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DIVERSIDAD CULTURAL DEL ESTADO

1.1 La cultura

Cultura se refiere al conjunto de bienes materiales y espirituales de un grupo social


transmitido de generación en generación a fin de orientar las prácticas individuales y
colectivas. Incluye lengua, procesos, modos de vida, costumbres, tradiciones, hábitos,
valores, patrones, herramientas y conocimiento.

La cultura es el resultado de la acumulación de experiencias y de la adaptación a diferentes


circunstancias, que tuvo una población durante un largo período. Es la cultura la que
garantiza la supervivencia del grupo social.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura


(UNESCO) definió a la cultura como “el conjunto de los rasgos distintivos espirituales y
materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o a un grupo social y
que abarca, además de las artes y las letras, los modos de vida, las maneras de vivir juntos,
los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias”.

La función de la cultura es garantizar la supervivencia y facilitar la adaptación de los


sujetos en el entorno.

Cada cultura encarna una visión del mundo como respuesta a la realidad que vive el grupo
social. No existe, por lo tanto, ningún grupo social carente de cultura o "inculto". Lo que sí
existe son diferentes culturas y, dentro de estas, diferentes grupos culturales, aun con
respecto a la cultura dominante.

El concepto de cultura ha variado a lo largo de la historia. En su origen etimológico, la


palabra cultura proviene del latín cultus que significa “cultivo” o "cultivado". Este término
es el participio pasado de la palabra colere que significa 'cultivar'.

En la Edad Media, cultura designaba un terreno cultivado. En el renacimiento apareció la


idea del hombre "cultivado", es decir, alguien instruido en literatura y bellas artes.
A partir del siglo XVIII, se comenzó a usar sistemáticamente el término cultura para referir
al conocimiento ilustrado. En el siglo XIX cultura abarcó también los buenos modales y
costumbres.

Con el desarrollo de las ciencias sociales en el siglo XX, el sentido de cultura se ha ido
ampliando, hasta dar con el que le atribuimos en la actualidad.

Toda cultura se conforma por un conjunto de elementos básicos. Los más importantes son
los siguientes:

Elementos cognitivos: se refiere al saber acumulado dentro de una determinada cultura


para la supervivencia frente a la naturaleza y la adaptación dentro del grupo social.

Creencias: abarca el conjunto de ideas que el grupo cultural establece acerca de lo que es
verdadero o falso. Se vincula con el sistema de valores.

Valores: son los criterios que sirven como modelos evaluadores de la conducta, ya que
orientan los que se consideran principios y actitudes aceptables o inaceptables para
garantizar la continuidad del grupo.

Normas: son códigos de acción específicos que regulan la relación entre los individuos con
base en los valores compartidos. Incluye el sistema de sanciones. Existen dos tipos de
normas:

Normas prescriptivas: señalan los deberes y obligaciones.

Normas proscriptivas: señalan lo que no se debe hacer.

Sistema de signos y símbolos: son todos los recursos comunicativos arbitrarios y


convencionalizados que utiliza el grupo social para transmitir mensajes. Podemos
mencionar el lenguaje, la escritura, los signos gráficos y los símbolos.

Formas no normativas de conducta: son aquellos rasgos de comportamiento que


diferencian a un grupo social de otro, incluso dentro de una cultura compartida. Es lo que se
llama idiosincrasia.
Otras aproximaciones a los fenómenos culturales establecen como elementos de la cultura
los siguientes:

La cultura inmaterial o espiritual, corresponde a la cultura que se transmite por tradición


oral. Por ejemplo:

 Sistema de creencias;
 Valores;
 Lenguaje;
 Música;
 Leyes, etc.

La cultura material, es la que se representa de manera material, como la tecnología, los


bienes de consumo cultural y el patrimonio tangible. Por ejemplo:

 Arquitectura;
 Artes plásticas;
 Vestimenta;
 Cocina;
 Herramientas;
 Armas, etc.

1.2 Pluricultural

La pluriculturalidad o pluralismo cultural es la condición de cohabitación más o menos


organizada de diferentes culturas, etnias o pueblos en un mismo espacio territorial,
compartiendo un devenir histórico y político, y constituyendo una misma totalidad
nacional.

Se trata de la existencia dentro de una misma nación de diversas culturas que se integran de
maneras diferentes y desiguales, desarrollando lazos complejos entre sí y conformando un
todo sumamente diverso.
Así, un país puede denominarse pluricultural cuando tiene una historia de intensas mezclas
culturales que determinan su sociedad actual, como es el caso de los países
latinoamericanos, cuya identidad cultural está compuesta por una hibridación de las
culturas europea, nativa y africana.

