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Índice
1 Historia
2 Principios básicos
2.1 Motivaciones y definición
2.1.1 Limitaciones en la mecánica cuántica
2.1.2 Definición
2.2 Segunda cuantización
2.2.1 Límite continuo
2.2.2 Osciladores cuánticos
2.2.3 Campo cuántico
2.3 Dinámica del campo cuántico
2.3.1 Campo cuántico libre
2.3.2 Fermiones
2.3.3 Espín y estadística
2.3.4 Campo cuántico en interacción
2.4 Enfoques alternativos
3 Aspectos clave
3.1 Diagramas de Feynman
3.2 Métodos funcionales. Soluciones no perturbativas
3.3 Renormalización
3.4 Teorías gauge
3.5 Simetrías. Ruptura espontánea y anomalías
3.5.1 Simetrías discretas. CPT
4 Aplicaciones
4.1 Física de altas energías
4.2 Física de la materia condensada
5 Véase también
6 Notas y referencias
6.1 Notas
6.2 Referencias
7 Bibliografía
7.1 Bibliografía adicional en español
8 Enlaces externos
Historia
Artículo principal: Historia de la teoría cuántica de campos
Por otro lado, en 1926 Werner Heisenberg, Pascual Jordan y Max Born profundizaron
en el estudio del problema del cuerpo negro: el comportamiento de la radiación
electromagnética dentro de una cavidad, en ausencia de partículas cargadas. Esto
constituyó el primer ejemplo de una teoría cuántica de campos, en este caso
aplicando las reglas de cuantización al campo electromagnético. En sus resultados,
la radiación se comportaba como un conjunto de partículas —los fotones—, en
consonancia con la hipótesis de los cuantos de luz, formulada por Einstein en 1905.
Tras este ejemplo, las mencionadas ecuaciones de onda relativistas se estudiaron de
nuevo desde otro punto de vista. En lugar de interpretarlas como funciones de onda,
se usaron las reglas de cuantización de un campo clásico para manipularlas. De este
modo se obtuvieron ecuaciones para partículas cuánticas respetando las leyes de la
relatividad que sí eran consistentes. Esta reinterpretación, conocida como segunda
cuantización, fue llevada a cabo por Heisenberg, Wolfgang Pauli, Vladimir Fock,
Wendell Furry, Robert Oppenheimer y Victor Weisskopf.
Sin embargo, no fue hasta la década de 1970 que quedó establecido el modelo
estándar de la física de partículas. El modelo de unificación electrodébil no
recibió especial atención hasta que, en 1971, Gerardus 't Hooft y Martinus Veltman
demostraron que las teorías con simetrías rotas espontáneamente podían ser
renormalizadas.8 Por otro lado, la intensidad de las interacciones fuertes entre
hadrones fue un desafío para los teóricos de campos hasta el desarrollo del
concepto de la libertad asintótica por Frank Wilczek, David Gross y Hugh David
Politzer en 1973.9
Principios básicos
Motivaciones y definición
Limitaciones en la mecánica cuántica
En mecánica cuántica «ordinaria», un conjunto de partículas se describe mediante
una función de onda Ψ(r1, ..., rn), que recoge la probabilidad de encontrar a cada
una de estas en un punto dado.n 3 Además, la evolución en el tiempo de esta función
de onda está dictada por la ecuación de Schrödinger:n 412
Creación y destrucción
Durante la evolución de este sistema, el número de partículas se mantiene finito e
invariable —a saber, n—. Sin embargo, en experimentos de altas energías es
corriente que el número de partículas varíe —por ejemplo en la desintegración de un
neutrón, o la aniquilación de un electrón y un positrón en fotones—, como
consecuencia de la famosa relación masa-energía de la relatividad. Además, en el
contexto de física del estado sólido, las excitaciones de un colectivo de átomos se
reinterpretan como cuasipartículas, como el fonón,n 5 cuyo número es también
variable.113
Invariancia relativista
Esta ecuación no refleja las propiedades de la cinemática relativista. Su límite
clásico describe el movimiento de una partícula bajo las leyes de la mecánica
galileana, en lugar de la mecánica relativista: el primer término de la izquierda
en (1) se corresponde con la energía cinética no relativista p2/2m,14 en lugar de
la expresión relativista (p2 + m2)1/2, donde p es el momento de la partícula.15
Campo clásico
Las interacciones entre las n partículas del sistema tienen lugar mediante fuerzas
