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Jesús, el Cristo incomprendido

Hace ya más de 2 mil años que se escribió la historia más poderosa, impactante e influyente de la
humanidad: la historia de Jesús, el Cristo. Lo que conocemos de él es lo que se plasmó en los llamados
evangelios; así como en las cartas posteriores que hacen referencia a él contenidas en lo que se conoce
como el Nuevo Testamento. La historia de Jesús, el Cristo es sin lugar a dudas la historia más conocida y
difundida durante miles de años alrededor del mundo. Así también; hay una Infinidad de escritos y
relatos considerados no religiosos sobre su persona tratando de investigar los posibles hechos históricos
que confirmen su existencia más allá de las creencias y la fe valiéndose para ello incluso del análisis
científico. Derivado de todo lo anterior han surgido líneas de investigación diversas; algunas, asegurando
sustentar históricamente la figura divina de Jesús; incluso, algunas otras evidenciando la falta de
contundencia de valor y peso científico históricamente hablando; y otras más, aportando y desafiando
elementos que más bien desmienten la veracidad de lo narrado en el Nuevo Testamento sustentandose
en elementos y hechos históricos previos a la aparición de los escritos de Jesús como mesías; es aquí
donde la cultura egipcia es una pieza clave.

Considerando los elementos y el trasfondo anterior que giran alrededor de Jesús; el presente aporte
tiene la finalidad de descubrir de una forma diferente no la figura de Jesús, el Cristo; sino una óptica más
allá de las creencias, la fe, la especulación, el fanatismo, la imaginación, la inventiva, la creatividad e
inspiración humanas; partiendo para ello de la observación de lo que hay más allá de sus enseñanzas; las
cuales, considero son la pieza clave que pondrán en evidencia de manera sustentable algo que servirá
como un elemento que valide y consolide algo que desde mi punto de vista se ha perdido ya sea por la
falta de coherencia y credibilidad de las múltiples religiones que se han fundado en su nombre; o bien,
por la intervención de la inventiva popular y religiosa de divinizar algo que ha de mostrarse por sí mismo
y así mismo: el efecto y la capacidad de transformación de las debilidades humanas ante la presencia de
Jesús, el Cristo; pero todo ésto lejos de la creencia y de la fe; más sin embargo, real, eficaz y verdadero a
la hora de verlo convertido y transformado en un hecho verdadero a través de uno mismo; de forma tal,
que uno se convierte en el hecho y en la prueba fehaciente de la existencia y autenticidad por su poder y
capacidad transformadora ya no sólo del mensaje del así llamado evangelio; sino de lo que se descubre
directamente en todas y en cada una de nuestras vidas siendo éste el reto y el desafío del presente, ya
que si no hay transformación alguna realmente nada tiene sentido; más sin embargo, si ocurre justo lo
contrario, hablamos y observamos hechos contundentes, inobjetables, incuestionables; y sin lugar a
dudas, el hecho claro y evidente de la existencia misma, real y verdadera de Jesús, el Cristo hasta antes
de ésto, el incomprendido.

Ahora es el momento y el instante de hacer resurgir un estilo tal vez olvidado, oculto, o muerto de
comunicación. Éste estilo es ni más ni menos que el de la certeza intuitiva cuando los hechos evidentes,
observables, palpables y presentes así nos lo demuestran como un hecho y posterior evidencia.
Mi amigo ¿Crees en el amor?

Cuando hablamos de una creencia evidentemente caemos en el terreno de lo subjetivo, lo ambiguo, lo


relativo; y entre otras cosas, tambien lo que implica el acompañamiento de otra palabra como lo es la
Fe, y aquí, ya estamos en terreno de lo conocido, lo utilizado, lo trillado y ya muy desgastado que
torpemente han mal utilizado algunas religiones. Aquí; sin embargo, partimos de la premisa de que para
que el hecho fundamental que da vida a la vida de Jesús, el Cristo para que ahora nuevamente tenga
sentido es la existencia del espíritu Santo en el ser humano; sin lo cual, nada tiene sentido; de tal suerte,
que éste ha de ser demostrado como un HECHO incuestionable.

