes.
El capítulo I se ocupa de las prestaciones del Sistema Nacional de Salud, cuya garantía
constituye uno de los principales objetivos de la ley, por lo que se les dedica una atención
preferente. En primer lugar, se regula la ordenación de las prestaciones. Se define el catálogo
de prestaciones como el conjunto de servicios preventivos, diagnósticos, terapéuticos,
rehabilitadores y de promoción de la salud dirigidos a los ciudadanos, que comprende las
prestaciones de salud pública, atención primaria y especializada, sociosanitaria, urgencias,
farmacia, ortoprótesis, productos dietéticos y transporte sanitario.
Este catálogo incorpora, además de las prestaciones contempladas por el Real Decreto
63/1995, de 20 de enero, de ordenación de prestaciones sanitarias del Sistema Nacional de
Salud, las prestaciones de salud pública, como conjunto de iniciativas organizadas por la
sociedad para preservar, proteger y promover la salud de la población, a través de
actuaciones dirigidas, entre otras finalidades, a la información y vigilancia epidemiológica, la
prevención de las enfermedades, la promoción de la seguridad alimentaria o la prevención y
control de los efectos de los factores ambientales sobre la salud humana. En atención primaria,
se incluye la atención comunitaria, la atención paliativa a enfermos terminales, la salud
bucodental y la salud mental. En atención especializada, se potencia la actividad en consultas
y hospitales de día, médicos y quirúrgicos, incluyéndose, además, la hospitalización a
La cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud se aprobará por real decreto, previo
informe del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Las nuevas técnicas,
tecnologías o procedimientos serán sometidos a evaluación previa a su incorporación a la
cartera de servicios para su financiación pública. La actualización de la cartera de servicios se
aprobará por orden del Ministro de Sanidad y Consumo, igualmente previo informe del Consejo
Interterritorial.
Ley 33/2011, de 4 de octubre, General de Salud Pública, que Modificación la Ley 14/1986, de
25 de abril, General de Sanidad y la Ley 16/2003, de 28 de mayo, de Cohesión y calidad del
Sistema Nacional de Salud.
Artículo 25. Carácter y objetivos de la gestión sanitaria. El objetivo principal de la gestión sanitaria
será la mejora de la salud de la población y la reducción de los desequilibrios sociales y
territoriales, de conformidad con los artículos 3, 6, 8 y 12 de Ley 14/1986, de 25 de abril, General
de Sanidad y según lo establecido en esta ley.
Artículo 26. La gestión sanitaria en el Área de Salud. 1. Los órganos que forman las áreas de
salud tendrán en todo caso en cuenta las acciones dirigidas a la mejora de la atención
comunitaria, la prevención de la enfermedad, la protección y la promoción de la salud. 2. La
gestión sanitaria deberá guiarse por los resultados de salud que serán explicitados con una
periodicidad mínima de cinco años y presentados en los consejos de salud del área.
3. Los servicios de salud pública adoptarán todas aquellas medidas destinadas a que los
centros sanitarios sean «centros promotores de la salud», teniendo en cuenta las directrices
emanadas de la Organización Mundial de la Salud, para lo que desarrollarán un plan de
promoción de la salud en coordinación con la unidad directiva competente en salud pública de la
comunidad o ciudad autónoma.
Organización y Prestaciones
Artículo 45. El Servicio Andaluz de Salud y demás entidades públicas que prestan servicios
de salud pública.
1. Los centros, servicios y establecimientos sanitarios públicos integrados en el Servicio Andaluz
de Salud y demás entidades públicas adscritas a la Administración sanitaria de la Junta de
Andalucía que presten actividades de salud pública coordinarán y armonizarán sus acciones con
la Consejería con competencias en materia de salud.
2. Bajo la superior dirección de la Consejería con competencias en materia de salud, el Servicio
Andaluz de Salud y las demás entidades públicas de la Administración sanitaria de la Junta de
Andalucía regularán los vínculos y obligaciones a través de un acuerdo de colaboración sobre
salud pública en el marco competencial de la presente ley y la Ley 2/1998, de 15 de junio, de
Salud de Andalucía.
Artículo 46. El Centro de Investigación de Salud Pública de Andalucía.
1. Se crea, en el ámbito del Sistema Sanitario Público de Andalucía y en el marco de lo dispuesto
en el artículo 33 de la Ley 16/2007, de 3 de diciembre, Andaluza de la Ciencia y el Conocimiento,
el Centro de Investigación de Salud Pública de Andalucía, como organización donde se integran
personas al servicio de la investigación y grupos de investigación, y que tiene como objeto
primordial la investigación, el desarrollo y la innovación en materia de salud pública, bajo el
principio del fomento de la calidad y la excelencia científica de los proyectos y actuaciones.
2. El Centro de Investigación de Salud Pública de Andalucía desarrollará las actividades que son
propias de este tipo de organizaciones, teniendo en cuenta las prioridades definidas en el Plan
Andaluz de Salud y en el marco que ofrece la planificación de la I+D+i en Andalucía y en los
ámbitos nacional y europeo.
3. Reglamentariamente se establecerán sus estatutos donde se especificarán sus objetivos,
funciones, recursos, régimen, organización y funcionamiento.
Artículo 47. La Escuela Andaluza de Salud Pública.
1. La Escuela Andaluza de Salud Pública, ente instrumental de la Administración sanitaria de la
Junta de Andalucía para la generación y gestión del conocimiento en los campos de la salud
pública y la gestión de servicios sanitarios y sociales, contribuirá a los fines de esta ley, de
acuerdo con los principios establecidos en el artículo 4, mediante el desempeño de actividades de
formación, consultoría, investigación y cooperación internacional en estas materias.
2. La Escuela Andaluza de Salud Pública desarrollará los proyectos y actividades de
asesoramiento científico, asistencia técnica, evaluación, análisis y prospectiva, planificación,
coordinación, difusión u otros que le sean encomendados a tal fin, coordinando sus actuaciones
con el conjunto de centros y unidades del Sistema Sanitario Público de Andalucía e impulsando la
colaboración con otras instituciones académicas, científicas o de otra naturaleza, en el ámbito
autonómico, nacional, internacional y multilateral.
Artículo 48. El Observatorio de Salud Pública de Andalucía.
1. En el seno de la Escuela de Salud Pública, se constituirá el Observatorio de Salud Pública de
Andalucía, como unidad de carácter técnico y científico para el asesoramiento a la Consejería
competente en materia de salud.
2. El Observatorio de Salud Pública de Andalucía promoverá el análisis de la situación de salud y
sus factores determinantes en Andalucía, con especial atención a los que provocan situaciones de
desigualdad en salud, y será el encargado de analizar las tendencias a largo plazo sobre las
materias que se le confíen, en especial, respecto al impacto en la salud pública de los desarrollos
tecnológicos y el análisis del efecto de las investigaciones en salud en el futuro y para las nuevas
generaciones.
Los distritos de atención primaria constituyen las estructuras organizativas para la planificación
operativa, dirección, gestión y administración en el ámbito de la atención primaria, con funciones
de organización de las actividades de asistencia sanitaria, promoción de la salud, prevención de la
enfermedad, cuidados para la recuperación de la salud, gestión de los riesgos ambientales y
alimentarios para la salud, así como la formación, la docencia e investigación.
2. Los profesionales adscritos a una zona básica de salud desarrollan su actividad profesional
en los centros de atención primaria, organizados funcionalmente en unidades de gestión
clínica de atención primaria de salud definidas en el artículo 22 del presente Decreto.
1. Los centros de atención primaria de cada zona básica de salud son las estructuras físicas
donde los profesionales realizan las actividades de una atención primaria de salud integral
y orientada a la ciudadanía, constituyendo la referencia de los servicios sanitarios públicos
más cercanos a la población.
2. Tendrán la consideración de centros de atención primaria de salud los centros de salud, así
como los consultorios locales y auxiliares que existan en cada zona básica de salud.
2. La delimitación territorial de las zonas básicas de salud y de los distritos en los que se
integran se realizará por medio del Mapa de Atención Primaria de Salud.
a. Dirección Gerencia.
b. Dirección de Salud.
2. Cada distrito de atención primaria contará, además, con los siguientes órganos de
asesoramiento:
a. Comisión de Dirección.
b. Comisiones Técnicas.
3. En los distritos de atención primaria, cuya complejidad así lo exija y se determine por la
Dirección Gerencia del Servicio Andaluz de Salud, se constituirán separadamente una
Dirección de Gestión Económica y una Dirección de Desarrollo Profesional.
i. Designar los miembros de las diferentes Comisiones Técnicas, así como a las
personas que han de desempeñar la presidencia de cada una de ellas.
k. Asignar los incentivos que pudieran corresponder a los profesionales del distrito de
atención primaria, de acuerdo con los criterios establecidos por los órganos
directivos del Servicio Andaluz de Salud.
l. Cualquier otra función que le pueda ser atribuida por la Dirección Gerencia del
Servicio Andaluz de Salud.
b. La coordinación general y evaluación de los objetivos anuales de cada una de las unidades
de gestión clínica.
continuidad asistencial.
g. Aquellas otras funciones que le sean atribuidas por la Dirección Gerencia del distrito de
atención primaria.
b. Asesorar a la Comisión de Dirección del distrito sobre las formas organizativas y la gestión
de los cuidados de enfermería, especialmente, los que se proporcionan en domicilio.
e. Aquellas otras funciones que le sean expresamente atribuidas por la Dirección Gerencia
del distrito de atención primaria.
b. La gestión de los recursos humanos, asegurando los objetivos de gestión eficiente de los
mismos y el impulso del desarrollo profesional.
acuerdo con las prioridades definidas por la Comisión de Dirección del distrito de atención
primaria.
f. Aquellas otras funciones que le sean atribuidas por la Dirección Gerencia del distrito de
atención primaria.
2. Estará presidida por la persona titular de la Dirección Gerencia e integrada por las
personas titulares de los órganos directivos, a los que se refiere el artículo 7.1 de este
Decreto. Ejercerá la Secretaría de la Comisión la persona titular de la Dirección de Gestión
Económica y de Desarrollo Profesional.
5. Se reunirá con carácter ordinario, al menos, con una periodicidad mensual y con carácter
extraordinario cuantas veces sea convocada por su Presidente.
1. Con la finalidad de asesorar a los órganos directivos, a los que se refiere el artículo 7.1 de
este Decreto, para mejorar la organización y el desarrollo de las actividades de las
diferentes unidades de gestión clínica, en el logro de sus objetivos; en cada distrito de
atención primaria se constituirán las siguientes comisiones:
3. La Dirección Gerencia del distrito de atención primaria designará los miembros de las
diferentes Comisiones Técnicas, en número superior a cinco e inferior a doce, con una
composición equilibrada en términos de representación de hombres y mujeres, no
pudiendo ninguno de los géneros tener una presencia superior al sesenta por ciento ni
inferior al cuarenta por ciento.
4. Entre los criterios que determinen la composición de las Comisiones Técnicas estará el
conocimiento específico en las áreas objeto de estudio por cada Comisión, la relación
entre la actividad profesional que desarrollen los miembros de las comisiones y los
objetivos de la comisión correspondiente. En todo caso, en la designación de los miembros
de las comisiones se contará con la participación de la dirección y la coordinación de
cuidados de enfermería de las unidades de gestión clínica. La designación de los
profesionales, miembros de las comisiones, tendrá una duración de dos años, renovables.
5. Las Comisiones Técnicas se reunirán, al menos, seis veces al año con carácter ordinario,
pudiendo reunirse con carácter extraordinario cuantas veces sean convocadas por su
Presidente.
7. Las funciones generales de las Comisiones Técnicas a que se refiere el apartado 1 del
presente artículo son las siguientes:
b. Comisión de Uso Racional del Medicamento: Sus funciones serán las de evaluar la
calidad y eficiencia de la prescripción de medicamentos, establecer criterios
adecuados para una prescripción segura, efectiva y eficiente, definir los criterios de
selección de medicamentos para adquisición por el distrito de atención primaria y
evaluar el funcionamiento de los servicios de farmacia y botiquines existentes en el
ámbito territorial del distrito.
c. Coordinaciones de Servicios.
