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© Rolando Helguera

© Los Caminos

1era. Edición: 2023


ANTOLOGÍA CONDICIONAL

Rolando Helguera

Ediciones Los Caminos

Montevideo - Medellín

2023
INTRODUCTORIO

Clausuré a mi mamá y me diseñé como un contertulio


manso de piringundines, no afecto al verbo, quien al hablar
siempre empleaba la primera persona del plural. No iba bien
vestido y me anclé a una presencia rancia, rematada por
dientes y dedos teñidos de adicción a los cigarrillos
armados. Me llamaba la atención cómo me temblaban las
manos. En mi versión trabajaba en un negocito de revistas y
libros usados por la calle Paysandú casi Tristán Narvaja de
Montevideo, en el salón de una casa vieja. No me quedó
claro si yo era un empleado o si era el dueño.
Aparentemente no tenía seres queridos ni amigos, o no eran
importantes para mi vida, como dando a entender que había
renunciado a esa historia personal. Quise agradar a todos y
terminé no agradando a ninguno. Nulas referencias existen
sobre dónde vivía; supuse alguna vez que moraba detrás de
un biombo ubicado cerca de un baño al fondo de aquella
librería. O sea que no mucho tendrán los estudiosos para
rescatarme; apenas hallarán algo, salvo que hurguen entre
mi tan avara intimidad.

Que así fuera. En los entresueños del sueño, hacia los


confines del fin, hoy me conduelo de los dolores entre estas
ruinas ya desmorrugadas. Siempre fui más pequeño que mi
sombra. Dejé que los otros hablaran primero, porque no
quería molestar. Ellos envidiaban la parsimoniez de mi
misericordia, si bien yo no la administraba con prodigalidad.
Ante la primera ilusión que se presentó me rendí como una
víscera que se desparrama contra el suelo, implorándole:
“Vida, dulzura y esperanza nuestra, arrójanos tus
bendiciones”. Mentiras. Nunca tuve sentido común para
abandonar empresas y conversas imprácticas, ni para
priorizar lo importante, ni para ir a las cosas, ni para atraer

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muchedumbres. Y mientras tanto, alguien me decía “tilingo”
por detrás y sonreía. Desgasté jornadas ingentes en
conceptos veloces sobre los cuales volvería una y otra vez
en una mano, en un cartoncito, en una pared, en un baño
público, en obsesiones, escarbando hasta que algo ocurriera;
y mientras tanto la realidad tenía que acontecer.

Nada de original tiene eso, alguien diría; después de


todo así finaliza todo. Y por cada inflexión hay un miedo
que oficia de vigía. Aunque no me imagino cómo serían sus
corolarios ilustrados sin mí, yo no me quedaré sin
conocerlos. Lo prometo.

Son preámbulos ambulatorios; circulan por las


intersecciones circuncisas de los sectores de infinitud de
finiquitos. Así se presentan las letras presentes, de guisa tal
como gimnásticas consolidadas entre cuestiones dislocadas,
para llegar por donde ya pasaron.

R. H.

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RELATORIOS DEL CLAUSTRO
(2012)
I
1.

Cada Arte se resuelve en procesos


de cuatro, de tres, de dos y de uno,
escindidos en tantos mesteres
como los que puedan asumirse.

Entre sí se consolidan grietas;


destilan entre sí los cansancios
ineludibles. De ellos se educe
un primario ingrediente, librado

a sus designios intempestivos.


De suyo tiene inclusas sus normas,
a observarse en las intersecciones.

Ten en suma que no hay cosa oculta


que no pueda ser desentrañada,
si dispones de recta constancia.

2.

Tan censurable como su alcance,


querrá adaptarse tu hado fortuito
hacia el rastro de una impronta extrínseca.
Síndrome de un marco de inquietud.

No hay sugerencias que te coincidan


entonando un verso decasílabo
con cavilaciones duras; tanto
sabrás así que recalculando

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el trayecto, una oportunidad
de adquirirlo en mínimas entregas.
te aguarda para su intelección.

En la premisa y en la porfía
moldea el fraseo dándole vueltas,
inyectándole confinamiento.

3.

Los secretos son sordos burócratas,


tal vez impostores iniciáticos;
custodian bagatelas opacas
desde cierta enésima progenie.

Parece que entre ellos se divierten,


unos espiando en derredor y otros
sonsacando preguntas, soñando
una procreación bajo cubierto,

una alegría hacia un eje azabache.


Recaban confesiones distantes
para alimentar conspiraciones

y prisiones. Dicen que analizan


cómo horripilar mejor que nadie,
aunque no hay nada detrás del Velo.

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4.

Acometeremos un sendero,
ese de tantos que hemos tramado;
una propuesta inverificable.
Consideremos sus excursiones

en los efectos de sus avances


tentativos y en los retrocesos
sin recetarios; nuestro ámbito íntimo
no constituirá una disciplina.

Si alguien aspira por avatar


a escrutarlo, estaremos atentos.
Si no se entiende en su exposición,

diremos que trata de una técnica


tomada de un texto deficiente,
que fue esbozado a guisa de ejemplo.

5.

Las opciones que van sustanciándose


procurando una locación íngrima
descubren un conformado cosmos.
Discurriendo ensamblan su estructura.

Si excitan traducciones equívocas


que no pueden ya repristinarse,
¿quién repasará las dimensiones,
o ideará los próximos albures,

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o cómo acordar sean efectivos
esos instrumentos? Lo importante
es que el sistema sin comentarios

funcione, que le baste menguadas


conversaciones en conciliábulos,
soslayando la curiosidad.

6.

Y en esta acción ¿cuál será la guerra,


qué me concierne más allá allende
lo que es primordial? Sólo otro trecho
de esos pantanos arrodillados

ante el final de sus desesperos


atrabiliarios, que han trastocado
malgrado cambios contra el paisaje;
santo sosiego de que carezco

para confrontar tantas envidias.


Hasta que hablen detrás de los árboles
me prevendré de cómo es su acecho.

Entretejen dementes ententes.


Exhiben sus zurcidos sucedáneos.
Estrenan cólera colectiva.

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7.

Este Orden no invoca a los lugares


comunes. Confía en una doctrina
cuyo mentor no dará audición
hasta que no te instruya la práctica.

Mas no es necesario que sea escuro


si tan sólo se trata de ver.
No hay por qués cuando existen sus causas,
todas bajo el rango de la mano.

Cada eslabón posee en este tracto


su aspecto, formando una serpiente
que se corona consigo misma.

Nuestra Cruz intrínseca se siente


abrazada a su entorno. Y se irradia
relegada a entregar su mensaje.

8.

Dios geometriza. Todo se mide


a imitación suya y a su idea:
latitud, longitud, magnitud.
Hacia lo alto, adelante y profundo

hay vacante un vasto territorio.


Alma erguida, Razón en vanguardia,
Conciliación hacia lo intestino;
tienes entonces las herramientas

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para determinar tu estatura.
Anímate conmigo a sentir
en la sazón de suscitar la Obra.

Al remedar el rigor divino


aférrate el tenor de sus cálculos;
sospecha ejerciendo lo que resta.

9.

Existe un Precepto y sus secuencias


a más de ciertas dóciles reglas
según cada singularidad,
en este trabajo de aleaciones.

¿Quién cree que es labor sólo de piedras,


si es que hasta ellas se moldean en llama?
Ella toda se crea y se renueva
entera, a partir de lo anterior.

Convicción, método, ocupación,


mantienen el aprecio exclusivo.
Nota que ni en las meditaciones

ni en la adoración, debes distraerte


al iniciarte en una hora santa
ungida detrás de una plegaria.

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10.

Eva planea, propicia y transmite,


mientras Jefté lidia en lo más basto,
y corrige Caín los desempeños
oyendo de Aarón diatribas fútiles.

Judith infunde afecto y talento,


y Samuel su entusiasmo señero.
Aprende cómo ejercen los astros
imbuidos del denuedo de Elías.

Ellos conquistan los desafíos


uno a uno, acorde a su conveniencia.

Tan pronto es su estación admisible,


la experiencia indica la batalla
precisa que lucharás en cada
término, hacia abajo y hacia arriba.

11.

Instando a los tres primeros trípticos,


el primero de la confidencia
moral, el segundo del dictamen
intelectual, y de la noción

el tercero que deviene en rabia,


una vez que los has adquirido
con tu valentía y jaculatorias,
gozas de una asociación contigo.

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En ella languidecen tus cismas,
tus discusiones y las disputas;
se alivia cualquier necesidad.

Esta comunidad no es sapiencia


ni satisfacción; es un combés
de encajes que no trasuntan formas.

12.

Yo escucho atentamente a los pájaros.


He descubierto cómo conversan
en de cantos una única lengua.
De ellos extrajeron los antiguos

el candor humilde del sonido.


Al albor me dispongo a explorarlo
en algún cuadro de percepción,
propio del sopor tras la vigilia

intensa. Con él puedo emerger


de a poco, y en ello la noticia
de otras concreciones se acrecienta.

Ese modular convierte músicas


para que mi lar sea diferente;
impele sueños a mis palabras.

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13.

El Canto del Terruño te inspira.


Tiene el sesgo húmedo de la noche,
y un posterior gusto seco y triste.
Te precave de no reiterar

ni regresar tras lo atravesado.


Donde arribes allí quedarás;
que la parada no es más lejana
que lo que el deseo quiera asignar.

Yace en él, material y milagro,


el mentor que te dará instrucciones,
y el Siglo anexándote enseñanzas.

Aun si vieras que eres Todo en Uno


y Uno en Todo, requieres saberlo
como concepto que habita en ti.

14.

El Espíritu está en ti y es Todo.


Desde su exacto conocimiento
tu existencia no se diferencia
de su cualidad, al ser su homogénea.

Con su condición, en voluntad


y entendimiento se galardona.
Nada mejor ni que sea inconcuso
hay limitando sus atributos.

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Por dar tu pensamiento auspicioso
eres quien concibe y quien recrea
sin que te anticipe una raíz alguna.

Todo dependerá de un dominio


de cuyos cuadros eres artífice;
debes resignarte a ese destino.

15.

Para devenir Rey poderoso


guardián de los registros, protege
estos consejos antes de entrar
en sus salones de eternidad.

Porque ahora no te conocerás,


y como no surgirás de nuevo,
y porque detrás se quedarán
los cuidados, entre los hijastros

del Hombre hallarás una elección,


probando la copa de su culpa
infame, en que de ella largas épocas,

asentado en un trono de túmulo,


pudiste asimilar cual testigo
simulado, evitando la risa.

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16.

La hermenéutica por el Binario


subsume el intermedio entre el ser
y la nulidad, sumándose otro
para integrarlo en un novel tercio.

Ese factor los interpenetra


devolviéndoles hacia un arranque;
es disímil y un fragmento de ellos,
porque no hay contrarios sino idénticos.

La introspección converge contigo


mismo, invitándote a un compromiso
para aleccionarte a inteligir

que tienes que estimar tu entidad.


Acostúmbrate a creer que otro no eres
sino lo indivisible de ti.

17.

La Vibración reina en los pasajes.


Disgrega y mezcla los Elementos
sin perder su individualidad.
En la Separación y en el Agro,

entre variadas ejecuciones,


disuelve y coagula las Estrellas
visitándoles en cada etapa
y en lo más privado de su abrazo.

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Movimiento, Amor, Maestría y Suerte
participan aportando industria
en una generación perpetua.

No hay nadie que no pueda ser núbil


desde el comienzo, aunque evolucione
debiendo perderse la inocencia.

18.

Las entrelíneas de mis empresas


sesgaron silentes sus sucesos.
Tal fue lo que hubieron decidido.
Ansiaron sancionarme impasibles.

Ningún templo podría refugiarme.


¿Qué argumento alegaré en mi apoyo?
Tienen pronto el tablado del juicio,
el Gran Jurado, la muchedumbre

más alguna que otra sentencia híbrida.


Porque esgrimirían un latinazgo
no me otorgarían una expresión

perdida. Ante esa indisposición


me erguí por ante sus boquiabiertos
criterios zagueros, que eran míos.

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19.

Cave prescindir de los fenómenos


incontrolables, que no merecen
tu obsequio. Y sabrás deliberar,
pues, en los límites que ya tienes.

Avizora el vigor ordinario


planificando tus circunstancias.
Él permite tus valeres fluyan
y evidencia tus lisos reflejos.

Cuida hacer el mayor bien posible,


y el menor mal posible, orientado
a razones que sean suficientes.

Estar, es comunión de servicio;


aprovecha el honor de ser útil,
y del riesgo que ello te conlleve.

20.

En el Símbolo y los nombres íntegros


del Creador, por las virtudes propias
de cada jornada de la hebdómada
conforme a lo que fue explicitado,

del modo que el viento limpia el aire,


se impone destierres tu pasado
y te propongas construir lo que eres,
en concilio con tu desamparo.

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Habiendo fijado ese propósito
concíliate con tus enemigos,
perdona y si no puedes, olvida

a quienes quizá te lesionaron.


Quédate solo con el futuro,
pues será lo único real y tuyo.

21.

Algo columbrarás cuando intuyas


una exhortación que es como un limbo
en que las súplicas se esmerilan,
y la especulación hará el resto.

Posees la prerrogativa empero


de interpelar, llevando a entredicho
en la aptitud de tu aspiración
lo que no te brinde una respuesta.

Al ensoñar tendrás ideaciones,


abriéndose a efectos de impregnarte
y mecerte en la concentración

con tanto realismo, que podrás


reunir proyecciones continuadas
mutándose hacia ningún evento.

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22.