¿Qué es el espiritu Santo?, ¿Es una entidad divina que contiene y entiende lo divino?, ¿Qué es una
entidad divina?, ¿Es un ángel o una presencia divina?, ¿Qué es la presencia divina?. De manera
inobjetable, la presencia divina o presencia de lo sagrado ha de significar la presencia de Dios para el ser
humano, o en el ser humano. Aquí, estamos en terrenos muy intrincados por el abuso y dervitualizacion
de lo que ha de resultar el significado de la palabra "Dios". A fin de ser sencillos en nuestra
comunicación y no caer ni generar controversias de ninguna índole quizás nadie estará en desacuerdo
que una o tal vez la mayor de las cualidades atribuidas a Dios y a lo que ha de ser concebido como
atributo o cualidad de lo que ha de ser divino es el "Amor". Evidentemente; tanto la palabra Dios como
la palabra Amor han sido exageradamente utilizadas desde tiempo antiguos hasta el día de hoy llegando
al desgaste resultado de su abuso en el lenguaje siendo no más que unas palabras como tantas, aunque
se haga cierta reverencia sólo es de forma superflua ya que muchas veces no influye ni impacta en la
médula y en las entrañas del ser humano para moverlo de sus temores, egoísmo, violencia, y muchas
otras fragilidades aunque de forma verbal encuentre cierta , o momentánea fortaleza ésta no dura
mucho y termina sucumbiendo ante el remolino de sentimientos y emociones diversas muy propias de
nuestra "naturaleza' humana.

¿Qué es el amor?, ¿Es una creencia, una idea, un sentimiento o emosión pasajera?, ¿Es tan solo una
reacción física derivada de reacciones químicas en nuestro cerebro como instinto de protección y
supervivencia heredada, acaecida y transmitida en algunos seres humanos atravesó del ADN?, ¿Qué es
el amor?.

Quizás la mayoría estemos de acuerdo en aceptar que Amor es el equivalente a los que ha de significar:
Unión sin conflictos ni conttadicciones. Así tenemos que donde hay Unión entre seres humanos sin
contradicciones ni conflictos hay Amor. Necesariamente cuando hablamos de Unión hablamos de dos o
más elementos, ya que de sólo existir o haber un sólo elemento no hay ni existe tal cosa; lo cual, es
obvio, lógico y evidente. De ésta forma, quizás nos damos cuenta que si hablamos o hacemos referencia
de la palabra Amor invariablemente también hablamos de la existencia o necesidad de dos elementos
para que suceda lo que ha de significar la palabra Amor observada como unión, ni mas ni menos.
Recapitulando, tenemos que la palabra, el concepto o punto clave que marca la base que da sentido y
significación a la existencia de Jesús, el Cristo es el "espíritu Santo", y que éste es el equivalente en el ser
humano de lo que ha de ser, significar y resultar la evidencia y el contacto con lo que es o ha de ser
divino, o sagrado. A su vez; el atributo o cualidad de lo que a de ser divino es el Amor siendo éste ante la
diversidad de significados que la palabra implica y significa; y a fin de ser claros y sencillos en nuestra
comunicación para facilitar la comprensión y entendimiento mutuos, que el Amor es entre otras muchas
cosas "Unión sin contradicciones ni conflictos". Observando así las cosas ¿Qué relación tiene la palabra
"espíritu Santo" con la palabra "Amor";la cual, es entre muchas otras cosas observada (al menos aquí
para facilitar nuestra comprensión y entendimiento) como Unión sin contradicciones ni conflictos? No se
trata de armar, derivar u obtener una simple deducción intelectual para llevar a un acuerdo unánime
para estar conformes. Se trata de descubrir el elemento verdadero que sea directamente observable,
comprobable, experimentable, demostrable y sustentable de algo que pocas veces o que nunca se
somete a escrutinio honesto más allá de las palabras, las ideas, las creencias, las teorías y la fe.