En cada distrito de atención primaria existirán las unidades de gestión clínica que se configuren
y un dispositivo de apoyo. Las unidades de gestión clínica de atención primaria estarán formadas
por profesionales, adscritos funcionalmente a las zonas básicas de salud. El dispositivo de apoyo
estará integrado por los profesionales que realizan funciones administrativas, de gestión, técnicas
o asistenciales, necesarias para asegurar la atención primaria de salud a la población y el
funcionamiento de las unidades de gestión clínica.
1. Al dispositivo de apoyo se adscribirán los profesionales del área de salud bucodental, del
área de fisioterapia, técnicos superiores, matronas, trabajadores sociales y personal de
gestión y servicios, así como otro personal sanitario que se le adscriba.
3. Las funciones del Servicio de Cuidados Críticos y Urgencias son atender las urgencias y,
en su caso, las emergencias que se produzcan en el distrito de atención primaria, así como
garantizar la continuidad asistencial a la población que lo requiera, fuera del horario
ordinario de funcionamiento de los centros de atención primaria.
1. Las funciones del Servicio de Salud Pública del distrito de atención primaria son las de
gestión y evaluación epidemiológicas de la salud de la población adscrita al distrito de
atención primaria, la protección de la salud en las vertientes de salud ambiental y
alimentaria, y de los programas de prevención y promoción de la salud en el ámbito del
distrito.
2. El Servicio de Salud Pública estará integrado por la persona titular de la Coordinación del
Servicio y por técnicos de salud, de epidemiología y programas, sanidad ambiental,
educación para la salud y participación comunitaria, personal funcionario perteneciente al
Cuerpo Superior Facultativo de Instituciones Sanitarias de la Junta de Andalucía,
especialidades de Veterinaria y Farmacia, el personal de gestión y servicios, así como el
personal estatutario sanitario que se adscriba a este servicio, por razón de su
especialización y áreas de conocimientos, relacionadas con las actividades a desarrollar
por el servicio. El servicio se podrá organizar funcionalmente en distintas unidades.
1. La función del Servicio de Farmacia es velar por el uso racional del medicamento, así
como gestionar y supervisar los almacenes y depósitos de medicamentos existentes en el
ámbito del distrito de atención primaria.
3. La unidad de gestión clínica estará integrada por los profesionales de diversas categorías y
áreas de conocimiento, que trabajarán conjuntamente, con arreglo a los principios de
autonomía, responsabilidad y participación en la toma de decisiones.
b. Desarrollar los mecanismos de coordinación con los demás centros y unidades del
Sistema Sanitario Público de Andalucía con los que esté relacionada, a fin de lograr una
atención sanitaria integrada, con criterios de continuidad en la asistencia y cohesión de las
diferentes actividades.
f. Evaluar las actuaciones realizadas y los resultados obtenidos, así como la participación en
programas generales de evaluación y acreditación establecidos por la Dirección Gerencia
del Servicio Andaluz de Salud, con criterios de orientación hacia los resultados en salud, la
mejora continua y la gestión eficiente de los recursos.
j. Aquellas otras que estén fijadas en los acuerdos de gestión clínica u otras de análoga
naturaleza que le puedan ser atribuidas por la Dirección Gerencia del distrito.
1. En cada unidad de gestión clínica de atención primaria existirá una dirección que tendrá
rango de cargo intermedio y dependerá jerárquica y funcionalmente de la Dirección
Gerencia del distrito de atención primaria.
m. Atender las reclamaciones que realice la ciudadanía con relación a los centros y
servicios adscritos a la unidad de gestión clínica.
ñ. Cualquier otra que le sea atribuida por la Dirección Gerencia del distrito de atención
primaria correspondiente.
1. En cada unidad de gestión clínica existirá una coordinación de cuidados de enfermería que
tendrá rango de cargo intermedio.
6. Su duración será de cuatro años, si bien podrá ser renovado sucesivamente por iguales
períodos.
7. El acuerdo de gestión clínica será objeto de seguimiento anual por la Dirección General de
Asistencia Sanitaria del Servicio Andaluz de Salud para evaluar su evolución y corregir, en
su caso, los elementos necesarios para garantizar su cumplimiento.
Participar en la atención de las urgencias, asumiendo las que superen los niveles de la asistencia
primaria.
Hospitales, siendo los dispositivos a distancia de los mismos, para prestar en régimen de
Consultas Externas, la asistencia de especialidades que requiera la población.
A los efectos previstos en el apartado anterior, los Hospitales se clasificarán en la forma siguiente:
Hospitales Generales Básicos, cuyo ámbito de actuación será el Area Hospitalaria a la que se
encuentren adscritos.
Asimismo, asumirán las funciones de Hospital General Básico para el Area Hospitalaria a la cual
se encuentre adscrito. En todo caso, cada una de las Áreas de Salud a las que se refiere el
artículo 9º de la ley 8/1986, de 8 de mayo, del Servicio Andaluz de Salud, contará con un Hospital
de Especialidades.
Los Hospitales Generales podrán estar integrados por distintos Centros, cuya denominación se
ajustará a sus funciones asistenciales y con referencia, en todo caso, al Hospital General en el
que se integren.
A los Hospitales Generales podrán ser adscritos orgánicamente Centros cuya función asistencial
tenga por finalidad una atención que requiera uno media o larga estancia.
La Consejería de Salud y Consumo establecerá los criterios de coordinación previstos entre los
diferentes niveles asistenciales, atendiendo a la complementariedad de los servicios prestados por
cada uno de ellos.
La Atención Primaria de Salud (APS) es el primer nivel de los cuidados sanitarios e integra la
asistencia preventiva, curativa, rehabilitadora y la promoción de la salud de los ciudadanos.
DECRETO 197/2007, de 3 de julio, por el que se regula la estructura, organización y
funcionamiento de los servicios de atención primaria de salud en el ámbito del Servicio Andaluz de
Salud. Los servicios de atención primaria de salud en Andalucía se organizan según las siguientes
demarcaciones: la Zona Básica de Salud y el Distrito de Atención Primaria de Salud.
La ZBS delimita una Zona Médica y está constituida por un sólo partido médico. La atención
sanitaria estará asegurada en todos los municipios mediante los correspondientes centros de
atención primaria. En uno de ellos se ubicará el Centro de Salud, procurando que no diste del
resto más de 30 minutos, con los medios habituales de locomoción.
EL CENTRO DE SALUD.
Uno de los Centros de Salud del Distrito de Atención Primaria tendrá el carácter de Centro de
Distrito, que albergará los órganos de atención y gestión así como el Dispositivo de Apoyo
Específico.
Integran el EBAP:
DUE y Practicantes de Zona y Auxiliares de Enfermería, adscritos a la Zona.
Adscritos a los Cuerpos de Médicos, Practicantes y, en su caso, Matronas, Titulares radicados en
la Zona.
Los Médicos de Medicina General y Pediatría-Puericultora de Zona,
ATS o Los Funcionarios Técnicos del Estado al servicio de la Sanidad Local,
Los Trabajadores Sociales.
ÓRGANOS DE DIRECCIÓN.
Los Centros de Atención Primaria se organizan con una estructura jerarquizada bajo la dirección
del Director del Centro de Salud, del cual dependerá el personal de la ZBS. El Director, a su vez,
depende funcional y orgánicamente del Director Gerente del Distrito correspondiente. El Director
será nombrado de entre los miembros del EBAP por el Gerente del SAS, a propuesta de la
Dirección del Distrito.
Son funciones del Director, además de las propias como integrante del Equipo:
1. sanitarios y no sanitarios integrados en el Equipo, con independencia del régimen jurídico a
ellos aplicable.
2. Atención Primaria de la ZBS.
3. Primaria y demás servicios e Instituciones Sanitarias.
4. La armonización de los criterios operativos del conjunto de profesionales
5. La Jefatura del Personal del Equipo y Administración de los Centros de La coordinación con el
resto de los Equipos del Distrito de Atención Ostentar la máxima responsabilidad sanitaria de la
ZBS.
6. Las relaciones con los órganos de representación de la población.
EL ADJUNTO DE ENFERMERÍA.
El Adjunto de Enfermería, bajo la dependencia del Director del Centro de Salud, asume la
responsabilidad de los ATS o DUE y Auxiliares de Enfermería. Además de las funciones propias
de DUE o ATS, son funciones del Adjunto de Enfermería las siguientes:
1. Enfermería, así como la asignación de funciones a los ATS o DUE y Auxiliares de Enfermería.
2. reciclaje del personal de enfermería.
3. La organización, coordinación y evaluación de las actividades
4. La promoción y participación en los programas de formación continuada
En los Distritos de Atención Primaria se integran los Equipos Básicos de Atención Primaria de las
ZBS, así como el Dispositivo de Apoyo Específico de Atención Primaria.
En cada uno de los Distritos de Atención Primaria actuará un Dispositivo de Apoyo Específico a los
EBAP, que estará constituido por el conjunto de medios personales y materiales destinados a
prestar apoyo directo a los mismos. El dispositivo de apoyo estará integrado por los profesionales
Organización Hospitalaria.
Cada Área Hospitalaria estará conformada, al menos, por un Hospital con los Centros Periféricos
de Especialidades adscritos al mismo, que cubrirán los servicios correspondiente a uno o varios
Distritos de Atención Primaria. Excepcionalmente de internamiento y atención especializada de la
poblacióny por necesidades asistenciales de la población de un Distrito, aquella podrá dividirse
para ser atendida por Áreas Hospitalarias diferentes.
Los hospitales y los Centros Periféricos de Especialidades adscritos al SAS constituirán una Red
Hospitalaria Pública Integrada de Andalucía, sin perjuicio de la utilización que, en su caso, pueda
realizarse mediante los correspondientes conciertos con centros no integrados en la misma. Todas
las Instituciones Sanitarias existentes en el Área Hospitalaria se adscribirán, a efectos de
asistencia especializada, al hospital correspondiente.
referencia para la asistencia especializada que requiera abarcar más de un Área Hospitalaria. Los
Hospitales Generales podrán ser integrados por distintos Centros, cuya denominación se ajustará
a sus funciones asistenciales y con referencia, en todo caso, al Hospital General en el que se
integren.
La estructura de dirección, gestión y administración, será única para el Hospital y los Centros
Periféricos de Especialidades adscritos al mismo. Tendrán la consideración de órganos
unipersonales de dirección la Gerencia del Hospital.
Como órgano cualificado existirá la Comisión de Dirección del hospital integrado por los titulares
de cada uno de los órganos de dirección mencionados, bajo la presidencia del Director-Gerente.
En los Hospitales de Especialidades constituidos por más de un Centro, podrán existir en cada
uno ellos los puestos de Director Médico y de Director de Enfermería. Tales órganos dependerán
del Director Médico y de Enfermería del Hospital.
Las Gerencia y las Direcciones de Servicios Generales y Económico- Administrativa, contarán con
la siguiente estructura: el Servicio, la Sección y la Unidad.
Al frente de cada una de ellas existirá un jefe como órgano unipersonal. que dependerá
jerárquicamente del Director correspondiente, directamente o a través del Jefe de Servicio y
Sección respectivo.
1. Son competencia exclusiva del Estado la sanidad exterior y las relaciones y acuerdos
sanitarios internacionales.
2. Son actividades de sanidad exterior todas aquellas que se realicen en materia de vigilancia
y control de los posibles riesgos para la salud derivados de la importación, exportación o tránsito
de mercancías y del tráfico internacional de viajeros.
4. Las actividades y funciones de sanidad exterior se regularán por Real Decreto, a propuesta
de los Departamentos competentes.
Mediante las relaciones y acuerdos sanitarios internacionales, España colaborará con otros países
y Organismos internacionales: En el control epidemiológico; en la lucha contra las enfermedades
transmisibles; en la conservación de un medio ambiente saludable; en la elaboración,
perfeccionamiento y puesta en práctica de normativas internacionales; en la investigación
biomédica y en todas aquellas acciones que se acuerden por estimarse beneficiosas para las
partes en el campo de la salud. Prestará especial atención a la cooperación con las naciones con
las que tiene mayores lazos por razones históricas, culturales, geográficas y de relaciones en
otras áreas, así como a las acciones de cooperación sanitaria que tengan como finalidad el
desarrollo de los pueblos. En el ejercicio de estas funciones, las autoridades sanitarias actuarán
en colaboración con el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Artículo cuarenta
11. La homologación general de los puestos de trabajo de los servicios sanitarios, a fin de
garantizar la igualdad de oportunidades y la libre circulación de los profesionales y trabajadores
sanitarios.