a distancia, dadas por el potencial V. Sin embargo, en la física clásica existen
sistemas más generales, que no pueden entenderse mediante este esquema. Es por
ejemplo el caso de un conjunto de cargas eléctricas en movimiento: para describir
su evolución es necesario tener en cuenta de forma independiente tanto las
partículas cargadas como el campo electromagnético que generan.14
Es posible modificar la ecuación de Schrödinger para obtener una versión
consistente con los principios de la relatividad especial, como la ecuación de
Klein-Gordon o la ecuación de Dirac. Sin embargo, estas tienen muchas propiedades
insatisfactorias: por ejemplo, predicen la existencia de partículas con energía
negativa, de modo que el sistema resulta ser inestable.16 Estos defectos son
debidos a que dichas ecuaciones tampoco contemplan la posibilidad de que las
partículas puedan crearse o destruirse y, como se menciona en el primer epígrafe,
es inconsistente suponer una teoría relativista con un número constante de
partículas en interacción.113
Definición
Una teoría cuántica de campos es el resultado de aplicar las reglas de cuantización
al sistema de una teoría clásica de campos.17 Esto permite estudiar los aspectos
cuánticos de los campos continuos, como el campo electromagnético. Además, la
cuantización de un campo presenta aspectos singulares: las reglas de cuantización
aplicadas a un campo continuo revelan que sus posibles estados se corresponden con
los de un colectivo de partículas idénticas que pueden crearse y destruirse. Por
último, en el caso particular de que la ecuación del campo clásico respete la
teoría de la relatividad, el sistema cuántico obtenido hereda esta propiedad. De
este modo, la cuantización de un campo clásico sirve para cubrir los diversos
aspectos que una teoría cuántica «ordinaria» no describe correctamente.
Segunda cuantización
Artículo principal: Segunda cuantización
Modos normales. Los modos normales de un sistema físico son sus vibraciones
colectivas más simples, como las de esta membrana elástica. Modo (0,1).
Modo (0,2).
Modo (0,3).
Límite continuo
Véase también: Mecánica de medios continuos
En mecánica clásica, un campo continuo es equivalente a un conjunto de múltiples
osciladores acoplados entre sí. El ejemplo habitual para entender esta equivalencia
es un sólido elástico. Este sistema puede describirse macroscópicamente mediante,
por ejemplo, la densidad o la tensión en cada punto del mismo; cantidades que se
representan mediante campos continuos. Por otro lado, también es posible describir
el sólido como una red de partículas que ejercen fuerzas elásticas entre sí —como
si estuvieran unidas por muelles imaginarios—, lo que conforma un sistema de
osciladores acoplados. La primera descripción —el campo y sus ecuaciones— es una
aproximación de la segunda —los osciladores— cuando se considera la separación
media entre partículas muy pequeña, o dicho de otro modo, en el límite continuo.19
Osciladores cuánticos
Véase también: Oscilador armónico cuántico
La energía de un oscilador armónico cuántico está cuantizada, de modo que sólo
puede ser un múltiplo de su frecuencia ω:n 7
Sin embargo, estos valores son muy parecidos a los de un sistema de múltiples
partículas repartidas por diversos niveles de energía E1, E2, etc. En este caso:
Estas dos expresiones para la energía son equivalentes, cuando se identifica cada
nivel de energía con un modo normal y su frecuencia, ℏωmodo i = Enivel i; y la
cantidad de partículas en un cierto nivel con el nivel de excitación del
correspondiente modo normal, Nnivel i = Nmodo i. Por ejemplo, si Nmodo 5 = 2, el
oscilador correspondiente al modo 5 está en su 2º nivel de excitación, y tiene la
misma energía que un sistema de dos partículas, cada una de ellas con energía
Enivel 5 = ℏωmodo 5. Esta igualdad no se limita a una coincidencia en el valor de
la energía: el comportamiento de ambos sistemas es muy parecido. Por lo tanto las
propiedades físicas de un conjunto de osciladores cuánticos acoplados son iguales a
las de un sistema de partículas cuánticas de número variable.
