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MÓDULO 1
INTRODUCCIÓN
Entre todas las prácticas que involucran radiaciones ionizantes, la aplicación en el campo de la salud, es la
responsable de la mayor contribución de la exposición de la población, constituyendo una actividad
trascendental en la salud ocupacional de los funcionarios de dicha área.
Por tal motivo, organismos internacionales como la Comisión Internacional de Protección Radiológica, la
Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Organismo
Internacional de Energía Atómica, realizan un trabajo colaborativo en la propuesta de recomendaciones y
normas básicas (NTB) que sirvan de referencia, permitiendo una aplicación óptima de las técnicas radiológicas,
enfocadas en garantizar la eficacia y eficiencia del proceso, y a la vez, reduciendo al mínimo los riesgos de
exposición de usuarios y funcionarios operadores.
OPTIMIZACIÓN DE LA
JUSTIFICACIÓN LIMITACIÓN DE DOSIS
PRÁCTICA
Estos principios son aceptados por la comunidad internacional como los requerimientos básicos para la
seguridad radiológica. Y hacen referencia al siguiente proceso; la JUSTIFICACIÓN es el primer paso en la
protección radiológica. Se acepta que una exposición en el área de la Salud, no se justifica, sin una indicación
clínica válida basada en un análisis riesgo beneficio, a fin que todo procedimiento resulte un beneficio para el
paciente. Una vez justificada la práctica, la misma debe ser OPTIMIZADA, es decir, que la dosis debe ser tan baja
como razonablemente posible, consistente con la obtención de una adecuada calidad de imagen. En esta
área es donde existen considerables perspectivas asociadas a la reducción de las dosis.
Las Normas Básicas de Seguridad (NBS) y el Comité Internacional de Protección Radiológica recomiendan el uso
de guías con niveles orientativos y/o de referencia de dosis en las diferentes prácticas que se desarrollan en el
campo de la salud, como una ayuda para la optimización de la protección en las exposiciones médicas y
odontológicas.
Los niveles de referencia son un indicador de la dosis en una buena práctica, para exámenes donde se utilizan
rayos X. Los límites de dosis primarios establecidos en Chile para los trabajadores expuestos a radiaciones
ionizantes, se establecen en el D.S. Nº 03/1985 “Reglamento de Protección Radiológica”, y equivalen a 5
rem/año (50 mSv/año) para cuerpo total.
DEFINICIONES
- Gray (Gy): medida de dosis absorbida por unidad de masa que tiene el siguiente valor:
- Sievert (Sv): unidad de dosis equivalente y efectiva, que toma en cuenta el riesgo biológico.
Cantidad de radiación recibida en un período de tiempo, o recibida de una sola vez, que no implique,
según los conocimientos actuales, daños somáticos o genéticos. Por acuerdo del MINSAL (SEREMI,
Decretos 03 y 133) y la CCHEN (Ley de Seguridad Nuclear 18.302), se adoptaron las siguientes dosis
máximas para cuerpo entero:
- La dosis acumulada en el cuerpo entero no debe exceder 5 (N-18) rem, siendo N el número de años
de la persona.
- En la mujer embarazada el feto no podrá recibir irradiación de origen ocupacional superior a 0,5
rem para todo el período de embarazo.
- Dosis máximas permisibles para el personal ocupacionalmente expuesto:
- Se exceptúa de lo anterior a las mujeres en edad de procrear, para las cuales la irradiación a nivel
de abdomen se reducirá al mínimo posible, no sobrepasando 1,5 rem trimestrales por única vez al
año.
- Para exposiciones no ocupacionales (público en general) las dosis máximas permisibles se reducen
a un décimo de los valores de la tabla Nº 1.
ESTRUCTURA ATÓMICA
El átomo se considera como la estructura básica de la materia, se compone de un núcleo y una envoltura
electrónica. En el núcleo se encuentran los nucleones, constituidos por los protones, con cargas positivas y los
neutrones, sin carga eléctrica; en la envoltura del átomo, girando alrededor del núcleo en diferentes órbitas con
niveles energéticos bien definidos, se encuentran los electrones, con cargas negativas. Para que un átomo sea
eléctricamente neutro, el Nº de electrones debe coincidir con el Nº de protones:
Número atómico: Se simboliza con la letra Z y representa el Nº de protones del núcleo. Este caracteriza
al elemento químico, sus propiedades físicas y químicas específicas.