12. Los servicios de vigilancia y análisis epidemiológicos y de las zoonosis, así como la
coordinación de los servicios competentes de las distintas Administraciones Públicas Sanitarias,
en los procesos o situaciones que supongan un riesgo para la salud de incidencia e interés
nacional o internacional.
14. La coordinación de las actuaciones dirigidas a impedir o perseguir todas las formas de
fraude, abuso, corrupción o desviación de las prestaciones o servicios sanitarios con cargo al
sector público cuando razones de interés general así lo aconsejen.
1. Las Comunidades Autónomas ejercerán las competencias asumidas en sus Estatutos y las
que el Estado les transfiera o, en su caso, les delegue.
2. Las Corporaciones Locales participarán en los órganos de dirección de las Amas de Salud.
El Sistema Nacional de Salud integra todas las funciones y prestaciones sanitarias que, de
acuerdo con lo previsto en la presente Ley, son responsabilidad de los poderes públicos para el
b) La organización adecuada para prestar una atención integral a la salud, comprensiva tanto
de la promoción de la salud y prevención de la enfermedad como de la curación y rehabilitación.
(Derogado)
Se deroga por la disposición derogatoria 1 de la Ley 16/2003, de 28 de mayo.
Se modifica el apartado 5 por la disposición adicional 6 de la Ley 2571990, de 20 de
diciembre.
Artículo 30.
Las líneas directivas y de planificación de actividades, programas y recursos necesarios para
alcanzar la finalidad expresada en el objeto de la presente ley constituirán el Plan Andaluz de
Salud, que será el marco de referencia y el instrumento indicativo para todas las actuaciones
en materia de salud en el ámbito de Andalucía. La vigencia será fijada en el propio plan.
Artículo 31.
1. La elaboración del Plan Andaluz de Salud corresponde a la Consejería de Salud, que
establecerá sus contenidos principales, metodología y plazo de su elaboración, así como los
mecanismos de evaluación y revisión.
2. En particular, el Plan Andaluz de Salud contemplará:
a) Conclusiones del análisis de los problemas de salud de la Comunidad Autónoma y de la
situación de los recursos existentes.
b) Objetivos de salud, generales y por áreas de actuación.
c) Prioridades de intervención.
d) Definición de las estrategias y políticas de intervención.
e) Calendario general de actuación.
f) Los recursos necesarios para atender el cumplimiento de los objetivos propuestos y
evaluación de los mismos.
Artículo 32.
El Plan Andaluz de Salud será aprobado por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía,
a propuesta del Consejero de Salud, remitiéndose al Parlamento de Andalucía para su
conocimiento y estudio.
Artículo 33.
De conformidad con los criterios y pautas que establezca el Plan Andaluz de Salud, y teniendo
en cuenta las especificidades de cada territorio, se elaborarán planes de salud específicos por
los órganos correspondientes de cada una de las áreas de salud. Dichos planes serán
aprobados por la Consejería de Salud.
Fue creado por el Consejo de Gobierno el 4 de Noviembre de 2003, el Plan presta especial
atención a los nuevos retos de las enfermedades relacionadas con el envejecimiento de la
población, los hábitos de consumo y los estilos de v i da .
Planes Anteriores
En 1992, la Junta de Andalucía puso en marcha el I Plan Andaluz de Salud durante el que se
creó el Sistema Sanitario Público y la Ley de Salud. Esta estrategia, puesta en marcha por
catorce comunidades autónomas, priorizó los problemas de salud de mayor impacto, como el
cáncer, las enfermedades cardiovasculares, los accidentes de tráfico o las enfermedades
infecciosas
ligadas a las condiciones de vida y planteó objetivos específicos para el SIDA.
El III Plan Andaluz de Salud, creado en 2004, contó, por primera vez, con la participación de
profesionales, ciudadanía, asociaciones, empresas, entidades locales e instituciones públicas.
Durante los años que estuvo vigente esta estrategia se tramitó la Ley de Salud Pública de
Andalucía, que entró en vigor a principios de 2012 y que planteó una nueva perspectiva
enfocada en las políticas de protección y promoción. Además, en el III Plan se introdujo por
primera vez el enfoque de reducción de desigualdades sociales y la perspectiva de género.
La evaluación del III Plan reveló una mejora en la atención sanitaria a los colectivos
vulnerables; un avance en la asistencia sanitaria, gracias a la creación de los planes integrales
para abordar diferentes enfermedades; y un impulso definitivo a las nuevas tecnologías, con la
puesta en funcionamiento de Salud Responde. También consolidó la acreditación de calidad
en el sistema público y el modelo de gestión clínica, así como la estrategia en investigación.
El III Plan permitió también detectar áreas de mejora, por ejemplo, en la atención a personas
en situación de discapacidad o en la participación ciudadana en el funcionamiento del sistema
sanitario. Estos dos ámbitos se han integrado como elementos principales dentro del IV Plan
Andaluz de Salud.
Se trata de una iniciativa coherente con los objetivos europeos para la salud y el bienestar
-Salud 2020- y nace con la premisa de que la mejora de la salud es fundamental para el nuevo
modelo económico andaluz ya que produce retornos en la capacidad productiva.
Los estilos de vida son determinantes en la salud de las personas, aunque no todo el mundo
conoce la relación entre la salud y el entorno que nos rodea, así como la influencia de factores
como el género, la edad, el territorio en el que se vive, la educación, el trabajo, la vivienda, el
urbanismo, el ocio, etc.
Teniendo en cuenta esto, el IV Plan Andaluz de Salud afronta seis compromisos, que a su vez,
se concretan en 24 metas y 92 objetivos concretos, para mejorar la salud de la población,
mediante la estrategia de Salud en Todas las Políticas. Es la apuesta que el Gobierno andaluz,
desde todos sus sectores, hace por la salud, y por tanto, por el bienestar de la ciudadanía
andaluza.
Además, es un plan coherente con la Estrategia Europea Salud 2020, que incide en dos
elementos fundamentales: mejorar la salud, reduciendo las desigualdades, y mejorar el liderazgo y
la participación de la ciudadanía.
Este plan es también una apuesta decidida por identificar y potenciar todos y cada uno de los
valores y factores positivos que ayudan a mejorar la salud en nuestra comunidad, en sus
provincias y en sus municipios.
Profesionales de todos los campos han trabajado en la elaboración de este plan, que parte
también de una reflexión conjunta en la que han participado todas las sociedades y colectivos que
tienen algo que decir en materia de salud, ayuntamientos, ONG´s, medios de comunicación y
asociaciones.
Seis compromisos
El primero de los seis compromisos de este plan, que plantea además 24 metas y 92 objetivos,
es aumentar la esperanza de vida en buena salud. En el último siglo en Andalucía, se han
ganado uno 40 años de vida más por persona y la esperanza de vida es de 83,7 años en las
mujeres y 78,1 años en los hombres. Este plan busca no solo incrementar estas cifras en la
medida de lo posible, sino que los andaluces disfruten de una vida con más calidad, más
autonomía y libre de discapacidad.
En este primer compromiso, la atención a las personas con discapacidad tiene un papel
protagonista con el desarrollo del Plan Andaluz para el Desarrollo de los Servicios y Promoción
de la Autonomía. Esta iniciativa contempla medidas preventivas y de promoción para que estas
personas, y las que se encuentran en situación de dependencia moderada, no pierdan de
forma rápida sus capacidades para el desarrollo de las actividades básicas de su vida diaria.
Dentro de esta línea de trabajo, por ejemplo, los servicios de rehabilitación del sistema sanitario
público tendrán como prioridad la recuperación integral del proyecto vital de sus pacientes y se
tomarán medidas para fomentar la imagen positiva de las personas con discapacidad o con
enfermedades crónicas.
Por su parte, desde Fomento y Vivienda se incorporarán las actuaciones del Plan de la
Bicicleta, un plan que además recoge la puesta en marcha de la evaluación del impacto en la
salud de las personas, tanto en los proyectos industriales como en el planeamiento urbanístico
que se desarrollen en Andalucía.
La protección de la salud de las personas ante los efectos de la globalización y de los nuevos
riesgos ambientales y alimentarios es el segundo compromiso que plantea esta estrategia y
para esto, se van a estudiar a fondo todos los posibles nuevos riesgos asociados a estos
ámbitos y se desarrollarán herramientas para afrontarlos.
El tercer compromiso busca fomentar los activos y los recursos que ya existen en Andalucía
para incrementar la promoción de la salud como las redes de voluntariado y los espacios
comunitarios públicos para reforzar la vida social y saludable. En esta línea, la Consejería de
Administración Local y Relaciones Institucionales promoverá el voluntariado y la participación
ciudadana en el marco de las asociaciones de autoayuda.
La lucha contra las desigualdades sociales se plantean como cuarto compromiso, sobre
todo las que tienen sobre todo un gran impacto en la salud como la pobreza, la exclusión
social, el desempleo o el nivel educativo. La Administración andaluza garantizará la cobertura
de sus necesidades básicas, con especial atención a la alimentación y educación de los
menores en situaciones socialmente vulnerables y de exclusión social.
El quinto compromiso o pilar de este plan es el fortalecimiento del sistema sanitario público a
través de alianzas entre profesionales y ciudadanía para que se convierta en un espacio abierto
y compartido. Este objetivo implicará a varias áreas de gobierno ya que para conseguirlo
habrá que reforzar ámbitos como la investigación, las tecnologías y las infraestructuras. Por
esta razón, se creará una alianza entre las Unidades de Gestión Clínica para facilitar la gestión
del conocimiento, la innovación y el desarrollo de nuevas respuestas de atención para la
ciudadanía.
El IV Plan Andaluz de Salud plantea como sexto compromiso u objetivo la generación del
conocimiento y las nuevas tecnologías como aspectos clave para la mejora de la salud en la
población. El uso de estas tecnologías tiene que estará orientado a mejorar el acceso de la
ciudadanía a la información. Dentro de esta línea hay programadas acciones como que las
líneas de investigación para la incorporación de las nuevas tecnologías en relación con
Una vez aprobado por el Consejo de Gobierno, comienza ahora el proceso de implantación de
las políticas de salud para los próximos años. Así, todas las políticas que se lleven a cabo en
Andalucía tendrán esta visión de la salud y se analizarán los compromisos en este sentido cada
dos años. El Comité Director del IV Plan Andaluz de Salud, presidido por la consejera del ramo y
formado por las consejerías del Gobierno cuyas actividades tengan mayor potencial de impacto
en salud, y la Comisión Asesora de Participación Regional, formada por representantes de la
ciudadanía organizada y de entidades locales, serán los encargados de velar por estos
acuerdos.
Por otra parte, la implantación del IV Plan Andaluz de Salud tendrá una traducción a nivel
provincial y local, a través de los Planes Provinciales y los Planes Locales de Salud, por lo que
se ha propuesto la creación de dos estructuras a nivel provincial que se harán cargo del
seguimiento de este proceso de descentralización.
Artículo 2.
Las actuaciones sobre protección de la salud, en los términos previstos en la presente Ley, se
inspirarán en los siguientes principios:
9. Promoción del interés individual y social por la salud y por el sistema sanitario.
11. Mejora continua en la calidad de los servicios, con un enfoque especial a la atención
personal y a la confortabilidad del paciente y sus familiares.
Artículo 3.
Sin perjuicio de lo previsto en los artículos 1 y 16 de la Ley General de Sanidad, son titulares de
los derechos que esta Ley, y la restante normativa reguladora del Sistema Sanitario Público de
Andalucía, efectivamente defina y reconozca como tales, los siguientes:
3. Los nacionales de Estados miembros de la Unión Europea tienen los derechos que
resulten de la aplicación del derecho comunitario europeo y de los Tratados y Convenios
4. Los nacionales de Estados no pertenecientes a la Unión Europea tienen los derechos que
les reconozcan las Leyes, los Tratados y Convenios suscritos por el Estado español.
