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CAPITULO 4

BAJA CRITICA DEL ANTIGUO

TESTAMENTO

A diferencia de la alta critica, que trata de problemas relacionados con la paternidad literaria y la
pureza del texto de los libros bíblicos, la ciencia de la baja crítica (o crítica textual) gira alrededor
de la tarea de restaurar el texto original sobre la base de las copias imperfectas que han llegado a
nuestras manos. Pretende tamizar las evidencias provistas por las variantes, o diferentes
versiones, donde los manuscritos existentes discrepan unos de otros, y por medio de un sistema
científico, llegar a lo que probablemente fue la terminología utilizada por el autor original.

Tipos de Errores de los Manuscritos Es un hecho bien conocido que ciertos tipos característicos de
error se deslizan al copiar cualquier documento. A veces el copista sustituye una palabra del
original por otra de sonido similar (p. ej., caza por casa, abrazar por abrasar); puede,
inadvertidamente, escribir la palabra dos veces (p. ej., con con); o puede cambiar el orden de las
letras (p. ej., casual por causal.) Los tipos de errores de esta categoría, son innumerables. Se los
descubre, generalmente por el contexto, y el lector inteligente puede establecer fácilmente lo que
el copista quiso escribir.

Pero hay ciertos tipos de inadvertencias de los copistas que pueden ser explicadas de diferentes
maneras, y es preciso contar con algún método standard para corregir el escrito y lograr la palabra
o la expresión que se usó en el original. En la transmisión del texto de las Sagradas Escrituras,
hayamos que los mismos tipos de errores de pluma de los escribas, que aparecen en las obras
seculares, también se han deslizado en las copias de los libros bíblicos. Como lo acabamos de
sugerir, sería imposible, a no mediar un milagro, contar con una copia infalible de un original
infalible. Dios no ha juzgado conveniente realizar tales milagros al transmitir de copia en copia las
Escrituras desde la composición original hasta el invento de la imprenta. No vemos razones
valederas para que lo hubiera hecho. Por lo tanto, tenemos que habérnoslas con los problemas
planteados por los errores de transmisión y tratar los de la manera más objetiva y sistemática
posible. Esta es, pues, la principal tarea de la baja crítica bíblica.

En primer lugar es preciso analizar los diversos tipos de errores que podían cometer los copistas, y
observar los contextos en los cuales tales errores ocurrían con mayor frecuencia. Esta es una
operación necesaria antes de proceder a su corrección. Anotamos, a continuación, algunos de los
errores más frecuentes, tomados en su mayor parte, del primer rollo de Isaías procedente de
Qumran (lQIs‘). 1. Haplografía, es decir, la escritura de una letra, sílaba o palabra una sola vez,
cuando debe escribirse más de una vez. Por ejemplo, Isaías 26:3, B'Ka BáT'HuW (o BiT'HuW), que
significa "en ti han confiado” (o en ti; confiad), en lugar de B’Ká BóTuWaH BiT’HuW (confiando en
ti; confiad). Si se escribe solamente en consonantes (como se escribió todo el idioma hebreo antes
del año 800 d. de J.C.), el problema sería meramente la diferencia entre BK BTHW de los rollos y
BK BTWH BTHW del TM. Tal halografía debe haberse introducido en el TM de Jueces 20:1 3
BNYMN (Benja m ín ), escrito así en lugar de B N Y BNYMN (los hijos de Benjamín.) Esta última
forma es la que figura en la LXX, e indica la ortografía original (que deducimos del verbo en plural
’óbú que acompaña a este sustantivo, porque un simple BNYMN exigiría un verbo en singular). La
omisión accidental de una letra también se denomina haplografía, aun cuando no se repita. Por
ejemplo, en el rollo de Isaías figura BHZQT YD (con fuerza de mano) en Isaías 8:11, en lugar de B H
Z Q T H Y D (con la fuerza de la mano) que figura en el TM. 2. Ditografla, es decir, escribir dos veces
lo que solo debe escribirse una vez. Por ejem plo, en Is a ía s 3 0 :3 0 , H $ M Y ‘ H áM Y‘ (hará o ír
hará oír) en lugar del simple HSMY‘ (hará oír) del TM. De la misma manera, en Ezequiel 48:16 en el
TM figura HMS HMS M’WT (cinco cinco cientos— entendiendo que cinco cientos es quinientos—),
en lugar del correcto HMá M’WT (quinientos). 3. Metátesis, es el metaplasmo que consiste en
alterar el orden de las letras de un vocablo o el orden de las palabras. Por ejemplo, Isaías 3 2 :1 9 ,
H Y 'B (los montes) en lugar de H’YR (la ciudad) del TM, que da sentido al contexto. Asimismo en
Ezequiel 42:16, en el original con- sonantado del TM figura HMá ’MWT QNYM (cinco cañas codos)
en lugar del obvio HMá M’WT QNYM (quinientas cañas); la adecuada corrección la indicaron los
masoretas en su mecanismo explicativo (ver el título “Masoretas" en la página de este libro. 4.
Fusión, es decir, combinar dos palabras separadas para formar una. Würthwein cita Amós 6:12,
donde BBQRYM (con bueyes) probablemente está reemplazando a un original BBQR YM (con
bueyes el mar—es decir, ¿Araremos el mar con bueyes?). Rypins cita a Isaías 3:15

