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TRANSPORTE SEGURO
DE MATERIAL RADIACTIVO
RADIACTIVO
CARACTERÍSTICAS Y MA
MAGNITUD
GNITUD
DEL TRANSPORTE DE MATERIAL
MATERIAL RADIACTIVO EN ARGENTINA
Prácticamente todas las industrias emplean, de una forma u otra, radioisótopos y radiaciones.
Los radioisótopos se utilizan, por ejemplo, en sensores de detectores de humo. Fuentes mayo-
res de radiación se utilizan en radiografía industrial para detectar defectos y fisuras en estructu-
ras metálicas. El empleo de técnicas nucleares ya es corriente en la geoquímica y la geofísica,
por ejemplo, en la prospección de petróleo, y se utilizan cada vez más en exploración de minera-
les.
En las sociedades modernas se utilizan abundantemente materiales peligrosos. Casi siempre es-
tos materiales deben ser transportados desde donde se los extrae, fabrica o almacena hasta algún
otro sitio para su posterior utilización o evacuación. Las estadísticas del tráfico mundial de mer-
cancías peligrosas indican que su magnitud es considerable. Sustancias explosivas, combustibles,
corrosivas, tóxicas y de otras características peligrosas se transportan intensamente. El transporte
de materiales radiactivos representa una pequeña fracción del total, un 2% aproximadamente. Aún
así, se estima que se transportan cada año en el mundo más de cuarenta millones de bultos que
contienen materiales radiactivos. De estos, la mayor parte sólo contiene pequeñas cantidades que
se usan para fines muy diversos. Las expediciones de materiales radiactivos pueden clasificarse
en dos grupos:
Dado que en la Argentina el ciclo de combustible nuclear está basado en uranio natural y no se
dispone aún de plantas de reprocesamiento de elementos combustibles irradiados, el transporte
prácticamente se limita a minerales y concentrados de uranio, pasta amarilla (yellow cake), di-
óxido de uranio (UO2) y elementos combustibles no irradiados (nuevos). Estas expediciones son
Por otra parte, una gran variedad de productos radiofarmacéuticos son continuamente provistos
a los usuarios en bultos del Tipo A desde los centros de producción o almacenamiento por vía
aérea o terrestre. Entre los productos más utilizados se pueden mencionar los generadores de
molibdeno - tecnecio, y compuestos de yodo 131.
Los residuos radiactivos de baja actividad están constituidos por lo general de desechos prove-
nientes de laboratorios y centros médicos, tales como guantes, ropa de protección y bolsas de
plástico. Dichos desechos tienen un nivel tan bajo de radiactividad que no requieren requisitos
severos para el diseño de su embalaje, por lo que generalmente se los transporta por vía terres-
tre en tanques metálicos estándar que cumplen los requisitos para bultos Industriales.
Se estima que hay un total de 20 000 expediciones anuales en promedio, de las cuales 500 ex-
pediciones están relacionadas con el ciclo de combustible nuclear y 19 500 expediciones corres-
ponden a materiales radiactivos utilizados en investigación, industria y medicina. La Figura 1 y el
Cuadro 1 muestran un resumen de los porcentajes relativos de dichas expediciones y sus carac-
terísticas principales.
CICLO DE
COMBUSTIBLE
3%
INVESTIGACIÓN,
MEDICINA E
INDUSTRIA
97%
LA REGLAMENTACIÓN: NORMA
NORMA AR 10.16.1.
En general, el público no conoce los riesgos potenciales que entraña el transporte de mercancí-
as peligrosas. Cada vez que ocurre un incidente o accidente que afecta a tales mercancías, cau-
se o no lesiones, muerte o contaminación del medio ambiente, se reclaman leyes o reglamentos
más estrictos, pero el público está poco informado sobre las normas y reglamentos nacionales e
internacionales que ya existen.
El transporte de material radiactivo se practica desde hace unos 50 años y gracias a la severidad
y la aplicación nivel nacional e internacional de las normas que lo regulan, la seguridad de dicha
práctica ha evitado la irradiación o contaminación de las personas, los bienes y el medio ambien-
te.
Por el Decreto 1540/94, se transfirieron desde el 1° de enero de 1995 al Ente Nacional Regula-
dor Nuclear las funciones fiscalizadoras entre las que se hallan la verificación del cumplimiento
con dicho reglamento. En la actualidad, por la Ley Nacional de la Actividad Nuclear Nº 24.804 y
el Decreto Nº 358 del Poder Ejecutivo Nacional a partir del 23 de abril de 1997 las funciones
mencionadas se han transferido a la ARN.
Al igual que otras autoridades nacionales e internacionales, la ARN dirige su atención al control
de riesgos con vistas a minimizar los incidentes o accidentes, y a mitigar sus consecuencias.
Estas medidas incluyen la imposición de requisitos especiales de diseño, selección, manipula-
ción, marcado y etiquetado de los embalajes y de garantía de calidad, en especial procedimien-
tos de inspección y mantenimiento de bultos. Asimismo, se llevan a cabo inspecciones durante
el diseño, la fabricación y la expedición, y de la documentación correspondiente.