En este sentido, son pluriculturales aquellos países o Estados en cuyos territorios cohabitan
distintas etnias o grupos culturales con tradiciones, costumbres, creencias y lenguas
diferentes.

Las sociedades pluriculturales se caracterizan por tener potencialmente una gran riqueza
cultural, gracias a la aportación de los diversos elementos que conforman la historia, las
tradiciones y la imaginería de las diferentes culturas.

En la pluriculturalidad, es fundamental que las diferentes culturas convivan, se respeten y


se toleren, independientemente de que sus relaciones sean más o menos armoniosas, y es
importante, también, que el Estado provea y contemple los mecanismos necesarios para
asegurar la participación e integración armoniosa de los diversos grupos.

Las situaciones sociales pluriculturales son comunes en países que tienen un pasado de
dominación colonial por parte de una potencia extranjera. Usualmente, la pluriculturalidad
se da debido a la coexistencia en el mismo Estado de la cultura de la antigua potencia
colonial y de los diferentes grupos indígenas que habitan el territorio.

El pluralismo cultural puede referirse o demostrarse en distintos referentes culturales, como


pueden ser la lengua (pluralismo lingüístico), la religión (pluralismo religioso), la comida
(pluralismo gastronómico), siempre y cuando exista entre los elementos involucrados un
cierto margen de asimilación, compenetración e intercambio. Si los grupos culturales
coexisten de manera aislada, sin tener relación alguna entre sí, no se considera un caso de
pluriculturalismo.

En una sociedad pluriculturalista se aceptan en mayor o menor medida como propias las
diversas manifestaciones culturales. Sin embargo, no necesariamente están al mismo nivel
y pueden existir tensiones culturales y sociales, formas de discriminación y de lucha
cultural. Por otro lado, estas fricciones forman parte de la cultura del país, y a menudo
determinan sus leyes y su rumbo político.

Pluriculturalidad en México

Desde 1992, la nación mexicana se reconoce a sí misma como un país pluricultural (así lo
establece la Constitución vigente), ya que en su seno coexisten diferentes naciones
indígenas, descendientes de la antigua Mesoamérica, y que han alcanzado diferentes niveles
de integración en la cultura dominante, propensa como en toda América Latina a visibilizar
su herencia española por encima de sus raíces locales.

Con este gesto y con los esfuerzos por preservar las lenguas nativas en la escolarización
(como el náhuatl o el maya), México hace notables esfuerzos por rescatar su acervo cultural
y enriquecer su cultura, generando así una conciencia distinta, que podría tildarse de
pluricultural: en lugar de pensar que existe una sola cultura oficial, comprender que esta
última tiene diferentes raíces y que todas son, en principio, igual de válidas y de
importantes. En ese sentido, México ha dado un primer paso importante hacia la
interculturalidad.

1.3 Multiculturalidad

En un sentido amplio, el multiculturalismo o multiculturalidad apunta a la presencia de


múltiples tradiciones culturales cohabitando una misma sociedad, sin tener que sacrificar
para ello sus respectivas identidades; es decir, a un amigable pluralismo étnico y cultural.

Personas de diferente origen étnico, religioso y lingüístico hacen vida en naciones fundadas
a partir de una identidad nacional más estricta. Esto, obviamente, es el escenario ideal para
tensiones y rivalidades, pero también de un enriquecimiento significativo de la cultura
receptora.

Una sociedad multicultural, en cambio, permite la integración sin sacrificar en el proceso la


identidad de las culturas minoritarias, proponiendo un espacio para que existan como
iguales en todo sentido.
Ricard Zapata señala que la multiculturalidad “ni es un problema ni un ideal. La
multiculturalidad es simplemente una realidad”. El concepto puede ser entendido como
hecho (realidad observable) y como valor (un ideal). Como hecho, la multiculturalidad
describe la evidencia de “la coexistencia dentro de un mismo territorio (estatal) de culturas
diferentes”. Y, como valor, se le asigna a esa realidad juicios en donde el modelo de
sociedad es aquel en donde la relación entre todas las culturas existentes es de igualdad y
donde todas ellas tienen un mismo reconocimiento en la esfera pública.

En un lugar multicultural, hay diversas culturas que dialogan entre sí, enriqueciéndose
mutuamente pero sin dejar de lado sus rasgos distintivos. Existen, por lo tanto, distintas
tradiciones culturales que comparten un mismo espacio en armonía.

Cuando estas culturas cohabitan en una región, se habla de multiculturalidad. En estos


casos, no hay una cultura que se imponga sobre el resto y avasalle a las demás, sino que
prevalece el respeto y la valoración positiva de las diferencias.

Asimilación y segregación

No siempre que se registra la presencia de dos o más culturas en un territorio se genera la


multiculturalidad. En ocasiones, no hay concordia entre las etnias y se desarrollan
conflictos que pueden tener diferentes magnitudes y alcances.