El número de neutrones de un átomo se simboliza con la letra N.
Número másico: Se simboliza con la letra A y representa el número total de nucleones, es decir, el
número de protones y neutrones de un átomo (A = Z + N). Este caracteriza el peso, la masa del átomo.
Teniendo en cuenta lo antes expresado, el núcleo atómico se representa: Z X.
Núclido o nucleido: Caracteriza una especie atómica teniendo en cuenta el número de protones y
neutrones. Cuando un núclido o nucleido emite radiaciones ionizantes, se denomina radionúclido o
radionucleido.
Isótopos: Son núclidos de átomos con igual Z pero con diferente A. Ejemplos: Iodo126, Iodo131. Estos
tienen las mismas propiedades químicas y pertenecen al mismo elemento atómico.
Los isótopos a su vez pueden ser, estables, si no emiten radiaciones ionizantes y radiactivos, si emiten
radiaciones.
Isóbaros: Son átomos con el mismo A pero con diferente Z. Estos son núclidos de distintos elementos
por lo que difieren en sus propiedades físico químicas.
Isótonos: Son átomos que coinciden en tener igual número de neutrones, pero con diferentes Z y A. Al
ser núclidos de distintos elementos, sus propiedades físicas químicas son también diferentes.
Considerando los conceptos abarcados previamente, podemos abordar la radioactividad. Este fenómeno fue
descubierto por Antoine Henri Becquerel en 1896 y por los franceses Marie y Pierre Curie.
La radioactividad, es un proceso nuclear, donde de manera continua y por un tiempo definido, dado por el
elemento en cuestión, hay emisión de radiaciones ionizantes. Lo anterior ocurre como consecuencia de la
transformación de átomos inestables a otros de mayor estabilidad. Estos núclidos radioactivos son llamados
radionúclidos o radionucleidos y pueden ser naturales (presentes en la naturaleza) o artificiales (producidos por
el hombre).
Según el radionúclido, la emisión de radiaciones ionizantes, puede ser de horas como es el caso del Tecnesio99,
días como es el del Iodo131, años como del Cesio137, de cientos o miles de años como es el del Radio226,
Uranio238, etc. Cada radionúclido tiene bien definido su período de semidesintegración, basado en una
expresión matemática que refleja su decaimiento radiactivo.
RADIACIONES IONIZANTES
Son aquellas radiaciones de naturaleza electromagnética o corpusculares, con energía capaz de causar por un
mecanismo directo o indirecto, excitación o ionización en los átomos de la materia con la que interactúa.
Se entiende por ionización, al proceso o fenómeno en el cuál se generan pares de iones, que en líneas generales,
no son más que átomos cargados eléctricamente por la pérdida o ganancia de electrones.
Se entiende por excitación, al fenómeno mediante el cuál un electrón de un átomo, salta de una órbita a otra de
distinto nivel energético, regresando inmediatamente después al nivel original, emitiendo energía durante el
transcurso de este proceso.
Cada una de ellas tienen sus características particulares e interactúan con la materia de diferentes maneras; no
se van a detallar por encontrarse fuera de los objetivos de este curso, pero es importante destacar, que todo este
grupo de radiaciones tiene como denominador común, que cuando interactúan con los átomos de cualquier
materia, pueden producir en éstos, el fenómeno de excitación y/o ionización.
De manera general, las radiaciones corpusculares tienen muy poco alcance o nivel de penetración, pero poseen
un gran poder de ionización; lo contrario sucede con los rayos X, que tienen menos poder de ionización, pero
tienen un gran alcance y nivel de penetración. Los neutrones tienen a su vez, un gran alcance y también un gran
nivel de ionización.
De los tipos de radiaciones ionizantes señalados, los Rx se pueden generar por un mecanismo eléctrico como es
el caso del tubo generador de Rx, pero el resto, solamente se pueden generar por un mecanismo radiactivo o
nuclear, es decir, solo pueden obtenerse a través de fuentes radiactivas y/o por reacciones nucleares.
RIESGOS RADIOLÓGICOS
En las instalaciones sanitarias se pueden presentar los siguientes tipos de riesgos radiológicos:
Irradiación externa.
