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FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS

ESCUELA DE DERECHO
MODALIDAD 100% ON LINE
PERIODO ACADÉMICO: OCTUBRE 2013- JULIO 2014
ASIGNATURA: CLÍNICAS JURÍDICAS

DEFECTOS DE PRONUNCIACIÓN Y EJERCICIOS


(PARA SUPERAR TAL DEFECTO).

Profesora: Abg. Raquel Solórzano

Alumna: Jehimy J. Ruiz


C.I. 6.683.257

Caracas, Marzo 2014


INTRODUCCIÓN

En la interacción entre lenguaje y la personalidad del ser humano, los trastornos


durante la evolución influirán en el desarrollo de la personalidad y en su
socialización.
Generalmente las personas tienen conciencia de que habla mal, porque se lo hacen
saber los que le rodean o porque no le entienden lo que quiere expresar, bloqueándose
su comunicación. En ocasiones se muestran tímidos, retraídos y poco sociables,
evitando relacionarse con los demás. En otras la frustración que siente se manifiesta
en agresividad hacia los demás. Esto va generando una inseguridad creciente y falta
de confianza en sí mismo y en sus habilidades. Sus defectos de articulación influirán
negativamente en el proceso de comunicación con los demás. En la etapa de
Educación Infantil se aprecia menos la diferencia del habla del niño con la de sus
compañeros, así ni el niño que presenta un retraso en el lenguaje y los demás tomara
conciencia del hecho. Afecta más en edad adulta, cuando las deformaciones
articulatorias están generalizadas, que el lenguaje se convierte en una jerga
menteligible que le impide comunicarse y hacerse entender por los demás, creándole
un grave problema. En la adultez si mantiene los problemas le ocasionara gran
dificultad en el proceso de aprendizaje como en su socialización con los demás. Esto
le puede llevar a problemas de lecto-escritura, debido a las alteraciones del lenguaje
hablado y el escrito, como son las dificultades de percepción y discriminación
auditiva. Le ocasionaría situaciones de inhibición y de aislamiento, bloqueándose su
socialización e integración en el grupo. Es necesaria su corrección antes de que se
hagan sentir sus efectos en el ámbito laboral.
GENERALIDADES
ÓRGANOS ASOCIADOS AL HABLA
APARATO FONOARTICULADOR

Órganos de la respiración:
 Fosas nasales: Son un órgano sensorial (olfatorio) y respiratorio con una
doble función: dejar pasar el aire (inspiración) y adecuar las condiciones en las que
entra dicho aire afín de no dañar la estructura aéreas inferiores. También actúan como
elemento resonador.
 Pulmones: Se trata de dos órganos situados en las partes laterales de la
cavidad torácica, que actúan como elementos impulsores del aire para que a su paso
por la laringe pueda producir la voz.
 Tráquea: Es un conducto formado por anillos cartilaginosos que empieza en
la laringe y termina bifurcándose en los bronquios, cuya función principal es
canalizar la corriente aérea respiratoria hasta la laringe.

Órganos de la fonación:
 Laringe: Es un órgano hueco formado por una serie de cartílagos unidos por
ligamentos y músculos. En su conformación interna se aprecian unos repliegues
móviles de naturaleza muscular que son las cuerdas vocales, a las cuales debe su
función fonatoria.
 Faringe: Es un canal situado por detrás de las fosas nasales, de la boca y de la
laringe, que intervienen en la función respiratoria, en la deglución y actúa como
cavidad resonadora reforzando o modificando algunos sonidos armónicos de la voz,
producida en la laringe contribuye de una manera importante en una de las
 propiedades de la voz: El timbre (propiedad de la voz que permite diferenciar
las nuestra de nuestros semejantes).

Órganos de la articulación:
 Dientes: Órganos duros que se originan en el borde alveolar del maxilar.
 Bóveda palatina: Forma el techo de la cavidad bucal, y en ella se distinguen
dos partes., una anterior: ósea, denominada paladar duro, y otra musculomembranosa,
móvil, que constituye el paladar blando
 Lengua: Es un órgano esencialmente musculoso, que intervienen
activamente en la producción de las vocales y de un gran número de consonantes.
 Labios: Son dos repliegues musculomembranosos formados, en su mayor
parte, por el músculo orbicular, cuya contracción permite determinados gestos
faciales y la articulación de las consonantes labiales.

Esquema del Aparato Fonador

Para que el lenguaje pueda desarrollarse plenamente se requiere también además de


los órganos del aparato fonoarticulador y del oído como órgano principal en la
recepción del lenguaje un funcionamiento de determinadas zonas del cerebro y vías
nerviosas que son:
 Las vías nerviosas motrices eferentes, encargadas de dar las órdenes
necesarias para la realización de las praxias fonatorias.
 Las áreas corticales y subcorticales motrices sensoriales que conciernen al
lenguaje, almacenamiento de praxias bucofonatorias y de gnosias auditivas.
 Las vías nerviosas aferentes sensoriales principalmente auditivas visuales y
propioceptivas.
DEFECTOS DE PRONUNCIACIÓN

I PARTE
ALTERACIONES EN LA ARTICULACIÓN

Articulación es colocar correctamente los órganos articulatorios en posición adecuada


para producir fonemas específicos.