Es necesario definir el alcance y significado de algunos términos que se emplearán y que son de
uso común en las reglamentaciones para el transporte de materiales radiactivos.
Bulto: es el embalaje con su contenido radiactivo tal como se presenta para el transporte.
Condiciones de accidente durante el transporte: se entenderán por tales aquellos sucesos con
baja probabilidad de ocurrencia pero como consecuencia de los cuales se puede producir la des-
trucción total o de la mayor parte del bulto. Como ejemplo se citan, caídas del bulto desde alturas
relativamente grandes durante su manipulación, impactos por colisión o vuelco del vehículo de
transporte, incendios, inmersión del bulto en agua o una de combinación de tales sucesos.
Condiciones de transporte normales: se entenderán por tales tanto las condiciones de trans-
porte rutinarias (sin incidentes) como los pequeños percances o incidentes que se presentan en
forma habitual en el transporte, como por ejemplo, la caída de bultos desde pequeñas alturas so-
bre superficies lisas o punzantes, el aplastamiento debido a la estiba y las mojaduras por lluvia o
nieve.
Contenido radiactivo: se entenderá los materiales radiactivos juntamente con los sólidos, líqui-
dos y gases contaminados o activados que puedan encontrarse dentro del embalaje.
Embalaje: se entenderá el conjunto de todos los componentes necesarios para alojar comple-
tamente el contenido radiactivo. En particular, puede consistir en uno o varios recipientes, mate-
riales absorbentes, estructuras de separación, material de blindaje contra las radiaciones y equi-
po para llenado, vaciado, venteo y alivio de presión; dispositivos de refrigeración, de amortigua-
miento mecánico de golpes, de manipulación y fijación, y de aislamiento térmico, así como dis-
positivos inherentes del bulto. El embalaje puede consistir en una caja, bidón o recipiente similar,
o puede ser también un contenedor, cisterna o recipiente intermedio para graneles (RIG).
Emisores alfa de baja toxicidad: se entenderá uranio natural; uranio empobrecido; torio natural;
uranio 235 o uranio 238; torio 232; torio 228 y torio 230 contenidos en minerales o en concentra-
dos físicos o químicos; o emisores alfa con un período de semidesintegración de menos de 10
días.
Materiales de baja actividad específica (BAE): se entenderán los materiales radiactivos que
por su naturaleza tienen una actividad específica limitada, o los materiales radiactivos a los que
Materiales radiactivos: se entenderá todo material que contenga radionucleidos en los cuales
tanto la concentración de actividad como la actividad total de la remesa excedan los valores
especificados en los párrafos 401 a 406 de la Norma AR 10.16.1.
Material radiactivo de baja dispersión: se entenderá, bien sea material radiactivo sólido, o mate-
rial radiactivo sólido en una cápsula sellada, con dispersión limitada y que no esté en forma de
polvo.
Nota: no se considera radiactivo a los fines de la aplicación de la Norma AR 10.16.1. un objeto sólido
no radiactivo, cuya contaminación superficial con material radiactivo no sea superior a:
2
0,4 Bq/cm para emisores beta y gamma, o emisores alfa de baja toxicidad.
2
0,04 Bq/cm para todos los otros emisores alfa.
Remesa: se entenderá cualquier bulto o bultos o carga de materiales radiactivos que presente
un remitente para su transporte.
Remitente: se entenderá cualquier persona, organización u organismo oficial que presente una
remesa para su transporte y cuyo nombre figure en calidad de tal en los documentos de trans-
porte.
Sistema blindante: se entenderá el conjunto de los componentes del embalaje destinados es-
pecíficamente a atenuar la radiación emergente del contenido radiactivo.
Sobreenvase: se entenderá un recipiente, tal como una caja o bolsa, que es utilizado por un
remitente único para introducir en una sola unidad de manipulación una remesa de uno o más
bultos para facilitar la manipulación, la estiba y el acarreo.
Sustancias fisionables: se entenderá el uranio 233, uranio 235, plutonio 239, plutonio 241, o
cualquier combinación de estos radionucleidos. Se exceptúan de esta definición:
Con respecto al alcance de la Norma AR 10.16.1., la misma se aplica a todas las modalidades
de transporte por vía terrestre (carretera y ferrocarril), acuática (navegación marítima y fluvial) o
aérea (aeronaves de pasajeros y de carga), incluido el transporte incidentalmente asociado al uso
de materiales radiactivos. El transporte abarca todas las operaciones y condiciones relacionadas
con el traslado de materiales radiactivos e inherentes al mismo; comprenden el diseño, la fabrica-
ción, el mantenimiento y la reparación de embalajes, y la preparación, expedición, carga, acarreo,
incluido almacenamiento en tránsito, descarga y recepción en el destino final de cargas de mate-
riales radiactivos y bultos. Además, incluye el transporte por todos los medios y las condiciones de
transporte rutinarias y normales así como las condiciones de accidente durante el transporte que
se produzcan durante el traslado de materiales radiactivos.