Artículo 4.
1. Las prestaciones sanitarias ofertadas por el Sistema Sanitario Público de Andalucía serán,
como mínimo, las establecidas en cada momento para el Sistema Nacional de Salud.
Artículo 5.
nueva conceptualización de la identidad de género, así como las nuevas formas de convivencia
entre personas con diferentes grados de autonomía y capacitación física o mental, son fenómenos
que modifican la vida de las personas. Nada, en la esfera política o social, en las prácticas
privadas o públicas, ha quedado indemne a su influencia. Todo ello desencadena nuevas
situaciones y también conflictos, obligando a los poderes del Estado a adecuarse a una nueva
norma que refleje las prácticas y usos que la sociedad civil vive, desarrollándola mediante leyes
que reconozcan la igualdad de derechos y la discriminación positiva.
En la emergencia de este nuevo marco de referencia globalizado e interconectado, intercultural y
con orientación de género, la salud se comprende como bienestar colectivo y plenitud personal.
En este sentido, las personas demandan mantenerse en buena salud durante una vida lo más
larga posible, la realización de sus potencialidades individuales y un bienestar personal y social
permanente.
De este modo, surge la acepción de «la nueva salud pública», que define la salud como un factor
de inversión en la vida comunitaria óptima. Bajo esta nueva visión, el cometido de la salud pública
será la mejora de la salud y de la calidad de vida de la población; es decir, contribuir a generar en
la sociedad las condiciones de vida más favorecedoras para la salud de la población, promover
conductas y estilos de vida más saludables, proteger la salud ante las amenazas y los riesgos, y
no solo luchar contra las enfermedades y minimizar la pérdida de la salud.
Esta nueva visión transforma la actividad económica vinculada a la salud desde un
posicionamiento reactivo, de respuesta al accidente patológico, hacia un posicionamiento
proactivo, de anticipación, promoción y mejora del bienestar de las personas. En la actualidad la
salud debe comprender el esfuerzo sistemático para identificar las necesidades de salud de la
comunidad global y la organización de las respuestas de sus miembros para enfrentar dichas
necesidades, incluyendo la formulación de políticas, la ordenación de los recursos y la
implantación de estrategias innovadoras que afronten los nuevos retos de salud pública, ahora de
orden global.
El interés de esta ley es abordar las nuevas realidades legales e institucionales que nos permitan
enfrentar los retos de salud pública y las nuevas demandas sociales de manera proactiva, flexible
e innovadora, para conseguir la mayor efectividad de las acciones en la salud colectiva. Su
intención es dotar a la sociedad andaluza de una ley avanzada que asuma las posiciones más
progresistas y que se extienda con una perspectiva de posibilitar la construcción de la salud
pública del futuro.
Es, en este sentido, una ley de carácter programático que incide sobre la ciudadanía y la sociedad
poniendo la salud al servicio de la ciudadanía, situando a la ciudadanía en el eje central de las
actuaciones de salud pública y reconociendo su protagonismo en esta materia.
Esta visión se completa con la generación de un entorno favorable a través de la regulación de
tres elementos esenciales: la organización y la gestión innovadora, los profesionales y los
recursos, con un enfoque sistémico basado en la calidad, la excelencia y la obtención de
resultados.
El carácter progresista de la ley se materializa en la conceptualización que desarrolla en relación
con los derechos de los ciudadanos, fundamentalmente mediante dos procedimientos: la creación
de nuevos derechos y la renovación de derechos históricos, explicitando algunos que estaban
aceptados tácitamente y elevando a la categoría de derecho hechos que venían siendo
históricamente considerados exclusivamente como actividades clásicas de la Administración
sanitaria. Además, los nuevos derechos reconocidos se protegen con garantías que aseguren la
efectividad y el libre acceso de la ciudadanía a su contenido.
La equidad junto con la reducción de desigualdades en salud es uno de los ejes que recorre
transversalmente todos los títulos de la ley. La ley propone garantizar la equidad en salud,
entendida como el derecho de las personas a disfrutar, en igualdad de oportunidades, de una vida
saludable.
El empoderamiento de la ciudadanía, entendido como el traslado de poder en la toma de
decisiones sobre su salud individual y colectiva a la ciudadanía, es otro de sus elementos
vertebradores. Para ello, la ley garantiza, de un lado, el compromiso de las Administraciones
públicas para educar en salud y capacitar a las personas que viven en Andalucía desde las
edades más tempranas de la vida. Y, de otro, contempla la participación de la ciudadanía en los
planes y políticas que pretendan desarrollar la salud en el territorio andaluz.
La incorporación de los objetivos de salud pública a la agenda de los gobiernos locales y el
desarrollo de su ámbito competencial en esta materia, facilitando así el equilibrio territorial en
materia de salud, constituyen una oportunidad para dotar de marco legal al desarrollo de la acción
local en salud, ofreciendo el liderazgo a las corporaciones locales. Esta estrategia permite acercar
los objetivos de salud al entorno más inmediato de la ciudadanía. Para ello, la ley establece como
instrumento el Plan Local de Acción en Salud que, partiendo de la valoración de la situación de
salud local, plantea las acciones concretas, adaptadas al espacio territorial donde se desenvuelve
la vida de las personas, con implicación intersectorial y con la participación real de la población
que va a ser protagonista.
La ley plantea un nuevo paradigma en el ámbito de protección de la salud, caracterizado, en
primer lugar, por una apuesta clara por la utilización del análisis de riesgos como herramienta de
gestión, por considerar la responsabilidad y el autocontrol como bases sobre las que sustentar el
papel de la empresa, y por ampliar los tradicionales ámbitos de trabajo –salud ambiental y
seguridad alimentaria– con otros con un claro impacto sobre los determinantes de salud y sobre
los que existe un cierto vacío competencial. Un claro ejemplo de esto último sería la preservación
de un entorno físico para el desarrollo de una vida saludable que afecte a los espacios públicos
donde se desenvuelve la vida humana, o contemplar la protección ante otros riesgos y fuentes de
peligro derivados del efecto de la globalización o del nuevo contexto social donde se mueven las
regiones desarrolladas. Igualmente toma como referencia un nuevo paradigma de lo que es la
promoción de la salud, situando a la ciudadanía informada y responsable en el centro de las
decisiones sobre su salud y su forma de vivir, y otorga el protagonismo a las personas, superando
la visión de la ciudadanía como sujetos pasivos receptores de mensajes sobre cómo vivir una vida
más saludable.
La ley está estructurada en siete títulos y dos disposiciones adicionales, dos disposiciones
transitorias, una disposición derogatoria y nueve disposiciones finales.
El Título Preliminar establece el objeto, las definiciones básicas de la ley y los fines. Además,
consagra los postulados centrales de la ley, al establecer los derechos y obligaciones en relación
con la salud pública, y sus garantías.
El Título I está dedicado a fortalecer la posición de la ciudadanía en relación con la salud pública
colectiva y constituye la parte esencial del texto normativo. Este título viene a situar a la
ciudadanía como protagonista esencial de la salud pública, estableciendo la salud colectiva como
bien público relevante y ordenando la efectiva participación de la ciudadanía en la buena
administración de la salud pública.
El Título II establece las bases de la gobernanza en salud pública, distribuyendo el sistema de
gobernanza en cinco capítulos en los que se abordan el marco global y exterior de la gobernanza,
la cooperación y conectividad internacional, nacional y con el resto de las comunidades
autónomas, y se ordena el espacio local de salud pública. Gobernanza es un término que ha
irrumpido con cierta fuerza en el debate político tanto desde el ámbito académico como en el
terreno de la gestión práctica. El concepto, que tiene su origen en la tradición de la escuela
norteamericana sobre estudios de Administración pública, ha sido importado por Europa al advertir
la necesidad de nuevas técnicas e instrumentos para conseguir una gestión política estratégica
que combine las iniciativas e intereses de la sociedad, del Estado y del mercado.
Mención especial merece resaltar que se instaura en su Capítulo V la evaluación del impacto en
salud, que valora las influencias potenciales en la salud de las políticas, programas y proyectos,
en relación con los potenciales efectos en la salud de la población.
El Título III comprende las funciones de salud pública, integrando el conjunto de actividades que
se despliegan para hacer efectivo el derecho a una adecuada salud pública. Interesa hacer
mención del Capítulo II ya que se refiere al Sistema de Vigilancia e Información en Salud Pública,
dirigido a promover la compilación, comparación y análisis de datos de forma sistemática y
continua para fines relacionados con la salud pública.
Las intervenciones que garantizan los derechos y deberes de los ciudadanos se regulan en el
Título IV. El Capítulo I va destinado al establecimiento de los ejes básicos de actuación, que se
centran en la responsabilidad y autocontrol, y se configuran los principios de autorregulación y
sujeción a auditorías. El Capítulo II ordena el actuar de las intervenciones públicas en materia de
salud, equilibrando la defensa de la salud colectiva frente a las actuaciones individuales, con la
finalidad de proteger la salud de la población y prevenir las enfermedades.
El Título V aborda la puesta a disposición de recursos y profesionales para el desarrollo de las
funciones de salud pública y ordena los aspectos más relevantes del actuar de los profesionales al
servicio de la salud pública como protagonistas del cambio hacia la modernización del modelo de
salud pública: el reconocimiento social, el desarrollo profesional, la carrera profesional, la
participación, responsabilidades, los nuevos perfiles profesionales y la definición de un código
ético. En este título se reconoce el papel que cumplen en el desarrollo de la salud pública todas
las personas que trabajan en el Sistema Sanitario Público de Andalucía y se realiza una apuesta
importante por la profesionalización.
El Título VI trata de la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación en salud pública y
acota la vinculación de la salud pública con un sistema de innovación que aprovecha el
conocimiento compartido y genera valor añadido para otorgar ganancias a la ciudadanía. Se
privilegian las actividades de investigación de salud pública y su conexión a los contextos
nacionales e internacionales, así como la participación en las redes de investigación cooperativa
en salud pública. Se fomentan las actividades de innovación y las actitudes y conductas
innovadoras que promocionen la creatividad. Igualmente, se abordan la incorporación de las
nuevas tecnologías, la función de vigilancia tecnológica y los procedimientos de gestión del
conocimiento y la participación en las redes del conocimiento en salud pública.
Por último, el Título VII establece el régimen sancionador en materia de salud pública,
relacionando las infracciones, las sanciones aplicables y el procedimiento establecido para
determinarlas.
actuaciones de salud pública, así como articular los objetivos, garantías y procedimientos para
alcanzar la equidad en salud de todas las personas y poblaciones de Andalucía.
2. La presente ley será de aplicación a toda la población en Andalucía y asimismo, con el alcance
establecido en la Ley 8/2006, de 24 de octubre, del Estatuto de los Andaluces en el Mundo, será
de aplicación a los andaluces en el exterior.
Artículo 2. Definiciones.
A los efectos de la presente ley, se entiende por:
1.º Acción intersectorial para la salud: Relación reconocida que se establece entre distintos
sectores de la sociedad para emprender acciones en un tema con el fin de lograr resultados de
salud, o resultados intermedios de salud, de manera más eficaz, eficiente o sostenible que la que
el sector sanitario pueda lograr actuando en solitario.
2.º Alerta sanitaria: Todo fenómeno de potencial riesgo para la salud de la población y/o de
trascendencia social frente al que sea necesario desarrollar actuaciones de salud pública urgentes
y eficaces.
3.º Atención integral: Aquella que incorpora en la respuesta a un problema de salud el nivel
asistencial, la prevención de la enfermedad, la promoción de la salud y la rehabilitación integral,
referida a la recuperación del proyecto vital.
4.º Ayuda mutua: Comprende todas aquellas medidas llevadas a cabo de forma natural u
organizada por las personas que comparten una misma situación o problema de salud con el fin
de mejorar la calidad de la respuesta al problema desde sus iguales.
