Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Señores
HONORABLES MAGISTRADOS SALA DE CASACIÓN PENAL
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA.
1 Solo se hace mención de los sujetos procesales que intervinieron en la Audiencia del Juicio Oral.
1
Representante de EVARISTO RAFAEL RODRÍGUEZ
Victima:
2
5. Las partes expusieron los alegatos de apertura. La Fiscalía presentó
las pruebas decretadas, incorporó 14 estipulaciones probatorias y se
le recibieron los testimonios de FREDY MIGUEL SOCARRÁS
REALES, ORLANDO ELIÉCER GRANADOS, MARTHA FABIOLA
FIGUEROA FERNÁNDEZ, CARLOS ADOLFO HERNÁNDEZ DÍAZ
y MAURICIO PIMIENTA NARANJO; y a instancia de la defensa, se
escucharon los testimonios de KARINA LEONOR RINCÓN
JIMÉNEZ, JEAN CARLOS TORRES BRAVO, ELEUTERIO GARCÍA
POVEDA y MARTHA MONTERO VARÓN.
3
En este mismo sentido, se declaró la procedencia de la inhabilidad
sobreviniente contenida en el artículo 30, numeral 10 de la Ley 617 de
2000, para el ejercicio del cargo de Gobernador del Cesar. Se decidió
negar la suspensión condicional de la ejecución de la pena y se
concedió la prisión domiciliaria del artículo 38 y 38B del Código Penal.
CARGO PRINCIPAL
4
de segunda instancia, revoque el fallo impugnado y, en su lugar, dicte
una sentencia absolutoria (IV).
I
LOS FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN Y EL PROBLEMA
JURÍDICO
5
que él es un ejemplo lacerante de uno de las mayores crisis sociales de
todos los tiempos: la que se refiere al desplazamiento forzado de
personas. Y allí se encuentra una indeseable, pero real y presente
limitación al derecho de propiedad. Las invasiones, causadas por los
desplazamientos internos forzados, evidencian tensiones extremas
entre el derecho de propiedad (siempre merecedor de la tutela estatal)
y los derechos a la vida y a una vivienda digna.
6
Constitucional queda muy bien planteada la enorme dimensión del
problema social y, por supuesto, la tensión de los derechos de las
víctimas del desplazamiento forzado y las víctimas de las invasiones.
7
constitucional ha resaltado que éstos tienen, en términos
generales, un derecho a recibir en forma urgente un trato preferente
por parte del Estado. Este derecho al trato preferente constituye,
en términos de la Corte, el “punto de apoyo para proteger a quienes
se hallan en situación de indefensión por el desplazamiento forzado
interno”, y debe caracterizarse, ante todo, por la prontitud en la
atención a las necesidades de estas personas, ya que “de otra
manera se estaría permitiendo que la vulneración de derechos
fundamentales se perpetuara, y en muchas situaciones, se
agravara”. (….)
8
emprendido una verdadera cruzada para obtener el derecho a una
vivienda digna. Entre las estipulaciones probatorias está la de «Que los
habitantes del sector denominado “Tierra Prometida”, para la fecha de
los hechos, estaban cubiertos por protección constitucional al derecho
a su vivienda digna» (Estipulación 7). Eso quiere decir que ese hecho
no puede ser objeto de debate, ni menos de desconocimiento. Además,
corresponde a una realidad de fácil verificación. Para ello es suficiente
con leer el contenido de la sentencia T-946 de 2011.
9
Constitucional que declaró el estado de cosas inconstitucional en
materia de desplazamientos. En segundo lugar, adviértase que es
anterior a los fallos de tutela de la judicatura de Valledupar.
