Recepción Articulo 04-jul-2021
El espín en la enseñanza ¿Rota el electrón?
J. Avendaño, L. Pérez-Trejo, A. F. Méndez-Sánchez
Instituto Politécnico Nacional
Departamento de Física, Escuela Superior de Física y Matemáticas, CDMX, México
Teléfono (55) 5729-6000 Ext. 55275 E-mail: javendanol@ipn.mx, lperezt@ipn.mx, afmendezs@ipn.mx
Resumen –– El espín, ¿qué es el espín?, ¿cómo enseñar el espín
en los cursos introductorios? Debido a que la primera de estas
preguntas no se ha podido responder con solvencia, es muy
difícil contestar la segunda. El espín es un concepto cuántico
que no tiene análogo clásico, por lo cual no podemos
relacionarlo con experiencias previas. Consideramos que el
contexto histórico es un auxiliar fundamental en la enseñanza
de este tipo de conceptos, es justamente seguir la ruta de
aquellos exploradores que se enfrentaron a estos nuevos
conceptos, al igual que los estudiantes, sin tener un terreno
firme donde enraizar sus ideas; porque simplemente no existía
tal terreno en el territorio conceptual de la física clásica.
Palabras Clave – Espín, enseñanza-aprendizaje, física cuántica,
contexto histórico.
Abstract –– Spin. What is spin? How to teach spin in
introductory courses? Because the first of these questions could
not be answered reliably, it is very difficult to answer the
second. Spin is a quantum concept that does not have a
classical analog, so we cannot relate it to previous experiences.
We consider that the historical context is a fundamental
auxiliary in the teaching of this type of concepts, it is precisely
to follow the route of those explorers who faced these new
concepts, as well as the students, without having a firm base on
which to root their ideas; simply because there was no such
land in the conceptual territory of classical physics.
Keywords –– Spin, teaching and learning, quantum physics,
historical context.
I. INTRODUCCIÓN
Los conceptos cuánticos plantean un verdadero desafío al
proceso enseñanza-aprendizaje en los cursos introductorios
de física moderna y mecánica cuántica, debido a que
conceptos que son antagónicos en el mundo clásico, se
mezclan en el mundo cuántico de manera fascínate (como es
el caso de los conceptos de partícula y onda) [1]. Aún son
más desafiantes a este proceso aquellos conceptos cuánticos
que ni siquiera existen en el mundo clásico, es decir en el
mundo de nuestra cotidianeidad. El primero de esta clase de
conceptos es el espín del electrón, después generalizado a
todo tipo de partículas. El contexto histórico juega un papel
completamente esencial en este proceso enseñanza-
aprendizaje, pues es en este contexto donde se van
fraguando poco a poco los preconceptos, desechado
completamente algunos, modificando otros, hasta que
finalmente emerge el concepto maduro. En algunos casos el
contexto histórico puede abarcar un largo período de tiempo
(cientos de años) en otros la misma necesidad o urgencia de
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comprender algún fenómeno acelera el desarrollo del
concepto. El desarrollo inicial de conceptos cuánticos fue
verdaderamente imperativo debido a que la física clásica
había llegado a un callejón sin salida en la explicación de
algunos fenómenos físicos, tales como la radiación negra, el
efecto fotoeléctrico, el calor específico de los sólidos, los
espectros de emisión y absorción de radiación por parte de
los gases, etc. Durante los primeros 25 años del siglo XX se
gestó la llamada mecánica cuántica primitiva, esta época se
caracterizó por casi “adivinar” reglas cuánticas a partir de
modelos clásicos inadecuados. El concepto de espín (spin en
inglés) es el último de los conceptos fraguados en el crisol
de esta mecánica cuántica primitiva. El espín es un prístino
ejemplo de un concepto que evoluciona desde un
preconcepto clásico que tiene que ser desechado pero que
fue necesario para el surgimiento del verdadero concepto.
En este trabajo se expone la manera en que hemos seguido
los razonamientos de Uhlenbeck-Goudsmit-Kronig en los
cursos elementales de mecánica cuántica para introducir el
concepto de espín.
II. LA IMPRONTA DEL ESPÍN
Los espectros de absorción y emisión de luz de los gases
jugaron un papel central en el advenimiento de los
conceptos cuánticos. Las series espectrales (Lyman, Balmer,
Paschen, etc.) fueron todo un misterio, a pesar que desde el
año 1885 ya J. Balmer [2] había podido encontrar de manera
completamente empírica una fórmula que ajustaba muy bien
la longitud de onda de las líneas espectrales básicas del
hidrógeno
𝑛2
𝜆=𝔅 2 , 𝑛 = 3,4,5, ⋯ , (1)
𝑛 − 22
𝔅 = 3645 Å es una constante que con el tiempo fue llamada
constante de Balmer, ligeras modificaciones, cambiando
22 → 12 , 32 , ⋯ y modificaciones menores a la constante 𝔅,
permitieron describir adecuadamente las series de Lyman,
Paschen, etc. Debido a su poder descriptivo esta fórmula
llegó a ser conocida como “fórmula mágica”. Este halo de
misterio lo perdió 28 años después cuando N. Bohr propuso
su celebrado modelo atómico para el átomo de hidrógeno en
1913 [3], en el cual mostraba que el electrón no podía tener
cualquier energía sino solamente ciertas energías discretas
caracterizadas por números enteros que llamó niveles de
energía; y que de manera geométrica correspondían a órbitas
circulares permitidas en las cuales se movía el electrón
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alrededor del núcleo. De esta manera, la única forma que
tenía el electrón de cambiar su energía era “saltando” entre
estos niveles discretos de energías (“saltando” entre estas
órbitas permitidas),
𝑒2
𝐸𝑛 = − , 𝑛 = 1,2, ⋯ , (2)
2𝑎𝑛2
2⁄ 2 cabeza, incluso para mentes tan brillantes como la de W.