Es obvio que la Norma AR 10.16.1. se aplica sólo al transporte de los materiales que se conside-
ran materiales radiactivos. Es decir, que su aplicación se limita a todo material que contenga
radionucleidos en los cuales se exceden simultáneamente los valores: i) de la concentración de
actividad para material exento, en Bq/g, y ii) del límite de actividad para una remesa exenta,
en Bq. Tales valores son especificados en los párrafos 401 a 406 de la Norma AR 10.16.1, y en el
cuadro I “Valores básicos de radionucleidos” hay un listado en el que se incluyen los valores i) y ii)
para diferentes radionucleidos. Si para un material a transportar no se supera uno solo de esos
dos valores, no es de aplicación la norma citada.
Se hace notar que en la Norma AR 10.16.1. todas las cantidades sólo se expresan en el Siste-
ma Internacional de Unidades (SI), que en Argentina coincide con el Sistema Métrico Lineal
Argentino (SIMELA).
La Norma AR 10.16.1. no especifica controles relativos al itinerario o a la protección física que
puedan instituirse por razones ajenas a la seguridad radiológica. Cuando se impongan tales
controles, se tendrán en cuenta los riesgos radiológicos y no radiológicos, sin desvirtuar las nor-
mas de seguridad que fija la norma.
Los requisitos para el transporte de materiales radiactivos abarcan desde el diseño de bultos
hasta aspectos administrativos y tienen por fin principal proteger adecuadamente a las personas
tanto de las dosis reales que son consecuencia del acarreo normal de materiales radiactivos,
como de las dosis potenciales que podrían producirse si algo anormal (por ejemplo, un acci-
dente) ocurre durante el acarreo o el almacenamiento transitorio.
Para proteger en el acarreo normal, la Norma AR 10.16.1. establece requisitos destinados a
limitar las dosis en que pueden incurrir trabajadores o miembros del público. Dichos requisitos
esencialmente limitan las tasas de dosis en el entorno de los bultos y la contaminación máxima
permitida en su superficie externa. Además, establece ciertas reglas de acumulación de bultos y
de segregación entre bultos y personas. Por su objetivo, es evidente que este tipo de requisitos
se establece con cierta independencia de la característica resistente de los bultos, de su forma,
de sus dimensiones y de su eventual contenido radiactivo.
En el segundo caso, protección contra las consecuencias radiológicas de eventuales accidentes, la
Norma AR 10.16.1. implícitamente emplea una filosofía que puede interpretarse por los siguientes
criterios:
− Nadie vive angustiado por la posibilidad de que un jet de pasajeros caiga sobre su casa,
aun cuando esto no es imposible.
− Nadie en la ciudad de Buenos Aires se preocupa porque el edificio en el cual vive no ha
sido diseñado para soportar un terremoto, ya que está ubicada en una zona donde la
probabilidad de ocurrencia de un sismo mediano o severo es muy remota, aunque todos
saben, que si ocurriera en Buenos Aires un sismo de ese tipo sería prácticamente una
catástrofe.
60
Por ejemplo, supónganse fuentes de Co de distinta actividad con el material radiactivo encap-
sulado en acero inoxidable soldado, de resistencia tal que sea prácticamente imposible la dis-
persión del radionucleido. En estas condiciones sólo es importante la radiación externa y cuanto
mayor sea la actividad de la fuente mayor será la consecuencia radiológica (dosis) de una even-
tual pérdida de la capacidad blindante de un bulto (la capacidad blindante se puede perder por-
que la fuente es expulsada del sistema blindante o porque este último se destruye en un acci-
dente como resultado de un impacto o incendio).
TIPOS DE BULTOS
Tal como se ha mencionado, la protección contra los efectos de las radiaciones durante el trans-
porte se logra limitando la magnitud del contenido radiactivo que puede transportarse en un de-
terminado tipo de bulto en función de las características resistentes del mismo. La Norma AR
10.16.1., por razones prácticas, limita a ocho los tipos de bultos a los que se aplica, véase la
tabla 2, sujetos a los límites de actividad y restricciones en cuanto a materiales que figuran en la
Sección IV, y que satisfacen los requisitos correspondientes, en orden creciente de su resisten-
cia y de incremento de su contenido radiactivo (en actividad) que pueden transportar, son:
a. Bulto exceptuado.
b. Bulto industrial del Tipo 1 (Tipo BI-1).
c. Bulto industrial del Tipo 2 (Tipo BI-2).
d. Bulto industrial del Tipo 3 (Tipo BI-3).
e. Bulto del Tipo A.
f. Bulto del Tipo B(U).
g. Bulto del Tipo B(M).
h. Bulto del Tipo C.
Los bultos que contienen sustancias fisionables o hexafluoruro de uranio (UF6) están sujetos a
requisitos adicionales. Excluido el Bulto Exceptuado, cuando cualquiera de los restantes tipos de
bultos se emplean para transportar sustancias fisionables, se debe además prevenir la criticidad,
y se tendrán bultos caracterizados como IF, AF, B(U)F, B(M)F o CF.