10
“El catorce (14) de abril de 2011, el Juzgado Segundo Civil del
Circuito de Valledupar concedió la tutela al derecho fundamental a
la vivienda digna de los accionantes. El a-quo señaló que las
entidades accionadas no habían implementado programas o
medidas tendientes a garantizar el derecho a la vivienda digna de
los accionantes, por lo que, de conformidad con la jurisprudencia
constitucional sobre la materia, resultaba necesario proteger los
derechos de los accionantes. En consecuencia, el juez de tutela
ordenó al alcalde de Valledupar mantener la suspensión de la
diligencia de desalojo sobre el predio en mención “hasta tanto
no se haya logrado una solución definitiva a la problemática
de vivienda de los accionantes a través de su reubicación u
otra solución que les garantice su derecho fundamental a una
vivienda digna”. Igualmente, ordenó tanto al Alcalde de
Valledupar como al Gobernador del Cesar “conformar los
comités Municipales y Departamentales para la atención
integral de la población desplazada del municipio de
Valledupar, de acuerdo con lo preceptuado en los artículos 7º
de la ley 387 de 1997 y 29 y siguientes del Decreto 2569 de
2000, con el objeto de establecer los programas y mecanismos
de reubicación y estabilización económica de los accionantes
desplazados ocupantes de los predios referidos en el libelo, y
en particular, se le ofrezca una solución de vivienda digna real
y efectiva a los actores”. (Resalta la defensa)
11
RUPD, para que puedan tener acceso a cada una de las ayudas
humanitarias a que tengan derecho”. (Resalta la defensa)
12
adelanten las gestiones idóneas y necesarias para que en un
término inferior a tres (3) meses, si existe un plan de vivienda
para la población desplazada dentro de los planes de
desarrollo municipales y departamentales, incluya a los
accionantes en el mismo, y en caso de que no exista un plan
para ello, en el término de seis (6) meses se deberá adoptar un
plan municipal de realización plena del derecho a la vivienda
digna que se incorpore a los planes municipales y
departamentales de desarrollo, para lo cual, las respectivas
autoridades municipales, departamentales y nacionales,
deberán diseñar y ejecutar todas las medidas a su alcance
para solucionar el problema de vivienda planteado con la
ocupación del inmueble.
13
“Séptimo.- COMUNICAR la presente decisión al señor Defensor del
Pueblo para que para que directamente o a través de su delegado,
realice el seguimiento al cumplimiento de las decisiones contenidas
en el presente fallo, y si lo considera pertinente informe a las
autoridades y a esta Corte sobre los avances y las dificultades que
su ejecución conlleve.” (Resalta la defensa)
II
EL NÚCLEO DEL PROBLEMA JURÍDICO
14
Las personas que habitaban en el año 2011 las invasiones en
Valledupar, incluyendo “Tierra Prometida”, vivían en condiciones de
extrema vulnerabilidad. (Estipulación 8)
El núcleo del problema penal al que este proceso debe resolver, está
representado en el documento del 16 de octubre de 2011. Tampoco hay
discusión sobre su autenticidad, ni sobre su contenido. Se ha aceptado
que está suscrito tanto por el procesado como por algunos ocupantes
15
de “Tierra Prometida”. Así quedó consignado en la estipulación número
5:
16
De modo que la única y fundamental discrepancia entre la teoría de la
Fiscalía, acogida por la Sala de Primera Instancia, y la defensa, consiste
en la lectura que se le da a esta frase: “…. me comprometo con la
comunidad del barrio tierra prometida y la junta directiva del
mismo a cumplirle el compromiso (sic) de mantenerlos quieta y
pasivamente en dicho inmueble ocupados (sic) por ello (sic) en los
terrenos del señor OSCAR GUERRA BONILLA…” (Resalta la
defensa)
2 Página 12
3 Página 33
4 Página 44
17
Así reseñó la Sala el contenido del documento:
5 Ese reproche de la defensa no es nuevo, ya había sido expuesto por este defensor en los alegatos
finales, frente al cercenamiento del documento reflejado en los alegatos de cierre de la Fiscalía,
Víctima y Ministerio Público. Así lo expuso la defensa: “… la situación de quietud y pasividad, su
señoría, que está en ese texto y nadie ha negado el contenido de ese texto y que el candidato lo
hubiese suscrito, en ningún momento, en ningún segundo eso ha sucedido, nadie ha negado eso,
pero esa expresión de quietud y pasividad ni siquiera aparece allí con un criterio de indefinida, de
permanente, jamás, está atada estrictamente y así debe entenderse a los dos contextos
subsiguientes: acatar las decisiones judiciales que protegen los derechos de las
comunidades desplazadas y a incluir proyectos de vivienda digna en su programa como
gobernador de la gobernación del Cesar.” Cfr. Juicio Oral. Sesión del 30 de junio de 2020. Record:
1:31:06
18
Por otro lado, no admite réplica que, para la época de los hechos, por
decisión de la Alcaldía Municipal de Valledupar se había decidido
suspender de manera indefinida la diligencia de desalojo. Como ya
se dijo, está decisión es con varios meses anterior a la fecha de
suscripción del documento, erróneamente calificado de ilegal, e incluso
anterior a los fallos de tutela que no hicieron más que refrendar esa
suspensión. El fallo de primera instancia ordenó al alcalde de
Valledupar mantener la suspensión de la diligencia de desalojo y
el de segunda confirmó esta orden.