DISLALIA
Anomalías del habla que consiste en alteraciones en la articulación de los fonemas,
ocasionadas por una dificultad para pronunciar de forma correcta determinados
fonemas o grupos de fonemas de la lengua.

Tipos de dislalia:
a) Dislalia evolutiva o fisiológica: El niño no articula o distorsiona algunos fonemas
de su lengua como consecuencia de un inadecuado desarrollo del aparato
fonoarticulador. Para Perelló (1990), todo los niños presentan dislalias fisiológicas
durante la primera época de su vida (generalmente desaparece antes de seis años),
como consecuencia del sistema nervioso.
b) Dislalia Audiógena: Los niños no oyen bien la causa es un déficit auditivo.
Sujetos con deficiencia auditiva.
c) Dislalia orgánica o disglosia: Producidas por lesiones o mal formaciones de los
órganos periféricos del habla (labios, lengua, paladar, etc.).
d) Dislalia funcional: Mal utilización de los órganos articulatorios sin que pueda
advertirse causa orgánica. No usa correctamente dichos órganos a la hora de
pronunciar los fonemas de su lengua.
Causa de las dislalias funcionales:
 Persistencia de esquemas articulatorios infantiles.
 Insuficiente control psicomotor.
 Dificultades en la discriminación auditiva.
 Deficiencia intelectual.
 Alteraciones temporoespaciales.
 Estimulación lingüística deficitaria.
 Predisposición genética.
 De origen psicológico.

Características del habla:


a) Sustitución: Ante la dificultad de articular un sonido determinado, el niño lo
sustituye por otro cuya producción le resulta más fácil y asequible.
Con frecuencia la /r/ es cambiada por /g/ o /d/ diciendo “cada”,”cago” y “datón” en
lugar de “cara”, “carro” y “ratón”. La /k/ suele ser reemplazada por /t/, expresando
“tama” por”cama”.
En otras ocasiones, la falta de control de la lengua, lleva al niño a cambiar el punto de
articulación o la forma de salida del aire fonador y así obtiene una articulación
distinta de la que quiere imitar. De esta forma puede sustituir la /d/ por la /l/, al
permitir una salida lateral del aire, diciendo “tolo” en lugar de “todo” o pronunciar
la /s/ de forma interdental, emitiendo en su lugar /z/ y así dirá “caza” por “casa”.
b) Omisión: Este tipo de error consiste en la omisión del fonema o sílaba que el
sujeto no sabe pronunciar. Es una de las características del retraso del lenguaje
(“ato”,”oche”). Lo más frecuente es omitir el fonema cuando esta en situación
implosiva, cerrando sílaba; “cuato”, “pueto” (cuarto, puerto) y es muy frecuente en
las sinfones: “pato”, “fesa” (plato, fresa).
c) Inserción o adición: Consiste en introducir, al articular una palabra, un sonido
vocálico inexistente en dicha palabra, que le sirve de “muletilla” para intentar salvar
la dificultad que le presenta su producción. ”palato” por “plato”.
d) Distorsión: En lugar del sonido correcto, el niño emite otro sonido que no
pertenece al sistema fonético de la lengua. Las distorsiones suelen deberse a
movimientos anómalos de algún órgano bucofonático (un ejemplo bien conocido
sería el de la pronunciación de la R afrancesada). No sustituye fonemas.
e) Inversión: Este error surge cuando el sujeto cambia el orden de los sonidos de
una palabra durante su articulación. Por ejemplo: “cocholate” por “chocolate”,
“tonicias” por “noticias”.

DISGLOSIA

Lesiones o mal formaciones de los órganos. Según el órgano afectado podemos


hablar de los siguientes tipos: Labiales, dentales, mandibulares, linguales y palatales.

De origen labial: La dificultad sobre viene de la alteración de la forma, fuerza o