𝑎 = ℏ 𝑚𝑒 es conocido como radio de Bohr. Bohr
concluyó que el electrón al migrar desde un nivel de energía
superior a un nivel de energía inferior, la diferencia de
energía era emitida en forma de radiación y por la fórmula
de Planck-Einstein, ∆𝐸 = 𝐸𝑛2 − 𝐸𝑛1 = ℎ𝜈 = ℏ𝑐 ⁄𝜆 , pudo
calcular la longitud de onda de esta radiación emitida, que
resultó ser justamente la “fórmula mágica” de Balmer
4𝜋𝑐ℏ3 𝑛12 𝑛22
𝜆= , 𝑛2 = 𝑛1 + 1, 𝑛1 + 2, , ⋯ . (3)
𝑚𝑒 4 𝑛22 − 𝑛12
Además, dio un sentido físico a la constante de Balmer en
términos de constantes fundamentales como la velocidad de
la luz, la carga del electrón y la constante de Planck. A pesar
de este enorme éxito teórico, pronto se vio que estas
expresiones son solamente una primera aproximación a la
complejidad y riqueza de las líneas espectrales; al mejorar
las técnicas se observó que las líneas básicas de las series
espectrales se desdoblaban en otras muchas (dobletes,
tripletes, cuadrupletes, quintupletes, en general multipletes).
Los desdoblamientos se comenzaron a observar cuando los
gases emisores o absorbedores de luz se sometían a campos
eléctricos y campos magnéticos externos, en el primero de
los casos el desdoblamiento de las líneas fue llamado efecto
Stark y en el segundo efecto Zeeman. Sin embargo, también
se encontraron desdoblamientos sin que existiese ningún
agente externo, incluso la primera observación de un doblete
de este tipo fue escasamente 2 años después de la
publicación de Balmer, Michelson y Morley observaron que
una línea del espectro del hidrógeno eran en realidad dos
[4]; observar este doblete en el año 1887 fue una verdadera
hazaña, las líneas de la serie del hidrógeno están separadas
una de otra del orden de 𝑒𝑉, mientras el doblete se encuentra
separado 10−4 − 10−5 𝑒𝑉 . Semejante descubrimiento no
desempeñó un papel significativo hasta el año 1916 cuando
Sommerfeld [5,6] extendió el modelo de Bohr, convirtiendo
estas observaciones en el ingrediente fundamental para
revisar tal modelo. Nadie sabía, pero el responsable de tales
desdoblamientos aun tardaría algunos años en hacer su
triunfal aparición; iba a ser el espín.
El efecto Zeeman, como ya se mencionó, consiste en el
desdoblamiento de las líneas espectrales de átomos
sometidos a campos magnéticos, desde los primeros
hallazgos de este efecto [7] Lorentz trabajó arduamente en
un modelo clásico basado en su teoría del electrón [8]
cuando aún no se establecía absolutamente la existencia de
estos entes (electrones) y logró describir lo que hoy se
conoce como efecto Zeeman normal. Por estos trabajos
ambos investigadores holandeses compartieron el premio
Nobel de 1902. No obstante, muy prontamente se encontró
que existían problemas en la explicación de Lorentz, que él
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mismo puntualizó en repetidas ocasiones [9] diciendo que el
desdoblamiento observado, por ejemplo, un cuarteto en el
sodio [10], no podía ser explicado por su teoría. Para 1900
ya existían reportes de desdoblamientos en 6, 7, 8 y 9 rayas
espectroscópicas [11-12], a este efecto se le llamó Zeeman
anómalo llegando a convertirse en un verdadero dolor de
Pauli (quizás la más brillante). Ahora, a posteriori, podemos
decir que era obvio que el esclarecimiento de este efecto
anómalo no fuese entendido, pues el responsable resultó el
espín.
Como vemos, la huella del espín estuvo permanentemente
presente en la evidencia experimental durante 38 años,
desde su primera tímida aparición en 1887 hasta su
establecimiento manifiesto en el año 1925. Treinta y ocho
años en los que toda una pléyade de mentes inquisitivas
contribuyó, en ocasiones colaborando y en otras criticándose
ferozmente unas a otras, a la construcción de este concepto
pilar del Universo.
