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ESCUELA DE DERECHO
MODALIDAD 100% ON LINE
PERIODO ACADÉMICO: OCTUBRE 2013- JULIO 2014
ASIGNATURA: CLÍNICAS JURÍDICAS
Órganos de la respiración:
Fosas nasales: Son un órgano sensorial (olfatorio) y respiratorio con una
doble función: dejar pasar el aire (inspiración) y adecuar las condiciones en las que
entra dicho aire afín de no dañar la estructura aéreas inferiores. También actúan como
elemento resonador.
Pulmones: Se trata de dos órganos situados en las partes laterales de la
cavidad torácica, que actúan como elementos impulsores del aire para que a su paso
por la laringe pueda producir la voz.
Tráquea: Es un conducto formado por anillos cartilaginosos que empieza en
la laringe y termina bifurcándose en los bronquios, cuya función principal es
canalizar la corriente aérea respiratoria hasta la laringe.
Órganos de la fonación:
Laringe: Es un órgano hueco formado por una serie de cartílagos unidos por
ligamentos y músculos. En su conformación interna se aprecian unos repliegues
móviles de naturaleza muscular que son las cuerdas vocales, a las cuales debe su
función fonatoria.
Faringe: Es un canal situado por detrás de las fosas nasales, de la boca y de la
laringe, que intervienen en la función respiratoria, en la deglución y actúa como
cavidad resonadora reforzando o modificando algunos sonidos armónicos de la voz,
producida en la laringe contribuye de una manera importante en una de las
propiedades de la voz: El timbre (propiedad de la voz que permite diferenciar
las nuestra de nuestros semejantes).
Órganos de la articulación:
Dientes: Órganos duros que se originan en el borde alveolar del maxilar.
Bóveda palatina: Forma el techo de la cavidad bucal, y en ella se distinguen
dos partes., una anterior: ósea, denominada paladar duro, y otra musculomembranosa,
móvil, que constituye el paladar blando
Lengua: Es un órgano esencialmente musculoso, que intervienen
activamente en la producción de las vocales y de un gran número de consonantes.
Labios: Son dos repliegues musculomembranosos formados, en su mayor
parte, por el músculo orbicular, cuya contracción permite determinados gestos
faciales y la articulación de las consonantes labiales.
I PARTE
ALTERACIONES EN LA ARTICULACIÓN
DISLALIA
Anomalías del habla que consiste en alteraciones en la articulación de los fonemas,
ocasionadas por una dificultad para pronunciar de forma correcta determinados
fonemas o grupos de fonemas de la lengua.
Tipos de dislalia:
a) Dislalia evolutiva o fisiológica: El niño no articula o distorsiona algunos fonemas
de su lengua como consecuencia de un inadecuado desarrollo del aparato
fonoarticulador. Para Perelló (1990), todo los niños presentan dislalias fisiológicas
durante la primera época de su vida (generalmente desaparece antes de seis años),
como consecuencia del sistema nervioso.
b) Dislalia Audiógena: Los niños no oyen bien la causa es un déficit auditivo.
Sujetos con deficiencia auditiva.
c) Dislalia orgánica o disglosia: Producidas por lesiones o mal formaciones de los
órganos periféricos del habla (labios, lengua, paladar, etc.).
d) Dislalia funcional: Mal utilización de los órganos articulatorios sin que pueda
advertirse causa orgánica. No usa correctamente dichos órganos a la hora de
pronunciar los fonemas de su lengua.
Causa de las dislalias funcionales:
Persistencia de esquemas articulatorios infantiles.
Insuficiente control psicomotor.
Dificultades en la discriminación auditiva.
Deficiencia intelectual.
Alteraciones temporoespaciales.
Estimulación lingüística deficitaria.
Predisposición genética.
De origen psicológico.
DISGLOSIA
b) La parálisis de la lengua por lesión del nervio hipogloso. Puede afectar a uno
o ambos lado de la lengua. La articulación queda claramente afectada y el pronóstico,
sobre todo en la parálisis bilateral, es difícil.
DISARTRIA Y ANARTRIA
Intervención logopédica
Habrá que programar la intervención logopédica que precise el caso para lograr un
dominio total del habla correcta. Tendrá que ir dirigida tanto al aspecto articulatorio
como al funcional, con un enfoque pluridimensional. El tratamiento a seguir tiene así
dos vertientes que hay que recorrer: el tratamiento indirecto, dirigido al desarrollo y
mejora de los aspectos funcionales que intervienen en el habla, y el tratamiento
directo, cuyo objetivo es lograr la correcta articulación y su generalización e
integración en el lenguaje espontáneo.