Cuando el contenido a transportar excede el límite permitido para un bulto del Tipo A, se exige el
uso de bultos del Tipo B(U) o Tipo B(M), que son los más resistentes y en los cuales el límite a
transportar no está estipulado en la Norma AR 10.16.1. (salvo para el caso de vía aérea) sino
que es una característica del diseño del bulto, el cual debe ser aprobado por la Autoridad
Competente. Por otra parte, si el contenido es sólo una pequeña fracción del permitido en un
bulto Tipo A, no se requiere nada especial, es el caso de Bultos Exceptuados.
El Sistema Q es el desarrollo que condujo a la definición de los valores A1 y A2, que son el límite
de contenido en bultos del Tipo A, para materiales radiactivos en forma especial y en otras for-
mas, respectivamente. En esencia el Sistema Q considera:
II. a. Que la dosis equivalente efectiva o la dosis equivalente efectiva integrada durante 50
años recibida por una persona, expuesta en las proximidades de un bulto del Tipo A tras un
accidente no debe exceder de 50 mSv.
b. Que la dosis equivalente o la dosis equivalente integrada durante 50 años, recibida por
cualquiera de los distintos órganos, incluida la piel, de una persona presente en el accidente,
no debe exceder de 0,5 Sv.
c. Que es improbable que una persona permanezca a 1 metro del bulto deteriorado duran-
te más de 30 minutos.
Para cada escenario, mediante modelos dosimétricos específicos, se determinan para cada ra-
dionucleido los denominados valores QA, QB, QC, QD y QE, que en términos de actividad, son el
contenido del bulto, que a la distancia y durante el tiempo establecidos en la hipótesis mencio-
nada en II. c), conducen a las dosis preestablecidas en II. a) o II. b).
Dado que normalmente se presentan tanto el problema de irradiación externa como el de incor-
poración, la Norma AR 10.16.1. especifica para cada radionucleido dos valores de actividad, A1 y
A2, de manera que:
A1 es el menor de los dos valores QA y QB, y es el límite de contenido en bultos del Tipo A
cuando se trata de materiales radiactivos en forma especial, y
A2 es el menor entre los valores A1, QC, QD y QE, y es el límite de contenido en bultos Tipo A
para materiales radiactivos en otras formas.
Los materiales radiactivos, que por sus características no son dispersables o están incluidos en cáp-
sulas selladas, pueden ser calificados como materiales radiactivos en forma especial. Para asig-
nar dicha calificación, la Norma AR 10.16.1. especifica una serie de ensayos mecánicos, un ensayo
térmico y un ensayo de evaluación de pérdidas. La Norma AR 10.16.1. considera que no habrá dis-
persión, aun en accidentes severos, por lo cual se limita el contenido de los mismos en bultos del
Tipo A sólo en función del riesgo de irradiación externa.
Para los materiales no calificados como materiales radiactivos en forma especial dicha nor-
ma considera tanto la posibilidad de irradiación externa como la incorporación (por inhalación,
ingestión y, en ciertos casos, a través de la piel). En este caso, tanto el rendimiento de emisión
gamma (y en menor grado beta) como la radiotoxicidad del nucleido son tenidos en cuenta al es-
tablecer la actividad límite para bultos del Tipo A.
(1)
TIPO DE BULTO LÍMITE DEL CONTENIDO RADIACTIVO
INDUSTRIAL DEL a. La cantidad de material BAE u OCS en un solo bulto se limita de forma
TIPO 1, DEL TIPO 2, que el nivel de radiación externa a 3 m del material u objeto o colección de
o DEL TIPO 3 objetos sin blindaje sea ≤ 10 mSv/h.
(3)
b. Según sean el contenido, material BAE u OCS, a ser transportado, y el medio
de transporte, bodega o compartimiento utilizado en el transporte, el contenido
radiactivo podrá ser ilimitado, ≤ 100 A2 o ≤ 10 A2.
c. Un solo bulto de materiales BAE-II o BAE-III como sólido no combustible,
si se transporta por vía aérea, contendrá una actividad ≤ 3000 A2.
TIPO A A1 A2
1. Debe tenerse en cuenta el párrafo 107 de la Norma AR 10.16.1. de la ARN, la cual incluye una lista de
ítem para los cuales la misma no se aplica. Además, para cada radionucleido hay un límite de concen-
tración de actividad para material exento y un límite de actividad para una remesa exenta.
2. Los límites corresponden a materiales que no están contenidos o formen parte de un instrumento u otro
artículo manufacturado. Los límites correspondientes a dichos ítem no fueron incluidos aquí por razo-
nes de claridad.
3. Como ejemplos se citan: material BAE-I, tal como minerales de uranio, puede transportarse a granel
sin límite de cantidad, en cualquier medio de transporte, material BAE-II, tal como agua tritiada con
concentración inferior a 1 TBq/L, puede transportarse hasta una cantidad de 100 A2 en cualquier medio de
transporte que no sea un buque de navegación interior.
Tal como se ha mencionado, la Norma AR 10.16.1. establece que los bultos del Tipo A se dise-
ñen para que soporten las condiciones de transporte normales, por ello deberá tenerse en cuen-
ta:
El cumplimiento de ciertos requisitos generales relativos a todos los embalajes y bultos du-
rante actividades rutinarias del transporte, para que su manipulación y uso resulten seguros.