III. GRADOS DE LIBERTAD Y NÚMEROS CUÁNTICOS
La interacción del núcleo con el electrón en el modelo de
Bohr es la interacción coulombiana, que es del mismo tipo
que la interacción gravitatoria, por consiguiente, la órbita
debe ser plana. Bohr restringe al electrón a tener trayectorias
circulares, el electrón no tiene otra opción en este modelo,
solamente tiene un grado de libertad (el cual se puede
describir por el arco de circunferencia recorrido o por el
ángulo 𝜙 subtendido por el arco de circunferencia, esto
introduce un número cuántico [3]. Sommerfeld [5,6]
extendió el modelo permitiéndole, al electrón, seguir orbitas
elípticas alrededor del núcleo (el análogo al problema de
Kepler en el caso gravitatorio), ahora el electrón tiene dos
grados de libertad (𝑟, 𝜙) uno radial y el otro azimutal, este
grado de libertad extra introduce un número cuántico más:
(𝑛𝑟 , 𝑛𝜙 ) , sin embargo la expresión que obtiene para la
energía en estas órbitas solamente depende del cuadrado de
2
la suma de estos dos números cuánticos, 𝑛2 = (𝑛𝑟 + 𝑛𝜙 ) ,
quedando una expresión exactamente igual que la de Bohr;
lo que concluía es que para un valor dado de 𝑛 podían haber
varios valores de 𝑛𝑟 y 𝑛𝜙 , los cuales corresponden a estados
de movimientos distintos con la misma energía, es decir la
energía está degenerada. Con el objetivo puesto en el efecto
Zeeman, en el cual el campo magnético externo introduce
una dirección privilegiada en el espacio, Sommerfeld piensa
que la órbita elíptica plana del electrón podría tener una
orientación respecto a esta dirección, ello debido a que el
electrón al orbitar alrededor del núcleo genera un momento
dipolar magnético (como se verá en la siguiente sección)
que se acoplaría al campo magnético externo. De esta
manera la posición espacial del electrón pasaría a
desempeñar un papel importante, por eso Sommerfeld
extiende el modelo a tres dimensiones [6], ahora el electrón
tiene tres grados de libertad, (𝑟, 𝜃, 𝜑) en coordenadas
polares, y como resultado el número de números cuánticos
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aumenta a tres también (𝑛𝑟 , 𝑛𝜃 , 𝑛𝜑 ). Encontrando que la 1 𝜌 (𝒓′ )

orientación de la órbita elíptica no puede ser cualquiera, sino
que existe una serie de orientaciones discretas posibles, a
esto se le llamó cuantización direccional. Pero al igual que
en el caso de dos grados de libertad, en este de tres, la
energía del electrón en estas orbitas orientadas solamente
depende del cuadrado de la suma de estos, es decir, 𝑛2 =
2
(𝑛𝑟 + 𝑛𝜃 + 𝑛𝜑 ) , en este caso la degeneración se ha
incrementado. Estamos claros que para un entendimiento
preciso del modelo de Sommerfeld se requiere una
explicación mucho más amplia, esto será objeto de un
trabajo posterior. En la siguiente sección abrimos un
paréntesis para introducir la muy importe relación entre el
momento dipolar magnético y momento angular.
IV. LA RELACIÓN GIROMAGNÉTICA
Uno de los resultados fundamentales del electromagnetismo
clásico es la relación que existe entre una densidad de
corriente y el momento dipolar magnético que produce [13]
1 el experimento de Stern y Gerlach intentaba observar si
𝝁 = ∫ 𝒓′ × 𝑱(𝒓′ )𝑑𝑉 ′ ,
2𝑐
𝑱(𝒓′ ) es el vector de densidad de corriente en el punto 𝒓′ , la
integración es sobre todo el espacio donde esté definida
𝑱(𝒓′ ). Para una partícula puntual de carga 𝑞 y masa 𝑚, la
densidad de corriente es
𝑱(𝒓′ ) = 𝑞𝐯𝛿(𝒓 − 𝒓′) ,
introduciendo (5) en (4)
𝑞 momento magnético con el campo magnético externo, desde
𝝁= ∫ 𝒓′ × 𝑚𝐯 𝛿 (𝒓 − 𝒓′ )𝑑𝑉 ′ ,
2𝑚𝑐
i.e.
𝑞 𝑞
𝝁= ∫ 𝑳(𝒓′ ) 𝛿 (𝒓 − 𝒓′ )𝑑𝑉 ′ = 𝑳 ,
2𝑚𝑐 2𝑚𝑐
esta expresión recibe el nombre de relación giromagnética,
relación que conecta el momento angular 𝑳 con el momento
dipolar magnético 𝝁.