Honestamente; no sé sobre la existencia del espíritu humano, menos del espíritu Santo; no obstante, se
de la existencia del Amor sin contradicciones ni conflictos más allá de las palabras, las creencias, las
ideas, las teorías y aún de la fe.

Partamos de la comprensión y entendimiento de algo que ha de ir más allá de la comprensión y el


entendimiento, partamos de observar lo que es, o no es el Amor...

El amor; observado como Unión sin contradicciones ni conflictos, evidentemente no contiene: temor,
celos, envidia, peleas, discusiones, desacuerdos, no es un simple y voluble sentimiento ni emocion
pasajeros, ni un acto sexua ni fisico momentaneo o temporal. Si en el Amor hay Unión en él no hay
divisiones, ni las crea, ni las genera, ni las fomenta, ni las provoca, ni las propicia, ni las mantiene, ni las
incentiva ¿Es lo que observamos honestamente en las religiones actuales?, ¿Eslo que leemos en la
Biblia?. El amor no es una promesa futura ya que el Amor no es la palabra Amor sino lo que se descubre
más allá de ésta. Tampoco es una condición o condicionante de ninguna forma. Siendo que el Amor no
es la palabra Amor si no lo que se descubre más allá de ésta tampoco lo es su explicación ni su
significado verbal o intelectual queda cuestionarnos a nosotros mismos ¿Hay amor en mí ahora, no lo
hay, o todavía no lo he descubierto?, ¿Hay en mis entrañas, en mi sangre, en mi mente, en mi corazón,
Amor o Unión sin contradicciones ni conflictos?. Cuando hay Unión evidentemente hay, se crea, se
genera y se mantiene la unidad de dos o más elementos de forma armónica; de lo contrario, no hay
Unión ni unidad. Sugiero empecemos a observarnos a nosotros mismos...

¿Tenemos, observamos y escuchamos unidad interna; es decir, entre lo que pensamos, sentimos y
hacemos? La mayoría de nosotros no tenemos unidad interna y que reiteradamente pensamos,
sentimos y hacemos cosas distintas. De ésta falta de unidad interna surgen nuestras contradicciones y
conflictos internos y en correspondencia, externos, ¿O puede ser de otra manera? Ahora; el hecho es
que continuamente estamos y tenemos falta de unidad y de armonía interna. Es aquí, y ahora, el
instante en el que nos damos cuenta de nuestra realidad; nuestra realidad es la falta de unidad o de
armonía que posibilite el hecho que ha de significar el descubrimiento de lo que ha de ser el Amor.
Puedo estar equivocado; pero considero que la raíz de nuestra falta de unidad interna es la separación
que hay entre nuestra mente, nuestras emociones, nuestros sentimientos, nuestro corazón, nuestro
cuerpo y de los hechos y acciones que de todo ello se derivan; evidentemente, hay y observamos, la
falta de armonía; la cual, en el ser humana y para el ser humano, es lo que señalamos como: la Felicidad.

Así nos damos cuenta, si hemos investigado bien, que donde hay felicidad hay unidad, y donde hay
unidad hay Unión, y aquí es donde se descubre y encuentra uno siendo uno con el Amor.

El AMOR OBSERVÁNDOSE EN EL ESPEJO O ASÍ MISMO "COMO LO QUE ES SIENDO LO QUE ES"

El espíritu santo independientemente de lo que sea y como sea indudablemente y entre otras cosas ha
de ser y significar Amor. Ante nuestras realidades humanas evidentes históricamente hablando donde
impera la falta de armonía, de felicidad y de unidad tanto en lo individual y derivado de ahí en lo
colectivo quizás nos percatamos que aquí el problema no es la existencia, o no de Jesús, el Cristo; si no
de aquello que ha de descubrirse directamente en uno mismo. ¿Cuales son las palabras y el mensaje
verdaderos de Jesús, el Cristo que revelan y derivan en todo esto? , ¿Es el Amor una cuestión de
palabras contenidas en un mensaje?, o quizás ¿ Es el Hecho de unión o de Unidad que anuncia un ser
humano con lo que es o ha de ser considerado verdaderamente sagrado?.

