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ALGO NO ESTÁ BIEN: UNA NUEVA LECTURA DE LA DUDA


OBSESIVA

Article · January 2013

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Angel Carrasco Amparo Belloch


University of Valencia University of Valencia
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Behavioral Psychology / Psicología Conductual, Vol. 21, Nº 2, 2013, pp. 341-361

ALGO NO ESTÁ BIEN: UNA NUEVA LECTURA DE LA DUDA


OBSESIVA

Ángel Carrasco y Amparo Belloch


Universidad de Valencia (España)

Resumen
Recientes desarrollos de la explicación cognitivo conductual del trastorno
obsesivo compulsivo incorporan constructos clásicos, como la duda, en un intento
por comprender mejor la génesis del trastorno. La duda obsesiva se explica
apelando a sensaciones de que hay “algo que no está bien del todo”, de que las
propias acciones están “inacabadas” o se operacionaliza como tendencia crónica
a la indecisión. Se han desarrollado cuestionarios específicos para evaluar estos
constructos: el “Cuestionario de dimensiones obsesivo compulsivas centrales-
rasgo” (OC-TCDQ), el “Cuestionario de experiencias no del todo correctas”
(NJRE-Q) y la “Escala de indecisión” (IS). Un grupo de 253 participantes no
clínicos completó estos instrumentos junto con medidas de síntomas obsesivo
compulsivos, de ansiedad y de depresión. Los resultados muestran que los tres
cuestionarios, en su versión en español, tienen buenas propiedades psicométricas.
Los constructos que evalúan correlacionan entre sí y con las medidas de
psicopatología de forma moderada. Las experiencias y la sensación de inacabado
mantienen correlaciones moderadas con los síntomas obsesivo compulsivos que
van más allá de lo explicable por su asociación con los síntomas ansiosos no
obsesivos y con los depresivos.
PALABRAS CLAVE: trastorno obsesivo compulsivo, duda, indecisión, algo no está
bien, inacabado.

Abstract
In an effort to better understand the causes of obsessive-compulsive
disorder, recent developments in cognitive-behavioral models have incorporated
classical constructs such as doubt. Obsessional doubt is explained by
incompleteness and “not just right” experiences or operationalized as chronic
indecisiveness. Specific instruments have been developed to assess these
constructs: Obsessive Compulsive Trait Core Dimensions Questionnaire (OC-
TCDQ), Not Just Right Experiences Questionnaire (NJRE-Q), and Indecisiveness
Scale (IS). A sample of non-clinical participants (N= 253) completed the
aforementioned questionnaires together with other measures of obsessive-
compulsive symptoms, anxiety and depression. Results showed that the Spanish


Este trabajo forma parte del proyecto de investigación PSI2010-18340, financiado por el Ministerio de
Investigación, Ciencia e Innovación (España).
Correspondencia: Amparo Belloch, Dpto. de Personalidad, Universidad de Valencia, Avda. Blasco
Ibáñez, 21, 46010 Valencia (España). E-mail: amparo.belloch@uv.es
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version of the three questionnaires have good psychometric properties. Moderate


correlations were found between the constructs under study and with the
psychopathological measures. Not just right experiences and feelings of
incompleteness (OC-TCDQ), correlated moderately with obsessive-compulsive
symptoms, a result which cannot be entirely explained by their association with
anxious and depressive symptoms.
KEY WORDS: obsessive-compulsive disorder, doubt, indecisiveness, not just right
experiences, incompleteness.

Introducción

El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es un trastorno de ansiedad


caracterizado por la presencia de obsesiones y/o compulsiones (APA, 2000). La
perspectiva conductual, que dominó durante décadas el estudio psicológico del
TOC, demostró de forma convincente el papel de la ansiedad en el trastorno así
como la relación funcional entre obsesiones y compulsiones (Rachman y Hodgson,
1980).
El actual modelo cognitivo, asumiendo los principios conductuales básicos,
defiende además que el trastorno se desarrolla a partir de valoraciones
inadecuadas que los pacientes realizan de pensamientos intrusos de contenido
obsesivo, que se ha demostrado son habituales en la población general (p. ej.,
Belloch, Morillo, Lucero, Cabedo y Carrió, 2004; Morillo, Belloch y García-Soriano,
2007; Purdon y Clark, 1993, 1994; Rachman, 1997; Salkovskis, 1985). La
vulnerabilidad a realizar este tipo de valoraciones se fundamentaría en un conjunto
de creencias que el paciente mantiene y que versan sobre la naturaleza de sus
propios pensamientos (p. ej., Frost y Steketee, 2002).
No obstante, la constatación de grupos de pacientes con TOC que no
comparten las creencias que son supuestamente responsables de la vulnerabilidad
al trastorno (p. ej., Calamari et al., 2006), así como la relativa falta de especificidad
de las mismas (Anholt et al., 2004; OCCWG, 2001, 2003; Tolin, Worhunsky y
Maltby, 2006), han llevado a diversos investigadores a proponer como centrales y
específicos del trastorno constructos como la “sensación de inacabado”
(incompleteness) o el de “experiencias no del todo correctas” (not just right
experiences; NJRE). Ambos están inspirados más o menos directamente en
descripciones clásicas del TOC, especialmente la de Janet (1903; ver también
Pitman, 1987). Estas propuestas de rescatar aspectos olvidados de la
fenomenología de las obsesiones y compulsiones, como ventana para la
comprensión de sus mecanismos específicos de desarrollo, ha ido ligado al
desarrollo de instrumentos de evaluación que actualmente se hallan bajo
investigación.
El constructo de “inacabado” fue definido por Janet (1903) como una
sensación interna de imperfección relacionada a su vez con la percepción de que
las acciones o las intenciones no se han llegado a conseguir por completo (Pitman,
1987). Recientemente Summerfeldt (2004), basándose explícitamente en Janet,
propone este constructo como nuclear del TOC. A la vez, propone una segunda
dimensión, la evitación del daño, que junto con la de “inacabado” estaría en el
Una nueva lectura de la duda obsesiva 343

núcleo mismo de la patología obsesivo compulsiva. Según esta autora, la sensación