Si la densidad de corriente es debida a una distribución
continua de carga podemos encontrar una expresión
completamente análoga a (7). Sabemos que la densidad de
corriente 𝑱(𝒓′ ) es
𝑱(𝒓′ ) = 𝜌(𝒓′ ) 𝐯(𝒓′ ) ,
donde 𝜌 𝒓 es la densidad de carga y 𝐯(𝒓′ ) es la velocidad
( ′)
del flujo de carga. Si 𝜚(𝒓′ ) es la densidad de inercia o de
masa asociada a la carga, podemos escribir (8) como
𝜌(𝒓′ ) 𝜌 ( 𝒓′ )
𝑱 ( 𝒓′ ) = 𝜚 ( 𝒓 ′ ) ( ′)
𝐯 𝒓 = 𝓙(𝒓′ ) , (9)
𝜚 ( 𝒓′ ) 𝜚 ( 𝒓′ )
donde 𝓙(𝒓′ ) es entonces el vector de flujo de masa, en (9)
solamente hay que tener cuidado que el cociente
𝜌(𝒓′ )⁄𝜚(𝒓′ ) esté bien definido, este cociente es la relación
carga-masa para una distribución continua. Sustituyendo (9)
en (4)
1 𝜌 ( 𝒓′ ) ′
𝝁= ∫ 𝒓 × 𝓙(𝒓′ )𝑑𝑉 ′ ,
2𝑐 𝜚(𝒓′ )
donde 𝒓′ × 𝓙(𝒓′ ) ≡ 𝓛(𝒓′ ) es la densidad de momento
angular, por consiguiente
𝝁= ∫ 𝓛(𝒓′ )𝑑𝑉 ′ , (11)
2𝑐 𝜚(𝒓′ )
para densidades de carga y de masa constantes, i.e. 𝜌(𝒓′ ) =
𝜌0 = 𝑄/𝑉 y 𝜚(𝒓′ ) = 𝜚0 = 𝑀/𝑉, ecuación (11) se reduce a
1 𝑄 𝑄
𝝁= ∫ 𝓛(𝒓′ )𝑑𝑉 ′ = 𝑳 , (12)
2𝑐 𝑀 2𝑀𝑐
aquí ∫ 𝓛(𝒓′)𝑑𝑉 ′ = 𝑳 es el momento angular de la
distribución continua. La importancia conceptual de las
expresiones (7), (11) y (12) es el vínculo entre el momento
dipolar magnético y el momento angular.
V. LA CUANTIZACIÓN DIRECCIONAL
En 1922 Stern y Gerlach [14] planearon un experimento
para observar la cuantización direccional en los átomos. El
electrón en una órbita posee un momento angular orbital y
por la ec. (7) se concluye que tiene un momento dipolar
𝑒
magnético 𝝁 = − 2𝑚𝑐 𝑳 , esto significa que los átomos
aislados se comportan como pequeños imanes; y justamente
(4) estos “imanes” apuntaban en direcciones concretas dentro de
un campo magnético. En el experimento lanzaron átomos de
Ag, evaporados en un horno, a través de un campo
magnético inhomogéneo, de la electrodinámica clásica se
sabe que sobre los átomos actúa una fuerza dada por
(5) 𝛁(𝝁 ∙ 𝑩) = 𝛁(𝜇𝐵 cos 𝛼 ), de esta manera cada átomo sufre
una deflexión proporcional a 𝜇 y al ángulo (𝛼) que hace su
(6) el punto de vista clásico el átomo puede presentar cualquier
orientación espacial (nos referimos a su momento
magnético), y por consiguiente después de abandonar el
(7) campo magnético los átomos se extenderían en una banda
continua. La teoría de Sommerfeld indicaba que el haz de
átomos debería de desdoblarse en un número discreto de
componentes debido a la degeneración mencionada en la
Sección-III, de hecho, esta teoría señalaba que el número de
componentes desdobladas debería de ser impar. Sin
embargo, Stern y Gerlach encontraron que el haz de átomos
se desdoblaba solamente en dos componentes discretas,
(8) poniéndose en evidencia la inconsistencia de este resultado
con la teoría de Bohr-Sommerfeld [3,5,6]. Este experimento
logró mostrar la “cuantización espacial” pero no la que se
esperaba. Nuevamente el espíritu del espín rondaba.
VI. EL NUEVO NÚMERO CUÁNTICO
Los átomos de Ag usados en el experimento de Stern y
Gerlach son átomos multielectrónicos, mucho más
complicados que los átomos hidrogenoides (aquellos
semejantes al hidrógeno que solamente poseen un electrón).
W. Heisenberg en ese entonces miembro importante de la
“guardería de Sommerfeld”, que a la postre llegaría a ser
uno de los artífices más importantes de la nueva mecánica,
(10) de la mano del mismo Sommerfeld desarrolló el modelo
atomrumpf (corazón o tronco atómico) [15] el cual consistía
en un núcleo de carga 𝑍 y 𝑍 − 1 electrones internos y un
electrón de valencia orbitando este tronco atómico. Se

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pensaba que la complejidad de las líneas espectrales y las
peculiaridades del efecto Zeeman anómalo se debían a la
interacción complicada entre el tronco atómico y el electrón
de valencia; y de esta misma manera también entender el
extraño resultado de Stern y Gerlach. Al intentar encarar el
efecto Zeeman con este modelo se consideraba una
interacción entre el rumpf (el tronco) y el electrón de
valencia de origen magnético, de la misma forma en que el
electrón de valencia tenía un momento magnético ( 𝑲 )
suponían que el rumpf también poseía uno (𝑹), dando un
momento magnético total 𝑱 para el átomo, el cual se
sumergía en un campo magnético externo dando como
resultado una dinámica de precesión y nutación complicada.
Como sabemos de la Sección-IV, la relación giromagnética
nos hace asociar a un momento magnético un momento
angular, y como se le asociaba un momento magnético al
rumpf, éste debería de tener un momento angular, pero para
poder ajustar los datos experimentales con el modelo teórico
fue necesario que Heisenberg por un lado [15] y A. Landé
por otro [16,17], asignaran números cuánticos semienteros,
en plena contradicción de la teoría de Bohr-Sommerfeld.