MLKM (de acuerdo con el original consonantado del TM). que significaría “su rey"; pero lo que
exige el contexto (y lo que los masoretas enmiendan) es MH LKM (¿Qué os ocurre a vosotros?) En
conexión con esto, observemos que Jerónimo, ajustándose a la interpretación de la LXX, entendió
el término L’Z’ZL (por Azazel) de Lévitico 16:8, como un caso de fusión de L’Z ‘ZL (por un macho
cabrío para ser enviado; que se entiende perfectamente bien en el contexto y elimina un
perturbador nombre propio, Azazel, que. por otra parte, era desconocido en la época pre-
cristiana). 5. Fisión, que consiste en dividir una palabra en dos. Por ejemplo, en Isaías 2:20, el TM
tiene LHPR PRWT (a un agujero de ratas); debería ser enmendado según el texto de los rollos
LHPRPRWT (a la musaraña) como lo hace la LXX (que simplemente transcribió la palabra como
pharpharóth, sin intentar traducirla). Rypins cita del TM. KY DRKYK (a causa de tus caminos) en
Ezequiel 7:4, con el argumento de que en el original figuraba KDRKYK (de acuerdo con tus
caminos). Pero esta última enmienda carece totalmente de apoyo valedero. 6. Homofonía, es la
sustitución de un homónimo por otro. Por ejemplo, con frecuencia hallamos que LW (a él)
substituye a L’ (no.) Así. en Isaías 9:3 tanto en el TM como en los rollos figura HRBYT HGWY L'
HGDLT HSMHH (multiplicaste la gente; no has multiplicado la alegría), cuando se obtiene mucho
mejor sentido de HRBYT HGWY LW HGDLT HÉMHH (acrecentaste la gente, incrementaste su
alegría por él). La confusión surgió del hecho de que tanto L’ como LW se pronunciaban ló. 7.
Incorrecta interpretación de letras similares. Desde el año 600 a. de J.C. en adelante, la D (ddlet) y
la R (résh) eran tan semejantes que a menudo se confundían, especialmente en los nombres
propios. Así, el nombre "Donanim" de Génesis 10:4 aparece como “Rodanim" en 1 Crónicas 1:7
(como figura en la Biblia de Jerusalén). que muchos creen que es la mejor variante, puesto que se
refiere, probablemente, a los rodios. De la misma manera la W (vau) y la Y (yod) se escribían de
manera muy parecida desde el año 150 a. de J.C., y aun en los rollos de Isaías resulta imposible
distinguirlas. Así, mientras en el TM figura WD’W (y conoced vosotros) en los rollos dice YD’W
(hacedles conocer), en Isaías 33:13. Un interesante ejemplo de lo anterior aparece en Hechos 7:43
que sigue la variante de la LXX al escribir el nombre del ídolo Renfán, mientras el TM de Amos 5:26
(del cual fue citado) lo escribe Quiún. ¿Cómo surgió esta confusión? En meras consonantes Quiún
figura como KYWN, Renfán sería RYPN. En el siglo V a de J.C., como lo atestigua el Papiro
Elefantino, la forma de la K ( y ) era muy similar a la R ( y ), y la W ( 9 ) se parecía mucho a la P ( 9 )•
Entonces, en ese período una copia de Amós mostraba un nombre que podía leerse como KYWN o
RYPN. (Del acadio Kaiwanu, el nombre del dios que presidía sobre el planeta Saturno, inferimos