5.º Cartera de servicios: Conjunto de técnicas, tecnologías o procedimientos, entendiendo por
tales cada uno de los métodos, actividades y recursos basados en el conocimiento y
experimentación científica, mediante los que se hacen efectivas las prestaciones sanitarias, según
se recoge en el artículo 20.1 de la Ley 16/2003, de 28 de mayo, de cohesión y calidad del Sistema
Nacional de Salud.
6.º Condiciones de vida: Entorno cotidiano de las personas, donde estas viven, actúan y trabajan.
Estas condiciones de vida son producto de las circunstancias sociales y económicas y del entorno
físico, todo lo cual puede ejercer impacto en la salud, estando en gran medida fuera del control
inmediato del individuo.
7.º Desigualdades en salud: Aquellas diferencias que perjudican, de manera sistemática e injusta,
a una persona o grupo en términos de oportunidades y que originan una merma en su situación de
salud.
8.º Determinantes de la salud: Conjunto de factores personales, sociales, económicos y
ambientales que determinan el estado de salud individual y colectiva.
9.º Educación para la salud: Comprende las actuaciones encaminadas al conocimiento,
aprendizaje y desarrollo de habilidades personales que conduzcan a la salud individual y de la
comunidad.
10.º Empoderamiento para la salud: Proceso mediante el cual las personas y los grupos sociales
adquieren un mayor control sobre las decisiones y acciones que afectan a su salud.
11.º Epidemiología: Estudio de la distribución y de los determinantes de los estados o
acontecimientos relacionados con la salud de determinadas poblaciones y la aplicación de este
estudio al control de los problemas de salud.
12.º Evaluación del impacto en la salud: Combinación de métodos, procedimientos y herramientas
con los que puede ser evaluada una política, un programa, proyecto o actividad, en relación a sus
potenciales efectos en la salud de la población y acerca de la distribución de esos efectos dentro
25.º Sistema de análisis de peligros y puntos de control crítico: Sistema que, en las empresas,
industrias, instalaciones y servicios, permite identificar, evaluar y controlar peligros significativos
en el ámbito de la protección de la salud.
26.º Valoración del impacto en la salud: Documento que debe presentar el órgano que formula un
plan, programa o instrumento de planeamiento urbanístico, o el titular o promotor de una obra o
actividad, sometidos a evaluación del impacto en la salud. En él deberán identificarse, describirse
y valorarse los efectos previsibles, positivos y negativos, que el plan, programa, instrumento de
planeamiento urbanístico, obra o actividad pueda producir sobre la salud de las personas.
27.º Vigilancia en salud: Compilación, comparación y análisis de datos de forma sistemática y
continua para fines relacionados con la salud pública, y la difusión oportuna para su evaluación y
para dar la respuesta de salud pública que sea procedente.
28.º Zona de seguridad para la protección de la salud: Espacio definido por la distancia a una
actividad de las establecidas en los párrafos c) y d) del artículo 56.1, en el que, en base a los
riesgos previstos en la evaluación de impacto en la salud, se establezca la necesidad de una
limitación del uso residencial o de otros usos que específicamente se determinen.
Artículo 3. Fines.
1. Son fines esenciales de la presente ley los siguientes:
a) Promover la salud y el bienestar personal de la población para contribuir al pleno ejercicio de
sus capacidades.
b) Fomentar entornos y modos de vida saludables para prolongar y mejorar la calidad de la vida
humana.
c) Promover la sensibilización y educación de la ciudadanía en la protección de la salud, así como
en la preservación y mejora de la calidad de vida.
d) Reducir las desigualdades en salud y procurar que las personas compartan con equidad los
progresos en salud y el bienestar personal y social.
e) Establecer y desarrollar actuaciones para mejorar la salud colectiva, garantizando el acceso de
la ciudadanía a la información y a la participación en la toma de decisiones que afecten a la salud
pública.
f) Alcanzar un elevado nivel de protección de la salud mediante la utilización de los instrumentos
necesarios de vigilancia y control de las enfermedades y de los factores ambientales y
alimentarios que inciden negativamente en la salud, así como proteger a la ciudadanía contra las
amenazas y los riesgos emergentes para la salud.
g) Prevenir las enfermedades, accidentes y lesiones.
h) La extensión de actitudes solidarias, participativas y responsables de la población en la
preservación, conservación, mejora y restauración de la salud, y el fomento del principio de
corresponsabilidad ciudadana en salud.
i) Aproximar los objetivos de salud al entorno más cercano de la ciudadanía.
j) Promover una convivencia ciudadana sana y saludable y la cohesión social.
k) Aplicar la gobernanza y potenciar el protagonismo de la sociedad en la definición y desarrollo de
las políticas de salud pública.
l) Articular una respuesta integral a los problemas de salud desde una perspectiva individual y
poblacional, incorporando los aspectos de prevención, promoción de la salud, rehabilitación y
recuperación de la trayectoria vital.
f) Principio de transparencia.
La acción en salud, en el marco del Sistema Sanitario Público de Andalucía, se ejercerá guiada
por un principio de transparencia, de tal modo que promueva y permita el conocimiento de los
procedimientos, actuaciones y decisiones, con criterios de objetividad, veracidad, claridad y
accesibilidad. Las personas responsables, así como todos los profesionales de salud pública,
están comprometidos a cumplir el principio de transparencia en el desempeño de las funciones
que desarrollan.
g) Principio de equidad.
Las Administraciones públicas de Andalucía ejercerán la tutela de la salud pública y su uso
efectivo en condiciones de equidad y justicia redistributiva.
Se reconoce el principio de equidad generacional, por el cual la presente generación deberá
asegurar que la salud colectiva y el entorno que la posibilita se mantengan y mejoren en beneficio
de las futuras generaciones.
h) Principio de participación.
Las Administraciones públicas de Andalucía actuarán siempre bajo el principio de la efectiva
participación de la ciudadanía en la toma de decisiones y en el desarrollo de las políticas
relacionadas con la salud pública, con especial atención a la población menor de edad y a las
personas que por cuestiones sociales o de otro tipo tengan especiales dificultades para hacer
valer su acción u opinión.
i) Principio de pertinencia.
Las actuaciones de salud pública atenderán a la magnitud de los problemas de salud que
pretenden corregir, justificando su necesidad de acuerdo con los criterios de proporcionalidad,
eficacia y sostenibilidad.
j) Principio de integralidad.
Las actuaciones de salud pública deberán organizarse y desarrollarse dentro de la concepción
integral de la salud y sus determinantes.
desarrollo posible de sus capacidades personales y, en todo caso, los objetivos en salud
establecidos con carácter general para toda la población.
d) Adecuar las políticas, estrategias y acciones con el objetivo de alcanzar la equidad e igualdad
en las condiciones de calidad de vida y salud de todos los hombres y mujeres de Andalucía. A tal
efecto, empleará las perspectivas de género y edad en todas sus actuaciones.
e) Elaborar estudios periódicos de desigualdades en salud en Andalucía que proporcionen
información sobre la situación de la distribución del valor salud en el territorio, en las personas y
en los diferentes contextos sociales y sobre las acciones que sería necesario incluir en las
políticas sanitarias.
f) Desarrollar planes específicos de actuación para las personas que viven en zonas con
necesidades de transformación social, para la población inmigrante con necesidades especiales,
para las personas que realizan prácticas de riesgo y para todas aquellas personas en situación o
riesgo de exclusión social o especial vulnerabilidad.
g) Aplicar el enfoque de los derechos de la infancia y de las personas con discapacidad.
h) Hacer efectivos los derechos de las personas o colectivos más desfavorecidos, a efectos de
perseguir la igualdad de todas las personas en sus condiciones de vida y en la calidad de su
salud.
CAPÍTULO II
El fomento del interés por la salud
Artículo 6. El interés y la educación por la salud desde la infancia.
1. Las Administraciones públicas de Andalucía promoverán el interés por la salud desde la
infancia, incidiendo en el medio educativo con la sensibilización de las personas menores de edad
sobre la relevancia de la salud y fomentando una cultura de la salud pública como fuente de
desarrollo personal y autocuidados.
2. Las Administraciones públicas de Andalucía promoverán acciones divulgativas sobre la salud
adaptadas a las necesidades y al desarrollo madurativo de las personas menores. Asimismo,
establecerán redes y espacios de salud para las personas menores de edad que permitan
concienciarles sobre la importancia de la salud y de los estilos de vida saludables.
Artículo 7. El fomento del interés por la salud en los mayores.
1. Las Administraciones públicas de Andalucía fomentarán el interés por la salud entre nuestros
mayores, incidiendo especialmente en el fomento de acciones de concienciación, divulgación e
información en torno a aquellas patologías o situaciones de riesgo que por su edad tengan
relevancia entre el colectivo.
2. Las Administraciones públicas de Andalucía promoverán el interés por la salud de los mayores
a través de políticas de envejecimiento activo, así como por medio de acciones que incidan en las
patologías prevalentes crónicas y degenerativas entre este colectivo, como las demencias tipo
alzhéimer o párkinson.
3. Las Administraciones públicas de Andalucía establecerán redes y espacios de salud, para las
personas mayores y sus familiares y/o cuidadores, que permitan concienciarles sobre la
importancia de la salud y de los estilos de vida saludables.
Artículo 8. La sensibilización y divulgación del valor salud entre la ciudadanía.
1. Las Administraciones públicas de Andalucía promoverán acciones de sensibilización,
comunicación y divulgación a la ciudadanía en torno a la salud colectiva e individual y difundirán
pautas de responsabilidad para la preservación, mejora y restauración de la salud individual y
colectiva.
2. La Administración de la Junta de Andalucía fomentará la divulgación de las pautas de salud más
relevantes y fiables y establecerá canales de información sobre el conocimiento científico en
salud, adecuando estos a los colectivos que soporten mayores riesgos de discriminación.
3. Los medios públicos de comunicación social de Andalucía prestarán especial relevancia a los
asuntos científicos sobre salud y promoverán espacios específicos sobre la salud en Andalucía.
4. Se fomentará la creación de redes del conocimiento, entre agentes, organizaciones e
instituciones científicas, educativas, culturales y sociales, que impulsen el debate público sobre la
salud y promuevan la difusión de experiencias científicas positivas.
CAPÍTULO III
Derechos y obligaciones en relación con la salud pública
Sección 1.ª Derechos
Artículo 9. Derecho a la información.
Los ciudadanos, directamente o a través de las organizaciones en que se agrupen o que los
representen, tienen derecho a ser informados, con las garantías y, en su caso, con las limitaciones
previstas en la normativa vigente, en materia de salud pública por las Administraciones públicas
de Andalucía. Este derecho comprende, en todo caso, los siguientes:
a) A recibir información sobre los derechos que les otorga esta ley, así como sobre las vías para
ejercitar tales derechos.
b) A recibir información sobre las actuaciones y prestaciones de salud pública, su contenido y la
forma de acceder a las mismas.
c) A recibir información sobre los condicionantes de salud como factores que influyen en el nivel
de salud de la población y, en particular, sobre los riesgos biológicos, químicos, físicos,
medioambientales, climáticos, o de otro carácter, relevantes para la salud de la población, y sobre
su impacto. Si el riesgo es inmediato, la información se proporcionará con carácter urgente.
d) A recibir información sobre programas y calendario vacunal.
e) A recibir información fluida y sistemática en los supuestos de epidemias y pandemias.
Artículo 10. El derecho a disfrutar de un adecuado nivel de salud pública.
La población en Andalucía tiene derecho a que las Administraciones públicas de Andalucía
desarrollen políticas con objeto de conseguir un adecuado nivel de salud pública, de forma que se
incluyan la promoción de estilos de vida saludables, la prevención de las enfermedades, la
actuación sobre los principales factores determinantes de la salud, el acceso a un entorno
saludable y a condiciones sanitarias y de vida adecuadas, así como el acceso a la educación e
información sobre cuestiones relacionadas con la salud, incluida la salud sexual y reproductiva, en
el marco de actuación de la presente ley.
Artículo 11. El derecho a conocer en relación con la salud pública.