de inacabado estaría asociada con una motivación y un estado afectivo diferentes
a los relacionados con la ansiedad por tender hacia la consecución de experiencias
correctivas o compensatorias (y no a la evitación de daño propiamente dicha) y,
por tanto, se experimentaría como tensión, malestar o insatisfacción (y no como
aprehensión ansiosa). Con el objetivo de evaluar las diferencias individuales en
estas dos dimensiones, ha desarrollado el “Cuestionario de dimensiones obsesivo
compulsivas centrales-rasgo” (Obsessive-Compulsive Trait Core Dimensions
Questionnaire, OC-TCDQ; Summerfeldt, Kloosterman, Parker, Antony y Swinson,
2001). El OC-TCDQ es un instrumento de autoinforme de 20 ítems con dos
subescalas correspondientes a sendos constructos. Las puntuaciones en ambos
factores correlacionan significativamente con la sintomatología obsesivo
compulsiva autoinformada, tanto en muestras de estudiantes universitarios como
en pacientes con TOC. Además, se ha demostrado que la magnitud de estas
correlaciones varía en función del tipo de síntomas, estando algunas dimensiones
sintomatológicas (p. ej., el orden) más relacionadas con la sensación de inacabado
que con la evitación del daño, mientras que lo contrario ocurre con otras (p. ej., el
lavado) (Ecker y Gönner, 2008; Pietrefesa y Coles, 2008).
Por su parte, el grupo de Coles ha desarrollado el “Cuestionario de
experiencias no del todo correctas” (Not Just Right Experiences Questionnaire,
NJRE-Q; Coles, Frost, Heimberg y Rhéaume, 2003; Coles, Heimberg, Frost y
Steketee, 2005), con la intención de apresar las mismas experiencias subjetivas
asociadas a la sensación de inacabado. Además de en las ya mencionadas
descripciones clásicas del TOC, estos autores se basan en el trabajo del grupo de
Leckman (Leckman, Walker, Goodman, Pauls y Cohen, 1994; Miguel et al., 1995;
Prado et al., 2008) quienes, a partir del estudio de lo que denominan “fenómenos
sensoriales” asociados a los tics en el síndrome de Tourette, describen la presencia
de experiencias NJRE en pacientes con TOC, con o sin tics comórbidos. Frente al
énfasis en el papel motivacional de la sensación de “inacabado” en el modelo de
Summerfeldt, el constructo de NJRE, al menos tal y como se evalúa mediante el
cuestionario mencionado, hace referencia a la aparición discreta y asociada con
determinados estímulos, de una sensación incómoda de que “algo no está bien
del todo”. Sensación que puede ocurrir con mayor o menor frecuencia y, sobre
todo, ser valorada en distintas dimensiones y con distintas intensidades por
diferentes personas. Los aspectos formales de las experiencias en sí (es decir, su
número y frecuencia) y las valoraciones que suscitan, se evalúan de forma
separada en el cuestionario propuesto, el NJRE-Q.
Los estudios con este cuestionario han mostrado que esas sensaciones son
extremadamente frecuentes en la población no clínica: el 99% de una muestra de
estudiantes las había experimentado al menos una vez en la vida (Coles et al.,
2003). En esta misma muestra, el número de NJREs experimentado correlacionaba
significativamente más con la escala de malestar del “Inventario obsesivo
compulsivo” (Obsessive Compulsive Inventory, OCI; Foa et al., 2002) que con
medidas de ansiedad y depresión. Utilizando población clínica, Ghisi, Chiri,
Marchetti, Sanavio y Sica (2010) mostraron que la puntuación en una escala
compuesta por las valoraciones (negativas) de estas experiencias eran
344 CARRASCO Y BELLOCH

significativamente más altas en pacientes TOC que en pacientes con depresión y


trastornos de ansiedad, incluso controlando las puntuaciones en medidas de
ansiedad, depresión y perfeccionismo. Cougle, Goetz, Fitch y Hawkins (2011)
encontraron una correlación significativa entre la duración del lavado de manos en
una tarea experimental en la que se inducían sensaciones de asco y suciedad y el
número e intensidad de las NJREs.
Las experiencias de inacabado y las sensaciones NJRE pueden considerarse
como manifestaciones de una tendencia más general de los pacientes con TOC a
dudar o cuestionarse la propia experiencia (Tallis, 1995). La manera tradicional de
operacionalizar la duda para hacerla asequible a la investigación psicológica ha
sido la “indecisión” (Reed, 1985). En la actualidad, la perspectiva neuropsicológica
es predominante en el estudio experimental de los problemas en la toma de
decisiones asociados al TOC (p. ej., Cavedini, Gorini y Bellodi, 2006). No obstante,
también hay una importante aproximación psicométrica a este problema que
utiliza habitualmente la “Escala de indecisión” (Indecisiveness Scale, IS; Frost y
Shows, 1993). Este cuestionario, desarrollado desde una perspectiva cognitivo
conductual por autores interesados en el estudio del perfeccionismo y las
conductas de acumulación, se ha convertido en el instrumento estándar para
medir la indecisión como rasgo, más allá por tanto del campo de la psicopatología.
El instrumento, de 15 ítems, ha mostrado de forma consistente correlaciones
significativas con las medidas autoinformadas de sintomatología obsesivo
compulsiva en población no clínica (Frost y Shows, 1993; Gayton, Clavin, Clavin y
Broida, 1994; Rassin y Muris, 2005). Sin embargo, los escasos estudios que han
utilizado este instrumento en muestras clínicas arrojan dudas sobre la especificidad
de esta relación (Steketee, Frost y Kyrios, 2003; Bannon, Gonsalvez y Croft, 2008).
En suma, los recientes desarrollos de la explicación cognitivo conductual del
TOC incorporan constructos clásicos de la psicopatología con la intención de
comprender mejor la génesis de este complejo trastorno. El desarrollo de
instrumentos estandarizados de evaluación es un primer e ineludible paso para
realizar una investigación rigurosa que permita dilucidar en qué medida los “viejos-
nuevos” constructos resultan nucleares y específicos del TOC. Este trabajo tiene
como objetivo examinar si las sensaciones de que hay “algo que no está bien del
todo” y de que las propias acciones se hallan “inacabadas” o están incompletas en
algún sentido, son manifestaciones de una tendencia general de las personas con
TOC a dudar o cuestionarse la propia experiencia, o tienen entidad por sí mismas
de manera independiente. Además, interesa averiguar en qué medida este
conjunto de experiencias son características de la patología obsesivo compulsiva o
si, por el contrario, se asocian también a síntomas depresivos y ansiosos no TOC.
Para alcanzar estos objetivos, examinaremos en primer lugar las características
psicométricas de las versiones en español de las escalas recientemente publicadas
para evaluar las NJRE (NJRE-Q), la sensación de inacabado y la evitación del daño
(OC-TCDQ) y la indecisión (IS). En segundo término, examinaremos las
asociaciones entre las tres escalas con el fin de averiguar si cada una de ellas
aporta algo diferente a las demás o si, por el contrario, todas pueden considerarse
como formando parte de un constructo unitario. Por último, se analizarán las
Una nueva lectura de la duda obsesiva 345

asociaciones de las tres nuevas escalas con medidas de síntomas TOC, depresivos y
ansiosos no-TOC.

Método
Participantes

Participaron en el estudio 253 personas sin historia de trastornos mentales, de


las que 66 eran estudiantes de segundo ciclo de psicología que participaban en un
seminario sobre investigación del TOC. El resto (187) provenían de la comunidad y
fueron reclutados con la ayuda de los anteriores estudiantes, siguiendo el
procedimiento que se explica más adelante. El 61,7% (n= 161) eran mujeres. La
edad media era de 31,89 años (DT= 13,34, rango= 16-68). La mayoría permanecía
soltera (61,7%), un 67% se describieron como de nivel socioeconómico medio y el
46,7% poseía estudios superiores. Todos los participantes dieron su
consentimiento expreso para formar parte de la investigación.