W. Pauli analizando a detalle el trabajo de N. Bohr [18]
sobre el acomodo de los electrones del rumpf y la evidencia
experimental de las energías de transición entre niveles
discretos de energía en átomos alcalinos, llegó a la
conclusión que estos datos experimentales eran
inconsistentes con un momento magnético del rumpf, un
trabajo que influyó mucho en estas observaciones de Pauli
fue el de E. Stoner publicado en 1924 [19] sobre el llenado
de los niveles de energía. Así, el momento magnético del
rumpf debía ser cero y por lo tanto no podía tener ninguna
contribución al efecto Zeeman, quedando de esta manera
toda la responsabilidad de la interacción magnética en el
electrón de valencia. Entonces, para evitar que todos los
electrones del rumpf ocuparan solamente el estado de menor
energía y explicar qué mecanismo se encontraba detrás del
modelo de Stoner para el llenado de los estados degenerados
y así entender la periodicidad de la tabla química de los
elementos, Pauli introduce su celebrado principio de
exclusión [20], pero entonces era necesario que el electrón
tuviese un nuevo número cuántico adicionalmente a los tres
del modelo de Sommerfeld. Este nuevo número cuántico
solamente podía tomar dos valores, y entonces quizás se
pudiese entender también el resultado de Stern y Gerlach (el
desdoblamiento del haz de átomos en dos haces al atravesar
un campo magnético inhomogéneo).
¿Cuál era el significado físico de esta nueva propiedad
cuántica bivaluada que estaba introduciendo Pauli?
G. Ulhenbeck y S. Goudsmit, dos jóvenes estudiantes de P.
Ehrenfest en la Universidad de Leiden, trabajaban en su
tesis doctoral tratando de entender los dobletes de las líneas
espectrales. En la primavera de 1925 leyeron el artículo de
Pauli y justamente la pregunta anterior surgió en sus mentes,
si cada grado de libertad introduce un número cuántico ¿a
qué grado de libertad debería corresponder el número
cuántico de solamente dos valores de Pauli? La imagen del
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Aceptación 06-agto-2021
sistema planetario vino en ayuda de estos jóvenes, y se
preguntaron a ellos mismos ¿podrían los electrones al igual
que los planetas rotar sobre su propio eje? Esto es, ¿aparte
de los tres grados de libertad de moverse en el espacio
tridimensional, tendrían la libertad de rotar (como un cuarto
grado de libertad)? Por supuesto, bien valía la pena explorar
esta posibilidad.
Si el electrón está rotando, debe tener un tamaño finito (pues
no se puede concebir la rotación de un punto). Ahora bien, si
esto es así, se podría pensar que la carga del electrón se
encuentra distribuida en todo su volumen, es decir podemos
hablar de una densidad de carga. Entonces, al rotar se genera
una densidad de corriente y la expresión (4) nos asegura que
se genera un momento magnético y por la relación
giromagnética dada por (7) podríamos decir que hay un
−𝑒
momento angular de rotación (spin en inglés), 𝝁𝑆 = 2𝑚𝑐 𝑺;
se ha denotado este momento angular de rotación con la
letra 𝑺 para diferenciarlo del momento angular orbital
denotado con la letra 𝑳 . De esta manera existirán dos
momentos angulares, uno orbital y el otro de rotación.
Ahora bien, si situamos un sistema de referencia sobre el
electrón, se observará que el núcleo es ahora el que orbita
alrededor del electrón y debido a su carga eléctrica (del
núcleo) se forma una espira de corriente alrededor del
electrón que genera un campo magnético, y como el electrón
posee ahora un momento magnético debido su rotación
propia, existirá ahora una energía de acoplamiento dada por
𝑈 = −𝝁𝑆 ∙ 𝑩𝑖𝑛𝑡 = −𝜇𝑆 𝐵𝑖𝑛𝑡 cos 𝛽 , donde 𝛽 es el ángulo
formado por el momento magnético de rotación y el campo
magnético interno. Pero como el número cuántico
introducido por Pauli solo puede tener dos posibles valores,
Ulhenbeck y Goudsmit concluyeron que 𝛽 solamente podía
tener dos valores 𝛽 = 0, 𝜋; de manera que solamente habría
dos posible valores de la energía de acoplamiento
−𝜇 𝐵𝑖𝑛𝑡
𝑈 = { 𝑆 𝑖𝑛𝑡 , (13)
𝜇𝑆 𝐵
lo cual correspondería a dos estados de rotación, uno en un
sentido tal que el momento magnético 𝝁𝑆 resultase paralelo
al campo magnético interno (𝑩𝑖𝑛𝑡 ) y otro en sentido que
resultara antiparalelo.
De esta manera los niveles de energía del átomo sufrirían un
desdoblamiento
𝐸 − 𝜇𝑆 𝐵𝑖𝑛𝑡
𝐸𝑛 → 𝐸𝑛𝑆 = 𝐸𝑛 + 𝑈 = { 𝑛 , 𝑛 = 1,2, ⋯ (14)
𝐸𝑛 + 𝜇𝑆 𝐵𝑖𝑛𝑡
y por lo tanto las transiciones que antes generaban una sola
línea en los espectros, ahora estarían desdoblándose en dos;
con una energía de desdoblamiento ∆𝐸 = 2𝜇𝑆 𝐵𝑖𝑛𝑡 ,
justamente lo que querían explicar en su tesis doctoral.