que el TM mantuvo una ortografía más original en este caso.) En lo que a Esteban se refiere (cuyo
discurso registra Hechos 7). el versículo que citó lo registró Lucas de la versión LXX, que era la
única forma del Antiguo Testamento accesible a los lectores de habla griega. 8. Homoeoteieuton,
es la omisión de un pasaje interpuesto, porque el copista pasó directamente de un final a otro final
semejante. Justamente la palabra griega homoeoteieuton significa "terminación similar". Un
ejemplo de esto en los rollos del mar Muerto lo hallamos en Isaías 4:5 (todas las palabras omitidas
están comprendidas dentro del paréntesis): BR’ YHWH... ’NN (YWMM WSN WNGH $ LHBH LYLM
KY 'L KL KBWD HPH VVSKH THYH LSL) YWMM MHRB. De esto se observa que el copista saltó del
primer YWMM (de día) al segundo YWMM, con la pérdida de 13 palabras entremedio. De la
misma manera, en 1 Samuel 14:41 la LXX repite dos veces la expresión “Jehová Dios de Israel”, y
entre ambas hay 25 palabras. Al TM le faltan esas palabras y tiene una sola vez la frase “Jehová
Dios de Israel”. La única conclusión razonable a que podemos arribar es que el TM omitió esas
palabras por homoeoteieuton (u homeoarkton, -comienzo similar-), y no que la LXX haya insertado
todas esas palabras, tomadas de una fuente desconocida. (Cf. la Biblia Hebraica de Kittel. edición
12. pág. 426.) 9. Omisión accidental de palabras en situaciones donde no está involucrada ninguna
repetición. Un caso célebre lo hallamos en 1 Samuel 13:1 donde el TM dice: "Saúl era de . . . año(s)
de edad, cuando comenzó a reinar." Desgraciadamente la crítica textual no nos ayuda, pues tanto
en la LXX como en otras versiones no figuran aquí numerales. Aparentemente el número correcto
desapareció tan temprano en la historia de la transmisión de este versículo particular que ya se
había perdido con anterioridad al siglo III a. de J.C. 10. Incorrecta interpretación de vocales como
consonantes. Las letras hebreas (alef), H (he), W (vau), y Y (yod) eran consonantes verdaderas
solamente en los primeros estadios de la escritura hebrea. Pero gradualmente comenzaron a
usarse para indicar la presencia de ciertas vocales, y cu an d o así se las usaba las letras'. If, W. o Y
no había que pronunciarlas para nada, porque era simplemente una cuestión de mater lectionis
(letras indicadoras de vocales). Durante el período macabeo el uso de estas mater lectionis se
difundió notoriamente, tal vez porque para la correcta pronunciación del idioma hebreo se
tornaba incierto para un pueblo que usaba el arameo para todos los fines prácticos. La mayoría de
los más antiguos manuscritos de Qumran muestran esta proliferación de matres lectionis. En el
primer siglo a. de J.C., los soferim (ver la sección relativa a los “soferim” en este capítulo),
volvieron a utilizar la ortografía menos sobrecargada del período más

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