movilidad de los labios los ejemplos más frecuentes son los siguientes:
a) El labio leporino, que suele afectar al labio superior. La gravedad varía en
función del grado de afectación; puede darse desde una depresión del labio como
dificultad menor, hasta una hendidura que llegue hasta la nariz lo que presupone
importante dificultades de articulación. La movilidad del labio inferior suele estar
conservada. Los sonidos que quedan más afectados son básicamente las vocales
posteriores O y U y las consonantes labiales P, B y M. El tratamiento suele ser
quirúrgico. Los resultados del mismo son generalmente buenos, aunque en función de
la gravedad del problema. El aspecto externo del pequeño y la cavidad articulatoria
mejoran de forma sensible tras la operación, pero habitualmente está indicado un
tratamiento logopédico posterior
b) El frenillo labial superior. Es una membrana situada en la cara interna del
labio superior, entre este y la encía, que dependiendo de su tamaño puede reducir la
movilidad del labio superior y dificultar la pronunciación de los sonidos labiales. En
casos extremos, se puede observar una separación entre los dos incisivos superiores
El tratamiento suele ser quirúrgico.
c) La parálisis facial. Cuando es unilateral, que es lo más frecuente hay
paralización de la mitad de la cara. La cara esta lista, sin arrugas; el niño no puede
pestañear, y la ceja esta descendida. No es posible arrugar la frente, retener aire en la
boca o silbar. La parálisis puede ser también bilateral. Afecta básicamente a los
sonidos labiales. El tratamiento más frecuente es el de masaje labial y la
electroterapia.
De origen dental: La articulación se ve afectada por anomalías en la forma y
posición de los dientes. En los niños es frecuente una inadecuada colocación de los
dientes, o bien ausencias o exceso de éstos. En estos niños se observa con gran
frecuencia dificultades en la pronunciación de la S. El tratamiento es la ortodoncia,
que no suele recomendarse antes de los siete años, momento en que habitualmente
salen los incisivos definitivos. El lenguaje queda, por lo general muy mejorado por el
tratamiento ortodóncico, ya que el niño lleva la prótesis en los dientes se refuerza la
fuerza del soplo y se aumenta la cavidad bucal para que exista resonancia, además de
que la correcta situación de los dientes, labios y lengua que se suele dar como
consecuencia del tratamiento, repercute muy obviamente en la adecuada expresión
del lenguaje
De origen mandibular: Es el trastorno de la articulación que se da por la alteración
de la forma de uno o ambos maxilares. Algunos ejemplos destacados son los
siguientes:
a) La atresia mandibular. Es un empequeñecimiento de la mandíbula. Se
observa una gran desproporción entre el tamaño de la lengua y la cavidad bucal.
Puede haber también un trastorno respiratorio. Son los niños con <<cara de pájaro>>.
b) La progenie. La mandíbula inferior es especialmente prominente, lo que
dificulta el acoplamiento de los maxilares superior e inferior.
c) La disostosis maxilofacial. Es una malformación mandibular que, asociadas a
otras alteraciones –entre ellas, dentarias, linguales y palatales-, constituye el síndrome
de Franceschetti.
De origen lingual: En este caso la dificultad de articulación se debe a una alteración
de tipo orgánico de la lengua. Las dificultades que se observan con más frecuencias
son las siguientes:
a) La anquiloglosia o frenillo lingual. El frenillo lingual es una membrana que
une la cara interna de la lengua con la encía del maxilar inferior. Cuando el frenillo
está muy desarrollado suele provocar una movilidad lingual inferior a lo habitual. Los
sonidos más afectados son los que dependen del movimiento de la lengua hacia
arriba, como L y R. Además de afectar, al lenguaje, el frenillo excesivamente
desarrollado afectará a tareas como la masticación y repartición de los alimentos en el
interior de la boca. El tratamiento es quirúrgico y habitualmente se lleva a cabo antes
de los dos años de edad cronológica. No suele haber discrepancias ante una
intervención quirúrgica, si está claro que el frenillo lingual es excesivamente grande,
pero ante una membrana algo más voluminosa de lo considerado normal y cuyas
consecuencias se limite a la inadecuada articulación de los sonidos mencionados
anteriormente, existe una gran controversia entre los profesionales de las distintas
áreas que intervienen en la evolución del niño. En numerosos casos se ha evidenciado
que una intervención rehabilitadora de tipo motor ha sido suficiente. En todo caso
hay que observar al pequeño y si al intentar tocarse la nariz con la lengua, detectamos
que la punta de la lengua adopta una posición en forma de V, debemos acudir al
pediatra para destacar o confirmar un posible frenillo lingual e intervenir en función
de las necesidades y posibilidades del niño.

b) La parálisis de la lengua por lesión del nervio hipogloso. Puede afectar a uno
o ambos lado de la lengua. La articulación queda claramente afectada y el pronóstico,
sobre todo en la parálisis bilateral, es difícil.

c) Las malformaciones linguales. Son alteraciones en la forma de la lengua, como


la macroglosia-lengua grande-, la microglosia-lengua pequeña-o la esquizoglosia-
lengua dividida.
De origen palatino: La dificultad de la articulación esta generalmente causada por
alteraciones orgánicas del paladar óseo y del velo del paladar. Destacaremos las
siguientes:
a) La fisura palatina. El paladar está dividido en la línea media, por lo que las
cavidades bucal y nasal quedan unidas. La gravedad varía en función de la zona
afectada: paladar blando únicamente, paladar blando y óseo, y finalmente que la
hendidura afecte también al labio. Es frecuente, en estos casos observar diferentes
patologías que serán paralelamente, labio leporino, malformaciones de dientes y
maxilares y oídos.

Características del habla:

 Ronquido faríngeo: una vibración sonora, parecida a la que se daría si se


soplara dentro de una botella vacía, sustituye en el habla a sonidos de tipo fricativos o
vibrantes (S, J, Z, F, R).
 Soplo nasal: al escaparse el aire por la nariz en el momento de la emisión oral –
debido a la unión de las cavidades oral y nasal-, se distorsiona todos los fonemas,
excepto los nasales.
 Golpe de glotis: se produce cuando las consonantes oclusivas se articulan en la
zona glótica o base de la lengua en lugar de en la zona bucal. El tratamiento inicial es
quirúrgico. Los resultados generalmente son satisfactorios. La edad más adecuada
está situada, según la mayoría de los autores antes del inicio del habla. Posteriormente
a la intervención, se ha de iniciar una terapia de tipo logopédico para que el niño
mejore la respiración y la pronunciación.
 El paladar ojival. La excesiva altura de la bóveda palatina indica dificultosa
respiración nasal con probable existencia de adenoides excesivamente desarrollados.
El niño suele respirar por la boca, con la siguiente deformación de la estructura ósea
del paladar. Puntualmente, la utilización continuada del chupete en edades avanzadas
o la succión constante del pulgar pueden producir también este tipo deformación.
Tanto la ortodoncia como la extracción del adenoides en una edad temprana, ambas
por indicación de un especialista del ámbito médico, ayudan a impedir la deformación
del paladar. En cuanto a la expresión oral los sonidos preferentemente cuando existe
un paladar ojival son T, D y L.