Además, si fuese este momento magnético (el de rotación)
el que se acoplara al campo magnético externo en el
experimento de Stern-Gerlach se podría explicar que
solamente el haz de átomos se dividiera solamente en dos
haces al pasar a través del campo magnético externo.
Tomando las medidas experimentales de los dobletes, por
ejemplo, el doblete de la línea 𝐻𝛼 del hidrógeno y
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𝑅0 𝜋 2𝜋
considerando la segunda órbita del modelo de Bohr para
𝜌0 𝜔
hacer una estimación de la magnitud del campo magnético 𝝁=− ∫ ∫ ∫ 𝑟 ′ 2 sin 𝜃 ′ 𝒆𝜃′ 𝑟 ′ 2 sin 𝜃 ′ 𝑑𝜃 ′ 𝑑𝜑 ′ 𝑑𝑟 ′ , (20)
interno, es inmediato estimar el valor de 𝜇𝑆 , resultando muy 2𝑐
0 0 0
aproximadamente el valor del magnetón de Bohr 𝜇𝑆 ≅ sustituyendo en (20) el vector 𝒆𝜃′ que está dado por [23]
𝑒𝑟𝑔
9.2 × 1021 𝐺𝑎𝑢𝑢, i.e. 𝜇𝑆 ≅ 𝜇𝐵 . Justamente el mismo valor 𝒆𝜃′ = cos 𝜃 ′ cos 𝜑 ′ 𝒆𝑥 − cos 𝜃 ′ sin 𝜑 ′ 𝒆𝑦 + sin 𝜃 ′ 𝒆𝑧 , (21)
que habían encontrado Stern y Gerlach en su experimento. es inmediato obtener la expresión final para el momento
El artículo de Ulhenbeck y Goudsmit vio la luz en dipolar magnético del electrón esférico
noviembre de 1925 [21], pero ellos no fueron los primero en 𝑒𝑅02 𝜔
𝝁=− 𝒆 . (22)
pensar en el electrón rotando, Ralph Kronig proveniente de 5𝑐 𝑧
la Universidad de Columbia visitó a Landé en Tubinga (uno Ahora bien, la energía almacenada en la distribución de
de los centros más importantes en Europa en el efecto carga esférica está dada por [13]
Zeeman); estando ahí leyó una carta de Pauli a Landé donde 1 𝜌(𝒓′ )𝜌(𝒓) ′
𝑊= ∬ 𝑑𝑉 𝑑𝑉 , (23)
el primero le explicaba al segundo su idea del cuarto número 2 |𝒓 − 𝒓′ |
cuántico, y entonces a Kronig se le ocurrió básicamente lo la integral doble se extiende sobre el volumen de la
mismo que a Uhlenbeck y a Goudsmit en enero de 1925. En distribución de carga, en este caso, es el volumen de la
ese mismo mes Pauli visitó Tubinga, Kronig le contó su esfera de radio 𝑅0 . Ya que la distribución de carga en la
idea, y Pauli lo desalentó por completo y Kronig no publicó esfera es constante, la integral (23) se reduce a
nada sobre esa idea, sino hasta después de que se conoció el 𝜌02 1
artículo de los jóvenes holandeses [22]. 𝑊= ∬ 𝑑𝑉 ′ 𝑑𝑉 , (24)
2 |𝒓 − 𝒓′ |
Al conocer Pauli el trabajo de Ulhenbeck y Goudsmit usando el teorema de adición de los armónicos esféricos
también lo criticó severamente. Aún hoy no se comprende [23] el integrando se pude expandir
bien la reticencias de Pauli ante la idea del electrón rotando. ∞ 𝑙
1 1 𝑟<𝑙 𝑚 ∗
En la siguiente sección se plantea un razonamiento que = 4𝜋 ∑ ∑ 𝑌 (𝜃, 𝜑)𝑌𝑙𝑚 (𝜃 ′ , 𝜑′ ) , (25)
quizás podría explicar el rechazo de Pauli a esta hipótesis.
′
|𝒓 − 𝒓 | 2𝑙 + 1 𝑟>𝑙+1 𝑙
𝑙=0 𝑚=−𝑙
introduciendo (25) en (24), es inmediato efectuar la
integración doble
VII. “ELECTRÓN ROTANDO”
𝜌02 2 3 𝑒2
Como se mencionó en la sección anterior, para suponer que 𝑊 = (4𝜋)2 𝑅05 = . (26)
el electrón rota sobre sí mismo debe tener una extensión en 2 15 5 𝑅0
el espacio. Supongamos para facilitar el cálculo que es una Estamos suponiendo un radio 𝑅0 para el electrón, el cual no
esfera de radio 𝑅0 y que su carga – 𝑒 está uniformemente sabemos, para hacer una estimación igualamos esta energía
distribuida en su volumen, 𝜌0 = −3𝑒⁄(4𝜋𝑅03 ), y que rota (26) a la energía en reposo de Einstein, 𝑊 = 𝑚𝑐 2 , i.e.
