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Beatriz Sarlo Tiempo Pasado
Beatriz Sarlo Tiempo Pasado
Cultura de la memoria
y giro subjetivo. Una discusión
por
Beatriz Sarlo
Siglo
velntlun�
editores
Argentina
ÍNDICE
l. Tiempo pasado 9
3. La retórica testimonial 59
4. Experiencia y argumentación 95
Agradecimiento 167
l. Tiempo psado
nen todos los sujetos que van llevándolo (ese fue el enloque
cido final que ni siquiera logró la matanza nzi de los judíos).
films que visitan desde el siglo XIX hasta Troya, las histo
)
rias de la vida privada, a veces indiscernibles del costum
Vistas de pasado
historia mejor.
·•·· .. !�Pi�bJi�_. __
act�alLha _�-��a��.��_y_ ����c� compl�_ta�nente de_.
__
sino cenezas .
mercado su legitimidad.
El giro subjetivo
podía observada.
1 .. F,titc l:t petTut¡uc", en ;\ls dejaiH', !'arí,, Callilllard, l'JSO. ll.a iu
na, J�0íi.]
TIEMPO PASADO 19
nico). Los nuvos sujetos del nuvo pasado son esos "cazado
toconstituyentes.
!
do e inclin�tn a b escucha sistenütica de los ''discursos de 1
debilitaba.
ture du ¡muo u:, l',trís, Minuit, cul. Le sens COllllllllll, J '170. Cuuw se sabe,
a cokcciún eLt dirigida por Pinrc Bounlieu, lo cu�d 110 dej�t de ser llll
dato imponante.
22 BATlZ SLO
Recordar y entend�r
�
i la lucha armad , por ejemplo, parecía trágicamente para
: 1
dójica cuando 1 los militantes eran asesinados. De todos
1
tenciones.
de plantear.
1
en países donde hubo violencia, guerra o dictaduras milita
1
res, se entrelaza con la política.
no es cierto.
Narración de la experiencia
actualizarse.
argumento be1�jaminiano.
cheras, para esa caballería que iba a en-eutarsc cou los tan-
'chr verl:[,s!ich Lll Haus sind / in dcr gedeut:tell \Velt" (lbiner viaria
Rilke, "Uie erste E!egie"; en adelante, s�dvo indicación en coutr:1riu, tll
pítulo está escrito y lleva por título "la muerte del suje
'' Con un;t pcrspéctiva crítica es, sin ctub;ttgo, cxlt.tttslil'il el p:uwra·
ma proporct<llt;tdo por Luc Fcrry y Abin Rcn:udt, /_¡¡ jJ<'JL.\t:,. 68. F,�;r¡{ .1/ll
critor puede escribir bajo esa ilusión, pero nada de eso ga
ra noR est:t ligada por ningún pacto refer encial; nc1 hay pa r e
una verdad.
suadir. Ebbe hail lo deja ver desde sus primeras líneas: la in
mas, y por eso mismo las reglas que lo regulan deben limi
tual, psicológica, ética y compartida con casi todos los que sa
terrible, de prosopopeya.
lectores o escuchas que deben hacer algo con eso que se les
9 CoJIJcnurio
de Giurgio
-\g:JJn
!Jen a Jos escriws de Primo [,e\·i: l.u
sa.mi r inln vi, ti; 1 )ú-1987, Turín, Einaudi, 1 'l'Jí, p. !!G. [L'nn:uislus y
wnvnsaciunD, Lbrcelona, l'.:llÍnsula, l'J'JS.]
46 BTRIZ SARI.O
11 l';llll Ric�r, l.a mémoire, l'histoire, l'oubli, París, Seuil, 2000, p. 2!2.
[ La 1/IC//turia, La /ti;tvlia, el olvido, Madrid, TroLU, 2003.]
CÍTICA DEL TESTIMONIO: SUJETO Y EXPERIENCA 47
glo XXI Ediores, 2002; y la serie de sus anículos en Punto de Vista, desde
eba.
pru En condiciones no judiciales, el testimonio pide
Frente a un problema,
co, 'tsÍ conH> los estudios de Ceorgt·s Cusdorf y Jt·:w St,llobinski. Sin
b:�
. o de externalización y de distancia. Se trata no sólo de
ha soportado.
do un estatuto irrefutable.