Ningún esfuerzo de interpretación hay que hacer para concluir que, para
el 16 de octubre de 2011, fecha de suscripción del compromiso, los
desalojos estaban suspendidos por doble vía: por decisión de la Alcaldía
Municipal de Valledupar6 y por orden de plurales jueces
constitucionales7.
6Resolución No. 00085 de del 4 de abril de 2011, dictada por la Alcaldía de Valledupar.
7Sentencias de tutela del 14 de abril de 2011 y 1 de junio de 2011, dictadas respectivamente por
Juzgado Segundo Civil del Circuito de Valledupar y Sala Civil Familia Laboral del Tribunal Superior
de Valledupar.
19
Ese es, a no dudarlo, el sentido de la protección constitucional, al
suspender la diligencia de desalojo hasta tanto no se les garantizara los
derechos fundamentales conculcados. El de que permanecieran en los
lugares ocupados, de modo, pacífico, sosegado, sin turbación o
alteración, hasta que no se cumplieran las muy precisas condiciones
de los fallos.
Cabe aquí una aclaración más: cuando el escrito referido se firmó, aun
no se había dictado la sentencia T - 946 que tiene como fecha el 16 de
diciembre de 2011 y que según el señor Fredy Miguel Socarras Reales,
dada su calidad de alcalde de Valledupar, la sentencia T-946-2O11 le
fue notificada en junio de 20128.
20
posibilidad de ser desalojados a la fuerza, es decir quieta y
pasivamente.
III
RÉPLICA PUNTUAL A LAS CONSIDERACIONES DEL FALLO
21
notoria respecto de la identificación de los elementos probatorios (i); en
el segundo se refutarán los fundamentos de la supuesta ilegalidad del
ofrecimiento realizado por el procesado en el documento del 16 de
octubre de 2011 (ii) y en el tercero, se expondrán, por ejes temáticos,
los errores de apreciación probatoria más relevantes (iii).
22
Record: 2:31:05; y, de 2020. En esa
2:36:29. fecha y en esos
records rindió
declaración de la
señora MARTHA
MONTERO.
La sesión de 10 de
Cfr. Juicio oral. septiembre de 2019
Sesión de 10 de quedó registrada en
4 53 No. 81 septiembre de 4 archivos, en
2019. Record: ninguno se ubica el
30:32 record reseñado en
el fallo.
Cfr. Juicio oral.
Sesión de 10 de
5 57 No. 98
septiembre de
2019.
Cfr. Juicio oral. No indica el record en
“Sesión de 10 de que se apoya esa
6 58 No. 100
septiembre de 2029 motivación.
(Sic)”
7 58 No. 104 Cfr. Juicio oral.
8 59 No. 109 Sesión de 10
septiembre de 2020
9 60 No. 112
23
Cfr. Juicio oral. No indica el record en
13 60 No. 114 Sesión de 12 de que se apoya esa
septiembre de 2020 motivación.
25
Cfr. Juicio
oral. apoya esa
motivación.
27 58 No. 105 Sesión de 30 de
junio de 2020
9 Página 47.
26
encaminado a mantener “quieta y pasivamente” a los ocupantes de las
invasiones ilegales en los predios de particulares, lo cual configuró “una
promesa de dádiva que afectó la autonomía del elector”.
10 Página 47
11 Ibídem.
27
propiedad privada y el litigio debía ser solucionado por las
autoridades competentes observando el debido proceso, derivado
del principio de legalidad, pilar de todo Estado Social y Democrático
de Derecho.” 12 (Resalta la defensa)
12 Página 48.
13 Ibídem.
28
i) De la lectura del documento del 16 de octubre de 2011 no se
infiere, directa o indirectamente, que el procesado se hubiese
comprometido a interferir en el proceso policivo. Tampoco que él
haya promovido los asentamientos ilegales.