con una velocidad angular constante 𝝎, podemos calcular el 3 𝑒2 3 𝑒2
𝑊= = 𝑚𝑐 2 ⇒ 𝑅0 = . (27)
momento dipolar magnético de este electrón esférico 5 𝑅0 5 𝑚𝑐 2
3
mediante la expresión (4). La velocidad de los puntos de la El factor 5 depende de la distribución específica (en este
esfera, que etiquetaremos con el vector posición 𝒓′ , caso es una esfera uniformemente cargada), si consideramos
corresponden a una rotación pura y por lo tanto está dada que el electrón fuera un cascarón esférico el factor numérico
por: 1
en (26) sería 2 ,esto es, dependiendo de la forma geométrica
𝒗(𝒓′ ) = 𝝎 × 𝒓′ , (15)
definiendo el eje-z en la dirección de 𝝎, i.e. 𝝎 = 𝜔𝒆𝑧 , y de la distribución uniforme de carga, la energía almacenada
escribiendo el vector 𝒓′ = 𝑟 ′ 𝒆𝑟 ′ en coordenadas esféricas en la distribución de carga es un factor numérico del orden
𝑒2
𝒓′ = 𝑟 ′ (sin 𝜃 ′ cos 𝜑′ , sin 𝜃 ′ sin 𝜑′ , cos 𝜃 ′ ) , (16) de la unidad multiplicado por 𝑚𝑐 2 ; para simplificar la
la velocidad dada en (15) adquiere la forma expresión el factor numérico se pude tomar como si fuese la
𝒗(𝒓′ ) = 𝜔𝑟 ′ 𝒆𝑧 × 𝒆𝑟 ′ = 𝜔𝑟 ′ sin 𝜃 ′ 𝒆𝜑′ , (17) unidad, por lo tanto (27) se reduce a
y la densidad de corriente 𝑱(𝒓′ ) = 𝜌(𝒓′ ) 𝒗(𝒓′ ) es entonces 𝑒2
𝑱(𝒓′ ) = 𝜌0 𝜔𝑟 ′ sin 𝜃 ′ 𝒆𝜑′ , (18) 𝑅0 = . (28)
𝑚𝑐 2
recordemos que la densidad de carga del electrón esférico es Introduciendo los valores numéricos de las constantes
uniforme. involucradas en (28) se obtiene 𝑅0 = 2.8 × 10−13 𝑐𝑚. Este
Ahora bien, usando (18) podemos escribir valor recibe el nombre de radio clásico del electrón. Según
𝒓′ × 𝑱(𝒓′ ) = 𝑟 ′ 𝜌(𝒓′ )𝜔𝑟 ′ sin 𝜃 ′ 𝒆𝑟 ′ × 𝒆𝜑′ este resultado el tamaño del electrón sería del mismo orden
= −𝑟 ′ 2 𝜌(𝒓′ )𝜔 sin 𝜃 ′ 𝒆𝜃′ , (19) que el de los núcleos.
Por consiguiente sustituyendo (19) en (4) encontramos el Como el momento magnético debido a la rotación del
momento dipolar magnético del electrón esférico electrón de tamaño finito (𝜇𝑆 ) encontrado al ajustar datos
experimentales, es muy aproximado al valor del magnetón
de Bohr (𝜇𝐵 ), podemos igualar la magnitud de la expresión

ISSN: 2594-1011 225 Año: 26, No. 26, Agto. 2021.

 Recepción Articulo 04-jul-2021 Aceptación 06-agto-2021

(22), que es el momento magnético del electrón esférico AGRADECIMIENTOS

rotando con la expresión del magnetón de Bohr que se Los autores agradecen el apoyo proporcionado por la
𝑒ℏ COFAA-IPN y por la Secretaría de Investigación y
obtiene del modelo de Bohr: 𝜇𝐵 = 2𝑚𝑐 . Multiplicando y
Posgrado del IPN a través del proyecto SIP20210509.
dividiendo la expresión del magnetón de Bohr por 𝑒 2 𝑐 y
usando (28) se puede escribir de manera inmediata el
magnetón de Bohr en términos del radio clásico del electrón REFERENCIAS
y de la constante de estructura fina 𝛼
[1] J. Avendaño, L. Pérez-Trejo, “El contexto histórico en la enseñanza
𝑒 𝑒2 1 de la física cuántica”, Memorias XXV Reunión Nacional Académica
𝜇𝐵 = 𝑅0 , 𝛼 = = . (29)
2𝛼 ℏ𝑐 137 de Física y Matemáticas 25, 29, (2020).
Ahora sí, igualando la magnitud de (22) con (29) [2] J. Balmer, “Notiz über die Spectrallinien des Wasserstoffs”,
Verhandlungen der Naturforschenden Gesellschaft in Basel 7, 548,
𝑒𝑅02 𝜔 𝑒 750 (1885)
𝜇𝑆 = 𝜇𝐵 → = 𝑅 , (30)
5𝑐 2𝛼 0 [3] N. Bohr, “On the constitution of atoms and molecules”, Phil. Mag. 26,
de donde se obtiene 1-25 (1913).
51 [4] A.A. Michelson, E.W. Morley, “On a method of making the
𝑅0 𝜔 = 𝑐 = (343)𝑐 , (31) wavelength of sodium light the actual and practical standard of
2𝛼 length”, Plil. Mag. 24, 463 (1887).
pero ¿qué es 𝑅0 𝜔?, si en la expresión (15) sustituimos el [5] A. Sommerfeld, “Zur Quantentheorie der Specktrallinien”, Annalen
vector posición de los puntos del ecuador del electrón 𝒓′ = der Physik 51, 1 (1916).
