Está en la página 1de 3

El Capital

La acumulación de capital presupone la plusvalía, la plusvalía de la producción capitalista y ésta


la existencia en manos de los productores de mercancías de grandes masas de capital y fuerza
de trabajo. La acumulación es el punto de partida del régimen capitalista.

Sus orígenes: en tiempos muy remotos había una minoría trabajadora y ahorrativa y otra de
haraganes qué derrochaban. Estos acabaron por no tener nada que vender más que su pellejo de
este modo arranca la pobreza. Las únicas fuentes de riqueza han sido desde el primer momento
la ley y el trabajo.
Ni el dinero, ni la mercancía, ni los medios de producion y artículos de consumo son de por sí
capital, sino que necesitan convertirse en capital. Al enfrentarse y entrar en contacto con dos
clases: poseedores de mercancía, es decir, los propietarios del dinero medios de producción y
artículos de consumo y por otra parte los obreros libres vendedores de su propia fuerza de
trabajo.
Con esta polarización del mercado se da la producción capitalista, por lo tanto, el proceso que la
engendro tan solo puede ser uno: proceso de disociación entre el obrero y la propiedad sobre las
condiciones de su trabajo, proceso que convierte en capital los medios sociales de vida y de
producción mientras de otra parte convierte los productores directos en obreros asalariados.
El productor directo no pudo disponer de su persona hasta que no dejó de ser esclavo, para
poder convertirse en vendedor libre de fuerza de trabajo, tuvo que sacudir también el jugo de los
gremios, por eso uno de sus aspectos que convierte a los productores en obreros asalariados
representa la liberación de la servidumbre y la coacción gremial, estos trabajadores solo pueden
convertirse en vendedores de sí mismos.
A su vez los capitalistas industriales tuvieron que desalojar para llegar este puesto a los maestros
de los gremios artesanos y a los señores feudales.
El proceso de dónde salieron el obrero asalariado y el capitalista tuvo como punto de partida la
esclavización del obrero. La explotación feudal se convirtió en explotación capitalista.
En la historia de la acumulación originaria todas las transformaciones que sirven como punto de
apoyo a la naciente clase capitalista las grandes masas se ven despojadas de sus medios de
producción para ser lanzadas al mercado de trabajo como proletarios libres y privados de todo
medio de vida. La expropiación que privada de su tierra al productor rural al campesino.
Cómo fue expropiada de la tierra la población rural:
En Inglaterra la servidumbre había desaparecido y la inmensa mayoría de la población se
componía de campesinos libres, dueños de la tierra que trabajaban. En las grandes fincas
señoriales el bailiff había sido desplazado por el arrendatario libre. Los jornaleros agrícolas eran
en parte campesinos que aprovechaban su tiempo libre para trabajar a sueldo de los grandes
terratenientes. La producción feudal se caracteriza por la división del suelo entre el mayor número
posible de tributarios. El poder del señor feudal no descansaba en la longitud de su desarrollo de
renta sino en el número de súbditos qué dependían de la cifra de campesinos independientes.
El licenciamiento de las huestes feudales lanzó al mercado de trabajo una masa de proletariados
libres y privados de vida. El poder real acelero violentamente la disolución de las huestes
feudales, los grandes feudales levantándose contra la monarquía y el parlamento crearon un
proletariado incomparablemente mayor al arrojar a los campesinos de las tierras que cultivaban y
al usurpar les sus bienes comunes. Las casas de los campesinos y las viviendas fueron
violentamente arrasadas o entregadas. Las ciudades y pueblos destruidos para convertirlos en
pasto de ganado y que solo quedan en pie las casas de los señores.
La transformación de las tierras de labranza en terrenos de pastos los arrendamientos temporales
fueron convertidos en fincas dominicales. Esto trajo decadencia del pueblo y con ella la de
ciudades Iglesias y diezmos punto la sabiduría del Rey y el parlamento dictó medidas contra esta
usurpación, aunque ni las quejas ni las legislaciones consiguieron absolutamente nada contra el
movimiento de expropiación.

La persecución contra los conventos lanzó a sus moradores a las filas del proletariado. Mucho de
los bienes de la iglesia fueron regalados a unos cuantos individuos rapaces protegidos del Rey. El
derecho de los labradores empobrecidos a presidir una parte del diezmo de la iglesia había sido
ya tácitamente cosificado.
Los terratenientes impusieron legalmente una observación que en todo el continente se había
llevado acabo. Esta usurpación consistió en abolir el régimen feudal del suelo, es decir, transferir
sus deberes tributarios al estado indemnizado a este por medio de impuestos sobre los
campesinos y el resto de las masas del pueblo, reivindicando la moderna propiedad privada sobre
fincas en las que solo asistían los terratenientes títulos feudales y finalmente dictando aquellas
leyes de residencia.
Estos elementos consagraron la Nueva Era entregándose al saqueo de los terrenos de dominio
público. Estos son la base de esos dominios que hoy posee la olarquía inglesa. Los capitalistas o
burgueses favorecieron esta operación para convertir el suelo en un artículo puramente
comercial.
Los bienes comunales distintos de los de dominio público eran una institución de origen
germánico que se mantenía en vivo bajo el manto de feudalismo.

Los labradores fueron lanzados de sus tierras en unión de sus familias y de muchas otras a las
que daban trabajo y sustento se vieron convertidos en hombres obligados a trabajar para otros los
cuales si querían comer tendrían que ir al mercado para proveerse de cuándo necesiten. Los
terratenientes y colonos se han visto reducidos al nivel de jornaleros y asalariados a la par que se
hacía cada vez más difícil ganarse la vida en esa situación. La usurpación de los bienes
comunales y la revolución agrícola que la acompaña empeora hasta tal punto la situación de los
obreros agrícolas que su salario comienza a descender por debajo del nivel mínimo.

Finalmente, el último gran proceso de expropiación de los agricultores es el llamado limpieza de


fincas en realidad consistía en barrer de ellas a los hombres. Las limpias llegaban a un sitio para
barrer a los hombres no dejando a los braseros del campo ni siquiera sitio para alojarse en las
tierras que trabajaban.
Estos seres que de repente se veían lanzados y no podían adaptarse a la disciplina de su nuevo
estado una gran masa de hecho fueron convirtiéndose en mendigos salteadores y vagabundos.
De aquí se dicta hacen en toda Europa occidental una serie de leyes persiguiendo a sangre y
fuego el vagabundaje. Después de ser violentamente expropiados y expulsados de sus tierras y
convertidos en vagabundos se encajaba mediante leyes grotescamente terroristas a fuerza de
palos marcas de fuego y tormentos en la disciplina que exigía el sistema de trabajo asalariado.

También podría gustarte