Campo cuántico
Un campo cuántico puede entenderse como el límite continuo de un conjunto de
osciladores cuánticos acoplados. La energía de estos está dada por la ecuación (2),
por lo que la energía del campo tiene una forma análoga, haciendo referencia a las
ondas planas del campo en lugar de a los modos normales. Por lo tanto, un campo
cuántico constituye un sistema equivalente al de un conjunto de partículas de
número variable.21
Fermiones
Existen multitud de partículas llamadas fermiones —como el electrón y el protón—
que respetan el principio de exclusión de Pauli, de modo que sus números de
ocupación solo pueden valer 0 o 1. El formalismo de segunda cuantización basado en
la analogía básica entre osciladores y campo no impone este límite y no es capaz de
describir un conjunto de fermiones.24
El origen de la estadística bosónica de las excitaciones del campo puede rastrearse
hasta las reglas de cuantización utilizadas para este. Existen unas leyes de
conmutación canónicas propias de todo sistema cuántico, que especifican el
comportamiento del operador campo y su momento conjugado π(r). Estas implican que
sus estados cuánticos son simétricos y corresponden a bosones. Puesto que los
estados de múltiples fermiones deberían ser antisimétricos, para obtener un sistema
de fermiones cuantizando un campo ψ, se imponen reglas con el signo incorrecto, es
decir, de anti-conmutación. La elección de este signo —y con él, la estadística de
las partículas resultantes— no es arbitraria, sino que existe una relación entre el
espín y la estadística.
Espín y estadística
Véase también: Teorema espín-estadística
La teoría de campos concreta que es cuantizada determina las propiedades de las
partículas que aparecen como sus modos normales. En particular, el tipo de campo
determina el espín de las mismas. Algunos ejemplos son:27
Enfoques alternativos
Véanse también: Teoría cuántica de campos axiomática y Teoría cuántica de campos en
espacio-tiempo curvo.
La descripción de la teoría cuántica de campos como la cuantización canónica de un
campo y la subsecuente asociación a un sistema de partículas de número
indeterminado es uno de los enfoques mayoritarios para definirla. Sin embargo
existen otras maneras de presentar y estudiar la teoría. El formalismo de la
integral de caminos es equivalente a la cuantización canónica, y puede tomarse como
postulado inicial.37 Otra posibilidad, en el contexto de la física de altas
energías, es derivar las leyes más generales posibles que aúnen mecánica cuántica y
relatividad especial, para describir el comportamiento de las partículas
subatómicas. Estas leyes necesariamente toman la forma de una teoría cuántica de
campos.38 Ambas posibilidades son complementarias en cuanto a lo que consideran
inicialmente más fundamental: el campo o las partículas.
Aspectos clave
Diagramas de Feynman
Artículo principal: Diagramas de Feynman
Los experimentos de física de altas energías involucran habitualmente colisiones de
partículas a altas velocidades.40 La teoría cuántica de campos permite calcular los
detalles de dichas colisiones, a partir de la probabilidadn 11 M de que estas
ocurran:
Los diagramas —o reglas— de Feynman son una técnica para calcular dicha
probabilidad de manera gráfica. Estos diagramas representan todos las posibles
versiones subyacentes a un proceso dado: las partículas en interacción emiten o
absorben un cierto número de partículas virtuales, que median las fuerzas entre
ellas. Estos procesos virtuales ocurren debido a la incertidumbre inherente a una
teoría cuántica. La energía necesaria para la aparición de estas partículas
virtuales proviene de la relación de incertidumbre entre energía y tiempo:
{\displaystyle \Delta E\cdot \Delta t\sim \hbar }\Delta E\cdot\Delta t\sim \hbar,
de modo que estas «existen» por muy poco tiempo. En realidad, las partículas
virtuales son solamente una abstracción y no pueden detectarse. El proceso físico
real —la colisión— se entiende como una suma de todos estos procesos virtuales.42
Por ejemplo, en el estudio de la dispersión Compton de un electrón por un fotón en
electrodinámica cuántica —QED—, la amplitud cuántica viene dada por:
(3)ComptonScattering.svg
En estos diagramas, las líneas curvadas son fotones y las líneas rectas,
electrones. El estado inicial y final son las líneas externas, iguales en todos los
diagramas, puesto que todos corresponden al mismo experimento. La propagación de
partículas se representa mediante líneas internas, y la emisión o absorción de un
fotón por un electrón mediante vértices. Utilizando estos elementos, pueden
escribirse todos los —infinitos— diagramas que contribuyen a este experimento.