El tratamiento de la disglosias es variado; en muchos casos se requiere, como hemos


indicados, tratamiento quirúrgico (plástico y reconstructivo), protesico y audiológico,
dependiendo del trastorno y de su gravedad. La intervención logopédica suele estar
indicada en la mayoría de los casos. En numerosas ocasiones también es aconsejable
una orientación psicológica al niño y a su familia.

DISARTRIA Y ANARTRIA

DISARTRIA: Alteración de la articulación propias de lesiones en el SNC.


Enfermedades de los nervios o de los músculos de la lengua, faringe y laringe,
responsables del habla. Los deficientes motorices dificultad para mover sus órganos
bucales al realizar cualquier actividad (succionar, soplar…).

En función de las lesiones producidas en el SNC podemos diferenciar distintos tipos


de disartrias. En todas ellas se constatan afectaciones motrices y lingüísticas diversas.

 Disartria flácida: está localizada en la neurona motriz inferior, observándose en


los sujetos que la manifiestan alteraciones en la fonación, la resonancia y la prosodia.
 Disartria espástica: localizada en la neurona motriz superior, produce los sujetos
alteraciones en la prosodia y la articulación.
 Disartria atáxica: localizada en el cerebelo, desencadena en los sujetos
disfunciones en la fonación, la prosodia y la articulación.
 Disartria hipocinética: la afectación se sitúa en el sistema extrapiramidal. Los
sujetos que la manifiestan presentan alteraciones en la fonación y la prosodia.
 Disartria hipercinética: está localizada en el sistema extrapiramidal los sujetos
que presentan este trastorno manifiestan alteraciones lingüísticas en la fonación, la
resonancia, la prosodia y la articulación.
ANARTRIA: Caso más extremo y grave de la Disartria. Imposibilitados para
articular correctamente los fonemas de las palabras por una insuficiencia
neuromuscular.

El tratamiento es multidisciplinar, es decir, integra a diferentes especialistas que


trabajan distintos aspectos de la patología, como control postural, respiración y
praxias bucolinguales, fonación, articulación y prosodia, en el caso del logopeda, si
bien hay que incidir también en la alimentación y, a menudo, en el babeo. Es posible
que en algún caso la intervención logopédica requiera la enseñanza del acceso a los
métodos de comunicación no verbal al niño.

EJERCICIOS PARA SUPERAR TAL DEFECTO


TRATAMIENTO
Realizado el diagnóstico se plantea la necesidad de proporcionarle unas ayudas que le
faciliten, lo antes posible, superar las dificultades que presenta. Estas deben estar en
consonancia con los resultados del diagnóstico, constituirán el tratamiento.vFijar las
condiciones generales por los que debe regirse. La intervención logopédica variará en
cada caso, los principios generales son válidos para todos los casos, ya que en todos
ellos han de darse unas mismas condiciones básicas.
Tratamiento orientado a las causas de la anomalía. La intervención logopédica
debe ir orientada a la causa o causas de la anomalía que presenta el niño. Por ejemplo,
la presencia de un rotacismo por falta de agilidad en la lengua para lograr la vibración
múltiple, no se podrá corregir mientras no se logre la movilidad y control adecuado
de la misma. El tratamiento debe mejorar las distintas funciones que intervienen en la
expresión del lenguaje y lograr las disposiciones necesarias para superar los defectos
que presenta el habla del niño.
Enfoque pluridimensional del tratamiento. Llevar a cabo un tratamiento integral,
que trascienda el aspecto limitado de la dificultad de expresión. Los trastornos del
lenguaje no aparecen como manifestaciones aisladas, sino que forman parte de una
serie de síntomas, motivados por distintas causas, como consecuencia de las cuales se
da la dificultad de articulación.
El tratamiento en un sentido más amplio para que sea efectivo, orientándolo a todos
los aspectos que inciden en la expresión del lenguaje hablado, a través de la
valoración realizada en el diagnóstico del caso, aparece con escaso desarrollo,
incidiendo éste en el habla. Con la mejora de las distintas funciones, se conseguirán
las disposiciones necesarias para intervenir y corregir los defectos de la articulación.

Intervención logopédica
Habrá que programar la intervención logopédica que precise el caso para lograr un
dominio total del habla correcta. Tendrá que ir dirigida tanto al aspecto articulatorio
como al funcional, con un enfoque pluridimensional. El tratamiento a seguir tiene así
dos vertientes que hay que recorrer: el tratamiento indirecto, dirigido al desarrollo y
mejora de los aspectos funcionales que intervienen en el habla, y el tratamiento
directo, cuyo objetivo es lograr la correcta articulación y su generalización e
integración en el lenguaje espontáneo.