𝜋 [6] A. Sommerfeld, “Zur Quantentheorie der Specktrallinien
(𝑅0 , 2 , 𝜑) obtenemos (Fortsetzung”, Annalen der Physik 51, 125 (1916).
𝜋 [7] P. Zeeman, “Doublets and tripletts in the spctrum produced by
𝒗 (𝑅0 , , 𝜑) = 𝜔𝑅0 (− sin 𝜑 , cos 𝜑 , 0) , (32) external magnetic forces”, Phil. Mag. 44, 55, 255 (1987).
2 [8] H.A. Lorentz, “Über denEinfluss magnetischer Kräsfte auf die
cuya magnitud es justamente 𝑣 = 𝑅0 𝜔; esto significa que la emission des Lichtes”, Annalen der Physik 63, 279 (1897).
velocidad tangencial de los puntos sobre el ecuador del [9] H.A. Lorentz, “Sur la théorie des phénoménes magnéo-optique
electrón es nada menos que 343 veces la velocidad de la récemment découverts” Collected Papers, vol II, La Haya (1934)
luz. Un resultado en total contradicción con la relatividad. [10] A. Cornu, “Sur quelques resultast nouveaux relatifs au phénoméne
découyerts par M. le Dr. Zeeman”, Comptes Rendus de l’Académie
El radio clásico del electrón fue solamente una manera un des Sciences 126, 181 (1898).
tanto ilusa de estimar el radio del electrón. Mediciones [11] A.A. Michelson, E.W. Morley, “Radiation in a magnetic field”, Phil.
actuales estiman que si el electrón tiene un radio, este debe Mag. 44, 109 (1897).
estar por debajo de 10−20 𝑐𝑚 [24], esto significa que [12] H. Bequerel, H. Deslandres, “Observations nouvelles sur le
phénoméne de Zeeman”, Comptes Rendus de l’Académie des
muchos órdenes de magnitud menor que el radio clásico Sciences 127, 18 (1898).
𝑅~10−7 𝑅0 . Sustituyendo esta cota en la igualdad en el [13] J.D. Jackson, “Clasical Electrodynamics, Third edition”, Jhon Wiley
término izquierdo de (30) tendremos & Sons, INC. (1999).
𝑒𝑅2 𝜔 𝑒 5 1 𝑅0 [14] W. Gerlach, O. Stern, “Der experimentelleNachweis der Richtungs
= 𝑅0 → 𝑅𝜔 = 𝑐~109 𝑐 , (33) quantelung”, Zeitschrift für Physik 9, 349 (1922).
5𝑐 2𝛼 2𝛼 𝑅 [15] W. Heisenberg, “Quantentheorie der Linienstruktur und die anomalen
una velocidad para los puntos de ecuador realmente Zeemaneffekte”, Zeitschrift für Physik 8, 273 (1922).
inverosímil. [16] A. Landé, “Über den anomalen Zeemaneffekt, I”, Zeitschrift für
Physik 5, 231 (1921).
Por lo tanto, suponer que el electrón está rotando nos lleva a [17] A. Landé, “das Versagen de Mechanik in der Quantentheorie”,
severas contradicciones. Quizás estas fueran las objeciones Naturwissenschaften 11, 725 (1923).
de Pauli para aceptar la idea de un electrón rotando. [18] N. Bohr, “The Theory of Spectra and Atomic Constitution”
(Cambridge University Press, “dn edition, 1924).
VIII. CONCLUSIONES [19] E.C. Stoner, “The distribution of electrons among atomic levels”,
Podemos concluir que el electrón definitivamente no rota. Phil. Mag. 48, 719 (1924).
Ya que suponer que rota nos lleva a severas contradicciones [20] W. Pauli, “Über den Zusammenhang des Abschlusses der
Elektronengruppen im Atom mit der Komplexstruktur der spektren”,
con leyes fundamentales bien establecidas. Por consiguiente Zeitschrift für Physik 31, 765 (1925).
esta idea debe ser descartada. [21] G. Uhlenbeck, S.Goudsmit, “Ersetzung der Hypothese vom
El espín estaba ya implícito en el principio de exclusión de unmechanischen Zwang durch eine Forderung bezüglich des inneren
Pauli, sin que el mismo Pauli supiera apreciarlo en un Verhaltens jedes einzelnen Elektrons”, Naturwissenschaften 13, 953
(1925).
principio. [22] R. Kronig, “Spinning electrons and the structure of spectra”, Nature,
La conclusión sumamente importante en la ideas de Kronig 117, 550 (1926).
Uhlenbeck y Goudsmit es que es posible interpretar el espín [23] G.B. Arfken, H.J. Weber, “Mathematical Methods for Physicits, Sixt
del electrón como una propiedad intrínseca del electrón que Edition”, (Elsevier INC, 2005).
[24] H. Dehmelt, “Geonium spectra electron radius cosmon”, AIP
puede ser descrita como un momento angular a través de la Conference Proceedings 187, 319 (1989).
relación giromagnética.
Actualmente el espín se considera como una propiedad
intrínseca de las partículas, de la misma forma que lo son la
masa y la carga eléctrica por ejemplo.

ISSN: 2594-1011 226 Año: 26, No. 26, Agto. 2021.