Tratamiento indirecto: Para realizar una perfecta articulación del lenguaje se precisa
una serie de condiciones, como son: una madurez psicomotriz que haga posible la
agilidad bucofacial, una correcta discriminación auditiva que permita la identificación
de los sonidos, un buen control de la función respiratoria y un fondo tónico habitual
sin tensiones ni rigidez que facilite los movimientos articulatorios. En los niños
dislálicos unas u otras de estas funciones se encuentran disminuidas en mayor o
menor grado, siendo éste, en muchas ocasiones, el factor etiológico generador del
problema, Es, por tanto, necesario comenzar la intervención trabajando para mejorar
las funciones que, en cada caso, estén disminuidas y así conseguir una base de
maduración previa en estos aspectos, que facilite posteriormente la enseñanza directa
de las articulaciones.
Tratamiento directo: Es aquella fase de la intervención que tiene por finalidad
enseñar al niño la emisión correcta de todas las articulaciones y la integración de las
mismas en su expresión espontánea o dialogal. Por tanto, se está actuando ya
directamente sobre su lenguaje, una vez conseguidas previamente las bases necesarias
para ello. Consta de dos fases diferenciadas en el tiempo, que han de darse en el
proceso de adquisición de la correcta pronunciación: enseñanza de la articulación e
integración de la misma en el lenguaje espontáneo.
1. Una vez adquirida las habilidades que requiere la realización de cada articulación,
habrá que llevarle a su emisión, utilizando en cada caso las técnicas y recursos
adecuados para conseguir el sonido correcto que buscamos, actuando siempre de
forma indirecta, es decir, sin pedir directamente la articulación trabajada y así lograrla
sin que el niño se dé cuenta del objetivo que pretendemos.
2. Lograda ya la emisión correcta de la articulación de forma aislada, hay que
conseguir la automatización del esquema postural y su ejecución, una vez
interiorizado, ya sin necesidad de juegos ni mecanismos de apoyo para su realización,
pueda ser integrada fácilmente en la palabra y la frase.
Controlados los mecanismos de emisión de la nueva articulación, hay que pasar, a su
integración, en primer lugar en la palabra, para generalizarla después a la frase y al
lenguaje dialogal o espontáneo, quedando superado el problema cuando en esta
última forma de expresión hay una integración total de la correcta pronunciación.
Este doble proceso de tratamiento indirecto y directo, no forma dos bloques
separados, sino que son aspectos que se superponen durante gran parte del tiempo del
tratamiento. Para la consecución de cada una de las articulaciones se requiere un
tiempo inicial de preparación indirecta, para pasar después a la emisión directa de la
misma y a su automatización. Cada articulación no exige las mismas habilidades,
necesitarán mayor tiempo de preparación y agilización previas, estas requerirán
procesos diferenciados para cada una, lo cual implica una superposición del trabajo
en aspectos indirectos y directos.
II PARTE
ALTERACIONES EN LA FLULIDEZ VERBAL:
LA DISFEMIA O TARTAMUDEZ
Factores genéticos:
La tartamudez afecta más a los varones que a las hembras-proporción 4/1 debido que
las niñas adquieren antes y con más fluidez el lenguaje y con el hecho de que los
chicos por su constitución tienen un control neuronal menos estable.
Factores psicológicos:
La angustia, el miedo, el temor al rechazo y al ridículo, y la actitud vigilante y tensa
forman parte de la vida diaria de muchos niños difémicos.
Ejercicio de la lengua
Los podemos dividir en movimientos internos y externos, según se realicen dentro o
fuera de cavidad bucal.
Movimientos externos
1. sacar la lengua lo máximo posible y volverla dentro de la bocal cerrando esta. En
movimientos repetidos al ritmo marcado. Se pedirá al niño que al sacarla moje con la
punta la barbilla los mas abajo que pueda, para que así, al esforzarse pos conseguirlo,
vaya agilizando la lengua
2. sacar la lengua lo máximo posible en posición horizontal, sin tocar los labios ni los
dientes y mantenerla así inmóvil unos momentos antes de volverla dentro de la bocal
aquí se hace un ejercicio de tensión muscular de la lengua, que aparecerá estrecha y
gruesa.
Generalmente para conseguir esta posición, en principio, hay que ayudar al niño
colocando bajo su lengua el depresor para que la apoye en el y así facilitarle esta
postura. Poco a poco se ira aflojando la presión ejercida, hasta que se pueda retirar el
depresor y ya se mantenga la lengua por si misma.
3. manteniendo la boca entreabierta, llevar la punta de la lengua de una comisura
labial a la otra de un salto, en un movimiento continuado, no permitiendo que divida
este metiendo y sacando la lengua sucesivamente.
En la realización de este ejercicio aparecen con frecuencias sincinesias de balanceo
de cabeza o desplazamiento de la mandíbula inferior. En este caso, como en cualquier
otro en que se den movimientos asociados, se procederá a sujetar la zona que mueve
innecesariamente, para lograr la independencia de la lengua.