Tratamiento indirecto: Para realizar una perfecta articulación del lenguaje se precisa
una serie de condiciones, como son: una madurez psicomotriz que haga posible la
agilidad bucofacial, una correcta discriminación auditiva que permita la identificación
de los sonidos, un buen control de la función respiratoria y un fondo tónico habitual
sin tensiones ni rigidez que facilite los movimientos articulatorios. En los niños
dislálicos unas u otras de estas funciones se encuentran disminuidas en mayor o
menor grado, siendo éste, en muchas ocasiones, el factor etiológico generador del
problema, Es, por tanto, necesario comenzar la intervención trabajando para mejorar
las funciones que, en cada caso, estén disminuidas y así conseguir una base de
maduración previa en estos aspectos, que facilite posteriormente la enseñanza directa
de las articulaciones.
Tratamiento directo: Es aquella fase de la intervención que tiene por finalidad
enseñar al niño la emisión correcta de todas las articulaciones y la integración de las
mismas en su expresión espontánea o dialogal. Por tanto, se está actuando ya
directamente sobre su lenguaje, una vez conseguidas previamente las bases necesarias
para ello. Consta de dos fases diferenciadas en el tiempo, que han de darse en el
proceso de adquisición de la correcta pronunciación: enseñanza de la articulación e
integración de la misma en el lenguaje espontáneo.
1. Una vez adquirida las habilidades que requiere la realización de cada articulación,
habrá que llevarle a su emisión, utilizando en cada caso las técnicas y recursos
adecuados para conseguir el sonido correcto que buscamos, actuando siempre de
forma indirecta, es decir, sin pedir directamente la articulación trabajada y así lograrla
sin que el niño se dé cuenta del objetivo que pretendemos.
2. Lograda ya la emisión correcta de la articulación de forma aislada, hay que
conseguir la automatización del esquema postural y su ejecución, una vez
interiorizado, ya sin necesidad de juegos ni mecanismos de apoyo para su realización,
pueda ser integrada fácilmente en la palabra y la frase.
Controlados los mecanismos de emisión de la nueva articulación, hay que pasar, a su
integración, en primer lugar en la palabra, para generalizarla después a la frase y al
lenguaje dialogal o espontáneo, quedando superado el problema cuando en esta
última forma de expresión hay una integración total de la correcta pronunciación.
Este doble proceso de tratamiento indirecto y directo, no forma dos bloques
separados, sino que son aspectos que se superponen durante gran parte del tiempo del
tratamiento. Para la consecución de cada una de las articulaciones se requiere un
tiempo inicial de preparación indirecta, para pasar después a la emisión directa de la
misma y a su automatización. Cada articulación no exige las mismas habilidades,
necesitarán mayor tiempo de preparación y agilización previas, estas requerirán
procesos diferenciados para cada una, lo cual implica una superposición del trabajo
en aspectos indirectos y directos.
II PARTE
ALTERACIONES EN LA FLULIDEZ VERBAL:
LA DISFEMIA O TARTAMUDEZ

Es una alteración en el ritmo del habla y de la comunicación caracterizada por una


serie de repeticiones o bloqueos espasmódicos durante la emisión del discurso. Se
presenta como una alteración del lenguaje oral que afecta a la fluidez del habla y
aparece delimitada por algunas de las características que la identifican.
1. Tartamudeo clónico: Se caracteriza por repeticiones de la primera silaba o
palabra de una frase de forma convulsiva (p.ej.: <<¿pa…pa…para qué?>>). Esta
dificultad se da porque el niño no puede pronunciar un vocablo determinado y va
repitiendo su inicio hasta conseguirlo.
2. Tartamudeo tónico: Se trata de un habla entrecortada. Hay un estado de
inmovilidad muscular debido a un espasmo que impide la emisión de la palabra; al
cesar el espasmo, la palabra se escapa precipitadamente (p.ej. : <<¿p…para qué?
>>).Es frecuente que estos dos problemas se den a la vez en la misma persona,
aunque suele haber una tendencia a que exista uno u otro. Los síntomas de la
tartamudez aparecen con frecuencia entre los tres y los siete años y suelen ir
aumentando con la edad, si bien puede haber periodos en que remita sensiblemente.

LA TAQUIFEMIA O TAQUILALIA: Es una forma confusa, desordenada,


precipitada y rápida de hablar que puede llegar a una falta de coordinación fono-
respiratoria y a omisiones de silabas y fonemas al final de las palabras. Puede
manifestar bloqueos, que en algunos casos, llegan a confundirse con los observados
en el lenguaje del disfémico. El taquilalico no suele ser consciente de estas
dificultades o sólo lo es por las indicaciones de los interlocutores y puede, en un
momento determinado, controlarlas. El nivel del lenguaje no tiene por qué estar
afectada la taquifemia puede conducir a la disfemia.

FACTORES DESENCADENTES DE LA DISFEMIA:


Factores de origen orgánico:
a) De tipo neurológico. Influencia de una mala lateralización, o del
retardo en la mielinización de ciertas áreas.
b) De tipo auditivo. Inadecuación o mala adecuación de la percepción
auditiva. Al hablar se recibe la propia emisión a través del aire-boca/oído- y a través
del propio cuerpo-vía ócesa-. Tienen que estar en sincronía para que el habla se
produzca en las condiciones óptimas.
c) Trastornos varios. Trastornos de sueños y otras alteraciones relativas al
bienestar físico.

Factores genéticos:
La tartamudez afecta más a los varones que a las hembras-proporción 4/1 debido que
las niñas adquieren antes y con más fluidez el lenguaje y con el hecho de que los
chicos por su constitución tienen un control neuronal menos estable.