En este segundo adiestramiento


cejarás a una imploración previa.
Emana retraída, articulándose,
incubándose en su resonancia.

A través de ella se explaya un ábaco


que enriquece tu centro melódico
y te cobija. Deja se plasme
hasta que emancipe su armonía.

No accedas a que te totalice.


No obstante, regocíjate en ella;
danza siguiendo su dinamismo,

fascínate en sus sensualidades.


Es comparecencia aletargada
que se insinúa como fugitiva.

23.

Fugitiva es la amada que ignora


que sufre por ella un soñador.
¿Por qué ansía aferrarla en su recuerdo
inmortalizándole en metáforas?

No merece él esa indiferencia


extendida, tanto encanto estéril;
ni atender insomnios en la espera
reptante y creyente de un “tal vez”.

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El Adepto posee, en sus pesares,
la paciencia del Enamorado,
y una lógica en su fe bizarra.

Induce un anhelo gobernándole,


comulgando con su oscilación;
afección herida de arrebato.

24.

Tengo una Paz para administrar


y un Día del Perdón por si las dudas
quieren coadyuvar a complicarme,
o un Manual de Primeros Auxilios

recostado a un perro que me ladre,


amén de un rezongo que me explique
estas reservas.
Han sido lentos
los cambios.
Lo esencial se anquilosa.

En un modo de ahorro de energía


me abnegaría de apegarme a ella,
aunque me provea de algunas chances.

Mejor disponer en las canastas


todas, de las posibilidades
a falta de un mercenario oráculo.

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25.

De pie y presenciando de la Tumba


la experticia, ingresa en los apéndices
que flanquean al cascarón del cráneo.
Hay un señorío en su posición.

Sus piernas con crudeza inclemente


te impelen a vigilar su tez.
Por ante su ceño clausurado
tendrás que omitir tu angustia yerta.

Desfilarán ante el dorso diáfano


de tus propios párpados, diagramas
escénicos que te extraviarán.

Al dejarte llevar por su arrastre,


vuélvete en cierto instante hacia atrás
para otear de su lastre el porqué.

26.

Este tiento suele conocerse


como la Postura del Cadáver.
Integra en la apariencia un perfume
suave, que te constriñe a evacuar

sus contingentes elevaciones,


desplazándote entre sus vapores.
Te conducirán ante una Cámara.
Dicen que ella une el Cielo y la Tierra;

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es un decurso entre un antro físico
y los universos del antojo,
a resguardo de la indagación.

Ella te anidará en sus rincones,


brindándote ternura matriz
para inventar tu armadura básica.

27.

Tras el raciocinio está la mente


como un receptor de informaciones
arbitrarias, que debes sumir
al esmeril de tus pretensiones.

Un “no” ingenuo les obtura el tránsito,


y hendirá una extensión de frecuencias
tensando los umbrales de impacto,
por donde es menester te introduzcas.

Porque es tu cavidad una celda,


no temas cuando ella te embelese.
Aunque el transcurrir que se deslice

ante la imprecisión de su fondo,


entre tanta expectación errante,
estará a merced de un silogismo.

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28.

En esa oquedad una adversaria


te enredará con ciertos espectros,
aunque ya conoces su estrategia.
Ten la habilidad de no abordarla.

Esa antágona es tu compañera


en la conmoción que se suscite;
una soledad a tu costado
que en las mañanas se refocila

por tu lecho con su óbito sáfico,


vinculándote con un siniestro
inquisidor de tus pareceres.

Granjéate la otra fracción de ti


en oración, porque ella es la psique
del hurgador de lo Trascendente.

29.

Y el resplandor.
Un resplandor tenso
que acaricia con sus sinestesias;
motivo ininterpretabilísimo
parangonable a lo inenarrable.

Anunciando la copulación
en la infinitud, es cuanto más
se extraerá recogiendo debajo;

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destruir para que vuelen escombros.

Preserva las torres del camino;


esas, que salvaron a los hijos
de las naves que se habrían hundido

en el diluvio de la impudicia.
Mas no creas en una ética firme:
nada es lineal en las superficies.

30.

Los ayeres cobardes que esconden


mi mentira oficial en sigilo
las nieblas de una urdimbre asaz torva
ligada a un personaje anfractuoso
que no merecerá ser narrada
los momentos en que consabidas
pesadillas insisten (e insisten)
los yerros que no tendrán indulto
de El Que Es hostigando el paso errático
de aquellos a quienes tanto mal
causé sin querer o con querer
el lastre de rencores que me hunde
las derrotas jamás admitidas
y que no aceptaré sin vergüenza

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31.

Quizá creas que el porvenir empieza


por un foco que estás aplazando.
Principia del modo que lo anheles;
por ventura lo tienes delante.

Tú verás si funge una distancia


tan extensa según la ilusiones.
Aunque no habría búsqueda si digo
que juntas en ti el fin y el inicio.

Al valerte de un sector de estudio,


faculta a filtrar blancos y negros
dejando que entre ellos se trastoquen.

Pontificarás implícitamente,
como si ataviado en parsimonias
estuvieras preparando el Teatro.

32.

Desde una citación que anda aparte


y entre tu conciencia en lo reciente,
hacia una aprehensión acrecentada
se extienden por tu interior congojas.

En lo más de su valle recóndito


te turbará poder recogerte;
desearías dominar el espanto,
dejándote caer desde las cúspides.

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La clave en este estadio es perder
los apegos, y la previsión
de lo que acaso pueda ocurrir.

Porque cuando te mires los índices


se disiparán las referencias
de tu historia individual unívocas.

33.

Has de resignarte a toda prueba


siendo sincero ante las tinieblas
que te aborden, y en sus pertinentes
consecuencias. Te apercibirás

del yermo margen de tu observancia,


de una impar intromisión de escollos
que sucedieron, como si fueran
ya pertenecientes a un pretérito.

Se alargarán por su intercesión


tus años, buscando conectarse.
¿Puedes mudarte desde el horror

descompuesto, y recapitular
sombreando un derrotero invertido
en lo que no hubieres presagiado?

35
II
34.

Es asunto de un ruego remoto.


Viene de donde nunca lo humano
ha pisado, tan perturbatriz
como sus miedos y odios de bestia.

Prieta, encierra cuentos de los claustros


que se desgranan en borradores,
como carnaza que se alimenta
de los huesos, ahíta de inquirir.

Le somete en sequedad dormida,


indiferente a requiebros caóticos,
la siembra de esperanza perenne.

A su escudo debes condolerte


para asimilar tu testamento,
ya que ella vio en sus días lo que tú eres.

35.

Después de levantarte sereno


convocado por la gravedad,
podrás captar las indicaciones
del introito de una proporción

en que la cautela no contiene


el arrobo que inunda tus dichas,
y precede a un dulce meridiano,
bendecido en influjos de creencias.

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Da gracias a tu Principio Ingente,
que allende de los Orbes las órbitas
te guía en muchos de sus laberintos,

y puesto eres una alegoría


a escala de algo no mensurable,
vate eres de tu eventualidad.

36.

Al huir de mis recodos profanos


me adapté a interrogantes incómodas.
Perpetrando tantas ligerezas,
hasta emprendí un tanteo con gazmoña

mansedumbre, en un patio aguantando


premoniciones inverosímiles.
Y arruinando audacias más grandiosas,
exasperé sus vindicaciones.

Por medio de una correcta dosis


debí adecuar ante ellas mi agenda.
¿Cuál relación me ganó el partido?

¿Qué inteligencia hay entre el empeño


y la alienación, sin su unidad
central de máximas esparcidas?

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37.

Atesora tus aferramientos


en donde se rezuma tu estilo,
como los olores recoletos
de la alcoba de la idolatrada.

Durante el reparo arman desfiles;


se pavonean ante ti ostentándote
las propiedades de sus fragancias.
Pero no te dejes cautivar

por éstas, pues no te pertenecen,


sino a ella, tu prenda tan dilecta,
que a tu placer te las ha brindado.

Ella, quien dirige tus entradas,


es la sección de tu ardor andrógino
mostrando el procedente progreso.

38.

¿Qué figuras te sugestionaron


tentándote a desear detentarlas?
¿Creíste que ellas te respetarían
bastando con que las poseyeras?

Dependiendo de su ubicación
podrían resultar conjeturables
según cuán lúcidas las aprecies,
mas jamás se te asemejarían.

42
Nunca entre ellas una confusión
sembrarás, debido a su ortodoxia
estricta, elaborada en los eones.

No turbarlas te aconsejaría,
porque no te darías cuenta cuando
se burlen en medio de tu cara.

39.

Pronto lo amerite, siente el ínsito


que te invita para conducirte
con él hacia un sitio que intuirás
benigno, en cualquier o algún paraje.

Reconoceráste en el regazo
(cerrado o raso, cualquiera es idóneo)
que te posterga, en la situación
a la que tu obcecación adaptes.

Extiende a la depresión del frío


tus articulaciones y nervios,
para desplegarte sin tensiones,

y desde allí afrontando un cortejo,


integrado a las vacilaciones
diseñadas por tu veleidad.

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40.

De una locución derivan otras


tejiendo léxicos sin vocablos;
idiomas que dan un claro ornato
a tus expresiones abisales.

En sus fórmulas impersonales


y metáforas intraducibles,
artillan sintagmas de aquiescencia
para coaccionarte con sinónimos.

Esa jerga te involucra a obrar


compartiendo un rehilamiento férvido
de peculiaridad fraternal.

Con ella todo estará en el rango


de tu palmo, en la candidez misma
según consienta la liviandad.

41.

Gira y gira hasta hendir altitudes


y caerás tras un terrible estrépito.
Habrás de evocar y tildar bien
entonces, que debes descender

aplicando el impulso agenciado


por siete estratos del pavimento
que sostiene tu coreografía,
para recibir un nuevo verbo.

44
El mismo, edificado sin ruido
según requerirás ilustrarte
para atreverte a reprogramarlo

y conferirle un nuevo carácter,


te amparará en los particulares
que en el curso tendrás que callar.

42.

Porque es mi decisión implacable,


no me doblego en las penitencias.
No hay excusas para tantas faltas,
aunque siempre existe una manera.

Por si a los demás no les importa


torcerse a derecha y a siniestra,
en su caso quisiera saber
cómo sería vivir en mi ausencia.

Pero si ellos creyeran en mí,


¿de qué modo podría en la refriega
insondable, con rudo diagnóstico,

pasar permeable a sus indulgencias?


De reponerse ante todo aquesto,
¿cuál hipótesis es la certera?

45
43.

Aniquilados tus ligamentos


con lo externo, se despedirán
las pantallas de una procesión
vaga hostilizando por delante.

¿Qué sugieren, amén de agonía?


No repares en su contenido,
sino en el descuido que provocan,
pues garanten tu tranquilidad.

Pergeña una cuenta contradicha


para que raudo desaparezcan;
o reitéralas si es mandatorio

con la mentalidad que te asalte


y unos rezos que te sobrevengan.
Sedúcete en su examen perverso.

44.

Cuando te suministren las sombras


una discreta convocatoria,
a colmarte con los entresijos
de tu perpleja lubricidad,

siente fluir la savia en cada tramo


de tu física y desde los pies
trasladándose la sensación,
a fin de que puedas ser constante

46
con tu soma intacto, y a su vez
éste, de una entornada vertiente
que se comunique por tus órganos,

despunte un alarmado desvelo


guiado de una alterada y absorta
migración en gala de ataraxia.

45.

Mientras las vislumbres se presenten,


adoptarán una perspectiva
avistable ante tus inclinaciones
por el sólo hecho de imaginar.

Entonces tendrás que traspasar


el pánico, porque detrás de él
se arropa un páramo quejumbroso
donde nada te socorrerá.

Ábrese a trasluz de unos barrancos


según conciba tu sentimiento,
a los cuales confiarás tus brazos.

Te asombrará advertir que saldrás


del cuerpo, luego de perfilarte
hacia avante y asuso, hacia lo hondo.

47
46.

Acaeciendo lo que peregrina


si ya con su empuje nos infiltra,
ante su embestida inevitable
no podremos impedir su asalto.

Que otrora juramentaban, dicen,


exponiéndose ante los peligros
de sus talantes siempre fatales,
en trancos de marcha incursionándoles.

Por su través se observan las ánimas


purificadas por los bautismos,
ya desde el abrigo amaneciendo.

Su atracción pasea entre bendiciones,


ciñéndole a un ademán punible
la ternura devota del seno.

47.

Se conoce como la sustancia


del filósofo; fuerza intimista
de alabeos que no permanecen
al destilarse al fin de sus ciclos.

Ella se ensimisma sobre el vacuo


y pretende ordenar las comarcas,
recorriéndoles con el aliento
fragante de su intención de madre.

48
En sus sublimaciones regula
la presión y el favor que reciben
las transformaciones de las fases,

y libera el signo de temor


que lanza hacia las nubes las dádivas
de una erudición introvertida.

48.

Múltiples dibujos que en el sótano


testimonian mi solemne olvido,
no son sino harapientos desechos,
limosneros trenzándose en pleitos

que van exhibiendo los estigmas


de fracasos que hoy nadie recuerda.
Mi agitación quiere corromper
a veces sus malos entendidos,

presagios de violaciones pérfidas,


resquicios de las expuestas páginas
que fueron quedando de sus diarios.

Como chanza hereje del barroco,


en la primera hoguera que encuentren
se espabilarán de su rito ebrio.

49
49.

El Portador quiso que nos todos


fuéramos gentes conocedoras
del goce del dolor, absorbiendo
y develando su refulgencia.