Contaminación radiactiva, que puede ser interna o externa.
A continuación, se detalla en cada tipo de instalación, los riesgos que se pueden presentar y las fuentes de
radiación más habituales.
a. Radiodiagnóstico
En las instalaciones de Radiodiagnóstico, el único riesgo posible es el de irradiación externa, que sólo se produce
cuando está en funcionamiento el tubo de rayos X. Son fuentes de radiación, todos los equipos dotados de tubo
de rayos X cuando éste está en funcionamiento. Se pueden especificar como:
Radiografía convencional.
Radiografía y fluoroscopia.
Radiografía con equipos móviles.
Radiografía y fluoroscopia con equipos móviles.
Radiología intervencionista.
Mamografía.
Radiografía dental.
Tomografía Computarizada.
Otros (densitometría ósea, litotricia con localización por rayos X, etc.)
b. Radioterapia
En las instalaciones de Radioterapia el riesgo más habitual es el de irradiación externa. Este puede afectar
parcialmente o a la totalidad del organismo. En el caso de Radioterapia metabólica, existe además el riesgo de
contaminación. Las fuentes de radiación son, en general:
Por razones de seguridad, vigilancia y control radiológico, las personas que trabajan en las instalaciones con
riesgo radiológico deben ser clasificadas en función de las condiciones en que realizan su trabajo, realizando la
siguiente diferenciación:
TRABAJADORES EXPUESTOS
Son personas que, por las circunstancias en que se desarrolla su trabajo, bien sea de modo habitual u ocasional,
están sometidas a un riesgo de exposición a las radiaciones ionizantes, siendo susceptibles de entrañar dosis
superiores a alguno de los límites de dosis para miembros del público.
Los estudiantes y personas en formación, mayores de dieciocho años, que, durante sus estudios, se encuentren
expuestos a radiaciones ionizantes, se consideran incluidos en esta categoría.
CATEGORÍA A
Pertenecen a esta categoría, los que puedan recibir una dosis efectiva superior a 6 mSv por año oficial, o una
dosis equivalente superior a 3/10 de los límites de dosis equivalente para el cristalino, la piel y las extremidades.
CATEGORÍA B
Pertenecen a esta categoría, aquellos que es muy improbable que reciban dosis efectivas superiores a 6 mSv
por año oficial, o a 3/10 de los límites de dosis equivalente para el cristalino, la piel y las extremidades.
Un protocolo médico individual, conteniendo los resultados del examen de salud previo a su
incorporación a la instalación y los exámenes médicos anuales y ocasionales.
Un historial dosimétrico individual, que, en el caso de personas de categoría A, debe contener
como mínimo; las dosis mensuales, las dosis acumuladas en cada año oficial y las dosis
acumuladas durante cada período de 5 años oficiales consecutivos. En el caso de personas de
categoría B, las dosis anuales determinadas, o estimadas, a partir de los datos de la vigilancia
radiológica de zonas.
Como orientación, se pueden considerar de categoría A las personas que trabajan próximas al haz de rayos X en
Radiología intervencionista, vascular y cardiaca, los que administran y preparan dosis radiactivas en Medicina
Nuclear, las asociadas con la preparación del tratamiento y el cuidado de pacientes en terapia metabólica, así
como los que realizan estas funciones en Braquiterapia.
Los límites de dosis para los trabajadores expuestos son los siguientes:
El límite de dosis efectiva será de 100 mSv durante todo período de cinco años oficiales consecutivos,
sujeto a una dosis efectiva máxima de 50 mSv en cualquier año oficial.
Sin perjuicio de lo indicado en el apartado anterior:
El límite de dosis equivalente para el cristalino es de 150 mSv por año oficial.
El límite de dosis equivalente para la piel es de 500 mSv por año oficial. Dicho límite se aplica a la
dosis promediada sobre cualquier superficie de un centímetro cuadrado, con independencia de
la zona expuesta.
El límite de dosis equivalente para las manos, antebrazos, pies y tobillos es de 500 mSv por año
oficial.