:produce el discurso dd anist�t sobre su our;t (En lmsw del jilturu J'erdi
du; cullu a y mnnuria 11 tiempu:; de glubali.aciuri, Buenos Aires, FCE, 2001).
3. La retórica testmonial
los judíos tondió a ser tratado como algo más periférico, un piaconteci
mimlu, para decirlo de algún modo. Hoy lo miramos desde otra perspec
tiva. El Holocausto pasó a ocupar el centro de la conflagración, y se ha
�En los úllimos aiios, por ejemplo, Lt discusión sobre mu�eo y monu
mento abrió oto capíudo. Vé;tse para el caso argentino: Craciela Silves
tri, ""\leuHnia y JllullllllH'llO. El ate eH los limites de a representación"
1.. .\rfuch (nHnp.). fdentidrules, sujdos, subjLividwln, cit. Tamhif:11 los cs
nacionales especíicos.
1
1
Dicho de otro modo: durante un tiempo (no sabemos
introducirle coherencia.4
rís, P o i nts , 1991. [Tiempo y narraión, México, Siglo XXI, 1983.] Se sabe
para exponer una experiencia fictiva del tiem po , por una parte; y, por la
El modo relista-romántico
pora tuaotiGt u11 bife, sus miradas a las mujeres, su ropa a!ildada. La ver
prueiJ�t". v¿t se : �.S., "Cuando la política era joven", }'unto de Vi>lll, IÚ
üui de vbnín Caparrús y Eduardo An gui t:t (Buenos Aires, Nunu:t, 1997
y l9�J8).
72 BTRIZ SLO
"la
ladada escuelita", por deb;�o de las vendas que le im
a
por la ranura del trapo que le tapa los ojos) .12 Por la repeti
cine Masidlo. Sobre Parmoy, véase: Diana Taylor, Disappearing Acls; Spec
talrs uf :mdr a tul Nationalúm in 1\rgrntina 's "Dity v\'ar', Durham y Lon
mo, algunas formas del non iction o las malas novelas (soy
allá de lo que los styetos pensaron que podía serlo y más allá
pasado sino que muestra los límites que la distancia pone pa
me des images, París, Minuit, 2000, pp. 3-37. De acuerdo con Jacques Ran
ciere, Didi-Huberman sugiere que estos objetos nos colocan frente a un
tiempo que desborda los marcos de una cronología: "Ese tiempo, que no
s�e del pasado diferente del que recorre, con espanto, el án
j
e con elb para alcanzar una reconstrucción inteligible, es
car allí las formas presentes de una subjetividad que, sin plan
periencia es interpretable.
se en BeatriL S;tlu, 1-a lxtlal/a de las idws, Buenos Aires, Arid, !00 1, donde
lares. Cbudi;t ( :ihu;m l1a estudiado los debates itlleknuales de t·ste perío
�003. l';u a Ull;t pnsl)l'<'liv;¡ cum¡Jarativa ron el ctso fr.tuc0s, v(,a,,· el a ci
tado libro d,- Jc·;ut-l'icrn· Le CuJl, que realiza, a p rupós i tu de \byo del i8
y los aúos siguieutes, UII estudio cuyo eje es la lliswii;t de las ideas.
88 BATIZ SLO
ti ero y Miguel Murmis, Estudio sobre los on'genes del peronismo, Buenos
Aires, Siglo XXI, 2004 (1971). Y éase para una historia de las ideas sobre
publicaciones, demo del cual los fascículos dt:l Centro Edi to r de Améri-
90 BTRIZ SARLO
para
articular
impulsos
, necesidades y creencias; si el mito
como aquella?
lado, la narración hace sentido del pasado, pero sólo si, co
separada de la subjetividad.