4. Con la boca abierta realizar movimientos verticales de la lengua, sin sujetarla con
los dientes, tocando con el ápice labio superior e inferior sucesivamente y pidiéndole
que se esfuerce para mejorar con la lengua el bigote y la barbilla.
En principio el niño tiende a realizar el ejercicio con la boca ligeramente entreabierta,
que así le resulta más fácil inicialmente se lo aceptaremos, convirtiéndose en un
ejercicio del ápice, pero, poco a poco, hay que pedirle que lo valla haciendo con los
labios más abiertos, hasta llegar lograrlo con la “de la a”que supone la mayor abertura
labial y realizar así un ejercicio total de la lengua, no solo de la punta.
Para lograr la elevación de lengua, por lo general, al principio hay que ayudar al niño
con el depresor para la conseguir esta postura, hasta que va adquiriendo el dominio y
agilidad de la lengua, que permite la retirada del apoyo que se le dio.
Todos los ejercicios que conllevan una elevación de la lengua, ya sea para contactar
con el labio, dientes o alvéolos, son de gran importancia y hay que insistir mucho en
ellos para lograr la agilidad lingual necesaria en todos los movimientos de elevación,
ya que estos son indispensables para la realización de gran numero de articulaciones
5. Con la boca entreabierta, deslizar la lengua por el labio inferior, de una comisura a
otra, chupando y mojando el labio, describiendo asi semicírculos con la lengua.
Después repetir el mismo movimiento sobre el labio superior.
En este ejercicio, como en el anterior, el niño en principio tiende a hacerlo con la
boca entreabierta y también aquí hay que lograr que lo haya realizado con una mayor
abertura bucal y que asi se vaya esforzado cada vez más para agilizar la lengua
En los casos en que exista mucha dificultad motriz, se puede estimular indirectamente
el movimiento de este ejercicio y del siguiente, untando con mermelada o crema de
chocolate los labios, para que se los pueda lamer
6. Con la boca abierta, realizar movimientos de giro de la lengua sobre los labios,
primero en un sentido y luego en el contrario. Se le ira marcando el ritmo, señalando
con la mano en el aire el circulo a seguir y acompañándolo con el apoyo verbal,
”ahora vamos hacia arriba” o” ahora vamos hacia abajo”, cuando se va llegando a una
u otra comisura, ya que el niño, cuando llega a este punto, tiende a desorientarse y a
perder la continuidad del movimiento. También se puede realizar este ejercicio
proponiendo imitar a los gatos
Movimientos internos:
1. Dirigir la lengua a los lados de la boca, apoyando la punta en la cara interna de las
mejillas, imitando que tuviera un caramelo en la boca que lo llevara de un lado a otro.
2. Si un niño presentara mucha dificultad para los movimientos linguales, se pueden
estimular estos poniéndose trocitos de bizcocho entre dientes y labios o bajo la
lengua, para que con los movimientos de esta pueda sacarlo y comerlo. También se
podrá trabajar indirectamente la movilidad lingual utilizando caramelos de palo para
facilitar las lateralizaciones y elevaciones de la lengua, que sigue los movimientos del
caramelo
3.Con la boca abierta, pasar la punta de la lengua por el borde de los incisivos
superiores, haciéndose notar al niño como estos son cortantes, para luego ir
describiendo cada vez un arco mayor, que abarque también el borde de los caninos y
los premorales, en movimientos laterales.
Se repetirá después el ejercicio, pasando la punta de la lengua por el borde de los
inferiores, marcándole como siempre con la mano el movimiento a realizar y el ritmo,
facilitándole asi su seguimiento.
4. Con la boca abierta, realizar movimientos verticales de la lengua, tocando con el
ápice la cara interna de los incisivos superiores o inferiores.
El niño tiende a hacerlo en principio con la boca escasamente abierta, para facilitarse
el movimiento. Poco a poco le iremos llevando a que lo realice con mayor abertura
bucal, hasta lograrlo con ”la boca de la a” y así conseguir una mayor agilización de la
lengua. También podemos pedirle este movimiento, a veces, con la boca cerrada.
Entonces no podremos comprobar si su realización es correcta, pero se trata de
conseguí con ello que el niño llegue a interiorizar las sensaciones táctiles para
reconoces el movimiento que esta efectuando, aunque no lo vea.
5. Situar la punta de la lengua entre los incisivos y el labio superior e inferior
sucesivamente. Para motivar al niño con este ejercicio, le diremos que vamos a poner
la boca del mono.
6. Pasar el ápice de la lengua por la parte interna del labio, sin sacarla ni mojarlo por
fuera, ni llegando a meterla entre labios y dientes, describiendo un semicírculo.
Primero se hará tras el labio inferior y luego por el superior.