El cumplimiento con los criterios de aceptación, que establecen que no debe haber pérdida
o dispersión del contenido radiactivo, criterio para evaluar el comportamiento de la con-
tención, ni la disminución del blindaje debe ser tal que aumente en más del 20% el nivel de
radiación en cualquier punto de la superficie exterior del bulto, criterio para evaluar el com-
portamiento del blindaje, si se los somete a los ensayos para demostrar la capacidad de
soportar condiciones normales de transporte.
Aspersión con agua El bulto se someterá, durante una hora, a una aspersión con agua que
simule una lluvia de 5 cm/hora.
[1]
Caída libre Se dejara caer libremente el bulto sobre un blanco rígido , plano y
horizontal desde una altura de 1,2 m. Se especifican alturas menores
para bultos con peso elevado, y ensayos más severos para los que
contienen líquidos y gases (altura 9 m).
Apilamiento El bulto será sometido durante 24 horas, a una carga de compresión que
simula apilamiento, equivalente a 5 veces la masa del bulto o al producto
de 13 kPa por el área de la proyección vertical del bulto.
Penetración Mientras el bulto se mantiene inmóvil sobre una superficie plana, hori-
zontal y rígida, se dejara caer sobre el mismo una barra de extremo
inferior hemisférico, de 6 kg de masa y de 3,2 cm de diámetro, con su
eje longitudinal vertical desde 1 m de altura si el contenido es sólido y
1,7 m si el contenido es liquido o gaseoso.
[1] De acuerdo a la Norma AR 10.16.1., blanco rígido es aquel de naturaleza tal que cualquier incremento de su
resistencia al desplazamiento o a la deformación al producirse el impacto, no de lugar a un aumento significativo
de los daños del espécimen.
Gran parte de los bultos del Tipo A son utilizados para el transporte de productos radiactivos para
medicina y en más del 80% de los casos transportan actividades que son una pequeña fracción de
A1 o A2. Básicamente, el embalaje de dicho tipo de bultos está constituido por un frasco de vidrio
alojado en un recipiente de plomo a modo de blindaje, el que se encierra en un envase de hojalata;
el conjunto así descrito se introduce en una matriz de poliuretano extendido (telgopor) y se aloja en
una caja exterior de cartón; véase en la Figura 3 un diseño argentino de bulto del Tipo A. Rara vez
el peso de tales bultos supera 15 kg.
Se ha mencionado que los bultos del Tipo B(U) y Tipo B(M) deben soportar condiciones de acci-
dente durante el transporte. Por ello, la Norma AR 10.16.1. establece que estos tipos de bultos
deberán diseñarse de tener en cuenta:
Nota: es de importancia hacer notar que los bultos del Tipo C y los materiales radiactivos de
baja dispersión no serán tratados en este documento ya que están fuera de su alcance. Ello se
debe a que en el futuro mediato en Argentina no está previsto los desarrollos de diseños y la
utilización de esos tipos de bulto y material. Estos diseños estarían restringidos casi exclusiva-
mente al transporte de plutonio por vía aérea. Cabe mencionar que el bulto del Tipo C debe es-
tar diseñado para soportar ensayos que simulan condiciones de accidente mucho más severas
que los del Tipo B(U) y Tipo B(M). Ello implica que los bultos del Tipo C necesitarán instalacio-
nes de ensayo más sofisticadas y tendrán costos más elevados que los de cualquier otro tipo de
bulto. Se señala también que los materiales radiactivos de baja dispersión deben diseñarse para
que resistan condiciones de accidente más severas que los materiales radiactivos en forma es-
pecial. Esto conlleva a que los ensayos de los materiales radiactivos de baja dispersión se lleven
a cabo en instalaciones más complejas y sus diseños tendrán costos muy superiores al de los
otros materiales.
Mecánico Consiste de dos caídas. Las posiciones de impacto serán las que produzcan el máximo daño en el
espécimen y el orden de las caídas el que conduzca al máximo daño del espécimen considerando el
subsiguiente ensayo térmico.
A. Caída I: se dejará caer libremente la muestra sobre una superficie plana, horizontal y rígida[1] desde
9 m de altura (véase C.).
B. Caída II: se dejará caer libremente la muestra sobre una barra vertical rígidamente empotrada des-
de 1 m de altura. La barra será maciza y de acero, de 15 cm de diámetro, 20 cm de longitud o más
larga si resulta más perjudicial, y con su superficie superior plana, horizontal y de bordes redondea-
dos.
C. Caída III: para el caso de bultos relativamente livianos, de baja densidad y con contenido elevado [2], la
Norma AR 10.16.1. considera más conveniente un "ensayo de aplastamiento dinámico" que la
caída libre desde 9 m de altura (véase A.). El ensayo consiste en dejar caer sobre el espécimen una
placa maciza de acero de 1 m x 1 m y 500 kg de masa, desde 9 m de altura.
Térmico Se expondrá al bulto a un fuego originado por la combustión en aire de un hidrocarburo. El espécimen
deberá estar totalmente rodeado por dicho fuego de manera de alcanzar una temperatura de llama de,
como mínimo, 800°C con un coeficiente de emisión de 0,9, durante un período de 30 minutos.