Instrumentos

 “Cuestionario de experiencias no del todo correctas-versión revisada” (Not


Just Right Experiences Questionnaire-Revised, NJRE-Q-R; Coles et al., 2003). El
cuestionario comienza definiendo estas experiencias como “momentos en los
que tienes la sensación subjetiva de que algo no es exactamente como debería
ser”. Los diez primeros ítems presentan 10 ejemplos de ese tipo de
experiencias y se pide a los participantes que indiquen si las han
experimentado o no durante el último mes (formato de respuesta: si/no). A
continuación se pregunta cuál se ha vivido de forma más reciente y cuándo.
Esta experiencia más reciente es la que se toma como base para completar los
7 ítems de los que consta la segunda parte del instrumento. Estos ítems hacen
referencia a los siguientes aspectos de la experiencia seleccionada: frecuencia,
intensidad, malestar en el momento de experimentarla y más adelante,
rumiación/dificultad de eliminar, impulso a actuar y responsabilidad. Cada una
de estas siete dimensiones se responde en una escala tipo Likert de 1
(Nunca/Nada) a 7 (En el último día/Extremadamente). El número de
experiencias informadas en los 10 primeros ítems se utilizó en los estudios
originales de Coles et al. (2003, 2005) como principal puntuación extraída del
cuestionario, hallando valores alfa de 0,79 y 0,67, respectivamente. Sin
embargo, Ghisi et al. (2010) utilizaron la suma de las siete dimensiones como
una “escala de gravedad” y constataron una estructura unifactorial con una
consistencia interna de 0,87 en una muestra de estudiantes universitarios y
una estabilidad test-retest de 0,76 con un mes de intervalo. La información
relativa a este cuestionario en el presente estudio se ofrece en el apartado de
Resultados.
 “Cuestionario de dimensiones obsesivo compulsivas centrales – rasgo”
(Obsessive-Compulsive Trait Core Dimensions Questionnarie, OC-TCDQ;
Summerfeldt et al., 2001). Evalúa las dimensiones de evitación del daño y
sensación de inacabado mediante dos subescalas de 10 ítems cada una. El
346 CARRASCO Y BELLOCH

formato de respuesta es tipo Likert de 5 puntos (0= Nunca a 5= Siempre).


Ambas dimensiones correlacionan significativamente entre sí, aunque la
estructura bifactorial del cuestionario se ha reproducido en la mayoría de los
estudios con la excepción de la validación alemana (Ecker y Gönner, 2011). Se
han hallado consistencias internas por encima de 0,90 (Coles et al., 2005;
Ecker y Gönner, 2008; Pietrefresa y Coles, 2008) para ambas subescalas. La
información relativa a este cuestionario en el presente estudio se ofrece en el
apartado de Resultados.
 “Escala de indecisión” (Indecisiveness Scale, IS; Frost y Gross, 1993). Sus 15
ítems miden dificultades en la toma de decisiones en una escala de respuesta
tipo Likert de 1 (“Totalmente en desacuerdo”) a 5 (“Totalmente de acuerdo”).
El instrumento fue considerado originalmente unifactorial, hallándose
consistencias internas en torno a α= 0,90 para la escala completa (Frost y
Gross, 1993; Frost y Shows, 1993). En la actualidad, el grupo de Frost
defiende una estructura bifactorial en la que los seis ítems que originalmente
se invertían forman una subescala de “actitudes positivas hacia la toma de
decisiones” y los nueve restantes otra denominada “temores hacia la toma de
decisiones” (Frost, Tolin, Steketee, Fitch y Selbo-Bruns, 2009). El grupo de
Rassin ha desarrollado una versión de 11 ítems (Rassin, Muris, Franken, Smit y
Wong, 2007) y defiende una distinción entre indecisión aversiva y evitativa,
derivada del análisis factorial de esta versión (Spunt, Rassin y Epstein, 2009). La
información relativa a este cuestionario en el presente estudio se ofrece en el
apartado de Resultados.
 “Inventario obsesivo compulsivo-revisado” (Obsessive-Compulsive Inventory-
Revised, OCI-R; Foa et al., 2002); versión española de Fullana et al. (2005). Es
un instrumento de autoinforme de 18 ítems diseñado para evaluar el malestar
asociado a síntomas obsesivo compulsivos. La escala de respuesta oscila entre
0 (Nada de malestar) y 4 (Muchísimo malestar). La versión española reproduce
la estructura factorial original (Lavado, Obsesiones, Acumulación, Orden,
Comprobación, Neutralización) y tiene buenas propiedades psicométricas,
como se ha mostrado en validaciones llevadas a cabo con muestras no clínicas
de estudiantes universitarios (Fullana et al., 2005), de adolescentes (Piqueras
Rodríguez et al., 2009), y de personas con TOC (Belloch et al., 2013). La
consistencia interna en este estudio (puntuación total) fue de α= 0,92.
 “Inventario obsesivo compulsivo de Clark-Beck” (Clark-Beck Obsessive
Compulsive Inventory, C-BOCI; Clark, Antony, Beck, Swinson y Steer, 2005);
versión española de Belloch, Reina, García-Soriano y Clark (2009). Es un
instrumento de cribado que evalúa la frecuencia con que se experimentan
síntomas obsesivos y compulsivos. Está compuesto por 25 ítems en una escala
Likert de 4 puntos (0= nunca, a 3= con mucha frecuencia) y se divide en una
subescala de obsesiones (14 ítems) y una de compulsiones (11 items). La
consistencia interna calculada en el presente estudio fue de α= 0,91.
 “Inventario de depresión de Beck-II” (Beck Depression Inventory-II, BDI-II; Beck,
Steer y Brown, 1996). Es un instrumento de autoinforme de 21 ítems que
evalúa la presencia de síntomas depresivos durante las 2 semanas previas a la
Una nueva lectura de la duda obsesiva 347

evaluación. Los ítems se puntúan en una escala de 4 puntos con un rango de


0 a 3. La versión española utilizada mostró una consistencia interna elevada
(α= 0,89) en una muestra de población general (Sanz, Perdigón y Vázquez,
2003).
 “Inventario de ansiedad estado-rasgo” (State-Trait Anxiety Inventory, STAI;
Spielberger, Gorsuch y Lushene, 1970). Es un instrumento de autoinforme
dirigido a evaluar la presencia de sintomatología ansiosa. En esta investigación
utilizamos la escala de ansiedad-rasgo, compuesta por 20 ítems que miden la
frecuencia con que la persona experimenta diversos síntomas de ansiedad. Se
utilizó la versión española de Seisdedos (1988) que cuenta con buenas
propiedades psicométricas.
 “Cuestionario de preocupaciones del Estado de Pensilvania” (Penn State
Worry Questionnaire, PSWQ; Meyer, Miller, Metzger y Borkovec, 1990). Es un
instrumento de autoinforme que evalúa la tendencia a preocuparse por
diferentes aspectos de la vida cotidiana. Consta de 16 ítems, que se puntúan
según una escala tipo Likert de 1 (“nada típico en mí”) a 5 (“muy típico en
mí”). Se utilizó la adaptación española de Sandín, Chorot, Valiente y Lostao
(2009). En este estudio se ha obtenido un valor α= 0,90.

