Está en la página 1de 2

REALISMO Y NATURALISMO

El realismo y naturalismo son corrientes literarias, propias de la etapa revolucionaria y la Restauración, que
surgen como contraposición al romanticismo.
Por un lado, el realismo se centra en la rigurosa observación de la vida cotidiana y lucha contra el subjetivismo,
la imaginación y todo aquello definido por la escritura romántica. Expresa gran interés por lo real, lo pragmático
y los problemas actuales. Además, se produce un amplio desarrollo de la novela. El inicio del realismo está
marcado por el cuadro de costumbres, los artículos periodísticos y la corriente europea que pretende mostrar la
realidad tal como es.
El escritor romántico utiliza como protagonistas tanto la hipocresía burguesa como la miseria del proletariado.

Por otro lado, el naturalismo, que deriva del realismo, pretende explicar el comportamiento del hombre de
manera científica y reflejar, mediante un realismo extremo, los aspectos más duros de la realidad. Se desarrolla
en Francia a través del novelista Émile Zola. En España aparece en el siglo XIX pero no tiene un gran
desarrollo.

Para poder realizar la visión literaria de la realidad, se debe observar de forma objetiva los problemas. La novela
se convierte en el género preferido caracterizado por ubicarse en un espacio y un tiempo contemporáneos al real
y por contar con una estructura lineal. De igual modo, presenta personajes comunes y ofrece una reinvención
del personaje femenino mostrando mujeres decididas. El narrador, que es de tipo omnisciente, tiene afán
objetivista y narra basándose en la sociedad del siglo XIX utilizando descripciones abundantes y extensas. Hace
uso de un lenguaje sencillo, de muchos diálogos y del monólogo interior de estilo indirecto libre.

La novela realista, ofrece un gran número de autores entre los que se encuentran Benito Pérez Galdós y
Leopoldo Alas, Clarín. En la corriente naturalista destacan en España Emilia Pardo Bazán y Vicente Blasco
Ibáñez.

En primer lugar, Benito Pérez Galdós nació en las Palmas de Gran Canaria pero se trasladó a Madrid. Se
dedicó principalmente al periodismo, a la literatura y a la política. Fue propuesto en diversas ocasiones para el
Premio Nobel de literatura pero no lo consiguió debido a la falta de apoyo en España.
Su narrativa cuenta con más de setenta volúmenes clasificado en:
Las Novelas de la Primera Época, entre las que se encuentra “La Fontana de Oro”, tratan problemas políticos y
religiosos profundizando en el estudio psicológico y cuenta con personajes que se comportan como arquetipos.
Los Episodios Nacionales como “Trafalgar” consisten en una visión novelada de la historia de España del siglo
XIX, fruto de una amplia documentación previa. A Galdós se le conoce como el iniciador de la novela histórica.
Finalmente, las Novelas Contemporáneas como “Fortunata y Jacinta” tienen como tema principal la ciudad de
Madrid, profundizando en los conflictos personales y aspectos espirituales. Se le considera el primer novelista
urbano.

En segundo lugar, Leopoldo Alas, conocido bajo el seudónimo de Clarín, nació en Zamora, estudió en Oviedo
y se doctoró en Madrid. Fue un hombre culto y con aguda capacidad crítica. Escribió más de setenta cuentos y
novelas cortas entre las que destaca “La Regenta” en la cual el texto es contemporáneo al autor, tiene una trama
lineal, aunque, en ocasiones, utiliza el recurso del flashback; y cuenta con un narrador omnisciente externo.
Clarín utilizó el monólogo interior, y los recuerdos así como un lenguaje cuidado. La obra se divide en dos
partes de quince capítulos con distinta distribución temporal.

Por último, Emilia Pardo Bazán nació en La Coruña en el seno de una familia aristocrática. Desde pequeña,
mostró interés por la lectura y la escritura, por lo que siempre fue una mujer muy culta y una trabajadora
incansable. Fue la primera que defendió y divulgó el naturalismo en España.
Escribió “Los Pazos de Ulloa”, novela ambientada en una zona rural de Galicia en la que los personajes están
determinados por el medio ambiente.

También podría gustarte