De inmersión El espécimen se sumergirá durante 8 horas bajo una columna de agua de, como mínimo, 15 m.
en agua La columna de agua será de 200 m para bultos destinados a contenidos radiactivos cuya actividad sea
mayor que 105 A2.
Figura 4. Modelo de bulto del Tipo B(U) para transporte de 13 PBq de cobalto 60
La Figura 5 muestra un modelo de material radiactivo en forma especial (MRFE), cápsula sellada
para uso industrial con cobalto 60. Se hace notar que este tipo de material, MRFE, ya sea cáp-
sula sellada que contiene material radiactivo o material radiactivo sólido no dispersable, posee
como único riesgo radiológico el de irradiación externa. El MRFE se diseña para que su conteni-
do no se disperse aún en caso de accidentes durante el transporte, por lo que el riesgo por con-
taminación es despreciable.
Cabe introducir aquí el concepto de Índice de Transporte (IT). De acuerdo a la Norma AR 10.16.1.,
el IT es un número destinado únicamente a la seguridad radiológica para controlar la exposición
a las radiaciones durante la acumulación de bultos. En este caso, el IT es el número que se obtie-
ne multiplicando por 100 el nivel máximo de radiación en mSv/h medido a 1 metro de la superficie
exterior del bulto, redondeado a la primera cifra decimal superior. Si el IT medido no es mayor que
0,05, se considera que el valor del IT = 0.
Para establecer medidas operativas tales como segregación, acumulación en estiba y carga
máxima por vehículo, la Norma AR 10.16.1. establece las categorías de bultos o sobreenva-
ses que quedan determinadas por el nivel de radiación en contacto con la superficie exte-
rior del bulto y el Indice de Transporte, véase el Cuadro 3.
[1] En la modalidad de uso exclusivo, también se fijan límites del nivel de radiación en el exterior de los
vehículos. Por ejemplo, no se permite más de 2 mSv/h y 0,1 mSv en contacto y a 2 m de la superficie
exterior, respectivamente, de cualquier vehículo terrestre.
Se denomina sobreenvase a un recipiente, tal como una caja o bolsa, que es utilizado por un
remitente único para introducir en una sola unidad de manipulación una remesa de uno o más
bultos para facilitar la manipulación, la estiba y el acarreo.
En caso que el valor del IT satisfaga la condición correspondiente a una categoría, pero el valor
del nivel de radiación en la superficie satisfaga la condición correspondiente a una categoría
diferente, el bulto o sobreenvase se considerará que pertenece a la categoría superior a las dos.
A este efecto, la Norma AR 10.16.1. considera que la categoría inferior es la I-BLANCA.
Con el objeto de aportar la información imprescindible a las personas que deben manipular los
bultos o sobreenvases durante el transporte, la Norma AR 10.16.1. prevé el etiquetado en la
superficie exterior de dichos bultos o sobreenvases, con dos etiquetas en lados opuestos y visi-
bles, en función a su categoría. Las etiquetas reglamentarias que tienen en cuenta sólo el riesgo
radiológico proveen información tal como la categoría a la que pertenece el bulto (lo que se indi-
ca con una, dos o tres barras rojas de acuerdo a las categorías I-BLANCA, II-AMARILLA y III-
AMARILLA, respectivamente), tipo y magnitud del contenido radiactivo e Indice de Transporte.
En la figura 6 se muestran los tres modelos de etiquetas. En todas las etiquetas se deben com-
131 60
pletar los espacios disponibles para el CONTENIDO (por ejemplo, I , Co , BAE-I) y la
ACTIVIDAD (por ejemplo, 0,5 TBq, 10 GBq). Se aprecia que la etiqueta I-BLANCA no tiene el
rectángulo para la inclusión del valor del IT ya que el mismo vale cero (IT = 0).
SUSTANCIAS
FISIONABLES
[1] Estos límites son aplicables cuando promedian sobre cualquier superficie de 300 cm2 de cualquier parte de la su-
perficie.
[2] Además, el límite del nivel de la radiación resultante de la contaminación fija en cualquiera de sus superficies es de
5 µSv/h.
Por otra parte, si un bulto del Tipo B(U), Tipo B(M) o Tipo C sufre un accidente menos severo
que las condiciones de ensayo su capacidad blindante no se reducirá, de tal manera que el nivel
de radiación a 1 metro del bulto no será superior a 10 mSv/h, ni su contención se degradará
como para permitir una fuga del contenido superior a A2 durante una semana, tal como se vio en
requisitos funcionales.
Finalmente, en la Norma AR 10.16.1. no hay requisitos con relación al control de las consecuen-
cias de accidentes de mayor gravedad que los representativos de los ensayos. Esto indica implí-
citamente que, a la luz de los estudios y evaluaciones efectuadas, no considera razonables re-
querimientos adicionales para estas situaciones, dada su muy baja probabilidad de ocurrencia.