Procedimiento

Los tres cuestionarios que se validan en este trabajo (el NJRE-Q-R, el OC-
TCDQ y la IS) fueron traducidos al español por los autores. Se comprobó la
idoneidad de esta versión mediante el procedimiento de traducción inversa con la
ayuda de un traductor profesional y la participación de expertos en TOC. Los
participantes completaron, de forma individual los instrumentos de evaluación
junto con una hoja de consentimiento informado y otra de información
sociodemográfica en la que también se preguntaba por la posible existencia de
trastornos psicológicos.
Para la recogida de la muestra se emplearon dos procedimientos: por un lado,
66 estudiantes de segundo ciclo de Psicología, completaron los instrumentos en
grupos de hasta 10 personas y en presencia de uno de los autores, antes de asistir
a un seminario específico sobre el TOC y sobre la finalidad del estudio. En dicho
seminario se les explicó el significado de los instrumentos, el propósito de la
investigación y se les instruyó en el modo de utilizarlos. Una vez terminado el
seminario, se pidió su colaboración en la investigación sobre estos cuestionarios.
Junto con la finalidad de la investigación, se les instruyó en el modo de
administrarlos y se les explicó que debían pasarlos de forma individual a entre 3 y 5
personas de su entorno, que aceptaran participar voluntariamente y no tuvieran
dificultad para leer y comprender instrucciones escritas en castellano. Asimismo, se
les explicó la importancia de la confidencialidad y el respeto a las normas éticas
propias del psicólogo, contenidas en el código deontológico. De manera especial,
se insistió en que los posibles participantes debían ser informados previamente de
la finalidad de su colaboración y de que ésta era absolutamente voluntaria y
anónima.
348 CARRASCO Y BELLOCH

El protocolo de evaluación se presentaba en forma de cuadernillo único para


cada persona y, una vez completado, se guardaba en un sobre individual cerrado.
El orden de administración de los cuestionarios se balanceó aleatoriamente en los
cuadernillos, con excepción de las dos primeras páginas: la primera de ellas
contenía el consentimiento informado y la segunda recogía los datos
sociodemográficos (edad, sexo, nivel máximo de estudios alcanzado, estado civil,
ocupación actual y enfermedades actuales, incluyendo las relativas a trastornos
mentales y/o del comportamiento diagnosticados). En ningún caso se recabaron
datos de identificación personal. El estudio cuenta con la aprobación del comité
ético de la Universidad de Valencia.

Resultados

“Cuestionario de experiencias no del todo correctas-versión revisada” (NJRE-Q-R)

Tabla 1
Número de participantes y porcentaje que manifiestan haber tenido experiencias
“no del todo correctas” en el último mes, en orden descendente

Ítem Descripción de la experiencia n %


Al hablar con la gente, he tenido la sensación de que mis palabras no
6 132 47,8
sonaban exactamente como debían.
Al doblar la ropa he tenido la sensación de que no tenía la apariencia
4 91 36
que debería tener la ropa doblada.
Al escribir algo, me ha dado la sensación de que las palabras no tenían
5 91 36
el aspecto exacto que yo pretendía.
Al colgar un cuadro en la pared, he tenido la sensación de que no
10 67 26,5
quedaba exactamente como debía.
Al cerrar la puerta de casa, he tenido la impresión de notar que el
3 66 26,1
cierre de la puerta no encajaba como debería.
Después de vestirme, he tenido la sensación de que parte de mi ropa
1 (etiquetas, cuellos, perneras de los pantalones, etc.), no estaba como 65 25,7
debía.
Organizando mi escritorio, he tenido la sensación de que mis papeles y
7 64 25,3
el resto de las cosas no tenían el aspecto que deberían tener.
Al guardar un libro en la estantería, he tenido la sensación de que “no
2 53 20,9
pegaba” bien del todo entre los otros libros.
Después de lavarme las manos una vez, he tenido la impresión de que
9 35 13,8
no las sentía como se supone que se deben sentir las manos limpias.
Al meter una factura o una carta en el buzón, he tenido la sensación
8 de que la manera en que metía el sobre en el buzón y cerraba la tapa 23 9,1
no era del todo correcta.

Los participantes informaron de una media de 2,67 experiencias NJR (DT=


2,07). Este número fue mayor en las mujeres (M= 2,87; DT= 0,17) que en los
hombres (M= 2,29; DT= 0,19), siendo la diferencia estadísticamente significativa
(t244= 2,10; p= 0,037). Sin embargo, el número de estas experiencias no se asoció
con la edad (r= -0,04; p= 0,58). En la Tabla 1 se ofrecen el número y porcentaje de
Una nueva lectura de la duda obsesiva 349

participantes que afirman haber tenido cada una de las experiencias NJR en el
último mes. El rango total de los porcentajes oscila entre el 9,1% (ítem 8) y 47,8%
(ítem 6).
Casi dos tercios de los participantes (el 65,2%) informaron un número de
experiencias entre 1 y 3, mientras que 41 (16,2%) no informaron ninguna. De los
participantes que habían informado al menos una y que contestaron este ítem (28
lo omitieron), el 12,9% habían vivido la más reciente en las últimas horas; el
11,4% en el último día; el 38,1% en la última semana y el 37,6% en el último
mes. La consistencia interna de la escala formada por los 10 primeros ítems del
NJRE-Q fue baja (α= 0,63) y no aumentaba al eliminar ningún ítem de la escala.
Los 7 ítems de la segunda parte fueron sometidos a un análisis de
componentes principales con el objetivo de obtener información sobre la viabilidad
de derivar una única puntuación a partir de los mismos. Los resultados en el test
de Kaiser-Meyer-Olkin (KMO= 0,778) y la prueba de esfericidad de Bartlett (χ221=
774,564; p< 0,001) indicaron que los datos eran susceptibles de ser sometidos a
este análisis. Se obtuvieron dos factores con valores propios por encima de 1 (3,83
y 1,03 respectivamente), que explicaban un 54,69% y un 14,72% de la varianza.
Basándonos en la magnitud absoluta de los valores propios, los resultados
mencionados son compatibles con la extracción de dos factores, pero el examen
del gráfico de sedimentación aconseja la extracción de uno solo. Teniendo en
cuenta, además, que éste explica por sí mismo más de la mitad de la varianza,
creemos que está justificado el uso de la puntuación de estos ítems como medida
de una única dimensión. La consistencia interna para la escala fue satisfactoria (α=
0,85).