Los diagramas de Feynman son más que una técnica de cálculo, sino que constituyen
la «piedra angular de la física de partículas».43 Se consideran tan o más
relevantes incluso que la propia teoría cuántica de campos de la que surgen, pues
en ellos se reflejan los principios físicos subyacentes más importantes, y son la
herramienta básica para analizar las colisiones relativistas.44 Sin embargo,
existen numerosos fenómenos en teoría cuántica de campos que no pueden ser
analizados como una perturbación, como el confinamiento en QCD, o las soluciones no
perturbativas.
Renormalización
Artículo principal: Renormalización
En las aplicaciones tempranas de la teoría cuántica de campos se constató que al
utilizarla para calcular ciertas cantidades arroja un valor infinito. Este
resultado aparece a menudo al aumentar la precisión de un cálculo cualquiera, más
allá del orden más bajo de aproximación en la serie perturbativa.50 Por ejemplo, el
tercer diagrama de la dispersión Compton, mostrado en (3), es divergente: su valor
es infinito.51
SelfE.svg
Teorías gauge
Una teoría gauge no abeliana es una versión más general de QED. En ellas, las
partículas poseen múltiples cargas que, como la carga eléctrica, se mantienen
constantes. Estas partículas cargadas interaccionan entre sí mediante el
intercambio de varios bosones gauge intermediarios —parecidos al fotón—. Sin
embargo, en el caso no abeliano, los bosones intermediarios también poseen carga e
interaccionan entre sí, a diferencia del caso de QED, donde el fotón no está
cargado eléctricamente y no interacciona consigo mismo. Los bosones gauge son no
masivos en general, aunque el fenómeno de ruptura espontánea de simetría puede
dotarlos de masa. Las teorías gauge no abelianas se obtienen cuantizando las
ecuaciones de un campo de Yang-Mills Aμa.n 18 Estas son similares a las del campo
electromagnético, aunque más complejas —son no lineales—, y también tienen una
propiedad de invariancia gauge parecida a la de las ecuaciones de Maxwell. Un
ejemplo de teoría gauge no abeliana es la cromodinámica cuántica (véase imagen).
Las teorías gauge son una parte esencial de la formulación del modelo estándar de
las partículas fundamentales, que es precisamente una teoría gauge basada en tres
grupos de simetría. A nivel cuántico poseen rasgos únicos que las hacen
interesantes, como el confinamiento y la libertad asintótica en algunos casos, o la
ausencia de bosones de Goldstone en una ruptura espontánea de simetría. La
relatividad general puede ser entendida también como una teoría gauge, asociada a
la conservación de la energía y el momento.
Simetrías aproximadas. Suponiendo que las masas de los tres quarks u, d y s son
iguales, existe una simetría de sabor que clasifica (entre otros) los bariones
ligeros —el protón, el neutrón y otros, como el Σ— de acuerdo al diagrama superior.
Dichos quarks tienen masas diferentes, luego la simetría no es perfecta: estos
bariones respetan dicha clasificación pero presentan también diferencias de masa.
Aplicaciones
Física de altas energías
Artículos principales: Física de partículas y Modelo estándar.
Evento del quark top en CDF. El quark top es la penúltima partícula del modelo
estándar descubierta hasta la fecha (en Tevatrón en 1995).