Por su insidia el ángel bienhechor


fue aborrecido, pobre fetiche
víctima de la ambición celeste
y de la ignorancia que hizo el saldo.

En lo visceral, es invencible
conculcador de los despertares
de las revoluciones.
Rechaza

religarse al jardín de raigambre,


porque encontró su Hogar en severas
ilusiones de ilustres consortes.

50.

Adicionando infalible análisis,


y la didáctica aquilatando
en la Memoria de la Creación,
se gana la mitad de lo actuado.

Bajo influencia del poder del hábito


y enalteciéndose en actitud,
reptando en sollozos afligidos,

50
se trenza oficio de certidumbre.

En la persecución de la Luz
y en ella una Luz de Libertad
y de la Verdad, la Luz Real;

hay una ocasión de expandir la orilla


en inciensos de misericordia,
sin fraguar con ello un espectáculo.

51.

Incitándole mediante salmos,


sin susurrar su ansia a su doncella,
ella permite que guíe sus dedos
trazando a las cintas del ocaso.

Sonríen con timidez, ante el lecho


que tienen aprestado con hojas
del bosque otoñales, disponiéndose
por vez primera a su desposorio.

Él desea cubrirle omnipresente.


Ella le combatirá atrapándole
en el calor casto de su amplexo.

Y lloran de tanto regocijo


mientras él, pronunciando su apodo,
y ella temblorosa, se escudriñan.

51
52.

Su lid sólo suelda el suelo sólido


y enumera números que nunca
trefilan ante la intrepidez,
cuando cuestiona cuánto es que cuentan.

Se asincera, suspira y solloza


a una Luna abrumada en penumbras,
su ilusoria gloria de una diosa
cubierta de miserias e histerias.

Desde enfrente de entes penitentes,


sonsaca un sinfín de sandez zonza
que arrasa ramas de rosas secas.

Ante las partes que canten y harten


con su consumo y con su conjunto,
del tesoro el oro no lo es todo.

53.

De nuevo reincidiendo en reingresos,


recomenzando una y otra vez,
recapitulando nuevamente
y así volviendo desde una génesis,

gradualmente, paulatinamente,
se rectifica como corrige,
perfeccionándose y enmendándose,
refinándose en sus purgaciones.

52
Atracando en el punto de meta,
culminaría acabar rematando
el último contorno del fin,

concluyendo el postrer desenlace


sin descanso para revertirlo.
¿Cuál es el antónimo que sigue?

54.

En base a mi ruindad impertérrita


la emoción me sofoca y me excluye,
y así subsiste en mis recovecos,
plagiando de mi filosofía.

Gracia por gracia, fingiendo lumbres


paganas de índole inconfesada,
erigí mi rostro de candelas
compactas. ¿Quién será el propietario

de mi relato entrañable?
Vástago
como he preferido originarme,
comprometiendo a mi ministerio

le añadiré mi tinte congénito.


En cada tejido de mi crédito
soy empíreo, mártir y adorable.

53
55.

Haz trámites para una trompeta.


Le oirás tibias transmisiones de órdago.
Consulta a los Bastardos primero;
después sabrás que anduvieron sandios.

Si el encono fingiera asaltarte


no lo atiendas, que sólo es cuestión
de que no se percaten tus élites
y de que te encargues de detalles.

Tímido, no podrás esfumarte


como para seleccionar tácitos
intervalos de esos que ya ostentas.

Si yo fuera tú, tú serías yo,


y usaría tu promedio mediocre
como un responsorio militante.

56.

Habiendo ascendido y declinado


las coyunturas van estrechándose.
Comienzan a invadirte y así abren
al conjuro las áreas estólidas.

Con las excepciones formateadas


para sacralizarte en tu mérito,
sobrellevarías tales violencias;

54
y te santiguarías de esta suerte:

“Yo, al germinar en las madrugadas,


no dejaré de maravillarme
ni de investigar mi sacrificio.

¡Oh, sórdida humedad que aceptara,


y sequedad blanqueadora e inerte,
juro hallaros ancladas en mí!”

57.

Alguien dijo que se trata de oro.


Es un ave, un lazo, un caduceo;
la línea transversa de una lágrima.
O será una playa legendaria.

Fue una mención de ingeniosa fábula,


que ha velado las vicisitudes
en un libro mudo de abstracciones,
escogido para concitar

presto a las beatas comparecencias.


Una plancha que por tradición
sugirió el don de la profecía

a las sibilas en plenilunio,


cuando se inició el emprendimiento
de las faenas en la cumbre de Aries.

55
58.

Conságrate al hambre de las vírgenes,


y las librarás de un soplo púdico
alejándoles de vestiduras,
para sumirlas en tu himeneo.
Sóplales usando sus humores.
Sepárales para que se enfrenten
nuevamente, hasta que su trofeo
cada cual merezca por la liza.

De eso que por sí poco fabrica


se formará el campo, y bautizado
por la lluvia en fluido ígneo prolífico,
el germen sedimentado en lo obvio,
releva la aridez y el relente
que componen un caos previsible.

59.

De vestigios es el molde eterno.


¿Qué urgencia posee toda esta carne?
Bastante, si has medido los pesos
impíos, cuidando haber tutelado

sus fibras del embate del gesto.


No precisas para ello acunarte
en las cavernas, porque andarás
mendigando errancias relajadas.

En los lapsos en que te estimulen

56
producirás flores por millares,
toma aviso de que sus tinturas

no pintan el revés de las huellas.


Su lesión sufrirás solamente,
y no quieras demandar por qué.

60.

El espéculo animal que libre


y sostenga al afable intelecto,
me obstará blandir un resurrecto
imaginario de antes, que vibre

carente de atención y equilibre


mi pasión impactando directo
contra un viso de mi halago erecto,
o que arda honduras con su calibre.

Obstinado en las mareas nocturnas


instituyo una conducta en planos
de un urgente bagaje de señas,

y las muecas de sus taciturnas


infidentes cohíben mis arcanos,
golpeando y golpeando pedigüeñas.

57
61.

Cuando te den la Vida y la Muerte


lo mismo, encuéntrate predispuesto;
mas no tienes que cruzar la raya
que tú crees se dibujaría entre ambas.

Porque al acercarse se evanecen


induciendo con buena fortuna
a sucubarse en sábanas frígidas,
siendo de su seducción consciente.

El rumor externo rige la horma.


Rememora cuando tú atrajiste
desgracias a las operaciones;
ellas devuelven lo preparado,
cuando en ciertos precisos asedios
hay discordias y encuentros hostiles.

62.

Una señal dispersa del mar


incorporándose e inmiscuyéndose,
debe ser tamizada en salitre,
y colocada en un llano terso.

En el consuelo de un caldo lento


agrega un hilo al compuesto, al cabo
de las cocciones, en el fervor
nivelado de las discreciones.

58
Prende esmero a que estamos hablando
del acto en arbitrio filosófico.
Cuando recojas el producido

de este polvo compacto y manente,


actúa disolviendo su negrura,
sin que te aparten los exteriores.

63.

Afán renovado es nuestro líquido


esforzado por el bienestar,
evaluado en el discernimiento
que es otro alatrón todo acunado,
guiado por la testaruda brújula
hasta que termine el tratamiento.

En la óptica de la reflexión,
encarnando el núcleo, siendo el fuego
y su argot el tren evolutivo
demarcado por nuestra mirada,

templado el barro, queda la greda


cuya lontananza la destreza
aquilata, sin que los granjeados
éxitos veden la sencillez.

59
64.

En la analogía de estas metáforas


con sus redacciones, no habrá escrito
que tú no puedas esclarecer.
Sin embargo, en ellas no está todo.

Será suficiente recordar


los portentos que logra el Altísimo
y los enigmas de la sepulta
Naturaleza, que modelando,

manteniendo y reemplazando, ahora


remedándole compartirás
tierno y terrible, según suceden

las realidades. Sé responsable,


y domina tus alteraciones
desde la última hasta la inicial,

al proseguir el desdoblamiento
en este estado de tu encauce,
otra vuelta en una ambigüedad

ubicable entre la lucidez


y el adormecimiento, entretanto
se encuentre al trance de un novilunio.

No consumas su desecho en vano,


sino permítele referir
la indefensión que se te presenta.
Toma coraje para salir.

Una vez exaltado, voltea

60
a tu otredad que te aguarda encima
más pesada, más ansiosa y cálida,
para que te enajenes sobre ella.

65.

No podrás infringir la unción; solo


fue una emergencia, que ha masacrado
la intensidad de lo que fugaz
se mantuvo sin nada decir.

Pero presta a las tonalidades


de lo que te rodea observación,
y encara en cada timbre el agrado
que su matiz en la sinfonía

entrelazada de contrapuntos
a doble orquesta del microcosmos
y el macrocosmos, sueña proveerte.

Cada cual agremia su amalgama,


y luego la herencia va ensanchándose
al compás de un ritmo inexorable.

66.

Mi personalidad me hace autónomo


y me realiza en divinidad,

61
en cuanto horadé estos tres niveles:
el basamento de los discursos,
el porte de las honestidades,
y el señalador de lo objetivo.

¿De las vinculaciones que observo


crees que es ideología tan vana
de meollo, regida por la síntesis
sin ningún patrón de localía?

No abdiques de la opinión sensata.


Imprime en tu exaltación estímulo.
Y serás apto para alcanzar
la basa y la talla, como yo.

62
III
67.

Todo lo menos que confirmarse


se consiga, mas no en la rectilínea,
las actuaciones, posibilita
que un rayo luminoso penetre.

No existe acuerdo en su concepción,


pero las ráfagas importantes
del Habla aún son indeterminables.
Así, ese haz no brinda una descarga

confiable. Basta reverenciarlo


para que se convierta en aurora
oprimida, con sus espejismos.

Si la falacia es sólo un prodigio


espontáneo del cual saborear,
sacarse ha de ella mil intuiciones.

68.

Insignificante ante los volúmenes,


cortando en potencia tus umbrías,
no puedes sin tendones los músculos
domeñar. Debes soliviantarles,

empecinarles para poder


convencerles de que bien renuncien
a su comodidad, o te sirvan
alineando entre sí sus consensos.

66
La concertación entre tus vísceras
implica una autoridad suprema
que las eduque y les comunique.

Huecas como ellas son tus prudencias,


ya vacías de material certeza.
Lo desvaído te conduce al triunfo.

69.

Los embriones de los importantes


agentes te guiarán por las pueblas
infectadas, grafemas brindándote
para asirte en sus extremidades.

Así luego, estableces la alianza


y portas directo devociones
obligatorias, en
la envoltura
que dispara los poros ociosos

hacia una sensibilidad tensa,


turgente, que confunde los grados
asentados de turbias dialécticas.

No eres célibe entre los apóstatas;


cabe al acceso de su santuario
virtual, cualquier falla empalidece.

67
70.

Huelga para encontrar tus despojos,


porque luego de pocos ensayos
puedes habituarte a controlar
los latidos justos de tu pulso.

Cuéntalos de modo que por ellos


se escurra el fragor que te trae el hálito
llenándote de su plenitud
queda, mientras desciende el diafragma.

Un interludio en que se detiene


la edad aflora, y persistirá
si la expeles con melancolía.

El insuflo que se desvanece


de tus entrañas, te acuciará
a ampliarte a toda su periferia.

71.

Acatando a una Ley evidente,


aun sometiéndole a comprensiones,
embadurnado de flores momias,
no escaparás al desprendimiento

de los miembros, obviando el aroma


de las miasmas. De ti mismo o misma
un tutor te previene ocultándote
morando en cuevas de tu desierto

68
torcidas, para que el Plan prosigas
yaciendo en los lujos de sus bajos
estragados, queriendo derruirte.

Mas todavía te quedará un báculo


intencional e intangibilísimo,
conservándose de manifiesto.

72.

La Lexía y yo somos las moradas.


En ellas no quedarías extático,
y en cada una dejarías tu beso,
hiriendo hasta el fin del corazón.

Valorarás las eras, pues todo


son períodos y regulaciones
que te requieren por entretiempos,
huérfano de la corteza muerta.

Ten precaución, pues no existen túneles


ni pasadizos en los reversos
delineados, sino atavíos plácidos

que te reclamarán tentadores;


maestros arteros que no han surgido
por azar, ni por casualidad.

69
73.

Entonces estará en nos la Voz,


que te pedirá me desatiendas.
Permítete soltarme, maguer
quieran extorsionarte mis llantos.

No me corresponderá apuntarte
por ende, si hay o no una expiación
o una pequeña felicidad;
sabe que no te arrepentirás,

aunque la Voz tronará exclamando:


“Ven aquí para que yo sea en ti.
Es por acá en donde me hallarás.

Que te han embaucado hasta afogarte.


Te dedicaré mi erudición,
como si no la hubiera encubierto.”

74.

Puedes incinerar lo que encuentres,


aunque hay que anteponerse a abocarse,
a doblarse o a multiplicarse,
interviniendo en las vastedades.

Cuida de no matar lo que juzgues;


si reciclas a uno, morirán
inmediatamente los restantes,

70
que padecen indistintamente.

Desearán que corras en su auxilio,


y que los defiendas con tu escudo
alejando a sus acosadores.

Por tras de un instantáneo escarceo


se ofrecerán a que los devores
para aumentar su sed de codicia.

75.

Al acallar la vista, se enciende


un firmamento en lato grafito.
Las aves levitando hacia el Norte
ceden cercanías a los crepúsculos.

En sus confines sorprende otro Arco


no tan potente, que se distingue
por un esplendor rojizo y triste.
Forzándole en amarillo opaco

se irá apagando, como un anciano.