29
El testigo también aclaró que los fallos de tutela, mediante los
cuales se mantuvo la suspensión del desalojo, eran anteriores a la
fecha en la que, tanto él como el señor LUIS ALBERTO
MONSALVO GNECCO, se posesionaron como alcalde y
gobernador respectivamente15.
30
Valledupar y la Sala Civil Familia Laboral del Tribunal Superior de
Valledupar. Esas decisiones habían ordenado la suspensión de los
procesos policivos, hasta tanto se ofreciera una solución de vivienda
digna a los afectados.
31
era, eso fue lo que usted le respondió a la Fiscalía doña
Martha?”
Esa pieza del juicio oral es importante porque la Fiscal refiere a lo dicho
por la testigo en la primera entrevista que ofreció a los investigadores
de la Fiscalía, a lo cual la deponente asiente, sin que pueda oponerse
tacha de parcialidad alguna a esa atestación.
32
Prometida” y el conocimiento que el procesado tenía de dicha
circunstancia; iv) El propósito del documento del 16 de octubre de 2011;
v) El supuesto indicio sobre el propósito del 16 de octubre de 2011 y,
finalmente, vi) La idoneidad de la promesa.
18 Página 50
33
se constata que juzgador adicionó un elemento importante. Esto fue lo
que en realidad dijo el señor ELEUTERIO:
34
del 12 de septiembre de 2019. Esa sesión del juicio oral quedo
registrada en cinco archivos digitales y en ninguno de esos archivos el
record 21:20 corresponde a esa temática.
35
Testigo: “Si yo le dije que no estaba presente …”
36
c) Contrario a lo afirmado en el fallo, si bien, en su momento la
Fiscal encargada manifestó su interés de impugnar la credibilidad
de la declarante y para ello confrontó a la testigo, lo único cierto
es que no utilizó la técnica correcta para incorporar al juicio24, en
debida forma, el fragmento de la versión anterior donde
supuestamente la deponente había rendido una versión
contraria25. Tampoco hizo lo propio el Fiscal en su intervención
final en la audiencia de juicio, esto es, proponer a la Sala de
Juzgamiento que desestimara en todo o en parte la declaración
de la testigo.
24 Conviene en este punto tener presente el auto de 7 de marzo de 2018, M.P. Patricia Salazar, AP
948-2018, radicación 51882, en el cual se indica cuál es la técnica correcta para impugnar
credibilidad e incorporar fragmentos de declaraciones anteriores no practicadas en la audiencia de
juicio. Se destaca el siguiente fragmento: “(i) a través del contrainterrogatorio, mostrar la existencia
de la contradicción u omisión (sin perjuicio de otras formas de impugnación); (ii) darle la oportunidad
al testigo de que acepte la existencia de la contradicción u omisión (si el testigo lo acepta, se habrá
demostrado el punto de impugnación, por lo que no será necesario incorporar el punto concreto de
la declaración anterior), (iii) si el testigo no acepta el aspecto concreto de impugnación, la parte podrá
pedirle que lea en voz alta el apartado respectivo de la declaración, previa identificación de la misma
- Esto es, que la reconozca como la declaración que rindió antes del juicio, bien porque allí esta su
firma, ora por cualquier otra razón que le permita identificarla- sin perjuicio de que esa lectura la
pueda realizar el fiscal o el defensor, según el caso; y (iv) la incorporación del apartado de la
declaración sobre el que recayó la impugnación se hace mediante la lectura, mas no con la
incorporación del documento (cuando se trate de declaraciones documentadas), para evitar que
ingresen al juicio oral declaraciones anteriores, por fuera de la reglamentación prevista para cada
uno de los usos posibles de las mismas.”
25 Sobre la incorporación de las versiones anteriores y la limitación del juzgador resulta oportuno
acudir al fallo 13 de mayo de 2020, rad. 47909, M.P José Francisco Acuña. Se destaca el siguiente
fragmento: “En el modelo de enjuiciamiento acusatorio, toda prueba debe practicarse y controvertirse
en el juicio oral, en presencia del juez de conocimiento. Este es el escenario natural del debate
probatorio. Después de este momento procesal no hay espacio para la práctica de pruebas en
ninguna de las instancias, ni en casación. Esto impone afirmar que los motivos de impugnación que
requieren base probatoria, deben plantearse y debatirse necesariamente en el juicio oral, porque
después ya no habrá lugar a la incorporación de pruebas, y al juzgador no le es permitido apoyarse,
para fundamentar sus decisiones, en material probatorio que no han sido sometido a los
requerimientos de los principios de publicidad, inmediación y contradicción.”