Tabla 2
Puntuaciones medias en las valoraciones de la experiencia “no del todo correcta”
más reciente

Nº Ítem Valoración M DT
13 Frecuencia 4,99 1,45
14 Intensidad 3 1,33
15 Malestar en el momento 2,91 1,54
16 Malestar más tarde 2,08 1,40
17 Rumiación 1,78 1,29
18 Impulso a actuar 2,37 1,63
19 Responsabilidad 2,41 1,67

En la tabla 2 se muestran las puntuaciones medias de los participantes en las


diferentes valoraciones de la experiencia NJR más frecuente. Si bien el rango de
puntuaciones fue amplio, con una puntuación mínima de 1 y máxima de 7 en
todos las dimensiones, las puntuaciones medias fueron por lo general bajas: la más
alta (M= 4,99), en frecuencia, corresponde al anclaje “En el último mes” en la
escala de respuesta. El resto de las puntuaciones medias, oscilan entre M= 1,78
para las dificultades de controlar la experiencia y M= 3 para su intensidad,
puntuaciones que deben considerarse como bajas, pues se encuentran entre las
350 CARRASCO Y BELLOCH

opciones de respuesta “Nada/Ninguno” y “Moderado”. En relación con las


variables demográficas, la puntuación total de las mujeres (M= 20,6; DT= 0,67) fue
significativamente mayor que la de los hombres (M= 17,71; DT= 0,77; t170,44= -
2,82; p= 0,005). La t se calculó sin asumir varianzas iguales ya que la prueba de
Levene fue significativa (F= 4,80; p= 0,03). La correlación entre la puntuación total
y la edad resultó ser muy baja (r= -0,08; p= 0,27).

“Cuestionario de dimensiones obsesivo compulsivas centrales-rasgo” (OC-TCDQ)

En primer lugar se realizó un análisis de componentes principales para


obtener datos adicionales a favor de la hipotética distribución en dos subescalas
del cuestionario. Los resultados en el test KMO (0,95) y la prueba de esfericidad de
Bartlett, χ2(190)= 3304,70; p< 0,001, mostraron que los datos cumplían los
requisitos para llevar a cabo el análisis. Se extrajeron dos factores con valores
propios de 10,62 y 1,15 que explicaban conjuntamente un 59% de la varianza. Si
bien el primer factor fue claramente más importante que el segundo, se decidió
mantener ambos con el fin de poder establecer las comparaciones necesarias con
los datos publicados con la versión original. Los dos factores se sometieron a
rotación oblicua (oblimin) ya que se esperaba que ambos estuvieran
correlacionados, especialmente en muestras no clínicas. De hecho, la correlación
entre ambos factores fue de r= 0,75. La inspección de la matriz de patrones (tabla
3), mostró que ambos se correspondían estrechamente con las escalas racionales
originales, con saturaciones en el factor correspondiente ≥ 0,30 y más altas que las
obtenidas en el otro factor. La excepción fue el ítem 18 que, de forma opuesta a lo
esperado, se incluía en el factor de evitación del daño. Los valores alfa de
Cronbach para las dos subescalas fueron muy elevados. En ningún caso la
eliminación de un ítem mejoraba la consistencia de la escala a la que pertenecía.
Como cabía esperar, la correlación entre las puntuaciones de las dos subescalas
fue elevada (r= 0,83), lo que indica que ambas comparten un 68,9% de la
varianza.
Por lo que respecta a las relaciones con variables demográficas, las
puntuaciones alcanzadas por las mujeres fueron significativamente más altas en
ambas subescalas que las de los hombres En evitación del daño, la puntuación
obtenida por las mujeres fue M= 15,60; DT= 0,64 frente a M= 11,37; DT= 0,78 en
los hombres (t243= 4,04; p< 0,001). En el factor de Inacabado los valores medios en
mujeres fueron M= 18,80 (DT= 0,70), frente a M= 14,80 (DT= 0,81) en hombres
(t243= 3,58; p< 0,001). La correlación con la edad calculada para ambas
puntuaciones resultó negativa y baja (evitación del daño: r= -0,12; p= 0,058;
inacabado: r= -0,19; p= 0,003).
Una nueva lectura de la duda obsesiva 351

Tabla 3
Saturaciones factoriales (matriz de patrones) del “Cuestionario de dimensiones
obsesivo compulsivas centrales-rasgo”

Factor
Ítems Evitación
Inacabado
del daño
1. Me pongo aprensivo, como si algo malo pudiera ocurrir o hubiera
0,78 -0,03
ocurrido ya.
2. Siento que debo hacer las cosas de una manera fija aunque puede
0,37 0,37
que me cueste explicarlo con palabras.
3. Aunque sea muy improbable que se produzca un daño, siento la
0,69 0,00
necesidad de prevenirlo a toda costa.
4. Me molesta la sensación de que las cosas son imperfectas (por
0,10 0,72
ejemplo pertenencias, ideas o tareas que hay que hacer).
5. Hay cosas que temo que ocurran si no tomo ciertas medidas para
0,56 0,27
prevenirlas.
6. Si no hago las cosas de una forma determinada no me siento bien. 0,25 0,55
7. Me da la impresión de que las cosas son más amenazantes para mí
0,80 -0,01
que para otras personas.
8. Me siento forzado a repetir o prolongar actividades o tareas hasta
0,14 0,65
que me parecen “completamente correctas”.
9. Hay cosas específicas a mi alrededor que podrían dañarme a mí o a
0,76 -0,07
las personas que me importan.
10. Las actividades rutinarias me llevan más tiempo de lo que
-0,10 0,88
deberían porque no me parece que estén perfectamente acabadas.
11. Hay algunas consecuencias que me asustan más que a la mayoría
0,77 0,04
de la gente.
12. Pierdo mucho tiempo intentando que las cosas me salgan
0,03 0,81
“completamente correctas”.
13. Parece que esté a la búsqueda de los peligros de las situaciones. 0,46 0,27
14. No hay nada como la sensación que tengo cuando por fin se
-0,03 0,76
completa algo satisfactoriamente.
15. Tengo miedos que me gustaría ignorar pero no puedo. 0,84 0,00
16. Soy muy quisquilloso acerca de qué apariencia deben tener las
0,07 0,71
cosas o cómo deben hacerse.
17. No puedo evitar pensar sobre las cosas malas que podrían ocurrir. 0,82 -0,01
18. Me cuesta mucho tiempo sentirme seguro acerca de ciertas cosas. 0,58 0,24
19. Hay situaciones y cosas que me dan tanto miedo que me gustaría
0,83 -0,02
poder evitarlas totalmente.
20. Sé que he hecho algo bien cuando tengo una determinada
-0,06 0,75
sensación interior.
% Varianza explicada 53,26% 5,74%
α de Cronbach 0,92 0,92

“Escala de indecisión” (IS)

Como en los otros dos cuestionarios, el primer paso consistió en realizar un


análisis factorial exploratorio. Los valores obtenidos en el test KMO (0,85) y la
352 CARRASCO Y BELLOCH

prueba de esfericidad de Bartlett, χ2(105)= 1306,19; p< 0,001, mostraron que los
datos cumplían los requisitos para ser sometidos a ese análisis. A partir de un
análisis de componentes principales, se extrajeron dos factores con valores propios
de 5,12 y 2,05 que explicaban el 47,80% de la varianza. El scree plot indicaba un
claro punto de inflexión a partir del segundo. Se llevó a cabo una rotación oblicua
(oblimin). El matriz de patrones mostró claramente la correspondencia de estos
factores con los ítems directos e inversos y los valores de consistencia interna
fueron satisfactorios (ver Tabla 4). La correlación entre ambas subescalas fue
negativa y de magnitud media (r= -0,45; p< 0,001). Basándonos en la literatura
previa, denominamos al primer factor (9 ítems) “Temores hacia la toma de
decisiones” y al segundo (6 ítems) “Actitudes positivas hacia la toma de
decisiones”.

