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Con la puesta en vigencia del Có digo Procesal Penal (en lo adelante CPP), se
estrena tambié n, la figura de las objeciones en todas las fases del sistema
procesal penal. La moderna legislació n, induce a los actores del proceso a
utilizar esta herramienta para que el mismo sea conducido de la forma má s
rá pida, á gil y efectiva posible
En fin, como explicaremos en las pró ximas líneas, las objeciones, de acuerdo a lo
establecido en el artículo 326 del CPP, forman parte del proceso penal
contradictorio de nuestro país.
Las partes se podrá n objetar unas a otras, pero siempre por conducto del juez
(efecto triangular). Tambié n pueden objetar cualquier pregunta o actuació n del
juez que no se ajuste a la normativa probatoria o procesal penal aplicable. Por
ejemplo, si un juez hace una pregunta sugestiva a un testigo que está siendo
sometido a un interrogatorio directo puede ser objetar cualquiera de las partes.
Es el mismo juez objetado quien deberá resolver la objeció n. La decisió n del
juez podrá ser revisada en casació n o en apelació n.
Nada impide que alguna de las partes objete las actuaciones del juez si é stas
resultan impropias o contrarias al derecho aplicable. Como se expondrá má s
adelante, si el juez conoce su rol dentro del proceso acusatorio y no tiene
problemas de ego o autoestima declarará “ha lugar” o “no ha lugar” la objeció n
sin tomar represalias contra la parte que objetó su actuació n. Actuando de esa
forma, el juez se ganará el respeto y no el temor de las partes que ante é l litigar.
Por ú ltimo, cuando el juez, ante una objeció n de la parte adversa, no le admita
en el proceso alguna prueba, solicite, muy respetuosamente, hacer lo que en el
sistema acusatorio anglosajó n se conoce como un ofrecimiento de prueba. Es
decir, solicite que quede constancia en las actas del caso el contenido
sustantivo de dicha prueba no admitida por el tribunal. Ello se hace con el
propósito de que en un futuro proceso de casación o apelación, el tribal que revise
dicha sentencia pueda evaluar el contenido de la prueba rechazada o excluida, y así
determinar con corrección si la determinación del juez de primera instancia se
ajustó al derecho aplicable.
el fundamento del acto de objetar
El objetar una pregunta nos ubica en una "acción-medio" que propicia una serie de
diversas consecuencias, desde aquellas esperadas, como la resolución de la misma
declarando la objeción fundada o infundada, hasta las no pre- vistas, como posibilitar la
distracción del que interroga o del interrogado, evidenciar desconocimiento de técnica o
acaso denotar un múltiple manejo de la objeción como herramienta de empoderamiento
frente a la otra parte. Lo cierto es que esta "acción-medio" tiene un fin objetivo: permitir
que no se3 respondan preguntas formuladas de forma inadecuada (como las preguntas
compuestas, las sugestivas para el testigo ofrecido por la misma parte), preguntas no
acordes con el tópico en cuestión (impertinentes, hipotéticas, repetitivas) o simplemente
preguntas prohibidas (como las ambiguas, capciosas o las sugestivas para los acusados),
precisamente para que se garantice a través del filtro de la contradicción un interrogatorio
límpido, con respeto de los derechos procesales, debiendo el juzgador tener un rol
proactivo en el control de las objeciones como fundamento de imparcialidad.
III. Del objeto de las objeciones
Las preguntas son objetables. No se considera prudente admitir objeciones a las res-
puestas de los interrogados, pues de permitirse acarrearía un desorden e interrupción
innecesaria del interrogatorio, además de generarse una incidencia (con todas sus
implicancias) que deba ser resuelta por el juez, en medio de lo cual pueda disiparse
incluso
lirse actieant un desat innecesaria del interrogatorio, además de generarse una incidencia
(con todas sus implicancias) que deba ser resuelta por el juez, en medio de lo cual pueda
disiparse incluso la materia en cuestión. Es relevante en este punto, el rol proactivo del
juez para la dinámica y objetividad del interrogatorio; así por ejemplo, el juez puede
intervenir y disponer al interrogado que se concrete a responder la pregunta cuando se
evidencie una dilatación continua de sus repuestas, o evitar que el interrogado emita
opiniones sobre los hechos materia de pregunta o que mediante su respuesta se pueda
afectar la dignidad de alguna persona, el derecho a la intimidad, el secreto profesional,
entre otros. De allí que el juzgador debe ejercer no solo el control de las objeciones, sino
velar por la propia conducción del interrogatorio de forma que se garantice la objetividad,
dinamismo y el respeto de los derechos procesales de las par- tes involucradas.