37
documento del 29 de septiembre de 2011, firmado también entre el
procesado y la comunidad de Enmanuel, el juzgador da por confirmada
la existencia de un modus operandi.
38
no lo habían elaborado el Secretario del señor Abogado me lo hizo
llegar a la comunidad ya firmado por el Dr. Luis Alberto Monsalvo
…”26
39
en muchos aspectos, también es cierto que según el testigo ORLANDO
ELIÉCER GRANADOS SANGUINO, el documento del 29 de septiembre
de 2011 (Enmanuel) estaba previamente firmado por el procesado,
mientras que según ELEUTERIO GARCÍA POVEDA29 y su esposa, la
también declarante MARTHA MONTERO VARÓN30, el documento del
16 de octubre de 2011 (Tierra Prometida) fue firmado por ellos antes de
que lo hiciera el procesado. Amén de que el sustento fáctico que refiere
al documento de 29 de septiembre de 2011 (Enmanuel), no fue parte de
los hechos juridicamente relevantes que sustentaron la acusación.
40
de parar un “inminente desalojo”. Ese desacierto condujo al juzgador a
una perspectiva equivocada, la de que el voto de los ciudadanos fue
condicionado a la promesa de dejarles “quieta y pasivamente” en los
terrenos invadidos, ante una circunstancia apremiante de la cual se
había aprovechado el procesado.
Esa errada tesis fue repetida, con matices, siete (7) veces en el fallo
impugnado, como se reseña en la siguiente tabla.
4 53
41
“Por su parte, MARTHA FABIOLA FIGUEROA
FERNÁNDEZ admitió haber visitado en la sede de la
campaña a MONSALVO GNECCO, con el fin de
enterarlo de la problemática que los aquejaba logrando
que los visitara en la invasión, ocasión en la cual expuso
su plan de gobierno y ellos le expresaron su condición
de invasores y el inminente desahucio ordenado por
las autoridades administrativas.” (Resalta la defensa)
42
La Resolución No. 00085 del 4 de abril de 2011, dictada por la Alcaldía
de Valledupar, por medio de la cual se suspendió de forma indefinida el
proceso policivo y la orden de desalojo, sumada a las sentencias de
tutela dictadas por el Juzgado Segundo Civil del Circuito de Valledupar
y la Sala Civil Familia Laboral del Tribunal Superior de Valledupar, son
suficientes para desvirtuar el contenido de las motivaciones reseñadas
en la tabla anterior con los números 1, 2 y 5, porque, por un lado, no
fue el procesado quien ordenó la suspensión del proceso policivo
sino la autoridad administrativa y consiguientemente los jueces de
tutela y, por otro, la acción de tutela fue radicada por los habitantes
de esas comunidades mucho antes de que el procesado decidiera
hacer campaña política en esos territorios. Adicionalmente, basta
con leer la sentencia T-946-2O11, para advertir que la suspensión del
desalojo no era la única ni la principal pretensión de los
solicitantes del amparo.
43
en la sede de campaña exactamente cómo se llevó a cabo
esa primera reunión?”
Fiscal: “Si”
44
Testigo: “No, pues, nosotros lo recibimos en la comunidad y llegó y
nos saludó y el habló sobre su plan de gobierno … el señor
Luis Alberto Llega a la comunidad y allí es donde yo lo
saludo y tengo contacto con él directamente desde ese día,
luego él habló de su plan de gobierno y todo eso y luego se
marchó, allí fue la única vez que yo tuve contacto con el
doctor Luis Alberto Monsalvo…” 33.
45
i) Carece de coherencia y sentido lógico que el procesado
condicionara el voto de los firmantes del documento del 16 de
octubre de 2011(Tierra Prometida) y de toda esa comunidad, a la
suspensión de un proceso policivo y de un desalojo que ya estaba
suspendido por la Alcaldía de Valledupar y por los jueces
constitucionales, realidad de sobra conocida por la comunidad y
sus líderes, dado que ellos fueron los promotores de las acciones
de tutela.