Tabla 4
Saturaciones factoriales (matriz de patrones) de la “Escala de indecisión”

Factor
Ítems Actitudes
Temores
positivas
1. Intento aplazar la toma de decisiones 0,52 0,13
2. Siempre sé exactamente lo que quiero 0,14 0,69
3. Me resulta fácil tomar decisiones 0,12 0,77
4. Me cuesta mucho planificar mi tiempo libre 0,47 0,06
5. Me gusta estar en una posición que me permita tomar
-0,19 0,72
decisiones
6. En cuanto tomo una decisión, estoy bastante seguro/a de que
-0,05 0,80
es la correcta.
7. Cuando tengo que elegir un menú de la carta, normalmente
0,55 -0,10
me resulta difícil decidir qué pedir
8. Normalmente tomo las decisiones rápidamente 0,14 0,65
9. En cuanto tomo una decisión, dejo de preocuparme por ello 0,05 0,59
10. Tomar una decisión me pone nervioso/a 0,65 0,00
11. Muchas veces me preocupa haber tomado una decisión
0,64 0,13
equivocada
12. Después de haber elegido o decidido algo, muchas veces me
parece que he elegido mal o que he tomado la decisión 0,69 0,17
equivocada
13. No acabo mis tareas a tiempo porque no puedo decidir por
0,79 -0,11
dónde debo empezar.
14. Me cuesta acabar las tareas porque no puedo dar prioridad a
0,76 -0,14
lo más importante.
15. Me parece que tardo mucho en decidir, incluso en las cosas
0,65 0,21
más insignificantes
% Varianza explicada 33,80% 13,99%
α de Cronbach 0,83 0,81

Las mujeres obtuvieron puntuaciones significativamente más altas que los


hombres en “Temores hacia la toma de decisiones” (M= 22,27; DT= 0,51 vs. M=
Una nueva lectura de la duda obsesiva 353

19,84; DT= 0,63; t246= -2,90; p= 0,004). En el caso de “Actitudes positivas hacia la
toma de decisiones” los resultados se invirtieron ya que fueron los hombres
quienes obtuvieron una puntuación significativamente más elevada: M= 19,75;
DT= 0,49 vs. M= 18,39; DT= 0,36; t246= 2,24; p= 0,026). Las correlaciones entre
las puntuaciones obtenidas en las dos subescalas y la edad fueron muy bajas
(Temores: r= -0,08; Actitudes positivas: r= 0,01).

Validez convergente

Para cumplir el segundo objetivo, que hace referencia a la validez


convergente de los cuestionarios objeto de estudio, se calcularon las correlaciones
bivariadas que las puntuaciones de las distintas escalas y subescalas mantienen
entre sí. Para este análisis se omitieron los datos de los participantes con algún
valor faltante, incluyendo aquellos que no habían informado de experiencias NJR
(análisis listwise; N= 207). Atendiendo al objetivo al que responde este análisis, los
resultados que resultan de interés son los que indican asociaciones entre las
subescalas de los diferentes cuestionarios y no las de las subescalas de un mismo
instrumento entre sí. Como puede constatarse en la tabla 5 los tamaños de las
correlaciones encontradas fueron en general entre pequeños y moderados. El
número de NJREs y las actitudes positivas hacia la toma de decisiones fueron las
subescalas que mantuvieron las relaciones de menor entidad y la más importante
fue la correlación negativa entre actitudes positivas y evitación del daño con una
varianza común de solo el 9%. La puntuación global de la NJRE más reciente
(valoraciones) se asoció con las dos subescalas del OC-TCDQ compartiendo con
ambas una varianza del 17% (evitación del daño) y 16% (sensación de inacabado)
y correlacionó también con la subescala de temores hacia la toma de decisiones
(varianza común del 16%). La asociación entre las subescalas de evitación del daño
y temores hacia la toma de decisiones fue la que mostró la mayor magnitud, con
una varianza común entre ambas subescalas del 27%.

Tabla 5
Correlaciones entre las puntuaciones del “Cuestionario de experiencias no del
todo correctas-versión revisada”, el “Cuestionario de dimensiones obsesivo
compulsivas centrales-rasgo” y la “Escala de indecisión” (n= 207)

NJRE-Q-R OC-TCDQ IS
Evitación Actitudes
SUBESCALAS Número Valoraciones Inacabado Temores
daño positivas
Valoraciones 0,36*** --
Evitación daño 0,22** 0,41*** --
Inacabado 0,29*** 0,40*** 0,80*** --
Temores 0,27*** 0,40*** 0,52*** 0,42*** --
Actitudes *** **
-0,06 -0,14 -0,31 -0,19 -0,47*** --
positivas
Notas: NJRE-Q-R= Not Just Right Experiences Questionnaire-Revised; OC-TCDQ= Obsessive-Compulsive
Trait Core Dimensions Questionnarie; IS= Indecisiveness Scale. **p< 0,01; ***p< 0,001.
354 CARRASCO Y BELLOCH

Asociación con medidas de ansiedad, depresión y TOC

Tabla 6
Correlaciones bivariadas (y parciales) entre todos los cuestionarios del estudio

NJRE-Q-R OC-TCDQ IS
Evitación Actitudes
Cuestionarios Nº Valoraciones Inacabado Temores
daño positivas
b
0,28 0,33b 0,35b 0,37b 0,35b -0,10
OCI-R-Lavado
(0,15a) (0,15a) (0,10) (0,20a) (0,14) (0,06)
0,28b 0,38b 0,41b 0,41b 0,39b -0,09
OCI-R-Comprobación
(0,14) (0,16a) (0,12) (0,18a) (0,11) (0,13)
0,37b 0,28b 0,33b 0,43b 0,22b -0,01
OCI-R-Orden
(0,26b) (0,10) (0,11) (0,30b) (0,03) (0,15)
0,27b 0,30b 0,44b 0,39b 0,36b -0,04
OCI-R-Obsesiones a a
(0,13) (0,07) (0,18 ) (0,18 ) (0,09) (0,16a)
0,27b 0,33b 0,37b 0,34b 0,33b -0,10
OCI-R-Acumulación
(0,11) (0,11) (0,10) (0,14) (0,09) (0,07)
0,32b 0,34b 0,32b 0,33b 0,31b -0,09
OCI-R-Neutralización
(0,17a) (0,12) (0,00) (0,10) (0,02) (0,10)
0,38b 0,42b 0,47b 0,48b 0,41b -0,09
OCI-R-Total
(0,23a) (0,17a) (0,15) b
(0,26 ) (0,10) (0,16a)
0,46b 0,52b 0,58b 0,55b 0,57b -0,23b
CBOCI-Obsesiones
(0,34b) (0,30b) (0,27b) (0,31b) (0,28b) (0,01)
0,44b 0,42a 0,51b 0,55b 0,42b -0,13a
CBOCI-Compulsiones
(0,31b) (0,19a) (0,24b) (0,39b) (0,13) (0,09)
0,49b 0,51b 0,59b 0,50b 0,53b -0,19a
CBOCI-Total
(0,37b) (0,27b) (0,29b) (0,40b) (0,23b) (0,06)
BDI-II 0,35b 0,45b 0,53 b
0,42 b
0,46b -0,24b
STAI-T 0,30b 0,47b 0,68b 0,56b 0,67b -0,42b
PSWQ 0,29b 0,39b 0,60b 0,53b 0,51b -0,34b
Notas: NJRE-Q-R= Not Just Right Experiences Questionnaire-Revised; OC-TCDQ= Obsessive-Compulsive
Trait Core Dimensions Questionnaire; IS= Indecisiveness Scale; OCI-R= Obsessive-Compulsive Inventory-
Revised; CBOCI= Clark-Beck Obsessive Compulsive Inventory; BDI-II= Beck Depression Inventory-II; STAI-
T= State Trait Anxiety Inventory-Trait; PSWQ= Penn State Worry Questionnaire. Entre paréntesis,
correlaciones controlando el peso de BDI-II y STAI-T. ap< 0,01; bp< 0,001.