Factores relacionados con la zurdería:


Puede potenciar la aparición del trastorno. Asimismo, la zurdería contrariada favorece
la aparición del problema.

Factores psicológicos:
La angustia, el miedo, el temor al rechazo y al ridículo, y la actitud vigilante y tensa
forman parte de la vida diaria de muchos niños difémicos.

Sintomatología de la disfemia o tartamudez:


 Incoordinación fonorrespiratoria y tensión muscular.
 Bloqueo iniciales, repeticiones y particiones de silabas, alargamientos
fonemáticos, entonación y pausas inadecuadas…
 Arritmias en la apertura y cerrazón de la glotis.
 Exceso de presión en los movimientos labiolinguales.
 Ansiedad y tensión psicológica.
 Lalofobia (miedo a hablar) ante determinados fonemas y / o palabras.
 Alteraciones del carácter y de la personalidad.
 Alteraciones corporales asociadas.
En general suelen señalarse como factores desencadenantes de la tartamudez son los
siguientes:
 Herencia. Diversos autores (Perelló, 1990; Serra 1987) admiten la existencia
de factores genéticos, con un nivel de participación diverso, según los casos.
 Zurdería. Diversos estudios recogidos por Dinville y Gaches (1989) y Perelló
(1990) demuestran la evidente relación entre la disfemia y zurdería, aunque otros
trabajos no encuentran ninguna relación entre ambas. En todo caso, el porcentaje de
zurdos es entre los disfémicos mucho más elevado que en las otras alteraciones de la
palabra (Perelló, 1990).
 Trastornos lingüísticos. Si bien es cierto que en la mayoría de los retrasos no
aparece un habla disfémica, y que el desarrollo del lenguaje en sujeto de habla
tartamuda ha seguido un curso aparentemente normal, tampoco hay que olvidar que
una de las mayoría de sujetos con patrón de habla tartamuda han presentado, en
mayor o menor medida, alteraciones en la competencia semántica y disfunciones en
la organización morfosintáctica.
 Trastornos psicológicos. Desde esta perspectiva, el origen de la tartamudez
estaría provocada por la influencia de toda una serie de variables exógenas que
actuarían negativamente sobre las manifestaciones expresivas de los sujetos (choques
emocionales, burlas, labilidad afectiva, alteraciones sentimentales, ansiedad,
angustia…). En este sentido se situaría como una alteración de la personalidad que
afecta al discurso del hablante.
EJERCICIOS PARA SUPERAR TAL DEFECTO

Para la adquisición de la noción de ritmo:

1. Escuchar el ritmo marcado con un tambor o un pandero y seguirlo a la vez


golpeando con una mano sobre la mesa, primero mirando la acción del reeducador y
luego escuchándola solamente
2. Repetir el ejercicio a ritmo más rápido y a ritmo más lento
3. Escuchar ritmos distintos para reconocer cuando es más rápido y cuando es más
lento
4. Golpear el niño el tambor, pidiéndole que lo haga siempre igual y a continuación
decirle: “siempre igual pero más deprisa”, y luego: “`siempre igual pero más
despacio”.
5. Iniciarle un ritmo con el tambor que el niño seguirá marcando golpeando con la
mano. Cesar los golpes de tambor y pedirle que los siga marcando igual, con la
mano, para conseguir su interiorización.

Combinación de movimientos con ritmo:


1. Caminar siguiendo el ritmo que se le marque.
2. Señalar la marcha y el paro con el ritmo.
3. En la marcha, pasar de un ritmo a otro, sin hacer paradas, para que el niñp se
adapte al que se le marca.
4. Hacer movimientos de brazos siguiendo el ritmo marcado.
5. Balanceos del cuerpo en forma rítmica.
6. Combinar el paro y la marcha, caminando, por ejemplo, mientras se marcan tres
tiempos y parando los tres tiempos siguientes.
7. Marcar el ritmo para que el niño lo siga con los pies sin moverse del sitio.
8. Botar una pelota en el suelo siguiendo los golpes de tambor.
9. Combinar los pasos con los golpes de la pelota. Por ejemplo, en los tres primeros
tiempos marcados dar tres pasos y en los tres siguientes, parado, dar tres botes de
pelota
10. Caminar tres pasos al frente y en el tiempo cuarto dar media vuelta a la derecha;
de nuevo tres pasos al frente y en el cuarto media vuelta a la izquierda.

Ejercicio de la lengua
Los podemos dividir en movimientos internos y externos, según se realicen dentro o
fuera de cavidad bucal.