Interesa su vestimenta alba
tiñendo claridades entre áleas.

Teniendo presente este ejercicio,


pergéñase con significados
un trazo de inmensas añoranzas.

71
76.

Que el alcorce probidad no tenga


ni vileza, no es bueno ni malo.
Es, sencillo como se presenta,
y nunca inquiere en lo que descuida.

Comparado a un telar arañesco,


luego de un sempiterno más tarde
darías todo para renegar
de esos percances inconfortables.

Optarías no por eternizarte


sino por llorarte amargamente,
capturado entre una falsa escuadra,

si bien las conclusiones que siguen


no se atrasarán en su periplo,
extrañando tus dotes de vuelo.

77.

Disponible en un orgasmo rubio


con ojos lúbricos de aborigen,
ves su leche cordial en su origen,
amansada en un contubernio ubio.

Las perplejidades del connubio,


las fisonomías que le transigen,
las ceremonias que tanto exigen

72
las vacancias de su introito turbio,

¿se exasperarán en tal lectura,


calculando probabilidades
de que sea mejor que no las miren?

¿En el regazo de la cordura,


hay resquicio para mezquindades
en huecos de ambientes que transpiren?

78.

Si aparecieren junto a un mandato


luengos habitáculos ajenos
a los que no podré acostumbrarme,
tendré para empinarme una argucia

cuando su morador me interrumpa


para que retire los extremos
oscuribundos de mi presencia;
no preciso más que de un llamado.

Porque en las alas corpusculares


y en las olas de acontecimientos
¡imposible es gobernar clausuras

sin condescender con cortesías!


Por consiguiente, en sus advertencias
y sermones argüiré las críticas.

73
79.

Prueba concederte una tonada


de sufrimientos harto tenaces,
cuando se ahoguen los ciclos de cada
serie, al amortiguar la abyección.

Contarás lentamente hacia atrás


desde el número noventa y nueve,
representándote en cada cifra
las bondades que se te avecinen,

puestas sobre un marco anaranjado;


mas no permitas tengan bonanza
porque es apremiante que te informen

y que encuentres entre ellas los móviles


fundacionales de tus brillantes
extravíos.
Son piedades rotas.

80.

Las costas cuyas flamas escuálidas


ofrecen apenas sus cenizas
obnubilantes y atolondradas,
merecen de tu contemplación.

Ahora expresa algo que es más vernáculo:


álzate ante ellas y su horizonte

74
sin exponerte con tu alarido;
quítate el cerebro y serás libre.

Quizá un terror desearía asaltarte.


Su gestión consiste en detenerte,
siempre que no obedezcas sus órdenes.

A pesar de que él no te gobierna


porque tú has comprendido estos pasos,
tuya es la integridad y la magia.

81.

Como lo quiere una aparición


que fermenta alternancias y síndromes
estratificados, comulgando
frente al Altar del recogimiento,

por tu parte graba el beneficio


seminado, ante su anfiescenario
malgastado por hagiografías,
recuperando lo que se mueva.

Tan aproximable y deducible,


porta un hato él de desconcertantes
y anchos panoramas, que sucumben

enristrando como tercamente,


y detona una esencia palpable,
oleica y rejuvenecedora.

75
82.

Colige de entre sus facultades


el círculo que logra afianzarse,
al derramarse y escabullirse
colmando cualquier profundidad.

Cuanta resolución sucesiva


arremetas en las subsiguientes
impresiones, en cuanto despejes
las hesitaciones, desapégate

asimismo de sus cuestionarios;


porque quieren deslindarte de una
dorsal admonición advenida,

que no fue más que un tramonto inepto,


una incursión en que recibiéronte
sin tributarte sus postulados.

83.

Cual marciales estruendos de un duelo,


evocantes de lípidos tactos
que enmascaran macabros imberbes
en los muros de una sinagoga;

cual sinusoide e impropio improperio


difamatorio, que aún se atrinchera
en las grietas que atraviesa el daño,

76
invadiendo sus cárcavas níveas,

así llegan los aconteceres


embargándonos de corolarios.
Y dicen que es una enfermedad

obsesiva, que reclama a diario


y a veces nos obliga a abrigarla,
lacerando la escasez que deja.

84.

He debido sustraer el acervo


del edén primitivo. La flema
de quien me persigue por sus fueros
me instiga a que pueda adelantarle.

Para expresarlo con más hermoso


gracejo, no llega a embarazarme
con el vértigo de su carrera,
y eso es complejo, porque es tan simple

que me afecta con tantos señuelos,


con residuos, enmiendas y bienes
aduladores, para irritarme.

A la postre resulta tedioso


suponer que mi navegación
invariable obtiene recompensa.

77
85.

Como engendro confinado al vientre


que ambiciona superarse vívido,
mirará no ser un fruto inútil
apreciando entre sus asechanzas.

De las ásperas ubres de Gaia


sabrá no poder ruborizarse;
si su nutriente natural hizo
héroes, para él una dignidad

sería tenerle como nodriza.


Y consentirá que su modelo
esté encuadrado por la mismísima

similitud de los artificios,


el género y todo lo demás,
que acentúe el reposo en la canícula.

86.

Facilita la transmutación,
modificando la primigenia
traza, dándole una catadura
prefijada para las contiendas.

Quita y sanea toda suciedad


atribuyéndole hechura líquida.
Al parodiarle, jamás traiciona

78
tal compostura sin que se extinga.

Al presionar y al evaporarse
se introduce en las intimidades;
persuade a un incesto inexcusable,

pues en una segunda camada,


es neutral en la reproducción
instintiva que ansían los amantes.

87.

Revuelve cebando las tormentas,


como la cortesana a sus ropas,
desterrando los desaseos corpóreos
que deprecian a los indumentos.

Obtendrás el igual derivado


que con otras manipulaciones
se inflama inflándose sobre lo ácido
sin distintivos característicos.

A menos que no se le recubra,


si está encendido tiende a expirar;
por ende, inserto en sus fosas viejas

te llenarías de una circunspecta


poción que repletaría este mundo
propagándose a través de sangre.

79
88.

Por lo mismo que quien lava paños,


infiere cómo su agua caliente
destroza las manchas de lo négrido,
devastando el numen de la prenda.

En el Cáliz, perfuma androginia


el fregador al estrellar contra
sí, el objeto de tanto quehacer.
Y al depositar en los subterráneos

de sus canteras que unen el frágil


ovoide que contiene la tersa
simiente, se descompondrá lívido.

¿Hay que esperar a que sea maleable?


¿Hay que encerrarle en una prisión
lóbrega, condenado a nacer?

89.

Crepitan las maderas en cítricas


especias, y sólo existe calma
y no pasa el tiempo en esta atmósfera.
Todo es trigo, y el Sol se halla abierto.

Ese Sol acaricia, animando


las visiones, y así es que parece

80
que no hubiera nada más sublime
que sobrevolar la Cordillera

utilizando un cualquier pretexto;


respirando con paulatino énfasis
hasta que se sienta que está lejos,

que puede a la realidad volver,


e interpolar el preámbulo exánime
para expandir el franco albedrío.

90.

Por fin me corresponde brindar


mis granos a las planicies fértiles.
Entecos como folios delgados
tengo que admirarles como a espejos.

La Química es paralela al cieno,


al incrementarse arrebatando
una porción de hebras laminadas.
De sus deslizamientos nacemos.

Como un polluelo busca su nido


para ubicar a su genitriz,
y tocar el dulzor de su boca

acariciándole por la cauda,


gozo en recibir de un solo golpe
la ayuda de un aria vencedora.

81
91.

La ofrenda del néctar, que el abismo


no completa, es un torrente laxo
de genealogía desenfrenada.
Congrega el rango de su adjetivo.

Pues nadie se opone a que en familia


se prodigue la fecundidad,
puede en su advocación propalarse
en una pluralidad ardiente.

De una deuda la perseverancia


nutre una inefable gratitud,
y en ella se disfruta un remedio

que se secará al engrandecer


un mal que distribuye aflicciones,
por medio de arterias como víboras.

92.

Lúgubre, entonces, por vez porfiada,


vendrás a verla desfallecer.
Procede que añadas la dureza
violenta, para la afinidad

vencer. La apetencia ante el aplomo,


engañada por su parecido,

82
disimula que querrá fugarse,
mas se mantendrá inmovilizada.

La estantigua que forma señala


el través en el cual flotarás
por ardid de su benevolencia.

Talmente los recelos adiestran.


Sus armazones son más que rígidos;
carecen de espacios vulnerables.

93.

Si es tan fácil turbando las lamas


se espontaneícen y nos retengan,
que los mármores nos aproximen
nada más deseando que el presente.

Al perder ya nuestra encarnatura


no habrá nada más que nos separe;
gobernando recursos volátiles,
nos desprendemos de densidad.

Bajo el solaz de un juego galante,


nos fundiremos en espirales
ávidas, dotadas de vehemencia.

Semejante a nada ponderable,


en esta fiebre un paso hemos dado,
hermanos en bodas incestuosas.

83
94.

Lo más perfecto de la tarea,


hacer salir una letra de otra,
se prolonga a lo largo de meses
quemando, sumergiendo, inhumando.

¡Así se encamina el resultado,


que alambicado es como un Rosario!
Sólo es deslizarse entre sus cuentas:
por dilatación se aprovisiona.

Nada sacas cuando atales bríos


no te favorecen. Sin embargo,
fuiste atado a una mitología;

y maldito sea quien te desee


desunir de ella, si el Arquitecto
Magno te bendijo en santidad.

95.

Fautor fatuo de su verecundia,


es frecuente su prodigación
de soberbia. Si no lo eliminan
manducará y exterminará

con ella a tantos cuantos se animen.

84
Mas tiene una marca venerable
en su palma diestra, y en la izquierda
el dígito que indica a su dueña.

A disposición de las montañas


de su cima querrá ser derruido,
pero quienes estén asistiéndole

dispuestos a excelsos magisterios.


en alusión a su imagen pétrea,
convertiranse en seres marinos.

96.

Es poco menos que con un salto


irrumpes, así te creo, sonriéndome.
Es como si entre algo te sintiera,
queriendo seas de mí un hemisferio.

Miro cómo sorteas y abandonas


de mi nacimiento, más de un algo
que me envuelve en una febledad,
una alternativa travestida.

Me atemoriza que te aparezcas


y me obligues como a darte lástima,
para que me cedas un atajo.

En la turba de los sinsentidos,

85
te daré gracias al descubrirte,
y te diré que te abrí el portal.

97.

Con tal de entretenerse en ficciones,


es primordial separar las fuentes.
Son dos, y de sendas correntadas
puedes imbuirte de majestad.

De hecho, los barnices auténticos


y las concordancias recubiertas
alteran un concierto asequible
a muchos oídos resbaladizos.

Por accidentes innumerables


muestran cómo se agotan los viajes,
qué nos legaron en su fatiga.

Se han henchido de reposiciones,


ampliadas al margen de la siega,
y se guarecen de celadores.

98.

Yo te digo que no hay quien disgregue


una especie en los dramas benignos,
fasciculares, de los planetas,
en modalidad buleversada,

86
No fuiste partícipe oferente,
eficiente actor de gestaciones;
ni el bañado y teñido producto
que intentará alabarse por alguien.

Sin plasmarnos de sus ciegos códigos,


hemos finalizado en exceso
este ignoto y desapercibido

recorrido, en el vaso que forman


las brisas que orean estas regiones.
Reza, trabaja y ama en silencio.

*
* *

87
99.

¡Qué vacuidad se holla en este peldaño!


¿Para qué reanudar desde esta altura
como replanteándose otra aventura
recorriendo el infortunio aledaño?

Aislado y solitario, será extraño


y arcaico el recado mendaz que augura.
Aquí terminarán de la locura
los vendavales e ímpetus de antaño.

Para absolver un dogma pretextable


basta eliminar los opositores,
alzando una pared que les trastorne

con los ladrillos de lo inapelable;


y aunque clausure sus alrededores
siempre dirá hasta siempre quien retorne.

Propius Tibi, Domine.


Die vigesimo septimo mensis Junii
Anno Domini MMXII

88
PLANISFERIOS ENTRANTES
(2009)
1.

Ante el Gran Silencio


contemplo la mirada que me contempla
y espero
en un sitio oculto al fisgoneo vernáculo
bajo el techo del orbe de las tierras
de los universos
no sé qué
estuve cultivando este momento
conté los días
dejé pagas todas las cuentas
corté o apagué todos los teléfonos
avisé que no concurriría a trabajar
por tiempo indeterminado
pedí a los amigos que no vinieran a visitarme
ni se invitaran a pernoctar
tuve que pretextar mil excusas ante la familia
con una valija revoltosa que no cerraba
y parafernalia manducatoria
inicié este camino
para qué

2.

Se enciende la aurora
con las mismas frases conocidas
y la poquedad de ánimo
que las legitima

un simple error estratégico


una simbología sombría

92
una coyuntura de ruptura
no aportan en demasía

que todo cambia nos dicen


salva sea la rutina
mucho quedará implícitamente

en generalidades vacías

3.

Vamos a volar
mecidos en una turbulencia donde se ensamblan
tantas estupideces

en una ubicación de alternativas


que obedecen la etiqueta
que predestinaron para ti
esos señores

que no se callan y decretan


la última resolución
que te marcará en lo sucesivo
otro derrotero
que te cantará al oído un sonsonete
que no deja de ser un asunto vidrioso
que no conviene que se menee
por las dudas

conviene consultar en enlace permanente

93
4.