Cuando una etnia o colectividad es absorbida por una comunidad dominante, se produce la
asimilación cultural. En este contexto, la etnia minoritaria pierde sus costumbres, rituales y
modos de vida, adoptando las características culturales mayoritarias.

La asimilación puede derivar en el abandono de una lengua o un dialecto, por mencionar


una posibilidad. También pueden quedar en desuso prácticas y actividades que
conformaban la identidad del conjunto. Cabe resaltar que, si bien la asimilación puede ser
un proceso voluntario (como sucede con los inmigrantes que pretenden integrarse al
territorio que los acoge), lo habitual es que se lleve a cabo de manera violenta o forzada
(como ocurre con la colonización).
Otra posibilidad que atenta contra la multiculturalidad es el impulso de la segregación. Si
desde el sector dominante de la sociedad se separa o aísla de modo sistemático a una etnia,
no se favorece el diálogo ni la integración.

1.4 Intercultural

La palabra interculturalidad se refiere a las relaciones de intercambio y comunicación


igualitarias entre grupos culturales que diferentes en atención a criterios como etnia,
religión, lengua o nacionalidad, entre otros.

Por principio, el término no reconoce superioridad de una cultura sobre otra,


independientemente de la relación entre mayoría-minoría.

La interculturalidad apunta a construir una sociedad más democrática al visualizar,


describir y valorar igualitariamente los modos de apropiación y reelaboración de
significados entre diferentes grupos.

Está referida a los procesos de interrelación y comunicación de saberes, códigos, patrones y


valores entre diferentes grupos culturales, entendiendo que existe igualdad entre sujetos,
independientemente de la posición que ocupen en el sistema.

La Unesco refiere este concepto en su página web como "la construcción de relaciones
equitativas entre personas, comunidades, países y culturas".

La pertinencia de esta definición se justifica en el marco de las sociedades globalizadas


actuales, que arrastran históricamente el peso de la perspectiva colonizadora, en la cual el
sector mayoritario o dominante se ha pretendido erigir como un "modelo cultural superior".

En este contexto, las palabras mayoría o minoría no se refieren al número de individuos que
conforman un grupo, sino al modo en que el poder es ejercido. Así, será "mayoría" aquel
grupo que ejerza la hegemonía cultural, y será "minoría" el grupo que no tenga el control
del poder.

Se hace evidente que este término tiene como propósito la reivindicación y comprensión de
la diferencia cultural, en atención a variables de tipo histórico, político, cultural,
antropológico, ambiental, entre otras.
Principios de la interculturalidad

La interculturalidad supone la aplicación de una serie de principios, que hacen de este un


concepto complejo. Entre ellos tenemos:

 Reconocimiento de la ciudadanía.
 Reconocimiento del derecho a ejercer la identidad originaria de los pueblos.
 Rechazo a las formas de imposición de la cultura hegemónica y marginación de la
cultura minoritaria.
 Comprensión de las culturas como fenómenos dinámicos.
 Comunicación horizontal.

Etapas de la interculturalidad

La cultural occidental ha tomado consciencia hace relativamente poco de la noción de


interculturalidad. Por ello se hace necesaria una reeducación. Toda educación tiene una
metodología. La interculturalidad también debe seguir una serie de etapas para poder lograr
el objetivo. Estas son:

 El respeto mutuo: implica saber reconocerse como iguales en el escenario de


intercambio, reconocer la otredad, ejercer y permitir la libre expresión y saberse
escuchar mutuamente.
 El diálogo horizontal: supone generar relaciones con igualdad de oportunidades,
relativizando el propio punto de vista.
 La comprensión mutua: se refiere a la disposición empática a comprender a los
otros.
 La sinergia: se enfoca en apuntar hacia resultados donde la diversidad se vuelve
fortaleza.

¿Interculturalidad, multiculturalidad o pluriculturalidad?

El término de interculturalidad puede confundirse fácilmente con el de multiculturalidad o


pluriculturalidad. Aunque se relacionan semánticamente, no significan lo mismo.
Los términos multiculturalidad o pluriculturalidad se refieren a la situación en la que
diferentes culturas coexisten y hasta se influyen, pero esto puede ocurrir
independientemente del reconocimiento mutuo o, incluso, independientemente de que las
personas se relacionen entre sí. Diferentes grupos culturales pueden coincidir en un
espacio-tiempo, pero sin existir comunicación entre ellos.

En su lugar, el término interculturalidad se refiere a la interacción desde un enfoque


igualitario entre las culturas o sectores diferentes de una sociedad, a la relación. Es decir, es
un término relacional.

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