El modelo estándar es una teoría gauge: las interacciones entre estas partículas
ocurren mediante el intercambio de bosones gauge de espín 1. Todas salvo los
neutrinos interaccionan electromagnéticamente a través del fotón. Los quarks poseen
carga de color, y pueden intercambiarse gluones. Además, todos estos fermiones
poseen una carga denominada isoespín débil, que hace que interaccionen entre sí a
través de los bosones débiles Z0 y W± los cuales, a diferencia de los fotones y
gluones, tienen masa. Estas tres interacciones se conocen como la interacción
electromagnética, la interacción fuerte y la interacción débil.
El modelo estándar incluye una partícula de espín 0 y sin carga denominada bosón de
Higgs cuya existencia está parcialmente confirmada,n 21 y que interaccionaría con
todas las que tienen masa, incluida ella misma.n 22 Su presencia explica
precisamente las masas no nulas de las partículas, que en apariencia contradicen la
conservación del isoespín débil.
Véase también
Segunda cuantización
Teoría cuántica de campos en espacio-tiempo curvo
Teoría de campo de gauge
Topología cuántica
Notas y referencias
Notas
La palabra «partícula» se utiliza en mecánica cuántica a nivel introductorio para
enfatizar al comportamiento clásico de un punto material, frente al comportamiento
ondulatorio de la luz. Las partículas microscópicas, como los átomos o los fotones,
presentan un comportamiento intermedio, caracterizado por la dualidad onda-
corpúsculo. Mientras no se diga lo contrario, en este artículo la palabra
«partícula» —y sin excepción, «partícula cuántica»— se refiere a este segundo
significado.
No confundir con «teoría clásica de campos».
Esta interpretación no es la única posible, pero sí la más extendida. Véase
Interpretaciones de la mecánica cuántica.
Esta evolución es determinista mientras no el sistema no se vea alterado por una
medida —cuyo resultado es no determinista—. Véase Ynduráin, 2003, §2.2.
El nombre viene del griego {\displaystyle \scriptstyle \varphi \omega \nu {\acute
{\eta }}}\scriptstyle\varphi\omega\nu\acute\eta, «voz», por la relación de estos
cuantos con las ondas sonoras.
Para el origen de este nombre, véase Espín y estadística.
Se ignora en este párrafo la constante aditiva ℏω/2. La fórmula correcta puede
encontrarse en Ynduráin, 2003, §7.2 o Sakurai, 1994, §2.3.
Esta conservación del número de partículas es consecuencia de las ecuaciones de
movimiento concretas del campo libre (para el campo en interacción no ocurre). Esto
contrasta con la mecánica cuántica «ordinaria», donde la conservación es un
requerimiento intrínseco de cualesquiera ecuaciones de movimiento se planteen.
La cuantización de los campos libres, escalar, espinorial o vectorial, puede
encontrarse en multitud de referencias, como Nair, 2005, Peskin y Schroeder, 1995 o
Sterman, 1993.
O, de forma equivalente, el lagrangiano.
En realidad, se trata de una amplitud de probabilidad: un número complejo z cuyo
módulo al cuadrado es la probabilidad propiamente dicha, P = |z|2.
α y β describen una colección de diversas partículas, no necesariamente las mismas
al principio y al final, en distintos estados de movimiento. Se obvian en el texto
los detalles de la fórmula correcta. Véase Weinberg, 1995, §3.2.
Para utilizar esta técnica en el caso de campos fermionicos, es necesario
considerar unos «números anticonmutativos» —que cumplen ξθ = −θξ dados ξ y θ
números cualesquiera—, denominados números de Grassmann.
Téngase en cuenta que la energía de una partícula proporciona una escala de
longitud: su longitud de onda de De Broglie {\displaystyle \scriptstyle \hbar c/E}\
scriptstyle\hbar c/E.
«Running coupling constants».
A pesar del nombre, no guarda ninguna relación con la teoría de grupos. Véase
Weinberg, 1996, p. 111.
Pronunciado [ɡeɪdʒ], «calibre» en inglés.