Como puede observarse en la tabla 6 todas las subescalas del OCI-R


mostraron correlaciones significativas con las medidas objeto del estudio, a
excepción de con la subescala de actitudes positivas hacia la toma de decisiones.
En términos globales, la subescala de obsesiones mantuvo asociaciones más
elevadas con las medidas objeto de este estudio que el resto de las subescalas del
OCI-R. No obstante, la magnitud de las asociaciones se mantuvo en niveles
moderados. En el caso del cuestionario Clark-Beck de Obsesiones y Compulsiones
sí que se observaron correlaciones significativas con los tres instrumentos y además
su magnitud fue de tamaño grande, especialmente en el caso de la subescala de
Obsesiones. Por otro lado, los tres cuestionarios en los que se centra este trabajo
correlacionaron de manera muy importante con las medidas de depresión (BDI-II),
Una nueva lectura de la duda obsesiva 355

ansiedad rasgo y preocupaciones (PSWQ). La subescala de evitación del daño fue


la que presentó los mayores tamaños de correlación.
A la vista de estos datos, se calculó si la magnitud de las correlaciones entre
las puntuaciones de los tres cuestionarios objeto de estudio con BDI, STAI-T y
PSWQ eran mayores que las obtenidas con las puntuaciones totales de los dos
cuestionarios de TOC. Los resultados indican que en ninguna de las comparaciones
la magnitud de las correlaciones fue diferente, lo que indica que aunque los
cuestionarios objeto de estudio se asocian tanto a síntomas de TOC como a los
depresivos y de ansiedad, las relaciones son equiparables en todos los casos.
No obstante, para descartar que la relación entre síntomas TOC y los
constructos evaluados por los cuestionarios NJREQ, OC-TCDQ y de Indecisión se
debieran a la concurrencia de síntomas depresivos y de ansiedad, se volvieron a
calcular las correlaciones controlando el peso de la depresión y la ansiedad. Los
resultados revelan que en el caso del OCI-R las correlaciones previamente
observadas se atenuaron de forma notable hasta el punto de que muchas de las
previamente observadas dejaron de ser significativas o pasaron a ser residuales
(esto es, correlaciones entre 0,15-0,19). Especialmente llamativa es la pérdida de
significación en las relaciones entre síntomas de acumulación y neutralización y los
tres cuestionarios. Por el contrario, la dimensión de síntomas de orden mantuvo,
aunque atenuadas, las relaciones con el número de experiencias NJRE y la
sensación de inacabado. En el caso del CBOCI, la subescala de obsesiones
mantuvo casi todas las correlaciones obtenidas con anterioridad, aunque
lógicamente con un tamaño de coeficiente menor. La subescala de compulsiones
dejó de asociarse con los temores sobre la toma de decisiones y además los
tamaños de las correlaciones fueron muy bajos en general.

Discusión

El objetivo general de este trabajo ha sido analizar en qué medida la re-


interpretación actual del clásico constructo de la duda patológica como núcleo
explicativo del TOC tiene una fundamentación empírica. Las sensaciones de que
hay “algo que no está bien del todo” y de que las propias acciones están
“inacabadas” o incompletas en algún sentido, se configuran actualmente como
elementos explicativos y/o constitutivos del clásico constructo de duda que, a su
vez, se viene operacionalizando como tendencia crónica a la indecisión. Y para
evaluar estos constructos, se han propuesto unos nuevos instrumentos de medida.
En consecuencia, teniendo en cuenta el propósito fundamentalmente
investigador que motiva el desarrollo de los cuestionarios mencionados, el primer
paso ha sido averiguar en qué medida se trata de instrumentos fiables
psicométricamente y, sobre todo, cuál es su validez de constructo.
Consideraremos, teniendo en cuenta los supuestos teóricos de los que partimos,
que dicha validez se verá avalada si encontramos que: a) la estructura de los
cuestionarios se corresponde con la de los constructos que pretendemos medir, b)
que estos fenómenos son claramente detectables en población no clínica, c) que
existe variabilidad en su prevalencia y d) que esta variabilidad se asocia con la
tendencia a informar de fenómenos obsesivo compulsivos.
356 CARRASCO Y BELLOCH

Los datos obtenidos con el NJRE-Q-R muestran que, efectivamente, estas


experiencias son muy comunes en la población general, con datos de prevalencia
muy similares a los obtenidos en estudios comparables (Coles y Heimberg, 2003;
Ghisi y Chiri, 2010). En cambio, las valoraciones de malestar asociadas a estas
experiencias son bajas, de acuerdo con las expectativas y los estudios previos. La
clara estructura unidimensional que forman los 7 ítems de valoración de la
experiencia NJR más reciente, así como su alta consistencia interna apoya el uso de
una escala de valoraciones como puntuación principal derivada del cuestionario. La
escala de cantidad muestra una consistencia interna baja, similar a la obtenida por
Coles et al. (2005), pero su correlación con la escala de valoraciones es moderada
y su inclusión en los análisis permite la comparación con resultados obtenidos de
estudios anteriores, por lo que la utilizaremos también como puntuación del
cuestionario.
Los resultados obtenidos en el análisis factorial exploratorio del OC-TCDQ
apoyan la distinción entre las escalas de sensación de inacabado y evitación del
daño, tal y como ha sido planteada por sus creadores. La mayor saturación del
ítem 18 (“Me cuesta mucho tiempo sentirme seguro acerca de las cosas”) en el
factor correspondiente a evitación del daño, contrariamente a las expectativas, se
debe probablemente a que la palabra “seguro” no refleja inequívocamente la
alusión a la certidumbre del original (“certain”) y se confunde fácilmente con
preocupaciones acerca del daño. A pesar de esta inconsistencia, mantenemos las
escalas originales, obteniéndose una consistencia interna excelente para ambas.
No obstante, hay que recordar que la correlación entre ambas subescalas es muy
elevada. Encontrar una asociación fuerte entre sensación de algo inacabado o
incompleto y evitación del daño es esperable en población no clínica y concuerda
con otros resultados obtenidos en este tipo de participantes (Pietrefesa y Coles,
2008). Este resultado debe ser interpretado en el contexto del resto de hallazgos
que apoyan la separación de los dos constructos tal y como los mide el OC-TCDQ,
pero al mismo tiempo nos obliga a ser cautos a la hora de interpretar los
resultados obtenidos en la población no clínica, como es nuestro caso.
La estructura factorial de la IS es más controvertida. Nuestros datos apoyan la
distinción entre una subescala positiva y una negativa, en la línea que mantienen
los autores de la escala en sus investigaciones sobre la acumulación patológica
(Frost et al., 2009). En los datos a partir de los cuales se calculó el análisis factorial,
los ítems correspondientes a la subescala positiva están invertidos, pero la
puntuación para la misma se obtuvo con la puntuación directa en los mismos. Las
subescalas así calculadas correlacionaron negativa y moderadamente entre sí y su
consistencia interna era satisfactoria.
Una segunda parte sustantiva del objetivo de este trabajo era analizar hasta
qué punto los nuevos constructos -NJR y experiencias de inacabado- son en
realidad manifestaciones de una tendencia general de las personas con TOC a
dudar o cuestionarse la propia experiencia, evaluada mediante la tendencia
general a la indecisión, o tienen entidad por sí mismas. Las correlaciones de las
puntuaciones relevantes obtenidas a partir de los tres cuestionarios traducidos (i.e.,
cantidad y valoraciones de las experiencias NJR, sensación de inacabado, e
indecisión) muestran una asociación moderada entre todos ellos. Tomados en
Una nueva lectura de la duda obsesiva 357