En los términos que reglamentariamente se determinen, la población en Andalucía tiene derecho:
a) A un conocimiento adecuado sobre el estado epidemiológico de su entorno. Esta información,
basada en la evidencia científica, ha de ser suficiente, comprensible, adecuada y tiene que
comprender los factores, las situaciones y causas de riesgo para la salud individual y colectiva.
b) A un conocimiento adecuado sobre la salud ambiental, con el alcance y contenido que
reglamentariamente se establezcan.
la población en Andalucía:
a) A la prevención y atención de problemas de salud pública, comprendiendo las enfermedades
epidémicas, endémicas, profesionales y de otra índole, y la lucha contra ellas.
b) A conocer los planes, las acciones y las prestaciones en materia de prevención, promoción y
protección de la salud, así como aquellos instrumentos para hacerlos efectivos.
c) A ser inmunizadas contra las enfermedades infectocontagiosas de acuerdo con los criterios
establecidos por la autoridad sanitaria competente.
d) A recibir las prestaciones preventivas, no incluidas en los párrafos a), b) y c), dentro de la
cartera de servicios del Sistema Sanitario Público de Andalucía.
e) A rechazar las acciones preventivas que se propongan, siempre que no comporten riesgos a
terceros, sin perjuicio de lo que establezca la normativa de intervención pública en materia de
salud colectiva.
Artículo 14. Derecho de las personas en situación de especial vulnerabilidad en Andalucía.
Las personas menores, las mayores, las que se encuentren en situación de dependencia, las
personas con discapacidad física, intelectual o sensorial, las que soporten situación o riesgo de
exclusión social, las que sufran enfermedad mental, las que estén en situación terminal, las que
padezcan enfermedades crónicas y discapacitantes, las diagnosticadas de enfermedades raras o
de baja incidencia en la población, las personas con prácticas de riesgo, las mujeres y menores
víctimas de violencia tendrán derecho a programas de salud pública específicos o adaptados a
sus necesidades especiales.
Artículo 15. Derecho a la participación en asuntos de la salud pública.
1. La población en Andalucía tendrá derecho a la participación efectiva en la formulación,
desarrollo, gestión y evaluación de las políticas en materia de salud pública de manera individual o
colectiva.
2. Las Administraciones públicas de Andalucía dispondrán de los cauces apropiados para facilitar
la participación de las personas con dificultad de expresión, especialmente menores, mayores,
personas con discapacidad y personas en riesgo de exclusión.
3. Por orden de la persona titular de la Consejería competente en materia de salud, se
establecerán los mecanismos concretos que permitan hacer efectivo el ejercicio de este derecho.
Artículo 16. Derechos en relación con las actuaciones sanitarias.
1. En el contexto del Sistema Sanitario Público de Andalucía, se reconocen los siguientes
derechos de la población en Andalucía frente a la actuación de las Administraciones públicas:
a) Derecho a conocer y tener acceso a los informes, estudios oficiales y resultados de
investigación, llevados a cabo por la autoridad sanitaria en materia de salud pública, en aquellos
asuntos sobre los que se justifique un interés legítimo.
b) Derecho a conocer la cartera de servicios en salud pública como marco de compromiso entre la
Administración sanitaria pública de Andalucía y la ciudadanía.
c) Derecho a que las prestaciones que se incorporen en la cartera de servicios de salud pública
sean aquellas que hayan demostrado sus beneficios, sean fiables, seguras y hayan sido
constatadas.
d) Derecho a no sufrir discriminación en el reconocimiento y en el acceso a los servicios de salud
pública.
e) Derecho a la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación para potenciar la
b) Poniendo a disposición de las personas la información sobre salud pública que soliciten, en los
términos establecidos en la legislación vigente, de acuerdo con los principios de agilidad en la
tramitación y resolución de las solicitudes.
c) Garantizando el acceso de la población a los servicios electrónicos de salud por medio de un
sistema multicanal y estableciendo una interoperatividad de los mecanismos de comunicación
entre las Administraciones públicas de Andalucía que permita compartir e intercambiar
información, de manera que ofrezca una visión unificada.
d) Facilitando la adecuación de la información y sus soportes a los diferentes niveles educativos, a
las diferentes edades y a las discapacidades, de manera que se asegure su comprensión.
e) Colaborando con los agentes sociales para contribuir a la difusión de la información de salud
pública.
2. Mediante orden de la persona titular de la Consejería competente en materia de salud, se
establecerán las medidas necesarias para facilitar y hacer efectivo el ejercicio del derecho de
accesibilidad a la información sobre salud pública, determinando los responsables de la
información los lugares en donde se encuentra, la forma de acceder y la metodología para la
creación y mantenimiento de medios de consulta de la información que se solicite.
3. Las decisiones, acciones y omisiones que impidan o limiten la accesibilidad a la información de
salud pública se podrán impugnar en los términos que reglamentariamente se determinen.
Artículo 21. Participación.
1. La garantía del derecho a la participación de la ciudadanía en salud pública se realizará a
través de las siguientes medidas:
a) Fomentar la cultura de participación en salud por parte de la población, desde la primera
infancia, estimulando las alianzas con las asociaciones, en complemento y continuidad de la
acción de los servicios.
b) Promover una participación real y efectiva de la ciudadanía en la elaboración, modificación y
revisión de las acciones en salud pública, creando instrumentos de participación flexibles y
adaptados a la misma.
c) Informar a la ciudadanía, a través de los medios apropiados, sobre cualquier iniciativa de
elaboración de propuestas de planes y programas de salud.
d) Establecer que la población pueda formular observaciones y alegaciones antes de que se
adopte la decisión sobre planes o programas de trascendencia para la salud.
e) Articular una política transversal de participación que afecte a todos los centros e instituciones
de carácter público o privado relacionados con la salud.
f) Establecer mecanismos de información, publicidad y divulgación continuados, con la finalidad de
informar a la ciudadanía de las cuestiones más relevantes en materia de salud pública. A estos
efectos, se adoptarán canales de comunicación permanentes y, de manera especial, se
considerará para ello a las asociaciones de consumidores y usuarios.
g) Establecer mecanismos de participación efectiva de las personas menores de edad, en los
términos reglamentariamente establecidos, en la formulación, desarrollo, gestión y evaluación de
las políticas en materia de salud pública.
2. Las medidas previstas en el apartado anterior serán evaluadas bienalmente por la Consejería
competente en materia de salud. Para ello elaborará un informe de situación, de carácter público,
que recoja los avances y las dificultades en el proceso de asegurar el derecho de participación de
la ciudadanía, de modo que se mida el impacto de los mecanismos adoptados.
Artículo 31. Actuaciones del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad en el ámbito de
sanidad ambiental.
1. Corresponde al Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad hacer efectiva la coordinación
del Estado con las Administraciones públicas y los organismos competentes, en el ejercicio de las
actuaciones destinadas a la prevención y protección frente a riesgos ambientales para la salud.
2. El Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad promoverá que los servicios de ámbito
estatal que ejerzan funciones en los ámbitos de identificación, evaluación, gestión y comunicación
de los riesgos ambientales para la salud de la población, entre los que se incluirán, al menos, los
riesgos relacionados con los productos químicos y la salud y cambio climático, puedan actuar
como centro de referencia nacional en dichos ámbitos. El Ministerio de Sanidad, Política Social e
Igualdad, previo acuerdo del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, acreditará
servicios que actuarán como centro de referencia nacional en los aspectos de identificación,
evaluación y gestión y comunicación de los riesgos para la salud de la población derivados de
riesgos ambientales.
3. La Estrategia de salud pública incluirá el análisis del estado de la sanidad ambiental y sus
determinantes e incorporará actuaciones que resulten en un entorno más favorable para la salud.
Artículo 32. Salud laboral. La salud laboral tiene por objeto conseguir el más alto grado de
bienestar físico, psíquico y social de los trabajadores en relación con las características y riesgos
derivados del lugar de trabajo, el ambiente laboral y la influencia de éste en su entorno,
promoviendo aspectos preventivos, de diagnóstico, de tratamiento, de adaptación y rehabilitación
de la patología producida o relacionada con el trabajo.
Artículo 34. Participación en salud laboral. Los empresarios y trabajadores, a través de sus
organizaciones representativas, participarán en la planificación, programación, organización y
control de la gestión relacionada con la salud laboral, en los distintos niveles territoriales.
La Ley de Salud Pública de Andalucia de 2011 nos habla del derecho a la promocion de la
Salud :
i) A la información adecuada sobre la importancia de la actividad física y cómo llevarla a cabo sin
riesgos y con el mejor aprovechamiento, y a disponer de planes de promoción de actividades
físicas saludables.
j) A la promoción, por las Administraciones públicas competentes, de espacios públicos que
permitan realizar actividades físicas, deportivas o lúdicas, en condiciones de seguridad y
accesibilidad en las ciudades y pueblos de Andalucía.
k) A la promoción de un entorno saludable en el marco de actuación de la presente ley, con
especial atención a la existencia, en los lugares de convivencia de las personas, de zonas verdes
que faciliten esta de manera saludable.
l) A que las Administraciones públicas de Andalucía establezcan estrategias de movilidad
sostenible que aborden preferentemente el transporte público, el control de las emisiones
contaminantes, la disponibilidad de espacios y la educación ciudadana que favorezca la salud.
m) A la promoción de la salud en el lugar de trabajo.
n) A la información veraz, objetiva, completa y suficiente sobre la incidencia de los hábitos de
consumo en la salud y sobre el uso de bienes de consumo, que permita al consumidor adoptar
pautas más saludables en relación con los mismos.
La atención comunitaria
los factores que las determinan. Siendo conocido que muchos de los problemas de salud
emergentes (dependencia, inmigración en exclusión social, salud mental, riesgo cardiovascular,
entre otras) tienen un origen multicausal, una de las características imprescindibles de la atención
comunitaria es la necesaria intervención multisectorial y no sólo desde los servicios sanitarios.
La atención comunitaria tiene estrechas relaciones con la promoción de salud, entendiendo por
ésta la acción de proporcionar a los pueblos los medios necesarios para mejorar su salud y ejercer
un mayor control sobre la misma.
Dado que el concepto de salud como bienestar trasciende la idea de formas de vida sanas, la
promoción de la salud no concierne exclusivamente al sector sanitario. La promoción de la salud
es realizada por y con la gente y no le es impuesta; mejora la capacidad de los individuos para
actuar y la capacidad de los grupos, organizaciones o comunidades para influir en los
determinantes de la salud. Es por ello que la atención comunitaria lleva implícita la participación
activa de los ciudadanos y sus organizaciones, de forma que la comunidad no es objeto pasivo de
intervención sino sujeto activo en el cuidado y promoción de su salud. Los conceptos de
intervención y participación comunitaria se entrecruzan yrelacionan estrechamente,
complementándose mutuamente.
La situación actual del desarrollo de la atención comunitaria en los equipos de Atención Primaria,
aunque muy heterogénea, es en líneas generales deficitaria cuando no inexistente. Sin embargo,
también son muchas las actividades de intervención y participación comunitarias que se
desarrollan en toda España, algunas de las cuales pueden conocerse a través de la Red de
Actividades Comunitarias (RAC) del Programa de Actividades Comunitarias en Atención Primaria
de la SEMFYC (PACAP) y es importante conocer y analizar las causas.
Desde hace ya varias décadas se insiste en la necesidad de fortalecer el primer nivel asistencial
de los sistemas sanitarios públicos y en su reorientación para alcanzar resultados en salud. La tan
mencionada e influyente Primera Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud en
Alma-Ata (Kazajistán, 1978) celebró su 25 aniversario hace ya 5 años, confirmándose no sólo su
plena vigencia sino la necesidad de fortalecer y profundizar en sus recomendaciones. En la Carta
de Ottawa para la Promoción de la Salud se recogen las conclusiones de la Primera Conferencia
Internacional sobre la Promoción de la Salud (Ottawa, 1986) insistiéndose, entre otras
recomendaciones, en la necesaria reorientación de los servicios sanitarios y el reforzamiento de la
acción comunitaria, favoreciendo el desarrollo de las aptitudes personales.