La cuantización del campo de Yang-Mills resulta en una teoría de bosones gauge en
interacción. Pueden añadirse otras partículas cargadas, como fermiones, cuantizando
otros campos acoplados a este.
El nombre es engañoso, ya que a fin de cuentas la simetría es exacta. Véase
Coleman, 1985, 116.
Es decir, dichas simetrías son respetadas en el lagrangiano del modelo estándar.
El 13 de marzo de 2013 el CERN confirmó provisionalmente la existencia de una
partícula muy similar al Higgs. Véase O'Luanaigh, C. (14 de marzo de 2013). «New
results indicate that new particle is a Higgs boson». CERN. Consultado el 4 de
diciembre de 2013.
Para la masa de los neutrinos se consideran otras posibilidades, como una mezcla
de masa «ordinaria» —masa de Dirac, proveniente de su interacción con el Higgs— con
masa de Majorana, responsable de una hipotética violación del número leptónico.
Véase Langacker, 2010, §7.7.
Referencias
Nair, 2005, p. 7.
Itzykson y Zuber, 1980, p. 107.
Nair, 2005, p. VII.
Ver Peskin y Schroeder, 1995, p. 198.
Esta primera parte —hasta 1950— está basada en Weinberg, 1995, §1.
Cao, 1997, §9.2.
Véase Zee, 2003, §VI.8 y Steven Weinberg. «From BCS to the LHC» (en inglés).
Archivado desde el original el 12 de marzo de 2012. Consultado el 12 de marzo de
2012.
Cao, 1997, p. 323.
Weinberg, 1996, §18.7.
Zee, 2003, §V.6.
La cita aparece en Kuhlmann, 2009, §3.4. Véase también Zee, 2003, §VIII.3
Ynduráin, 2003, §4.7
Véase Zee, 2003, p. 3 y la Introducción de Ynduráin, 1989.
Sakurai, 1967, §1-1.
Itzykson y Zuber, 1987, p. 47.
Ver Weinberg, 1995, p. 11.
Peskin y Schroeder, 1995, §2.1.
Peskin y Schroeder, 1995, §2.3.
Esta parte está referida a sistemas sencillos con ecuaciones de movimiento
lineales. Véase Goldstein, 1998, §12.1.
Bogoliubov, Nikolay; Shirkov, Dmitry (1982). Quantum fields (en inglés). Benjamin-
Cummings Pub. Co. p. 8. ISBN 0-8053-0983-7.
En el caso del campo, al tomar el límite continuo, los modos normales pueden ser
continuos a su vez. Véase Ynduráin, 2003, §7.5.3 y §19 para esta parte.
Weinberg, 1995, §3.1
Weinberg, 1995, p. 31
Abrikosov, A.A. (1965). «I, §3. Second quantisation». Methods of quantum field
theory in statistical physics (en inglés). Pergamon Press. OCLC 222056583..
Sakurai, 1967, p. 27.
Peskin y Schroeder, 1995, p. 22.
Nair, 2005, p. 8.
Como estados de energía negativa o probabilidades negativas. Véase Nair, 2005, p.
31.
Véase Weinberg, 1995, §5.7 y una de las primeras demostraciones en Pauli, Wolfgang
(1940), «The connection between spin and statistics», Physical Review (en inglés)
58, pp. 716-722, consultado el 19 de junio de 2011..
Véase Peskin y Schroeder, 1995, p. 19. Esta denominación, de uso estándar en
física, puede resultar confusa (véase Weinberg, 1995, pp. 19,28).
Zee, 2003, §I.7.
Peskin y Schroeder, 1995, §4.1
Nair, 2005, p. 55.
Ynduráin, 1989, §8.1.
Véase Srednicki, Mark Allen (2007). Quantum field theory (en inglés). Cambridge
University Press. p. 12. ISBN 9780521864497. Esto implica que el hamiltoniano y el
operador número de partículas no conmuten en el caso no cuadrático. De ahí que el
número de partículas no se mantenga constante, ya que las leyes de conservación
cuánticas requieren la conmutación con el hamiltoniano. Véase Cohen-Tannoudji,
Claude; Diu, Bernard; Laloe, Frank (1991). «Chapter III: The postulates of quantum
mechanics». Quantum mechanics (en inglés). Wiley-Interscience. ISBN 0-471-16433-X,
§D-2-c.