Afuera de esta casa


es infinita la calma
un silencio intranquilo
la tutela

sé que pretendes entrar


como queriendo aparecerte
por la puerta
sin avisar
las ventanas se colocan en guardia
y murmuran cariacontecidas
ante tu presencia
no vendrán por nosotros
yo en el interior y tú ausente

madre siente estos momentos


en que no nos volveremos
a ver
no tuve tiempo
para enmendarme contigo
y escapar de la culpa
involucrado intensamente
en mi egoísmo
corriendo tras mis Agendas
que no te contemplaron
mañana no fue posible
contenerte con el cariño
que nunca tuviste y nadie te concedió

estás siempre con tu sonrisa de soledad


mi primer amor

94
desde lejos
mientras te desvaneces
resistiendo al dolor
que todavía te acompaña
dispuesta a darme una paz

que extraño

5.

Saco mi partido
de entre las sombras
puedo encontrar cierto sentido
entre toda esta barbarie
extraer una limosna
de alegría
mis segundos ante el mundo
llamando la atención
con un reportaje
y un timbre clamando
estamos todos tal vez

filmes posters retratos figuras


sonrientes ocultando
a modo de íntimo diario
una pregunta
una verdad
una historia
algo que quiero
saber

95
6.

Sólo escucho una oración


por cada varias que se rezan
entre ellas conexión no encuentro
se las escucha desde cada sector
elucubran una polifonía
se juntan en un punto
donde se estructuran todos los trayectos
para expandirse luego
como una bandera
flamígera
cansada de las explicaciones

superfetadas

7.

Mendigar
intentar acordar con el desasosiego
lanzar un aparejo en la intimidad
dejar que lo lleven y arrastren las corrientes
en lo profundo
tironear su conducto comunicante
y dominarle a nuestra voluntad
vencer las resistencias
mientras tanto avizorar algún lugar
esperar con paciencia porque siempre
llegan las cosas a su debido tiempo
desacompasadas de nuestra ansiedad
pero que no se corte el extremo

96
dependerá de los materiales
que sea apetecible la trampa
es cuestión de nuestro cebo
y de vaya a saberse qué diablos
tal vez
hurgarse a través de una minidepredación
¿y encontrar algo si se puede?
ya llegará es más importante
el intento que el resultado
dicen

maldito consuelo
con las manos vacías

8.

Donde se eleva
esta escultura proteiforme
de nuestro gran hormiguero
de algunos fue la tierra
que lo basamenta
ellos yacen disueltos en lugar ignoto
en su profundo
hoy a nadie le importa
perdedores
la Historia los cubre
con vergüenza eterna

97
9.

Áleas misterios coincidencias


casualidades y fortuidades
abundan explicaciones
retrospectivas pluridisciplinarias

si es cierto que las cosas


tienen su razón suficiente
por qué razones no bastan
para comprenderlas

por qué las percepciones


se construyen con argamasa
de vacilación y multicausalidad

todo es tan sencillo y categórico


hasta que alguien pregunta por qué
y todo comienza de nuevo

qué escondrijo ocupa en ello


la culpa y el acto propio

10.

Una mera improvisación


tan solamente
como animales
una fotografía
queriendo dar un mensaje
implorando contra la jornada
un instante

98
de reconocimiento ajeno
una gesticulación
que revela
su vulgaridad
la mejor contemplación
desfallecida pudo ser mejorada
un corpulento relleno
de perpetuidad
edificaría así un paisaje
de frustración
y como es sabido
todo transcurre ingenuamente
buleversado

11.

Algo así
como el buen Dios
en el mundo profano
no podrá totalizarme
ni sorprenderme
sin comentarios
a nuestra imagen y semejanza
debe cambiar su plan
de mercadeo
y actualizarse
brindar epifanías
por la telaraña y las redes sociales
con atractivas promociones
celestiales sin sesgo
de apocalipsis

99
12.

Atacan unímodas
las ideologías
un detalle obvio
las desconfigura
números y datos
que se tirotean
para apoyar una
cierta línea lógica
como
pidiendo permiso
la verdad intenta
entre tanto ruido
pedirnos disculpas

tan perplejo como opinar


sobre lo que no se conoce
es juzgar bajo la conseja
de las creencias o por influjo
del grito de la ajenidad

educando con razones


el verbo que construiremos
en un futuro futuro
debería suceder algo

13.

En función de un aspecto indescifrable


negocio un historial descangallado,

100
que tienta a evadirse por un costado
asumiendo un contenido amigable.

Es totalmente cierto e impepinable


que puedo imponer un término errado,
ante el pergeño de un desaguisado
si no se comprende como trazable.

Ni en un vuelo en el cielo me consuelo


con aprimorar una sutil técnica,
equidistante siempre de observancia.

En la red del bajo se cuece el suelo,


esperando su aparición escénica
para desatenderse en la distancia.

14.

Un Bar de barrio
acentúa la ochava
con sus caderas sórdidas
exhibe inmóviles sus fieles
que arrastran las mesas y sillas de cármica
con codos que ocultan entre las sienes
la tragicomedia de sus días
los trofeos de pesca las mujeres que recuerdan
y un mundo ideológico que articulan
mas no pudieron ser
entre el efluvio insistente de los vapores etéreos
un tango destartalado
crepitaría como con miedo
rindiendo plegarias

101
ante un cuadro de fútbol de otrora
billetes estropeados y argots indescifrables
de
tantos recuerdos y tiempos atrapados
sobre el altar de estaño o de mármol emblemático
a vía de ejemplo
mecen entre paredes cottolénguicas
un billar solitario y estéril
como el reloj que ya no truena
marcando el momento del regreso

15.

Las individuales páginas inconmovibles


no afrontan los textos legales
los suelos de piedra
no desean ser hollados y harán víctimas
sin un sentido de responsabilidad
las hermosas fruslerías
adornan mejor el paisaje
disfrutan la fiesta evitando la factura
los valores están suspendidos
hasta nuevo aviso
los orgullos suministran
una anestesia acorde
a las apariencias
es mejor llevarse la mano al pecho
para entonar el Himno patrio
y proclamar que somos todos libres e iguales
mientras dure
los hilos asaz procaces del berretismo
recorren de lo que va restando

102
todos los intersticios
las incógnitas son reprimidas
para mutilar el asombro vernáculo
sólo se suscitan nerviosismos y locuras
que no pasan a mayores
otras primicias detendrán las rotativas
y otras primicias detendrán las rotativas
y al día siguiente
a nadie le importa nada
nada distinto
desde que asomó la civilización
por el Oriente

16.

En la iglesia lóbrega
de sebos quemados
ancestrales
pintada al sigilo
arcanos yacen
custodiando hieráticos
su suelo adornado de tumbas
donde la carne se desprende
de los huesos

nadie asiste
a sus bancos cansados
y huérfanos
para implorar oraciones
bajo su penumbra
sempiterna

103
quedaron sólo los viejos
responsorios inútiles
impenitentes
atrapados entre sus piedras
se hacen más fuertes

quién mantiene en su sueño


esa guarida de ángeles frustrados
testigos sospechosos
astutamente noviando
entre imágenes
símbolos impersonales de consternación
entre los cuales se olvidaron
ciertas vigilias
misales afligidos

17.

Convertíos en estatua
sin paréntesis
para solventar coyunturas
de crisis
anticipando orquestas
de catarsis
nada mejor que plagiar
un desecho ajeno
claro que ajeno por supuesto
aprovecharlo antes de que se escurra
como un alacrán asustado entre las hendijas
modelar con lo que quede
entre las palmas perpendiculares
tendréis con eso materia pre

104
ocupante
para revertir en un mundo
y arrojar un planeta
hacia las avenidas
un erotema a resolver
para los filósofos taquilleros
noticias para el informativo
del mediodía
el próximo escándalo político
para distraerse
de la miseria

18.

Por un pedazo de deseo


y unas intenciones
una inquina tímida
que se cierne ante tus narices

por una falta no prevista


en las estipulaciones del contrato
un reclamo autorizado
que te ataca con preocupaciones

por un flanco descuidado


en tu zona de comodidad
un retruécano reivindicante
que pretende sus fueros

por una necesidad


de actualizar conocimientos
mil refugios descubiertos

105
para aislarte de lo profano

por un testimonio absurdo


y una prensa maldita
te someten al escarnio
de las
desagradecidas palabras

19.

Las manos que se juntan


y se extienden
en tensión desesperada
e implorando piedad
necesitando la altura
para paliar su maldición o su destino
me requieren
me extorsionan entrañablemente
en mi menor

una de ellas se abre


realiza un esfuerzo para alcanzarme
desea tocarme
pretende involucrarme
reclamando
una moneda
su desdicha no conoce dignidad
no tengo nada o quizá tal vez
ese rostro contrahecho se queda
en la vía
aterido de incompasión ajena
de soledad propia y presente
en permanente indiferencia

106
nadie pide si no necesita
la indigencia el fracaso
no haber tenido suerte
ni una oportunidad
no son opciones
jamás alguien podría creer
que son derechos

20.

Por qué es jueves


maldita antesala
de un fin de semana
prolífico de trabajo
sin finalizar
nublado profundopesado
cansado y a fin de mes
sin afectos en un radio
equidistante de cualquier persona
que no se atrasen las cuentas
que revolotean como buitres

por qué vaya a saberse


a lo lejos ladran unos perros

atrincherado entre estos papeles


y entre estos volúmenes
me defiendo contra el mundo
no toquen a mi timbre
porque lo pasarán muy mal

107
el vacío del domingo en la tarde
desaparecerá ante el lunes que lo continúe
ambientando durante ese tracto
la frustración

intento avizorar
cómo salir de aquí
este combate
ni siquiera me concierne

así serán estos días

21.

El Velo
tiñe una distancia execrable
divide la osadía
y el final
a través de un mar de misterio
luengo y proceloso derrotero

a un golpe de timbre
a los tres golpes
ante las columnas inaugurales
mantiene en la intemperie del Templo
desde el tesoro del sagrario
la expectativa
escruta
tras un previo examen
un interrogatorio
para decidir
una llamada que autorice

108
la entrada
según sus requerimientos

impenetrable
no tiene piedad
asexuado y eléctrico
no admite proposiciones
ajenas a ciertas circunstancias
sólo a los dignos reserva
su liviandad

no hay nada que deba ocultarse


nada que no pueda ser revelado
me levantaré contra él
y contra su secretismo
aunque me condenen
lo desgarraré con impudicia
por retardatario
y criminal
aunque no me aplaudan
ni deseen recordar mi inmolación

22.

Todo acontece
como
un símbolo de la cristiandad
de antecedentes paganos
no hay nada que no se copie
o que no se adapte
no me vendan leyendas
ni campañas militantes

109
es más porfiada la realidad
aunque incomode es más segura
ya lo verán

23.

Lo que
quedé sin hablar
teniendo todas las ganas
el derecho
y la posibilidad
lo que callé
aunque gritar quería
los afectos que no quise expresar
por el fracaso
que temía enfrentar
algo de lo que me privé
evitando un no que no debía escuchar
por lo que no tenía nada que perder
teniendo algo para ganar
eventualmente

y que por qué no arriesgué


esas conversaciones que no pudieron ser
las respuestas que quedaron atrapadas
en otros labios
y las preguntas que evité
las peores palabras
las que no dije
a guisa de silencio estériles
e inútiles ignorantes
contraproducentes

110
peores que la mentira
o que el maltrato
que quizás estaban esperando
el esfuerzo que dediqué
a reprimirlas
o en las disimular
falsas justificaciones con lugares comunes
que hoy sólo castigan
a mí

24.

Visita no agendada
de una
pareja inoportuna
con su paquetito de confitería
y su minina histérica
en mi umbral sonrientes
pero qué grata sorpresa
cómo están bienvenidos como siempre
no se queden afuera pasen

mira cómo tienes la casa


existe mucho desorden
hace tiempo que una escoba no se pasa
cuando vas a arreglar la persiana
tienes una taza de cada juego
no puedes vivir así
etcétera

desde su ciego interno


mis ojos los persiguen

111
en qué planeta vives
baja ya de la nube
hola hola atento
comienzan con sus cuentos
a atolondrar la atmósfera

hablan de los horneros que los saludan


cuando comienza la mañana
de esos instantes que los paralizan
en felicidad y en belleza
de cuando se miran mutuamente
y se terminan las palabras
de las flores que brotan en sus santarritas
de cada oportunidad y camino que se abre
pleno de inquietudes y de desafíos
hacia arriba y hacia adelante
dicen que el espacio no es vacío
y que siempre hay algo dispuesto a
regalarnos sus maravillas
que la vida estimula a improvisar
y que todo siempre saldrá bien

espero que se vayan de una buena vez


me acaba de arañar la minina histérica

25.

Maldito historial
desde allende mi entendedera
maldito intervalo
advierto qué formalidad lo nuestro
qué intentona frustrada inviable

112
cierto que eran claras las reglas
sin pretender reciprocidad

tu muro de piedra golpeándome

y a continuar trabajando
no encuentro tu punto clave
que te esperan unos informes

tu servicio es requerido
o te concedo un favor
mis límites y tus límites
dónde comienza el desencuentro
y cuán profunda es la grieta
me obligas a saltar
no te podré trepar
caeré
finalmente
me estrellaré
así sean las cosas para que todo
parezca correcto

elijo no seguir con esto gracias


no sé cuándo ni cómo se quebró
algo en tu voz me indica la despedida
no existirá ningún milagro
no habrá final feliz
ni siquiera alternativa razonable

ahora cómo obligo a este servidor


a regresar a la cotidianeidad
con su mejor facies

113
26.