Tan pronto como una mujer embarazada informe de su embarazo, por escrito a las autoridades del
establecimiento de salud, la protección del feto debe ser comparable a la de los miembros del público, y, por
ello, las condiciones de trabajo deberán ser tales, que las dosis al feto desde la notificación del embarazo al final
de la gestación no excedan de 1 mSv.
Este límite de dosis se aplica exclusivamente al feto, y no es directamente comparable con la dosis registrada
en el dosímetro personal de la trabajadora embarazada. Por ello, a efectos prácticos y para exposición a
radiación externa, se puede considerar que 1 mSv al feto es comparable a una dosis de 2 mSv en la superficie
del abdomen.
La declaración de embarazo no implica que las mujeres gestantes tengan que evitar el trabajo en presencia de
radiaciones o que deba prohibirse su acceso a zonas radiológicas. No obstante, las condiciones en que se realiza
ese trabajo deben ser cuidadosamente evaluadas, de modo que se asegure la no superación del citado límite.
De acuerdo con esto, existen muchos puestos de trabajo compatibles con la situación de embarazo. Se excluyen
aquellos de mayor riesgo potencial, como en Braquiterapia (técnicas de trabajo manual con las fuentes), algunos
de Medicina Nuclear (cámara caliente y sala de administración de dosis) y en Radiodiagnóstico cuando haya que
trabajar en presencia del haz de radiación. Como recomendación se procurará destinar a la mujer gestante a
puestos con exposición mínima, compatible con la legislación.
Las mujeres en período de lactancia, no desempeñarán trabajos que supongan un riesgo significativo de
contaminación interna.
ORGANIZACIÓN INTERNA
Deberá estar a cargo de la organización general de las actividades relacionadas con la radioprotección, de la
detección de brechas y definición de las actividades necesarias de implementar de acuerdo con la legislación
vigente. De igual modo deberá gestionar y monitorizar metas de calidad y seguridad institucionales, de plantear
estas necesidades a la Dirección Técnica, de encontrar los caminos más eficientes para su implementación y
ejecución.
La política de protección radiológica de cada centro, debe establecer y definir estrategias y políticas
institucionales para exponer a la mínima radiación necesaria a los pacientes y al personal ocupacionalmente
expuesto durante la realización de procedimientos médicos; diagnósticos y terapéuticos, que utilicen
radiaciones ionizantes para instalaciones con equipos emisores de 2° categoría y cumplir con la legislación al
respecto.
Siempre se debe tener en cuenta que la radio protección se basa en tres principios básicos:
BLINDAJE: Toda persona ocupacionalmente expuesta a las radiaciones ionizantes debe estar
corporalmente protegida con un elemento de blindaje apropiado para tejidos específicos, expresados
en mm de Pb. Así como también deben estar blindados los recintos que contengan equipos que generen
radiaciones ionizantes.
TIEMPO: El tiempo al que una persona esté expuesta a las radiaciones ionizantes debe ser siempre el
mínimo posible.
DISTANCIA: La intensidad de las radiaciones ionizantes decrece de manera importante con la distancia
a la que un individuo se encuentre de la fuente de radiación. La intensidad de la radiación es
inversamente proporcional al cuadrado de la distancia a la que se ubique de la fuente emisora.
Sobre esta base, los objetivos específicos que se persiguen respecto a la protección radiológica son:
Salvaguardar que los procedimientos que utilicen radiaciones ionizantes se implementen de tal manera
que las dosis recibidas por el personal estén por debajo de los límites establecidos por ley, e idealmente,
dentro de los rangos recomendados por la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Cumplimiento de la legislación vigente respecto de las características que deben regir a la
infraestructura, instalaciones y equipamiento, y a la calificación del personal.
Identificar, poner a disposición y evaluar el correcto uso de las conductas y los elementos de protección
radiológica que deben ser utilizados por el personal ocupacionalmente expuesto rutinariamente de
acuerdo a las características de las instalaciones con que se cuenta y los procedimientos que se practican.
Detectar errores, identificar y corregir a los funcionarios cuya conducta en los procedimientos no se
ajusta a los parámetros anteriormente enunciados. Promover e incorporar permanentemente mejores
métodos de trabajo.
Investigar y/o promover la utilización de técnicas de radiación que permitan preservar la capacidad
resolutiva de los exámenes y la necesaria relación riesgo/beneficio asociada a los procedimientos
terapéuticos.
