EL COMPROMISO CON DIOS

Humberto Gómez – 01/20/2024

Bosquejos Bíblicos Predica de Hoy: Compromiso con Dios

Bosquejos Bíblicos Texto Bíblico: 2 Crónicas 14:1-7

Introducción
Es triste pensarlo y decirlo, pero existen muchos cristianos que nunca
logran obtener la victoria que Dios les ha entregado. La razón principal por
la que existen muchos que no logran obtener la victoria que Dios le
entrega a todo cristiano fiel, es porque muchos no están alimentando su
espíritu.

Existen muchos cristianos que solo leen o meditan en la palabra de Dios el

día que asisten a la iglesia. ¿Cómo describirías tu a una persona que se
alimente solo una o dos veces por semana? Todos estaremos de acuerdo
en decir que la persona se está muriendo de hambre. Lo mismo sucede
con nuestro espíritu.

¿Qué tenemos que hacer para evitar que esto suceda en nuestra vida?

I. Un compromiso con Dios es hacer lo bueno y lo recto ante los ojos

de Jehová (vers. 2)

 a. Lo que Dios nos ha encargado (Marcos 16:15)

 b. Perseverar en la santidad (Hebreos 12:14)
 c. Amar a Dios por encima de todas las cosas (Marcos 12:30)
II. El verdadero compromiso con Dios es quitar nuestros altares
(verss. 3-5)

 a. Eliminar la idolatría (Colosenses 3:5)

 b. Eliminar el orgullo (Proverbios 21:4; Filipenses 2:3)
 c. Rendirnos a la voluntad de Dios (Proverbios 16:25; Jeremías
29:11)

IV. El compromiso con Dios es Edificar (verss. 6-7)

 a. Edificar sobre la roca (Lucas 6:48)

 b. Enseñar a nuestros hijos (Proverbios 22:6)
 c. Ser el ejemplo a seguir (Santiago 1:22)
 d. Profundizar nuestra relación con Dios (Isaías 55:6-8; Hebreos
10:25)
 e. Fortalecer nuestra vida de oración (1 Tesalonicenses 5:17-
18; Santiago 5:16)

Conclusión:

Tenemos que hacer un compromiso genuino con Dios. No podemos ser

cristianos a media (Apocalipsis 3:15-16). Como cristianos fieles, no
podemos permitir que el mundo dicte de la manera que pensamos y
actuamos, sino tenemos que permitir que sea solo Dios.

Para evitar que nuestro espíritu muera tenemos que perseverar en

complacer a Dios en todo momento; tenemos que derrumbar los altares
que hemos creado en nuestra vida, los cuales impiden que Dios ocupe la
primera posición; tenemos que edificar sobre Jesucristo en todo lo que
hacemos. Recordemos siempre: «…Edificaron, pues, y fueron
prosperados…»