Para ejercer un adecuado grado de control durante la utilización de los bultos de transporte de
material radiactivo, tanto durante el acarreo como el almacenamiento transitorio en la vía públi-
ca, mediante inspecciones cualquier Autoridad Competente se asegura que el usuario ha cum-
plimentado los requisitos aplicables del Reglamento del OIEA. Estas inspecciones se pueden
llevar a cabo antes de cada uso del embalaje con el objeto de verificar si fueron efectuadas sis-
temáticamente todas las actividades requeridas de preparación, inspección y mantenimiento de
los bultos. En particular, en Argentina es la ARN la que verifica el cumplimiento con la Norma AR
10.16.1. Las inspecciones de la Autoridad Competente tienen por objeto prevenir los accidentes
por ignorancia, desconocimiento o negligencia. A modo de ejemplo se citan algunos del ítem a
verificar durante la realización de inspecciones de transporte:
Desarrollo y aplicación correctas del Programa de Protección Radiológica (véase más ade-
lante Responsabilidades del Remitente).
Adecuado mantenimiento, inspección y utilización de los bultos de acuerdo a procedimientos y
especificaciones. Cuando lo cree conveniente, la Autoridad Competente presencia las operacio-
nes de mantenimiento efectuadas por el usuario, el que debe mantener durante la vida útil del
A modo de ejemplo, con el objeto de cumplimentar las funciones que le fueron delegadas, la
Autoridad Regulatoria Nuclear cuenta con diferentes herramientas para ejercer el control del
transporte de material radiactivo, entre las que pueden citarse las siguientes:
Con el mismo objeto, la Norma AR 10.16.1. establece requisitos aplicables durante el transporte
y el almacenamiento en tránsito, con relación a: la acumulación, la segregación o separación, la
Miembros del publico (grupo critico) Tal que la dosis ≤ 1 mSv en un año
Otras mercancías peligrosas Tal que se cumpla con la tabla de segregación de naciones unidas
[1]
Transporte no en uso exclusivo Σ Índices de Transporte (IT) ≤ 50 ó 200
(2)
Transporte en uso exclusivo Σ índices de Transporte NO TIENE LÍMITE
[1]
Transporte no en uso exclusivo Σ Índices de Seguridad con respecto a la Criticidad (ISC) ≤ 50 ó 200
[1]
Transporte en uso exclusivo Σ índices de Seguridad con respecto a la Criticidad (ISC) ≤ 100 ó 200
[1] La suma de los IT o ISC permitidos en un transporte es función del medio de transporte utilizado.
[2] Se limitan los niveles de radiación en contacto y a 2 m de las superficies externas del medio de transporte.
Además, con el objeto de disminuir las dosis del público la Norma AR 10.16.1. dispone que los
bultos o sobreenvases de las categorías II-AMARILLA o III-AMARILLA no se acarreen en vehícu-
los cuyos compartimientos estén ocupados por pasajeros.
Se hace notar que U indica aprobación unilateral, lo que significa que la aprobación de un di-
seño será efectuada por la Autoridad Competente del país origen del diseño, y M indica aproba-
ción multilateral, lo que significa que será necesaria la aprobación de las Autoridades Compe-
Existen muchas causas por las que un remitente puede verse obligado a solicitar la aprobación
de un transporte por arreglo especial. A continuación se citan algunas causas que comúnmente
se presentan en la práctica. En muchas ocasiones, un remitente debe transportar por única vez
una cantidad de material radiactivo en un bulto que requiere la aprobación de la Autoridad Com-
petente, por ejemplo, un bulto del Tipo B(U), como consecuencia de lo cual pueden presentarse
las siguientes alternativas, que lo obligan a un transporte por arreglos especiales:
Posee un bulto cuyo modelo está aprobado como del Tipo B(U), que puede resultar adecua-
do para el transporte, pero el contenido radiactivo autorizado para dicho modelo no coincide
con el tipo y magnitud del material a transportar.
Decide la construcción de un embalaje que tienda a equiparar la performance de un Tipo B(U),
pero sin demostrar el cumplimiento con todos los requisitos relativos a ese tipo de bulto, dado
que el alto costo de tal actividad no se justifica para un transporte único.
Posee un bulto del Tipo B(U) aprobado por Autoridad Competente cuyo contenido radiactivo
autorizado responde a sus necesidades pero su Certificado de Aprobación se encuentra
vencido.
Todas las evaluaciones y propuestas hechas por el remitente con el objeto de solicitar el arreglo
especial deben ser evaluadas en forma multilateral por las Autoridades Competentes, y de ser
satisfactorias, deberán emitir el correspondiente certificado de aprobación. Usualmente, los
transportes por arreglo especial se emplean para resolver situaciones en el ámbito de un solo
país. En ese caso, solo se requiere la aprobación de la Autoridad Competente de ese país.
La Norma AR 10.16.1. requiere que en los documentos de transporte que acompañan a cada
remesa, el remitente incluya una declaración firmada, por la que se responsabiliza de que la
remesa y la expedición de la misma se efectúa en un todo de acuerdo con las reglamentaciones
nacionales e internacionales pertinentes. Esto lo obliga a verificar el cumplimiento de una serie
de disposiciones estipuladas por la Norma AR 10.16.1. Si el material radiactivo a transportar
posee otras características peligrosas, el remitente es también responsable por el cumplimiento
de los reglamentos pertinentes sobre mercancías peligrosas de los países a través de los cuales
y al cual se transporte la remesa, y de las reglamentaciones aplicables de las organizaciones de
transporte.