7. Repetirle ejercicio anterior, pero ahora deslizando la punta de la lengua entre los
labios y los dientes, primero realizando un semicírculo inferior y luego por el superior
8. Movimiento giratorio de la lengua, con la punta entre los labios y los dientes,
primero en un sentido y luego en el contrario. Se le ira marcando con la mano, para
ayudarle, tanto el movimiento del giro como el sentido del mismo.
9. Movimientos laterales, pasando el ápice de la lengua por la cara interna de la
implantación dentaria superior e inferior
10. Ejercicios de gárgaras, para facilitar la movilidad y el control del postdorso de la
lengua y su puesta en contacto con el vuelo del paladar, que será un movimiento
necesario para la realización de las articulaciones velares
Ejercicios de labios
1. Sin abrir la boca ni llegar a despertar los labios, apretar y aflojar estos de
forma sucesiva, para controlar el tono y aumentar la fuerza labial.
2. Separar y juntar los labios ligeramente de forma repetida, con la mayor rapidez
posible.
3. Articular el sonido de la /p/ de manera continuada y rápida, lo que lleva a
realizar movimientos rápidos de unión y separación de labios.
4. Incitar al niño a la risa, empezando por la sonrisa, que se ha de marcar con la
movilidad de los labios, para acabar riendo abiertamente.
5. encoger los labios y proyectarlos unidos, pidiendo al niño para ello que ponga
los labios del beso y que de besos al aire o que imite al morrito del cerdo pudiéndole
ayudar inicialmente el reeducador con su mano, para logar esta postura labial.
6. Manteniendo los labios unidos, estirarlos hacia las comisuras, pidiendo que
ponga la boca de la risa. También aquí se podrá ayudar en principio al niño para
conseguir la posición pedida
7. Unir en continuidad los dos ejercicios anteriores, encogiendo y estirando los
labios unidos, al ritmo que se le vaya marcando.
8. Repetir el ejercicio anterior, ahora con los labios entreabiertos
9. Sostener entre la nariz y el labio superior, elevando este un lapiz a modo de
bigote
10. Dejando el labio inferior inmóvil, elevar el superior para enseñar los incisivos
superiores
11. Montar el labio superior sobre el inferior y después montar el inferior sobre el
superior
12. Ejercicios de vocalizacion, pasando de un sonido vocálico a otro, de forma
muy marcada y continuada, en un orden decreciente de mayor a menor abertura
bucal: “a”, “o”, “u”, “e”, “i”.
13. Emisión de pares de vocales en continuidad para agilizar los labios, mientras
se le va marcando un circulo en el aire con la mano, para facilitárselo, evitando así
que las haga de forma cortada. De esta forma se emitirán todas las combinaciones
vocálicas posibles, en el orden:”ao”, “au”, “ae”, “ai”, “oa”, “ou”, “oe”, “oi”, “ua”,
“uo”, “ue”, “ui”, “ea”, “eu”, “ei”, “ia”, “io”, “iu”, “ie”,
Ejercicios de mandíbula
1. Será conveniente comenzar el trabajo relajando la mandíbula, ya que en ocasiones
una tensión fuerte en la misma bloquea la movilidad. Igual que en los ejercicios de
relajación de labios, que se realizan simultáneamente con los de la mandíbula, se
pedirá que se cierre con fuerza la boca, apretando los dientes, para pasar a
continuación a aflojarlos, quedando la boca entreabierta, la mandíbula caída y
relajada, centrándose en experimentar la sensación de pesadez de la misma
2. abrir y cerrar la boca a distintos ritmos y con distinto tamaño de abertura, según se
vaya marcando.
3. Imitar el movimiento del bostezo.
4. Ejercicio de mascar.
5. Apretar y aflojar los dientes sucesivamente, sin llegar a entreabrir la boca ni a dejar
la mandíbula totalmente relajada.
6. Realizar movimientos laterales de la mandíbula, llevándola sucesivamente a uno y
otro lado.
CONCLUSIÓN
Ante todos estos defectos hay que procurar una estrecha comunicación, que es lo
esencial no debería verse afectada por las dificultades de pronunciación, por
importantes que éstas sean. Evitar enfrentar a la persona con su dificultad mediante una
valoración negativa de esta. Se le ha de hacer comprender que se conoce su problema,
pero que eso no impide la comunicación con él. No hay que insistir en que corrija sus
errores, ya que con ellos, posiblemente, el problema psicológico se potenciaría en
algunos casos y se lo crearía en otros. Es preferible que la persona sea consciente de
que nos hemos dado cuenta de su error, pero que eso no impide que nos interese lo que
dice más que cómo lo dice. Es más efectivo repetir por nuestra parte la palabra cuando
él haya acabado, con objeto de presentarle un modelo adecuado.
BIBLIOGRAFIA