46
juzgados de Valledupar que ampararon los derechos fundamentales a
la vivienda digna de los ocupantes del predio” y ii) “incluirlos en los
proyectos de construcción de viviendas dignas requeridas en ese
sector”, tal y como reza en el documento del 16 de octubre de 2011 y la
estipulación No. 5. Sumida en ese error, la Sala incurrió, otra vez, en
uno más grave, consistente en distorsionar lo dicho por los testigos para
hacerles decir, de forma sincronizada, que el “propósito perseguido con
la suscripción del documento no fue otro que evitar el desalojo”.
47
diferenciación es clave porque si bien el contenido de los documentos
es similar, éstos fueron firmados por personas pertenecientes a
comunidades diferentes y el propósito de una y otra podría no
corresponder. La afirmación acerca de la similitud en el propósito de
los dos documentos debe resultar de la valoración de las pruebas, en
su integridad, más no constituir la premisa de un ejercicio de
confirmación.
3 53
48
“Los líderes CARLOS ADOLFO HERNÁNDEZ DÍAZ,
ORLANDO ELIÉCER GRANADOS SANGUINO y
ELEUTERIO GARCÍA POVEDA, por su parte,
aseguraron que la firma del documento tuvo como
propósito dejar constancia sobre la situación precaria
en la que se encontraban y comprometer al candidato
para que los dejara en el predio y les proveyera
vivienda digna. La interacción directa con la comunidad
le debió transmitir, desde luego, las necesidades
apremiantes que tenían, la permanencia en el lugar y
la solución de vivienda.” (Resalta la defensa)
49
Veamos en primer lugar, cuál era el propósito del documento del 16 de
octubre de 2011(Tierra Prometida), según sus firmantes.
50
situación precaria en la que se encontraban y “comprometer al
candidato para que los dejara en el predio”. Esos elementos los atribuye
el fallo impugnado a las declarantes con el fin de presentar una falsa
impresión de sintonía en los elementos probatorios.
51
“… el propósito es que a veces uno como que no confía en los
políticos, entonces a veces pues uno dice, bueno vamos a hacer
unos acuerdos políticos, vamos a hacer algunas cuestiones, pero
uno no conoce a nadie, no conoce, no conocíamos al doctor
Monsalvo por eso pues hicimos vamos a llamar la atención, en
otras palabras, queríamos llamar la atención de los de que los
políticos se apersonaran, no solamente él, todos los políticos se
apersonaran del desorden social que vivíamos los desplazados de
aquí para allá y de allá para acá, entonces queríamos llamar la
atención ese era nuestro objetivo…”39
52
GNECCO sino del señor ÓSCAR ÁLEX GUERRA BONILLA. Hacer
extensiva esa afirmación para incluir al procesado es ir más allá de lo
dicho por el testigo y distorsionar el sentido de su declaración.
53
ORLANDO ELIÉCER GRANADOS SANGUINO, por su parte, afirmó
que no tuvo conocimiento de la firma del documento del 16 de octubre
de 2011, entre la Comunidad de Tierra Prometida y el Procesado43, sin
embargo, los miembros de esa comunidad le contaron sobre su
existencia. Esto fue lo que el testigo manifestó que le contaron:
Fiscal: “¿Cuándo dice eran muy similar en qué varía el uno del
otro?”
54
Testigo: “Pues si el contenido siempre, el objetivo siempre era, el
objetivo de la vivienda, por eso es que se firmaron los
documentos para que, porque en otras ocasiones algunos
políticos hacen promesas verbales y no las cumplen,
nosotros buscamos que firmando un documento se
cumpliera, dentro de lo que cabe en la constitución, para
que nos dieran una solución habitacional a cada uno de
nosotros”
Fiscal: “¿Cuándo usted dice que era distinto y que varía un poco
quiere contarles a los señores magistrados en qué es lo
que usted dice que varía?”
55
3.3.5. El indicio velado sobre el propósito del documento del 16 de
octubre de 2011 (Tierra Prometida).
56
“Aspecto que debe contextualizarse en el sentido que
los líderes de las comunidades Tierra Prometida y
Emanuel, MARTHA FABIOLA FIGUEROA
FERNANDEZ y CARLOS ADOLFO HERNÁNDEZ
DÍAZ, admitieron que cuando se acercó el desalojo
en junio de 2012, episodio advertido por el alcalde
2 60
FREDY MIGUEL SOCARRÁS REALES, marcharon
hacia las instalaciones de la gobernación a exigir el
cumplimiento de los pactos firmados por el
procesado, exhibiendo los documentos contentivos de
acuerdos, entre ellos, el de 16 de octubre de 2011.”