cel, donde estuvo preso casi dos años.3 Fue un desaío; bus
Pinu c h e t, F\CSU inició neg o cia c i o nes con el go bier no le c:llltp ora
e11 Buenos Ai1 es t:tl 1')7•!. Entre 197-l y 197(i, v iaj> v;u"ias veces a Santiago
tido Socialista y el MlR. El 7 de abril ele 1976 a eso de las dos de la mai1a
abril. :stuvo algo m�ís dt· veillle meses en prioión. Salió "pm· opción", :11
cer los textos futuros, ni tener una idea de cuál iba a ser el
bién mi lectura.
sión inicial, para ir dando forma por esa vía a una versión
estructural
ele
Lé.vi-Strauss. nombresy la(1ue
Mencionoestos
ele "La bemba", si. no para se.alar ele qué modo responde a
, aunque
testimonio su materia prima sea testimonial.
uerpo meum:
la elació
� �entre los �res mo:nentos est� d�storsionada por la
.
escasez� informaoon conhable, verosnml, o verdadera, por
\
decir del 'trabajo' de las bembas algo muy semejante a lo 1
que Marx (El Capita, vol. Il, p. 135) afirma acerca del tran )
porte de mercancías, esto es que dicho trabajo se maniies
ducción de mercancías.
comunicativa .
das por los sujetos, como éstos pueden guardar los mensa
tcm�ls, que serán una vez más olvidados. Sin ese círculo don
a
un experiencia se hace presente sólo en una coniguración
cativo se preserva más allá del deseo de los stüetos 1ue inter
sonal no forma parte del ·�uerpo del texto sÍJlO quc eslá
El ensayo quiere ser algo m:ts y algo menos que eso; por cx
La experiencia de otros
d
como interpretación central no resi e en lo simelizadu J¡,,,,,,
\
t<-�tillwllios, C a lve iro que > o see los mismos matt'riales vi
,
tancia terrible.
,
tos dt: otros es decir, las fuentes que Calveiro puede anali
vidaestuvieron
ladesaparición
y la tortura,
y ala que re
biografía,
sino en el dispositivo intelectual
con el que ar
ma su argumento.
Ella,PilarCalveiro,
la detenida-desaparecida
de la dic
,
tadura no viene a dar su testimoniosino a recibirlo
de
otros detenidos-desaparecidos.
Este cambio de lugares
,i,•
122 BEATUZ SARLO ·
¡1:
¡r
hablar en nombre propio. En esta
intr·atable.
5. Posmemoria, reconstrucciones
lí
126 BEAriUZ SIUO
At me propo1140 examinarla.
cuerdos". Sin embargo, los hechos del pasado, que las ope
do es una re
-presentación, algo dicho en lugar de un hecho.
Lo vicario no es específico de la posmemoria.
Tampoco la mediación (o "hipermediación", como es
cribe Young para fonalecer por hipérbole su argumento)
es una cu�lidad especíica. En una cultura caracterizada por
la comunicación masiva a distancia, los discursos de los me
dios operan siempre y son ineliminables. Sólo la extrema
deprivación, el aislamiento completo o la locura se sustrae
a ellos. Por otra parte, la construcción de un pasado a tra
vés de relatos y representaciones que le fueron contempo
ráneos es una modalidad de la historia, no una estrategia
original de la memoria. El historiador recorre los diarios,
tanto como el hijo de un secuestrado por la dictadura mira
fotograflas. Lo que los distingue no es el car:tcter "post" de
la actividad que realiz;m, sino la implicación subjetiva en
los hechos representados.
Es la intensidad de la dimensión subjetiva la que dife
rencia la búsqueda de los restos de un padre o una madre
desaparecidos por sus hjos, de la práctica de un e quipo de
arqueólogos forenses en dirección al esclarecimiento y la
justicia en táminos generales. Si a la historia que constru
mroa
pampeama.t
Si epta
ehple:aceón
crarta
daeas rl�ea
t ese
dadoarece
prleceantT
oarademomenar
a rm depcrrpo
"pos
mehooea
", lo será no por el carácter !acunar de los resulta
1 Marí�t Laur<t y Silvina en: .Juan t:dman, \Ltr;t La Mad1 id, Ni l Jlam
Jwn/útt tlr tlw.1; ltijo.1 de dnaJHunido�. Buenos Aires, Pbnc:ta, 1 '1�17.