conjunto, los datos (tanto el tamaño de los coeficientes de correlación como la


subsiguiente varianza compartida entre las subescalas) indican que, aunque
relacionados, los constructos que cada una de ellas evalúa no son idénticos ni
subsumibles. En consecuencia, es más probable que cada uno de estos constructos
(y sus escalas de medida correspondientes) evalúen aspectos diferentes de un
mismo constructo más general.
El tercero de nuestros intereses era averiguar hasta qué punto las experiencias
subjetivas evaluadas con los nuevos instrumentos eran características de la
patología obsesivo compulsiva o si, por el contrario, se asociaban también a
síntomas depresivos y ansiosos no TOC. Las correlaciones que las puntuaciones en
los cuestionarios estudiados mantienen con la puntuación total en el OCI-R son de
magnitud moderada y comparables a las obtenidas en estudios previos. En el caso
de la indecisión, esta correlación sólo se produce con la subescala negativa de la
Escala de Indecisión. Nuestros datos apoyan de forma limitada la hipótesis de que
la asociación entre los constructos considerados y la psicopatología obsesivo
compulsiva es mayor para algunos tipos de síntomas que para otros. En concreto,
la subescala de orden del OCI-R es la que más correlaciona con sensación de
inacabado y con la cantidad de experiencias NJR y la segunda que más se asocia
con las valoraciones de dichas experiencias. Además, es la única subescala que
correlaciona significativamente más con sensación de inacabado que con evitación
del daño (p= 0,017). Sin embargo se observa justo la tendencia contraria para
indecisión y su subescala negativa ya que mantiene la correlación más baja de
todas las subescalas del OCI-R precisamente con orden.
Cuando se controlan las puntuaciones en depresión y ansiedad, se observa
una atenuación de las correlaciones entre los constructos considerados y los
síntomas obsesivo compulsivos, atenuación que es claramente mayor cuando se
consideran las puntuaciones en el OCI-R que las del CBOCI. Es de destacar que las
puntuaciones en sensación de inacabado son las que disminuyen en menor grado.
Es probable que este dato indique que la relación entre este constructo y la
sintomatología obsesivo compulsiva se halle mediada en menor medida por su
asociación con el afecto negativo. En el polo opuesto, las correlaciones con la
Indecisión son las que disminuyen en mayor medida. En todo caso, nuestros
resultados plantean dudas razonables acerca de una hipotética especificidad tanto
de las sensaciones NJR como de las de inacabado y la indecisión en relación con la
sintomatología obsesivo compulsiva. Es posible que esta falta de especificidad se
deba, al menos en parte, al tipo de muestra utilizada y al diseño transversal y
exclusivamente psicométrico empleado, lo que limita el alcance y la generalización
de nuestros resultados. No obstante, cabe también la posibilidad de que estas
modalidades de experiencias y sensaciones tengan un valor transdiagnóstico,
similar al del perfeccionismo tal y como indican revisiones recientes de este
constructo (p.ej., Egan, Wade y Shafran, 2012).
Para concluir, los datos obtenidos acerca de la fiabilidad y validez de los tres
cuestionarios traducidos avalan su uso en población española. Por lo que se refiere
a su utilidad en el ámbito de la investigación y probablemente también en el
clínico, de estos instrumentos, hay que decir primero que el NJRE-Q-R parece
capturar adecuadamente una experiencia muy frecuente en la población pero ante
358 CARRASCO Y BELLOCH

la que existen amplias diferencias individuales a la hora de valorar y responder. Si


bien estas experiencias se asocian con los síntomas ansiosos y depresivos en una
medida similar a la que lo hacen con los obsesivo compulsivos, la relación con
estos últimos no se explica totalmente por la tendencia al malestar emocional. En
segundo lugar, la alta correlación encontrada entre las dimensiones de sensación
de inacabado y evitación del daño dificultan la posibilidad de encontrar evidencias
que apoyen la teoría de la heterogeneidad motivacional de la sintomatología
obsesivo compulsiva en población no clínica mediante el uso del OC-TCDQ. Sin
embargo, este instrumento es el que más directamente aborda este problema y los
resultados obtenidos por otros investigadores también en población no clínica
(Pietrefesa y Coles, 2008) lo hacen prometedor en la investigación de los
mecanismos motivacionales del TOC. Tercero, los resultados obtenidos con la IS
muestran que, si bien puede tratarse de un instrumento útil en la medición de la
indecisión como rasgo del comportamiento, este fenómeno no se asocia de
manera específica con la sintomatología obsesivo-compulsiva, más allá del vínculo
que mantiene con la sintomatología emocional en general.
Para finalizar, es necesario resaltar las limitaciones del estudio que
presentamos. En primer lugar, dada la naturaleza no clínica de la muestra, la
generalización de los resultados obtenidos a la población clínica con TOC es
limitada. Por tanto, son necesarios más estudios, especialmente con población
clínica de personas con TOC y con otros trastornos emocionales, para avanzar en
el estudio del fenómeno de la duda obsesiva. Creemos que los instrumentos que
presentamos aquí pueden ser una herramienta muy útil en este camino, durante
tanto tiempo tan descuidado. Una segunda limitación, tiene que ver con las
diferencias de pase de los instrumentos: mientras que los estudiantes los
completaron en grupos reducidos de hasta 10 personas, los no estudiantes lo
hicieron de forma individual. Este segundo contexto, en comparación con el
primero, se asemeja más al propio de una situación de evaluación clínica que suele
llevarse a cabo de manera individualizada. No obstante, pensamos que dadas las
condiciones de anonimato y confidencialidad en ambos grupos, los datos
recabados en ambas circunstancias son razonablemente comparables.

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RECIBIDO: 23 de marzo de 2012


ACEPTADO: 14 de junio de 2012

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