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GRADO EN HISTORIA DEL ARTE

Facultad de Geografía e Historia


Curso 2021-22

Comentario crítico personal:


La poética del agua en el islam

ARTE ISLÁMICO E HISPANOMUSULMÁN


Julia Perfecto Arribas
El escrito titulado La poética del agua en el islam de José Miguel Puerta Vílchez
publicado por Ediciones Trea en 2011, contempla al agua como elemento esencial de la
vida y la religión islámica unido a las representaciones del vergel y del Paraíso,
convergiendo en un análisis detallado de los conceptos y textos islámicos en relación
con las imágenes visuales y arquitectónicas materializadas por los mismos.
José Miguel Puerta Vílchez es un profesor titular de Historia del Arte en la Universidad
de Granada, lo que explica que se refiera en gran parte a lo largo del libro a textos y
obras de arte de esta ciudad. Además, cuenta con otros estudios y artículos publicados
en torno a los distintos poetas musulmanes del antiguo reino nazarí de Granada, su
pensamiento estético y religioso y sus construcciones.1
El objetivo de este trabajo es realizar un recorrido por los poemas y textos islámicos en
relación con el agua, el jardín y el vergel, para comprender los espacios que toman cada
uno de ellos en la arquitectura y vida islámica.

En primer lugar, el autor sienta las bases de su discurso en el preámbulo, donde explica
que la razón por la que el agua es tan imprescindible para el islam podría ser por su
inicial relación con el desierto y los oasis, lo que les incentivó a sacralizarla. Por lo que
en el primer capítulo comienza a explicar esta sacralización del agua y que se debe a la
visión coránica de que el agua es un elemento de la vida del Más Allá y del Paraíso
prometido. Además, según la visión del orden cósmico coránico, el agua desciende del
cielo y mana por toda la tierra como creación divina y, por este motivo, es que surge
como elemento purificador por excelencia. Incluso se considera a la lluvia como un
agua que desciende para eliminar la suciedad de la ignorancia; por lo que el agua
también es un elemento asociado con la certeza.
Este aporte inicial del autor está bien empleado al inicio del libro ya que sienta las bases
del significado del agua para los musulmanes, lo que es imprescindible para abordar los
temas siguientes.
Por otra parte, al ser el agua transmutada en vergel, origina que el color predominante
de la creación sea el verde, asociado con el buen lugar, la creación divina, el Paraíso
prometido y el propio islam. De hecho, en el segundo capítulo, abarca el tema del
paradigma estético del vergel en relación con las imágenes y conceptos relativos al agua
y al vergel terrenal. Aquí hace referencia a las palabras de Alhacén, quien explica que
cada color produce belleza por sí mismo, y que por esto se encuentra belleza en los
tejidos, flores, luces y vergeles. Esto explica la concentración floral del jardín que le
aporta luminosidad y cromatismo, del mismo modo que el verdor, las aguas y los juegos
de luz, transparencia y reflejos, son factores estéticos que aligeran el jardín. Incluso se
decía que las superficies acuosas, junto al vergel, invitaban a la poetización de las
mismas.
El vergel o jardín islámico, como hemos visto a lo largo del texto, es una alusión al
jardín del Paraíso el cual estaría cubierto de árboles, agua, plantas y otros elementos de
la naturaleza. Esto se debe principalmente por el desarrollo de la religión islámica en el
desierto, ligado a la mentalidad árabe que concibe al jardín como sinónimo de bienestar
y felicidad, ya que la flora allí era muy limitada.

1
José Miguel Puerta Vílchez. (1988–2021). [Conjunto de datos]. Dialnet.
https://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=70905
En el tercer capítulo el autor profundiza en el protagonismo del agua, la vegetación y el
jardín desde las primeras manifestaciones de la civilización islámica en evocación del
buen lugar paradisíaco. Entre estas representaciones destaca la utilización del trono
sobre agua después de la Creación para manifestar la soberanía divina. Es por esto que
el agua también se concibe como un sinónimo y metáfora de la generosidad del
soberano. Este tema también se encuentra en la cerámica cortesana y, principalmente,
en cantaros de almacenaje, los cuales magnifican en tamaño y volumen la decoración de
las jarras que se encontraban en la entrada de las alcobas de los palacios nazaríes como
símbolo de la davosidad del soberano que calma la sed de sus súbditos y visitantes.
La razón por la cual el agua expresa la omnipotencia divina es porque en el islam, Dios
es quien tiene poder sobre la misma, pudiendo crear oasis o convertirlos en desiertos, es
por esto que la presencia de agua se considera como un acto de generosidad. 2 Esto se
ejemplifica en el Corán en la Sura de La Luna, donde se dice: “Infórmales de que el
agua debe repartirse entre ellos y de que beberán por turno”. 3 Además, dentro de la
población musulmana el agua era considerada como un bien de la comunidad
En cuanto a la caligrafía y ornamentación vegetal del arte nazarí, se abre una nueva
dimensión de meta-arquitecturas verbales con vergel, es decir, caligramas
arquitectónico-vegetales, que en ocasiones se complementan con sugerencias a
superficies acuosas en los alicatados del zócalo. Dicho esto, en el cuarto capítulo el
autor explica como al-Andalus renueva la tradición de la construcción de paraísos y
vergeles según los principios de la hidráulica, la jardinería y la arquitectura, siendo
estas, según Ibn Jadūn, una parte integrante de la construcción. Esto se debe a que el
agua, además de dotar de servicios, baños e higiene; diseminan los espacios acuosos y
vegetales, creando un intramuros que alude a la imagen idílica del Paraíso.
Además, en Granada no solo tuvieron gran protagonismo el vergel y las aguas, sino que
también se añadieron ricos programas poéticos a los que se hace mención en el quinto
capítulo, donde el autor hace un recorrido por el archivo o memoria de los árabes sobre
las poetizaciones del vergel y el agua. En al-Andalus, este archivo generó una gran
poetización del palacio como espacio con agua fluyente y estática, ajardinado y
paradisiaco en diversos soportes literarios. En estos poemas trataban los paraísos
edificados por al-Mutamid, descripciones del Jardín Elevado e incluso idealizaciones
poéticas de sus propios palacios por parte de los monarcas.
Atendiendo a la idea anterior del autor de que las superficies acuosas y ajardinadas
invitan a la creación poética, que se realicen poetizaciones de los mismos no es de
extrañar, incluso en relación con la arquitectura, siempre que esta esté al servicio de
Dios.
Asimismo, en relación con las poetizaciones del vergel, en el sexto capítulo, se aborda
la metáfora paradisíaca nupcial. Esta metáfora abarca distintas metáforas idealizadoras
propias del jardín y de la novia, y el la que transmuta al lugar convertido en vergel con
los elementos característicos de la novia, a su vez descrita con los elementos propios del
vergel; manteniendo las temáticas acuosas y paradisiacas.