Identificar, poner a disposición y evaluar el correcto uso de los elementos de protección radiológica para
los pacientes y para los acompañantes cuando su presencia durante los procedimientos sea necesaria.
Prevenir la exposición innecesaria a las radiaciones ionizantes de seres humanos en gestación,
especialmente durante los 2 primeros trimestres.
La política en cuestión, se debe ajustar al marco legal y normativa vigente de Chile. La legislación vigente
respecto de las características que deben regir a la infraestructura, instalaciones y equipamiento, y a la
calificación del personal se remite a:
Decreto N° 133 del 23 de agosto 1984. Reglamento sobre autorizaciones para instalaciones radiactivas
o equipos generadores de radiaciones ionizantes, personal que se desempeña en ellas, u opere tales
equipos y otras actividades afines.
Decreto N°3 de abril 1985. Reglamento de Protección Radiológica de Instalaciones Radiactivas.
Para instalaciones de Primera Categoría, Ley N° 18.302, Ley de Seguridad Nuclear.
Apoyo en documentación emitida por OIEA.
PROCEDIMIENTOS
1.1 Construir y habilitar las dependencias donde se instalen o existan equipos radiológicos de acuerdo a
la normativa legal vigente. Todos ellos deben contar con los permisos de funcionamiento de la
Comisión Chilena de Energía Nuclear o de la SEREMI de Salud según corresponda.
1.2 Se debe solicitar una evaluación a la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) o cualquier otra
empresa certificada de las instalaciones que se construyan o se reacondicionen, para detectar
insuficiencias y repararlas antes de solicitar la inspección de la SEREMI para la Autorización de
Operación.
1.3 Cabe consignar que es obligatorio que exista un manual de operación en español para cada equipo,
disponible para quienes los manipulan en todo momento.
1.4 Las salas deberán contar con señalética de radiaciones ionizantes.
2.1 El establecimiento debe contar con contratos de mantenimiento periódico y reparaciones de los
equipos, con los respectivos servicios técnicos para conservar el equipamiento calibrado y en buenas
condiciones técnicas.
2.2 Los documentos que aporten las entidades que realizan las mantenciones o controles de los equipos,
deben estar disponibles y ordenados en modo secuencial en las salas de los equipos.
2.3 De acuerdo a normativa interna los equipos contarán con dos etiquetas manejadas por Equipos
médicos y actualizadas, una identificando cada equipo y otra con información referente a las fechas
de última y siguiente mantenciones, además del nombre del responsable.
3.1 Los servicios técnicos autorizados deberán mantener los equipos generadores de radiaciones
ionizantes calibrados en sus parámetros fundamentales: kV, mA, mAs, tiempo de disparo, unidades
de Hounsfield, entre otros, con la frecuencia establecida en sus protocolos de mantención.
3.2 Los profesionales que se desempeñan en las áreas que realizan procedimientos médicos diagnósticos
con uso de radiaciones ionizantes, deben resguardar la implementación de técnicas apropiadas que
permitan dosis bajas en los pacientes, sin afectar la calidad de las imágenes.
3.3 Los certificados de calibración de estos sistemas deben permanecer archivados en cada servicio,
debido a que son solicitados durante las inspecciones de rutina.
4.1 Se debe definir la organización de trabajo más eficiente y acorde con los objetivos institucionales en
cada departamento de apoyo clínico, para identificar las necesidades de personal ocupacionalmente
expuesto, y así cuantificar y establecer la necesidad de capacitación, licencias de operación de
equipos radiológicos, dosimetría, etc.
Para efectos prácticos y a modo de definición interna, en relación a la necesidad de contar con Curso
de Radioprotección, consideraremos personal ocupacionalmente expuesto, a quienes realizan
procedimientos con uso de radiaciones ionizantes al menos una vez por mes.
4.2 Todas las personas ocupacionalmente expuestas deben contar con el Curso de Protección
Radiológica emitido por organismos acreditados ante la Comisión Chilena de Energía Nuclear o la
SEREMI de Salud, así como con una Autorización de Desempeño emitida por la SEREMI de Salud. Esta
Autorización o Licencia por sí sola no permite manipular equipos radiológicos, por lo que las personas
cuyas funciones lo indiquen deberán acreditar formación o experiencia en la manipulación de los
mismos.