Movimientos externos
1. sacar la lengua lo máximo posible y volverla dentro de la bocal cerrando esta. En
movimientos repetidos al ritmo marcado. Se pedirá al niño que al sacarla moje con la
punta la barbilla los mas abajo que pueda, para que así, al esforzarse pos conseguirlo,
vaya agilizando la lengua
2. sacar la lengua lo máximo posible en posición horizontal, sin tocar los labios ni los
dientes y mantenerla así inmóvil unos momentos antes de volverla dentro de la bocal
aquí se hace un ejercicio de tensión muscular de la lengua, que aparecerá estrecha y
gruesa.
Generalmente para conseguir esta posición, en principio, hay que ayudar al niño
colocando bajo su lengua el depresor para que la apoye en el y así facilitarle esta
postura. Poco a poco se ira aflojando la presión ejercida, hasta que se pueda retirar el
depresor y ya se mantenga la lengua por si misma.
3. manteniendo la boca entreabierta, llevar la punta de la lengua de una comisura
labial a la otra de un salto, en un movimiento continuado, no permitiendo que divida
este metiendo y sacando la lengua sucesivamente.
En la realización de este ejercicio aparecen con frecuencias sincinesias de balanceo
de cabeza o desplazamiento de la mandíbula inferior. En este caso, como en cualquier
otro en que se den movimientos asociados, se procederá a sujetar la zona que mueve
innecesariamente, para lograr la independencia de la lengua.
4. Con la boca abierta realizar movimientos verticales de la lengua, sin sujetarla con
los dientes, tocando con el ápice labio superior e inferior sucesivamente y pidiéndole
que se esfuerce para mejorar con la lengua el bigote y la barbilla.
En principio el niño tiende a realizar el ejercicio con la boca ligeramente entreabierta,
que así le resulta más fácil inicialmente se lo aceptaremos, convirtiéndose en un
ejercicio del ápice, pero, poco a poco, hay que pedirle que lo valla haciendo con los
labios más abiertos, hasta llegar lograrlo con la “de la a”que supone la mayor abertura
labial y realizar así un ejercicio total de la lengua, no solo de la punta.
Para lograr la elevación de lengua, por lo general, al principio hay que ayudar al niño
con el depresor para la conseguir esta postura, hasta que va adquiriendo el dominio y
agilidad de la lengua, que permite la retirada del apoyo que se le dio.
Todos los ejercicios que conllevan una elevación de la lengua, ya sea para contactar
con el labio, dientes o alvéolos, son de gran importancia y hay que insistir mucho en
ellos para lograr la agilidad lingual necesaria en todos los movimientos de elevación,
ya que estos son indispensables para la realización de gran numero de articulaciones
5. Con la boca entreabierta, deslizar la lengua por el labio inferior, de una comisura a
otra, chupando y mojando el labio, describiendo asi semicírculos con la lengua.
Después repetir el mismo movimiento sobre el labio superior.
En este ejercicio, como en el anterior, el niño en principio tiende a hacerlo con la
boca entreabierta y también aquí hay que lograr que lo haya realizado con una mayor
abertura bucal y que asi se vaya esforzado cada vez más para agilizar la lengua
En los casos en que exista mucha dificultad motriz, se puede estimular indirectamente
el movimiento de este ejercicio y del siguiente, untando con mermelada o crema de
chocolate los labios, para que se los pueda lamer
6. Con la boca abierta, realizar movimientos de giro de la lengua sobre los labios,
primero en un sentido y luego en el contrario. Se le ira marcando el ritmo, señalando
con la mano en el aire el circulo a seguir y acompañándolo con el apoyo verbal,
”ahora vamos hacia arriba” o” ahora vamos hacia abajo”, cuando se va llegando a una
u otra comisura, ya que el niño, cuando llega a este punto, tiende a desorientarse y a
perder la continuidad del movimiento. También se puede realizar este ejercicio
proponiendo imitar a los gatos

Movimientos internos:
1. Dirigir la lengua a los lados de la boca, apoyando la punta en la cara interna de las
mejillas, imitando que tuviera un caramelo en la boca que lo llevara de un lado a otro.
2. Si un niño presentara mucha dificultad para los movimientos linguales, se pueden
estimular estos poniéndose trocitos de bizcocho entre dientes y labios o bajo la
lengua, para que con los movimientos de esta pueda sacarlo y comerlo. También se
podrá trabajar indirectamente la movilidad lingual utilizando caramelos de palo para
facilitar las lateralizaciones y elevaciones de la lengua, que sigue los movimientos del
caramelo
3.Con la boca abierta, pasar la punta de la lengua por el borde de los incisivos
superiores, haciéndose notar al niño como estos son cortantes, para luego ir
describiendo cada vez un arco mayor, que abarque también el borde de los caninos y
los premorales, en movimientos laterales.
Se repetirá después el ejercicio, pasando la punta de la lengua por el borde de los
inferiores, marcándole como siempre con la mano el movimiento a realizar y el ritmo,
facilitándole asi su seguimiento.
4. Con la boca abierta, realizar movimientos verticales de la lengua, tocando con el
ápice la cara interna de los incisivos superiores o inferiores.
El niño tiende a hacerlo en principio con la boca escasamente abierta, para facilitarse
el movimiento. Poco a poco le iremos llevando a que lo realice con mayor abertura
bucal, hasta lograrlo con ”la boca de la a” y así conseguir una mayor agilización de la
lengua. También podemos pedirle este movimiento, a veces, con la boca cerrada.
Entonces no podremos comprobar si su realización es correcta, pero se trata de
conseguí con ello que el niño llegue a interiorizar las sensaciones táctiles para
reconoces el movimiento que esta efectuando, aunque no lo vea.
5. Situar la punta de la lengua entre los incisivos y el labio superior e inferior
sucesivamente. Para motivar al niño con este ejercicio, le diremos que vamos a poner
la boca del mono.
6. Pasar el ápice de la lengua por la parte interna del labio, sin sacarla ni mojarlo por
fuera, ni llegando a meterla entre labios y dientes, describiendo un semicírculo.
Primero se hará tras el labio inferior y luego por el superior.
7. Repetirle ejercicio anterior, pero ahora deslizando la punta de la lengua entre los
labios y los dientes, primero realizando un semicírculo inferior y luego por el superior
8. Movimiento giratorio de la lengua, con la punta entre los labios y los dientes,
primero en un sentido y luego en el contrario. Se le ira marcando con la mano, para
ayudarle, tanto el movimiento del giro como el sentido del mismo.
9. Movimientos laterales, pasando el ápice de la lengua por la cara interna de la
implantación dentaria superior e inferior
10. Ejercicios de gárgaras, para facilitar la movilidad y el control del postdorso de la
lengua y su puesta en contacto con el vuelo del paladar, que será un movimiento
necesario para la realización de las articulaciones velares

