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Teoría de la Comunicación.

Alexa Suhay Paomier Lobaina.

La Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) es una organización que agrupa a los


periodistas cubanos y tiene como objetivo principal la defensa de sus derechos e
intereses profesionales. En sus estatutos, se establecen los deberes y derechos de los
periodistas, así como los mecanismos para su protección. Entre estos deberes se
encuentran los siguientes:

- Ejercer su profesión con ética y responsabilidad.

- Respetar la verdad y los principios del periodismo. "El periodista debe buscar la
verdad de los hechos, contrastar las fuentes y los datos, y ofrecer una información
veraz, objetiva, contextualizada y rigurosa. El periodista debe respetar los principios del
periodismo y el derecho de las personas a la privacidad y a la imagen"

- Defender la soberanía e independencia de Cuba.

- Contribuir al desarrollo de la cultura y la educación del pueblo.

- Mantener la confidencialidad de las fuentes de información.

Así mismo garantiza:

- Acceso a la información y a las fuentes de información. (Aunque aún hoy se


experimenta el usual “peloteo” por parte de directivos o instituciones ante temas
polémicos y se debe poseer un permiso para abordar temas que incumban a ciertos
ministerios como el MINFAR)

- Protección contra la censura y la autocensura. (En estos últimos años donde el


acceso a redes ha conllevado a una guerra mediática por partes de los EEUU y esta ha
sensibilizado cada tema que se toque en prensa cubana, llegando a sensacionalizarlo o
sacarlo de contexto. Como consecuencia directa se evitan tópicos de interés ciudadano
censurando este tipo de contenido)

- Protección contra la violencia y la intimidación.


- Derecho a la formación y al desarrollo profesional.

El Código de Ética del Periodista en Cuba por su parte, es un documento que establece
los principios y normas que deben regir la conducta de los periodistas en el ejercicio de
su profesión.

Este es una herramienta importante para la defensa de los derechos de los periodistas
y para la protección de su integridad física y moral. Por su parte fomenta la calidad del
periodismo y fortalecer la credibilidad y la confiabilidad del periodismo cubano con el
pueblo en general.

Representa una guía clara y precisa para el desarrollo de la labor, sin embargo, el
cumplimiento estricto de este puede llevar a la autorregulación desmedida, dígase
autocensura por parte del propio periodista en temas polémicos, si bien este no es un
objetivo es un daño colateral que nos sigue en estos tiempos en Cuba, llegando a ser
cuestionable y objeto de controversia la credibilidad del propio periodista. Esto por
supuesto sí produce el efecto contrario.

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