Como despechado
ataca el día insensato
el desafío comportando
de la espontaneidad
sin perjuicio

muy elegante te dispones


a cumplir tu papel
con tu catadura inhospitalaria
los destrozarás
si se te atraviesan
el miedo
guarde para ellos la mejor
distancia
teman hasta tu sonrisa
y ocúltense cuando ésta sea
de circunstancias

el chico de barrio toma nota


zarandea la nariz
declara no entender nada
dice conocerte de alguna vez

como a sí mismo

27.

Casi todas las entradas


son géneros malevolentes

114
que escribirán algunas líneas
imponiendo condiciones
encierran según se cree
unos jacintos que descansan en terciopelos
dentro de un cofre negro
de jacarandá con agarraderas de plata
en la perspectiva triangular
que se proyecta acompañando al ninguneo
hacia el suelo será más enorme
contra su sombra

acorde huelo

28.

A vuestro gusto
una santa opinión
sería el orientador
de mi interés
la necesito
no tengo por qué acordarla
en este planeta de alternativas

eventualmente podría adaptarme


a tu mal y volátil humor
tengo toda la distancia
para evadirte
pero me la reservaré
a beneficio inventarial
para arrojártela como carga
de pedrería medieval

115
29.

De apuro y de circunstancias
me complazco en comunicar
que
por avatar arde pero no duele
así que sin novedades
porque es parte de lo cotidiano
me encuentro oficialmente
bien

30.

La incertidumbre es quizás una apertura


al abrigo del miedo
quién puede desearle
cuando posee pies
dicen que no hay nada más seguro
que no hay nada seguro
por eso basta un instante
para derrumbar hasta de los siglos
los cimientos
que no tamizan necesariamente
a los débiles ni a la mala gente
quién puede estarse
procurando algo supuesto
que no se conoce
que deba llegar ahora
entre disforias
y opiniones de lenguaraces

116
sólo se requiere
ser consciente
de lo que realmente sucede
que la existencia procede
imitando a la realidad en su perfil alto
de injusticia

31.

Alguien está leyendo esta página


basta
le daré vuelta
si es que se puede
es incompatible lo secreto
con lo que está escrito
mi avaricia
no permitirá que se descubra
el interior
después de todo
nada puede considerar a nadie
nadie se enterará que existes
nadie podrá concebirte
en tu dureza
ni en tu crueldad
nadie que no sea yo
por qué me buscaste
si nunca imaginarás que me abriste
el espíritu por la canal

117
32.

Evidencia robusta
indica el prospecto
ridícula insignificancia
de los resultados observados
el que sabe sabe
y el que no pregunta

queda una parte de todo este desastre


para que lo perfecciones
y arregles
ya que estás de paso

33.

En el instante propicio para la Obra


un espacio en blanco espera
será el material que está destinado
el operario ávido lo escruta
examinando en él sus contenidos
la idea el ordenador el elemento el producto
el milagro
no existen es todo trabajo salvaje
acorde a una Ciencia hecha en razón del
Arte
una Disciplina
que tensa el imago profundo
de las cosas
el Silencio vigilante ordena las herramientas
en oración interior
las horas acompasan de ritmo los instantes

118
y se completan en armonía y melodía
espíritu de Música
a de las estrellas la Luz
se fragua el Alma en Elevación a la Sabiduría
esto es
Azufre y Mercurio couniéndose hacia una Sal
pero antes debieron purificarse por separado
medita y trabaja
se contempla el autor en su producto
que lo certifica recíprocamente
a su imagen y semejanza
tan perfecto como sea el esfuerzo
se desdobla hasta desagotarse
en el centro anular
a su alrededor
disminuyen los ruidos
a medianoche en punto
se retira en paz dando gracias
brindando la ofrenda de la jornada
a la mayor gloria del Dios escondido

34.

Ese momento inclasificable


que atraviesa el aire
esas circunstancias
que todo lo conmueven
lo que no me desea a pesar de que lo espero
lo que me codicia y no puedo corresponder
aquello que quiero como una tromba de aire
que ha expandido mi estanque
callado guardado

119
como secreto de estado
y por ahí articulando todo
sin prisa con los horarios
analizando qué hacer
sin una intención de renunciar
a mi comodidad
pero pobre tipo el caballero
que no puede decidir
sin involucrar a los demás
e incurrir en pecado multilateral
un espectáculo de desgraciada
naturaleza

35.

Todo
está dispuesto
para entregarme
en una cierta presunción
que me concierne
acudo derechito
quién soy de todos modos para manejar
las cosas
o las decisiones
que están ya providenciadas

qué necesidad
bien me guarden los días
y no me aprieten los zapatos
comprometieron su palabra
en que me reservarán
una zona de confort y de dulce

120
seguridad
me adapto
me someto
acato
me reprogramo
opino lo mismo
para qué ser yo

36.

Por qué tan importante


es una imagen
para sentirte
por qué tan importante
es el tiempo
para recordarte
por qué tan importante
es la tristeza
para extrañarte
por qué tan importante
es el espacio
para descubrirte

37.

Señora candidata
cuide de sus intereses
que esta es su
oportunidad
mire que usted es una más

121
en este mundo de audaces

prometa un país mejor y obras


pero más votos darán los favores
que comprometa
exponga con palabras lindas
con un eficiente aparato
y una torcida
que se las sostenga
no puedo asegurarle
que le crean
ni que les interese

considere como ventaja


que el pueblo suele ser tonto
y guiado por su irracionalidad
con selectividad apoya
y perdona
si así le conviene
que el pueblo no tiene ideología
pero sí faltriquera
y por supuesto intereses

señora candidata
desconfíe
no todas esas sonrisas aplaudidoras
le serán leales
no venda una imagen
que no tiene
que mal se la pagará la gente

por las dudas


mienta con medida de dignidad
llégueles al corazón o no la encontrarán

122
a usted que gusta
que la crean pueblo
recuerde que para parecer sencilla
no necesita ser mal educada
ni ignorante
ni dejar de bañarse

no sonría tanto
o sonría con exceso
usted verá
usted ya lo sabe

38.

Ay es una luz
o una inteligencia
la tienes o no la tienes
en el preciso instante
en determinada oportunidad
en el momento justo
cuando resulta necesaria

39.

Acabas de enterarte
que la poesía es antiecológica
miles de bosques se matan
en su nombre
fabricándole papel cuya superficie

123
se desperdicia
con poesía
algunos plantean comprimirla
otros reprimirla
una élite la propone
como gimnasia neuronal
terapia alternativa

contra el Mal de Alzheimer

40.

Dicen los antepasados


que un dios desconocido soñó
algo que podía ser
y el espacio lo congeló haciéndolo imagen
ese dios la contempló durante un tiempo
colocó sobre la imagen sus dedos
medio e índice en forma de ángulo invertido
dándole concepto e intensidad

luego
con sus dígitos pulgares
hacia el cielo
delineó perspectivas
y distribuyó colores
pero los colores todavía estaban frescos
y de ellos crecieron seres vivos

entre las grietas de las coloraciones secas


descansaban restos húmedos
que se nutrieron de los interiores

124
de la imagen
y formaron las corrientes
en algunas zonas el color secó demasiado rápido
y devino amarillo
surgieron los desiertos

una diosa que transitaba


vio cómo trabajaba el dios desconocido
en su obra
lo llevó hacia una nebulosa astral
y lo sedujo para que recalculara
algunos detalles
ella contribuyó aportando femineidad y belleza
sugiriendo nuevos paisajes y diseñando
otras comarcas

de las penumbras de la labor


aparecieron unos dioses pequeñitos
escapados
que pretendían crear dioses
a su semejanza
y ubicarse a medio camino
entre las criaturas de la imagen
y la Divinidad
llamaron al dios y a la diosa desconocidos
y les solicitaron les enseñaran
a hacer más dioses pequeñitos
éstos les expresaron
que la respuesta debían encontrarla
en ellos mismos

los dioses pequeñitos echaron


a la diosa y al dios desconocidos
proclamaron

125
que la imagen sería su Mundo
y que ese Mundo
también sería construido a su criterio y necesidad
transformaron los paisajes
en arquitecturas
mudaron por tintas los colores
poblaron las comarcas
de la diosa con sus oleadas
desperdicios y esqueletos de otras criaturas
atravesando las distancias
con sus naves y carros

y concluyeron que así continuarían


mientras consiguieran
erradicar la suciedad

el dios y la diosa desconocidos juraron


que no retornarían hasta el día que quisieran
pero instruyeron en secreto a unos diosecitos
que moraban en un área desolada
les enseñaron que la Verdad
es la realidad de todas las cosas
que la Dignidad se nutría de la Libertad
y sobre todo
les dieron consejos para que no fueran lejos
los diosecitos aprendieron
lo que les resultó útil

tenían solo un árbol en un paraje


que hicieron su plaza
y un río que atravesaba su comarca
a los que debían tutelar
porque eran suyos
sabían que el mejor sitio era

126
aquel donde se encontraban
que lo que ocurría era lo mejor
que podía acontecer
inventaron algunos conceptos
a los que dieron nombre
para acompañarse
con la bendición de los dioses desconocidos

no perdieron tiempo
en intentar ser felices
porque la felicidad no podía ser
como lo fue en un tiempo la imagen
no reclamaron derechos
porque sabían que había que conquistarlos
y construirlos cotidianamente
reconocieron que las historias
hacían la Memoria de la Naturaleza
y tejían los hilos de los tiempos
fabricando redes para atrapar
lo que vendrá

los diosecitos generaron otros


imitando la geometrización
de los días

41.

Es inconcuso y apodíctico
todos lo sabemos
este espacio nos da incertidumbre
inspiración
y soledad

127
acorde a nuestra perspectiva
y veleidad
una oportunidad
para perderse
ucrónicamente

42.

La clara espiral tremebunda


me aproximará ante sus dientes
ante los síntomas patéticos
de las locuras imparables
qué pena que posea conciencia
y la intuya por los rincones

difícil prever su ascendiente


o cuál es su modo de acecho
porque arrastra sin escogencias
en vez de ofrecer zafarrancho
si le doy una ubicación
querrá engullirme hasta acabarme

jamás me dejará ambiciosa


como es
que le demuestre asombro
procurará que me acostumbre
a su amplia rutina galáctica
que me integre dócil como una
pieza de su acervo aburrido

no toleraré sus demandas


ni obtendrá mi resignación

128
aguardaré a que de una vez
quiera ausentarse de estos lares
malgrado previendo su asalto
contabilizo cuánto resta

43.

Razones nunca bastarán


o por si posiblemente
siempre encuentro un pretexto
a esta altura de los acontecimientos
no voy a negarlo
ante esta hora de aconteceres

mientras se cierna esta situación


ante tu presencia
nada puede explicármelo
interrogantes me sobran
know what is concerned
on these matters
which is the best choice
so to forget as possible
keep your secrets inside you
in the very deep of your dwelling

44.

Cuando nos encontramos en la mayor necesidad


hablando y gesticulando en el aire
cuando no sabemos qué hacer

129
con todo esto
cuando sólo te tenemos a ti
mas no disminuyen los ruidos alrededor
cuando paralizados por la aflicción
contemplamos que la vida
transcurre como se le ocurre
cuando nos aplasta la soledad
aislados en la tribulación
nos apretamos la garganta
porque no se proyecta nuestra voz
y nadie nos esperará
más cerca oh Irrepresentable sin respuestas
ni señales
ni rimas

45.

Ante una indefinición


en nuestro vocabulario
recalibremos
en la intimidad
nuestra mutua comprensión

ante la orfandad
de elementos allende
cubramos el vacío
de nuestra indiferencia
enséñame tu sinlogismo
explícame tu trama malévola
con un café

ante la parquedad

130
sobre tus años reales
que nada te enseñaron
guárdame alguna deferencia
y sabe que estoy aquí

46.

Desde el cielo atacan


diversos alfanjes multicolores
templados al humo de carbonato
enjaezados con bijoutería
defectuosa
marcando la tarde

escapan las gaviotas


evitando sus golpes

sólo el espacio sin testigos


me abraza
me insinúa procacidades
no desea que comprenda
sus semánticas
interpélame ese instante
por qué me incomoda

el mar y el viento
anestesian mis ruidos
provisionalmente
una opinión sicaria
bastará para aliviarme

esta historia no es para nada personal

131
ni original

47.

Cómo perder se pudo


tantos instantes
con el rostro esperando
una caricia
una deferencia de misericordia
una actitud de decencia
entre estos hierros tan torcidos
de tu requerimiento
lástima que me olvidaré
intencionalmente
de tus tiempos
no me traigas tantos asuntos tuyos
de esos que se ajan en estrepitosos pedazos
indiferentes

considerando estándares
te declaré eres historia
no creíste que me impondría
demasiada perversidad de mi parte

no me permitas esto
dime que tuvo un sentido

48.

Ese empleo comedido

132
de la locuacidad
una red telarañesca
de embustes aplaudidos
y prohijados por una sórdida fuerza
amoralidad impertérrita e ingrávida
que conquista paniaguados
te llevarán en andas
prevalecerás
entre gritos de histeria
ante todos nosotros
comprando conciencias
desparramarás moneditas
seguridades y certezas
entre pedigüeños de autoritarismo
no podremos evitarte
como estribillo de una canción
demencial
martillo tozudo y torrentoso
contra ti
no habrá guarida fiable
ni donde pueda esconderme
para la libertad

pero créeme
que te resistiré

49.

Talmente,
como una caída libre e imponente
o un error inexcusable,
no gozaré de una palabra amable

133
ni de un gesto de respeto silente.