Ejercicios de labios
1. Sin abrir la boca ni llegar a despertar los labios, apretar y aflojar estos de
forma sucesiva, para controlar el tono y aumentar la fuerza labial.
2. Separar y juntar los labios ligeramente de forma repetida, con la mayor rapidez
posible.
3. Articular el sonido de la /p/ de manera continuada y rápida, lo que lleva a
realizar movimientos rápidos de unión y separación de labios.
4. Incitar al niño a la risa, empezando por la sonrisa, que se ha de marcar con la
movilidad de los labios, para acabar riendo abiertamente.
5. encoger los labios y proyectarlos unidos, pidiendo al niño para ello que ponga
los labios del beso y que de besos al aire o que imite al morrito del cerdo pudiéndole
ayudar inicialmente el reeducador con su mano, para logar esta postura labial.
6. Manteniendo los labios unidos, estirarlos hacia las comisuras, pidiendo que
ponga la boca de la risa. También aquí se podrá ayudar en principio al niño para
conseguir la posición pedida
7. Unir en continuidad los dos ejercicios anteriores, encogiendo y estirando los
labios unidos, al ritmo que se le vaya marcando.
8. Repetir el ejercicio anterior, ahora con los labios entreabiertos
9. Sostener entre la nariz y el labio superior, elevando este un lapiz a modo de
bigote
10. Dejando el labio inferior inmóvil, elevar el superior para enseñar los incisivos
superiores
11. Montar el labio superior sobre el inferior y después montar el inferior sobre el
superior
12. Ejercicios de vocalizacion, pasando de un sonido vocálico a otro, de forma
muy marcada y continuada, en un orden decreciente de mayor a menor abertura
bucal: “a”, “o”, “u”, “e”, “i”.
13. Emisión de pares de vocales en continuidad para agilizar los labios, mientras
se le va marcando un circulo en el aire con la mano, para facilitárselo, evitando así
que las haga de forma cortada. De esta forma se emitirán todas las combinaciones
vocálicas posibles, en el orden:”ao”, “au”, “ae”, “ai”, “oa”, “ou”, “oe”, “oi”, “ua”,
“uo”, “ue”, “ui”, “ea”, “eu”, “ei”, “ia”, “io”, “iu”, “ie”,

Ejercicios de mandíbula
1. Será conveniente comenzar el trabajo relajando la mandíbula, ya que en ocasiones
una tensión fuerte en la misma bloquea la movilidad. Igual que en los ejercicios de
relajación de labios, que se realizan simultáneamente con los de la mandíbula, se
pedirá que se cierre con fuerza la boca, apretando los dientes, para pasar a
continuación a aflojarlos, quedando la boca entreabierta, la mandíbula caída y
relajada, centrándose en experimentar la sensación de pesadez de la misma
2. abrir y cerrar la boca a distintos ritmos y con distinto tamaño de abertura, según se
vaya marcando.
3. Imitar el movimiento del bostezo.
4. Ejercicio de mascar.
5. Apretar y aflojar los dientes sucesivamente, sin llegar a entreabrir la boca ni a dejar
la mandíbula totalmente relajada.
6. Realizar movimientos laterales de la mandíbula, llevándola sucesivamente a uno y
otro lado.
CONCLUSIÓN

Ante todos estos defectos hay que procurar una estrecha comunicación, que es lo
esencial no debería verse afectada por las dificultades de pronunciación, por
importantes que éstas sean. Evitar enfrentar a la persona con su dificultad mediante una
valoración negativa de esta. Se le ha de hacer comprender que se conoce su problema,
pero que eso no impide la comunicación con él. No hay que insistir en que corrija sus
errores, ya que con ellos, posiblemente, el problema psicológico se potenciaría en
algunos casos y se lo crearía en otros. Es preferible que la persona sea consciente de
que nos hemos dado cuenta de su error, pero que eso no impide que nos interese lo que
dice más que cómo lo dice. Es más efectivo repetir por nuestra parte la palabra cuando
él haya acabado, con objeto de presentarle un modelo adecuado.
BIBLIOGRAFIA

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 Hidalgo Navarro, A. y Quilis Marín, M. (2004), Fonética y fonología
españolas (2.ª edición), Valencia: Tirant lo Blanch
 Martínez Celdrán, Eugenio (1989), Fonología general y española, Barcelona:
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 Martínez Celdrán, Eugenio (2000), Fonología funcional del español (cap. 7) en
M. Alvar (Director), Introducción a la lingüística española, Barcelona: Ariel.
pp.139-153
 Penny, Ralph (1993): Gramática histórica del español, Ariel, Barcelona, ISBN
84-344-8265-7.

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