En la citada Conferencia se concluye que el sector sanitario debe jugar un papel cada vez mayor
en la promoción de salud, más allá de la mera responsabilidad de proporcionar servicios clínicos y
médicos y se insiste en la importancia de crear vías de comunicación entre el sector sanitario y los
sectores sociales, políticos y económicos, asignando al personal sanitario la responsabilidad de
actuar como mediadores entre los intereses antagónicos y a favor de la salud. Prueba de la
vigencia y proyección de futuro de estos planteamientos es la Declaración de Yakarta sobre la
Promoción de la Salud en el Siglo XXI como fruto de la Cuarta Conferencia Internacional sobre la
Promoción de la Salud, celebrada en 1997. En ésta Cuarta Conferencia se llama la atención sobre
los nuevos desafíos que plantean los determinantes de la salud y la necesidad de desarrollar
acciones intersectoriales, en las comunidades locales y dentro de las familias, estableciéndose
prioridades para una alianza global para la promoción de salud.
La equidad en salud es uno de los objetivos fundamentales de casi todas las estrategias de
promoción de la salud y ésta no significa que todo el mundo tenga el mismo estado de salud. La
equidad en salud se centra en el ideal de que todas las personas disfruten de una igualdad de
oportunidades que les permita llevar una vida sana en todo su potencial. Es erróneo creer que la
búsqueda de la equidad en salud tiene sentido fundamentalmente en los países en vías de
desarrollo y no en los países desarrollados. La evidencia indica que la "privación relativa" y no la
pobreza absoluta es el elemento decisivo para comprender las desigualdades en salud en una
Europa que está lejos de vivir en la pobreza aplastante de otras regiones del mundo.
En España hay sobrados argumentos normativos que determinan que la atención comunitaria es
una de las competencias y responsabilidades de los equipos de Atención Primaria. El Real
Decreto 137/84 sobre estructuras básicas de salud que inició la reforma del primer nivel
asistencial e inició el desarrollo de la Atención Primaria, así como posteriores decretos de
Comunidades Autónomas, establecen que es función del primer nivel asistencial la promoción de
salud y la atención comunitaria.
La Ley General de Sanidad 14/1986 establece claramente un nuevo modelo de atención primaria
que pone énfasis en la integración de las actividades asistenciales con las de prevención y
promoción de salud. En la más reciente Ley de Cohesión y Calida del Sistema Nacional de Salud
16/2003 se reitera que son función de la atención primaria las actividades de promoción de la
salud y atención comunitaria. Refiriéndonos concretamente a los médicos de familia, el Real
Decreto 3303/78 que desarrolla la especialidad y el programa de formación definen claramente
competencias en promoción de salud y atención comunitaria y los tratados dirigidos y más
consultados por los médicos de familia incluyen siempre capítulos sobre competencias de
atención comunitaria. Así mismo, las revistas de formación continuada dirigidas a los médicos de
familia siguen publicando artículos que revisan estrategias y metodologías.
La justificación del desarrollo de la atención comunitaria desde la Atención Primaria parte de unas
premisas que establecen un marco general sobre el que debería haber consenso entre
profesionales y administraciones sanitarias. Por otra parte, una condición imprescindible para
argumentar la pertinencia de las actividades de intervención y participación que han de configurar
la atención comunitaria es la de conocer su eficacia.
Es necesario un análisis previo sobre los métodos adecuados para investigar la eficacia de la
promoción de salud y la atención comunitaria. Sin desestimar el valor de los ensayos clínicos
aleatorizados y doble ciego para demostrar la eficacia de ciertas intervenciones (tratamientos
farmacológicos idealmente), en la mayoría de los casos no es ésta la metodología adecuada para
conocer la eficacia de intervenciones de promoción de salud. La escasa aplicación de
metodologías adecuadas como los ensayos comunitarios y técnicas cualitativas determinan la
necesidad de un mayor desarrollo de la investigación en atención comunitaria que genere nuevos
conocimientos.
Aún así, existen varias e interesantes fuentes para conocer las actuales evidencias, lo que se
aborda en otro artículo de éste monográfico ("Tendiendo puentes: De la evidencia científica a la
práctica en las actividades de orientación comunitaria"). En un riguroso informe de la Unión
Internacional de Promoción de la Salud y Educación para la Salud de la Comisión Europea
(partes 1 y 2) se revisan de forma sistemática las evidencias de la eficacia de la promoción de
salud, en muchos casos desde sectores diferentes al sanitario.
La situación actual del desarrollo de la atención comunitaria en los equipos de Atención Primaria,
aunque muy heterogénea, es en líneas generales deficitaria cuando no inexistente. Sin embargo,
también son muchas las actividades de intervención y participación comunitarias que se
desarrollan en toda España, algunas de las cuales pueden conocerse a través de la Red de
Actividades Comunitarias (RAC) del Programa de Actividades Comunitarias en Atención Primaria
de la SEMFYC (PACAP) . Para hacer propuestas que mejoren la situación actual es necesario en
primer lugar conocer y analizar las dificultades existentes, tanto las originadas en los sistemas
sanitarios como las que proceden de los propios profesionales, con frecuencia poco conscientes,
cuando no escépticos, sobre el interés de la atención comunitaria. El tema es del suficiente interés
para abordarlo en profundidad en el tercer artículo del presente monográfico ("Contexto actual de
la Atención Primaria: Dificultades y oportunidades para las actividades comunitarias").
Uno de los más importantes y difíciles retos de la medicina de familia y comunitaria es,
precisamente, no renunciar a la atención comunitaria sin descuidar la atención individual. Una de
las estrategias para conseguirlo es reconocer y utilizar las muchas y concretas relaciones que se
han de establecer entre ambas en la práctica cotidiana. Todos los problemas de salud que afectan
a los pacientes se dan en un determinado contexto social y comunitario que influye tanto en las
causas del problema como en las circunstancias que favorecen o dificultan su correcto abordaje, y
su conocimiento ha de orientar su mejor atención. Se habla de "medicina centrada en el contexto
comunitario" y de "historia clínica centrada en la comunidad", haciendo ver que puede hacerse
una atención médica a cada persona en consulta con un enfoque comunitario, favoreciendo
"microprocesos comunitarios" para la atención a los pacientes.
la salud de las personas que demandan atención y fundamentalmente por aquellos problemas por
los que consultan, con puntuales intervenciones oportunistas de prevención, mediante un modelo
de atención que inevitablemente tiene una orientación biomédicay no incide sobre los factores
determinantes de la enfermedad ni busca resultados en salud del conjunto de la población a la
que atiende.
Por el contrario, el otro camino que plantea la encrucijada es optar por una Atención Primaria cuyo
objeto de atención es el conjunto de la comunidad a la que atiende y, lógicamente, las personas
que forman parte de ésta, buscando resultados en salud mediante la identificación de los
problemas y necesidades más prioritarios, tratando de influir sobre sus factores determinantes
(habitualmente multicausales) mediante intervenciones no sólo asistenciales (necesariamente con
un enfoque biopsicosocial) sino también de prevención y promoción de salud (necesariamente
intersectoriales y con activa participación ciudadana). Se trataría de una Atención Primaria que
plantea un modelo diferente de relación entre profesionales y ciudadanos que trata de evitar la
dependencia de los segundos hacia los primeros, evitando la falsa creencia de que la salud
depende fundamentalmente de los médicos y que intenta superar la concepción del ciudadano
como mero consumidor de servicios sanitarios y del profesional como prestador de éstos. Se
trataría de una Atención Primaria que procura que el ciudadano y sus organizaciones ocupen un
papel protagonista en la promoción y cuidado de su salud.
Serán los políticos, gestores, profesionales sanitarios y la propia ciudadanía los que finalmente
influirán en las decisiones que determinen cual de los caminos se tome en la encrucijada que se
presenta.
El verdadero y principal reto del futuro será precisamente el de decidir el camino que se recorrerá
en la encrucijada descrita. Al elegir por la opción orientada a la comunidad y que contempla la
atención comunitaria y la promoción de salud como competencias de la Atención Primaria habrán
de tenerse en cuenta algunos elementos importantes.
Es necesario adecuar los servicios sanitarios y su prioridad a las necesidades reales de cada
comunidad a la que se atiende y es función de los centros de salud identificarlos en colaboración
con otros servicios y con la participación de los propios ciudadanos, mediante métodos
contrastados en la metodología de Atención Primaria Orientada a la Comunidad (APOC), que se
desarrolla en un artículo de ésta monografía ("Metodología de la Atención Primaria Orientada a la
Comunidad (APOC). Elementos para la práctica").
No se cuestiona la necesidad de una cartera de servicios común a todos los centros de salud del
territorio del Estado que garantice la equidad precisa, pero ello ha de ser compatible con la
flexibilidad necesaria para el desarrollo de intervenciones y servicios que den respuesta a las
necesidades propias de cada población. Las carteras de servicios uniformes y poco flexibles,
comunes a todos los equipos y para todas las poblaciones representan una barrera para la
adecuación de los servicios a necesidades cambiantes. Es imprescindible el reconocimiento
formal de las actividades comunitarias como servicios a incorporar entre las prestaciones de los
equipos de Atención Primaria, adecuándose siempre a necesidades identificadas.
La Atención Primaria debe destinar mayores recursos y sus profesionales más esfuerzos para la
promoción de la salud, procurando aumentar la capacitación y el acceso a la toma de decisiones
de los ciudadanos y sus organizaciones para el cuidado de su salud y en las propuestas de
mejora de los servicios sanitarios. Como horizonte de futuro debe favorecerse la participación
efectiva y concreta de la comunidad en la fijación de prioridades, la toma de decisiones y la
elaboración y puesta en marcha de estrategias de planificación para alcanzar un mejor nivel de
salud (Carta de Ottawa, 1986).
Una de las principales barreras y limitaciones para la Atención Comunitaria son las deficiencias
formativas para su correcto desarrollo, provocándose en ocasiones intervenciones sin el
imprescindible rigor metodológico, haciéndolas ineficaces y generando frustración entre los
profesionales. La formación continuada y muy prioritariamente la formación postgrado en el
programa de formación de medicina de familia es uno de los grandes retos del futuro inmediato y
será determinante para el desarrollo de la atención comunitaria a corto plazo. La formación no ha
de ir dirigida sólo a la adquisición de conocimientos y habilidades, siendo fundamental generar
también actitudes favorecedoras.
Visión
Promover una sociedad en la que los individuos, familias y comunidades puedan alcanzar su
máximo potencial de desarrollo, salud, bienestar y autonomía, y en la que trabajar por la salud se
asuma como una tarea de todos.
Misión
Facilitar un marco común para la promoción de la salud y la prevención primaria a lo largo del
curso de vida armonizando su integración en la cartera de servicios del sistema nacional de salud,
implicando activamente a otros sectores de la sociedad y promoviendo la participación de los
individuos y de la población para incrementar su autonomía y capacidad para ejercer un mayor
control sobre la salud.
Objetivo
Fomentar la salud y el bienestar de la población promoviendo entornos y estilos de vida
saludables y potenciando la seguridad frente a las lesiones.
Principios rectores
• Integralidad. Las actuaciones abordaran de manera conjunta los factores relacionados con los
principales problemas de salud, utilizando, siempre que sea posible, un enfoque multiestratégico,
priorizando y coordinando las políticas y actividades y teniendo en cuenta los aspectos físicos,
mentales y sociales de la salud.
• Evidencia. Las recomendaciones e intervenciones propuestas tendrán que estar respaldadas por
la evidencia de efectividad demostrada.
• Participación. La participación es esencial para la efectividad y sostenibilidad de las acciones de
promoción de la salud y prevención de la enfermedad. Los procesos de toma de decisiones tienen
que tener como centro a las personas.
• Sostenibilidad y Cohesión. Garantizar unos principios básicos comunes en promoción de la salud
y prevención en los diferentes ámbitos territoriales, basados en la mejor evidencia disponible,
buscando la equidad, así como la sostenibilidad y eficiencia del Sistema.
• Evaluación. Asegurar que las iniciativas y acciones propuestas se evalúan en cuanto al impacto
de las intervenciones, la implementación de su proceso en cada nivel operativo (nacional, regional
y local), los resultados intermedios y su impacto en salud y el bienestar a más largo plazo. La
evaluación de resultados y su seguimiento se consideran un instrumento de transparencia del
modelo.