I'!)SMEMORIA, RECONSTRUCCIONES 133
en te a,
oríde b e r ía aplicársde .
terribles del pasado (lo cual implicaría definirla por sus con
de la Shoah
. En esta dimensión idcntitaria, la posmemoria
los contramonumentos).
liz aciú n a travé� de cierto� pri nc ipios gen era les que le da-
U6 BTRIZ SARLO
Primo Levi avanza por este camino, porque cree que la ver·
vacuum pasa por alto que ese vacío marca siempre cualquier
y de evaluación.
nes del crematorio para mostrar, por una parte, que al
y de evaluación.
nes del crematorio para mostrar, por una parte, que al
Agujereados, más evidentes por sus vacíos que por sus ple
Ejemplos y conraejemplos
tendencias culturales.
la venganza.
Véase, p�ra sus ante:edentcs conceptu<1les: Carlos Alumirano, /.a era .ie
las //taSas, ciL.; y Be�triz s�rJo, [.a batalla de las ideas, Lit.
146 BEATIZ ARLO
mo deestado,
toman,
frenle
al
pasado
desus
padres,
posi
ciones
bien
diferentes.
Alhacerlo
también
se
atienen
anor
mas
epocales,
quevaloran
eldespliegue
dela
subjetividad
les
reconocen
plena
legitimidad
alas
inlexiones
persona
les
y ubican
la
memoria
enrelación
con
una
identidad
no
meramente
pública.
Gobernado
poreste
espíritu
deépoca,
unilm
deAlber
tina
Carri,
Los ubios,ll reúne
todos
los
temas
atribuidos
ala
posmemoria
deuna
hija
sobre
suspadres asesinados.
A pro
pósito
deeste
film,
Martín
Kohan
escribió:
"Los compañe
. ,
,.
1
del final. Allí no está presente el recuerdo de los padres, si-
,
POSMEMORJA RECONSUJCCIONES 149
n oel de la infancia ,y
de la directora en consecuencia, cuan
na no me deja ''.
Sin recuerdos
muerte
comoposibilidad,
quelisa
llanamente
y no estaban
de elegir. Treima
cu condiciún arios
después,
esos
hijos
de
padre sdesap
a r eci
dosdande ese
suceso testimonios
die
rentes.
Un sueúo
articula de "posmemoria" de
elejercicio
parecido, era médico. Hace poco soné con él. Soié que me
que esto no. p��sa por lo político, quiero estar C(Jl vos y él
chos aios pensé que lucharon por un país mejor pero ama
¡
!
1.� Vinot·ia, argenmex, 20 aiios (La ltütmia es é.1la, documental d e .Jorge
lknti). Citado en Gcltnan y La Madrid, Ni eljúlo Jmdón e dio}, cil., p. 65.
POSMEMORIA , I:CONSTRU<:CJONES 153
que una no sabe, que una no tiene la uimba para decir aquí
der la pérdida.
¿Por dónde pasa el mainstream de los hijos de desapareci
17 Ni el faco prdón ... , cit., pp. 1-32. Tailbién en el ihr. Hjos, de Ctr·
men Guarini.
lB Fenando, ibíd., p. 123.
156 UATRIZ SRLO
tos y
a se han oído muchas veces. Esa desatención no es so
tró el asesinato.
6. Más llá de la ex1 eriencia
menta siempre.
/"o
)i) BTRIZ SIUO
CJmunicación.
Mayo francés, pero que antes les había dado estilo a los pri-
S ALlÁ DE A EXPERlENClA 161
este grupo).
hombre de la calle".2
de verdad es un problema.
verdad) las imágenes más precisas del horror del pasado re
,
tortura porque ya ha pasado el momento donde un retor
no es posible.
no eran más que señales mudas, aptas tan sólo para el epí
lo padecerla.
·
Agradecimien to
linesa va mi agradecimiento.