El primer hecho que ha de significar y concebirse como algo sagrado por alguien sensato, es en sentido
literal el hecho que es la vida misma por sí misma, ya que evidentemente, es atraves de ella que se
posibilita todo lo demás, incluido el Amor; ésto es obvio.

El punto central en la historia conocida de Jesús, el Cristo no es su muerte, ni su sacrificio; lo es su


resurrección no sólo espiritual sino física lo que ha de darle valor y peso todo su mensaje y sus obras
según lo escrito en el nuevo testamento; sin embargo, es evidente la urgencia de continuar
fortaleciendo su figura y su personaje por encima de la acción misma que se ha de dar en la vida de
quienes lo observaron y lo escucharon en lo concerniente a la transformación de sus vidas de un estado
falto o carente de amor y de felicidad por uno desbordante de todo ésto, y más , de ésta forma pregunto
¿Porque los evangelios dan más realce y peso a la figura de Jesús por encima de la acción sanadora en
las vidas desdichadas, precarias y enfermas de quienes lo vieron y escucharon?; es decir, ¿Porqué no es
el valor y el peso de la acción misma que es sanadora la que da evidencia del mensaje de Cristo, y no el
evidente empeño de divinizarlo de inicio a fin para hacerlo objeto de adoración?. Lo que quiero decir es
que si la acción sanadora demostrada por Cristo es tan contundente ¿Qué necesidad hay de poner por
escrito algo que no lo necesita debido a su contundencia y efectividad ante la cual no hay quien se
oponga de manera definitiva? Para mí es evidente el empeño e interés pasado y presente de hacer de
Cristo una doctrina y no un aprendizaje vivo de lo que ha de ser y significar lo que ha de ser sagrado en
la vida en si misma y por sí misma: El descubrimiento de una nueva vida de unión, armonía y felicidad.

Hoy observamos un mundo dividido en los ámbitos religiosos, económicos, sociales, educativos donde
las ideas nacionalistas son las que rigen la voluntad y la conducta humanas derivando en infinidad de
contradicciones y conflictos entre seres humanos; lo cual, niega la efectividad de lo que ha de ser y
significar algo más que el mensaje de Cristo en la vida de los seres humanos, ya que incluso Cristo
mismo apostó el todo por el todo con la conviccion que sólo puede dar, observar, ofrecer y garantizar lo
que es verdadero sustentado y apoyado en la verdad y por la verdad misma siendo así irrefutables
cualquier intento de oponerse más no el hecho evidente propiciado ya sea bien por ignorancia,
imprudencia, insensatez, estupidez, o falta de cordura donde es evidente la mano inapropiada e
inoportuna del ser humano para sostener cosas contrarias a la verdad, así como las que son
provenientes y derivadas de ésta más allá de las palabras, las ideas y las creencias inventadas por el ser
humano. Con un enfoque de lo que ha de ser primordial en la vida de todo ser humano que es el
descubrimiento de la felicidad en aquellas vidas que no son felices es como nos cuestionamos haciendo
referencia a la vida de Cristo ¿Qué fallo: el mensaje, el mensajero o ambos siendo que ambos presumen
ser, sustentarse y apoyarse en la verdad? En lo personal considero que lo que falló, continúa y
continuará fallando es la pretenciosa religión fabricada en torno a la figura de Cristo, más no así el
significado de lo que es Cristo mismo; un Cristo incomprendido según lo muestran y lo demuestran los
hechos que observamos y escuchamos en todo el mundo. Hoy observamos y escuchamos un mundo
religioso que siempre ha defendido y enaltecido su creencia y su fe aún a costa del sometimiento
violento de su palabras y mensaje de "amor y paz" en medio de un mundo que observa todo lo contrario
aún en aquellos que profesan y defienden aún a costa de su propia vida acompañadas de su creencia y
su fe. No obstante; lejos de ser desalentador lo anterior, ha de ser observado sólo como algo errado y 3l
resultado de lo que no es verdadero ni está basado en la Verdad.

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