• Salud en todas las políticas. La salud de la población es el resultado de la acción de diferentes
sectores por lo que, debe tenerse en cuenta el impacto de políticas y actividades públicas y
privadas en la salud, conciliando los objetivos de cada una ellas con la promoción y protección de
Ejes de acción
Poblaciones priorizadas
El ámbito de acción de esta Estrategia se plantea con una priorización temporal continua de las
actuaciones, de acuerdo a criterios de oportunidad y factibilidad. Así, para la primera fase de la
Estrategia se han priorizado dos poblaciones: la infancia (menores de 15), por su importancia
como inversión de futuro en salud, y los mayores de 50 años, por ser la población en la que se
acumulan los riesgos y problemas crónicos, así como un periodo esencial para prevenir el
Entornos de actuación
Promover estilos de vida saludable es una tarea compleja, ya que estos comportamientos
presentan diversos determinantes, además de las características personales, como son los
patrones socioculturales o las condiciones estructurales y del entorno. Aunque la adopción de
unos estilos de vida saludables es una decisión individual, el centrarse exclusivamente en este
comportamiento resultaría ineficaz, y se debe trabajar en crear un entorno social y medioambiental
adecuado donde estas opciones saludables sean fáciles de elegir. De ahí la importancia de
incorporar en esta estrategia el enfoque de los entornos promotores de salud.
Así, para la población menor de 15 años, se han identificado como entornos prioritarios de
intervención, además del sanitario, el educativo y el comunitario.
Factores abordados
Los factores que se abordan en esta Estrategia corresponden a aquellos que tienen importancia
desde el punto de vista del abordaje de la cronicidad, tal y como se puede extraer del análisis de
situación, así como el bienestar emocional y la seguridad del entorno con el objetivo de prevenir
lesiones no intencionales. En conjunto son:
- Alimentación
- Actividad física
- Consumo nocivo de alcohol
- Consumo de tabaco
- Bienestar emocional
- Seguridad del entorno frente a las lesiones
Por tanto, esta Estrategia se desarrolla en un eje tridimensional de acción: por poblaciones, por
entornos y por factores a abordar.
La propuesta final de intervenciones pretende integrar estos tres ejes teniendo en cuenta la
factibilidad.
Objetivo
Aumentar en 2 años la esperanza de vida en buena salud al nacer en España, para 2020.
En la primera fase:
1. Promover estilos de vida saludable, así como entornos y conductas seguras en la población
infantil mediante la coordinación de intervenciones integrales en los ámbitos sanitario, familiar,
comunitario y educativo.
2. Promover estilos de vida saludables durante el embarazo y el periodo de lactancia.
3. Promover el bienestar emocional en la población infantil.
4. Promover el envejecimiento activo y saludable en la población mayor de 50 años mediante la
intervención integral sobre estilos de vida saludables, así como sobre los entornos y conductas
seguras de manera coordinada entre los ámbitos sanitario y familiarcomunitario.
5. Prevenir el deterioro funcional y promover la salud y bienestar emocional en la población mayor
de 70 años potenciando la coordinación de intervenciones integrales en los ámbitos sanitario, de
servicios sociales y comunitario.
Para la elaboración de esta estrategia se ha empleado una metodología participativa que parte de
la implicación de los sectores profesionales relacionados con la salud, así como de las
administraciones sanitarias central y autonómica. La Subdirección General de Promoción de la
Salud y Epidemiología de la Dirección General de Salud Pública, Calidad e Innovación ha ejercido
la coordinación técnica. Se conformaron dos comités, que trabajaron en paralelo:
Comité institucional
Constituido por las personas designadas por las consejerías de salud de las Comunidades
Autónomas, así como representantes de centros directivos del Departamento relacionados con el
ámbito de acción de la Estrategia. Este Comité trabaja tanto en pleno como por delegación en
Grupos de trabajos constituidos para el desarrollo de la propuesta de intervenciones para cada
una de las poblaciones seleccionadas en la primera fase de la Estrategia (menores de 15 y
mayores de 50 años). Tiene las siguientes funciones:
- Contribuir a la formulación y priorización de los objetivos, intervenciones e indicadores.
- Aportar la información necesaria de la institución a la que representa para la formulación y
evaluación de la Estrategia.
- Favorecer la adopción de los acuerdos consensuados en el Comité en su institución, así como
validarlos con las autoridades correspondientes.
– Impulsar activamente la implantación de la estrategia en su administración.
Comité científico
Formado por representantes de diversas sociedades científicas de los campos más directamente
relacionados con el ámbito de la Estrategia y sus poblaciones priorizadas para la intervención. Las
funciones de este Comité son:
- Aportar la evidencia científica propia de su campo de conocimiento.
- Contribuir a la formulación y priorización de intervenciones e indicadores.
- Colaborar en la propuesta de contenidos del documento y revisión de los documentos
elaborados.
- Contribuir a la difusión e implementación de la Estrategia, en su organización.
- Contribuir a la evaluación de la misma.
Con el fin de avanzar en el principio de transparencia se ha solicitado, entre otros aspectos, que
los componentes de los Comités Institucional y Científico realicen una declaración de interés para
garantizar la transparencia del trabajo y la independencia de las conclusiones finales.
ANEXO I
(FAISEM).
g) La Fundación Pública Andaluza Progreso y Salud.
h) La Fundación Pública Andaluza Rey Fahd Bin Abdulaziz.
4. La persona titular de la Consejería estará asistida por un Gabinete cuya composición será la
establecida en su normativa específica. 5. A nivel provincial, la Consejería gestionará sus
competencias a través de los servicios periféricos correspondientes, con la estructura territorial
que se determine.
j) El impulso y coordinación de las políticas de acción exterior y de relación con la Unión Europea
en el ámbito sanitario, así como las de cooperación internacional parel desarrollo y la relación con
las organizaciones no gubernamentales, dentro del marco de las competencias propias de la
Consejería, en coordinación con las Consejerías competentes en materia de acción exterior y de
cooperación internacional para el desarrollo.
k) La planificación general y la ordenación territorial sanitaria de la Comunidad Autónoma de
Andalucía, así como el seguimiento y control de los instrumentos que reconocen y garantizan el
derecho a la atención sanitaria.
l) La definición y evaluación de las prestaciones sanitarias de Andalucía, así como la coordinación
con el conjunto del Sistema Nacional de Salud en materia de centros y servicios de referencia.
m) La definición, tutela y seguimiento de los Contratos-Programa y de los planes de actuación
elaborados por la Consejería.
n) El impulso de las políticas de promoción de la igualdad y de todas aquellas políticas que
favorezcan la conciliación de la vida personal, familiar y laboral en el ámbito del Sistema Sanitario
Público de Andalucía, sin perjuicio de las competencias que en materia de conciliación tiene la
Consejería competente en materia de políticas sociales.
ñ) La coordinación de todas las actuaciones en materia de transparencia pública, sin perjuicio de
las competencias de las personas titulares de los órgano directivos en esta materia, de acuerdo
con lo establecido en la normativa vigente en materia de transparencia pública de Andalucía.
o) La orientación, tutela y control técnico de la Escuela Andaluza de Salud Pública S.A.
3. Asimismo, le corresponde la alta dirección, impulso y coordinación de las actuaciones de los
distintos órganos directivos de la Consejería.
4. Igualmente, velará por el cumplimiento de las decisiones adoptadas por la persona titular de la
Consejería y llevará a cabo el seguimiento de la ejecución de los programas de la Consejería, y la
comunicación con las demás Consejerías, Organismos y Entidades que tengan relación con la
misma.
como la gestión y seguimiento de los Convenios suscritos con las Universidades o con otras
instituciones públicas o privadas en materia de formación e investigación.
i) La coordinación y evaluación de las políticas de calidad en los organismos y entidades
dependientes de la Consejería.
j) La elaboración y fomento de políticas de innovación organizativa, asistencial y tecnológica en el
ámbito de la Consejería, así como la promoción de proyectos de innovación tecnológica en
colaboración con los sectores académicos e industriales.
k) La habilitación para el ejercicio profesional, la certificación y el reconocimiento de las
cualificaciones profesionales obtenidas en los Estados miembros de la Unión Europea que, en
razón de la materia, correspondan a la Consejería competente en materia de salud.
l) La coordinación de la política de investigación biosanitaria con el Plan Andaluz de Investigación,
de desarrollo e innovación.
m) El diseño, promoción y evaluación de políticas destinadas a incrementar la seguridad del
paciente y a reducir los riesgos de la atención sanitaria.
n) El diseño y coordinación de una estrategia de excelencia en materia de investigación, desarrollo
e innovación en salud.
ñ) La planificación y coordinación de la formación de especialistas en ciencias de la salud en el
Sistema Sanitario Público de Andalucía, el impulso de estrategias de mejora de la calidad e
innovación de la metodología docente y el seguimiento de su implantación en el marco de las
estrategias de calidad de la Consejería.
o) La planificación estratégica de los programas de formación continuada de los profesionales del
Sistema Sanitario Público de Andalucía, en el marco definido por las políticas de calidad y
acreditación de competencias.
p) El estudio de la demografía de los profesionales sanitarios de acuerdo con las necesidades de
la sociedad y del Sistema Sanitario Público de Andalucía y la planificación de las medidas de
adaptación a las mismas, dentro de su ámbito de competencias y en colaboración con el resto de
instituciones implicadas.
q) La evaluación de las tecnologías sanitarias y el desarrollo de los proyectos de evaluación de
dichas tecnologías sobre los productos, equipos, técnicas y procedimientos clínicos, así como de
los sistemas organizativos en los que se desarrolla la atención sanitaria, de acuerdo a criterios de
seguridad, eficacia, efectividad y eficiencia, y en base a su valoración ética, clínica, económica y
social.
r) Y en general, todas aquellas que le atribuya la normativa vigente y las que expresamente le
sean delegadas.
evaluación del Plan Andaluz de Salud, y el desarrollo y la evaluación de los planes integrales y
sectoriales.
b) El control de las enfermedades y riesgos para la salud en situaciones de emergencia sanitaria,
la coordinación y comunicación del riesgo en salud pública, la organización de la respuesta ante
situaciones de alertas y crisis sanitarias, así como la gestión de la Red de Alerta de Andalucía y su
coordinación con otras redes nacionales o de Comunidades Autónomas.
c) La dirección y coordinación de los sistemas de información de vigilancia en salud de Andalucía.
d) Las autorizaciones administrativas sanitarias en las materias que afecten al ámbito
competencial de la Dirección General.
e) La dirección, ejecución y evaluación de las competencias que corresponden a la Consejería en
materia de promoción, prevención, vigilancia, protección de la salud y salud laboral, así como el
control sanitario y la intervención pública en seguridad alimentaria, salud ambiental y otros
factores que inciden sobre la salud pública.
f) La gestión y ejecución de la acción territorial en salud pública, incluido el asesoramiento a los
planes locales de salud, sin perjuicio de las competencias municipales en esta materia.
g) La gestión y ejecución de la evaluación del impacto en salud, en los términos que establece la
Ley 16/2011, de 23 de diciembre, de Salud Pública de Andalucía.
h) La definición e impulso de las políticas de acción local y comunitaria en salud, así como la
promoción de la participación activa de la ciudadanía en las políticas de salud.
i) La ordenación farmacéutica en el ámbito de la Comunidad Autónoma, así como la planificación y
la autorización de establecimientos farmacéuticos en el ámbito de la Consejería.
j) La coordinación general de los programas de Farmacovigilancia, así como de los convenios que
se suscriban a tal fin.
k) Las competencias que corresponden a la Comunidad Autónoma de Andalucía en materia de
productos sanitarios.
l) El control, en el ámbito de las competencias de la Comunidad Autónoma de Andalucía, de la
publicidad y propaganda comercial de los medicamentos de uso humano y productos sanitarios,
productos, actividades o servicios con pretendida finalidad sanitaria y aquellos otros sometidos a
reglamentaciones técnico-sanitarias.
m) La ordenación, inspección y sanción en materia de infracciones sanitarias, en su ámbito de
actuación dentro de las competencias asignadas a la Dirección General.
n) Y en general, todas aquellas que le atribuya la normativa vigente y las que expresamente le
sean delegadas.