Asimismo, en cuanto al acto de resolver la objeción por parte del juzgador, debe
propenderse a su resolución de manera inmediata a su planteamiento (fundada la
objeción) "ha lugar a la objeción". "infundada la objeción"), ello dependerá de su manejo y
técnica en la conducción del debate, lo cual es relevante para el dinamismo de los
interrogatorios'. Es una excepción que, si la objeción planteada necesita mayores luces e
información en relación con el interrogatorio en sí, puede correrse traslado a la
contraparte, a efectos de una mejor decisión del juez, sin que por ello se dilate la
discusión y se pierda la continuidad del acto. Finalmente, conforme al artículo 378.4 del
Código Procesal Penal de 2004, es viable impugnar la decisión que resuelve una objeción,
para lo cual opera el recurso de reposición (artículo 415), ante cuya resolución por parte
del juez, debe continuarse el interrogatorio.
Otro aspecto relevante en este punto es el proceder del interrogador cuando se declara
fundada una objeción planteada, es decir, cuando se le señala a través de la decisión que
la pregunta que formuló no debe ser con- testada; en este caso, si se considera insistir en
el tema abordado debe reformularse la pregunta superando la observación planteada, de
lo contrario, debe cambiarse de tema y, por ende, de pregunta. Un ejemplo de
reformulación de preguntas en el caso de un interrogatorio directo sería el siguiente:
"¿Luego de los hechos que ha narrado, usted se retiró por la calle La Merced?
Fundada la objeción
"Testigo, ya dio sus generales de ley, díganos, ¿qué estaba haciendo usted
cuando vio los hechos imputados al acusado?
Si bien el juez debe, por regla general, verificar el control de las objeciones,
también tiene el deber de aplicar el control de las preguntas compuestas,
ambiguas y capciosas, aun cuando no se objeten, es decir, de oficio.
1. La objeción es un mecanismo por el cual las partes procesales pueden hacer valer una
reacción a través de un argumento jurídico las cuales pueden ser planteadas en todo el
proceso penal). Todo ello con base en el principio de contradicción, cuyo objetivo es evitar
el ingreso de información obtenida por medio de alguna artimaña o, en todo caso, para el
beneficio propio de cada hipótesis procesal (la propuesta de verdad procesal de cada parte).
2. Estas objeciones no únicamente deben ser formuladas en juicio oral, (cuando se ejecute
el interrogatorio y contrainterrogatorio), sino que también pueden darse en actos de
investigación y en etapas de ésta (cuando se hace preguntas confusas, impertinentes de un
testigo o investigado), ya que no hay normatividad alguna que proscriba eso: nadie está
obligado a hacer lo que la ley no manda, ni impedido de hacer lo que ella no prohíbe (art. 2,
inciso 24, literal “a” de la Constitución).
3. Inclusive, las objeciones pueden ser planteadas por los abogados y fiscales cuando, por
ejemplo, el juez ejecute preguntas prohibidas. Teniendo en cuenta que el Código de
Procedimientos Penales sí otorga la facultad al juzgador para que realice un interrogatorio
al acusado y testigos, como también el Código Procesal Penal de 2004, al permitir que este
pregunte de forma excepcional cuando existan vacíos que propicien las partes.
4. Los requisitos esenciales para plantear las objeciones de forma adecuada (“ERO”):
Se espera que la
argumentación sea
corroborada por el
testigo.
Ya ha sido Art. 376, inciso 2, literal “d”
respondida. CPP “No son admisibles
REPETITIVA preguntas repetitivas sobre
El objetivo es evitar aquello que el acusado ya
crear confusión y, hubiese declarado, salvo la
por ende, evidente necesidad de una
contradicción en el respuesta aclaratoria (…)”.
interrogado.
Art. 378, inciso 2 CPP “(…) El
Ojo: en el examen de los testigos se sujeta
contrainterrogatorio -en lo pertinente- a las mismas
sí se puede iniciar reglas del interrogatorio del
con preguntas ya acusado (…)”.
respondidas, pero
sin que repita el
interrogatorio.
Está mal Art. IV – TP, inciso 2 CPP
estructurada. “(…) El Ministerio Público está
obligado a actuar con
CONFUSA / No se puede objetividad, indagando los
AMBIGUA comprender. hechos constitutivos de delito
(…)”.
Se formula una
pregunta con poca Art. 88, inciso 4 CPP “(…) En
claridad (no se el interrogatorio las preguntas
entiende lo que se serán claras y precisas, no
quiere cuestionar). podrán formularse preguntas
ambiguas, capciosas o
Es una pregunta que sugestivas (…)”.
distrae del tema.
Se busca confundir Art. 124, inciso 2 CPP “(…) En
al interrogado. cualquier momento, el Juez
podrá aclarar los términos
oscuros, ambiguos o
contradictorios (…)”.
Con la pregunta se Art. 378, inciso 4 CPP “El juez
quiere inducir a moderará el interrogatorio y
CAPCIOSA error al interrogado. evitará que el declarante
conteste preguntas capciosas,
Se quiere engañar al sugestivas o impertinentes
interrogado. (…)”.