El remitente verificará que los bultos que utilice sean los adecuados. Asimismo, debe preparar
sus programas de garantía de calidad para la utilización y el mantenimiento de bultos, así como
para las operaciones de transporte y almacenamiento en tránsito.
El remitente deberá asegurar que los bultos que prepare cumplan con los requisitos de diseño y
funcionales, especificados por la Norma AR 10.16.1. Si los bultos o materiales requieren de la
aprobación de la Autoridad Competente, el remitente deberá estar en posesión de una copia del
certificado y de los respectivos manuales de operación, mantenimiento y emergencias, así como
de cualquier otra documentación de despacho pertinente. Si los bultos o materiales, de acuerdo
a sus manuales, requieren de inspecciones y mantenimiento, el remitente es responsable de que
dichas tareas sean ejecutadas correctamente. Además, verificará que el contenido radiactivo sea
compatible con los materiales del embalaje, y que su magnitud no sobrepase el límite de conte-
nido establecido en la Norma AR 10.16.1. para el tipo de bulto de que se trate.
La Norma AR 10.16.1. establece algunas disposiciones para el transporte modal. Es así, que el
remitente deberá también prestar atención al cumplimiento con aquellos requisitos específicos
para el transporte por vía terrestre, aérea o acuática, y por correo.
Debe quedar en claro que el remitente puede delegar total o parcialmente la ejecución de tareas
en organizaciones o personas calificadas, pero no puede delegar la responsabilidad que le cabe
y debe ejercer una supervisión suficiente para asegurarse que dichas actividades se desarrollan
El riesgo de irradiación externa es bajo para sustancias fisionables en estado "puro", pero es
muy común que se presenten para el transporte mezclas de estos materiales con productos de
fisión, de activación, etc., resultando en muchos casos un riesgo de irradiación elevado. El pro-
blema del control del riesgo de irradiación externa ya se ha desarrollado y puede resumirse en la
necesidad de un adecuado diseño del sistema blindante, cuya resistencia deberá ser acorde con
el riesgo asociado, y un mínimo de medidas operativas relacionadas con la estiba, el almacena-
miento en tránsito, etc. El riesgo de contaminación para materiales fisionables "puros" es su-
mamente variable, dado que en un extremo se encuentra el plutonio, de alta toxicidad, y en el
otro el uranio, de radiotoxicidad baja. Como se ha indicado pueden presentarse para el transpor-
te sustancias fisionables mezcladas con otros materiales radiactivos, por ejemplo, productos de
fisión. De acuerdo a lo visto, se resume el control del riesgo de contaminación en la necesidad
de un adecuado diseño del sistema de contención (o sistemas de contención), cuya resistencia
deberá ser acorde con el potencial accidental del contenido radiactivo.
GUÍA
GUÍA DE EMERGENCIA Y FICHAS DE INTERVENCIÓN
La mayoría de los materiales radiactivos que se transportan son potencialmente menos peligro-
sos que el combustible nuclear irradiado. Se acarrea o almacena en tránsito gran cantidad de
bultos conteniendo radiofármacos, desde los lugares donde se los produce hasta los hospitales,
y materiales radiactivos que son utilizados en la industria y la investigación. La mayoría de las
expediciones se realizan por carretera y ferrocarril, al menos durante parte del trayecto.
El transporte de materiales radiactivos por vía aérea puede tener lugar en aeronaves de pasaje-
ros o de carga. En caso de que ocurra un accidente aéreo grave puede producirse una amplia
dispersión de materiales radiactivos. Sin embargo, la mayoría de los accidentes en la expedición
por vía aérea de tales materiales se han producido en el aeropuerto durante la manipulación de
los bultos.
INSTRUCCIONES PARA C
CASOS
ASOS DE EMERGENCIA
Recomendaciones generales
Aislar el área de riesgo.
No tocar los bultos ni los vehículos de transporte e impedir que otras personas lo hagan.
No fumar, beber, comer o tocar cosa alguna sin antes lavarse cuidadosamente las manos.
No permanecer innecesariamente en el área inmediata al incidente, accidente, derrame o
fuga.
Avisar al personal de rescate que las personas, los vehículos de transporte y el área inme-
diata al incidente, accidente, derrame o fuga pueden estar contaminados con materiales ra-
diactivos.
En caso de derrame, fuga, o incendio, utilizar equipamiento especial de emergencia, com-
puesto de vestimenta de protección corporal y equipo de protección respiratoria de presión
positiva.
No limpiar el lugar hasta que llegue el personal especializado.
No reiniciar el transporte hasta que el personal especializado lo indique.
Incidentes/accidentes
Los incidentes o accidentes que pueden ocurrir durante el transporte pueden estar comprendi-
dos en los casos siguientes: Impacto o choque sin incendio o con incendio, derrame o fuga del
material radiactivo de los bultos, y pérdida, robo o hurto del material radiactivo.
De acuerdo al tipo de emergencia, las acciones más importantes que se deben tener en cuenta son:
Primeros auxilios