Apenas una lástima de urente


calibre entre un silencio atravesable,
sin oportunidad, sin cuestionable
duda en tren de sopor insoportable.

Por ante una sensación ambidiestra


todo salió mal, dará el veredicto.
Está ya preparada la siniestra

sanción que será presto ejecutada.


Pasan la academia, el juez y el perito,
para reparar mi cruel canallada.

50.

Ha escrito cientos de páginas


durante decenas de años
necesitaba decirlo
para que alguien lo supiera
algunas lo han hecho famoso
otras están plagadas de erratas y de errores
que no pasarán desapercibidos
ciertas de ellas mejores o peores
que las demás
cada una de ellas tiene una historia muy personal
necesitaba terminar cada tema rápidamente
y superar una inquietud intelectual
como si le sobreexcitaran
y allí mismo finalizó
quisiera juntarlas

134
son una obra que no pudo ser
no puede establecerles una coherencia
ni concatenarlas
sin incurrir en infelicidad
pero tiene ciertos libros extraños
verosímiles más de lo mismo
con los que a respirar aspira

51.

Coincidamos en que tengo


más tonterías en mi haber que genialidades
cada tanto algunos atisbos de acierto
principios a interpretarse
como algos que conducen a algo
no más usuales que los de la casualidad

qué dolor y tristeza endémicos


cómo avanzar ya no sé

52.

Cuando me llamen
sabe quién en qué estado
me encontraré
aguardo atento
un ruido unos pasos
el giro de un pestillo
un grito de burócrata
o de enfermera

135
alguien que observe
con sus óculos torvos
hacia donde podría hallarme

53.

Así comencé
me concebí de pie
soñando en efectivo
mi autoedición
sólo intenté narrar la saga
de un fantoche adorable
tal vez a lo mejor
se trató de algo que
no resultó divertido
a nadie
como una mala comedia
o tragedia ridícula
digna de terapia
o de libro

haremos las investigaciones


pertinentes
pertinazmente

54.

Se ocultan los ruidos de la noche


vanse a dormir
yo vigilo su retirada

136
en orden
no puedo acallarlos empero
parecen chiquilines
desordenados
molestosos
me increpan
y me interrogan
se quejan pero al final
respetarán los tiempos
de las horas
hasta pronto
que los extrañaré

55.

Entrégate a una idea


de libertad
expande el pensamiento y tu tema
hacia más alto y hacia más lejos
de ti
verás
el viento de una puerta que se cierra
que te abrirá otra
ese será tu momento
tu dimensión de oportunidad

deja que corra y siente ese aire


aunque no lo desees
te deparará una incomodidad
valdrá no obstante la experiencia
haberla vivido
será algo que te lleves

137
y te conmoverá
haberte encontrado en esa ocasión feliz

te hará vulnerable
pero real

56.

Los árboles enternecen el arroyo


que se lleva los rastros del día
dividiendo el horizonte
las aves se lanzan hacia las nubes
porque no desean perder la luz
la luz
la luz que conjura colores audaces
para oprimir la luna fugitiva
excitándose en una inspiración
de sus contornos
antes de que se duerman
matrimonio inconsumado
en esta hora recluida
deseo que sepan de los momentos
y de su salmodia plañidera

que no envejece

57.

Desde el presente puente silente


rebuzno junto al curso robusto

138
del río frío que riega y siega
los ausentes entes adyacentes

pues al portal mortal y fatal


yo concurriré tarde o temprano
a desvanecer el juego
de palabras
a rendir cuentas y a esgrimir
osadas diatribas monódicas
los fundamentos de mis suposiciones

debate sin cuartel retórica implacable


contra las maniáticas configuraciones

58.

Te estancas y te hundes
te mueves y te hundes
bajo los Códigos lentopesados
que te ofrecen la medida
de espaldas al hombre
y qué va
es un mal necesario
porque en la ley está la libertad
cuando se quiere funciona
y todas esas cosas

construyendo ciudadanía
empoderando las sinergias
transversalizando las cercanías
qué hemos hecho

139
59.

Existe algo que me inquieta


entre aquellos parques viejos
abandonados de todo
ya no los quiere ni el cielo
ensamblan esos rincones
tremendo secreto tétrico
imagino historias tensas
entre los tantos recuerdos
de desvencijadas fuentes
restos de céspedes yermos
en las bancas impertérritas
con sed de amantes discretos
quizá algo enclaustran los ojos
vacíos de sus monumentos
bajo vigilancia atenta
de los faroles inciertos
acorde a bizarra fórmula
por esos bruscos pretéritos
que conservan las baldosas
en sus opacos reflejos
recorro tramos de vida
entre sus blancos y negros
pueden descansar si pueden
será este mi último encuentro
que no desean mi presencia
y no volveré por ellos
por si acaso
fenecieron

140
60.

Es usual
una profunda tristeza
la vida como cualquiera
hacia adelante y hacia todos lados
sin un remate

es común
encontrar personajes
ilustrados o especiales
zafios e ignorantes
vanidades ridículas
gente mejor o peor

es frecuente
conmoverse ante
tantos hechos y más
simples y complicados
a la vez

es habitual
plantear excusas
ser humano
no tener tiempo
no ser perfecto
haberse quedado dormido
no poder estar en todo

indistintamente

141
61.

El agua
somos agua
como si fuera una extrañeza
nos permea
corroe nuestro interior
explorando sus rincones
y huye presurosa por sus conductos
hacia nuevos destinos
con algo de nosotros
hacia el cielo y acaso
desde allí algo de ella retorne
resulta indiferente

ya no será la misma
nosotros tampoco seremos el mismo cuenco
ni lo mismo

62.

Ruego por vernos mañana


de modo furtivo
envueltos en aromas
de culpabilidad

a ver si me entiendes
hasta el dolor te ansío
aunque sé que deberá
ser unilateral
mi afección

142
a la manera de
parsimonias de un té por la tarde
no te preguntaré quién eres
ni por dónde se encontrará tu cabeza
improvisaremos de verdad
y no programaremos de mentira

por ende
con total intencionalidad
en eneohebreo te cortejaré

63.

No son más que infértiles


las alternativas de los caminos
por qué se insiste

siempre los rituales amartillantes


que salen promoviendo a cada encuentro
un tendal de recoletas apariencias
miradas con derechos de alegrías falsarias
dos penas serenas escrutándose
en un hiato en que no hay más remedio
que separarse

siempre las mismas rutinas


de despedida
que parecen imitarse serialmente
sin rabia sin método sin esfuerzo
renegando del sabor del ósculo
oteando por dónde estará la salida
ante la última vez

143
siempre intentando controlar los desenlaces
especular acontecimientos
ninguno querrá perderse la espera
por si quedara alguna palabra más
ante el vaticinio
de que nunca se escuchará
a fin de poder practicar mejor
una media vuelta honrosa

siempre es un intríngulis quién asumirá


la iniciativa
o cómo sentirse sorprendido
pero quién acepta la responsabilidad
y quién la derrota
quién soporta las secuelas
y lo que amenaza amanecer
más adelante

64.

Sangra en el fermento del estudio


irrigando un escándalo aquilatado
hacia lo profundo del reposo plañidero
y elévate, envuelto en armonías
hacia una Luz de Libertad

estos son los versos


inveterados que recuerdo
escarceos provisorios
desde aquel día del juicio

144
qué mensaje estoy desesperando
las resultancias
aguardando
en atal entretiempo

65.

Por carencia supina del sistema


se alteró la antítesis aterida
de rencores, absorbiendo perdida
la premisa íntima del entimema.

Ni por decreto de entidad suprema,


desde que una emergencia enardecida
lo presagia, quedará restringida
la dialéctica contra tal problema.

El azul virgen de la honda mentira


disuelve y coagula el entendimiento,
fecundando una pesadilla aparte.

Se intercala la estulticia que admira


las jaranas del desmadre opulento,
cuyos restos espera del descarte.

66.

En esa cuestión de método


tocando con las frases y las miradas
entrelazando un reservado

145
y dejando que todo acaezca alrededor
estirando en coqueteo eterno
lo que parece está por venir
un abrazo tímido
insuflando ilusiones de aire caliente
despedirse con la alegría en la mano
y en los instantes posteriores
bañado en humores de conmoción
anhelando
el próximo encuentro
aguardando un nuevo mensaje
quién tomará esta vez la iniciativa
inquiriéndose dónde se encontrará
y en qué estará
observándose en todas las cosas
mientras tanto

te hicieron víctima
de tu propio juego

67.

Desde el llano de esta estructura


que alguna vez se irguió obsesiva
qué queda todavía
luego del despilfarro
cuando la realidad fue más terca
e impuso su voluntad
esquivando consignas

sólo una apaisanada mansedumbre


de ignorancia mandatoria

146
que todo lo cubre
en una constante
inclasificable
recitando mantras
de vulgaridad permeados
que permiten aturdir
dolores militantes
ciertos sobrevivientes contemplativos
que no conozco

traiciones vestidas de concesiones


cada uno salvándose como pueda
aguardando
el último producto a la entrada
un próximo destino

68.

Qué raíces
sangraron intentando
hundirse en el mismo
corazón de tu imposibilidad
sino las mías

haz algo
por ejemplo
para explicarme
por qué tanto esfuerzo
mereces
cuándo podré despedirte
o quién tomará la iniciativa
si yo no me atrevo

147
69.

No hacer
acecho despreocupado

estática contemplativa
intermedio
de beatitud
o de aniquilación
un remedo de ataraxia
soledad misocósmica
sin noción previa

egoísmo austero
incompartible
intimidado al asalto
por lo que se avecina
contra su fortaleza precaria

70.

Te observo
atrapando la mano mía
que te hurga en el aire
mirándome para responder
todos los enigmas que pasan
por ti
en ese instante en que las palabras
se vuelven incomprensibles
y austeras
algo sucede

148
que me oculta tu sombra
una y otra vez
al evadirte
desde el otro confín de un espejo
sin permitirme estar
en él
expando mis sentimientos en el espacio
de la insensibilidad
alimentándolos de dificultades
desesperando un mensaje tuyo
en el cual tienes la prerrogativa
te percibo tan cerca y tan lejos
como el horizonte

71.

Vaya poetastro
en el Cielo no vales ni muerto
aplastado por la tapa
que decora tus sueños rígidos

pensaste que la realidad


no era porfiada
y que por unos dineros
se definiría
ilusiones
como tu palmarés pretendido

ahora entrante en un Planisferio


heterogéneo
qué incomodidad y qué olvido
te esperan

149
te convidaría con una grappa
elaborada con relojería
mientras esperas el lugar correspondiente
pero me encuentro del otro lado
o qué te supones

Corre que se termina


y tú no sabes cómo lidiarlo

72.

El no
que todo lo aniquila
ha devastado un continente
en la batalla que está perdiendo
según tuvo noción
con sólo leer los augurios

el puente enhiesto
quedó sin un extremo
como agitando esperanzas ansiosas
ha confabulado cabriolas
tachonadas de imaginerías
y sin embargo tiene delante de sí
un agujero ingente
ante la caída
de los sepulcros

harapos por el crepúsculo


ventilándose ante tal abismo
y otros revoloteando

150
saludan entusiastamente
hacia cualquiera que lo desee

parado ante el canto


que contornea el final
atrapando las manos en los bolsillos
oteo hacia el vacío lúgubre resultante
y tomo debida nota
a sus efectos
porque yo soy el próximo

73.

Debes ser como algo sensato


a la manera de lo que apenas interesa
tener cierto control que no permita
que te lastimes en la carrera
un fenómeno local y cotidiano
de una tristeza de barrio la calma certera
precisas algo más prosaico y balanceado
de oficina tempranera
un ingreso proveniente de un empleo
cierta agenda en un rol de manera
que te ocupen los días
obedeciendo órdenes de cualquiera
un matrimonio en que el afecto está previsto
tal cual la labor en que te desempeñas
donde todo está tabulado
debes concebir una placentera
ubicación por ahí
en optimismo de costumbres rastreras
para que cuando la cosa no funcione

151
sin natural inmadurez se restablezca
la displicencia
así sea

74.

Como confiando a un talante


y librándole
las indicaciones es menester
sujetarse a una cuenta regresiva
que palpite cada rincón
localizadamente y ascender
en un solo momento de inamovilidad
se aprende a escapar por el atlas
cuando está distraído el cuerpo
un salto basta para desprenderse
para estar ya en el espacio
y extenderse deslizándose
por un azaroso planeo
batir los brazos
para disfrutar de la altura
y otra vez
trepar y hundirse
en un vértigo plácido para zambullirse
hacia más tarde y hasta entonces
despertar y reptar nuevamente
hacia la habitualidad

152
75.

Especiales muy especiales


son los algos que yo no encuentro
en las aristas de este fondo
que se hacen cada vez más lejos
persigo hostiles claridades
acaso simples azulejos
ilustrativos o inconscientes
mudos ya de anquilosamiento
serán entonces uno o varios
nombrables a guisa de ejemplo
se van llenando de adjetivos
subjetivos sin un concierto
quizás se concentren en balde
mintiendo un atraso postrero

76.

Cuál es la locación
de las opiniones que engendran
las verdades a medias
mentiras completas

cuándo aprendimos a confiar


en los titulares de las noticias
sin cuestionar
y a juzgar tan sencillamente

dónde se encuentra la contraseña


y el poder de la chispa
de la miseria humana que detona

153
la pólvora de tantas hipocresías

por qué en el mar encrispado


de las interrelaciones del pensamiento
escoramos seducidos ante cantarolas
de sirenas esloganarias

cómo hemos podido


perder tanta libertad sin darnos cuenta
y creer que ella se garantiza
a través de la autoridad

cuál es la incógnita que estamos fabricando

dónde cuándo cómo


dejó de existir algo particular bajo el Sol
por qué
es todo neo post o retro
por qué no traen los tiempos nada diferente

77.