4.3 Los alumnos en práctica de la Especialización en Imagenología Dental y Máxilofacial y/o personal en
formación con estadías temporales en las instalaciones radiactivas del establecimiento, deberían
acreditar haber recibido una formación al menos básica en radioprotección.
4.4 La Licencia de Operación es un permiso que caduca cada tres años. Es emitida por la SEREMI de Salud,
en el caso de 2da categoría y la CCHEN en el caso de 1ra categoría, de acuerdo a los resultados que
muestren los Historiales Dosimétricos que se manejan en el ISP de Chile, hasta donde son derivados
y archivados los Certificados de Dosimetría personal trimestral.
4.5 Clínica Odontológica debe asumir los costos de la renovación de las Licencias de Operación de
Equipos Radioactivos de los funcionarios contratados cuando corresponda.
4.6 Esta normativa aplica para todo el personal expuesto, incluyendo el personal reemplazante y quienes
realizan prácticas.
5. DOSIMETRIA PERSONAL
6. SEÑALÉTICA
Cada vez que se instale un nuevo equipo o se realicen modificaciones en las instalaciones ya existentes, se
deberá realizar la instalación de señalética y uso de luces externas de advertencia en salas de procedimiento de
acuerdo a la normativa existente. Entre los requisitos a tomar en cuenta, tenemos:
6.1 Letreros de advertencia para embarazadas: salas de espera, pasillos, salas de examen, en lugares
destacados.
6.2 Letreros de acceso restringido en puertas de acceso principal de los servicios, más allá de sectores
de recepción, y de advertencia, cuidado, peligro de zona de irradiación en las salas de examen.
6.3 Luces rojas externas en salas de examen que se encienden durante la emisión de radiación
(conectadas con los equipos).
7.1 Delantales plomados: Los delantales plomados deberán estar identificados en modo único para su
seguimiento. Ello se hará en la medida que se adquieran nuevos ejemplares a través de bordado en
un sector que no comprometa órganos críticos.
Se mantendrá archivo de la boleta de compra y de un documento que describa las características de
cada delantal. Dentro de las características de los delantales plomados:
7.1.1 Delantales plomados: Rayos-X = 0,5 mm. eq. Pb.
7.1.2 Dental = 0,25 mm. eq. Pb
7.1.3 Doble Faz = Anterior: 0,5 mm eq. Pb.
7.1.4 Posterior: 0,3 - 0,25 mm eq. Pb
7.2 En cada servicio se designará un responsable de la revisión al menos anual de la integridad de los
delantales y cuellos plomados, llevando un registro escrito. Los delantales deben estar etiquetados.
7.3 Otros elementos de protección radiológica consideran el uso de cuellos tiroideos y biombos
plomados.
7.4 Instalación y uso de percheros adecuados en las salas de examen para colgar los delantales y cuellos
tiroideos en modo correcto, evitando que se quiebre el plomo en su interior, o de racks portátiles en
el caso de Pabellón. Su transporte para el caso de exámenes portátiles en servicios de intensivo debe
tener el mismo cuidado, idealmente se dispondrá de delantales plomados en los sectores críticos
para evitar su permanente traslado y deterioro.
8. MANEJO DE INCIDENTES
La sobre‐exposición a radiaciones del personal ocupacionalmente expuesto, hoy en día es un hecho inusual. En
el caso que una lectura dosimétrica mostrara dosis por sobre lo aceptable deberá seguirse la normativa al
respecto que indica destinar al funcionario a un puesto de trabajo donde no se exponga a radiación por un
período de tiempo tal que no se sobrepasen las dosis anuales considerando que la medición de dosis recibida
se hará en modo trimestral. Se hace mención que la mujer en edad de procrear y la funcionaria embarazada
tiene dosis máximas permisibles en rangos especiales.
BIBLIOGRAFÍA
1. Decreto N° 133 del 23 de agosto 1984. Reglamento sobre autorizaciones para instalaciones radiactivas
o equipos generadores de radiaciones ionizantes, personal que se desempeña en ellas, u opere tales
equipos y otras actividades afines.
2. Decreto N°3 de abril 1985. Reglamento de Protección Radiológica de Instalaciones Radiactivas.