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La palabra “aflicción” viene de la raíz griega “Thlipsis” que significa
opresión, depresión, angustia, tribulación, pena y adversidad.
Para Jesús es necesario que pasemos por ofensas porque de esta forma
es puesta a prueba nuestra madurez espiritual.
Las trampas que el enemigo usa para destruirnos, Dios las toma como
instrumento para madurar y moldear nuestro carácter, y para enseñarnos a
desarrollar fe; aplicando la Palabra en los momentos de crisis y dolor.
En 1 corintios 11.19 El apóstol Pablo dice que “Es preciso que entre
vosotros haya disensiones para que se hagan manifiestos entre vosotros
los que son aprobados”. (Maduros para la obra y aprobados para
confiarnos el. 1 Tesalonicenses 1.4)
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Hay personas que se divorcian por causa de una ofensa, abandonan un
empleo o ministerio por una ofensa, pero ignoran gravemente que al no
sanar esas ofensas a la luz de la Palabra y por medio del Espíritu Santo,
van a ser ofendidos de la misma forma o peor en sus nuevas relaciones,
empleos o posiciones del liderazgo. Entonces es cuando los vemos de
iglesia en iglesia llevando la contaminación como un bus que viaja por la
calle.
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¿QUE NO ES PERDON?
No es tratar de olvidar lo que sucedió, no es negar que estamos ofendidos,
no es perdonar con la mente solamente, ni dejar que el tiempo se
encargue de borrar las heridas. (El tiempo contamina, pudre, enferma y
mata).
6. Cuando hace esfuerzos y tiene lucha para olvidar, sin embargo, cada
día está más contaminado espiritualmente.
CONSECUENCIAS DE NO PERDONAR
Si no perdonamos, el Señor no nos perdona nuestros pecados.
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“Más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro padre
os perdonara vuestras ofensas. “Mateo 6.15
2 de Corintios 2.11
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La falta de perdón comenzara un proceso de pudrición en los huesos y
causara diversos géneros de cáncer.
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