2
Trillo San José, C. (2006). El agua en al-Andalus: teoría y aplicación según la cultura islámica. Revista
Tecnología del agua, 271. Recuperado 16 de abril de 2022, de https://www.ugr.es/~ctrillo/Revista
%20Tecnologia%20Agua.pdf

3
Corán 54:28
Finalmente, en el último capítulo expone los conceptos de Jardín Feliz, sepultura-jardín
y el más acá. En resumen, el Jardín Feliz es la mayor recreación poética y áulica del
jardín-paraíso, en la cual el agua relaciona los espacios palaciegos. Por otra parte, el
concepto de la sepultura-jardín surge de la relación del islam con la inmortalidad y el
Más Allá edénico; mientras el más acá, es un concepto que analiza el agua y el vergel
desde esta perspectiva más cotidiana, tomando el agua un valor sentimental, relacionado
con las lágrimas y el dolor ante la fugacidad de la vida.
Estos conceptos suponen puntos clave en el pensamiento musulmán, sobretodo en los
dos primeros, ya que en el caso del Jardín Feliz, este supone la base de la forma del
jardín ideal islámico. Además, hay una interrelación entre los significados de sepultura
y del jardín, ya que en el Corán se dice que Dios daría de beber a su pueblo el Día de la
Resurrección, por lo que se relaciona con el agua y la idea de eternidad.

En relación con el soporte de los argumentos del autor, estos se encuentran bien
fundamentados y sus fuentes son absolutamente legítimas, ya que suele tomar de
referencia el Corán y textos originales de la época, además de especificar en forma de
notas a pie de página distintos aspectos que clarifican sus argumentos. Otro aspecto,
también muy importante a la hora de abarcar una cultura o civilización muy distinta a la
suya propia, incluyendo la diferenciación del idioma, es añadir el concepto en su lengua
original, sea entre paréntesis o no, ya que aunque trate de asimilar los conceptos
coránicos escritos en árabe a las palabras existentes en el español, estas no son del todo
precisas. Esto también ocurre cuando cita textualmente aleyas del Corán o textos
antiguos, los cuales primero entrecomilla y después explica o saca sus propias
conclusiones de ellos, esto es de gran utilidad ya que acerca al lector a la fuente original,
haciendo que pueda entender mejor los argumentos del autor.
En cuanto al hilo narrativo de la obra, desde un primer momento conocemos las bases
del discurso y el objetivo del autor, ya que se muestra en el preámbulo, y en el primer
capítulo presenta los conceptos de los que se discutirá a lo largo del texto, lo que
permite a un lector menos familiarizado con el tema entender perfectamente el conjunto
del libro. Sin embargo, en ocasiones parece perderse del hilo argumentativo principal
para mencionar gran cantidad de ejemplos de temas secundarios o de temas que después
se abordarán de manera más extensa. Este exceso de ejemplos también pueden hacer
que el lector pierda atención en el texto, aunque para esto son de gran utilidad las
imágenes que permiten unir las ideas del autor con un ejemplo visual y representativo
que apoye y evidencie el argumento escrito. De hecho, la utilización de imágenes a lo
largo del libro es de variedad muy extensa, utilizando imágenes de maquetas, planos,
mapas y fotografías de arquitecturas y fotografías de esculturas, fuentes, cerámicas,
miniaturas, caligrafía en distintos soportes, jardines y albercas.
Por otra parte, aunque el argumento principal del autor se encuentra durante todo el
texto, no finaliza con una conclusión que resuma brevemente sus ideas, lo que te deja
una sensación agridulce de no haber concluido el libro, pero que también invita a la
reflexión.

En definitiva, el libro de José Miguel Puerta 4 explica detalladamente los distintos


espacios y motivos que involucran al agua en el islam, y que este se encuentra
claramente ligado con la purificación, el vergel y el Paraíso, que en el plano terrenal se

4
Puerta Vílchez, J. M. (2001). La poética del agua en el Isalm. Trea.
manifiestan en el jardín. Y acompaña este planteamiento con textos (literarios y
poéticos) e imágenes que esclarecen sus ideas.

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