(Resalta la defensa)
Basta con leer esas motivaciones para constatar, al igual que en el sub-
acápite anterior, la existencia de errores metodológicos evidentes:
57
declaración. Realizado un ejercicio integral de verificación, se
constataron las declaraciones en su verdadera ubicación en el
expediente:
58
haya sido “exigir el cumplimiento de los pactos firmados por el
procesado”
59
Prometida), si no del documento del 29 de septiembre de
2011(Enmanuel) el cuál no contenía la expresión “quieta y
pasivamente”.
Testigo:
“… si la gente llevaba unos documentos”
60
ocurrían protestas, también dijo que los miembros de la comunidad
exhibieron el documento, sin precisar quiénes, además, que escuchó
que los dirigentes exigían, no la suspensión del desalojo como
consecuencia del pacto, sino el cumplimiento de la promesa de
campaña de las viviendas para sus familias.
61
específica motivación, no obstante, el argumento en sí mismo tiene sus
propias deficiencias.
62
ninguno de los 9 registros supera las 2 horas de duración.
63
como origen o causa la socialización del documento del 16 de octubre
de 2011(Tierra Prometida) y menos aún que el procesado haya sido el
“único candidato que les aseguró el beneficio que buscaban”.
IV
LA NECESIDAD DE UNA SENTENCIA ABSOLUTORIA.
64
Sala en el entendimiento y solución de este caso siempre está presente
el derecho a la propiedad privada. Por eso se ha dicho que algunas
consideraciones del fallo serían más pertinentes en una acción policiva
de amparo a la posesión por hechos perturbatorios, que en un proceso
penal por el delito de corrupción al elector. El juzgador, ni siquiera el
acusador, tornó en superlativo el derecho de propiedad y minimizó el
derecho de los desplazados. Insiste la defensa: obviamente el estado
debe amparar el derecho de la propiedad, pero cuando como en este
caso hay tensión de derechos, debe hacerse la ponderación que ya
había hecho, para entonces, la Alcaldía de Valledupar y los jueces
constitucionales.
65
Cuando la sala dice de los desplazados que su situación no las legitima
para que en procura de solucionar su derecho a la vivienda violenten la
propiedad privada de otra persona, hace una muy grave afirmación.
Ojalá se trate de un simple lapsus y no sea ese el verdadero.
66
reconocerlo sería tanto como causar grave afrenta a millones de
compatriotas que han pasado por un suplicio francamente inhumano.
Obviamente, también les caben los calificativos de vulnerables,
desprotegidos, marginados y necesitados y la de informados,
diligentes, luchadores y persistentes.
Todo esto parece tan lógico y coherente que uno se admira de ver cómo
en este asunto, ¡y por estos hechos! haya una persona condenada a
más de 5 años de prisión, amén de la inhabilidad permanente y de otras
penas accesorias, con todas las ingentes aflicciones que eso entraña
para esa persona y los suyos.
67
caso cuenta la historia de un astuto e inmoral candidato que persigue a
unos incautos y vulnerables para corromperlos ofreciéndoles gajes
personales a cambio de su voto, sería un desatino tan inmenso como
injusto.
68
Parece que no advierte que esa suspensión hace parte fundamental de
las decisiones que protegían los derechos a una vivienda digna de los
accionantes. Por otra parte, simplemente desatiende lo restante del
documento, que alude precisamente al derecho a la vivienda y a las
decisiones de los jueces en esa materia. Era carga de la Sala de
Primera Instancia demostrar, sin resquicio de duda, que el señor
Monsalvo ofreció una dádiva con el contenido jurídico penal exacto,
para las graves consecuencias punitivas que conlleva el delito de
corrupción al sufragante. Pero en lugar de hacerlo, simplemente a ese
comportamiento le adhiere el título de dádiva, sustituyendo el concepto
por el de promesa ilícita, sin dar razones convincentes de esa gravísima
afirmación. Al contrario, la defensa ha demostrado sin hesitación que se
trataba llanamente del reconocimiento de un hecho, ya declarado por
vía de acción constitucional.
69
propuestas de campaña. Entonces, ¿en dónde está la ilegalidad del
pacto? ¿en dónde la dádiva corruptora?