Hay múltiples maneras


de olvidar las frases importantes
apenas terminemos
de darles construcción u oídas

78.

Mi viejo

154
está durmiendo
qué solo se encuentra
esperando
ante la muerte
no podré acompañarle
yo cobarde
en sus rezos últimos
en el momento en que despierte

79.

A una hora estándar


cuando te carcoma la necesidad
estaraste invitando
como un comensal ilustre
a un banquete contiguo
con ánimo dominial

creerás que te esperan


al entrar
sonarán músicas que no comprendes
tronarán versos mercenarios en tu honor

no percibirás
que no les perteneces
que ya no les sorprendes
con tu incultura
cubierta de extrema ligereza
sedienta de vulgarismo
todos allí te conocen
te contratacarán con amortiguadas
hilaridades

155
en cascadas de disentería
confabulando codificadamente
y rumiando un desprecio
que agradecerás orgulloso

estarás como persona satisfecha


de tanta carne seca
de impostura
volverás saciado a tu rincón
en el palacio
allende escalas nautílicas
para que nada te inmute
ni te comprometa

aprovecha para irte a tiempo


aunque qué error indeleble
porque
ya serás sometido al olvido
ni siquiera una oportunidad
de que te recuerden
gozarás

80.

Una cantata en el aire


entre cervezas con ginebra
trae al alba unos confines
más pequeños que su sombra
nada de control hostil
aunque sea el mejor momento
es necesario calmarse
con un resultado mínimo

156
toma el día para pensar
por qué todo de repente
se ha vinculado al fallido
intento de perpetuarse
siempre con una idea mínima

imaginando lo peor
será cuestión de un momento
confundiendo causalmente
desesperadas hipótesis

quién podría así nomás ver


como si síntesis fuera
para argumentos difíciles
de una defensa sinuosa
blandiendo entretelonados
subterfugios peregrinos
a ser tenidos presente
como ventana trasera
salvadora ante la falta
de mejores opiniones

81.

Me cansé de tus perennes histerias,


de mendigar tu deseo desabrido;
de una puerta que no abre sin sentido,
de golpear temblando ante tus miserias.

Que tu altiva imagen de ferias serias


deseche mi estampa de árbol caído.
Quiero al menos que me mientas al oído,

157
saber aprobar tus ciegas materias.

Ante vos me arrodillo y no comprendo


por qué yo te doy lo que a mí me falta,
en tanta combinación de improperios.

Una oportunidad frustrante siendo


tal vez no valdrá la pena, por alta
que fuere entre tus extraños criterios.

82.

No la hallo enfrente pero atiendo la mar


desde mi inamovilidad. Y no aprehendo
del por qué de su embate, ante tanta fuerza
libertina deseando que la aprovechen.

Cada ola establece un ciclo desparejo


que pasa desapercibido en instantes.
Barrunto sólo habrá un final uniforme
en tales jaeces de cuentos reiterados.

Podría guardarse su generosidad;


bastaría con que pudiese acicalarse
en la intimidad de sus fondos andróginos,
padeciendo hasta la última tentación.

Digamos que todo parece que es obvio,


que se ha expresado lo que era necesario.
Llega el momento que no puede evitarse,
no obstante un tedio no pueda igualar a otro.

158
83.

Cuando me ahogue
en mi desenfreno apoteótico
sola estarás ahí esperándome
con cara de circunstancias
te cubrirás las manos
bajo el signo de temor
para intentar defenderte
de mi reproche
como si te agrediera con un yo extraño
y me dirás que me lo advertiste
que no me tenderás una mano
y que te avergüenza mi egregia imagen
de persona
en acordancia con las provisiones
disponibles en la materia
debes saber que me he quemado la cara
si deseas recordar la antigua historia
déjame que exponga de ella fragmentos
porque compartes conmigo la gracia
te doy entonces la chance
sin paladares de sacrificio
el beneficio de una alternativa
inteligente
de que prefieras demandarlo
puedo respirar ante tu entorno
ante tu verdad realidad de tus encierros
sobrevuelo desesperado
inquiriendo por si acaso
qué podría contestarte o enseñarte

159
84.

Quizá porque eres una combinación


inusual de efectos desencadenados
un letal artilugio que me otearía
pulsando de mi columna cada vértebra
un instrumento que me expone al peligro
contra las vibraciones altisonantes
bañándome de hipersensibilidad

he iniciado una guardia perpetuable


tan extravagante como me es posible
con un coeficiente de exactitud dable
que será predictivo hasta lo indecible

quizá porque a una hora estándar se horadó


por ti el concepto de lo que era correcto
o porque hice lo que no correspondía
sin margen de error en probabilidades
advertí se difuminaron tras sí
según siempre les hubiere permitido
en mi jardín invernal de incompleteces

cuando en este mundo en que no se hallan vírgenes


las caridades yo no sería la regla
son de nuevo los verdaderos orígenes
pregonando una cuestión que el tiempo arregla

85.

Estuve buscando entre tus poemas


algo que pudiere sobrevivirte

160
amigo
quedaron ellos papeles huérfanos
esperándome cuando nos abandonaste
experimentando la sensación
hubieras deseado recitarlos
escucharlos esa tarde de verano
ante tus restos solemnes
escritos interpelantes
se fueron amontonando en sus palabras
qué depositaste en ellos
qué cariño pretendiste legarles
cuáles te gustaría se recordaran
quisiste acaso se encuentren en sus trazos
fragmentos de una enseñanza desconocida
la historia verdadera la trama
de tu ánima que zarpó sin saber
adónde ir
en procura de algo que nunca encontraste
por aquí

86.

Lo que siento no tiene eco


qué frivolidad nos enfrenta
no me canso de sondear
una excepción al precepto
buscando espacio en la bóveda
de una tosca insinuación

desde cuándo estoy velando


sobre tu entrada perversa

161
si tal vez me aconsejaras
que mantenga la cordura
no es lo que deseo escuchar
en este tramo irredento
donde todo vuelve a ser
reiterándose de nuevo
con suertes de calistenia
en piruética atención

prefiero guardar tu imagen


quédate con tu realidad

87.

Después de un oficio rutinario


en que recordaron tu nombre
por dos segundos
para lo cual sufragó tu mención
la familia amante
se desvanece la capilla
mientras crujen y se golpean entre sí
las bancas escapando los fieles
evitan los confesionarios con miedo íntimo
vigilando a los costados
te abandonaron por si no lo entendiste
te aguarda enquistarte en la oscuridad
por un transcurrir indeterminado

eres despreciable
quién te defenderá el día del Juicio
que alguien abogue por tu alma
quién atenderá tu perdón

162
igual da lo mismo pues no hay garantías
cuando ya estás sentenciado
quién por la mano te sostendrá
qué sucederá sin ese contacto

eres depreciable
pues contaminas el aire
con tu lívida realidad

ahora que desapareciste


únicamente tendrás la compañía
de otros muertos
indiferentes

88.

Para atender la idea


mentecatamente congelada
entre tantas informaciones
deja que una máquina
engendre el final
liberando lo négrido
desprendiendo sus estrofas tristes
ensayarás sin inquina
de ingravidez
un desperdicio de concepto
provisional

163
89.

Necesito
una gentil cadencia
de esa sonrisa
que excita la mía ternura
cierto es que no es vuestra costumbre
mas en el ejercicio de mi derecho
prometo autodestruirme
después

porque un juego de mi constancia


os marcaría un perfil inoportuno
creo que me murmuráis
un anatema sistemático
me iré por mi camino
con mi cara de tipo feliz
por las dudas

mi requerimiento
queda a vuestro elevado criterio

90.

En aproximaciones sucesivas,
apilando la hojarasca inminente,
pueden atormentarte entre sus círculos
las vicisitudes no manifiestas.

Contra un loco designio del momento


que reproduzca una tradición mística,
un exabrupto de misericordia

164
no te acogerá en la tonalidad

de estos lares. Como un lago centrífugo


te advierto yo en peligro manifiesto,
arriesgando perder tu continencia.

Que no tengas tiempo es un contratiempo,


ante los malabares del idioma
que te imponen controlar la garganta.

91.

Atrincherado tras mi suerte consorte


conjeturaría un lenguaje artesonado
y galante que ilustrare, por si tal
ventura, un nimio modo desdibujado
e inescrutable, que presto funcionare
en conciliábulo ampliado.

¿Será factible reescribir sustantivos,


dejarles definidos ante un ejido
conceptual, con opción de ser libres,
tenerles disponibles entre un sonido
incierto? ¿Qué precisión de sagitario
trazará su contenido?

En la trama de los verbos, lo primero


que diseñé fueron recuerdos, de modo
tan discreto que conjuguen indomables
desenlaces, para que se lleven todo
lo que se encuentren por allí y nada más.
Como encontrando un recodo

165
de entendimientos, lograré sea accesible,
que penetre en los corazones agudo
como señal de vida conmovedora,
que descarne las almas y a cielo crudo
las exponga, originando equivalentes,
amando el aire desnudo.

Cualquier tímido ejercicio, sin embargo,


tensiona un son que consolida un enredo.
Un par de aseveraciones insurgentes
sacan de su letargo un estado quedo;
y se hace un entuerto, fermentando escándalos
de morales que transgredo.

92.

Todo debe ser


lo que es
decisiones
y sus consecuencias
lo que simplemente deviene
todo tiene una historia
explicando cada acontecimiento
aunque discrepo
todo posee un sin perjuicio
todo es un final abierto
y múltiples opciones
por lo tanto

166
93.

Donde pueda descansar


la basura
sin que moleste
en algún lugar
deseo botarte
como mal que eres
te irás con el tiempo
espero

cierto es que puedo manejarlo


con santa paciencia
dejando que sucedan
las cosas
para que lo bueno sea lo menos malo
porque lo malo es lo menos bueno

desearía intervenir
para apurar una solución
sin embargo
las cosas se vengan
contra quien no las consulta
Dios castiga
decía mi abuela

aguardo
el momento del milagro
en que levantes tu nariz
hacia mí

167
94.

Te propongo que seamos amantes


para compartir una causa
a la medida de los dos
yo nos auguro una aventura
amoral
de clandestinidad feliz
sin porvenir
te prometo
que será divertido tal vez
menester es tenerlo claro
sin reivindicaciones ni derechos
de posesión
no habrá otra garantía
que nosotros
y nuestra libertad
no desear más
que lo que hubiere
nuestra historia personal alrededor
será tan sólo un detalle
nos arriesgaremos como en un deporte
a tenernos atención
y hasta a aprehendernos
podría entender que te inquiete
que cómo te atreves
y leeré que no lo puedes creer
pero qué voy a hacer ahora
sino esperarte y que comprendas
que no hay otra opción
que tu respuesta
lo que expreses seguramente
me sorprenderá

168
95.

Cómo vigila el transcurso


de los eventos
la voz más emotiva
de una mirada mendicante
será la última en vislumbrarlos
se quedará en una lista de espera
sin lugar para introducirse
no podrá aspirar a un éxito
inmarcesible
ni a ser noticia
añadiendo una complicación
a su triste papel

quiso apoderarse de una oportunidad


pudo elevarse
sobre un cúmulo de decadencias
dependiendo de un instante
todo contaba
y acaeció el fracaso
perdió el respeto ajeno
y su jerarquía
y su mensaje
está mirando una línea
sin arribar a ninguna conclusión

así sucede de hecho

169
96.

Llegando al final
todo se envuelve sobre una osamenta
porque hay que disimularla
puede ser de una realidad compleja
que debe permanecer inadvertible
brindándole una cubierta una protección
por qué no y por ejemplo a través
de una sarta de principios
largamente reflexionados
y maduramente discutidos
que permitieren afirmar una concepción
de soberanía del individuo
según una política pública
de felicidad justiciera
contra riesgos evitables mediante
el mutuo esfuerzo
instaurando un Estado providenciario
de modernidad antiliberal
con escaso margen para la dignidad
que consagre el vagabundeo
idiosincrático que desea este pueblo

97.

Porque el túnel excita

qué es lo que impele la carrera


para franquearlo
por qué abandonar la comodidad
de este seno escuro

170
qué propósito tiene tal levitación
si algo hay que me agrede
en el trayecto perderé el calor
disfruto su contacto
por última vez

intento ubicarme ante la confusión


de tanta amplitud
no puedo decidir movimientos
nuevamente lo percibo
aunque haya quedado atrás
está lejano palpitando
ahora es otro interior
desconozco
cuándo retornaré

98.

Otro diario monocorde


recordándote
en este abismo oculto
que sólo se cubre
contigo

99.

En el café insincero y pestilente


conspiran mezquinos significados.
Ansiosas tazas y cuadros blindados
cuidan de un parroquiano penitente.

171
Entre las lámparas vacías se siente
la opresión de sus lloros arruinados,
que entrevéranse en los artesonados
y en los silbidos del humo caliente.

De un lado hacia otro la cabeza gris,


por las cárcavas de la frente ardores
descarga, como parodia terrible

de tormenta contra el vaso de anís,


turbando soledades interiores
preñadas de un malestar insensible.

172
ÍNDICE

Introductorio
5

Relatorios del claustro (2012) 9


I 11
II 37
III 63

Planisferios entrantes (2019) 89

Índice 173

174
Printed in Spain – Anno MMXXIII

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