Weinberg, 1995, p. 199.
Véase Peskin y Schroeder, 1995, p. 283 y Weinberg, 1995, p. 384.
Véase el Preface de Weinberg, 1995.
Kuhlmann, 2009, §4.1.
Véase la introducción de Weinberg, 1995, §3 y el comienzo de Peskin y Schroeder,
1995, §4.5.
Se obvian en el texto los detalles de la fórmula de la serie de Dyson. Véase
Peskin y Schroeder, 1995, p. 85.
Peskin y Schroeder, 1995, p. 191.
La cita aparece en Martin, Brian Robert; Shaw, Graham (2008). Particle physics (en
inglés). John Wiley and Sons. p. 9. ISBN 9780470032930.
Véase la Introduction de Veltman, Martinus (1994). Diagrammatica. The path to
Feynman rules (en inglés). Cambridge University Press. ISBN 0521456924, y el
Preface de Bjorken, James D.; Drell, Sidney D. (1965). Relativistic quantum fields
(en inglés). McGraw-Hill. ISBN 9780070054943.
Sakurai, 1994, p. 258.
Véase la introducción de Weinberg, 1995, §9 y de Peskin y Schroeder, 1995, §9.
Para esta parte, véase Rajaraman, 1989, §1 y Weinberg, 1996, §23.
Nair, 2005, p. 468.
Peskin, 1995, p. 255.
Cao, 1997, p. 186.
Véase Peskin y Schroeder, 1995, p. 216 y en adelante.
Para una exposición más detallada, véase Nair, 2005, §9.5.
Véase para el grupo de renormalización, la introducción de Weiberg, 1996, §18.
Véase por ejemplo Weinberg, 1995, §12.3.
Esto es debido a que en la cuantización aparecen polarizaciones no físicas para el
fotón. Véase Itzykson y Zuber, 1980, §3-2-1.
En particular, una parte de esta simetría asegura la conservación del número
fermiónico axial U(1)A, que se violaría en dicho proceso. La anomalía no afecta a
toda la simetría —no empeora las diferencias de masa de los bariones ligeros
comentadas previamente—, sólo a esta corriente axial. Véase Weinberg, 1996, §22.1
para los detalles de este proceso.
Donoghue, John; Golowich, Eugene; Holstein, Barry (1992). Dynamics of the Standard
Model (en inglés). Cambridge University Press. p. 13. ISBN 0521476526.
Itzykson y Zuber, 1980, p. 525.
Véase para este ejemplo Zee, 2003, p. 199 y Coleman, 1985, §2.1.
Nair, 2005, §13.1.
Véase la introducción en Collins, John C. (1984). «13. Anomalies». Renormalization
(en inglés). Cambridge University Press. ISBN 0-521-24261-4.
Dicha variación no perturbativa es tal que ambos incrementos siempre se compensan
entre sí: ni el número de bariones B ni el de leptones L son conservados —aunque
por muy poco—, pero sí lo es su diferencia B − L. Véase Weinberg, 1996, p. 454.
Weinberg, 1995, §5.8.
Véase la introducción de Langacker, 2010, §7.7.
Véase el Preface de Langacker, 2010.
Peskin y Schroeder, 1995, §22.1
Véase el Preface de Altland, Alexander; Simons, Benjamin D. (2010). Condensed
matter field theory (en inglés). Cambridge University Press. ISBN 9780521769754.
Puede encontrarse una exposición completa en Zee, 2003, §V y §VI.
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Bibliografía adicional en español
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Berestetskii, V.B.; Lifshitz, E.M.; Pitaevskii, L.P. (1971). Teoría cuántica
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Kittel, Charles (1997). Introducción a la física del estado sólido (3ª edición).
Reverté. ISBN 84-291-4317-3.
Enlaces externos
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Fields por Warren Siegel (gratis; 800 páginas).
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