[…]
71
que de suyo conllevaría a un desgaste inútil de la administración de
justicia.
72
empadronamiento, ni seguimientos, ni vigilancia a los electores, como
el proceso lo evidencia y como se ha demostrado hasta la saciedad en
el curso de esta alegación. Su proceder, fue correcto, diáfano. Por
eso merece su absolución.
CARGO SUBSIDIARIO
73
de la dádiva. En tal sentido, la subsidiaridad se explica solamente en el
supuesto hipotético de que la Sala de Casación de la Corte estime que
la conducta es típica, entonces la solución del asunto debería darse en
el plano subjetivo por error.
I
LAS CONSIDERACIONES DEL FALLO SOBRE EL ERROR DE TIPO
74
jurídico, preservado en la Carta Política, el cual no se puede
violentar.”56
56 Página 61 a 62
75
II
REFUTACIÓN DE LAS CONSIDERACIONES SOBRE EL ERROR DE
TIPO.
La Sala acudió al precedente CSJ SP135-2014, rad. 35113 para fijar las
premisas normativas del caso, en cuya cita no hay incorrección alguna,
sin embargo, sostuvo que el “Yerro que implica un problema sobre la
comprensión en relación con los hechos constitutivos de la conducta
punible, que debe ser inevitable, esto es, que el agente no pueda
superar el error en que se encuentra.” (Resalta la defensa).
76
negligencia. Y, el error de tipo vencible es aquella falsa
representación que el autor había podido evitar o superar si hubiere
podido colocar el esfuerzo, el ejercicio representativo a su alcance
y que le era exigible, es decir, el error que le era dado superar
atendiendo a las condiciones de conocimiento, oportunidad y
demás circunstancias temporo-espaciales que rodearon el
hecho.”57
77
correspondiente, como también lo señala la jurisprudencia sobre la
materia61. En el caso concreto, a los elementos objetivos del tipo penal
de corrupción de su fragante sobre los que giró el debate probatorio,
esto es, a la “promesa” y a la “dádiva”.
61CSJ AP 06 may 2020, rad. 56235; AP 20 feb 2019, rad. 50077, AP554-2019 y AP 22 ago 2016,
rad. 502904, AP5404-2016.
78
No. 00085 del 4 de abril de 2011 y las decisiones de tutela del 14 de
abril de 2011 y 1 de junio de 2011, dictadas respectivamente por el
Juzgado Segundo Civil del Circuito de Valledupar y la Sala Civil Familia
Laboral del Tribunal Superior de Valledupar.
62 Página 47.
79
o que la comunidad le haya hecho tal solicitud. Tampoco que el
procesado les haya incitado a ocupar ilegalmente propiedades de
particulares.
80
ii) Ninguno de los testigos refirió que la marcha realizada por los líderes
de las comunidades Tierra Prometida y Emanuel a las instalaciones de
la gobernación tenía como fin exigir el cumplimiento de los pactos
firmados por el procesado de mantenerles “quieta y pasivamente”.
81
conforme a los fallos de tutela y a la incorporación en programas de
vivienda en el plan de desarrollo departamental constituyese una dádiva
corruptora, capaz de afectar el debido proceso y el derecho a la
propiedad privada o, como lo afirma el fallo, esa actividad electoral
tuviese el sentido y alcance de una promesa ilícita.
III
ACREDITACIÓN DEL ERROR DE TIPO
82
deficiencia probatoria, desplazó el problema del campo de lo fáctico a
las arenas movedizas de lo normativo. En lugar de determinar si el
procesado tenía un conocimiento defectuoso, vencible o invencible,
respecto de un elemento de carácter fáctico – descriptivo, como lo es la
“dádiva”, le reprochó su conocimiento del derecho constitucional y del
respeto por la propiedad privada, dado que ya no se trataba de una
dádiva sino de una promesa ilegal.
83
decir, que al suscribir el documento del 16 de octubre de 2011, en un
acto de campaña, actuó bajo una representación equivocada de la
realidad, puesto que estaba convencido de que no ofrecía una dádiva.
PETICIÓN
63CSJ AP 02 may 2012, rad. 37518; SP 16 jul 2014, rad. 37462, SP9225-2014 y AP 29 ene 2020,
rad. 55753, AP242-2020, entre otras.
84
Notificaciones
85